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Las mujeres afganas pierden la esperanza de recuperar sus derechos tras más de 1.000 días sin educación.

Por:

El 15 de agosto de 2021, marcó un nuevo capítulo oscuro en la historia de Afganistán cuando los talibanes retomaron el poder. Una víctima de esta situación es Amal, una estudiante universitaria de 24 años que soñaba con convertirse en una gran periodista. Hoy, sin embargo, su vida ha dado un giro dramático debido a la prohibición de la educación para las niñas mayores de 12 años impuesta por los talibanes.

Amal, cuyo nombre real se mantiene en secreto, comenzó a manifestarse en las calles junto a otras mujeres poco después de la toma de poder de los talibanes. A pesar de las amenazas y la violencia, incluso estableció una escuela clandestina en su casa. Sin embargo, los talibanes irrumpieron en su casa hace siete meses, amenazando con matarla a ella y a su familia, y la golpearon brutalmente. Amal, al igual que muchas mujeres afganas, vive en clandestinidad y soledad, luchando por su derecho a la educidad y sintiéndose abandonada por la comunidad internacional.

La comunidad internacional ha sido rápida para condenar las acciones de los talibanes, pero sus palabras han tenido poco impacto en la realidad de las mujeres en Afganistán. Los talibanes no han revocado ninguna de sus prohibiciones a las mujeres, y países vecinos como Rusia y China están dando pasos hacia el reconocimiento de su gobierno. La ONU incluso ha invitado a los talibanes a participar en una conferencia internacional sobre Afganistán en Doha, Qatar, a finales de junio.

Esta invitación ha causado indignación entre los grupos de mujeres afganas que han estado protestando contra lo que los expertos de Naciones Unidas describen como un «apartheid de género«. Estas mujeres temen que se estén dando pasos hacia la normalización de los talibanes. La soledad y el aislamiento de las mujeres afganas son tales que estas activistas solo pueden protestar fotografiándose con la cara tapada y pancartas en sus manos dentro de sus casas. Algunas, las más valientes, incluso se atreven a salir a la calle para protestar, a pesar de la represión brutal.

El jueves pasado, marcó 1.000 días desde que las adolescentes afganas fueron prohibidas de estudiar por los talibanes. La agencia de las Naciones Unidas para la infancia, Unicef, se unió a la conmemoración de este día sombrío, deplorando las 3.000 horas de educación que se han perdido para un millón y medio de jóvenes afganas. Esta pérdida amenaza su autonomía y su futuro.

Además de la educación, los talibanes también han prohibido el derecho al trabajo para las mujeres afganas, su libertad de movimiento, e incluso su libertad de expresión. El último de estos ataques se anunció recientemente, cuando el líder supremo de los talibanes, Hibatullah Ajundzadá, limitó el salario de todas las mujeres del país a una cantidad insignificante, independientemente de su edad, puesto de trabajo, experiencia y formación académica.

En Afganistán, ya no hay policías, juezas, diputadas, abogadas, ni apenas funcionarias, ni periodistas mujeres. Los talibanes también han prohibido a las mujeres trabajar en ONG y en las agencias de la ONU, con contadas excepciones en los ámbitos sanitario y educativo. La educación secundaria y superior también están prohibidas para las mujeres. En diciembre de 2022, los talibanes prohibieron a las mujeres estudiar en la universidad. En abril de 2023, cerraron las academias privadas donde muchas niñas estudiaban idiomas o matemáticas, entre otras disciplinas, incluidas en una lista de materias «no aptas» para mujeres.

Las afganas, y por consiguiente sus hijos pequeños, tienen prohibido viajar sin un guardián masculino y no pueden entrar en parques infantiles ni naturales. Tampoco pueden entrar en gimnasios, ni en baños públicos, ni siquiera ir de pícnic al campo. Los fundamentalistas han cerrado peluquerías y salones de belleza y les han prohibido llamar a programas de radio. El Comité para la Protección de los Periodistas, con sede en Nueva York, denunció en abril que tres periodistas habían sido detenidos por aceptar llamadas de oyentes femeninas.

Entre junio de 2023 y marzo de 2024, el «régimen asfixiante» que rige Afganistán aprobó 52 reglamentos que atentan contra los derechos de las mujeres y las niñas del país, según un informe del relator especial de Naciones Unidas para los derechos humanos en Afganistán, Richard Bennett.

A finales de marzo, el emir Ajundzadá anunció en la radiotelevisión pública del país una enésima y grave decisión contra las mujeres afganas: la reinstauración de la flagelación pública y la lapidación de mujeres por adulterio. En reacción a esta decisión, Sahar Fetrat, investigadora afgana de Human Rights Watch, afirmó en declaraciones al diario The Guardian que la inacción de la comunidad internacional explica este anuncio.

Sin educación ni perspectivas de tener un trabajo, la suerte de muchas adolescentes afganas está echada. Las organizaciones internacionales alertan de la relación directa entre el abandono escolar, los matrimonios forzados y las maternidades precoces, y la perpetuación de la pobreza. El costo económico anual de la prohibición de trabajar a las mujeres afganas es de unos 934 millones de euros, el 5% del PIB del país, según el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD).

Desde su escondite en Kabul, Amal deplora que la violación de los derechos de las mujeres no solo no haya provocado una intervención de la comunidad internacional, sino que se ha convertido en una herramienta de chantaje de los talibanes para alcanzar «sus objetivos políticos». El primero, el de ser reconocidos como gobernantes legítimos de Afganistán. Algunas voces, como la del Gobierno chino, defienden ya que hay que hablar con ellos.

https://mediatribu.cl/2024/06/18/las-mujeres-afganas-pierden-la-esperanza-de-recuperar-sus-derechos-tras-mas-de-1-000-dias-sin-educacion-internacional/

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Continúa el asalto talibán a los derechos de la mujer en Afganistán

Se siguen violando los derechos humanos en Afganistán, en particular los de las mujeres, que sufren estrictos códigos de vestimenta y son excluidas de ciertos trabajos, mientras continúa la prohibición a su derecho a la educación superior y se le limita su libertad de movimiento.

 

Han pasado casi tres años desde que los talibanes recuperaron el control de Afganistán y los derechos de las mujeres siguen siendo objeto de ataques.

 

El jueves, la portavoz de la Oficina de Derechos Humanos de la ONU (ACNUDH), Liz Throssell, reveló que en su último acto de desapoderamiento, las autoridades de facto han comunicado a las funcionarias que tienen prohibido trabajar no obstante sus cualificaciones o experiencia, y que a partir de ahora se les recortará el salario al nivel más bajo.

 

Los talibanes tomaron Kabul, la capital de Afganistán, en agosto de 2021, y rápidamente comenzaron a erosionar los derechos de las mujeres, incluyendo estrictos códigos de vestimenta, prohibiendo la educación superior para las niñas, excluyendo a las mujeres de ciertos trabajos, y más.

 

Según Throssell, las autoridades del país habían dicho a las mujeres que podrían volver a trabajar cuando se dieran “las condiciones necesarias”, pero las mujeres no han recibido ninguna información sobre cuándo podría ser eso.

 

Tres años después, no se han tomado medidas para que todas las funcionarias puedan volver al trabajo.

 

“Esta última decisión, discriminatoria y profundamente arbitraria, ahonda aún más la erosión de los derechos humanos en Afganistán, tras las decisiones de restringir el acceso de las mujeres y las niñas a la educación y el empleo, limitar su libertad de movimiento y restringir su presencia en los espacios públicos, afianzando de hecho la exclusión de las mujeres de la vida pública”, afirmó Throssell.

 

Tres mil millones de horas de aprendizaje perdidas

El jueves también se cumplen 1000 días desde que los talibanes prohibieron la educación de las niñas más allá del sexto grado, un “hito triste y aleccionador” según el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF).

 

Para 1,5 millones de niñas, esta exclusión sistemática no sólo constituye una flagrante violación de su derecho a la educación, sino que además se traduce en una disminución de sus oportunidades y en un deterioro de su salud mental», afirmó en una declaración pública Catherine Russell, directora ejecutiva de UNICEF.

 

Russell afirmó que la educación no sólo ofrece oportunidades, sino que “protege a las niñas de los matrimonios precoces, la malnutrición y otros problemas de salud, y refuerza su capacidad de resistencia ante desastres como las inundaciones, la sequía y los terremotos que asolan con frecuencia Afganistán”.

 

ONU Mujeres informó recientemente de que esta prohibición de la educación está relacionada con un aumento del 25% en las tasas de matrimonio infantil y del 45% en las tasas de maternidad precoz.

 

La cabeza de UNICEF afirmó que el organismo está trabajando intensamente para apoyar a todos los niños y niñas de Afganistán.

 

Poner fin a las violaciones de derechos

Mientras se siguen violando los derechos humanos en Afganistán, expertos independientes en derechos piden a los talibanes que proporcionen ayuda médica al ciudadano estadounidense Ryan Corbett, que se encuentra detenido.

 

Corbett fue detenido en 2022 cuando viajó a Afganistán para realizar labores humanitarias y ha permanecido cautivo desde entonces.

 

Su salud mental y física ha empeorado gravemente y Alice Jill Edwards, relatora especial de la ONU sobre la tortura y otros tratos crueles, ha declarado que debe recibir tratamiento médico “en un hospital civil sin demora”, y que las condiciones de detención eran “totalmente inadecuadas y sustancialmente inferiores a las normas internacionales”.

 

Los relatores especiales y otros expertos en derechos humanos nombrados por el Consejo de Derechos Humanos de la ONU son independientes de cualquier gobierno, no reciben salario por su trabajo y prestan servicio a título individual.

 

https://news.un.org/es/story/2024/06/1530551

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La denegación de la infancia palestina

‘Sin niñez desde el nacimiento’ revela la opresión sistémica a palestinos ‘Denegación desde el nacimiento’ revela la opresión sistémica a palestinos.

Desde octubre cuando comenzó la última agresión de Israel contra Gaza descrita como “una fábrica de asesinatos masiva”, la deshumanización literal y real de los palestinos se ha intensificadoUNICEF ha calificado a Gaza de “cementerio de niños” y “un infierno en vida”, como resultado de los severos e implacables ataques de Israel.

La relatora especial de Naciones Unidas, Francesca Albanese, se refirió a la “denegación deliberada a la niñez desde el nacimiento” de los palestinos bajo la “ocupación eterna” de Israel, que ha causado un “daño interminable” a la población. Sin embargo, la violencia israelí contra los niños palestinos no es un fenómeno reciente.

‘Niega la niñez’ a los palestinos durante generaciones

Israel ha matado al menos a 14 500 niños palestinos desde el 7 de octubre. Sin embargo, los abusos de Israel contra los niños palestinos antes de esta guerra ya habían sido ampliamente documentados. El periodista Chris Hedges detalló la violencia de los israelíes contra los niños palestinos en Gaza en su libro de 2002 “La guerra es una fuerza que nos da significado”:

Se les ha disparado a niños en otros conflictos de los que he informado […] pero nunca antes había visto a los soldados llevar niños como ratones a una trampa y asesinarlos por deporte. […] “Todos tiramos piedras”, dijo Ahmed Moharb, de diez años. “Por el altavoz, el soldado nos dijo que fuéramos a la cerca a buscar chocolate y dinero. Luego nos insultaron. Luego lanzaron una granada. Empezamos a correr. Le dispararon a Ali por la espalda. No volveré a ir. Tengo miedo’.

La académica palestina Nadera Shalhoub-Kevorkian, cuyo trabajo se centra en trauma, crímenes de Estado y criminología, vigilancia, violencia de género, derecho y sociedad, y estudios sobre genocidio, acuñó el término “unchilding” (negación de la infancia) en 2019, para examinar críticamente el uso de niños palestinos como ventaja para lograr objetivos políticos.

Middle East Monitor informó que, entre 2000 y 2020, “las fuerzas de ocupación israelíes habían matado a 3000 niños. A algunos los mataron frente a los lentes de los medios internacionales, como a Muhammad Al-Durrah de 11 años”. En 2021, Defence for Children International también destacó los ataques de Israel contra niños palestinos, y Human Rights Watch observó un aumento en el número de niños palestinos que los israelíes ha matado en Cisjordania en agosto de 2023.

En 20202022, y mediados de 2023, Save the Children informó sobre los abusos punitivos sistemáticos por parte de Israel y el trauma bajo custodia de los niños palestinos, incluidos registros corporales sin ropaManifestaron que “el cargo más común que se les imputa a niños es el de lanzar piedras, por el que la pena máxima es de 20 años”.

Defence for Children International encontró que la mayoría de los niños procesados entre 2013 y 2018 experimentaron abusos por parte de israelíes mientras estaban bajo custodia. Ahmad Manasra se hizo conocido por pasar toda su adolescencia en prisión, incluidos dos años bajo régimen de aislamiento, lo que le provocó un grave deterioro psicológico. Según The Guardian, el encarcelamiento masivo de niños palestinos por parte de Israel representa “un universo oculto de sufrimiento que afectó a casi todos los hogares palestinos”.

«Los niños palestinos merecen crecer». Pancarta de manifestación pacífica a favor de Palestina en Berlín, 2 de diciembre de 2023. Foto del autor, utilizada con autorización.

El papel de los medios en promover la denegación de la infancia palestina

Dos artículos de Jason Burke de The Guardian, publicados el 22 y 23 de noviembre, ilustran la denegación de la infancia palestina representada en los medios. Burke señaló en ambos artículos que “los rehenes [israelíes] que serían liberados son mujeres y niños, y los prisioneros palestinos también son mujeres y personas de 18 años o menos”.

El uso de lenguaje divergente dentro del mismo artículo para referirse a los niños es paralelo a la jerarquía morir” versus “matar», que se utiliza para restar importancia a las muertes palestinas versus israelíes en los medios.

Los artículos de The Guardian siguieron un período intenso marcado por comentarios racistas denigrantes, incluidos los comentarios del primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu. en octubre, en los que llamó a los palestinos los “hijos de la oscuridad” y “animales humanos”.

The Guardian no es la única agencia de noticias que emplea un lenguaje divergente, vago o impreciso cuando hace referencia a niños y bebés palestinos. Associated Press se ha referido a los niños palestinos como “menores”, Sky News describió a una niña de cuatro años como  una “jovencita”, y The Washington Post ha utilizado el término “vidas frágiles” en lugar de “bebés prematuros”. Un vistazo diario de los principales titulares archivados de The New York Times del 22 de noviembre al 3 de diciembre revela un mínimo indicio de víctimas palestinas, lo que ciertamente no refleja el gran número de muertes infantiles que ocurrieron durante ese período.

Después de su publicación, The Guardian modificó ambos artículos mencionados anteriormente para referirse a los palestinos menores de 18 años como «niños». Para explicar el cambio, en una nota al final de los artículos escribieron: «Cualquier insensibilidad anteriormente expresada fue involuntaria».

El influenciador judío queer Matt Bernstein (mattxiv) declaró en Instagram: “Cuando nos permitimos ver a los palestinos como algo menos que seres humanos íntegros […] nos volvemos cómplices de nuestra propia bancarrota moral”.

El lenguaje utilizado en las noticias es crucial para comunicar detalles clave a los lectores. Un estudio de la Universidad de Columbia de 2016 encontró que al 59% de los enlaces publicados “no les hicieron clic y presumiblemente quedaron sin leer”, y subrayaron la importancia de los titulares de noticias al informar e influir en las audiencias. Las palabras utilizadas en los avances de las redes sociales, como el título y el tema, son críticos para quienes no leen más allá de los titulares para comprender el alcance de la situación.

«Es como si estuviéramos pagando en exceso por un pecado que no cometimos. Niña de tres años en Gaza». Pancarta de una manifestación pacífica a favor de Palestina en Berlín, 4 de noviembre de 2023. La cita es de Save the Children. Foto del autor, utilizada con autorización.

Niños racializados en alto riesgo

La denegación de la infancia no es exclusiva de los palestinos, y se pueden obtener perspectivas valiosas si se examina otros grupos racializados que también son objeto de violencia significativa.

En Estados Unidos, los niños negros tienen seis veces más probabilidades que los niños blancos de que la Policía los mate a tiros. Casos destacados, como los asesinatos de Trayvon Martin, de 17 años, Ma’Khia Bryant, de 16, y Tamir Rice de 12, ilustran el riesgo excesivo que enfrentan los niños negros en su vida diaria.

La investigadora Alisha Nguyen explica:

Para justificar el trato deshumanizante contra los niños negros, la lógica blanca afirma que los niños negros son menos inocentes y que, por lo tanto, deberían recibir menos protección y no merecen el mismo nivel de tolerancia en comparación con los niños blancos.

Más tarde, Steve Loomis, presidente de la Asociación de Patrulleros de la Policía de Cleveland, describió a Rice como «un niño de 12 años en un cuerpo de adulto» como manera de justificar la fuerza excesiva utilizada por el policía que asesinó al niño de sexto grado.

De manera similar a los comentarios de Loomis, ha habido intentos de justificar el asesinato de niños palestinos. El Ministro de Defensa israelí, Avigdor Lieberman, declaró en entrevistas de radio y en X el 30 de noviembre, “No hay inocentes en Gaza”. El presidente Isaac Herzog compartió el mismo sentir.

«No hay inocentes en Gaza”.

Como activista y educadora, Wagatwe Wajuki dijo en X:

Si uno se pregunta por qué los negros se identifican con la lucha por la liberación palestina: la negativa de los medios blancos a ver a nuestros hijos como niños resuena. […] Bajo la supremacía blanca, la infancia se racializa porque asocian la infancia con la inocencia y solo los niños blancos son considerados inocentes.

El periodista israelí Gideon Levy escribió en Haaretz sobre los niños que mató Israel:

Ninguna explicación, justificación o excusa podría jamás encubrir este horror. Sería mejor si la maquinaria propagandística de Israel ni siquiera lo intentara. […] Un horror de esta magnitud no tiene otra explicación que la existencia de un Ejército y un Gobierno que no tienen límites establecidos por la ley o la moral.

Fuente de la información:  https://es.globalvoices.org

Fotografía: Global voices. Parque infantil en Cisjordania. Foto de Justin McIntosh, agosto de 2004. Wikimedia Commons. (CC-BY-2.0).

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UNICEF: Declaración de Adele Khodr, Directora Regional de UNICEF para Oriente Medio y Norte de África, sobre la intensificación de las hostilidades en Rafah y el norte de Gaza

Declaración de Adele Khodr, Directora Regional de UNICEF para Oriente Medio y Norte de África, sobre la intensificación de las hostilidades en Rafah y el norte de Gaza

Niños sentados en el maletero de un carro durante su desplazamiento desde Rafah, al sur de la Franja de Gaza, debido a los continuos bombardeos y hostilidades. Mayo de 2024.

AMMÁN, 14 DE MAYO DE 2024 – “La escalada de las hostilidades en Rafah y en toda la Franja de Gaza ha agravado el sufrimiento de cientos de miles de niños y niñas, que llevan 218 días soportando una cruel pesadilla. No podemos aceptar que su tragedia se retransmita en directo como un daño colateral de un conflicto que nunca eligieron.

“La semana pasada comenzó en Rafah una operación militar temida desde hace tiempo que ha desplazado a más de 448.000 personas a zonas inseguras como Al-Mawasi y Deir al Balah. Entretanto, los intensos bombardeos y las operaciones terrestres se han extendido al norte de Gaza, dejando un rastro de destrucción en zonas como el campamento de refugiados de Jabaliya y Beit Lahia. Al menos 64.000 personas se han visto obligadas a huir de sus hogares, que han quedado devastados.

“Los civiles –ya exhaustos, desnutridos y expuestos a numerosos sucesos traumáticos– están siendo testigos del aumento del número de muertos, heridos y desplazados en medio de las ruinas de sus comunidades. Incluso las operaciones humanitarias, que se han convertido en el único salvavidas para toda la población de la Franja, se están viendo amenazadas.

“Desde el inicio de esta última escalada, UNICEF ha tenido que enfrentarse a mayores dificultades para hacer llegar cualquier tipo de ayuda hasta la Franja de Gaza. La escasez de combustible sigue siendo un problema crítico.

“En el norte, los principales hospitales situados en las zonas de evacuación, como el Kamal Adwan, el Al-Awda y el Hospital Indonesio, se encuentran en medio del fuego cruzado, lo que perturba gravemente la entrega de suministros médicos esenciales y pone en peligro muchas vidas. Las personas que están en riesgo inminente de hambruna han dejado de recibir ayuda.

“También me preocupan mucho las infraestructuras de agua y el acceso al agua potable y el saneamiento en toda Gaza. En el norte hay pozos indispensables que han sufrido grandes daños, mientras que en Rafah al menos ocho instalaciones están fuera de servicio, lo que afecta a unas 300.000 personas, muchas de ellas niños y niñas que probablemente recurrirán al agua contaminada y enfermarán gravemente. Cuando falta el agua, es la infancia la que más sufre.

“Los pasos fronterizos deben abrirse rápidamente y debe permitirse que las organizaciones humanitarias se desplacen con seguridad y proporcionen la ayuda de emergencia de la que dependen todos los niños y niñas de Gaza. De no ser así, se producirá una tragedia todavía mayor que la que ya hemos presenciado, un desenlace que debemos tratar de evitar sin dilación.

“Tras más de siete meses de conflicto, con decenas de miles de vidas perdidas e innumerables llamamientos al alto el fuego, la violencia persiste. Es crucial que callen las armas y se respeten los derechos de la infancia. Los niños y las niñas de Gaza, que están soportando atrocidades inimaginables, merecen un alto al fuego inmediato y la oportunidad de vivir un futuro en paz”.

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Fuente de la Información: https://www.unicef.org/es/comunicados-prensa/declaracion-directora-regional-unicef-oriente-medio-intensificacion-hostilidades-rafah

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Chile: A 76 años de la Nakba, en medio de la intifada universitaria global contra el genocidio

A 76 años de la Nakba, en medio de la intifada universitaria global contra el genocidio

La Universidad de Chile ha sido durante años un espacio de activismo palestino, y se han denunciado muchas veces sus persistentes vínculos con las universidades del Estado genocida. Pero para sus autoridades, hacer tratos con criminales de lesa humanidad no parece ser violento.

«La clausura de la libertad académica empequeñece a las universidades y las despoja de su valor esencial». Así termina la carta de la Rectora de la Universidad de Chile, Rosa Devés, en respuesta a la pacífica movilización estudiantil en contra del genocidio del pueblo palestino.

Quisiéramos que esas palabras estuviesen dedicadas a la memoria de lxs académicxs asesinadxs por el ejército israelí o en condena a la destrucción de las casas de estudio por sus bombardeos. Quisiéramos que, junto con ello, hiciera referencia a las expulsiones, despidos y represión policial que rectores autoritarios han ejercido sobre estudiantes judíxs y palestinxs en universidades de todo el mundo.

Ojalá fueran palabras dedicadas a criticar las vinculaciones con universidades de un Estado ocupante como Israel.

Todo lo anterior clausura la libertad académica porque la vuelve imposible. Pero la Rectora prefiere que sus palabras de mayor condena vayan dirigidas a estudiantes, académicxs y funcionarixs de su universidad que se manifiestan por la paz, la libertad y la justicia en Palestina. No dice nada respecto de los convenios y colaboración que mantiene la Universidad con universidades que trabajan para la Ocupación. Y prefiere comparar la violencia genocida de Israel con la movilización universitaria, haciéndose eco de una retórica criminalizadora e inmoral.

El miércoles 15 de mayo de 2024, a 76 años de la Nakba («catástrofe»), es decir, del inicio de la cruel limpieza étnica perpetrada por Israel contra el pueblo palestino, estudiantes de la Universidad de Chile, articuladxs en su Federación y su Comité de Solidaridad por Palestina, realizaron una manifestación pacífica en el frontis de la Casa Central. Allí se reunieron cientos de estudiantes, con la compañía de estudiantes de otras universidades, para denunciar el genocidio en Palestina y exigir que la Universidad de Chile ponga término a tres convenios con universidades israelíes.

En el marco de esa movilización, se dio inicio a una acampada pacífica en uno de los patios de la Casa Central, sumándose a las acampadas universitarias por Palestina que ya se han levantado en todo el mundo.

Negamos rotundamente que dichas acciones hayan tenido un carácter violento, porque la libertad de expresión y de manifestación en una universidad pública no tienen nada de violento, sino que son la garantía misma de los valores universitarios. Condenamos que la Rectora se refiera a la acción de «grupos externos», porque con eso se opone al sentido de la universidad pública, en la que hay lugar para toda la comunidad, no solo para sus miembros exclusivos. Solo eso define su carácter público y nacional, y esa es su principal riqueza.

La Universidad de Chile ha sido durante años un espacio de activismo palestino, y se han denunciado muchas veces sus persistentes vínculos con las universidades del Estado genocida. Pero para sus autoridades, hacer tratos con criminales de lesa humanidad no parece ser violento.

Lxs estudiantes de Chile siempre han estado del lado correcto de la historia. Saben que no hay neutralidad cuando se trata de un genocidio, saben que no hay neutralidad posible si se trata de la ocupación de Palestina por parte de Israel. En esto, le están dando una gran lección a su Rectora y al Senado Universitario, que han querido mantener la falsa neutralidad que siempre favorece al agresor.

La Coordinadora por Palestina es una coalición de más de 140 organizaciones, entre las que se encuentran organizaciones estudiantiles y comités universitarios de solidaridad con Palestina.

Invitamos a todxs lxs estudiantes, funcionarixs y académicxs a sumarse a la Coordinadora para seguir trabajando por universidades libres de apartheid, verdaderamente democráticas, comprometidas con los derechos humanos y con el pluralismo, y no solamente con mantener el orden en sus pasillos.

Invitamos a la Rectora y a la comunidad de la Universidad de Chile a revisar de manera exhaustiva las credenciales humanitarias y ambientales de las instituciones con las que desarrollan alianzas y proyectos conjuntos, y poner a la universidad a la altura de los estándares internacionales en derechos humanos y sostenibilidad ambiental.

Solidarizamos con académicxs, funcionarixs y estudiantes de Chile y del mundo que ya han comenzado a recibir presiones censuradoras y medidas represivas. Eso es lo que pasa cuando las autoridades están más comprometidas con darle espacio al sionismo que con garantizar las libertades democráticas.

Celebramos la valentía estudiantil y saludamos la intifada universitaria global.

¡Viva Palestina libre! ¡Fin al genocidio y a la ocupación!

Coordinadora por Palestina

Fuente de la Información: https://rebelion.org/a-76-anos-de-la-nakba-en-medio-de-la-intifada-universitaria-global-contra-el-genocidio/

 

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El genocidio se recrudece

Las imágenes son impactantes, infantes bajo los escombros de edificios, mujeres y hombres desgarrados por las máquinas de matar, los tanques sionistas toman sus posiciones estratégicas en Rafah, el último reducto de sobrevivencia palestina, donde el cruce a Egipto es ocupado por las bestias militares israelíes y la entrada de ayuda humanitaria está totalmente suspendida, al tiempo en que las bombas ininterrumpidamente iluminan la oscura noche de un genocidio descarado y cínico, ante el cual el imperialismo estadounidense calla y juega con el doble discurso mientras sigue aportando millones de dólares, y las potencias de la Unión Europea y la OTAN se han olvidado de las sanciones económicas y políticas contra Israel, siendo que con total descaro no emiten mensajes pidiendo un alto al fuego, justo cuando se hablaba de una oportunidad para el avance en las negociaciones.

La ONU dice que es inaceptable la ocupación de Rafah, pero su discurso queda varado en el desierto de las hienas que devoran sus funciones y emprenden el avance del despojo territorial contra Palestina. Este genocidio es alevoso, se viene preparando desde hace más de 75 años, se ha saboreado en el comedor sionista inhumano entre gusanos y bestias que juran ser los “elegidos” asesinando en nombre de un Dios que jamás aceptaría la barbarie que hoy vivimos. En Israel, una parte de su población, con clara orientación sionista, baila y celebra este genocidio, gestos de una deshumanización profunda, pues ¿cómo se han olvidado de que ellos lo vivieron ante los nazis y hoy lo recrea su Gobierno sin un mínimo de conciencia contra el pueblo palestino? El genocidio se recrudece y ya nadie lo puede negar, aunque con formas legaloides haya quien busque desviar la verdad, hoy asistimos al infierno en la tierra, y las bombas, los tanques, las balas y la muerte avanzan con descaro por encima de toda humanidad.

Pero, así como un sector de la población israelí celebra la barbarie, también un importante segmento del pueblo de Israel se manifiesta contra el genocidio y pide el fin del gobierno de Benjamín Netanyahu, como ya se hacía antes del 7 de octubre del año pasado. Asimismo, en gran parte del mundo, los pueblos claman por el fin del genocidio; la juventud y los trabajadores y trabajadoras de muchas naciones, alzan la voz por un cese al fuego y por el derecho de Palestina de existir y ser libre. En países como Estados Unidos, Francia, México, Argentina, Cuba, España, Alemania y más, los estudiantes toman las universidades y los espacios públicos para rechazar la barbarie sionista, sin importar el incremento de la represión de los gobiernos aliados de este genocidio, pues nadie que se sienta humano puede seguir en silencio ante este crimen de lesa humanidad.

Es humanamente imposible no sentir dolor e indignación ante las imágenes de muerte y brutalidad en las que se observa el daño a infantes, mujeres y hombres; seres humanos. Es inconcebible estar en silencio frente al genocidio, no se puede callar sin ser cómplice. No es tiempo de ser indiferente y jugar a la neutralidad, los gobiernos del mundo deben romper relaciones con Israel y llamar en unión a un inmediato cese al fuego, y los pueblos hermandados debemos seguir hablando y clamando por la libertad palestina, por la justicia global y el fin de esta barbarie cuya esencia no es otra que la inhumana sinrazón del sionismo y el imperialismo. Callar no es opción ante el genocidio contra Palestina.

Fuente de la información: https://insurgenciamagisterial.com

Fotografía: El diario

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Mensaje desde la Universidad de Birzeit a las estudiantes que se levantan contra el genocidio palestino

Mensaje desde la Universidad de Birzeit a las estudiantes que se levantan contra el genocidio palestino

La Universidad de Birzeit, Palestina, muestra su apoyo a las movilizaciones universitarias y nos presenta un ejemplo de la violencia israelí contra las universidades palestinas, en un afán de aniquilarlas.

 

Queridas compañeras,

 

En plena escalada de la Intifada [que en castellano significa revuelta] estudiantil en diferentes lugares del mundo, hay algunos datos que os puede interesar conocer sobre las estudiantes palestinas:El movimiento estudiantil palestino siempre ha estado implicado en la resistencia, a veces incluso dirigiéndola. Hablamos de la resistencia en todas sus formas, no sólo contra la hegemonía y la opresión sionistas, sino también contra todo tipo de opresión y supremacía en el mundo.

 

Israel lleva atacando a los estudiantes palestinos desde su creación hasta hoy. (ESTO NO COMENZÓ EL 7 DE OCTUBRE). Miles de estudiantes palestinos han sido asesinados y decenas de miles han sido detenidos desde 1967. Solo de la Universidad de Birzeit, desde donde os hablamos, hay ahora mismo más de 200 estudiantes encarcelados en prisiones sionistas.

 

En Gaza, 90.000 estudiantes se ven privadas del derecho a la educación porque Israel ha destruido deliberadamente todas las universidades de la Franja. Además, la mayoría de las escuelas de Gaza también han sido destruidas y más de 6.000 estudiantes han sido asesinadas.

 

En Cisjordania, además del asesinato y arresto de los estudiantes, Israel está haciendo imposible que puedan llegar a sus universidades, ya que el ejército de ocupación ha desplegado más de 800 checkpoints que segregan ciudades y pueblos.

 

En la Universidad de Birzeit, como en tantas otras del mundo (quizá como vayáis a hacer vosotras), las estudiantes también han plantado sus tiendas de campaña, pero nadie se queda en estas tiendas por la noche. La razón es muy simple: porque saben que los soldados israelíes invadirán la universidad en cualquier momento.

 

Los estudiantes de Cisjordania que organizan manifestaciones o participan en cualquier tipo de organización social o política son ahora perseguidos, tanto por Israel como por la Autoridad Palestina.

 

Veros luchando junto a nosotras contra la opresión y por la justicia nos da esperanza, no sólo para las estudiantes palestinas presas en las cárceles de Cisjordania y bajo los escombros de Gaza, sino también para un futuro mejor en un mundo con justicia y dignidad para todas.

Debéis saber que vuestra lucha por Palestina es crucial para nosotras, pero es aún más crucial para ustedes mismas

 

Cómo Israel aniquila las universidades palestinas

En la tarde gris del 10 de enero de 2022, una furgoneta blanca sin ventanas y con matrícula palestina entró en el campus de la Universidad de Birzeit, al norte de Ramallah, en la Cisjordania ocupada. Después de cruzar la puerta este del campus, dos hombres con jeans y sudaderas con capucha salieron de la camioneta y caminaron hacia la reunión del consejo estudiantil a la que asistían las representantes elegidas por los distintos bloques estudiantiles. Entonces, de repente, las puertas traseras de la camioneta se abrieron y saltaron más soldados israelíes, éstos de las fuerzas especiales, con sus uniformes y pasamontañas. Armados con armas semiautomáticas, siguieron los pasos de los dos soldados encubiertos y comenzaron a disparar.

 

Las estudiantes corrieron e intentaron dispersarse, pero los soldados sabían exactamente a quién perseguían. Tiraron al suelo a cuatro líderes del movimiento estudiantil. Allí los sujetaron boca abajo para esposarles, les vendarles los ojos y golpearles. Otros soldados apuntaban con sus rifles al perímetro de la zona, mientras las estudiantes trataban de documentar lo que estaba ocurriendo en su campus a plena luz del día.

 

Uno de los principales líderes estudiantiles, Ismail Barghouthi, trepó la puerta para escapar. Los soldados lo atacaron y le dispararon en el muslo. Lo detuvieron, junto a otros cuatro estudiantes, y se lo llevaron en la camioneta blanca, dejando un charco de sangre en el asfalto debajo de la puerta este del campus.

 

Los cinco estudiantes fueron llevados al centro de detención militar de Ofer, en la Cisjordania ocupada, donde fueron interrogados durante horas por agentes israelíes. Tres estudiantes fueron liberados, pero Barghouthi y su compañero Mohammed Khatib fueron acusados por la justicia militar israelí porque Israel califica sus grupos estudiantiles como “asociaciones no autorizadas”. Durante su proceso, Barghouthi pasó semanas detenido y Khatib pasó cuatro meses, hasta mayo de 2022, en “detención administrativa” —que significa “encarcelado indefinidamente en una prisiones militar sin cargos ni juicio”—.

 

Barghouthi y Khatib se encuentran entre las decenas de estudiantes universitarios palestinos secuestrados y detenidos por Israel cada año en el Territorio Palestino Ocupado (TPO), por pertenecer a una de las 411 asociaciones estudiantiles que Israel ha considerado «ilegales». 5 Estaban entre los cincuenta y cuatro estudiantes palestinos encarcelados solo en 2022.

 

[Así comienza el libro de la antropóloga Maya Wind, Towers of Ivory and Steel: How Israeli Universities Deny Palestinian Freedom, en cuyo prólogo (de la también antropóloga Nadia Abu El-Haj) podemos leer lo siguiente]:

 

Durante décadas, las universidades israelíes han sido generosamente alabadas en Occidente como ejemplo de libertad. Las instituciones académicas europeas y norteamericanas mantienen colaboraciones de investigación y programas de grado conjuntos con universidades israelíes, que a menudo son nuestras únicas contrapartes académicas de este tipo en Oriente Medio. Pero, ¿y si las universidades israelíes no fuesen tan, tan libres? ¿y si, lejos de ser bastiones del pluralismo, la libertad académica y los espacios para la disidencia política abierta, lo que fuesen realmente es “cómplices de la violación de los derechos palestinos”? Pues eso es lo que ocurre. Aquí no hay “inocencia institucional” que valga.

 

Al trabajar dentro de un régimen de apartheid, los vínculos entre las universidades israelíes y el Estado tienen efectos directos sobre la segregación y el sometimiento infligidos a la población palestina. Desde 1918, estas universidades han sido una parte integral del proyecto, la construcción y el mantenimiento del estado como “hogar nacional judío”, incluido el desarrollo de tecnologías y estrategias de guerra, limpieza étnica, ocupación y asedio. No sólo se margina y discrimina a los estudiantes palestinos con ciudadanía israelí, sino que las universidades a menudo hacen el trabajo del propio Estado reprimiendo a las organizaciones estudiantiles palestinas en nombre de la “seguridad”. También financian programas académicos diseñados para capacitar a soldados y fuerzas de seguridad, no como el personal militar que se matricula para sacarse un título en un campus universitario, sino más bien como si ejército se incrusta dentro de la universidad. Esto exige que la universidad, entre otras cosas, establezca zonas de seguridad en los alojamientos del personal militar.

 

Las universidades palestinas están sometidas a un control burocrático militar: el Estado israelí determina el número de profesores y estudiantes extranjeros a los que se permite enseñar y estudiar en universidades palestinas, y los examina (por motivos políticos) antes de conceder visados. Las universidades de Gaza, la propia franja bajo asedio continuo, estaban aisladas del mundo exterior y expuestas a los bombardeos aéreos.

 

AHORA YA NO QUEDA NI UN LADRILLO DE NINGUNA DE ELLAS.

 

En toda Cisjordania, incluida Jerusalén Este, las universidades son sometidas repetidamente a cierres y redadas, sus estudiantes y profesores son detenidos y, a menudo, torturados durante su detención. Mientras tanto, la gran mayoría de los académicos israelíes y las direcciones de sus universidades guardan silencio. Para las universidades palestinas no hay defensa institucional de la libertad académica. Y en tantas décadas de ocupación, ni una sola universidad ha cortado lazos con las fuerzas militares o de seguridad israelíes, mucho menos con la industria armamentística de Israel.

 

¿VERDAD QUE LAS UNIVERSIDADES SON TEMPLOS DEL CONOCIMIENTO, LA CRÍTICA Y LA LIBERTAD, PUENTES TENDIDOS A LA COMPRENSIÓN DEL OTRO QUE NUNCA DEBEN ROMPERSE, REFUGIOS DE PAZ FELICES DONDE COMEMOS PERDICES Y ESTUDIAMOS COSAS QUE NO MATAN?

 

¿VERDAD QUE NUESTRAS INSTITUCIONES SON TAN BONDADOSAS E INOCENTES QUE CUALQUIER MEDIDA DE BOICOT DEBERÍA EXCLUIRLAS?

 

 

PUES NO. NI EL DERECHO INTERNACIONAL HABLA DE NADA DE ESO NI ES ESA LA CUESTIÓN, NI EN ESTE GENOCIDIO NI EN LAS DÉCADAS PREVIAS DE OCUPACIÓN Y LIMPIEZA ÉTNICA.

 

La verdadera pregunta es: “¿Son las universidades israelíes cómplices de la violación de los derechos palestinos?”. Y la respuesta es SÍ, pero la comunidad académica internacional está reconociendo cada vez más el profundo arraigo y complicidad de las universidades israelíes con el proyecto de asentamiento y apartheid de Israel. Y está llegando a la conclusión de que seguir haciendo negocios con las universidades israelíes es intolerable.

 

A quienes se oponen a nuestro llamamiento a un boicot académico, les preguntamos:

 

¿HAY ALGÚN MOVIMIENTO DE RESISTENCIA PALESTINO QUE USTEDES RECONOZCAN O HAYAN RECONOCIDO ALGUNA VEZ COMO LEGÍTIMO?

 

Si para ustedes todo es terrorismo y el boicot es improcedente,

 

¿QUÉ DIABLOS HAY QUE HACER ENTONCES?

 

¿SEGUIR CONTANDO TROCITOS DE NIÑOS MUERTOS Y MOSTRANDO MUCHA PENITA PARA NO PERDER VOTOS?

 

MOSTRAR SOLIDARIDAD CON MILES DE SERES HUMANOS HUMILLADOS, ASESINADOS, ENCARCELADOS, TORTURADOS Y EXPULSADOS,

PERO NO HACERLO CON LOS VIVOS QUE SIGUEN RESISTIENDO ES

COMPORTARSE-COMO-SÓLO-EL-MISERABLE-HOMBRE-BLANCO-SUPREMACISTA-SABE-HACER-Y-LLEVA-HACIENDO-DURANTE-CINCO-SIGLOS.

 

Fuente: https://rebelion.org/mensaje-desde-la-universidad-de-birzeit-a-las-estudiantes-que-se-levantan-contra-el-genocidio-palestino/

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