MinisteriodeEducaciondeSingapur/08 de julio de 2016
Facultad de Ciencias de Monash Juan (JMSS) han regresado de la 5ª Internacional de Singapur Matemáticas Desafío llevaba medallas y sonrisas.
El resultado coloca a la escuela en el top 12 de 62 escuelas invitadas de toda Asia, Europa y América. Muchas de las escuelas que compiten son considerados como los mejores del planeta en matemáticas y ciencia.
JMSS director Peter Corkill estaba encantada con el resultado.
«Este es un logro excepcional y uno de los que los propios, los miembros del personal que lo acompañan, y toda la comunidad JMSS estudiantes son muy orgullosos,» dijo el Sr. Corkill.
‘JMSS es la única escuela australiana que ha ganado una distinción en este prestigioso evento y significativo, un logro que pone de relieve la excelencia en la enseñanza escolar Gobierno de Victoria.
Las cuestiones de competencia, todos requieren de modelos matemáticos y la prueba, se establecieron por el profesor Imre Líder, el Presidente de Jurado, y sus colegas de la Universidad de Cambridge, y se basan en todo el amplio tema de la comunicación.
Los equipos de estudiantes se les dio 30 horas para completar las cuestiones de competencia, con acceso limitado a otros equipos y maestros.
Todos los equipos tuvieron que proporcionar un informe completo por escrito de sus soluciones al final del tiempo asignado, y después de presentar sus resultados a un juez y un auditorio de profesores y estudiantes en tres ocasiones distintas.
Singapur Internacional de Matemáticas Challenge tiene como objetivo proporcionar a los estudiantes la oportunidad de ser innovador, creativo y desarrollar una mentalidad global en la búsqueda del conocimiento a través de las matemáticas.
El evento fue organizado por la Universidad Nacional de Singapur Escuela Superior de Matemáticas y Ciencia y el Ministerio de Educación de Singapur.
Tomado de: http://www.education.vic.gov.au/about/news/archive/Pages/jmssmaths.aspx
El equipo de Roger Boldú trata, a la vez, de mejorar el diseño y las prestaciones del Finger Reader en su versión para personas ciegas y de llevar el concepto a otros campos como el de la educación infantil.
Lo de la fuga de cerebros, en España, ya es más común que sorprendente. Lo de la voluntad de emprender, inventar cualquier cosa y hacerla crecer como contrapartida a lo primero, también. Y lo de que los ingenieros, científicos e investigadores españoles son queridísimos alrededor del mundo, una obviedad que aún no nos creemos. Y eso que no paramos de escuchar historias y saber de casos. En Singapur, por ejemplo, un catalán y su equipo han desarrollado un anillo que traduce el braille, convirtiendo en voz cualquier texto al que un usuario señale.
El objetivo global que tal invento perseguía era que las personas ciegas aumentaran sus capacidades en un mundo todavía no muy preparado para que siguieran la cotidianidad de aquellos que sí ven. Primero desde el MIT -Massachusetts Institute of Technology- de Boston y ahora desde la SUTD -Singapore University of Technology and Design-, el dispositivo se fabricó de modo que el sistema de lectoescritura braille se dictara con voz a través de un anillo y una app móvil. Sin embargo, se vislumbraron tantas posibilidades que ya estudian la viabilidad de aplicarlo en el campo de la educación infantil.
Sea como sea, todo empezó con el doctorado de un estudiante en Boston, en el prestigioso -y cuna de tantísimos otros avances tecnológicos- MIT. Una idea que cuenta, desde hace un año, con Roger Boldú, el catalán en Singapur, en el papel de Project Lead. La historia de este joven es la de un ingeniero de telecomunicaciones en electrónica que optó por tal industria por su curiosidad casi vocacional de saber como funcionaban las cosas cuando era niño. Una decisión que acaba en Estados Unidos de mayor, tras la aplicación de dicha curiosidad en varios proyectos en Barcelona. Uno de los cuales acabó en una colaboración con el MIT, dónde coincidió con el cerebro que le absorbería en la aventura de dar a los ciegos la posibilidad de leer. Realizó su tesis allí, en el MIT, desde dónde le recomendaron Singapur como próximo destino. Desde dónde, de hecho, ahora desarrolla el Finger Reader.
Es un anillo que ha acabado transformando el texto en audio pensado para aquellas personas que no pueden ver. Aunque ésta fue su última evolución. Al principio se estudiaron otras interacciones centradas en aplicar el dispositivo al día a día: decidir colores, leer códigos de barras... Al final -aunque no es el final- lo que hace es leer de forma convencional a los que necesitan hacerlo en braille con sólo apuntar con el dedo hacia aquello que quieren descifrar.
Lo hace mediante algoritmos OCR -Optical Character Recognision-. «Al principio nos basamos en capturar la porción de imagen al que apuntaba el usuario», explica Roger Boldú, al tiempo que matiza que los algoritmos OCR sólo están preparados para ser leídos mediante un ordenador, con lo que se necesitaba que la persona estuviera cerca y conectada a uno cuando quisiera usar su Finger Reader. Pero, prosigue él mismo, «ahora lo que estamos intentando es, mediante cloud computing, transformar la idea base para que se pueda utilizar en servidores de Google o Microsoft y conseguir tal escalabilidad que hasta se puedan reconocer caras de personas famosas».
Lo que consiguen es que la app móvil recite en tiempo real aquello que se resigue con el dedo, con motores de vibración para indicar posibles desvíos a la hora de seguir en línea recta la lectura. Además dispone de On The Go, que implica poder avanzar y retroceder en un texto al antojo del usuario o elegir qué parte concreta leer.
Ahora se dedican a hacer, de todo esto, un producto hábil para entrar en el mercado. «Queríamos dar el siguiente paso, que se centra en la parte de manufacturar y hacer del invento algo escalable, que es lo que he estado haciendo yo aquí -en Singapur-», explica Roger Boldú, «de momento hemos producido 200 unidades y estamos buscando la manera de hacer todo el sistema sostenible». Y es que el Finger Reader aun no está a la venta, pero explica el mismo ingeniero que de los 200 anillos fabricados, 100 se fueron a una asociación de disminuidos visuales con la que trabajan estrechamente para testar todo aquello que inventan y refutar que es válido.
Dicen que el feedback es positivo. Al final, lo que la diferencia de otras herramientas que puedan hacer cosas parecidas es el hecho de que todo esto se haga señalando. «Apuntar es un gesto muy natural», detalla el Project Lead del Finger Reader, «lo hacemos desde pequeños e incluso lo hacen algunos animales». De momento, el problema que más urge resolver es la conectividad, dado que el anillo se une al teléfono móvil mediante un cable. «Por temas de precio y comodidad era mejor así», relata Roger Boldú, «pero si que es cierto que es un poco aparatoso todavía». Por ello trabajan en mejorar un principio de modelowireless. Igual que, en su momento, el cloud computing permitió al anillo ser lo que es ahora.
De hecho, es precisamente esta computación en la nube la que determina lo que será el próximo nivel en finger readers. «Lo que estamos creando ahora es una plataforma para que los usuarios puedan crear sus propias aplicaciones», anuncia el ingeniero en telecomunicaciones. Es su forma de adaptarlo a las particularidades de las personas ciegas, ya que unos querrán que su anillo diferencie los billetes, otros que traduzca el color del semáforo, otros que haga ambas cosas, etc. «Cada uno quiere lo suyo, así que la idea es que cada uno se pueda hacer su propia app», explica Roger Boldú, «todo en formato Open Source para que cada uno pueda hacer sus funcionalidades».
A esta conclusión llegaron tras caer en el montón de oportunidades que estaban perdiendo si no utilizaban el dispositivo en la educación de los críos. Se basan en Scratch, un sistema para enseñar a programar a los niños pequeños surgido, -cómo no- en el MIT, que les incentiva a crear apps y juegos de forma visual y sencilla. «Lo que nosotros estamos creando es una cosa similar para el anillo», detalla el Project Lead, «creamos varias funciones OCR, como por ejemplo transformar texto en audio, detectar colores, detectar caras, emociones…». Todo esto, de modo que el usuario pueda ir a la web, arrastrar módulos y que le sea explicado que así conseguirá programar que cuando diga «Hola» su anillo responderá «qué tal». Eso, bien sea para enseñar a los niños a programar, como a adaptarlo, valga la redundancia, a las particularidades de cada persona ciega.
«No nos gustaría que el dispositivo fuera exclusivo ni excluyente», culmina Roger Boldú, «que no sea tú eres ciego, usas este anillo, que sea tú eres ciego, usarás el anillo para este fin concreto; tú eres niño, lo usarás para ésta otro y yo lo usaré para otros». Se refiere, en definitiva, a que el ciego lo use para leer, a que el niño lo use para aprender los colores y a que jóvenes y adultos sin deficiencias lo usen para traducir el idioma en un viaje. En definitiva, algo que podría, si triunfara, cambiar algunos de los comportamientos humanos más básicos.
Los niños con padres «invasivos» que los presionan demasiado para que obtengan buenas calificaciones podrían ser propensos a hacerse altamente autocríticos o ansiosos y deprimidos, sugiere un estudio reciente.
«Cuando los padres se vuelven invasivos en las vidas de sus hijos, quizá sea una señal para los niños de que lo que hacen nunca es suficientemente bueno», comentó el líder del estudio, Ryan Hong, profesor asistente del departamento de psicología de la Universidad Nacional de Singapur.
El estudio de estudiantes de primaria en Singapur, que duró cinco años, encontró que aquellos cuyos padres actuaban de forma invasiva, tenían unas expectativas altas del rendimiento académico o reaccionaban de forma exagerada cuando el niño cometía un error tenían un riesgo más alto de ser excesivamente autocríticos.
Los investigadores también encontraron que los que eran altamente autocríticos tenían unos niveles más altos de síntomas de ansiedad o depresión, aunque el estudio no probó que la presión de los padres provocara la ansiedad o la depresión.
«Como resultado, el niño podría tener miedo de cometer el más leve error, y culparse a sí mismo por no ser ‘perfecto'», dijo Hong en un comunicado de prensa de la universidad.
«Con el tiempo, esa conducta, conocida como perfeccionismo inadaptado, podría resultar nociva para el bienestar del niño, ya que aumenta el riesgo de que desarrolle síntomas de depresión, ansiedad e incluso suicidio en los casos muy graves», explicó.
En el estudio, los investigadores analizaron a niños de 7 años de 10 escuelas de Singapur, además de a uno de sus padres. El nivel de intromisión de los padres se evaluó mediante una tarea en que el niño, con la ayuda de uno de sus padres, tenía que resolver algunos rompecabezas dentro de un límite de tiempo. Se consideró que un padre era muy invasivo si interfería con la resolución de problemas del niño o tomaba el control del rompecabezas.
Se realizaron evaluaciones de seguimiento con pruebas similares cada año, con los mismos niños y padres. Los investigadores registraron las señales de perfeccionismo inadaptado y de conductas de autocrítica de cada niño.
«Nuestros hallazgos indican que en una sociedad que enfatiza la excelencia académica, que es la situación en Singapur, los padres podrían crear unas expectativas demasiado altas para sus hijos», dijo Hong.
Los padres deben tener cuidado de no presionar demasiado a sus hijos para que obtengan buenas calificaciones.
«Los niños deben recibir un ambiente propicio para el aprendizaje, y una parte del aprendizaje siempre conlleva cometer errores y aprender de los mismos. Cuando los padres se vuelven invasivos, podrían eliminar ese ambiente propicio para el aprendizaje», anotó Hong.
Los hallazgos aparecen en una edición reciente en línea de la revista Journal of Personality.
Resumen: Singapur es el hogar de las dos mejores universidades de Asia, por primera vez, mientras que China y Japón tienen la mayor densidad de las principales instituciones en el continente, según el Times Higher Education Asia University Rankings 2016.
Singapore is home to the best two universities in Asia for the first time, while China and Japan have the highest density of top institutions in the continent, according to the Times Higher Education Asia University Rankings 2016.
The National University of Singapore (NUS) claims pole position, while its neighbour Nanyang Technological University (NTU) is in joint second place (with China’s Peking University) – the highest positions for the two Singaporean institutions in the rankings’ four-year history.
Singapore’s success in the table follows its rise in THE’s flagship World University Rankings; NUS has climbed 14 places in this table since 2012 to reach 26th place last year, while NTU has risen 119 places since 2011 to 55th place.
While mainland China and Japan are each home to almost a fifth of institutions in the extended top 200 table (39 each), China has the upper hand, after a shift in power towards the nation last year. The country has 22 universities in the top 100, including two in the top 10, while Japan has just 14 in the upper half of the table, and its top-ranked institution – the University of Tokyo in seventh place – has lost its place at the summit of the list.
Gerard Postiglione, chair professor in higher education at the University of Hong Kong, said that the Singaporean government’s “strategic” positioning of its universities as “competing in the global economy” and generous financial support for research are two reasons why the city state has “shone the brightest” in the ranking. He added that collaborations with world-class universities outside Asia – such as the partnership behind the Yale-NUS liberal arts college – have benefited Singapore’s universities.
“Singapore also has a very high-quality school system and its immigration policy makes it possible to bring in talented people,” he said.
China’s special administrative region, Hong Kong, has also performed well with six representatives, all in the top 45, while South Korea and Taiwan are the most-represented countries after China and Japan, with 24 institutions each.
Tony Chan, president of Hong Kong University of Science and Technology (HKUST), in sixth place, said that Hong Kong’s success is part of a “wider story about the rise of East Asia over the past few decades”.
“Being a gateway to mainland China and a melting pot of different cultures, Hong Kong, with its unique qualities including rule of law, low tax system, free flow of information, a skilled bilingual workforce and its world-class infrastructure, is the best breeding ground for knowledge and the advancement of science and technology – a reason why such a small city is home to several top universities in Asia,” he said.
Institutions from 22 countries, eight more than last year, feature in this year’s ranking, with several countries, including Bangladesh, Indonesia and Qatar, being represented for the first time.
The THE Asia University Rankings use the same 13 performance indicators as the World University Rankings, but have been recalibrated to reflect the attributes of Asia’s higher education systems.
Fuente de la noticia: https://www.timeshighereducation.com/world-university-rankings/asia-university-rankings-2016-results-announced
Fuente de la imagen: https://www.timeshighereducation.com/sites/default/files/styles/the_breaking_news_image_style/public/singapore-skyline-merlion-fountain-asia-university-rankings-2016.jpg?itok=tCfYFDtv
Mundo/24 de junio de 2016/Autor: Leire Ventas/Fuente: BBC Mundo
Todo, no solo a ellos.
Y es que, como él, miles de profesores en México se niegan a ser evaluados, una medida incluida en la reforma educativa que el gobierno promulgó en 2013 y que hoy está bloqueada y ha causado violentas protestas, la última este fin de semana en Oaxaca.
Pero no sucede sólo en México. Docentes de otros países también han mostrado su rechazo a este tipo de iniciativas.
Así ocurrió por ejemplo en Chile, antes de que en 2006 se aprobara una medida similar.
Sin embargo, «la mayoría de los países con buenos resultados educativos evalúa a sus profesores», subraya a BBC Mundo Cristián Cox Donoso, experto en estrategia docente de Oficina Regional de Educación de la Unesco para América Latina y el Caribe.
Obligatorio y formal en los asiáticos
Es el caso de Shanghái, Singapur, Hong Kong y Japón, quienes encabezan el más reciente informe del Programa Internacional para la Evaluación de Estudiantes (PISA), para el que la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) compara el desempeño en matemáticas, ciencia y lectura de medio millón de alumnos de 15 años en 65 países.
En Shanghái, como en el resto de la República Popular China, existe un complejo sistema destinado a medir la calidad de sus profesores.
Los criterios generales se establecen a nivel nacional, se detallan a nivel local y es cada escuela la encargada de llevar a cabo las evaluaciones.
En éstas se mide también «la integridad profesional o los valores« del maestro, no sólo sus habilidades y capacidades.
El proceso incluye la autoevaluación, cuestionarios a los colegas, a los alumnos y a los padres, y tiene en cuenta también los premios que el docente haya podido recibir y los resultados académicos de sus alumnos.
Y los resultados van directamente al gobierno central.
«El reto en China es redefinir el sistema para hacerlo más científico», escribe Vivien Stewart como una de las conclusiones de la cumbre de la profesión docente, organizada por la Sociedad Asia en 2013.
Además de asesorar a esa organización dedicada a estrechar lazos entre Asia y Occidente, Stewart es autora de «A World-Class Education: Learning from International Models of Excellence and Innovation» (Educación de primer nivel: aprendiendo de modelos internacionales de excelencia e innovación).
En el informe también se hace referencia al sistema de evaluación de maestros de Singapur –llamado Sistema de Gestión de la Mejora del Rendimiento-, otro de los países en los primeros puestos del informe PISA.
En este país asiático la evaluación es obligatoria desde 2005 para todos los maestros, quienes deben someterse a ella cada año.
Se lleva a cabo en cada centro escolar, y tiene en cuenta no solo los resultados académicos de los alumnos, sino también las iniciativas pedagógicas que el maestro pone en marcha, las contribuciones a sus colegas y su relación con los padres de los alumnos y con las organizaciones comunitarias.
Asimismo, el maestro debe trazar su propio plan para el curso, que será revisado por el director o el subdirector en tres momentos del año.
De la misma manera, en Japón cada maestro establece sus objetivos junto con el vicedirector y el director al principio del año, y al finalizar el curso evalúa hasta qué punto los ha alcanzado.
Durante el curso las lecciones son supervisadas por grupos de profesores –y en algunos casos por investigadores y políticos vía video–, quienes deben analizar cómo planificó las clases el maestro, qué objetivos concretos logró con ellas, qué dificultades tuvo y en qué se equivocó.
En Hong Kong las escuelas también llevan a cabo evaluaciones anuales, que luego son revisadas entre cada tres y seis años por el gobierno.
Informales y basados en la confianza
Pero no todos los sistemas de evaluación docente se definen a nivel nacional ni son tan formales.
En Finlandia, un país que ha perdido posiciones en los últimos informes PISA pero que sigue siendo un importante referente educativo a nivel internacional, la manera de medir el desempeño de los profesores es mucho más informal.
Fue a principios de la década de 1990 cuando este país del noreste de Europa abolió el sistema de inspección escolar, y hoy la evaluación se lleva a cabo en cada centro, en base a conversaciones entre el propio maestro y su director.
«Es un modelo basado en la confianza», matiza Paulo Santiago, analista de la Dirección de Educación y Capacidades de la OCDE.
Pero no hay un sistema que sirva de referente para todos, coinciden los expertos consultados por BBC Mundo.
«Hay que adaptarlo al contexto», subraya Santiago.
Además, depende del objetivo de tengan las evaluaciones; esto es, de si su fin es medir la calidad de la enseñanza en cada aula e identificar a aquellos maestros que no desempeñan su labor como deberían, o de si el objetivo es ofrecer una crítica constructiva a los docentes para que avancen en su carrera.
Aunque para que un modelo de evaluación funcione, los expertos concuerdan en que debe cumplir con las siguientes características: los estándares de medición deben estar bien establecidos, los maestros deben conocerlos y quienes los evalúan deben estar bien formados.
Panorama latinoamericano
En América Latina el país que lleva más años evaluando a sus maestros es Chile.
La medida «se aprobó en 2006 tras una larga negociación con los sindicatos y ahora, con la promulgación de la Ley de la Carrera Docente este año, no sólo se evaluará a los maestros del sistema público, sino también a los demás«, explica a BBC Mundo Cristián Cox Donoso, experto en estrategia docente de la Oficina Regional de Educación de la Unesco para América Latina y el Caribe.
El proceso incluye la revisión del portafolio del maestro, que incluye documentación sobre una unidad didáctica y la grabación de una clase de 40 minutos, una autoevaluación, las conclusiones de una entrevista con un evaluador e informes de referencia del director o subdirector.
Un sistema informático gestiona todos estos datos y a partir de ellos calcula el desempeño docente.
El informe es remitido a la Comisión Comunal de Evaluación, quien finalmente determina si los docentes pueden pedir un incentivo monetario, seguir ejerciendo hasta ser reevaluados o realizar un Plan de Superación Profesional para mejorar en las áreas que así lo requieran.
Y si el docente no mejora en las siguientes evaluaciones, entonces puede ser obligado a dejar de ejercer.
Además de Chile y del polémico planteamiento de México, en la región Colombia también ha puesto en marcha un proyecto piloto de evaluación docente y Perú llevó a cabo el primero proceso 2015, informa Cox.
«La política de profesionalización docente supone inevitablemente implementar la evaluación de maestros», concluye el experto.
«Aunque ésta no puede ser estandarizada», añade, algo que también reclaman los combativos maestros de México.
Asia/Singapur/09.06.2016/Autor y Fuente:http://www.straitstimes.com/
Los padre en singapur gastan un promedio de S $ 21.000 años en la educación universitaria de sus hijos, más del doble de la media mundial, con más de la mitad dispuestos a endeudarse para pagar por ello.
Más de la mitad dice financiando la educación de sus hijos es aún más importante que pagar sus cuentas o ahorrar para la jubilación.
Y mientras que más de una cuarta parte de los padres aquí esperan que sus hijos o contribuyen a devolver parte del dinero que les concedieron para enviarlos a la universidad, sólo el 5 por ciento en realidad hacer.
Estos son los últimos hallazgos de un valor de serie de la encuesta de Educación por el banco global HSBC, que preguntó a más de 6.200 padres en 15 países y territorios de sus ambiciones y preocupaciones con respecto a la educación de sus hijos. Alrededor de 395 padres participaron de Singapur.
«Todos los usuarios están poniendo la educación de sus hijos en la parte superior de su pirámide financiera, a menudo a expensas de otros compromisos financieros y ambiciones», concluyó el informe de HSBC publicado el jueves (9 de junio).
La encuesta encontró que el 52 por ciento de los padres en Singapur están dispuestos a endeudarse para financiar universidad o colegio educación de sus hijos.
Pero los padres de Singapur no están solos en este sentido. La encuesta HSBC también revela que más padres en otros países asiáticos y México están dispuestos a hacer ese sacrificio financiero. En China, el 81 por ciento de los padres sería endeudarse para enviar a sus hijos a la universidad, seguido por el 74 por ciento en México, 71 por ciento en la India, y el 67 por ciento en Hong Kong.
Los padres en el Reino Unido (43 por ciento), Australia (44 por ciento) y Francia (46 por ciento) son los menos propensos a estar dispuestos a endeudarse.
La encuesta también encontró que el 55 por ciento de los padres Singapur – en comparación con el promedio mundial de 49 por ciento – dice que la financiación de la educación de sus hijos es más importante que ahorrar para su propia jubilación, y el 38 por ciento priorizar por encima de pagar su hipoteca o alquiler – en comparación con el promedio mundial de 30 por ciento.
Pero las ambiciones de Singapur padres para sus hijos van más allá de la educación superior.Más de las tres cuartas partes de los padres encuestados en Singapur (77 por ciento) tienen una carrera en particular en mente para sus hijos, con la medicina (14 por ciento), finanzas (10 por ciento) e ingeniería (8 por ciento) siendo las vocaciones preferidas .
Dijo el Sr. Mateo Colebrook, director de banca minorista y gestión de patrimonio, HSBC Bank (Singapur): «Lo que es sorprendente de nuestro informe es la cantidad de habitantes de Singapur ven la educación como motor de futuro éxito profesional de sus hijos, y que van a priorizar por encima de todo otros gastos de la familia y también a sus propios ahorros para la jubilación «.
Casi todos los estudiantes de Singapur que se dirigen a la universidad están confiando en el banco de mamá y papá – 95 por ciento de los padres encuestados dicen que foot algunos de los costos.
Pero mientras que más de una cuarta parte (27 por ciento) de los padres encuestados en Singapur esperan que sus hijos van a asumir parte del costo de su propia educación universitaria, sólo el 5 por ciento de sus hijos realmente hacen.
Dijo el señor Colebrook: «los padres de Singapur son en su mayoría los proveedores de servicios financieros para la educación de sus hijos y si bien muchos han esperado esta eventualidad, poniendo distancia algunos ahorros antes de tiempo, más aún dependen de sus ingresos actuales para cubrir los costos.»
Según el informe del HSBC, el 71 por ciento de los padres de Singapur están financiando la educación de sus hijos usando sus ingresos del día a día (menos en comparación con el promedio mundial de 78 por ciento) y el 49 por ciento tiene fondos adicionales para complementar sus ingresos, ya sea desde ahorros, inversiones o seguros (más en comparación con el promedio mundial de 34 por ciento).
«Tener un plan financiero adecuado de antemano significa que» todos los barcos pueden flotar «cuando se trata de administrar las finanzas del hogar,» dijo el Sr. Colebrook.
La encuesta de HSBC cubierto padres en Australia, Canadá, China, Egipto, Francia, Hong Kong, India, Indonesia, Malasia, México, Singapur, Taiwán, Emiratos Árabes Unidos, Reino Unido y Estados Unidos.
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