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Este refugiado sirio hará lo que sea para recibir una educación

Siria/17 de mayo de 2016/ Fuente: huffingtonpost

¿Y si eres un niño y tienes que tomar una decisión: seguir trabajando para que tu familia llegue a fin de mes o arriesgarte a emprender un peligroso viaje en un bote de refugiados que vaya de Turquía a Grecia? Ese es el dilema al que Shrivan, un chico de 16 años que huyó de Alepo (Siria), tuvo que enfrentarse hace tres años para ir a Turquía.

Shrivan es el pequeño de su familia y le encantan los ordenadores. En las conversaciones que mantuvimos con él, dejó claro lo orgulloso que estaba de ser uno de los mejores de su clase cuando iba al colegio en Siria.

«Éramos los mejores estudiantes y sacábamos las mejores notas», recuerda con lágrimas en los ojos. «Y ahora me dedico a cortar telas en una fábrica».

En 2013, Shrivan y su familia se vieron obligados a huir de su casa, ubicada en el barrio sirio de Sheikh Maqsood. Trataron de refugiarse una noche en casa de sus abuelos, a unas manzanas de la suya, con la esperanza de que se calmaran las cosas y pudieran volver. Pero nunca volvieron.

«Salimos con lo puesto», recuerda Shrivan. «No nos llevamos nada más».

«Salimos con lo puesto. No nos llevamos nada más».

Entonces, una bomba alcanzó la casa de sus abuelos. Bloquearon todas las carreteras y Alepo fue asediada oficialmente.

Shrivan explica que había un francotirador en una azotea cercana, por lo que la opción más segura era que toda la familia huyera a al-Ra’i, un pueblo de la zona próximo a la frontera con Turquía, para alejarse lo máximo posible de la guerra.

Sin esperanzas de volver a casa, la familia de Shrivan cruzó la frontera con rumbo hacia Gaziantep en busca de refugio. Shrivan, que por aquel entonces tenía 13 años, empezó a trabajar una semana después de llegar a Turquía. Hoy en día sigue trabajando seis días a la semana, 12 horas al día y, aun así, no reúne el dinero suficiente para mantener a su madre. Shrivan lleva desde hace tres años siendo víctima de la explotación infantil.

«Voy a trabajar todos los días. Me levanto por la mañana y voy al trabajo», nos describe su día. «Vuelvo a casa por la noche, duermo y me levanto para ir a trabajar otra vez».

aleppo 2013

En esta foto se puede ver la destrucción en el distrito de Salaheddine, al norte de Alepo (Siria). 12 de abril de 2013. (DIMITAR DILKOFF/AFP/Getty Images)

No sólo han destruido el barrio en el que vivía Shrivan a base de bombardeos, sino que también nos comenta que se ha enterado de que han bombardeado su antiguo colegio varias veces. Hace unos días, según han informado varias fuentes, el régimen de al-Ásad ordenó llevar a cabo más de 260 ataques aéreos y casi 70 bombardeos en Alepo, que acabaron con la vida de cientos de civiles, entre ellos más de 50 niños. Esta campaña indiscriminada de bombardeos continúa destruyendo los hospitales y loscolegios de la ciudad, a pesar de los intentos de declarar un alto el fuego. Los últimosinformes indican que quedan unos 300.000 niños en Alepo y la mayoría no puede ir al colegio por el alto riesgo.

Shrivan no sabe si quiere ser médico para ayudar a acabar con el sufrimiento o si ser profesor de inglés para poder enseñar y viajar. Pero sí sabe que tiene que encontrar la manera de recibir una educación para cumplir uno de esos sueños. Su empeño en continuar con su educación le ha hecho arriesgar su vida por volver a Alepo para hacer varios exámenes que le ayudaron a aprobar el equivalente a 2º y 3º de la ESO. A pesar de los peligros que supone la guerra siria, Shrivan lo hizo.

Shrivan nos contó el mes pasado que se le había ocurrido algo mejor: iba a cruzar el Mediterráneo en una barca hinchable para ir al colegio en Alemania, siguiendo los pasos de miles de refugiados sirios y arriesgando su vida una vez más.

Shrivan sabe que muchos refugiados sirios han muerto ahogados en esos viajes en busca de refugio y seguridad. Pocos pueden olvidar la imagen del cadáver de Alan Kurdi, el niño sirio que murió en las costas de Turquía. Pero Shrivan cree que merece la pena arriesgarse si así va a tener una oportunidad de continuar con su educación.

Shrivan no sabe si quiere ser médico para ayudar a acabar con el sufrimiento o si ser profesor de inglés para poder enseñar y viajar.

«Estoy echando a perder mi vida aquí, trabajando», se queja. «No importa si es en una fábrica cortando tela 12 horas cada día o si es en una emisora de radio, no me va a llevar a ningún lado. Ni a mi familia tampoco. Apenas podemos pagar el alquiler, ¿cómo voy a ir al colegio si tengo que trabajar? Necesito irme, tengo que estudiar. He oído que la educación alemana es buena».

Todos los niños tienen derecho a la educación y ninguno debería arriesgar su vida por ir al colegio. 5300 euros bastarían para cubrir el coste de un año de escolarización en Turquía y, además, el dinero que perdería Shrivan por dejar de trabajar.

Cuando empezó la crisis de refugiados sirios, sentimos la responsabilidad de ayudar. Somos sirios y también nos vimos obligados a dejar nuestro país por motivos políticos en 2005, así que sabemos de primera mano lo que significa dejar todo sin saber si será posible volver.

En 2011, fundamos The Syrian-American Network for Aid and Development(SANAD), una organización independiente con sede en Washington que se dedica a apoyar a los refugiados sirios, a familias enteras y a niños que huyen del conflicto. La palabra SANAD ( ْسَنَد ) viene del árabe y significa «apoyo». Gracias a nuestro trabajo, en 2013 y en 2014 pudimos conocer a refugiados sirios que estaban en Turquía y saber más sobre lo que habían tenido que pasar. Así conocimos a Shrivan. Sus sueños y sus esperanzas siguen vivos y van a más, por lo que hemos podido comprobar al haber seguido en contacto con él pasados los años. Ahora estamos recaudando dinero para conseguir que Shrivan vaya al colegio el curso que viene sin tener que arriesgar su vida en el mar.

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Un refugiado sirio se para al llegar a la isla griega de Cos, después de haber cruzado en bote parte del mar Egeo desde Turquía. (REUTERS/Yannis Behrakis)

Ayudar a que Shrivan vaya al colegio es sólo uno de los proyectos de una iniciativa promovida por SANAD que busca empoderar a las familias de desplazados sirios. Es parte de nuestro proyecto actual, que empezó en 2013-2014: un documental llamadoTomorrow’s Children: Syria’s Not Lost Generation [Los niños del mañana: la generación no perdida de Siria]. Nos reunimos con ellos en sus lugares de refugio, escuchamos sus voces, antes silenciadas por las bombas y los tanques. Queríamos saber cómo podíamos ayudar. Los niños sirios se ven atados a la explotación infantil, viven en las sombras, pasan desapercibidos y son marginados. En Turquía, nos dimos cuenta de la necesidad de darles visibilidad. Sus historias tienen que salir a la luz y no podemos ignorar su lucha. Entrevistamos a seis niños que trabajan una media de 10 horas al día durante seis días a la semana. Son amigos que se enfrentan juntos a las peores adversidades, trabajan para mantener a sus familias y se les ha negado su derecho a una educación.

El objetivo de este documental, que esperamos presentar pronto, es concienciar y recaudar dinero para construir un colegio financiado por SANAD en la frontera de Siria y Turquía, un colegio en el que los niños sirios refugiados puedan aprender inglés y matemáticas. Creemos que mejorará sus condiciones de vida, les ayudará a protegerse de la explotación infantil y les preparará para un futuro mejor.

Para saber más sobre SANAD y el documental ‘Tomorrow’s Children: Syria’s Not Lost Generation’, entra en nuestra página web.

Fuente: http://www.huffingtonpost.es/oula-a-alrifai-/refugiado-sirio-educacion_b_9858220.html

Imagen: http://i.huffpost.com/gen/4286710/images/n-SYRIA1-large570.jpg

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El proyecto educativo que iluminó el futuro de 200 víctimas de la guerra de Siria

Siria/ 13 de Mayo de 2016/El Mundo

Eso debieron pensar desde la UNESCO cuando se dio luz verde a uno de los programas más loables del año, el Proyecto de Educación Informal para niños del campo de refugiados de Zaatari, en el norte de Jordania. Financiado por la UE, en colaboración con la organización War Child UK, la iniciativa trata de proporcionar un futuro mejor a los niños «vulnerables» de la ciudad jordana, mediante servicios educativos y de ayuda psicosocial. El proyecto, además, «dota a padres y tutores de las herramientas y estrategias para apoyar la educación de los niños y su bienestar en general» según palabras de la propia UNESCO.

‘Educatenimiento’ para combatir la barbarie

«Cuando llegué aquí por primera vez, creí que mi estancia sería provisional y que pronto estaríamos de vuelta en casa. Cuando ese plazo se alargó… reuní a los niños del vecindario y empecé a dar clases. Pensé que tenía que ayudarlos porque no estaban recibiendo enseñanza en ninguna otra parte. Quería impartir clases y, más aún, influir en la vida de los niños. Mis amigos me hablaron de una organización que se ocupaba de los niños en Zaatari y que atendía sobre todo a su bienestar psicosocial y su educación. Les pregunté, «¿dónde hay que firmar? Y comencé a colaborar con ellos». Estas declaraciones, extraídas de la página web de la UNESCO, constituyen el alegato de un héroe. Mahmoud, sirio de 27 años de edad, llegó al campamento como maestro voluntario y salió de él como un referente para los más de 200 niños que han pasado por sus clases.

Mediante una metodología que mezcla el juego con la enseñanza, el docente sirio ha edificado en el imaginario de estos niños un futuro ligado a la cultura y a la esperanza. «Creo en el ‘educatenimiento’, o sea, en la educación que es también entretenimiento. Me gusta que los niños participen y se emocionen, y me gusta hacerles reír durante la clase. Ese método les ayuda a centrar la atención y es una gran herramienta para lograr que la información se fije en sus mentes. Valoro los beneficios que se derivan de una relación personal con los estudiantes, de ser su mentor además de su maestro. Siempre trato de ser un buen modelo de conducta para ellos». Y a juzgar por los resultados y las caras de los chicos, esta simbiosis profesor-alumno que Mahmoud pretendía, sucedió con éxito.

Una vida de aprendizaje constante.

Euroinnova Business School

La vida es enseñar y aprender. Historias como la de Mahmoud así lo demuestran. Empresas como Euroinnova Business School promocionan la filosofía ‘Sapere aude’: «atrévete a saber, ten el valor de usar tu propia razón». Itinerarios como el curso auxiliar de enfermería, planificación familiar o el curso riesgos laborales resultan idóneos para transformar el porvenir, adaptarse al nuevo mercado de trabajo y salir de situaciones de precariedad. La empresa granadina de formación a distancia hace gala de un importante compromiso social, ofreciendo cursos para estudiantes y parados a precios irrisorios y acercando el conocimiento a todo el mundo, independientemente de su situación.

Fuente: http://www.elmundo.es/andalucia/2016/05/13/57359383e2704e347c8b466b.html

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Siria: El proyecto educativo que iluminó el futuro de 200 víctimas de la guerra de Siria

Siria: El proyecto educativo que iluminó el futuro de 200 víctimas de la guerra de Siria

Siria/mayo de 2016/el Mundo.es

La educación, a veces, es el único camino para cambiar un destino ligado a la miseria
Eso debieron pensar desde la UNESCO cuando se dio luz verde a uno de los programas más loables del año, el Proyecto de Educación Informal para niños del campo de refugiados de Zaatari, en el norte de Jordania. Financiado por la UE, en colaboración con la organización War Child UK, la iniciativa trata de proporcionar un futuro mejor a los niños «vulnerables» de la ciudad jordana, mediante servicios educativos y de ayuda psicosocial. El proyecto, además, «dota a padres y tutores de las herramientas y estrategias para apoyar la educación de los niños y su bienestar en general» según palabras de la propia UNESCO.
‘Educatenimiento’ para combatir la barbarie
«Cuando llegué aquí por primera vez, creí que mi estancia sería provisional y que pronto estaríamos de vuelta en casa. Cuando ese plazo se alargó… reuní a los niños del vecindario y empecé a dar clases. Pensé que tenía que ayudarlos porque no estaban recibiendo enseñanza en ninguna otra parte. Quería impartir clases y, más aún, influir en la vida de los niños. Mis amigos me hablaron de una organización que se ocupaba de los niños en Zaatari y que atendía sobre todo a su bienestar psicosocial y su educación. Les pregunté, «¿dónde hay que firmar? Y comencé a colaborar con ellos». Estas declaraciones, extraídas de la página web de la UNESCO, constituyen el alegato de un héroe. Mahmoud, sirio de 27 años de edad, llegó al campamento como maestro voluntario y salió de él como un referente para los más de 200 niños que han pasado por sus clases.
Mediante una metodología que mezcla el juego con la enseñanza, el docente sirio ha edificado en el imaginario de estos niños un futuro ligado a la cultura y a la esperanza. «Creo en el ‘educatenimiento’, o sea, en la educación que es también entretenimiento. Me gusta que los niños participen y se emocionen, y me gusta hacerles reír durante la clase. Ese método les ayuda a centrar la atención y es una gran herramienta para lograr que la información se fije en sus mentes. Valoro los beneficios que se derivan de una relación personal con los estudiantes, de ser su mentor además de su maestro. Siempre trato de ser un buen modelo de conducta para ellos». Y a juzgar por los resultados y las caras de los chicos, esta simbiosis profesor-alumno que Mahmoud pretendía, sucedió con éxito.
Una vida de aprendizaje constante.
Euroinnova Business School
La vida es enseñar y aprender. Historias como la de Mahmoud así lo demuestran. Empresas como Euroinnova Business School promocionan la filosofía ‘Sapere aude’: «atrévete a saber, ten el valor de usar tu propia razón». Itinerarios como el curso auxiliar de enfermería, planificación familiar o el curso riesgos laborales resultan idóneos para transformar el porvenir, adaptarse al nuevo mercado de trabajo y salir de situaciones de precariedad. La empresa granadina de formación a distancia hace gala de un importante compromiso social, ofreciendo cursos para estudiantes y parados a precios irrisorios y acercando el conocimiento a todo el mundo, independientemente de su situación.
Fuente: http://www.elmundo.es/andalucia/2016/05/13/57359383e2704e347c8b466b.html
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Siria: Refugiados clave de la integración de los beneficios, según los expertos.

La integración económica y social de los refugiados sirios, que han sido designados como Turquía de «huéspedes» debido a su condición temporal, puede ser beneficioso para el país en el largo plazo, una serie de expertos, recordando que los refugiados podrían permanecer en el país más de esperado.

Asia/Siria/10.05.2016/Autor y Fuente : http://www.dailysabah.com/

Estatuto de Turquía como el hogar de la población de refugiados más grande del mundo, creado por los millones de sirios que huyeron al norte en los últimos cinco años para escapar de la guerra civil en ese país, es una carga que Ankara ha abrazado por el humanitarismo.

Además, los expertos a la agencia Anadolu (AA) que los 2,8 millones de sirios que residen actualmente dentro de las fronteras de Turquía puede ofrecer muchas oportunidades beneficiosas para el país si se integran en la sociedad y la economía. «Con una gestión precisa, completa y bien planificada de un política de migración a largo plazo por las autoridades turcas, los refugiados sirios tendrá el potencial de tener un efecto positivo en la vida social y económica de Turquía «, dijo Özlem Ekşi, miembro ejecutivo de la Asociación para los Derechos Humanos y de la solidaridad de los oprimidos. la difícil situación de los refugiados de Siria, en particular, se ha apoderado de Europa desde el año pasado, cuando más de un millón de refugiados, en su mayoría sirios, entró en la Unión Europea, lo que provocó la agitación política y amenazando a los principios básicos del bloque con la apertura de fronteras y la libre circulación de personas. Desde un punto de vista europeo, la crisis se llevó a cabo en la bahía por un acuerdo para que Turquía acepta «migrantes irregulares» que habían cruzado el mar Egeo en Grecia.

El acuerdo, con el objetivo de socavar el modelo de negocio de los traficantes de personas sin escrúpulos, que entró en vigor en el a partir del mes de abril y que ha demostrado su eficacia en la reducción del flujo constante de refugiados que hacen el viaje peligroso mar a las islas griegas de la costa occidental de Turquía a un goteo. Como parte del acuerdo, la UE aceptó el reasentamiento de un refugiado sirio que no ha tratado de entrar en Europa de forma ilegal para todos los solicitantes de asilo no regresó a Turquía, así como acelerar el proceso de adhesión de Turquía, ofrecer las regulaciones de visado relajados a los nacionales turcos y proporcionan miles de millones de euros para ayudar a los refugiados en Turquía. a pesar de que Ankara ha hecho hincapié en la importancia de su papel en el cuidado de los refugiados sirios, puramente motivada por preocupaciones humanitarias con la esperanza de cosechar los beneficios tangibles de la afluencia, así como decenas de miles de víctimas de otras zonas de conflicto como Irak y Afganistán, ha sido motivada exclusivamente por consideraciones humanitarias, podría haber beneficios tangibles a la afluencia.

«Turquía ha puesto en práctica una política de puertas abiertas a los refugiados, que muestra una enorme generosidad y que ha sido apreciada por el mundo desde el comienzo de la guerra de Siria en 2011», dijo Ekşi. En marzo, el primer ministro Yalçın Akdoğan dijo que Turquía había pasado más de $ 8 millones de dólares en los refugiados.

Esto está en contraste con los $ 4.5 millones que la agencia para los refugiados, ACNUR, pidió para ayudar a los refugiados sirios año pasado. Sólo $ 2.5 billones se han planteado hasta la fecha y Turquía ha recibido una fracción de dicha financiación.Yusuf Ekinci, sociólogo de la Universidad Yildirim Beyazit en Ankara, dijo laboral sirio podría ser un valioso recurso para los sectores industrial y agrícola de Turquía. «Los refugiados se refugiaron en Turquía durante la primera fase del conflicto y ahora están esperando el tiempo de refugio a más de cinco años para solicitar la ciudadanía turca. Por lo tanto, el Ministerio de Trabajo ha creado una serie de normas relativas a emplear refugiados sirios con un estatus oficial por lo sirios pueden ser naturalizados y el trabajo sumergido puede ser sofocado «, dijo. en enero, Turquía tomó medidas para asegurar que los sirios que han estado en el país durante seis meses podría trabajar legalmente.

Sirios ahora se les permite hacer hasta 10 por ciento de lo que hacen los empleados regulares en cualquier empresa y están protegidos por los requisitos de salario mínimo. Como resultado, el mercado de trabajo informal podría reducirse más. En agosto, un documento de política del Banco Mundial indicó que el mercado se había reducido casi un 7 por ciento entre 2011 y 2014. Ekinci advirtió que el no integrar a los refugiados en el mundo laboral significaría que permanezcan en el empleo inestable y son más propensos a buscar oportunidades en Europa . «Esta presunción implica riesgos para la vida laboral y social de Turquía», añadió.

Estos riesgos incluyen los aumentos de precios debido a la creciente demanda en las ciudades turcas, donde se encuentran densamente refugiados sirios y un mercado laboral desestabilizado. La protección del empleo también es visto como una manera significativa para ayudar a los refugiados sirios jóvenes. De acuerdo con la Dirección General de Gestión de la Migración, hay más de un millón de sirios niños refugiados en Turquía. Müberra Emin, un experto en educación de la Fundación para la Investigación Social política, económica y (SETA), un grupo de expertos con sede en Ankara, Turquía dicho tuvo la oportunidad de salvar a una «generación perdida» de niños sirios traumatizados por la guerra. «Turquía no debe acercarse a los refugiados como invitados, sino como individuos que pueden ser ciudadanos permanentes en el futuro cercano», dijo Emin. «El empleo de los refugiados sirios sería integrarlos en Turquía en condiciones de paz y bien ordenadas, así como prevenir la trata de personas a países de la UE.» Ella llamó para el registro de estudios y de trabajo fondos de sirios para que puedan integrarse plenamente en la fuerza de trabajo .

Anteriormente, Turquía introdujo las tarjetas de identidad biométricas de los sirios, pero el microchip conectado actualmente, no incluye detalles de empleo o formación previa. A través de las 81 provincias de Turquía, más de 300.000 niños sirios han recibido cursos de Turco, según el Ministerio de Educación Nacional, y otras 150.000 son esperaba recibir educación formal hasta el final de 2016. «Todos estos esfuerzos, lo que implica una gran responsabilidad y la carga para la política y de toma de decisiones, finalmente, puede traer resultados en los próximos 10 años con un mapa de ruta estratégica», dijo Emin AA. enorme población de refugiados de Turquía ofrece otra ventaja acuerdo con Özlem Çebi, profesor de relaciones internacionales en la Universidad Hacettepe de Ankara, a saber, mejorar el papel de Turquía en la región y más allá.

Está ejerciendo este «poder blando» que beneficia a la reputación de Turquía, dijo. Çebi añadió que los sirios actualmente en Turquía podría fortalecer las relaciones entre vecinos si permanecen en el país o regresar a Siria. «Por lo tanto, los refugiados que viven en Turquía deben considerarse como enviados potenciales y los embajadores del futuro», dijo. El enfoque de Turquía a la crisis de los refugiados también ha reforzado su relación con los estados de la UE, en particular Alemania, que tuvo en la mayor parte de los refugiados en el último año de la UE. «La UE ha acordado que Turquía es un actor inevitable para la solución de los problemas en el Medio Oriente y Europa, y la UE ha tomado la iniciativa de proceder con la exención de visado y la apertura de nuevos capítulos en la oferta de adhesión a la UE de Turquía, «dijo Çebi. «Una de las salidas de una política de refugiados eficiente es que la actitud de Turquía hacia los refugiados ha permitido tomar posición firme contra los crímenes de odio refugiados y los problemas de los musulmanes se enfrentan en la UE.» El tiempo dirá si Turquía puede convertir la difícil situación de los refugiados sirios en algo mutuamente ventajosa para ambos países porque las recompensas son demasiado grandes para pasar por alto. las ventajas de ambos, pero las recompensas por tanto son demasiado grandes para pasar por alto.

Fuente:

http://www.dailysabah.com/nation/2016/05/10/refugee-integration-key-for-benefits-experts-say

Imagen: http://i.tmgrup.com.tr/dailysabah/2016/05/10/HaberDetay/1462826940012.jpg

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De la guerra a la explotación laboral: el destino de los niños refugiados sirios

Siria/ 9 de mayo de 2016/ Fuente The guardian

Muchos menores sirios que viven en Turquía o en otros países no van a la escuela porque tienen que trabajar

Los dueños de talleres prefieren contratar menores porque son más vulnerables que los adultos y es más sencillo explotarlos, y muchos pequeños se convierten en el único ingreso para sus familias

Durante 12 horas diarias, seis días a la semana, Hamza se sienta delante de una máquina de coser en un almacén oscuro en el sur de Turquía. Este sirio pueden realizar la mayoría de los trabajos de la cadena de producción: sabe cómo moldear la piel para darle forma de zapato y cómo adjuntar la suela con pegamento. Hoy, Hamza une las distintas partes con la ayuda de la máquina de coser y su jefe le dirige una mirada de aprobación.

«Puede hacer unos 400 zapatos al día», indica el capataz: «Es un hombre de verdad».

En realidad, no lo es. Tiene 13 años; es un niño. De hecho, uno de cada tres trabajadores de esta fábrica lo es. Y no se trata de un caso aislado. Según el Fondo de la ONU para la Infancia (Unicef), Turquía acoge 2,7 millones de refugiados y la mitad son niños. El 80% de estos menores no asiste a la escuela. Según estimaciones de esta agencia, la mitad de los niños sirios en edad escolar que se han refugiado en los países vecinos, unos 2,8 millones de menores, no disponen de medios para ir a la escuela.

Los activistas creen que muchos de estos niños trabajan para ganar un jornal muy por debajo del salario mínimo. En la ciudad donde vive Hamza, situada en el sur de Turquía, varios grupos locales de ayuda a los refugiados han estudiado esta situación en profundidad y han llegado a la conclusión de que las escuelas para niños sirios que la ciudad ha habilitado solo tienen capacidad para unos 21.000 menores; un tercio del total.

«Los otros dos tercios trabajan», indica Kais al-Dairi, director de la Syrian Relief Network, la coalición de agencias humanitarias que ha impulsado este estudio: «Y los profesores nos dicen que muchos de los 21.000 niños matriculados terminarán colgando la escuela en algún momento. Les dicen que tienen un trabajo y no pueden ir a clase porque tienen que mantener a su familia».

«Ya hemos perdido una generación»

Dairi afirma que esta situación se repite en cientos de ciudades a lo largo y ancho de la región y que el daño ocasionado a una generación entera de niños sirios es irreversible. Algunos hace cinco años que no van a la escuela: «Incluso en el supuesto de que hoy mismo cesaran las hostilidades y se lograra la paz, el daño ya está hecho y nos tendríamos que limitar a evaluar cómo gestionarlo. Ya hemos perdido una generación. Estamos luchando para no perder la siguiente».

El caso de Hamza sirve para comprender qué está pasando. Hace dos años, su padre fue presuntamente decapitado en el norte de Siria por combatientes del Estado Islámico y la familia huyó a Turquía. Su madre trabaja como señora de la limpieza para los caseros de la familia, una pareja de ancianos que, a cambio, les bajaron el alquiler. Sin un cabeza de familia, no tienen ninguna otra entrada de dinero. Para poder comprar comida, Hamza y sus dos hermanos, Tarek y Hammouda, trabajan en la fábrica de zapatos local. Ganan menos de 10 dólares diarios, una cantidad inferior al precio de uno de los pares de zapatos en la tienda.

«Me encantaría ir a la escuela, echo de menos leer y escribir», afirma Hamza: «Pero si vuelvo a las aulas nadie va a traer comida a casa». En el humilde hogar de la familia, un apartamento de una habitación situado cerca de la fábrica, la madre de Hamza asiente con la cabeza: «Tienen que trabajar», señala: «Si mis hijos no trabajaran, no sobreviviríamos».

El trabajo de los niños son habitualmente el único ingreso para las familias.

El trabajo de los niños es habitualmente el único ingreso para las familias. EFE

Para los investigadores de Hayata Destek , una organización no gubernamental turca que evalúa la situación de los refugiados sirios, la difícil situación de Hamza les resulta familiar. Según los estudios que han llevado a cabo sobre la población siria en Estambul, el 60% de las familias sirias tiene unos ingresos familiares de entre 500 y 1.500 liras turcas (entre 150 y 450 euros) mensuales. Sin embargo, se gastan unas 1.600 liras (480 euros) al mes, indica Gonca Girit McDaniel, que coordina un programa de la organización.  «Gastan más de lo que ganan. Tienen que pedir dinero prestado o tienen que permitir que sus hijos trabajen».

El salario de los sirios adultos es bajo porque Turquía no les ha dado un permiso de trabajo y los patrones les pagan un jornal por debajo del salario mínimo. En enero se aprobaron varias leyes laborales para impedir estos abusos pero la realidad es que la situación prácticamente no ha cambiado. En vez de permitir que todos los refugiados sirios mayores de edad puedan trabajar, la ley otorga un permiso de trabajo a los que ya tienen un contrato laboral. Esta medida no parece tener en cuenta la triste realidad; la mayoría de empresarios no tienen ningún interés en contratarlos.

«No podemos conseguir un permiso de trabajo», explica Zakariah, un sirio de 37 años que trabaja, explotado, en un taller en Estambul: «Es imposible. Si los patronos nos ayudaran a conseguir un permiso de trabajo tendrían que pagarnos como a un trabajador turco y nunca les va a interesar hacerlo».

Por este motivo, Zakariah trabaja por menos del salario mínimo y no puede mantener a sus seis hijos; necesita otra fuente de ingresos. Se ha visto obligado a mandar a su hijo mayor, un niño de 12 años, a otro taller. «Me gustaría que mi hijo fuera a la escuela», lamenta Zakariah. «Si todavía viviéramos en Siria, bajo ninguna circunstancia permitiría que mi hijo trabajara. Sin embargo ahora gano unas 1.200 liras turcas (unos 360 euros) y mi salario no nos permite llegar a fin de mes.

Prefieren explotar a niños

A veces los niños trabajan porque a ellos les resulta más fácil conseguir una ocupación. Varios estudios de Hayata Destek muestran que en cerca de la mitad de las familias sirias que viven en Hatay, una ciudad del sur del país que acoge a un gran número de refugiados sirios, el único sostén del hogar es un menor. «Hay una escasez de trabajos disponibles para los adultos», explica Sezen Yalcin, el responsable del programa de protección de menores de Hayata Destek. «Los adultos son menos vulnerables que los niños y los patronos prefieren contratar a trabajadores jóvenes para presionarlos y explotarlos».

Otra causa indirecta del trabajo infantil es la falta de acceso a una educación. Teóricamente, Turquía garantiza el derecho a la educación de los menores refugiados pero en la práctica esto no es así. Las familias denuncian las largas listas de espera para tramitar el papeleo y conseguir la documentación necesaria para poder matricular a sus hijos. Por otra parte, los directores de las escuelas pueden interpretar la ley como mejor les convenga y tienen el derecho a denegar una plaza a un niño sirio si pueden demostrar que el nivel de la clase bajaría si lo admiten y que esto afectaría a los demás estudiantes.

El año pasado Bouchra, una madre soltera siria que vive en Estambul, intentó matricular a su hijo en la escuela del barrio pero el director del centro se la sacó de encima. Le dijo que tenía que pagar el equivalente de dos meses de su salario para que la asesoraran; lo cierto es que la ley establece que este asesoramiento es gratuito. Tres meses más tarde, su hijo fue admitido en una escuela nueva, construida especialmente para los niños sirios, pero solo después de que ella se presentara ante las autoridades locales con una lista de 500 menores que no estaban escolarizados.

La coalición Syrian Relief Network señala que en la ciudad de Gaziantep la situación es muy parecida. Proporcionalmente, son pocos los niños sirios que asisten a la escuela. Se han construido 42 centros educativos para niños sirios, que de media albergan a unos 500 alumnos. Más de 70.000 menores en edad escolar se han quedado fuera.

Los activistas advierten de las profundas consecuencias de esta situación. El primer problema a corto plazo es que los niños que trabajan en talleres están siendo maltratados. «El acoso sexual es muy frecuente y también el maltrato físico», señala Kais al-Dairi, de la coalición Syrian Relief Network: «He hablado con muchos de ellos y me cuentan con toda la inocencia del mundo que ese hombre les ha agarrado la mano, que se los ha intentado llevar a algún rincón o que los ha intentado tocar».

El hijo de Zakariah afirma que el capataz lo maltrata: «el jefe me golpea con un destornillador, un metal, lo que sea que tenga en la mano», lamenta Sayed: «Una vez me ordenó que apagara la radio y entonces, todavía no se porqué, me golpeó con una botella».

Cuando le preguntamos por el maltrato infantil en la ciudad donde vive Hamza, su jefe reconoce que es una constante en muchos otros talleres. Sin embargo, asegura que en su fábrica todos los trabajadores menores son tratados con respeto y que de vez en cuando incluso los obsequia con alguna clase. «No contrato a estos niños porque los necesite», puntualiza el hombre, que antes de huir de Siria trabajaba como funcionario: «Consiento que trabajen porque necesitan ayudar a sus familias».

Los activistas advierten de las consecuencias a largo plazo del trabajo infantil masivo y del abandono escolar. Creen que esto dará lugar a una generación sin estudios, frustrada y con muy pocas posibilidades de desempeñar un papel productivo en la sociedad, sea en Siria o en otro lugar. En el mejor de los casos, muchos tendrán dificultades por integrarse y en el peor, podrían optar por la violencia. «Una tendencia que nos preocupa especialmente es el reclutamiento de menores para la guerra de Siria», informa Unicef: «Los niños afirman que las partes en conflicto los animan a alistarse y les ofrecen regalos y un salario de unos 400 dólares mensuales».

Según Dairi, muchos de estos niños soldados son menores que vivían en Turquía pero que no han podido construir una nueva vida y han optado por regresar a Siria. «Esto ya está pasando», lamenta: «Vemos decenas de casos. Sienten una gran frustración. Todos los días los humillan. No tienen futuro. Quieren regresar a Siria. Y lo único que pueden hacer en Siria es luchar».

A pesar de las dificultades y del endurecimiento de las políticas para los refugiados que intentan entrar en la Unión Europea, muchos padres sirios siguen pensando que Europa es una buena opción. «No lo hago por mí, lo hago por mis hijos», explica Zakariah: «Quiero que mis hijos vivan en Europa porque solo así podrán ir a la escuela».

The Guardian ha cambiado algunos nombres para proteger a las fuentes.

Fuente: http://www.eldiario.es/theguardian/guerra-explotacion-laboral-destino-refugiados_0_514099032.html

 Imagen: http://images.eldiario.es/theguardian/Ninos-Hamza-trabajan-zapatos-dolares_EDIIMA20160509_0401_4.jpg

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Siria: Las escuelas reabren tras la prolongación de la tregua en Alepo

Siria/08 de Mayo de 2016/ CDN

Varias familias volvieron este sábado a sus casas y las escuelas reabrieron sus puertas en los sectores de Alepo bajo control de los insurgentes, tras la prolongación por 72 horas de la tregua en la segunda ciudad más importante de Siria.

“Gracias a dios, los bombardeos se detuvieron y volvimos al colegio”, confesó a la AFP Ahmed, un escolar de primaria en la parte oriental de Alepo, controlada por los rebeldes.

El alto el fuego auspiciado por Moscú y Washington en esta ciudad, que debía expirar el sábado a las 01H01, hora local, continuará 72 horas más, anunció Rusia, aliada del régimen de Bashar al Asad.

Casi 300 personas han muerto desde el 22 de abril por los bombardeos en la zona. El silencio de las armas permitió a varias familias regresar a sus hogares en la parte en poder de los insurgentes, constató la AFP.

“Decidí volver con mi familia porque unos conocidos me dijeron que estaba en calma”, declaró el sábado a la AFP Abu Mohamad, padre de seis hijos, en el barrio de Kalasé.

En este sector, las escuelas y los comercios reabrieron tras permanecer dos semanas cerrados.

“Casi todos los alumnos han vuelto a clase, salvo los que se fueron de sus barrios”, afirmó a la AFP Bara, un profesor de enseñanza primaria del barrio de Shaar. “Estoy muy impaciente por verlos”.

El alto el fuego temporal en Alepo entró en vigor el jueves, después de que la tregua instaurada a nivel nacional el 27 de febrero entre los insurgentes (no yihadistas) y el régimen saltara en mil pedazos en la ciudad, estratégica para los dos bandos.

Según los analistas, si el régimen se apodera de los barrios rebeldes, podría considerarse que habría ganado la guerra iniciada en 2011 tras la sangrienta represión de manifestaciones pacíficas.

Para los insurgentes, un fracaso vendría a ser la estocada casi definitiva. Sobre todo porque el auge de los yihadistas del Frente al Nosra (brazo sirio de Al Qaida) y del grupo Estado Islámico (EI) eclipsa cada vez más su influencia.

Los combates prosiguen en cambio en la provincia de Alepo y en otras partes del país, como las gobernaciones de Deir Ezor (este), Damasco (centro), Homs (también en el centro) o Deraa (sur). Se enfrentan varios bandos: el régimen sirio contra los insurgentes, y los yihadistas contra cada uno de ellos.

Veintiocho civiles, entre ellos niños, murieron y decenas resultaron heridos en un ataque contra un campo de desplazados en Siria, cerca de la frontera con Turquía, en un ataque calificado el viernes por la ONU de “crimen de guerra” (Duración 00:01’05”)

El conflicto, que ha dejado más de 270.000 muertos y millones de desplazados, también tiene una vertiente internacional. Rusia, el movimiento chiita libanés Hezbolá e Irán apoyan al régimen, mientras que la coalición internacional dirigida por Estados Unidos apoya a los rebeldes y bombardea posiciones del EI.

Según los medios de comunicación iraníes, 13 “consejeros militares” de Irán perdieron la vida y 21 resultaron heridos estos últimos días en los combates que han enfrentado a las fuerzas progubernamentales a los yihadistas del Frente al Nosra en Jan Tuman, a una decena de kilómetros al suroeste de Alepo.

El Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH) informó por su parte de 119 muertos en estos combates, en concreto 57 combatientes yihadistas y 62 progubernamentales.

Fuente: http://www.cdn.com.do/noticias/2016/05/07/siria-las-escuelas-reabren-tras-la-prolongacion-de-la-tregua-en-alepo/

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UNICEF: 75 millones de niños claman educación

UNICEF/Ecuador/08 de Mayo de 2016/Elo Diario

El panorama educativo en el mundo es desolador. Sólo en Siria permanecen cerradas 6.000 escuelas.

Actualmente, unos 75 millones de niños y adolescentes en edad escolar que viven en países afectados por crisis necesitan programas de escolarización, revela un informe de la organización Overseas Development Institute (ODI).
El informe, solicitado por Unicef y por los gobiernos de Gran Bretaña, Estados Unidos y Noruega, indica que en todo el mundo 37 millones de niños de primaria y secundaria carecen de colegios debido a la guerra o los desastres.
El caso de Siria es precisamente a causa de la contienda civil; mientras que en Nigeria y Camerún no funcionan 1.800 colegios y en la República Centroafricana un cuarto de los existentes en el país no prestan su servicio.

>foro global. El informe se divulga a pocos días de que se celebre el primer Foro Global Humanitario en Estambul, donde se pretende hacer un llamamiento sobre el problema de la escolarización.
El objetivo de dicho foro es crear un fondo para financiar programas educativos en países en crisis, ya que solo alrededor de un dos por ciento del dinero aportado en las situaciones de emergencia humanitaria se dedica a la educación.
El fondo cuenta con el apoyo de Unicef, el enviado especial para la Educación de la ONU, Gordon Brown, y la Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR).
Su objetivo inmediato es recaudar cerca de 4.000 millones de dólares para poder ofrecer escolarización a 13,6 millones de niños que viven en zonas conflictivas en los próximos cinco años.
A largo plazo, los organizadores pretenden que el fondo pueda beneficiar a 75 millones de niños antes del 2030.
“El ir a la escuela evita abusos como el tráfico de menores o el reclutamiento por grupos armados, y es una inversión vital en el futuro de los niños y de sus comunidades”, indicó Josephine Bourne, jefa de Educación de Unicef, según el comunicado.
“Ya es hora de que la comunidad internacional dé prioridad a la educación como una parte esencial de la respuesta humanitaria básica, junto al agua, la comida y el alojamiento”, agregó Bourne.

Fuente: http://www.eldiario.ec/noticias-manabi-ecuador/390991-75-millones-de-ninos-claman-educacion/

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