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Jóvenes salvadoreños siguen desertando de la educación formal

El Salvador / 17 de diciembre de 2017 / Autor: Susana Joma / Fuente: Elsalvador.com

El estudio ¿Y si no termino la escuela ?, elaborado por la investigadora Carolina Rovira, de la Fundación para la Educación Superior, plantea la urgencia de enfilar baterías para llevar a cero la deserción escolar.

A pesar de que en las últimas décadas se han lanzado varios planes y programas educativos, con el discurso de incrementar la cobertura escolar y retener a los alumnos en las aulas, la realidad de la deserción escolar sigue como piedra de tropiezo para el sistema de enseñanza y por consiguiente para el desarrollo del país.

Eso es lo que pone de nuevo en evidencia el documento “¿Y si no termino la Escuela? La deserción escolar de la juventud salvadoreña entre 15 y 19 años”, el segundo cuadernillo sobre la situación educativa que produce la Fundación para la Educación Superior (FES), de la Escuela Superior de Economía y Negocios (ESEN), y que se da a conocer hoy.

La investigación, elaborada por la doctora Carolina Rovira, señala que la deserción en ese sector de la población ronda el 37.9 %. Esto implica que cuatro de cada 10 jóvenes que están en ese rango de edad han desertado de la escuela.

“Según los cálculos realizados para esta publicación, al 2016, más de 250,000 jóvenes entre 15 y 19 años, de un total de 682,932, son desertores, no terminarán el bachillerato y sumarán a la mano de obra cuya inserción laboral es precaria”, advierte la investigadora. Tal como muestra, el problema es marcado en el caso de las mujeres con una tasa de deserción que asciende al 39.4 %, comparada con la tasa de los hombres del mismo rango de edad que es de 36.5 %.

Una mirada profunda

Rovira, quien es economista y especialista en educación, explicó que para desarrollar esta investigación utilizó las estadísticas de la Encuesta de Hogares y Propósitos Múltiples que la Digestyc hizo en 2016 y publicó en 2017, y le aplicó una metodología que propuso la Cepal, la cual permite ver qué es lo que está pasando en términos de educación en un grupo de edad, durante el año.

Esa metodología de estudio, que ha sido avalada por la Unesco, es diferente a la que mide la deserción de forma intra – anual, es decir en términos de la cifra de alumnos que ingresó al sistema educativo al inicio del año y la cifra de los que terminaron al final del año. Esta última forma de medición es la que más enfoca el Ministerio de Educación Mined (Mined) y las cifras que arroja están por debajo de las que se evidencian en el análisis por sector.

En enero de este año el viceministro de Educación, Francisco Castaneda, reportó que en 2016 la deserción rondó entre el 2.1% y 2.2 % con lo que se habrían desertado unos 35 mil estudiantes. Mientras, en octubre pasado estimó que 2017 cerraría con un 2 % y reportaba que a esa fecha ya se habían retirado 17 mil alumnos.

“Ha sido (un año) muy satisfactorio porque se está cerrando con la tasa de deserción más baja en la historia del país”, aseguró Castaneda.

Sin embargo, el estudio que Rovira elaboró, con apoyo del equipo técnico del FES, llaman a la reflexión de que la situación al enfocarla desde un segmento clave de la población no es tan favorecedora, y que como sociedad se debe dirigir acciones para superar este problema.

Las cifras del estudio de Rovira sí coinciden con lo que dicen otras estadísticas, en relación a que de cada 10 niños que entran a primaria sólo tres llegan y terminan el bachillerato.

Además, el abandono de la escuela por parte de quienes tienen entre 15 y 19 años también destaca más en la zona rural: esta tasa alcanza el 52.4 %, versus el 27.8 % en lo urbano.

¿Porqué dejan la escuela?

De los catorce departamentos los que están a la cabeza en la deserción para este rango de edad es La Unión con 52.6 %, seguido de Chalatenango con 51.2 %y Cabañas con 50.8 %.

Es así como en el estudio ¿Y si no termino la Escuela? plantea que hay variables socio demográficas que determinan mayor probabilidad de que un joven abandone el sistema educativo antes de culminar el bachillerato, entre ellas: vivir en la zona rural; que el hogar no reciba remesas; que en casa no haya presencia de adultos escolarizados, lo cual genera poca valoración de la educación; la violencia y el embarazo adolescente.

La radiografía que Rovira hizo sobre la deserción en este sector no se limitó al estudio de las cifras, sino también fue más allá con entrevistas a profundidad con escolares desertores, un ejercicio que le permitió dar una visión más integral de la problemática.

La especialista, quien fue entrevistada en vísperas de la presentación del estudio, sostiene que a pesar de las diferencias y particularidades de las historias que escucharon, concluyeron que hay dos grandes elementos escondidos detrás de esas decisiones.

El primero de esos elementos que mueve a los escolares a dejar su formación académica de lado, sobre todo a los del área rural, es que no le encuentran sentido al hecho de educarse. En parte eso se debe a que en su entorno empobrecido no se valore la educación, porque consideran que la gente igual ha salido adelante; y por otra parte, aunque tenga apoyo para educarse la oferta que tienen disponible no está acorde a sus necesidades personales, no es práctica, no responde a su realidad y entonces se decepciona.

Un segundo elemento es que en el entorno los patrones culturales pesan mucho, sobre todo para las niñas que en ciertas regiones del país tienen “una presión invisible” para que tengan familia de forma precoz, e incluso sufren de acoso por parte de hombres mucho mayores, tras lo cual también vienen los embaraces precoces, la obligación de empezar a trabajar y como consecuencia se alejan del camino educativo.

La sombra de la violencia

Rovira afirma que la violencia también ejerce una presión fuerte entre los jóvenes, desde el tercer ciclo hasta bachillerato, para interrumpir su educación. Un factor que los directores de los complejos educativos e institutos nacionales también han señalado en los últimos años.

“Los jóvenes están desertando cada vez más en secundaria y aquí el tema de la violencia y el embarazo adolescente son los temas que prevalecen como razones”, detalló la especialista.

En secundaria la deserción de los hombres es de 26.5 % y de las mujeres de un 30.9 %, indicó.

La investigadora de la FES detalló que, además, analizaron las razones que los jóvenes han expuesto en las encuestas de hogares y propósitos múltiples para abandonar los salones de clase, antes de concluir una formación que les asegure un cambio de vida. Al respecto, señala que una de las principales razones para los hombres es lo económico, y eso los lleva a dedicarse a trabajar, pero en el caso de las mujeres la razón más importante está vinculada con asumir las tareas del hogar y el cuido de hermanos.

Sin embargo, la doctora Rovira sostiene que se debe poner atención al argumento de que se van de la escuela con la justificación de que no les interesa, porque bajo ese motivo se pueden estar escondiendo problemas de aprendizaje y el temor a la violencia.

A la luz de las estadísticas y las historias sobre la deserción, Rovira subrayó que este es un indicador al que el país debería de ponerle más atención, porque el que un joven salga del sistema sin tener las competencias necesarias para aprender solo trae grandes costos en términos económicos y sociales.

Llama a tomar acción

“Nosotros queremos que el salvadoreño funcione para su vida diaria, funcione para tomar buenas decisiones, funcione como ciudadano, funcione como ser productivo, y eso requiere mucho más”, aseguró.

Rovira considera necesario generar una política social y una política económica en función de revertir ese indicador, porque según sus palabras eso nos obligaría a afinar el lápiz y apuntar en lugares en donde realmente le está apretando el zapato a la sociedad salvadoreña. Eso según indica no solo es responsabilidad del Ministerio si no de todos los sectores.

“Tiene que ser una política nacional la búsqueda de la cero deserción, porque tenemos que lograr garantizar que nuestra gente termine el bachillerato. Una persona para asegurarse no ser pobre, según las estadísticas, necesita al menos 10 años de estudio, y el país tiene 7.4 años de estudio promedio, y un 40 % de jóvenes que están dejando la escuela antes de estar en bachillerato, con lo cual muchos se están condenando a la pobreza”, dijo.

En la actualidad, según anotó en su trabajo, ninguno de los ocho ejes estratégicos del Plan Nacional de Educación, emitido por el gobierno, se postula de manera explícita la garantía de la permanencia escolar como meta. Hasta el momento sólo el Plan El Salvador Educado, emanado del Consejo Nacional de Educación (Coned), postula el desafío de garantizar los 12 años de escolaridad, así como también la Lepina.

De allí que esta economista y especialista en educación considere que, más allá de los esfuerzos de alfabetización para enseñar a leer y escribir a los adultos rezagados, y más allá de dotar de paquetes escolares a los niños, es necesario lograr que la escuela cuente con profesores que tengan buenas metodología de enseñanza (que trasciendan del dictado y el copiado al análisis), que las escuelas tengan los recursos que generen un ambiente atractivo para estar en ellas y aprender, pero que también, de forma más integral, se piense en resolver problemas de hacinamiento, de salubridad, de acceso a servicios básicos que afectan a las familias y a los escolares.

“En un país donde el acceso al agua es del 75 % hay muchos niños sin acceso al agua. Estos niños, en especial las niñas, van a pasar cinco a seis horas al día acarreando agua y lo hacen en casa y en la escuela. Este tiempo que pierden en estas tareas, por no tener acceso a servicios básicos, los van sacando despacito del trayecto educativo”, puntualizó.

Fuente de la Noticia:

http://www.elsalvador.com/noticias/nacional/428543/jovenes-salvadorenos-siguen-desertando-de-la-educacion-formal/

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El Salvador: Organizaciones combaten la violencia con educación

17 Diciembre 2017/Fuente:elsalvador /Autor: Gadiel Castillo

“Es posible y necesario que esta educación les permita a los jóvenes convertirse en actores de cambio en sus entornos de vida en los que se desenvuelven” dice Nelson Cruz, director ejecutivo de Fusalmo»

Manuel Sandoval (nombre ficticio) habita en el reparto Las Margaritas, una área catalogada como de las más peligrosas de Soyapango, zona donde las pandillas acechan contra los jóvenes con la intención de seducirlos para que ingresen a estos grupos delincuenciales.

“Muchos de los que fueron mis amigos en la niñez, con los que jugábamos en la calle e íbamos a la escuela, ahora están involucrados con las maras, algunos de ellos están en las cárceles y otros ya están muertos”, manifiesta el joven Manuel.

De acuerdo con el informe “La nueva cara de las pandillas callejeras: El fenómeno de las pandillas en El Salvador”, basado en una encuesta realizada entre pandilleros y expandilleros, presentado en marzo de este año, el 62.4 % de los jóvenes que se han unido a las pandillas o maras en El Salvador lo hicieron por “ocio” o “amistad.

El 45.7 % de los “mareros” se unieron a la pandilla porque “les gustaba pasar el rato con otros jóvenes y pandilleros”, y el 16.7 % porque el grupo les proporciona “amigos cercanos y hermanos”.

Otro 9.1 % los hizo “por huir de casa”, el 7.5 % “por venganza” y el 5.2 % y 4.9 % para “tener recursos” económicos y para “tener respeto”, respectivamente. Solo el 4.4 % ingresa porque es “forzado”.

En el 2014, Sandoval fue beneficiario del proyecto “Nación Audiovisual”, un eje de Programa Juvenil Integral Juvenil Don Bosco (PIJDB) de la Fundación Salvador del Mundo (Fusalmo) que desde el 2004 desarrolla proyectos como este en el Polideportivo España en Soyapango.

Sandoval cuenta que el PIJDB le cambió su perspectiva de vida, le enseñó cómo actuar frente a los problemas de violencia que se viven a diario en la zona donde reside. “En Nación Audiovisual aprendí diseño gráfico y otras áreas relacionadas con la tecnología, acompañado de mis clases también recibía clases de cultura de paz”, agrega.

El beneficiario comenta que el ambiente que se vivía en el programa y todo el conocimiento proporcionado hizo que encontrara en el PIJDB otra familia, motivo por el cual decidió devolver parte de lo que había recibido.

Ahora Sandoval pertenece a la Red de Juventudes de Fusalmo, un colectivo integrado por jóvenes beneficiarios de los distintos programas que la institución imparte y en la que la mayoría se desempeñan como voluntarios.

“Mi experiencia como voluntario en Fusalmo ha sido muy excepcional porque de esta forma aporto algo de lo que a mí se me dio. Fue mucha la ayuda que recibí pues me permitió salir de mi zona de confort”, afirma.

Al igual que Sandoval más 70,000 estudiantes han sido beneficiados por Fusalmo, desde el 2004, a través de la educación como una herramienta para prevenir la violencia, enfocada en jóvenes que se encuentran en condiciones de riesgo y limitaciones socioeconómicas.

Esta fundación desde hace más de doce años, apuesta al Programa Integral Juvenil Don Bosco (PIJDB), que constituye una oferta educativa complementaria al sistema educativo formal del Ministerio de Educación.

Ante las limitaciones experimentadas en ciudades importantes por su densidad poblacional y la problemática de violencia que enfrenta la niñez y juventud, las cuales se encuentra amenazada por condiciones de vulnerabilidad económica y social es que este tipo de iniciativas toman relevancia.

El Programa se desarrolla en los tres polideportivos Don Bosco, en las principales ciudades del país Soyapango, San Miguel y Santa Ana.

A lo largo de estos más de 12 años de servicio de la Fundación se han beneficiado un promedio de 100 escuelas de la zona, ubicados en áreas conflictivas, que no cuentan con espacios para el deporte y que carecen de centros de cómputo.

Colonias como: Las Margaritas, La Campanera, 14 de Diciembre, Prados de Venecia, Guadalupe, San José, Altavista han sido algunas de las que forman parte del proyecto y en el que sus estudiantes una vez por semana hacen uso de las instalaciones del Polideportivo para educarse en el programa que más se adecue a ellos.

De acuerdo con el director ejecutivo de Fusalmo, Nelson Cruz el PIJDB complementa las acciones correspondientes a la escuela, como la educación física, la educación tecnológica y la educación en cultura de paz con atención a la familia.

“El programa contribuye así, desde el enfoque de los derechos humanos y el carisma salesiano, a través del sistema preventivo, a brindar educación en sectores donde las escuelas tienen limitaciones en su infraestructura, sus espacios y de recursos que no les permite desarrollar todas las áreas de formación importantes para el desarrollo de la niñez y la adolescencia” asegura Cruz.

De acuerdo con esta fundación la educación debe ser integral, que atienda la dimensión humana de los jóvenes, que fortalezca su espiritualidad como personas y que los aliente a ser protagonistas de su desarrollo en medio de su contexto de vida, aun cuando este pueda ser adverso.

Estos aspectos, en conjunto, hacen que la educación se convierta en un recurso para prevenir la violencia.

Fusalmo se enfoca en las áreas educativas de tecnología, cultura de paz, orientación vocacional y educación física.

A juicio del director, estas responden a las necesidades y demandas de formación de los jóvenes, además son áreas educativas que los centros escolares públicos no logran desarrollar debido a las limitaciones de infraestructura y recursos que no poseen.

Otro de los ejes educativos muy significativos según el testimonio de Sandoval es cultura de paz, el cual brinda los fundamentos para sensibilizar a los jóvenes en la prevención de la violencia y en el fomento de una convivencia pacífica.

Es por esto que los aprendizajes están orientados a que los jóvenes identifiquen las expresiones de violencia y a ser más protagonistas de su desenvolvimiento y en su relación con su entorno.

“Uno de joven es más vulnerable ante esos problemas, vivo en una zona asediada por la violencia, conocer el programa me permitió llevar una vida diferente a la que llevan muchos de los jóvenes que crecieron conmigo”, comenta Sandoval.

Impactos

De acuerdo con algunos jóvenes el alcance de este programa ha incidido al interior de sus familias y en el centro escolar a los que asisten.

Un impacto que es común entre los jóvenes es haber aprendido a valorarse más a sí mismos, a sentir amor propio y sentirse personas capaces de lograr cosas para su vida.

A juicio de Cruz en el entorno que se desenvuelven estos jóvenes, es sumamente importante fomentar la autoestima, ya que esta es un recurso que les permite hacerle frente a las condiciones desfavorables que experimentan.

Otro elemento clave es la sensibilización hacia las diferentes manifestaciones de violencia y la concientización de asumir una actitud en contra de ella y actuar de forma pacífica.

Es evidente que erradicar la violencia es una meta compleja para procesos educativos complementarios en los jóvenes. “Es posible y necesario que esta educación les permita a los jóvenes convertirse en actores de cambio en sus entornos de vida en los que se desenvuelven”, enfatiza Cruz.

Transformando vidas a través de la educación

El programa Supérate guarda similitudes con el PIJDB ambos nacieron en el año 2004 y han encontrado en la educación un mecanismo de ayuda para los jóvenes de escasos recursos económicos y que se ubican en zonas con altos índices delincuenciales.

Supérate es un programa que va enfocado a educación, a transformación de vidas y a prevención de la violencia. Los jóvenes permanecen de lunes a viernes por cuatro horas. Eso significa que estudian a tiempo completo.

Para el Director General del programa, Arturo Sagrera, en muchas ocasiones los jóvenes caen “en caminos equivocados”, debido a la falta de oportunidades, “por eso en el programa buscamos brindarles oportunidades como una opción de invertir su tiempo en actividades provechosas”.

Supérate fue creado en por la Fundación Sagrera Palomo e Hilasal como una iniciativa de Responsabilidad Social Empresarial. El programa cuenta con siete centros a nivel nacional, dos en Panamá y uno en Nicaragua. Hasta la fecha esta iniciativa ya graduó a casi 2,000 jóvenes y tiene activos a un total de 1,988 alumnos en el país.

Para ser parte del programa los jóvenes deben pertenecer al sistema de educación pública. La beca es para tres años. Jennifer Calles, de 15 años, es beneficiaria de Supérate, y lleva un año estudiando las materias de Valores, Inglés, Computación y Matemáticas. “Todo tiene que ver con la responsabilidad y compromiso con el programa, se lleva una gran presión tanto de la escuela como de acá, porque en los dos nos exigen bastante, pero creo que es un buen manejo de la organización de la persona para poder llevar las dos cosas al mismo tiempo”, agregó.

Según un estudio de esta organización, del total de graduados, actualmente el 55% sólo estudia, el 42 % estudia y trabaja y 8 % solo trabaja.

De acuerdo con Sagrera, el programa es auspiciado por empresas y fundaciones salvadoreñas que están comprometidas con el desarrollo económico y social del país, entre ellas ADOC, Hilasal, CASSA, Fundación Poma, Industrias Merlet y Fundación Raíces. El proyecto cuenta con el apoyo del gobierno de Estados Unidos, a través de USAID, y de Microsoft.

Cada centro escolar patrocinado ejecuta capacitaciones para alumnos y maestros en las áreas de inglés, computación y valores de forma complementaria, y paralela a los estudios de instituciones públicas.

Al finalizar el programa, obtienen certificaciones internacionales que garantizan un dominio avanzado del Inglés y el manejo eficiente de las herramientas de Microsoft Office.

Fuente de la noticia: http://www.elsalvador.com/noticias/nacional/430302/organizaciones-combaten-la-violencia-con-educacion/

Fuente de la imagen: https://cdn-pro.elsalvador.com/wp-content/uploads/2017/12/Supérate

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El Salvador: Casi 40 de cada 100 jóvenes desertan de la educación formal

El Salvador/14 diciembre 2017/Fuente: Estrategia y Negocios

El estudio ‘¿Y si no termino la escuela?’ plantea la urgencia de enfilar baterías para llevar a cero la deserción escolar. En el caso de mujeres la tasa es del 39.4 % y para hombres del 36.5 %.

A pesar de que en las últimas décadas se han lanzado varios planes y programas educativos, con el discurso de incrementar la cobertura escolar y retener a los alumnos en las aulas, la realidad de la deserción escolar sigue como piedra de tropiezo para el sistema de enseñanza y por consiguiente para el desarrollo del país.

Eso es lo que pone de nuevo en evidencia el documento “¿Y si no termino la Escuela? La deserción escolar de la juventud salvadoreña entre 15 y 19 años”, el segundo cuadernillo sobre la situación educativa que produce la Fundación para la Educación Superior (FES), de la Escuela Superior de Economía y Negocios (ESEN).

La investigación, elaborada por la doctora Carolina Rovira, señala que la deserción en ese sector de la población ronda el 37.9 %. Esto implica que cuatro de cada 10 jóvenes que están en ese rango de edad han desertado de la escuela.

“Según los cálculos realizados para esta publicación, al 2016, más de 250,000 jóvenes entre 15 y 19 años, de un total de 682,932, son desertores, no terminarán el bachillerato y sumarán a la mano de obra cuya inserción laboral es precaria”, advierte la investigadora. Tal como muestra, el problema es marcado en el caso de las mujeres con una tasa de deserción que asciende al 39.4 %, comparada con la tasa de los hombres del mismo rango de edad que es de 36.5 %.

Rovira, quien es economista y especialista en educación, explicó que para desarrollar esta investigación utilizó las estadísticas de la Encuesta de Hogares y Propósitos Múltiples que la Digestyc hizo en 2016 y publicó en 2017, y le aplicó una metodología que propuso la Cepal, la cual permite ver qué es lo que está pasando en términos de educación en un grupo de edad, durante el año.

Esa metodología de estudio, que ha sido avalada por la Unesco, es diferente a la que mide la deserción de forma intra – anual, es decir en términos de la cifra de alumnos que ingresó al sistema educativo al inicio del año y la cifra de los que terminaron al final del año. Esta última forma de medición es la que más enfoca el Ministerio de Educación Mined (Mined) y las cifras que arroja están por debajo de las que se evidencian en el análisis por sector.

En enero de este año el viceministro de Educación, Francisco Castaneda, reportó que en 2016 la deserción rondó entre el 2.1% y 2.2 % con lo que se habrían desertado unos 35 mil estudiantes.Mientras, en octubre pasado estimó que 2017 cerraría con un 2 % y reportaba que a esa fecha ya se habían retirado 17 mil alumnos.

“Ha sido (un año) muy satisfactorio porque se está cerrando con la tasa de deserción más baja en la historia del país”, aseguró Castaneda.

Sin embargo, el estudio que Rovira elaboró, con apoyo del equipo técnico del FES, llaman a la reflexión de que la situación al enfocarla desde un segmento clave de la población no es tan favorecedora, y que como sociedad se debe dirigir acciones para superar este problema.

Las cifras del estudio de Rovira sí coinciden con lo que dicen otras estadísticas, en relación a que de cada 10 niños que entran a primaria sólo tres llegan y terminan el bachillerato.

Además, el abandono de la escuela por parte de quienes tienen entre 15 y 19 años también destaca más en la zona rural: esta tasa alcanza el 52.4 %, versus el 27.8 % en lo urbano.

De los catorce departamentos los que están a la cabeza en la deserción para este rango de edad es La Unión con 52.6 %, seguido de Chalatenango con 51.2 %y Cabañas con 50.8 %.

Es así como en el estudio ¿Y si no termino la Escuela? plantea que hay variables socio demográficas que determinan mayor probabilidad de que un joven abandone el sistema educativo antes de culminar el bachillerato, entre ellas: vivir en la zona rural; que el hogar no reciba remesas; que en casa no haya presencia de adultos escolarizados, lo cual genera poca valoración de la educación; la violencia y el embarazo adolescente.

La radiografía que Rovira hizo sobre la deserción en este sector no se limitó al estudio de las cifras, sino también fue más allá con entrevistas a profundidad con escolares desertores, un ejercicio que le permitió dar una visión más integral de la problemática.

La especialista, quien fue entrevistada en vísperas de la presentación del estudio, sostiene que a pesar de las diferencias y particularidades de las historias que escucharon, concluyeron que hay dos grandes elementos escondidos detrás de esas decisiones.

El primero de esos elementos que mueve a los escolares a dejar su formación académica de lado, sobre todo a los del área rural, es que no le encuentran sentido al hecho de educarse. En parte eso se debe a que en su entorno empobrecido no se valore la educación, porque consideran que la gente igual ha salido adelante; y por otra parte, aunque tenga apoyo para educarse la oferta que tienen disponible no está acorde a sus necesidades personales, no es práctica, no responde a su realidad y entonces se decepciona.

Un segundo elemento es que en el entorno los patrones culturales pesan mucho, sobre todo para las niñas que en ciertas regiones del país tienen “una presión invisible” para que tengan familia de forma precoz, e incluso sufren de acoso por parte de hombres mucho mayores, tras lo cual también vienen los embaraces precoces, la obligación de empezar a trabajar y como consecuencia se alejan del camino educativo.

La sombra de la violencia

Rovira afirma que la violencia también ejerce una presión fuerte entre los jóvenes, desde el tercer ciclo hasta bachillerato, para interrumpir su educación. Un factor que los directores de los complejos educativos e institutos nacionales también han señalado en los últimos años.

“Los jóvenes están desertando cada vez más en secundaria y aquí el tema de la violencia y el embarazo adolescente son los temas que prevalecen como razones”, detalló la especialista.

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En secundaria la deserción de los hombres es de 26.5 % y de las mujeres de un 30.9 %, indicó.

La investigadora de la FES detalló que, además, analizaron las razones que los jóvenes han expuesto en las encuestas de hogares y propósitos múltiples para abandonar los salones de clase, antes de concluir una formación que les asegure un cambio de vida. Al respecto, señala que una de las principales razones para los hombres es lo económico, y eso los lleva a dedicarse a trabajar, pero en el caso de las mujeres la razón más importante está vinculada con asumir las tareas del hogar y el cuido de hermanos.

Sin embargo, la doctora Rovira sostiene que se debe poner atención al argumento de que se van de la escuela con la justificación de que no les interesa, porque bajo ese motivo se pueden estar escondiendo problemas de aprendizaje y el temor a la violencia.

A la luz de las estadísticas y las historias sobre la deserción, Rovira subrayó que este es un indicador al que el país debería de ponerle más atención, porque el que un joven salga del sistema sin tener las competencias necesarias para aprender solo trae grandes costos en términos económicos y sociales.

Fuente: http://www.estrategiaynegocios.net/centroamericaymundo/1134600-330/el-salvador-casi-40-de-cada-100-j%C3%B3venes-desertan-de-la-educaci%C3%B3n

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El Salvador: Eugenio Chicas dice que la gratuidad en educación superior es una buena noticia para el país

El Salvador/14 diciembre 2017/Fuente: Tves10

El presidente Sánchez Cerén asumió el compromiso de reforzar a la Universidad de El Salvador. Estos 6 millones de dólares para la universidad es una gran noticia, dijo el vocero de gobierno en Canal 10.

Recientemente el señor presidente de la República, Salvador Sánchez Cerén,  informó que se inyectará un refuerzo presupuestario a la Universidad de El Salvador (UES) que será destinado a brindar oportunidades a bachilleres provenientes del sistema público para acceder de forma gratuita a los estudios superiores desde 2018.

En ese sentido, el secretario de comunicaciones, Eugenio Chicas, dijo que la gratuidad en la educación superior es una buena noticia para El Salvador porque beneficiará a miles de estudiantes provenientes del sistema público.

El vocero de gobierno explicó que actualmente la UES es la que aloja el mayor número de estudiantes de educación superior. “Tiene un estimado de 60 mil estudiantes, de esos 60 mil, 20 mil provienen de colegios privados y 40 mil de institutos nacionales”.

“Los 40 mil estudiantes que provienen  de los Institutos nacionales ya no pagaran cuotas ni de matrículas ni de mensualidad en la UES”, aseveró Chicas, quien también destacó que en el país hay gratuidad en la educación primaria, en educación básica, en bachillerato y, con esta decisión, habrá en gratuidad en educación superior.

Asimismo, el funcionario de gobierno explicó que, de los 6 millones de dolares del refuerzo presupuestario para la UES, una parte iría para generar gratuidad en educación superior, otra parte para labores de investigación, y otra para el escalafón.

Sin embargo, el secretario de comunicaciones recordó que esta decisión del gobierno requiere el apoyo de la Asamblea Legislativa para que se puedan  inyectar los recursos a la UES.

Fuente: http://inicio.tves10.com/noticias/eugenio-chicas-dice-que-la-gratuidad-en-educacion-superior-es-una-buena-noticia-para-el-pais

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Promueven educación para desarrollo sostenible en El Salvador

Centro América/El Salvador/09 Diciembre 2017/Fuente: Prensa Latina

La educación ambiental es clave en los proyectos de desarrollo sostenible que impulsa el gobierno de El Salvador, con el apoyo de instituciones como el Parque Natural de Baviera, Alemania.
El ‘Bayerischer Wald’ (Bosque Bávaro) recientemente suscribió un hermanamiento con el Parque Nacional Montecristo, en el occidental municipio salvadoreño de Metapán, que mejorará las prácticas ecológicas de la región.

Sin embargo, dicha colaboración parte del principio de horizontalidad y de una relación Norte-Sur: esta nación centroamericana también tiene su dosis de experiencia para compartir con el llamado Primer Mundo.

Así lo estima Ángel Ibarra, viceministro salvadoreño de Medio Ambiente y Recursos Naturales, quien destacó los avances del país gracias a políticas públicas centradas en proteger y enriquecer los ecosistemas.

Ibarra confirmó a Prensa Latina que la delegación alemana, encabezada por el ornitólogo Franz Leibl, quedó impresionada por la rica biodiversidad que habita en los bosques pristinos de este país.

El gobierno del Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN) redujo la vulnerabilidad de El Salvador ante el cambio climático, gracias a estrategias ambientales responsables y que involucran a las comunidades.

Este convenio contribuirá a una mejor gestión de los respectivos parques, con el consiguiente impacto positivo en los ecosistemas y en la vida de quienes los habitan y viven de sus recursos.

‘Esperamos que este hermanamiento fructifique y crezca, que los técnicos salvadoreños aprendan de los expertos alemanes, y que estos tomen nota de nuestro trabajo en ecosistemas con características muy propias’, señaló.

Agregó que este acuerdo tendrá vigencia por tres años, durante los cuales está prevista la realización de eventos conjuntos para un manejo más eficiente de las áreas naturales y para crear cultura ambiental.

Tal enfoque incluye paseos temáticos guiados, promoción de un turismo amigable con la naturaleza y que propicie el desarrollo sostenible de las comunidades a partir de sus potencialidades y tradiciones.

Enclavado en el municipio de Metapán, el Montecristo fue declarado Parque Nacional el 18 de noviembre de 1987, y colinda con áreas protegidas de Honduras y Guatemala, en la Reserva de Biosfera Trifinio-Fraternidad.

A su vez, el ‘Bayerischer Wald’ abarca la parte alemana del bosque de la región checa de Bohemia, unas 24 mil hectáreas de foresta donde habitan más de siete mil 300 especies.

Fuente: http://www.prensa-latina.cu/index.php?o=rn&id=137271&SEO=promueven-educacion-para-desarrollo-sostenible-en-el-salvador
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El Salvador llega a 74 municipios libres de analfabetismo

Centro América/El Salvador/09 Diciembre 2017/Fuente: Prensa Latina

San José Guayabal se convirtió hoy en el municipio 74 libre de analfabetismo en El Salvador, cuyas autoridades educativas confían en erradicar dicho problema social en 2018.
El 97.15 por ciento de la población mayor de 15 años de edad en San José Guayabal, demarcación del departamento de Cuscatlán, ya sabe leer, escribir y realizar operaciones matemáticas básicas, como exige la certificación.

Angélica Paniagua, directora del Programa Nacional de Alfabetización, destacó el papel de los voluntarios y la alcaldía local en este hito que abre nuevas posibilidades a la población.

Según estimados del Ministerio salvadoreño de Educación, 14 municipios más serán certificados antes de terminar el año, para cerrar 2017 con 88 territorios libres de analfabetismo.

Con una inversión superior a los dos millones de dólares, el Programa Nacional de Alfabetización atiende a 29 mil 793 jóvenes y adultos en 130 municipios del país.

El presidente, Salvador Sánchez Cerén, conocido como ‘El Profesor’ por su formación pedagógica, se comprometió a erradicar el analfabetismo antes de concluir su mandato, en 2019.

Fuente: http://www.prensa-latina.cu/index.php?o=rn&id=136713&SEO=el-salvador-llega-a-74-municipios-libres-de-analfabetismo
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El Salvador: Cada año hay menos presupuesto para salvar la educación

Por: El Faro/Jimmy Alvarado/08-12-2017

Con un sistema educativo con enfermedades crónicas, el Estado perpetúa un estancamiento en la inversión en educación con un presupuesto que para 2018 baja al 3.2 % como porcentaje del PIB, un retroceso respecto a 2014, cuando Sánchez Cerén asumió la presidencia. El programa Escuela Inclusiva de Tiempo Pleno es de los primeros afectados tras un recorte de $11 millones.

En la recta final de su mandato, el presidente Salvador Sánchez Cerén tampoco cumplirá una de sus principales promesas de campaña: la de llevar el presupuesto de Educación hasta los 6 puntos del Producto Interno Bruto (PIB). Este 2018, el Ministerio de Educación dispondrá de menos recursos que en 2017, y el porcentaje de la inversión respecto al PIB incluso será menor que el registrado en 2014, año en el que Sánchez Cerén asumió como el segundo presidente de izquierdas en El Salvador.

El presupuesto de Educación ha pasado de 944 millones de dólares (2017) a 932 millones de dólares en 2018. En cifras relativas, el presupuesto para 2018 significa un recorte del 0.2% del PIB, pero en cifras absolutas habla de 11.7 millones de dólares menos para atender las necesidades de un sistema educativo en ruinas y que padece enfermedades crónicas en calidad de la educación, infraestructura, acceso y deserción.  

El presupuesto de Educación para 2018 como porcentaje de inversión respecto al PIB será el más bajo de la adminsitración de Sánchez Cerén para su cuarto año de gobierno. Este dato no solo explica el incumplimiento de una promesa electoral, sino que redimensiona la importancia que el Estado en su conjunto le da a la educación. En Centroamérica, El Salvador ha mantenido su presupuesto en educación arriba de los tres puntos desde 2009 ( cuando alcanzó su máximo puntaje), pero el estancamiento en la inversión ha sido de tal magnitud que intentar alcanzar los índices que registra el Banco Mundial para países como Honduras (un presupuesto arriba del 5 % como porcentaje del PIB) o Costa Rica (arriba del 7 % como pocentaje del PIB) nunca dejó de ser una utopía.

En septiembre de 2013, cuando era candidato, el ahora mandatario se dirigió a una multitud concentrada en la decimotercera convención del FMLN para presentar su programa de gobierno «Salvador Adelante». Ahí prometió que, de ser electo presidente, priorizaría la educación. Sánchez Cerén prometía la utopía: «Será permanente el esfuerzo por ampliar la inversión en la educación hasta alcanzar los 6 puntos del PIB», dijo.

A poco más de un año de que acabe su periodo presidencial, los pasos hacia adelante que prometió dar no sucedieron ni en 2015, cuando destinó el 3.5 % del PIB en educación, mientras que la promesa exigía llegar a los 3.9 puntos del PIB (1 mil 34 millones de dólares). En 2016 , el porcentaje se mantuvo en 3.5 puntos, cuando la proyección exigía llegar hasta los 4.4 puntos del PIB (1 mil 179 millones en inversión). En 2017 empezó el retroceso, con 3.4 puntos del PIB, cuando la apuesta debió llegar a los 5 puntos (1 mil 396 millones en inversión.

Para 2018 el gobierno incluso da otro paso en reversa. El presidente recibió el 1 de junio de 2014 un presupuesto de Educación que equivalía a 3.4 puntos del PIB. Para su su último año de corrido como presidente, entrega un presupuesto de Educación que equivale al 3.2 %, cuando la promesa le exige 5.4 puntos del PIB para educación (1 mil 585 millones en inversión).

Al gobierno de Sánchez Cerén todavía le queda gestionar el presupuesto de 2019. Para llegar a los 6 puntos del PIB para el presupuesto de ese año, deberá gestionar 1 mil 831 millones ante la Asamblea Legislativa.

El 1° de diciembre de 2017, el Consejo Nacional de Educación emitió un comunicado en el que exigió al Estado un presupuesto en educación de 7 puntos del PIB. Según el Consejo, para ejecutar el Plan El Salvador Educado (PESE), el Estado debe invertir 1, 257 millones de dólares anuales durante una década.

Aunque el recorte en el presupuesto es una realidad en número brutos (11.7 millones de dólares menos), y retrocede como proporción del PIB (de 3.4 % en 2017 a 3.2 % en 2018) el Ministerio de Educación hace un matiz. La cartera ha planteado que 928.6 millones de los 932.61 propuestos serán financiados con fondos propios, «lo que representa un incremento en relación al año 2017» .

El presupuesto para 2017 fue de 944 millones de dólares, de los cuales $26 millones provenían de un préstamo del Banco Mundial para financiar al programa Escuela Inclusiva de Tiempo Pleno (EITP), otra de las apuestas de esta administración, y que también fue una promesa de campaña de Sánchez Cerén. En términos prácticos, el EITP se queda sin fondos para 2018.

Sánchez Cerén, un profesor de parvularia que formó parte de la dirigencia histórica de uno de los magisterios de profesores -ANDES 1 de Junio-, fue vicepresidente de la República y fue ministro de educación durante el gobierno del expresidente Mauricio Funes (2009 a 2014). Tras ganar la elección presidencial en 2014, designó el 1 de junio de 2014 a Carlos Canjura como su ministro de Educación.

Tres meses después, el 1 de septiembre de 2014, Canjura dijo a El Faro que esperaba para el 2015 el compromiso del gobierno de hacer llegar en 2015 a 4 puntos del PIB el presupuesto de educación. » Si fuera posible, ya estaríamos dando pasos «, dijo.

El 11 de noviembre de 2015, Canjura dijo que no había que desesperarse que la meta de duplicar el presupuesto iba a cumplirse al finalizar el quinquenio de Sánchez Cerén. «La promesa va a cumplirse al finalizar el periodo» , dijo.

Dos años después, Canjura habló del mismo tema con resignación. Dijo que su plan implicaba que debía invertirse como mínimo más de 1 mil 250 millones de dólares al año en educación durante una década, pero estaba consciente de que alcanzar esa meta era imposible.

«Es un monto que estamos conscientes de que no está en la posibilidad de cubrirse, pero creemos que poco a poco debemos irnos acercando a elevar los niveles de inversión en educación», le dijo el ministro a los diputados de la Comisión de Hacienda a principios de noviembre, cuando explicó el proyecto de presupuesto para 2018.

Freno a las escuelas inclusivas

En la formulación del presupuesto de 2018, mientras unos proyectos pierden recursos, siete unidades presupuestarias registran incrementos que en total ascienden a 20.54 millones de dólares. Educación básica -por ejemplo- recibirá 11.52 millones de dólares extras, y pasará de los 476.8 millones de dólares que recibió en 2017 a los 488 millones de dólares en 2018.

El proyecto Escuela Inclusiva de Tiempo Pleno (EITP), en cambio, apunta hacia la desaparición. El programa forma parte de la unidad presupuestaria «Mejoramiento de la calidad de la educación». Para 2018, esta unidad presupuestaria es una de cinco unidades que van a sufrir recortes, los cuales en su conjunto ascienden a 32.28 millones de dólares.

En 2017, el programa EITP recibió 27.9 millones de dólares, pero en 2018 recibirá 3.8 millones de dólares. Es un recorte de 24.2 millones de dólares, según el proyecto de presupuesto.

El EITP, también convertido en promesa de campaña por Sánchez Cerén, en realidad fue un proyecto impulsado por el gobierno del expresidente Mauricio Funes con el apoyo del Banco Mundial. Fue aprobado el 13 de diciembre de 2011 y al proyecto fueron destinados 70 millones de dólares : 60 millones provendrían de fondos del Banco Mundial y 10.4 millones de dólares serían una contrapartida aportada por el gobierno.

Según el sitio oficial del Banco Mundial, el EITP fue diseñado con el propósito de implementarse en 29 municipios de 14 departamentos para incentivar que estudiantes de tercer ciclo y bachillerato continúen en la escuela. Durante su ejecución, ha aportado formación a docentes de tercer ciclo y bachillerato, la construcción y mejora de escuelas e inversiones para implementar que la jornada escolar sea de tiempo pleno. Este aporte incluye docentes y talleristas, materiales, suministros escolares y equipamiento, entre otras medidas.

En septiembre de 2013, cuando Sánchez Cerén era candidato a la presidencia y le habló a las bases de su partido, convirtió el EITP en una de sus promesas de campaña, un «interés de primer nivel» para incrementar la calidad del sistema educativo de manera acelerada. «El primer paso en este rumbo será implementar a nivel nacional la Escuela Inclusiva de Tiempo Pleno», dijo.

El proyecto con el Banco Mundial finaliza el 31 de diciembre de este año, pero Canjura dijo a los diputados que lamentaba que un porcentaje del presupuesto del ramo de Educación debiera financiarse con préstamos cuando debía ser un compromiso del Estado asignar fondos propios para este ramo. Lo hizo como introducción para explicar que el programa «Escuela Inclusiva de Tiempo Pleno» estaba por agotarse, que no habían más desembolsos y que no contaban con recursos propios suficientes para sustituir esa entrada de ingresos. La apuesta del Ministerio era llevarlo a todo el país.

El Banco Mundial confirmó a El Faro que el programa llega a su fin. «La finalización del proyecto significa el cumplimiento de los objetivos para el cual fue diseñado. Este proyecto del Banco Mundial ha levantado el interés de otras instituciones como Fomileno II que hoy en día también financian el modelo de EITP», dijo el representante del Banco Mundial, Fabrizio Zarcone. Un paliativo que queda ahora en la cancha del Gobierno.

El Faro intentó obtener una reacción del Ministerio de Educación, pero al cierre de esta nota no hubo respuesta.

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