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Deseo una Cuba para Lazarito

Por: Hayled Martín Reyes Martín 

Desde hace un mes estoy por los pueblos de la montaña alta de Guerrero; específicamente, los municipios de Cochoapa el Grande y Metlatónoc, los más pobres de México. En muchas de estas regiones no hay comunicación, internet; en otros, ni siquiera electricidad —cargamos nuestros celulares y demás equipos con baterías de carros.

Varios amigos, compañeros y conocidos de Cuba y Latinoamérica me han enviado mensajes preocupándose por mi incomunicación, pero sobre todo, por lo sucedido en la Patria el pasado 11 de julio. Tengo que confesar que desconozco las particularidades de los hechos. Más bien sus mensajes son los que me han informado. He tratado de escuchar todas las posiciones. Recién ahora es que puedo escribir algo, puesto que hoy bajé a una comunidad en la que hay servicios de internet. Incluso, algunos amigos me pidieron escritos, los cuales todavía debo. Espero responder a esta demanda en los próximos días. Habiendo dicho esto quiero dar mi impresión sobre lo visto en estas pobrísimas comunidades mexicanas; si bien no es directamente sobre Cuba, guarda estrecha relación con el proyecto social cubano.

Este niño que ven en la foto se llama Lázaro. Tiene unos 5 o 6 años (el rango de edad no es por no preguntar, se debe a que en la montaña la gran mayoría no sabe su edad). Vive en Xalpa, comunidad mixteca o Ñuu Savi del sureste montañoso de México. Este muchachito fue nuestro guía por tres días en Xalpa. No habla español, sólo mixteco. Apenas nos comunicábamos por señas. El pueblo tiene unos 200 habitantes. De ellos apenas cuatro terminaron la primaria. Uno completó el sexto grado, otra llegó hasta el primer año de la secundaria; los otros dos aún siguen estudiando la preparatoria. En todos los casos, se tuvieron que trasladar hasta la ciudad más cercana, Tlapa de Comonfort, para estudiar. Fuera de estos cuatro, los demás firman con la huella. Lo que refleja que sólo un 2% completó el nivel primario de educación y que por estas geografías no hay escuelas. Situación que contrasta bastante con la realidad cubana, ya que la educación es obligatoria hasta la secundaria, por lo que no hay analfabetos, además es pública y llega a todos sin distinción social, racial o cultural; mucho menos diferencia entre la ciudad y el campo. Es sabido que Cuba es potencia en la enseñanza universitaria, y que dicho nivel está al alcance de todos de forma gratuita; sólo depende del esfuerzo de cada joven estudiante. Si el pequeño Lazarito no comienza a estudiar próximamente, se incluirá en la gran masa de pobladores analfabetos y desempleados, cuyo único objetivo en la vida será emigrar hacia los Estados Unidos a que lo explote algún patrón en la agricultura. Dicha utopía no es general, sino que está presente en los hombres más “decididos” del pueblo. A la pregunta sobre si les gusta estudiar, todos responden que no. A la temprana edad de Lazarito, niñas y niños, acompañan a sus padres o abuelos a trabajar al campo. Esto es, el que trabaja, porque la gran mayoría no produce la tierra. Si el analfabetismo es casi total, el desempleo no se queda atrás. Es un callejón sin salida, en el que no queda otra opción que emigrar.

Si no mencionamos la cultura es porque prácticamente no existe en estas comunidades. Fuera de la lengua que hablan, símbolo de resistencia por quinientos años, el cultivo por parcelas de maíz y los huipiles que confeccionan las señoras como recreación, no hay rastro de cultura.
El sistema de posesión de la tierra es individual y hereditario. Sobre esto quiero agregar que la posesión de la tierra al ser individual y heredada, muchos no la trabajan. Esto responde a dos cuestiones fundamentales: primero, al ser transmitido de generación en generación se pierde el valor de producir, o sea la valorización del trabajo, y apenas cultivan un porciento mínimo de parcelas de milpa para su autoconsumo; y segundo, la individualidad de la tierra no permite el trabajo comunal, o mejor dicho, no establecen un sistema comunitario de trabajo que beneficie a la propia comunidad. Lo que es mío es mío y no lo presto ni hago alianzas. Esta es la triste realidad de Lazarito y muchos otros niños, ya que las niñas tienen un destino aún más duro: apenas llegan a la adolescencia son vendidas como animales al mejor postor. Muchachitas de doce, trece y catorce años son entregadas como esposas a hombres maduros, muchas veces ancianos. Así de cruda es la situación en estos recónditos lugares.

Si la educación es un problema, la salud no deja de ser otro bien grande. Los enfermos en el pueblo son “curados” con rezos y sacrificios. No hay sistema de salud ni farmacia o consultorios por estas regiones. Los enfermos graves o agonizantes serán trasladados durante cinco horas hasta el hospital más cercano: que otra vez, como en la educación, queda en Tlapa de Comonfort. Los pobladores me dijeron que esto casi nunca lo hacen o lo logran, ya que la mayoría llegan muertos a la ciudad. Debido a esta situación las mujeres paren en la comunidad, con una tasa de mortalidad de un muerto por cada diez nacidos. Si esta cifra la llevamos a los parámetros que establece la OMS, tendremos un índice de cien niños muertos por cada mil nacidos. De más está decir que son números elevadísimos si los comparamos con la mortalidad infantil del año pasado en Cuba, que reflejó una tasa de 4,9 infantes muertos por cada mil nacidos vivos. La vida en estas comunidades no es una bendición si naces enfermo o con algún padecimiento. Enfermedades curables se vuelven mortales. Los discapacitados no tienen cabida en esta sociedad. Los niños mixtecos recuerdan las imágenes de los infantes africanos, con sus pancitas infladas debido a los malos hábitos higiénicos y alimentarios. Gracias a la vida, nuestro Lazarito no está así y goza de excelente salud. Es un niño alegre que siempre está riendo; con mucha energía, diría incansable para subir los empinados cerros. Piernas cortinas, pero fuertes. Sus ojitos negros, que imitan al capulín, brillan como dos luceros. Es la mirada inocente de un niño que merece un mundo mejor.

Por último, y no menos importante, me referiré brevemente al problema de la alimentación. La comida en estos lugares se basa fundamentalmente, como en todo México, en las ricas tortillas de maíz y la picante salsa de chile. Esto no es un secreto para nadie ni estoy diciendo nada nuevo. Sin embargo, aquí la escasez alcanza hasta el básico y tradicional generador de energías humanas. Me plantean que las pocas siembras de maíz que tienen no se dan porque las arrastran los torrenciales aguaceros o las ataca una plaga en la tierra llamada “gallina ciega”. Por solo poner un ejemplo en tres días y tres noches mi compañera y yo sólo comimos una tortilla. El segundo día, después de una larga caminata de tres horas a punto de mediodía, pedimos tortilla a uno de los habitantes y la negó. No pienso como otros que sean ridículos; creo que la razón de esta actitud está en la escasez de alimentos en la comunidad. Tampoco tomamos el delicioso café por las mañanas, en una tierra en que se da su fruto de forma silvestre. Lo pudimos constatar. Comen muy poca carne, para no decir que ninguna, y en la mayoría de los casos la carne mantenida por largo tiempo con sal está descompuesta. Resisten las largas caminatas por los cerros consumiendo el tronquito de la yerba santa, las vainas de cuajinicuil o alguna guayaba que encuentran en el camino. Así nos mostró nuestro aguerrido guía Lazarito. No hay agua potable ni envasada, consumen la del río. En el pueblo sacian la sed con Coca-Cola. Toman entre 5 y 10 botellas del refresco al día, lo cual responde a la cantidad de diabéticos que hay en la comunidad. No existen tiendas donde el viajero se pueda surtir. Tampoco hay transporte ni público ni privado en que trasladarse dentro del pueblo o viajar a otras ciudades. Llevan y traen las mercancías en burros. La economía en estas tierras se basa fundamentalmente en lo que puedan mandar sus familiares de los Estados Unidos y en los programas de ayuda que el gobierno mexicano les otorgue.

Dolor debería ser el nombre de estas palabras, porque con ellas fue escrito. Nunca mis ojos vieron tanta pobreza y sufrimiento antes. Qué dirían nuestros libertadores que una vez lucharon y dieron sus vidas por un México y una América mejores. Me llevó un tiempo escribir estas líneas, no por falta de argumentos, sino porque el sentimiento se impone a la razón y se aprieta el pecho a la hora de pensar. Pero se me aparecía una y otra vez Lazarito, y su mirada me interpelaba: no podía dejar de escribir. ¿Cuántos niños en nuestra querida y sufrida América están en la misma situación de Lazarito? Pienso que millones, y me atormenta aún más desconocer, no saber la terrible situación en que viven el futuro de nuestros pueblos. Y pensaba: qué sería de la vida de Lazarito en Cuba donde pueda asistir a la escuela, jugar con sus amiguitos, y no tenga que ir forzosamente al campo, o tener derecho a la salud y a la seguridad, el bienestar social. Si algo tiene el proyecto social cubano es que no deja desamparado a niños como Lazarito, sea de la comunidad que sea. Pensaba y pensaba…

Cómo sería esa otra vida en Cuba para Lazarito en la que el brillo de sus ojos no se apague y aumenten los sueños, las ilusiones. Ahora que algunos piden libertad en mi país, mirando al Norte, yo les pregunto ¿cuándo vamos a pedir libertad para niños como Lazarito? ¿cuándo vamos a dejar de mirar a otros lados para mirar a los nuestros? Se pide “ayuda humanitaria”, ¿quién ayuda a Lazarito? ¿será que no tendrá derechos? ¿al mismo tiempo que asesinan al presidente del país más pobre de América Latina piden intervención humanitaria en Cuba? ¿quién responde por los masacrados chilenos y los muertos de Colombia? ¿o será que la ayuda humanitaria que piden para Cuba es como la masacre sionista al pueblo palestino? Como mismo criticamos la violencia repudiamos la injerencia extranjera en asuntos cubanos. La Revolución cubana y su pueblo sabrán cómo salir de los problemas actuales. Nadie de afuera tiene derecho a interceder en la patria. Cuando dos amigos se pelean, y sólo en ese momento, comprenden qué es la amistad; algo parecido sucede en Cuba y es que no saben lo que tienen (tenemos). No es necesario perderlo para saber lo que tenemos: sólo basta dejar de mirar a otros lados para comprender lo que tenemos. Mientras los días pasan, habiendo estado en muchos lugares, sigo deseando una Cuba para Lazarito.

Fuente de la Información e imagen: https://rebelion.org

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Mundo: Penuria infantil en un mundo desigual

Penuria infantil en un mundo desigual

Los problemas que ha conllevado para los países en vías de desarrollo la extensión y proliferación de la pandemia de coronavirus se pueden catalogar de graves, sobre todo para los menores de edad que pertenecen a los sectores más pobres de la sociedad.

La Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) informó que los esfuerzos fiscales anunciados en 2020 representaron un promedio del 4,6 % del PIB en la región, al tiempo que la existencia de la pandemia, la disponibilidad de vacunas y la incertidumbre sobre su efectividad junto con los ritmos desiguales y divergentes de la reactivación económica, ponen en duda la rapidez y la sostenibilidad de la recuperación económica.

El organismo estimó que el rescate de los niveles del PIB anteriores al inicio de la pandemia no se alcanzarán antes del 2023 en la mayoría de las naciones del área, donde se reportó una pérdida promedio de 7,1 % en 2020 debido a que la crisis de salud cerró negocios, congeló el turismo y la pobreza alcanzó su nivel más alto en 12 años lo que afecta ahora a más de un tercio de la población.

La secretaria ejecutiva de la CEPAL, Alicia Bárcena, alertó que resulta fundamental actualizar el gasto público como instrumento de desarrollo lo cual requiere vincular la emergencia con una reactivación transformadora a corto plazo con transparencia e ingresos de emergencia y el apoyo a sectores productivos, mientras a mediano plazo, se debe poner la mira hacia la universalización de la protección social.

Estos puntos resultan fundamentales en sociedades que han adoptado por aplicar las nefastas reglas neoliberales que han posibilitado a unos pocos convertirse en ricos y a la mayoría de sus poblaciones encaminarse a la pobreza.

Para el director ejecutivo del Programa Mundial de Alimentos (PMA), David Beasley los problemas de hambruna se han ido agravando por sequías, huracanes, terremotos, cambios climáticos y ahora por la pandemia de covid-19.

Los programas sociales de ayuda a los más desposeídos se hacen completamente indispensables para salvar a muchos a morir de hambre e inanición.

Solo en tres países de Centroamérica, Honduras, Guatemala y el Salvador, en el último año y medio, las personas en situación de hambre se cuadriplicaron al pasar de dos millones a ocho millones, lo cual ha impulsado la perdida de empleos y por consiguiente la emigración hacia México y Estados Unidos para intentar mejorar sus situaciones de pobreza, lo cual casi nunca consiguen.

En esta deleznable pirámide invertida aparecen los menores de edad pues la pandemia ha revertido los objetivos trazados por las organizaciones internacionales para disminuir el trabajo infantil.

Un estudio realizado en conjunto por la Organización Internacional del Trabajo (OIT), y el Fondo de las Naciones Unidas para la Educación y la Infancia (Unicef), denuncia que más de 152 millones de niños están en situación de explotación y de ellos 73 millones en labores peligrosas.

El estudio agrega que 74 millones tienen entre 5 y 11 años; 42 millones entre 12 y 14 años y 36 millones entre 15 y 17 años.

Los expertos indican que para revertir la situación se necesitan recetas universales: la vuelta inmediata a los colegios, ayuda pública a las familias más vulnerables, un mayor desarrollo de las políticas sociales, pero nada de esto pueden ofrecerlo los sistemas neoliberales.

El informe, con fecha de cierre en 2020, señala que los gobiernos y donantes debían aumentar las asignaciones en efectivo a las familias para mantener a los niños fuera del trabajo infantil (peligroso y explotador), protegerles la educación y un nivel de vida adecuado.

Dos solos ejemplos en diferentes continentes para ilustrar este flagelo. En Colombia se estima que cerca de un millón de menores, por las diferentes calles y avenidas de las ciudades, venden frutas, dulces, agua; limpian carros, interpretan canciones, hacen malabares. En casas de familias pudientes, lavan ropa, hacen mandados, limpian los inmuebles.

Pero mucho más peligroso y degradante es cuando individuos inescrupulosos los explotan sexualmente o les obligan a realizar actividades al margen de la ley.

En otro país, Gabón, en el continente africano, cientos de niños laboran o buscan materiales para el sustento de sus familias en vertederos insalubres pese a los riesgos que significa para la salud.

Muchos enferman y no tienen formas de obtener tratamiento especializado ni medicamentos, por grave que sea el padecimiento, y sus familiares deben recurrir a medicinas naturales.

Daniel Bondende, un niño de solo ocho años, deambula por uno de los vertederos de basura de Gabón, que abarca cientos de metros, en busca de algún pedazo de cobre o aluminio para revenderlo. Daniel declaró a una televisora nacional que temía por su salud pero debía hacerlo porque no puede dejar que el poco dinero que obtiene la familia provenga de su mamá y ya tiene edad suficiente para cuidarse.

Hace poco, dijo, me herí con una barra de hierro, me dolió pero la herida se curó y regresé a trabajar porque mi familia esta muy necesitada.

Roselin Bendome, activista de los Derechos del Niño en Gabón, puntualizó que cada vez más niños no van a la escuela y pasan casi todo el día en ese vertedero donde se queman materiales tóxicos para recuperar pedazos de cobre cuyo humo resulta muy dañino para la salud.

Neoliberalismo y pandemia se han unido para llevar más desgracias a diferentes pueblos del mundo y como significó la OIT, “el trabajo infantil priva a los menores de su niñez, su potencial y su dignidad”.

Son pocos los países del mundo donde los menores disfrutan plenamente de la niñez y de la juventud con plenos derechos a la educación, la salud y al bienestar social. Esperemos que algún día, ese derecho ocurra en la mayoría del orbe.

Hedelberto López Blanch, periodista, escritor e investigador cubano.

Fuente de la Información: https://rebelion.org/penuria-infantil-en-un-mundo-desigual/

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Cuba: La Revolución Cubana, víctima de su éxito

La Revolución Cubana, víctima de su éxito

Atilio Borón

Cuba es víctima de su propio éxito. Un logro de formidable envergadura pero que la opinión “bienpensante” insiste en caracterizar como un fenomenal fracaso. Algunos lo hacen por ignorancia, repitiendo el mensaje que le bajan los medios dominantes y sus “opinólogos” a partir de un guión que en sus líneas generales fue elaborado en Estados Unidos desde los primeros meses del triunfo de la Revolución. Pero en la mayoría de los casos este mensaje es emitido por una nutrida caterva de mercenarios de la guerra comunicacional que saben que están mintiendo, pero la generosa recompensa que les prodiga el imperio logra acallar sus dudas y volcarse con frenesí a la difamación y la mentira en contra de los enemigos que puntualmente Washington les señala.

Dije éxito, intencionalmente, porque de qué otro modo podríamos calificar el desempeño de un pequeño país que pese a ser víctima del bloqueo más prolongado e integral de la historia de la humanidad se las ha ingeniado, gracias a su revolución, en producir indicadores sociales admirables. Tomemos, sin ir más lejos, el combate a la pandemia del Covid-19 y observemos el comportamiento de un indicador clave: el número de muertes por millón de habitantes. Pese a las criminales restricciones que impone el bloqueo recargado por Donald Trump y mantenido por Joe Biden la tasa de letalidad por millón de habitantes en Cuba es, al día de hoy, igual a 195/millón. En Brasil es 2.555, en Argentina 2.259; Bélgica 2.166; Estados Unidos, el verdugo del pueblo cubano tiene una tasa de 1.881, siempre por millón de habitantes; Chile, 1.808; Uruguay, 1.696 y Suecia 1.438. En pocas palabras: el “régimen” cubano (como se lo nombra para descalificarlo) tiene una tasa de cuidado de su población casi diez veces superior a la de la ejemplar “democracia” estadounidense y unas siete veces más efectiva que la de la tan admirada “democracia” sueca. Dado que la protección de la ciudadanía es un rasgo esencial de la democracia mientras que la existencia de un sistema multipartidario no lo es (recordemos que en la dictadura brasileña “funcionaban” al menos dos partidos políticos, y que bajo los regímenes de Anastasio Somoza y Alfredo Stroessner había inclusive más) con elecciones periódicas y todos los rasgos que el saber convencional de la ciencia política considera consustanciales con la democracia, la conclusión a la que podemos llegar es que desde este punto de vista, el cuidado de la población, la Cuba revolucionaria es mucho más democrática que cualquiera de los países arriba nombrados.

Eso sería todo, ¿sus éxitos en materia de combate al Covid-19? No, de ninguna manera. La salud como derecho ciudadano alcanza niveles formidables en Cuba, mientras que en Estados Unidos (el país agresor), aquella es una mercancía más, accesible a quien pueda adquirirla. Quien tiene dinero accede a la salud, los demás deben rezar al buen Dios para que los libre de todo mal. Un indicador sensible de los muchos que podrían utilizarse para graficar el desempeño de Cuba en materia de salud es la tasa de mortalidad infantil: mientras que ésta es de 4 por mil nacidos vivos en la mayor de las Antillas, en Estados Unidos, para su deshonra, es de 6 por mil nacidos vivos, según informa el Banco Mundial. En Colombia, cuyo gobierno se ufana (para su desgracia) de haber convertido a ese país en “la Israel de América Latina” y sobre el cual llueven los elogios de Mario Vargas Llosa el guarismo se empina a un criminal 12 por mil nacidos vivos. Como si lo anterior no fuera suficiente Cuba es el único país de Latinoamérica y el Caribe que ha logrado la autosuficiencia vacunal, no con una sino con dos vacunas ya en uso y tres más a punto de ser aprobadas. Países con mucha más población y economías mucho más grandes (Brasil, México, Argentina, por ejemplo) muestran una lastimosa dependencia en este rubro pese a que ninguno de ellos sufre de un bloqueo como el que oprime a cubanas y cubanos.

Agréguese a lo anterior que la Revolución Cubana exhibe una tasa de alfabetización del 99.8 por ciento en la población de 15 años o más contra el 99.0 por ciento de Estados Unidos; una competencia reñida, pero en la cual Cuba se lleva los lauros. Y que el acceso a la cultura, en todas sus manifestaciones, es uno de los grandes logros de la revolución cubana, evidenciada en la calidad universal de sus músicos, sus artistas plásticos, pintores, literatos, etcétera. Y de la mano de esta preocupación por socializar no sólo la economía sino también la cultura viene la democratización del acceso al deporte. Siendo en términos demográficos un país pequeño es el primero de Latinoamérica y el Caribe a la hora de computar las medallas obtenidas en los Juegos Olímpicos: con 226 medallas en total, 78 de las cuales doradas, aventaja no sólo a todos los demás países de la región sino a otros como Canadá, España, Dinamarca, Turquía y muy holgadamente a Brasil, México y Argentina. Y si observamos el medallero de los Juegos Panamericanos, detrás del Goliat norteamericano, que lo encabeza con 2066 medallas doradas, inmediatamente atrás viene Cuba con 908, Canadá con 491, Brasil 383, Argentina 327 y México 258.

Va de suyo que estos logros no ocultan los problemas que aquejan a la economía cubana. Fidel permanentemente recordaba que la Cuba socialista era una economía subdesarrollada, dependiente y altamente vulnerable, más que cualquiera otra de la región a causa del bloqueo genocida al cual se ve sometida. Y si bien sería un error atribuirle al bloqueo la totalidad de las dificultades económicas cubanas, pues hay muchas que son endógenas –por ejemplo, la demorada actualización del modelo económico y un exceso de burocratismo en la gestión macroeconómica- no puede haber la menor duda que estos problemas fueron potenciados hasta lo indecible a causa de los efectos devastadores de un bloqueo que se extiende por sesenta años. Cualquier análisis de la economía cubana que soslaye este dato fundamental jamás podrá aportar una explicación convincente de sus problemas y debe ser considerado como una grosera pieza propagandística.

Conclusión: si el imperio creyera realmente lo que dicen sus voceros deberían levantar el bloqueo inmediatamente para que salte a la vista que los problemas de la economía cubana se deben a la irracionalidad del socialismo y a la ineptitud del gobierno revolucionario, haciendo que la población se rebele en contra de las autoridades y provoque su derrocamiento. Pero ellos saben que esto no es así, y por eso persisten con el bloqueo. Si no, ¿para qué concitar el periódico repudio universal en contra de una política genocida que en los últimos 29 años fue repudiada por la casi por absoluta unanimidad en la Asamblea General de las Naciones Unidas? Si Washington mantiene el bloqueo es porque sabe muy bien que sin él la economía cubana florecería como en ningún otro país de la región, y eso sería un pésimo ejemplo para el resto del mundo. Sería la corroboración empírica de la superioridad de una economía socialista sobre la capitalista, y eso es un tema tabú para la derecha y los imperialistas. De ahí la enfermiza obsesión de todos los gobiernos, desde 1959 hasta hoy, por mantener el bloqueo.

Fuente de la Información:  http://www.cubadebate.cu/opinion/2021/07/24/la-revolucion-cubana-victima-de-su-exito/

 

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Humanismo o “humanitarismo”

Por: Sara Rosenberg

 

La “intervención humanitaria” que los señores de la guerra y sus acólitos promueven ha sido siempre la misma: crea el caos, debilita al estado, destruye y endeuda para intervenir militarmente.

 

Patria es Humanidad, es aquella porción de la humanidad que vemos más de cerca, y en que nos tocó nacer.

José Martí.

La guerra que se abate contra Cuba desde hace más de 60 años es una guerra contra la humanidad. Contra el sentido mismo de humanidad que es exactamente lo contrario del “humanitarismo” esgrimido para invadir, bombardear, destruir y saquear a los pueblos.

El concepto de humanidad martiano pone en cuestión el sistema capitalista mismo, porque atañe al sentido profundo de lo que significa ser un ser humano. Existir para la vida (colectiva), con la historia como espejo de futuro, o existir para la destrucción de la vida.

Aquí, en los países que forman parte del arco imperialista, resulta difícil imaginar un ser humano que rompa con el egoísmo y que priorice lo colectivo a la mezquindad individual, a esa forma de esclavitud obligada y consensuada que está destruyendo nuestro planeta.

¿Es acaso posible que el ser humano sea solidario, sea consciente de su ser social, responsable, equitativo y justo? ¿Es posible lograr una sociedad humana liberada de la explotación económico-política y cultural a la que el capitalismo nos somete? ¿Es posible que seamos capaces de ser nosotros -y juntos- más humanos?

Sí, Cuba ha dicho que sí y lo ha dicho en voz muy alta y en los peores momentos: cuando se nos hundió la URSS, no sólo por la larga y cruel “guerra fría” sino por haber abandonado ese concepto comunista de Humanidad y por haberse enfriado hasta perder la batalla ideológica, la batalla de ideas de la que tanto nos habló Fidel.

Sí, el pueblo cubano ha demostrado muchas veces cómo resistir y vencer los constantes ataques del imperialismo y también de aquellos que desde posiciones seudo democráticas y/o socialdemócratas hacen de eco plañidero, cuando lo esencial y relevante es que la fuerza de la revolución cubana reside en la construcción de ese Hombre Nuevo, como decía el Che, capaz de imaginar otra humanidad, otra forma de relación humana, liberada de toda explotación. Es un tema crucial y es una lucha profunda en el campo del lenguaje, por la verdad y contra la mentira y con la fuerza de los que decimos sin medias tintas que apostamos por la construcción de una humanidad diferente, de un mundo socialista.

Y decía que esta guerra es contra la humanidad entera, porque nos abarca, nos compromete y muestra claramente que la barbarie imperialista necesita destruir eso que es lo propiamente humano: la dignidad, la equidad, la cultura solidaria, el internacionalismo y la justicia. Eso es Cuba y eso es intolerable para las oligarquías imperiales y sus tristes marionetas que han salido a la calle empujadas por redes mercenarias, que saben aprovechar el dolor infligido por el bloqueo, sumado ahora a la covid.

Hace unos días hubo más de cuatrocientas personas en la embajada de Cuba en Madrid apoyando al pueblo cubano y su revolución. Afuera una pequeña horda descerebrada dirigida por la señora Monasterio (de origen cubano, hija de esclavistas y dirigente del partido fascista Vox) vociferaba, y era triste verlos gritar a favor del verdugo, con el lenguaje inhumano del odio y la irracionalidad propia del totalitarismo nazi.

Mientras esto sucedía, un compañero cubano me comentó: “nosotros no somos un número, nosotros somos familia y cada uno cuenta, cada muerto por el covid nos pesa en el alma y lo vamos a vencer”, y al escucharlo sentí la grandeza de esa humanidad que ha forjado la revolución. Basta escuchar cómo habla el ministro de sanidad cubano, el presidente Diaz Canel, los médicos, los periodistas, los estudiantes, la gente en la calle para saber que su lenguaje mismo es completamente diferente a la cháchara del pan y circo de los medios de des-información españoles y europeos. Y si -haciéndole caso a Brecht- nos distanciamos lo suficiente de este discurso mediático envilecido, entendemos que su función es oscurecer, embrutecer, que no hablan para seres humanos sino para consumidores, con un lenguaje pobre, brutal, emocional (por no decir amarrillo) donde la mentira manda.

Sin duda, y a pesar de la dura situación que les impone el bloqueo, la conciencia y la cultura del pueblo cubano están en el futuro, en el futuro que tanto deseamos para el mundo entero. Alguien me dirá que en Cuba hay hambre y responderé que “millones de niños en el mundo mueren de hambre, pero ninguno es cubano”, y reconoceré que el bloqueo provoca escasez y sufrimiento y que ese es su objetivo: asfixiar, sitiar y destruir el socialismo.

Es tan sencillo como criminal: el país que ha producido sus propias vacunas, el que menos casos de covid tiene, no puede comprar jeringuillas porque los señores de la guerra controlan el mercado y bloquean esas transacciones.

Y no podemos olvidar que en esa institución llamada ONU, 184 países votaron en contra del bloqueo, pero que una vez más dos estados delincuenciales -USA e Israel- se opusieron y hasta ahora parece que pueden más que el mundo entero. ¿Es esto la tan mentada democracia occidental? ¿Es esto la democracia española que condena la supuesta “violencia” en Cuba, que reconoce al mafioso Guaido y hospeda a sus secuaces y calla sobre los crímenes de lesa humanidad en Colombia, en Chile, en Palestina, en Yemen y en tantas otras partes del mundo donde los negocios son suculentos y la ética demócrata repugnante?

Nacimos y crecimos en una América Latina alumbrada por la Revolución cubana, y digo alumbrada porque fue la luz que nos marcó el camino y nos sostuvo en tiempos muy sombríos de crimen institucional y terrorismo de estado. Y seguimos creciendo en las dificultades que implica todo proceso revolucionario, atacado permanentemente con un bloqueo genocida.

No hubo castigo que nuestra isla no haya recibido: atentados, intento de invasión, intentos de magnicidio, bio-terrorismo, bloqueo, campañas mediáticas bestiales para hundir el espíritu que la Revolución sembró hace más de medio siglo. Y esta barbarie se ejerce contra la humanidad misma, decía, porque necesitan destruir la posibilidad de un futuro justo para el ser humano, y saben perfectamente que esa condición solo es posible en un mundo de iguales, sin explotación y sin acumulación de capital y destrucción, dos características inevitables del capitalismo. Por más que cacareen lo contrario los demócratas de la OTAN, la NED, la CIA, la Unión Europea, el Banco Mundial y el FMI con sus vastos tentáculos.

Acumular capital implica destruir vidas humanas y destruir el planeta. Lo estamos viendo y viviendo cada día. No basta que intenten tapar con eufemismos tales como “cambio climático”, “derechos humanos”, “libertad de expresión” lo que es la intensiva y siniestra explotación del planeta sin ley ni limite, porque los señores de la guerra capitalista dictan las leyes mientras engañan a las grandes mayorías del planeta para robar mejor y cuentan con un inmenso aparato cultural que potencia este festín caníbal (verde, morado, naranja y tecnicolor) que despues vota a la podrida democracia que los señores de la guerra controlan desde sus entrañas.

Nos venden toneladas de basura cultural para convencernos del peligro que entraña la existencia de otra alternativa, de otra forma de vida, de otro concepto de humanidad: una humanidad socialista.

Es gracioso y es un detalle significativo que aprendí estudiando ruso. Hay una letra que no existe en nuestro abecedario (z rusa) a la que llamamos, “la z del ruso malo de las películas”. Miles de películas de malvados rusos terminaron por hacer que ese sonido sea fácilmente reconocible. Malvados rusos atacan siempre al buen occidente con un sonido de víbora cascabel. De la misma manera constante inoculan la propaganda contra cualquier país que sea capaz de desafiar la férrea ley del mercado.

Pasó con la URSS (atacaron a la URSS hasta minarla por dentro), pasó con Vietnam (triunfante, a pesar de la destrucción brutal de la guerra), pasa con China (que los ha superado con creces y con otro modelo de producción y gestión), pasa con Corea y con Irán demonizados, pasa con la Siria atacada que los ha vencido, pasa con Venezuela, con Nicaragua, con Bolivia, y pasa y sigue pasando con Cuba.

Todas estas reflexiones para llegar a lo que hoy me parece esencial: recuperar y renacer con firmeza en la defensa y construcción del mundo nuevo, del socialismo que Cuba significó y significa.

Necesitamos unir fuerzas internacionalistas contra la barbarie y organizar en cada lugar de esta Europa a la deriva, -que ha perdido la fuerza que tuvieron los partidos comunistas antes de la catástrofe neoliberal/eurocomunista-, para seguir construyendo el socialismo y luchando por el. En este camino siempre Cuba nos seguirá alumbrando. De allí que sea imprescindible derrotar el bloqueo y unirnos en la exigencia de que se cumpla lo que se ha votado en la ONU. Esa es la tarea urgente en Europa, debemos exigir a cada uno de los gobiernos que votaron contra el bloqueo en la ONU, cumplir y hacer cumplir esa decisión. Basta de papeles mojados. Los ciudadanos de los países que están representados en esa votación deben exigir que lo votado se cumpla ahora. Ahora más que nunca hay que llamar a la unidad y a la organización internacional contra el bloqueo a Cuba.

Es una obligación no solo moral sino una urgencia para la supervivencia misma de la especie humana. No actuar es dejar que el crimen de lesa humanidad campee a sus anchas y lleve a las masas desorientadas hacia lo que dolorosamente conocemos: el fascismo. De nuestra voluntad depende detenerlos y transformarnos.

Nada más lejos de la Humanidad que el Humanitarismo: son antagónicos. La “intervención humanitaria” que los señores de la guerra y sus acólitos promueven ha sido siempre la misma: crear el caos, debilitar al estado, destruir-endeudar e intervenir militarmente. Son expertos en la técnica de creación del caos y pagan a mercenarios que piden –sin vergüenza- invasiones a su propia patria. Este “humanitarismo” se apoya en la ley que llamaron “responsabilidad para proteger” (RP) que consiste en crear el caos (bloquear-asfixiar-armar grupos mercenarios) dentro de un país para justificar despues la intervención militar y la destrucción de millones de vidas humanas. Basta recordar lo que hicieron en Yugoeslavia, Irak, Afganistán, Libia, Siria, Panamá…

La única Humanidad posible es la de la igualdad de derechos y la no injerencia. Nuestra humanidad es “la humanidad que ha dicho basta y ha echado a andar” contra las artimañas y la crueldad del imperialismo. Queremos paz, queremos desarrollo social y democracia de verdad. Por eso una vez más exigimos el fin del bloqueo a Cuba. (Y a Venezuela, a Nicaragua y a todos aquellos países que sufren las consecuencias devastadoras de esta guerra no declarada llamada bloqueo).

https://www.alainet.org/es/articulo/213174

 

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Puerto Rico: Pequeños guerreros de la Fundación CAP comparten sus letras con Metro

América Central/Puerto Rico/23-07-2021/Autor(a) y Fuente: www.metro.pr

Pequeños guerreros de la Fundación CAP comparten sus letras con Metro

Las letras de los niños están disponibles para ser adquiridas mediante la plataforma de Gustazos y así aportar a la Fundación CAP.

Sus letras este año son las protagonistas de la edición especial Real Characters. Contrario a otros años, en esta ocasión son letras de una niñez muy especial. Aquí los conocemos.

Carlian Janerys Reyes Rosado es una niña de nueve añitos que vino desde Vega Alta hasta Trujillo Alto para hablar con nosotros sobre este proyecto en el que sus letras forman parte de los titulares del periódico. Aunque es un poco tímida, su cariño y buen humor se sintieron en todo momento.

Por su parte, Emma Charlotte Trinidad Vargas, de Ponce, empezó la entrevista un poco callada, pero la chica de cuatro años se soltó de poco a poco. Al final de nuestro encuentro, llegó a cantar una canción, recitar el abecedario e incluso reveló su introducción de “YouTuber”. “¡Hola chicos de YouTube, yo soy Emma, del canal de Emma!”, exclamó contentísima a la cámara que registraba el compartir con nuestros real characters.

Jasuel Castro acaba de cumplir sus cinco añitos y vive en Carolina. El chico quiere ser chef cuando sea grande, pero no pierde tiempo en ir construyendo su sueño, y nos detalló todo lo que ya sabe confeccionar. “Yo hago avena con mi papá y pancake con mi mamá”.

Aidán Valentino tiene cinco años y vino desde San Juan para enseñarnos su “matryoshka”, una muñeca rusa que tiene dentro de ella misma muchas más. Nos contó la historia de su colección de estas muñecas, al tiempo que nos enseñó cómo se subdividía. Este pequeño es todo un experto en los temas relacionados a Rusia.

Mientras que Edzael Ehdrian Rodríguez Ortiz es un niño carismático de siete años, natural de Caguas. El pequeño galán es toda una estrella. Edzael nos contó que su sueño es ser actor de películas de acción. Cantó, bailó, y nos enseñó sus talentos dramáticos. “¡Voy a salir en Metro PR!”, exclamó desbordado de emoción.

Los cinco niños son unos guerreros que con el apoyo de su familia libran la más intensa de las batallas. Todos son pacientes de cáncer que reciben tratamiento en el Hospital Pediátrico Universitario, donde también los ayuda la Fundación CAP.

Entre el verdor del parque infantil Koala en las instalaciones de la Fundación Luis Muñoz Marín conocimos a estos pequeños guerreros que por hoy nos prestaron sus letras para escribir los titulares de esta edición especial.

Mensaje de Félix Caraballo, gerente general de Metro

“Este año la edición especial de Real Characters se llena de esperanza con 5 espectaculares amigos del Hospital Pediátrico Universitario, quienes nos prestaron sus letras para adornar los titulares de nuestra edición. En Metro Puerto Rico continuamos comprometidos con Puerto Rico y en esta ocasión nos unimos al CAP para llevarles un mensaje de amor a nuestros lectores a través de estos niños que con su valentía y enormes corazones nos regalan una lección de vida que queremos compartir con ustedes. No dejes de cooperar con el CAP adquiriendo las tipografías de estos maravillosos amigos”.

Fuente e Imagen: https://www.metro.pr/pr/dimealgobueno/2021/07/22/pequenos-guerreros-de-la-fundacion-cap-comparten-sus-letras-con-metro.html

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República Dominicana: Liga Municipal y Juventud promueven acciones educativas y deportivas para adolescentes

América Central/República Dominicana/23-07-2021/Autor(a) y Fuente: acento.com.do

Los firmantes se comprometen a promover el programa Juventud Segura, que consiste en el proceso de carnetización para afiliar al Régimen Subsidiado de salud, aquellos jóvenes que por consecuencias de la pandemia provocada por la COVID-19, han perdido sus trabajos y han quedado es una situación desfavorable y desprotegida.

SANTO DOMINGO, República Dominicana.- La Liga Municipal Dominicana (LMD) y el Ministerio de la Juventud (MJ) firmaron un acuerdo interinstitucional que los compromete a coordinar estrategias en beneficio de este grupo poblacional.

Las iniciativas de las partes tendrán como centro a los gobiernos locales, a fin de crear capacidades que, de la mano del talento de los territorios, permitirá a los jóvenes y adolescentes estar en condiciones de emprender o aplicar a las ofertas de trabajo internas o externas.

El secretario general de la Liga, Víctor D’Aza valoró la firma del acuerdo, precisando que todas las políticas públicas deben tener como centro a la gente, “por esa razón los ayuntamientos, que son las instancias de gobierno más cercana a la gente, son los más llamados a desempeñar este rol”.

Los firmantes se comprometen a promover el programa Juventud Segura, que consiste en el proceso de carnetización para afiliar al Régimen Subsidiado de salud, aquellos jóvenes que por consecuencias de la pandemia provocada por la COVID-19, han perdido sus trabajos y han quedado es una situación desfavorable y desprotegida.

Con estos programas se busca aumentar la participación cultural, asociativa y creativa de los jóvenes; la inserción en el mercado laboral, tomando en cuenta los motores que mueven la economía y así impactar el flujo migratorio rural-urbano; la prevención de las enfermedades de transmisión sexual, como el VIH y SIDA, y los embarazos a temprana edad.

Fuente e Imagen: https://acento.com.do/deportes/8967531-2-8967531.html

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Cuba con alto índice de supervivencia en menores con Covid-19

América Central/Cuba/23-07-2021/Autor(a) y Fuente: www.prensa-latina.cu

Foto: Estudios Revolución

La Habana, 20 jul (Prensa Latina) La supervivencia en menores con Covid-19 en Cuba supera el 99 por ciento, aunque en el tercer rebrote se acumularon 41 mil casos de esa población, informó hoy la directora del Grupo Nacional de Pediatría, Liset López.

Durante un encuentro con el presidente cubano, Miguel Díaz-Canel, y otras autoridades del Gobierno, la especialista precisó que en el actual pico de la enfermedad se detectaron complicaciones como encefalitis y neumonía en pacientes pediátricos.

El reto para el manejo de los niños y adolescentes en el escenario actual está en la actualización de los protocolos sanitarios con el ingreso a domiciliario, reconoció.

La familia, dijo, resulta parte importante para enfrentarlo, por ello debe analizarse cada caso para cumplir con el criterio de ese proceder y evitar que se enfermen los menores.

Durante el encuentro, el grupo de Patología Nacional divulgó los resultados de un estudio en fallecidos a consecuencia de la enfermedad que arrojaron daños en otros órganos vitales además de los pulmones, como el corazón, hígado y riñones.

Por su parte, el decano de la Facultad de Matemática y Computación de la Universidad de La Habana, Raúl Guinovart, aseguró que los pronósticos confirman un incremento del número de nuevos casos de Covid-19 en el país.

La nación vive un pico pandémico con La Habana y Matanzas, ambas al occidente, como epicentros, precisó.

El experto pronosticó que ambos territorios tendrán una disminución de contagios a medida que avance la vacunación.

Autoridades del grupo gubernamental de trabajo para el control de la Covid-19 coincidieron en que el éxito en el combate al coronavirus SARS-CoV-2 radica en la extensión de la inmunización y el cumplimiento de las medidas.

oda/ebr/cvl

Fuente e Imagen: https://www.prensa-latina.cu/index.php?o=rn&id=463641&SEO=cuba-con-alto-indice-de-supervivencia-en-menores-con-covid-19

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