«No estaré vinculado con la inhumana y contraproductiva decisión de Estados Unidos de deportar a miles de refugiados haitianos e inmigrantes ilegales a Haití, un país donde los funcionarios estadounidenses están encerrados en instalaciones protegidas debido al peligro creado por grupos armados que controlan la vida cotidiana».
Con esa dura crítica a su propio gobierno, el enviado especial de Estados Unidos para Haití, Daniel Foote, anunció este miércoles su renuncia inmediata al cargo.
En una carta dirigida al secretario de Estado, Anthony Blinken, Foote dijo que dejaba el cargo decepcionado y advertía que la política de Estados Unidos hacia Haití era «profundamente defectuosa».
Su renuncia al cargo, que ocupaba desde julio, se produjo luego de que el pasado fin de semana el gobierno de Estados Unidos empezó a deportar a unos 13.000 migrantes haitianos que se hallaban reunidos junto a un puente en una localidad fronteriza de Texas.
Estos haitianos habían levantado allí un campamento improvisado, donde vivían bajo temperaturas de 37ºC mientras esperaban su oportunidad para ser admitidos como refugiados en Estados Unidos, junto a grupos más reducidos de cubanos, peruanos, venezolanos y nicaragüenses.
Funcionarios locales habían enfrentado dificultades para proveerles de comida y condiciones sanitarias mínimas.
Desde el domingo hasta este jueves, Estados Unidos ya ha deportado hacia Haití a unos 1.400 migrantes que estaban en ese campo.
En su carta de renuncia, Foote advirtió que Haití era un «estado colapsado» que «simplemente no puede soportar la infusión forzada de miles de migrantes retornados que carecen de comida, refugio y dinero sin una tragedia humana adicional y evitable».
El malestar de los deportados se hizo visible el martes en el aeropuerto de Puerto Príncipe, cuando un grupo de ellos corrió de vuelta hacia el avión en el que habían sido trasladados, mientras que otros lanzaron sus zapatos hacia la aeronave en muestra de su descontento.
Al menos uno de los deportados casi logró abordar nuevamente una aeronave, lo que fue impedido por la tripulación que se apresuró a cerrar la puerta antes de que la alcanzara, según informó Reuters.
Imágenes de video también muestran algunas escenas de caos mientras muchos deportados buscaban sus pertenecias, luego de que su equipaje fue arrojado fuera del avión.
También circularon reportes de prensa según los cuales algunos migrantes no habían sido informados de que serían devueltos a Haití.
Asilo, no deportaciones
Las imágenes difundidas en estos días de agentes estadounidenses montados a caballo intentando arrear a los inmigrantes en Texas generaron gran rechazo al evocar comparaciones con la época de la esclavitud en Estados Unidos y con el maltrato que la población negra ha sufrido históricamente en ese país.
Esas imágenes, captadas por un fotógrafo de la agencia AFP, parecen mostrar a los agentes fronterizos a caballo usando sus riendas en contra de los migrantes y empujándolos hacia el Río Bravo que marca la frontera con México.
Su difusión incrementó la presión sobre el gobierno de Biden y generó llamamientos dentro del propio gobernante Partido Demócrata para que a los haitianos se les ofrezca asilo y no se les deporte.
Funcionarios del departamento de Seguridad Nacional de Estados Unidos informaron este jueves que el gobierno suspendería temporalmente el uso de patrullas a caballo en la localidad fronteriza de Del Río, donde se encuentra el campamento de migrantes haitianos.
Muchos haitianos abandonaron su país después de un devastador terremoto en 2010. Gran cantidad de los que están en el campamento en Texas habían estado viviendo en Brasil y en otros países de América del Sur, desde donde se trasladaron hacia el norte luego de que no haber logrado conseguir empleos ni un estatus migratorio legal.
Este año la situación en Haití empeoró al generarse más inestabilidad política, tras el asesinato en julio del presidente; y al producirse un terremoto mortal en agosto.
Foote sostuvo que los haitianos necesitan «asistencia inmediata» y criticó que Estados Unidos y otros países estén interfiriendo en la política de ese país.
«Lo que nuestros amigos haitianos realmente quieren, y necesitan, es la oportunidad de fijar su propio rumbo», escribió.
Un portavoz del departamento de Estado agradeció a Foote por su trabajo y aseguró que Estados Unidos se mantiene «comprometido con respaldar una migración segura, ordenada y humana en toda la región».
Casi 19.000 migrantes, mayormente haitianos, se encuentran en Colombia, esperando a cruzar hacia Panamá en su recorrido hacia Estados Unidos.
Fuente: https://www.bbc.com/mundo/noticias-internacional-58671277