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Presidente pide a los panameños unir esfuerzos para mejorar educación

Centro América/ Panamá/ 01.03.2020/ Fuente: ecotvpanama.com.

A pocas horas del inicio del año escolar, el presidente de la República, Laurentino Cortizo Cohen, hizo un llamado a todos los panameños a unir esfuerzos para mejorar la calidad de la educación pues es una tarea de todos.

El mandatario destacó que particularmente hay que prestar atención a los niños del Panamá rural, el agrícola, el de los barrios y de las comarcas por la ayuda que necesitan.

“No estamos satisfechos con el resultado de que niños de tercer Grado no comprenden lo que leen», dijo el presidente, por lo que hizo un llamado a unir fuerzas de todos los panameños para que el país supere está situación.

«Tenemos que hacer un esfuerzo como panameños y no seguir echando cuentos ni filosofando», indicó Cortizo Cohen en un acto en Penonomé donde hizo entrega de las llaves de 87 viviendas a humildes familias que no tienen acceso al crédito bancario y 135 bonos del Fondo Solidario para que familias puedan acceder a una vivienda.

Cortizo Cohen reconoció que los retos de la educación son una tarea que no se resuelven en un año ni durante un gobierno, sino que abarcan toda una generación.

El gobernante agradeció a los miles de voluntarios de todas las entidades del Estado que trabajaron para tener la mayoría de las escuelas listas y reparadas para el inicio del año escolar este lunes, pero insistió en que es un trabajo que todavía no termina.

Explicó que este Gobierno recibió varias escuelas, cuyos contratistas se habían retirado hace 3 años. Informó que todas esas escuelas serán entregadas y culminadas en esta administración.

Destacó el aporte de los educadores en este proceso de organización del año escolar y los exhortó a que «comencemos a enseñar a los estudiantes a pensar y no a memorizar».

Pidió a que en las aulas se enseñe a los estudiantes a razonar, trabajar en equipo y a resolver problemas. Ese es el triángulo del triunfo, agregó el presidente.

Fuente de la noticia: https://ecotvpanama.com/actualidad/presidente-pide-a-los-panamenos-unir-esfuerzos-para-mejorar-educacion_0_49854/

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Sistemas educativos, formación docente y desenfoque epocal

Por: Luis Bonilla-Molina 

Los sistemas educativos de América Latina y el Caribe, especialmente escuelas, liceos, universidades y ministerios de educación fueron concebidos y construidos para responder a las necesidades y requerimientos de la primera y segunda revolución industrial, en un contexto de dinamización del capitalismo.  El desarrollo desigual y combinado de las economías nacionales, le daba a la escolaridad su “toque” nacional dentro de marcos y parámetros mundiales.

¿Cuál fue el papel de las primeras legislaciones educativas y los ministerios de educación?   Las legislaciones educativas de primera generación en América Latina y el Caribe (ALC), así como la conformación de los ministerios de educación, tenían como tareas centrales la homologación epistemológica, conceptual y paradigmática de los individuos.  La divulgación del conocimiento científico asociado a la primera y segunda revolución industrial era una de sus tareas centrales, a lo que se añadía el desarrollo de una cultura de consumo y la construcción de ciudadanía para el impulso del modelo de democracia liberal que caracterizó a la ideología capitalista en sus inicios. El llamado desarrollo integral de la personalidad estaba asociado a las anteriores premisas.

En sus orígenes el funcionamiento de los sistemas educativos, las escuelas, liceos y universidades estaban mediados por el patriarcado, la homofobia, el racismo, la segregación por origen de clase, que eran expresiones residuales en la educación de la transición entre el feudalismo y el capitalismo moderno.

¿Cuál fue el modelo de escuela qué  se impuso y su relación con el mundo productivo desde la construcción de conocimiento?

La escuela en el capitalismo de la primera y segunda revolución industrial, funcionó como una emulación de la fábrica, de la producción industrial en lo que respecta a la generación y reproducción de conocimientos.  Los grados de primaria o bachillerato y, las secciones de ellos, eran concebidos como grupos de trabajos y tareas, con dinámicas estructuradas (horarios, recesos, carga horaria, actividades de aprendizaje) a la usanza de una cadena de producción. La “escuela-máquina” funcionaba como un engranaje productivo. La promoción y la repitencia funcionaban como mecanismos de control de calidad en la reproducción del conocimiento.

La escuela, como fábrica, era vista dentro de una cadena productiva, en este caso de cultura. La escuela fue impactada por los distintos enfoques fabriles; por ello, vivió sus periodos de taylorismo, fordismo, toyotismo pedagógico, entre otros. Esta correspondencia armónica entre escuela y fábrica funcionó de manera relativamente eficaz para el capitalismo, en el marco de las dos primeras revoluciones industriales (1730-1960).

No obstante, en este periodo no todo era plano, por el contrario, las resistencias de maestros(as) y estudiantes creaban fisuras en la homogenización cultural y la hegemonía ideológica del capital.  En muchos casos, estas resistencias fueron el campo de cultivo para la construcción de mentalidades críticas. El pensamiento crítico fue construyendo el corpus epistémico y de identidad de las pedagogías críticas.

Esta escuela requería un modelo de docente reproductor, de pedagogía estructurada como insumos/productos, de formación docente centrada en la alienación del trabajo pedagógico y un enfoque de perfil de egreso orientado a una dócil inserción laboral.

¿Cuál fue la relación del modelo de formación docente con este tipo de escuela?

La formación docente, si partimos de las definiciones conceptuales, debió tener como columna vertebral a la pedagogía.  Sin embargo, el concepto fabril de segmentar y evaluar los procesos en sus partes fragmentó la formación docente al desarticular las pedagogías. En consecuencia, los componentes de las pedagogías fueron desarticulados y enseñados cada uno, como técnicas auto contenidas.  La formación docente convirtió a los componentes de las pedagogías en materias separadas, desarticulados entre sí. Se enseñó currículo como técnica de construcción de relaciones entre contenidos, mientras la didáctica se convirtió en tecnología de la enseñanza y la evaluación en control de procesos de enseñanza-aprendizaje; la planeación y la supervisión se estructuraron alrededor del seguimiento de los objetivos instruccionales o conductuales, con un tiempo y duración de cada uno, determinado previamente. Cada uno por su lado sin un espacio de integración epistémico, disolviendo la perspectiva pedagógica integral e integradora.

El modelo de formación docente llegó a tal nivel de desarticulación que lo que se enseñaba como “novedad” didáctica no tenía correspondencia con el modelo curricular o el enfoque de la supervisión, menos aún con los criterios evaluativos. Esto fue generando una pérdida de sentido, de orientación estratégica de la actividad pedagógica. El sistema sostuvo y reforzó este caos en el marco de la primera y segunda revolución industrial, porque ello favorecía la enseñanza reproductora y el aprendizaje mecánico, que requería el modo de producción y el modelo de gobernabilidad en ese momento histórico.

La especialización, la multiplicación exponencial de campos del conocimiento, cada uno dedicado a un detalle de cada “cosa”, fue el rasgo distintivo de la formación docente en los dos primeros ciclos de innovación científico tecnológica.

¿Cuál fue el rol de la pedagogía?

Las pedagogías recibieron el impacto de un conjunto de modas que expresaban la desarticulación señalada en el punto anterior. A comienzos del siglo XX, el psicologismo se convirtió en un torpedo contra el carácter científico de las pedagogías. Los aportes de la psicología para comprender cómo aprende el cerebro pretendieron no ser integrados a las pedagogías, sino, colocados en su contra, lo cuál no tenía otra razón de ser que quebrar el carácter holístico e integrador de las ciencias pedagógicas.

A pesar de ello, las pedagogías se mantienen en el centro del debate educativo como lo evidencian los documentos fundacionales de la UNESCO a mediados del siglo XX. Pero esta recuperación del papel protagónico de las pedagogías colocaba en riesgo los esfuerzos por convertir la escuela, el liceo, la universidad en epicentros de la reproducción del conocimiento, la cultura y la ideología.

Y comienza un proceso de despedagogización del hecho educativo que tiene dos aristas claras.  La primera, el quiebre en las dinámicas de recuperación colectiva del saber pedagógico que habían caracterizado la praxis educativa y segundo, descentrar definitivamente los componentes de las pedagogías de su estructura integradora. En el primero de los casos, se desvaloró la noción de colectivos pedagógicos, de equipos pedagógicos de escuelas, liceos y universidades que discutieran y analizaran los “cuellos de botella” en el ejercicio profesional y encontrarán en la fusión de teoría y práctica el mecanismo de seguir aprendiendo juntes, mejorando la práctica pedagógica y afirmando el carácter científico-reflexivo-práctico-analítico-generador de teoría y praxis alternativas de la profesión docente.

En el segundo, las modas educativas fueron desdibujando la pedagogía como epicentro. En la década de los cincuenta del siglo XX, se señaló que, las pedagogías eran en realidad didácticas, es decir, se pretendió simplificar las pedagogías a uno de sus componentes. A pesar de lo avieso de esta afirmación, causo confusión en el magisterio y los formadores de formadores; aún muchas tesis replican esta premisa señalando de manera errónea que pedagogías es igual a didácticas. En los sesenta del siglo XX, la moda de la planeación y la dirección escolar pretendieron convertirse en sinónimo de eje de las pedagogías y hasta en su sinónimo.

En los setenta, el debate sobre evaluación cualitativa versus evaluación cuantitativa colocó a lo evaluativa como el corazón y la razón de ser de las pedagogías.  Ya casi nadie hablaba de pedagogías como la ciencia de la convergencia de cada uno de sus componentes en el que hacer educativo.

Para colmo, en los ochenta desembarca la moda de más larga duración, la curricular; se nos dice que el corazón de lo educativo, de los pedagógico está en el currículo, que el currículo contiene todo, pero al final se enseña por currículo tecnología de correlaciones y ordenamiento de contenidos.

Los institutos pedagógicos no hablan de pedagogías en un sentido integrador y los ministerios de educación tienen direcciones de planeación, currículo, didácticas, gestión, pero no un espacio de integración pedagógica. En medio de esta pulsión disolutiva de la pedagogía desembarca en el año 2008, la moda es la calidad educativa, una denominación sin conceptualización, pero que sirve para justificar todo cambio irracional de lo educativo.

Cada vez que se habla de una reforma educativa, ello suele terminar en nuevos contenidos a adicionar en manuales que ya apenas si dejan espacio para lo contingente.  Cada día tiene marcado lo que se debe enseñar y el cambio no es una dinámica que se trabaja en el aula. Los modelos didácticos están centrados en paradigmas del pasado y no en la complejidad y el caos del presente.

Los perfiles de egreso, el orgullo de los sistemas escolares, muestra su absoluto desfase: hoy un profesional lineal es una especie en desuso, pero aún cuesta que los perfiles de egreso contengan elementos disímiles como la biología digital, metadatos y la programación informática en carreras como sociología que hoy, se hacen obsoletas como muchas profesiones estructuradas para otro momento histórico.

La física que se enseña en los liceos es la newtoniana, no la cuántica, la química que aprenden los muchachos está centrada en los requerimientos de la primera y segunda revolución industrial no en el presente, la biología que se enseña en muchos casos ya ha sido rebasada por el nuevo conocimiento científico.  Por primera vez, las escuelas no son capaces de enseñar cómo funcionan la mayoría de cosas que tenemos en casa: control remoto, DVD, vídeo juegos, microondas, inteligencia artificial en el teléfono.  No enseña el presente porque su lógica está en el pasado.

La pedagogía recibe la tercera revolución industrial en medio de un caos de fragmentación, propio de la primera y segunda revolución industrial. Pero la burocracia timorata es incapaz de escuchar las voces de las pedagogías críticas, de los colectivos pedagógicos que plantean rutas compartidas para salir del atolladero en el cual esta la escuela y la formación docente.

¿Cuál fue la perspectiva progresista sobre estas dinámicas?

En el periodo (1810-1960) la progresiva expansión de la cobertura escolar fue expresando las tensiones entre necesidades de orientar el consumo y construir ciudadanía para el modelo de gobernabilidad liberal versus la lucha por el derecho a la educación, entendido este último por los revolucionarios y progresistas como un mecanismo para democratizar el conocimiento y garantizar la movilidad social[1].  Sin embargo, el progresismo educativo pecó muchas veces de carencias para tener una visión de la escuela integrada a la economía y la política.

¿Y la mirada religiosa qué música toca en esta fiesta?

En el interciso, entre el paso de la primera y segunda revolución al tercer ciclo de innovaciones científicas y tecnológicas, las religiones y el neo empirismo presionaban para restarle el papel de divulgación científica asignado a la escuela, a la cual culpaban del ocaso de la otrora hegemonía de la fe y el imperio del practicismo. En ese sentido y dirección, la fragmentación de las pedagogías se convierte en uno de los blancos preferidos del oscurantismo religioso.

De repente, muchas escuelas de ALC se convirtieron en escenarios de oficios religiosos, de cánticos de fe, de oraciones, en cuya dinámica la ciencia comenzó a ser arrinconada. Con un discurso de la escuela como espacio para escuchar todas las formas de pensamiento, se desdibujó el papel asignado a la escuela en el marco de la primera y segunda revolución industrial, se abandonó cualquier iniciativa para entender las instituciones educativas en las nuevas dinámicas de la tercera revolución industrial y se puso en riesgo la utilidad social de la escuela.  La falta de comprensión de la relación de la economía, la política, las dinámicas sociales con la escuela, liceo y universidad ha colocado a las instituciones al borde su colapso que amenaza su propia existencia

A ello se le adiciona,  el creciente neo empirismo impulsado por sectores que se auto definen como progresistas, cuyas premisas centrales residen en un localismo entrópico revestido de “pertinencia” que desubica a la escuela como espacio de democratización del conocimiento científico.  La escuela debe recuperar y trabajar todos los elementos de la memoria histórica local, pero ello no lo debe llevarla a abandonar su tarea de espacio privilegiado para democratizar el conocimiento. Una escuela que construye pensamiento crítico construye las habilidades necesarias para vincular armónicamente saber comunitario con saber científico. Esto adquiere especial relevancia en el marco de la tercera revolución industrial.

Tercera revolución industrial, sistemas escolares, pedagogía y formación docente

A la crisis civilizatoria actual y la incapacidad de los sistemas escolares para construir alternativas, se le adiciona el desfase de lo escolar con el performance del modo de producción y el consumo que traen la tercera y cuarta revolución industrial. Tenemos una escuela que trabaja con las rutinas, estética, discurso e imaginario de la primera y segunda revolución industrial y un mundo externo a ella, que sufre las viejas y nuevas opresiones en el contexto de una realidad que expresa el giro inherente a los nuevos ciclos de estas revoluciones industriales.  Veamos

En 1960 se inicia la tercera revolución industrial, la cual se caracteriza por el uso de la informática, la robótica de segunda generación, la automatización a una escala singular, el emerger de los paradigmas binarios y cuántico para la construcción de equipos y maquinarias, la contingencia en la producción derivada de la aceleración de la innovación, la internet, redes sociales digitales, la inteligencia artificial, la big data, el procesamiento para diversos fines de los metadatos, entre otros elementos.

El requerimiento del capital para los procesos de enseñanza aprendizaje, está asociada con la ruptura de la fragmentación y el inicio de la transdisciplinariedad como elemento de trabajo en la complejidad del cambio incesante.

El problema es que la formación docente, las escuelas y liceos entienden que lo que está en juego es un tema de equipamiento de las escuelas, con computadoras e internet y, no una ruptura con los formatos de enseñanza aprendizaje. Ahora el capital requiere una convergencia caótica en permanente mutación y no procesos estructurados, fijos e inamovibles en corto plazo.  Pero, este requerimiento está también asociado a la defensa del mundo del trabajo, a la formación para evitar o disminuir el impacto del desempleo por desfase formativo.

Un ejemplo patético del desfase escolar lo constituye el currículo. El viejo modelo de currículo por objetivos está obsoleto, se corresponde a un modelo de producción fabril caduco y en proceso de desaparición.  Es urgente retomar el sentido común pedagógico que nos permita identificar que es lo que se debe enseñar en un año escolar, semestre o curos.  Los viejos modelos curriculares parecieran que deben ser sustituidos por estándares (no estandarización), es decir por los enunciados centrales de lo que se debe aprender.  Un currículo así no solo cabe en media hoja, sino que demanda una nueva forma de enseñar y aprender (en otro artículo profundizaré al respecto).  Sin embargo, la universidad que forma docente tiene que aprender a trabajar de esa otra forma que recoloca a la pedagogía y a la actividad del docente como científico social en el centro del que hacer educativo.

Cuarta revolución industrial una agenda que nos encuentra sin comprensión de la historia y sin horizonte

La primera y segunda revolución industrial enfatizaron en la especialización, en la atomización del saber. La tercera revolución industrial demandó transdisciplinariedad, complejidad en la integración de saberes, aprendizaje en caos y modelos de enseñanza-aprendizaje disruptivos.  La cuarta revolución industrial pareciera demandar simplificación de saberes, caos convergente del conocimiento y las disciplinas (mucho más allá de la transdisciplinariedad), así como un nuevo papel del docente como integrador de conocimientos que los estudiantes ya traen al aula.

Pero es imposible que la escuela, el liceo, la universidad emprendan esa ruta si quienes modelan, los formadores de formadores no inician una revolución epistemológica y paradigmática en su hacer. Esta no es una discusión menor, en ello nos estamos jugado el futuro de las instituciones educativas

Epílogo: la era de las pedagogías de la autoayuda evidencian una formación docente eclipsada por la ignorancia supina

Para concluir, quiero llamar la atención sobre las modas:  ”nueva era” de pedagogías que solo son una frase bonita, de sentido común.  Una nueva forma de despedagogizar lo constituye el emerger de seudo pedagogías, o pedagogías de auto ayuda, que se hacen llamar del abrazo, de la ternura, del salto, de la caricia, y pare de contar.  Estas propuestas recuperan algún sentido común de las pedagogías, pero evidencian una absoluta desarticulación con sus correlatos en materia de evaluación, didáctica, currículo, gestión, supervisión. Lo triste es que, ante la pérdida de orientación y sentido estratégico de las instituciones de formación docente, estos textos están pasando a ser de referencia y consulta en la formación inicial y continua.  Es menester denunciar su carácter anti pedagógico, a la par que recuperamos el sentido común de estas categorías manoseadas por los mercaderes de ideas.

[1] En este artículo no entraré en el debate sobre movilidad social, solo enunciare la caracterización que al respecto se hace

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*Fuente:https://luisbonillamolina.wordpress.com/2020/02/10/sistemas-educativos-y-desenfoque-epocal/

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Panamá: La desigualdad y la mala educación paralizan el progreso

Centro América/ Panamá/ 04.02.2020/ Fuente: www.laestrella.com.pa.

 

Panamá está entre los países con menos oportunidades de que su población alcance niveles de prosperidad. En un ‘ranking’ global ocupó la 63 posición entre 82 países

Panamá está entre los países con menores posibilidades de mejorar la calidad de vida de sus habitantes. La tendencia demuestra que los panameños, que vienen al mundo en áreas que no cuentan con recursos y servicios básicos, tienen pocas oportunidades de superación social y económica. El problema estaría asociado con la mala calidad de la educación, la desigualdad de los ingresos y el escaso desarrollo de las áreas rurales, establecen economistas consultados por La Estrella de Panamá.

El Índice de Movilidad Social Global del Foro Económico Mundial, que establece la capacidad de los ciudadanos para alcanzar su mayor potencial, coloca al país en el puesto 63 de 82 países. En América Latina, Panamá está por debajo de Uruguay (35), Costa Rica (44), Chile (47), Ecuador (57), México (58) y Brasil (60).

El estudio evalúa el estado actual de la movilidad social (ascenso en la sociedad) considerando factores como acceso a la educación, a la salud, a la protección social, a la tecnología, los salarios y las oportunidades de empleo.

Pasado y presente

Entre las décadas del sesenta y setenta hubo una gran movilidad social en el istmo producto de la educación. A medida que los panameños concluían sus estudios, encontraban trabajo y su condición social mejoraba. Eso originó un gran movimiento denominado “clase media”. Los pobres subían a clase media, explicó Rolando Gordón, exdecano y docente de la Facultad de Economía de la Universidad de Panamá.

Pero en los años ochenta, se estancó la reforma educativa que pretendía modernizar la educación panameña. A principios del siglo XXI, la educación no estaba a tono con los avances tecnológicos. Los graduandos de la secundaria y de la universidad no dominaban las herramientas tecnológicas del mundo moderno. Los trabajos que conseguían eran mal pagados. El mercado laboral panameño empezó a llenarse de extranjeros especializados en diferentes tecnologías. “La educación dejó de jugar ese papel fundamental que tuvo en el pasado, como instrumento de movilidad social”, reconoció el docente universitario.

Otra parte del problema que ha paralizado los ascensos sociales en el país es la desigualdad de los ingresos y la territorial. Los panameños que viven en áreas de difícil acceso tienen menos oportunidad de tener empleos mejor remunerados, agregó Gordón.

Panamá ha sido uno de los países de mayor crecimiento. En el último quinquenio, el crecimiento estimado es de un 4.6%. Sin embargo, ese crecimiento no se traduce en desarrollo. Adicionalmente, se concentra en pocas actividades económicas (sector servicios) dejando rezagadas las productivas.

Las regiones de Panamá y Colón concentran la mayor parte de las actividades económicas. El resto del país (8 provincias y 5 comarcas) está sumergido en el abandono, que genera exclusión.

En las comarcas es donde la pobreza muestra su peor rostro. Afecta al 82% de la población, mientras que la pobreza extrema alcanza a 6 de cada 10 personas. Pero no hay que llegar hasta las comarcas para observar los rasgos de la pobreza, en la misma ciudad son visibles.

“La mayor desigualdad de este país al resto de América Latina no es solo consecuencia de la elevada pobreza en las comarcas indígenas”, acota Carlos Garcimartín, economista jefe del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) en el país centroamericano, citado por el diario español El País, en mayo de 2019. “Es una cuestión de desequilibrios territoriales, que van en aumento”, agrega Garcimartín. La diferencia entre la capital y el resto del país es abismal, añadió el experto del BID.

Las riquezas se concentran en pocas manos y en una pequeña franja del territorio, establece la economista Maribel Gordón. Los ingresos del 10% de la población más acaudalada son hasta 35 veces superiores que los del 10% menos agraciado. El país ocupa la sexta posición con la peor distribución de las riquezas.

“Es necesario señalar que un modelo económico como el neoliberalismo no funciona para todos los seres humanos. Por el contrario, es excluyente, discriminatorio, marginal, y genera pobreza”, dijo la economista Gordón. A nivel mundial, se habla de que el 1% o 2% de la población concentra la mayor parte de las riquezas. En el caso de Panamá, son 115 ultramillonarios, concluyó.

La ciudad más cara

El economista Felipe Argote coincide con sus colegas. A su juicio, la concentración de las riquezas está estrangulando a la clase media.

Panamá es, además, la ciudad más cara de Latinoamérica, agrega Argote.

Un estudio del banco suizo UBS sitúa a la capital panameña entre las 21 del mundo en donde es más onerosa la vida, por delante de urbes europeas como Francfurt, Viena, Montreal o Madrid, donde el ingreso anual de un trabajador está en $50 mil anuales. Mientras que el mínimo de un panameño está por debajo de los $12 mil anuales, plantea Argote. Además, en la última década se han encarecido los alimentos, los medicamentos y el transporte, lo que ensancha la brecha entre salario y costo de vida.

Estas situaciones han impedido que el istmo centroamericano reúna las condiciones para que su población ascienda en la escala socioeconómica, concluyen los especialistas consultados por este diario.

Fuente de la noticia: https://www.laestrella.com.pa/nacional/200203/desigualdad-mala-educacion-paralizan-progreso

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Educación panameña en el momento actual

Por: Ubaldo E. Del Cid.

Hablar o escribir sobre educación panameña: Objetivos y resultados, nos aboca a tratar de entender, cualquiera que sea la perspectiva, que se trata de un problema complejo y multifactorial. Señalar, atendiendo a estadística oficiales, que durante el 2019 hubo 58,000 alumnos fracasados y 16,000 desertores es preocupante, toda vez que no se puede tapar el sol con la mano. No obstante, cabe la pregunta ¿Cómo explicamos esto?

Se me ocurre, contradiciendo un poco el cliché que se suele plantear, que No es el sistema educativo per se, ni el currículum, independientemente de que ameriten cambios más a tonos con las realidades de nuestros jóvenes; por el contrario, lo veo desde tres aristas, a saber: Económico, cumplir con el 6% del producto interno bruto establecido en la Ley 47 para la educación panameña; tener planteles con infraestructuras, mobiliario e insumo a tonos con las exigencias del siglo XXI; crear, con estricto sentido pragmático, un cuerpo multidisciplinario, con el propósito de ya no enforcarse en el alumno, sino en su hogar y en su entorno.

Es decir, el problema radica en la educación de hogar. El niño ya llega a la escuela malcriado, sin las herramientas conductuales mínimas para respetar jerarquía, para tener actitud y aptitud, para identificarse con el entorno escolar, para despertar interés en el aprendizaje y, sobre todo, para entender el valor prioritario de la educación en su vida.

En definitiva, nos falta mucho por hacer en materia educativa, pero animo a cada docente de nuestro país a brindar lo mejor de sí, su profesionalismo…

Si vemos, por ejemplo, en Singapur, según Mike Thiruman, secretario general del sindicato de maestros singapurense, su sistema logra resultados porque, partiendo del manejo de los conceptos básicos, el conocimiento se aplica a distintas áreas y se logra “profundizar el aprendizaje”. Y Panamá cuenta con un cuerpo de excelentes educadores, con preparación académica y dentro de los parámetros que exigiría cualquier sistema, lo único que nuestros alumnos, sujetos a múltiples situaciones de hogar (maltrato, carencia de amor, necesidades alimentarias y materiales no suplidas, disfuncionalidad del hogar, estigma del entorno, etc.) No muestran la receptividad que se requiere para el aprendizaje significativo.

No se trata solo de que seamos innovadores, que manejemos la tecnología, que usemos métodos más a tonos con los gustos e individualidades de los muchachos; No, el problema es más serio y no se resuelve con un Ministro o Ministra de Educación que, desde una visión simplista del proceso enseñanza-aprendizaje y con abisal desconocimiento de la realidad de la juventud, plantea fórmulas cosméticas y románticas. Se trata de entender a nuestros muchachos, sus necesidades, exigencias, circunstancias vivenciales y desde allí plantear y motivar a que el cuerpo docente haga su labor.

Considero que una vez enfocado desde la óptica correcta el problema y atendidas las falencias señaladas, debemos propugnar, tal cual lo sugiere la Doctora Neus Sanmartí Puig, Catedrática de Didáctica de la Ciencia por la Universidad de Barcelona, por un “modelo de evaluación que, en vez de limitarse a calificar, capacite a los estudiantes”.

Que, tal cual nos lo enfatiza, “la evaluación debe tener 3 elementos: detectar los problemas del alumno, entenderlo y tomar decisiones para ayudarlo a mejorar…”. De hecho, parafraseando a la doctora, un examen meramente numérico No tiene sentido y debe tener contenidos donde el alumno ponga en práctica competencias y aplique el nuevo conocimiento.

En definitiva, nos falta mucho por hacer en materia educativa, pero animo a cada docente de nuestro país a brindar lo mejor de sí, su profesionalismo y su experiencia, al servicio de la educación nacional. Siempre buscando la satisfacción de quien es el objeto y sujeto de nuestra labor: el educando.

Fuente del artículo: https://www.laestrella.com.pa/opinion/columnistas/200111/200110-educacion-panamena-momento-actual

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Panamá: Garantías de la accesibilidad gratuita al servicio de internet

Centro América/ Panamá/ 14.01.2020/ Por: Marly Eined Castillero Devis / Fuente: www.panamaamerica.com.pa.

El pasado mes de octubre del 2019, se presentó el anteproyecto de Ley sobre Internet gratuito para todos, el que asegura la continuidad y estabilidad del programa Internet para Todos. Pero, ¿cuál es el fin de este anteproyecto de ley?

El propósito es que además de tener estabilidad jurídica, se convierta en un beneficio para todos los panameños y, sobre todo, que constituya en una herramienta para salir de la pobreza.

Robustecería la continuidad y estabilidad jurídica del programa «Internet para Todos» o similares, y la accesibilidad gratuita al servicio de Internet en todo el territorio nacional, acorde con las tecnologías óptimas del momento.

La estabilidad del programa es importante porque permite a la ciudadanía el acceso a diversas plataformas educativas, de emprendimiento, participación ciudadana y comunicación.

Como estudiante, considero beneficioso este anteproyecto por el hecho de que facilita la integración de plataformas digitales en los procesos educativos como parte de una estrategia macro para lograr una educación de calidad.

 

 

Hoy, por medio de dichas plataformas, podemos aprender desde materias escolares como matemáticas y biología, hasta cómo arreglar electrodomésticos, emprender una empresa y conocer sobre las diferentes culturas.

Todas estas plataformas operan por medio del acceso a Internet.

El anteproyecto de ley establece varios puntos del compromiso y es que la Junta Asesora de Servicio y Acceso Universal tendrá como obligación de ofrecer, de manera gratuita, el servicio de Internet por medio de tecnologías de la comunicación a todo el territorio de la República de Panamá, con alto nivel de servicio que serían las veinticuatro horas del día, siete días a la semana durante todo el año, con el fin de fomentar el conocimiento inclusivo y equitativo; promover la educación digital y mejorar el conocimiento de docentes y estudiantes; garantizar el acceso a oportunidades laborales y de emprendimiento a ciudadanos con limitaciones geográficas o económicas; incrementar la competitividad del país; agilizar la comunicación entre el Estado y los ciudadanos; ofrecer acceso a información y servicios gubernamentales; promover la participación ciudadana, con facilidades para tramitar y comunicarse con las entidades del Estado; facilitar la comunicación entre personas; enriquecer nuestra cultura e identidad nacional, entre otras.

El anteproyectyo es un plan de acción que garantizará la accesibilidad gratuita al servicio de Internet, por medio de Wi-Fi u otras tecnologías de la información disponibles en todo el territorio nacional, especialmente en las áreas más vulnerables y aún no cubiertas y combatirá las necesidades educativas en muchas áreas de nuestro país.

Fuente de la noticia: https://www.panamaamerica.com.pa/opinion/garantias-de-la-accesibilidad-gratuita-al-servicio-de-internet-1153886

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Panamá: Más de 150 mil jóvenes han abandonado sus estudios en los últimos años

Redacción: Panamá América

Una de las propuestas presentadas es el proyecto Jóvenes con Oportunidades, que busca evitar la deserción escolar que se agudiza a partir de los 15 años.

La ministra de Educación (Meduca) Maruja Gorday de Villalobos explicó que en los últimos años más de 150 mil jóvenes se han salido del sistema educativo, por ello están buscando propuestas para iniciar un proceso de recuperación y retención de los estudiantes.

Una de las propuestas presentadas es el proyecto Jóvenes con Oportunidades, que busca evitar la deserción escolar que se agudiza a partir de los 15 años.

La ministra indicó que se están ofreciendo modalidades para aquellos jóvenes que no han podido culminar sus estudios de educación premedia y media, incluyendo a los que están en el  proceso de alfabetización.

Además, quieren establecer un sistema de alerta para el estudiante que repite un grado en primaria o aquel que todos los veranos hace recuperación académica, ya que son candidatos a desertar.

«Tenemos que establecer un sistema para poder que a través de la propia comunidad educativa y a través de las direcciones regionales y nacionales se puedan establecer mecanismos de contención y control y obviamente el trabajo que tenemos que hacer con los padres de familia», detalló.

 

 

Gorday de Villalobos indicó que en la provincia de Darién solo hay tres escuelas de educación media para una región tan extensa geográficamente y agregó que ahí los chicos no van a poder culminar sus estudios.

Fuente: https://www.panamaamerica.com.pa/sociedad/mas-de-150-mil-jovenes-han-abandonado-sus-estudios-en-los-ultimos-anos-1153594

 

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República Dominicana: Lucha para la prevención de los feminicidios sufre grave retroceso al cerrar 2019

Centro América/ República Dominicana/ 07.01.2020/ Fuente: listindiario.com.

 

Con la aplicación de medidas combinadas de educación y justicia, Bolivia, Costa Rica y Nicaragua lograron reducir entre un 10 y un 50% los feminicidios durante el año 2019.

Estas naciones, al igual que otras de la región, han implementado campañas, políticas y medidas judiciales para contrarrestar los actos de violencia de género que terminaron en 2018 con la vida de al menos 3,500 mujeres en Latinoamérica, según datos de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal).

Bolivia

En enero de 2019 el expresidente de Bolivia, Evo Morales, junto a su consejo de ministro decretaron la creación del Servicio Plurinacional de la Mujer y la Despatriarcalización, con el que se plantea la promoción de contenidos de sensibilización y tolerancia en contra de la violencia de género, a través de las redes sociales y los medios de comunicación tradicionales.

En 2019, los feminicidios en Bolivia presentaron un decrecimiento de un 10 por ciento en comparación con 2018.

Cifras de la Cepal y medios de comunicación bolivianos indican que en 2013 hubo 25 casos; en 2014, 69; en 2015, 110; en 2016, 104, y en 2017 ocurrieron 109.

En 2018 se registraron 130 feminicidios, mientras que en 2019 hubo 117, 13 menos que el año anterior.

En marzo de 2013, Evo Morales firmó la Ley Integral para Garantizar a las Mujeres Una Vida Libre de Violencia, que busca adoptar, implementar y supervisar protocolos de atención especializada, en las diferentes instancias de atención, para el restablecimiento de los derechos de mujeres en situación de violencia.

Así como crear, fortalecer y sostener servicios de atención y protección para mujeres en situación de violencia; además de adoptar medidas concretas de acción y responsabilidades claras y específicas, con el nivel de atención y prioridad que requiere la preservación de la vida, la seguridad y la integridad de las mujeres.

La Ley 348, creada el 9 marzo de 2013, señala en el artículo 11 la creación del Sistema Integral Plurinacional de Prevención, Atención, Sanción y Erradicación de la Violencia en razón de Género (Sippase), que se encarga de emitir certificaciones sobre antecedentes de los agresores, denuncias, actuación de servidores públicos y sobre toda información que pueda servir para la prevención, atención, protección y sanción de casos individuales.

El artículo 252 dice que se “sancionará con la pena de presidio de treinta (30) años sin derecho a indulto, a quien mate a una mujer”, incluyendo el caso en el que el autor sea o haya sido cónyuge o conviviente de la víctima.

Costa Rica

El Instituto Nacional de las Mujeres (Inamu), radicada en Costa Rica, creó en 2019 una nueva política conocida como Plan Nacional de Prevención y Erradicación de la Violencia Intrafamiliar y contra las Mujeres (Planovi), que tiene como finalidad eliminar el machismo, promover masculinidades no violentas, la impulsión de la igualdad y la reducción de los niveles de impunidad, para así prevenir los casos de violencia de género y feminicidios.

Con esta nueva política también se busca disminuir la revictimización que sufren las mujeres en los servicios estatales, mejorar y ampliar su acceso a servicios, así como fortalecer los mecanismos de protección frente a todas las formas de violencia contra las mujeres, incluyendo el riesgo de feminicidio.

Con la integración de esta nueva política se utilizó por primera vez la prevención de la violencia de género, en específico con la lucha de la violencia mediática y la utilización del cuerpo femenino en las publicidades sexistas.

“Esta nueva política hizo virajes importantes con respecto a las políticas anteriores, uno de los cambios más significativos es que trabajará con población infantil y adolescente para promover un cambio cultural hacia la no violencia y la igualdad, de ahí la importancia del trabajo interinstitucional que se desarrollará con el Ministerio de Educación Pública (MEP)”, indicó una información publicada por el Inamu.

Las cifras indican que en Costa Rica se redujo en un 50 por ciento en 2019.

Registros oficiales señalan que en 2019 ocurrieron 13 feminicidios, y que en 2018 hubo 26.

Asimismo, en 2013, 18; en 2014, 24; mientras que en 2016 hubo 26 casos.

La Ley 8589 de Penalización de la Violencia Contra las Mujeres apunta en el artículo 21 que “se le impondrá pena de prisión de veinte a treinta y cinco años a quien dé muerte a una mujer con la que mantenga una relación de matrimonio, en unión de hecho declarada o no”.

Guatemala

En 2004 Guatemala creó el Plan Nacional de Prevención y Erradicación de la Violencia Intrafamiliar y contra las Mujeres (Planovi), que se encarga de la promoción de políticas y acciones para así prevenir y erradicar la violencia de género.

También tiene el papel de desarrollar campañas para la sensibilización, concientización y capacitación en temas relacionados a la violencia intrafamiliar.

De acuerdo con el artículo 4 de la Ley contra el Femicidio y otras Formas de Violencia Contra la Mujer, “la persona responsable de este delito será sancionada con pena de prisión de veinticinco a cincuenta años, y no podrá concedérsele la reducción de la pena por ningún motivo. Las personas procesadas por la comisión de este delito no podrán gozar de ninguna medida sustitutiva”.

Mientras que quien ejerza violencia contra la mujer deberá cumplir entre cinco a doce años de prisión, de acuerdo con la gravedad del delito.

“La persona responsable del delito de violencia psicológica contra la mujer será sancionada con prisión de cinco a ocho años, de acuerdo a la gravedad del delito, sin perjuicio de que los hechos constituyan otros delitos estipulados en leyes ordinarias”.

La agencia de noticias EFE informó que entre el 1 de enero y 16 de junio de 2018 disminuyeron los casos de feminicidios en un 11.2 por ciento, en comparación con el mismo período de tiempo en 2017.

En el período señalado en 2017 ocurrieron al menos 285 feminicidios. “Mientras que en el mismo periodo de 2018 ocurrieron 253 casos”.

Nicaragua

Nicaragua cuenta con una Política de Estado para el Fortalecimiento de la Familia Nicaragüense y Prevención de la Violencia que se encarga de la promoción, protección y restitución de los derechos humanos para evitar la violencia.

“De igual forma se implementa una Política de Estado de Atención Integral a la Primera Infancia que promueve nuevas pautas de crianza como parte de la estrategia de prevención de la violencia”, indica.

Nicaragua tiene hasta ahora 22 juzgados especializados en violencia de género.

Registros periodísticos de Nicaragua señalan que desde enero hasta septiembre de 2019 ocurrieron al menos 45 feminicidios.

Para 2018 hubo 57; en 2017, 50; en 2016, 10; en 2015, 19; en 2014, 38; y en 2013, 42.

De acuerdo con el artículo 9 de la Ley 779, cuando el hecho se diera en el ámbito público, “la pena será de quince a veinte años de prisión. Si ocurre en el ámbito privado la pena será de veinte a veinticinco años de prisión. En ambos casos si concurriera dos o más de las circunstancias mencionadas en los incisos anteriores se aplicará la pena máxima”.

Las penas establecidas en el numeral anterior serán aumentadas en un tercio cuando concurra cualquiera de las circunstancias del asesinato, hasta un máximo de treinta años de prisión.

Fuente de la noticia: https://listindiario.com/la-republica/2020/01/03/598220/lucha-para-la-prevencion-de-los-feminicidios-sufre-grave-retroceso-al-cerrar-2019

 

 

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