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La internacionalización universitaria de la tercera revolución industrial (1972 – 1980)

La internacionalización universitaria de la tercera revolución industrial (1972 – 1980)

Luis Bonilla-Molina

 

Introducción

Las dinámicas de internacionalización universitaria, al ser un continuo histórico, se imbrican y entrelazan en distintos momentos. En el caso de la internacionalización universitaria neoliberal, si bien su auge es a partir de los setenta del siglo XX, es imposible comprenderla sin vincularla a hechos y procesos que le precedieron, especialmente a finales de los cincuenta y en el conjunto de la década de los sesenta, así como en su continuidad durante la égida neoliberal desde los ochenta.

Lo que es cierto es que ya no resulta suficiente decir que hay que hacer lo contrario a lo que plantee el capitalismo para contar con una propuesta alternativa, porque ahora el mercado “invade” nuestro campo y lo resemantiza, haciendo más compleja la distinción de orientaciones estratégicas.

En las próximas líneas mostraremos estos problemas y los cursos de cambio educativo que ha abierto el modo de producción capitalista, como relaciones sistémicas e interconectadas.

Tercera revolución industrial e internacionalización universitaria

La tercera revolución industrial formó parte de los cambios importantes ocurridos en las rutinas del modo de producción capitalista en las últimas décadas del siglo XX. La crisis de acumulación, el impacto de la escalada de los precios del petróleo en los setenta, el ocaso del fordismo, el surgimiento de modelos de gestión empresarial posfordistas (Gestión de Calidad Total, el Benchmarking, Justo a Tiempo, entre otros), la globalización neoliberal, crisis de la deuda externa y financiarización de la economía, la mundialización cultural hegemónica, el inicio de un ciclo regresivo -que se mantiene hasta el presente- en las conquistas laborales y de seguridad social como parte del proceso de desmantelamiento del Estado de Bienestar Keynesiano, fueron solo algunos de los elementos del contexto. Las conversaciones Nixon-Kissinger con Mao-Deng que abrieron la senda para el retorno al capitalismo en la China Comunista, se complementaron con la degradación burocrática en la economía -y el conjunto de la sociedad- soviética hasta su implosión años después. La educación no podía quedar ajena a cambios de esta magnitud.

Los sistemas escolares y universidades que conocemos, han sido altamente influenciada por los requerimientos del capital, en el marco de las dos primeras revoluciones industriales. Si bien la universidad como institución es previa al auge del capitalismo industrial, el modo de producción capitalista moldeó su institucionalidad, procesos y dinámicas, a partir de la primera revolución industrial.

Eje de la enseñanza y el aprendizaje fundamentado en la apropiación y divulgación del método científico en todas las áreas, la transición del dogmatismo religioso al laicismo, el conocimiento organizado para la enseñanza de manera escalar de lo simple a lo complejo, su estructura curricular por especialidades, los enfoques disciplinares del aprendizaje, la innovación científica que interactuaban con la tradición tecnológica expresada en ciclos largos de novedades, los perfiles de egreso estudiantil como hilo conductor de la formación profesional, entre otros elementos, marcaron la pauta de la educación superior en el marco de las primeras revoluciones industriales.

En el intersticio, la universidad fue increpada por el capital para que impactara mucho más al desarrollo de las fuerzas productivas, el orden social y la gobernabilidad, mientras desde los sectores populares la demanda era por mayor compromiso con la justicia social, lo que llevó -por estas distintas razones- a incorporar la extensión a las labores de docencia e investigación que realizaba. En ese contexto de movilidad sistémica ocurre el advenimiento de la tercera revolución industrial.

Ernest Mandel (1962) define con claridad los rasgos distintivos de la tercera revolución industrial, que deben ser valorados en la larga transición de máquinas hechas manualmente, a máquinas que hacen máquinas, pasando por las máquinas que producen materias primas y alimentos, hasta llegar -en el presente- a las maquinas que construyen ideas y pretenden construirse en régimen de verdad sobre lo humano.

Para Mandel, La tercera revolución industrial se caracteriza por:

  1. tendencia al desplazamiento del trabajo vivo por el muerto;
  2. transferencia progresiva de la fuerza de trabajo dedicada a la producción directa de mercancías a labores de dirección y supervisión de la producción cada vez más automatizada;
  3. traslado de los costos de la incorporación de la maquinaria automatizada al producto final, lo cual genera un crecimiento colosal en valor e, incremento en la aplicabilidad de agregados de maquinaria automática controlada cibernéticamente (pag.232);
  4. cambio en las proporciones apropiadas de plusvalor, generados en la misma empresa y en otras empresas involucradas en la cadena de producción;
  5. incremento de los costos de producción en materia de compra de maquinarias y medios de circulación, mientras decae la inversión en construcción de infraestructura;
  6. reducción de los periodos de producción de mercancías y de circulación de stock (posfordismo);
  7. tendencia al incremento de la investigación para la producción e inicio de la caída en investigación en otras áreas;
  8. periodos más cortos de capital fijo, especialmente de maquinarias, así como la reducción del paradigma de la libre competencia por el de la programación de la producción;
  9. aumento del capital constante en el valor medio de la mercancía, lo cual implica una mayor composición orgánica del capital;
  10. intensificación de las contradicciones en el modo de producción capitalista, especialmente entre la creciente socialización del trabajo y la apropiación privada, el valor de uso y el valor de cambio, la acumulación del capital y su valoración, en este último caso abriendo paso a la financiarización de la economía.

En educación, desde la lógica del capital, esto se expresó en:

  1. demandas de nueva formación profesional y laboral, con perfiles de egreso más polivantes;
  2. incorporación en la formación profesional y laboral para la gestión de procesos, del emprendimiento, autogestión de la vida, inteligencia emocional, resiliencia, empatía que rompiera con la tradición del conflicto para dirimir las relaciones entre patronos y trabajadores. Este proceso se fue dando lentamente y no de manera simultánea, en las seis décadas siguientes al desembarco de la tercera revolución industrial;
  3. El desarrollo de sistemas de clasificación y competencia (escolar y universitaria) que atrajeran la inversión privada a la educación pública, permitiendo el impulso de diversas formas de mercantilización y privatización educativa que transfirieran a los ciudadanos los costos de los cambios en curso;
  4. El auge del modelo de buenas prácticas escolares y universitarias (benchmarking educativo) que fueran abriendo paso a la internacionalización de manera homogénea, especialmente en el modo de entender el trabajo de las instituciones de educación superior;
  5. La conversión del paradigma liberal del derecho humano a la educación a lo largo de la vida, en un derecho para la empleabilidad;
  6. El desarrollo de esquemas de transferencia de los costos de formación profesional a los estudiantes y familias (créditos con intereses, cogestión educativa), como una forma de expandir la lógica del mercado en educación;
  7. Impulso de los esquemas de investigación, docencia y extensión, centrados en la “utilidad” ´para la economía, gobernabilidad y consumo. Eso implicaba reducir o eliminar en los planes de estudio lo que no se vinculaban directamente con la producción, empleo, compra de mercancías, paz social y desarrollo centrado en la acumulación capitalista;
  8. necesidad de superar el paradigma disciplinar por la transdisciplinariedad y/o el pensamiento complejo,
  9. esfuerzo sistemático por superar la curricularización rígida de la enseñanza que limitaba las posibilidades de incorporar lo nuevo en tiempo real y, abrir la etapa de la curricularización flexible y abierta. Esta ruptura con la tradición de los sistemas escolares y universidades, respecto a lo que ocurría en las dos primeras revoluciones industriales, ha sido comprendido de manera muy precaria por las propias burocracias educativas afines ideológicamente a la lógica del capital, por lo que muchas reformas siguen centrándose en el currículo prescrito y cerrado;
  10. surgimiento del paradigma STEM, que centra la labor docente en lo que se debe hacer para acoplar la enseñanza-aprendizaje, a los cada vez más cortos ciclos de innovación científico-tecnológica vinculados a las necesidades del modo de producción capitalista;
  11. superación de los paradigmas taylorista y fordista en la gestión escolar universitaria, impulsando el paradigma posfordista de calidad en la educación;
  12. imposición de la cultura evaluativa neoliberal como operación de la internacionalización universitaria para comprobar los avances en la “actualización” de la educación superior respecto a lo que demanda el modo de producción capitalista;
  13. redefinición de los perfiles de egreso profesional centrándolos ahora en las competencias;
  14. marco homologado de las competencias escolares y universitarias a escala mundial para facilitar la internacionalización universitaria;
  15. estandarización de las políticas de cambio educativo, mediante operaciones institucionales y políticas públicas que hagan eficiente la estrategia de internacionalización universitaria (normalización, sistemas seriados, arbitrados e indexados de publicaciones, acreditación universitaria, rankings académicos, micro acreditación, convenios de reconocimiento de títulos, entre otras);
  16. relanzamiento de las políticas de movilidad estudiantil y académica calificada, para la “racionalización productiva” de la “fuga de cerebros” y el flujo más eficiente de los nuevos paradigmas del centro a la periferia capitalista. En esta estrategia, los órganos nacionales de investigación, ciencia y tecnología, así como los procesos de ascenso académico y asignación salarial en las universidades juegan un rol central.

Estos requerimientos, que parecían abstractos, demandaban una traducción educativa en los territorios e instituciones. La academia y los intelectuales alineados con el sistema fueron convocados para generar investigaciones “confirmatorias”, que legitimaran el cambio en curso. El complejo industrial cultural jugó un papel central en la estrategia comunicacional de implantación y consolidación, usando el término polisémico de la calidad como un comodín multiuso.

Homogenización y estandarización: nueva etapa de la internacionalización universitaria

La estandarización es el proceso mediante el cual se establecen criterios y parámetros, ponderables y comparables a nivel mundial, de entrada y salida, para los procesos de enseñanza y aprendizaje. Por otra parte, la homogenización está referida a las dinámicas y rituales institucionales, mediante los cuales se hacen converger e interactuar estos estándares, para alcanzar la estrategia que responda a determinados intereses correlaciones de fuerza.

La estrategia, en el actual periodo del capitalismo, es la internacionalización universitaria, que procura alcanzar sincronía total entre de las dinámicas de docencia, investigación y extensión universitaria con los requerimientos del modo de producción capitalista en la tercera revolución industrial (y que continúa en la transición a la cuarta revolución industrial). La operación que viabiliza la estrategia es la cultura evaluativa neoliberal.

La cultura de la autonomía universitaria contenía correlaciones de fuerza en la vida académica con las cuales el cambio tenía no solo que dialogar sino alinear.  En las instituciones de educación superior (IES) no se puede forzar, al menos en el corto plazo, una transformación de esta significación sin generar caos, conflicto y elevar exponencialmente las resistencias (narrativas y con los poderes políticos, económicos, religiosos y tecnológicos de facto).

Por esta razón, la construcción de viabilidad implicaba -y sigue siendo así- un largo proceso de construcción de falso “sentido común”, que atenuara la percepción de externalidad en la estrategia y posibilitara el proceso de instauración de la internacionalización universitaria neoliberal. En este camino, había que convencer al mundo universitario de la necesidad de evaluar y clasificar de manera estandarizada y homologada la actividad académica, usando para el ello el paradigma de la meritocracia, lo cual demandó décadas, para que no fuera evidente que esta estrategia capitalista era una violación de la autonomía universitaria.

En la tercera década del siglo XXI, es evidente que el capitalismo ha logrado “naturalizar” la bibliometría, los rankings, la acreditación universitaria, la movilidad profesoral y estudiantil basada en la inmersión en las “buenas prácticas” y la mercantilización de la productividad académica. Este es el mayor triunfo de la cultura evaluativa neoliberal.

La estandarización y homogenización ha sido una tendencia constante en el tiempo histórico de la universidad latinoamericana y caribeña, pero nunca había alcanzado las dimensiones, ni logrado tal grado de cohesión y direccionalidad, como lo ha hecho a partir de la tercera revolución industrial.

Por supuesto, la internacionalización universitaria neoliberal requiere una “adaptación nacional” para poder presentar las acciones que converjan con esta estrategia, como propias y singulares, iniciativas locales que van al encuentro de lo global, cuando en realidad el proceso se ha generado a la inversa.  Al instaurarse a nivel mundial la cultura evaluativa neoliberal -corazón de la internacionalización universitaria- el capitalismo pretende desarrollar una dialéctica entre lo global y lo local, que le permita hacerla más eficiente.

El problema reside en la complejidad de las interacciones sistémicas de las operaciones propias de la estrategia de internacionalización universitaria, que suelen aparecer para las burocracias institucionales y el común, como autónomas, fragmentadas, desconectadas y difusas. Al no captarse la direccionalidad y sentido complementario de las operaciones de la internacionalización universitaria, esto puede conducir a errores de priorización desigual de las mismas o de omisión de alguna de ellas, afectando las posibilidades de logro para la lógica del capital.

Sin embargo, como lo explica Anderson (1991), lo nacional es una comunidad imaginada que comporta subjetividades, porque “los miembros de la nación … no conocerán jamás a la mayoría de sus compatriotas, no los verán ni oirán siquiera hablar de ellos, pero en la mente de cada uno vive la imagen de su comunión” (pág. 24).  En el caso de Latinoamérica, no suele haber una idea de la “educación nacional” diferenciada de manera sustantiva en lo escolar y universitario global de lo externo, como tampoco se está exento de las antiguas y nuevas formas de colonización cultural que impone en materia educativa el sistema mundo capitalista. En consecuencia, la identidad educativa nacional muchas veces suele ser un espejismo, más aún si se combina con la calidad educativa.

Por ejemplo, los órganos nacionales para la promoción de la investigación, ciencia y tecnología, que se fueron creando y extendiendo como una hiedra en la región -después de la segunda guerra mundial y el marco del surgimiento de la tercera revolución industrial- promovidos por la mirada cepalina (naciones Unidas) del desarrollo, hicieron posible que, desde la externalidad del mundo universitario, las ideas de lo nacional en las políticas universitarias estuvieran alineadas a los objetivos que para el sector le imponía el centro a la periferia capitalista.

Se suele pensar el papel de estos organismos para la promoción de la ciencia, investigación y tecnología como apoyos al sector universitario, cuando en realidad su trabajo ha significado formas sui generis de quebrar la autonomía universitaria, debido a tres factores. Primero, el presupuesto asignado a estas instancias debió ser asignado directamente a las propias universidades y, en la medida que se incrementa su porcentaje tiene efectos colaterales de desinversión para las IES. Segundo, la priorización de agendas de investigación, docencia y extensión desde un lugar de enunciación ajeno a la universidad que sufre problemas de precarización presupuestaria, se convierte en una injerencia indirecta en la definición de prioridades, lo cual vulnera la propia autonomía. Tercero, estos organismos crean un referente de autoridad en la gestión universitaria que depende de los gobiernos centrales y, por lo tanto, sus prioridades (docencia, investigación y extensión) no suelen ser las de la academia, sino las de la superestructura política.

En sus inicios, la “mediación” de estos órganos nacionales de ciencia, tecnología e investigación, adquiría especial importancia ante la ausencia -o debilidad institucional- de ministerios dedicados exclusivamente al sector universitario, así como por la precaria experticia y autoridad que sobre la educación superior tenía en sus inicios la UNESCO[2]. Lo cierto es que el desarrollo del multilateralismo de la post guerra, mostró la renovada vocación de internacionalización educativa (dentro de ella la universitaria) que tendría el capitalismo en la tercera revolución industrial.

Cómo en las alternativas anti sistema -diríamos hoy anticapitalistas- el internacionalismo era un principio orgánico, la internacionalización educativa -y universitaria- en muchos casos fue erróneamente valorada como progresista. Aún más, cuando la UNESCO -promotora de la normalización educativa– en el marco de la guerra fría, jugaba el rol de espacio de encuentro entre el mundo capitalista y el socialista soviético. Eso no solo facilitó la legitimación de UNESCO, sino que le dotó de un falso manto de neutralidad, que hoy perdura en amplios sectores del magisterio.

Esto no niega ni procura obviar los esfuerzos autónomos por construir políticas educativas nacionales, las cuales han surgido en el marco de las contradicciones inter burguesas, nacionalistas o de carácter nacional popular, como tampoco lo que significó la revolución cubana (1959) en la región. Lo que pretendemos subrayar es el carácter hegemónico y estandarizado que va tomando la internacionalización universitaria, en la tercera revolución industrial y la fase de hegemonía imperialista de los Estados Unidos.

Discurso político, poder e internacionalización

Lacan (1974) en “Reverso del Psicoanálisis” identifica cuatro niveles de la producción del discurso político en las relaciones de poder, los cuales marcan la dinámica entre opresión y liberación. Estos cuatro niveles son: a) el discurso sin límites del amo castrado, b) el papel de la academia en la construcción de narrativas que legitimen la posición del amo, c) la histeria del común, marcada por los “límites” impuestos por el amo, d) el papel del analista “subversivo” (el saber cómo medio de goce) que intenta construir narrativas que develen esta realidad.

A los efectos de este trabajo, parafraseando a Lacan, nos interesa identificar, en un primer momento, la política del “amo capitalista”, que se expresa en varios y complementarios proyectos económicos simultáneos del capital[3] que, si bien tienen diferencias en las disputas por las ganancias derivadas de los mercados educativos, comparten la orientación estratégica de la internacionalización universitaria.

En un segundo momento, entender el “despiste universitario” sobre la orientación política, económica e ideológica de la internacionalización universitaria que se implementa, generándose con ello una crisis de comprensión sobre el sentido real de la misma y, vacíos en el corpus analítico alternativo, que limitan la capacidad autónoma para pensar y elaborar políticas públicas universitarias sobre la internacionalización. La academia de derechas y vinculada a la lógica del capital, solo atinó a realizar estudios confirmatorios, pero no tuvo la capacidad de abrir caminos para implantar lo nuevo-

Tercero, se ha generado una “histeria” colectiva sobre la calidad educativa, un término polisémico y por lo tanto ambiguo, que asociado a la estrategia de internacionalización universitaria construye falso sentido común sobre lo que la ciudadanía aspira para la educación de sus hijos, la propia y de la comunidad. Esto justifica las políticas educativas asociadas a este fenómeno, limitando las resistencias a la cultura evaluativa neoliberal (competencia, clasificación, estratificación, movilidad) implícita en la internacionalización universitaria.

Cuarto, lo que incomoda a la hegemonía imperante, es la construcción desde abajo y los márgenes, de narrativasprácticas y propuestas colectivas que develen el sistema de relaciones de poder constituidos alrededor y dentro de la internacionalización universitaria.  Lo subversivo es analizar y mostrar, que la internacionalización universitaria tiene como lugar de enunciación la racionalidad capitalista y, no la autonomía académica. La perversión de la reproducción funcional se supera con el goce del saber crítico.

Las metáforas lacanianas nos sirven para ilustrar que lo que está en juego es una disputa sobre los sentidos de la actividad académica y la internacionalización universitaria.

Crisis educativa

En la narrativa capitalista surgen denominaciones  que se usan para construirle viabilidad social a la internacionalización universitaria neoliberal en el marco de la tercera revolución industrial. Las expresiones más usadas son “crisis educativa”, “crisis de la calidad universitaria”, “crisis civilizatoria en la educación superior”.  Estos enunciados se han promovido por el centro capitalista, desde la década de los sesenta del siglo XX (seis décadas), muy especialmente en el decenio 1962-1972 (desde el memorándum sobre educación del Banco Mundial hasta el Informe Faure), periodo en el cual se sentaron las bases conceptuales y operacionales de la internacionalización universitaria capitalista.

Desde la lógica del capital, tres grandes sucesos marcan hitos en la construcción de la idea hegemónica de crisis educativa en general y del sector universitario en particular.  Primero, determinado por la llegada de la tercera revolución industrial y sus demandas específicas y novedosas sobre la actividad académica. Segundo, los debates impulsados desde las instancias de poder mundial del capitalismo sobre la urgencia de un cambio en los sistemas escolares y universidades.  Tercero, la precariedad en la construcción de análisis alternativos contextualizados y en profundidad.

Paradójicamente, también desde el campo popular y revolucionario, la década de los sesenta significó un hito importante en el cuestionamiento de la gestión y orientación estratégica de las universidades. El mayo francés, las movilizaciones antirracistas y contra la guerra de vietnam en los Estados Unidos, el movimiento latinoamericano por la reforma universitaria, las insurgencias estudiantiles en distintos países, planteaban que, ante la crisis de la educación universitaria, había que ser realistas y soñar lo imposible[4].

En consecuencia, la palabra crisis se hizo presente en las dos caras de la moneda, planteando la urgencia de transformar la universidad. En el capitalismo de la tercera revolución industrial se da la paradoja, que desde distintos lugares de enunciación (poder dominante y alternativas), se plantea desde hace seis décadas que hay que cambiar radicalmente la universidad. Las IES, por distintas razones, estaban siendo -y siguen- cuestionadas a nivel global, lo cual fue aprovechado por los impulsores del neoliberalismo para abrir paso a soluciones estandarizadas y homogenizadas en formato de internacionalización universitaria.

Documentos que sirvieron de partida a la internacionalización neoliberal de las universidades

Banco Mundial

Sin pretender simplificar, podemos identificar los principales documentos fundantes de la internacionalización universitaria neoliberal en el marco de la tercera revolución industrial. Estos son:

  1. el memorándum del Banco Mundial,
  2. el informe Coleman (1966),
  3. Los papeles de trabajo y conclusiones de la Conferencia Internacional sobre la Crisis Mundial de la Educación (1967),
  4. la publicación del libro de Philip Coombs sobre la crisis mundial de la educación (1968),
  5. la conformación de la Comisión Internacional de UNESCO que elaboró el informe “Aprender a Ser (1972), mejor conocido como Informe Faure.

Luego, estos documentos serían complementados con una serie de trabajos del Banco Mundial, UNESCO (especialmente el IIPE, CRESALC-IESALC y la Dirección de Educación Superior del organismo multilateral), Banco Interamericano de Desarrollo (BID), Naciones Unidas, entre otros. Entre los documentos posteriores es necesario señalar los que circularon para las tres conferencias regionales y mundiales de educación superior, así como la CRES+5 (2024).

Como precisa Bonilla-Molina (2023) en el trabajo “El Banco Mundial en la educación superior (1962-2000)”, esta instancia de conducción de la política económica mundial, creada en el marco del nuevo orden surgido en las postguerras, desplegó abiertamente su trabajo en materia educativa en 1962, con la aprobación del primer proyecto educativo. La labor crediticia del BM en el sector educación, entre 1962 y 1970 se centró en fortalecer las iniciativas de enseñanza, orientadas a atender las demandas de mano de obra del modo de producción capitalista.

Es a partir de septiembre de 1971, cuando el BM en el documento “Education: sector working paper” comienza a perfilar un trabajo internacional de promoción del cambio educativo, mediante el estudio sistemático de los casos nacionales de las Instituciones de Educación Superior (IES). Este documento del Banco Mundial converge con las conclusiones del libro del norteamericano y técnico del IIPE UNESCO Philip Coombs, titulado “The World Crisis in Education: the view from the eighties”. Se inaugura así, una serie de documentos del Banco Mundial, que aún hoy continúan construyendo un marco normativo neoliberal para el cambio universitario, especialmente en materia de internacionalización universitaria.

En el documento de 1971 el Banco Mundial (BM) plantea:

  1. la necesidad de actualizar la capacidad de gestión del sector universitario a nivel internacional, en sus áreas de organización, planificación, evaluación y supervisión,
  2. esta actualización debe impactar al currículo y los métodos de enseñanza,
  3. el crecimiento de la cobertura universitaria debe fundarse en la identificación de nuevas y diversas fuentes del financiamiento de las IES,
  4. Se necesitan reformas estructurales e integrales y menos cambios sectoriales.

Evidentemente, el BM intentaba alinear las respuestas del sector universitario a los requerimientos de formación, investigación y extensión que emanan del modo de producción capitalista en la tercera revolución industrial. El paraguas sobre el cual construye sus propuestas de cambio es la noción de “crisis educativa”. La estrategia es la internacionalización universitaria con distintas dinámicas convergentes de cultura evaluativa neoliberal.

La intervención abierta del BM en la agenda educativa y, en especial del sector universitario, es una señal inequívoca del interés del sistema en producir un cambio radical en las IES, convocando a todos los actores de la superestructura a esta tarea, procurando eliminar cualquier duda de los gobiernos y los conductores de instituciones al respecto.

Informe Coleman

Después del banderazo de 1962 por parte del BM, el gobierno de la nación imperial surgida de las postguerras mundiales del siglo XX, abre un debate sobre la eficiencia de la educación en su propio patio. De hecho, los intereses estratégicos de los Estados Unidos eran -y son-  los más impactados por la vorágine de aceleración de la innovación científico tecnológica que trajo la tercera revolución industrial. Por ello, el interés en actualizar los sistemas escolares y universidades para alinearlos a la reproducción y consolidación de su rol imperial.

El Informe Coleman (1966) constituye un hito en la caracterización de problemas complejos de los sistemas escolares que afectan la gobernabilidad del sistema, incluido el impacto de lo tecnológico en la concentración de riqueza, con la menor generación de desigualdades sociales en su país. El resultado del Informe Coleman instala la idea que la educación norteamericana está en crisis y se debe promover un cambio de manera rápida y efectiva. El meta mensaje consistía en mostrar que esto no era anomalía ni singularidad, sino que la crisis de la educación en Norteamérica y la necesidad de reformas educacionales en ese país, debería ser una regularidad en el resto de las naciones industrializadas, pero también las dependientes, es decir, en el centro y la periferia del sistema mundo.

Este diagnóstico permeó al movimiento social y mediático de los Estados Unidos que comenzaba a ser sacudido por el movimiento hippie, las protestas por la paz en el sudeste asiático, la solidaridad con los movimientos que cuestionaban la racialización de la sociedad, así como por logro de cupo universal para las juventudes en las universidades. La onda de las ideas libertarias del socialismo, la revolución cubana y los cursos de las independencias nacionales en áfrica, así como la beligerancia de las clases subalternas en Asia contribuyeron al surgimiento del protagonismo estudiantil universitario norteamericano y de los países industrializados, que cuestionaban desde otro lugar de enunciación a las IES. El sistema ve a las protestas estudiantiles, el movimiento libertario hippie y la creciente beligerancia social como un signo claro de problemas educativos que tocan a las universidades.

La idea de una nueva reforma educativa recorre al continente latinoamericano y caribeño, mientras desde distintos flancos se cuestiona la legitimidad y eficacia de la formación universitaria en la nación más ´poderosa del planeta.

Conferencia Internacional sobre la Crisis Mundial de la Educación

Esta construcción de hegemonía para la internacionalización del cambio universitario, tiene un capítulo especial en la convocatoria hecha por el propio presidente norteamericano Lyndon  Johnson, para la celebración de la Conferencia Internacional sobre la Crisis Mundial de la Educación (1967), a la cual asisten 150 delegados de 52 países que acuerdan promover iniciativas para un cambio de los sistemas escolares y las universidades a nivel mundial, dando un paso gigantesco en la reelaboración de las agendas para la internacionalización, conforme las exigencias del ese momento.

La Conferencia Internacional, sacudida por los resultados del Informe Coleman, llega a la conclusión  que la crisis no es exclusiva de los EEUU, sino un rasgo de la educación en el sistema capitalista en su conjunto como resultado de la nueva realidad derivada del impacto de la tercera revolución industrial en el modo de producción capitalista.

Los objetivos centrales de este evento fueron:

  1. diagnosticar la naturaleza, causas y proyecciones de la crisis mundial de la educación,
  2. consensuar una estrategia internacional común para enfrentar y superar las causas de esta crisis.

El documento central del evento fue encargado al IIPE-UNESCO, creado en 1962 y dirigido para ese momento por Philip Coombs, quien había estado al frente del Departamento de Educación de los Estados Unidos en la administración Kennedy.

Para la realización de los debates y la construcción del discurso del poder (los amos en el sentido lacaniano), se establecieron diez grupos de trabajo, cada uno dirigido por especialistas del área:

  1. administración escolar (Dr. King, del departamento de Educación de la OECD),
  2. finalidades y contenidos de la educación (Dr. Beeby, de la Universidad de Londres),
  3. estructura de los sistemas escolares (Dr. Bereday, Universidad de Columbia),
  4. Formación docente (Dr. Butts, Universidad de Columbia),
  5. democratización de la enseñanza (Bowles, Fundación Ford),
  6. Educación Informal (Schwartz, Instituto Nacional de Formación de Adultos de Francia),
  7. Nuevas Tecnologías (Dr. Leussink, Universidad Fridericiana de Karlsrube, Alemania),
  8. productividad de la educación (Dr. Edding, Instituto de Investigación Pedagógica de Berlín),
  9. Investigación para Mejorar la Educación (Dr. Husén, Instituto de Investigación Pedagógica de Estocolmo),
  10. Cooperación Internacional para el Fomento de la Educación (Dr. Quik, Fundación Universitaria de Cooperación Internacional de La Haya).

Las conclusiones, mencionadas por Villa-Gómez (1967) fueron:

  1. promover un Mercado Común Mundial de la Educación,
  2. creación de un Consorcio Internacional para la coordinación de los programas de asistencia técnica y financiera en materia educativa,
  3. duplicar la ayuda internacional en materia educativa en los siguientes cinco años,
  4. Concentrar la cooperación los llamados países en desarrollo,
  5. priorizar el financiamiento para la planificación educativa, innovación tecnológica, cambio en los planes de estudio, racionalización y modernización de la administración educativa,
  6. condicionar la ayuda educativa a los países a cuatro factores:
  7. la estrategia de aplicación de la ayuda debe estar consensuada entre donantes y sector educación que lo recibe,
  8. establecer sistema de evaluación periódica de los cambios (imposición de la cultura evaluativa en la gestión educativa),
  9. la productividad como criterio del apoyo multilateral y de fuentes multinacionales,
  10. el sistema educativo y las IES que reciben ayuda internacional deben estar alineadas a un plan de desarrollo nacional conforme a la división internacional del trabajo. Estos elementos serían centrales en el curso que tomaría la década siguiente la internacionalización universitaria.

The World Crisis in Education: the view from the eighties

Al año siguiente, el señor Philip Coombs, publica en formato de libro, una versión mejorada de los documentos que había trabajado para la Conferencia Internacional, bajo el título “Crisis Educativa Mundial” (1968), en el cual se amplían los conceptos, afirmaciones, debates y conclusiones de la reunión internacional convocada por el presidente Johnson. El libro de Coombs, al ser una figura mundial de UNESCO, saca el debate de la “crisis educativa” de las fronteras norteamericanas y lo coloca en el propio corazón del organismo multilateral creado por Naciones Unidas para el fomento de la educación, cultura y comunicación.

Aprender a ser: la educación del futuro

Esto obligó al organismo de la Plaza Fontenoy de París, a escalar el debate (de los amos del poder) a nivel planetario. En consecuencia, convoca a la conformación de una comisión internacional que estudió el “estado de la educación mundial”. Si bien la convocatoria a la investigación no se alinea inicialmente con la idea de “crisis educativa”, los resultados de la misma si lo harían.

En el apartado “puntos de referencia actuales” de “Aprender a Ser: la educación del futuro” se parte del enunciado que la “sociedad rechaza los productos de la educación” (pag.62) porque la educación que precedía las transformaciones económicas, tecnológicas y culturales ha perdido esa capacidad y, en consecuencia, ha diluido sus posibilidades de prever el futuro inmediato con conocimiento adecuado para cada tiempo histórico.

En el inciso “desigualdades en la universidad” el informe Faure, se crítica el efecto de los paliativos para promover la igualdad de oportunidades, si estos no están vinculados a una estrategia integral de meritocracia que sea capaz de superar los obstáculos internos, que además pueda ser valorada adecuadamente mediante modelos de evaluación institucional.

Lo que confirma el Informe Faure (1973) es la necesidad de un cambio radical de la universidad y los sistemas escolares, que se abra paso mediante una adecuada cultura evaluativa de las IES y el resto de instituciones educativas para lograr recuperar su capacidad de prever y preceder.

A partir de este momento, la máscara altruista y despolitizada de la UNESCO comenzó a caerse, mostrándose como un aparato trasnacional o multilateral alineado a los intereses dominantes, algo que analizamos en profundidad en otros textos.

Las “soluciones” del capitalismo en materia educativa, comenzaron a plantearse abiertamente como mundiales, estandarizadas y comparables, para tratar de producir un giro en los sistemas escolares y las universidades. A esa operación se le dio el nombre de internacionalización y tomó variadas formas: normalización educativa, acuerdos para el reconocimiento de títulos y convalidación de estudios en diferentes países, compatibilidad curricular, sistemas de serialización de publicaciones, mecanismos de arbitraje e indexación, financiamiento de la movilidad académica y estudiantil, promoción de la migración calificada, generación de las categorías e indicadores para la medición y clasificación, sistemas de acreditación universitaria, rankings universitarios, micro acreditación de estudios, diversificación del financiamiento universitario, procesos de neo privatización (diversificación de las fuentes de financiamiento público, transformación digital de la educación) y deslocalización de los centros de enunciación de políticas educativas (filantropía empresarial, empresarios por la educación, otras formas de sociedades económicas).

Como veremos más adelante, las Conferencias Regionales de Educación Superior (CRES 1996, 2008, 2018, CRES+5 2024), las Conferencias Mundiales de Educación Superior (1998, 2009, 2022), los acuerdos multilaterales y las convenciones mundiales fueron instrumentos para su aplicación, cumpliendo además la función de válvulas de escape para las críticas a la tendencia hegemónica.

En este periodo, la internacionalización se asume ya no como una adaptación nacional a las experiencias exitosas ubicadas en otras latitudes -propio de los ciclos anteriores-, sino como una necesidad del sistema mundo de alinear los esfuerzos universitarios en una misma dirección, independientemente de las graduaciones propias del desarrollo desigual y combinado del capitalismo, en un nuevo contexto de nueva división internacional del trabajo, incluido el profesional e intelectual.

La innovación como problema

La pregunta natural que surge es ¿por qué en ese momento el capital redobla su discurso sobre la crisis educativa? ¿Le llegó la hora a la transformación radical de los sistemas escolares y universidades? ¿Por qué el sistema mundo no lo hizo antes? Siempre se dijo desde la teoría crítica que los sistemas escolares y universidades habían servido para la reproducción simbólica y material del modo de producción capitalista ¿que había cambiado entonces?

 

Fuente de la Información: https://luisbonillamolina.com/2024/11/30/la-internacionalizacion-universitaria-de-la-tercera-revolucion-industrial-1972-1980/

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México – La Inteligencia Artificial plantea nuevo retos a la docencia: BUAP

La Inteligencia Artificial plantea nuevo retos a la docencia: BUAP

Para fomentar el uso de la Inteligencia Artificial (IA) en la educación, promover la tecnología educativa y difundir el uso efectivo de las innovaciones académicas de Google, como Google for Education, la Dirección General de Cómputo y Tecnologías de la Información y Comunicaciones (DCyTIC) realizó el Congreso de Innovación y Tecnología para la Educación (CITE) BUAP 2024.

En su clausura, la Rectora María Lilia Cedillo Ramírez refirió que la llegada de la Inteligencia Artificial plantea nuevos retos en la docencia, por lo que los profesores deben adaptarse a esos cambios, conocer las nuevas herramientas tecnológicas y fomentarlas en sus entornos de trabajo.

“Cuando seamos capaces de entender la IA y además agregar la inteligencia humana, estaremos hablando de una inteligencia aumentada que ninguna máquina podrá superar. De ahí la importancia de este congreso, una iniciativa fundamental para que los docentes percibamos las ventajas del uso de la tecnología, nos animemos a innovar y crear en nuestros ámbitos académicos”, comentó.

Más tarde, la Rectora entregó reconocimientos a los ganadores del Premio a la Innovación y Tecnología para la Educación BUAP 2024. El primer lugar fue para Elsa Morales Castañeda y Ariadna González Solís, con el proyecto “Uso de la Inteligencia Artificial en un ejercicio de exploración formal y espacial y vinculación a prácticas culturales y tradiciones en el Complejo Regional Norte de la BUAP”.

El segundo sitio correspondió a Karen Rivera Rojas y Víctor Manuel Martínez López, con el proyecto “Evaluación exploratoria de gafas de realidad virtual en la enseñanza del diseño arquitectónico”. El tercer lugar fue para Javier Sánchez Díaz, con su trabajo “Del papel al prototipo electrónico”.

En su intervención, el titular de la DCyTIC y coordinador general del congreso, Marco Antonio de los Santos Landa, indicó que durante el 28 y 29 de noviembre se compartió la visión de un futuro transformador con la tecnología. Las sesiones, dijo, versaron sobre cómo integrar las nuevas tecnologías en el entorno educativo; mientras que los talleres permitieron experimentar cómo éstas pueden transformar la enseñanza y el aprendizaje.

Con sede en el Centro de Convenciones de Ciudad Universitaria, el CITE reunió a docentes, investigadores y profesionales de la educación de diversas instituciones de educación superior y empresas líderes como Google, NivelA y Territorium, que compartieron experiencias, metodologías y prácticas innovadoras para impulsar la adopción de tecnología educativa.

En el cierre del CITE también formaron parte del presídium Berenice Balboa Sánchez, directora del sector público de la empresa NivelA, y Yunuen Reyes Castro, creadora de contenido educativo para Canva.

En dos días de trabajo, además de las conferencias y talleres, se realizaron tres mesas de discusión, las cuales abordaron los retos de la educación ante la evolución del entorno laboral con el uso de IA, la ética y el rol de las instituciones de educación superior en el desarrollo de competencias digitales.

En la última mesa de discusión, Juan Carlos Flores González, director de Educación Superior de la BUAP, consideró la necesidad de incorporar habilidades digitales en el perfil de egreso de los planes de estudio, tener una adaptación y aprendizaje continuo de cara al desarrollo de nuevas tecnologías, y establecer seguridad y ética digital como principios de integridad académica.

Además, capacitar al personal académico en el uso de IA para acompañar a los estudiantes en su aplicación y alcance en las actividades universitarias, y contar con instrumentos periódicos de evaluación diagnóstica del manejo de habilidades digitales en alumnos y docentes.

Por su parte, Juan Manuel González Calleros, académico de la Facultad de Ciencias de la Computación de la BUAP, expuso que la tecnología por sí sola no es suficiente, se necesitan modelos educativos alineados a estos conjuntos de técnicas; además de trabajar en torno a la alfabetización digital, ya que existe una tendencia a la formación tradicional y es necesario fortalecer técnicas que sugieran el uso de las nuevas tecnologías.

Otros ponentes fueron Juan José Córdova Zamorano, del programa ITAM ExEd y especialista en control automático y negocios, así como Adriel Patrón Ponce, director general de Talo MX, quienes compartieron con los asistentes sus experiencias con la tecnología en el ámbito educativo, las cuales se reflejan en la automatización de procesos y en la formación de sistemas digitales para ahorrar recursos en las empresas.

Fuente de la Información: https://www.educacionfutura.org/la-inteligencia-artificial-plantea-nuevo-retos-a-la-docencia-buap/

 

 

 

 

 

 

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México: La UNAM explora el impacto de la inteligencia artificial generativa en el aprendizaje y la enseñanza

La UNAM explora el impacto de la inteligencia artificial generativa en el aprendizaje y la enseñanza

La Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) reafirmó su compromiso con la integración ética y responsable de la inteligencia artificial generativa (IAG) en el ámbito educativo durante la inauguración de la 2ª Jornada de IA Generativa en Educación, UNAM 2024. Este evento destacó la necesidad de aprovechar al máximo el potencial de esta tecnología para transformar la enseñanza, la evaluación y otras áreas del conocimiento.

Patricia Dolores Dávila Aranda, secretaria General de la UNAM, señaló que la IAG ya es una realidad con el potencial de mejorar las prácticas educativas y científicas si se utiliza de manera ética y bien informada. Durante su intervención, subrayó que la era digital y la tecnología seguirán definiendo el desarrollo educativo y científico de la institución, con un impacto significativo en los años venideros.

“La idea es maximizar su potencial en la enseñanza y la evaluación, organizando actividades, emitiendo recomendaciones útiles para docentes y estudiantes, y garantizando su implementación responsable en el ecosistema educativo”, dijo Dávila Aranda.

Un rol activo en la transformación educativa

Melchor Sánchez Mendiola, coordinador de Evaluación, Innovación y Desarrollo Educativos de la UNAM, resaltó que la institución no puede limitarse a ser espectadora de estos cambios. “Hemos asumido un rol activo explorando cómo estas tecnologías pueden potenciar nuestras capacidades como educadores, investigadores y estudiantes, siempre evaluando sus costos, limitaciones y efectos adversos”, afirmó.

Sánchez Mendiola destacó que el éxito de estas herramientas no depende únicamente de su existencia, sino de cómo se utilicen en consenso con la comunidad educativa para construir un futuro que atienda las necesidades sociales.

Por su parte, Anabel de la Rosa Gómez, titular de la Coordinación de Universidad Abierta y Educación Digital (CUAED), presentó avances como el reciente lanzamiento del “Asistente IA” en la plataforma Moodle, diseñado para apoyar las estrategias de enseñanza-aprendizaje en aulas virtuales. También anunció que están en desarrollo otros agentes inteligentes enfocados en la tutoría y el respaldo docente, con la intención de ampliar las herramientas digitales disponibles para la comunidad universitaria.

A su vez, Héctor Benítez Pérez, director general de Cómputo y Tecnologías de Información y Comunicación, destacó la importancia de adoptar estas herramientas en las instituciones de educación superior para optimizar procesos de aprendizaje y servicios. “Debemos aprovechar las capacidades de percepción, razonamiento, resolución e interacción lingüística que la IA ofrece”, afirmó.

Personalización y accesibilidad en la enseñanza

Boris Escalante Ramírez, coordinador del Centro de Estudios en Computación Avanzada de la UNAM, enfatizó que la IAG permite personalizar el aprendizaje, automatizar aspectos de la enseñanza y hacer la educación más accesible. Sin embargo, advirtió sobre la necesidad de evitar que la tecnología amplíe las brechas sociales y aseguró que su implementación debe dirigirse hacia una educación de mayor calidad que beneficie a todos los sectores, especialmente a los más desprotegidos.

Los participantes coincidieron en que la IAG es una herramienta poderosa, pero su éxito dependerá del marco ético, la responsabilidad y la inclusión con la que se implemente. Desde el desarrollo de asistentes virtuales hasta la automatización de procesos, la UNAM busca liderar el camino hacia una transformación educativa que responda a las demandas del siglo XXI sin perder de vista las necesidades sociales y los valores institucionales.

Fuente de la Información: https://www.educacionfutura.org/la-unam-explora-el-impacto-de-la-inteligencia-artificial-generativa-en-el-aprendizaje-y-la-ensenanza/

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República Dominicana: La inteligencia artificial y su importancia en el patrimonio cultural y las industrias culturales, retos y desafíos

La inteligencia artificial y su importancia en el patrimonio cultural y las industrias culturales, retos y desafíos

Los ministros de Cultura del G7 se unen para enfrentar los desafíos de la inteligencia artificial en las industrias culturales, promover la diversidad y proteger el patrimonio global.

Analizar este tema desde la mirada de lo que trabajamos me resulta muy fascinante, sobre todo por ser parte de una generación de profesionales que ha tenido como eje transversal en su camino las llamadas Tecnologías de la Información y la Comunicación, como recurso y herramienta en el proceso, administración y distribución de la información a través de elementos tecnológicos, como: ordenadores, teléfonos, televisores, cables, formación a distancia y educador a distancia.

El mejor ejemplo de lo que planteo es esta columna, que se publica cada semana, no importando el lugar donde me encuentre, la escribo, la envió a los directivos del periódico, ellos la publican los domingos, ustedes la leen desde cualquier lugar del mundo y ahora la escuchan como me han contado personas, que camino a su trabajo, en el gimnasio, en sus casas o hasta en un aeropuerto esperando un vuelo leen o escuchan los artículos, ya que la plataforma de Acento permite convertir en audio los escritos, este es el mejor ejemplo de como se va transformando la tecnología, así como se transforma la cultura, por esa necesidad del individuo y su entorno, como nos enseñaron cuando estudiamos antropología.

En Gualey donde estudié mi bachillerato escuché por primera vez lo de IA

Compartimos como siempre algunas reflexiones con esas miradas desde la experiencia misma, como esta de hoy. Quizás muchas personas no saben que soy egresado del Instituto Politécnico Parroquial Santa Ana (IPOPSA), una institución pública de educación secundaria dirigida por las hermanas del Instituto Secular Nuestra Señora de la Altagracia, (Las altagracianas), en este centro ubicado en el populoso barrio de Gualey en la zona norte del Distrito Nacional, recuerdo como ahora que estando en tercero técnico de bachiller, una mañana escuche hablar a la profesora Ana Luisa Cid Rodríguez en una clase sobre Inteligencia Artificial, yo pensaba que la maestra que además era la encargada del curso, hablaba en otro idioma, pero no, era de este tema que hoy tocamos y que ya mi hija Lorianna con 11 años de edad lo maneja a la perfección.

En este centro que le menciono estudié toda la secundaria y me gradué como Bachiller Técnico en Informática con las notas más altas de mi promoción en diciembre del año 2006, por eso me tocó llevar la bandera de la institución en el acostumbrado desfile de graduación por las calles del barrio hasta la iglesia Santa Ana, donde se realiza el acto de investidura luego de la celebración eucarística. De ese día a la fecha, todo es historia, pero una historia que cuento con alegría, orgullo y agradecimiento donde quiera que voy, ya que ese centro al que honro y respeto junto a todos los hombres y mujeres que me formaron, no solo en lo académico, sino para la vida, sigue siendo un referente de alto nivel de formación en el país. Comparto esta información por el tema que estamos analizando vinculado al avance de la tecnología y por el lazo que tengo con ella y ser parte de mi formación, aunque me fui al área de las Humanidades y las Ciencias Sociales en mis estudios superiores, aun así, la he puesto en practica en vida y mi quehacer profesional como aprendí.

V Encuentro Internacional con el Patrimonio Cultural

Una de las razones por la cual he querido compartir ir este artículo, es por mi participación los días 15 y 16 de noviembre de la pasada semana en el V Encuentro Internacional con el Patrimonio Cultural, que tuvo como tema central: La Inteligencia Artificial su impacto en el PCI, organizado por la Asociación Profesional del Patrimonio Histórico-Arqueológico de la ciudad de Cádiz en España, celebrado en el Museo Arqueológico Municipal de Jerez de la Frontera, al que fui invitado de forma virtual por el profesor Alberto Polo Romero, catedrático de la Universidad Rey Juan Carlos y extraordinario arqueólogo, que conocí en México en mis estudios de maestría en Patrimonio Cultural. El Dr. Polo impartió la conferencia: «Redes sociales y arqueología, una relación necesaria en la generación de comunidades patrimoniales».

En esta ponencia el experto abordó cómo las redes sociales y la inteligencia artificial se han convertido en una herramienta fundamental para la creación y el fortalecimiento de comunidades interesadas en el patrimonio, planteando, que gracias a estas plataformas, tanto expertos como aficionados pueden compartir conocimientos, debatir y visibilizar el trabajo del patrimonio, favoreciendo una mayor conexión con la sociedad. Fue una extraordinaria jornada de intercambio de ideas constructivas entre expertos de diferentes partes del mundo y ciudadanos de la localidad. Durante los dos días los asistentes disfrutamos de un programa variado con conferencias y debates en torno a temas relevantes en el ámbito de la arqueología y el patrimonio histórico con reflexiones sobre la evolución de la disciplina, la influencia de las redes sociales en su divulgación y conservación, así como sobre el papel de la tecnología en la arqueología moderna.

Un recorrido por el desarrollo de la Inteligencia Artificial

Luego de la participación en este congreso, aprender y anotar para analizar, reflexionar y seguir investigando sobre el tema entonces, hablemos un poco sobre Inteligencia Artificial (IA). Una disciplina científica que nació oficialmente en 1956 en el Dartmouth College, en Hanover (Estados Unidos), durante un curso de verano organizado por cuatro investigadores estadounidenses: John McCarthy, Marvin Minsky, Nathaniel Rochester y Claude Shannon. Desde entonces, la expresión “inteligencia artificial”, que al principio fue inventada probablemente para llamar la atención, se ha vuelto tan popular que hoy día todos saben de qué se trata. Este componente de la informática ha crecido de forma constante con el paso del tiempo y las tecnologías que de ella se derivan han contribuido en gran medida a transformar el mundo durante los últimos sesenta años.

Jean-Gabriel Ganascia en un trabajo publicado por la UNESCO en febrero del año 2018, titulado: Inteligencia artificial: entre el mito y la realidad, plantea: “El éxito de la expresión “inteligencia artificial” se debe a veces a un malentendido cuando se la utiliza para referirse a un ente artificial dotado de inteligencia y por lo tanto, capaz de rivalizar con el ser humano. Esta idea, que remite a mitos y leyendas antiguas, como la del Golem, fue reactivada recientemente por personalidades del mundo contemporáneo como el físico británico Stephen Hawking (1942-2018), el empresario estadounidense Elon Musk, el futorólogo estadounidense Ray Kurzweil o inclusive por defensores de lo que hoy se denomina la “IA fuerte” o la “IA general”. Sin embargo, no entraremos aquí en más detalles sobre esta segunda vertiente, ya que es producto únicamente de una fértil imaginación, inspirada más por la ciencia ficción que por una realidad científica tangible confirmada por experimentos y observaciones empíricas”.

Mientras que el Dr. Polo en su ponencia en el congreso del que hice mención más adelante, como Ganascia, establecía: “Esta disciplina científica se basó en la suposición de que todas las funciones cognitivas, en especial el aprendizaje, el razonamiento, el cálculo, la percepción, la memorización e incluso el descubrimiento científico o la creatividad artística pueden describirse con una precisión tal que sería posible programar un ordenador para reproducirlas. Hace más de sesenta años que la IA existe y no ha habido nada que permita desmentir o demostrar de manera irrefutable esta especulación, que sigue siendo válida y fecunda”.

Ganasci, el profesor de informática francés de la Universidad de la Sorbona en su trabajo sobre el desarrollo de la IA hasta nuestros días, refiere: En el transcurso de su breve existencia, la IA experimentó numerosas transformaciones que se resumen en seis etapas: La época de los profetas: donde investigadores dieron rienda suelta con declaraciones precipitadas, por las que fueron criticados severamente; Los años sombríos: aquí los avances tardaron en hacerse sentir y un niño de diez años derrotó a una computadora en una partida de ajedrez en 1965, la IA tuvo entonces mala prensa durante una década; La IA semántica: los trabajos no se interrumpieron, pero las investigaciones tomaron nuevos rumbos. El interés se centró en la psicología de la memoria, los mecanismos de comprensión, se procuró simular en un ordenador y en el papel del conocimiento en el razonamiento; Neoconexionismo y aprendizaje automático: el perfeccionamiento de las técnicas condujo a la elaboración de algoritmos de aprendizaje automático (machine learning), que permitieron a los ordenadores acumular conocimientos y reprogramarse automáticamente a partir de sus propias experiencias. Esto dio origen a aplicaciones industriales (identificación de huellas dactilares, reconocimiento de voz, etc; De la IA a las interfaces hombre-máquina: En los años 90, la IA se acopló a la robótica y a las interfaces hombre-máquina a fin de crear agentes inteligentes que sugieren la presencia de afectos y de emociones. Esto dio origen, entre otros, a la informática emocional (affective computing), que evalúa las reacciones de un sujeto que experimenta emociones y las reproduce en una máquina; Resurgimiento de la IA: Desde 2010, la potencia de las máquinas permite aprovechar los macrodatos o inteligencia de datos (big data) con técnicas de aprendizaje profundo (deep learning), que se basan en el uso de redes neuronales formales. Algunas aplicaciones muy prometedoras en diversas áreas (reconocimiento de voz, de imágenes, comprensión del lenguaje natural, vehículos autónomos, etc.) hacen pensar en un resurgimiento de la IA”.

IA y su importancia en el Patrimonio Cultural y las Industrias Culturales

Antes de entrar a esta parte es muy importante volver a repasar que significa Patrimonio Cultural e Industrias Culturales. La UNESCO ha establecido que el contenido de la expresión “patrimonio cultural” ha cambiado bastante en las últimas décadas, debido en parte a los instrumentos elaborado por la organización. El patrimonio cultural no se limita a monumentos y colecciones de objetos, sino que comprende también tradiciones o expresiones vivas heredadas de nuestros antepasados y transmitidas a nuestros descendientes, como tradiciones oralesartes del espectáculousos sociales, rituales, actos festivosconocimientos y prácticas relativos a la naturaleza y el universo, y saberes y técnicas vinculados a la artesanía tradicional.

Cosette Castro en su trabajo titulado: Industrias de Contenidos en Latinoamérica, publicado en Buenos Aires por la CEPAL (2008), sobre las Industrias Culturales y Creativas establece: “Las Industrias Culturales es concepto que fue desarrollado por Theodor Adorno (1903-1969) y Max Horkheimer (1895-1973) aunque en un principio fue utilizado en singular, actualmente nos referimos a él en plural: industrias culturales hace referencia a un conjunto de sectores encargados de la creación, producción, exhibición, distribución y/o difusión de servicios y bienes culturales, tales como el arte, el entretenimiento, el diseño, la arquitectura, la publicidad, la gastronomía y el turismo. El concepto de sector nace a finales de los años setenta. A posteriori, el concepto de industrias culturales no se entiende como tal hasta finales de los años noventa y así se desvincula del mercado, tal y como se hacía antes. De las industrias culturales proviene el fenómeno conocido como cultura de masas. El concepto de industria cultural no sólo hace alusión al tipo de cultura que se transmite en los medios masivos, sino que también los bienes culturales que se diseñan y producen conforme a los objetivos de la acumulación capitalista y de la ganancia de utilidades. Estas pueden ser autofinanciables o dejar de serlo en función de las políticas de los estados, sus legislaciones y las políticas de resguardo y protección que la tiendan como bienes patrimoniales”.

Los ministros de Cultura del G7 se unen para enfrentar los desafíos de la inteligencia artificial en las industrias culturales, promover la diversidad y proteger el patrimonio global.

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Tipología de las Industrias Culturales. Fuente externa.

Estamos muy claros que IA en el sector cultural mundial ha generado grandes oportunidades y nuevos enfoques para la creación del contenido cultural y ha mejorado la gestión y eficiencia de los procesos de distribución y consumo. Pero también sabemos que la IA no puede reemplazar la experiencia y el juicio humano, ni en patrimonio cultural ni en ninguna otra rama técnica y debe ser utilizada como una herramienta complementaria. De lo que si debemos saber es que Los especialistas en Patrimonio Cultural debemos trabajar en colaboración con los especialistas en IA para garantizar que se utilice de manera efectiva y responsable. Además, es importante tener en cuenta que la IA no es infalible y puede producir resultados erróneos. Por lo tanto, su uso en el campo del patrimonio cultural debe estar siempre sujeto a un espíritu crítico y se deben verificar los resultados con la experiencia y conocimiento.

A continuación, analizamos seis conceptos clave presentados en el evento que estuve participando la semana pasada, los mismos ilustran el alcance de la importancia de la IA en el Patrimonio Cultural y las Industrias Culturales.

Personalización de la oferta cultural: La IA ha permitido la personalización de la experiencia cultural para los usuarios. El análisis de ingentes cantidades de datos sobre los gustos y preferencias de los usuarios, permite a los algoritmos de IA recomendar eventos y actividades culturales según los intereses específicos de cada persona. Por ejemplo, los servicios musicales de streaming como Spotify o Amazon Music utilizan algoritmos de Inteligencia Artificial para adecuar las recomendaciones a cada usuario. Acceso más inclusivo a la cultura: La facilidad de digitalización de contenido cultural con el uso de IA ha facilitado el acceso a multitud de obras desde cualquier parte del mundo y ha permitido que personas con diferentes capacidades o limitaciones económicas puedan disfrutar y participar en la cultura de una manera más accesible.

Descubrimiento de talento: Otro aspecto de la industria cultural que está cambiando con la aplicación de herramientas de IA es la forma en que se descubre y promociona el talento artístico. Plataformas como “Pandora” utilizan algoritmos de IA para analizar perfiles artísticos y detectar talentos emergentes en el ámbito de la creación musical. Estas plataformas analizan y evalúan patrones y tendencias en el trabajo de los artistas, ayudando a los profesionales de la gestión cultural a descubrir nuevos talentos y a los propios artistas a conectar con su público. Preservación del patrimonio cultural: Los algoritmos de IA pueden analizar y catalogar grandes cantidades de datos, como fotografías históricas o documentos antiguos, agilizando los procesos de catalogación y organización. En este sentido, el uso de herramientas de aprendizaje automático es especialmente efectivo en la restauración de obras de arte dañadas o desgastadas con el paso del tiempo. Como ejemplo, el Rijksmuseum en Amsterdam utilizó técnicas de IA para reconstruir “La ronda de noche” de Rembrandt”.

Mejora de la experiencia en museos y espacios culturales:  Mediante el análisis de datos de los visitantes, las herramientas de Inteligencia Artificial pueden personalizar recorridos, ofrecer información en tiempo real y adaptar la experiencia a los intereses individuales. Por ejemplo, a través de aplicaciones de realidad aumentada se puede interactuar con personajes históricos y adecuar cada explicación de las obras al perfil de cada visitante. Generación de contenidos audiovisuales: En las últimas semanas se ha hecho viral el spot de Coca-Cola llamado “Masterpiece”, ambientado en un museo. En él, un estudiante en busca de la inspiración cae en la somnolencia mientras los cuadros cobran vida y se lanzan entre ellos una botella de la bebida refrescante. Lo novedoso de este anuncio, además del espectáculo visual que propone, es que ha sido creado fusionando grabación de vídeo, técnicas de modelado 3D y el uso de IA (Stable Diffusion), con un sorprendente resultado. Estos son algunos ejemplos que ilustran cómo la IA está impulsando la innovación en la gestión cultural, brindando nuevas oportunidades y abriendo nuevas vías de interacción entre creadores culturales, gestores y el público general.

IA e Industrias Culturales tema central de los ministros de cultura del G7

G7-Reunion-de-ministros-de-Cultura-del-G7.-Fuente-externa
G7 Reunión de ministros de Cultura del G7. Fuente externa.

Otro ejemplo de la importancia que va teniendo en el mundo la IA y las IC, es lo que sucedió hace poco, que quienes trabajamos el tema y damos seguimiento a las noticias vinculadas a lo que ocurre con el PC aplaudimos. Todos los medios de comunicación se hicieron eco el pasado El 20 de septiembre de este año 2024, que en el marco del G7, bajo la presidencia de Italia en la ciudad de Napoles, donde los ministros de Cultura del G7, conformado por: Canadá, Francia, Alemania, Italia, Japón, Reino Unido y Estados Unidos, publicaron una declaración conjunta bajo el título “Cultura, bien común de la humanidad, responsabilidad común” (Culture, common good of humanity, common responsibility), en la que establecían una serie de principios a seguir y acciones a desarrollar para proteger y promover la propiedad intelectual y cultural. En primer lugar, la Declaración aborda la protección y promoción de las identidades culturales. Los Estados firmantes destacan la importancia fundamental de la cultura como un bien común de la humanidad, y su papel central en la identidad de las naciones, pueblos y comunidades. En este sentido, subrayan que la cultura no solo abarca el patrimonio natural y cultural, tanto tangible como intangible, sino que también es esencial para la educación cívica y la cohesión social. Por ello, en la Declaración enfatizan que la diversidad cultural es vital para promover el entendimiento mutuo y la convivencia pacífica en un mundo interconectado.

Para desarrollar este principio, los ministros del G7 proponen fomentar la diversidad cultural y contribuir al desarrollo social y económico a través de la cultura, reforzar el apoyo a la libertad de expresión; desarrollar políticas públicas que mejoren las condiciones de trabajo y vida de los profesionales en arte y cultura; fomentar una educación cultural de calidad; o impulsar el acceso universal a la cultura, especialmente para los jóvenes, entre otras acciones. La declaración también aborda la inteligencia artificial, poniendo en el centro a los seres humanos como únicos creadores de obras, y reconociendo y valorando el talento de los artistas y profesionales de la cultura. En este sentido, destacan que la cultura tiene un papel trascendental en el desarrollo de la inteligencia artificial, contribuyendo a su desarrollo, siempre y cuando se respeten los derechos humanos, las obras de los creadores y la diversidad cultural. Los ministros destacan que la inteligencia artificial puede ayudar a la investigación y a la extracción de datos sobre el patrimonio cultural, ayudando a comprender mejor el pasado. También recuerdan que esta tecnología puede presentar riesgos para los profesionales de la cultura, dado que puede impactar de forma negativa en las condiciones de trabajo en el sector.

Por ello, buscan promover una transformación digital inclusiva y centrada en el ser humano en el sector cultural, alineando el crecimiento económico y el desarrollo sostenible con los derechos humanos. También se debe aumentar la cooperación entre países para abordar las implicaciones éticas y legales de la inteligencia artificial generativa, mediante el intercambio de ideas sobre enfoques políticos para desarrollar e impulsarla de forma segura, y fomentar la investigación y la educación para desarrollar el potencial de esta tecnología en la preservación del patrimonio cultural. En relación con el comercio ilegal de bienes culturales, la Declaración reconoce que el tráfico ilegal de bienes culturales afecta gravemente al patrimonio y las instituciones culturales. Los ministros destacan que se observa un aumento del comercio ilícito a través de plataformas digitales, lo que dificulta la vigilancia de las infracciones contra la propiedad intelectual. Por ello, abogan por promover la transparencia y la debida diligencia en el comercio cultural, lo cual es esencial para crear mercados éticos y fomentar la confianza entre comerciantes, coleccionistas e instituciones culturales, y fortalecer la cooperación transnacional para mejorar la prevención y detección del tráfico ilícito, trabajando con organizaciones como UNESCO e Interpol. Consideran que promover el uso de tecnología, incluyendo inteligencia artificial, puede ser útil para monitorear el comercio ilegal, y para detectar la procedencia y devolver los bienes culturales, en colaboración con académicos y autoridades.

Por último, abordan la necesidad de proteger el patrimonio cultural frente al cambio climático. En este sentido recuerdan que cada vez son más los desastres naturales y que es necesario proteger el patrimonio cultural, tanto tangible como intangible, frente a los cambios climáticos extremos y desastres naturales. En este sentido, remarcan que la investigación y el desarrollo tecnológico son vitales para proyectar futuros impactos climáticos y monitorear riesgos en el patrimonio cultural y reconocen los avances logrados en la 28ª Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (COP28) de 2023 en la integración de la cultura en las discusiones climáticas globales. Otro tema clave abordado por los ministros fue la protección del patrimonio cultural, con especial atención a la devastación causada por la destrucción de sitios históricos en Ucrania, un conflicto que amenaza con borrar partes esenciales de la identidad cultural de la región. El G7 se comprometió a coordinar esfuerzos para la recuperación de Ucrania, mediante programas e iniciativas de apoyo, en colaboración con otros socios internacionales.

Para minimizar los daños en el patrimonio cultural, proponen fomentar estrategias y acciones para mitigar los impactos del cambio climático y los desastres culturales en el patrimonio cultural a través de alianzas estratégicas, apoyando la investigación y desarrollando planes de capacitación que permitan actuar y proteger el patrimonio cultural frente a desastres naturales. Concluyen los ministros de Cultura firmantes expresando su convicción de que la cultura es fundamental para impulsar el logro de los Objetivos de Desarrollo Sostenible establecidos en la Agenda 2030 de las Naciones Unidas, y pidiendo que se reconozca y se integre de manera completa la cultura y la economía creativa en las políticas y procesos de desarrollo. Abogan por que la cultura sea considerada como un objetivo independiente en las futuras conversaciones sobre el desarrollo sostenible, asegurando que se le dé la importancia que merece en la planificación y ejecución de iniciativas que busquen un desarrollo equitativo y sostenible en el futuro.

Hay que aplaudir y dar seguimiento a esto que se han comprometidos los ministros de Cultura del G7, que se unen para enfrentar los desafíos de la inteligencia artificial en las industrias culturales, promover la diversidad y proteger el patrimonio global. Lo que misma UNESCO ha valorado como un hecho sin precedentes, planteando que los países del G7 adoptaron la Declaración de Nápoles de los Ministros de Cultura durante una reunión presidida por Italia. Esta ocasión trascendental representa un paso decisivo hacia la integración de la cultura en las políticas sociales y económicas de las mayores economías del mundo y la contribución de la UNESCO como socio multilateral de primer orden. La adopción de la Declaración del G7 es un claro compromiso de los líderes mundiales con la cultura. Los derechos culturales deben protegerse, afirmarse y promoverse al más alto nivel de la política y la toma de decisiones. Junto con sus socios, la UNESCO está acelerando sus esfuerzos para establecer la cultura como un objetivo específico por derecho propio en la Agenda 2030 sobre el Desarrollo Sostenible. Estableció Ernesto Ottone, Subdirector General de Cultura de la UNESCO. La UNESCO continua su defensa de la cultura eso convocará al MONDIACULT 2025 en Barcelona, España para seguir creando consenso con los responsables de la toma de decisiones y los actores de la sociedad civil en preparación del marco posterior a 2030. La organización ha planeado que durante la conferencia publicará un informe mundial sobre la cultura, que ofrecerá una visión general del estado actual de la cultura y revelará las oportunidades y lagunas para liberar el poder de la cultura en pro de un futuro sostenible para todos.

Convertir los retos en oportunidades

Es importante estar claro que la IA ha surgido como una poderosa herramienta para abordar desafíos sociales y fomentar la inclusividad. Al aprovechar sus capacidades, las sociedades pueden mejorar el acceso a servicios esenciales, empoderar a comunidades marginadas y promover el desarrollo sostenible. Sin embargo, es crucial abordar la IA con un enfoque ético, salvaguardando la privacidad, mitigando sesgos y asegurando un uso responsable. Al aprovechar el potencial de la IA de manera responsable, podemos desbloquear su poder transformador para el beneficio de nuestras sociedades. Aunque la aparición de herramientas de IA genera nuevas oportunidades de organización y consumo en el mundo cultural, existen riesgos derivados de su implementación. No hay que olvidar que estas herramientas no dejan de ser programas, en sentido amplio, que carecen de las capacidades e imaginación propias de la mente humana. Son varios los aspectos negativos que hay que tener en cuenta a la hora de analizar la implementación de las IA en la industria cultural y el patrimonio, como lo que llaman los informáticos el sesgo algorítmico, que también fue tratado el evento que participe y se refiere a la discriminación de género o racial o dimensionamiento de preferencias y gustos que no tienen por qué ser mayoritarios en los consumidores culturales. Otro es el cambio en las competencias de los profesionales del sector cultural que se siguen resistiendo al cambio y la formación continua sobre el tema, ya que como plantean los expertos, para el uso efectivo de esta nueva tecnología es necesario tanto el conocimiento del sector como adquirir nuevas habilidades en el uso de los llamados “prompts”, que no son más que el tipo y orden de las instrucciones que hay que suministrar a los algoritmos para obtener el resultado deseado.

Algunas tareas que antes eran realizadas por profesionales, como la gestión de eventos o la curación de contenidos, pueden ser automatizadas, pero sigue siendo necesaria la visión estratégica y el conocimiento profundo de un especialista del sector para su supervisión y que, en último término, su implementación sea positiva. Por último, tenemos el tema de la privacidad y protección de datos de los usuarios, este es un gran desafío clave que debe estar regulado y controlado en un mundo en el que técnicamente es posible registrar casi cualquier actividad personal. Las organizaciones culturales deben garantizar que los datos sean utilizados de manera ética y respetando la privacidad de los individuos y la pérdida de autenticidad, otro tema que se abordó en el evento que participe, sobre esto planteaban que existe el riesgo de que el uso excesivo de las IAs en la creación y distribución cultural pueda llevar a una homogeneización de la generación de obras culturales, reduciendo la originalidad y variedad de contenidos, ya que si las obras de arte o las producciones culturales se generan en su totalidad por algoritmos, podría disminuir la diversidad creativa y la singularidad de las expresiones culturales.

La aparición de la Inteligencia Artificial ha generado un impacto significativo en el sector de la industria culturales, revolucionado la forma en que se crea, distribuye y consume la cultura. Sin embargo, también plantea desafíos relacionados con la equidad, el empleo, la privacidad y la autenticidad. Es fundamental abordar estos desafíos de manera ética y responsable para garantizar que la IA sea una herramienta al servicio de la creatividad y la diversidad cultural. En los próximos años, se espera que la IA siga evolucionando y desempeñe un papel cada vez más importante en el sector cultural.

La colaboración entre profesionales de la gestión cultural, artistas y expertos en IA será clave para aprovechar al máximo las oportunidades que ofrece esta tecnología y superar los desafíos que plantea. La cultura es un terreno fértil para la innovación y la Inteligencia Artificial tiene el potencial de potenciar aún más la creatividad y la expresión cultural en el caso de la Republica Dominicana y el mundo, por eso reitero que tenemos muchos retos y grandes desafíos. Termino con esta frase que resume lo que hemos abordado en este artículo, esperando que sirva para aportar al debate y nos ayude a ampliar la mirada del tema, aprendiendo y desaprendiendo: «La Inteligencia Artificial es como la electricidad en el siglo XXI, está transformando todas las industrias y la cultura no es una excepción» (Andrew Ng, experto en IA, 2017). Hasta la próxima semana.

 

Fuente de la Información: https://acento.com.do/cultura/la-inteligencia-artificial-y-su-importancia-en-el-patrimonio-cultural-y-las-industrias-culturales-retos-y-desafios-9426133.html

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Mundo Educativo: Preparando a los estudiantes para la Industria 5.0: repensando la ciencia, la tecnología y la ingeniería

Preparando a los estudiantes para la Industria 5.0: repensando la ciencia, la tecnología y la ingeniería

La fuerza laboral mundial se está transformando, impulsada por el inicio de la Quinta Revolución Industrial, comúnmente conocida como Industria 5.0 . A diferencia de las revoluciones anteriores que se centraban únicamente en el avance tecnológico, la Industria 5.0 enfatiza fuertemente la colaboración entre humanos y máquinas. Si bien la IA, la robótica y los drones continúan ampliando los límites, esta era también reconoce la importancia de la creatividad humana y la resolución de problemas junto con estas herramientas.

A medida que preparamos a la fuerza laboral del futuro, se hace evidente que debemos repensar nuestro enfoque de la educación STEM. Ya no basta con enseñar habilidades técnicas de manera aislada. En cambio, debemos crear entornos de aprendizaje que fomenten la creatividad y la adaptabilidad, rasgos clave que ayudarán a los estudiantes a prosperar en un mundo cada vez más complejo e impulsado por la tecnología.

El imperativo de estar preparados para la Industria 5.0

El auge de la IA y la automatización está transformando las industrias y generando una necesidad urgente de que los estudiantes desarrollen competencias técnicas y piensen de manera innovadora sobre cómo se pueden aplicar estas tecnologías. La fuerza laboral del futuro debe poder trabajar junto a las máquinas de maneras que aún no podemos prever por completo. Para anticiparse a esto, se requiere un sistema educativo que evolucione para enfrentar los desafíos futuros, no solo centrándose en la codificación o el análisis de datos, sino cultivando habilidades que resultarán invaluables para enfrentar desafíos nuevos e imprevistos.

El aprendizaje práctico de las ciencias, la tecnología, la ingeniería y las matemáticas es fundamental para esta evolución. En lugar de limitar a los estudiantes a ejercicios teóricos, la integración de tecnologías del mundo real, como los drones, en el aula puede proporcionarles las experiencias físicas que necesitan para comprender mejor el cambiante mercado laboral. A medida que estas mentes jóvenes interactúan con herramientas avanzadas, adquieren los conocimientos técnicos y desarrollan la mentalidad necesaria para triunfar en la Industria 5.0.

¿Por qué drones? Conectando STEM con aplicaciones del mundo real

Los drones son una de las formas más impactantes de dar vida a la educación STEM. A diferencia de los métodos de enseñanza tradicionales, los drones permiten a los estudiantes interactuar directamente con la tecnología, transformando sus experiencias de aprendizaje de pasivas a activas. En las aulas que incorporan drones, los estudiantes pueden experimentar situaciones de resolución de problemas del mundo real que trascienden el aprendizaje de los libros de texto.

Por ejemplo, los drones ya desempeñan un papel crucial en sectores como la agricultura, la logística y la vigilancia medioambiental. Al incorporar estas aplicaciones en el aula, los estudiantes tienen la oportunidad de comprender estas tecnologías y explorar su potencial para resolver desafíos urgentes en todas las industrias. Los estudiantes pueden aprender sobre todo, desde ingeniería y física hasta codificación y análisis de datos, todo mientras trabajan en proyectos con implicaciones tangibles en el mundo real.

Por ejemplo, las escuelas que aprovechan las alianzas con proveedores de drones para implementar planes de estudio que incluyen planes de lecciones prácticas, como la inspección de tierras agrícolas locales y el análisis de las condiciones del suelo para ayudar a mejorar el rendimiento de los cultivos. Estos proyectos van más allá del conocimiento teórico y enseñan a los estudiantes a aplicar el análisis de datos de maneras significativas. En otro ejemplo, los estudiantes de secundaria pueden diseñar drones para apoyar iniciativas de atención médica, como la entrega de suministros médicos a áreas remotas, proyectos que reflejan innovaciones que se están explorando actualmente en la logística de la atención médica. Estas experiencias preparan a los estudiantes para carreras del mundo real y arrojan luz sobre caminos profesionales que de otro modo podrían no haber sido opciones obvias o deseables.

Reducir la brecha de habilidades mediante el aprendizaje experiencial

Las brechas de habilidades verticalizadas se han convertido en una barrera importante para la innovación y el crecimiento económico, ya que muchos estudiantes se gradúan sin las habilidades técnicas y de pensamiento crítico que exigen los empleadores actuales. La brecha es particularmente evidente en el análisis de datos, la programación, la fabricación avanzada y la ciberseguridad, campos que son esenciales para navegar por las complejidades de la economía digital moderna.

Esta brecha sigue ampliándose a medida que los avances tecnológicos superan a los métodos educativos tradicionales. En un mundo cada vez más impulsado por los datos, los estudiantes necesitan aprender a recopilar, analizar e interpretar información para tomar decisiones informadas. La introducción del aprendizaje basado en proyectos centrado en el análisis de datos (como la interpretación de conjuntos de datos de estudios ambientales o el diseño de experimentos que impliquen la recopilación de datos) brinda a los estudiantes experiencia práctica en esta área de habilidades fundamentales.

A medida que el trabajo se vuelve cada vez más global y multifuncional, los estudiantes deben desarrollar la capacidad de comunicarse de manera eficaz en equipos diversos. Los proyectos de aprendizaje experiencial, como las competencias STEM en equipo o las construcciones tecnológicas grupales, enseñan a los estudiantes la importancia de trabajar juntos para alcanzar objetivos compartidos mientras perfeccionan sus habilidades de comunicación, reflejando los entornos colaborativos que encontrarán en el lugar de trabajo.

Incorporando la creatividad y el ingenio humano en la Industria 5.0

Las habilidades técnicas son esenciales, pero el factor distintivo de la Industria 5.0 es la sinergia entre el ingenio humano y la precisión de las máquinas. Nuestra capacidad de innovar y colaborar con las máquinas para resolver problemas complejos marcará esta era. Las escuelas deben centrarse en fomentar la creatividad junto con la formación técnica, ya que la fuerza laboral del futuro tendrá que diseñar nuevas soluciones, liderar equipos y abordar desafíos que aún no han surgido.

Las escuelas pueden considerar la posibilidad de integrar el pensamiento de diseño en sus planes de estudio, donde los estudiantes participan en procesos iterativos para idear, crear prototipos y probar soluciones a problemas complejos. En un entorno de aula, los estudiantes podrían utilizar el pensamiento de diseño para crear dispositivos domésticos inteligentes que integren la comodidad humana con la precisión de la IA, centrándose en soluciones centradas en el usuario.

Los cursos de emprendimiento en las escuelas permitirán a los estudiantes desarrollar nuevas empresas tecnológicas en las que identifiquen un problema social, diseñen una solución tecnológica y presenten su idea a jueces, compañeros e incluso posibles inversores. Esto fomenta tanto la creatividad para generar nuevas ideas como la colaboración con la tecnología para hacerlas realidad.

El aula como catalizador de la fuerza laboral del futuro

A medida que nos adentramos más en la Industria 5.0, aumenta la demanda de una fuerza laboral que pueda combinar habilidades técnicas con la resolución innovadora de problemas. La integración de tecnología práctica, como los drones, en entornos educativos ofrece una forma dinámica de abordar esta necesidad. Permite a los estudiantes conectarse con los campos STEM de manera práctica e inspiradora. Los educadores tienen la responsabilidad crucial de brindarles a los estudiantes las herramientas y perspectivas necesarias. Al incorporar lecciones creativas, físicas y basadas en proyectos en el plan de estudios, fomentamos la innovación, la adaptabilidad y la colaboración esenciales para la fuerza laboral del futuro.

Fuente: Rob Harvey / eschoolnews.com

Fuente de la Información: https://www.redem.org/preparando-a-los-estudiantes-para-la-industria-5-0-repensando-la-ciencia-la-tecnologia-y-la-ingenieria/

 

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Ciencia y Tecnología: Hacia una IA responsable: la declaración de São Luís y su impacto en el G20

Hacia una IA responsable: la declaración de São Luís y su impacto en el G20

Mediante el reconocimiento de los beneficios y riesgos que presenta el rápido avance de la IA frente a los complejos desafíos globales, los grupos Civil 20 (C20), Labor 20 (L20), Think 20 (T20) y Women 20 (W20) se unieron para reforzar la importancia de las prácticas responsables relacionadas con la IA.

La «Declaración de São Luis» presenta una visión compartida y recomendaciones estratégicas para el futuro de la IA en el marco del G20. El documento lleva el nombre de la ciudad donde tuvo lugar la tercera reunión del Grupo de Trabajo de Economía Digital del G20 en junio. São Luís también fue sede de la «Cumbre de IA: Bridging Boundaries», un evento T20 organizado por Data Privacy Brazil, CEWEB.br, CEBRI y Fundación Heinrich Böll, donde se estableció la base para la declaración.

Esta declaración representa un hito importante en la dinámica del G20 y en la construcción plural y multisectorial de políticas sobre un tema tan transversal. Los grupos de compromiso, cuyo objetivo es llevar recomendaciones de políticas al Canal de Sherpas del G20, buscaron alinear sus demandas y expectativas a través de un proceso genuinamente colectivo y colaborativo, construido durante más de seis meses.

El consenso alcanzado entre grupos con diferentes intereses sobre los puntos abordados en la Declaración fortalece la legitimidad del documento, que se entregó al Grupo de Trabajo de Economía Digital durante su reunión final en Maceió, con la expectativa de que las recomendaciones influyan en la declaración final de líderes y actividades en la Cumbre del G20 en noviembre.

Al reconocer la necesidad de mejorar la cooperación internacional sobre el tema, la Declaración de São Luís también se refiere a las iniciativas de gobernanza de la IA que se han desarrollado en foros globales como el G20, el G7 y las Naciones Unidas (ONU)

En cuanto a la agenda de la ONU, el documento dialoga especialmente con el trabajo del Órgano Asesor de Alto Nivel sobre Inteligencia Artificial y el Pacto Digital Global (GDC, por sus siglas en inglés). El GDC, así como el informe final integral del Órgano Asesor, ambos publicados en septiembre de 2024, expresan la necesidad de mejorar el monitoreo global de los riesgos de IA y la participación de los países en desarrollo en su gobernanza. Los documentos proponen la creación de un Panel Científico sobre el tema, una propuesta respaldada en la Declaración, que destaca la importancia de que este panel se establezca en un país del Sur Global.

Los puntos clave de la declaración incluyen el trabajo decente, la inclusión significativa y la justicia climática y social, especialmente teniendo en cuenta las características específicas de las diferentes jurisdicciones y grupos hipervulnerables a través de un enfoque interseccional. Además, la declaración respalda la conciliación del enfoque basado en el riesgo y aquel basado en los derechos y pide a los desarrolladores e implementadores de modelos de IA que informen públicamente sobre las capacidades y limitaciones de los modelos y sistemas avanzados de IA.

Las recomendaciones se basaron en el enfoque de justicia de datos, que tiene como objetivo combatir activamente la discriminación y reconocer las asimetrías de poder a nivel mundial, mediante la orientación del desarrollo de mecanismos de gobernanza de IA que distribuyan equitativamente sus beneficios y riesgos. Además, la declaración señala el enfoque interseccional como el horizonte teórico-metodológico para abordar el desarrollo y la implementación de sistemas de IA, de modo que se garantice la protección de los grupos vulnerables, especialmente las niñas y las mujeres que son cada vez más víctimas de la violencia de género facilitada por las tecnologías.

La Declaración de São Luís también se refiere a las iniciativas de gobernanza de la IA que se han desarrollado en foros globales como el G20, el G7 y las Naciones Unidas

Además, los grupos reconocen la necesidad de una posición colaborativa sobre la gobernanza de datos y los conjuntos de datos representativos y enfatizan la necesidad de implementar políticas de uso de datos abiertos que promuevan la diversidad cultural y lingüística, y empoderen a los trabajadores de hoy para que se adapten a estas transformaciones sin comprometer el valor de su trabajo, lo que permite la ampliación de las inversiones en iniciativas educativas integradas en el trabajo, como los programas de desarrollo de capacidades.

La declaración establece una conexión importante entre la gobernanza global y las demandas locales, en particular trayendo una agenda desde el Sur Global. Por lo tanto, los cuatro grupos de compromiso responsables de las recomendaciones (C20, L20, T20 y W20) esperan que los representantes gubernamentales del G20 las consideren, especialmente dada la próxima presidencia sudafricana, que presenta otra oportunidad para que el Sur Global influya en la agenda de IA.

 

Fuente de la Información: https://reporteasia.com/tecnologia/2024/10/21/grupos-compromiso-g20-inteligencia-artificial-etica/

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Elementos introductorios para un abordaje de los video juegos desde las pedagogías críticas

Por: Luis Bonilla-Molina

Por más poderes que tenga Deep-Blue

-su capacidad de anticiparse a 14 jugadas,

vislumbrando un multiverso de posibilidades-,

nunca podrá experimentar el juego

como nosotros

(Edward Ross, 2020)

Resumen

Los video juegos no son solo entretenimiento, sino una propuesta de estructura cognitiva y para el aprendizaje. Por lo tanto, el tema de los video juegos debería ser de especial atención de las pedagogías críticas. Como hemos insistido en otros trabajos, el precario análisis en los temas de la agenda virtual-digital en educación se debe a la brecha epistémica y los problemas para comprender los espacios estriados del capitalismo, conformado por las revoluciones industriales.

En este trabajo procuramos “puntear” algunas ideas para dar cuenta de nuestra perspectiva sobre el particular. Los video juegos no pueden seguir siendo vistos de manera aislada, sino como una nueva fase de la comunicación y en la construcción de hegemonía capitalista. Los video juegos logran hacer converger lógicas comunicacionales de la radio, tocadiscos, televisión, telefonía, internet, entre otras, en nuevas dinámicas que impactan la forma como se aprende y las expectativas de enseñanza.

En este artículo intentamos ubicar el campo de los video juegos en un momento histórico concreto del capitalismo, en el cual el sistema-mundo de dominación se plantea por primera vez la posibilidad, no solo de privatizar, sino de disolver la educación presencial. En consecuencia, defender la escuela-universidad presencial demanda una reactualización de paradigmas que nos permita integrar presencialidad-mundo digital como un binomio educativo contemporáneo ante el cual, desde la docencia, hay que construir alternativas conceptuales, teóricas, operativas y pragmáticas. Los video juegos son parte de estas dinámicas que impactan directa e indirectamente a los sistemas escolares.

Abstract

Video games are not just entertainment, but a proposal for a cognitive structure and for learning. Therefore, the subject of video games should be of special attention to critical pedagogies. As we have insisted in other works, the precarious analysis of the issues of the virtual-digital agenda in education is due to the epistemic gap and the problems in understanding the striated spaces of capitalism, shaped by the industrial revolutions.

In this work we try to «point» some ideas to account for our perspective on the subject. Video games can no longer be seen in isolation, but rather as a new phase of communication and the construction of capitalist hegemony. Video games manage to converge communicational logics of radio, record players, television, telephony, internet, among others, in new dynamics that impact the way learning is done and teaching expectations.

In this article we try to locate the field of video games in a specific historical moment of capitalism, in which the world-system of domination considers for the first time the possibility, not only of privatizing, but of dissolving face-to-face education. Consequently, defending the face-to-face school-university demands a re-updating of paradigms that allows us to integrate the face-to-face-digital world as a contemporary educational binomial before which, from teaching, it is necessary to build conceptual, theoretical, operational and pragmatic alternatives. Video games are part of these dynamics that directly and indirectly impact school systems.

Palabras claves: Pedagogías críticas – video juegos – transformación digital – escuela pública presencial – brecha epistémica

  1. Introducción

Los sistemas escolares y la formación docente (inicial y continua) han tenido serias dificultades para otorgarle la valoración que corresponde a los video juegos en la construcción y comprensión de las nuevas formas de sociabilidad, aprendizaje, conocimiento, moral, economía, política, reproducción cultural, perspectiva científica y la propia ética de la especie humana.

Si miramos la producción teórica de figuras consideradas representativas de las pedagogías críticas y educaciones populares, encontramos una precaria o nula producción al respecto. Esto no se debe a problemas generacionales, sino a una especie de somnífero cognitivo que nos impide contar con mayor plasticidad epistémica en un marco de aceleración exponencial de las innovaciones científico-tecnológicas que impactan a todas las dinámicas sociales. La crítica al capitalismo sin el abordaje de los pliegues y giros que imponen las revoluciones industriales impide comprender el rizoma lúdico de los video juegos en un contexto de reestructuraciones integrales del modo de pensar, actuar, crear y apropiarnos del capitalismo en el siglo XXI.

En la perspectiva de Deleuze y Guattari (1988), pareciera que una parte muy importante de los análisis críticos en materia educativa están atrapados en el espacio liso de las reformas educativas, la maquinaria de privatización-mercantilización y las lógicas narrativas de las autoridades educativas nacionales. Análisis que tienen dificultad para entender los espacios estriados que hoy se convierten en determinantes: la brecha epistémica, el atasco de los sistemas escolares en los paradigmas de las dos primeras revoluciones industriales y el riesgo de disolución de las instituciones educativas presenciales. Parafraseando a UNESCO (Faure,1973) esto reflejaría los problemas de los sistemas escolares para preceder el desarrollo económico y proveer el conocimiento y los profesionales que requiere el modo de producción capitalista en la actual coyuntura.

En este pequeño artículo, intentaremos contribuir al impulso de debates que permitan formular análisis desde un lugar de enunciación radicalmente distinto al que ha sostenido en las últimas décadas la teoría crítica en educación. Es parte del esfuerzo por posicionarnos críticamente frente a la llamada transformación digital de la educación, convencidos que es posible re-enamorar a los y las trabajadoras de la educación para producir el salto pedagógico requerido, sin caer en la colonización de un modo único de pensar lo virtual-digital.  Lo que planteamos está orientado por la teleología del cambio radical emancipador de las condiciones y procesos de enseñanza-aprendizaje en los cuales hoy los hijos e hijas de la clase trabajadora, campesinado y proletariado urbano participan.

  • Máquina y conocimiento en el capitalismo

En los Grundrisse (1857-1858, pp. 226-227) Marx señalaba que cuando el capital haya alcanzado un nivel superior en el cuál la máquina sea el sentido común y, logrado capturar la esencia de todas las ciencias, la invención se convertirá en una rama de la economía y la ciencia aplicada que incitará a la novedad. Es en ese momento cuando la máquina adquiere el estatus de poder que aliena la conciencia de la clase trabajadora. Dialécticamente, el desarrollo de la ciencia-tecnología implicará una reducción de la necesidad de trabajo material, como lo plantea la cuarta revolución industrial con sus fábricas 4.0 y, ello en términos marxistas potenciaría un proyecto emancipador. Lo que ocurre es que la burguesía no se quitará ni cederá el poder, y si la correlación de fuerzas no hace posible un cambio radical, el capitalismo como lo estamos viendo ahora, construirá nuevas formas de dominación y de explotación a través del trabajo y la producción inmaterial.

En ese camino la integración inter-subjetiva de la máquina con el ser humano, se reelabora con lo virtual-digital y tiende a objetivarse de manera inusitada, en la medida que se sostiene la actual aceleración de la innovación. No se trata de una máquina allí y el trabajador acá, sino de la vida humana ahora convertida en procesos de máquinas individuales y sociales que tienden a la fusión y la construcción de un nuevo cuerpo social-tecnológico.

Es como si la profesión docente por el impulso esquizoide de las políticas neoliberales en educación se hubiese convertido en un Cuerpo sin órganos (CsO). El órgano formación docente (inicial y permanente) vaciado de su capacidad de formar para el presente y futuro inmediato se ha convertido en un requisito inútil que conduce a silenciosas y consecutivas derrotas en el aula. Los sindicatos y gremios docentes operan como un órgano de sobrevivencia debilitado en su capacidad de convertirse en intelectual colectivo. El órgano literatura pedagógica a pesar de contar con numerosos ISBN del año actual y artículos en Scopus, sus líneas nos narran un presente con claves del pasado. Se trata de un CsO que comienza a ver la jubilación como una liberación, como una utopía de emancipación de la esquizofrenia de la práctica escolar repetitiva e incesante.

Esto hace más que reelaborar la propia dominación presente en la historia y psiquis del individuo no como toma de conciencia transformadora sino como fatalidad que opera contra la posibilidad y la voluntad de cambio, como diría Herbert Marcuse. El CsO de Deleuze y Guattari, mirado desde el corpus teórico de Marcuse analizando a Freud, se convierte en un misil dirigido a una de las bases de la sociedad y la cultura moderna: el concepto de individuo autónomo. El principio de autoridad y represión no es disuelto por las máquinas viejas y nuevas, sino reproducido y ampliado, restringiendo las posibilidades de construcción del sujeto crítico, solo que ahora ese proceso es presentado con imágenes, de manera lúdica, como intento de sujeción del CsO a la máquina de juegos.

En consecuencia, la relación del ser humano con la máquina de video juegos no puede ser vista solo como un tema lúdico, ni como un asunto de diversión infantil y juvenil, sino como resultado de un nivel superior de dominación capitalista en el cual las innovaciones y las ciencias han convertido al ser humano en factor económico, para lo cual la ideología del trabajo alienado y el ocio generador de plusvalía, vacían al cuerpo social de voluntad, disolviendo sus órganos. Constituir al sujeto critico significa plantear la posibilidad de sujetar la máquina a sus designios y no al revés como ocurre en el presente como resultado de la hegemonía de la ideología capitalista. El sujeto crítico es el único que puede analizar, comprender y modificar la lógica de repetición incesante de la máquina de dominación.

Esto implica la creación de formas variables de construcción de conocimiento, que expresen la contradicción dominación-resistencia en distintas intensidades y tonalidades, que para Beradi no son otra cosa que “la subjetividad de las millones de mentes conectadas alrededor del mundo, y la subjetividad de los cuerpos que buscan afecto, contacto sensual y amistad” (2019, p.211).

No hay máquina neutra, pero toda tecnología puede repensarse desde una epistemología de ecología política. No se trata de un eclecticismo grosero sino de explorar siempre como colocamos la ciencia al servicio de la vida. Por supuesto que hay cosas que podemos hacer y otras que no; por ejemplo, pensar que lo virtual-digital va a desaparecer si hacemos campaña contra ella, es cuando menos ingenuo, pero sí podemos reducir su impacto dañino y reconfigurarla a favor de la emancipación humana.

Alegría, esperanza, ilusión, disfrute de jugar, solidaridad, ética por encima de las probabilidades de ganar, constituyen rasgos de la humanidad que subsisten al CsO y que pretenden ser apropiados con máquinas de felicidad, entre ellas los video juegos, pero también a través de las redes sociales y la fantasía de la necesidad perpetua de conectividad. El problema es que a diferencia de otras tecnologías que tienen su correlato en tecnologías propias e inventiva alternativa, el terreno de los video juegos está prácticamente hegemonizado por la lógica del capital, incluso muchas propuestas que corren en los bordes lo hacen desde la epistemología de la máquina digital-virtual capitalista. Por ello, no se trata de patentar una máquina alternativa sino de deconstruir su episteme y re-construirla con una epistemología próxima a las narrativas liberadoras.

Una reflexión crítica potente sobre los video juegos debe fundamentarse en un apropiado manejo de la lógica del sistema-mundo capitalista como una máquina que de manera incesante produce mercancías (materiales e inmateriales) y que se replica en todo el sistema de máquinas. Sin las premisas de comprensión-resistencia y de análisis desde los espacios estriados de las revoluciones industriales y su impacto en lo educativo, corremos el riesgo de solo rasgar la superficie. Adentrémonos pues en aguas profundas con pupila de artesanos.

  • La cajita lúdica que transforma la pantalla

La primera cajita comunicacional fue la radio. Cuando Ricardo Marconi realizó el 14 de mayo de 1897 la primera transmisión de radio, seguramente no pensó como ello reconfiguraría la sociabilidad humana. El capitalismo de las dos primeras revoluciones industriales encontró en la radio un mecanismo complementario a las instituciones escolares para construir hegemonía de consumo, democracia representativa y ciencia como motor de la vida empresarial y con ello de la empleabilidad.

La radio novela constituyó una herramienta para la homogenización de la cultura. “Los tres Villalobos” (1943), tuvo un rol fundacional respecto a lo que sería la saga de producciones dramáticas difundidas por radio, entre las cuales resultan emblemáticas Tamakún, Capitán Espada, KalimánEl Derecho de Nacer, entre otras. En Venezuela fue especialmente popular “Martín Valiente: el ahijado de la muerte” (1962), mientras que la música y los noticieros se constituían en la centralidad de las actividades radiales. Era increíble como las transmisiones de “la vuelta a Venezuela” o la “vuelta al Táchira”, clásicos de ciclismo venezolano, eran narrados de una manera magistral a tal punto que la imaginación podía visualizar los pinchazos, los sprint, las escapadas, las metas volantes y los premios de montaña. La radio también servía para estimular la industria de las apuestas hípicas y las loterías, quien no recuerda las hazañas del gran “Cañonero”, caballo que en sus patas y con la astucia del jinete, mostraban la tenacidad venezolana. El melodrama novelesco y el “hit parade” acompañaron el proceso de masificación de la segunda y tercera cajitas lúdicas: el tocadiscos y la televisión.

En 1854 Alexander Graham crearía el teléfono y con él, una nueva caja comunicacional en casa. Esta servía para acortar distancia y hablar con otras personas ubicadas a kilómetros. La telefonía fue evolucionando hasta llegar al equipo inalámbrico analógico y luego la telefonía celular. El Teléfono marcó el inicio del obituario de los telegramas, cartas y postales, algo que ocurría definitivamente siglo y medio después. El celular inteligente constituye un complemento y otro mecanismo para el tránsito a la centralidad de lo virtual-digital en la cuarta revolución industrial.

Si bien se considera que el tocadiscos fue inventado en 1877 por Thomas Edison, evolucionando del fonógrafo al gramófono, es en realidad en 1925 cuando la llegada de la tercera caja, el tocadiscos eléctrico, lo populariza. Los formatos de acetato de 33 revoluciones por minuto (RPM), se complementaron con los de 45 RPM y 78 RPM, garantizando mayor fidelidad. Conseguir la aguja adecuada para navegar en los surcos del disco se convirtió en un desafío cotidiano. El cassette (cajita en francés) con sus grabaciones e cinta magnética y el Compact Disc (CD) hicieron que los tocadiscos tuvieron complementos para estos formatos. La llegada del Discman, un equipo portátil de reproducción de CD significó una revolución que dio paso a una serie de innovaciones que nos trajeron hasta el pendrive musical, la música en la nube y el modelo de reproducción en múltiples aparatos a través de plataformas como Spotify y Apple Music, entre otras plataformas.

La cajita de televisión ya no fue solo sonido, sino que contenía imagen. Del blanco y negro de la transmisión de la llegada del Apolo 11 a la luna, se pasó al color, las telenovelas, los “enlatados” de series policiales y comiquitas.  Los noticieros fueron pasando de grabaciones y ediciones en estudio a transmisiones en micro ondas y luego satelitales. Los Reality Show fueron convirtiéndose en las citas preferidas de la audiencia mientras el deporte fue tomando una inusitada centralidad en las solicitudes de transmisión. La televisión en vivo fue rompiendo con la monotonía de lo editado y haciéndola más auténtica. La Televisión se fue tornando en una ventana privilegiada para el cine comercial, el que reproduce más fielmente al sistema. Así llegamos a los canales de películas y series, tipo Netflix, HBOMax, Apple TV, entre otros

Mientras la radio, tocadiscos, teléfono y luego la televisión construían hegemonía comunicacional y eran las cajitas más anheladas en los hogares, fue surgiendo la industria del video juego, como parte de la transición entre la tercera y cuarta revolución industrial. Muchas de las inventivas en el largo camino de los video juegos fueron usadas en la mejora de la radio y la televisión, mientras la quinta cajita comenzaba a invadir los hogares. En cada etapa de estos “artefactos cajita” la publicidad y el comercio tuvieron que reestructurase y adaptarse a las nuevas mediaciones.

El problema es que hemos centrado una parte importante de los análisis y críticas a los efectos de la radio, televisión, celular, video juegos, pero hemos hecho menores estudios sobre las epistemologías narrativas-operacionales de estas máquinas y sobre otras posibilidades epistémicas de desarrollo en estas tecnologías.

Como señala Edward Ross en Gamish (2020) los video juegos, la quinta cajita en casa, partieron de un rasgo que atraviesa toda la historia humana: la lúdica, tanto individual como social. Alan Turing, el descifrador de los códigos nazi, sería un personaje muy importante en la vinculación de la cultura lúdica con el emerger de los ordenadores en la transición a la tercera revolución industrial. Finalizada la segunda guerra mundial Turing comienza a interrogarse sobre las posibilidades que los computadores pudieran responder preguntas, principio que sería determinante en el curso del naciente campo de la inteligencia artificial y los video juegos. En 1950, en la exposición nacional canadiense se presentaría un juego informático de “triki” o tres en raya, al que le seguiría NIMROD un juego de NIM. Turing junto a David Champernowne crearían en 1952 Turochamp un programa capaz de jugar ajedrez nivel principiante. En 1955 Arthur Samuel desarrollaría un programa de “Damas” que permitía aprender de sus errores. Habían nacido los video juegos. Los avances en circuitos interconectados permitirían crear en 1971 Computer Space y Galaxy Game, los primeros aparatos independientes de video juegos. Ralph Baer presentaría a comienzos de los setenta del siglo XX Odyssey, la que sería la primera consola casera de video juegos que podía usar la televisión como pantalla, con doce propuestas, en ella se podía jugar pin pong, shooting gallery y otros entretenimientos. La creación de Pac-Man revolucionaría las consolas comerciales que disponían de traga monedas para que quien pudiera pagar las usara por un tiempo determinado. La recién creada Nintendo se animaría en la década de los ochenta a incursionar con fuerza en las consolas recreativas, familiares y la novedosa cajita portátil de video juegos. Seguramente muchos jugamos en Nintendo 32 y Nintendo 64, consolas que se fusionaron con el televisor casero, usando una convergencia de dinámicas de las cajitas que le precedieron: imagen, sonido, historia, capacidad de juego simultáneo de varias personas. La llegada del internet re-impulsó la industria del video juego hasta llegar entre 2005-2012 a las plataformas Xbox360, PlayStation 3, Wii, Zeebo, entre 2012-2020 a Wii U, PlayStation 4, One, Ouya y,  a partir de 2020 predominan Xbox Series X y Series S, PlayStation 5, Nintendo Switch, Atari VCS 2020, Steam Deck. Estas últimas posibilitan jugar en línea con usuarios de distintos países o territorios, independientemente de su origen social, género o color de piel. Ahora se puede jugar, conversar por chat o video llamada con los(as) otros(as) jugadores.

Los video juegos de última generación vienen con «moda historia» que permite que el jugador construya sentido narrativo de la experiencia, y pueda entrar al modo libre resolviendo los problemas que se le presentan. La realidad inmersiva en los video juegos es la tendencia en el siglo XXI, una experiencia que si no es usada adecuadamente se corre el riesgo de producir un quiebre en el sano equilibrio entre objetividad y subjetividad. La realidad inmersiva es la columna vertebral del Metaverso, un tema sobre el cual ya escribimos otro artículo.

Según Sillas-gaming un portal especializado en estadísticas de video juegos, la edad promedio de los(as) jugadores(as) es de 34 años de edad, la mayoría de ellos cuenta con una casa propia e hijos, pero además el 70% de los y las jugadoras(es) son mayores de 18 años, datos que rompen el estereotipo que los video juegos son para niños, niñas y adolescentes y para vagos.

Existen más de 2.500 millones de video juegos en el mundo lo cual muestra que es una industria floreciente que espera obtener en 2022 la suma de 180.1 mil millones de dólares de ganancias. Un dato curioso es que el 60% de los estadounidenses usan videojuegos diariamente, de los cuales el 45% son mujeres. El número de usuarios de videojuegos en el mundo alcanza los 2.5 billones de personas.

Los diez videojuegos más populares en 2022 son: Minecraft (Lanzado en el año 2009), Grand Theft Auto V (GTA V – Lanzado en el año 2013), The Sims 4 (Lanzado en el año 2014), Fortnite (Lanzado en el año 2017), Among Us (Lanzado en el año 2018), Animal Crossing-New Horizons (Lanzado en el año 2020), Call of Duty-Warzone (Lanzado en el año 2020), Madden NFL 22 (Lanzado en el año 2021), Call of Duty-Vanguard (Lanzado en el año 2021), NBA 2K22 (Lanzado en 2021). Llama la atención que el número 1 es un juego que entra en el rango de ventas como educativo.

Un dato curioso es el que revela el estudio de este portal, al señalar que el 70% de los padres de hijos e hijas jugadoras consideran que los videojuegos influyen positivamente en la vida de sus hijos e hijas. Este dato es especialmente relevante a la hora de indagar la valoración que tiene la sociedad de la escuela-universidad a partir de la pandemia, expresado en la presencia de dinámicas digitales-virtuales en general y de video juegos en particular, dentro de las instituciones educativas.  No se trata de un tema de esnobismo pedagógico, sino que esta desvinculación está comenzando a ser usada con fuerza por la industria tecnológica y el complejo industrial cultural para construir el imaginario social que la escuela está obsoleta, como preludio a la ofensiva contra los planteles presenciales.

Todos estos videojuegos procuran contribuir a un nuevo estado de la ciencia al servicio de la economía en la cuarta revolución industrial, implican nuevas de construcción de cuerpos sin órganos, una nueva erótica del ser humano con la máquina casi de fusión sexual continua, pero no por ello debemos de pensar lo alternativo en este terreno.

  • Áreas problematizadoras

Una parte importante de las críticas que se hacen a los video juegos no tiene base objetiva y responden más a las resistencias a incorporar en la cotidianidad personal y pedagógica dinámicas digitales-virtuales, fundamentalmente porque fuimos formados como docentes de un mundo analógico. Pero veamos cuales son reales.

Primero, la desterritorialización de los usuarios, quienes pasan más horas en los video juegos que en la realidad, lo cual es innegable. Esto es parte de un alejamiento con la realidad que les resulta opresiva, negadora de su derecho a ser, mientras la inmaterialidad del juego les permite estar en lugares donde las reglas se pueden transgredir, donde los problemas se resuelven “pasando de nivel”, donde las consecuencias y culpa se “resetean”. En consecuencia, esto lo que está demostrando son problemas en la vida material que los hace “anclarse” en la fantasía de la virtualidad. Cuando este problema no ocurre, se puede construir un sano equilibrio de mundo real respecto a los ratos de ocio digital. Entonces revisemos que pasa en el entorno familiar y escolar del niño, niña y joven para que éste se subsuma de manera irracional en los video juegos.

Segundo, el quiebre de referentes éticos: ciertamente en muchos video juegos la exageración opera como una ruptura de límites morales, de horizonte ético. Golpear con furia inusitada, matar y ser muerto una y otra vez, apostar de manera irresponsable, estar en antros de prostitución donde el machismo, homofobia y mercantilización de la vida se convierten en cotidiano, son solo expresiones de estas rupturas. Pero esto ocurre en el cine, la televisión, radio, prensa, entre otros, la diferencia es que aquí el papel pasivo cede al activo, se deja de ser observador de lo éticamente oscuro para ser co-constructor de formas distópicas de vida. El jugador lo que hace es recrear fenómenos que están presentes y muchas veces legitimados en la realidad. Entonces, el problema no son los video juegos, sino que ellos nos “restriegan en el rostro” que, en el mundo real cada vez más, es alguien cercano quien traspasa la línea –ética-moral- mientras las instancias de administración de justicia (policía, jueces, jurados) y referencia social (religiosos, banqueros, políticos) hace tiempo que han saltado esos límites. Los videojuegos no cuestionan estos quiebres morales, sino que democratizan la posibilidad de hacerlo multiplicando exponencialmente la doble moral conservadora en la sociedad. Esto implica la necesidad de construir un marco bioético básico para el desarrollo de video juegos, un debate muy incipiente aún.

Tercero, disuelven la separación entre lo público y lo privado, no solo porque los audios, chats y videos invaden el espacio íntimo con múltiples miradas, sino fundamentalmente porque “el/la jugador(a)” se muestra sin tapujos, tal cual como es, y, en consecuencia, la disputa de los límites ético-morales en lo virtual invade el mundo real. Esto ocurre porque el video juego lo que hace es re-imaginar la tensión público-privado, con una plasticidad de límites más allá del consenso social sobre lo equivocado tolerable.

Cuarto, existe un riesgo de desvaloración de la vida: algunos video juegos de guerra, enfrentamiento o violentos, se fundamentan en la eliminación física del adversario, pero sin pena moral, porque al reiniciar el juego el “eliminado” vuelve a aparecer. Esta noción de la muerte como una circunstancia reparable puede ser peligroso cuando se rompe el equilibrio entre la objetividad y subjetividad como resultado de un uso abusivo de los mismos. Pero ello no es exclusivo de los video juegos, sino de la vida real. Siempre los niños y jóvenes jugaron a la guerra y ello ciertamente actuaba como legitimación de las opresiones por vía de la fuerza. En mi caso, considero que los videojuegos violentos deberían tener una edad mínima de uso y una cantidad máxima de horas de acceso, mediante despliegue interno de sistemas de control con análisis de metadatos e inteligencia artificial.

Quinto, la competencia y problemas para la ética solidaria: mucha de la lógica de los video juegos está fundamentada en la competencia, en la narrativa de la novela Stephen King de los ochenta “La Larga Marcha”. Esto es un problema no solo de los video juegos sino de toda la sociedad capitalista que actúa como una máquina de competencia. Suelo decirles a los colegas que argumentan esto que deberíamos trabajar mucho más los conceptos escolares analógicos de suma cum laude, eximido, cuadro de honor, alumno destacado que en la presencialidad rompen con la cultura solidaria y que tienen un complemento en los videojuegos. Pero también existen videojuegos que no promueven la competencia, aunque aún son los menos. Por ello, no se trata de un debate solo sobre los video juegos sino sobre la perspectiva pedagógica de las instituciones educativas y de la posibilidad de uso de los video juegos en las dinámicas de enseñanza-aprendizaje.

  • Video juegos y caminos posibles: Ni tan calvo ni con dos pelucas

Intentaremos analizar desde el punto de vista pedagógico (currículo, didáctica, evaluación, planeación y gestión) los video juegos, así como su correlación con finalidades del sistema escolar.

La estructura “curricular” de los video juegos se centra en ir de lo simple a lo complejo, incrementando la dificultad en la medida que se supera un nivel. La resolución de los problemas, cada vez más complejos, demanda mayor manejo de herramientas y habilidades en la medida que se avanza, pero también la correlación de los aprendizajes. En un primer momento los aprendizajes y el desarrollo de habilidades se van haciendo por áreas, pero luego las distintas áreas tienden a fusionar sus fronteras.

Desde el punto de vista didáctico el aprendizaje suele ser repetitivo y memorístico. Hasta que no se domina el mínimo posible de una habilidad no se pasa de nivel, y en el siguiente nivel se debe aprender lo que le faltó en el anterior. Incluso, para transitar las opciones o caminos, previstas en cada nivel de estos, ello demanda una apropiación del conocimiento y desarrollo de habilidades para poder progresar. Las nuevas generaciones de video juegos pueden generar variantes que se correspondan con el perfil del participante, privilegiando aquellos donde la respuesta es débil, lo cual resulta una contextualización del mismo.

A nivel evaluativo, los videos juego centran las valoraciones en el logro de aprendizajes esperados, donde existe un límite de errores aceptables para pasar al siguiente nivel (aprobar) o tener que repetir el nivel (reprobar). Es un tipo de evaluación sumativa y punitiva a la usanza del sistema escolar.

A nivel de la planificación, se estructura por unidades de aprendizaje (niveles), con criterios evaluativos y una meta a alcanzar (perfil de egreso) cuando se logre llegar a la meta. La planificación es externa, hecha por el programador, aunque permita algunos grados de participación en la elección de vestuario, herramientas, escenarios, pero manteniendo el “sistema” la autoridad del hilo conductor.

En cuanto a la gestión del juego, el programador (docente-sistema) define los grados de libertad máximos y mínimos y el jugador (estudiante) es el encargado de ejecutar el ritmo de su aprendizaje.

Esta estructura es la más conocida, sin embargo, la nueva generación de video juegos con autonomía de uso de inteligencia artificial puedo hacer que se genere algunas modificaciones adjetivas en el desarrollo de los mismos. Nos interesa es el ejercicio de ver la ruta de los video juegos en su similitud con la cultura escolar, fundamentado en los paradigmas de las dos primeras revoluciones industriales y que comienzan a mutar de los enfoques exigidos en la tercera revolución  industrial a los propios del tránsito a la cuarta revolución industrial.

  • Video juego y pedagogías

¿Es posible pensar en videos juegos alternativos?  Claro que sí.  Pero en la mayoría de casos, cuando se conversa al respecto, los y las docentes suelen señalar que esto exige contar con capacidades informáticas y de programación. Desde nuestro punto de vista, en efecto se requiere conocimiento en la materia, pero más que manejo operativo lo que se necesita es tener claridad sobre la lógica funcional, operacional y epistemológica de los video juegos. Si entendemos esa lógica podemos iniciar los debates sobre qué tipo de juegos requiere el hecho educativo, su “secuencia pedagógica” y aproximarnos a una construcción alternativa, es decir desde las pedagogías críticas.

No estamos comenzando de cero, ya existen video juegos educativos como MinecraftEduHakitzu: Code of the WarriorsProyecto KokoriDragon BoxCap OdysseySimCity EduSimple MachinesNaraba World, Immune Atack y Discover Babylon.  Todos ellos han sido elaborados por empresas comprometidas con la lógica del mercado. Lo que se requiere es comenzar a valorarlos con mirada educativa, evaluando sus beneficios y tomando nota respecto a los aspectos que se deberían mejorar, eliminar o complementar.

No podemos tampoco pecar de ingenuos, una vez cubiertas estas primeras fases, se requiere la conformación de equipos técnico-pedagógicos, con capacidades informáticas y de programación, pero con la mirada pedagógica como elemento que lo precede. La política pedagógica al mando del mundo de los video juegos.

  • Conclusión

Los videojuegos son una realidad. Están presentes en nuestras sociedades, aunque su consumo sea más de la clase media profesional y la burguesía. Aunque la clase obrera y sus hijos(as) usan menos estas cajitas de reproducción cultural, el abordaje de los mismos por parte de la escuela, con una mirada de pedagogías críticas resulta fundamental en la actual disputa entre escuela presencial versus virtualización de lo educativo.

No se trata de convertir la escuela en un salón de videojuegos, sino de re-pensar estas producciones virtuales-digitales desde una perspectiva pedagógica. En consecuencia, la invitación es a imaginar y construir viabilidad a proyectos de videojuegos que sirvan de apoyo en los procesos de enseñanza-aprendizaje en matemáticas, física, biología, historia, ciudadanía, en general, para el hecho educativo.

Tomamos distancia de quienes consideran los videojuegos solo como lúdica ajena a las posibilidades escolares. La gamificación pedagógica permite pensar una integración de estos a los procesos del aula presencial como parte de la defensa de la escuela pública presencial en el presente.

Lista de referencias

Arnau, Didac (2013) los 10 mejores videojuegos educativos. Ediciones Tiching. España.

Bonilla-Molina, L (2022) ¿Qué es la brecha epistémica en educación? Ediciones OVE. Caracas. Venezuela. Disponible en el siguiente enlace https://luisbonillamolina.com/2021/11/28/que-es-la-brecha-epistemica-en-educacion/

Berardi, F (2019). Futurabilidad: la era de la impotencia y el horizonte de posibilidad. Editorial Caja Negra. Argentina.

Deleuze & Guattari (1988) Mil mesetas; capitalismo y esquizofrenia. Editorial Pre-Textos. España

Faure, E y otros (1973) Aprender a ser: la educación del futuro. Alianza Editorial. Madrid. España. (publicado originalmente en 1972 por UNESCO como informe final)

Marcuse, H. (1983)  Eros y Civilización. Editorial Sarpe. Madrid. España
Marx, Karl (1857-1858). Elementos fundamentales para la crítica de la economía política. Vol.2. Ediciones Siglo XXI. México

Ross, E (2020) Gamish: una historia gráfica de los video juegos. Reservoir Books. España

Sillas-Gaming.com (2022) 24 datos de la industria de los video juegos. Disponible en https://sillas-gaming.com/industria-videojuegos-estadisticass/


[1] Doctor en Ciencias Pedagógicas. Investigador del Centro Internacional de Investigaciones Otras Voces en Educación (CII-OVE). Premio Internacional de Justicia Social otorgado por la Universidad de Chapman (EEUU). Directivo de CLACSO. Integrante de CLADE, Kairos, ALAS. Profesor invitado de universidades en Latinoamérica.

 

Fuente de la Información: https://luisbonillamolina.com/2022/09/14/elementos-introductorios-para-un-abordaje-de-los-video-juegos-desde-las-pedagogias-criticas/

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