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Educación emocional en las escuelas: ¿sí o no?

Por: Mariana Otero. 

Es la estrategia pedagógica del momento, que busca mejorar el desempeño a través del desarrollo de habilidades emocionales. Se utiliza cada vez más en el mundo, pero no todos están de acuerdo: algunos afirman que persigue el disciplinamiento del sujeto.

os promotores de la educación emocional aseguran que más del 70 por ciento del “éxito” en la vida adulta depende de las habilidades emocionales desarrolladas en la niñez. Es decir que el aprendizaje estaría ligado indefectiblemente a las emociones.

La fundación Educación Emocional, que dirige el psicólogo Lucas Malaisi, promueve en la Argentina una ley de educación emocional (Corrientes y Misiones ya tienen la suya) para que todas las escuelas públicas desarrollen el conocimiento personal, la automotivación y la empatía, entre otras cosas.

El proyecto plantea la creación de un espacio, transversal y curricular para los alumnos, pero también espacios para que aprendan los padres y los docentes (fundacioneducacionemocional.org).

La educación emocional, que comenzó a difundirse en ámbitos educativos en los últimos años en la Argentina y en el mundo, busca educar las emociones, a las que se considera habilidades que permiten mejorar el desenvolvimiento social y los aprendizajes. Se basa en el autoconocimiento y en la autorregulación.

Diversos países la aplican en las aulas y hasta la incluyen en los lineamientos de sus políticas públicas. Pero, además, organismos internacionales como el Banco Mundial y la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (Ocde) promocionan esta práctica como eficaz.

Quienes adscriben a esta idea argumentan que en los tiempos que corren es preciso promover las “inteligencias emocionales” y dejar atrás los esquemas de la escuela tradicional que pone el foco en el raciocinio.

Sin embargo, y pesar de que cada vez hay más evidencia científica del papel que juegan las emociones en la vida de las personas, no todos están de acuerdo en que es beneficioso implementar políticas y prácticas de educación emocional en los colegios.

Consultamos a dos especialistas para debatir por qué sí o por que no introducir la educación emocional en las escuelas.

Sí: una vida más plena

Iliana Bustos, abogada y coach profesional, explica que el mundo de las emociones de los seres humanos ha sido soslayado en la educación tradicional, anclada en el paradigma cartesiano de que lo privativo y distintivo del ser humano es la razón.

“En la actualidad, y en especial a partir de la difusión del concepto de inteligencia emocional planteado por Daniel Goleman, la temática vinculada al emocionar humano ha cobrado particular relevancia. De manera especial, y enfocada a obtener mejores resultados, se la considera seriamente en los ámbitos educativos, laborales, y en general en cualquier organización en la cual las personas interactúen”, plantea.

El concepto de inteligencia emocional, explica Bustos, hace referencia a la capacidad para reconocer los sentimientos propios y ajenos.

“Para Goleman, la inteligencia emocional implica cinco capacidades básicas: descubrir las emociones y sentimientos propios, reconocerlos, manejarlos, crear una motivación propia y gestionar las relaciones personales”, sostiene la especialista, quien asegura que estas teorías tienen jerarquía científica. “La clínica médica ha reconocido la directa incidencia del factor emocional, no sólo en la aparición y desarrollo de numerosas patologías, sino también en las posibilidades y alternativas de recuperación de enfermedades y mantenimiento de la buena salud. En cuanto a las capacidades y destrezas incluidas en el concepto de inteligencia emocional, estas revisten una influencia dirimente no sólo en el aprendizaje, sino también en todos los ámbitos del quehacer humano”, remarca. Y sostiene que las emociones predisponen a la acción.

En este sentido, puntualiza, el alumno que se asombra, se interesa y confía en sus capacidades aprende con rapidez y es capaz de retener nuevos conceptos y relacionarlos con otros ya conocidos. Es decir que puede gestionar de manera autónoma su propio aprendizaje.

“De igual manera, logrará relaciones sanas y productivas con sus congéneres y con sus maestros desarrollando un sentido de integración y participación no sólo en la escuela, sino en su vida en general”, plantea Bustos.

Y agrega: “Los beneficios de la inteligencia emocional en los niños y adolescentes son múltiples: la mejora de la conducta, la creación de una autoestima sana, hace a los niños y adolescentes más responsables, seguros y autónomos, ayuda en el bienestar personal y a desarrollar las habilidades sociales básicas para cualquier tipo de relación”.

Bustos remarca que, cuando las personas se conectan con sus propias emociones y aprenden a reconocerlas y gestionarlas de manera eficaz, “sus vidas adquieren una dimensión más plena, se potencian sus naturales aptitudes, obtienen logros más significativos en todas sus iniciativas y se convierten en personas más activas, felices y satisfechas con su vida”.

Para la especialista, el aprendizaje emocional debe iniciarse en los docentes. “Sólo quien puede reconocer y conectarse con su propio mundo emocional puede propiciar a que otro lo haga. El docente tiene que ser capaz de generar contextos emocionales propicios al aprendizaje, generar climas emocionales que despierten interés, atención y entusiasmo por aprender”, opina.

No: es disciplinamiento

Ana Abramowski, investigadora de la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales (Flacso, Argentina), explica que la “educación emocional” propicia que los individuos deban autoexaminarse con detenimiento para apaciguar y aplacar (regular) aquellas emociones que se encuentren confusas o se consideren negativas y, por lo tanto, dañinas.

Otro pilar de esta educación, dice, es el énfasis en lo positivo: tener actitudes y conductas positivas, construir relaciones positivas, crear climas positivos.

“Mi posición es contraria a las políticas y prácticas de educación emocional”, sostiene Abramowski, quien explica que discutir este tipo de educación no significa negar que la práctica educativa, el trabajo docente, la enseñanza y el aprendizaje estén atravesados por afectos y emociones.

“Discutir con la educación emocional implica poner sobre la mesa que no hay una única manera de concebir las emociones en su vínculo con la educación. Es imperioso considerar las emociones en su ambigüedad, atravesadas por relaciones de poder, contradicciones, ideologías, políticas y disensos”, remarca. Y agrega: “En lugar de aislar e intentar regular y acallar las emociones que circulan en las escuelas, en lugar de enfatizar el carácter adaptativo de la educación, considero preciso comprender por qué se producen unas emociones y no otras, cuánto pueden estar hablando de desigualdades e injusticias como así también de experiencias movilizantes y enriquecedoras”.

Estos son algunos de los argumentos de la investigadora de Flacso:

Esta clase de educación se centra en el disciplinamiento de los individuos. Lo emocional, lejos de explorarse, comprenderse y, por qué no, amplificarse, es sometido a la autorregulación. En este sentido, se trata de una educación con una fuerte impronta adaptativa.

El énfasis en las emociones positivas niega y obtura las emociones difíciles y poco clasificables (que se califican con el simple rótulo de “negativas”), emociones que forman parte de lo humano y cuyo destino no debería ser la simple regulación.

Para la educación emocional, las emociones son simples, transparentes, auténticas y están ubicadas en el yo. No tienen historia ni están atravesadas por relaciones de poder, condiciones materiales, ideologías ni políticas.

El énfasis de la educación emocional en el trabajo de autoexamen y autorregulación de los individuos deposita en cada persona la responsabilidad de su éxito o de su fracaso, de su alegría o de su sufrimiento. Por estos motivos, la educación emocional psicologiza, individualiza, descontextualiza y emocionaliza los problemas educativos.

Fuente del artículo: https://www.lavoz.com.ar/ciudadanos/educacion-emocional-en-escuelas-si-o-no

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Democracia y educación

Por: Eugenio Severin.

 

El ICCS es el Estudio Internacional de Educación Cívica y Formación Ciudadana que busca conocer cuan preparados están los jóvenes de octavo grado para asumir su papel como ciudadanos. Es el único estudio a gran escala de virtudes cívicas en los jóvenes, es desarrollado por IEA y se aplicó por primera vez el 2009 y permite comparar resultados entre países y en el tiempo.

Este estudio es especialmente importante en el contexto actual en que en muchos países del mundo, la democracia se encuentra bajo amenaza de las tendencias populistas, xenofóbicas, nacionalistas y autoritarias. Sólo en esta región, vemos el delicado estado de la democracia en países tan disímiles como
Brasil, Venezuela, Nicaragua, Haití y Estados Unidos, por mencionar solo aquellos en los cuales es más evidente.

El ICCS evalúa tres dominios: Contenidos: a) sociedad y sistemas cívicos b) participación cívica c) identidad cívica; Cognitivos: a) conocimiento b) razonamiento y aplicación; y Aspectos afectivos conductuales: a) actitudes b) compromiso cívico. Respecto del primero de estos dominios, Chile presenta niveles bastante bajos de conocimiento, similares a los de Colombia y superando solo a República Dominicana, Perú y México. La mitad de los estudiantes
chilenos se ubica en los niveles de menor conocimiento cívico.

Particularmente alarmante debiera ser el plano de las actitudes, donde queda en evidencia la muy baja confianza de los jóvenes chilenos en las instituciones políticas (Gobierno, Parlamento y tribunales de justicia). Esta se encuentra entre las más bajas entre los países estudiados y en niveles similares a Colombia
y Perú. Al igual que en ellos, la tendencia entre el estudio anterior y el recientemente publicado es de menor confianza que en 2009. La confianza general en las personas y en los medios de comunicación también se ubica dentro de los niveles más bajos.

En el nivel local, los jóvenes muestran un alto interés en participar en las elecciones (90%) y de hecho se reporta por sobre el promedio internacional el interés en participar en la toma de decisiones en la escuela (49%). La participación voluntaria en causas y organizaciones pone a Chile por sobre el promedio de los países estudiados en el mundo, lo que nos habla de una juventud que, a pesar de sus desconfianzas, tiene un fuerte sentido de compromiso con su comunidad.

Todos estos hallazgos son una fuente riquísima de información para la acción del sistema educativo y de las escuelas. Si queremos que los estudiantes se conviertan en ciudadanos competentes y comprometidos, la educación es el camino que debe modelar, con hechos y acciones, las formas concretas en que la democracia puede ser sostenida y fortalecida.

Para esto, se podría partir por ofrecer en las escuelas un clima abierto a la conversación, respetuoso de la diversidad, inclusivo, en donde la conversación sobre los temas de interés común sea normal y recurrente, incluyendo la actualidad.

Además de la enseñanza formal acerca de las instituciones democráticas, sus funciones e historia, es fundamental que los jóvenes vivan en espacios auténticamente democráticos, en donde su opinión es escuchada y respetada, incluso, y especialmente, cuando las decisiones de la autoridad no pueden hacerse cargo de sus visiones o reclamos.

Finalmente, es necesario valorar y estimular la participación de los jóvenes en la vida social. El alto porcentaje de jóvenes comprometidos con el voluntariado es un excelente punto de partida para seguir animándoles a actuar en favor de las causas que los estimulan: el medio ambiente, la justicia, la
solidaridad, la paz.

La historia de América Latina y la democracia es una historia accidentada, llena de momentos históricos dolorosos y traumáticos. Por lo mismo, con sus limitaciones, es tarea del sistema educativo asegurar que los  ciudadanos que preparamos para construir nuestras comunidades futuras, lo hagan desde la confianza y el compromiso con la democracia. Ya sabemos, que el camino contrario nos lleva a lugares a los que noqueremos volver.

Fuente del artículo: https://www.elmostrador.cl/noticias/opinion/2019/02/16/democracia-y-educacion/

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Corazón y razón en la educación actual

España / 17 de febrero de 2019 / Autor: Salvador Rodríguez Ojaos / Fuente: El Blog de Salvaroj

«Es muy importante entender que la inteligencia emocional no es lo opuesto a la inteligencia, no es el triunfo del corazón sobre la cabeza, es la intersección de ambas.» David Caruso

En la sociedad actual y, por tanto, también en la educación, la razón parece haber perdido parte de la importancia que tenía. ¡Qué terrible error! ¿Cómo podemos vivir y aprender sin discurrir sobre todas las cosas?
Pero en el mundo actual tampoco parece que la emoción esté mucho mejor considerada. Todo se hace en función del interés, de los réditos materiales que se puedan conseguir con nuestras acciones. Y eso también sucede en la educación del siglo XXI, muy encaminada en formar personas que en el futuro sean buenos profesionales.
La razón y la emoción, el cerebro y el corazón, deben formar parte por igual de la educación. Es un error optar por lo uno o por lo otro. Los contenidos son importantes y el nivel de exigencia para su adquisición debe ser alto. Pero estos contenidos deben aprenderse de modo significativo, deben entenderse y saber utilizar en distintos contextos. Los contenidos no tienen sentido si se pretende que se memoricen de manera provisional y se olviden tras un examen. Además, parece probado que el aprendizaje es más significativo cuando emociona.
La gestión y el control de las emociones también dota a las personas de una mayor capacidad para adaptarse a situaciones cambiantes… y eso en el mundo actual es un gran valor para tener éxito. Reconocer nuestras emociones es tan importante como identificar las de los demás. La resiliencia es una capacidad que nos ayuda a ser más inteligentes en todos los sentidos.
La razón es básica para entender el mundo, la emoción es fundamental para gestionarlo. Por eso no podemos ofrecer a nuestros alumnos y alumnas una educación sin uno de estos elementos. No tiene ningún sentido perder ni un minuto de nuestro tiempo en discutir si la educación debe dejar de lado los contenidos o si la emoción no debe formar parte de la formación en nuestras escuelas. Cerebro y corazón deben formar parte de cualquier proceso de enseñanza/aprendizaje.
Dicen que la manera más rápida y efectiva de cambiar la mente de una persona es conectando con ella a través del corazón. Por eso, por mucho que a ciertas personas les cueste entenderlo, la mejor manera de que nuestros alumnos y alumnas aprendan es emocionándoles. Tú como docentes debes encontrar cuál es la mejor manera de hacerlo, porque hay múltiples formas de conseguirlo… conoces a tus estudiantes y sé capaz de encontrar aquello que les motiva.
Fuente del Artículo:
http://www.salvarojeducacion.com/2019/02/corazon-y-razon-en-la-educacion-actual.html
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El día que Piaget y Vigotsky se perdieron en las escuelas mexicanas

México / 17 de febrero de 2019 / Autor: Miguel Ángel Pérez Reynoso / Fuente: Educación Futura

No tengo del todo claro datos ciertos acerca de que Piaget o Vigotsky hayan visitado en alguna ocasión nuestro país, lo que sí sé, es que son los autores más nombrados o referenciados en muchas de las tesis de licenciatura y hasta de Maestría en el campo educativo.

Fue una tendencia generalizada, que muchos de los y las estudiantes de posgrado en la década de los noventa, aprendieran a citar o repetir un discurso con ideas recurrentes, descontextualizadas,  casi siempre vinculadas a modo de frases de cliché, más al sentido común que a la ciencia. Piaget y Vigotsky nunca conocieron nuestras escuelas, ni la realidad educativa mexicana, pero aun así sus ideas y las aportaciones pedagógicas de ambos pensadores son sugerentes aún en este momento para nuestra realidad educativa nacional. Pero ahí está el problema pero también la solución, se trataría de leer en contexto sus aportaciones y hacer referencia a aquellos elementos que son pertinentes para ayudarnos a pensar y re-pensar la realidad educativa nacional.

Pongo únicamente el ejemplo de Piaget y de Vigotsky sólo como un ejemplo más, para citar el caso de cómo leen los docentes que estudian el posgrado con la finalidad de recuperar e incorporar las teorías en sus trabajos de tesis o de otro tipo y cuál es la postura personal que establecen ante dichas ideas.

Ha sucedido como parte de la historia (no oficial) del posgrado en México en educación, muchos estudiantes, han  aprendido a recitar muy bien las ideas de infinidad de autores, les llaman “los teóricos”. Las palabras no son las acciones como bien no lo enseñó M. Foucault, y esta lectura sólo de referencia no ayuda para comprender los problemas educativos, ni tampoco para tender puentes con el compromiso de pensar en mejores y distintos escenarios de acción que tengan como elemento vertebral el desarrollo de la práctica educativa en contexto.

Más que el dejarse llevar por el título de este artículo o de las anécdotas chuscas a las cuales he tenido acceso, lo que me interesa realmente es conocer qué es lo que leen los docentes de educación básica que cursan un programa de posgrado, a qué tipo de literatura especializada tienen acceso y cómo incorporan dichas lecturas a su realidad local, lo que será cómo leen en contexto y por último qué tipo de referencia hacen realmente en contraste con el desarrollo de la práctica educativa que llevan a cabo. Es por ello que Piaget y Vygotsky nunca entraron a las escuelas públicas mexicanas, porque son sujetos sin contexto y leer descontextualizadamente.

La culpa no es de los programas de posgrado, ni tampoco de los y las docentes incorporados a ellos, la culpa, es del destino que nos jugó una mala coartada. La pregunta que debimos habernos hecho desde el inicio es ¿para qué carajos queremos los posgrados (tantos) posgrados en educación? ¿Por qué nos dejamos llevar por la seducción de los grados académicos? Conozco muchos colegas que tienen maestría, doctorado, postdoctorado y son muy malos educadores y conozco otros, que sólo cursaron los estudios básicos de Normal y son excelentes en el abordaje áulico. ¿En dónde reside la paradoja,  cómo se resuelve?

Si tuviéramos la posibilidad que pasara para los docentes de nuestro entorno. Si Piaget o Vigotsky visitará tu escuela un día cualquiera, ¿Qué les preguntarías?

Fuente del Artículo:

El día que Piaget y Vigotsky se perdieron en las escuelas mexicanas

Fuente de la Imagen:

https://psicologiaymente.com/desarrollo/piaget-vygotsky-similitudes-diferencias-teorias

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Los profesores son la clave

España / 17 de febrero de 2019 / Autor: Javier Tourón / Fuente: INED21

Los profesores son la clave,

¿quizá olvidada?, del sistema educativo

Celebramos hace unas fechas el día internacional de la #educación, aunque todos los días deberían ser de la educación, pues el sistema educativo es de vital importancia en el desarrollo de las sociedades. Con motivo de la efemérides, escribí un artículo sobre un aspecto del sistema educativo que me parece relevante. Apareció publicado el pasado 24 de enero en el diario de La Rioja en la página 22. Lo reproduzco a continuación por si es de vuestro interés.

«En un informe sobre los sistemas educativos que se hizo bastante popular en 20071, se afirmaba que: “ningún sistema educativo puede ser mejor que sus profesores” y se advertía cómo las reformas diversas llevadas a cabo en distintos lugares, o el incremento de las inversiones, no había producido mejoras significativas en el rendimiento de los estudiantes. Se llegaba a señalar que: “es un poco infantil pensar que la calidad de las clases mejorará porque cambiemos las estructuras”. Más aún, se hacía referencia a los datos de un estudio relevante llevado a cabo en Tennessee en el que se ponía de manifiesto que “si dos estudiantes promedio de ocho años eran asignados a dos profesores de alto y bajo rendimiento, su rendimiento (el de los estudiantes), tres años más tarde, se diferenciaría en 50 puntos percentiles”. Un resultado escalofriante sobre el efecto profesor en el aprendizaje de sus alumnos. Entre otras muchas conclusiones del análisis de sistemas educativos con grandes diferencias sociales, culturales, lingüísticas, económicas, de hemisferio geográfico incluso, se concluyó que sus altos rendimientos, pese a todas estas diferencias, se debían a una similitud: “la capacidad de estos sistemas para seleccionar a los mejores profesores y formarlos adecuadamente”».

Tres años después se publicó otro informe2 importante en el que se estudiaban las mejoras de los sistemas educativos de los países que habían apostado seriamente por cambiar su situación, fuera cual fuese el punto de partida. La conclusión es que es posible convertir en bueno un sistema educativo malo, y en excelente uno bueno

Y es que los sistemas educativos mejoran si lo hacen los profesores, también sus directores que deberían ser auténticos líderes de la instrucción, aunque algunos países (como el nuestro) se empeñen en fiar la mejora a los cambios legislativos, a la restricción de las libertades de los ciudadanos o a la exaltación de lo publico y la agonía de lo privado, en vez de poner el énfasis en la calidad del conjunto, de todo el sistema.

TALIS EN ESPAÑA

Cuando analizamos, por ejemplo, los resultados del informe TALIS en España, sobre el que realicé un estudio específico con otros colegas3 del grupo de investigación sobre el sistema educativo que dirijo en UNIR, nos encontramos con algunos resultados preocupantes.

Las dos principales conclusiones a las que pudimos llegar tras el análisis de los datos correspondientes a varios miles de profesores fueron que (sin entrar en detalles particulares):A

La inmensa mayoría de los profesores no reciben casi nunca orientación (feedback) sobre su trabajo por parte de nadie (ni colegas, ni directores).

B

Los que sí lo reciben, son los que parecen emplear en sus clases los modelos educativos más innovadores, pedagógica y tecnológicamente, más metodologías centradas en el estudiante, una mayor tendencia a la personalización del aprendizaje, etc.

Así las cosas, parece que el foco hay que centrarlo, muy principalmente, en la formación de profesores, aspecto en el que se está poniendo cada vez más énfasis. Nosotros mismos, acabamos de comenzar un programa formativo sobre metodologías activas, llevado a cabo por la Escuela de Formación de profesores en Tecnología Educativa, Competencias Digitales y Desarrollo del Talento, financiado por UNIR, para sesenta profesores de La Rioja, que completarán un itinerario formativo que culminará con la presentación de proyectos de innovación que podrán implantar en sus aulas. Los mejores de ellos serán galardonados para reconocer públicamente sus buenas prácticas y para que sirvan de estímulo y modelo para otros profesores.

Pero, junto con su capacitación, es imprescindible mejorar su imagen y consideración social, que vendrá de la mano del desarrollo se su propia carrera docente, de sus salarios y de su formación permanente. Hoy es un día oportuno para recordarlo.


1 How the world’s best-performing school systems come out on top. September 2007. Mc Kinsey & Company.

2 How the world’s most improved school systems keep getting better. November 2010Mc Kinsey & Company.

3 Tourón, J.; Lizasoain, L.; Sobrino A. (2014). Análisis del impacto del feedback en las prácticas docentes de los profesores españoles del estudio TALIS 2013. Informe español: TALIS 2013: Estudio internacional de la enseñanza y el aprendizaje. Análisis Secundario. Madrid: Instituto Nacional de Evaluación Educativa, pp. 229-246.

Fuente del Artículo:

LOS PROFESORES SON LA CLAVE

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Aprende a crear mapas geográficos interactivos para tus clases

España / 17 de febrero de 2019 / Autor: Miriam Egea / Fuente: Educación 3.0

Los mapas geográficos interactivos son eficaces para visualizar datos en las clases de Geografía, Historia o Ciencias. ¿Quieres crear los tuyos personalizados? Es sencillo con estas herramientas.

Los mapas geográficos interactivos son una herramienta adecuada en las clases de Geografía e Historia o Ciencias Naturales para visualizar datos e información que requiera de una localización específica. Y aunque hay muchas webs que proponen mapas ya creados y disponibles de forma gratuita, es posible que no se adapten completamente a las necesidades del grupo, al nivel del alumnado o a la metodología empleada en el aula. Si este es el caso, la mejor opción es crear un mapa interactivo personalizado. Para ello, proponemos varias herramientas que permiten hacerlo de forma intuitiva, sin necesidad de conocimientos previos de diseño o programación.

1   Mapme

Cuenta con múltiples opciones de personalización para adaptar el mapa a las necesidades del aula: elegir entre diferentes tipos de atlas, seleccionar los iconos, dibujar sobre él para señalizar el contenido y crear un orden de lectura más claro… Una vez seleccionados los puntos de interacción, es posible subir contenido en forma de fotos, vídeos, tours en 3D o texto para ampliar la información sobre esa parada en el mapa.

En su página web disponen de una tabla en la que se deben volcar los datos que se desean exponer en el mapa correctamente ordenados. Una vez introducidos, esta web gratuita permite seleccionar entre diferentes familias de colores para realzar la información. Además, el mapa creado se puede descargar, apoyado por una leyenda, en forma de diapositiva de presentación o de imagen en formato png. Lo realmente interesante de esta alternativa es descubrir los datos recogidos en el mapa de manera interactiva, para ello, la web genera un enlace personalizado fácilmente compartible por correo electrónico y en las principales redes sociales (Twitter, Facebook y LinkedIn).

3   MapHub

Dispone de 20 mapas base con los que trabajar, todos ellos procedentes de plataformas abiertas. Luego, hace posible añadir etiquetas, líneas, puntos de localización y demás información en el proyecto para guiar a los estudiantes hacia los lugares de interés. Además, esta herramienta apuesta por la mejora, ya que sus creadores han anunciado que pronto será posible crear un mapa interactivo de manera colaborativa.

Se trata de una herramienta de diseño de mapas online que destaca por su uso intuitivo. Tras iniciar el proyecto, conviene elegir sobre qué tipo de atlas se desea trabajar, ¡incluso con uno del cielo nocturno estrellado! Desde la caja de herramientas se pueden arrastrar puntos de ubicación, cuadros de texto, fotografías e incluso imágenes en 3D para añadir toda la información extra deseada. Entre sus opciones de guardado, permite su uso tanto online como offline; además, se puede exportar en diferentes formatos de base de datos, en PDF y como imagen.

5   Click2Map

No requiere de ningún tipo de instalación porque se puede generar y editar el mapa online. Lo que sí necesita es la creación de una cuenta de usuario gratuita en la que se guardarán todos los trabajos efectuados y las bases de datos que se hayan empleado para mostrar en los mapas. De esta manera, se accederá al listado de proyectos desde el perfil de usuario para continuar alimentándolos, modificarlos o borrarlos cuando hayan cumplido su función.

Fuente del Artículo:

https://www.educaciontrespuntocero.com/recursos/crear-mapas-geograficos-interactivos/96012.html?utm_source=ReviveOldPost&utm_medium=social&utm_campaign=ReviveOldPost

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Bienvenida la abrogación de la reforma educativa

México / 17 de febrero de 2019 / Autor: Abelardo Carro Nava / Fuente: Profelandia

Aún tengo en la memoria las imágenes de cientos de maestros humillados, sobajados, menospreciados y agredidos por las evaluaciones militarizadas y punitivas que, en el sexenio peñista, se aplicaron a cientos de docentes a lo largo y ancho del territorio mexicano. Tal bajeza, según se dijo, era necesaria, pues para lograr la tan anhelada calidad educativa del intricado Sistema Educativo Mexicano (SEM), había que utilizar todos los recursos del Estado contra aquel que osara manifestar su rechazo, ante una reforma que colocaría a nuestro país en los cuernos de la luna.

En su momento, los partidos que pomposamente sellaron y aplaudieron incansablemente las reformas estructurales, entre ellas la educativa, poco hicieron para detener la salvaje denostación y desprecio que Peña Nieto y Aurelio Nuño, cometieron en contra de una de las profesiones más nobles que puede existir en el mundo: la docencia. Claro, lo importante era recuperar la rectoría de la educación y, para ello, era necesario contar con el apoyo de los partidos políticos puesto que éstos “representaban al pueblo”.

A la par que esto sucedía, algunas organizaciones civiles que, en su discurso, pugnaban porque la educación de millones de niños y jóvenes que asistían a las escuelas, fuera un derecho y un derecho que asegurara esa educación de calidad, se regocijaban con la aplicación de evaluaciones a diestra y siniestra, pues para ellos, evaluar y evaluar y evaluar, era el punto de partida para que se lograra esa efímera y subjetiva “calidad” que tanto hacía falta en México. Claro, no había más, la empresa y las escuelas, eran símiles y, por lo tanto, los maestros y maestras, obreros.

Indudablemente, algunos apreciables colegas, reconocidos investigadores, prestigiados académicos, entre otros, aplaudieron la autonomía que se le otorgó al Instituto Nacional para la Evaluación de la Educación (INEE), pues ese mismo ímpetu reformador que se deprendió de un presidente cuya popularidad se hizo mayúscula, más por su apariencia que por su inteligencia, hizo creer que las cosas cambiarían de la noche a la mañana. Soberbia y más soberbia. Claro, las atribuciones constitucionales y legales les hicieron pensar, a sus consejeros, que gozarían de un fuero que, cual diputados y senadores de esa y anteriores legislaturas, les permitiría hacer y deshacer lo que quisieran. Al parecer, el poder sería eterno.

Y qué decir del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE), fiel o, mejor dicho, siempre fiel a sus usos y costumbres, se alineó al nuevo gobierno. Claro, La Maestra ya estaba tras las rejas y qué sentido tenía oponerse a lo que en su momento se llamó Pacto por México, qué sentido tenía defender los derechos laborales de los trabajadores de la educación, al fin y al cabo, la educación, según se dijo, era lo primero, y las reformas a los artículos 3º y 73º constitucionales, para ellos, fueron lo de menos. Claro, la permanencia en el servicio de sus dirigentes, nunca estuvo en juego.

Hoy día, algunas cosas han cambiado. Insisto, solo algunas, puesto que el vendaval de sucesos que ha traído consigo el triunfo de la izquierda en México, nos ha metido en una vorágine que, como alguien bien diría: es cosa de locos. Y es que mire usted:

El SNTE sigue siendo fiel a sus usos y costumbres y busca, a toda costa, alinearse con el nuevo gobierno. ¿Qué ha cambiado en ellos? La respuesta es sencilla: el discurso. Claro, los tiempos no están para no hablar de la defensa de los derechos de los trabajadores de la educación. Claro, los tiempos no están para que la dirigencia nacional no busque legitimarse ante sus agremiados. Claro, los tiempos no están para perder todas la prebendas y canonjías que han ganado y, mucho menos, para que Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE), ni los Maestros Por México (MxM), les coman el mandado.

Por lo que respecta a mis apreciables colegas, reconocidos investigadores y prestigiados académicos que, en su momento, se regocijaron con la autonomía del INEE y de las evaluaciones en el magisterio, quiero pensar que, en estos días, han comprendido lo que significa “ser oposición”. De hecho, en estos días, he visto cómo es que se han formado ciertos grupos y redes de académicos cuya intención es de loable. Caray, en un país como el nuestro, todas las voces deben ser escuchadas y, perdón, en días pasados en las audiencias públicas que en San Lázaro se efectuaron, se escucharon esas voces; pregunto: ¿sucedió lo mismo con Peña Nieto y Aurelio Nuño? Una más, ¿por qué ninguno de esos estimados colegas cuestionó el papel que ha jugado Guevara Niebla, ex consejero del INEE, en la propuesta que ha lanzado el gobierno federal encabezado por AMLO? ¿Secretum foedus? En fin.

Y qué se puede decir de las organizaciones civiles que allá por el 2012 vivieron su esplendor con la llegada de Peña Nieto al poder. Hoy día, no encuentran cabida. Siguen buscando cómo lograr incidir en las políticas educativas desde su trinchera; sin embargo, esa trinchera, se ha quedado sin reservas. Valdría la pena lanzar un nuevo documental titulado: La Educación en Tiempos de Nuño: el despilfarro de los recursos del pueblo. Sería un éxito, lo aseguro.

Por lo que respecta a la propuesta que lanzaron los partidos políticos integrados por aquellos que en su momento apoyaron y aprobaron la reforma educativa en 2013, qué puede decirse. No han logrado entender que en el terreno político ya perdieron, y en el plano educativo, hablar de una involución educativa y una regresión al pasado, suena tan irrisorio como pensar que el hombre se baña dos veces en el mismo río.

¿Y el magisterio?, ¿y los maestros y maestras?, ¿qué ha pasado con ellos? Sin profundizar al respecto responderé que, inequívocamente, siguen padeciendo el lastre que dejó la reforma educativa del 2013, tanto en el plano laboral como en el educativo. Sí, así de simple y así de complejo. Por ello, es que efectivamente, le doy la bienvenida a la abrogación de esa mal llamada reforma educativa y, al mismo tiempo, exijo que el nuevo gobierno federal trabaje para que el magisterio mexicano, cuente con todas las condiciones habidas y por haber, para que éste realice su función en el ámbito que le corresponde.

Actualmente hay infinidad de problemas administrativos, pero también, hay incontables problemas (de todo tipo) en las escuelas que afectan la educación que deben o deberían recibir los niños, jóvenes y adultos. La tarea no es fácil; hace falta de la política para el logro de este propósito, no lo niego, pero propongo: que los políticos atiendan la política y los pedagogos, esos que no son otros sino los verdaderos maestros y maestras en las escuelas, participemos en la construcción de un modelo que encuentre sentido en nuestras aulas y en nuestras escuelas. Es una ecuación muy sencilla cuyos resultados pueden ser fructíferos. Partir desde el ámbito escolar y no desde un escritorio, puede ser benéfico para la educación en su conjunto.

En suma, calidad y excelencia, como parte de una política neoliberal, se lee y suena bonito, pero lo que el magisterio necesita es, menos palabras bonitas y más apoyo (de todo tipo) para que éste cumpla con su función, como siempre ha sido.

Fuente del Artículo:

Bienvenida la abrogación de la reforma educativa.

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ove/mahv

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