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Los candidatos y el futuro de la reforma educativa

Por: Eduardo Andere

¿Qué pasará con la educación, con la SEP, con el INEE, con la evaluación de maestros? ¿Continuará la reforma educativa?

Viviremos algunos meses de incertidumbre. Recordemos que el lenguaje de los políticos en campaña es diferente al lenguaje de los gobernantes y legisladores. En campaña nada importa más que ganar las elecciones. Así que las verdaderas intenciones se sabrán en algunas semanas más, una vez que tengamos gobernantes y legisladores electos. Sabemos lo que ellos han dicho en sus plataformas y en los debates. La información más reciente es la del debate del martes 12 de junio pasado. La ventaja de lo dicho en el debate sobre lo dicho en las plataformas es que todos nosotros escuchamos de las bocas de cada uno de los candidatos lo que ellos harían. En cambio, lo que está escrito en sus plataformas pasa por muchas plumas que enfatizan o suavizan, pero que no necesariamente refleja el pensamiento exclusivo de los candidatos.

Con base en dicho debate, los tres candidatos punteros dijeron, entre muchas otras cosas, lo siguiente:

López Obrador (LO) que “cancelará la mal llamada reforma educativa” principalmente en lo que toca a la evaluación de maestros y su rendición de cuentas. Si la reforma educativa tiene en grandes rasgos dos componentes: 1) la evaluación, idoneidad, ingreso y promoción de docentes y directivos; y, 2) el nuevo modelo educativo (es decir los nuevos currículos y libros de texto), hasta ahorita lo único que sabemos es que LO está más preocupado por el primer tema que por el segundo. Lo que dijo claramente es que preparará una nueva reforma educativa con los maestros y los especialistas y que mandará iniciativas al Congreso. Preparar una reforma toma tiempo. Mientras tanto hay normas que cumplir y ejecutar. El nuevo ciclo escolar comienza en agosto de 2018, más de tres meses antes del cambio de gobierno. Cualquiera que sean las intenciones, la reforma continuará para el próximo ciclo escolar. Si viene algún cambio será para los siguientes ciclos escolares. ¿Por dónde vendrán las ideas y los puntos finos de la nueva y “auténtica reforma educativa” de LO? Tenemos que esperar para ver. Hasta que su equipo de transición, en su caso, empiece a consultar, analizar y ventilar propuestas sabremos por dónde irá. Por lo pronto, el enorme transatlántico de “la educación” zarpará en agosto de 2018. Cambiar su inercia llevará tiempo y será costoso. Así le sucedió al Titanic.

Ricardo Anaya (RA) fue menos preciso por cuanto a la Reforma Educativo, dijo, palabras más o palabras menos, que no permitirá que las plazas se vendan o hereden. Y luego se enfocó al tema de la tecnología, de las brechas digitales y de la capacitación de maestros más que la evaluación. Pero, en esencia, dijo que sostendría lo fundamental de la reforma educativa. Como RA a diferencia de LO sí mencionó una medida que no requiere aprobación del Congreso, sí es posible observar, analizar y criticar. Dijo, si no me equivoco, que le entregaría un teléfono inteligente a toda la población y que a todos los estudiantes de educación media superior y superior les entregaría una tableta. Bueno, estas son medidas completamente populistas y rechazadas por la literatura seria en la materia. No es regalando artilugios tecnológicos como se mejorará la educación de los niños y jóvenes, o reducirá la desigualdad tecnológica y socioeducativa del país. Puede ser inclusive hasta contraproducente. Este punto sí es claramente negativo. Sí mencionó algo importante respecto al gasto reducido dedicado a la capacitación de los maestros por debajo del gasto destinado a la evaluación. Este es un punto positivo de reflexión para reorientar la política de evaluación educativa junto con las acciones de capacitación y profesionalización docente. Cuando Leonardo Curzio le hizo la pregunta “qué era mejor, si evaluaciones con base en muestras aleatorias o censales”, RA, notablemente se confundió sin saber técnicamente a lo que Curzio se refería.

Finalmente, el más moderado de todos, que en general sostuvo en casi todas las áreas que la solución era seguir haciendo, más o menos, lo que se ha hecho, es José Antonio Meade. Con él la Reforma Educativa continuaría prácticamente sin ninguna modificación, se consolidaría.

Lo realmente preocupante, en el fondo, para México y los mexicanos, es que los tres candidatos punteros, en mi humilde opinión, lucieron por el desconocimiento de las causas del problema educativo y las formas de resolverlo; prefirieron las acusaciones mutuas que las ideas novedosas y apropiadas. Además, se puede entrever en su lenguaje de política educativa, que no han estudiado a fondo la forma en la que los gobernantes y legisladores pueden ayudar a mejorar la educación. La retórica no ayuda.

Hay una buena noticia. No importa qué hagan, no importa por dónde se vaya el enfoque personalísimo de su política educativa, existe algo que ellos no pueden afectar. ¿Qué es eso? El aprendizaje. El aprendizaje es, en realidad, una función de la intimidad pedagógica que ocurre en el hogar y en el aula. En el nivel del aprendizaje de los cerebros de cada uno y de todos nosotros, lo que realmente importa, no es tanto el recurso o el discurso, sino la interacción humana entre los maestros y sus alumnos, entre los padres de familia y sus hijos.

Con o sin reforma educativa, la función de aprendizaje, es un debate entre el cerebro y la mente, una interacción humana entre los líderes pedagógicos y los aprendientes. Es la decisión personal de tomar un libro, hacer ejercicio, comer sanamente, tocar un instrumento, crecer, en lugar de ver televisión, usar los artilugios tecnológicos sin fines pedagógicos o productivos, estancarse en el diván o comer sin control cognitivo cualquier cantidad de azúcar y comida chatarra. Hasta donde yo percibo, eso no depende de ninguna política o reforma educativa, depende sí, de la interacción humana; de una decisión no de ser los mejores sino de ser mejores. No importa qué hagan los candidatos, si lo que hacen las escuelas y los maestros, lo que hacen los padres de familia, es fomentar una cultura de aprendizaje. En el póker de la educación, la cultura de aprendizaje mata a la política educativa.

Fuente: http://www.educacionfutura.org/los-candidatos-y-el-futuro-de-la-reforma-educativa/

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Discapacidad y Educación Superior

Por: Pluma Invitada

La Universidad Autónoma de Tamaulipas (UAT), es una institución educativa consciente de la riqueza que existe en la diversidad de su población estudiantil. Por ello ha emprendido diferentes acciones, convertidas en programas, para su adecuada atención.

Dentro de la diversidad detectada, en esta ocasión se trata de visibilizar al subgrupo de alumnos con discapacidad yendo más allá de lo que aparentemente reflejan los datos.

Se parte del análisis del seguimiento académico de los alumnos que se inscribieron en el semestre 2017.3 cuyo número asciende a 807.

Como datos generales se señala que:

  • 205 apenas eran de nuevo ingreso a licenciatura y 14 a algún posgrado; el resto, formaba o formó parte de generaciones anteriores.
  • 435 son mujeres y 372, hombres.
  • El grupo de edad predominante, al momento de ingreso a la universidad, es el de 18 a 24 años, observándose presencia de 15 alumnos de 31 años o más, inclusive un caso de 56 años.
  • 514 estudian en sus lugares de origen y 293 tuvieron que trasladarse de su cuidad de origen para continuar estudiando.
  • Cuatro alumnos son de alguna comunidad indígena
  • El registro en estudio, indica que el ingreso de estudiantes con estas características ha ido en incremento año con año, teniendo mayor crecimiento en las generaciones 2016.3 (186) y 2017.3 (205), en relación a las anteriores que tenían entre uno y 94 alumnos.

Para darle mayor objetividad a estos datos, se describe en forma general la distribución geográfica en que se organizan la UAT y el estado de Tamaulipas. De esta forma podemos apreciar tanto el dato de procedencia del alumno como su ubicación geográfica, ya en su calidad de estudiante.

Mientras la primera tiene presencia en 14 municipios del Estado y  se encuentra dispersa en tres grandes zonas: norte, centro y sur, el estado de Tamaulipas está dividido convencionalmente en seis regiones: Fronteriza, Valle de San Fernando, Centro, Sur, Mante y Altiplano. Además, se agrega el dato relativo a alumnos procedentes de otros estados de la República Mexicana así como de otro país.

Al relacionar estos datos con la población estudiantil en estudio, encontramos que atendiendo a la distribución que tiene la UAT de sus facultades y unidades académicas en el estado, la zona centro presenta mayor número de alumnos con discapacidad seguida de las zonas sur y norte. En las zonas norte y centro predomina el tipo de discapacidad visual y, en la zona sur, la auditiva. Vista esta información por regiones del estado de Tamaulipas, la región Sur es la que tiene mayor número de alumnos con discapacidad seguida de las regiones Centro, Fronteriza, otros estados, Mante, Altiplano y, Valle de San Fernando.

Analizando retrospectivamente las generaciones presentes en este estudio, se halló que hasta el momento, se han quedado en el camino un total de 38 alumnos que intentaron superarse vía educación universitaria y no lo lograron; 34 de ellos causaron baja voluntaria y cuatro, baja por sistema.  Aquí resulta necesario preguntarnos, ¿en algún momento la institución notó la ausencia de estos alumnos? Y si la notó ¿conoció las causas que originaron esta situación?, ¿en qué acciones de mejora se reflejó la información obtenida?

Si fijamos nuestra atención en la generación más reciente (2017.3), con no poca preocupación se observa que de los 205 que ingresaron a alguna licenciatura,  15 de ellos ya no se inscribieron en el siguiente semestre por lo que se les identifica como deserción por baja voluntaria ya que, académicamente, podrían haber continuado estudiando. De ellos, nueve cuentan con discapacidad visual, tres con discapacidad de lenguaje, dos con física/motriz y, uno con psicosocial.

A continuación se describe lo encontrado en cuatro apartados que se consideran claves para analizar el desempeño o comportamiento académico.

Discapacidad y situación escolar

En la población de referencia, se ha identificado que 78 alumnos ya concluyeron sus estudios, 64 de manera oportuna y 14 con rezago. Asimismo, que 691 siguen estudiando y, que 38 dejaron de estudiar.

De los 78 que ya egresaron, se ha detectado que sólo 14 han continuado estudiando alguna especialidad (3), maestría (10), o bien, maestría y doctorado (1).

Se encontró relación significativa entre egreso oportuno y las facultades de Comercio y Administración Tampico, Derecho y Ciencias Sociales Tampico y Victoria así como la de Enfermería Victoria; asimismo, entre egreso con rezago y las facultades de Comercio y Administración y Derecho y Ciencias Sociales, las dos de Victoria. En cuanto a deserción por baja voluntaria, se encontró relación significativa con las facultades de: Comercio y Administración y Derecho y Ciencias Sociales, ambas de Victoria. No existe relación significativa entre egreso y deserción con el resto de facultades.

Discapacidad y aprovechamiento académico

Se observa que al momento de ingresar a la universidad, 575 alumnos tenían promedio superior a ocho y, 224 inferior a ocho (no se cuenta con este dato de ocho alumnos). Para el primer año de estudios estos números se modifican de la siguiente manera: 549 tienen promedios superiores a ocho, 189 entre seis y ocho y, 69 lograron promedio menor a seis, es decir reprobatorio.

Este comportamiento nos indica que un 8.55% de la población inicial, está teniendo problemas al término del primer año y por lo tanto, son susceptibles de desertar de sus estudios. Lo que implica que hay que centrar la atención en ellos para apoyarlos a reconocer y superar las diversas situaciones académicas, administrativas o de otra índole, que les estén creando ese estado.

Discapacidad, Traslado, Deserción y Egreso

En diferentes espacios se ha señalado el peso que tiene la variable traslado en el desempeño académico de los alumnos; y, el análisis efectuado en el subgrupo de discapacidad, reafirma este dicho al encontrar relación significativa entre deserción voluntaria, discapacidades (auditiva y de lenguaje) y, traslado de ciudad, para realizar estudios universitarios. De la misma forma, se detecta relación significativa entre deserción por sistema, discapacidad (psicosocial) y traslado.

En cuanto al egreso se identifica relación significativa entre egreso con rezago y discapacidades intelectual y psicosocial. Con egreso oportuno no hay relación significativa.

Discapacidad y estudio de idiomas

De los 807 alumnos en estudio, 241 se han inscrito en algún curso de idiomas (inglés, francés, alemán y japonés) y de éstos sólo 71 (29.47%) continúan estudiando; uno (0.41%) terminó los niveles correspondientes y 169 (70.12%) causaron baja voluntaria o simplemente no se inscribieron en el siguiente semestre.

Dentro de la población total se identificaron cuatro alumnos con discapacidad que proceden de una comunidad indígena o hablan alguna lengua indígena; al respecto se observa que dos no se han inscrito a cursos de idioma adicional (discapacidad física/motriz e intelectual) y dos sí lo hicieron (discapacidad auditiva y psicosocial); sin embargo, éstos últimos sólo se inscribieron pero no presentaron sus asignaturas. Vale la pena destacar que quien tiene discapacidad psicosocial, dejó de estudiar a pesar de que mediante examen de ubicación se le consideró apto para inscribirse en un nivel de inglés avanzado. Se encontró relación altamente significativa entre las discapacidades intelectual y psicosocial y, alumnos que proceden de una comunidad indígena.

Los resultados que se están reportando, han generado una serie de inquietudes que nos llevan a aspirar a desarrollar un trabajo a un nivel más profundo pero también de manera interinstitucional. El tema de discapacidad requiere de una mirada más amplia que sólo el saber si tienen alguna discapacidad y de qué tipo.

En el artículo “La otra cara de la deserción” (publicado en Campus Milenio en mayo 2016) señalé como elemento de análisis para estudiar y comprender mejor el fenómeno de la deserción, la identificación de por lo menos tres grupos: baja por sistema, baja por causas extrínsecas, baja por causas intrínsecas. También, que después de un minucioso análisis llegué a la conclusión de que el área de oportunidad real para intervenir institucionalmente, es el grupo de alumnos que académicamente tiene las condiciones para proseguir pero que deserta por causas extrínsecas a él, como puede ser la economía familiar aunado a que proceden de municipios diferentes al lugar en que estudian (traslado).

Ahora, al realizar este acercamiento con el subgrupo de discapacidad, veo la necesidad de incorporar un elemento más en apoyo a la inclusión y equidad con que se debe conducir toda institución educativa: la honestidad o ética profesional.

Me explico: Mientras hay alumnos que, presentando alguna discapacidad, logran culminar sus estudios universitarios, otros desertan principalmente, porque no pueden desarrollar en el plano académico. Entre los primeros, probablemente hay casos en que se trata de discapacidades muy leves o quizá, adquiridas, lo cual no les impide desarrollar intelectualmente; entre los segundos, es probable que algunos se incorporen al ambiente universitario en un intento de superar las limitaciones que tienen; sin embargo, al analizar su historial académico se puede observar que por lo regular se dan de baja sin siquiera haber presentado alguna asignatura o, habiendo presentado y obtenido notas bajas en alguna de las asignatura en que se inscribieron. ¿Es acaso que, en aras de la inclusión, se les da la oportunidad de ingresar, pensando en que de todas formas van a desistir, pero ya se cumplió con recibirlos?, ¿qué impactos genera esta práctica?

Preguntarnos de manera profesional y honesta, si estamos preparados, como institución, para atender como corresponde a personas con alguna discapacidad; sopesar las implicaciones de recibir o no recibir en nuestras aulas a alumnos con esta característica, que les impida desempeñarse académicamente en forma adecuada, requiere de un nivel supremo de participación interinstitucional, sensibilidad y compromiso, toda vez que es un tema tanto delicado, como controvertido.

   Considero que siempre es preferible no alimentar falsas esperanzas a individuos y familias que luego puedan tener un efecto boomerang al revertirse y transformarse en una frustración mayor; para evitarlo, debemos contar con equipos profesionales que definan con toda claridad los perfiles de ingreso susceptibles de tener acceso a educación superior y a los que se les deba brindar una opción distinta. Si bien es un derecho el poder acceder a la educación en general, es también ineludible atenderlos de acuerdo a sus limitaciones; no sólo permitirles el acceso a la educación universitaria. A la postre, esto no es garantía ni sinónimo de inclusión, tampoco de equidad ni de responsabilidad social.

Identificar oportunamente los subgrupos estudiantiles, permitirá a las instituciones educativas definir las mejores condiciones para atenderlos. Este subgrupo, el de discapacidad, ofrece la oportunidad de darle la importancia que tiene al hecho de actuar con un interés genuino en el desarrollo del otro, transformándolo en acciones viables para su beneficio individual y social. No obstante, su cualidad multifactorial sugiere que la Universidad no debe realizar esta tarea en forma aislada, sino que debe propiciar la convergencia de capacidades de recursos humanos y materiales de instituciones afines.

En este marco, la UAT se está esforzando en: visibilizar una realidad ignorada o poco explorada por la mayoría de las Instituciones de Educación Superior; atender la doble cara de la desigualdad que viven los alumnos con discapacidad y de procedencia indígena, a consecuencia de la discriminación, exclusión y racismo que se genera en su entorno; afrontar, desde la pedagogía y de manera interinstitucional, la problemática en cuestión.

Esta apertura, autocrítica y propuesta con base en realidades… es lo que nos distingue como Universidades.

Fuente: http://www.educacionfutura.org/discapacidad-y-educacion-superior/

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El éxito del modelo educativo en Canadá, donde los profesores no se eligen en oposiciones

Por: Ana Torres Menárguez

Los directores de centro tienen un rol esencial en el diseño de los programas académicos en uno de los países del ‘top 10’ en PISA

En algunas provincias de Canadá, como Ontario, a los profesores se les contrata en función de las necesidades del colegio. No hay oposiciones, son los directores de los centros los que determinan cuántos docentes necesitan cada curso y para qué asignaturas. Si después de dar una clase ante un comité de expertos y de pasar una entrevista personal son elegidos, se les contrata y pasan a ser funcionarios. Durante los dos primeros años, el director del colegio revisará su trabajo y, si se ajusta a los estándares, volverá a enfrentarse a ese control cada cinco años. A los 54 años de edad, ese profesor podrá jubilarse y su pensión será una de las más altas del cuerpo de funcionarios de Ontario, unos 48.000 dólares canadienses al año (31.600 euros). El salario medio de un profesor en esa provincia, cuya capital es Toronto, es de 80.000 dólares al año (52.750 euros).

El escenario descrito resume una de las principales diferencias con respecto a España: la forma en la que se selecciona al profesorado. Canadá se encuentra entre los 10 países del mundo mejor posicionados en el informe PISA, el estudio elaborado por la OCDE en diferentes países que mide el rendimiento académico de los estudiantes en matemáticas, ciencia y comprensión lectora. España ocupa la posición 31 y en dos de las competencias está por debajo de la media del resto de países de la OCDE.

En Ontario, donde el 94% de los alumnos están matriculados en centros públicos, cuando los estudiantes cumplen 14 años pueden elegir las asignaturas que más les interesan y crear su propio itinerario. Además, pueden escoger entre tres niveles de dificultad para cada una de esas materias: académico (que les permite acceder a la Universidad), applied level (que les conduce al al llamado college) o locally developed (pensado para una rápida incorporación al mercado laboral). La educación obligatoria es hasta los 16 años.

«Nuestro sistema no es academicista; no se basa en memorizar contenidos de libros de texto, sino en la aplicación práctica», explica Bruce Rodrigues, ministro de Educación de Ontario, que concentra el 40% de la población total de Canadá. La igualdad es una de las prioridades del programa educativo en un país en el que el 22% de los habitantes no nacieron en Canadá. «Tenemos muy presente a colectivos como el LGTBI y modificamos los programas en función de las características de los habitantes de las diferentes zonas», señala Rodrigues.

Pone un ejemplo: si hay un grupo importante de niños inmigrantes que no han vivido en países en los que había jardines en las casas, se elimina ese tipo de contenido de los enunciados o preguntas de los ejercicios de clase. «Estamos identificando las nuevas narrativas que usan los alumnos; ahí está la innovación», asegura el ministro. Su gabinete está participando de forma «muy activa» en la nueva medición de competencias lanzada por PISA para 2018, la denominada competencia global, un nuevo cuestionario que analizará el pensamiento crítico, la capacidad de interactuar con respeto, la empatía, la comprensión de los conflictos mundiales o el conocimiento intercultural de los estudiantes de 15 años.

Rodrigues comenzó su carrera profesional como profesor de matemáticas y confía plenamente en la capacidad de los directores y de los llamados school boards (comités escolares) para diseñar los programas académicos y contratar al profesorado. ¿Cómo pueden estar seguros de que el proceso es justo y transparente? «Todos los profesores tienen que colegiarse y tenemos un cuerpo regulador que lo gestiona. Los directores supervisan que su forma de dar clase es la correcta y, si no cumplen, pueden ser despedidos», detalla Rodrigues.

El presupuesto que el Ministerio de Educación de Ontario ha destinado a educación infantil, primaria y secundaria en el curso 2017-2018 es de 17.900 millones de euros, frente a los 3.250 millones que se llevan las universidades y los colleges (centros de educación superior con un enfoque más práctico que las universidades). En 2017, el Ministerio de Educación español destinó 2.525 millones de euros a Educación, a lo que se sumaron los 36.900 millones aportados por las comunidades autónomas.

Marta Velasco en el instituto Don Mills de Toronto.
Marta Velasco en el instituto Don Mills de Toronto.

Todd Bushell es el director del instituto público Don Mills Collegiate Institute, en Toronto. «Ponemos el foco en el pensamiento crítico, la información está en Internet», cuenta mientras recorre algunas de las aulas más innovadoras del centro, como la de arte y diseño gráfico o la de green industries (sobre el cambio climático). Una de las claves del sistema educativo canadiense es que las habilidades emocionales forman parte de la evaluación. «Medimos los hábitos de trabajo, el auto control, la responsabilidad, la organización, la colaboración y la iniciativa propia. Son los indicadores del éxito en la vida adulta del alumno», precisa.

Ese instituto tiene 90 estudiantes internacionales. La madrileña Marta Velasco es una de ellas. Llegó en agosto para cursar un año de intercambio. Tiene 16 años y estudia en el colegio concertado Gredo San Diego, en Guadarrama. Está en primero de bachillerato. «La principal diferencia con España es que aquí te autorregulas. Tengo el móvil encima de la mesa y yo decido si tengo una llamada urgente que atender». Le llama la atención que casi todos sus compañeros trabajan en el parque de atracciones los fines de semana. «En España todo es tomar apuntes. Aquí las cosas se consensúan, el profesor nos pregunta qué día nos parece bien entregar. No hay tanta disciplina».

Cuenta que las matemáticas se le dan fatal, pero que este curso ha escogido la modalidad intermedia y está avanzando a buen ritmo. Tiene derecho (legislación de Canadá), antropología o parenting (crianza en español), una asignatura en la que enseñan el proceso de embarazo, la igualdad en la crianza y en la que se llevan un robot con forma de bebé a casa durante cuatro días. La matrícula para estudiantes internacionales cuesta 14.000 dólares al año (unos 9.200 euros), a lo que se suman unos 1.200 de alojamiento en una familia al mes (unos 780 euros).

A ella le ayudó a tramitar su estancia la consultoría de educación The Lemon Tree Education, con sede en Madrid. Gestionan los intercambios de unos 200 estudiantes españoles al año, el 70% viaja a Canadá. «La mayoría se marchan en cuarto de la ESO, pero depende de la madurez del alumno», indica Rubén Castillo, cofundador de la empresa. Analizan cada caso: miden las expectativas del estudiante, sus notas o su experiencia más complicada, entre otras cuestiones. Trabajan con un gabinete externo de psicólogos. Cubren las 10 provincias de Canadá y sus honorarios alcanzan los 3.000 euros. «Desde el punto de vista académico, Canadá es uno de los países más avanzados del mundo. Su visión del respeto a los demás es esencial y eso se transmite muy bien en los colegios. Los alumnos regresan transformados», precisa Castillo. La Fundación Amancio Ortega ofrece 500 becas al año para que estudiantes españoles de cuarto de ESO puedan ir un año gratis.

LOS COLLEGE, UNA VÍA PARA ENCONTRAR UN TRABAJO CUALIFICADO PARA LOS ESPAÑOLES

Ana Paredes en Toronto.
Ana Paredes en Toronto.

Ana Paredes tiene 27 años y hace dos dejó su puesto de docente investigador en la Escuela Politécnica Superior de la Universidad de Burgos. Graduada en ingeniería de edificación, cobraba unos 500 euros al mes. «Vivía en casa de madre y no veía futuro a medio plazo; mi única opción era aguantar unos 10 años en esa situación y ver si conseguía la plaza», cuenta. Tras dos meses en Toronto mejorando su inglés, tomó la decisión de cambiar de país. Se matriculó en un college (centro de estudios superiores con un nivel inferior a la Universidad) en un grado de Excelencia en los Negocios, un programa de seis meses con prácticas remuneradas de otros seis meses.

Ahora está trabajando en la empresa de software donde realizó las prácticas, Black Wak, en el servicio de atención al cliente. La tasa de desempleo en Canadá es del 5% y la juvenil del 10%. Eso fue lo que le atrajo. «Es importante que los graduados universitarios sepan que no es fácil encontrar trabajo de lo suyo; hay que empezar desde abajo». Al llegar intentó que la contrataran como ingeniera, pero en todas las compañías le preguntaban si tenía experiencia en empresas canadienses. Su sueldo le permite llegar a final de mes y pagar el alquiler de una habitación por 700 dólares al mes. Ahora está tramitando la residencia permanente, que en Canadá se puede solicitar tras 12 meses de trabajo.

Los college se han convertido en una de las opciones más asequibles para los estudiantes internacionales que quieren instalarse en Canadá. El precio de matrícula de los grados universitarios ronda los 30.000 dólares al año y el de los másteres los 40.000, mientras que el coste medio de los diplomas en los college va desde los 6.600 a los 22.000 dólares al año (entre los 4.300 y 14.400 euros). En Canadá hay un total de 150 colleges y de los 113.000 estudiantes internacionales matriculados en 2016, 230 fueron españoles, según datos de la embajada. Entre los requisitos de acceso, tener el título de Bachilleratoun y una puntuación de, al menos, un 6.5 en el IELTS.

«Nuestra marca no es tan conocida como la de Estados Unidos, pero ahora con la era Trump y el Brexit prevemos un aumento en las solicitudes de acceso» explica Ryan Guest, director de George Brown, un college público de Toronto. De los 29.000 estudiantes de ese centro, 4.900 son internacionales.

La española Alejandra López, de 30 años, no terminó su carrera de Económicas en la Complutense para mudarse a Canadá. Estudió Negocios y Recursos Humanos en George Brown, un diploma de dos años que le costó 14.000 dólares. «La gran diferencia con la Universidad es que es muy práctico. Además la ley te permite trabajar 20 horas a la semana mientras estudias», cuenta. El salario mínimo en Canadá es de 14 dólares la hora. Lleva un mes buscando trabajo. «No creo que tarde mucho, el mercado se mueve rápido».

El de Santiago Uzal, de 31 años, es un caso de éxito. Llegó a Toronto con un nivel muy bajo de inglés y tras cinco años en el país tiene un puesto de manager para Europa en la empresa de idiomas ILAC, una de las más potentes del país. «La mayoría de españoles llegan con la mentalidad de la titulitis, pensando que por tener un grado el mercado les va a absorber. Pero aquí es todo networking, necesitas una puerta de acceso que, muchas veces, está por debajo de tu nivel», señala.

Él tenía estudios de Formación Profesional, que compaginaba con campañas de incendios como bombero forestal en Galicia. «No veía futuro es España, al final te cansas de los trabajos temporales. En Canadá puedes escalar en la empresa». Él lleva cinco años en ILAC, donde realizó el curso de inglés y obtuvo su primer empleo como monitor de estudiantes internacionales. Lo compaginaba con un trabajo de camarero en un restaurante brasileño. Ya ha conseguido la residencia permanente. «Me puedo beneficiar de las mismas ayudas que los canadienses, salvo el derecho a voto. No tengo ninguna intención de volver a España».

Fuente: https://elpais.com/economia/2018/05/28/actualidad/1527526183_441482.html

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Redes horizontales de docentes: MRP 3.0

Por: Saray Marqués

Algunas sobreviven desde hace más de una década, ofreciendo a los docentes lo que en estudios como TALIS y PISA algunos echan en falta: Más conocimiento de lo que otros colegas hacen en sus clases, ‘feedback’ entre iguales, formación y colaboración a pie de aula. Son las redes horizontales de docentes.

A veces es PISA; otras, TALIS. Nos hablan de un docente español al que le cuesta abrirse, que le observen los colegas, recibir críticas para su mejora pedagógica. El ambiente es bueno, pero lo de trabajar en equipo es otra historia. El 87% no ha pisado el aula de un compañero, frente al 45% de media de la OCDE. Sin embargo, el “mi aula, mi reino” va cediendo frente al concepto de claustro virtual, cortesía de las redes horizontales de docentes.

A ellas se llega por la competencia o la madurez digital en tiempos del long life learning y del personal learning environment (“Dime con quién te conectas y te diré cómo aprendes”). Las primeras datan de hace poco más de una década, pero la lista es inabarcable: Novadors, EABE, Aulablog, Espiral, YoconEuterpe… por lo que esta pretende ser solo una aproximación al fenómeno de la mano de algunas de las personas que estaban ahí viéndolo nacer.

La red como refugio

Mediada la década de 2000, recuerda la profesora de la Facultad de Educación de la Universidad de Murcia, Linda Castañeda: “En lo educativo, Twitter, Facebook, y otras específicas, que entonces eran el desierto, empiezan a moverse muchísimo… Las redes de profesores aparecen de forma muy explosiva. Y no es solo formación lo que buscan, o la que buscan va más allá de un curso: tiene que ver con estar juntos, con reconocerse, con trabajar desde el aula, con tener un sitio, con no estar solo”.

Entonces, continúa la experta, con una penetración de la tecnología en las aulas muy desigual, muchos de aquellos profesores se sentían el friki del centro, mientras que en la red daban con gente con la que se identificaban. Surgen las primeras redes y se organizan las primeras quedadas, que en algún caso cuentan con apoyo oficial, pero que se caracterizan sobre todo por su horizontalidad: son de y para docentes.

“La preocupación entonces era eminentemente metodológica, muy tecnológica, pero luego esto va cambiando”, señala Castañeda. Los encuentros lograban afluencias multitudinarias, de 400, 500 personas de las 17 CCAA. Se abrían las inscripciones y a la hora estaba todo lleno.

Hoy, aquel movimiento ha logrado perdurar, “con más visión crítica, sin tanta obnubilación por las posibilidades didácticas de la tecnología”. En Novadors, donde Castañeda participa, desde hace unos años cuentan con una conferencia plenaria no ya sobre innovación educativa sino sobre política educativa.

También cambian las circunstancias de sus miembros: “Muchos de esos llaneros solitarios han mutado en directores, jefes de estudios… Han decidido no esperar a que se mueva, sino moverlo ellos. Y tenemos personas que entraron tímidamente, con un blog pequeñito, y hoy son ponentes, divulgadores, formadores”.

¿La pertenencia a estas redes puede hacer sobredimensionar el fenómeno? “Seguimos siendo pocos porque no somos todos, pero cada vez somos más, y ya no nos preguntamos tanto cómo usar la pizarra digital sino qué tipo de aprendices estamos generando; el compromiso social y político se abren paso”, sentencia Castañeda, que ve estas redes como un movimiento de rebeldía y acompañamiento que reacciona frente al inmovilismo. Un arma de doble filo: “Lo apuntaba Francisco López Blanco, director del Grupo de Software Educativo en la Consejería de Educación de Extremadura, en el reciente congreso Transformación Digital Educativa: “Los innovadores ahora mismo son muy baratos para las instituciones, porque sacan tiempo de su tiempo personal, con un coste cero para el sistema, que luego los luce como profesores excepcionales, pero que en realidad está haciendo dejación de funciones en favor del papel cada vez más protagonista de fundaciones o empresas privadas que no deben sustituir al Estado”.

¿Los nuevos MRP?

Para Iñaki Murua no es tan peregrina la comparación de estas cibercomunidades de aprendizaje, como él prefiere llamarlas, con los Movimientos de Renovación Pedagógica (MRP). Con el toque, claro, de la tecnología, cada vez más sencilla y transparente, que permite romper los límites del espacio y del tiempo para dar con personas con tus mismas inquietudes: “Las cibercomunidades parten de intereses comunes, no nacen por obligación, –en procesos formativos formales también pueden surgir, pero pocas siguen vivas cuando el curso termina– igual que los MRP. Estás ahí porque quieres, no porque nadie te mande… Sí, las veo un tipo de agregado similar”.

¿Por qué un docente acaba en una de estas redes? Porque necesita sentirse parte de una comunidad. Pero cuidado con la apertura solamente a la externa: “Que tu claustro virtual no te lleve a olvidar que formas parte de un claustro real”, alerta Murua, que recuerda la metáfora de Dan Lortie de los centros educativos como cajas de huevos en que todos están en su sitio pero sin tocar al de al lado.

Fotografía: @itziarlopez_ / Aulablog

Que un docente recale en ellas viene dado, además, por otros factores que Murua enumera, como el grado de cultura de colaboración, un contexto facilitador –no suelen ayudar las jornadas inabarcables y las dificultades para conciliar vida laboral y familiar y cierta capacidad: “Que el ordenador no te dé calambre”–. Pero, aun con eso, en su investigación descubrió que persisten las resistencias: “Muchas personas siguen prefiriendo tomarse un café con alguien que compartir sus debilidades con otra persona que quizá trabaja en un centro público como el suyo, en una población y contexto similar, pero a quien no conocen. Cuesta todavía expresar el “no sé cómo se hace”. En otros casos, no se tiene conciencia de que lo que se hace merece la pena, como aquella maestra que dudaba sobre si contarle a un doctorando que se había puesto en contacto con ella cómo usaba WhatsApp con los alumnos. “A veces, el profesor no tiene ni tiempo ni ganas de compartir, porque cree que lo que hace es muy ‘normalito’”, prosigue el experto.

Los rasgos diferenciadores

Otro experto, en este caso en un MRP, Julio Rogero, ve más de un rasgo diferenciador con estas redes: “Nacen de la inquietud horizontal de muchos profesores, pero en su continuidad suelen buscar el reconocimiento, lógico y legítimo, de la Administración, y suelen ser redes referidas no a todo un proceso transformador del sistema educativo, sino a aspectos parciales, con gran dominio de lo tecnológico, o centrarse en metodologías llamadas nuevas aunque la mayoría no lo sean”. Por el contrario, “los MRP buscan la transformación global, hacia un sistema educativo emancipador y liberador, y creen que se puede y debe hacer desde el ámbito de lo público, que donde mejor se plasma es en el espacio de la escuela de titularidad pública, por lo que aspiran a la construcción de una escuela pública con un modelo y paradigma alternativo a los dominantes en este momento”.

Aparte, señala Rogero cómo es frecuente que en esas redes, nacidas de forma horizontal, intervengan cada vez más las grandes corporaciones. “Hay algunas que en otro tiempo defendían lo público y se han desvirtuado, y también pueden surgir nuevas porque lo impone la patronal para estar a la altura del mercado, que hoy exigen esas metodologías, no realmente porque el profesional sienta esa inquietud… Aunque también puede haber profesionales en la pública a los que estas redes les están ayudando a salir de la frustración que produce la rutina diaria, la imposición del currículo y formas de hacer muy controladas desde la inspección”, concede.

Si para Rogero una diferencia entre los MRP y las redes horizontales de docentes es la convicción en la defensa de la escuela pública, Charo Fernández, que fuera presidenta de Aulablog, menciona como una de sus proezas en estos 13 años “la capacidad de unir a gente de todo tipo, con mesas redondas en que una monja intervenía al lado de alguien de la marea verde, y todo el mundo hablaba de lo mismo, de mejorar el día a día del alumno; ahí nos encontramos todos”.

Otra de las proezas, para ella, es que siga llegando gente nueva. O que los ponentes acudan a los encuentros sin cobrar. Su germen fue una cita en Roa de Duero, del que surgió la Declaración de Roa para la incorporación de las TIC en el aula. “Nos conocíamos de los comentarios en los blogs. Éramos un grupito de profesores que veía que ahí había potencial, la mayoría ni teníamos internet en las aulas. Quisimos ponernos cara y Luis Barriocanal sugirió Roa”, comienza Fernández.

Aquello tuvo mucho más recorrido del que pensaban, y así han llegado hasta hoy, con unas características entre las que Fernández cita la “una organización muy desorganizada”: “Decimos que somos líquidos. Los nuevos lo ven todo tan desestructurado que al principio creen imposible que las cosas salgan”.

César Poyatos (Aulablog) asegura que si está ahí es “por crecimiento profesional y personal”, “por contar con un espacio de confianza y aprendizaje, donde compartir, construir de manera conjunta”, y porque los que empezaron siendo compañeros unidos por la innovación educativa han terminado siendo amigos.

Para él, la horizontalidad es lo que mejor define Aulablog, mayoritariamente conformada por docentes, pero abierta a personas de otros campos. “Funcionamos por nodos a escala local y nos reunimos una vez al mes para compartir recursos: puede ser un compañero o compañera que prepara una acción formativa, otro que quiere llevar a cabo en su aula un proyecto con móviles y no sabe cómo empezar, y nos explica sus objetivos, y le aportamos feedback. O puede que ya lo esté haciendo y quiera mejorar el año que viene”, explica Poyatos.

Aparte de estas sesiones, también hay eventos por todo el territorio (de gamificacióncoachingvisual thinkingescape room educativo…), y el encuentro anual. “Todos los que estamos queremos compartir y formarnos, la prueba está en que alguna institución nos ha ofrecido certificar esa formación y preferimos que no, que la gente que venga no lo haga por el sexenio, los créditos, el certificado”, proclama Poyatos, que insiste en la autogestión y autorregulación como clave de Aulablog.

Fotografía: Novadors

Todo cambia

Desde EABE, Lola Urbano habla de cambios: “EABE, Novadors, Aulablog, Espiral… movimientos en distintas zonas de España que han evolucionado de manera diferente y que tienen en común que todos ya no son como al principio”.

“Hoy gana la mercantilización de la educación incluso cuando no nos damos cuenta. Desde mi punto de vista de escuela pública resulta agotador participar en ese juego y, al mismo tiempo, no tener autonomía para poder jugar en igualdad de condiciones con las escuelas privadas, concertadas o no”, apunta.

En su día, “estos movimientos nacieron para dar cabida a un montón de gente que necesitábamos un sitio seguro donde dar rienda suelta a nuestras capacidades y posibilidades de cambio, y también al deseo de tener una educación de calidad real. Un sitio donde aprender a gestionar todo eso sin la presión de la Administración ni de los colegas”. Hoy, “los frikis de entonces hemos mutado en equipos directivos más sumisos de lo que quisiéramos y en equipos directivos que cambian cosas que pareciera que no se podían cambiar… Sí se puede, aunque no luzca mucho ni lo sepa nunca nadie”.

Por su parte, Toni Solano, otro friki entonces hoy director, recuerda el panorama de las tecnologías educativas –“bastante desolador”– de hace poco más de una década –“recursos digitales escasos, pocas experiencias de éxito, docentes aislados que tenían que autoformarse, nulo reconocimiento de las administraciones”– y cómo “encontrar a colegas en las redes que compartían recursos, experiencias, hallazgos y dudas resultó fundamental para muchos docentes que eran minoría en sus claustros”.

No ve tan alejados Solano los mundos de esas redes y de los MRP, dado que “muchos de los profes que conozco están en uno y otro”, y percibe como elemento aglutinante en los orígenes la blogosfera educativa: “Fueron movimientos que surgieron de la interacción entre docentes, no de los intereses de empresas o instituciones. Casi todos sus miembros fundacionales tenían o tienen un blog en el que compartir sus reflexiones, y los premios Espiral Edublogs jugaron un importante papel como catalizador”.

Algunos de esos blogs dejaron de actualizarse hace tiempo, pero muchos de esos “ilusionados de hace 10 años” siguen estando convencidos de que “la aparición de internet y los avances en conectividad y portabilidad van a marcar un antes y un después en los procesos de enseñanza-aprendizaje”: “No nos resignamos a señalar exclusivamente como culpables del fracaso a elementos externos a la escuela, y por ello hemos asumido nuevas responsabilidades, intentando que ese cambio social y tecnológico vaya acompañado de un cambio metodológico”.

Al retrotraerse, Solano repara en la generosidad de los primeros tiempos: “Todos compartíamos recursos en abierto y de manera altruista. En eso quizá hayamos perdido con la entrada de empresas que pugnan por colocar sus productos en las aulas y buscan a cabezas visibles para ello…”.

Fuente: http://eldiariodelaeducacion.com/blog/2018/06/11/redes-horizontales-de-docentes-mrp-3-0/

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TDAH: guía básica de actuación para el profesorado

Cristina Martínez Carrero

El Trastorno por Déficit de Atención con o sin Hiperactividad (TDAH) es un trastorno de origen neurobiológico. Se caracteriza por varios síntomas como la desatención (incapacidad de resistirse a estímulos irrelevantes, lo que dificulta su concentración durante mucho tiempo y, por tanto el mantenimiento del “trabajo consistente” en una tarea, por un periodo de tiempo más o menos largo).

Además, se encuentra la hiperactividad (alto nivel de actividad motora) e impulsividad (dificultad de autocontrol en sus emociones, pensamientos y conductas), que se presentan con mayor intensidad y frecuencia de lo esperado para su edad y nivel de desarrollo, de tal forma que interfieren de manera negativa en su aprendizaje y/o comportamiento.

¿Qué dificultades presenta?

Estos síntomas pueden manifestarse conjuntamente o bien predominar solamente uno de ellos. El TDAH no siempre cursa con hiperactividad. Una de las dificultades del TDAH es que, con una elevada frecuencia, se presenta acompañado de uno o más trastornos. Por lo tanto, es frecuente que el alumno con TDAH presente además dificultades de aprendizaje en matemáticas, lectura, escritura…

El grado de dificultad que los alumnos presentan depende de muchos factores. Nuestra labor como docentes es clave en el desarrollo y evolución de este trastorno.

PRINCIPALES REPERCUSIONES

Dificultades:

  • Mantener la atención de forma sostenida y gran facilidad para la distracción.
  • Falta de capacidad en la generación de motivación, cuando las tareas no tienen ninguna consecuencia inmediata o atracción para ellos.
  • El rendimiento académico está por debajo de su capacidad.

Viéndose afectadas:

  • Calidad del trabajo (pobre, incompleto, mal presentado…).
  • Cantidad de trabajo (no suelen terminarlos o lo terminan rápido y mal).
  • Velocidad de trabajo (muy lento o muy rápido y con muchos errores).
  • Rendimiento (puede variar significativamente de un momento para otro).
  • Automotivación (les cuesta mantener el esfuerzo).
  • Inhibición conductual. Pueden iniciar una tarea correctamente, pero después de un tiempo se dejan llevar por estímulos que en esos momentos son más atractivos. Generando a veces, conductas no deseadas en el aula, no porque no conozcan las normas o el funcionamiento de una clase.
  • Dificultades para iniciar el trabajo de forma autónoma.
  • Dificultad en la regulación de las emociones. 
  • Baja habilidad para “parar y pensar” antes de actuar.

¿QUÉ PUEDO HACER COMO DOCENTE?

Ambiente estructurado y predecible:

  • Sentarlos cerca del profesor para facilitar el permanente contacto visual y la supervisión de las tareas, en un sitio espacioso, lejos de puertas y ventanas, evitando distracciones. Y junto a un compañero tranquilo que pueda servir de modelo positivo.
  • Procurar informar siempre de las reglas y/o normas de la clase: es conveniente que estén siempre a la vista del alumno.
  • Reservar un espacio en la pizarra, en un lugar visible, para anotar fechas de controles, entrega de trabajos y tareas diarias que deben anotarse en la agenda. Esta información debería estar siempre accesible al alumno. Monitorizar agenda (asegurarnos que han anotado las cosas que les pedimos).
  • Tener el horario semanal en algún lugar visible del aula y procurar anticipar las novedades.

Excursiones y actividades especiales:

  • Preparar al alumno para el acontecimiento extraordinario, explicando con antelación a dónde van y cuál es el comportamiento que se espera de él.
  • Anticipar posibles conductas no permitidas y establecer consecuencias previamente.

Tareas:

  • El profesor debe asegurarse que el alumno ha recibido las instrucciones completas.
  • Ofrécele más tiempo, se le puede entregar la actividad el primero y recogerla el último.
  • El alumno con TDAH necesita combinar cortos periodos de atención con acción manipulativa. La mejor opción es dividir la tarea en pequeños pasos e ir supervisando.
  • Una vez por semana, ofrecerle un tiempo para ordenar el contenido de sus cuadernos.

Autoestima/ motivación:

  • Hacerle ser líder o protagonista en algunos momentos mejorará su autoestima.
  • Reforzarle positivamente en todo aquello que salga bien; necesitan no sólo tener éxito sino que se lo subrayen.
  • Comentar con él/ella que cosas le van ayudando y resultando útiles. Corregir errores y hacerle ver donde se ha equivocado, fomentará que para la próxima vez esté más pendiente. Intentar hacerlo en el momento.
  • Hablar con él/ella de vez en cuando de manera individual para ofrecerle un espacio por si tiene algún problema que necesite compartir.

Exámenes:

  • En la situación de examen acercarnos a él/ella para asegurarnos de que ha entendido bien lo que se le pregunta. Leer previamente las preguntas en voz alta.
  • Comprobar que está marcando lo importante e intentar elaborar preguntas directas y concisas.
  • Si se  trata de un examen largo, hacérselo en dos días o dos momentos diferentes. Procurar que sean a primera hora del día, y evitar, en la medida de lo posible, poner más de un examen por día.
  • Proporcionarle un esquema claro y conciso sobre los contenidos del examen para que pueda tenerlo previamente; esto a ayudará a organizarse, sobre todo, en asignaturas con bastante carga de contenidos.
  • Evitar exámenes fotocopiados a doble cara y con tama%

Fuente del articulo: https://www.educaciontrespuntocero.com/recursos/tdah-guia-basica-de-actuacion-para-el-profesorado/63195.html

Fuente de la imagen: https://www.educaciontrespuntocero.com/wp-content/uploads/2017/12/tdaH

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Educación para el futuro

Por: Brenda Sanchinelli

Inicia el ciclo escolar  2018 y es necesario reflexionar como país sobre la importancia de la educación primaria en la vida de un ser humano, entendiendo que los niños son el futuro y quienes llevarán las riendas de nuestra nación  en unas cuantas décadas.

Este aspecto no puede seguirse posponiendo ni un día más, porque es justamente en los primeros años de vida donde se construyen los fundamentos de la identidad, una base afectiva segura y un buen desarrollo cognitivo.

Si el Estado no ofrece a sus niños la oportunidad de estudiar en una escuela de calidad, entonces, después, no nos asustemos de ver que miles de nuestros jóvenes optan por adherirse a las maras, buscando un grupo a donde pertenecer y sentirse aceptados, en lugar de ser hombres y mujeres de bien, que se transforman a través de la educación.

El país se encuentra estancado porque la niñez no está recibiendo educación planificada de acuerdo a modelos avanzados y con estándares internacionales, que los preparen para los retos del futuro; simplemente aquí no existen las condiciones mínimas de calidad, seguridad y salubridad para que las escuelas puedan realizar una labor docente aceptable, no digamos eficaz.

Una de las grandes deficiencias es que la mayoría del presupuesto asignado a educación es invertido en salarios y gastos de funcionamiento, quedando entonces muy pocos recursos para atender la infraestructura, libros de texto y refacciones escolares nutritivas. Finalmente quienes salen perdiendo son los niños.

Este sindicalista Joviel Acevedo le ha hecho un daño irreparable a la niñez de Guatemala. Es deplorable ver el estado de los centros educativos, sobre todo en el interior de la república, que se mantienen en una total precariedad, y no solo los edificios, sino la actitud de algunos directores y maestros mediocres a quienes les importa muy poco realizar su trabajo eficientemente. Incluso ya hay muchas denuncias contra maestros, por abuso sexual. ¿Cómo es posible esto?

El ambiente escolar es un factor muy importante dentro del aprendizaje, y además un gran recurso pedagógico. La niñez merece maestros capaces, una nutritiva refacción escolar, aulas confortables y limpias, no digamos contar con equipo tecnológico, laboratorios y canchas deportivas. Los recursos existen, pero la voluntad política de cambiar las cosas no se ve por ninguna parte.

Es inadmisible que aún se esté trabajando sobre guías curriculares inoperantes y obsoletas, sin tomar en cuenta que estamos ya en el siglo XXI, con necesidades educativas que han evolucionado.

Es muy importante discutir sobre la actualización de las guías curriculares y contenidos de materias que se ajusten a las necesidades reales de la preparación que debe tener un profesional competitivo a nivel mundial. Es decir, los niños deben aprender un segundo idioma como el inglés, un buen nivel de computación, matemáticas, contabilidad, física e idioma español.

Estas materias se dan con flojera y solo por salir del paso para llenar ciertas horas o requerimientos, pero se enseñan a un nivel bajísimo, al punto de que cuando los alumnos llegan a la universidad, ni siquiera saben cómo integrar o derivar una ecuación matemática, mucho menos presentar un reporte técnico con buena redacción y sin faltas ortográficas.

Es impresionante ver el grado de ignorancia con que se gradúan alumnos de diversificado, ya sea en una escuela pública o un colegio privado marca “patito”, que cobra mucho, pero enseña poco. Y el Mineduc no controla los cobros excesivos y abusivos de los colegios privados.

El mejor regalo que Guatemala puede darle a un niño es la oportunidad de obtener una educación competitiva. De otra manera nuestro país nunca progresará

Fuente del articulo: http://www.prensalibre.com/opinion/opinion/educacion-para-el-futuro

Fuente de la imagen: https://www.google.co.ve/url?sa=i&rct=j&q=&esrc=s&source=images&cd=&cad=rja&uact=8&ved=0ahUKEwi4vY_FqNPYAhVsg-AKHWnjCuUQjRwIBw&url=http%3A%2F%2Fwvw.nacion.com%2Fln_ee%2F2009%2Fdiciembre%2F16%2Fopinion2195974.html&psig=AOvVaw3AXSR-QmQCixWFJu3lVarg&ust=151587713

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Conectividad: vínculo pedagógico entre la escuela y las redes sociales

Por: Ángela Marcela Cuartas Beltrán

Los jóvenes de hoy no aprenden como los de ayer, ya que nacieron en una cultura diferente y su funcionamiento cerebral no es el mismo. 

Día a día, la tecnología se apodera del entorno en el que se vive, lo transforma de tal manera que convierte a las personas en seres autodependientes que no son capaces de interactuar de forma real y física con el medio que los rodea. Los niños y niñas que han nacido en el siglo XXI se están desarrollando y desenvolviendo en una era digital casi de manera exclusiva, todas sus relaciones sociales se circunscriben a las adquiridas y desarrolladas a través de las redes sociales.

El estadounidense Prensky (2001) se refiere a ellos como nativos digitales, y afirma que “Los procesos de pensamiento lineales que dominan los sistemas educativos de hoy pueden retardar el aprendizaje de los cerebros que se han desarrollado con los procesos de los juegos y la navegación por Internet”. Para él, los jóvenes de hoy no aprenden como los de ayer, ya que nacieron en una cultura diferente y su funcionamiento cerebral no es el mismo; el gran impacto que ha generado la tecnología en la última década hasta ahora comienza y cada día se va convirtiendo en un mecanismo fundamental. Los teléfonos celulares y los computadores cada vez son más asequibles, lo que aumenta la conectividad, pero a la par genera cambios negativos en los seres humanos como la carencia de valores, el aislamiento social y la falta de socialización física.

Para despertar el interés del estudiante en cuanto al aprendizaje, se debe utilizar la conectividad, abrir un espacio a través de las redes sociales para la adquisición de conocimientos y fomento de valores. La conectividad y la comunicación se pueden transformar pedagógicamente para el fomento de valores a partir de las redes sociales. Facebook es la red social líder entre los estudiantes del colegio La Aurora IED, según estudio de campo. Las agresiones virtuales, el acoso cibernético y la divulgación de sus actividades diarias se viven a menudo entre los estudiantes de esta institución educativa, sin tener conciencia de las consecuencias que esto puede llegar a generar.

La idea es darle un sentido de uso positivo a la conectividad a partir de la red social como medio de comunicación pedagógica, es decir que adquieran el conocimiento de manera atractiva, moderna y fuera del aula convencional. Involucrar la conectividad y las redes sociales en la enseñanza facilita la labor docente en el quehacer pedagógico, ya que es un recurso atractivo y moderno para los estudiantes. El reto está en involucrar a toda la comunidad educativa para que se integre alrededor de este modelo.

La teoría digital o de enseñanza para la era digital fue desarrollada por el mexicano George Siemens, quien explica el efecto que la tecnología ha tenido en la forma como se vive, como nos comunicamos y como aprendemos los seres humanos en la actualidad. Para Siemens, la tecnología y el aprendizaje forman parte de un proceso que ocurre al interior de ambientes imprecisos; el punto de partida de la teoría es el individuo que obtiene toda la información de una red que está continuamente actualizándose, lo que deja obsoleta a la anterior.

La comunicación juega un papel muy importante en la actividad educativa, no solo como elemento de interacción sino en el desarrollo de las relaciones humanas Es esencial fusionar la conectividad, las redes sociales y la enseñanza dentro de la teoría de la comunicación educativa, ya que las aulas, escenarios de aprendizaje, y las instalaciones del colegio son espacios necesarios para desarrollar la exploración, además se presta para la interacción entre docentes y estudiantes y la comunidad educativa en general.

Mientras la conectividad es principalmente tecnológica, la comunicación es esencialmente humana y social. La tecnología aparece como un elemento base transformador en el proceso de la comunicación, pero sus acciones y efectos aunque son intermediados por las TIC, están relacionados con lo social. Se requiere una comunicación pedagógica para lograr un uso adecuado de las TIC.

El mundo virtual busca copiar y adaptar elementos propios de la realidad a su mundo para generar una mayor experiencia de fidelidad en los usuarios que habitan ella, como las experiencias sensoriales (audio y video), la inmersión (realidad virtual) o la fusión del mundo real y el mundo virtual (realidad aumentada). Pero hay un elemento que ha causado mayor impacto en los usuarios, especialmente los jóvenes, las redes sociales.

Cuando se habla de redes sociales, se piensa en las más básicas o de mayor uso como Facebook o Twitter, pero existe una amplia gama de ellas en la red. Los modos de comunicación que se emplean en las mismas alteran el comportamiento de los usuarios de manera positiva o negativa, como lo explica la baronesa Susana Green Field, autora de libro Su cerebro en los medios sociales, el cual explica que el uso desmedido de estas redes puede causar una conducta típica adictiva, que causa un daño en las mismas zonas cerebrales que las de los drogodependientes (Greenfield, 2014).

Los valores y la tecnología

Los jóvenes y en general la sociedad se encuentra a la vanguardia de los aparatos tecnológicos y la interacción entre programas y redes sociales, que de cierta manera han esclavizado a la sociedad. Pero, ¿cómo interfiere este modernismo tecnológico con los valores? La tecnología tiene una enorme influencia en el crecimiento y desarrollo moral, pues la internet es utilizada muchas veces de manera descontrolada, lo que genera adicciones y afecta seriamente los valores de los niños y niñas, jóvenes y adultos en general, que se ven atraídos por todo ese mundo de ilusión y consumismo que se mueve en la red.

Para este trabajo se encuestaron a 75 estudiantes del colegio La Aurora IED, entre 11 y 14 años de edad, para identificar su actitud frente al acceso y uso de internet, los equipos tecnológicos, las redes sociales y la viabilidad de usarlas como mecanismo de aprendizaje.

¿Cuáles de los siguientes elementos tecnológicos tienes en casa?

Celular: 0% – Computador mesa: 41% – Portátil: 16% – Smart TV: 3% – Todas las anteriores: 32%

La totalidad de los estudiantes cuentan con algún equipo tecnológico en casa, incluso la mayoría, 32%, cuentan con todos los elementos que se propusieron. Es decir que sí se encuentran a la vanguardia de la tecnología.

¿Tienes internet en casa?

Sí 89% – No 11%

89% de los encuestados cuenta con red de internet en casa, así que la conectividad y la comunicación son esenciales en su vida escolar, familiar y social en general.

¿Cuentas con una red social actualmente?

Sí 89% – No 11%

89%, la mayoría de los encuestados, cuentan con una red social, lo que quiere decir que están en constante comunicación e interacción con el medio y el mundo exterior.

¿Qué te gusta hacer cuando estás conectado al internet?

Ver videos 8% – Hacer videos y montajes 5% – Compartiendo en el Facebook 70%

Aunque las respuestas son variadas frente a lo que hace el encuestado mientras está conectado a internet, claramente se observa que 70%, la mayoría, comparten en la red social Facebook, además de chatear, con un porcentaje de 14%.

Para finalizar la encuesta, el siguiente interrogante es clave para la reflexión de este artículo.

¿Te gustaría hacer actividades escolares en el Facebook o página virtual?

Sí 86% – No 14%

86% de los encuestados les gustaría hacer las tareas y quehaceres escolares a través de la red social Facebook y aprovechar la página virtual. Esto los motivaría de forma diferente en sus quehaceres escolares.

Conclusiones

La accesibilidad que tienen los estudiantes del colegio La Aurora IED a las redes, la conectividad y los equipos tecnológicos en el hogar, al igual que el uso y dominio de los mismos, podría facilitar la enseñanza de algún tema académico; motivándolos a cumplir con sus responsabilidades académicas de forma diferente, los docentes pueden apoyarse en las redes sociales como ayuda pedagógica para facilitar su labor. Se debe rescatar el medio moderno virtualizado que usan para comunicarse como las redes sociales y el dominio que poseen frente a él.

Los estudiantes reconocen la conectividad y las redes sociales como medio de comunicación, pero su uso inadecuado ha generado comportamientos negativos como distorsión de los valores, falta de socialización real y limitación de su vínculo social y afectivo a la virtualidad.

Se debe aprovechar el uso extensivo que hacen los estudiantes de las redes sociales para ayudarlos a mejorar su comunicación de manera pedagógica e ir involucrando diferentes temas académicos. La conectividad y las redes sociales se pueden convertir en una herramienta pedagógica para los docentes de la institución, la clave está en encontrar la manera de convertir aquello que les gusta a los estudiantes en un instrumento útil al momento de enseñar y desplegar elementos que les permita hacer conciencia frente al uso de los elementos tecnológicos y el contenido que consultan o consumen a diario en internet.

Referencias

Moreno Roldán, N. (19 de diciembre de 2012). Eduteka. Obtenido de Aprendo y disfruto la ética con las TIC:http://eduteka.icesi.edu.co/proyectos.php/2/15898

Pires, H. F. (2010). Redes sociales y redes de colaboración. Geografía: Las nuevas formas de apropiación social del conocimiento en el siglo XXI. Revista Tierra Libre.

Prensky, M. (2001). Nativos e inmigrantes digitales. Cambridge, Massachusetts: SEK.

Siemens, G. (2004). Conectivismo, aprendiendo la era digital.

Fuente artículo: https://compartirpalabramaestra.org/opinion-y-analisis/columnas/conectividad-vinculo-pedagogico-entre-la-escuela-y-las-redes-sociales

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