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Educación y profesiones en la renegociación del TLC 2. Canadá

30 de agosto de 2017 / Fuente: http://www.educacionfutura.org

Por: Roberto Rodríguez

Debo comenzar esta colaboración con una corrección al previo. En el texto de la semana pasada se afirma: “entre los pocos países que no han ratificado el Convenio sobre el derecho de sindicación y de negociación colectiva (convenio 98 de la OIT) se encuentran Estados Unidos, México y Canadá, por lo que sería na novedad que aceptaran hacerlo por la vía del TLCAN.” Pues resulta que Canadá acaba de ratificar dicho convenio (14 de junio de 2017), ratificación que entrará en vigor el 14 de junio de 2018. Agradezco esta valiosa aclaración a Juan Carlos Aparicio Bañuelos de ANUIES.

Una vez que se difundió la postura estadounidense ante la renegociación del acuerdo comercial trilateral, mediante el documento “Resumen de objetivos para la renegociación del TLCAN” (17 de julio 2017), las autoridades canadienses optaron por dar a conocer su propia lista de prioridades y objetivos. En una conferencia presentada en la Universidad de Ottawa el 12 de agosto, Chrystia Freeland, ministra de asuntos internacionales de Canadá y quien encabeza al equipo negociador de ese país, expresó los temas y propósitos de la agenda básica canadiense en las rondas de negociación, la primera de las cuales, la ronda Washington concluyó el domingo pasado.

Canadá propone, en primer lugar, un nuevo capítulo en materia de estándares laborales. Además de coincidir en la importancia acatar los principios y convenciones de carácter internacional sistematizadas por la Organización Internacional del Trabajo (OIT), Canadá, al igual que Estados Unidos, insiste en la necesidad de equiparar salarios en los tres países en aquellos sectores en que el diferencial existente impide la mutua competencia. Es principalmente el caso de las manufacturas, en particular la industria automotriz y la electrónica. El argumento es que la ventaja comparativa de México, que mantiene salarios considerablemente inferiores para el personal operativo y técnico, implica un obstáculo a la libre competencia y por tanto al libre mercado. México ha dicho que está dispuesto a suscribir los convenios de la OIT, pero que el tema de la equiparación salarial no debería entrar en la negociación porque, para nosotros, es imposible de resolver. Ya se verá.

En segundo lugar, la representación canadiense propone un nuevo capítulo sobre estándares ambientales. Por una parte, se replica el argumento estadounidense de que ninguno de los tres países debe lograr una ventaja comparativa al flexibilizar las normas de protección ambiental de jurisdicción local. Pero, por otra, confronta las posiciones de Trump acerca del cambio climático y el calentamiento global.

Se sugiere, asimismo, la inclusión de capítulos en el TLCAN que aseguren la igualdad de derechos de las mujeres y de las poblaciones indígenas. Por ahora estos dos temas, aunque han sido planteados en la presentación general de los canadienses, no han entrado todavía en el terreno de la discusión.

Canadá también coloca en su agenda de negociación los temas relativos a la solución de disputas y controversias (capítulos 11 y 19 del tratado). Sobre el primero de ellos, que establece condiciones para que las empresas puedan demandar a los gobiernos, la representación de ese país propone que en el nuevo TLCAN se establezca la supremacía del interés público sobre el empresarial, de manera que se reconozca el derecho inalienable de los Estados para regular la actividad económica que afecte dicho interés. Sobre el capítulo 19 se propone la continuidad de la práctica de paneles binacionales para arbitrar los problemas de dumping y cuotas compensatorias, lo que contradice la posición estadounidense de eliminar dicho capítulo del tratado.

También se combate la posición de Estados Unidos en materia de compras gubernamentales. El gobierno de Trump busca que el TLCAN no sea un obstáculo para la aplicación de la estrategia “Buy American and Hire American” que implica, grosso modo, la preferencia a los productos y servicios hechos en Estados Unidos en las compras de gobierno, incluso en los sectores de servicios.

Además, el gobierno de Canadá insiste en mantener su protección al mercado local de productos lácteos y aves de corral manteniéndolo fuera de la órbita del libre comercio, así como su protección sobre bienes culturales, lo que incluye la esfera de las publicaciones y el ámbito de la producción radiodifusora.

Por último, a diferencia de los gobiernos de Estados Unidos y de México, Canadá si ha incorporado en la agenda el tema de la libre movilidad de profesionistas. Por ahora el objetivo es actualizar y modernizar la lista de profesiones que incluye el TLCAN como aquellas que, previo cumplimiento de requisitos, pueden ser ejercidas en el espacio trinacional. No se ha hablado ni de cuotas ni de la homologación de requerimientos para el libre ejercicio de las profesiones. México es el más afectado de los tres en este rubro. Ya veremos si la representación nacional, que hasta ahora ha adoptado una estrategia general de no perder avanza hacia una de ganar algunos puntos en la negociación. Este podría ser uno de ellos.

Fuente artículo: http://www.educacionfutura.org/educacion-y-profesiones-en-la-renegociacion-del-tlc-2-canada/

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Educación y empleo en el México del siglo XXI

30 de agosto de 2017 / Fuente: http://www.educacionfutura.org

Por: Eduardo Backhoff

En el futuro laboral del siglo XXI se vislumbran dos grandes cambios: un mayor número de procesos productivos automatizados y el uso intensivo de tecnologías digitales aplicadas a las profesiones. Bajo este escenario, se anticipa un desempleo en los estratos sociales más bajos, así como una demanda de especialistas altamente capacitados. Si bien este escenario laboral ya es una realidad en muchos países desarrollados, no es claro de qué manera impactará a los países en vías de desarrollo, que tienen características muy particulares, tanto en lo educativo como en lo laboral. Revisemos algunos indicadores de México:

La escolaridad en el país es de 9.2 grados escolares; es decir, el promedio de la población mexicana apenas cuenta con la secundaria terminada. Poco más de 36 millones de estudiantes componen la matrícula nacional. Mientras que la cobertura neta en primaria y en secundaria es casi universal, en educación media superior y superior es de 70 y de 27%, respectivamente. Asimismo, los aprendizajes que adquiere la población mexicana son insuficientes e inequitativos: en la prueba PISA (2015), 52% de los estudiantes de 15 años de edad lograron los aprendizajes suficientes en Ciencias, 43% en Matemáticas y 59% en Lectura. Adicionalmente, las brechas de aprendizaje de los estudiantes son abismales, considerando su nivel socioeconómico y ubicación geográfica.

La población mexicana padece condiciones de pobreza y vulnerabilidad social muy importantes. Aproximadamente, 10% de la población padece una condición de pobreza extrema, mientras que 20% no se encuentra en una condición de vulnerabilidad. La población ocupada en edad de trabajar en México es cercana a 94%; sin embargo, sus condiciones salariales son muy precarias: solo 6% de la población empleada gana más de 5 salarios mínimos (SM), 61% percibe entre 1 y 5 SM, 12% recibe menos de un salario mínimo o no tiene ingresos (del resto no se tiene información). El ingreso de los trabajadores mexicanos no solo es bajo, sino que ha decaído en los últimos años.

Así, de 2000 a 2015, la proporción de personas que ganaban hasta 3 SM aumentó de 24 a 30%, mientras que el SM perdió la mitad de su valor adquisitivo en las últimas cuatro décadas. Las precarias condiciones educativas y laborales de México limitan las posibilidades de aprovechar las ventajas de la globalización de la economía y de la modernidad digital. Si se anticipa una desocupación progresiva de la mano de obra no calificada y una demanda de empleos altamente sofisticados, debemos considerar con seriedad, primero, que la educación obligatoria cumpla cabalmente con su misión de proveer a todos los estudiantes mexicanos con los conocimientos, habilidades y competencias claves que les permitan transitar con éxito a la educación superior o bien al mundo laboral.

No es posible que sigan egresando estudiantes de educación media superior que no sepan comprender lo que leen, escribir lo que piensan, hablar inglés, ni utilizar las matemáticas básicas para resolver problemas de la vida real; tampoco que solo 3 de cada 10 jóvenes estudien carreras universitarias. Por otro lado, si se espera una demanda de profesionistas que dominen las habilidades digitales como la programación, la comunicación oral y escrita en dos o más idiomas, el pensamiento crítico y creativo y otras competencias llamadas del Siglo XXI, es imperante que las Instituciones de Educación Superior (IES) modifiquen su “genética educativa”, de tal manera que anticipen las necesidades de un mundo laboral globalizado, cambiante y cada vez más exigente; esto si se pretende que sus egresados ocupen puestos de alta responsabilidad profesional y no se les subemplee por carecer se dichas competencias.

Finalmente, las empresas mexicanas deberán hacer un gran esfuerzo por acercarse a las IES, ofrecer oportunidades para que los estudiantes aprendan dentro de las empresas, emplear estudiantes durante y al final de su entrenamiento in situ, permitir que sus empleados viajen y se capaciten continuamente y, sobre todo, ofrecer mejores salarios a aquellos trabajadores mejor formados y que se superan continuamente.

Las condiciones educativas y laborales de México imponen retos difíciles de superar, debido a que en el pasado cada sector ha trabajado de manera independiente. La globalización de la economía y las nuevas tecnologías de la información imponen nuevos escenarios que obligan a que ambos sectores visualicen los cambios por venir y se articulen para afrontarlos conjuntamente. De otra manera, México será un país de trabajadores de maquiladoras trasnacionales, cuyos empleos tienden a desaparecer.

Fuente artículo: http://www.educacionfutura.org/educacion-y-empleo-en-el-mexico-del-siglo-xxi/

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Los factores neurotróficos y el ejercicio físico y mental

30 de agosto de 2017 / Fuente: https://www.isep.es/

Por: Maribí Pereira

En la actualidad, se ha demostrado que las deficiencias de neurotrofinas están involucradas en diferentes enfermedades como la epilepsia, la enfermedad de Alzheimer, de Parkinson y la depresión. Las neurotrofinas o factores neurotróficos son una familia de proteínas formada por el factor de crecimiento nervioso (NGF, del inglés nerve growth factor), el factor neurotrófico derivado del cerebro (BDNF, del inglés brain-derived neurotrophic factor), la neurotrofina-1 (NT-1), la neurotrofina-3 (NT-3) y la neurotrofina-4 (NT-4). Se vierten al torrente sanguíneo y son capaces de unirse a receptores de determinadas células para estimular su supervivencia, crecimiento o diferenciación. Una de sus funciones es impedir a las neuronas diana que inicien la apoptosis, permitiendo así que las neuronas sobrevivan.

¿Qué es el BDNF?

Mark Tuszynski, de la Universidad de California, demostró que uno de los factores integrado en esa familia de proteínas -conocido como BDNF– evitaba la muerte neuronal en modelos de lesiones cerebrales en primates y ratas, y también la disfunción cognitiva en los mismos animales de edad avanzada. El BDNF se considera, además, importante para la memoria a largo plazo (Insua, 2003).

Una forma de incrementar las neurotrofinas cerebrales es hacer trabajar al cerebro para que fabrique mayores cantidades de estas sustancias. Es decir, cuanto más activas estén las células del cerebro, más cantidad de neurotrofinas producirán y esto generará, a su vez, mayores conexiones entre las distintas áreas del cerebro. La consecuencia será un cerebro con mejor funcionamiento, una mejor memoria y un mejor estado de ánimo (Insua, 2003).

La mayor parte de actividades que se realizan a diario consisten en una serie de rutinas que hacen que el cerebro funcione automáticamente, con un mínimo de desgaste, para lo cual requiere un mínimo de energía. En decir, las actividades rutinarias son inconscientes, las experiencias pasan por las mismas carreteras neuronales ya formadas y no hay producción de neurotrofinas. Al cerebro conviene hacerlo “correr” con acciones nuevas y diferentes. Formación como el Máster en Neuropsicología Clínica de ISEP ampliarán tus perspectivas de evaluación, diagnóstico e intervención dentro de las diferentes patologías clínicas que cursan con afectación del Sistema Nervioso Central y alteraciones y/o deterioro de los procesos cognitivos y conductuales.

Para Iván Izquierdo, prestigioso neurocientífico argentino, la mejor recomendación es leer, leer y leer pues con la lectura se activan todas las regiones de la corteza cerebral (Insua, 2003). Por otro lado, la actividad física es uno de los recursos efectivos para aumentar los niveles de neurotrofinas. De hecho, ha emergido como un modulador de las funciones mentales superiores durante la vida, ya que ha demostrado afectar varios sistemas de neurotransmisores. Específicamente, el factor neurotrófico derivado del cerebro (BDNF), es un mediador clave en el mejoramiento de las conexiones sinápticas y en la capacidad del cerebro de cambiar y remodelar dichas conexiones (plasticidad), dependiente de uso.

Ejercicios Neurotróficos

En experimentos realizados con ratas se observó que después de varios días de correr voluntariamente en una rueda, al menos 1-2 km por día, los niveles de BDNF se incrementaron en las células del hipocampo, una estructura altamente plástica, que normalmente se asocia con las funciones cognitivas superiores, más que con la actividad motora. Los cambios en los niveles de este factor se hallaron en neuronas, particularmente las del giro dentado (gyrus dentatus o GD), el hilus y la región CA3 del hipocampo. Estos cambios aparecieron en pocos días, tanto en ratas hembras como machos, y fueron sostenidos en el tiempo, luego de varias semanas de ejercicio, con un incremento consecuente de las cantidades de proteína BDNF. Además de hallarse niveles aumentados de BDNF en el hipocampo, también se hallaron en la médula espinal lumbar, el cerebelo y la corteza.

Por otra parte, se encontró una correlación positiva entre la distancia promedio corrida por día y el aumento del BDNF en el hipocampo. A pesar de que otros factores tróficos, incluyendo el factor de crecimiento nervioso (NGF) y el factor de crecimiento de fibroblastos-2 (FGF-2), también son inducidos en el hipocampo en respuesta al ejercicio, su aumento fue transitorio y menos sostenido que el provocado sobre la expresión del BDNF, sugiriendo que este último es un mejor candidato como mediador de los beneficios a largo plazo provocados por el ejercicio en el cerebro.

Investigaciones realizadas en humanos, sugieren que el ejercicio puede mantener o mejorar la plasticidad cerebral. El aprender, una función superior que requiere alta plasticidad, incrementa la expresión del gen del BDNF, y éste, a su vez, facilita el aprendizaje. Estas evidencias predicen que mecanismos que inducen la expresión génica del BDNF, tales como el ejercicio, pueden mejorar el aprendizaje. Más aún, el correr incrementa un mecanismo relacionado con la memoria llamado potenciación a largo plazo (LTP) en el GD y mejora el aprendizaje espacial en pruebas con laberintos de agua, en ratas.

Con el fin de incrementar la producción de neutrofinas y con ello ampliar la plasticidad cerebral, el Centro de Neurobiología del Duke University Medical Center (EEUU) propone una serie de ejercicios sencillos que podrás trasladar a tus pacientes con la formación obtenida con el máster en neuropsicología:

1. Intentar ducharse con los ojos cerrados: localizar los grifos, ajustar la temperatura del agua, buscar el jabón y encontrar el champú.
2.Utilizar la mano no dominante para comer, escribir, destapar el dentífrico o lavarse los dientes.
3. Leer en voz alta para activar otros circuitos cerebrales que cuando se lee en silencio.
4. Cambiar los itinerarios y tomar diferentes caminos para ir al trabajo o volver a casa.
5. Modificar las rutinas y cambiar la ubicación de los objetos cotidianos de uso.
6. Aprender algo nuevo: informática, fotografía, cocina, yoga, baile o un idioma.
7. Identificar objetos sin mirarlos. Por ejemplo, reconocer a través del tacto diferentes frutas o vegetales
8. Hacer cosas diferentes. Salir, conversar con personas de diferentes edades, trabajos e ideologías. Usar las escaleras en lugar del ascensor. Salir al campo, caminar por la playa, la montaña, escalar, etc.

Fuente artículo: https://www.isep.es/actualidad-neurociencias/los-factores-neurotroficos-y-el-ejercicio-fisico-y-mental/

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¡Escribir a veces cura!

30 de agosto de 2017 / Fuente: http://lopeziglesiasiolanda.blogspot.com.es

Por: Iolanda López Iglesias

Algunas personas me preguntan porqué escribo un blog. Yo siempre respondo lo mismo: porqué  disfruto, me cura, me ayuda a reflexionar, a estar en silencio y pensar, porque me hace mejor persona y profesional.

Cada mañana millones de personas en todo el mundo participan en un mismo ritual al que me incorporé hace ya algún tiempo. Poco después de levantarse cogen una hoja de papel y escriben en ella libremente. A esta rutina se le llama «Hojas de la mañana» (Morning Pages) y muchos de los que la siguen afirman que le ha cambiado la vida. Todo empezó cuando la autora Julia Cameron compartió esta práctica en su libro sobre creatividad The Artist’s Way (El camino del artista). Ella misma explica que le permitió ordenar sus pensamientos, los buenos y los malos, viviendo momentos de ansiedad, gratitud y enfado. Este hábito le ayudó a clarificar la cabeza y a encarar nuevos proyectos con fuerza y libertad. Explica que con ello aprendió a ser más honesta y a estar más centrada. Para ella y miles de personas se ha convertido en una forma de meditación y de auto conocimiento ayudándoles a hacer nuevos cambios en su vida. La misma autora afirma que cada uno debe hacerlo como lo sienta pero que hay algunos pasos que pueden llevar a que se convierta en una buena práctica. La autora nunca deja leer sus páginas ni las relee para evitar juzgar un sentimiento o pensamiento que haya podido tener.

¿Cómo empezar a escribir My Morning Pages? Pasos a seguir…

– La idea es empezar a primera hora de la mañana cuando el cerebro está algo dormido para que no pueda «censurar» lo que piensa, pudiendo escribir mucho más libremente.
– Es preferible hacerlo a mano no con el ordenador ya que así aparecen en la mente pensamientos más profundos y no puedes correr tanto.

– No se trata de demostrar que eres un gran escritor ni es necesario que sea nada profundo. Puedes hablar de lo que harás durante el día, de lo que viviste el día anterior o cómo te sientes de nervioso por la reunión a la que debes asistir. Escribe sobre aquello que sientes, que piensas, aunque creas que es totalmente banal.

¿Y por qué escribo?

Ha sido mi tema de «meditación» durante esta semana. La escritura me ayuda mucho ya que su práctica en el tiempo me permite generar nuevas ideas, adquirir hábitos, llegar a la solución de problemas y ser más intuitiva (uno de mis grandes objetivos actualmente). La práctica se convierte en un tipo de terapia y de auto conocimiento. Cuando aprendes a no juzgarte por lo que escribes puedes transferir lo aprendido a otras áreas de tu vida. Yo publico lo que escribo porque no tengo nada que esconder, lo que no quiero que sea público lo guardo muy adentro de mí así que elijo qué quiero compartir. Escribir es una acción que mejora mi salud y bienestar, también favorece mi memoria y expresión que complemento con la lectura para aprender a escribir cada día un poco mejor. También me ayuda a clarificar mis ideas, a entenderlas y ordenarlas, a imaginar y proyectar, a saber qué es importante en mi vida. Doy gracias por haber encontrado una actividad tan completa que me hace tan feliz. ¡Ojalá muchos que lean este post se animen también a hacerlo o si no que pueda estimular el inicio de otras actividades creativas: pintar, dibujar, cantar, interpretar…yo que sé…! Yo sólo pido que siga teniendo ganas de escribir…
Fuente artículo: http://lopeziglesiasiolanda.blogspot.com.es/2017/07/post-del-viernes-escribir-veces-cura.html
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Hacia una convivencia pacífica en la escuela: percepciones sobre violencia escolar y tramitación de conflictos

30 de agosto de 2017 / Fuente: https://compartirpalabramaestra.org

Las reflexiones de este artículo provienen de un análisis de percepciones realizado sobre las manifestaciones de violencia escolar y tramitación de conflictos en su institución educativa

Al hablar de violencia en las escuelas encontramos una situación generalizada que requiere de miradas contextualizadas para comprenderla y emprender acciones que puedan mitigarla o evitarla.

Aunque exista una presencia permanente de los padres de familia y roles de dirección; son los docentes y los estudiantes quienes continuamente se encuentran de frente con manifestaciones que atentan contra la convivencia escolar, por lo que sus percepciones sobre las situaciones de conflicto son fundamentales.

Los programas de intervención y estrategias de manejo de conflictos están dirigidos principalmente a estudiantes, pero, ¿se toman en cuenta sus percepciones?, ¿son comunes las percepciones de docentes y estudiantes frente a las situaciones de violencia escolar que se presentan?, ¿qué estrategias identifican unos y otros?, ¿qué se puede inferir a partir de estas estrategias?, estos y otros interrogantes motivan las reflexiones de este texto.

Siguiendo a Mockus y Corzo (2003): La convivencia se puede caracterizar […] por una combinación de una alta capacidad reguladora de ley, moral y cultura sobre los individuos, con la capacidad de los propios individuos de celebrar y cumplir acuerdos. Esta combinación produce confianza y se fortalece con ella (p. 14).

Llevando este panorama a la escuela, la convivencia es lo que permite que muchos individuos aprendan en la cotidianidad; sin embargo, los entornos escolares se perciben a veces como espacios homogéneos antes que diversos, al no tener en cuenta que, como sujeto, cada estudiante posee cualidades, capacidades e intereses que lo hacen único; lo que en ciertos casos puede favorecer la aparición de situaciones de conflicto.

Aunque es uno de los pilares de la formación en Bogotá (Colombia), en los últimos años la convivencia pacífica de algunos de sus colegios se ha visto afectada por episodios de violencia que perturban el normal transcurrir de las actividades académicas, hechos expuestos en el informe Clima escolar y victimización en Bogotá 2013 (Ávila, Bromberg, Pérez y Villamil, 2014), un estudio sobre condiciones de seguridad y convivencia para los niños, niñas y jóvenes en los colegios y su entorno; donde se discuten además los resultados y aprendizajes de dos encuestas anteriores, realizadas en 2006 y 2011.

Entre sus hallazgos, Ávila, et al. (2013) mencionan el empleo de insultos, maltrato verbal y un trato impersonal y de carácter soez entre estudiantes (especialmente en los grados inferiores, pp. 215- 219), y el maltrato físico intencional (reflejado en golpes, cachetadas, empujones o pellizcos), en porcentajes similares al uso de insultos que causan daño, independientemente de si el colegio es público o privado (pp. 227-232).

Estos indicadores también se han hecho presentes en una institución educativa distrital de la Localidad Rafael Uribe Uribe, a través de eventos relacionados con conflictos interpersonales que escalaron en violencia, involucrando incluso el uso de armas blancas como medio de intimidación y agresión.

Frente a esta situación, y con el objetivo de formular una Tesis Doctoral, se realizó un estudio diagnóstico entre los meses de noviembre de 2013 y agosto de 2014, atendiendo al interrogante ¿Qué manifestaciones y situaciones atentan contra la convivencia escolar en esta institución?, para lo cual se acudió a distintas fuentes: Actas de Comisión y Promoción de estudiantes (año 2013); libros observadores de estudiantes (de tres niveles); entrevista a docentes y encuesta a estudiantes de grado sexto.

Las reflexiones que este artículo presenta se desarrollaron a partir del análisis comparativo de las respuestas de los docentes y estudiantes participantes, con el objetivo de dilucidar similitudes y diferencias en sus percepciones de la violencia escolar, las formas de tramitación de conflictos y las estrategias que proponen frente a este fenómeno; lo cual es necesario y pertinente para establecer un panorama general desde sus miradas, y así proponer una reflexión pedagógica sobre la importancia de valorar los puntos de vista de los otros en la construcción de una convivencia pacífica.

Texto elaborado por: Sindy Paola Díaz Better. Magíster en Tecnologías de la Información aplicadas a la educación, Universidad Pedagógica Nacional (UPN). Docente de la Secretaría de Educación Distrital.

Fuente artículo: https://compartirpalabramaestra.org/columnas/hacia-una-convivencia-pacifica-en-la-escuela-percepciones-sobre-violencia-escolar-y

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Una época ansiosa (un libro que ayuda a entender a los Estados Unidos hoy)

Blanca Heredia

“La nuestra es una época ansiosa –La época ansiosa. Un momento en el que las tribulaciones espirituales en los Estados Unidos parecieran más fuertes que en ningún otro momento, quizá, desde los 1730”. Así arranca su libro, An Anxious Age: The Post-Protestant Ethic and the Spirit of America, Joseph Bottum, ensayista, conocedor de temas religiosos y crítico literario norteamericano.

Una aseveración fuerte y osada. Una, también, que rompe con el guion subyacente de mucha de la cháchara previsible que, con frecuencia, se ostenta hoy como análisis y crítica del presente. Aseveración fuerte y osada, pues habla del presente en los Estados Unidos, como “LA” época ansiosa.

Aseveración disruptiva y útil, pues, en lugar de repetir lo de todos, trae de regreso a la mesa un tema clave para esclarecer algunas de las razones de fondo detrás del estado (lamentable) que guarda la vida pública en aquel país.

El tema grande que Bottum nos invita a volver a mirar es la religión con mayúsculas. La religión entendida como una respuesta central a las necesidades espirituales de los seres humanos. Subrayo, la religión no como hecho sociológico o como “ideología” o como dogma encarnado en instituciones.

La religión puede ser y es todo eso otro. Sin embargo, señala Bottum, antes que nada y conseguir tener cualquier efecto (bueno o malo), la religión tiene que ser entendida como creencia vivida, real y profunda. Como acto de fe con respecto al valor y verdad de ciertos hechos, valores y prácticas a través de los cuales el creyente le da sentido al mundo y aquieta de veras su zozobra frente a lo que lo excede, lo inquieta y lo pone ansioso. Por ejemplo, la muerte o el contenido cierto del bien y del mal.

Para los no creyentes, los científicos sociales y, más generalmente, para un momento histórico en el que las única razones comprensibles son las de la racionalidad fría (el cálculo costo-beneficio) y los datos, resulta mucho más fácil “explicar” y “entender” lo religioso como “falsa conciencia” o como “capital social”, restándole todo lo que no “computa” desde la racionalidad y los datos.

El problema, nos dice Bottum, es que, en el camino, acabamos restándole al fenómeno religioso todo lo que tiene, justamente, de religioso.

Desde ese lugar, casi inaccesible desde la pura razón de las sumas y las restas comprobables, aborda el autor de La Época Ansiosa el asunto que constituye el objeto y la tesis central del libro. A saber: el debilitamiento profundo del protestantismo tradicional (“mainline” ) en los Estados Unidos de los años 1970 en adelante y sus consecuencias –catastróficas, a juicio de Bottum– para la vida pública de ese país.

Con pluma ágil y a través de un texto que combina viñetas de personajes prototípicos de lo que el autor denomina “post-protestantismo” (adhesión a muchos de los valores centrales del protestantismo norteamericano tradicional aggiornado, por parte de sujetos que, sin embargo, ya no creen en las verdades religiosas y no ejercitan las prácticas rituales y sociales que les daban sustento efectivo a aquellos valores) con fragmentos de erudición en materia teológica y amplio conocimiento de la historia norteamericana, Bottum arma una interpretación muy interesante y plausible sobre la naturaleza y orígenes de la descomposición que vive en la actualidad la vida pública, en general, y la vida política, en particular, en los Estados Unidos de América.

Para Bottum, lo cito: “El protestantismo le dio a los norteamericanos un código de maneras y costumbres. Una mentalidad y una condición anímica. Una forma de ser en el mundo. Un fundamento político. Una definición como nación”.

El protestantismo funcionó como cemento –fundacional, básico y compartido– de la nación, la sociedad y el sistema político norteamericano. Lo hizo, pues los fundadores de esa comunidad, y, luego, una masa crítica lo suficientemente grande y poderosa, creía, en efecto, en cosas como que la salvación se ganaba con el trabajo y en que decir mentiras, estafar o robar estaba MAL y desataba la ira de Dios en contra de él o la que incurría en ellas.

Esas creencias compartidas, combinadas con prácticas cotidianas de millones orientadas por esas creencias, y con la ausencia de una sola organización eclesiástica que las representase, le ofreció un lenguaje moral compartido a la vida pública en ese país e hizo posible reconciliar, de forma inusualmente productiva y fértil, libertad individual y vida ordenada en colectivo.

A partir de la década de los 1970, las creencias de fondo que hicieron del protestantismo eje vertebral de la vida colectiva en los Estados Unidos, se fueron debilitando.

Fue ganando terreno el ánimo descreído característico de la modernidad secular, y perdiendo anclas el sustrato de fe compartido de una vida en común capaz de reconciliar orden y diversidad. Si bien echo en falta una explicación mejor y más detallada de cómo ocurrió todo esto, la tesis central del libro sigue pareciéndome iluminadora.

Iluminadora en el sentido de que me ayuda a entender cosas como Trump no condenando, de entrada, el fin de semana pasado a los supremacistas blancos y a los neonazis en Virginia.
Cosas importantes, como el hecho mismo de que un sujeto como Donald Trump haya conseguido convertirse en presidente de los estadounidenses.

Fuente del articulo: http://www.elfinanciero.com.mx/opinion/una-epoca-ansiosa-un-libro-que-ayuda-a-entender-a-los-estados-unidos-hoy.html

Fuente de la imagen: http://www.elfinanciero.com.mx/files/article_main/uploads/2017/08/16/5993e616572c7.jpg

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Educación más que nunca

Por: Julio Rogero

Hoy podemos y debemos decir bien alto que, porque no tenemos miedo y creemos en lo que hacemos, queremos seguir construyendo una sociedad radicalmente diferente que haga imposibles este tipo de actos de odio, terror, fanatismo y destrucción de los demás, de los diferentes.

Ante los acontecimientos desatados por el ataque terrorista en Barcelona y Cambrils son muchos los sentimientos que se agolpan en nuestras conciencias: desde el rechazo más absoluto pasando por un dolor profundo de solidaridad y compasión con las víctimas directas e indirectas, entre las que nos encontramos. Uno se queda sin palabras para manifestar todo lo que sentimos y pensamos sobre ello. Nos faltan claves de análisis e interpretación de por qué suceden fenómenos como el terrorismo con toda su crueldad y sin sentido en sociedades como las nuestras.

Sabemos que es un fenómeno mundial cuyas víctimas mayoritarias, los expertos hablan de un 87%, se dan en los países donde el Islam es la religión mayoritaria. Nos dicen que las causas son el fanatismo religioso, la intolerancia, la conciencia de superioridad étnica, el racismo, la incomprensión del otro, la manipulación de las conciencias, la ignorancia, las guerras por el control de los recursos, las alarmantes desigualdades e injusticias sociales… Los objetivos de quienes lo promueven directamente son la máxima destrucción y daño indiscriminado, generar miedo, dolor y desánimo a toda la población, provocar el odio generalizado al otro para que el enfrentamiento y su aniquilación sean mayores…

La madurez de un pueblo, ante sucesos como los vividos en Cataluña en estos días, se muestra en la respuesta que se ha dado por parte de la ciudadanía mayoritariamente. La capacidad de mostrar la máxima solidaridad y compasión con las víctimas, el grito de que son hechos absolutamente reprobables con manifestaciones públicas de rechazo y sin miedo. La demostración de que no se está dispuestos a caer en el mismo fanatismo, racismo y desprecio por la vida de quienes la destruyen desde la irracionalidad más brutal… Todo eso dice mucho de Cataluña y de toda la solidaridad que ha recorrido las venas de todos los pueblos del Estado español.

Es verdad que son acontecimientos que muchos aprovechan para promover, aprovechando su impacto emocional, el odio generalizado al diferente, la demonización de todo un colectivo que profesa una religión, el desprecio al migrante y al extranjero, la construcción de alambradas-muros-fronteras-murallas de incomprensión-desconocimiento-invisibilización para alejarnos de los otros-enemigos que hay que silenciar-aniquilar…

Hoy podemos y debemos decir bien alto que, porque no tenemos miedo y creemos en lo que hacemos, queremos seguir construyendo una sociedad radicalmente diferente que haga imposibles este tipo de actos de odio, terror, fanatismo y destrucción de los demás, de los diferentes. Hemos de transformar estos hechos en afirmación incontestable de que queremos construir una humanidad inclusiva y pacífica, donde sean imposibles las guerras y la destrucción del otro, donde sea posible una convivencia pacífica basada en el respeto a los derechos humanos y a la dignidad de todas y cada una de las personas de las comunidades locales, nacionales y mundiales. Hemos de convertir nuestras sociedades en lugares donde todos los seres humanos tengan cabida, donde se construyan reciprocidades convivenciales basadas en la libertad, en la mayor equidad posible, fundamentadas en la construcción constante de la fraternidad como trasfondo ético y como derecho político… Sabemos que esto se hace posible desde una convivencia positiva diaria en las comunidades de proximidad con que nos encontramos como sociedadpara dar respuesta a las necesidades individuales, comunes, colectivas y públicas. Este es el gran desafío que tenemos hoy todos los que queremos vivir en paz con nosotros mismos, con los demás, con la naturaleza y con la vida.

La sorpresa y la inquietud se hacen mayores cuando ves quiénes son los autores materiales de esta barbarie. Son chicos jóvenes que no hace mucho estaban en las aulas de nuestros centros educativos.

Para los que la educación y la enseñanza tienen una significación central en la socialización de las personas surgen múltiples interrogantes sobre estos hechos a partir de la perplejidad que nos producen. Nuestras preguntas hoy van desde el papel de la educación a la influencia de los contextos sociales, desde el poder de las identidades construidas y manipuladas a la fanatización religiosa, desde la pérdida de capacidad crítica a la manipulación de las conciencias…

Estos acontecimientos nos cuestionan radicalmente sobre todas estas cuestiones y nos obligan a redoblar los esfuerzos en la vida cotidiana de los centros educativos por hacer realidad una educación, que aporte su grano de arena para hacer imposibles este tipo de hechos, basada en el reconocimiento y práctica real de los derechos humanos y de la infancia y del respeto a la dignidad de todas y cada una de las persona sin ningún tipo de distinción. Una educación inclusiva sin discriminaciones, garante del acceso al conocimiento científico y humanístico, a la formación de una conciencia ética y crítica, a las prácticas democráticas como ciudadanía que aprende a organizarse y vivir en común, a las experiencias positivas de convivencia donde el cuidado mutuo sea el contenido de la vida cotidiana en los centros educativos, donde se trabaja por el éxito de todas las personas en su querer vivir de una manera digna.

Hacer posible esta educación exige el compromiso de toda la comunidad educativa, especialmente del profesorado y del alumnado, para conocer a fondo y poder dar respuestas comprometidas a los problemas importantes de la humanidad hoy, en el ámbito local y global. Implicar a toda la sociedad en su dimensión educadora (ciudades, barrios y pueblos, colectivos, movimiento sociales y todo tipo de organizaciones sociales, culturales y políticas) es la respuesta que puede hacer imposibles hechos de este tipo. Quizás, solo así, podremos avanzar en los procesos paz y de humanización que necesitamos.

Fuente: http://eldiariodelaeducacion.com/blog/2017/08/29/educacion-mas-que-nunca/

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