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Argentina. Los canallas y las escuelas

Por Andres Sarlengo

Las políticas educativas son diseñadas actualmente por un maridaje entre los Estados y las corporaciones empresariales. Sus fines principales –aunque pasen inadvertidos- son adaptar el sistema educativo al sistema productivo explotador y controlar vía pirámide burocrática los procesos de enseñanza- aprendizaje en las aulas. En otras palabras: garantizar plusvalía y consenso para que los poderosos […]

Las políticas educativas son diseñadas actualmente por un maridaje entre los Estados y las corporaciones empresariales. Sus fines principales –aunque pasen inadvertidos- son adaptar el sistema educativo al sistema productivo explotador y controlar vía pirámide burocrática los procesos de enseñanza- aprendizaje en las aulas. En otras palabras: garantizar plusvalía y consenso para que los poderosos predominen.

Hablar de políticas educativas es entonces primordial sí queremos ir construyendo una mirada crítica de la realidad concreta.

“Porque tal como él investiga (Martín Almada), las políticas educativas son producto de una estrategia continental ordenada por instituciones del gobierno mundial, que administran la subordinación cultural, en diferentes terrenos-incluido el pedagógico”, subraya Claudia Korol en el prólogo a Paraguay, Educación y Dependencia (1).

De la Operación Cóndor a la Operación Masacre Cultural, vale afirmar. Un crimen educativo que asesina en toda América latina. Canallas que quieren una escuela pública servil a la plutocracia.

Paulo Freire acierta: “No fue, por ejemplo, suelo decir, la educación burguesa la que creó o conformó a la burguesía, sino la burguesía la que, al llegar al poder, tuvo el poder de sistematizar su educación (2)”.

Queda claro que las políticas educacionales vienen desde arriba hacia abajo y acorde a los intereses de la ideología dominante. Con Macri, Kirchner, Menem, o Fernández la idea de “inclusión educativa y formación de ciudadanos” es una falacia encubridora de la opresión y sujeción al capitalismo mundial integrado.

Hay dos autores que explicitan la relación modo de producción- sistema de enseñanza. Heinz Dieterich precisa: “mediante una inferencia hipotética-deductiva, fundamentada en la lógica del sistema y la evidencia histórica: la estructura de producción y realización mundial del capital determina la estructura ocupacional mundial, la que a su vez condiciona la estructura del sistema educativo mundial, del cual los sistemas educativos nacionales son funciones o subsistemas dependientes (3)”.

De ahí, por caso, cuando Daniel Filmus dijo en 2004 en una asamblea del Banco Interamericano del Desarrollo (BID): “Me estoy entrevistando con una cantidad de empresarios increíble que piden discutir el tema educativo porque es uno de los cuellos de botellas más importantes para que la economía argentina siga creciendo al nivel que está (…) Con el grupo Techint, la Asociación Empresaria Argentina (AEA) y la Asociación Cristiana de Dirigentes de Empresa (ACDE) estamos trabajando para encontrar núcleos de escuelas técnicas, a las que podamos actualizar tecnológicamente y con las que articulemos pasantías en las fábricas. Nuestro proyecto es que, fuera del horario de clase, las escuelas se conviertan en centros de formación profesional para los que quedaron marginados del sistema educativo (4)”.

Filmus y los K…y obviamente Macri y Bullrich. “Yo no me paro como ministro de Educación. Me paro como Gerente de Recursos Humanos. Eso es lo que soy para ustedes (5)”, lanzó el Ministro de Educación en la 22 º Conferencia Industrial organizada por la Unión Industrial Argentina en noviembre de 2016. Y sin esperar más parece darle la razón al aserto del sociólogo Dieterich: “Si tenemos la mejor educación tendremos las mejores empresas del mundo. Para eso debemos preparar recursos humanos de excelencia. Debemos recorrer juntos el camino. Estoy agradecido de estar parado acá (5)”.

Para estos señores educar es formar “empleados” para el capital donde es mala palabra la clase trabajadora que se organiza y pelea. Para ellos las escuelas deben moldear las subjetividades de niños y jóvenes al servicio de la “excelencia”. León Rozitchner lo define brillantemente: “Quiero decir: comprender cómo se originan en distintos sistemas de producción las formas de pensar, categorizar, ordenar las relaciones entre los sujetos y el sistema, en sus diversas instituciones, y el modo en que los sujetos del sistema van interiorizando las categorías y la comprensión de su modo de ser como sujetos, de sus modos de vivirse y comprenderse a sí mismos y a la sociedad. Para decirlo más claramente: cómo, a la formación del aparato productivo, le es complementaria, necesariamente, la formación del “aparato psíquico (6)”.

¿Será que la escuela e instituciones educativas ayudan “necesariamente” a interiorizar un pensamiento obediente al poder del capital?

Podemos asegurar que muchos funcionarios y gobernadores eso pretenden aunque se “disfracen” de progresistas y socialistas.

Entrecrucemos dos titulares: 1- La provincia destinará más de 1.300 millones a infraestructura escolar (La Capital, Rosario. 18-02-2017) 2- La hegemonía del sector agroexportador en Santa Fe (Sus ventas al mundo aumentaron en 2016 y sumaron más de 11.500.000 millones de dólares). Rosario 12, 19-02-2017.

¿Será que Miguel Lifschitz (gobernador de Santa Fe) invierte más en “infraestructura escolar” para mejorar la “excelencia empresarial” que se ve en esas ganancias del extractivismo asesino?

No en vano la Ministra de Educación de Santa Fe Claudia Balagué participó en Washington (Estados Unidos) del “Diálogo Regional de Política de la Red de Educación: tendiendo puentes entre los sectores público y privado para promover la calidad de la educación”. Allí en noviembre de 2016 expuso en el panel “Escuela, mundo del trabajo y construcción de ciudadanía (7)”. El clan Rockefeller y su Council of the Américas está detrás de esos intereses…
En definitiva, políticas educacionales al servicio de las corporaciones empresarias. Canallas, canallitas y canalladas, diría Ricardo Horvath.

Notas:
1. Editorial Quimantú, octubre 2013. Chile.
2. La importancia de leer y el proceso de liberación. Siglo XXI editores. 2003.
3. La sociedad global. Educación, Mercado y Democracia. Noam Chomsky-Heinz Dieterich. Contrapuntos. 1995.
4. La falta de capacitación “es un cuello de botella”. La Nación. Miércoles 31 de marzo de 2004.
5. Bullrich, ante empresarios: “No les hablo como ministro de Educación, sino como gerente de Recursos Humanos”. Página 12. 23-11-2016
6. Freud y el problema del poder. Plaza y Valdez. 1987
7. La ministra de Educación participó del Diálogo regional de Política de la Red de Educación que se lleva a cabo en Estados Unidos. 08-11-2016. Portal www.santafe.gov.ar

Fuente: http://kaosenlared.net/argentina-los-canallas-y-las-escuelas/

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Andamos necesitados de energía constructiva

Por Víctor Corcoba Herrero

Acomodarse a las situaciones contradice nuestro propio espíritu de sabiduría y bondad, lo mismo que aprender sin reflexionar es como malgastar el tiempo. Digo esto porque nuestro actual mundo tiene necesidad de energía constructiva para atravesar los muros de la indiferencia, de la marginación, y así poder avanzar hacia sociedades menos discriminatorias, más tolerantes y comprensivas. El ser humano tiene que dignificarse mucho más y cooperar en tender puentes que nos aglutinen. No puede quedarse parado. Por propia naturaleza somos seres en movimiento. Por otra parte, el dinero no lo puede ser todo, ya que lo único que hace es dividirnos y garantizar el privilegio de unos pocos. Por desgracia, el proceso de deshumanización de los moradores, lejos de retroceder, continua avanzando en ese afán de locura destructiva. La inmoralidad nos ha arrebatado el alma. Ante las tristes realidades del desempleo, de la violencia, de la pérdida de identidad, de la corrupción, de la falta de libertades y sentir democrático, andamos totalmente desorientados, y lo que es peor aún, sin ánimo para poder reconciliarnos con la vida misma.

Convendría, pues, activar con intensa firmeza los deberes y derechos humanos, el buen decir y mejor hacer, o como el mismo San Francisco de Asís nos exhortaba a cada uno de nosotros, para que: “allí donde haya odio, que yo ponga el amor, allí donde haya ofensa, que yo ponga el perdón; allí donde haya discordia, que yo ponga la unión; allí donde haya error, que yo ponga la verdad”. Sería bueno pensar en esto, en llevar a buen término el propósito de amarnos, de perdonarnos, de unirnos desde la autenticidad. En ocasiones, los abrazos que deberíamos haber dado los ofrecemos tarde, mal y nunca. Olvidamos que necesitamos más compañía que soledad, más amor que pan, más vida que aduladores. A mi juicio, esto es lo prioritario, más allá del sueño de un futuro sostenible a través de una educación multilingüe, que no pasa por el corazón. Para dolor nuestro, somos una generación que siente poco y mal, que confunde e iguala al ser humano con otras especies e incluso con meros objetos sin alma. En consecuencia, deberíamos saber que el mejor servicio que podemos facilitar a los desolados no está en quitarles la carga, sino en injertarles el necesario brío para sobrellevarlo. Lo mismo sucede con la pobreza, es cuestión de justicia, no de migajas.

Quizás nos haga falta un nuevo ardor. Un arranque reciente del Papa Francisco, puede ayudarnos a ser más constructores de concordia. Lo acaba de advertir al mundo con su enérgico timbre: “las represalias no llevan nunca a solucionar los conflictos”. Ciertamente, hay que poner voluntad en el cambio, que no ha de ser de desagravio, sino más bien de mediación. Sin duda, la manera de vengarse de un enemigo es no parecérsele. En esta misma línea conciliadora, el Secretario General de la ONU, Antonio Guterres ha descrito recientemente al planeta como un lugar peligroso, donde presenciamos una multiplicación de nuevas luchas y la perpetuidad de viejos enfrentamientos que nunca acaban, como Afganistán y Somalia. Está visto que al igual que la política es el arte de engañarnos, también las guerras conllevan esa vertiente destructiva que nos deja en la soledad más cruel.

Sea como fuere, la situación del mundo no permite cerrar los ojos ni un instante. Uno tiene que estar en guardia permanente para renacerse a sí mismo, también para convencerse de lo mucho que uno puede hacer por alentar lo armónico a través de ese respeto natural que todos nos merecemos, empezando por nuestra envoltura externa y nuestros interiores. Está claro que necesitamos querernos. “El querer lo es todo en la vida. Si queréis ser felices lo seréis. Es la voluntad la que transporta las montañas”, dijo el inolvidable ensayista francés Alfred Victor de Vigny (1797-1863). Por ello, también hay que tener pujanza para  abordar con carácter positivo la fragilidad de gobiernos y apoyarles, cuando menos para hacer más habitable el entorno humano, o sea, más armónico el orbe. Lo mismo sucede con los sembradores del miedo, para contrarrestarles no podemos quedar únicamente en el mero enfrentamiento, hay que también eliminar situaciones que permiten el fácil reclutamiento de personas. Ahora bien, para todo es menester poner coraje y raciocinio que nos esclarezca.

Llegará un día en que nuestros descendientes, llenos de vergüenza, recordarán nuestras actuaciones absurdas, incoherentes, crecidas de hipocresía, rayando la estupidez, de deterioro de la calidad de la vida humana, de verdadera degradación social, lo que les servirá para tomar otra hoja de ruta, cuando menos para ser menos deudores de espacios generosos. Personalmente, desde hace tiempo, vengo reivindicando en sucesivos artículos, que es tiempo de acción ante tantas rupturas del ser humano con su hábitat, con su cultura, y también consigo mismo y con su familia. Hoy más que nunca necesitamos buscar esa dimensión interna como antídoto a lo inhumano. La ciudadanía tiene que movilizarse. Cada día se requiere más asistencia humanitaria. En Somalia, las personas han llegado al límite de su habilidad para sostenerse en una situación de sequía extrema. La pobreza del agua potable ahí está, sobre todo en el continente africano, mientras otros lo contaminan todo. Lo mismo sucede con la pérdida de biodiversidad, es necesario invertir mucho más en investigación. No es distintivo de humanos vivir aislados, entre el asfalto y el cemento, privados del contacto físico con la naturaleza, siempre dispuesta a reconstruirnos. A propósito, pienso que lo que nos hace falta es contar con liderazgos éticos que abran caminos de concordia entre unos y otros, también con el entorno, mediante las vías del compartir, antes de que los inexpertos ciudadanos, con su mezquino endiosamiento y mundano modo de proceder, lo destruyan todo.

De momento, nos llama la atención la pasividad de algunos gobiernos, la debilidad de reacción constructiva, pues antes que el interés económico ha de prevalecer el bien colectivo de todo ser humano. La mejor alianza será aquella que conjuga la coherencia entre comportamientos y lenguajes, que no se duerme e intenta desterrar estilos de vida verdaderamente autodestructivos e irresponsables, donde nadie respeta a nadie, ni a las propias leyes naturales. Es público y notorio que nos falta hospitalidad y nos sobra egoísmo. Esta es la efectiva realidad que nos circunda, y el que no quiera verla es que pasa por la vida sin saber mirar ni ver, imbuido en su exclusivo caparazón, en el que todo, para bien o para mal, germina globalizado, desde los conflictos armados al terrorismo y desde el cambio climático a los flujos migratorios.

Una humanidad crece cuando sus diversas energías tienden hacia la coordinación, aunque sean por caminos diversos. Cualquier actitud abierta, sin complejos, disponible continuamente, invita al encuentro y esto siempre será benigno para todos. Pensemos que a lo largo de nuestra historia, una generación avanza cuando sus diversas riquezas culturales afrontan el presente, desde el ejercicio constructivo del diálogo en conexión con sus actuaciones conjuntas, porque todos somos ciudadanos del planeta, con capacidad de donarnos y recibir, abiertos a la verdad de la que somos tan buceadores como buscadores. Sin obviar que cada uno de nosotros tiene un variado conjunto de talentos y habilidades que puede enriquecer a las sociedades y fortalecer las comunidades. Dar la bienvenida, por tanto, con los brazos abiertos a la diversidad en todas sus formas refuerza la unión y la unidad, aparte de aportar unos valiosos beneficios. Sin embargo, ¡hay que ver lo que nos cuesta!. Ojalá mirásemos este mundo con ojos más enérgicos, pero igualmente más compasivos.

Fuente: http://www.eldebate.com.ar/andamos-necesitados-de-energia-constructiva/

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Los retos de la educación en México: congreso 2017

por: César García García

Hace dos semanas salió la convocatoria del congreso “Los retos de la educación superior en México” La gestión del conocimiento y de las instituciones educativas” emitida por la Universidad Marista de Querétaro y el Instituto Queretano San Javier para festejar los 200 años de la presencia marista en el mundo y 75 años en México.

Uno de los propósitos del congreso es conjugar el interés por la educación desde perspectivas de lo público y lo privado, y en distintos niveles que van desde lo local, regional, nacional e internacional. Para ello, se han definido cinco ejes temáticos.

El primer eje temático plantea el reto de la gestión del conocimiento en un marco más amplio como la denominada sociedad del conocimiento o las ciudades del aprendizaje. Desde hace un buen rato, el CONACYT (e incluso la SEP) ha incorporado este discurso como fundamento conceptual sobre el que se edifican programas de formación e investigación, pero ¿Qué significa eso que denominamos sociedad del conocimiento y cómo trabajar en su gestión?

El segundo reto, es la educación privada en México. El año pasado la ANUIES, autoridades de la SEP y del senado de la república convocaron a un foro el 03 y el 09 de marzo para analizar la legislación mexicana de la educación superior. En este evento se planteó la vigencia de la legislación y la necesidad de actualizar la ley general de educación superior (La jornada, 11 de marzo, del 2016), que dicho sea de paso, data de 1978.

También se planteó en dicho foro ¨las bases jurídicas para asegurar la pertinencia y calidad de la educación superior, así mismo las bases jurídicas que se deben establecer para la planeación, coordinación y evaluación de la educación superior.  ¿En este foro se consideró a las Instituciones de educación superior privadas? ¿Habría que pensar la regulación de la calidad y la pertinencia de las universidades privadas con y sin fines de lucro (como el caso Laureate-UVM), las que están y no están acreditadas, las que son privadas y laicas, pero también las de inspiración religiosa?

Eduardo Ibarra Colado (1957-2013) sostenía como una de sus tesis que poco se conocía de las universidades, a lo más se tenía una idea de la universidad. Esta tesis dio origen a los cuatro estudios sobre las universidades públicas mexicanas -que realizó con varios colegas y que al final es conducido por Angélica Buendía- y la existencia de una estupenda base de datos para conocer el pulso de las universidades públicas mexicanas, el Laboratorio de Análisis Institucional sobre las Universidades Públicas Mexicanas, LAISUM.

En este tenor, a mi juicio conocemos ahora un poco de las universidades y de sus funciones sustantivas, sobre todo de la docencia y la investigación, pero son realmente retazos. Por ejemplo, ¿qué sabemos sobre la última función sustantiva de la universidad, en este caso: la vinculación, la extensión y la difusión?, ¿Las universidades privadas laicas y de inspiración religiosa promueven la vinculación, la extensión y la difusión? Estas son sólo algunas preguntas que forman parte del tercer reto que se plantea en el congreso.

En el caso del cuarto reto, la UNESCO ha introducido un nuevo tema en la agenda educativa una vez que la educación ha dejado de ser un proceso cerrado y que más bien se presenta como abierto y permanente: la educación a lo largo de toda la vida. Dentro de este punto, hay varios temas por considerar: las propuestas filosóficas, las políticas y prácticas educativas, los modelos educativos, y por supuesto el tema de la reforma y el modelo educativo, que dicho sea de paso aparecerá en versión corregida y amentada en este mes de febrero. En el caso del quinto reto, no puede quedar fuera la oferta educativa no escolarizada y los modelos educativos innovadores. ¿Las instituciones educativas en general están preparadas para este nuevo reto?

Finalmente, ¿Quiénes son los invitados? La respuesta es, todos, estudiantes, profesores, investigadores, funcionarios de instituciones educativas públicas y privadas. De la misma manera nos acompañarán conferencistas magistrales con visiones abiertas y distintas posturas intelectuales, religiosas, políticas y sociales. La primera prueba del congreso será mostrar el poder de convocatoria de la red marista en México.

Fuente: http://www.educacionfutura.org/los-retos-de-la-educacion-en-mexico-congreso-2017/

Imagen: www.educacionfutura.org/wp-content/uploads/2014/04/Estudiantes-de-Primaria-800×533.jpg

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Los futuros líderes

Por Carolina Vásquez Aray

Las debilidades del sistema marginan y condenan a la niñez

Los futuros líderes

Imagine que nació en donde la mayoría de niñas y niños aterrizan en este planeta: una choza humilde con piso de tierra y un techo que cada invierno sale volando. Unos padres frustrados, cansados y carentes de las herramientas educativas capaces de ofrecerle una salida a sus múltiples problemas. Un sistema de gobierno orientado a favorecer a un grupo pequeño de políticos y empresarios cuyos objetivos están cada vez más alejados de las urgentes necesidades suyas y de su núcleo familiar.

Sus requerimientos de alimentación, vestuario y atención sanitaria, obviamente, serán insatisfechos y, al haber nacido de una madre malnutrida y sin idea alguna sobre los pasos necesarios para llevar adelante una crianza adecuada, sus opciones de salir bien librado de esa primera etapa de su vida son bastante escasas. Pero supongamos que ya pasó ese valladar y tiene edad para asistir a la escuela. En su vecindario, asentamiento, caserío o como se llame el sitio en donde vive, ese lujo no existe. Para recibir clases deberá emprender una larga caminata afrontando riesgos desconocidos, como sufrir un accidente o ser capturado por alguna de las numerosas bandas delictivas dedicadas al tráfico de personas.

Al llegar a la escuela -de haber tenido la fortuna de superar el temor y la travesía- se encuentra con un escenario nuevo, un espacio parecido a su propio hogar: piso de tierra, techo volátil. Una maestra o maestro impotente para satisfacer, dada la pobreza de recursos didácticos, las necesidades de un alumnado lleno de expectativas. Y así pasan los años de una niñez considerada en cada período de campaña «el futuro de la Patria», «la esperanza del porvenir», «la nueva generación de líderes».

Esta «nueva generación de líderes «, sin embargo, ya ha perdido un alto porcentaje de su potencial intelectual y físico debido a la falta de una correcta alimentación desde el momento de la concepción. Los nutrientes indispensables para el desarrollo de su cerebro, músculos y huesos no figuran en la frugal dieta a la cual se acostumbró su pequeño cuerpo, un menú reducido de acuerdo a las escasas posibilidades económicas, agravado por falta de información sobre nutrición y un ambiente poco propicio en términos de higiene y sanidad. Este cuadro ya tiene nombre, se llama «desnutrición crónica» y también ha sido profusamente analizado y publicado en sesudos informes de expertos contratados por poderosas organizaciones. También se refleja en una estadística que aumenta cada año a pesar de los «importantes avances» publicitados por los diversos ministerios e instituciones creadas ad hoc.

Imagine ahora cómo un país, cuya joven población sufre semejante abuso, podría algún día alcanzar el desarrollo. No hay que ser tan ambicioso y esperar un desarrollo tipo europeo, eso ni pensarlo. Quizás, aspirar a un desarrollo modesto capaz de proporcionar un bienestar mínimo al grueso de la niñez y juventud, con énfasis en la satisfacción de sus necesidades nutricionales y educativas. Nada imposible para una sociedad consciente y responsable, con visión suficiente como para comprender en dónde están sus prioridades.

El drama de la niñez y la juventud no tiene visos de terminar en países gobernados por una casta de políticos, cuya consigna es sacar el máximo provecho del poder para afianzar los privilegios de sus financistas y así asegurar el futuro económico de sus próximas generaciones. En tanto sea ese el objetivo y no exista una visión de nación con la voluntad firme de cambiar esa perspectiva, el colapso general será inevitable.

Fuente: http://www.telesurtv.net/bloggers/Los-futuros-lideres-20170220-0004.html

Imagen: cdn.ipsnoticias.net/wp-content/uploads/2015/08/infancia-629×420.jpg

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La paz neoliberal santista, la paz de los sepulcros uribista y la paz como justicia social

Por Oto Higuita
El régimen del narco-presidente Santos busca principalmente desarmar y desmovilizar a las FARC y al ELN al menor costo social y político para su clase

Hacer una campaña nacional para recolectar firmas y presionar la disminución del salario de 300 congresistas es una jugada política que deja titulares de prensa, gana adeptos, desata la rabia e indignación contenida en cada colombiano que está asqueado con la corrupción, la política y la mala gestión, pero no asusta ni preocupa a los funcionarios de salarios “desproporcionados”; y lo más grave es que genera la idea de que si se le baja el salario a los miembros del Congreso, lo cual es dudoso que se logre con firmas, avanzamos hacia la justicia salarial y dado el paso hacia la conquista del poder político en Colombia. Nada más astuto pero falso vender esta idea a la gente.

¿Por qué no emprender una campaña y movilización nacional, no solo de firmas, donde exijamos en las calles el aumento del salario mínimo un 100%, del que viven millones de trabajadores y familias en Colombia? Porque es una estrategia y acción política que requiere no solo compromiso, sino tiempo y sistematicidad, y las elecciones están encima y hay que apresurarse a recoger del momento propicio que otros han creado.

Hay varias agendas políticas a la presidencia que compiten y se disputan el terreno de las simpatías y apoyos en el país. Agendas que se podrían ordenar de la siguiente manera: la paz neoliberal santista con todo su aparato burocrático-estatal sostenida desde la Unidad Nacional, que busca principalmente desarmar y desmovilizar a las FARC y al ELN al menor costo social y político para su clase, con cambios mínimos en la estructura de poder; es la llamada paz barata y sin muchos espavientos que busca esta fracción burguesa.

Luego está la paz de los sepulcros, de la extrema derecha encabezada por el Centro Democrático y sus aliados (terratenientes, “nuevos” propietarios de tierras expropiadas, narco-paramilitares, las iglesias reaccionarias, los falsos moralistas como el ex procurador del OPUS DEI), gemela de la paz neoliberal santista, que busca desconocer los acuerdos y retomar el poder en el 2018 para completar la tarea de “liquidar” el enemigo interno y dejar inmodificable la estructura de poder, sin cambios ni siquiera mínimos.

Finalmente, está la paz con justicia social que pasa por la implementación y cumplimiento de los acuerdos, si lo que buscamos es el fin del conflicto armado y cambios profundos en las estructuras socio-económicas, política y culturales, a lo que aspira la mayoría del pueblo colombiano, pero que va tomar años de lucha, movilización, lágrimas y sangre, tal y como se avizora el panorama con los asesinatos y amenazas a los líderes y lideresas de los movimientos sociales.

¿Es la lucha anticorrupción una agenda en sí misma? Así la usen como bandera principal y única para un programa de gobierno, por el enorme atractivo que produce en millones de ciudadanos, no deja de ser una consigna que servirá para despertar la indignación, apatía y abstención que hay incubada en una inmensa franja de la población. Pero como bandera de gobierno no sería la ruta para llevar a cabo los cambios profundos, estructurales y democráticos que requiere la sociedad, el régimen político, las instituciones y sobre todo el modelo económico vigente, el neoliberalismo. En ese sentido, la lucha anticorrupción será una meta a alcanzar en la medida en que produzcamos los cambios profundos y estructurales que se plantean los acuerdos en sus 6 puntos. Porque como reza la consigna, El sistema no puede combatir la corrupción, porque la corrupción es el sistema.

Por otro lado, se acabó la gran mentira que la corrupción era un mal endémico del sector público. ¿No fue esa una de las razones y argumento con que la mayoría de economistas, ideólogos, creadores de opinión y tanto intelectual funcional al sistema desacreditaron y denigraron del sector público para poder entregarlo a los brazos de la privatización? Hoy con evidencias contundentes, se demuestra la estafa en que estaba montada la llegada de la democracia liberal perfecta. Por supuesto, hubo economistas y analistas que no se dejaron arrastrar de la avalancha de la “apertura económica”, la “globalización”, el “libre mercado”, la privatización de lo público y la “novedad” del neoliberalismo con que alimentaron la campaña publicitaria e ideológica global que anunció el “fin de la historia”, y hasta del “último hombre”.

La historia de la corrupción es tan antigua como la civilización misma, con la diferencia de que adquiere mayor complejidad y sofisticación cuando las sociedades pasaron de sociedades triviales, nómadas y recolectoras, a formas sedentarias más organizadas que desarrollaron y crearon estructuras políticas, militares y burocráticas que hizo al mismo tiempo más difícil descubrirla y controlarla.

En Egipto hubo un monarca, Horemheb, que gobernó entre 1343 y 1315 A.C. y estableció un código que decía: “Se castigará con implacable rigor a los funcionarios que, abusando de su poder, roben cosechas o ganado a los campesinos bajo el pretexto de cobrar impuestos. El castigo será de cien bastonazos. Si el involucrado fuera un juez, la pena será de muerte”. Esto se decía ya hace más de 3 mil años. (http://bit.ly/2j7xSsh) (http://bit.ly/2kbOTWj)

Uno de los historiadores más importantes de nuestro tiempo, el profesor emérito de historia de la Universidad de Princeton, Arno J. Mayer, analizando cómo han sido recurrente los escándalos de corrupción en los EEUU, en un artículo publicado en el 2009 sostenía que la ´“Corrupción”, en realidad, es una palabra-concepto muy polémica, sobre todo cuando su uso retórico intenta aplicarse a la guerra política. Su carga negativa –que incluye el soborno, la extorsión o el nepotismo- se utiliza para movilizar el apoyo popular y partidista contra los competidores o rivales.” Si la venalidad, condición del corruptible o quien puede ser sobornado, es innata a la condición humana, afirma, se entiende entonces que quienes han sido electos a cargos públicos, son administradores o gobiernan lo público, tiendan a ser corruptos o los corrompe el poder, como tantas veces se ha dicho. (http://bit.ly/2jnVmtq)

En la antigua Roma, sostenía el historiador Paul Veyne, la corrupción se institucionalizó hasta el punto que el problema no era que esta fuese una práctica usual, sino que fuera demasiado evidente. Y donde el clientelismo, el favoritismo y el tráfico de influencias eran prácticas comunes en la metrópoli.

Sin duda la Revolución francesa generó un optimismo desmesurado en muchos, a partir del advenimiento de la sociedad burguesa y el capitalismo, en la creencia de que el triunfo de la burguesía sobre el feudalismo, el despotismo, la nobleza, la monarquía y la iglesia supondrían el fin de los abusos de éstos estamentos. Pero una vez ascendieron industriales, banqueros y políticos al poder del Estado, las prácticas corruptas aparecieron de nuevo, sofisticadas y acordes a las exigencias y condiciones de la nueva clase que acababa de ascender al poder.

Los casos más recientes de corrupción en Colombia, o los que estallan a diario por los grandes medios de comunicación, son apenas la confirmación del carácter global e histórico del fenómeno que apropia los bienes públicos en beneficio del interés privado e individual.

Un repaso a los más sonados casos de corrupción, soborno, coimas y otras formas de apropiarse y saquear los bienes públicos en Colombia demuestra que es una tendencia presente en todos los gobiernos desde la época colonial, pasando por las primeras repúblicas, hasta las modernas. De hecho Simón Bolívar hizo decretos declarando la pena de muerte a funcionarios que robaran, usaran o apropiaran bienes o dineros públicos para su propio enriquecimiento o beneficio individual. Estaba en primer orden la guerra de liberación e independencia, y ésta requería no tanto de caudillos corruptos, como de funcionarios para los nuevos cambios y exigencias de las nuevas repúblicas.

De la corrupción no se salva ni la empresa “nacional” como tampoco las extranjeras. ¿O qué otra cosa hicieron las empresas nacionales que crearon carteles de precios, aumentando éstos y restringiendo la competencia, para aumentar sus ganancias y afectar el bolsillo de los consumidores con productos como el arroz, el azúcar, el cemento, el ganado, el papel higiénico, los cuadernos, los pañales? ¿Y cuál ha sido la sanción? ¿Han resarcido a la sociedad por el daño que causaron? ¿Han sido expulsadas de la ANDI?

Ni el futbol ni el periodismo escaparon a la “causa” del enriquecimiento ilícito, como es el caso del expresidente de la Federación Colombiana de Fútbol, Luis Bedoya, quien según la justicia norteamericana, recibió cerca de 7,5 millones de dólares con el fin de aprobar un contrato de patrocinio comercial para que una empresa española se quedara con estos derechos. ¿O qué otra cosa son los Panamá Papers, donde están comprometidos 1.245 colombianos, entre ellos editores de medios de comunicación como Darío Arismendi, de Caracol radio?

De los escándalos en las esferas del poder se conoce más, no obstante también ha sido desfalcada la salud (SaludCoop), el agro (Ingreso Seguro), la educación (Córdoba), la infraestructura, la nutrición de niños/as (La Guajira y Chocó). Tal vez sea cierto que el escandalo económico del siglo sea Reficar (Refinería de Cartagena), que según la revista Semana tuvo un sobre costo de más de 4.000 millones de dólares. Superando con creces la escándalo de Odebrecht, que según el departamento de Justicia de los Estado Unidos, sobornó funcionarios y políticos colombianos con 11 millones de dólares. Entre otras cosas, ¿cuál es el interés real del Departamento de Justicia de los EEUU con sus investigaciones e inteligencia apoyada por la CIA y el FBI, combatir la corrupción como un mal que puede acabar con el sistema capitalista, o posicionar las trasnacionales gringas en los grandes negociados a costa de las latinoamericanas?

Sin embargo y a pesar de la avalancha de escándalos, hiere más la consciencia humana el despojo de tierras a cientos de miles de familias campesinas pobres y medianos productores en Colombia, durante la guerra. Así como el asesinato de miles de trabajadores y pequeños propietarios del campo, y el desplazamiento forzado de millones de sus territorios. Un asunto nodal y central de los acuerdos, que está en la raíz misma del conflicto armado, que incluso significó que se haya abordado como un puto específico. Hacia un nuevo campo colombiano: Reforma Rural Integral. Que “sienta las bases para la transformación estructural del campo, crea condiciones de bienestar para la población rural (…) y de esa manera contribuye a la construcción de una paz estable y duradera.” Que sus principios son la transformación estructural; igualdad y enfoque de género; participación; etc. Que crea un fondo de 3 millones de hectáreas de tierra en los próximos 10 años, que se busca formalizar masivamente la pequeña y mediana propiedad rural con 7 millones de hectáreas.

En “LA VERDAD EN EL ABANDONO FORZADO Y EL DESPOJO DE TIERRAS”, Camilo Gonzales Posso, en el Panel, Diálogo de la memoria: Territorio y despojos, que se realizó en Bogotá el 8 de abril de 2013, se preguntaba: ¿Cuántas hectáreas han sido abandonadas forzadamente en Colombia? La cifra más mencionada esta alrededor de 6,5 millones de hectáreas. A la luz de esos datos que se basan en registros realizados por entidades estatales, puede afirmarse que el abandono forzado de tierras registrado entre 1994 y 2102, no es inferior a 400.000 predios, 500.000 familias, ni a 10 millones de hectáreas…500.000 familias expulsadas de sus predios en el desplazamiento forzado (http://bit.ly/1dZxkCv)

En un contexto donde los acuerdos no han empezado a implementarse en firme y cada vez aparecen más trabas y amenazas, donde la implementación es incluso más importante que la firma de estos, por supuesto que es fundamental un gobierno hacia el 2018 que se comprometa por medio de un programa a llevarlos a cabo, lo que quiere decir que los puntos de los acuerdos serían la cuota inicial de ese programa. Pero, ¿se puede realizar dicho programa de gobierno con quienes afirman que la corrupción es el primer problema del país, cuando no hemos ni siquiera empezado la implementación que debe poner fin a un conflicto armado y una guerra que sigue viva? Simplemente no.

Colombia es de lejos el país más corrupto del continente, porque no es una estructura burocrática-gubernamental aislada del contexto internacional y del sistema económico que lleva implícita el virus de la corrupción que saquea la riqueza pública en beneficio del interés privado, individual y de las grandes empresas.

Sostener que la corrupción es el principal mal del país, cuando ni siquiera el respeto a la vida lo es, es sin duda una hábil maniobra política que genera simpatía y posiblemente votos, pero es también una irresponsabilidad histórica y ética. No es bien visto que, a nombre de un discurso desde la oposición democrática, se critique el régimen corrupto y oligárquico que ha gobernado por décadas Colombia, y al mismo tiempo apelar a los viejos estilos y formas para conquistar simpatías políticas y votos.

Más aún, cuando el crimen político sigue vigente e impune y los enemigos de los acuerdos los atacan con la firme intención de destruirlos y devolvernos al pasado de la guerra, y ninguno de los que han propuesto su nombre como candidato a la presidencia y que prometen sacar a Colombia del «terrible» mal de la corrupción, han manifestado públicamente su compromiso con la principal tarea del momento que es construir una alianza política amplia, hacer una consulta sobre candidaturas, y construir un programa de gobierno desde abajo para implementar unos acuerdos que conllevan un cambio estructural, histórico, de profundas reformas que no solo cierren el conflicto armado de más de 50 años, sino que reconcilie la sociedad, que amplíe, profundice y radicalice la democracia: ¿de qué otra manera se puede hablar de acabar con el cáncer de la corrupción y otros males de la nación?

Ponerse de espaldas a los acuerdos de paz y la importancia cardinal de la implementación porque sus posiciones políticas, su anticomunismo, su odio y rencor contra las FARC no se les permite, es una cosa, pero otra muy distinta es tratar de desconocer con la bandera anticorrupción el potencial de cambio y transformación estructural que encierran.

Texto completo en: http://www.lahaine.org/la-paz-neoliberal-santista-la

Imagen:questiondigital.com/wp-content/uploads/2016/10/col-paz-con-justicio.jpg

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¿Qué pasaría si en vez de castigar a los niños, les enseñáramos a meditar?

Por:

Cuando los niños se portan mal, se les castiga. Así se hace en el hogar y así se hace en los colegios. Así se ha hecho desde siempre y así se sigue haciendo. Sin embargo, si queremos que las cosas cambien, si queremos que la sociedad mejore, quizá deberíamos cambiar nuestra forma de educar.
Y eso es precisamente lo que se ha propuesto la escuela primaria estadounidense “Robert W. Coleman”, sus maestros no castigan a los niños sino que les proponen algo diametralmente diferente: meditar.
El centro educativo, que se encuentra en Baltimore, ha creado una “Sala Mindful”, donde acuden todos los niños, también aquellos que han tenido comportamientos disruptivos. Una vez allí, en vez de reprenderles, se les anima a respirar y meditar, a reencontrar la calma, tranquilizarse y reflexionar sobre lo ocurrido.
Este proyecto fue creado en conjunto con “Holistic Life Foundation”, una fundación que ha pasado más de una década ofreciendo programas extraescolares holísticos para los niños. De hecho, su director afirma que aunque puede parecer imposible que los niños se sienten a meditar en silencio, lo hacen sin dificultades.
Por otra parte, el director del colegio afirma que desde que han puesto en marcha este proyecto, los estudiantes han mejorado mucho su comportamiento y ya no ha sido necesario recurrir a los castigos o a las suspensiones escolares.

Los increíbles beneficios de la meditación mindfulness para los niños

La meditación mindfulness existe desde hace miles de años, aunque solo ahora el mundo occidental está redescubriendo sus beneficios. De hecho, está técnica ya se ha introducido en muchas terapias psicológicas y poco a poco también va ganando terreno en la educación.
Se ha comprobado que este tipo de meditación mejora la atención, por lo que es ideal para los niños con déficit de atención e hiperactividad. También reduce el estrés, fomenta la empatía y potencia el autocontrol emocional, por lo que se recomienda en los niños que sufren un trastorno oposicionista desafiante o que muestran conductas agresivas.

Esto se debe a que la meditación mindfulness provoca cambios a nivel cerebral, sobre todo en las regiones vinculadas con la atención, el procesamiento de la información sensorial, el pensamiento y la toma de decisiones.

En un estudio realizado en la Universidad de Harvard se apreció que estas áreas de la corteza cerebral muestran un engrosamiento cuando se practica la meditación mindfulness, el cual se suele alcanzar de manera natural solo con el paso de los años. Esto significa que algunas zonas del cerebro se desarrollan más rápido cuando se medita, por lo que es una herramienta muy poderosa para estimular la maduración cerebral en los niños.

Por otra parte, un metaanálisis realizado por psicólogos de la Universidad de Chicago que incluyó los datos de 270.034 niños de 213 escuelas en las que habían puesto en marcha programas de meditación mindfulness, llegó a la conclusión de que esta técnica no solo mejoraba sus habilidades sociales y emocionales sino también su desempeño académico, en una media de 11 puntos.

Estos resultados no son casuales. De hecho, se ha comprobado que la meditación mindfulness también incrementa la densidad de materia gris en el hipocampo, una zona estrechamente vinculada con la memoria y el aprendizaje. Por tanto, no es extraño que los niños que aprenden a meditar también mejoren su aprendizaje.

Meditación midnfulness: El antídoto para el estrés que genera la vida moderna

La meditación mindfulness no es simplemente una técnica, no implica sentar a los niños a meditar durante un rato y después olvidarse del asunto, implica asumir un estilo de vida diferente y comprender que los niños necesitan ser felices, no ser los mejores, que necesitan jugar y tener un ritmo de vida más relajado, en vez de sentirse presionados constantemente por obtener buenas calificaciones.

Por eso, la meditación puede convertirse en una especie de antídoto contra muchos de los problemas modernos. Los padres y maestros pueden usarla para:

– Enseñarles a mantenerse calmados, en vez de perder el control

– Enseñarles a estar plenamente presentes, en vez de tener la mente en otra parte

– Enseñarles a disfrutar de las pequeñas cosas, en vez de apostar únicamente por la tecnología
– Enseñarles a ser empáticos y compasivos, en vez de distantes y egoístas
– Enseñarles a mirar dentro de sí, para que sean más conscientes y responsables, en vez de dejar que miren continuamente hacia afuera en busca de culpables
– Enseñarles a bajar el ritmo cada vez que sea necesario, en vez de empujarles a perseguir el «éxito»

3 ejercicios para desarrollar una actitud mindfulness en los niños

Para desarrollar una actitud mindfulness en los niños, es importante que los adultos sean pacientes y perseverantes. Cuando se trata de niños pequeños, de 4 o 5 años, tan solo 5 minutos al día de «meditación» serán suficientes. Cuando sean mayores podéis dedicarle a esta actividad unos 15 minutos al día.

Se recomienda ponerla en práctica siempre a la misma hora, al menos tres días a la semana y en un lugar tranquilo, donde no os interrumpan. La idea es proponer la actividad bajo una perspectiva interesante y divertida. También es importante pedirle al niño que cuente sus sensaciones al terminar el ejercicio. Obviamente, es fundamental no juzgarle porque todas las experiencias son válidas. De hecho, es normal que algunos días esté más disperso y desconcentrado que otros, no se le debe criticar ni reprender.

1. Técnica «Los Astronautas»

El objetivo de esta técnica es que los niños aprendan a concentrarse en el momento presente, con todos sus sentidos. Para lograrlo, le dirás que vais a jugar a ser astronautas que visitan otros planetas. Él será el terrícola y tú el extraterrestre.

A continuación, dale una fruta y pídele que la experimente con todos los sentidos, como si nunca la hubiese visto. Es importante que no se le escapen los detalles porque su misión intergaláctica consiste en describirle esa fruta a un extraterrestre que no sabe qué es y quiere replicarla en su planeta.

2. Técnica «Parte Meteorológico»
En este caso, el objetivo es potenciar la conciencia emocional del niño, haciendo que gane en introspección. Solo tenéis que sentaros y cerrar los ojos, para descubrir cómo os sentís en ese momento. Al principio puedes ayudarle preguntándole «¿Qué tiempo está haciendo allí dentro?» Si se siente relajado y tranquilo puede decir que brilla el sol, si está preocupado puede indicar que hay nubes y si se siente muy tenso, que está a punto de caer un chaparrón.
La idea es que observe el «tiempo» que hace en su interior, desde una postura desapegada. Aprovecha para explicarle que los estados de ánimo cambian como el tiempo y que no tiene sentido aferrarse a ellos. Debe aprender a observar, comprenderlos y dejarlos pasar. Verás que a medida que practicáis, el niño irá añadiendo más detalles a su «tiempo» interior, lo cual es sinónimo de que está ampliando su conciencia emocional.
3. Técnica «Como una Rana»
El objetivo de esta técnica es lograr que el niño aprenda a respirar profundamente y comience a dar los primeros pasos en la meditación mindfulnes. Puedes empezar explicándole que imitaréis a la rana, un animal que puede dar grandes saltos pero también puede quedarse muy quieta, observando lo que sucede a su alrededor, sin reaccionar de inmediato.
Pídele que respire como la rana, tomando lentamente el aire por la nariz mientras infla la barriga y soltándolo muy suavemente por la boca, mientras se desinfla. Así sentados, la rana no se deja arrastrar por las miles de ideas que cruzan por su mente sino que se concentra en el movimiento de su barriga mientras respira. De esta forma le enseñas autocontrol y, de paso, le ayudas a respirar adecuadamente, no de forma entrecortada, como solemos hacer.
Fuentes:
Durlak, J. A. et. Al. (2011) The impact of enhancing students’ social and emotional learning: a meta-analysis of school-based universal interventions. Child Dev; 82(1): 405-432.
Hölzel, B. K. et. Al. (2011) Mindfulness practice leads to increases in regional brain gray matter density. Psychiatry Research: Neuroimaging, 191(1): 36–43.
Lazar, S. W. et. Al. (2005) Meditation experience is associated with increased cortical thickness. Neuroreport; 16(17): 1893–1897.

Fuente: http://www.rinconpsicologia.com/2016/10/que-pasaria-si-en-vez-de-castigar-los.html

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Cómo enseñar a tu hijo a no resignarse cuando le tratan mal

Por: Olga Carmona

La indefensión aprendida se produce cuando el niño asume que haga lo que haga, no puede cambiar la realidad que le rodea.

La indefensión aprendida es un estado psicológico que consiste en no hacer nada para evitar el sufrimiento o la situación dolorosa o aversiva (desagradable). Es decir, la víctima se “resigna” al maltrato y no hace nada para evitarlo porque ha adquirido la creencia de que nada de lo que haga cambiará el resultado.

Fue el psicólogo Martin Seligman quien, a través de unos experimentos con perros a los que sometía a choques eléctricos, formuló por primera vez el término. Algunos de estos pobres animales podían cortar la electricidad dando un golpe con el hocico, otros no. Estos últimos recibían el choque hicieran lo que hicieran. Los perros cuyo comportamiento evitaba la descarga se mantuvieron alertas y con energía, mientras que aquellos cuya conducta no obtenía resultado alguno generaron indefensión y dejaron de emitir conducta alguna, incluso cuando ya tenían la posibilidad de evitar la descarga.

La indefensión aprendida tiene que ver con el convencimiento de que hagas lo que hagas, no se producirá un resultado distinto. Es una brutal prisión psicológica, desconectada de la realidad, que bloquea cualquier posibilidad de cambio o liberación. Un ejemplo conocido es el método Ferber, en España llamado método Estivill, que consiste básicamente en no atender la llamada de un bebé lo suficientemente pequeño como para que aún no tenga ni siquiera la herramienta de la palabra ni la motricidad para escaparse o buscar ayuda por su propio pie. Es decir, preso de una inmensa vulnerabilidad, dependiente en extremo, cuya única alternativa de supervivencia es el llanto. Si no obtiene respuesta a su petición de ayuda, aprenderá que haga lo que haga no cambia nada, que él no tiene el poder de manejar la realidad, y, en última instancia, que no existe (afectivamente hablando). Y este primer aprendizaje quedará impreso en su cerebro aún en desarrollo, dejando una impronta que influirá en su forma de percibirse a sí mismo y al mundo.

En la indefensión aprendida, la víctima puede llegar a justificar el maltrato, a pensar que lo merece, se culpa. La autoestima se daña tanto que cree merecer lo que le está ocurriendo. Es muy fácil entender este fenómeno con las mujeres maltratadas y por qué les resulta tan difícil escapar de la situación, no denunciar, perdonar una y otra vez… Están presas de sí mismas, anulada su voluntad y con una autoestima tan destruida que su capacidad de reacción es muchas veces nula.

Lo podemos observar en multitud de aspectos de la vida cotidiana, en los ámbitos laboral, social y personal. Por ejemplo en el terreno profesional suele expresarse en forma de “esto es lo que hay y haga lo que haga nada va a cambiar”, es decir, dejo de expresar mis deseos, mis derechos incluso, y sigo soportando una situación laboral de insatisfacción (cuando no de abuso) porque creo que no tengo ningún poder sobre ella. En el ámbito de lo social es como una pandemia, una creencia generalizada de que no tenemos ningún poder para cambiar la situación social, que somos irremediablemente vulnerables frente al poder político y económico. En lo personal tampoco es infrecuente encontrar personas con discursos y vidas instaladas en un modelo cuya expresión coincide con el de indefensión o desesperanza aprendida. El conocido refrán «más vale lo malo conocido que lo bueno por conocer» traduce una manera de relacionarnos con el mundo instalada en esta cultura.

Nosotros, los padres, podemos y debemos educar para hacer que nuestros hijos sean menos vulnerables a este estado psicológico. En este esquema en particular, no inocular indefensión aprendida en un niño tendría que ver con la coherencia, la incondicionalidad afectiva, el aprendizaje de estrategias de afrontamiento, la ausencia de miedo a las figuras de apego o parentales, la sustitución de la culpa por la responsabilidad, la motivación de logro y sobre todo la percepción de competencia:

  • Coherencia de los padres entre ellos y hacia el niño. Coherencia entre lo que dicen y hacen. Coherencia en lo que transmitimos que está bien o está mal. Cuando un niño percibe a los padres como un equipo consistente, sólido, en el que se puede confiar, entonces también percibe el mundo como un lugar seguro, no como algo hostil y caótico. Esto imprime confianza y autoestima en tanto los demás también son percibidos como no amenazantes, y provee al niño de una visión positiva de sí mismo y de los otros.
  • La incondicionalidad afectiva tiene que ver con que nuestros hijos se sientan amados independientemente de su comportamiento. Es decir, lo que siento por ti no es cuestionable, está fuera de la ecuación. Esto no significa que apruebe todo lo que haces o que no ponga límites cuando estos sean necesarios. Es decir, lo que intento canalizar adecuadamente es tu conducta, no a ti. Con lo que puedo estar en desacuerdo es con lo haces, no con quién eres. Cuando un niño se siente amado, también se siente aceptado y desde ese lugar es mucho más fácil lograr los cambios que sean necesarios en su aprendizaje del mundo.
  • La ausencia de miedo, por supuesto. El miedo es un elemento imprescindible para aprender indefensión, el miedo bloquea la posibilidad de actuar, coloca al organismo en un estado de alerta donde solo es posible la huida o el ataque. Un niño no tiene posibilidad alguna de huir ni de atacar, por tanto se queda en un lugar paralizante de absoluta indefensión y donde su conciencia de vulnerabilidad invade su capacidad de reacción. Cuando un niño siente miedo hacia aquellos a quienes también ama y deberían amarle, generaliza esta emoción al resto de ámbitos afectivos de su vida, aprende a amar desde el temor, y desde el temor tenderá a escaparse y/o a atacar, en el plano afectivo.
  • La motivación de logro y la autocompetencia. Es muy común observar cómo se protege a los niños de la posibilidad de que pongan en marcha su potencial, de que desarrollen la capacidad de resolución de problemas, de que habiliten estrategias de afrontamiento ante la adversidad. La cotidianidad del día a día ofrece innumerables ocasiones en las que un niño es capaz de lograr todo esto y sentir que es competente, capaz. Aprende a intervenir y modificar su medio, aprende que lo que hace tiene un resultado positivo o no, pero que puede influir y modificar las cosas. Esto es lo que los psicólogos llamamos «locus de control interno», frente al «locus de control externo» donde es la suerte, el destino o variables siempre externas las responsables de lo que ocurre y nos ocurre.

El propio Seligman defiende que los niños necesitan fracasar. Necesitan sentirse tristes, enfadados, frustrados. Sostiene que cuando les protegemos de sentir estas emociones, les privamos de aprender a perseverar. Y yo añado que, además, les privamos de aprender a sentirse competentes, dueños de sí mismos y de sus vidas. La motivación de logro tiene que ver con saberse hábil para conseguir metas, objetivos. Es una especie de reconocimiento interno que nutre nuestra autoestima. Es la verdadera motivación porque no es externa, no depende de otros, sino que yo soy quien se sabe capaz y eso produce percepción de control. Sabernos artífices de nuestra vida, artesanos de aquello que vamos construyendo, nos hace sentir que tenemos una gran parte del control y que las circunstancias influyen, pero en última instancia, no determinan el rumbo.

Y también necesitan desarrollar el criterio y la elección. Cuando los estilos educativos son muy paternalistas (yo decido lo que es bueno para ti, sin ti) o muy autoritarios (te prohíbo lo que creo que no debes hacer, porque yo lo digo) bloquean el desarrollo de habilidades imprescindibles como el criterio, la crítica y la elección. Y esto se aprende en casa, cuando nosotros como padres les estimulamos dejando que elijan aquello que pueden elegir (y que suele ser mucho más de lo que a priori pensamos) y que desde luego, asuman las consecuencias que se derivan de su elección; cuando negocio y explico los límites e incluso cuando permito que sea el niño quien encuentre la solución a un conflicto y la ponga en marcha probando su manera de influir en las cosas.

Fuente: http://elpais.com/elpais/2017/01/24/mamas_papas/1485258010_826498.html

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