Por: César García García
En México el Plan Nacional de Desarrollo (PND) es un documento de política que define el rumbo del país cada sexenio. El presidente en turno tiene los primeros meses de su gobierno para presentar el PND de donde se desprenden los programas con los cuales se van a regir las distintas dependencias. La fecha en que se entregará el próximo PND será el 30 de abril del 2019.
La hechura del PND y el respectivo Programa Sectorial de Educación suponemos tendrá varios componentes: un diagnóstico de los problemas nacionales, las propuestas de campaña (que aparecieron en El Proyecto de Nación), así como los acuerdos y compromisos políticos hechos con distintos actores sociales.
En un breve recuento de propuestas para educación el presidente Andrés Manuel López Obrador lanzó a finales de diciembre del 2018 una iniciativa de reforma al artículo 3ro constitucional. Días después la Comisión de Educación y puntos constitucionales de la Cámara de Diputados invitaron a participar en dicha iniciativa.
En este marco también un grupo de la sociedad civil, especializados en política educativa organizó la Red de Educación y Derechos (RED), la cual tuvo eco en la Cámara de diputados gracias a la capacidad de interlocución con distintas facciones parlamentarias. La propuesta de la Red de Educación y Derechos le queda un largo camino (ejemplo, que pase por los Congresos Estatales para su aprobación) con obstáculos (como el bloqueo de la CNTE) y es probable que ni siquiera llegue a la meta.
Sin embargo, cualquiera que sea el resultado vale la pena exponer la propuesta de la Red de Educación y Derechos vertida en el documento de trabajo Más allá de los sexenios, educación innovación y sustentabilidad (2018) para participar en la contienda por la educación.
El documento de trabajo de la Red de Educación y Derechos parte de una prospectiva y escenario de futuro a través de dos preguntas clave: ¿qué se requiere para mejorar el sistema educativo? y ¿cómo generar una política educativa de estado de carácter transexenal? El documento expone como problema y punto de partida que las políticas educativas -y como parte de ella las reformas y los programas que se le desprenden- están influidas por las agendas de los distintos actores políticos, y muchas veces circunscritas a un sexenio.
Pero, se podría mejorar las políticas educativas en una perspectiva más amplia que los sexenios al menos con tres consideraciones. La primera, definir principios y fundamentos comunes (independientemente de convicciones partidistas), y tomar en cuenta el aprendizaje de lo que funciona en una reforma educativa.
¿Qué principios y fundamentos comunes podrían operar? A manera de ejemplo, la educación como un derecho y una responsabilidad fundamental de todos los seres humanos; la niñez como centro de las políticas educativas; los profesores como agentes primordiales de la calidad educativa; el combate a la desigualdad, la exclusión y la pobreza por medio de la educación, etc.
Respecto al aprendizaje de lo que funciona y de lo que podría mantenerse valdría considerar que “las políticas, las reformas y los programas que de ella deriva tienen aciertos y también muestras insuficiencias, pero no deben ser objeto de sustitución (aunque cambien los gobiernos), sin tomar en cuenta los aprendizajes, aciertos y desaciertos derivados de su implementación” (p.6).
La segunda consideración para una política educativa transexenal sería la integración de los logros de reformas educativas anteriores respondiendo a errores detectados y transformaciones de la sociedad contemporánea. Ejemplos en esta Reforma Educativa, poner de relieve la necesidad de asegurar que los docentes tengan los conocimientos y capacidades necesarios para el desarrollo de la profesión, y la asignación de plazas docentes mediante concursos abiertos centrados en la comprobación de competencias.
Una tercera consideración sería involucrar a los distintos sectores sociales en el desarrollo eficaz de una política educativa de Estado. Lo que implicaría tomar en cuenta la participación de los medios de comunicación, familias, agrupaciones políticas, centros de trabajo, organizaciones de la sociedad civil, universidades, empresas, etc.
Ejemplo de este involucramiento “Los espacios públicos de distinta manera pueden enriquecerse, en su diseño y funcionamiento, como espacios educativos. En especial bibliotecas, los museos, los centros deportivos, las plazas públicas y los centros comerciales ofrecen múltiples oportunidades para desarrollo deliberado de experiencias de contenido educativo” (p. 19).
Respecto a los actores sociales, un ejemplo. “Los medios de comunicación tienen oportunidades inexploradas para contribuir al desarrollo de la educación de múltiples maneras. La capacidad que ejercen para seleccionar mensajes y presentar modelos de comportamiento implican una gran responsabilidad educativa” (p. 20). Vale comentar el ejemplo, no en términos de lo que son y lo que hacen, sino de lo que podrían hacer estos actores sociales con principios y fundamentos educativos comunes.
En suma, la propuesta de la Red de Educación y Derechos para la Reforma Educativa es: Mantiene, Mejora e Innova. No he tenido espacio para describir las propuestas de contenido específico, pero ojalá sea una invitación a la lectura del documento en extenso.
Fuente: http://www.educacionfutura.org/propuestas-educativas-para-el-plan-nacional-de-desarrollo/