Por: César García García
El Tecnológico Nacional de México (TecNM) es un organismo descentralizado que tiene a su cargo 254 Instituciones en los cuales se ofrece educación superior de corte tecnológico. Prácticamente se trata de una gran y compleja estructura administrativa que provee la mayor formación de ingenieros en México, pero que no sólo ejerce funciones de docencia, sino también de investigación y producción de conocimiento.
Con este marco para el campo de la educación ¿qué hay en torno a las revistas educativas que produce el TecNM? Pese al tamaño del TecNM, en este hay un gran pendiente considerando que se tiene sólo algunas revistas educativas digitales: Revista Desarrollo Regional, Tlahuizcalli, Pistas Educativas y Coloquio de Investigación interdisciplinaria.
La Revista Desarrollo Regional está a cargo del Instituto Tecnológico de Oaxaca. El problema es que sólo se localiza la convocatoria de la revista, pero el primer volumen no aparece en la Web. Por su parte, la revista Tlahuizcalli es producida por el CIIDET -un Centro de Investigación en Educación técnica único en su tipo en Querétaro-, se trata de una revista de divulgación científica que se crea en el 2015 que abarca temas varios hasta noticias propias del trabajo en la institución.
En el caso de la Revista Pistas Educativas y Coloquio de Investigación Educativa comparten su interés en ser revistas científicas arbitradas. La primera se crea en el Instituto Tecnológico de Celaya, su edición impresa es de 1981 y hasta el 2014 pasa a formato digital. Mientras la Revista Coloquio de Investigación Interdisciplinaria se encuentra bajo el cobijo del Instituto Tecnológico de Orizaba.
Sin embargo, el talón de Aquiles que comparten en común Pistas Educativas y Coloquio de Investigación Educativa, es que, pese a buscar ser revistas científicas arbitradas tienen cosas por remediar, como su carácter multidisciplinario, extensión y arbitraje.
La Revista Pistas Educativas se ha vuelto un espacio donde se publican los trabajos de investigadores en el área de ingeniería. Algo similar ocurre con Coloquio de Investigación Educativa que tiene ocho áreas, cinco dedicadas a la ingeniería, una a los sistemas computacionales y una a la investigación educativa. El problema de esto es su extensión.
Para ser más claro. En el último volumen de Pistas Educativas (volumen 39, número 128, 2017), por ejemplo, se tenía que se habían enviado 184 artículos, de los cuales fueron publicados 147 artículos. ¿Qué significa esta cifra? Para imaginarlo de manera llana, la revista tiene 1677 páginas. Una cantidad impresionante que sería difícil imaginar en edición impresa.
¿Cómo puede explicarse esta particularidad? Si nos apoyamos en las estadísticas que ofrece Pistas educativas tenemos, por un lado, que un 97% de los trabajos fueron aceptados y que se necesitaría una gran cantidad de revisores por pares para esta tarea. Por otro lado, los artículos arbitrados por pares sólo fueron 97, es decir la mitad. Obviamente no hay grupos de pares que revisen tal cantidad.
El caso de la revista Coloquio de Investigación Educativa es similar a Pistas Educativas, son tantos los temas que la extensión de la revista alcanza cifras desproporcionadas, el último volumen tenía 1935 páginas (volumen 05 No 2, 2017).
En suma, el problema del TecNM en torno a la producción del conocimiento en educación: son pocas las revistas educativas digitales, son de divulgación científica, y en el caso de las revistas que pretenden ser revistas científicas el arbitraje por pares es limitado, no forman parte de los índices de revistas de calidad reconocidas por organismos como CONACYT, entre otros.
Todo esto tendría que considerarse por el TecNM por que se necesitan espacios abiertos y de calidad donde profesores investigadores quieren y buscan publicar sus trabajos e ideas.
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