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¿El fin de la larga noche?

“Es estratégicamente correcto que el cambio en la educación policial se dé en el marco de una reforma mayor”.

Por: Cesar Bazan Seminario.

Una mala educación en cualquier ámbito profesional es una pérdida de tiempo y recursos, además de un engaño a la sociedad. Por ejemplo, un gerente que no sabe dirigir, una abogada que defiende con tinterilladas, un psicólogo que manipula a sus pacientes. Este también es el caso de los efectivos policiales. La crisis del sistema educativo y el deterioro de la institución han dado como resultado que tengamos en las calles a cientos de policías a los que las escuelas de formación nunca les enseñaron cómo hacer su trabajo correctamente.

Hace cuatro años, en medio de una delegación de facultades, el gobierno de turno dictó el Decreto Legislativo 1151, Ley del Régimen Educativo de la Policía Nacional del Perú (PNP), que cambió algunos aspectos de la formación policial. Pero en la realidad no transformó el sistema. Teníamos una mejor ley, pero no policías mejor preparados, porque las mismas viejas prácticas educativas se mantuvieron.

En el marco de la actual delegación de facultades, el gobierno ha emitido el Decreto Legislativo 1318, que regula la formación profesional de la PNP y trae algunos elementos que se deben resaltar.

La principal novedad es la creación de la Escuela Nacional de Formación Profesional Policial como órgano rector de la política de orden interno y seguridad. Aunque suene amplio y difuso, el perfil de la escuela busca aclararse con poco éxito en el artículo 7, al definirla como un órgano de gestión educativa encargado de organizar, impartir, evaluar y certificar la formación profesional de los estudiantes y el personal policial. Ella dependerá de la policía y tendrá control propio de sus recursos, al ser unidad ejecutora.

¿Quiénes conforman su consejo directivo?, ¿cómo ejercerá sus funciones?, son algunas de las preguntas que la ley deja al reglamento. Al igual que otras preguntas importantes: ¿cuál es su relación con la Dirección Ejecutiva de Educación y Doctrina de la PNP?, ¿deberá –como sería recomendable– ser un civil quien esté a cargo de esta escuela?

La ley es corta y deja mucho a los reglamentos. El principal de ellos deberá emitirse a más tardar a inicios de marzo y su aprobación condiciona la entrada en vigencia de la misma ley. Es decir, si no sale el reglamento, no hay ley vigente. Peligrosa condición.

Finalmente, resalto tres temas positivos. El primero es que el artículo 16 pone énfasis en la necesidad de que los policías produzcan conocimiento científico, lo cual es una de las tareas básicas de los espacios académicos. El segundo es que está en la ley que no se sancionará a estudiantes por gestación, maternidad, paternidad. Y, tercero, en el largo listado de infracciones disciplinarias, además de las evidentes (asesinato, agredir u ofender física o verbalmente, acoso, etc.), el plagio será duramente sancionado. Hay muchos otros puntos para comentar, pero el espacio es limitado.

¿Será este el fin de la larga noche de la educación policial? No lo sabemos. Las prácticas institucionales que corroyeron el proceso de reforma iniciado en el 2002 y que convirtieron en papel mojado el Decreto Legislativo 1151 están fuertemente asentadas en la cultura policial (y en la sociedad peruana, en general). Por eso, es estratégicamente correcto que el cambio en la educación policial se dé como parte de una reforma mayor, que promueve una cultura institucional distinta. Para el bien de los ciudadanos y en detrimento de los delincuentes, nos conviene que este cambio tenga éxito.

PD. Conozco muchos efectivos policiales, varones y mujeres, en actividad y en retiro, que han logrado superponerse a la deficiente educación que recibieron. Ellos han conseguido, por sus propios méritos, lo que el sistema educativo les negó. Lograr una formación policial de calidad es una reivindicación al esfuerzo extra que ellos debieron hacer para honrar el uniforme.

Fuente: http://elcomercio.pe/opinion/colaboradores/fin-larga-noche-cesar-bazan-seminario-noticia-1959924

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Molinos Trump

Por VALERIA LUISELLI

Además de las clases regulares, Haff se inventa proyectos imposibles y los hace posibles

En estos últimos años he viajado mucho por Estados Unidos, cruzado más de veinte Estados, tomando notas para un futuro libro. Está el país pujante de las costas Este y Oeste, el país de las instalaciones de Google, el país de Wall Street, el país de los resorts y clubs de golf. También está el país de los suburbios de la clase media, disciplinada, creyente y conservadora. Y está, por supuesto, el enorme país del abandono: fábricas cerradas, gasolineras cubiertas de hiedra, moteles con ventanas rotas, los colchones de sus antiguas habitaciones pudriéndose al sol en los estacionamientos vacíos. Ése es el país de las estrepitosas tasas de desempleo; de la ausencia de un sistema de bienestar social real o sólido; el país de migrantes hacinados en viviendas que se caen a pedazos; el país donde se ven hileras de junkies pidiendo dinero: jóvenes y viejos, en su mayoría blancos, adictos al meth o a la heroína.

No hay que viajar muchos kilómetros para encontrarse con ese país del gran abandono. La América profunda está en todos lados. Pero en ese mismo país sin expectativas ni futuro hay, a veces, pequeñas-grandes excepciones. En un barrio de Brooklyn, Nueva York —a la vez muy lejos y muy cerca de las zonas hipster, con sus parques bien cuidados y restaurantes veganos—, hay un pequeño oasis que se llama Still Waters in the Storm. Desde hace años, su fundador, Stephen Haff, recibe ahí a niños migrantes o hijos de migrantes para ofrecer, sin costo, clases de literatura, escritura creativa, música y latín.

Además de las clases regulares, Haff se inventa proyectos imposibles y los hace posibles. El más reciente, el Proyecto Quijote, consiste en 20 niños de entre 7 y 17 años que, dos veces por semana, se sientan a leer Don Quijote en voz alta, y luego traducen al inglés lo que leyeron. Van a traducir la novela completa. La traducción que están haciendo no es sólo de un idioma a otro, sino también de una época y circunstancia remota a una actual. En el Don Quijote que están reescribiendo los niños, el ingenioso hidalgo no es un viejo manchego, sino un grupo de veinte niños hispanos que viven en el Brooklyn de hoy. Platicando con uno de los niños, hace unos días, me dijo que él se imaginaba las Torres Trump como los molinos ésos.

Ya era hora de que el fantasma del caballero de La Mancha viniera a visitar este mundo tan abandonado y a merced de tantos cretinos; que viniera a enseñarles a niños hispanos a usar bien la espada de la lengua y el escudo de la imaginación.

Fuente: http://elpais.com/elpais/2017/01/15/opinion/1484505545_437162.html

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Razones científicas para leer más de lo que leemos

Por Ignacio Morgado Bernal

La lectura, además de mejorar la empatía y la comprensión de los demás, es uno de los mejores ejercicios posibles para mantener en forma el cerebro y las capacidades mentales.

El informe La lectura en España 2017, encargado por la Federación de Gremios de Editores (FGEE), alerta de que los españoles no conseguimos aumentar nuestro nivel de lectura, pues estamos estancados en cifras que indican, según el último barómetro del CIS, que cerca de un 40% de los ciudadanos no leyó ni un libro en 2015. Ante esta situación el Gobierno parece tener en ciernes un Plan Nacional de Fomento de la Lectura incluido en el llamado Plan 2020 de acción cultural.Démosle pues al Gobierno y su Ministerio de Cultura argumentos científicos, particularmente desde la neurociencia, para seguir adelante con ese plan y llevarlo a cabo con éxito.

La lectura es uno de los mejores ejercicios posibles para mantener en forma el cerebro y las capacidades mentales

La lectura es uno de los mejores ejercicios posibles para mantener en forma el cerebro y las capacidades mentales. Es así porque la actividad de leer requiere poner en juego un importante número de procesos mentales, entre los que destacan la percepción, la memoria y el razonamiento. Cuando leemos activamos preferentemente el hemisferio izquierdo del cerebro, que es el del lenguaje y el más dotado de capacidades analíticas en la mayoría de las personas, pero son muchas más las áreas cerebrales de ambos hemisferios que se activan e intervienen en el proceso. Decodificar las letras, las palabras y las frases y convertirlas en sonidos mentales requiere activar amplias áreas de la corteza cerebral. Las cortezas occipital y temporal se activan para ver y reconocer el valor semántico de las palabras, es decir, su significado. La corteza frontal motora se activa cuando evocamos mentalmente los sonidos de las palabras que leemos. Los recuerdos que evoca la interpretación de lo leído activan poderosamente el hipocampo y el lóbulo temporal medial. Las narraciones y los contenidos sentimentales del escrito, sean o no de ficción, activan la amígdala y demás áreas emocionales del cerebro. El razonamiento sobre el contenido y la semántica de lo leído activan la corteza prefrontal y la memoria de trabajo, que es la que utilizamos para resolver problemas, planificar el futuro y tomar decisiones. Está comprobado que la activación regular de esa parte del cerebro fomenta no sólo la capacidad de razonar, sino también, en cierta medida, la inteligencia de las personas.

El razonamiento sobre el contenido y la semántica de lo leído activan la corteza prefrontal y la memoria de trabajo

La lectura, en definitiva, inunda de actividad el conjunto del cerebro y refuerza también las habilidades sociales y la empatía, además de reducir el nivel de estrés del lector. En ese sentido debemos resaltar el excelente trabajo de revisión del novelista y psicólogo Keith Oatley, de la Universidad de Toronto, Canadá, recientemente publicado en la revista científica CellPress y titulado Fiction: Simulación of Social Worlds (Ficción: Simulación de mundos sociales), destacando que la literatura de ficción es la simulación de nosotros mismos en interacción. Tras un riguroso y elaborado repaso de datos y consideraciones sobre psicología cognitiva, Oatley concluye que ese tipo de literatura al ser como una exploración de las mentes ajenas hace que quien lee mejore su empatía y su comprensión de los demás, algo de lo que estamos muy necesitados. Esa conclusión es además avalada por neuroimágenes, es decir, por datos científicos que exploran la actividad cerebral relacionada con ese tipo de emociones. La ficción que incluye personajes y situaciones complejas puede tener efectos especialmente beneficiosos. Así y como ejemplo, un trabajo recientemente publicado muestra que la lectura de Harry Potter puede disminuir los prejuicios de los lectores.

La ficción que incluye personajes y situaciones complejas puede tener efectos especialmente beneficiosos

Todo ello sin mencionar la satisfacción y el bienestar que proporciona el conocimiento adquirido y cómo ese conocimiento se transforma en memoria cristalizada, que es la que tenemos como resultado de la experiencia. El libro y cualquier lectura comparable son, así, un gimnasio asequible y barato para la mente, el que proporciona la mejor relación costo/beneficio en todas las edades de la vida, por lo que debería incluirse en la educación desde la más temprana infancia y mantenerse durante toda la vida. Cada persona debe elegir el tipo de lectura que más le motiva y conviene. Los niños deben ser estimulados a leer con lecturas adecuadas a su edad y los mayores deben procurarse todo el auxilio que requieran sus facultades visuales para poder seguir leyendo y manteniendo en forma su cerebro cuando envejecen. Un motivo añadido para que los mayores sigan leyendo es la plausible creencia de que no somos verdaderamente viejos hasta que no empezamos a sentir que ya no tenemos nada nuevo que aprender.

Fuente: http://elpais.com/elpais/2017/01/11/ciencia/1484155657_662258.html

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Cómo los logros de los países en vías de desarrollo varían

Por Claudia Garcia

A pesar de un aumento masivo de la matrícula escolar en los países en desarrollo, los niveles de aprendizaje se han quedado atrás. Sin embargo, el rango en el rendimiento promedio de los estudiantes es grande: En la evaluación PISA 2012 (de 15 años de edad), estudiantes vietnamitas obtuvieron puntuaciones más altas que las de los EE.UU. y el Reino Unido, pero el Perú ocupó el último lugar (OCDE 2012). La magnitud de la diferencia entre estos dos países en desarrollo fue de 1,4 desviación estándar (SD); para la comparación de la diferencia entre los EE.UU. y Finlandia era 0.38SD.

Qué parte de esta brecha refleja las diferencias en la productividad de los sistemas educativos, a diferencia de otros factores tales como la nutrición, los choques de la primera infancia, o las dotaciones. Una cuestión política crucial relevante para el gasto en educación sustancial, gira en torno al mundo.

La brecha de rendimiento entre Perú y Vietnam son modestos en el ingreso a la escuela y crecen rápidamente.

Utilizando datos de panel único con pruebas comparables, en primer lugar hay que establecer que hay poca diferencia entre la capacidad de los estudiantes peruanos y vietnamitas antes de entrar a la escuela, a los 5 años.

¿Qué podría explicar esta diferencia en el efecto de un año escolar? 

Esta estimación de la escolarización la productividad, la cantidad que un estudiante aprende por año de escolaridad, es un parámetro de nivel del sistema. Semejante a un parámetro PTF, que refleja el efecto compuesto del esfuerzo de los maestros, alumnos y padres, la calidad de enseñanza y planes de estudio o la gestión escolar.

Si bien no se puede investigar directamente las fuentes de las diferencias de productividad con estos datos, se puede comparar las características de los sistemas educativos. En general, hay poca diferencia entre las dos muestras en el gasto por estudiante, la proporción alumno-profesor, la proporción de docentes cualificados o total de horas dedicadas a las actividades académicas por día.

Una advertencia final se relaciona con la “cultura”. Los resultados descartan que los estudiantes vietnamitas, independientemente de la escolarización, los alumnos son más rápidos. Las diferencias culturales que interactúan con la educación, por ejemplo, en relación con la motivación del estudiante. Al traducirse en resultados de las pruebas, estas diferencias deben ser mediadas a través del esfuerzo del estudiante y el maestro o cómo se organiza la enseñanza. La literatura de intervención en educación ha demostrado que estos comportamientos son maleables. Y así, poco sugiere que las diferencias calificación en las pruebas son inmutables o que las diferencias culturales, incluso si son parte de la historia, limitan el papel de la política.

¿Qué podemos sacar de este?

  1. Los países en desarrollo típicos tendrán que casi duplicar su productividad año escolar con el fin de ponerse al día con los niveles de la OCDE para el logro: El sistema peruano es probablemente similar a muchos países en desarrollo. La casi duplicación de la productividad que se requiere de los estudiantes peruanos para ponerse al día con el sistema vietnamita (que se encuentra en los niveles de la OCDE para el logro) ilustra la magnitud del reto al que se enfrentan los sistemas educativos agitados.
  2. Los primeros años de educación son un periodo crítico de divergencia: Por lo menos para estos dos países, la puntuación de la divergencia de prueba en la enseñanza primaria es sustancial. Esto no solo es importante para la política, sino también para la investigación: incluso si eran PISA para ir a más países en desarrollo, la divergencia ocurre mucho antes de la edad de 15 años de pruebas. La comprensión de este cuidado requerirá datos a edades más tempranas.
  3. Se necesitan mediciones más comparables de resultados de las pruebas y de los procesos a nivel de la escuela: Esto es factible y podría ayudar a responder a las preguntas de fondo que nosotros no hemos podido todavía. Para entender por qué la productividad difiere según los países, también se necesitan medidas comparables de los procesos a nivel de escuela.

Fuente: https://revistaeducacionvirtual.com/archives/2813

Imagen: https://revistaeducacionvirtual.com/wp-content/uploads/2017/01/ni-os-estudiando-730

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Neuroeducación: El aspaviento de PISA y calidad educativa

Por: Carlisle González Tapia

La propuesta del Modelo Neuroeducativo gira en torno a la calidad de la educación. En un período muy corto de apenas unos 15 años, científicos y educadores han abarrotado el espectro de la Educación Mundial con los resultados de los descubrimientos del cerebro aplicados al proceso enseñanza-aprendizaje. Las afirmaciones comprobadas de la necesidad de unir el cerebro con la educación para garantizar la calidad de ésta, han copado las agendas de Congresos, Conferencias, Entrevistas, Cursos, Libros y otras prótesis memorísticas. Es mucho lo que las Neurociencias han descubierto y han divulgado sobre la gran ventaja que implica aplicar el cerebro a la educación. A pesar de ello, la indiferencia de Gobiernos y autoridades educativas es pasmosa. Jensen (2004 y 2010) ha insistido en que constituye una irresponsabilidad seguir ignorando lo que significa el cerebro para la calidad de la educación.

La UNESCO, como rama cultural de la ONU, y otras instituciones internacionales que huelen a geopolítica, no se cansan de proponer Proyectos, Planes y Programas que solo se ocupan de la cobertura educativa y aun ésta se queda inconclusa porque los gobiernos que le dan sustento a estas entidades parasitarias firman y se comprometen con todo lo que les proponen, pero solo firman y se comprometen.

Las dos instituciones internacionales más visibles y abarcadoras que han asumido como misión la evaluación de la calidad de la educación en el mundo son la Asociación Internacional para la Evaluación del Rendimiento Educativo (IEA, sigla en inglés), en Amsterdan, Países Bajos, y la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), en París, con sus respectivos Programas denominados TIMSS y PISA, siglas en inglés de Trends in International Mathematics and Science Study (Tendencias Internacionales de Estudios de Matemáticas y Ciencias) y Programme International Student Assessment (Programa Internacional para la Evaluación de Estudiantes), respectivamente.

La Evaluación de la Calidad Educativa en el mundo que lleva a cabo la OCDE y que denomina PISA es la que, en los últimos 15 años, ha tenido mayor repercusión y producido mayor número de reacciones adversas, fundamentalmente en aquellos países como Estados Unidos, Alemania, Inglaterra y Francia que se tenían como los poseedores de la mejor educación y que se creen que deben ocupar los primeros lugares en todo lo que se considera “bueno”. Pues sucede que PISA ha venido a demostrar que en materia de educación las cosas no son tan “buenas” como se pensaba.

Subjetivamente siempre se creyó que los países con mejor sistema educativo eran aquellos países ricos que podían invertir más dinero en lujosas instalaciones y en contratar mayor número de maestros. PISA colocó su atención evaluativa en la calidad de la educación, es decir, no evalúa “conocimientos” sino “las habilidades” adquiridas con sus estudios en tres áreas del conocimiento que son vitales para la vida adulta: Comprensión y manejo de textos escritos (Lectura), Solución de problemas de la vida cotidiana (Matemáticas) y Solución de problemas de Salud y Alimentación (Ciencias Naturales).

Las evaluaciones de PISA se aplican cada tres años a jóvenes de 15 años y la primera se efectuó en el año 2000. Participaron 32 países y, para sorpresa de todos, la evaluación más alta correspondió a un pequeño país de unos cinco millones de habitantes del norte de Europa llamado Finlandia, que siguió liderando las evaluaciones hasta el 2006, quedando en las siguientes evaluaciones en lugares muy cercanos al primero, solo desplazada por países asiáticos (China, Singapur, Corea).

Desde el 2001 se ha sabido que los países de América Latina que han estado participando de estas evaluaciones (México, Chile, Uruguay, Argentina, Perú) sistemáticamente han estado tomando los últimos lugares y que Alemania, Estados Unidos, Inglaterra, Francia y España han estado muy lejos de los primeros lugares. Conociendo esta realidad, por qué aspavientarse por el hecho natural de que la República Dominicana ocupara, de los 70 países que participaron en la evaluación del 2015, el lugar número 70 en Matemáticas, el número 70 en Ciencias y el número 66 en Lectura? Es natural porque entre Finlandia y República Dominicana la distancia que las separa geográficamente es exactamente la misma que las separa en sus respectivos sistemas educativos.

Fuente: http://hoy.com.do/neuroeducacion-el-aspaviento-de-pisa-y-calidad-educativa/

Imagen: hoy.com.do/wp-content/uploads/2017/01/o1-24-622×450.jpg

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INEE, federalismo y evaluación

Por: Carlos Ornelas

En el ámbito de la educación mexicana seguimos discutiendo asuntos que nunca existieron más allá de la Constitución. El artículo 40 establece: “Es voluntad del pueblo mexicano constituirse en una República representativa, democrática, laica, federal, compuesta de estados libres y soberanos en todo lo concerniente a su régimen interior; pero unidos en una federación establecida según los principios de esta ley fundamental”.

A lo largo de la historia, el cuarto adjetivo, federal, ha sido una ficción; en realidad, la unión, no fue con base en principios —aunque la Constitución es centralista en sí misma— sino en la institución de un Ejecutivo federal fuerte y —casi— omnipotente. Pero nos empeñamos en vivir en la fábula y continuamos hablando de federalismo; y, además, con apellido: real, auténtico, nuevo, como integración horizontal y simétrica y, el que está de moda, colaborativo.

El número 6 de la Gaceta del Instituto Nacional para la Evaluación de la Educación, conjunta —de manera creativa, lo reconozco— nociones de federalismo con la evaluación; el vehículo: las capacidades locales. Aunque en la mayoría de las piezas predomina cierto tono prescriptivo, contiene elaboraciones de valía conceptual.

En las entrevistas a dos integrantes de la Junta de Gobierno del INEE, Teresa Bracho y Margarita Zorrilla, y en la pieza de Francisco Miranda, alto funcionario del Instituto y director de la gaceta, se nota más ese enlace entre federalismo —que cada uno entiende de manera distinta— con evaluación, donde sí tienen coincidencias en su noción.

El propósito de los autores de los artículos, que incluye a investigadores de la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales, entre ellos al exsubsecretario de Educación Básica, Lorenzo Gómez Morín, es anunciar que algo novedoso se construye bajo el manto de la reforma de 2013: la política nacional de evaluación educativa. Ellos concuerdan en que la base de ese federalismo —nuevo o colaborativo— se encuentra en el Sistema Nacional de Evaluación Educativa. El propósito: fortalecer las capacidades locales para que cada estado cuente con un programa propio, a imagen y semejanza del nacional, digo yo.

No pongo en tela de juicio las intenciones de los escritores. No parten de visiones ingenuas. Francisco Miranda sintetiza la crítica a lo existente en diez puntos, todos pertinentes para la estructura de su argumento. Entresaco el asunto 6: “la división perversa del trabajo entre la capacidad local de resolver conflictos y la (in)capacidad federal de darle racionalidad técnica e institucional al sistema educativo” (p.29).

Los autores de los ensayos no lo dicen en forma abierta, pero dan a entender que, si siguen sus recomendaciones respecto de la creación de programas estatales de política educativa y se instituyen relaciones intergubernamentales eficaces, será posible avanzar en la mejora de la educación.

No obstante, salvo Teresa Bracho, que hace referencia a la oposición que acomodó el Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación a la descentralización de 1992, parece que los ensayistas no toman en cuenta a este “poder fáctico” que impera en la educación básica de los estados. El SNTE hizo de la descentralización un “feudoralismo”, mientras el gobierno federal instauró el centralismo burocrático.

La Reforma Educativa de 2013 se propuso romper con esa lógica: “retomar la rectoría de la educación”, pero el Presidente ya no es todopoderoso. Además, la tecnología del poder que edificó el gobierno de Peña Nieto, en lugar de aumentar las capacidades del Estado, las disminuyó.

Si es cierto que México desde tiempos inmemoriales ha tenido una vocación centralista (Octavio Paz dixit), pienso que valdría la pena discutir con seriedad las ventajas de un régimen unitario.

Fuente: http://www.educacionfutura.org/inee-federalismo-y-evaluacion/

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Revolucionando el modelo educativo del autismo

Pero hay dos artículos que considero básico leer previo a continuar la lectura de este artículo, ya que contienen datos que les permitirán comprender el verdadero alcance del tema que vamos a tratar, y que influye directamente en lo que en la práctica diaria muchos profesionales ya habían caído en la cuenta, y es que repetir hasta la saciedad de forma mecánica las cosas puede ser un muy mal camino para enseñar al niño con autismo. El primer artículo que deben leer (4 minutos de lectura, contiene vídeo de 7 minutos) es el referido a “La Teoría del paisaje resaltado en el Trastorno del Espectro del Autismo”, y el segundo, un magnífico artículo de David Alejandro Torres (8 minutos de lectura), una de esas joyas que tenemos el gusto de publicar (y que generalmente obtienen escasas lecturas, algo paradójico sin duda), en “Desarrollando una realidad compartida por medio del lenguaje en niños con autismo” podrán encontrar las claves que quizá les hagan falta para poder entender el verdadero alcance de lo que leerán a continuación.

Un estudio publicado en la revista Nature Neuroscience ha tocado el aspecto del modelo educativo basado en la repetición en personas con autismo y sus efectos. Para ello el equipo de investigación creo dos grupos de trabajo, 10 personas con autismo de alto funcionamiento y 9 personas para el grupo de control (Es decir, neurotípicos), quienes participaron en un estudio para evaluar la validez del modelo basado en repetición para poder enseñar habilidades y conocimientos a personas con autismo. El estudio muestra que la formación de las personas con TEA para adquirir nuevos conocimientos mediante la repetición de la información, realmente perjudica su capacidad para aplicar ese conocimiento aprendido a otras situaciones. Este hallazgo cuestiona los enfoques educativos populares diseñados para las personas con TEA que se centran en la repetición. Por ejemplo, a los niños con autismo se les puede enseñar lo que es un perro, mostrándoles una imagen de un perro,  y la repetición de la palabra “perro” una y otra vez. Pero, cuando se les enseña, a continuación, lo que es un gato o incluso muestran a otro tipo de perro, los conocimientos previos no se transfieren, y tienen que aprender esta nueva información a partir de cero.

Este particular se puede dar con la imagen de un automóvil, si mostramos un sedán y lo identificamos con el concepto genérico de «automóvil», quizá cuando vean un todoterreno no sean capaces de incluirlo en el grupo automóvil, y deban de crear modelos de memoria para identificar un sedán, un compacto, un SUV, un todoterreno, una pequeña furgoneta,…, pero que realmente no sean capaces de identificar estos diferentes modelos de vehículo dentro del grupo genérico de automóvil. Identifican de forma individual y no de forma genérica.

Vemos como los aspectos relacionados con las inferencias o la intersubjetividad no se aplican aquí, generando un factor negativo relacionado con la repetición mecánica, ya que la repetición mecanizada obvia estos aspectos, al igual que vimos en uno de los artículos citados en lo referido a la objetividad/subjetividad que afecta a los procesos cognitivos y de aprendizaje.

Han habido pocas investigaciones sistemáticas sobre los mecanismos fundamentales por los que la información es adquirida por las personas con TEA, así como en las posibles razones de su aprendizaje atípico y restringido”, dijo Marlene Behrmann, profesora de Neurociencia Cognitiva de la Universidad Carnegie Mellon, y miembro en el Center for the Neural Basis of Cognition (CNBC). “Este estudio comienza a arañar la superficie del fenómeno.”.

Para el citado estudio, y usando una pantalla de ordenador, un grupo de adultos con TEA y un grupo de control, fueron entrenados para encontrar la ubicación de tres barras diagonales rodeadas por líneas horizontales. Se pidió a ambos grupos que identificaran las barras diagonales durante ocho sesiones de práctica diaria y se midió su velocidad y precisión en la respuesta. Las barras quedaron en el mismo lugar durante los primeros cuatro días y fueron re-ubicadas a un segundo lugar en la pantalla durante cinco a ocho días. Los resultados mostraron que durante los primeros cuatro días, con las barras diagonales en el primer lugar, el aprendizaje fue equivalente para el grupo con TEA y el grupo de control. Sin embargo, una vez que la ubicación de las barras diagonales cambió, hubo una diferencia sustancial. Para el grupo de control la transición se llevó a cabo sin problemas en el nuevo contexto y su rendimiento siguió mejorando. Sin embargo, los participantes con TEA tuvieron mal desempeño cuando se cambió la ubicación de destino y no fueron capaces de mejorar su rendimiento, lo que indica que no han recibido ningún beneficio del aprendizaje inicial de la primera ubicación. Aún más interesante, nunca fueron capaces de aprender la segunda ubicación, tal y como sí sucedió con la primera, lo que demuestra una injerencia en el aprendizaje que puede reflejar las consecuencias de la extensa repetición.1

Es como si hubieran mostrado un aprendizaje específico, fijo e inflexible, ya que el aprendizaje de la primera ubicación influyó negativamente en su capacidad para aprender la segunda ubicación”, dijo Hila Harris, autora principal del estudio, del Instituto Weizmann. “Era crucial establecer el experimento de esta manera para que nosotros, inicialmente, pudiéramos observar el aprendizaje en las personas con TEA en una tarea sencilla, bien establecida, pero luego también documentar la dificultad en la transferencia del conocimiento según el experimento avanzaba”, dijo Dov Sagi del Instituto de Ciencia Weizmann.

A continuación, los investigadores buscaron la manera de eludir la especificidad. Con un nuevo grupo de adultos con TEA y control, repitieron el mismo experimento, pero esta vez en ocasiones insertaron pantallas “ficticias” que no contenían ninguna barra diagonal.

Esta vez, cuando la ubicación de las barras cambió en el quinto día, el grupo TEA aprendió de manera eficiente la nueva ubicación.

Nuestra conclusión es que, si por cualquier motivo, la repetición se rompe, esta «pausa» permite que el sistema visual tome algo de tiempo para descansar, permitiéndoles  aprender de manera eficiente y luego generalizar”, dijo David Heeger de la Universidad de Nueva York. “La estimulación repetida conduce a la adaptación sensorial la cual interfiere con el aprendizaje al hacer que éste adapte a condiciones específicas. Sin la adaptación, el aprendizaje es más eficiente y se puede trasladar a otros modelos”.

Las personas con autismo necesitan ser enseñadas en maneras que apoyen o promuevan la generalización y no en formas que refuercen más la especificidad”, dijo Nancy Minshew, profesor de psiquiatría y neurología en la Universidad de Pittsburgh y en la articulación de la CMU-Pitt CNBC. “Por ejemplo, en el contexto de aprender lo que es un perro, el uso de una amplia gama de ejemplos de perros, e incluso otros animales, de forma más generalizada, incorpora la variabilidad desde el principio y promueve el aprendizaje de un concepto amplio en lugar de un ejemplo específico.”

Este tipo de estudios deben promover el uso de metodologías de aprendizaje que no se basen en modelos instructivos, ya que éstos van a incidir en potenciar modelos rígidos que no van a beneficiar para nada el aprendizaje posterior, potenciamos patrones rígidos y con poca capacidad de generalizar, y esto en suma va a complicar la adquisición de conocimientos más abstractos. Incluso en el modelo de relaciones sociales podemos evitar que se generen esos patrones mentales que permitan esa flexibilidad tan importante a la hora del día a día. Son innumerables los testimonios de familias y personas con autismo que precisamente inciden en esta rigidez a la hora de enfrentar situaciones -a veces muy cotidianas- que requieren de cierta capacidad de generalizar para poder resolver de forma satisfactoria una situación. Volvamos por un instante al tema del automóvil, si un chico fija la idea de automóvil en el sedán familiar y le dicen, no cruces la calle si ves acercarse un automóvil, y resulta que lo que viene es un SUV y el SUV no lo he integrado en el concepto general de automóvil, ¿cruzo o no? No obviemos la rigidez propia del autismo, o la literalidad.

Pero de igual forma debemos ser cuidadosos de no incurrir en confusión, de ahí que el uso de apoyos visuales se conviertan en poderosos aliados. De la misma forma que trabajar absurdos visuales es necesario, y bien hecho tremendamente divertido, podemos hacer lo mismo para trabajar la generalización de una forma adecuada. El juego como siempre se convierte en un increíble aliado para evitar que el niño se aburra y que aumente la atención, y de la misma forma potenciamos el propio interés del niño. Trabajar con modelos que nos ayuden a una naturalización del proceso de aprendizaje, incorporando el ensayo en contextos naturales, dará un resultado no solo más duradero, sino que generará la capacidad de la persona para extrapolar aprendizajes a situaciones diferentes.

Bibliografía:

Hila Harris, David Israeli, Nancy Minshew, Yoram Bonneh, David J Heeger, Marlene Behrmann, Dov Sagi. Perceptual learning in autism: over-specificity and possible remedies. Nature Neuroscience, 2015; DOI: 10.1038/nn.4129

Con información provista por la Carnegie Melon University, de la nota de prensa de Shilo Rea, y de la nota de prensa de la revista Nature Neuroscience “Releasing the handbrake on autism”.

Fuente: https://autismodiario.org/2015/10/18/revolucionando-el-modelo-educativo-del-autismo/

Imagen: https://i1.wp.com/autismodiario.org/wp-content/uploads/2015/10/educacion.jpg?resize=750%2C400&ssl=1

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