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La globalización amenaza las expresiones culturales latinoamericanas

Perú/ 29 de Mayo de 2016/El Diario. es

Entrevista a: Silvia Rosa Martínez.

Las expresiones culturales latinoamericanas están siendo amenazadas por la globalización y las nuevas tecnologías, lo que genera la grave consecuencia de que los pueblos estén comenzando a perder su identidad, afirmó la experta peruana en Patrimonio Cultural Inmaterial, Silvia Rosa Martínez.

En una entrevista con Efe, la directora ejecutiva del Centro Regional para la Salvaguardia del Patrimonio Cultural Inmaterial para América Latina (Crespial) afirmó que la cultura es un componente importante para sostener la diversidad, pero que la globalización está acabando con ella.

 «Todas las expresiones culturales están amenazadas en el futuro por la globalización. La homogeneización de la cultura por las distintas tecnologías van a hacer que algunas prácticas se pierdan con el tiempo», destacó la peruana Martínez.

Según la experta, la modernización lo que ha traído es la homogeneización de la cultura, lo que significa que muchos elementos se parecen, como por ejemplo, la artesanía local que se produce en Costa Rica son objetos que se pueden encontrar en Chile, Argentina, Perú, o hasta son hechos en China o Taiwán.

«En todas las ferias venden lo mismo, los chicos consumen lo mismo, eso genera que se empiece a perder eso que nos identificaba, eso que nos hacía diferentes, y nos vamos pareciendo mucho más, por lo que también vamos perdiendo el valor y el respeto a la diferencia, a la diversidad cultural», dijo Martínez.

La directora ejecutiva de Crespial se encuentra en Costa Rica como invitada especial del Ministerio de Cultura y Juventud para que imparta un taller sobre la sensibilización, identificación y expresiones del Patrimonio Cultural Intangible costarricense.

El Crespial, con sede en Perú, es un centro de categoría dos de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco) que está dedicado a fortalecer las capacidades para que los países puedan potenciar su patrimonio inmaterial por medio de espacios educativos, cursos, capacitaciones, intercambio de experiencias y espacios de difusión.

El Patrimonio Cultural Inmaterial abarca todas aquellas expresiones culturales que son parte de la identidad de un país, de una región o de un pueblo y que buscan ser heredades en el futuro. Un patrimonio cultural vivo.

Algunos de los ejemplos más populares son el tango, danza característica de Argentina; el carnaval de Barranquilla, la fiesta cultural más importante de Colombia; el círculo de capoeira, una práctica de lucha y danza afrobrasileña; o el carnaval de Oruro, la máxima representación de las festividades en Bolivia.

Aunque también existen otras expresiones menos reconocidas como el boyeo, un desfile de carretas con sus respectivos bueyes que se realiza en la zona rural de Costa Rica, así como la ceremonia de la Nan Pa’ch, un ritual de veneración del maíz en Guatemala, o el tradicional tejido del sombrero de paja toquilla, que realizan los agricultores del litoral de Ecuador.

«Hay algunas tradiciones culturales que vemos como ‘simples’ pero no nos damos cuenta que generan un paisaje cultural en el cual el país se ve beneficiado. El mundo está pensando en la economía con el valor agregado, si no contamos con el valor agregado no tenemos cómo competir, pero ese valor agregado es el cultural. El problema es que la gente quiere consumir envasados», manifestó la peruana.

De esta forma el patrimonio cultural no se limita a monumentos, colecciones de objetos o infraestructura, sino que comprende tradiciones heredadas como las artes del espectáculo, usos sociales, rituales, actos festivos, conocimientos y prácticas relativos a la naturaleza y el universo, y saberes y técnicas vinculados a la artesanía tradicional.

«Es un patrimonio vivo pero que consideras que es identitario y quieres que continúe. Sin embargo, Unesco no va a promover todas las expresiones culturales, sino que va a tratar de buscar aquellas que refuerzan la paz mundial o valores éticos sin discriminación racial», manifestó la peruana.

Para Martínez hay mucho retos para los Estados y la misma sociedad, entre ellos, salvaguardar al Patrimonio Cultural Inmaterial, conversar sobre prácticas tradicionales, generar más discursos sobre los beneficios y realizar más estudios e investigación.

Datos de la Unesco indican que actualmente hay 391 expresiones culturales que forman parte del Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad, de ellas, el 11 % requiere medidas urgentes de salvaguardia y solamente el 3 % tiene acciones para su protección.

Fuente: http://www.eldiario.es/cultura/globalizacion-amenaza-expresiones-culturales-latinoamericanas_0_521098250.html

Fuente de la Imagen: https://www.google.co.ve/search?q=amenaza+a+expresiones+culturales&client=firefox-b-ab&biw=1024&bih=489&tbm=isch&source=lnms&sa=X&ved=0ahUKEwiio679ooDNAhUIGh4KHbesAE4Q_AUIBigB#imgrc=5vdN4J0nX5toqM%3A

 

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Aumento del riesgo corporativo en América Latina: En la cuerda floja

Por: Carlos Caceres y Fabiano Rodrigues Bastos

El rápido incremento de la deuda corporativa en América Latina —estimulada por la abundancia de divisas a bajo precio en la última década— ha contribuido a incrementar el riesgo corporativo. La deuda total de las empresas no financieras de la región creció de USD 170.000 millones en 2010 a USD 383.000 millones en 2015. Con la desaceleración del crecimiento potencial en los distintos países de la región, en línea con el final del superciclo de los productos básicos, les será más difícil a las empresas operar con una mayor carga de deuda y márgenes de seguridad reducidos.

En este contexto, las empresas de América Latina se encuentran sobre una cuerda floja. Dado que las condiciones del financiamiento externo se han endurecido, el cruce hacia el otro lado —que deberá realizarse principalmente por medio del ajuste y el desapalancamiento—, aunque necesario, se ha vuelto más riesgoso. Después de haber avanzado un buen tramo, el cruce ha cobrado una mayor peligrosidad a causa de los fuertes vientos en contra, como la desaceleración mundial de la demanda y episodios de volatilidad de mercado exacerbada.

En nuestro último informe regional , y en un documento de trabajo complementario, analizamos más a fondo los factores que generaron riesgo corporativo en América Latina en la década pasada. Utilizamos información financiera de cerca de 500 empresas no financieras que cotizan en bolsa de entre 2005 y 2015 en siete de las economías más importantes: Argentina, Brasil, Chile, Colombia, México, Panamá y Perú. Luego, estudiamos los principales factores que impulsan la dinámica del riesgo corporativo en la región. Analizamos las condiciones al nivel de la empresa, a nivel de los países y a nivel mundial, y los factores que contribuyeron al último aumento del riesgo corporativo.

Señales de alarma

Los datos indican que el riesgo corporativo reflejado en el aumento de los diferenciales de los swaps de incumplimiento del deudor (CDS, por sus siglas en inglés) se incrementó, en efecto, en 2014–15 (véase el gráfico 1), aunque solo en los casos de Argentina y Brasil se acercó a los niveles observados durante la crisis financiera mundial. Aunque no sorprenda, el año en que la mayoría de los precios de las materias primas alcanzaron su nivel máximo (2011) marca el inicio de las diferencias de riesgo entre los países, ampliándose de manera continua desde fines de 2014.

SPA Corporate Risk Chart 1

Nuestros resultados indican lo siguiente:

  • Todas las dimensiones —empresarial, interna y mundial— son relevantes, aunque en distintos grados y con distintas implicancias para cada país. En líneas generales, los factores macroeconómicos internos, en particular el ritmo de la depreciación de la moneda y los cambios en los diferenciales de los bonos soberanos, constituyen factores directos clave que generan una presión al alza sobre el riesgo corporativo desde 2011 (véase el gráfico 2).

SPA Corporate Risk Chart 2

  • Las condiciones externas —en especial los indicadores de aversión al riesgo mundial (como el índice de volatilidad de mercado elaborado por el Mercado de Opciones de Chicago, o índice VIX)— constituyen un factor predominante del riesgo corporativo. Las pruebas de estrés indican que los shocks externos pueden provocar aumentos significativos del riesgo corporativo en la región: que va de 100 a casi 300 puntos básicos en caso de que el crecimiento del índice VIX sea solo la mitad del máximo observado durante la crisis financiera mundial.
  • Los factores macroeconómicos y políticos internos han tenido un rol de particular importancia en las presiones al alza sobre el riesgo corporativo en Argentina y Brasil a través de la depreciación acelerada del tipo de cambio y de una ampliación de los diferenciales de los CDS soberanos, reflejo de considerables desequilibrios macroeconómicos (véase el gráfico 3). El aumento de las vulnerabilidades corporativas en Colombia se ha visto impulsado por la profunda depreciación cambiaria y por el deterioro de la situación a nivel de las empresas. Esto último ha generado presión al alza sobre los diferenciales de los bonos corporativos en Perú. En cambio, Chile, México y Panamá han experimentado presiones mucho más leves sobre el riesgo corporativo dados sus factores internos relacionados con la situación económica.
  • En todas estas economías más importantes de América Latina, las condiciones financieras mundiales benignas (en particular, la baja volatilidad de mercado) han ayudado a contener el riesgo corporativo a pesar del ritmo más lento de la demanda externa y la caída de los precios de las materias primas.

SPA Corporate Risk Chart 3

Minimizar el riesgo

La solidez de los marcos políticos es importante para el riesgo corporativo. En efecto, dado el fuerte vínculo entre los diferenciales de los bonos corporativos y de los bonos soberanos, la estabilidad macroeconómica y la credibilidad de las políticas son una defensa importante frente a las presiones adicionales sobre los diferenciales de los bonos corporativos. Por ejemplo, es fundamental controlar los riesgos de la sostenibilidad fiscal y la inflación, en especial en Argentina y Brasil, a fin de contener el riesgo corporativo.

Sin embargo, dada la importancia de los factores mundiales que impulsan el riesgo corporativo interno, puede ser que la ejecución de políticas macroeconómicas sólidas no sean suficientes; también es imperativo apoyar ajustes microeconómicos subyacentes. Eso significa promover la capacidad de las empresas de realizar los ajustes necesarios. En particular, el desapalancamiento ordenado por medio de soluciones de mercado debe constituir la primera línea de defensa en las empresas más endeudadas. No debe utilizarse capital del sector público para evitar los ajustes necesarios en el sector empresarial. En el caso de las empresas insolventes, la reestructuración y la legislación sobre quiebras deben minimizar tanto los costos administrativos como las pérdidas económicas relacionadas con los incumplimientos.

Por último, es de vital importancia mejorar el seguimiento y la supervisión y poner en marcha políticas macroprudenciales bien orientadas a fin de aliviar los riesgos y efectos derrame, especialmente en el sistema financiero. Las autoridades deben vigilar de cerca los balances de las empresas y flujos de ingreso, particularmente los de las empresas no financieras que revisten importancia sistémica. Las entidades de regulación financiera también tienen un rol clave. La adecuada supervisión consolidada, particularmente en casos de estrecha interrelación entre empresas financieras y no financieras, sigue siendo una herramienta fundamental para mitigar el riesgo.

*Articulo tomado de: http://blog-dialogoafondo.org/?p=6588

*Fuente de la imagen: http://maribelpd.blogspot.com/2011/04/el-riesgo-financiero-y-sus-diferentes.html

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Tratar al público como a niños de once años

Por: Jorge Riechmann

Ah, madurar –la vieja intimación de la Ilustración europea: salir de la minoría de edad de la que nosotros, nosotras mismas somos a la postre responsables…[1]

Hay algo profundamente pueril en las fantasías de omnipotencia en las que nos regodeamos, colectivamente, los habitantes de las sociedades industrializadas.[2] La fantasía infantil de movilidad absoluta e instantánea (la alfombra o la escoba voladora, el deseo que instantáneamente nos transporta a otro lugar o tiempo) la persiguen el fabricante de automóviles y el planificador del transporte. La fantasía infantil de la inmortalidad, de la juventud perfecta, de la curación instantánea, la persiguen por igual el personal sanitario, la industria cosmética y los ingenieros genéticos. La fantasía infantil de la abundancia inagotable y eterna (Jauja, Cornucopia) está escrita en los estandartes de la sociedad de consumo.

Leí hace años en una entrevista con Chicho Ibáñez Serrador, el popular realizador televisivo, una cosa que me impresionó bastante. (Lo impresionante no era el contenido de su afirmación, sino el momento de sinceridad: se estaba diciendo lo que no debía decirse. Se hacía pública una de las verdades centrales de nuestra sociedad, verdad que –para que no se conmuevan los cimientos de la dominación– no puede admitirse que lo sea.) Ibáñez Serrador dijo que, en su trabajo –crear televisión–, él tenía que suponer que se dirigía a chavales de trece o catorce años de edad; tenía que tratar a todo su público como a niños y nunca como a adultos.

Desde entonces, la cosa ha ido a peor. Hoy, una de las reglas básicas en las campañas electorales convertidas en reality shows dice: no subestimar nunca la ignorancia del votante. “La mentira y la exageración han caracterizado las campañas de Donald Trump y Boris Johnson pero Trump ha llevado su menosprecio por el electorado más lejos, limitándose a utilizar lenguaje infantil en sus discursos, declaraciones y tuiteos. Su palabra favorita es yo, la cuarta que más utiliza es Trump, y entre las 13 más utilizadas están perdedor, perdedor total, idiotas, tontos y estúpidos. Un estudio detallado hecho por una universidad de Estados Unidos ha concluido que el vocabulario y la gramática de Trump corresponden a la forma habitual de hablar de niños de once años o menos…”[3]

Enorme es la presión para que no lleguemos nunca a ser adultos, o al menos nos comportemos como niños en los asuntos que nos atañen a todos. (Y con demasiada frecuencia nos plegamos fácilmente a esa presión, abdicamos de nuestra responsabilidad, esquivamos el comprometernos con nuestras propias vidas.) Asistimos a la destrucción del uso público de la razón. Paul Valéry afirmó en cierta ocasión que la política era el arte de mantener a la gente apartada de los asuntos que verdaderamente les concernían: tal es la definición de política que hoy se pone cotidianamente en práctica, a veces cínicamente, a veces ni eso.

“Es verdad que las gentes de hoy en día no creen en la posibilidad de una sociedad autogobernada y esto hace que una tal sociedad sea, hoy, imposible. No creen porque no quieren creer, y no lo quieren creer porque no lo creen. Pero si en alguna ocasión empiezan a quererlo, entonces lo creerán y podrán.”[4]

Quien dice: “los seres humanos son como son, y por ser así su naturaleza nunca se podrá construir con ellos un orden social distinto”, es el mismo que tiene en sus manos el poder (los resortes de socialización, los recursos económicos, los medios de formación de masas, etc) para hacer que los seres humanos sean “como son” –y no distintos.

Quien afirma que no hay alternativas es el mismo que tiene el poder para destruirlas. (Aquel dibujo de no sé qué humorista gráfico. Una voz desde lo alto sentencia: “No estáis preparados para la democracia”. El hombrecillo pregunta: “¿Cómo lo saben?” La voz: “Porque hemos consagrado a ello lo mejor de nuestros esfuerzos”.)

[1] Immanuel Kant, en su celebérrimo opúsculo Qué es la Ilustración, argumentaba: “La Ilustración es la salida del hombre de su autoculpable minoría de edad. La minoría de edad significa la incapacidad de servirse de su propio entendimiento sin la guía de otro. Uno mismo es culpable de esta minoría de edad cuando la causa de ella no reside en la carencia de entendimiento, sino en la falta de decisión y valor para servirse por sí mismo de él sin la guía de otro. Sapere aude! [¡Atrévete a saber!] ¡Ten valor de servirte de tu propio entendimiento!, he aquí el lema de la Ilustración…”

[2] Recupero aquí un fragmento de mi texto inicial en Jorge Riechmann (coord.), Necesitar, desear, vivir, Catarata, Madrid 1998, p. 35-36.

[3] John Carlin, “El salto a la modernidad”, El País, 23 de mayo de 2016; http://internacional.elpais.com/internacional/2016/05/22/actualidad/1463923563_855703.html

[4]  Cornelius Castoriadis: “Una sociedad a la deriva” (entrevista). Archipiélago 17, Madrid 1994, p. 109.

– See more at: http://tratarde.org/tratar-al-publico-como-a-ninos-de-once-anos/#sthash.8qrOg0sH.dpuf

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El aprender-haciendo desde Tecnologías de Información Libres: Yenchi, una herramienta para seguimiento de violencia de género

Contexto

La violencia de género, más específicamente la dirigida contra la mujer sea ésta de origen intrafamiliar o no, en la actualidad como tema de indagación científica, más allá del morbo de los sucesos involucrados, está visibilizada en medios de comunicación gracias a labores de activistas de género.

Sin embargo, esta visibilización es desigual (simplificando los incidentes y normalizando las circunstancias) y en nuestro país no se cuenta aún con el apoyo de herramientas tecnológicas que permitan sistematizar la información y, además, acceder de modo público a ésta de forma fiable, completa, abierta y con acceso a las fuentes primarias y, al mismo tiempo, posibilite su manejo adecuado y su utilización para la construcción de políticas públicas eficaces de atención preventiva de las diferentes realidades involucradas en dicho proceso.

Como colectivo, ActivistasxSL se articula desde el año 2006 agrupando a desarrolladoras de software libre del país, convertidas en activistas en favor del software libre, con el propósito de avanzar hacia una progresiva feminización de quienes trabajan con Tecnologías de Información Libres (TIL) y, al mismo tiempo, hacia la divulgación de los aportes de las mujeres al sector tecnológico, y la apropiación de la tecnología por parte de quienes son activistas naturales de movimientos feministas en el país.

En el cumplimiento de estos cometidos, se han articulado dos Foros de Mujeres y Tecnologías de Información Libres (2011 y 2013) pero también se han realizado actividades para la inclusión tecnológica de mujeres con discapacidades diversas, aunque principalmente visuales, facilitándoles formación en tecnologías libres no sólo para su uso sino también para su apropiación. En retrospectiva es también destacable el avance en la visibilización nacional de compañeras que, desde las TIL, han hecho importantes aportes a desarrollos nacionales y su incorporación a puestos medios y directivos de departamentos y servicios de TIL en el Estado Venezolano.

Sin embargo, como activistas sensibilizadas hacia la causa feminista, y conscientes además del potencial innovador de las TIL y su carácter potenciador en la articulación de tareas colectivas, quedaba la deuda de aportar a la causa feminista desde nuestras áreas de competencia en tecnología, aportando una propuesta realizable y que permitiera, en suma, dar alguna respuesta a necesidades evidentes como la mencionada falta de información fiable sobre incidentes de violencia de género.

El proceso

Con ese propósito, el colectivo ActivistasxSL buscó conocer de primera mano los mecanismos oficiales de manejo de información en situaciones de violencia de género, a fin de investigar los modos en los cuales, desde las TIL podían hacerse aportes para ello.

De la indagación hecha con organismos oficiales, emergió la propuesta de aportar al servicio oficial de denuncia telefónica de agresiones, con una herramienta que permitiera hacer un seguimiento y detección de zonas geográficas con mayor incidencia por tipo de agresión. En términos técnicos, esta propuesta conduce a la construcción de un sistema de información geográfica.

Esta idea viene reforzada por una investigación exploratoria de carácter empírico a fin de conocer de aportes similares por parte de otros colectivos femeninos de tecnologías libres. Al respecto, se localizaron antecedentes muy interesantes de uso de herramientas de geolocalización para representación gráfica de zonas de mayor intensidad de hechos de violencia de género, destacándose experiencias en seguimiento de reportes de ciberacoso, el cual constituye un delito muy importante dado lo efímero de su traza y lo complicado de su rastreo para quien no está familiarizado con el uso de la tecnología.

Una forma pertinente de uso de herramientas de tecnologías de información libres, aplicadas al manejo de información de violencia de género, es a través del desarrollo de sistemas de información geográfica que faciliten la contextualización de los espacios geográficos en los cuales se evidencian estos hechos, mostrando no sólo la representación espacial de hechos delictivos, sino también información adicional que sea de utilidad en la construcción de interpretaciones y análisis posteriores con miras a su atención, mitigación y prevención.

Los Sistemas de Información Geográfica (SIG), son herramientas de apoyo a la visualización y tratamiento de información. En su aplicación, los SIG involucran la geolocalización, agrupan información, tecnologías, metodologías y protocolos para facilitar toda forma de almacenamiento, análisis y manejo de datos geográficos tomados de la realidad y relacionados con dos elementos: la vinculación espacial de los datos colectados y sus características resaltantes.

Por ello, la construcción de sistemas de información geográfica implica la vinculación directa de los datos con las tecnologías de información y comunicación, que facilitan la construcción de mapas e imágenes con información, y también su almacenamiento, análisis y procesamiento posterior.

La acción preventiva de la violencia de género y las tareas de asistencia inmediata y posterior a las víctimas emprendidas por instituciones oficiales y por activistas, también pueden beneficiarse, de la utilización de la tecnología y el conocimiento disponibles en cuanto al seguimiento geoespacial y situacional utilizando la tecnología y el conocimiento útil para tareas de seguridad, además de las tareas propias del ejercicio de la inteligencia de servicios policiales sensibilizados hacia el tema.

La evidencia recabada en el estudio preliminar hecho por ActivistasxSL, reveló la necesidad de aplicar políticas integrales de prevención y atención de la violencia de género, lo cual supone orquestar, conduciendo desde la perspectiva interinstitucional sensibilizada hacia esta realidad, diversas aristas de atención a los problemas identificados. Desde la perspectiva de los cuerpos de seguridad, esto pasa por el fortalecimiento y la profesionalización de éstos y supone también su familiarización y adiestramiento con el uso de tecnologías de información y comunicación. Desde la perspectiva de instituciones públicas, supone la sensibilización hacia el tema de la violencia de género como una realidad mucho más frecuente de lo que es admitido, lo cual supone además de una definición clara de políticas de manejo, digitalización y automatización de la información, la realización de tareas de sensibilización en estos temas dirigidos a la población en general y a funcionarios y funcionarias en particular.

La Propuesta

En vista de los hallazgos preliminares, tanto en temas de manejo oficial de información sobre violencia de género, como en cuanto a aportes hechos desde otros colectivos de activistas feministas de tecnologías de información libres, se plantea en ActivistasxSL la posibilidad de construir o reutilizar una herramienta de SIG libre para apoyar el proceso de manejo de información sobre hechos de violencia de género en nuestro país.

 

Es allí donde las experiencias acumuladas por las integrantes de ActivistasxSL en socialización, uso, desarrollo e implementación de plataformas de tecnologías de información libres, supusieron un valor agregado para la construcción de la propuesta. En específico, el manejo instrumental básico de una herramienta como Ushahidi (http://ushahidi.com) para la representación geoespacial de distintos sucesos, por parte de activistas del colectivo supuso un elemento de peso en la valoración de cuál opción utilizar en la propuesta definitiva.

 

Así, ActivistasxSL optó por adaptar una interfaz web para un sistema de representación geoespacial de incidentes de violencia de género, valiéndose de herramientas de software libre, a fin de reflejar esta información en el ámbito nacional. Con el propósito de ofrecer esta herramienta al Ministerio del Poder Popular para la Mujer, se exploraron varias alternativas tecnológicas y se establecieron protocolos de revisión y de pruebas.

 

Entre las opciones de tecnologías libres examinadas por el colectivo, se evaluó la herramienta Ushahidi[1], que es una aplicación web, basada en PHP v5.2.3+ y MySQL v5.1+, que puede servirse desde Apache v1.3+, Apache 2.0+, o lighttpd, diseñada inicialmente para atender denuncias ciudadanas en tiempo real durante la violencia post-electoral en Kenia durante el 2008. Su potencial radica en la representación geográfica de reportes y la opción de facilitar la interacción transmedia de sus usuarios, proveniente de distintas fuentes como feeds de páginas de noticias, correo electrónico, plataformas de redes sociales y mensajería de texto entre otras.

 

En este sentido, para los propósitos planteados por ActivistasxSL, la posibilidad de representar información sobre un plano cartográfico, visualizarla en tiempo real y garantizar al mismo tiempo su almacenamiento en una matriz de metadatos representó, junto a su facilidad de uso, portabilidad y simplicidad, las mejores características de Ushahidi.

 

Por otro lado, Ushahidi ha sido utilizada en varios países por activistas feministas para representar distintos tipos de violencia contra la mujer. Entre sus implementaciones para este propósito destacan el proyecto de lucha contra la violencia de género de Camboya (nominado por la ONU para el Premio de la cumbre Mundial del 2013), React! plataforma colaborativa para compartir información entre personas afectadas por violencia de género y Actí, gaviota en guaraní, plataforma de similares características propuesta para ser utilizada en Paraguay.

 

Finalmente, el uso de Ushahidi como herramienta para el sistema geoespacial propuesto, supone el respeto a consideraciones al marco legal vigente en país que establece, en la Ley de Infogobierno, la obligatoriedad tecnologías de información en su gestión interna e interrelación con otros entes y el Poder Popular (Artículo 6 ) y el uso privilegiado de programas informáticos en software libre a fin de “garantizar al Poder Público el control sobre las tecnologías de información empleadas y el acceso de las personas a los servicios prestados” (Artículo 34).

 

Es así como a finales del año 2014, se optó, como solución tecnológica en la propuesta por el uso de Ushahidi en una implementación llamada Yenchi donde se manejaría la información geográfica a través de su instalación en la dirección url https://yenchi.activistasxsl.org.ve. (ver Gráfico No.1)

 

Gráfico No.1

Gráfico1

Captura de pantalla de instancia de Yenchi

Fuente: Elaboración propia

 

Yenchi es un vocablo pemón con el que el padre nombra a su hija, la madre utiliza el vocablo urume para referirse a su hija. El nombre de Yenchi para la plataforma de reportes de violencia de género, se escoge por la particular perspectiva desde ActivistasxSL sobre la tecnología libre como un espacio, más, de cuidado para la formación y desempeño integral de la mujer.

 

En el proceso de articulación de la plataforma, se tomaron reportes hechos a través de noticias en distintos puntos del país, representándolos en distintas categorías habilitadas, en concordancia con las descripciones presentadas, a fin de validar su funcionamiento, tal y como se detalla en el Gráfico No.2.

 

Gráfico No.2

Gráfico2

Instancia de Yenchi y categorías de reportes habilitados

Fuente: Elaboración propia

 

 

Yenchi en el presente.

La plataforma, habilitada para su uso desde comienzos del año 2015, no ha logrado sin embargo, ser utilizada de modo activo por las instituciones encargadas de la coordinación de políticas de mitigación y prevención de la violencia de género en el país.

Pese a ello, cuenta con todas las funcionalidades requeridas para garantizar la generación de reportes y relatos, para su contextualización a través de la inclusión de material adicional como fotografías, videos, audios y otros, y para su correcto almacenamiento para una consulta y tratamiento posterior.

Así, el objetivo inicial de ofrecer una herramienta en tecnologías libres para ser utilizada por instituciones públicas encargadas de atender el manejo de información sobre violencia de género, ha sido parcialmente cubierto. Sin embargo, es importante destacar el proceso de aprendizaje generado en las activistas y derivado de la implementación de Yenchi.

 

Desde ActivistasxSL entendemos que este modo de aprender que es tan frecuente en el desarrollo de las tecnologías de información libres, encaja en la modalidad de aprender-haciendo, entendido como una forma de aprendizaje activo. En nuestro caso, los contenidos significativos tuvieron lugar desde la investigación previa hasta la implementación de la plataforma y la divulgación de su uso.

Precisamente porque desde el activismo en colectivo entendemos que el aprendizaje es un proceso de formación y autoformación permanentes, Yenchi es un proceso inacabado que, en corto plazo debiera atender tareas de difusión y complementación de las categorías de los delitos reportados, así como mejora de los mecanismos de reportes y vinculación con las instancias públicas responsables y otros colectivos feministas interesados en apropiarse de la herramienta.

La puesta en práctica de los principios y potencialidades básicas de los sistemas de información geográfica basados en tecnologías de información libres, al manejo de información sobre violencia de género, evidenció a Activistasxsl un espacio de acción claramente acotado en el cual se puede, además avanzar en el logro de los objetivos centrales del colectivo.

 

Otras referencias de interés.

  1. Violencia en la sociedad de la información, un informe para la sociedad boliviana
  2. Comunidad de Madrid, programa No Te Cortes, atención a violencia de género en jóvenes.
  3. Desde este enlace encontrará una sistematización interesante sobre ciberviolencia de género.
  4. Violencia de género versus violencia doméstica: la importancia de la especificidad. De Beatriz Gimeno y Violeta Barrientos Silva, aborda las definiciones necesarias para evidenciar las especificidades de las situaciones violentas hacia la mujer.
  5. Socioantropología de la violencia de género, artículo de Carmen Teresa García y Blanca Elisa Cabral en el cual exploran evidencias sociosimbólicas de las violencias hacia la mujer a través del estudio de las circunstancias particulares de quienes acuden a la Casa de Las Mujeres de Mérida (Venezuela).
  6. Algunas Ideas básicas sobre ciberacoso.
  7. Violencia de Género. Artículo de María A. Branchs donde explora las tareas pendientes en cuanto a políticas públicas nacionales para atender y reducir las incidencias por violencia de género contra la mujer, en atención a los convenios internacionales firmados por Venezuela.
  8. Publicar tu información privada es violencia de género: Sexabuso

 

 

[1] Ushahidi significa testigo en swahili.

 

Foto: https://wiki.ushahidi.com/download/attachments/5669528/Map%20of%20Ushahidi%20Maps%20.png?version=1&modificationDate=1350600350000&api=v2

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Portugal: Combatir los daños colaterales de la dispersión urbana

Carlos Gaivoto Jueves 26 de mayo de 2016

Publicado originalmente en VientoSur.info

En el libro «El capitalismo contra el derecho a la ciudad», David Harvey nos coloca ante el desafío de construcción de alternativas por el derecho a la ciudad. Otros autores como Henry Lefebvre y Edward Soja nos explican la forma, la estructura y la intensidad con la que el capitalismo se ha reproducido en esta fragmentación urbana y ha provocado la segregación social, además de generar la injusticia territorial, ambiental y energética bajo el impacto de la deuda /1.

El Transporte Público (TP), a pesar del elevado riesgo de que la inversión en el ordenamiento urbano forme parte de la dinámica de acumulación, es más que nunca una forma de colmar esas desigualdades, de reestructurar territorios y la vida social de la población más allá del combate ambiental y energético y la creación de empleo cualificado.

Introducción

El siguiente texto trata sobre temas insoslayables de la transición ecológica de las ciudades y de las regiones con el TP como agente de urbanismo y de eficiencia ambiental y energética. Con esta perspectiva, se intenta conjugar la información más pertinente sobre los impactos de la dispersión urbana en la geografía del territorio, en la vida social y económica de las comunidades y hacer evidentes las plataformas de respuesta a nivel nacional, regional y local, y responder a las presiones de austeridad impuestas por la Deuda y el Déficit Presupuestario, sabiendo que esta dispersión urbana es responsable, pues llega a alcanzar cerca del 30% al 40% (en términos del PIB) de aquellos valores.

Hay que buscar estas dos plataformas en dos niveles: primero, mediante un crítica alternativa a la Gobernanza Urbana, tanto en la Administración Central como en la Administración Local, en la que los partidos del arco de gobierno (PS,PSD,CDS y PCP) tuvieron responsabilidades en esta Dispersión Urbana que fue el origen de esos negativos daños colaterales con graves impactos en todos los presupuestos (nacional y municipal) y con repercusiones en las generaciones futuras; segundo, mediante la crítica dura y alternativa a la estructura legislativa existente, como por ejemplo, las leyes 75/2013 (creación del CIM-comunidades intermunicipales), 32/2014 (régimen jurídico de la Ley del suelo) y la 52/2015 (RJSTPT- régimen jurídico del servicio público de transporte de pasajeros) además de algunas directivas comunitarias, ellas también consecuencia de las desregularización de sectores tan importantes como el del TP:

Finalmente, se intenta encontrar algunos de los ejes políticos que permitan el derecho de la ciudadanía a tener, como instrumento de su intervención local, ejes programáticos para discutir y hacer propuestas en los ayuntamientos, en Foros Sociales relacionados con políticas del territorio, urbanismo, transporte, medioambiente y energía, siendo los de urbanismo y transporte público los que más se aproximan a la problemática demográfica de la geografía humana y de la justicia social.

El Transporte Público en la Gobernanza Urbana en defensa del Estado Social

La incidencia de la dispersión urbana, en la acumulación de la crisis financiera de los seis últimos años, agravó las políticas públicas en relación al Estado Social, en el que todos los servicios prestados en el área de salud, enseñanza, seguridad social y transporte sufrieron quebrantos con un impacto negativo en la calidad de vida y de trabajo de la población.

El Estado Social ha sido desvirtuado en estos últimos 30 años y la economía pública es hoy objetivo de un sistemático ataque ideológico, con una gestión llena de prejuicios que deja atrás los principios y objetivos de las sostenibilidad del servicio público como en el caso de la gestión del Territorio y del Transporte Público (TP) con retrocesos significativos en el tejido socioeconómico de las ciudades y con el abandono de la cohesión social y territorial, ambiental y energética.

Bajo el lema de la economía de mercado y libre competencia (con la correspondiente financiarización del capitalismo en Portugal), el edificio institucional y político, administrativo y legislativo de esta ideología que fomentó la dispersión urbana, continúa enmarcando y abarcando todo la actividad gubernativa contraria al bienestar y la dignidad social y económica provocando un aumento del déficit de ciudadanía, ecología y democracia. A nivel de la organización del aparato del Estado, la lógica de las reformas se ha traducido en un continuo vaciamiento de competencias y responsabilidades de los órganos de la administración central y local, con incidencia en el planeamiento y la gestión de la «financiarización» de la provisión de los servicios.

Pero esta situación del Territorio y del TP decididamente no es la misma que la de otros países de la UE, con otros organismos públicos e instrumentos de planeamiento y gestión estratégica que promueven mejores servicios públicos, como por ejemplo, coordinando la articulación entre urbanismo y transporte público, dando otra dimensión a la sostenibilidad de los presupuestos centrales y municipales, incluso sirviendo el sector del TP como apalancamiento «keynesiano» al servicio de una economía contracíclica a la política de austeridad.

¿Será uno de los objetivos de este gobierno PS, con apoyo del BE y del PCP, dinamizar el apoyo de la Gobernanza Urbana al TP? ¿En qué sentido y cómo? ¿Reforma o Revolución para actuar en este sector y en el Territorio?

El TP es uno de los más importantes instrumentos de gobierno alternativo en defensa del Estado Social y de una economía más justa y solidaria, central en toda política urbana a favor de la cohesión social, integración cultural y preservación del medioambiente físico y humano.

El sistema urbano y suburbano: el desafío del clima…

La geografía de los desplazamientos es el espejo de la geografía del desarrollo desigual y combinado del territorio, y hoy refleja un saldo negativo en la balanza de la sostenibilidad y del clima que urge resolver. Muchas ciudades europeas se han organizado en torno a objetivos claros de desarrollo sostenible (ej.: Pacto dos Autarcas-Convenant of Majors; o Pacto de los Alcaldes. N.T) coincidiendo con otras políticas de urbanismo (ej.: barrio ecológico de Vauman, Malmöe, etc.), ecología urbana (ej.: Carta de Barcelona) y de movilidad y transporte (ej.: Carta de Áalborg) para responder, por ejemplo, a las alteraciones climáticas.

Independientemente de la escala (nacional, regional, local), esta geografía merece ser analizada y evaluada dado que interfiere en el clima, con el medioambiente urbano, con el consumo energético y con la eficiencia y uso racional del territorio y de los equipamientos colectivos que la población y las empresas disponen debido al trabajo o a otros motivos de desplazamiento en su actividad diaria. La demografía y la movilidad se alteran significativamente y los resultados indican que las opciones tomadas en la planificación y en la gestión del territorio no coinciden con un ordenamiento sostenible del territorio, especialmente en lo referido a la sostenibilidad.

La forma, la estructura y la densidad de las ciudades se alejaron de la precaución y acentuaron las distorsiones en materia de transportes, como por ejemplo, las redes de TP que se inscribían en un determinado perímetro del transporte urbano (TPU) no estaban preparadas para el aumento de la cobertura territorial y temporal. Por eso, las caóticas áreas metropolitanas perdieron su cuota modal con todo el impacto negativo que eso ha causado o con el uso excesivo del automóvil.

Y con este, el coste de los llamados efectos colaterales, con el peso significativo en la Deuda y el Déficit presupuestario como el siguiente ejemplo explicitado para el caso de un vehículo automóvil que viaja en las condiciones de un área urbana dispersa en un país capitalista desarrollado (en este caso, EE UU):

Ahora bien, si esto es tan significativo e importante en términos de costes sociales asociados a efectos colaterales causadas por el tráfico automovilístico, debido a la dispersión urbana, aún es más significativo cuando se compara con los respectivos Presupuestos municipales de la Gobernanza Urbana, dado que la dispersión afecta a 2/3 de su gasto total. Ver cuadro siguiente:

En el caso portugués, bastará entender qué sucede con la distribución geográfica del 90% de la población (9,5 millones de personas) por un territorio litoral entre Setúbal y Viana do Castelo en una faja de 50 km y el Algarve para comprender mejor la generación de males causada por tanta dispersión urbana y con tanto coste social empezando por las enfermedades causadas por la contaminación de los coches y las emisiones de GEE (Gases de efecto invernadero) que provocan alteraciones climáticas y con ellas las catástrofes.

¿Cómo resolver esta situación , en general, cuando se sabe que la dispersión urbana es responsable del aumento de suelo consumido entre el 60% y 70%, del aumento de los viajes motorizados entre el 20% y 60% comparada con el crecimiento inteligente (smart growth) y que tiene un peso significativo de la Deuda y de la presión sobre el Déficit Presupuestario?

La respuesta ecosocialista el programa estratégico, legislativo y operativo en el área de los transportes.

Los distintos Planes Nacionales (ENDS, PNPOT, PNAC, PNAEE, PAIPDI y PET) no responden a la urgencia del combate a las alteraciones climáticas tal y como se enmarcaba en la ley 1/2009 de creación de la Autoridad Metropolitana de Transporte de Lisboa y Oporto (AOTU) cuyo objetivo principal era programar una menor dependencia del automóvil y favorecer el transporte público. Con la ley 52/2015 (RJSPTP), esa política y metodología fue ignorada (ej.: el objetivo del PETI3+/GTIEVA era promover el negocio del transporte privado en los próximos 5 años, de 2016 a 2020). Efectivamente, en el periodo de 2011-2015, la gestión presupuestaria definida por la Troika y dirigida por el anterior gobierno tuvo una incidencia negativa en la gestión de la cosa pública, en la reducción de la oferta de las redes de TP, por eso anularon aquella ley. A pesar de que la anulación del TP estuvo dirigida ideológicamente para dar satisfacción al programa de concesión de las redes de TP al sector privado, sin embargo, la evidencia de una caída acentuada de la demanda de TP tuvo una incidencia negativa en la gestión del Déficit y la Deuda una vez que disparó los efectos colaterales, más allá de lograr una tentativa de construcción de una alternativa a la movilidad dependiente del automóvil. Esta industria del automóvil sigue teniendo éxito a pesar de las caídas puntuales (ej.: las emisiones falsificadas de VW…) y la cuestión planteada ahora por la reciente COP21, de combatir las alteraciones climáticas, puso al descubierto paradójicamente la crisis del TP en Portugal mientras que en otros países europeos existen apuestas significativas de transición ecológica de las ciudades con un refuerzo de las inversiones públicas en las redes de TP.

Sin embargo, la respuesta ecosocialista no pasa solo por recalificar el medio urbano con formas alternativas a la invasión del transporte individual en las ciudades con leyes, aunque hoy más que nunca sea preciso un ordenamiento y planeamiento en términos de Organización Institucional del TP urbano; sobre todo, pasa por la aplicación de un conjunto de conceptos, principios y políticas cuyos objetivos se concentran en varios niveles sociales, varios programas.

Una primera conclusión que se puede extraer desde ahora, es la revisión inmediata de las leyes 75/2013, 31/2014 y 52/2015 colocando la perspectiva estratégica de la ecología urbana y del TP Urbano como una herramienta fundamental para reforzar el Estado Social. La recuperación de instrumentos estratégicos y de la composición orgánica de la AOTU para las áreas metropolitanas consignadas en la ley 1/2009 debe concluirse y aplicarse a nivel nacional así como la exigencia de la Cuenta Pública del Sistema de desplazamiento en los planes de Desplazamiento Urbano (PDU) que permitirá exigir que en futuros escenarios de explotación del Sistema de Transporte, haya efectivas Consultas Públicas para que las opciones se decidan teniendo en cuenta la evaluación de los costes sociales y una inversión pública asociada a proyectos conDeclaración de Utilidad Pública (DUP), en este caso, de contraciclo a la austeridad y por la creación de empleo cualificado.

La segunda conclusión incide en la necesidad, también urgente, de una gestión y control de las leyes que administran el territorio, en particular, las del urbanismo según una acción coherente y consecuente contra la lógica y el ritmo de acumulación del capital a través de la dispersión urbana. Este combate se hace a nivel central (leyes del Estado, presupuesto y fiscalidad) o a nivel local (planes directrices municipales, jurídico y regímenes fiscales locales) en defensa del Estado Social. Esta interacción debe ser dinamizada a nivel de grupo parlamentario de la AR y a nivel de los parlamentos regionales y municipales por un Contrato-Plan Estado-Región-Municipio. ¿En qué consisten esas leyes y esos regímenes fiscales de ese Plan? A nivel local, a cualquier propuesta debe seguir una discusión pública ampliada a los Foros Sociales promovidos por grupos de ciudadanos y comprometiendo al PS y al PCP dado que estos dos partidos forman parte de la mayoría de la Gobernanza Urbana. La cuestión de la Ecología Urbana debe estar presente en cualquier propuesta de Redes y Servicios Públicos empezando por la forma cómo se planea y organiza la reforma del territorio y, por consiguiente, de la vida en sociedad con los menores costes sociales, como por ejemplo, el desarrollo de barrios ecológicos, en una perspectiva de Smart Growth y no de urban growth machines (como afirma David Harvey en Ciudades Rebeldes). Esta perspectiva de Smart Growth está relacionada con la promoción de accesibilidad a la vivienda o al sistema de transporte con el coste social más bajo, es decir, promover la eliminación/reducción de los efectos colaterales negativos. El régimen fiscal de esas áreas urbanas más compactas tendrá más ventajas y la política de precios y tarifas deben estar en consonancia con estos objetivos. No se puede eliminar la dispersión urbana pero una vez creada, se puede ir reduciendo o incluso eliminando sus efectos negativos.

Conclusión: en los últimos 35 años, la desregulación de las leyes del territorio promovió la dispersión urbana en la lógica de la acumulación del capital con impacto en la Deuda y el Déficit. Esta reflexión y propuesta sobre el sector del transporte amplía su conocimiento y ofrece a los Foros Sociales conocimientos para su lucha.

18/05/2016

http://www.criticaeconomica.net/2016/05/uma-agenda-das-redes-e-servicos-de-transporte-publico-contra-as-externalidades-da-dispersao-urbana/

Imagen destacada disponible desde https://es.wikipedia.org/wiki/Dispersi%C3%B3n_urbana

Notas:

1/ En el caso de los EUA, la dispersión urbana llamada urban sprawl es responsable de 1 billón de dólares de la deuda.

Referencias Bibliográficas:

Calvet, Mélanie – “Coûts et avantages des différentes forms urbaines – Synthèse de la littérature économique”, ed. Études & Documents, nº18 – CGDD, Ministère de l’Écologie, de l’Énergie, Développement Durable et de la Mer, Mars 2010

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Rode, Philip and Floater, Graham – “Accessibility in Cities: Transport and Urban Form” – NCE paper 03, ed. LSE Cities and LSE www.newclimateeconomy.net March 2015

Thompson, David (Ottawa University) – “Suburban Sprawl – Exposing Hidden Cists, Identifying Innovations”, ed. SP (Sustainable Prosperity), 0ctober 2013

Fisher, Susan and Tomalty, Ray (Ottawa) – “Comparing Canadian New Urbanist and Conventional Suburban Neighbouroods” – Research Highlight – ed. Canada Mortgage and Housing Corporation SCHL www.cmhc.ca , June 2010

Topalovic, Peter and all (Hamilton) – “Community Impact & Economic Analysis of Light Rail Transit”, ed. City of Hamilton, December 2008

Synthesis Report – “Better Growth, Better Climate”, ed. The Global Commission on the Economy and Climate, ed. www.newclimateeconomy.report , 2015

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Chiloé y formas de conocimiento en pugna

José Joaquín Brunner

Hemos aprendido que la abundancia del conocimiento -en esta sociedad intelectualizada, cientifizada y tecnológica que a sí misma se llama “del conocimiento”- no nos pone a salvo de los riesgos que entraña nuestra propia civilización, así como no nos evita vivir las contradicciones culturales del capitalismo.

I

Una de las lecciones que dejan las protestas de Chiloé es sobre el valor y el uso del conocimiento, su aplicación a los procesos productivos de la isla, la relación de las ciencias con la política, los riegos creados por la acción humana, las decisiones humanas basadas en el saber provisto por las disciplinas académicas y, ¡oh paradoja!, sobre el campo en continua expansión de la ignorancia dentro de las llamadas “sociedades del conocimiento”.

Darwin avistó el fenómeno de la marea roja hace 180 años, primero frente a la Costa de Brasil y luego en el sur chileno. En su diario escribió: “observé que el mar había adquirido un tinte pardo rojizo. Vista con lente de aumento, toda la superficie del agua parecía cubierta de briznas de heno picado y cuyas extremidades estuviesen deshilachadas. […] Mr. Berkeley me advierte que pertenecen a la misma especie que las encontradas en una gran extensión del Mar Rojo, y las cuales han dado este nombre a ese mar”. La ciencia llegaba entonces a nuestras costas y servía para reconocer un mar de antiguas resonancias bíblicas; el mare rubrum de Tácito y los latinos.

Son múltiples las formas de conocimiento que ahora giran en torno a la marea roja y sus devastadoras consecuencias para la población de la isla. Particularmente para los pescadores artesanales del archipiélago, entre los paralelos 41 y 43 de latitud sur.

Uno es el conocimiento científico-técnico, empresarial y de gestión, de mercados e inversiones, que hizo posible hace ya un tiempo la creación de una industria salmonera, cuya presencia en esas latitudes y más al sur ha sido un proceso verdadero schumpeteriano de creación y destrucción; una historia de empleos y desarraigos; un choque de extracción y medio ambientes, entre modernidad y tradiciones.

Es la historia misma del proceso de modernización industrial capitalista que, cabalgando sobre el conocimiento provisto por las ciencias y armado con siempre renovadas tecnologías, transforma la naturaleza en fuente de energías y riquezas, en un pacto faustiano de progreso sin fin. A su paso, el poder transformador de las empresas aumenta sin cesar, creando una vorágine de cambios y dejando tras de sí un estela de beneficios y daños, de ventajas y menoscabos, de progresos y estragos como intuyó J.W. Goethe en los albores de la época industrial moderna y luego explicó Marshall Berman en su famoso libro sobre la modernidad.

Es el conocimiento productivo, transformador, del Fausto que nunca cesa de crear nuevas obras y de destruir a cambio las obras del pasado y el medio ambiente que nos contiene. Al comenzar la obra reflexiona por eso así: “¿Y aún te preguntas por qué tu corazón se para, temeroso, en el pecho? ¿Por qué un dolor inexplicable inhibe tus impulsos vitales? En lugar de la naturaleza viva, en medio de la que Dios puso al hombre, lo que te rodea son osamentas de animales y esqueletos humanos humeantes y mohosos”.

II

Al lado opuesto del conocimiento científico-técnico con sus expertos y lenguajes esotéricos se despliega el conocimiento nacido de la experiencia de los pescadores. Un conocimiento tácito, escasamente codificado, comunicado de manera práctica, que sirve para vivir y sobrevivir. Este conocimiento, que podemos llamar étnico o popular, desde el primer día entró en conflicto con el conocimiento de los expertos. Por dos motivos.

Por un lado, los pescadores reclamaban a los hombres del saber y los laboratorios, de la academia y la razón científica, que explicaran por qué en esta ocasión la marea roja los había golpeado de manera tan extensa e intensa, arrancándoles sus trabajos y medios de subsistencia. ¿Acaso la ciencia no lo sabe todo? Sin embargo, los científicos apenas tenían hipótesis, hablaban en “quizás” y en “no es evidente ni seguro”. Usaban frases tentativas, anunciaban nuevos estudios, consultas con otros expertos y, al final del día, atribuían la causa de los males al calentamiento global, ese fenómeno moderno, natural e industrial a la vez, que hoy constituye un misterioso demarcador de nuestra ignorancia.

Por ahí se dice que a medida que avanza la luz del conocimiento, desde Darwin hasta nuestros días, más amplias son también las zonas que quedan a la sombra de nuestra ignorancia. Incluso un fenómeno tan antiguo como la marea roja no tiene un diagnóstico completo ni un remedio seguro. Es, más bien, otro de esos riesgos que nacen de la naturaleza y la manufactura abriendo un signo de interrogación sobre el futuro. Riesgo e incertidumbre. Forma parte por eso mismo del catálogo de amenazas y catástrofes biológicas, químicas, ingenieriles, farmacológicas o ecológicas que han pasado a ser un rasgo consustancial a nuestra civilización y cultura.

Por otro lado, ante el vacío que crea la ignorancia, los pescadores -recurriendo a su propio conocimiento tácito, de ancestrales navegaciones y saberes prácticos, también de mitos y prejuicios (al igual que las ciencias), buscan explicaciones al alcance de la mano y de la desconfianza aprendida respecto de las industrias que amenazan su hábitat. Así, uno de sus dirigentes señalaba en los días más álgidos del conflicto: “Se vertieron 5 mil toneladas de desechos salmoneros al mar y luego aparece la marea roja más fuerte de la historia de Chiloé”. ¿Acaso existe una relación, directa o indirecta, entre ambos hechos? ¿Es uno causa del otro? ¿O existe entre ambos, al menos, un cierto parentesco común? De esta manera, el conocimiento vivido, tácito, sedimentado a lo largo de las generaciones, se manifestaba y cuestionaba el conocimiento de los expertos y las empresas.

III

Tales interrogantes se alimentaban además de otro fenómeno propio del mundo del conocimiento contemporáneo. Se trata del conflicto entre expertos, donde científicos reputados discrepan entre sí respecto de causas y consecuencias, o de las explicaciones plausibles, o de las responsabilidades y la evaluación de impactos. Este tipo de desacuerdos son cada vez más habituales -piénsese en los cisnes de cuello negro del río Cruces en Valdivia, del Transantiago, los pueblos inundados del lodo en el norte, del puente Cau Cau, de los desbordes del río Mapocho, etc.- e inquietante, pues anuncian el fin de la conciencia ingenua que creyó en el poder total de las ciencias y la técnica.

En efecto, esa conciencia imaginó que la ciencia, al secularizar y desencantar al mundo, y someterlo a la razón esclarecida, proporcionaría verdades únicas, indiscutibles, sólidas como rocas, autoritativas como los dogmas, y resolvería por fin los misterios que tanto perturban al Fausto de Goethe. Sin embargo, igual como ocurre con otros personajes que anhelan tener la capacidad de conocer y transformarlo todo, Fausto concluye la inutilidad de sus saberes y la impotencia de su acción: “Ay, he estudiado ya Filosofía, Jurisprudencia, Medicina y también, por desgracia, Teología, todo ello en profundidad extrema y con enconado esfuerzo. Y aquí me veo, pobre loco, sin saber más que al principio. Tengo los títulos de Licenciado y de Doctor y hará diez años que arrastro mis discípulos de arriba abajo, en dirección recta o curva, y veo que no sabemos nada”. Tendrá pues que firmar un pacto con Mefistófeles -representativo de las fuerzas creativo-destructivas de la empresa y del capitalismo- para alcanzar el dominio transformador del mundo. ¿Se puede salvar el alma individual en medio de esa empresa colectiva? De eso se trata el Fausto, precisamente.

Mientras tanto, hemos aprendido que la abundancia del conocimiento -en esta sociedad intelectualizada, cientifizada y tecnológica que a sí misma se llama “del conocimiento”- no nos pone a salvo de los riesgos que entraña nuestra propia civilización, así como no nos evita vivir las contradicciones culturales del capitalismo. Las ciencias coexisten con otras formas de conocimiento que ahora -como acaba de ocurrir con los pescadores de Chiloé- demandan ser escuchadas, tomadas en serio y participar en la elaboración de las soluciones a los problemas que los afectan. Los científicos no son -como imaginan algunos positivistas ingenuos o tediosos empiristas- una nueva casta sacerdotal encargada de la fe verdadera. También sus saberes son limitados, igual que los demás saberes nacidos de las diversas formas de conocimiento. Y por eso sus opiniones suelen contradecirse y, a ratos, enmudecer, al ingresar en la zona de sombras de la ignorancia.

En cuanto al capitalismo global, volvemos a confirmar que es una máquina de conocimientos transformadores de las actividades humanas, los equilibrios naturales, los paisajes, las relaciones tradicionales, los valores ancestrales, las comunidades fraternas y los relatos sagrados. Como escribió Marx, a su paso todo lo sólido se desvanece en el aire. ¿Podrá algún día crear él mismo, o la democracia que lucha por conducirlo, un balance tolerable entre creación y destrucción que no arruine el entorno, al propio trabajo y salve el alma del Fausto del poder corrosivo de Mefistófeles?

Chiloé nos obliga a pensar en ese tipo de posibilidades y riesgos y a abordarlos con todas las formas de conocimiento a nuestro alcance. O llegará el día que terminaremos desapareciendo cubiertos por la marea roja.

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Dialogo-Confrontación de saberes y negociación cultural

Ejes de las pedagogías de la educación popular: una construcción desde el sur

Marco Raúl Mejía J.

Planeta Paz

Expedición Pedagógica Nacional

“En pocas palabras, lo que hizo ahora no fue mezclarlo todo, sino, sobre todo (y por ese logro en opinión de muchos, escribir algo así como el equivalente latinoamericano del Quijote), encarar y combinar las dos características principales y contradictorias de este continente, poco conocido pero extraordinario y enriquecedor: por encima de la historia oscura de conquista y violencia, de tragedia y fracaso, presentó la otra cara de América Latina, el espíritu carnavalesco, la música y el arte de los pueblos que la conforman, esa capacidad de honrar la vida en sus negros rincones y de hallar deleite en cosas ordinarias, un placer que para muchos latinoamericanos no es un mero consuelo de la opresión y el fracaso, sino una premonición de ese mundo mejor que para ellos siempre está tan próximo y que no solo celebran con sus revoluciones, sino también celebrando las victorias cotidianas.”[1]

Esta cita del biógrafo inglés de Gabriel García Márquez nos adentra con claridad premonitoria en esas entrañas de una realidad que se resiste a ser unificada, como si participáramos de un solo origen y fuéramos a un solo destino común con la humanidad, homogéneo, sin diferencias. En ello, la literatura ha sido más rica en mostrarnos esa universalidad de nuestra pluriversidad que renuncia a colocarse en un marco cultural diferente al que tenemos desde nuestras raíces más profundas.

En esta perspectiva, la educación popular es parte de esa construcción común desde nuestras raíces, pero sin la madurez de la literatura o de otras expresiones, como la teología de la liberación[2], la comunicación popular o alternativa[3], la filosofía de la liberación[4], la descolonización[5] y de muchas otras que se han desarrollado en nuestros contextos por dar forma a lo propio y en donde cada vez emergen más contenidos específicos ampliando sus desarrollos. En ese sentido, cada vez que nos acercamos a escribir sobre la educación desarrollada en estos lares, se nos cruza el reto de cómo seguir construyéndole un soporte cada vez más riguroso a nivel histórico, político, conceptual, metodológico, epistemológico, y anclado en nuestra tradición y como es el caso de este escrito, lo pedagógico surgido y desarrollado desde nuestras particularidades, que nos diferencian para relacionarnos de otra manera y desde nuestras singularidades con lo eurocéntrico.

Desde esta mirada pudiéramos decir que en la matriz básica de la educación popular surgen las resistencias a las formas que intentan reducir la educación a la escolaridad y ésta a una única manera de concebirla y que se nos ha tratado de imponer para construir culturalmente el proyecto europeo en América, y ello a través de algunos de los padres de nuestra independencia y del poder colonial. Sobre esa disputa se construye el marco dominante, en el cual la educación y la escuela van a cumplir un papel central para asimilar mentes, cuerpos, deseos, estéticas, éticas, realizando un encubrimiento de nuestra historia, saberes, cosmogonías, epistemologías, que en muchos casos tuvieron que sobrevivir como resistencias[6], las cuales evitaron el total desmantelamiento de las expresiones culturales y sus raíces más profundas.

Esto hace visible cómo la educación y la escuela van a ser dos de los soportes principales para consumar la invisibilización de lo diferente y de las epistemes de lo pluriverso, logrando que en su aparente necesidad y unicidad se constituyanlas formas que adquiere nuestro pasado en el momento del surgimiento de las nacientes repúblicas, como la única alternativa negando esas otras expresiones que pugnaban por emerger y que son invisibilizadas bajo la “bondadosa” idea de derecho para fundar las nuevas hegemonías culturales con las cuales se va a constituir una institucionalidad que unifica ontologías, espiritualidades, cosmovisiones y formas de vida.

En ese sentido, en este texto rastrearé en un primer momento los aspectos pedagógicos del debate que gestores de algunas de las propuestas de otras educaciones a manera de resistencias interpusieron como actores de caminos propios y por lo tanto, considerados de los orígenes de la educación popular por cuestionar e impugnar el modelo educativo europeo, para constituir uno con particularidades propias, desde nuestras singularidades, dando forma también en esta esfera a otras pedagogías, metodologías, institucionalidades, convirtiendo el proceso educativo en un campo en disputa y en un ejercicio de autoafirmación capaz de dar cuenta de una manera propia de elaborar y vivir la vida y los conocimientos y saberes, lo cual permite expresar la intraculturalidad que da forma a la interculturalidad, que también disputa por fundamentar y darle forma en estos tiempos a ese sur que impugna, frente a una globalización (en singular) que impone una multiculturalidad de museo.

Ello quiere decir que la propuesta pedagógica en y desde la educación popular ha sido constituida desde las resistencias a las formas de control del poder en cada época, y al pregonarse como otro camino, con otras formas y contenidos, enfrenta la materialidad de la opresión y de la dominación, dándole vida a ese otro que niega y enfrenta e impugna la hegemonía en educación y pedagogía, tratando de visibilizarse como lo negado y que sobrevive en los procesos sociales y políticos que buscan darle identidad a las luchas pedagógico-políticas de estos tiempos.

En un segundo momento, trabajaré cómo la propuesta política de la educación popular se teje como un asunto pedagógico, en cuanto construye un entramado de diálogo y confrontación de saberes que, además de construir autonomía da fuerza a los procesos intra e interculturales, que nos llevan a través de su propuesta pedagógica y metodológica a construir los comunes impugnadores que exigen ir más allá del diálogo y reconocer las diferencia que excluyen, segregan y oprimen para ser confrontados para construir la acción transformadora y emancipadora, sentido profundo de la educación popular, trazando caminos de negociación cultural para darle forma y constituir lo común de los diferentes, y a la complementariedad de los proyectos de hoy que sueñan con otros mundos, haciendo de la pedagogía un asunto político para construir vida con sentido.

En tercer momento mostraré que es la realidad trabajada como escenario de actuación político-pedagógico la que hace que la educación popular no sea una receta metodológica y esté en permanente construcción. Ella se organiza y desarrolla con especificidad metodológica (dispositivos) desde las particularidades de los actores y de los ámbitos de actuación transformadora de ellos. Ése va a ser el sentido profundo de su construcción colectiva y siempre en reconstitución, nunca una fórmula, sino un sistema de mediaciones que a la vez que desaprende nos inventamos y transformamos nosotros la educación y el mundo.

  1. La pedagogía en la educación popular, un asunto con historia[7]

Hablar de búsqueda de una educación propia que rompa la mirada europea de ella, que parece un pensamiento muy original en  estos tiempos para algunas corrientes, fue una constante en la disputa de las nacientes repúblicas, construyendo bloques que se acercaban más a una u otra posición, siendo emblemática la posición de Simón Rodríguez, maestro de Simón Bolívar. Aquél planteó la necesidad de que: “Los acontecimientos irán probando que es una verdad muy obvia, la América no debe imitar servilmente, sino ser original”[8] para no repetir a Europa en estos territorios y cuestiona el patrón sociocultural eurocéntrico[9], que al negar lo propio generaliza una superioridad institucional que homogeneiza, y para ello lo pedagógico como la práctica de esa concepción educativa va a ser ese instrumento privilegiado de homogeneización y subordinación intelectual, pensamiento en el cual también convergen en otros tiempos y lugares Artigas y Martí.

Es así como con muchos años se anticipó a la discusión pedagógica sobre la instrucción –la cual impregna toda su obra y que tiene como característica cuestionar e ir proponiendo alternativas–. Su posición sobre este asunto se puede ver en la siguiente cita: “instrucción no es educar, ni la instrucción puede ser un equivalente de la educación aunque instruyendo se eduque, en prueba de que con acumular conocimientos extraños al arte de vivir, nada se ha hecho para formar la conducta social, véanse los muchos sabios malcriados que pueblan el país de las ciencias…” (Escritos II, p. 104), ciento cincuenta años antes que la crítica a la tecnología educativa, y 200 a todo el pensamiento computacional de algunas de las propuestas del STEM (acrónimo de las palabras que en inglés se refieren a ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas)[10], y que han sido regadas por el mundo en los agenciamientos de los organismos multilaterales.

Además, criticó el sistema lancasteriano[11] como parte de esa apropiación/expropiación que se hace por parte de Europa en América a través de la pedagogía y el método, ya que en algún lugar lo compara con “una sopa de hospital”, cuestionando su método memorístico y su rígida disciplina y afirmaba: “pierden los niños el tiempo / leyendo sin boca y sin sentido / pintando sin mano y sin dibujo / calculando sin extensión / y sin número / la enseñanza se reduce a fastidiarlos / diciéndole a cada instante y por años enteros / así, así-así, y siempre así / sin hacerles entender / por qué ni con qué fin… no ejercitan la facultad de pensar y / se les deja o se les hace viciar la lengua y la mano que son… los dotes más preciados del hombre… no hay interés, donde no se entrevea el fin de la acción… lo que no se hace sentir no se entiende y lo que no se entiende no interesa, llamar, captar y fijar / la atención / son las tres partes del arte de enseñar.” Escritos II, p. 210.

En este sentido, Simón Rodríguez propone un proyecto educativo que nos haga americanos y no europeos y una pedagogía que, a su decir, “sea para la vida” y nos permita ser constructores de ese proyecto y se anticipa con muchos años a la discusión entre enseñanza y aprendizaje, mostrándonos para esto último un camino muy diferente al del instruccionismo. Por ello afirma: “el título de maestro no debe darse sino al que sabe enseñar, esto es, el que enseña a aprender, no al que manda aprender o indica lo que se debe aprender”.

Por ello, hizo de crítico sobre nuestra educación gestada por las élites criollas en todos los territorios que recorrió desde Venezuela a Chile, que tomaba por el camino de repetir a Europa y los rumbos que se tomaban los proyectos nacionales de educación en las nuevas repúblicas, lo cual le llevó a afirmar: “lo primero es organizar una educación que forme ciudadanos, que prepare para vivir en república, que enseñe a trabajar para vivir y ejercer sus derechos y a cumplir sus deberes; sin eso no habría república, sino farsas de pronunciamientos y proclamas, letra muerta de construcciones y miseria y atraso para todos”.

Esa búsqueda de originalidad lo llevó a proponer sustituir el latín por el quechua, no en vano recorrió los países libertados por Bolívar proponiendo su proyecto educativo, que lo llevó también a Chile, donde discutió con Andrés Bello.

La influencia de Rodríguez en Bolívar se hace visible cuando en la proclama que hace el libertador al congreso de Angostura, afirma: “un pueblo ignorante es un instrumento ciego de su propia destrucción… la educación popular debe ser el cuidado primogénito del amor paternal del congreso.”[12]

De igual manera, la cantera crítica de las universidades populares traen consigo en América Latina unas propuestas para enseñar de otra manera a como lo realizaban los europeos, pero por problemas de extensión dejaremos este tema para otro escrito.[13]

También la escuela warisata[14] con sus dos grandes creadores, Elizardo Pérez y Avelino Siñani[15], en la cual desarrollaron en los años 30 del siglo anterior en Bolivia –una propuesta basada en el trabajo productivo y una pedagogía de la vida organizada con base en lo colectivo– y desarrollan el proyecto de ella en coherencia con el ¿en dónde?, y ¿a quién?, van a formar y para ello reconocen como marco fundacional el reconocimiento de la herencia cultural de los pueblos que van a formar para que vivan en el presente y en coherencia con la filosofía andina, que ha sido negada por estereotipos que han inferiorizado lo propio, negando lenguas, cosmogonías y costumbres, produciendo una injusticia y desigualdad cultural, constituyendo un imaginario de asimetría cultural que homogeneiza, folklorizando lo propio.

Para ellos, el proyecto educativo era integral y la pedagogía debe ser realizada en coherencia con la filosofía que da identidad a los territorios que habita la escuela[16], cuestionando cómo la educación de la república a la vez que niega lo propio constituye la superioridad de lo otro que excluye. Por ello van a proponer una reorganización de la arquitectura, el espacio educativo, los contenidos, la metodología y todas las actividades que se realizan en el proyecto de warisata porque en ellas se debe dar forma al desarrollo de identidades y culturas, en cuanto es a través de ellas como la educación da forma a las naciones.

En ese sentido visibiliza y organiza educativamente un saber y conocimiento no sobre esas culturas sino desde ellas, como un ejercicio de conocerse a sí forjando identidades desde las particularidades que lleva a Pérez a decir: “por eso el indio al realizar esta obra no ha hecho sino obedecer sus hábitos ancestrales de trabajo cooperativo”.[17]

En esa medida, la arquitectura va a ser neotiahuanacota para diferenciarla de la hispánica, la filosofía que orienta la escuela va a ser la visión del ayllu (comunidad-casa-familia externa) y su desarrollo una pedagogía de la vida que le dé forma a los cinco valores sobre los cuales se han constituido las instituciones ancestrales, y ellos son:

  • La organización comunal basada en el autogobierno
  • La producción de la vida espiritual y material
  • Las identidades propias
  • La solidaridad, y
  • La reciprocidad

Con este planteamiento daba forma educativamente a la disputa entre hacienda y comunidad, tan propia de las formas de colonialidad de nuestra América y que en la propuesta de warisata va a tomar especificidad en lo pedagógico y en lo metodológico. La organización del trabajo se hace desde el taller, como forma educativa del ser comunitario y constructor de procesos de intercambio y redistribución, a través del trabajo que es lo que da identidad al ayllu. En ese sentido, sus principios serían:

  • Ayni (complementariedad)
  • Minka (labor comunitaria)
  • Ulaka (consejo de ancianos)
  • Machamaki (un solo esfuerzo)

En esta perspectiva, la organización del calendario escolar estaba adecuado a los tiempos de los procesos productivos y creativos y se interrelacionaban para que no existieran horarios. De igual manera, se hace una integración de áreas de desarrollo de la naturaleza y del miembro del ayllu en él, donde deben estar la plástica, la música, la educación física. La organización interna de la escuela está dirigida por el parlamento amauta, como forma de autogobierno que muestra cómo debe ser gobernada la nación. También era bilingüe y dio origen a lo que luego uno de sus principales impulsores, Carlos Salazar, denominaría el arte neo-indio.[18]

Recordemos cómo el fin de esta escuela fue la destitución de sus maestros y la persecución de quienes habían sido formados allí, descalificación que se hizo a nombre de la lucha anticomunista de los militares bolivianos. Como bien dice uno de sus estudiosos: “desde la integralidad de los aprendizajes, warisata fue aula, taller, chacra, y ulaka al mismo tiempo”[19].

En esta tradición de la educación popular integral y la propuesta de desarrollar pedagogías y metodologías en coherencia con esa tradición, se inscribe el Padre José María Vélaz, sj, fundador del movimiento Fe y Alegría, de origen católico, quien afirmaba: “[El] objetivo primordial de Fe y Alegría [es] contribuir a lograr la transformación social por medio de la Educación Popular Integral; impulsar la justicia social y la justicia estructural por la auto-transformación del pueblo cada vez más educado.”[20]y el profesor Paulo Freire, participante del movimiento Nueva Cultura en Brasil, que agrupó múltiples expresiones sociales y culturales del nordeste brasilero, con incidencia en su país, América Latina y el mundo.

Para Freire, la orientación de su educación y pedagogía va a estar marcada por esa dedicatoria de su texto La pedagogía del oprimido: “A los desarrapados del mundo y a quienes descubriéndose en ellos, con ellos sufren y con ellos luchan”[21]. Allí la educación va a ser entendida como una praxis liberadora, tanto para el opresor como para el oprimido, y en ese mismo texto rescata a Franz Fanon, para hablar de la “zona del no ser”; de allí deriva en cómo el oprimido introyectó al opresor, lo cual va a marcar como concepción política a su propuesta pedagógico-metodológica, en donde quienes participan aprenden a escribir su vida como autores de ella.

En esta perspectiva, su propuesta metodológica se va a desarrollar a partir de la lectura de la realidad, en la cual emerge otro entendimiento del mundo, la del dominado, que reconstruye subjetividades y reconoce su lugar en el contexto y en la historia, ahora como actor de liberación. Es ahí que la pedagogía se adjetiva con la palabra “liberación”, ya que está orientada a construir esas nuevas relaciones y le exige implicarse para transformar las condiciones que han creado esa condición de opresión tanto a opresores como a oprimidos, lo cual hace que cualquier proceso de cambio sea profundamente pedagógico para los dos.

En este sentido, la pedagogía freireana tiene como fundamento el diálogo de saberes, un diálogo crítico y liberador en cuanto lo es para una acción de quien participa en los procesos educativos que además de hacer una lectura crítica de la realidad debe contener acciones transformadoras de ella. El camino que inicia el oprimido (o el opresor) para romper la cultura del silencio diciendo su palabra es un camino político, de un aprendizaje desde su lectura del mundo, en donde encuentra las claves para su transformación, pasando de una conciencia ingenua en donde no se separa lo político de lo pedagógico a una transitiva y crítica, haciendo a la pedagogía sustancialmente política como parte de un ejercicio de un mundo sin oprimidos ni opresores, ya que el ejercicio educativo va a permitir la liberación de todos, por lo cual se va a desarrollar como una pedagogía de la libertad, “liberadora” del oprimido y del opresor.

La pedagogía de la liberación como pedagogía de praxis está fundada en el diálogo de saberes, en donde el conjunto de participantes en los procesos de educación popular, leyendo su vida y escribiéndola en su significado de claves y sentidos le permite reconocerse como un ser humano que sabe diferente a otros y que desde su saber puede nombrar el mundo, en su diferencia y construir sentidos y apuestas por hacer el mundo diferente. Una toma de conciencia para ser sujeto con otros oprimidos y ser parte de la humanización del mundo, en donde no es posible tener representaciones de la opresión que no estén enmarcados en los supuestos básicos de la cultura y la sociedad en la que el oprimido está inmerso.

Pudiéramos afirmar que ese ejercicio en el lenguaje no es solo representación, es aprendizaje con implicaciones en la vida para cambiarla, no es solo el repetir o dar cuenta de lo enseñado, se debe ir a la vida para modificar lo que se hace como continuidad de lo constituido en su ejercicio de aprendizaje, como lo señala María Fiori en la introducción a la Pedagogía del oprimido, de una mujer mirando una foto en el círculo de cultura: “Me gusta discutir sobre esto porque vivo así, mientras vivo no veo, ahora sí observo cómo vivo.”[22] Una toma de conciencia que le permitirá experimentar la opresión y su realidad, y su superación por una praxis transformadora.

La segunda propuesta metodológica de Freire se da al ser nombrado secretario municipal de educación en São Paulo en 1989, en la alcaldía de LuizaErundina, en donde además del proyecto de alfabetización (MOVA-SP), creó el “Projeto de interdisciplinaridade” para la educación formal que estaba fundado en una escuela localizada territorialmente (descentraliza y desconcentra), con autonomía para la reconstrucción del plan de estudios a partir de la dinámica de la vida de las comunidades, teniendo como fundamento el saber y las tradiciones populares y la construcción colectiva del conocimiento.[23]

Por ello, cuando se disponen las herramientas (dispositivos, instrumentos, didácticas, dinámicas participativas, entre otros) con las cuales se hace la práctica pedagógica, éstas implican un ejercicio de ruptura y reelaboración con las existentes en otras propuestas metodológicas. Allí encontramos por ejemplo, la investigación del universo vocabular, la organización en círculos de cultura como forma física del espacio de encuentro que significa esa manera cómo se reconoce la importancia de cada participante, con la problematización por la cual codifican la realidad en símbolos, la no jerarquización del encuentro en el cual se realiza la codificación y decodificación que va a permitir ir más allá del sentido vocabular para reconocerse en su contexto, historia, desde un diálogo crítico y liberador.

Como lo afirma el propio Freire sobre las lecturas del contexto: “También por eso es que enseñar no puede ser un simple proceso, como he dicho tantas veces, de transferencia de conocimientos del educador al aprendiz, transferencia mecánica de la que resultará memorización mecánica que ya he criticado. Al estudio crítico corresponde también una enseñanza crítica, que necesariamente requiere una forma crítica de comprender y de realizar la lectura de la palabra y la lectura del mundo, la lectura del texto y la lectura del contexto.”[24]

Ello implica la acción transformadora en un ejercicio donde la pregunta se convierte en un dispositivo central para permitir esa lectura cuestionadora del mundo, lo cual le va a permitir enunciar de quiénes se diferencia y por ello acuña el término de “educación bancaria” para dar cuenta de los procesos educativos que a través del control organizan no solo desde los contenidos sino también desde sus metodologías los procesos educativos realizados por la hegemonía y la opresión, a los cuales toda la propuesta de la pedagogía del oprimido se presenta como una respuesta y alternativa. Esto hace visible cómo la pedagogía y la metodología son profundamente políticas, haciendo visibleque se puede tener un discurso políticamente de izquierda y procesos pedagógicos y metodológicos de derecha.

Encontraremos desarrollos posteriores en otros textos de Freire que sobrepasan las pretensiones de este escrito. De igual manera, pudiéramos ir mostrando cómo a partir de los años 70 la educación popular fue llegando a distintos territorios, actores y sujetos, y allí fue tejiendo propuestas pedagógicas específicas a manera de geopedagogías, en las cuales los fundamentos de ellas, al tener como punto de partida la lectura crítica de la realidad, van encontrando los caminos de esas múltiples pedagogías que se entretejen y se van haciendo específicas según las particularidades, que permiten la relectura y la reinvención de sus procesos y metodologías.[25]

Allí emerge para los educadores populares un campo de actuación en los diversos niveles –micro, meso y macro– como espacios de disputa de poder, control y saber, lo cual coloca al orden del día lo político-pedagógico, en cuanto éste no se hace como tal por un discurso crítico que lo acompañe, sino por la manera como en todo su ejercicio construye relaciones sociales con intereses específicos. En ese sentido, los dispositivos que se utilizan en cada actividad educativa y pedagógica marcan el horizonte político del educador, es decir, él transforma la sociedad desde el cotidiano de su actuación como educador, y ahí el reconocimiento de cómo el poder está en su actuar concreto lo lleva a autocriticarse, en el sentido que lo político no es solo el horizonte emancipador de su discurso, sino también la manera como anticipa la nueva sociedad en su cotidiano pedagógico a través de los dispositivos que usa, haciendo presente que no hay acción humana y educativa exenta de ser política[26].

Desde esta mirada la pedagogía en la educación popular se sigue constituyendo a partir de esos troncos básicos y desde las especificidades de sus ámbitos y contextos, lo cual a su vez va a permitir producir nuevos contenidos emancipatorios. Esto es muy visible por ejemplo en su relación con los movimientos sociales, en donde es moldeada por la especificidad de los grupos, por ejemplo, de derechos humanos, de mujeres, de afros, de salud, de comunicación, de personas LGBTI, de indígenas, de personas desplazadas y muchos otros, abriendo un amplio campo que muestra cómo sigue en reconstitución esa pedagogía.

Ésta se hace específica según actores y ámbitos de realización, la cual debe ser resuelta desde esas particularidades en donde las opresiones toman forma de etnia, género, sexualidad, lingüística, epistémica, conceptual, dando forma a las nuevas desigualdades y cómo el encuentro con su acumulado le permite descubrir esa diversidad de caminos que ha construido un tronco común con múltiples derivaciones que debe seguir siendo profundizado y elaborado.

Las búsquedas inauguradas desde los movimientos sociales y sus particularidades de inequidad, opresión y dominación fueron construyendo en la educación popular la necesidad no solo de cuestionar la educación que se brindaba para el mercado soportado sobre los estándares y las competencias de un homo faber constituido solo para la producción económica, y volver a encontrar los ejes de la integralidad de lo humano para estos tiempos, por lo cual se inicia un camino de elaboración propia sobre las capacidades entendidas estas como la potencia de lo humano y su ampliación en el marco del buen vivir. Esto se puede sintetizar en el siguiente cuadro[27]:

Capacidades Descripción
Cognitiva (capacidad de conocer) Lo cognitivo: se refiere a las capacidades mentales y del pensamiento que forman las múltiples posibilidades de tener un conocimiento en donde se despliegue la condición humana.
Afectiva (capacidad emocional) Lo afectivo: se refiere a lo emocional y la capacidad de construir vínculos con los demás y conmigo misma(o), constituyendo una esfera de emociones diversa que traza caminos de cercanía y lejanía con los otros.
Valorativa (capacidad ética  y de adscribir valores) Lo valorativo: está referido a los principios y valores que adscribo, integrados con las otras capacidades, que me permiten tomar decisiones para actuar en el día a día, diferenciando lo que está bien de lo que no lo está para la vida del planeta.
Volitiva (capacidad de acción-elección) Lo volitivo: se refiere a la capacidad de emprender acciones y proponer caminos, en coherencia con las opciones que se tomen, siendo el fundamento de la realización de las decisiones, de la acción.
Imaginativa (capacidad de creatividad) Lo imaginativo: se refiere a la capacidad de proyectar y proponer, crear otras realidades diferentes a las inmediatas, y de reconocer y optar en esas alternativas diferentes que se me proponen.
Deseo (capacidad lúdica y de disfrute) El deseo: es la capacidad de reconocer lo que me gusta y me produce agrado, placer y sentido en el actuar cotidiano y me permite reconocer lo que me hace feliz.
Trascendente (capacidad de dar sentido de futuro a la vida) La trascendencia: referida al poder reconocer el sentido más amplio de mi vida en coherencia con las opciones que orientan mi quehacer.

Ese acumulado hoy ha consolidado una reflexión que permite hablar de una propuesta educativa para toda la sociedad con fundamentos conceptuales, políticos, pedagógicos, metodológicos, epistemológicos y que se funda sobre diez principios:

Decálogo [de la educación popular]:

§  Su punto de partida es la realidad y la lectura crítica de ella, para reconocer los intereses presentes en el actuar y en la producción de los diferentes actores

§  Implica una opción básica de transformación de las condiciones que producen la injusticia, la explotación, dominación y exclusión de la sociedad

§  Exige una opción ético-política en, desde y para los intereses de los grupos excluidos y dominados, para la pervivencia de la madre tierra

§  Construye el empoderamiento de excluidos y desiguales, y propicia su organización para transformar la actual sociedad en una más igualitaria y que reconozca las diferencias

§  Construye mediaciones educativas con una propuesta pedagógica basada en procesos de negociación cultural, confrontación y diálogo de saberes

§  Considera la cultura de los participantes como el escenario en el cual se dan las dinámicas de intraculturalidad, interculturalidad y transculturalidad de los diferentes grupos humanos

§  Propicia procesos de autoafirmación y construcción de subjetividades críticas

§  Se comprende como un proceso, un saber práctico-teórico que se construye desde las resistencias y la búsqueda de alternativas a las diferentes dinámicas de control en estas sociedades

§  Genera procesos de producción de conocimientos, saberes y de vida con sentido para la emancipación humana y social

§  Reconoce dimensiones diferentes en la producción de conocimientos y saberes, en coherencia con las particularidades de los actores y la luchas en las cuales se inscriben

Tomado de Mejía, MR (2015)[28]

Uno de los asuntos centrales en la configuración de la educación popular se refiere a la manera como se ha venido constituyendo con fuerza y especificidad en las diferentes manifestaciones de la socialización, así como en los variados procesos educativos formales, no formales e informales, desarrollando un diverso repertorio de propuestas metodológicas en coherencia con su apuesta pedagógica de negociación cultural y diálogo y confrontación de saberes, convirtiendo sus herramientas en dispositivos de saber y poder. Esa variedad ha llevado a que éstas no sean universales ni simplemente procedimientos técnicos, sino elementos para construir los empoderamientos de sujetos, actores, organizaciones, movimientos. En esta perspectiva ha constituido –o está en vía de constituirlos– seis ámbitos en los cuales realiza transformaciones y construye subjetividades rebeldes y emancipadas, como lugares de actuación:

  1. Ámbitos de individuación. Existen procesos de transformación que parten de y construyen subjetividades en la constitución de sujetos que se reconocen a sí mismos como seres sociales y forjan su identidad a partir de procesos de elaboración de sí mismos. Un ejemplo de esto pudiesen ser las formas del trabajo con grupos étnicos, de género, de masculinidades, de reconocer por actores su campo de práctica y de actuación cotidiana, muy fundado en la intraculturalidad.
  2. Ámbitos de socialización. Son los referentes a prácticas de educadores populares que construyen y trabajan procesos e instituciones como la familia, la escuela, constituyendo una reorganización de roles, procedimientos y prácticas. Allí se dan dinámicas de interacción específica, logrando consolidar relaciones sociales transformadas en los diferentes roles que se presentan en esos diferentes espacios.
  3. Ámbitos de vinculación a lo público. La negociación cultural acá se constituye para que los sujetos de las prácticas orientadas en la perspectiva de educación popular decidan convertirse en actores que llevan sus intereses colectivos para ser disputados en lo público, reconociéndolo como un escenario en construcción. Requiere un ejercicio de discernimiento y edificación de la autonomía por parte de quienes lo realizan, y, en ese sentido, la educación popular ayuda a construirlo como apuesta de los sujetos que se están convirtiendo en actores.
  4. Ámbitos de vinculación a movimientos y formas organizadas. Lo público trae aparejada consigo la necesidad de encontrar los grupos desde los cuales se tejen esos imaginarios colectivos que dan forma a sus intereses y a la manera de vida de las comunidades; laspolíticas de actuación, como lugares en donde los sueños colectivos se fundan para concretar la apuesta de transformación de sus condiciones inmediatas y de la construcción de otros mundos posibles.
  5. Ámbitos de construcción de procesos de gobernabilidad. Conscientes de que el poder de los grupos populares se construye y alcanza tras recorrer múltiples caminos, los educadores populares deciden desde su acumulado, y guiados por sus principios, participar en formas de gobierno que permitan la implementación de las propuestas específicas, en donde lo público popular busca ser colocado como apuesta de la sociedad, en un particular ejercicio de la política en territorios específicos, reconociendo que se está en el gobierno y no en el poder, lo cual le exige no perder el nexo con el movimiento que creó esa nueva condición.
  6. El ámbito de la masividad. Una de las características de las nuevas realidades propiciadas por las transformaciones epocales en marcha y la emergencia de los lenguajes digitales es la configuración de un espacio masivo, que a su vez ha generado una serie de redes sociales y un campo virtual en donde actúan infinidad de actores. También el educador popular reconoce éste como un espacio de su actuación y elabora propuestas metodológicas en coherencia con sus apuestas pedagógicas para constituir allí, desde sus desarrollos y acumulados, un campo de actuación y de disputa de significados y de su proyecto de transformación de la sociedad.

Decantando el acumulado pedagógico

El proceso de construcción de la educación popular marcada por una tradición que intenta dar lugar a lo otro negado y convertir sus intereses y necesidades en una apuesta para toda la sociedad, en cuanto le propone a todas las educaciones y a todos los educadores y educadoras que intentan desde su práctica construir sociedades más justas que reconocen la diversidad fundada en la diferencia, y que a través de procesos educativos enfrentan la desigualdad y por medio de ello buscan transformar los mundos donde actúan, lo cual se hace presente en un ejercicio de justicia educativa que está presente en todas sus prácticas tratando de hacer la historia desde ese otro punto de vista, lo otro negado.

Esa diferencia que hace visible la diversidad, en la esfera de lo pedagógico tomó en un primer momento el camino de enfrentar la propuesta del lancasterianismo que había sido asumida por las élites criollas para las escuelas de las repúblicas nacientes desde la crítica de Simón Rodríguez; luego toma la forma de educación propia a partir de cosmogonías negadas y visibilizadas en el proyecto pedagógico de warisata y que en la tradición freireana de la educación popular se constituye desde el diálogo de saberes, en el cual el educando enuncia su mundo y sale del silencio. Allí hace visible la existencia de saberes que tienen fundamentos culturales, epistémicos y conceptuales basados en la diferencia, pero que en las particularidades del conocimiento, epistemología y cultura de la modernidad eurocéntricos hace que al hablar de saberes y el diálogo respectivo estemos frente a una diversidad en desigualdad y subalternidad, un intercambio político entre poderes epistémicos diferentes.

En ese sentido, si bien el diálogo de saberes al realizarse en condiciones de subalternidad, en donde lo local y las culturas no desarrolladas en la lógica del conocimiento occidental y de la modernidad, son subsumidas, controladas y en ocasiones descalificadas, hace que el mismo opere en dinámicas y procesos donde se da lugar a la interculturalidad con lo diferente, dando forma a la confrontación de saberes, muy visible en los momentos en los cuales en ese diálogo emergen visiones antagónicas. Por ejemplo, el paradigma antropocéntrico del desarrollo capitalista y el biocéntrico del buen vivir de las cosmogonías originarias.

Reconocer la confrontación permite a su vez construir las posibles dinámicas de complementariedad en un mundo con pluralismo epistémico, en el sentido que enuncia Gramsci cuando muestra que las relaciones de saber obedecen a relaciones de confrontación, hegemonía y subalternidad.[29] De igual manera, en cuanto la educación popular propone la transformación de las realidades que producen opresión, desigualdad, dominación, implica una reflexión para la acción emancipadora, de sí, de la vida y de la sociedad a través de sus diferentes ámbitos de actuación. En ese sentido, el diálogo-confrontación de saberes requiere de una negociación cultural que constituye las bases comunes para la acción.

Pudiésemos afirmar que el ejercicio pedagógico de la educación popular en el diálogo, la confrontación y la negociación va logrando en su práctica el reconocimiento de cómo constituimos las comunidades de práctica, aprendizaje, saber, conocimiento, innovación y transformación, y por quiénes va a estar constituida, colocando con claridad las acciones para ello, haciendo conciencia de que vivimos en un mundo donde somos humanamente diferentes, culturalmente diversos y socialmente desiguales.

En ese sentido, la pedagogía de la educación popular se constituye en un ejercicio no lineal de diálogo de saberes que da forma a la intraculturalidad, confrontación de saberes que gestan las dinámicas de interculturalidad, y negociación cultural que gesta los procesos de transformación basados en acuerdos y elementos comunes, forjando la transculturalidad, como se ve en el siguiente gráfico.

Entendido así, estamos en un proceso que no es lineal, sino que las tres dinámicas de saber y conocimiento se dan en los procesos de forma simultánea y debe utilizar dispositivos pedagógicos (didácticas, herramientas, instrumentos, dinámicas de grupo, etc., en coherencia con las dinámicas de saber y poder que las constituyen y se busca construir haciendo del ejercicio educativo un acto de empoderamiento. En esta perspectiva, la comprensión de las tres dinámicas pedagógicas las pudiéramos fundamentar así:

Diálogo de saberes

En su visión primigenia, se refiere al diálogo de los participantes en un círculo de cultura para lograr romper el silencio y hacer que emerjan las voces que harán el paso de una conciencia ingenua a una transitiva y crítica y a través de ello construyan su realidad desde el lenguaje en una actividad en donde quien acompaña estos procesos replantea la educación bancaria y la autoridad cognitiva que soporta para convertirse en un mediador cultural que sabe que va al acto educativo como un aprendiz, en donde sabe escuchar, sabe desaprender y se reconoce en la diferencia de cosmogonías haciendo real que todo el que enseña aprende y el que aprende enseña.[30]

Para hacer real este proceso reconoce que la diversidad y lo diferente deben expresarse como mundos llenos de significados y que en su emergencia permiten reconocer las desigualdades y opresiones que se constituyen en sus particulares formas de vivir su vida en sus territorios y localizaciones. Por ello, el diálogo de saberes es la posibilidad de enunciar el mundo propio, reconociéndolo, valorándolo en su carácter contradictorio, haciendo realidad una intraculturalidad en donde aclaro y enuncio mi mundo desde el pre-supuesto de una equivalencia entre cosmogonías con su expresión de múltiples saberes y las cosmogonías como expresión de conocimientos y saberes disciplinarios y disciplinados[31].

Un interesante desarrollo del sentido del diálogo se encuentra en los trabajos del educador popular chileno Rolando Pinto[32], quien muestra un diálogo de saberes que se constituye bajo el presupuesto pedagógico de una equivalencia entre saberes y conocimientos, en donde los modos de la vida regida por ellos ha construido comunidades de sujetos que viven en esa comprensión del mundo, el cual al ser explicitado hace visible profundas diferencias epistémicas, lo cual exige un especial cuidado en el diálogo.

Como afirma Alfredo Ghiso, “cuando hablamos de diálogo de saberes no estamos proponiendo una práctica romántica o populista, estamos planteando una ecología, una dinámica en la que los saberes y conocimientos tienen que ser recuperados, deconstruidos, resignificados y recreados sin ingenuidad”[33].

El principio de la equivalencia de culturas y cosmovisiones exige unos desaprendizajes de las maneras tradicionales, de las expresiones de esos saberes y conocimientos en cuanto las formas dominantes de ellas a través de los procesos escolarizados llevan cientos de años constituyéndose, y en ese sentido han hecho fuerte una lógica de ellas que los hace refractarios al reconocimiento de los saberes si no es en una lógica de minoría o como una forma inferior del suyo, o bien como un posicionamiento no epistémico en su modernidad. Esas diferencias de poder hacen visible cómo el diálogo de saberes no es un ejercicio didáctico sino un dispositivo que pone en tensión de la manera cómo los supuestos de las cosmovisiones siempre están implícitos, y con contadas excepciones se cuestionan.

Por ello hablar de confrontación de saberes es dar cuenta de ese ejercicio de poder en el orden de expresión de la realidad, desde múltiples realidades cognitivas y de las múltiples maneras en las cuales los discursos hegemónicos explicitan esas epistemes únicas.

Confrontación de saberes

La premisa inicial de este proceso se da en la interlocución entre los diferentes participantes en una actividad educativa desde la perspectiva pedagógica y metodológica de la educación popular, y ello está presente en los dispositivos que muestran cómo las diversas concepciones sobre los asuntos trabajados y la manera cómo ellos y sus discursos que la fundamentan han sido constituidos por procesos de etnia, género, edad, clase social, dando forma a una interculturalidad desde múltiples concepciones, que bajo el principio de complementariedad van construyendo la riqueza de la diversidad y la singularidad para construir esos caminos variados para otros mundos posibles.

Es muy visible ese paso de la intraculturalidad propiciada por el diálogo de saberes a la interculturalidad, dinamizada por la confrontación de saberes en el momento en el que lo otro es negado a nombre de lo universal, los saberes a nombre de la ciencia, lo comunitario a nombre del individuo y lo personal, lo multicultural a nombre de lo monocultural, los sentidos a nombre de la razón y muchos otros dualismos que el poder ha instituido para negar o invisibilizar lo otro y forjar redes invisibles de interlocución y negación, construyendo exclusiones sobre otras epistemologías que no responden a su universalidad, generando lo que algunos han denominado “epistemicidios”[34].

Esa confrontación de saberes y conocimientos nos habla precisamente de la manera como enfrentamos y buscamos superar las exclusiones epistemológicas, haciendo real que la interculturalidad es una construcción contextual, histórica, política, social y de poderes en disputa, y por lo tanto, también construida sobre desigualdades que al negar no dan lugar a la interlocución con la diversidad, construyendo una manera monológica de las culturas en los aspectos del saber y del conocimiento. Por ello, metodológicamente va a ser un ejercicio de colocar con fuerza propia desde sus narrativas y epistemes, aquellos asuntos negados y desafirmados, que el diálogo de saberes ha logrado colocar en un escenario de intraculturalidad.

Cuando es retomado en el ejercicio de confrontación de saberes, se hacen visibles las reales condiciones de interlocución y de igualdad epistémica, permitiendo confrontar lo que niega y haciendo visible su propio rigor y trazando puentes para optimizar y fundamentar las múltiples diversidades. Allí el diálogo de saberes se hace político, en cuanto encuentra los sistemas de poder que descalifican y excluyen saberes y conocimientos, y da lugar en la confrontación a esa posibilidad de dotar de un estatuto propio desde las sabidurías, prácticas, cosmogonías, permitiendo una contrastación que no solo busca construir la complementariedad sino hacer visible ese intercambio desigual entre culturas, lo cual va a permitir la emergencia de esos saberes y conocimientos propio de lo subalterno.

Este ejercicio metodológico permite a la vez que empodera a las diversas formas dominadas, les exige encontrar la diferencia y construir con rigor lo propio para visibilizar los antagonismos en los cuales se diverge en la construcción de otros mundos posibles, en su entendimiento de la naturaleza, la sociedad, la cultura y desde luego, la acción transformadora de ellas propuesta por la educación popular.

Negociación cultural

La educación popular no solo busca saberes y conocimientos propios en tiempos paradójicos, sino que los trabaja en un proceso de complementariedad con las concepciones, cosmovisiones, y cosmogonías de quienes buscan construir otros mundos sin explotación ni opresión, y que reconociendo la pluriculturalidad, transforman los mundos en los que actúan, micro, meso y macro, de quienes se reconocen en alguno de los ámbitos de ella (individuación, socialización, articulación a lo público, vinculación a organizaciones y movimientos, articulación a procesos gubernamentales o masivos) y allí hace  negociaciones culturales para encontrar lo común, que va a ser posible al coincidir con los grupos y las personas con los cuales se emprenderá la acción transformadora en los diferentes campos donde se actúa.

En ese sentido, la negociación va a ser ese ejercicio a través del cual se decantan las comunidades epistémicas y de saber y conocimiento a través de las cuales se reconocen como comunidades de aprendizaje permanentes para darle forma y vida a una masa crítica de variadas tradiciones con las cuales en el ejercicio de diálogo-confrontación-negociación constituimos las comunidades de acción y transformación que harán real la equivalencia de culturas, cosmovisiones y cosmogonías para desde esa práctica concreta construir concepciones más integrales de la vida, sin dicotomías, buscando darle lugar a un mundo donde según las miradas del buen vivir/vivir bien: “todo es vida, uno es todo y todo es uno”[35].

Como dice Ghiso, “cuando hablamos de negociación cultural, estamos yendo un poco más allá en el contenido de los diálogos, estamos tramitando la desigualdad de poderes, la diversidad de configuraciones y la diferencia de conocimientos y formas de conocer: mediante la negociación cultural se transita a nuevos aprendizajes, conocimientos y acciones. (…) Pregunta, ¿sobre qué es necesario dialogar y negociar culturalmente? La lista puede ser amplia, pero podríamos señalar los aspectos más críticos y pertinentes al ámbito en que situamos la reflexión. Estos pueden ser: los lenguajes, códigos y símbolos; sentidos, mediaciones, imágenes y representaciones, saberes técnicos, saberes histórico-culturales, aplicaciones tecnológicas e innovaciones, nuevas institucionalidades, otras lógicas del conocer, múltiples formas de expresar el conocer, diferentes opciones ético-políticas, múltiples procesos de socialización y divulgación del conocimiento, el conocimiento, sus aplicaciones, acciones colectivas y comunitarias informadas.”[36]

Por este camino, la negociación cultural nos permitirá construir las representaciones y construcciones desde prácticas compartidas en las más variadas tradiciones y que hoy se manifiestan en una articulación que hace posible un pluralismo epistemológico crítico que nos habla de la manera como en estos tiempos construimos sentidos, significados desde la complementariedad, enfrentando cualquier matriz epistémicamente homogeneizadora, abriéndonos a un mundo biodiverso donde se elabora y reelabora un campo más amplio que la propuesta antropocéntrica.

Esta construcción de otro escenario bio-cultural en donde los saberes y conocimientos están vivos y son recreados dando forma a una reelaboración de creencias, conocimientos, costumbres, saberes, desde otros diferentes, que al dialogar, confrontar, negociar, se convierten en constructores de mundos en una inclusión en todos los sentidos, de todas las subjetividades, de todos los conocimientos y saberes que le apuestan a seguir construyendo y transformando el mundo desde la diferencia.

En ese sentido, cuando Peter Maclaren lee a Paulo Freire encuentra esas búsquedas y esa propuesta cuando afirma:

“El agente freireano trabaja silenciosa pero firmemente en los márgenes de la cultura y en los intersticios de los sectores públicos en colapso, alejado de las arenas cargadas de poder de los espectáculos públicos de acusación y de culpa, atendiendo a lo que está mal con nuestras escuelas, los educadores freireanos no conciben su trabajo como un antídoto para las enfermedades socioculturales actuales y para el declinante nivel de ambición con respecto al compromiso con la democracia de la sociedad contemporánea. En vez de eso sus esfuerzos se dirigen a la creación de ciclos contrahegemónicos de lucha política, de marcos de trabajo epistemológicos radicalmente alternativos y de interpretaciones contrapuestas y prácticas culturales, así como a dominios de abogacía en pro de los grupos sin derechos.”[37]

[1] Martin, Gerald. Gabriel García Márquez. Su vida. Bogotá. Editorial debate. 2009. P. 22

[2]Boff, Leonardo. Evangelio del Cristo cósmico. Madrid. Editorial Trotta. 2009.

[3] Martín-Barbero, J. De los medios a las mediaciones. Barcelona. Editorial Gustavo Gili. 1987.

[4]Dussel, E. Filosofía de la liberación. Bogotá: Nueva América. 1996.

[5] Quijano, A. Colonialidad del poder, eurocentrismo y ciencias sociales. Perspectivas latinoamericanas. Buenos Aires. CLACSO. 2000.

[6] Un buen ejemplo de ello es el buen vivir/vivir bien. Ibáñez, A. y Aguirre, N. Buen vivir/Vivir bien. Una utopía desde el Sur. Bogotá. Ediciones Desde abajo. 2013.

[7] Estos textos son síntesis de un trabajo más amplio que el autor realiza sobre pedagogías en la educación popular.

[8] Rodríguez, S. Luces y virtudes sociales. Caracas. Monte Ávila Editores. 1992. P. 110. En: Obras completas. Universidad Simón Rodríguez, T. II, p. 116. Caracas. 1975.

[9] Esto lo plantea cuando afirma: “La sabiduría de la Europa y la prosperidad de los Estados Unidos son dos enemigos de la libertad de pensar en América”. Rodríguez, S. Tomo II. P. 133.

[10] Derivado de las recomendaciones del informe Estados Unidos. Una nación en peligro: el imperativo de una reforma educativa (1983) elaborado por la Comisión Nacional para la Excelencia de la Educación.

[11] Lancaster, J. (1778-1838). Educador inglés creador del sistema de enseñanza mutua entre los niños, que fue promovido por algunos de los nacientes sistemas de educación en América y que se impuso desde un sector de las élites en Caracas, Bogotá, Quito, Lima y México.

[12] Bolívar, S. Discurso del Congreso de Angostura. En: https://es.wikisource.org/wikidiscursodesimonbolivaranteelcongresodeangostura. Consultado el 25 de agosto de 2015.

[13]Puiggrós, A. La educación popular en América Latina. México. Nueva Imagen. 1984. Ver también de esta misma autora: De simón Rodríguez a Paulo Freire: educación para la integración latinoamericana. Bogotá. Convenio Andrés Bello. 2005.

[14]Wari = fuerza interior, sata = sembrar o sembrado de la sabiduría

[15] Recordemos cómo Siñani era un indígena rebelde que fue castigado y preso por tratar de enseñar a los indígenas, lo cual era prohibido durante todo el siglo XIX y comienzos del XX en Bolivia.

[16] Pérez, E. La escuela ayllu de warisata. La Paz. Papeles. 1985.

[17] Pérez, E. Mensaje de la escuela de warisata en el día de las américas. La Paz. 1934.

[18] Salazar, C. Warisata mía. La Paz. 1983. También: Elizardo Pérez, precursor de la liberación del indio. La Paz. 1992. Otro de los artistas más reconocidos, Mario Alejandro Illanes, es confinado al trópico y su obra destruida por la dictadura de Toro. Entre sus obras figuraba “La tragedia del pongo”, en relación al cierre de la escuela de warisata, en donde habían varios murales de su autoría.

[19] Reyes, J. (editor) Proceso Educación y pueblo (1900-2010). Bolivia, algunos referentes experienciales y documentales. La Paz. CAS – Red feria – UMSA – CEE – CEBIAE. 2012. P. 19.

[20]Vélaz, JM (s/f). En: Carrasco. (2008) XV y XVI Congresos Internacionales FIFYA, p. 12.

[21] Freire, P. Pedagogía del oprimido. México. Siglo XXI editores. P. 10.

[22]Fiori, M. Aprender a decir su palabra. El método de alfabetización del profesor Paulo Freire. Introducción a la pedagogía del oprimido. P. 17.

[23]Gadotti, M, Torres, C. Paulo Freire, una bio-bibliografía. México. Siglo del Hombre Editores. 2002.

[24] Freire, P. Cartas a quien pretende enseñar. México. Siglo XXI editores. 1998. P. 52.

[25] Para ver esos múltiples desarrollos remito a mi texto: Educaciones y pedagogías críticas desde el sur. Cartografías de la educación popular. Bogotá. Editorial Magisterio. 2013.

[26] Villa, H. Sistematizar para saber, devenir y resistir. Sistematizando la sistematización de ha-seres de resistencia con vos y con voz en la Corporación Combos. Tesis de grado CINDE. 2015.

[27] Tomado de: Las capacidades, fundamento de la construcción de lo humano. A propósito del Proyecto de Talentos e Innovación Ondas. Borrador de trabajo. Bogotá. Inédito. 2014.

[28] Mejía, MR. La educación popular del siglo XXI. Una resistencia intercultural desde el sur y desde abajo, de próxima publicación en Bogotá (2015), en la colección Primeros Pasos de editorial Desde Abajo.

[29]Gramsci, A. La filosofía de la praxis. México. Ed. Nueva imagen. 1972.

[30] Dimensión educativa. El diálogo en la educación. Perspectivas teóricas y propuestas didácticas. Revista Aportes No.53. Bogotá. 2000.

[31]Kusch, R. El pensamiento indígena y popular en América. Buenos Aires. Hachétte. 1977.

[32] Pinto, R. Pedagogía crítica para una educación pública y transformadora en América Latina. Lima. Editorial Derrama magisterial. 2014.

[33] Guiso, A. Del diálogo de saberes a la negociación cultural. Recuperar, deconstruir, resignificar y recrear saberes. En: Revista Pensamiento Popular. Aportes para una educación popular, No.002. Popayán, Centro de Estudio e Investigación Docente, CEID-ASOINCA. 2015. Páginas 28 a 37. P. 32.

[34] Santos, Boaventura de Sousa. Una epistemología del sur. La reinvención del conocimiento y la emancipación social. México. Siglo XXI editorial y CLACSO. 2009.

[35] Ibáñez, A y Aguirre, N. Buen vivir, vivir bien. Una utopía en construcción. Bogotá. Ediciones desde abajo. 2013.

[36]Ghiso, A. Op. Cit. Páginas 34-35.

[37]Maclaren, P. El che Guevara, Paulo Freire y la pedagogía de la revolución. México. Siglo XXI Editores. 2008. P. 31.

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