Page 705 of 2443
1 703 704 705 706 707 2.443

7 mensajes virales sobre la educación en tiempos de confinamiento

Por: Jordy Jubany

Hemos recogido 7 memes, estos mensajes virales con cargas culturales, que hoy en día se mueven en Internet. Nos han llegado a través de sistemas de mensajería o los han compartidas en las redes sociales personas que tienen relación con el mundo educativo.

Los memes ya forman parte de nuestra cultura digital. Muestran inquietudes, malestar y reivindicaciones con un tono humorístico, irónico o crítico basados en hechos reales que dan para participar en un buen debate. Son muchas las dificultades y preguntas pendientes de resolver sobre la situación de la educación en el tiempo de confinamiento en el que nos encontramos actualmente. Y las que saldrán.

1 / El Titanic se hunde, pero sus músicos siguen tocando. La imagen compara la situación actual por la dificultad de mantener las funciones del sistema educativo cuando la sociedad está en una estado de emergencia. Los docentes, de todos modos, intentan hacer su trabajo en condiciones adversas.

2 / Los dispositivos móviles han pasado de estar prohibidos en muchos centros educativos a ser herramientas indispensables para la comunicación que deben ayudar al aprendizaje a distancia. El meme muestra gráficamente el cambio de mirada de muchas personas hacia las tecnologías actuales.

3 / Las dificultades del teletrabajo son enormes cuando hay que interactuar con muchas personas y resolver varias tareas a la vez. Seguramente tenemos que aprender a gestionarlo de otra manera para optimizar el tiempo y los recursos que todos dedicamos.

4 / Sin haberlo previsto, la evolución de la carrera docente entra en una dimensión desconocida: las clases virtuales. La composición nos muestra una metáfora en la evolución de los personajes interpretados por el actor Jack Nicholson y como cada situación los afecta a lo largo del tiempo.

5 / La metodología mostrada en ciertos programas de televisión educativos actuales es la misma que se utilizaba mucho tiempo atrás. Parece que no han incorporado las metodologías activas ni lo que se ha llamado la escuela avanzada ante la situación actual.

6 / Todo ello nos ayuda a comprender que, aunque la educación con pantallas nos puede ayudar, no puede sustituir la escuela en todas sus dimensiones. La imagen es una adaptación del cuadro «Ceci n’est pas une pipe», «Esto no es una pipa» de René Magritte, cambiando la pipa original para un ordenador portátil.

7 / Con esta imagen cinematográfica épica nos adentramos en un terreno de incertidumbre como es el tercer trimestre y la dificultad de su evaluación. Toda la comunidad ante esta aventura desafiante. Estando unos al lado de otros esperamos salir adelante.

Nos están cambiando las preguntas a medida que damos las mejores respuestas que sabemos. Pero quedan muchos interrogantes por delante: ¿cuándo será la vuelta a la escuela? ¿Cómo haremos compatible el acompañamiento emocional con el distanciamiento social? ¿Tendremos que combinar las aulas presenciales y las telemáticas? Seguro que nos llegarán nuevos memes que nos darán motivos para pensarlo. Abrazos virtuales.

(La autoría de la mayoría de estas imágenes, que se han convertido en virales en la red, es desconocida. Si algún lector conoce los autores, nos puede escribir a redaccion@eldiariodelaeducacion.com y las atribuiremos).

Fuente e imagen tomadas de: https://eldiariodelaeducacion.com/2020/05/08/7-mensajes-virales-sobre-la-educacion-en-tiempos-de-confinamiento/

Comparte este contenido:

La escuela del cuidado mutuo como antídoto educativo

Por: Julio Rogero

La crisis sanitaria, económica y educativa ha puesto en el primer plano las prioridades que nos humanizan: el cuidado de los cuerpos, de las relaciones familiares y de los vínculos con las personas, con quienes nos relacionamos y a quienes queremos. Esto se ha vuelto primordial.

Vivimos una esperanzadora explosión de reclamaciones y reconocimientos del trabajo de los cuidados de la vida, de la solidaridad y del compartir, que se concretan en la atención a las personas más frágiles. La crisis sistémica que vivimos pone de relieve que o aprendemos el cuidado de la vida o estamos abocados a nuestra autodestrucción.

Todos esos valores se pueden incluir en uno que los incorpora necesariamente: el apoyo y el cuidado mutuos, que en la actualidad, como nunca antes, se ha mostrado fundamental para el sostenimiento de la existencia. Este valor se expresa en los cuidados sanitarios, en la atención de las familias por sus hijos y sus mayores, en la dedicación del profesorado con su alumnado, en la inquietud por quienes viven circunstancias dramáticas al perder su trabajo ya precario o en la preocupación de la población en general por que las políticas sociales y económicas de los estados garanticen ese bienestar. Todo lo que estamos viviendo no es más que la muestra de la experimentación del cuidado que todos necesitamos dar y tener. La crisis sanitaria, económica y educativa ha puesto en el primer plano las prioridades que nos humanizan: el cuidado de los cuerpos, de las relaciones familiares y de los vínculos con las personas, con quienes nos relacionamos y a quienes queremos. Esto se ha vuelto primordial.

Lo sorprendente de todo esto es que tenemos que aprender lo que ya somos. Desde que nacemos, somos cuidado y vamos conociendo que eso es lo que nos constituye como seres humanos. Dice Heidegger que el cuidado es nuestro modo de ser esencial y Leonardo Boff asegura que sin cuidado el ser humano se volvería inhumano. También los mitos de la antigüedad clásica apuntan en esa dirección, y ahora podemos constatarlo en nuestra experiencia cotidiana.

Sin embargo, los intereses economicistas sobre nuestras vidas, sometidas al rendimiento y la competitividad del modo capitalista de producción y consumo, nos han hecho olvidar lo que somos. Hemos envilecido el cuidado sacándolo de nuestras vidas y lo hemos expulsado de nuestro ser. Lo hemos “confinado” en determinadas personas (mujeres en general) y hemos despreciado su trabajo, remunerado o no. Eso nos ha empobrecido. No habíamos llegado al homo sapiens que decimos ser y ya queríamos ser el homo deus (Yuval Noah Harari) de un poshumanismo desprovisto de cualquier atención por la vida, que se quiere anclado en la inmortalidad.

Cuando nos planteamos construir una nueva realidad, que no normalidad, proponemos pasar de la sociedad egoísta e indiferente al sufrimiento ajeno a otra basada en la atención y el apoyo mutuos. La mayor parte de la publicidad futura querrá mantener la vieja normalidad que nos trajo hasta aquí, pero nuestra acción ha de ir dirigida al cuidado de la vida, y a la práctica constante del cuidado mutuo como elemento central de una convivencia basada en el asentamiento de la “cuidadanía”. “Cuidarnos es la nueva revolución” (M. Garcés). Es la única posibilidad de que nadie se quede atrás y de que no haya excluidos de la vida digna. En todo ello tiene mucho que decir el modelo de escuela pública comunitaria donde todos aprenden el cuidado de sí mismos para poder cuidarse todos entre sí.

En el ámbito de la educación, ahora más que nunca, es necesario desplazar la atención, casi obsesiva en muchos sectores de la comunidad educativa, de lo académico y de los aprendizajes curriculares hacia la educación integral de la persona. Es esa concepción de la enseñanza la que nos preocupa y nos ocupa. “Ahora es el momento de resaltar (en la escuela) los valores que estamos aprendiendo como la solidaridad, la empatía, la generosidad, la afectividad, el apoyo y el cuidado mutuo, la cooperación… porque hoy toca hacer pedagogía y primar esos valores más humanizadores.” (Propuesta 7 del Manifiesto por otra educación en tiempos de crisis).

Estos valores no es posible desarrollarlos en una escuela competitiva, basada en el éxito de unos pocos, en el rendimiento y los resultados académicos. Por eso la escuela basada en el cuidado es la que tiene en cuenta siempre a los demás y, sobre todo, a los más débiles, y que acoge y cuida a los distintos, a los que tienen mayores carencias y viven situaciones de penuria mayor. Implica aprender a cuidar a todos y a lo que es de todos, lo colectivo, lo común, por encima de los intereses basados en el egoísmo y en el individualismo. Es construir el paso de la ciudadanía, con la tarea del cuidado mal distribuida como ahora, a una “cuidadanía” ciudadana en la que todos asumamos nuestra responsabilidad de cuidar y saberse necesitados de cuidados. No solo se trata de salir al balcón, aunque sea necesario en determinados momentos, a aplaudir a los que nos cuidan, sino de que todos salgamos a la vida como cuidadores mutuos. Solo así podremos construir una vida digna de y para todos.

El cuidado es lo esencial para mantener la vida y para mantener la educación como promoción del desarrollo de las potencialidades humanas en cada uno de los que se educan. En otro momento he hablado de la necesidad de construir la escuela de lo colectivo. En ella es donde hemos de colectivizar el cuidado. Esa es la escuela comunitaria que queremos hacer realidad. Sencillamente porque todas las vidas son dignas de ser cuidadas y esa escuela lo hace posible.

La escuela del cuidado mutuo educa en la perseverancia y la paciencia a ritmo lento y pausado. Pone especial atención en el aprendizaje relevante, la reflexión, la voluntad y la memoria. Sitúa en el centro de la relación pedagógica, el diálogo-conversación y sabe que educar es aprender a pensar críticamente por sí mismo y a sentir la generosidad del compartir, poniendo en el primer plano la empatía, la compasión (pasión común por la vida) y la construcción de la fraternidad. Esta escuela genera, necesariamente, sensibilidad por la vida, por el cuidado de las personas frente a la insensibilidad y el olvido de los pequeños y grandes problemas de la humanidad y de quienes son víctimas de ellos. Es en la educación donde se da el encuentro con la vida, ya que hay una clara identificación entre vivir, conocer, aprender y producir (Maturana y Varela). Y, hoy más que nunca, educar es cuidar y defender la vida de todos y cada uno de los aprendientes (Hugo Assmann). En esta escuela es muy relevante la calma, el tacto, la presencia, el acompañamiento, la espera, el respeto, la atención, la confianza, la crítica fraternal, la reciprocidad afectiva y normativa, la ternura y, en definitiva, el amor.

En esa comunidad de cuidado, el alumno y la alumna son considerados en su singularidad, acogidos, queridos e impulsados en la aventura de construirse a sí mismo como sujetos en un proceso de crecimiento permanente. Implica la convivencia y la relación positiva entre el alumnado desde el respeto mutuo y la gestión de los conflictos. En el centro de la relación educativa se sitúa el trato cordial, cercano y cargado de humanidad entre profesorado y alumnado. Profesor y alumno se cuidan entre sí y se respetan profundamente.

Es una escuela que promueve el desarrollo humano y profesional del docente. Le acoge y le mima para que él pueda acoger y mimar la relación educativa con todos los demás. Se genera un clima relacional que hace posible el trabajo en equipo, los proyectos compartidos y la comunicación sincera. Así se hace posible una relación entre el profesorado que entraña el apoyo mutuo, el encuentro y el diálogo afable donde es posible la regeneración de las energías que se consumen en la acción educativa que es compleja, conflictiva con frecuencia, cargada de incertidumbre…

La relación con las familias se cuida de forma especial pues son parte esencial de la comunidad de cuidado que es la escuela. Es una relación de apoyo mutuo en la tarea común de acompañar a la infancia y a la adolescencia. También se cuida la relación de las familias entre sí como miembros activos de la comunidad educativa.

Es una escuela que cuida la relación colaborativa con el entorno social, cultural y natural donde está ubicada. Pone todo su potencial y compromiso en la construcción de la comunidad local en el espacio de ciudad educadora.

Se hace cada día más urgente la construcción de la escuela pública como comunidad educativa donde se educa, se aprende, se practica la convivencia positiva y se incluye toda la diversidad humana en el cuidado mutuo. Ese es el objetivo y el contenido de la propia acción educadora del espacio y el tiempo escolar. Sabemos que la realidad que estamos viviendo apunta indudablemente a la necesidad de fortalecer la dimensión colectiva de vida humana y eso solo es posible en la consolidación de lo público. La sociedad del cuidado y de los cuidados nos exige prestar el máximo apoyo a la escuela pública comunitaria, que es la única capaz de garantizar el derecho de todos a la educación. Su cuidado, por parte de las políticas educativas públicas, adquiere una significación especial en los tiempos que vivimos. Por ser la escuela de todos debería ser la mejor tratada.

Sin embargo, constatamos con demasiada frecuencia un maltrato planificado de la enseñanza pública. Hay un abandono del deber de cuidarla por parte de todos, cuando no luchamos lo suficiente por hacerla realidad. Pero, sobre todo, de la Administración pública: desprestigio premeditado con políticas de desinversión, precariedad, recursos insuficientes, centros descuidados, construcciones de centros en varios años, profesorado maltratado…

Estamos tomando conciencia de que el actual sistema capitalista de producción y consumo y su sistema educativo son insostenibles. Y vamos sabiendo que la nueva realidad educativa se ha de sustentar en una escuela basada en el cuidado de la vida y del ser humano en su integralidad, como se propone en el “Manifiesto por otra educación en tiempos de crisis”.

Ojalá esta pandemia nos contagie la toma de conciencia del ineludible aprendizaje del cuidado mutuo, porque es lo único que nos dará alguna certidumbre para sobrevivir a la actual catástrofe y a las que se avecinan.

Fuente: https://eldiariodelaeducacion.com/2020/05/11/la-escuela-del-cuidado-mutuo-como-antidoto-educativo/

Comparte este contenido:

Zoombombing: Una tendencia en ascenso

Por: Sofía García Bullé

El zoombombing no es una práctica aleatoria, es un ataque estratégico que interrumpe canales de comunicación en tiempo de contingencia.

El periodo de aislamiento durante la cuarentena nos ha obligado a apoyarnos en la tecnología de la comunicación a distancia para mantenernos en contacto. Tanto las aulas como las reuniones laborales están siendo habilitadas por plataformas de transmisión de audio y video en tiempo real. De estas plataformas, Zoom es una de las más usadas.

El tema de seguridad en los chat rooms de Zoom se ha vuelto una cuestión de primera necesidad, ante un aumento significativo en su uso, también se han incrementado los ataques de hackers que irrumpen las videollamadas para interrumpir juntas o sesiones de clases y compartir contenido inapropiado, frecuentemente pornografía. A este tipo de ataque se le llama zoombooming.

¿Cómo funciona el “zoombombing”?

Esta práctica de aprovechar las vulnerabilidades Zoom para disparar comentarios violentos y contenido pornográfico no se trata de una acción fortuita o aleatoria. Jeff Elder, reportero de ciberseguridad e inteligencia artificial para Business Insider, relata la experiencia de cómo su reunión virtual fue atacada por un grupo de zoom bombers y cómo pudo rastrear a uno de ellos.

Elder explica que romper la seguridad de una plataforma como Zoom no es una tarea tan sencilla, y que usualmente requiere de un esfuerzo conjunto, organización para coordinar no solo la entrada a las salas de chat sino para mantener el ataque.

“Trataban sus redadas como si se tratara de un videojuego multijugador. Los atacantes compartían un plan, actuaban al unísono, se felicitaban por ataques efectivos, abrumaban a sus víctimas y se jactaban de sus habilidades”.

Elder agregó que la plataforma que usaban para coordinarse era Discord, un medio de comunicación conocido entre gamers para organizar sesiones multijugador o exhibiciones de juegos. El personal de Discord trabajó de la mano con Elder, canceló las cuentas de los agresores y cooperó en la investigación del reportero, quien fue capaz de identificar al menos a uno de los atacantes de su sesión en Zoom.

Elder insiste en el potencial del zoombombing no solo como un arma que interrumpe las comunicaciones, sino como un vehículo de violencia racial y sexual en espacios que deberían ser seguros por ontonomasía, como un salón de clases. Comentó que el zoombombing es lo mismo que irrumpir en un salón de clases ya sea para ejercer violencia verbal o exhibirse inapropiadamente, y que debería ser perseguido como tal.

La respuesta de Zoom ante estos ataques

El periodo de aislamiento mandatorio ha sido uno muy ocupado para la gente detrás de Zoom. Antes del brote de COVID-19, la aplicación habilitaba a 10 millones de personas a reunirse diariamente, en marzo, la cifra se disparó a 200 millones y en abril a 300 millones en todo el mundo.

Después de que el zoombombing se volviera tendencia, voceros de Zoom anunciaron nuevas políticas y funciones destinadas a mejorar la seguridad de sus chat rooms. Estas medidas incluyen encriptación, nuevos controles de privacidad y actualizaciones que son parte de un plan de 90 días para mejorar la privacidad y seguridad de la plataforma. De la misma forma, se emitió un comunicado con recomendaciones dirigidas a usuarios, para hacer uso de las funciones que ayudan a mantener sus juntas seguras.

Esta “nueva versión de Zoom”, o Zoom 5.0, permite a los organizadores de las reuniones reportar usuarios a través de un botón de seguridad, así como la introducción de una sala de espera, en la que los participantes de la junta pueden esperar hasta que el anfitrión apruebe su participación. Además de esto, todas las sesiones estarían protegidas con contraseña para acceder a ellas.

La encriptación añadida por Zoom es denominada AES 256-bit GCM, considerada como “estándar oro” y usada por el Gobierno de los Estados Unidos para proteger datos. La prevención de prácticas como el zoombombing requiere de un esfuerzo conjunto entre los usuarios, a cargo de hacer uso de las funciones de seguridad y del personal de Zoom para monitorear la efectividad de las mismas y actualizarlas acorde.

¿Has estado en una reunión virtual que haya sido atacada por zoom bombers? ¿Qué medidas utilizas para prevenir reincidencias? ¿Cómo llevas la conversación con tus alumnos para procesar un ataque de zoom boombers? Cuéntanos en los comentarios.

Fuente e imagen: https://observatorio.tec.mx/edu-news/zoombombing

Comparte este contenido:

Regreso a clases

Por: Luis Hernández Navarro

Gustavo de Hoyos es uno de los críticos más beligerantes de la derecha patronal en contra de Andrés Manuel López Obrador. “Estamos –dijo– ante un gobierno altamente destructivo de la inversión en el país”. El mandatario le respondió describiéndolo, no sin razón, como politiquero disfrazado de empresario y “traficante de influencias.

Está bien que tenga aspiraciones, pero que no use su representación, porque además afecta a los empresarios, le reviró el Presidente de la República en una mañanera al dirigente de la Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex).

A pesar de ello, el secretario de Educación Pública (SEP), Esteban Moctezuma, se reunió virtualmente con la Comisión de Educación de la Coparmex, para explicarle lo que el gobierno está haciendo en el terreno de la enseñanza ante la pandemia.

En plena línea de continuidad con las prácticas de Aurelio Nuño en el sexenio pasado, Moctezuma anunció a los tiburones empresariales que, una vez que se regrese a clases, la SEP aplicará una evaluación diagnóstica para valorar los conocimientos que los alumnos adquirieron con el programa Aprende en Casa.

Satisfecho, Gustavo de Hoyos respondió con un mensaje en su cuenta de Twitter en el que informó sobre la presencia del secretario Moctezuma en su reunión y reconoció al gobierno federal por mantener el servicio educativo en la contingencia sanitaria, a través de programas como Aprende en Casa.

La presencia del secretario en el acto del sindicato patronal es muestra del enorme despiste y la interminable serie de pifias de la SEP para enfrentar la problemática del coronavirus. Aunque, según el subsecretario de Salud, Hugo López-Gatell, el gobierno federal se preparó desde el 3 de enero para enfrentar la crisis, las autoridades educativas ni anticiparon ni elaboraron una estrategia para sortear el reto. De manera que, muchas de sus acciones –como ir a rendir cuentas a la Coparmex– han sido, por decir lo menos, fallidas.

El pasado 30 de abril, por ejemplo, fecha en que se celebra el Día del Niño, una actividad tradicionalmente organizada por la SEP, la ceremonia oficial corrió, en los hechos, a cargo del doctor López-Gatell. El evento puso en el centro las preocupaciones de niños y jóvenes ante la pandemia.

En contraste, en lugar de invitar a los niños a celebrar la efeméride a partir de la vida misma, las autoridades educativas mantuvieron la educación a distancia con un plan de estudios que nada tiene que ver con las angustias y los intereses de los estudiantes en este momento, y siguieron exigiendo a maestros enviar diariamente a sus jefes videos, fotografías, listas de asistencia, evidencias y reportes insensatos.

Evaluar los conocimientos que los alumnos han adquirido por medio de Aprende en Casa –como anunció el secretario Moctezuma a la Coparmex– es un absurdo. Porque, a pesar de lo que asegura la SEP en su boletín 114, el plan es un fracaso. No se puede exportar la educación de las aulas a los hogares. Son espacios distintos. Los padres de familia no son profesores. Hay, además, una enorme cantidad de estudiantes que no tiene acceso ni a las herramientas tecnológicas ni a la televisión para seguir los cursos. Peor aún, los contenidos que se trasmiten a través del televisor aportan muy poco a la comprensión de lo que los alumnos están viviendo.

Aprende en Casa es una gran cortina de humo para aparentar que, ante la pandemia, el sistema educativo sigue funcionando, cuando realmente está colapsado. Es una puesta en escena para controlar y vigilar al magisterio. Una demostración de poder de una burocracia que poco conoce la realidad escolar en el terreno.

Qué tan descolocada está la SEP ante la crisis sanitaria puede verse en la danza de las fechas que ha dado sobre el regreso a clases. Las autoridades educativas se comportan como si pudieran manejar el calendario del comportamiento del Covid-19 de la misma manera en la que administran un almanaque escolar. El anuncio de reanudar cursos el 1º de junio es tan improbable como cualquier otro. Tan es así que se acaba de informar que el pico de la pandemia culminará hasta el 20 de mayo.

Retornar a las aulas el 1º de junio será una absoluta irresponsabilidad. Es prácticamente imposible en un sistema escolar como el mexicano mantener la sana distancia e implementar medidas de higiene adecuadas. Los planteles llevan casi dos meses abandonados. Las aulas son reducidas, están sobresaturadas, su mobiliario es básicamente binario y tienen poca ventilación. En promedio, hay 28 alumnos por maestro (más en muchos centros escolares), más del doble de estudiantes que el promedio de los países desarrollados. Además, no hay personal filtro, ni gel, ni cubrebocas, ni Lysol y, en muchos casos, ni siquiera jabón. Más aún: 57 mil 500 escuelas no tienen acceso al agua de la red pública del Estado.

Según el doctor José Elizalde, jefe del Departamento de Neumología del Instituto Salvador Zubirán, el tema de las escuelas es preocupante. Hay un gran número de pacientes asintomáticos. Habría que seguir hasta el fin de año haciendo educación a distancia. Se puede decir más fuerte, pero no más claro. Hay que decretar el fin del ciclo escolar, elaborar programas de educación pertinentes para la cuarentena y a lo que sigue.

Fuente: https://www.jornada.com.mx/2020/05/12/opinion/015a1pol

Imagen: https://pixabay.com/photos/kids-school-emotions-globe-2835430/

Comparte este contenido:

Causas y consecuencias de las dos guerras mundiales del Siglo XX

Por: Víctor Arrogante

Fue un mes de mayo florido hace 75 años, cuando finalizó la Segunda Guerra Mundial. Múltiples fueron las causas y graves sus consecuencias. Las condiciones creadas tras la Primera Guerra Mundial sentaron las bases para el inicio del nuevo conflicto mundial. Más destrucción, sufrimiento y muerte. La humanidad no había dado de si toda la crueldad de la que era y es capaz.

España también jugó su papel antes y durante la guerra, por lo que sufrimos las consecuencias de la posguerra durante años. El 8 de mayo de 1945, se firmaba el acta de rendición incondicional, que ponía fin al predominio del nazismo en Europa. Quedaba odio y rencor. Hoy, aquella ideología criminal vuelve a tomar auge en la Europa unida y tenemos que evitarlo.

La guerra en España (1936-1939), llamada civil, pero que fue militar, por supuesto, sirvió de campo de pruebas para Alemania e Italia. Hitler, tras denunciar las cláusulas sobre desarme impuestas a Alemania por el Tratado de Versalles, organizó un nuevo ejército y puso a prueba el nuevo armamento y las nuevas tácticas guerreras. Hitler y Mussolini, entregaron material de guerra a Franco y enviaron tropas especializadas a combatir en suelo español contra el gobierno republicano. Las otras potencias, encabezadas por Francia y apoyada por Reino Unido, se abstuvieron de intervenir, desarrollando su política de No intervención, porque la guerra de España venía a complicar el juego estratégico que se desencadenaba en Europa. Todo fueron ventajas para el nazismo y el fascismo español. La República quedaba abandonada a su suerte.

El 29 de abril de 1945, Hitler se suicidó. Berlín fue tomada por las fuerzas soviéticas y el 7 de mayo se produjo la rendición alemana. La guerra en el Pacifico terminó en agosto, poco después de que los Estados Unidos lanzaran las bombas atómicas en las ciudades japonesas de Hiroshima y Nagasaki. Murieron en el acto ciento veinte mil personas. Como consecuencia de todo, EEUU y la Unión Soviética surgieron como las superpotencias que iban a dominar el mundo. La guerra fría; el inicio de la era atómica; la descolonización; y la creación de organismos internacionales como la ONU o las Comisiones Europeas, fueron otras de sus consecuencias. Para España representó el aislamiento internacional, la represión política y la depresión económica.

Las principales causas de la SGM, provienen de las consecuencias de la Primera Guerra Mundial (1914-1918). El tratado de Versalles (1919) estipulaba que las Potencias Centrales (Alemania y sus aliados) aceptasen las responsabilidades morales y materiales por haber causado la guerra; además debían desarmarse. Tuvieron que realizar concesiones territoriales a los vencedores y pagar exorbitantes indemnizaciones económicas a los Estados victoriosos.

De otra parte el Plan Dawes (1924), auspiciado por EEUU, pretendía que los aliados vencedores de la Primera Guerra, consiguieran sus reparaciones, buscando la estabilidad de la economía alemana y evitar mayores perjuicios. Alemania en el 20º aniversario de su reunificación (1990), realizó el último pago de las indemnizaciones de la Gran Guerra estipuladas en el Tratado de Versalles. Con el pago terminaron 92 años de un tratado, que algunos de los más reputados historiadores alemanes consideran una chapuza en sus términos económicos.

La Gran Depresión de 1929, se prolongó durante la década de 1930. Fue otra de las causas de la PGM y sus efectos fueron devastadores en casi todos los países, ricos y pobres, donde la inseguridad y la miseria se transmitieron como una epidemia. Cayeron la renta nacional, los ingresos fiscales, los beneficios empresariales y los precios. Ciudades de todo el mundo se vieron gravemente afectadas, especialmente las que dependían de la industria pesada. La agricultura y las zonas rurales sufrieron la caída de los precios y de las cosechas, La política del New Deal en 1932, establecida por el presidente Roosevelt, marcó el inicio del final de la Gran Depresión en Estados Unidos, pero no en Alemania. La desaparición de la financiación exterior y el aumento de las dificultades económicas, propiciaron la aparición del nacional-socialismo y la llegada al poder del Partido Nacionalsocialista Obrero Alemán (NSDAP).

Hitler al llegar al poder, procedió al rearme de la nación; firmó tratados estratégicos con Italia y Japón para proyectar aún más lejos sus ambiciones de dominación planetaria. Los Aliados, temerosos de una nueva guerra mundial, trataron de contener la situación mediante una política de apaciguamiento –y ciertas muestras de simpatía hacia el nuevo régimen–, que resultó ser ineficaz y contraproducente. La invasión de Polonia por el ejército nazi en septiembre de 1939, lo desbarató todo. Gran Bretaña y Francia declararon la guerra al Tercer Reich y con ello comenzaba la Segunda Guerra Mundial, que Hitler valoraba como imprescindible necesaria para sus planes, después de asegurar la neutralidad de la URSS, con el pacto de no-agresión.

No es objetivo de este artículo entrar en el desarrollo de la larga guerra, sino el de ofrecer algunos apuntes sobre sus causas y consecuencia. Las humanitarias, son las más trágicas. El número de muertos llegó a cincuenta y cinco millones de personas (imaginemos la dimensión, si tenemos en cuenta que España tiene una población de cuarenta y siete millones). A esta pavorosa cifra hay que sumar el sufrimiento de la población en general, de los prisioneros, las secuelas físicas y psíquicas de los campos de concentración. Desaparecieron ciudades, vías férreas, carreteras, puentes y plantas industriales, así como quedaron afectados los campos más fértiles. Todo quedó desecho.

La SGM fue el conflicto armado de mayores dimensiones de la historia. Se enfrentaron los países que conformaban las Potencias Aliadas y las Potencias del Eje. Tras seis años de lucha, el 14 de agosto de 1945, se declara el final de la guerra y la caída de los regímenes de Adolf Hitler en Alemania y Hideki Tojo en el Imperio del Japón. El mundo quedó divido en dos bloques irreconciliables.

Al finalizar la guerra, los vencedores dividieron el territorio alemán en cuatro zonas de ocupación (norteamericana, inglesa, francesa, y soviética). La ciudad de Berlín, situada en la zona rusa, también fue dividida en cuatro zonas. Más tarde, en 1961 quedaría separada del resto del mundo por el muro de la vergüenza, que cayó en 1989.

Austria recuperó su autonomía. Alemania perdió la Prusia Oriental y los territorios ubicados al este la línea del Order-Neisse. Rumania, Hungría y Bulgaria fueron ocupadas por la URSS, Italia por EEUU y el Reino Unido. Finlandia tras firmar el armisticio con la URSS en 1944 no fue ocupada militarmente. Los EEUU ocuparon posiciones estratégicas en el Pacífico y Corea quedó ocupada por fuerzas norteamericanas y soviéticas. El diseño del nuevo orden mundial, plasmado en los tratados de paz, sigue influyendo en la política mundial.

Europa perdió el poder global que había mantenido. Nació la bipolaridad del poder encarnado por las dos superpotencias. Las monarquías en Italia, Yugoslavia, Albania, Rumania y Bulgaria, perdieron el poder y se convirtieron en republicas. El mundo comunista extendió su influencia sobre Europa Oriental y los Balcanes, planteándose un nuevo conflicto ideológico entre comunistas y democracias occidentales. Nacieron las Naciones Unidas, como instrumento para servir la paz internacional.

Durante seis años, la SGM se cobró más vidas y destruyó más tierras y propiedades en todo el mundo que cualquier otra guerra antes conocida. De los cincuenta y cinco millones de personas muertas, seis millones eran judíos, exterminados en los campos de concentración nazis, como parte de la Solución Final planeada por Hitler y figuras como Himmler o Reinhard Heydrich. Gitanos, homosexuales y personas de ideología opuesta fueron víctimas que aumentaron la barbarie.

Han pasado setenta y cinco años y algunas de sus consecuencias todavía se dejan sentir o están presentes en el desarrollo de las relaciones internacionales. La Segunda Guerra Mundial ha quedado marcada como uno de los conflictos más destructivos en la historia del mundo, aunque parece que se olvidan sus consecuencias. Desde entonces el mundo no ha dejado de guerrear.

Contra las guerras y ante tanta destrucción, sufrimiento y muertes, pasadas, presentes, maldigo a los gobiernos canallas que ordenan y provocan a quienes se benefician del dolor inocente. Maldigo a los que trafican con armas, particulares y gobiernos indecentes que miran hacia otro lado, mientras se comercializa o se trafica en su territorio.

Fuente e imagen: https://nuevarevolucion.es/causas-y-consecuencias-de-las-dos-guerras-mundiales-del-siglo-xx-2/

Comparte este contenido:

Coronavirus: nos cuentan muchos cuentos

Por: Sabino Cuadra Lasarte

Buena parte de las medidas tomadas (aislamiento laboral y social, docencia virtual, teletrabajo masivo, atención digitalizada, telemedicina..), camina en una dirección muy favorable al interés de las grandes multinacionales tecnológicas y de disgregación y debilitamiento laboral, sindical y social.

No. Este escrito no va de creer, como dice Trump, que el coronavirus ha nacido en un laboratorio chino. Tampoco de que detrás de él se encuentre un poder oculto, tipo Spectra, el enemigo de James Bond, agente OO7 con licencia para matar. No. La cosa va de que en esta pandemia nos están contando muchos cuentos.

Lo dijo el poeta León Felipe: “Yo no sé muchas cosas, es verdad. / Digo tan solo lo que he visto. / Y he visto: que la cuna del hombre la mecen con cuentos. / Que los gritos de angustia del hombre los ahogan con cuentos. / Que el llanto del hombre lo taponan con cuentos. / Que los huesos del hombre los entierran con cuentos, / y que el miedo del hombre ha inventado todos los cuentos. / Y sé todos los cuentos”. Y hoy como ayer, muchos de nuestros llantos y miedos, producto ahora del coronavirus, quieren ahogarlos también con cuentos.

Es cierto, sí, que el virus puede afectar a cualquier persona. Se trata así de un virus teóricamente democrático. Sin embargo, una vez empieza a circular, la democracia se acaba, pues no se desplaza con igual facilidad por las zonas residenciales y ajardinadas, que por las barriadas populares o las residencias de abueletes. Por otro lado, una vez que alguien ha sido infectado, poder acceder a una atención sanitaria de mayor o menor nivel de calidad tiene también que ver con su status social. En esa macabra lotería vírica, algunas personas cuentan con más boletos que otras a la hora de poder o no ser infectadas, o ser mejor o peor atendidas.

Por otro lado, el coronavirus no solo afecta a la salud física, sino también, y en gran medida, a la salud social. Según el Banco de España y el FMI, la tasa de paro va a pasar durante este año del 13,7% al 21,7%. Otros estudios dan cifras aún mayores. El desempleo ha aumentado en abril en 283.000 personas y se calcula que en todo el año crecerá en no menos de 1,5 millones de personas. La incidencia social de todo esto tampoco será nada igualitaria. En la gran crisis de 1929, pasear por Wall Strett, en Nueva York, era realmente peligroso, pues te podía caer encima un gran accionista en quiebra que se suicidaba arrojándose desde un rascacielos. Nada de esto ha pasado en el Estado español en la crisis de 2008, ni es previsible que suceda ahora. Ninguno de los jerifaltes del IBEX-35 pasará a dormir entre cartones en la calle, ni a hacer cola ante los comedores populares.

El Banco Santander ha ganado 1.991 millones de euros durante el primer trimestre de 2020. Por su lado, el BBVA e Iberdrola, han tenido unos beneficios de 1.258 y 968 millones, respectivamente. La otra cara de la moneda es que, a 30 de abril, hay 3,9 millones de personas paradas y los ERTE afectan a 3,4 millones mas. Lo anterior, además, no se ha hecho por sorteo, sino que afecta sobre todo a sectores muy concretos: trabajadores por cuenta propia y ajena, población precarizada, pequeños comerciantes y empresarios, migrantes…, y dentro de cada uno de ellos, las mujeres siempre en cabeza padeciendo las mayores agresiones.

En la anterior crisis de 2008, el mantra difundido por el sistema (gobiernos, patronal, grandes medios..), fue afirmar que “habíamos vivido por encima de nuestras posibilidades”. Pero fue la Banca la que financió aquel tsunami de cemento y ofertó a la gente todo tipo de créditos-trampa para que comprara pisos, cambiara de coche y viajase. Hasta que la burbuja hipotecaria reventó. Dijeron entonces que había que apretarse el cinturón (recortes salariales, de pensiones, de gasto social..), pero ellos siguieron usando holgados tirantes. Abrió brecha el PSOE de Zapatero, en 2010, con la primera reforma laboral, contra la que hubo una huelga general en todo el Estado. Luego, en 2011, vino la de las pensiones (UGT y CCOO la aprobaron) y la modificación del artículo 135 de la Constitución. Más tarde,  el PP de Rajoy entró por la vía abierta como elefante en cacharrería. Mientras, se regalaban a la Banca decenas de miles de millones para tapar sus rotos y descosidos financieros. Total, ellos salieron de rositas; nosotros escaldados.

En la actual crisis del coronavirus, toda la responsabilidad se la echan al “bicho”. Ningún gobierno ni contubernio bancario o empresarial parece tener culpa alguna de ella. Nos aturden con cientos de datos, pero el Gobierno no ha explicado aún por qué el Estado español es, tras Bélgica, el segundo lugar del mundo en número de personas muertas por cien mil habitantes. Ni tampoco Urkullu ha dicho por qué ese mismo índice es mayor en la CAV que en el conjunto del Estado. Igualmente, nadie ha aclarado la razón por la que el porcentaje de personal sanitario contagiado en el Estado sea doble que en Italia y casi triple que en EEUU o China. Sí, quizás el bicho ha caído del cielo, pero en indudable que las políticas de ajuste impuestas en los últimos años le han preparado un aterrizaje inmejorable.

Gobiernos y patronales, estatales y autonómicos, han alabado la madurez, esfuerzo y responsabilidad ciudadana haciendo a la crisis. Toca madera. Desconfía. Quieren dorarnos la píldora y pillarnos con la guardia baja. El estado de emergencia ahora declarado, como ayer la aplicación del artículo 155 de la Constitución al proceso catalán, apunta hacia una mayor centralización y recorte de libertades. Junto a ello, buena parte de las medidas tomadas (aislamiento laboral y social, docencia virtual, teletrabajo masivo, atención digitalizada, telemedicina..), camina en una dirección muy favorable al interés de las grandes multinacionales tecnológicas y de disgregación y debilitamiento laboral, sindical y social. Lo último del paquete ya es conocido. Lo vimos en la anterior crisis del 2008. A no ser que cambiemos la fiscalidad actual, benévola para con el capital y las altas rentas, y ratera para con los de abajo, el costo volverá a caer sobre nuestras espaldas. Con todo esto, por supuesto, lo del TAV, es de juzgado de guardia. Y de lo de Zaldibar, mejor no hablar.

Hagamos caso a León Felipe: no creamos sus cuentos. No caigamos en sus trampas.

Fuente e imagen: https://nuevarevolucion.es/coronavirus-nos-cuentan-muchos-cuentos/

Comparte este contenido:

Coronavirus y derecha en México: en vez de solidaridad, intentar construir un golpe

Por: Pietro Ameglio

Coronavirus y derecha en México: en vez de solidaridad, intentar construir un golpe.

Sin duda esta crisis mundial del coronavirus ha evidenciado realidades conocidas y desconocidas de muchas personas y hechos sociales, para bien y para mal, desde niveles personales, familiares, sociales, económicos, políticos, ambientales…La mitad de la humanidad está en cuarentena, muchos aislados sin ver siquiera a sus familiares cercanos. Se ha dicho mucho -por suerte- acerca de cómo el capitalismo neoliberal ha quedado masivamente expuesto en el alto nivel de inhumanidad, destrucción y desigualdad social que genera, de cómo el libre mercado y las privatizaciones han sido erróneamente puestas por delante del bienestar de las poblaciones y la acción estatal, de cómo la “normalidad social” no volverá a ser la misma después de esta pandemia, de cómo la depredación ambiental está a la raíz de posibles catástrofes planetarias si no cambiamos a tiempo. Todo cierto, pero nos parece muy importante no caer en la ilusión que se puede generar por aplicar el deseo de una “consecuencia mecánica” a estas evidencias y creer ingenuamente que el capitalismo se va a acabar, que está en crisis (de conciencia y producción) y que la humanidad futura será mejor en el cuidado de los más empobrecidos, del medio ambiente, de su alimentación e industrialización. Ni por asomo, si no se intensifican las formas de lucha y organización social ciudadana y mucho más masiva. Al contrario, me parece que habrá, por parte de los poderes económicos y políticos, toda una reestructuración que llevará a reforzar más aún una vuelta de tuerca en el modelo de producción, consumo y competencia internacional.

Lo que tampoco significa, por supuesto, que no se esté ante una crisis de fondo, pero que pudiera ser no para extinguirse sino para perfeccionarse. Y algo seguro: toda esta veneración política y mediática hacia los científicos, casi sacralizando sus opiniones, volverá al olvido social de siempre frente a temas de cambio climático, biofauna, cadenas de alimentación animal, armamentismo, energías renovables…Quedará transparente que el orden social mundial se rige por criterios de acumulación capitalista -casi monopólica- y no por criterios humanistas y científicos del bien de las mayorías y la naturaleza. Esa es la “normalidad” que no será trastocada, sino perfeccionada, si es que se puede aún seguir haciéndolo. Aunque, claro, que si hay otra mutación acabando el año, y otra a mitad del próximo, con pandemias incluidas y cataclismas climáticos, si la descomunal crisis económica que ya está y seguirá aumentando se hace incontrolable (¡difícil encontrar un 1° de mayo más triste y dramático!)…etc. etc., ahí sí el “reciclaje capitalista” y la “obediencia ciega a la autoridad” de las mayorías no van a ser tan fáciles de reproducir, sin violencias mayores y más peligrosas para ese orden social.

Lo que sí acabó es la “ilusión de la seguridad”, como una totalidad controlable por la autoridad y el mercado, la paz ya no podrá asociarse mecánica e infantilmente a la seguridad, sino que deberá asociarse con el “bien de las mayorías”, en su esencia vital y forma más simple de la vida, desde una concepción integradora con uno mismo, con la otredad y con la naturaleza: todos como un todo interconectado, interdependiente e integral.

A su vez, el aterrorizamiento, el encierro y la atomización social son los mejores ingredientes de un hecho social que predispone a la entrega hacia los poderes externos de la propia “capacidad autónoma de pensar”. Pensar desde estas condiciones sociales, obedeciendo las órdenes correspondientes -algo, por otro lado, que es indispensable de hacer en la salud-, nos puede fácilmente llevar a la desmemoria histórico-social y al retroceso de derechos y libertades que hemos proclamado y defendido en la vida. De ese tamaño de paradoja y contradicción, pueden ser las consecuencias de un proceso social de este tipo: la “delega incondicional” de nuestra identidad y cuerpo en las autoridades superiores (políticas, científicas, económicas y policiaco-militares), en aras de tener “seguridad” ante un enemigo tan mortal como microscópico e incontrolable. Si no fuera porque la causa externa lo amerita, sería el logro ideal del mayor objetivo de sus vidas para una gran masa de personas y líderes autoritarios -que sobreabundan en nuestras realidades, familias y culturas -descubiertos y encubiertos-. Pero, precisamente, por conocer que una porción mucho más amplia de lo que deseamos de la especie humana, está instalada en esa cultura, no podemos bajar la guardia ni confiar ciegamente en este proceso social como coyuntural y sin nexos con lo “que sigue”. De ahí el postulado por una “obediencia conciente y organizada”.

MÉXICO: ¿GOLPETEO DE FALSEDADES Y MEDIAS VERDADES PARA EL GOLPE?

En México, a partir de la fuerza (moral nula, pero material no poca) del sector empresarial más retrógrado, de varios medios con sus comunicadores y opinólogos/as deleznables por sus moralismos y análisis tendenciosos, y de muy minoritarios grupos políticos, han intentado aflorar campañas que inyectan permanentes noticias falsas o medias verdades descontextualizadas con el objetivo de ir creando un clima social de inestabilidad política, duda, cuestionamiento o directamente dura condena a toda política gubernamental, en el terreno que sea. Ayudados también, claramente, por la enorme crisis económica mundial reflejada en lo nacional. Se busca cualquier situación -por mínima y anecdótica que sea- para magnificarla, sacarla de contexto y lanzar con odio la idea de un “castigo ejemplar”, ese es el modelo de construcción epistémica del “infantilismo social”, en el que ingenuamente tantos caen. Así, si el propio director de la OMS felicita al gobierno se ningunea esto diciendo que esta organización siempre lo hace; si no se responde directamente con el mismo odio al comentarista criminal de TV Azteca -aunque sí se le contesta firmemente por Segob como institucionalmente debe ser- está mal porque no se aumenta la “espiral de la violencia”, y si se le contestara violentamente igual estaría mal también porque polariza; por no querer endeudar al país -causa de las mayores corrupciones y catástrofes históricas recientes y pasadas- se acusa a AMLO de que no le importan los pobres y pequeños empresarios, en algo que sería lo último de lo que pudiera acusársele (es el único político mexicano que podría demostrar con su vida esa solidaridad con los más pobres), cuando hay además un programas de un millón de microcréditos.

Aclaro que ni por asomo estoy en obediencia ciega hacia el actual gobierno y presidente, y esto es muy fácil de demostrar: he criticado claramente el proyecto expansivo capitalista en el sureste del Tren Maya y el corredor Transístmico, en la forma de no tomar en cuenta seriamente a las comunidades directamente afectadas; también los resultados y formas hacia los familiares de desaparecidos, los activistas sociales asesinados, la política hacia los migrantes y la lucha contra el delito organizado. Tampoco me gusta la forma de polarizar que a veces genera López Obrador, con sus sarcasmos, acusaciones o frases irónicas señalando genéricamente o directamente a personas e identidades sociales, creo que esta estrategia no ayuda en las condiciones para una buena construcción de paz y convivencialidad social, lo que aprovechan permanentemente -en un “judo político”- sus opositores más perversos. Pero tengo memoria y sé perfectamente el horror, ilegalidad y basura -de todo tipo- que había antes de este gobierno, y ni por asomo quiero que algo de eso regrese, que es lo que pasaría si no sumamos a que esta nueva cultura y forma de gobernar avancen y corrijan lo necesario, para instalarse mejor en nuestra sociedad. Ni por asomo estamos ante lo mismo que había, empezando por muchas personas que conocemos que encabezan o trabajan en proyectos locales, regionales o nacionales, quienes vienen de largas trayectorias y conocimientos probados.

El presidente y su equipo ejecutivo, seguramente estarán teniendo aciertos –lo testifican la OMS, ONU…- y también algunos errores en el manejo de esta crisis, como la gran mayoría de sus pares en el mundo, pero nada amerita campañas de tan fuerte cuestionamiento, deslegitimación y hasta enfrentamiento con amenazas de desobediencia civil en el pago de impuestos, creando estructuras de salud paralelas, desobedeciendo a las máximas autoridades nacionales de salud, y hasta pidiendo la intervención norteamericana. Una vergüenza y desproporción total con la realidad. Bien decía Gandhi que la desobediencia civil sin un programa constructivo de “swaraj” (autonomía) al lado era una simple “bravuconada”; en este caso muy peligrosa, porque busca la desestabilización social y el regreso a formas ignominosas de impunidad, corrupción y violencia estatal.

El gobierno ha tenido el mérito -desde la cultura de paz, ddhh y noviolencia- de no fomentar el aterrorizamiento social (están “serenos”, se sabe dónde estamos aunque sea en un hoyo peligroso, como el mundo), de no poner a la policía y al ejército en las calles para reprimir, de no caer en ninguna forma de estado de excepción; de delegar el manejo de la crisis a los mejores expertos en salud pública del país que además tienen alto reconocimiento internacional (por supuesto que se podrán equivocar, como lo han hecho los de todo el mundo a cada rato…). ¿Están mal estas acciones? ¿Por qué? En lo personal, valoro mucho este estilo de acción social oficial, que apuesta a la solidaridad ciudadana sin castigos ejemplares, pero claro que en un clima de aterrorizamiento ciudadano que tiende fácilmente al autoritarismo, es fácil ver esto como debilidad, ignorancia y hasta desinterés por la población.

Por qué todos estos comentaristas malintencionados, no han criticado con mayor vehemencia todas las privatizaciones y corrupciones de los sexenios anteriores, a los que no han pagado impuestos y peor aún no lo están haciendo en este momento de crisis brutal, a los que están lucrando con la crisis, a los empresarios que obligan a sus trabajadores a ir a sus lugares de trabajo como las maquilas, Elektra…, al modelo de la producción alimenticia ganadera de macrogranjas que está a la verdadera raíz de esta pandemia… Todo lo “dan por hecho”, lo dicen una vez rápído al pasar como si así quedara ya instalado en la opinión pública; y arguyen además falsamente que siempre han sido críticos, cuando demasiados sabemos bien la tibieza de sus voces en sexenios anteriores, que sólo se alzaban cuando había mayorías y opinión pública que ya estaba en contra, nunca con el valor de hacerlo antes, cuando se arriesgaba mucho.

A lo que apuntan estas campañas de desestabilización social y cambios de gobierno, a través del aterrorizamiento social y las falsas o medias verdades descontextualizadas, es a la emotividad no al “principio de realidad” empírico y más objetivado, trabajando más en el terreno del “odio” que en el de la “ira”. La diferencia es sustancial: “(el odio)… es una emoción secundaria, extrema y continua que se dirige a un individuo o grupo…la valoración o evaluación se centra en el objeto odiado”. La ira, enfado o enojo, en cambio, tiene el “deseo de cambiar las conductas del exogrupo y cambiar las actitudes de sus miembros, es decir, con restaurar normas…”. Asimismo, “el odio se asocia con el deseo de hacer daño e incluso aniquilar o destruir al exogrupo…más que cambiar sus conductas y actitudes, se relaciona con la tendencia a eliminar simbólica y físicamente al exogrupo” (Carlos Martín-Beristain et al. “Agresión, odio conflictos intergrupales….”). La campaña que existe en México está basada en la siembra del odio hacia AMLO, por eso no se debe normalizar ni pasar por alto, ya que es otro virus que destruye y envenena a todo el tejido social, ya lo vimos con la guerra sucia electoral del 2006 y a la falsa “guerra contra el narco” a que nos llevó: más de 250 mil muertos y 65 mil desaparecidos en 10 años. Así, vemos claramente cómo el odio es políticamente “rentable” en el corto plazo, pero en el largo plazo es suicida.

Uno no tomaría tan en cuenta las opiniones de comentaristas y opinólogos/as tan tendenciosos, o de una pequeña parte de la opinión pública que repite en redes ciegamente tamañas falsedades, si no fuera que la experiencia histórica continental reciente nos pone sobre aviso de no banalizar ni tomar a la ligera estas campañas sucias, por ejemplos cómo han sido en los casos de Brasil y Bolivia (en Venezuela no han podido), donde tumbaron en forma ilegal e ilegítima gobiernos de elección legal popular masiva, con la complicidad vergonzosa también de organismos, gobiernos y medios nacionales e internacionales.

Fuente: https://desinformemonos.org/coronavirus-y-derecha-en-mexico-en-vez-de-solidaridad-intentar-construir-un-golpe/

Imagen: www.shutterstock.com

Comparte este contenido:
Page 705 of 2443
1 703 704 705 706 707 2.443