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Un plan para la educación superior: una clave para la igualdad de oportunidades en la fuerza laboral

Por: Paulette Delgado. 

Para hacer que la equidad en la fuerza laboral sea una realidad, la educación centrada en la preparación para la universidad y la carrera profesional debe iniciar a más tardar en la secundaria. Esto, según un análisis realizado por la Coalición para el Desarrollo Profesional de los Estados Unidos (CCD por sus siglas en inglés). La investigación involucró a unos 200 expertos en educación, negocios, gobierno y filantropía.

CCD describe la preparación para la carrera como el proceso que «ayuda a las personas a establecer objetivos de vida y carrera y luego a desarrollar las habilidades necesarias para seguir trayectorias profesionales personalizadas».

Al mismo tiempo, la CCD advierte que se han invertido miles de millones de dólares en educación en los Estados Unidos, pero pocos de estos fondos se ha invertido en proporcionar una preparación profesional de calidad.

Debido a la falta de planificación y exploración profesional, actividades de autoexploración y desarrollo de habilidades en el sistema educativo real, muchos estudiantes estadounidenses no tienen idea de lo que harán después de la escuela secundaria, lo que lleva a un tercio de ellos a no ingresar a la universidad. Incluso de aquellos que sí reciben una educación superior, muchos abandonan la universidad debido a la falta de planificación y dirección en sus vidas.

Según el informe de CCD, solo el 60 % de los estudiantes de licenciatura terminan su título universitario dentro de los seis años y solo el 30 % termina en menos de tres años, lo que hace que los Estados Unidos tenga la tasa más alta de abandono escolar en los países industrializados.

Esta falta de preparación para la carrera no solo afecta a la educación, sino que también contribuye a la crisis de la brecha de habilidades en la fuerza laboral. El 90 % de los CEOs que colaboran con la CCD dicen que están luchando para encontrar personas adecuadas y capacitadas para cubrir sus ofertas de trabajo.

La solución: un plan de cinco pasos

La CCD propuso un marco de cinco pilares para proporcionar un programa de preparación para la carrera de alta calidad. Esta debería aplicarse en la escuela primaria o como máximo en la escuela intermedia (o secundaria). Para que esto ocurra, las instituciones educativas, la industria y el gobierno deben trabajar juntos para garantizar una fuerza laboral equitativa.

  1. Hacer la planificación de la carrera una prioridad: las escuelas deben exigir a todos los estudiantes que desarrollen y mantengan un plan académico y de carrera personal que incluya objetivos profesionales y de vida. Este paso debe incluir actividades de preparación para la carrera que desarrollen la autoexploración y que se apliquen en la escuela intermedia o antes.

  2. Dar asesoramiento profesional: el sistema educativo debe contratar profesionales capacitados para supervisar el primer paso. La CCD especifica que los asesores deben tener conocimiento en el desarrollo de planificación de la carrera.

  3. Implementar el aprendizaje basado en el trabajo: este modelo educativo debe ser una parte fundamental de las escuelas secundarias y más allá. Para que esto suceda, instituciones educativas, el gobierno y las empresas deben unirse y desarrollar diferentes opciones y oportunidades de desarrollo para los estudiantes.

  4. Facilitar tecnología de desarrollo profesional de alta calidad: ofrecer tecnología de alta calidad es una parte vital para ayudar a los estudiantes a desarrollar sus planes profesionales y de vida.

  5. Asegurar la rendición de cuentas: Según la CCD, muchos estados americanos adoptaron medidas que reconocen y se hacen responsables de los programas de desarrollo profesional, pero esto no es suficiente. También deben concentrarse en la implementación, asegurándose de que todos los estudiantes puedan tener acceso a estos programas mientras los apoyan. Al mismo tiempo, los estados también deben invertir en medidas de resultados de salida, como la colocación laboral, en lugar de concentrarse solo en medidas de entrada, como las pruebas de acceso a la universidad.

De acuerdo con la CCD, enfocarse en la planificación de vida y carrera ayuda a “elevar la profesión docente, al mismo tiempo que se produce un enorme aumento en la efectividad de nuestras escuelas en la preparación de los estudiantes para seguir el camino de la carrera de su elección”.

En un sistema con tanta deserción escolar, la brecha de habilidades entre los estudiantes y los empleadores, y las enormes deudas de los estudiantes, este nuevo sistema puede convertirse en una clave para el éxito, no solo en la educación, sino también en la fuerza laboral.

Fuente del artículo: https://observatorio.tec.mx/edu-news/un-plan-para-la-educacion-superior-una-clave-para-la-igualdad-de-oportunidades-en-la-fuerza-laboral

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Educar en pensamiento crítico, una urgencia para Colombia

Por: Carlos Vélez Gutiérrez.

Nuestros colegios y universidades deben educar para argumentación basada en las mejores evidencias.

La expresión ‘pensamiento crítico’ tiene diversos significados que se han construido a lo largo de, por lo menos, 25 siglos de historia de la humanidad, aunque su uso especializado se haya consolidado en el siglo XX.

Su origen se remonta, quizá, a una de las épocas más fructíferas de los encuentros culturales entre Oriente y Occidente. Los tres representantes antiguos más importantes para su significación son Siddharta Gautama, Sócrates y Confucio. En ellos se ve con claridad la transición del pensamiento mágico-religioso al pensamiento filosófico, fundamento de lo que hoy denominamos pensamiento científico.

Aquí se presentan algunas propuestas derivadas de la revisión de este concepto, una reflexión sobre los principales obstáculos para la emergencia de una cultura crítica en Colombia y algunas propuestas sobre lo que podrían hacer los maestros para contribuir a fortalecerla en el aula de clase.

Calidad de vida

Uno de los autores más representativos de este campo de estudio es Richard Paul, quien afirma que “la calidad de nuestra vida y lo que producimos, hacemos o construimos depende precisamente de la calidad de nuestro pensamiento. Un pensamiento de mala calidad, pobre, es costoso, tanto en términos de dinero como de calidad de vida. La excelencia en el pensamiento, sin embargo, debe ser cultivada de manera sistemática”.

La enseñanza y el aprendizaje del pensamiento crítico son entonces objetivos importantes para la educación en todos los niveles. Por eso, nuestros estudiantesnecesitan preguntar, explorar y compartir lo que saben, imaginan e ignoran, así como aprender a aplicar su conocimiento y sus sentimientos sin temor al ridículo o a que los matoneen sus compañeros y profesores. Sin estas formas de interacción en el aula, en la casa y en la calle, no tendrán herramientas para evaluar su propio pensamiento y, en consecuencia, no podrán cambiar sus ideas, emociones y prácticas.

Además de estas condiciones básicas, el aprendizaje del pensamiento crítico requiere el análisis objetivo, persistente y preciso de cualquier afirmación, fuente o creencia para juzgar su alcance, la validez de sus fundamentos y la veracidad frente a los hechos. Una toma de postura como esta es deseable cuando se trata de resolver problemas o tomar decisiones; exponer evidencias, hechos y argumentos que sustenten nuestros pensamientos y valoraciones; evaluar los argumentos y la información que recibimos de otras personas, medios e instituciones; usar nuestro conocimiento en diferentes contextos y explorar otros problemas y hechos desde múltiples perspectivas.

Estudiantes necesitan preguntar y compartir lo que saben, imaginan e ignoran, así como aprender a aplicar su conocimiento y sus sentimientos sin temor al ridículo o a que los matoneen sus compañeros

En consecuencia, el pensamiento crítico articula la teoría de los argumentos con el contexto donde ocurren. Un estudiante que piensa críticamente tiene habilidades para diferenciar argumentos, elaborar conclusiones con estos argumentos y construir los propios.

Estas características nos permiten afirmar que el pensamiento crítico es un tamiz contra la información excesiva que circula en el mundo actual y contra un sinnúmero de personas y organizaciones que buscan persuadirnos. Esto ocurre mediante diversos modos de publicidad y circulación del conocimiento, los valores y las emociones en los medios, las redes y los espacios público y privado.

El pensamiento crítico exige analizar toda esa información, valorarla y tomar postura frente a su veracidad y la calidad de los argumentos que la soportan o, por el contrario, contradecirla con argumentos coherentes con los hechos, dejando a un lado, en lo posible, las meras opiniones y el capricho.

Los especialistas proponen dos dimensiones básicas en el desarrollo del pensamiento crítico: la cognitiva, que incluye habilidades fundamentales como interpretación, análisis, evaluación, inferencia, explicación y autorregulación; y las disposiciones o actitudes personales, emotivas y afectivas, que consisten en ser una persona inquisitiva, sistemática, juiciosa, buscadora de la verdad, analítica, de mente abierta y confiada en el razonamiento.

Pero no basta con tener habilidades y disposiciones si no tenemos las oportunidades para desarrollarlas; los roles sociales que desempeñamos son fundamentales para crearlas o limitarlas. En otras palabras, el desarrollo del pensamiento crítico no es un asunto personal; exige formas de interacción social que potencien las relaciones intergeneracionales y el trabajo en equipo.

Sin estas condiciones, no se resolverán muchos de los problemas sociales, económicos y ambientales que amenazan el bienestar de todos y el futuro de la vida en nuestro planeta.

Qué falta en Colombia

Una sociedad no podrá ser crítica o autocrítica mientras no se aleje de los extremos, pues en los extremos predominan las ideologías y los prejuicios, no las razones o los argumentos.

Pero ¿qué valor podemos dar a los argumentos cuando la interacción entre escuela, familia y sociedad no enseña a inferir, a sacar conclusiones propias, a diferenciar entre las opiniones y los hechos; cuando no enseña a pensar autónomamente?

En una sociedad de caudillos extremistas y dogmáticos se necesitan espectadores, borregos y seguidores, no personas independientes de criterio y capacidad de análisis. Esto significa que el principal proyecto político de quienes defienden las ideologías de derecha –hegemónicas en la historia de Colombia– es mantener el sistema educativo como está o simular que promueven cambios, pero haciendo que las cosas sigan igual. Los resultados de las pruebas nacionales e internacionales, como Saber o Pisa, sustentan esta afirmación.

Por la misma razón, una escuela basada en las ideologías de izquierda tampoco es la salida; su objetivo es convertir a los estudiantes en seguidores irracionales de sus propios dogmas. Como ejemplo están los casos de Venezuela, Cuba, Nicaragua, China, Corea del Norte o la antigua Unión Soviética.

¿Hace cuánto sabemos que el justo medio es el mejor camino para alcanzar el equilibrio? En un país multiétnico y pluricultural, la negociación y el respeto a los pactos entre diferentes tendría que ser la mejor estrategia para lograr la convivencia y el desarrollo, para construir un proyecto de nación como nunca lo hemos tenido.

El rol de los maestros

Si el sistema educativo no es crítico con él mismo, difícilmente podrá formar pensadores críticos en sus aulas. Por eso son pertinentes las siguientes propuestas para los maestros:

La primera es conocer las formas de pensamiento que están en la base de los contenidos conceptuales o procedimentales que enseñan y darles prioridad a las ideas fundamentales, básicas y generalizables sin perder de vista sus vínculos contextuales. Si los estudiantes no entienden estas formas de pensamiento, no podrán aprender los contenidos de sus planes de enseñanza.

Segundo, definir las actividades de enseñanza y aprendizaje de tal manera que los estudiantes tengan que pensar autónomamente cómo enfrentarlas y resolverlas. En este sentido es importante promover actividades individuales y colectivas de lectura, escritura, habla y escucha críticas donde se involucre a todos los estudiantes, especialmente a los más vulnerables. También, garantizar que los estudiantes entiendan claramente qué sucederá en todas las clases y cómo ocurrirá esta interacción. En lo posible, mediante diversas formas de negociación, involucrar a los estudiantes en la definición de los contenidos, las metodologías, las expectativas de aprendizaje y los estándares que orientarán el trabajo, así como en las formas de evaluar y calificar que serán utilizadas. En pocas palabras, construir un contrato didáctico que establezca el ambiente de enseñanza y aprendizaje con los estudiantes.

Hablar menos para que los estudiantes piensen más. Utilizar muchas preguntas para que los estudiantes tengan oportunidades de reflexionar y producir su propio pensamiento, ojalá presionándolos un poco para que vayan más allá de las opiniones y los planteamientos superficiales. Además, exponer su propio pensamiento y no solo recitar lo que otros pensaron. Una situación como esta es muy propicia para solicitar y dar ejemplos concretos que ilustren los contenidos más abstractos y distantes del contexto donde se encuentran.

Solicitar a los estudiantes que resuman con sus propias palabras lo que el maestro o los compañeros expusieron; que relacionen los contenidos de la clase con sus saberes previos y sus experiencias personales, que ejemplifiquen, que expliquen individual o colectivamente lo que deben hacer y cómo lo harán; que pregunten lo que no entienden; que escriban lo que piensan y que discutan cotidianamente sobre lo que afirman y lo que niegan hasta, en lo posible, construir un consenso o aceptar pacíficamente el disenso.

Estas son propuestas para que los maestros autónomos las piensen, las evalúen críticamente y, ojalá, las mejoren, las apliquen en su trabajo diario y las compartan con sus pares. Sin una excelente interacción social, cognitiva y afectiva entre maestros, estudiantes, familias y contextos, no podremos construir una educación de alta calidad; y sin ella, no podremos ser la excelente sociedad que soñamos para todos los colombianos.

En una sociedad de caudillos extremistas y dogmáticos se necesitan espectadores, borregos y seguidores, no personas independientes de criterio y capacidad de análisis

Habilidades para el siglo XXI

El pensamiento crítico está considerado en la actualidad como una de las principales competencias que debe desarrollar el ser humano de cara a su futuro laboral y éxito profesional. Se incluye dentro de las llamadas habilidades blandas y, a diferencia de las duras, como pueden ser las matemáticas y, en general, todo conocimiento adquirido durante la educación formal, se identifican con la puesta en práctica de aptitudes, conocimientos y valores adquiridos, como el liderazgo o la capacidad de emprendimiento.

CARLOS VÉLEZ GUTIÉRREZ*
Razón Pública
* Coordinador pedagógico del programa Ondas de Colciencias en Caldas, arquitecto de la Universidad Nacional, magíster en Educación y Desarrollo Humano de la Universidad de Manizales y el Cinde, estudiante del doctorado en Ciencias de la Educación de la Universidad de Caldas y docente e investigador del Departamento de Educación de la Universidad Autónoma de Manizales.

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Fuente del artículo: https://www.eltiempo.com/vida/educacion/el-pensamiento-critico-una-urgencia-de-la-educacion-para-colombia-289720

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Labour is right: it’s crucial that children are taught about climate breakdown in school

By: .

Today I am climate striking with my pupils. This policy puts the greatest threat to their future at the heart of their learning

It’s no longer possible to deny or ignore: we are in a climate crisis. The truth of the emergency announces itself regularly in our papers, on our phones, tablets and TVs. A headline about the world’s leading scientists declares millions will suffer drought, floods and be plunged into deeper poverty if carbon emissions aren’t halved by 2030 and global heating remains within 1.5C. Another reports that climate breakdown will likely increase the destructive power of storms like Cyclone Idai, which devastated Mozambique, Malawi and Zimbabwe earlier this year – 2 million people were affected by what, according to the UN, may be the southern hemisphere’s worst weather-related disaster. And yet another reveals the destruction of coral reefs while calculating that 1 million species already face extinction. The silver lining, however tarnished, is that now we can do away with the noxious denial that has brought us to the edge of this precipice.

This week the Labour party has announced that it will make the climate crisis a compulsory element of education from primary onwards. It is one example of how our leaders can be proactive in the face of catastrophe. It is the kind of forward thinking that acknowledges the energy young people have brought to our streets. A generation frustrated with umming and ahing from those who really should know better but refuse to accept the woods are burning around them (literally in some cases), have begun to act for themselves. They came to the conclusion that the adults running the show would continue to drag their feet. And who could blame them?

In the same week the UK experienced its hottest ever winter day, only a handful of MPs bothered to attend a Commons debate on climate breakdown, one inspired by the thousands of schoolchildren who had gone on strike to protest about the climate crisis weeks earlier.

Labour’s policy highlights how little credit we have given the young thus far. An emergency that threatens their futures is not as readily taught as the history of the Tudors. In the yawning silence, young people like the Swedish teenager Greta Thunberg, and an estimated 1.4 million students across 150 countries who lead the school strike movement, have created momentum. Their resilience and resourcefulness has made the argument a simple one: human activity is choking our planet. In place of the deep inertia that has lead us here, the young have created an inventive rebellion.

By moving to make study of the climate crisis compulsory, Labour positions itself as a party invested in the young. It is a policy highlighting the empty paternalism of our current government, which assumes children haven’t the right to know the science of how we got here. Or, for that matter, what history and geography can teach about how the most vulnerable countries are those least responsible for our climate breakdown – countries that are disproportionately communities of colour. Why are our maths teachers not encouraged to relate the subject to this very real world problem? Students themselves have already worked out that the 12-year deadline for action is too late for many countries on the frontline of our emergency.

A good education should provide students with the knowledge and skills to navigate a future they will become adults within. By proposing to make the crisis required teaching, Labour acknowledges that silence, thus far, pretends the young are unable to pay attention to the betrayal of their futures.

Today I will be marching with my children as part of the #YouthStrike4Climate. I will be doing so because I know that it is a topic of which they are already aware. Maybe it is snatched references to air pollution, or snippets of dire warnings that arrive via news headlines, but it’s been impossible to shield them from the reality even if I wanted to.

The young across the world, baffled by how to get attention, have chosen to strike in order to prove they have agency. Told for so long by parents and teachers alike to be responsible, they have, like the children in Toni Morrison’s 1993 Nobel prize lecture, turned around to ask: “What could that possibly mean in the catastrophe this world has become?” Going on to demand: “How dare you talk to us of duty when we stand waist-deep in the toxins of your past?” When, invariably, today’s protest will be dismissed as of far less importance than Theresa May’s resignation, it will be another sign that an older political class are simply blind to a catastrophe already with us.

“Each generation must, out of relative obscurity, discover its mission, fulfil it or betray it,” wrote Frantz Fanon, in his seminal work on the trauma of colonisation, The Wretched of the Earth. The irony is that the climate strikes, led by the young, display a conscientious respect for the planet, grounded in the sense of duty and responsibility their elders have been so desperate to abandon.

Source of the article: https://www.theguardian.com/commentisfree/2019/may/24/labour-children-climate-breakdown-striking-pupils

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Artículo 3o. Constitucional: Observaciones Críticas

México / 26 de mayo de 2019 / Autor: Juan Carlos Miranda Arroyo / Fuente: SDP Noticias

I

Cambiar para conservar…

En el Artículo 3o. de la Constitución Política, hoy, según la versión aprobada por el Legislativo, dada a conocer en el Diario Oficial de la Federación el 15 de mayo de 2019, se derogan el párrafo tercero, así como el inciso “d)” de la fracción II, que a su vez habían sido modificados en 2013. Pero ¿qué se afirmaba en ese párrafo tercero y en ese inciso propuestos por los partidos que integraban el “Pacto por México” hace 6 años? Lo siguiente. Párrafo tercero: “El Estado garantizará la calidad en la educación obligatoria de manera que los materiales y métodos educativos, la organización escolar, la infraestructura educativa y la idoneidad de los docentes y los directivos garanticen el máximo logro de aprendizaje de los educandos”. Inciso d) de la fracción II: “Será de calidad, con base en el mejoramiento constante y el máximo logro académico de los educandos”. Justo aquí se resume uno de los temas conflictivos de la Reforma Educativa, es decir, la gran disputa política, filosófica, ideológica y estratégica por la educación en México:  De manera tal que, decía el texto, “… la idoneidad de los docentes y los directivos garanticen el máximo logro de aprendizaje de los educandos…”, como elemento principal a través del cual el Estado aseguraría “la calidad de la educación obligatoria” (educación básica y media superior) en el país.

El “pequeño” detalle es que ese párrafo se deroga, hoy, pero sus conceptos no desaparecen en el nuevo texto Constitucional (2019). Éstas son las evidencias: Se deja a un lado el concepto de “Calidad”, pero se reivindica el concepto de “Excelencia”. Así lo establece el inciso “i)” de la Fracción II: “Será de excelencia, entendida como el mejoramiento integral constante que promueve el máximo logro de aprendizaje de los educandos, para el desarrollo de su pensamiento crítico y el fortalecimiento de los lazos entre escuela y comunidad.”. Como se puede observar, el famoso párrafo tercero del 2013 ha sido revivido, reciclado, “maquillado” en esta nueva versión del texto Constitucional. En otras palabras, se reinserta la idea de que los procesos educativos pueden ser fragmentados, artificializados, abstraídos de su complejidad para fines evaluativos, es decir, quedan reducidos a la lógica de la instrumentación, a la supremacía de la dimensión cuantitativa, a la razón de lo “tangible”, de la mirada operacional de la educación, esto a través de la reiteración de nociones como ”máximo logro de aprendizaje de los educandos” (revísese al respecto el discurso empresarial y gerencialista, por ejemplo, de la organización patrocinada por el sector privado “Mexicanos Primero”, que ha venido planteando esa simplificación en sus declaraciones en prensa y en sus documentos básicos como organismo de la “sociedad civil”).

II

Conceptos reciclados…

Como producto de las negociaciones parlamentarias entre Morena y la oposición (integrada por los partidos que impulsaron, en 2013, el “Pacto por México”), los demás elementos del párrafo tercero, de la versión 2013, quedaron acomodados, reciclados o rescatados, en otra parte del nuevo texto (2019), con excepción del asunto de la “idoneidad” de las figuras educativas, que desaparece porque conducía, casi irremediablemente, al conflicto de la “evaluación de los docentes y directivos” de la educación obligatoria (en especial, debido al concepto de “permanencia”). Veamos, por ejemplo, el siguiente fragmento donde el Legislativo actual, con el aval del Ejecutivo, rescatan otra parte del párrafo tercero supuestamente “derogado”: “…El Estado garantizará que los materiales didácticos, la infraestructura educativa, su mantenimiento y las condiciones del entorno, sean idóneos y contribuyan a los fines de la educación”, (cuerpo del Art. 3o.)

A propósito de este último tema y si llevamos hasta sus últimas consecuencias la letra del texto Constitucional: ¿Ello significa que desaparecerán, de una vez por todas, las famosas “cuotas voluntarias” de las escuelas públicas? Bueno sería que eso fuera realidad, pues actualmente la sociedad paga doble para sufragar el mantenimiento y sostenimiento logístico de las escuelas públicas: Los padres y las madres de familia pagamos impuestos y adicionalmente aportamos las cuotas “voluntarias” en las escuelas. Entonces ¿la gratuidad de la educación es letra muerta?

 

III

El centralismo educativo y el fracaso del impulso descentralizador…

En su versión 2019, el texto Constitucional, Artículo 3o., señala lo siguiente: “A fin de dar cumplimiento a lo dispuesto en la fracción II de este artículo, el Ejecutivo Federal determinará los principios rectores y objetivos de la educación inicial, así como los planes y programas de estudio de la educación básica y normal en toda la República; para tal efecto, considerará la opinión de los gobiernos de las entidades federativas y de diversos actores sociales involucrados en la educación, así como el contenido de los proyectos y programas educativos que contemplen las realidades y contextos, regionales y locales.”. Los gobiernos de los estados no tendrán facultades (nunca las han tenido) para determinar cambios o actualizaciones a los planes y programas de estudio de la educación básica y normal, ni los propios Congresos de los estados tendrán (nunca las han tenido) esas importantes atribuciones. Con esto, se puede concluir que el modelo centralista prevalece y se fortalece, en detrimento de las políticas públicas orientadas hacia la descentralización (carácter político) y la desconcentración (carácter administrativo) de “lo educativo”; directrices nacionales que habían sido ensayadas desde los años 80´s del siglo pasado. Me pregunto ¿Esta reivindicación centralistasignifica el fracaso histórico de las políticas de “descentralización educativa”? ¿Los gobiernos y los congresos estatales no han adquirido la mayoría de edad para hacerse cargo de la educación en sus territorios y con sus ciudadanos? ¿Avanzamos o retrocedemos, como nación, en los procesos de participación social de la educación a través de estas medidas centralizadoras? Lamentablemente, pienso que es lo segundo, hemos dado pasos atrás en este ámbito.

 

IV

Rediscutir el modelo de evaluación de la educación…

Sobre la creación del “Sistema Nacional de Mejora Continua” (y al organismo que sustituirá al INEE) ya me he referido en otros textos de manera crítica. En esta ocasión solamente quiero decir que me parece una decisión absurda. El texto Constitucional anterior estableció la creación y operación de un “Sistema Nacional de Evaluación Educativa”, que debió entenderse como un sistema de evaluación de las políticas públicas en la materia, pero que lamentablemente se convirtió (lo pervirtieron desde la SEP) en un sistema evaluador y etiquetador de las Maestras y de los Maestros de México. En esto coincido con algunos colegas en el sentido de que “se tiró al bebé junto con el agua sucia de la bañera”. La evaluación educativa es necesaria, pero debe ser revisada y reformularse a partir de criterios pedagógicos, no administrativos; es decir, replantearse desde una visión basada en las necesidades de las comunidades educativas, no como un dispositivo externo a las mismas, no para controlarlas ni para “darles línea”. Sobre esos temas es necesario también abrir la discusión desde las escuelas mismas y desde toda la base social de la educación pública.

 

Fuente del Artículo:

https://www.sdpnoticias.com/nacional/2019/05/17/articulo-3o-constitucional-observaciones-criticas

ove/mahv

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Evaluación de la Universidad Autónoma de la Ciudad de México

México / 26 de mayo de 2019 / Autor: Manuel Pérez Rocha / Fuente: La Jornada

En abril pasado, estudiantes, maestros y trabajadores de la Universidad Autónoma de la Ciudad de México concluyeron el complejo proceso de renovación de su Consejo Universitario, consejo paritario, elegido por voto directo, universal y secreto, respetando todas las normas de la democracia representativa. La UACM cumple 18 años de trabajo, interrumpido sólo brevemente hace seis años por una intervención externa rechazada por la comunidad.

Hace dos años, esta joven escuela invitó a instituciones académicas de incuestionable prestigio a realizar una evaluación de la UACM. El Instituto de Investigación y Desarrollo Educativo (Inide) de la Universidad Iberoamericana respondió afirmativamente, y durante más de un año realizó un intenso trabajo que incluyó revisión del proyecto, visitas a los planteles, oficinas y centros culturales de la institución evaluada, entrevistas a académicos, alumnos y trabajadores, análisis de informes de trabajo, planes y programas de estudio, reglamentos y otros documentos pertinentes.

La evaluación de la UACM por el Inide fue libre, íntegramente sufragada por la propia Iberoamericana, la cual para ello comisionó a tres académicas, doctoras en educación, de sólida formación y experiencia. El extenso informe del trabajo del Inide (238 páginas) comprende una evaluación del proyecto de la UACM y de sus resultados a esa fecha, principalmente de la función docente. Es un documento de enorme valor para la universidad, pero también para todos los interesados en asuntos universitarios, pues constituye un ejemplo de trabajo académico aplicado, rico y sólido.

El proyecto de la UACM –dice el equipo del Inide– es una apuesta ambiciosa, una propuesta educativa innovadora e incluyente cuyos principios llevan a cuestionar las concepciones que rigen la dinámicade las instituciones consolidadas en el país, como las de calidad y medición de resultados. “La evidencia presentada –concluye la evaluación – permite afirmar que la UACM hace una importante contribución al logro de equidad en educación superior si se considera la dimensión del acceso”.

En el ámbito académico del proyecto, destacan términos que resultan innovadores en el contexto mexicano, por ejemplo, el enfoque de enseñanza y aprendizaje, la atención personalizada a los alumnos, planes de estudio, sistemas de evaluación colegiados eficaces y confiables, y la relación con la sociedad para el conocimiento y atención de sus problemas. “Este proyecto – añade la evaluación del Inide – se asentó en principios organizativos, y pedagógicos singulares, algunos de los cuales, en su formulación ideal, representan una importante innovación en materia educativa”.

La evaluación de la UACM hecha por el Inide reseña también las múltiples acciones de estudiantes, profesores y trabajadores para lograr la realización del proyecto. Quedan muchos pendientes y en todas las áreas de la UACM hay tensiones que deben ser resueltas, pero mencionar lo realizado puede alimentar el optimismo.

Conviene empezar por una referencia al asunto que ha sido pretexto para atacar a la universidad: la supuesta baja cantidad de egresados y titulados, la denominada eficiencia terminal. El Inide consigna que aunque el número de estudiantes con título suele parecer bajo, el volumen de estudiantes con carta de terminación de estudios que ya cubrieron cien por ciento de los créditos son el triple de los que están titulados. Esta aclaración, señala el informe, permite comprender mejor la situación. Hace dos años, la UACM tenía ya 6 mil 797 egresados.

La evaluación del Inide señala “… el perfil de los estudiantes de la UACM constituye un tema ineludible en el análisis de los logros del proyecto” y concluye: uno de los resultados más notables de la universidad corresponde a la cristalización de su propósito de abrir las puertas de la educación superior a la población que ha padecido, o se encuentra vulnerable de la exclusión educativa. El documento aporta datos contundentes al respecto y muestra que la experiencia de la UACM revierte de manera significativa la tendencia nacional.

La evaluación hace también una relación detallada de los esfuerzos de la UACM para diferenciarse de la enseñanza convencional con una docencia de calidad orientada al alumnoy de las vías a través de las cuales la institución favorece la realización de su enfoque pedagógico; afirma: no es excepcional el esfuerzo de los profesores en ese sentido, y recoge declaraciones de estudiantes y maestros que lo testimonian.

Sobre el carácter esencialmente formativo del ciclo básico de todas las carreras (la no especialización temprana) –lo cual es objeto de discusiones y varias tensiones–, la evaluación del Inide afirma que la UACM se colocó a la vanguardia de propuestas transformadoras, como las que fueron reconocidas en la Conferencia Mundial sobre la Educación Superior, organizada por la Unesco hace ya casi 20 años.

Es mucho el trayecto por recorrer todavía para hacer realidad el proyecto completo de la UACM y el camino no es fácil. Son muchos los obstáculos por vencer: formas de trabajo tradicional muy consolidadas, falta de apoyos e instrumentos para la puesta en práctica de formas nuevas, ideas sin sustento por falta de una reflexión y discusión de fondo y falta de recursos materiales, entre ellos.

No obstante, cabe subrayar, la UACM cuenta ya con fortalezas de enorme valor y potencial: un proyecto sólido que responde a los retos actuales de la educación universitaria y a las necesidades de los estudiantes mexicanos; 18 años de experiencias han mostrado la viabilidad de este proyecto, si el esfuerzo conjunto de la comunidad logra resolver tensiones como las identificadas en el valioso estudio del Inide.

Sin duda, el nuevo Consejo Universitario de la UACM encontrará en esta evaluación material valioso para sus trabajos.

Fuente del Artículo:

https://www.jornada.com.mx/2019/05/16/opinion/019a2pol

Fuente de la Imagen:

https://www.diariodemexico.com/uacm-est%C3%A1-en-la-peor-crisis-econ%C3%B3mica-en-su-historia

ove/mahv

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¿Es Finlandia donde mirar educativamente?

Finlandia – Argentina / 26 de mayo de 2019 / Autor: Daniela Leiva Seisdedos / Fuente: El Arcón de Clío

El ministerio de Educación de la Nación pedirá asesoramiento a Finlandia en materia educativa.

Quiero una escuela para argentinos, de argentinos y por argentinos. No quiero una escuela en donde se nos tomen a todos como “ratas de laboratorios”, ya sabemos cómo son las reformas que vienen de afuera no quiero tratar de adaptarme y ser un eslabón en la “selección natural” que me imponen los designios de afuera. No se puede tratar de aprender con las experiencias foráneas.
No hay formación sin evaluación y no solo hay que evaluar resultados. Hay que diseñar un sistema educativo y carrera docente atractiva. La acreditación no debe ser solo de carácter académico-administrativo y la evaluación no solo se debe referir al aprendizaje para valorar la efectividad del proceso enseñanza.
¿Los argentinos somos incapaces de generar entre tanto pedagogos, docentes, padres y sociedad una política de estado educativa?. Esa manía de mirar siempre afuera sin valorar lo que tenemos.
Muchos gobiernos mantienen una relación esquizofrénica con la educación. La educación es el mejor valor para construir un estado desarrollado.

Una política educativa ayuda al crecimiento cultural que conlleva a vivir en un estado pleno. Los gobiernos en nuestro país se han planteado reformar el sistema educativo recurriendo habitualmente a experiencias internacionales “exitosas” con el objetivo de aprender de sus puntos fuertes y, en la medida de lo posible, intentar emularlas, pero ¿siempre es así?. Las reformas, los políticos y los reformistas deben valorar la idiosincrasia del ser argentino.

¿Por qué no considerar a educación como una actividad de honor y mostrar respeto por todos nuestros pedagogos, nuestros maestros y profesores?
El mundo entero se ha acalorado en entender el sentido que se le da al aprendizaje en Finlandia desde que la primera prueba PISA, aplicada en el 2000 por la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), demostró que ese país de apenas cinco millones de habitantes, tenía el mejor sistema educativo.
PISA ha pasado de ser una herramienta para diagnosticar debilidades y fortalezas de los sistemas educativos nacionales ha convertirse en la liga de la justicia educativa. Ellos se muestran como seres poderosos dentro de una ideología aun positivista, la superioridad del hombre blanco, ¿dónde está el valor de la diversidad?, ¿dónde descansan las inteligencias múltiples si consideramos lo foráneo como nuestro?

La educación se debe personalizar más, pero… por ejemplo con aulas de 45 alumnos en nuestro país esto no corre. Finlandia sostine que desde los primeros años se interviene para apoyar a los alumnos con necesidades especiales, con lo que se evita que sus dificultades aumenten con los años y se minimizan los porcentajes de fracaso escolar, eso está previsto en nuestras leyes. El problema no son las leyes, sino el cumplimiento de las leyes, esa eterna lucha entre el derecho y el hecho en Argentina.
Finlandia para pensar: tiene una de las tasas de muertes en accidentes por conducir ebrios, se ven que no se enseña muy bien, cual es valor de la vida tanto en las casa como en las escuelas. Tiene uno de los índices de depresión más altos del mundo, se ve que aprender no los hace felices, los hace máquinas. Cerca del 59% de las mujeres de más de 15 años han sufrido abusos psicológicos o físicos por parte de hombres parejas o no. Se educa con amor o para llenar valores numéricos en las estadísticas.
Quiero una escuela que no domestique, que sea humana. Finlandia se está convirtiendo en un mito a mi entender, los mitos algo de realidad tienen pero Finlandia va camino a convertirse en un relato tradicional que se refiere a acontecimientos prodigiosos. No se muestran las falencias y error enseña.

Los profesores son personas muy importantes en la sociedad en Finlandia, imagino que es difícil cambiar un sistema educativo si nosotros no cambiamos nuestra percepción de la educación, lo que buscamos y esperamos en ella, en muchas escuelas de nuestro país está roto el contrato emocional entre los docentes, las escuelas y los padres.
La evaluación que no ayude a aprender de modo más cualificado, equitativo, relevante, emancipador, con mayor grado de autonomía y de responsabilidad en los diferentes niveles de la educación es mejor no practicarla, a la larga lo que sufren las consecuencias y esas recaen sobre todos los actores de la educación. Los resultados negativos o positivos siempre afloran.
Evaluar es parte del aprendizaje, por lo tanto me tengo que incluir en él. Dicen por ahí, que nos educan para ser mediocres, no nos sumemos a esta falacia.

La educación debe estar al servicio de la enseñanza y la evaluación también. Solo evaluar por evaluar no tiene sentido en sí misma.
Es hora de cambiar nuestros viejos roles, los de los padres, el colegio y los profesores, una mirada a Finlandia no puede producir ningún hecho mágico.

El mapa tiene una connotación para mencionarlo así con esas características.

Fuente del Artículo:

¿Es Finlandia donde mirar educativamente?

ove/mahv

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