«Resistir creando entre poesía y danza» de la socióloga Jerny González Caqueo, es un extraordinario libro que nos permite conocer íntimamente el ajetreado mundo de una fragorosa mujer pampina, madre y militante: Nelly Lemus Villa. La autora es una socióloga residente del Desierto de Atacama y descendiente de abuelos Quechuas del Oasis de Pica. No es desmesurado decir entonces que cuando González escribe, deberíamos poner una eclesiástica atención.
La protagonista es una activista cultural comunista, profesora normalista y combatiente de la resistencia contra Pinochet. Nelly Lemus nació y se crió en el desierto, entre las oficinas salitreras, campamentos mineros y el puerto de Chañaral. Desde muy pequeña observó las cofradías danzantes que le rinden honores a la Virgen del Carmen en el pequeño pueblo de La Tirana. Así nació su pasión por la danza; bailando chunchos, morenos, gitanos, chinos y sambos caporales.
No son muchos los libros escritos sobre los habitantes de las zonas geográficas extremas del país; sobre la naturaleza, idiosincrasia y genio de aquellos naturales que saben amar su medio ambiente muy alejados de las metrópolis donde se toman las decisiones del país. No son muchos los trabajos escritos sobre las mujeres pampinas que paren a sus hijos, mientras que resolutas ayudan diariamente a “parar la olla”. Es un libro que todo estudiante debería leer, que todos los estudiosos deberían leer; que todos los bailarines deberían leer, que todo Chile debería leer.
Con este libro tenemos un gran escrito histórico, pero fresco y novedoso. Un detallado vistazo a una mujer pampina, divorciada, jefa de hogar, cuyo mayor pecado fue brillar con luz propia; destacarse del montón y desarrollar a todo vapor sus planteamiento artísticos y sociales. Una mujer que ha sabido comunicar por medio de sus movimientos corporales, el brío de sus poemas y las reliquias de su memoria. En los folios que el puño de González ha sabido muy bien llenar, Lemus ha quedado estampada merecidamente.
La madre de Nelly fue una mujer que tenía el desierto en la piel y que, al igual que sus antepasadas, sufría las penurias propias de la época: la explotación y las enfermedades. Pero el desierto fue también motivo para la unión, para la solidaridad, para las ollas comunes, la comunidad, la subsistencia. Para los pampinos el desierto fue el comienzo de una temida lucha obrera, el nacimiento de una organizada visión de la galaxia terrenal: la cofradía socialista la que le fue transmitida por su padre pionero seguidor de Lafferte y Recabarren, y por su madre: Mi mamá nos contaba historias que nos fueron uniendo fuertemente a la familia salitrera, recuerda Nelly.
Poner en el papel la vida – o parte de ella – de una mujer tan heterogénea como la mismísima pampa no es una tarea fácil. La socióloga tocopillana Jerny González logra captar las instancias aquellas, las emblemáticas, las importantes, aquellas que hacen de esta mujer – que en medio de la precariedad de los maestros, llega a ser una verdadera activista cultural – clase obrera en plenitud. Una poetisa bailarina, una devota artista del crudo Desierto de Atacama. La danza y la poesía han sido la pasión de la vida de Nelly Lemus y hay en este necesario libro, bellos momentos que describen esos movimientos. Ritmos y
momentos que todas las bailarinas y bailarines, profesionales o no, deberían otear.
Ficha Técnica:
Título: Resistir creando entre poesía y danza. La vida de Nelly Lemus Villa. Premio Escrituras de la Memoria, obra inédita año 2024, Ministerio de las Culturas, las Artes y el Patrimonio.
El libro Educación Crítica e Inclusión. El valor de la diferencia en una escuela sin exclusiones, de Miguel López Melero, Caterí Soler García y Marcos A. Payá Gómez, editado por Miño y Dávila en 2025, es totalmente imprescindible para que veamos la necesidad de una escuela pública en la que se respeten las diferencias porque es de justicia social y hay que respetar los derechos humanos.
Sinopsis
Es necesario que veamos el derecho que tiene nuestro alumnado hacia una educación inclusiva; necesitamos una educación crítica e inclusiva si aspiramos a construir una sociedad en la que se respeten las diferencias y en la que no haya exclusiones por ningún concepto. Necesitamos transformar la escuela y la sociedad para hacer efectivo el derecho a la educación de todos y todas. Una escuela pública que esté a la altura del sueño pedagógico freireano de la concientización crítica. Este libro nace de una visión compartida sobre la educación inclusiva que pone el eje de análisis en la necesidad de construir una escuela pública sin exclusiones. Estamos convencidas de que lo más humano, lo más justo, es valorar y reconocer la diferencia como un derecho y un elemento de valor. La negación, la invisibilidad, la persecución o el exterminio indiscriminado de lo que se nos presenta como diferente representa, a nuestro juicio, una de las principales causas de la crisis política, social y educativa que vivimos en la actualidad. El análisis que aquí se presenta describe, en primer lugar, qué entendemos por el derecho de todas las personas a una educación equitativa y de calidad. Subrayando, por tanto, el valor de la diferencia en el contexto educativo. En segundo lugar, propone la necesidad de construir otra escuela pública, exponiendo las barreras que lo están impidiendo para luego ofrecer otra manera de concebir la escuela pública como un lugar donde nadie se sienta excluido, subrayando los principios de acción necesarios y ofreciendo una propuesta para una nueva escuela pública.
Autores
Miguel López Melero. Es catedrático emérito de la Universidad de Didáctica y Organización Escolar en la Universidad de Málaga. Antes fue profesor en la Universidad Complutense de Madrid. Profesor visitante y colaborador de varias universidades: Bolonia (Italia), Bremen, Berlín, Colonia, Hamburgo (Alemania); Linz, Viena (Austria); Bucarest, Iasi (Rumanía); Budapest (Hungría), Lima (Perú), San Salvador de Jujuy (Argentina); Santiago de Chile (Chile); Guadalajara (México), La Habana (Cuba), etc. Además, a menudo imparte cursos y seminarios en numerosas universidades europeas y es ponente y conferenciante habitual en congresos nacionales e internacionales.
Sus principales líneas de investigación son: a) El Proyecto Roma, una experiencia de educación en valores. Desarrollo de procesos lógicos de pensamiento (cognición, lenguaje, afectividad y autonomía) en personas excepcionales en situaciones y contextos normalizados; b) Escuela Inclusiva: currículum y formación del profesorado; c) La Educación Intercultural; d) Calidad de Vida y Ciudades Educadoras. Educación en Valores; e) Universidad y Cultura de la Diversidad.
Entre sus publicaciones merecen mención: Aprendiendo a conocer a las personas con síndrome de Down (1999), El Proyecto Roma, una experiencia de educación en valores (2003), Conversando con Maturana de educación (2003), Construyendo una escuela sin exclusiones. Una forma de trabajar en el aula por proyectos de investigación (2004); así como numerosos trabajos en distintas publicaciones colectivas. Colabora habitualmente en revistas especializadas.
Ha recibido varios premios a su labor docente e investigadora, como el I Premio Internacional en Investigación sobre Discapacidad Intelectual. Fundación Caja Navarra. Pamplona (2005), o el otorgado por el Ministerio de Educación de Perú, Placa y Diploma en Reconocimiento por su aporte y compromiso a la construcción de una escuela para todos y para todas que valore las diferencias. Ciudad de Lima (Perú, 2006).
En la actualidad es director del Grupo de Consolidado de Investigación HUM-246: Cultura de la Diversidad y Escuela, de la Junta de Andalucía, así como director del Proyecto Roma.
Caterí Soler García. Es profesora de la Facultad de Ciencias de la Educación, Departamento de Didáctica y Organización Escolar de la Universidad de Málaga. Licenciada en Psicopedagogía, Doctora por el Departamento de Didáctica y Organización Escolar por la Universidad de Málaga, Diploma de Estudios Avanzados en Política Educativa por la Universidad de Málaga, Máster European Counsellor for Multicultural Affairs por The Pedagogische Hochschule Linz (Austria) y Universidad de Málaga (España) y Experta universitaria en Autismo y Trastornos del Desarrollo. Investigadora del Grupo HUM-246 Cultura de la Diversidad y Escuela de la Junta de Andalucía, desde 2003. Ha sido coordinadora del Proyecto Roma.
Las publicaciones y proyectos de investigación nacionales e internacionales en los que ha participado tienen como temáticas la educación inclusiva, escuela pública, Proyecto Roma, espectro autista, formación del profesorado, cultura de la diversidad y metodología de investigación cualitativa.
Marcos A. Payá Gómez. Profesor de Pedagogía. En defensa de la Escuela Pública. Investigador.
Reseña
Este libro debería ser de lectura obligatoria para el profesorado en activo y para aquellos y aquellas que quieren entrar en la profesión y se están preparando para ello. Es una defensa integral de la Escuela Pública y del respeto a las diferencias como un valor que engrandece la convivencia en la escuela y en la sociedad.
Es necesario construir una escuela sin barreras que impidan la presencia, el aprendizaje y la participación de personas y culturas diversas en la escuela pública. Los autores de esta obra nos exponen cómo se puede construir esa escuela sin exclusiones.
“El mundo se ha comprometido con la educación inclusiva… porque es la base de un sistema educativo de buena calidad que permite a cada niño, joven o adulto aprender a desarrollar su potencial…”
“El requerimiento previo es considerar la diversidad de los educandos no como un problema sino como una oportunidad. Los sistemas educativos deben responder a las necesidades de todos los educandos” (UNESCO, 2020).
Hablar de educación inclusiva supone un cambio del profesorado y del centro para erradicar las prácticas discriminatorias que excluyen a parte del alumnado de la convivencia y la participación necesarias para hacer de las escuelas centros de aprendizaje, participación y convivencia.
“… significa que han de cambiar los sistemas de enseñanza y aprendizaje, significa que hay que cambiar el currículum, significa que ha de cambiar la organización escolar, la educación escolar, significa que hay que cambiar los sistemas de evaluación, significa, sobre todo, que el profesorado se encuentre preparado, comprometido y organizado para reivindicar e impulsar los cambios que implica una educación para todos y para todas”.
Debemos conseguir un lugar donde todas las personas, sin excepciones, aprendan a ser cultas, críticas, libres, dialogantes, cooperativas, democráticas, justas y autónomas.
En definitiva, la inclusión supone un cambio radical de la escuela. Hace falta mucha preparación para que podamos conseguir este espacio sin exclusiones donde el alumnado aprenda con todos y todas, participe de la convivencia y cooperen con sus compañeros y compañeras en hacer de la escuela un espacio favorecedor para el aprendizaje. Es necesario un compromiso del profesorado para llevar a cabo esta tarea justa, democrática y que respete los derechos humanos, donde se construya la cultura partiendo de la vida real, donde se aprenda la democracia haciéndola, donde nadie se sienta excluido ni diferente porque todos y todas estamos en proceso de desarrollo personal.
“Necesitamos hacer realidad con escuelas democráticas e inclusivas que eduquen para una ciudadanía mundial intercultural comprometida con una visión antirracista, ecofeminista, anticapitalista y defensora de la laicidad y de la libertad de conciencia, alternativa a la cultura patriarcal. Solo así conseguiremos erradicar las clases sociales que impiden la construcción de la democracia”.
Para saber más:
El valor de la diferencia en una escuela pública sin exclusiones,Miguel López Melero: El valor de la diferencia en una escuela pública sin exclusiones. Investigador y Catedrático emérito de Universidad de Málaga. Defensor de la escuela inclusiva. Referente educativo a nivel estatal en el ámbito de la inclusión. XX encuentro de experiencias de participación, dedicado a los proyectos inclusivos que realizan las asociaciones de madres y padres del alumnado, celebrado en el IES Beatriz Galindo. Francisco Giner de los Ríos. 2024.
Entrevista a Miguel López Melero por la Revista Niñez Hoy. (JUNJI. Chile) En el cuarto número de la revista especializada Niñez Hoy se aborda la temática de educación inclusiva y diversidad desde la primera infancia con una entrevista al experto Miguel López Melero. El profesor Miguel López Melero se define como “defensor de la educación pública” que precisa “es lo mismo que decir la educación inclusiva: una educación de todos y para todos, pero con todas y con todos”. Este tipo de frases que quedan resonando como si fueran consignas, pero al mismo tiempo, por lo sustancial de su contenido, es algo que caracteriza al también catedrático emérito de la Universidad de Málaga, Andalucía, España. Su principal línea de investigación es el afamado Proyecto Roma, una experiencia de educación en valores, del cual tiene diversas publicaciones y conferencias. También es experto en desarrollo de procesos lógicos de pensamiento en personas excepcionales en situaciones y contextos normalizados; educación intercultural; calidad de vida y ciudades educadoras, entre otras materias. En esta conversación con la revista Niñez Hoy, el experto andaluz habla sobre democracia, justicia social y los cambios que son necesarios en nuestras sociedades para tener una educación realmente inclusiva y de calidad.
La vida de los docentes está llena de dificultades y contratiempos, esfuerzo e incertidumbre, sinsabores y preocupaciones, dudas y constante inquietud. Y también de profundas y gratificantes emociones. Con una trayectoria docente de más de medio siglo, el autor comparte las emociones que provienen de la relación con alumnos y alumnas, experiencias intensas, encuentros, escritos y conferencias, seminarios, talleres… Muchos podrán verse reflejados en el espejo de estas páginas. Los jóvenes que empiezan encontrarán en este libro un poderoso aliciente para vivir con pasión la tarea de educar porque trabaja con la mente y con el corazón de las personas. Un libro para emocionarse.
Miguel Ángel Santos Guerra es doctor en Ciencias de la Educación por la Universidad Complutense y catedrático emérito de Didáctica y Organización Escolar de la Universidad de Málaga. Ha sido profesor en todos los niveles del sistema educativo y ha publicado numerosos libros (83 a día de hoy), artículos en revistas especializadas y capítulos de libros sobre organización escolar, evaluación educativa, dirección escolar, participación, género y formación del profesorado. Desde 2004 escribe cada sábado en El Adarve, su blog personal del diario La Opinión de Málaga. Es padrino pedagógico de ocho escuelas argentinas. Ha recibido numerosos premios por sus escritos e investigaciones. Ha sido galardonado con la Medalla de Oro del Ateneo de Málaga.Es un gran referente en el mundo de la educación.
Reseña
Así comienza este libro “ Para quienes han dedicado su vida o la están dedicando o la dedicarán en el futuro a la tarea educativa, la más hermosa, difícil e importante que se le ha encomendado al ser humano en la historia: trabajar con la mente y el corazón de las personas”.
Esta gran dedicatoria recoge el sentir del autor hacia la profesión docente, hacia las personas que dedican su vida a engrandecer a los estudiantes, tanto culturalmente como emocionalmente. No olvidemos nunca que tratar con el alumnado, sea de la etapa educativa que sea, exige un acercamiento personal y un descubrimiento personal que está influyendo en su proceso de formación y que no podemos dejarlo al lado.
Leer a Santos Guerra, si te gusta la educación, siempre es una garantía. Sabes que vas a aprender y que te va a enseñar a acercarte al corazón de las personas. Su narrativa es ágil y muy amena, utiliza con frecuencia anécdotas, metáforas, e historias que te llenan de sentimientos nobles. No podría haber mejor persona que hablara de las emociones, a sabiendas que escucharlo y leerlo es del todo emocionante.
El libro está dividido en siete apartados, cada uno con su correspondiente Presentación,: Emociones que regalan los alumnos y las alumnas; Emociones que brinda la experiencia; Emociones que generan las personas; Emociones que proceden de la palabra; Emociones que suscita la escritura; Emociones que produce la dirección; Emociones que dejan quienes se van.
Desde el principio hasta el final,incluso con sus repeticiones, te genera la curiosidad para seguir leyendo, no decae la atención en ningún momento y te deja con ganas de seguir leyéndolo. Personalmente lo he leído mucho, pero aún me quedan libros por descubrir y es que llevar escritos 83 libros es algo muy extraordinario, a sabiendas que el libro que leas de Santos Guerra no te deja indiferente. Te genera interés porque sabes que lo que cuenta son realidades que ha vivido, experiencias en el aula, sentimientos en los centros… algo tan real como la vida misma. las personas que hemos estado trabajando tantos años en educación (en mi caso 36 años) nos podemos sentir identificadas con los relatos y enriquecidas con sus vivencias.
Como nos dice Chis Oliveira en el prólogo, estoy segura de que esta lectura va a animar a estudiantes y al profesorado a afrontar con entusiasmo su tarea de educar. Y remata con las palabras que sirvieron para un prólogo suyo a un libro de Paulo Freire: “Quien lea este libro va a descubrir el rostro de Miguel Ángel en cada uno de sus relatos, va a sentirle; en cada una de sus experiencias, va a renovar la esperanza y a comprobar cómo es posible luchar por la emancipación de las personas”.
La idea del libro, nos dice Santos Guerra, es compartir las emociones de la profesión, los encuentros con personas especiales, las vivencias que, casi inevitablemente, propicia una tarea que consiste en la comunicación personal.
En definitiva, un libro muy recomendable para docentes que empiezan, para docentes que están en activo y para personas que quieran ver otra forma posible de educar y de sentir el proceso de formación como algo que ayude en el crecimiento personal. Santos Guerra nos muestra lo hermoso de esta profesión, lo emocionante, lo atractivo, lo gratificante, lo crucial y por eso pienso que su lectura nos puede venir bien a las personas.
“No habría docentes sin alumnos y alumnas. Son ellos y ellas quienes justifican la tarea. Por eso siempre he pensado que tenían que tener más protagonismo. Sé que el aprendizaje no se produce cuando alguien quiere enseñar sino cuando alguien quiere aprender”.
En este libro las reflexiones de Trinidad Lara vienen a que nos cuestionemos rasgos importantes de la educación que están cayendo en la normalidad más apática, con contenidos vacíos y normas impuestas. Se trata de abrir una vía de reflexión rigurosa de docentes, familias y ciudadanía en su conjunto que nos lleve hacia una educación consciente.
Desgrana en capítulos cuestiones intrínsecas en todos nosotros, las cuales no germinan porque el terreno social es tan complejo y laberíntico que nos distrae de lo esencial. Todos nacemos con unas alas grandes. Representan nuestros deseos, nuestra esencia, nuestros más sabios instintos. Una energía vital que nos impulsa hacia lo mejor. Con el paso del tiempo y muchos de los aprendizajes que conlleva la vida en sociedad, las alas se van encogiendo, marchitando.
Los educadores y las educadoras tenemos el privilegio y el deber de hacer que las alas de nuestro alumnado, hijos e hijas, se desplieguen con su máxima envergadura y alcen el vuelo desde sus voces internas y únicas, espantando a plumazos patrones estériles, necrosados e impuestos desde fuera que nos han llevado a la más disparatada de las locuras vitales.
Trinidad Lara es profesora desde 2006 del Ciclo de Grado Superior de Educación Infantil (FP). Gestiona con los centros de trabajo las prácticas del alumnado en las escuelas infantiles. Ha coordinado proyectos de intercambio Erasmus tanto para alumnos como para profesores, lo que le ha permitido ampliar el espectro en formas de vivenciar la educación. Investiga métodos más humanísticos de enseñanza en la etapa infantil. Con este fin, viajó a Dinamarca y Alemania para conocer en profundidad la metodología de las escuelas bosque, facilitando su difusión en España.
Es autora del ensayo Enseñamos lo que somos. Las alas del educador, acerca del autoconocimiento docente, que tiene como punto de referencia una educación más consciente.
Ha publicado artículos en revistas especializadas de educación. Ponente y autora en el Congreso Internacional de Educación, Conciencia y Competencias organizado por REDIPE (Red Iberoamericana de Pedagogía) Ponente y autora. Enseñamos lo que somos: Hacia una educación consciente.
Forma parte del grupo de Investigación “Pedagogía, formación y conciencia” (P. F. C.) de la Universidad Autónoma de Madrid que está constituido por un grupo interdisciplinar de profesores e investigadores de diferentes universidades.
Orienta sus acciones hacia una renovación radical o profunda de la Pedagogía y de la educación.
En la actualidad imparte conferencias y tertulias en distintas instituciones (colegios, universidades, institutos de educación secundaria, asociaciones culturales, bibliotecas, etc) con el fin de compartir ideas, que permitan una mejora socioeducativa, así como su difusión a través de artículos.
Este libro de Trinidad Lara te hace reflexionar sobre las personas y nuestros estudiantes deben ser tratados como tal, no es solo cuestión de instruirlos, es necesario educarlos en su personalidad para que estén bien preparados en el discurrir de la vida., personas con pensamiento crítico que no se dejen llevar por lo que otros digan sin haberlo pensado antes.
Nos dice la autora que es un ensayo filosófico que apunta directo a todos los elementos básicos que el docente del siglo XXI tendría que mimar para contrarrestar la inercia insana en la que centrifugamos, tan mareados que hemos perdido de vista el sentido de la vida.
La autora parte de la tesis de que los docentes enseñamos lo que somos y con nuestra forma de ser estamos siendo modelos para los estudiantes en período de formación, por ese motivo no debemos descuidar nuestra manera de estar ante ellos y ellas.
El libro se lee muy bien, su lectura genera curiosidad para seguir leyendo. Está dividido en ocho capítulos, con una presentación y una conclusión. Los capítulos con los que nos lleva a la reflexión más sincera son: La lentitud, El silencio, El valor de aburrirse, El miedo, el sinsentido de las cabezas pensantes,, Educar dando sentido a la vida, Educar en el amor, y La magia de las palabras.
A lo largo de todos estos temas la autora nos va dando pautas de acción para ir mejorando en el aspecto que está tratando, intentando que la educación sea más consciente y atienda a las personas en su integridad.”Acciones muy sencillas por parte de los docentes podrían marcar puntos de inflexión”: Cultivar la paciencia, evitar el entumecimiento corporal, dejarlos levantarse y charlar entre clase y clase, contenidos que puedan perdurar a lo largo del tiempo, debates, escuchas reflexivas, espacios para la reflexión, tiempo para conocerlos mejor, potenciar la colaboración, respetar los silencios…
“Urge educar a un profesorado que, de la mano de las familias, tenga el coraje de desaprender lo que no funciona, desterrando ese elevado porcentaje de creencias limitadoras, y tenga la valentía de desenseñar reaprendiendo desde lo que de verdad importa”.
En definitiva, un libro muy interesante para aprender caminos que haga la educación más consciente y menos de niños y niñas papagayos (o educación bulímica, como lo llama María Acaso) que repiten lo aprendido, lo exponen en un examen y lo olvidan.
“Urgen docentes que sanen con autoconocimiento las heridas. Porque cuando el alma grita, los docentes tenemos la labor de escuchar”
Para saber más
Tacita de café para políticas educativas, es un espacio abierto al diálogo educativo; tan necesario para la mejora de la educación como pilar de una sociedad sana, pacífica, saludable y amorosa.
Una vez terminada la lectura de este libro, me vienen a la cabeza 2 palabras que resumen lo que, en él, me he encontrado: creatividad y frescura.
CREATIVIDAD, una palabra que César repite en un montón de páginas; para él es muy importante que los maestros (y los padres y madres) fomenten y creen espacios para que los niños den rienda suelta a su creatividad.
FRESCURA, su manera de escribir creo que refleja cómo es él y como se expresa cuando habla. Si te animas a leer su libro, te dará la sensación (mientras lees) de que estás sentado a su lado, escuchándolo mientras tomáis un café juntos. No es un libro “sesudo”, ni esperes encontrar grandes ideas o teorías pedagógicas; es un libro que muestra su manera de entender la educación, con multitud de ejemplos y anécdotas que le han ocurrido a lo largo de su vida de maestro.
En este artículo, a mí me gustaría compartir contigo algunos pensamientos que me han surgido durante (y después de) su lectura, por si te ayudan.
Al principio de su libro, César dice: “…estoy seguro de que alguno de vosotros, cuando acabe de leer dirá: Pues este tío no hace nada extraordinario” Y es cierto, si lees (o compras) este libro pensando encontrar “la piedra filosofal” o “la gran idea revolucionaria” de lo que debe ser la nueva educación… olvídalo.
No obstante, para mí, César sí hace algo extraordinario en su día a día en el aula: todo lo que él hace tiene, como último objetivo u horizonte, educar el corazón de sus alumnos. En varios capítulos le “escucharás” decir que los contenidos de las asignaturas son importantes, pero más importante aún es “educar en cosas sencillas, básicas, pero que a veces se nos olvidan: el respeto, la empatía, la sensibilidad, la escucha y el esfuerzo para conseguir lo que te propones”
Un aspecto al que César da mucha importancia es la necesidad de estimular la curiosidad de los niños. Se nota que él es profe de Primaria y es consciente de lo importante que esto es para el desarrollo de la mente de los niños, y de la gran responsabilidad (y oportunidad) que la escuela tiene en lograr esto.
Hay una frase que habla de esto, y que yo he puesto al comienzo de este curso en el laboratorio de mi colegio: “Es muy difícil mantener la curiosidad (científica) en un sistema educativo rígido. El espíritu de descubrimiento y pensamiento creativo se pierde en la rutina escolar” (Albert Einstein) A mí me recuerda (cada vez que entro en el laboratorio) algo que es más importante que “enseñar biología”
¿Por qué seguimos pensando (algunos profesores) que esto de la creatividad es “perder el tiempo”? ¿No será que, como dice César, para estimular la creatividad hay que ser antes un maestro curioso?
A mí, quizás porque trabajo con alumnos “mayores”, reconozco que me cuesta esto de fomentar la curiosidad, pero intuyo que es algo fundamental que tengo que hacer si quiero educar mentes “abiertas al futuro” y formar adultos “competentes”.
Respecto al tema de los deberes, César tiene un capítulo titulado “Hacer deberes y a dormir”. En él dice textualmente: “Soy maestro, así que para ir terminando os voy a poner unos deberes. Empezaréis a hacerlos ahora, cuando acabéis de leer el libro y hasta la hora de cenar. Tenéis tiempo. Luego, cenaréis y a dormir. Mañana (por la tarde) haréis lo mismo: os pondréis con los deberes, y luego cenaréis y a dormir. Alguno de vosotros tendrá “extraescolares”; da igual: las extraescolares no diluyen los deberes ni son excusa para que no los hagáis. Tendréis que hacerlos igualmente. Y después, a cenar y a dormir… Esto es lo que les sucede a miles de niños: salen de la escuela y tienen que empezar a hacer tareas (de cada asignatura, por supuesto). Todo el mundo pone deberes porque queremos que todos aprendan de nuestra asignatura, que sepan muchas cosas. Nos hemos metido en una inercia por la que queremos muchos Einstein a los 12 años” Para César, si el niño no ha terminado a las 7 de la tarde de hacer los deberes, el maestro tiene que replantearse esos deberes que está mandando, porque algo no está haciendo bien.
Por último, terminaré con respondiendo a esta pregunta: ¿Qué me ha supuesto leer a César?
En primer lugar, me ha dado seguridad en lo que estoy haciendo como docente; creo que el camino a seguir es “educar para la vida”, y no (solo) para los exámenes. Y esto lo conseguiremos si educamos sus mentes (con contenidos), pero también su corazón (para que desarrollen actitudes que les hagan querer y valorar a sus semejantes)
Por otro lado, creo que es importante tener humildad; siento que estoy en el camino correcto, voy innovando (aunque a veces sea mediante el método de “ensayo-error”) pero he de ser consciente de que no estoy más que al principio de una larga senda llamada “educar a mis alumnos para ser adultos del siglo XXI”. A la hora de buscar lo mejor para mis alumnos es vital escucharlos; como dice César: “Es curioso, no me lo negaréis, que pretendamos enseñar contenidos a seres de los que no sabemos nada”
Por último, la lectura de este libro me ha dejado un reto: tengo que ayudar a mis alumnos a “ampliar sus horizontes”, es decir, conseguir que sean personas sensibles a los problemas que existen en nuestro Mundo; que los conozcan, pero que no se queden sólo en eso, sino que se comprometan por proponer soluciones creativas. En definitiva, por poner su granito de arena para construir un mundo donde merezca la pena vivir.
Para finalizar, me gustaría reflejar en 3 frases lo que, para mí, sería una “nueva educación”:
hemos de enseñar educación emocional a los alumnos, no solo enseñarles conceptos.
tenemos que conseguir que nuestros alumnos se comprometan por mejorar su sociedad y el mundo en el que viven.
las escuelas debemos enseñar conceptos que sean útiles y aplicables para la vida, no (sólo) para aprobar exámenes y sacar títulos.
no hay que hacer cosas complejas y “espectaculares” para innovar o educar “de otra manera” como padres o profesores que somos; solamente hay que escuchar a los niños, quererlos y proponerles hacer aquello que sabemos que les gusta hacer y que les ayuda a aprender “para la vida”
Y si tú escribieras algo titulado “la nueva educación”… ¿de qué cosas hablarías?
Déjanos un comentario contándonoslo, ¡y enriquece así nuestra comunidad con tus ideas!
No es posible el crecimiento continuo en un planeta limitado. La economía en la que estamos inmersos acrecienta las diferencias de clases, cada vez hay más gente pasando necesidades mientras que unos pocos cada vez son más ricos. Al mismo tiempo, el planeta es esquilmado, saqueado en sus recursos limitados y empujado hacia una catástrofe ecológica que pone en serio peligro la vida sobre la Tierra y la supervivencia de las futuras generaciones.
El decrecimiento es la opción deliberada por un nuevo estilo de vida, individual y colectivo, que ponga en el centro los valores humanistas: la justicia social, las relaciones cercanas, la cooperación, la redistribución económica, la participación democrática, la solidaridad, la educación crítica, el cultivo de las artes, etc. El decrecimiento implica apostar por nuevas formas de vida, donde el bien común impere ante el bien individual de unos pocos.
El decrecimiento implica construir nuevas formas de socialización educativa que antepongan el mantenimiento de la vida y el bien común a la obtención de beneficios económicos de unos pocos. Esto es lo que debe permanecer en el corazón de los centros educativos: la configuración de un nuevo imaginario colectivo en las futuras generaciones que permita que aprendan a cambiar el mundo y hacerlo más justo, sostenible y habitable.
Enrique Javier Díez Gutiérrez es profesor de la Facultad de Educación de la Universidad de León. Doctor en Ciencias de la Educación. Ha trabajado como educador social, maestro de Primaria, profesor de Secundaria, orientador en institutos y responsable de atención a la diversidad en la Administración educativa. Autor de varias publicaciones relacionadas con la educación crítica, inclusiva y del bien común. Impulsor e integrante del colectivo de profesorado universitario «Uni-Digna, por una Universidad al servicio del bien común y comprometida socialmente». Miembro del “Foro de Sevilla, por otra política educativa”. Miembro de Redes por una Nueva Política Educativa, vicepresidente del Foro por la Memoria de León y secretario de la Asociación Prometeo, Hombres por la Igualdad de León. Entre sus publicaciones tenemos: Neoliberalismo educativo (2018); La revuelta educativa neocon (2019); La asignatura pendiente (2020); La educación en venta (2020); Educación para el bien común (2020); Educación crítica e inclusiva para una sociedad poscapitalista (2021); La historia silenciada (2022); Pedagogía antifascista (2022); La memoria histórica democrática de las mujeres (2023).
Reseña
Parece como si esto del decrecimiento fuese algo político que nada tiene que ver con la educación. Nada más lejos de la realidad, en la escuela estamos aportando modelos de una sociedad futura y esto no puede obviar el entramado social en el que estamos inmersos.
La sociedad debe dar un gran giro para respetar la diversidad que habitamos. Los modelos que actualmente imperan no respetan las necesidades de todas las personas y nos van, además, creando necesidades cada día a las que muchos ciudadanos y ciudadanas no pueden acceder. Escuché a alguien que decía: ¿Cuándo llegará para mí la operación salida?. Los medios de comunicación se afanan en demostrar que todo el mundo va de vacaciones, especialmente en los períodos veraniegos. Pues no, hay gente que no puede salir, que no puede costearse unos días fuera de la vivienda habitual. Transmitir esa generalidad puede ser ofensivo para aquellas personas que viven con lo justo y no pueden permitirse ciertos lujos.
Nos dice Yayo Herrero en el prólogo del libro que debemos luchar por una educación enfocada a la resolución de los problemas sociales, económicos, sociológicos, una educación que se vuelque en la consecución del bienestar para todos y todas… Debemos ser capaces de impulsar, con urgencia, importantes cambios económicos, culturales y sociales. Es preciso educar para la adquisición y conciencia de una identidad “terrícola”; para conocer la historia y evolución del territorio y los ecosistemas; comprender la organización cíclica que permite la regeneración y el mantenimiento de la vida; aprender a vivir con una reducción de la energía; visibilizar y repartir los cuidados… Es imprescindible hacer y entender todo esto desde la educación.
El libro de Enrique J Díez apuesta por una educación que sea reflexiva y crítica con los valores que rigen la sociedad. Una sociedad en la que la ciudadanía sea consciente del camino que va recorriendo sin que los poderes establecidos marquen los cánones. Apuesta por combinar el decrecimiento y la pedagogía antifascista como práctica reflexiva para situar la educación como una opción digna por la supervivencia.
El decrecimiento implica un cambio de mirada sobre la realidad y construir nuevas formas de socialización que den prioridad a las personas y no a la rentabilidad económica. La educación tiene que afrontar este problema de capitalismo individual y luchar por el bien común para que el mundo sea más justo, más democrático, más sostenible y más habitable. Es una gran tarea que debe empezar en la escuela para que en el futuro tengan opiniones personales y no se rijan por las dictaduras de los poderes que no respetan la diversidad ni la ciudadanía democrática.
Después de darnos los rasgos que podrían caracterizar a una sociedad decreciente, Díez nos dice que el decrecimiento es la opción deliberada por un nuevo estilo de vida, individual y colectivo, que ponga en el centro la justicia, el bien común, los valores humanistas y que estos sean las prioridades que nos muevan: las relaciones cercanas, la cooperación, la participación democrática, la solidaridad, los cuidados de la vida, la educación crítica, el cultivo de las artes, el bien común, etc.
Nos propone Díez que reflexionemos sobre la comercialización en los centros educativos. Esto de que “generosamente” una marca te da materiales para que los pongas en práctica y ,casi sin darnos cuenta, nos estamos haciendo fieles a esa producción que primero empieza en la escuela y después se traslada al ámbito familiar.
El libro da mucho que reflexionar y es necesario que docentes, educadores y agentes culturales, hagan una lectura crítica y se empiecen a poner en marcha medidas que nos saquen de la vorágine comercial en la que la escuela está inmersa y que no ayuda nada en la atención a la diversidad, ni en la formación de una ciudadanía responsable con la sociedad y con el planeta que habitamos.
“Para avanzar hacia una sociedad del decrecimiento, se requiere una auténtica revolución educativa y un ambicioso programa de educación ética y política contrahegemónica para transformarnos de sujetos y sociedades neoliberales en sujetos y sociedades ecológicas poscapitalistas”.
Este texto fue presentado como trabajo de ascenso docente para el escalafón Asociado, en la UBV.
El presente texto se propone una mirada pragmática a cómo se construye el discurso hegemónico de los medios de difusión, lo que hemos denominado el mensaje oculto, y a su vez aporta herramientas para la decodificación y recepción crítica de estos contenidos, desde un enfoque descolonizador, que permita capacitar a los nuevos comunicadores para el ejercicio del rol de facilitadores y servidores públicos ante la colectividad, a la luz de un nuevo orden comunicacional, en pro de un mundo diferente. (Presentación – p. 8-9)
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