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Educación para todos los niños y niñas

Todos los niños y niñas tienen derecho a educarse. Los mayores somos los únicos responsables por hacer cumplir los derechos de los niños a nivel universal. En este siglo XXI, con abundante dinero y una extraordinaria tecnología como la internet, tenemos la oportunidad de que todos los niños vayan a la escuela o que estas vayan a casa de los niños que, por diversos motivos no pueden asistir a las aulas.

El 31 de octubre de 2024, la Unesco publicó su Informe de Monitoreo de la Educación Global (GEM) titulado “Liderazgo en la educación”, descerrajándonos una cruel verdad: 71 millones de niños del mundo no asisten a la escuela primaria. En nuestro país no existe una data exacta al respecto, pero la Defensoría del pueblo, ha informado que alrededor de 46 mil niños y adolescentes han abandonado la escuela primaria. Esto es un gatillazo a la humanidad y al Perú, que evidencia una abrumadora incapacidad de gestión inclusiva.

Muchos de los niños padecen el trabajo infantil, la explotación y la pobreza, lo que les impide acceder a las escuelas. Las guerras, el maltrato y la inequidad los convierten en huérfanos y vulnerables a violaciones, mutilación y discapacidades que agravan su precaria situación y perpetúan sus aflicciones.

La directora general de la Unesco, Audrey Azoulay, dice que la educación “es el motor fundamental de las sociedades prósperas, inclusivas y pacíficas”, por lo que es clave invertir más en educación para que ningún niño se quede sin escuela.  Precisamente este 20 de noviembre celebramos El Día Mundial del Niño, proclamado por las Naciones Unidas desde 1954, con el propósito de promover el bienestar infantil gracias a La Convención sobre los Derechos del Niño que garantiza la educación de todos los niños.

Los niños, aunque diferentes, tienen los mismos derechos. La escuela, junto con los maestros, asumen la responsabilidad de identificar sus talentos y desarrollar el potencial de cada niño, formando los valores esenciales como la justicia y la bondad y, empoderarlos de conocimientos para una vida exitosa.  Parafraseando a José Luis Perales en su canto por un mundo mejor, hagamos que los niños canten y levanten su voz; quienes vivan en paz canten por aquellos que sufren o están silenciados por el dolor, la violencia o la pobreza.

Situar a los niños como prioridad de nuestro quehacer como país, es construir una sociedad más feliz y esperanzadora para las futuras generaciones.

Artículo publicado en, El Montonero

© David Auris Villegas. Escritor peruano, columnista pedagógico, profesor universitario y creador del ABDIVCPC.

Fuente de la información:  https://insurgenciamagisterial.com

Fotografía: Unicef

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¿QUIÉN ALFABETIZA A LOS ALFABETIZADORES?

Desde la pandemia se culpa a la escuela por no enseñar lo básico, a leer y escribir, y se ponen en marcha planes de alfabetización a la carrera. El problema parece estar en la pantalla, guardiana del sueño en la vigilia, pero en realidad, es responsabilidad de adultos, que hace tiempo dejamos de ser responsables.

 

I.

Paseo con disfraz por la taberna, diálogo con el mandarín, cura o delegado, y hasta lectura de cartas de obreros y de amas de casa. El mandatario quiere saber de qué habla la feria. Rastrear el humor social impreso en el celular es moneda corriente; también los focus group, capilaridad empresaria multiuso. Meses atrás, un ministro de educación provincial contó que, al término de una de estas encuestas, con lágrimas en los ojos, una madre pidió “que le enseñen a mi hijo el alfabeto”.

Occidente se desvela y desempolva planes de alfabetización sin éxito.[1] Desde la post-pandemia, a nivel provincial y nacional se ponen en marcha en nuestro país, donde, según políticos, padres y madres con preocupación real o fingida, los docentes somos los únicos responsables.

Como las armas, las tintas la carga alguien. Aunque en Matemáticas los resultados son levemente peores, algo que intuye el chino del barrio que pide personal,[2] la derecha paleo-liberal manipula resultados de las pruebas de Lengua[3] y agita campañas de padres y madres que visibilizan, antes que ayudan a revertir, problemas de lectura y escritura.[4] Echar leña al fuego de la escuela, en manos del progresismo hace décadas, es la consigna de la derecha anti-sarmientina.

Foto real (y no meme) sacada por la profesora Daniela Parra.

Con ínfimo presupuesto destinado al área (40% menos del año precedente) y la intención de abolir la obligatoriedad de enviar el crío al colegio (para que trabaje como esclavo desde antes de la adolescencia), la reacción conservadora, que ha vuelto a ganar en las urnas, pero mucho antes la confianza de millones en la salvación individual, se propone refundar la educación con prédica emocional y financiera. Una, ayuda a soportar el Apocalipsis planificado del tecno-feudalismo al que sirve la derecha; la otra, ofrece la chance de dejar de ser esclavo mediante el aprendizaje de la alquimia con criptos.

La derecha que nos toca crea esclavos felices. Nada cambió desde que Esteban Bullrich instaba a educar para manejar drones, dedicarse a la cervecería artesanal o crear nuevos empleos (cuyo modelo era el dueño de Mercadolibre); y, sobre todo, para “crear argentinos y argentinas capaces de vivir en la incertidumbre y disfrutarla”. Quedó trunco el sueño de ascenso social que cumplieron liberales, radicales y peronistas, es tortuoso el aprendizaje de un oficio y lejana –también para pocos– la posibilidad de entrar en una universidad. En ese marco, para los y las jóvenes que pueblan las aulas del secundario, esta derecha les ofrece un escenario afín al puro presente al que nos condena el “realismo capitalista” que clausuró el futuro.

Con capacitación de ONGs financiadas por corporaciones, evaluaciones estandarizadas (que apuntan al reconocimiento de palabras por minuto, como si se tratara de máquinas, no de estudiantes) y préstamos del Banco Mundial que engrosan la deuda externa (se aprueban 2.000 millones de dólares y contando), proponen cambiar el enfoque en la alfabetización. Si Sarmiento iba del deletreo al silabeo,[5] ellos quieren volver al enfoque fonológico de la maestra normal y desandar el aprendizaje con la palabra completa que, según prueban, viene dando muy malos resultados.[6]

La derecha sabe que ya no hay piso simbólico, y lejos de restituirlo, lo desfonda más. Reemplaza la argumentación por la persuasión emocional, promueve fake news y se abraza a un mesianismo refractario al ideal ilustrado de la escuela. Pero lo más preocupante es que orada la palabra, que es la que sostiene al bicho humano.

No hace mucho, Facundo Marra dijo que “casta” es lo que a cada uno le parezca. Lo propio podría haber dicho de la “libertad”, que ha perdido la impronta liberal de quien sabía que había otro y algo llamado bien común. Ahora bien, si no hay lengua común, ¿desde dónde alfabetizar?

II.

Leer un texto con la disposición subjetiva de un espectáculo de video tiene como resultado un trastorno serio en las operaciones más elementales de comprensión: imposibilidad de poner en cadena el conocimiento; imposibilidad de “retener” el sentido de lo que se lee.

Pedagogía del aburrido. Escuelas destituidas, familias perplejas. I. Lewcowicz y C. Corea

Era descorazonador llegar a casa y ver que había pasado la hora de los dibujitos animadosAmigos y vecinos del barrio ayudaban a matar el tiempo jugando a las escondidas y a la pelota hasta disfrutar, recién al día siguiente, con nuevas aventuras de Tom y JerryLos autos locos y El coyote.

Todo cambió con la televisión por cable, que hizo solitaria la espera y escondió el tiempo, desde entonces sin espesor. ¿A qué salir a jugar a la calle con tanto entretenimiento disponible, con esa nueva posibilidad de estar sin estar pegado a una pantalla, la misma que tiene mi hija de diez en su juego en red con amigos desconocidos, la que yo tengo al leer mensajes en el celular e interactuar en redes?

Durante mucho tiempo “leer entre líneas” fue simplemente leer. Barthes decía que la lectura se da, no cuando seguimos a pie y juntilla las líneas de un párrafo, sino cuando levantamos la cabeza del libro. Como para Freud una palabra que se escapa de la boca, la lectura, siempre “irrespetuosa porque interrumpe el texto”,[7] ocurre en intersticios en los que aparece una idea o una intuición. Ese vacío necesario fue obturado por la ingesta bulímica de información en la pantalla.

Lewcowicz y Corea vieron que frente a la televisión por cable había un sujeto “lúdico” y “fluido”, alguien que, de tanto estímulo, termina “aburrido no por represión, sino por saturación”.[8] Según ellos, esa hipnosis destituía la “subjetividad pedagógica” que sabía lidiar con la espera (de no saber) sin la cual no hay deseo (de saber). En ese libro injustamente olvidado, sin melancolía proponían pensar “el aprendizaje en la fluidez” y disponer de estrategias pedagógicas para reponer el sujeto de conocimiento y el deseo por el saber sin el cual no hay educación.

Según los autores, desde que prima la percepción sobre la conciencia en la sociedad de la información, lectura y escritura “están al servicio de la navegación”. Desde entonces, y no desde la aparición del celular, se lee como se ve un video, se olvida rápido como todo lo que aparece en pantalla, y se escribe como se habla, a la carrera. Sabemos que no es lo mismo leer que pasar la vista por las palabras en una pantalla. También que no es lo mismo escribir que compartir datos que van y vienen sin nosotros como aduana, o más bien, fiel. Falta saber qué hacer para alfabetizar ante este cambio que no es sólo tecnológico.

III.

Solo si hay alguien a quien hablar la música de la voz va a metamorfosearse en palabras dirigidas […] que significan algo.

Raíz cúbica del crimen. Incestos de Gérard Pommier

La mamá de Flaubert está preocupada. Con casi ocho, su hijo no sabe leer ni escribir. “¿No será un idiota?”,[9] se preguntó, y le regaló el título a Sartre, que, en el final de su vida vuelve a la infancia de Flaubert, cuando “ve las palabras desde afuera” y no las capta como signo.

Sartre confirma que “jamás la palabra era suya”, pero no por sus ataques epilépticos ni por trastornos de atención e hiperactividad, como diagnosticaría la neurociencia, mitología sobre la que gira la educación contemporánea, sino por su “mala relación con el Otro”, el fantasma de su madre, que en esa familia burguesa y patriarcal hacía las veces de hermana mayor a fin de sostener la autoridad de un padre “que solo ocupaba un lugar secundario”.

En criollo, Flaubert estaba tan solo como los pibes y pibas, de toda clase social, que vegetan 24/7 frente a la pantalla a la que fueron abandonados –muchas veces con sobreprotección– como antaño se hacía en el atrio de una iglesia. Pero el problema no es la pantalla, sino la soledad y el haber hecho a un lado la responsabilidad que nos cabe como adultos. Si hay generaciones que creen que pueden educarse con videítos de YouTube y con un chat de Inteligencia Artificial, es decir, sin la familia ni la escuela, la culpa no es de Elon Musk ni tampoco de la derecha.

Hace rato que del balbuceo se sale más por hipnosis de pantalla y de estímulo visual que con la adánica voz de mamá. El buscador de Google, puerta de acceso al juego en red o al video de TikTok, acerca el alfabeto a quien no sabe gatear, pero sí contentarse con una pantalla. Es por ese plano inerte por el que pibes y pibas de Latinoamérica, además del alfabeto, aprenden a hablar en neutro, que es un modo de estar sin estar en el lenguaje.

Por la pantalla se pierde, diría Barthes, “el grano de la voz” de quien contaba tanto una leyenda alrededor del fuego en el campo como el cuento de las buenas noches en la ciudad. Se perdió a quién le debemos la palabra, que fue sostén en culturas orales y escritas. Por eso hay pibes que aún no saben leer, pero si la maestra del jardín pregunta “¿Con M de…?”, ya no responden “Con M de Mamá”, sino “Con M de McDonalds”.[10]

La lengua no se adquiere por ósmosis, sino gracias a la interacción con alguien a quien, según el psicoanalista Carlos Quiroga, uno le hace falta. Tenían razón Lewcowicz y Corea cuando decían que “La dispersión no está en Internet, sino en nosotros”.

Flaubert “cree en todo lo que le dicen” y, como los pibes que confían más en un youtuber y en la Inteligencia Artificial que en cualquier adulto, “no relaciona las palabras con quienes las han dicho”. No cree, “elige creer”, dirían hoy. Sartre dice que Flaubert debe “creer en las palabras porque son un don gracioso que le obsequian sus padres”. La escuela hace bien en reponer planes de alfabetización. Lo sepa o no, intenta que la palabra vuelva a atar al crío a alguien. Aunque los papis y mamis de chat nos desprecien, los docentes les estamos dando una mano. Algún día nos lo van a agradecer.

IV.

Kaspar Hauser y su carta en una obra teatral de 1928.

Madre, me han quitado todo.

El enigma de Kaspar Hauser (1974) de Werner Herzog

Herzog llevó a la pantalla la historia de un joven, abandonado de niño, que creció en una buhardilla sin contacto humano alguno. Indolente como todo aquel que está pegado a una pantalla, un día apareció en una plaza y quien lo vio se preguntó lo mismo que la madre de Flaubert. No sabía hablar más allá de un puñado de palabras y ni reflejos tenía. La película prueba tanto la necesidad del otro para adquirir el lenguaje cuanto la deshumanización de la sociedad, que sólo ha avanzado desde entonces.

Nuestra situación es tan difícil como la de Kaspar Hauser, pero a diferencia de lo que afrontó él, debemos aceptar el desarraigo de haber tenido palabra y ya no tenerla. Pertenezcamos a una cultura oral o alfabetizada, la dificultad para leer, escribir, hablar y escuchar es una y la misma. Hay algo roto entre las palabras y las cosas. Esa “des-alfabetización” de las últimas décadas es menos producto de una cultura de la imagen que se impuso con intercambio de emojis y esa media lengua usada en chats, que fruto de la desaparición del otro en la familia, la escuela y el Estado, instituciones “desfondadas” dirán Lewcowicz y Corea.

Hay que tomar el riesgo de dar la palabra, de trasmitir el legado que está en toda lengua. Habrá que soplar algo de vida a esta lengua muerta que habla en nosotros con series, memes y chats que de tanto decir, ya no dicen nada. Si lo hacemos, saldremos del solipsismo al que nos trajo esta etapa del capitalismo.

La palabra debe volver a estar atada a otro/a. Si no hay relato ni ley que sé sentido, ni hay tampoco quién sostenga uno y otra, no habrá alfabetización. Nos cabe ocupar un lugar en la lengua, ser alguien para el otro, eso que no fueron, para Flaubert, ni el padre ni la madre. Es el desafío que tenemos por delante, no sólo a docentes, también padres, madres y políticos. El resto es pan comido. ¡Hasta María Eugenia Vidal puede dar una mano actualizando el UPA!, método rápido y efectivo que enseñó a leer a generaciones durante décadas.[11] La lectura y la escritura, después de todo, son técnicas. Con esfuerzo, bien o mal, se adquieren. Hasta Kaspar Hauser pudo. Lo que tenemos por delante es algo bastante más difícil, pero no imposible.

Referencias:

[1] https://www.telemundo47.com/news/nyc-busca-fortalecer-la-alfabetizacion-con-nuevo-plan-de-lectura-para-escuelas-publicas/2387112/

(2) Foto real (y no meme) sacada por la profesora Daniela Parra.

[3] Según Marisa Suffia, docente miembro del equipo técnico del Departamento de ámbitos del Desarrollo de la Educación de la Secretaría de Educación de la Provincia de Buenos Aries, “Las últimas pruebas Aprender 2023 mostraron mejoras en Lengua con respecto a años anteriores. El informe indica que el 66,4% de los y las estudiantes de sexto grado se ubica en los niveles de desempeño satisfactorio y avanzado en Lengua. Dentro del 33,6% restante, poco más de 1de cada 10 tiene un desempeño “por debajo del básico”.

[4] https://www.infobae.com/educacion/2023/05/04/casi-la-mitad-de-los-alumnos-no-alcanzan-el-nivel-minimo-en-lectura-y-lanzan-una-campana-para-revertirlo/

[5] Sarmiento, D. F. Método de lectura gradual, Bs. As., Museo Histórico Sarmiento, 2011.

[6] Facundo Manes, abanderado del mesianismo neuro-científico, sostiene que: “métodos de enseñanza de la lectura basados en aprender a leer a partir de oír palabras completas han traído resultados negativos en comparación a los métodos basados en el reconocimiento del sonido de cada letra y de sílaba, en el desarrollo de la conciencia fonológica. La explicación podría estar en experimentos que muestran que el método holístico estimula el hemisferio equivocado, el derecho, en la mayoría de las personas, quitándole la eficiencia que tiene el hemisferio izquierdo par la discriminación del sonido de cada letra, una habilidad necesaria para poder leer”. Manes, F; Niro, M. El cerebro argentino. Una manera de pensar, dialogar y hacer un país mejor, Bs. As. Planeta, 2016, 217-218.

[7] Barthes, R. “Escribir la lectura”, en El susurro del lenguaje. Más allá de la palabra y la escritura, Barcelona, Paidós, 1987.

[8] Lewcowicz, I; Corea, C. Pedagogía del aburrido. Escuelas destituidas, familias perplejas, Bs. As., Paidós, 2004.

[9] Sartre, J. P. El idiota de la familia. Gustave Flaubert desde 1821 a 1857, Bs As, Editorial Tiempo Contemporáneo, 1095.

[10] La anécdota es real. Me la cuenta una maestra de inicial de una escuela pública del Conurbano.

[11] https://www.infobae.com/politica/2024/02/28/maria-eugenia-vidal-lanza-hacemos-una-fundacion-especializada-en-educacion/

Lomas de Zamora, 5 de octubre de 2024.

*Prof. y Dr. en Letras, y Mag. en Comunición y Cultura, es docente en profesorados del Conurbano, ensayista y crítico de cine. Publicó Hoteles. Estudio crítico (2007), Cambiemos o la banalidad del bien (2019), La invención de la literatura. Una historia del cine (2021). Estuvo a cargo de El Nuevo Cine murió (2021) y prologó Escritos corsarios de P. P. Pasolini (2022). Su último libro esditado es «P3RRON3. El Corsario».

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Violencia machista: el impacto en la salud mental

Las consecuencias psicológicas del maltrato incluyen depresión, ansiedad, estrés postraumático y mayor riesgo de suicidio entre las mujeres. Los hijos e hijas pueden tener consecuencias similares y, además, interiorizar un modelo de aprendizaje de la violencia.

El telediario se hace eco, también los periódicos y diarios digitales, de noticias –o apenas sucesos–complementadas con algunos actos públicos o declaraciones variadas. Los feminicidios se han convertido en parte de la parrilla informativa, pero eso no evita que las cifras sigan aumentando. Desde 2003, año en que comenzaron los registros oficiales, cerca de 1.300 mujeres han sido asesinadas por violencia de género (esto es, la ejercida por sus parejas y exparejas). Se trata de un problema social que conlleva graves consecuencias de salud a distintos niveles, porque a ese elevado número se le añaden otras miles de mujeres que, incluidas en registros o no, con denuncias hacia los maltratadores o sin ellas, conviven en sus casas con la violencia machista y con menores.

Los feminicidios constituyen, generalmente, el último escalón de una ristra de violencias sostenidas en el tiempo –física, psicológica, sexual, económica–. Violencias que, aunque no lleguen a al extremo del asesinato, y sin necesidad de que incluyan una agresión física, conllevan numerosos daños tanto para las mujeres como para las hijas e hijos.

«La violencia de género tiene consecuencias catastróficas para la salud en el presente, en el futuro y en el bienestar de las mujeres y menores a su cargo. Deteriora la salud física, psicológica, sexual, reproductiva y social de las víctimas, a veces de modo irreparable, y empobrece sus vidas. Sus efectos pueden persistir después de salir de la relación de maltrato». Esta afirmación, extraída del artículo científico «Consecuencias para la salud de la violencia contra la mujer por la pareja», publicado recientemente en la revista Elsevier, pone de manifiesto que el «después» del maltrato implica cuestiones de importancia a las que es preciso atender. En el artículo, las doctoras Marina Tourné García, Sonia Herrero Velázquez y Ascensión Garriga Puerto hacen especial hincapié en la violencia psicológica porque, aun siendo la más invisibilizada, la más difícil de detectar y la más cuestionada a nivel social, se convierte en «la más destructiva». El abuso emocional destruye la integridad a través de múltiples conductas en las que se entrelazan la degradación, el miedo, la sobrecarga de responsabilidades o la distorsión de lo que está sucediendo alrededor.

Las mujeres se ven obligadas a desarrollar contantemente estrategias de supervivencia, como la alerta continua, la disociación, la huida o la evitación de las relaciones sociales

Las particularidades de la violencia en el ámbito de la pareja la introducen en una dimensión compleja: los comportamientos abusivos se producen en el hogar, un espacio que tendría que servir de refugio y seguridad, y las mujeres se ven obligadas a desarrollar contantemente estrategias de supervivencia, como la alerta continua, la disociación –un mecanismo para desconectarnos de la realidad cuando esta nos desborda–, la huida o la evitación de las relaciones sociales, entre muchas otras. «Cuando hablamos de violencias machistas, estamos hablando, en la mayoría de los casos, de delitos violentos que son vivenciados por las mujeres con un miedo intenso a sufrir un grave daño o, incluso, la muerte, al que se añaden sensaciones de impotencia, desesperanza e incluso indefensión, en cuanto a su incapacidad para escapar de ellos», explica Bárbara Zorrilla Pantoja, psicóloga especializada en la atención a mujeres víctimas de violencia de género.

Ese temor profundo al que hace referencia la psicoterapeuta lo refleja también Camelia Cavadia en su libro Las máscaras del miedo (Omen, 2024), novela en la que explora cómo los traumas de la infancia causados por la violencia de un padre perturban la vida adulta de las hijas e hijos: «El miedo es lo primero que veo. Me espera cada mañana junto a la cama, listo para recibirme en cuanto abro los ojos. Después lo veo sentado sobre mí, a solo unos pocos centímetros de mi cara (…). Delante o detrás de mí, el miedo me acompañará siempre y, aunque haya momentos en los que me olvide de él, habrá otros en los que aparezca en silencio y me indique mediante señales que está allí. A veces serán cortas y afiladas como la punta de un cuchillo y otras largas y pesadas como el carraspeo de una tos contagiosa». Las criaturas que conviven con la violencia machista sufren importantes consecuencias a nivel psicológico –similares o, incluso, más graves que las de sus madres–, además de desarrollar un modelo de aprendizaje de comportamientos violentos en sus relaciones de pareja.

El daño permanece, pues el cuerpo y la mente acumulan las sensaciones y las vivencias. La tensión permanente experimentada durante años en una relación de maltrato que se produce en el hogar puede desembocar en múltiples malestares físicos, como alteraciones cardiovasculares, hipertensión y dolor crónico, pero también en importantes secuelas en la salud mental. «Estudios funcionales han observado diferencias en la activación de áreas cerebrales directamente implicadas en la memoria y en el procesamiento de las emociones», indica el estudio publicado en Elsevier. La depresión, el trastorno de ansiedad generalizado, el estrés postraumático y las ideaciones o actos suicidas son los trastornos más frecuentes entre las mujeres que han vivido violencia en el ámbito de pareja.

El maltrato puede desembocar en malestares físicos como alteraciones cardiovasculares, hipertensión y dolor crónico, pero también en secuelas en la salud mental

El cuerpo tiene memoria y acumula el malestar. En el libro de Cavadia, muchos años después de que su padre estuviera muerto, el personaje principal sigue arrastrando un importante daño: «No se trataba solo del mal estado general, de los ataques de pánico y del infinito cansancio, sino también de la pena de mi alma, del aullido de animal ensangrentado que solo yo escuchaba». Toda esa sangre derramada, esa tristeza acumulada, están pidiendo a voces una necesaria reparación.


El 016 es el teléfono de atención a las víctimas de violencia de género.

Fuente de la información e imagen:    https://ethic.es

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Una pedagogía fascista

Por Cinthia Wanschelbaum*

En estos días se produjeron dos hechos extremadamente graves y preocupantes para la democracia argentina.

El miércoles 13 de noviembre, se realizó el lanzamiento de la Fundación Faro, un nuevo think tank dirigido por Agustín Laje, el intelectual ultraconservador orgánico a Javier Milei. La flamante fundación educativa organizó una cena para recaudar fondos, cuyo valor fue de $us 25.000 el cubierto y de la que participaron grandes corporaciones y empresas argentinas, como Techint, IRSA y Pan American Energy, entre otras. Los oradores en el acto fueron Milei y Laje.

Tal como figura en su página web y como reiteró recurrentemente Milei en su discurso, la principal misión de la fundación consiste en librar la batalla cultural. “Las ideas ganan guerras y pueden cambiar el curso de la historia, particularmente para nosotros, que llegamos donde llegamos por dar la batalla cultural. Cada idea es una bala que debe alcanzar su objetivo con la mayor precisión posible”, expresó Milei en su alocución de más de una hora en la que sintetizó lo hecho hasta el momento y su perspectiva a futuro.

Tres días después, el sábado 16 de noviembre, se realizó el acto de lanzamiento de la agrupación política “Las fuerzas del cielo”, dirigida por Daniel Parisini —conocido como el “gordo” Dan y jefe de la patota de twitteros mileistas—. Parisini definió al espacio como “el brazo armado de La Libertad Avanza” y “la guardia pretoriana del presidente Javier Milei”.

El acto, tanto por su forma como por su contenido, fue una escena de pedagogía fascista. El escenario estaba decorado por siete estandartes rojos con letras amarillas, una estética que remite directamente al fascismo italiano de Mussolini. Las banderas contenían los siguientes textos: dios, patria, familia, propiedad, libertad, vida. Y uno central que decía “Argentina será el faro que ilumina al mundo”.

El principal orador allí fue también Agustín Laje. En su discurso extremadamente violento remarcó, desde un “gramscismo por derecha”, la centralidad de la “guerra cultural y política”, y les enseñó a los presentes de qué va esa batalla y cuáles son las fases que conlleva.

Laje es filósofo, recibido en la Universidad de Navarra, perteneciente al Opus Dei. Luego de recibirse, realizó estudios en el Centro William J. Perry para Estudios Hemisféricos de Defensa, una institución del Departamento de Defensa de Estados Unidos, junto a Nicolás Márquez —otro de los principales intelectuales de Milei y a quien Laje identifica como su maestro—. Tras sus pasos por dicha institución, publicaron en 2016, “El libro negro de la nueva izquierda. Ideología de género o subversión cultural”. Se trata de una publicación donde reivindican el terrorismo de Estado, promueven un ultraconservadurismo radical, y mantienen una feroz oposición al comunismo, al que continuamente identifican como el enemigo.

En 2022, publicó el libro “La batalla cultural. Reflexiones críticas para una Nueva Derecha”, inspirado en la obra de Alan de Benoist, un intelectual francés fundador de la Nouvelle Droite. Este libro es un manifiesto contra la izquierda, utilizando y desarrollando perversamente -al igual que de Benoist- herramientas teóricas del marxismo, particularmente de Antonio Gramsci, como la categoría de “batalla cultural”. Cuando en el discurso de lanzamiento de la fundación Milei se refirió a Laje y su obra, dijo: “En el camino, nosotros también hemos aprendido algo de Gramsci, estamos dispuestos a usar las armas del enemigo, tenemos en claro que no hay progreso material sin batalla cultural […] Sí, vamos a ser Gramsci de derecha, no tengan dudas porque hay que ganarles”.

Laje, con sus prácticas político-pedagógicas, fue fundamental en el triunfo electoral de Milei. Luego de operar en las sombras y por abajo, está saliendo a escena como el dirigente intelectual principal de la organización de fuerzas juveniles destinadas a dar, de modo violento, la batalla cultural.

Desde una visión amplia de la educación, consideran a esta batalla como una práctica pedagógica estratégica, cuyo centro de gravitación se ubica en las redes sociales como principal instrumento para construir, difundir y transmitir formas de ver el mundo de acuerdo a sus necesidades e intereses político-ideológicos; es decir, para construir su hegemonía.

A un año del triunfo de Milei, ambos lanzamientos y actos son parte orgánica de la configuración de un poder fascista en la Argentina. Se tratan de iniciativas para la construcción de un proyecto político, cultural e ideológico que manipula y abusa de las ideas de Gramsci con el propósito de lograr la dominación, a costa de los principios democráticos. Lamentablemente, mientras el gobierno avanza en la construcción de este tipo de organizaciones de choque destinadas a operar de manera violenta, un sector importante de la sociedad argentina sigue minimizando su accionar, y subestimando su capacidad y efectividad. Abundan un sinfín de interpretaciones sobre, por ejemplo, qué quiso decir el “gordo” Dan cuando afirmó que la agrupación es el brazo armado del presidente. Cuando dijo eso. Ni más, ni menos. Bien explícito y sin filtros.

Y eso se llama fascismo. Así hay que empezar a nombrarlo, a decirlo, para poder resistir y confrontar a esta pedagogía del fascismo.

*Doctora de la Universidad de Buenos Aires en el área Ciencias de la Educación y Licenciada en Ciencias de la Educación, por la misma Universidad. Investigadora del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (CONICET) con sede en el Instituto de Investigaciones en Ciencias de la Educación (IICE) de la Universidad de Buenos Aires (UBA). Investiga temáticas vinculadas a la teoría, política e historia de la educación.

Una pedagogía fascista – Por Cinthia Wanschelbaum

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Tras los escándalos de Lacalle, la esperanza resurge con Orsi, en clave de Frente Amplio

Por Aram Aharonian

En Uruguay, ese país chiquito que en el mapa casi no se ve, cuatro veces campeón del mundo en fútbol, la sorpresa es que no hubo sorpresa. Pese a los pronósticos de los medios hegemónicos de que podía darse un resultado ajustadísimo, el pueblo frenteamplista volvió a festejar: volvió la esperanza.

El centroizquierdista Frente Amplio (FA), con 15 años de gestión entre los años 2005 y 2020, asumirá desde el sábado 1 de marzo de 2025 el desafío de recuperar los derechos perdidos, de construir una propuesta progresista y de volver a ubicar al Uruguay como uno de los países que impulsan la profundización de la democracia y de las libertades frente al avance de las derechas, en un contexto mundial de inestabilidad, crisis y conflictos bélicos.

Al margen de la crispación promovida por la extrema derecha regional, el triunfo del Frente Amplio abre una nueva esperanza para América Latina y el Caribe y para todos y todas quienes defienden la democracia, la igualdad y la justicia. Con un liderazgo que combina cercanía con la ciudadanía y experiencia en el gobierno, Yamandú Orsi asumirá el desafío de responder a las demandas sociales más urgentes, mientras busca construir consensos en un escenario parlamentario fragmentado.

La candidatura de Orsi fue mayoritaria en los departamentos donde tradicionalmente es fuerte el FA, Montevideo y Canelones, pero también en Salto, Paysandú y San José. En el resto de los departamentos fue mayoritaria la coalición de derechas. Ahora habrá que ver cómo se comportan los partidos de la coalición siendo oposición esta vez, es decir, si se mantienen unidos como bloque o no..

 Orsi asumirá el gobierno hasta 2030, en el bicentenario de la República, en una de las democracias más estables de la región, y deberá afrontar desde el primer día los principales reclamos de la sociedad, que pasan entre otras cosas por el costo de vida y la seguridad pública, apostando a mejorar la eficiencia del Estado para potenciar la calidad de los servicios públicos y la competitividad de la economía.

La polarización entre izquierda y derecha existe en Uruguay al modo tradicional, pero se mantiene lejos de los extremos. Los líderes tienen que enmarcarse en los partidos, y así  a los mesianismos les cuesta crecer si no lo hacen desde dentro. El Frente Amplio es especialmente sólido, con gran presencia territorial y un fuerte vínculo con sindicatos y organizaciones sociales, que se fue consolidando desde  el 5 de febrero de 1971.

Orsi recibió, entre otras, las felicitaciones del presidente saliente de Estados Unidos, Joe Biden, quien aseguró que confía en que los dos países «continuarán trabajando juntos para construir futuros más seguros y prósperos”,  y del presidente del gobierno español Pedro Sánchez, quien destacó a Uruguay como un socio en la “lucha contra el cambio climático y la justicia social”.

 En su primera actividad tras el triunfo, Orsi visitó a su mentor, el expresidente José “Pepe” Mujica y su esposa Lucía Topolanski, en su chacra en las afueras de Montevideo, y señaló que  se pusieron al día “en todos los temas”. Mujica le habló de su experiencia y le deslizó su pensamiento sobre determinados temas: “Tiene la sabiduría de no plantearte las cosas como consejos, sino de plantearte cuál fue su experiencia, cómo él armó, cómo es la Presidencia, alguna cosa que ya habíamos hablado”, dijo. 

En su mensaje de la victoria aseguró su predisposición a negociar, a tender puentes para unir al país, tanto en su propia fuerza, con la oposición, así como con los países vecinos. Señaló que «la relación con Argentina tiene que ser muy buena, no tenemos chance», aunque cruzando el Río de la Plata está el ultraderechista Javier Milei, quien aún no lo catalogó de “comunista”.

En su segundo día como presidente electo, se reunió con Luis Lacalle para iniciar la transición y coordinar las presencia de ambos en la cumbre presidencial del Mercosur, el 6 de diciembre en Montevideo. Orsi tendrá que hacer equilibrio entre los dos países más influyentes de América del Sur, Brasil y Argentina, teniendo en cuenta que a Milei no le interesa el Mercosur, ya que sus opciones están en Estados Unidos e Israel.

Y habló sobre el aumento en los últimos cinco años de niños y familias en situación de calle. La pobreza infantil supera el 20 por ciento, y el incremento de la población carcelaria (más de 16.000 presos) la necesidad de no naturalizar los homicidios de niños y profundizar en resolver las causas de la problemática.

Los escándalos de Lacalle

 Se va Luis Lacalle, su tabla de surf y su gobierno de escándalos -en los que directa o indirectamente autoridades se vieron involucradas-, desde el incumplimiento de las promesas electorales, la vulneración de la ética pública, el mal funcionamiento de la función pública, los casos de corrupción o la comisión de delitos, entre ellos el desafuero del senador lacallista Gustavo Penadés, imputado por múltiples delitos de abuso sexual  a menores.

Para recordar, los casos de Alejandro Astesiano -jefe de la custodia del presidente Lacalle, acusado por la falsificación de documentos para la expedición de pasaportes a ciudadanos rusos. y de Sebastián Marset, narcotraficante uruguayo sindicado como asesino del fiscal paraguayo Marcelo Pecci, a quien  el gobierno le expidió la visa para que viajara por el mundo, escándalos que acapararon la agenda pública desde la salida de la pandemia de Covid-19.

A fines de noviembre de 2022, de la investigación de las conversaciones de whatsapp de Astesiano se divulgó la que mantenía este con algunos oficiales militares retirados, dueños o parte de una empresa de seguridad que opera desde EEUU, en la cual le solicitaron el armado de fichas con información del seguimiento de los legisladores frenteamplistas Mario Bergara y Charles Carrera, quienes habían denunciado la la concesión del puerto de Montevideo  a la trasnacional belga Katoen Natie.

La ventaja del FA, el futuro de la derecha

Finalmente Yamandú Orsi le sacó una ventaja de 95.000 votos a Álvaro Delgado y quedó 49,84% a 45,87%. Desde 1923 que el país no tenía un mandatario no nacido en Montevideo. El último presidente electo que nació en el interior del país había sido Baltasar Brum. Con el resultado rápido del balotaje se terminaron varias incertidumbres pero se abren otras que se empezarán a develar en las próximas horas y días.

Ganó Orsi y, nuevamente, volvió a ganar la institucionalidad. El derrotado Álvaro Delgado señaló que:”Con tristeza, claro que sí, pero sin complejo de culpa podemos felicitar a quién ganó, quién tuvo la preferencia y hacerlo con sinceridad y de corazón”.

Otro claro ganador fue el jefe de campaña de Orsi, el senador Alejandro “Pacha” Sánchez (bien pudo ser el candidato), quién se encargó de llevar a Orsi a buen puerto en su estrategia trazada. Tras cinco años fuera del gobierno, tras el estruendoso fracaso del socialista Daniel Martínez como candidato presidencial cinco años atrás, el Frente no tendrá mayoría parlamentaria y por eso tendrá que buscar acuerdos. En Diputados le faltan dos votos para lograr la mayoría.

El FA ya es muy diferente al de su fundación: ya no están ni Liber Seregni, ni Juan José Crottogini, ni Zelmar Mihelini, ni José Pedro Cardoso, ni José Luis Massera, ni Juan Pablo Terra… Pero, al igual que en 1971, sigue constituyendo y construyendo la esperanza para la mayoría de los uruguayos.

¿Llegará la autocrítica del oficialismo y los análisis para comprender la derrota? Quizá la soberbia de Lacalle y su séquito lo impida. Todavía resuena la disputa por la decisión de elegir a Valeria Ripoll como candidata a vicepresidenta y la interrogante de por qué las altas tasas de aprobación de Lacalle, que según las usinas de la prensa hegemónica casi llegan al 50%, no se tradujeron en triunfo de la coalición de derechas.

Más allá de estas interrogantes, surge la duda sobre la continuidad de la coalición en el próximo período. Siendo gobierno, lograron mantenerse unidos por cinco años, pero en la oposición será muy distinto, sobre todo porque ahora no manejarán el presupuesto nacional.

*Periodista y comunicólogo uruguayo. Magíster en Integración. Creador y fundador de Telesur. Preside la Fundación para la Integración Latinoamericana (FILA) y dirige el Centro Latinoamericano de Análisis Estratégico (CLAE)

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Ambiente: Un extraño lago aparece en medio del Sáhara: podría explicar el origen de la vida

Un extraño lago aparece en medio del Sáhara: podría explicar el origen de la vida

Un sorprendente lago apareció como por arte de magia en pleno desierto del Sáhara. En esta zona llueve, pero normalmente solo unos pocos centímetros al año y rara vez a finales del verano. Sin embargo, durante dos días de septiembre cayeron lluvias intensas en partes del desierto del sureste de Marruecos, después de que un sistema de baja presión avanzara por el noroeste del Sáhara.

La formación de un lago en medio del desierto como clave de vida

El lago se formó después de que un ciclón azotara partes del norte de África en septiembre, provocando enormes cantidades de lluvia en el desierto del Sahara. Y ahora, está ayudando a los investigadores a estudiar cómo pudo haber sido el Sáhara hace miles de años: tal vez no una jungla, pero un entorno mucho más húmedo que el actual. Los desiertos generalmente reciben menos de diez centímetros de lluvia por año, según la National Science Foundation, lo que indica lo importante que puede ser un lago efímero para la vida en el desierto no polar más grande del mundo.

Desde el año 2000, el nivel del agua en Sebkha el Melah ha sido dos veces más alto que ahora. En 2008, el lago se llenó después de un ciclón extratropical que provocó lluvias excepcionalmente intensas. El lago tardó cuatro años en secarse por completo.

El antiguo Sahara verde

Hace entre 11.000 y 5.000 años, durante el Período Húmedo Africano, el desierto del Sahara era mucho más húmedo y verde que en la actualidad. La evidencia geológica y arqueológica sugiere que las áreas que ahora están cubiertas de vastas dunas de arena albergaban vegetación, humedales y posiblemente incluso grandes lagos.

En septiembre de 2024, volvieron a aparecer brevemente algunos indicios de este antiguo y más verde Sahara después de que un ciclón extratropical provocara fuertes lluvias en algunas zonas del norte de África. Las escorrentías de la tormenta llenaron parcialmente varios lagos efímeros, normalmente secos del desierto.

La rareza y la importancia de los eventos de recarga de lagos

Comprender cómo los eventos de lluvia como el ciclón de septiembre impactan el Sáhara ayuda a los investigadores a entender mejor cómo era el desierto hace miles de años, cuando era verde, y cómo cambiará en el futuro como resultado del cambio climático.

El llenado de un lago del desierto del Sahara es un «fenómeno transitorio, raro y en gran parte indocumentado», señaló Joëlle Rieder, en un estudio de 2024 que detallaba la frecuencia de los eventos de llenado en el lago desde el año 2000. Esta parte de Argelia tiene pocas estaciones meteorológicas terrestres, por lo que los investigadores utilizaron datos de lluvia de las recuperaciones multisatélite integradas (IMERG) de la NASA y datos de reanálisis meteorológico ERA5 del Centro Europeo de Pronósticos Meteorológicos de Mediano Alcance (EMCWF) para estudiar las condiciones meteorológicas necesarias para llenar el lago.

De todas las lluvias que azotaron la cuenca de Sebkha el Melah desde el año 2000, fueron ciclones extratropicales de larga duración con lluvias intensas a medida que el aire tropical húmedo ascendía por encima de las montañas. Las observaciones satelitales indican que cuando el Sebkha el Melah se llena, el agua puede quedarse allí por años hasta poder secarse por completo.

El cambio climático está afectando las precipitaciones en el desierto. Allí donde el aire húmedo proveniente de las cercanías del ecuador choca con el aire caliente y seco más al norte, el desierto del Sáhara tiende a registrar más lluvias. La latitud de esta colisión se está desplazando más al norte a medida que el planeta se calienta, dicen los científicos, y es probable que continúe haciéndolo durante las próximas dos décadas.

 

Fuente de la Información: https://www.ecoportal.net/tecnologia/extrano-lago-aparece-sahara/

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Al borde de la III Guerra Mundial

Al borde de la III Guerra Mundial

Por Hedelberto López Blanch

La anunciada decisión de Estados Unidos, Francia y Reino Unido de permitir a Ucrania utilizar misiles de largo alcance contra territorio ruso, abrirá una puerta hacia el incremento de una guerra que no tendría para cuando acabar y que su posible conclusión sería el estallido de la III Guerra Mundial.

Joe Biden, un presidente aletargado que se tambalea al caminar, quiere acabar con el mundo antes de dejar la Casa Blanca y en un afán casi demencial ha autorizado el uso de esos misiles contra Rusia.

Los primeros en divulgar la información fueron The New York Times y Reuters que al citar sus fuentes autorizadas, señalaron que Biden accedió a la petición del régimen ucraniano de dar luz verde al uso de los cohetes ATACMS de fabricación estadounidenses que poseen un alcance de 300 kilómetros.

El rotativo francés Le Figaro informó que París y Londres también dieron la autorización al régimen de Volodímir Zelenski para que dispusiera de los misiles Storm Shadow (nombrados en Francia SCALP) con el mismo objetivo.

Los Storm Shadow, desarrollados conjuntamente por Francia y Reino Unido son de tipo crucero sigiloso de clase aire-tierra con alcance de más de 250 kilómetros.

La portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores de Rusia, María Zajárova, recordó que Putin el pasado septiembre había enfatizado que «Si se toma esta decisión, significará, nada menos, que la implicación directa de los países de la OTAN […] en la guerra de Ucrania. Y si es así, con vistas a cambiar la naturaleza del conflicto, tomaremos la decisión adecuada en función de las amenazas que se nos planteen«.

Al mes siguiente, durante una entrevista con el periodista Pável Zarubin, explicó que «no se trata de si se permitirá o no que alguien utilice estas armas contra Rusia». Puesto que «las tropas ucranianas no pueden usar estas armas por sí mismas y solo lo harían especialistas de los países de la OTAN, porque necesitan medios de reconocimiento espacial, que Ucrania naturalmente no tiene».

Recordemos que en marzo de este año, la editora jefe de la agencia Sputnik, Margarita Simonián, publicó la trascripción de una conversación entre altos oficiales alemanes de la Bundeswehr que estaban discutiendo la posibilidad de un ataque con misiles Taurus al puente de Crimea.

En la grabación, los oficiales alemanes comentaron que los británicos tienen «algunas personas sobre el terreno» en relación con el despliegue de sus misiles de crucero Storm Shadow entregados a Ucrania. Aseguraron que los británicos han participado en la planificación de ataques con misiles Storm Shadow contra instalaciones en Rusia.

El 27 de febrero, el presidente Enmanuel Macrón tras la Cumbre Especial sobre Ucrania efectuada en París, sugirió en conferencia de prensa la posibilidad de enviar tropas europeas a Kiev.

Tras la autorización a Kiev, desde Ucrania lanzaron los días 19 y 20 de noviembre varios misiles Himars estadounidenses y Store Shadow ingleses que fueron interceptados por las defensas rusas. Seguidamente, Rusia atacó por primera ocasión instalaciones militares ucranianas con misiles hipersónicos Oréshnik de alcance medio que viajan a tres kilómetros por segundo.

Este 20 de noviembre en un mensaje a la nación, Putin explicó todas las consecuencias que provocan las constantes implicación de Estados Unidos y la OTAN en la guerra híbrida que han lanzado contra su país para tratar de destruirlo y señaló:

“Se probó en condiciones de combate uno de los sistemas rusos de misiles de alcance medio más novedosos el Oréshnik…Los modernos sistemas de defensa aérea disponibles en el mundo y el sistema de defensa antimisiles creado por los estadounidenses en Europa no interceptan estos misiles.

Lanzamos el ataque dijo, “en respuesta a las acciones agresivas de los países de la OTAN… Consideramos estar en el derecho de utilizar nuestras armas contra objetivos militares de aquellos países que permiten que sus armas se utilicen contra nuestros objetivos y en caso de una escalada de acciones agresivas, también responderemos con decisión y simétricamente”. Más claro ni el agua.

De todas formas Putin aseveró: “Rusia está dispuesta a resolver las cuestiones en disputa por medios pacíficos pero está preparada para cualquier desarrollo de los acontecimientos. Si alguien duda de esto, es en vano”.

Al parecer, la Organización del Atlántico Norte (OTAN) vuelve otra vez a encaminar sus pasos para incentivar el inicio de una Tercera Guerra Mundial pese al costo que conllevará para sus respectivos países y para la casi segura desaparición de la especie humana.

Se calcula que hay más de 12.500 ojivas o cabezas nucleares en manos de nueve países. Encabezan la lista Rusia y Estados Unidos, con un arsenal combinado de más de 11.000 ojivas, muchas veces más potentes y devastadoras que las lanzadas por Washington contra Hiroshima y Nagasaki en 1945.

También poseen armas nucleares China, Francia, Reino Unido, Pakistán, India, Corea del Norte e Israel.

La pregunta es: ¿Quedará algún ser vivo sobre la Tierra?

Hedelberto López Blanch, periodista, escritor e investigador cubano, especialista en política internacional.

 

Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.

Fuente de la Información: https://rebelion.org/al-borde-de-la-iii-guerra-mundial/

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