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El maestro, figura central de la sociedad

Por: José Carlos Buenaventura.

Las maestras y los maestros son necesarios hoy en día ante un panorama de crisis social, cultural, económica y educativa. La docencia no es sólo informar, sino formar, estar con el otro, vivir con el otro y construir soluciones a los grandes problemas nacionales. Aunque la educación no resuelva por sí misma los problemas sí es necesaria para ello.

En las últimas décadas, como se sabe, la imagen del maestro se minimizó, se agredió y hasta se vuelve un ejemplo de lo que no debe ser un mexicano. Producto de una campaña desde el gobierno, perdió su dignidad y su reconocimiento social. Se impulsó la confusión y la ambigüedad de que los maestros ya no son necesarios ni indispensables, ya que ellos mismos se convirtieron en el problema de la educación.

En algunas posiciones teóricas, incluso, se pretendió que desapareciera su labor y ellos mimos, ya que los procesos que hacen no persiguen el desarrollo económico, por tener una mala formación y no haber sido evaluados correctamente. Ante ello, es necesario exigirles que realicen más y más exámenes estandarizados; aunque ahora hasta parece delito evaluar y hacer exámenes a los estudiantes. Exámenes y evaluaciones para los maestros, dejar pasar de año a los estudiantes aunque muchas veces no sepan los conocimientos más básicos que son indispensables para desarrollar las ciencias, las humanidades y las artes en México. Se dirá que nadie está de acuerdo con reprobar estudiantes, pero para ello debe haber más maestros y estructura material e inmaterial para que ello sea posible. No sobran maestros; faltan: en un grupo en donde hay más de 30 estudiantes sería necesario más de tres maestros para atender tal grupo, por ejemplo. No sólo es obligar a no reprobar sino dar condiciones para que se realicen procesos educativos donde los estudiantes cumplan su derecho humano al conocimiento, y ese no se cumple con pasar un dedo en un dispositivo electrónico y no saber escribir correctamente, ya que implica no saber pensar y no haber desarrollado habilidades motrices finas para la escritura.

La historia del docente está unida con la construcción de la nación

La maestra o maestro bajo una lógica de no producir manos que produzcan más dinero, no son seres deseados. La historia del docente está unida con la construcción de la nación, sólo hay que recordar a los jóvenes que se convirtieron en maestros en las misiones culturales de Vasconcelos o al maestro rural mexicano, que ha sido esencial para llevar educación en las zonas rurales.

Al no valorar al maestro se le quita el valor a la enseñanza y se deja solo al aprendizaje (o quizás se oculta), el cual sólo es posible si hay alguien que enseña, alguien que aprende y el legado cultural que se transmite como los conocimientos, creencias, saberes, cosmovisiones y morales. Se ha hablado en los últimos años en paradigmas basados en el aprendizaje y enfocado en los estudiantes, como lo ha hecho Vernon Muñoz, relator especial sobre el derecho humano a la educación por parte de la ONU. Sin embargo, entre más se habla del aprendizaje de las niñas, niños y adolescentes, hay menos aprendizaje, se convierte en algo paradójico. Hoy niñas, niños y adolescentes salen de la educación básica sin saber leer, escribir y sin hacer cuentas. Para saber eso no es necesario hacer una y otra vez pruebas como PISA, Enlace u otra que se les ocurra, las cuales, además, se bautizan como herramientas “científicas”. Sólo hay que hablar con las maestras y los maestros que conviven todos los días con las niñas y los niños, se tendría que escuchar como humanos completos.

Entre los mecanismos que han permitido esto ha sido quitar la autoridad del docente. Confundiendo autoridad con autoritarismo. Se ha prohibido que los estudiantes repitan año, como la solución mágica a la falta de aprendizaje: todos tienen que aprobar por la buena salud mental de los estudiantes, como si el maestro fuera el que enferma mentalmente al estudiante. En un país que ha vivido una violación constante de los derechos humanos de todos, muertos y desaparecido por doquier; en un país en donde más violan niñas y niños; en un país donde la niñez sufre de diferentes tipos de violencia, de obesidad, de rencor y odio, se vuelve retórico decir que los maestros son los únicos culpables de los problemas de salud mental de los estudiantes.

Este es un país en donde los padres no pueden cuidar a sus hijos ya que tienen que trabajar jornadas de más de 10 horas

Este es un país en donde los padres no pueden cuidar a sus hijos ya que tienen que trabajar jornadas de más de 10 horas, violando su derecho humano del trabajo y un horario justo. Madres y padres trabajan para satisfacer las necesidades más básicas de sus hijos; situación en donde la estabilidad laboral no existe. Los padres no están con sus hijos. Los hijos de esta generación están con los medios de información, redes sociales, música no hecha para niños, que los lleva a una hipersexualización desde edades muy tempranas y pares que están igual de abandonados que ellos.

Para ocultar la crisis de formación que está sufriendo la niñez, la adolescencia y la juventud, se maneja un discurso conservador de los derechos humanos, donde se busca que se hable de ellos para no cumplirlos. Y en esta crisis se acusa a los docentes por no lograr que aprendan, atando a los docentes de pies y manos, porque ya no pueden formar a los estudiantes. Hay casos extremos donde niños y jóvenes han llegado a agredir a sus compañeros y a los maestros, sin que estos se defiendan por temor a violar los derechos humanos de la infancia. Se pregunta: ¿En qué derecho humano de la infancia se le da el derecho a un niño o joven de agredir, violentar o violar al otro?

Es vital que los maestros vuelvan a ser maestros, no capacitadores

En esta crisis de abandono de las niñas, niños y jóvenes. Las maestras y maestros se convierten en necesarios, para ello es vital que los maestros vuelvan a ser maestros, no capacitadores, facilitadores, pilmamas o cuidadores de guarderías. Donde desde el preescolar hasta el nivel superior se ha convertido en un lugar para guardar a la niñez y la juventud, no para enseñarlos y educarlos a ser fuertes, dignos, humildes y respetuosos con los otros.

Los maestros se vuelven necesarios como formadores de seres humanos, no informantes, sino sujetos que transmiten lo mejor de las culturas mexicanas, de las ciencias, las humanidades y las artes para enfrentar los grandes problemas de la destrucción del tejido social, la soledad, la violencia, el cinismo y la explotación del hombre por el hombre y donde también se da la explotación de la mujer por la mujer. Ante esto, sólo hay que recordar el papel de las “señoras” y “patronas” que mandan a la “chacha” o a la “muchacha” para hacer el trabajo doméstico, viviendo y las cuales duermen en las casas de los patrones, llegando a ser esto semiesclavitud, sin sueldos dignos, ni justos y sin prestaciones laborales.

Hoy los maestros son un extraño actor que defienden sus derechos laborales, y al mismo tiempo son de los pocos que realmente defienden a la niñez mexicana y los espacios públicos para todos. La necesidad de que haya maestros en una sociedad es para seguir siendo humanos, sensibles, dignos y justos, ningún instrumento electrónico puede enseñar esto: ser humano sólo lo puede enseñar otro ser humano.

Fuente del artículo: https://revistaconsideraciones.com/2019/05/15/el-maestro-figura-central-de-la-sociedad/?fbclid=IwAR24TSbnUm2CdxhwayJht4apuZ_ybJqVqIGlcIc673dQXDXjPMwf2iB_5MA

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La empatía del maestro es clave para el aprendizaje del alumno

Por: Alba Caraballo Folgado.

 

La empatía es un valor fundamental en todo tipo de circunstancias, pero además no sólo es aplicable en la educación de los niños, también los adultos debemos ejercerlo y practicarlo, más aun si estamos en contacto directo con los niños, como es el caso de padres y educadores.

Ser un maestro empático es fundamental, y es que este valor ejerce un fuerte poder sobre sus alumnos: les motiva, estimula y es clave para su desarrollo académico. Así lo demuestra un estudio finlandés llamado «Primeros Pasos» y elaborado por la Universidad de Juväskylä y la de Turku, en Finlandia.

Por qué la empatía del profesor es básica para el desarrollo del alumno

Todos hemos tenido profesores de diferentes tipos: motivantes, vocacionales, estimulantes, aburridos, autoritarios, desafiantes… Hemos tenido buenos y malos profesores. ¿Cuál es la diferencia entre ellos? Quizás una de las respuestas resida en el nivel de empatía del profesor hacia el alumno.

La importancia de ser empático en el aula con los alumnos y mantener un ambiente agradable y cálido obtiene mejores resultados sobre los alumnos que la férrea disciplina y la distancia con el estudiante. Así lo demuestran una investigación llevada a cabo en Finlandia que demuestra que la interacción entre el alumno y el profesor es más importante que otros factores como los materiales con los que se trabaje o el número de estudiantes que haya en un aula.

Este estudio viene a confirmar que los primeros años de colegio, durante la educación primaria, son fundamentales para el alumno, se trata de un período crítico en el que una buena relación con su profesor conseguirá todos estos resultados sobre el niño:

– Facilitará su aprendizaje.

– Potenciará sus ganas de aprender y les motivará a estudiar.

– Le ayudará a tener una buena autoestima, a creer en sí mismo.

– Fomentará que tenga una buena imagen frente a sus compañeros.

– Les ayudará a establecer metas, a luchar por superarse y conseguir objetivos.

– Fomentará el aprendizaje no memorístico sino por la satisfacción de obtener nuevos conocimientos.

En definitiva, una buena preguntas que se debe hacer cada educador es: ¿cómo quieres ser recordado por tus alumnos? Si la respuesta es: como su mejor profesor, la clave está en la empatía.

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OMEP/BR Presente: 15 de Maio de 2019 – Greve Nacional da Educação

Por: OMEP/BR.

 

Comparto la carta que las/los compañeras/os del Comité  Brasil de OMEP (Org. Mundial para Educación Preescolar) han publicado en el día de la fecha. Su texto plantea con gran claridad un *diagnostico actualizado de la realidad en la que el gobierno de Bolsonaro ha sumido al pueblo brasilero*. También exige con fundamento y exhorta al Gobierno a cumplir con su obligación de proteger los derechos humanos de todos los niños y niñas de Brasil. Excelente iniciativa y capacidad de respuesta.

Carta OMEP-BR (1)

 

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Interculturalidad en contexto de transformación: apuntes desde la realidad boliviana

Por: Noel Aguirre Ledezma.

 

“Debemos ser reconocidos como pueblos que viven, no somos pueblos fantasmas”. Testimonio de un indígena participante de la “Marcha por el Territorio y la Dignidad”, agosto de 1990.

“Tal vez ya todos entiendan que nuestro reclamo de Asamblea Constituyente con participación de todos los sectores sociales, sin mediación de los partidos políticos, es lo que necesitamos para empezar a sentirnos parte del país . Tal vez ni nosotros mismos entendíamos muy bien eso cuando empezamos a trabajar juntos: indígenas, campesinos y colonizadores, mujeres y hombres, gentes de tierras altas y de tierras bajas, porque en nuestra historia nunca hemos participado de verdad . Bien dicen que lo que no se vive no se conoce. Nosotros pensamos que es mejor participar en las decisiones que no darnos cuenta de lo que deciden por nosotros. ” Fragmento de la bitácora de la “Marcha por la Soberanía Nacional, el Territorio y Dignidad de los Pueblos Indígenas y Originario”, mayo de 2002.

Interculturalidad, … A primera vista, esta palabra, no su significado, parece ser un término más de los tantos repetidos en el último tiempo, es más se piensa que da lo mismo hablar de interculturalidad en un contexto neoliberal o en un contexto de transformación estructural. Sin embargo, desde la realidad de lo que ocurrió y ocurre en Bolivia, está claro que esta palabra tiene variadas concepciones y comprensiones que responden a los tiempos y los contextos. Es que interculturalidad no puede ser una palabra más sino expresar realidades propias de nuestras naciones y países.

Interculturalidad supone diversidad, pero también desigualdad y conflicto, disputa del poder y una constante pelea contra eufemismos que encubren exclusión antes de inclusión.

1. Puntos de partida para el debate y las propuestas

1.1. Bolivia, entre la Colonia, la República y el Estado Plurinacional

La historia de Bolivia constituye un ejemplo de cómo, a fuerza de pelear en los distintos periodos de opresión, discriminación y exclusión, se construye la concepción de interculturalidad “hurgando y cambiando” aspectos estructurales. Veamos algunos aspectos relevantes de esa realidad…

En una de las principales salas de la Asamblea Legislativa Plurinacional de Bolivia, aunque a primera vista parece ser sólo una “inocente y artística pintura”, se encuentra una imagen que expresa el carácter y sentido de la creación de la República de Bolivia.

La Sala Mayor de la “Casa de la Libertad”La Sala Mayor de la “Casa de la Libertad”

La imagen tiene como escenario la Sala Mayor de la “Casa de la Libertad” de Sucre – Bolivia y representa la firma del “acta de la independencia” que da lugar a la creación de la República de Bolivia, el 6 de agosto de 1825. A primera vista se percibe a 30 personas, todos hombres, “ni para muestra existe una mujer”. Es más, todos con excepción de 2 personas, visten terno y hasta una levita, propio de las clases sociales acomodadas de la época, no existe un solo indígena o trabajador. La manera de vestir de todos ellos es uniforme, hasta monótona, es una negación de la diversidad cultural. La excepción son dos sacerdotes, uno de ellos de la jerarquía eclesiástica y se encuentra al lado de quien dirige.

Esta imagen lo dice todo. La República de Bolivia se fundó con el concurso de hombres de clases sociales acomodadas acompañados por dos sacerdotes. Vale la pena resaltar, no participan mujeres, indígenas ni trabajadores. Esa es la imagen de la creación de la República colonial y monocultural, obviamente en este contexto no cabe atisbo alguno de interculturalidad.

Más allá de esa imagen, para entender mejor, repasemos algo de la historia de Bolivia, de la que en distintos momentos nos ocultaron o negaron.

Como escribe José Antonio Rivera Santiváñez, en su texto “Las tendencias del proceso constituyente en Bolivia”, la historia de Bolivia y aún más su creación está marcada por la exclusión y marginación de los sectores sociales mayoritarios. La historia registra que, el 9 de febrero de 1825, el Libertador Antonio José de Sucre emitió un Decreto que dispone que las provincias del Alto Perú, hoy Bolivia, deliberen de su suerte en una Asamblea de Diputados, lo que en el fondo implicó el inicio de un proceso constituyente fundador. En este Decreto, se dispone que la Asamblea “estaría conformada por diputados elegidos en las juntas de Parroquia y de Provincia, cuya elección sería indirecta o de segundo grado, pues los ciudadanos elegirían a cuatro electores por cada Parroquia, para que estos a su vez elijan a los diputados, para ese efecto tenían derecho de voto los ciudadanos, que en ese momento, constituían los hombres que sabían leer y escribir, eran propietarios de un bien o un ingreso anual de 300 pesos o más; lo que supone que la inmensa mayoría de indígenas y campesinos, obreros y artesanos no eran reconocidos como ciudadanos; por lo tanto, esos sectores sociales quedaron excluidos del proceso; dicho desde otra perspectiva, de los casi aproximadamente un millón de habitantes de las provincias del Alto Perú, participaron como votantes para la elección de los electores un número reducido de habitantes, principalmente los criollos y algunos mestizos que tenían el ejercicio de la ciudadanía, que en ningún caso fue superior al 10% del total de la población.”(Rivera S., José Antonio)

Para participar de la fundación de la República, era requisito imprescindible “ser varón ciudadano en ejercicio(saber leer y escribir y tener una propiedad o un ingreso anual mínimo ), con veinticinco años de edad,…”. Así se excluía a mujeres, indígenas, originarios, campesinos, trabajadores, etc., que en su conjunto representaban el 90% de la población. Así, ¿ se podría construir interculturalidad? El proceso constituyente fundador “tuvo una titularidad autocrática y no democrática”(Rivera S., José Antonio), contraria a la posibilidad de reconocer la diversidad, las identidades culturales y con clara actitud excluyente.

En palabras de Félix Cárdenas escritas en su libro “Mirando Indio. Aportes para el debate descolonizador”, “El pecado original de los estados nacionales como Bolivia, es su forma de nacimiento, la visión con la que han sido concebidos… Bolivia, fue un país fundado sin nosotros, pero además, Bolivia fue un país fundado contra nosotros, los pueblos originarios indígenas y campesinos… Bolivia un Estado sin nación y nosotros naciones sin estado…”

Fue así como se fundó y concibió la República de Bolivia, así se aprobó la primera Constitución del naciente país. En sus características fundamentales, esa concepción de República permaneció hasta el 2006; año en el que se inicia a concebir el nuevo Estado Plurinacional. Otra imagen, puede explicar este nuevo periodo de la historia boliviana.

El 6 de agosto de 2006, se instala la Asamblea Constituyente para redactar una nueva Constitución y estructurar un nuevo Estado. A diferencia del año 1825, la Asamblea Constituyente está constituida por 255 asambleistas, hombres y mujeres, elegidos por voto democrático; por indígenas, originarios, campesinos, habitantes de ciudades; por profesionales, trabajadores, productores y representantes de organizaciones sociales; por los distintos pueblos, naciones y comunidades interculturales de nuestra patria. A primera vista, hasta en la manera de vestir se expresa la diversidad social y cultural, existen ponchos, polleras, mantas, sacos, corbatas, vestidos, sombreros, lluchus,… En sus deliberaciones se habló en castellano, aymara, quechua, guaraní,…

Esta Asamblea Constituyente expresa la diversidad de Bolivia en sus maneras de concebir y entender la sociedad, el Estado, la economía, la política, la cultura,… es la expresión del Estado Plurinacional, es decir de la complementariedad de las distintas naciones que existen en Bolivia, es la manifestación de interculturalidad, es la resolución de uno de los principales asuntos pendientes del año 1825. Los pueblos, naciones y comunidades interculturales tienen un Estado y el Estado representa la diversidad de su población. La Constitución Política del Estado Plurinacional de Bolivia fue aprobada en un Referendo realizado el 25 de enero de 2009 con el 61,43% de los votos. Posteriormente, en ese mismo año, el 7 de febrero, fue promulgada por el Presidente Evo Morales y publicada en la Gaceta Oficial el 9 de febrero, fecha en la que entró en vigencia.

Esta es la base de la concepción de interculturalidad en Bolivia, en esta época, siglo XXI, este es el Estado Plurinacional de Bolivia que revierte los inadecuados e impertinentes conceptos de la República colonial y monocultural.

La “lección aprendida” es que, interculturalidad toca fondo. Por lo menos en la gran mayoría de los países de América, sino en gran parte del mundo, supone repensar la fundación de nuestros países que requieren de un nuevo pacto social. Como esta instituido en Bolivia, la interculturalidad –acá vale remarcar, la interculturalidad crítica- tiene la posibilidad de tener una mejor concepción y materialización si se construye un “Estado plurinacional, social, comunitario,…”, se trabaja en favor de la “Descolonización y despatriarcalización”, se desarrolla la “Economía, justicia, la educación plural…”, se promueve la “Democracia directa y comunitaria…”, así como el “Derecho a la vida, agua, alimentación, educación, salud,…” se constituyen en “Derechos fundamentales…”

1.2. Interculturalidad: El dilema de origen… “Las dos caras de la moneda” y algunos elementos de carácter teórico

Además de lo dicho en el anterior acápite, a propósito de interculturalidad también corresponde hacer una reflexión de carácter teórico sin dejar de tomar en cuenta aspectos de la historia y los contextos.

El enunciado de interculturalidad, por sí mismo, en automático, no es signo de transformación menos de inclusión. Es más, en muchos casos, puede ser una manera encubierta de legitimar inequidad, exclusión y discriminación. No cualquier interculturalidad favorece la inclusión.

Como bien dice, en distintos documentos, el Profesor peruano Fidel Tubino, “El nuevo concepto y enfoque de la interculturalidad… parte de una diferenciación muy clara entre: interculturalismo funcional e interculturalismo crítico… Mientras que en el interculturalismo funcional se busca promover el diálogo y la tolerancia, sin tocar las causas de la asimetría social y cultural hoy vigentes, en el crítico se busca suprimir estas causas por métodos políticos, no violentos. La asimetría social y la discriminación cultural hacen inviable el diálogo intercultural auténtico.”

Un ejemplo de lo que señala Tubino respecto a interculturalismo funcional puede encontrarse en los principios de la Reforma Educativa boliviana instaurada mediante la Ley 1565 desde el 7 de julio de 1994 bajo las políticas neoliberales vigentes en ese entonces. En el capítulo correspondiente a las b ases de la educación boliviana textualmente se señala que “Es intercultural y bilingüe, porque asume la heterogeneidad socio-cultural del país en un ambiente de respeto entre todos los bolivianos, hombres y mujeres.” Pero, ¿cómo podría ser posible concebir un interculturalismo crítico en un contexto neoliberal, conservador por naturaleza?

La interculturalidad, en ese contexto, fue concebido como un asunto básicamente vinculado con las lenguas, por ejemplo, bastaba traducir los textos en castellano en idioma originario sin mayor preocupación de la identidad cultural de los pueblos y naciones o enseñar al aymara más del aymara mientras que el castellano – hablante seguía entronado en su idioma. En otros momentos la interculturalidad se convirtió en un asunto de folklore; interpretar un baile supuestamente indígena o vestirse como indígena se convirtió en un rasgo frecuente a título de intercultural.

Más allá de estas expresiones hay un asunto de fondo, es la coherencia del postulado de intercultural con un modelo social, político y económico neoliberal. Como menciona Frei Betto, en su artículo “Neoliberalismo y cultura”, en el neoliberalismo “Su proyecto de atomización de la sociedad reduce a la persona a la condición de individuo desconectado de la coyuntura sociopolíticoeconómica en la cual se inserta, y lo considera como mero consumidor. También se extiende, por tanto, a la esfera cultural.”

En un contexto neoliberal que privilegia al poseedor del capital financiero, en la mayoría de las veces de origen transnacional, se puede decir que una de las bases de la educación es la interculturalidad pero obviamente no afectará asuntos estructurales de carácter social, económico, político y cultural, ni preservará los derechos del conjunto de la población. En otras palabras, un modelo contrario a la transformación estructural lo más que puede es constituirse en una interculturalidad funcional. La interculturalidad –para ser crítica- requiere de una sociedad que se transforma, precisamente ese el horizonte de las acciones que se implementan en Bolivia desde el año 2006 en lo que se denomina la “Revolución cultural y democrática”.

Esta diferenciación de interculturalidad crítica y funcional, supone también la revisión de ciertas definiciones que reducen nuestra comprensión de cultura. Por ejemplo, cultura no puede reducirse sólo a expresiones del arte, literatura, filosofía y ciencia como fue concebido desde las corrientes racionalistas, mucho menos puede ser motivo de clasificación de los grupos de personas en “cultos” o incultos”. Cultura supone todos los modos de vida y formas de pensamiento que relacionan a los individuos y a los grupos sociales.

Interculturalidad, tampoco puede ser motivo de actitudes propias de una visión colonial que establece supuestos que expresan que unos grupos sociales son mejores con otros. A propósito, Félix Cárdenas en el libro ya citado , menciona: “Nos dicen que lo blanco es superior y que lo moreno, lo negro es inferior;… Ellos dicen que tienen el verdadero arte y lo que nosotros hacemos: vasijas, ollitas de barro, eso solamente es artesanía. Ellos tienen la verdadera música y lo que nosotros tocamos: charangos, flautas, eso es solamente folclore, nos dicen. Nos dicen que ellos tienen la verdadera medicina, y lo que usamos como hierbas, th’ola, tara tara, eso es brujería. Dicen, nosotros tenemos la verdadera cultura y lo que ustedes tienen son… costumbres. Nosotros tenemos la verdadera religión ustedes tienen superstición. Nosotros tenemos el verdadero idioma y lo que ustedes hablan son dialectos.”

Estos párrafos muestran entre otros aspectos que interculturalidad para ser considerada como tal tiene que afectar a aspectos estructurales; interpelar las asimetrías sociales, económicas, políticas y culturales; y convertirse en un instrumento de los procesos de descolonización de nuestras sociedades.

2. Propuestas, recuperando la historia y práctica

2.1. Repensar el modelo civilizatorio y de desarrollo

Interculturalidad supone repensar el modelo civilizatorio y de desarrollo como respuesta a la crisis estructural que se manifiesta de distintas formas y cada vez con mayor intensidad. Luego, interculturalidad, desde la realidad boliviana, se expresa fundamentalmente por la recuperación y re-valorización de la concepción de vida, propia de nuestras culturas, el “Vivir Bien”.

El Vivir Bien es un cuestionamiento a las pautas civilizatorias occidentales concebidas desde el colonialismo y neoliberalismo, así como a los modelos de desarrollo de la llamada “civilización del progreso” que trataron de convencernos que el “progreso es indefinido, por lo tanto se asegura un futuro siempre mejor”. El Vivir Bien, interpela la concepción de interculturalidad funcional.

El Vivir Bien es una alternativa a la crisis estructural que, a nivel mundial, adquirió distintas acepciones: crisis financiera, crisis económica, crisis inmobiliaria, crisis ambiental, crisis alimenticia, crisis ética, etc. No sólo eso, sino que, tratando de disimular sus efectos, se sostiene que estos periodos de crisis reflejan el carácter cíclico de la economía, es decir que es “normal” que exista un periodo de contracción, puesto que el mismo irá seguido de periodos de auge y así sucesivamente. Sin embargo, estos periodos de crisis no son hechos aislados ni tampoco van seguidos de periodos de auge.

La respuesta ante la crisis civilizatoria, responde a la concepción que tenemos de vida y con ella de los seres humanos –hombres y mujeres–, de la comunidad, de la madre tierra y del cosmos. La respuesta es el Vivir Bien, desde una concepción cosmocéntrica y biocéntrica. Una propuesta que partiendo de nuestras culturas sea de beneficio para el mundo, para la sociedad “global”.

Vivir Bien, en Bolivia, es parte substancial de la “política madre” que marca la impronta del pacto social que se asume entre las y los habitantes de su territorio. Es un mandato de la Constitución Política del Estado de Bolivia que, a tiempo de reconocer la diversidad de las cosmovisiones de sus pueblos y naciones, afirma que un principio ético – moral de la sociedad plural es el Vivir Bien. “El Estado asume y promueve como principios ético-morales de la sociedad plural: ama qhilla, ama llulla, ama suwa; suma qamaña (vivir bien), ñandereko (vida armoniosa), teko kavi (vida buena), ivi maraei (tierra sin mal) y qhapaj ñan (camino o vida noble)”.(Art. 8, parágrafo I)

Vivir Bien es “una forma de vida, de relacionamiento con la naturaleza, de complementariedad entre los pueblos es parte de la filosofía y la práctica de los Pueblos IndígenasPero además del desafío teórico, estamos ante el desafío práctico de la lucha. Solamente con la lucha los pueblos del mundo vamos a derrotar al capitalismo para salvar a la humanidad… si no luchamos, si no vencemos al miedo, dejaremos que el capitalismo nos aniquile, si nosotros no entregamos la vida en esta lucha, entonces… los señores de la muerte habrán triunfado.”(MORALES Ayma Evo, Prologo en Vivir bien: ¿Paradigma no capitalista? escrito bajo coordinación de FARAH, Ivonne y VASAPOLLO, Luciano, CIDES – UMSA, La Paz – Bolivia, 2011.) Es parte de la cultura de vida y es un aporte a la humanidad, al mundo, que surge de la cotidianidad de los pueblos indígenas originarios.

Desde lo establecido en el Plan Nacional de Desarrollo “Bolivia Digna, Soberana, Productiva y Democrática para Vivir Bien”,luego de establecer los aspectos comunes planteados por las distintas culturas que son parte del territorio boliviano, Vivir Bien “es el acceso y disfrute de los bienes materiales y de la realización afectiva, subjetiva, intelectual y espiritual, en armonía con la naturaleza y en comunidad con los seres humanos.”

2.2. Sin intraculturalidad no hay interculturalidad

Que se reconozca que nuestros países son diversos ya es un logro, sin embargo, si además del reconocimiento en el análisis no se va más allá, en el mejor de los casos, podríamos terminar en una interculturalidad funcional.

Por detrás de la diversidad, se encuentra la desigualdad que extraña y sintomáticamente, en general, no se lo menciona. Para “graficar” esta situación, citemos un párrafo del CERES (Centro de Estudios de la Realidad Económico y Social- Bolivia) como parte del Estudio denominado “Género, lengua materna y desigualdad de ingresos”, “En el caso de América Latina, Atal, Ñopo y Winder (2009) encuentran en un análisis a nivel de dieciocho países de Latinoamérica, que la brecha de ingresos por sexo está entre el 9% y el 28%, en contra de la mujer, mientras que la brecha por etnicidad está entre 13% y 38% en contra de la población indígena. Asimismo encuentran que la brecha de ingresos por sexo es mayor entre los trabajadores en sectores de baja productividad, mientras que la brecha de ingresos por etnicidad es mayor entre los trabajadores varones y del sector rural.”

Por lo menos en relación a las condiciones materiales, las sociedades no sólo son diversas sino son profundamente desiguales. Entonces, ¿en qué condiciones se puede establecer un diálogo con equidad entre las y los diversos si existen profundas diferencias en los ingresos, acceso a servicios básicos, oportunidades laborales y de ingresos, valoración de la identidad cultural, etc.?

Por tanto, no se puede construir una intercultural sin intraculturalidad. La realidad nos enseña que para establecer el diálogo entre las y los diversos previamente corresponde fortalecer (mejor devolver los derechos negados a lo largo de la historia) a los grupos sociales, pueblos y naciones indígenas – originarias.

Como dice Graciela Mazorco (2006), en el documento “Bases epistemológicas de la intraculturalidad – interculturalidad”, “El tema de la intra e interculturalidad significa entonces que tenemos que cambiar; debemos despertar nuestra intraculturalidad que está dormida. Sin embargo, este cambio es individual, cada uno tiene que hacer este autocambio porque cada uno es un uno, es un ser autónomo y autodeterminado. Este “autopachakuti” o cambio al interior de nosotros mismos, significa desconstruir la cultura occidental en nosotros y construir despertando la teoría histórica de la unidad. Esa memoria está en cada uno de nosotros. Este proceso debe darse al interior de nosotros mismos, en nuestra intraculturalidad.” Texto que es complementado por los “Lineamientos generales para una educación intra e intercultural desde la sabiduría de los Pueblos Originarios de Bolivia y Latino América” que a la letra menciona “Cuando se habla de educación intra entonces, lo que se busca es rescatar la cultura local. En ese contexto, se debe buscar entender toda la sabiduría que tienen nuestros pueblos indígena campesinos, abuelos y antepasados, y eso debe servir para generar nuestra propia ciencia y conocimiento. El cambio de la educación debe ubicarse en un principio de reivindicación de nuestras culturas como el quechua, el aymara, el guaraní, etc. Eso implicaría sentir donde estamos y de donde somos, y así podríamos construir una nueva ciencia a partir de esa realidad. Entonces más que ser contestatarios ante el sistema dominante, se debe proponer otra situación de vida a partir de nuestra vivencia, nuestra sabiduría, nuestra ciencia y nuestra cultura.”(AGRUCO, 2006)

2.3. Construir el “conocimiento pluriversal”

Distintos documentos de análisis de las problemáticas irresueltas por la educación del pasado del Ministerio de Educación del Estado Plurinacional de Bolivia (2014) señalan que “Durante toda la historia republicana ha prevalecido en Bolivia una valoración desmesurada de los conocimientos de otros contextos. En contrapartida, los conocimientos, instituciones y valores indígenas se consideraron durante un largo tiempo como “primitivos” e inferiores. El conocimiento indígena era considerado como un conjunto de creencias y supersticiones en las que la gente originaria estaba atrapada por su falta de educación.”

Por esas razones, la Ley de la Educación “Avelino Siñani – Elizardo Pérez”, Nro. 070, promulgada en fecha 20 de diciembre de 2010, en el capítulo correspondiente a sus Bases menciona que la educación boliviana “Es científica, técnica, tecnológica y artística, desarrollando los conocimientos y saberes desde la cosmovisión de las culturas indígena originaria campesinas, comunidades interculturales y afro bolivianas, en complementariedad con los saberes y conocimientos universales, para contribuir al desarrollo integral de la sociedad .”

La interculturalidad, bien entendida y aplicada, supone deconstruir el conocimiento occidental y revitalizar el saber y conocimiento local, una interacción y complementariedad entre el llamado conocimiento universal o científico con el saber y conocimiento local, propio. En otras palabras, la interculturalidad requiere que el conocimiento establecido sea subvertido.

3. Educación Intra e Intercultural en Bolivia

Finalmente, de manera breve, unos comentarios sobre la Educación Intracultural e Intercultural en Bolivia.

3.1. La Educación Intracultural e Intercultural en Bolivia cuenta con un marco jurídico favorable.

Por ejemplo, la Constitución Política del Estado, entre otros aspectos, determina:

  • “Bolivia, se funda en la pluralidad y el pluralismo político, económico, jurídico, cultural y lingüístico, dentro del proceso integrador del país.”(CPE Art. 1)
  • “La nación boliviana está conformada por la totalidad de las bolivianas y los bolivianos, las naciones y pueblos indígena originario campesinos, y las comunidades interculturales y afrobolivianas que en conjunto constituyen el pueblo boliviano.”(CPE Art. 3)
  • “Son idiomas oficiales del Estado el castellano y todos los idiomas de las naciones y pueblos indígena originario campesinos…”(CPE Art. 5, I)

Por su parte la Ley de la Educación “Avelino Siñani – Elizardo Pérez” (LASEP), establece como mandatos:

  • “Toda persona tiene derecho a recibir educación… sin discriminación.”(LASEP Art. 1, I)
  • (La educación) “Es descolonizadora, liberadora, revolucionaria, anti-imperialista, despatriarcalizadora y transformadora de las estructuras económicas y sociales; orientada a la reafirmación cultural de las naciones y pueblos indígena originario campesinos las comunidades interculturales y afrobolivianas en la construcción del Estado Plurinacional y el Vivir Bien.”(LASEP, Bases de la educación, Art. 3, 1)
  • “Es única, diversa y plural…(LASEP Art. 3, 4) Es intracultural, intercultural y plurilingüe en todo el sistema educativo…(LASEP Art. 3, 7) Es productiva y territorial…(LASEP Art. 3, 9) Es educación de la vida y en la vida, para Vivir Bien…”(LASEP Art. 3, 11)

3.2. La educación en Bolivia es “socio- comunitaria productiva”.

En términos epistemológicos, conceptuales y metodológicos se convierte en un sustento para la educación intra e intercultural veamos algunos aspectos que fundamentan esta afirmación.

  • Educación – socio . La educación, sin dejar de ignorar la individualidad de las personas, es producto de la interacción social, es un hecho social; es democrática, plural e inclusiva porque garantiza la educación con pertinencia a la diversidad de la población. Garantiza el derecho a la educación de todas y todos, desde una concepción de educación a lo largo y ancho de la vida.
  • Educación – comunitaria . La educación retoma los valores, principios e identidad de los pueblos y naciones indígena originaria campesina de Bolivia como la complementariedad, reciprocidad, el territorio y la territorialidad, así como la relación individuo – comunidad.
  • Educación – Productiva . Procesos educativos que, entre otros, desarrolla la capacidad de crear, lo tangible y lo no tangible, lo material e intelectual. Que vincula la práctica con teoría, lo técnico con lo humanístico.

Educación socio-comunitaria productiva que no puede estar exenta de valores y principios; educación con pertinencia cultural y relevancia social para Vivir Bien. Como determina la Constitución Política del Estado “educación de la vida y en la vida, para Vivir Bien.”

3.3. La Educación Socio – Comunitaria Productiva boliviana parte de una concepción holística de las dimensiones del ser humano propicia para el desarrollo de la intra e interculturalidad.

La naturaleza holística en las dimensiones y relación de persona – comunidad – madre tierra / naturaleza – cosmos también determina el carácter holístico de las y los seres humanos. Nuestras culturas nos enseñan que las personas, en su naturaleza holística, estamos constituidos por cuatro dimensiones: Espiritual, Conocimiento, Política y Producción que en los educativo se trasforman en las dimensiones del SER, SABER, DECIDIR Y HACER.

Ser, constituida principalmente por los principios, valores e identidad. Saber, que supone que todas las personas tenemos la capacidad de crear, adaptar y recrear saberes y conocimientos. Decidir, capacidad para asumir la organización, el ejercicio de la política y el poder, así como la convivencia con la comunidad. Hacer, creación y producción material e intelectual.

Diagrama

Estas dimensiones, convertidas en el sustento del pensamiento educativo del modelo educativo y del currículo del Sistema Educativo boliviano son la base para construir y desarrollar una educación que en sí mismo es intra e intercultural.

3.4. La Educación Socio – Comunitaria Productiva determinados por la Ley de Educación Nro. 070 comprende tres niveles de concreción curricular abiertamente favorables para la intraculturalidad e interculturalidad: Currículo Base, Currículo Regionalizado y Currículo Diversificado.

El Currículo Base se encuentra sustentado por la Constitución Política del Estado y la Ley de la Educación, articula la pluralidad del Estado y establece los principios, fundamentos, campos y áreas de saberes y conocimientos, ejes articuladores obligatorios para todo el Sistema Educativo Plurinacional de Bolivia.

Por su parte, el Currículo Regionalizado, está concebido como la construcción de sentidos en diálogo y complementariedad entre el Currículo Base y los saberes y conocimientos de la respectiva región y contiene un conjunto de planes y programas que se complementan con el Currículo Base del Sistema Educativo Plurinacional de Bolivia. Se construye fundamentalmente bajo la responsabilidad de los pueblos y naciones indígena originaria campesinas según contexto sociocultural y lingüístico, y las vocaciones y potencialidades productivas territoriales.

Mientras que el Currículo Diversificado incorpora las particularidades de los saberes y conocimientos de cada contexto local, responde a las necesidades, expectativas e intereses de la población en el ámbito local y se diseñan y desarrollan en el marco de lo establecido en el Currículo Base del Sistema Educativo Plurinacional de Bolivia y el Currículo Regionalizado.

Esta estructura curricular permite el diálogo entre los saberes y conocimientos de los ámbitos local, regional, nacional e internacional con la debida participación y toma de decisiones de los actores centrales de cada uno de estos niveles.

3.5. Instituto Plurinacional de Estudio de Lenguas y Cultura (IPLC)

La intra e interculturalidad en educación exige la toma de decisiones de los pueblos y naciones indígena originaria campesinas y la formulación de Currículos Regionalizados por parte de estas organizaciones.

Para ello la Ley de la Educación, vigente desde diciembre de 2010, en su artículo 88, determina la creación del “Instituto Plurinacional de Estudio de Lenguas y Culturas como entidad descentralizada del Ministerio de Educación, que desarrollará procesos de investigación lingüística y cultural.” Además define facultades para que el Instituto Plurinacional de Estudio de Lenguas y Culturas, pueda crear “los institutos de lenguas y culturas por cada nación o pueblo indígena originario campesino para la normalización, investigación y desarrollo de sus lenguas y culturas, los mismos que serán financiados y sostenidos por las entidades territoriales autónomas.”

Las normas, en los hechos se han convertido en un Instituto Plurinacional de Estudio de Lenguas y Culturas dirigido por los propios pueblos y naciones indígena originaria campesinas, en prácticamente 30 Institutos de Lenguas y Culturas de un total de 36 idiomas reconocidos por la Constitución Política del Estado y más de 20 Currículos Regionalizados armonizados y aprobados, entre los que se pueden citar: Chiquitano, Guaraní, Quechua, Ayoreo, Aymara, Guarayo, Mojeño, Uru, Afroboliviano, Yuracaré, Maropa, Tacana, Machineri, Yaminagua, Kabineña, Pacahuara, etc. Los Currículos Regionalizados de los pueblos indígenas cuentan con una estructura distinta, parten de su cosmovisión e identidad y abarcan todas las áreas del currículo base en complementariedad con los conocimientos ancestrales.

Este trabajo es complementado por las acciones que realizan los Consejos Educativos de los Pueblos Originarios (CEPOs), instancias de participación social que, a decir por esta organización, responden a “tres vertientes: a) las luchas libradas por los pueblos indígenas y originarios en defensa de la tierra y el territorio; b) el proceso de reivindicación de la lengua y la cultura, que derivó de procesos de reflexión crítica sobre la educación rural y en especial sobre las estrategias con relación al uso de la lengua originaria aplicadas en el país a través de distintas experiencias de educación bilingüe; c) el fortalecimiento de las organizaciones políticas y sociales de los pueblos indígenas originarios.”

Los CEPOs desempeñaron un papel preponderante en los talleres nacionales y congresos departamentales de educación que dio origen a una propuesta contenida en el libro “Por una educación indígena originaria. Hacia la autodeterminación ideológica, política, territorial y cultural”“Esta propuesta sirvió de base para articular el trabajo de incidencia política que realizaron los CEPOs durante el período 2006-2010 en la Asamblea Constituyente para la definición del régimen educativo en la nueva Constitución Política del Estado y en la nueva ley educativa “Avelino Siñani y Elizardo Pérez”, incorporando en el documento final, aprobado en el Congreso Nacional de Educación del año 2006, los siguientes aspectos: el carácter plurinacional del sistema educativo; la orientación de la educación hacia lo productivo; el carácter comunitario de la gestión educativa; la relación de los niveles de ordenamiento territorial con la realidad sociocultural del país. La participación activa del Bloque Educativo Indígena consiguió también introducir su reivindicación sobre el derecho a una educación que reconozca la espiritualidad propia de la cultura de cada educando.”

Este es el caminar de la intraculturalidad e interculturalidad en el Estado Plurinacional de Bolivia. Un largo camino recorrido que a su vez compromete seguir marchando hacia la constitución de una sociedad con equidad social, económica, política y cultural. Un camino que muchas veces no es comprendido precisamente por quienes, en el marco de la interculturalidad funcional, no asumen un diálogo que reconoce los cambios que se lograron en Bolivia.

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David Calle: «Los chicos, a veces, ven mis videos durante el examen. Son chuletas tecnológicamente avanzadas» (Audio)

España / 19 de mayo de 2019 / Autor: Hoy por hoy / Fuente: Ivoox

 

 

Fuente de la Entrevista:

https://mx.ivoox.com/es/david-calle-los-chicos-a-veces-ven-mis-audios-mp3_rf_35880157_1.html

Fuente de la Imagen:

https://www.elespanol.com/ciencia/investigacion/20180325/david-calle-no-sentido-sigamos-ensenando-cuadrada/293971818_0.html

ove/mahv

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La UNESCO apoya a Ecuador para asegurar la educación a personas en situación movilidad humana

UNESCO – Ecuador / 19 de mayo de 2019 / Autor: OREALC/UNESCO Santiago / Fuente: Youtube

Publicado el 2 may. 2019
Jacqueline Bueno, trabaja en la Subsecretaría de Innovación Educativa y del Buen Vivir, específicamente en la Dirección Nacional de Democracia y el Buen Vivir. Actualmente trabaja en la construcción del Acuerdo de Vulnerabilidad, que facilitará el acceso y permanencia y culminación del proceso educativo para la población en situación de vulnerabilidad, incluyendo quienes están en situación de movilidad humana.
La UNESCO está apoyando este proceso para asegurar que se cumpla el derecho a la educación de estas personas.

Fuente: https://www.youtube.com/watch?v=qAz_SdTFgs0
ove/mahv
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De la escuela sola no puede a la escuela sola no quiere

España / 19 de mayo de 2019 / Autor: Jordi Plana / Fuente: El Diario de la Educación

Hoy encontramos proyectos de centro comprometidos con el entorno, territorios con potentes proyectos educativos de ciudad, planes de entorno o redes educativas locales que han abierto una vía de relación entre unos y otros.

Hace pocos días todas las portadas de la prensa generalista publicaban un titular parecido a este: “España vuelve a encabezar el ranking de los países de la UE con mayor abandono escolar” (prematuro). Según publicó Eurostat, la oficina estadística de la Unión Europea, el estado español ha vuelto a ser el país con mayor número de jóvenes que abandonan los estudios antes de lo que sería deseable. En concreto, el 17,9% de los jóvenes. Aunque es una cifra que ha mejorado en las últimos años, todavía queda lejos del 15% pactado con la UE para el 2020 o del 10% del conjunto de los países de Europa.

Como han explicado muchos analistas, las causas que generan están situación son diversas, complejas y se relacionan unas con las otras. Voces muy diversas ahondan en los motivos y las posibles soluciones pero todas coinciden en que el abandono escolar prematuro es un fracaso del sistema educativo. No es el propósito de este artículo comentar la complejidad del problema, sino reflexionar a partir de las dificultades de los centros educativos para corregir por ellos solos esta situación y poner de manifiesto que, ciertamente: “la escuela sola no puede”.

Hace ya muchos años que José Antonio Marina popularizó el dicho africano “para educar un niño (añadamos aquí, o una niña) se necesita toda la tribu”. Salvando las distancias culturales del concepto tribu (que bien señaló Julio Rogero en este mismo Diario), esta aproximación nos habla de la necesidad de implicar a toda la comunidad en el proceso de formación y educación de niños, niñas y jóvenes. Por tanto, de reivindicar el carácter educativo del territorio, de las ciudades o los pueblos y, por decirlo de otro modo, de la vida cotidiana donde se produce el aprendizaje.

Como señalan los maestros Mercè Olivé i Jordi Carmona en su artículo “Municipalidad educativa“, reivindicar el potencial de las ciudades y todo el movimiento de ciudades educadoras es “una gran oportunidad que no deberíamos dejar escapar en el reto global y competencial de la educación de hoy en día”. Aquello que ocurre fuera de la escuela puede ser hoy tan importante como lo que ocurre dentro, y quizás más. Niñas y niños reciben cada vez  más información del exterior, y en unos casos esta es más significativa para ellos que la recibida en el entorno escolar.

El sistema educativo debe dar la oportunidad de desarrollar el tipo de aprendizaje que conecte con la vida y las habilidades de los alumnos. Y aquí cabe reconocer que sin ninguna duda, todos y todo educa  o, mejor dicho, puede hacerlo. Para tener éxito como sociedad hoy en día es necesario, por no decir imprescindible, un compromiso colectivo con la educación que garantiza el éxito individual de cada una de las personas que formamos parte de la sociedad.

En este contexto nació hace poco más de un año el concepto educación 360 que, entre otras ideas quiere dar un paso más allá de las ciudades educadoras conectando la ciudad y las escuelas.

El objetivo de la escuela siempre ha sido formar personas. Pero formarlas para qué y en qué condiciones son cuestiones que con el tiempo han obtenido distintas respuestas. El objetivo y el propósito de la educación han ido evolucionando con los tiempos. Cada época ha vivido en un paradigma educativo, que ha evolucionado igual que la organización de las escuelas o las metodologías y prácticas que se desarrollan en ellas. Durante muchos años se ha hablado de lo mismo, formar a niños y niñas, a jóvenes, pero se ha hablado de ello desde lugares y desde visiones muy distintas.

En la relación que existe entre educación y territorio ha pasado lo mismo. Durante muchos años niños y niñas entraban en escuelas que era igual dónde estuvieran ubicadas. Con el tiempo fue apareciendo una relación entra la escuela y el lugar donde estaba. El territorio empezó a conocer y a reconocer a la escuela y viceversa, y se fue intensificando una relación que a lo largo de los años ha tenido algunos nombres propios.

Destacaré cuatro que han sido paradigmas de política educativa local con los que hemos trabajado y todavía continuamos trabajando: participación, corresponsabilidad, acompañamiento a la escolaridad y ciudades educadoras. Cada uno de ellos describe una intencionalidad, centra sus prioridades y plantea una manera de trabajar. Unos son más globales, otros quizás más concretos, pero todos han aportado muchas propuestas y buenos proyectos. Cada uno plantea más o menos el mismo objetivo general, que estemos todos, pero cada uno lo lleva a cabo de forma distinta y, como he mencionado, con distintas intencionalidades.

Educació360 es el último en aparecer, el más reciente. Podríamos pensar que ser el más reciente es una desventaja, ya que justo ahora empieza a andar, pero formularlo así sería engañarnos porque Educació360 nace con el bagaje acumulado de cada uno de los paradigmas que lo han precedido y atesora sus mejores experiencias y aprendizajes.

No los sustituye, sino que los reconoce e integra en clave de la educación del siglo XXI. Lo hace sabiendo que los aprendizajes deben ser globalizadores y competenciales para enfrentarse al reto de un mundo que está cambiando aceleradamente. Sabiendo también, que para educar se necesita toda una tribu pero que, al mismo tiempo, tiene que poner en valor el lugar donde esta tribu habita, los trabajos que desarrolla, sus funciones, sus diferencias y las relaciones que sus miembros tienen entre ellos. Si, sobre todo las relaciones.

Uno podría pensar que añadir estas ideas al dicho africano es sólo un matiz, pero creo que no. El reto al que debe enfrentarse la educación hoy en día es más global que cuando se popularizó el dicho. Las dificultades para reducir el abandono escolar temprano en una sociedad incierta muestran que el sistema se enfrenta a un modo de intervención casi al límite y que requiere de una mayor implicación del conjunto de los actores, de los espacios y de las relaciones.

Intento explicarlo mejor.  En el mundo local pasamos de la coordinación a las redes porque los retos educativos requerían la participación del entorno. La escuela sola no podía, tenía que trabajar con el entorno y en red con otros centros educativos. La ciudad se configuró como una red y la escuela como su nodo principal, en el centro de las conexiones.

Los diferentes actores participaban en los espacios de gobernanza. Se conocían, se generaba sentido de pertenencia y cada uno de ellos aportaba valor al conjunto. Fueron apareciendo proyectos compartidos, iniciativas que generaban experiencias de éxito tanto en las escuelas como en los municipios, mejoraron muchos indicadores pero así y todo no se produjo una transformación profunda.

Hoy encontramos proyectos de centro comprometidos con el entorno, territorios con potentes proyectos educativos de ciudad, planes de entorno o redes educativas locales que han abierto una vía de relación entre unos y otros. Desde mi punto de vista este es el aspecto esencial desde el cual aún tenemos camino por recorrer: cómo construimos las relaciones entre unos y otros, cómo las dotamos de contenido.

Lo que proponemos con la Alianza Educació360 es pasar de conocerse a reconocerse y, por tanto, establecer una relación permanente: pasar de reunirse y crear redes a ser un ecosistema. Y esto significa conectar el conjunto de los tiempos, espacios y actores educativos de un territorio de modo que la relación entre ellos los modifica. El ecosistema se basa en la interdependencia y esta característica es inherente al concepto 360 y a su desarrollo.

En este contexto, la personalización se muestra como el aspecto central para garantizar la equidad, ya sea en el acceso a la educación como en su proceso y resultado. La escuela ha dejado de centrarse en el docente y el currículo para situar al alumno y sus intereses en el centro del proceso de aprendizaje.

Y también lo hace la ciudad: diseña estrategias para generar itinerarios de aprendizaje desde todos sus nodos. Conectamos los centros culturales, las entidades, los equipamientos deportivos, las bibliotecas, los centros de salud, las asociaciones de vecinos, las entidades educativas en el tiempo libre, los cines y los teatros, pero también las plazas y las calles que habitamos y los tiempos en los que vivimos. El territorio se convierte así en un ecosistema donde cada cual puede transitar y construir su itinerario vital, sin exclusiones y con oportunidades. Hablamos del mismo objetivo de siempre, pero de un modo distinto de llegar a él.

La escuela sola no puede. Lo sabemos. Educació360 acabamos de empezar y lo hemos hecho sobre todo con muchos interrogantes. Sin embargo,  estamos convencidos de que no se trata ya de ayudar a la escuela porque sola no puede, sino de trabajar con ella y de conectarla, desde un propósito competencial, al conjunto de nodos del ecosistema educativo local al que pertenece. Lo que están diciendo hoy en día muchos maestros y docentes no es un clamor de que la escuela sola no puede, sino más bien una afirmación que la escuela sola no quiere. Es decir, la escuela no quiere hacerlo sola, quiere hacerlo conectada al tiempo lectivo y no lectivo, a los espacios docentes y a los que no lo son, a todos los agentes educativos y a todos los aprendizajes competenciales que ayudan a las personas a construir su itinerario a lo largo de la vida.

(Una primera versión de este artículo surgió de la lectura del texto de Mercé Olivé i Jordi Carmona y fue publicado en el Blog Educar avui de la Associació de Mestres Rosa Sensat)

Fuente del Artículo:

De la escuela sola no puede a la escuela sola no quiere

ove/mahv

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