Page 1595 of 2732
1 1.593 1.594 1.595 1.596 1.597 2.732

La Metáfora Pascua

Por: Ignacio Ramonet
La Conferencia de las Partes en la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (COP23) se llevó a cabo en Bonn (Alemania), del 6 al 17 de noviembre pasado. Recibió a más de 25.000 participantes, incluidas delegaciones nacionales, a representantes de unas quinientas ONG y a más de mil periodistas.

Dos temas influyeron de modo determinante en el desarrollo de la COP23: la salida de Estados Unidos del Acuerdo de París (COP21) y una mayor incidencia de fenómenos potencialmente asociados al cambio climático en muchos lugares del planeta. Que Fiyi –Estado archipiélago amenazado de desaparición por la subida del nivel del mar– haya presidido la COP23, siendo un conjunto de islas supervulnerable que acaba de enfrentarse, hace solo unos meses, al ciclón más potente registrado y con un programa muy ambicioso de despliegue de energías renovables, pone en el centro del debate los impactos, la adaptación y la mitigación desde el mundo en desarrollo, dejando en evidencia la Administración de Trump, que ha convertido a su país en el único miembro que no formará parte del Acuerdo de París a partir de 2020.

Un sentido de urgencia y la equidad como aspectos centrales del debate marcaron el entorno en que se movió esta COP23.

La cumbre concluyó con un balance paupérrimo, sin apenas progresos, y con el único consuelo de que la comunidad internacional sigue unida en la lucha contra el calentamiento global pese a la deserción de la Administración estadounidense por decisión del presidente Donald Trump. Además, en agosto pasado, Washington anunció que retiraría todos los fondos del Panel Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC por sus siglas en inglés), el órgano de la Organización de las Naciones Unidas encargado de investigar el cambio climático.

Las casi doscientas delegaciones presentes en la antigua capital de la República Federal Alemana no lograron ni siquiera ponerse de acuerdo sobre los mecanismos técnicos que permitirán poner en marcha el acuerdo suscrito hace dos años en París en la COP21. Fue una cumbre decepcionante. Ahora, el peso recae sobre la próxima cumbre, que se celebrará, en diciembre de 2018, en la ciudad polaca de Katowice, situada en el epicentro de una gran cuenca carbonífera…

La cumbre de Bonn fue decepcionante también porque la mayoría de los asuntos han sido, sencillamente, aplazados. A pesar de que un número creciente de sucesos catastróficos nos recuerda cada día la gravedad del problema que, en el último año, se ha agravado al haber crecido un 2% las emisiones de CO2 a la atmósfera, tras dos años de esperanzador estancamiento. Las inundaciones en la India y Nigeria, las sequías en amplios territorios del planeta, los ciclones del Caribe y los incendios que se desataron en Estados Unidos y Europa en este 2017, sirvieron de telón de fondo. “El mar se traga aldeas, devora la costa y arruina los cultivos –declaró Timoci Naulusala, de 12 años, procedente de las islas Fiyi, en un apasionado discurso–. Las muertes por hambre y sed, el realojamiento de personas, los llantos por los seres queridos perdidos… Quizá crean que eso solo afectará a los países pequeños. Se equivocan”.

El gran objetivo de esta cumbre fallida era empezar a redactar el reglamento del Acuerdo de París (2015), pero los actores reconocieron que será preciso un empuje mucho mayor para que el documento esté concluido antes de finales de 2018. La ausencia de Washington en los debates decisivos de la cumbre, suplida en parte por numerosos representantes de la sociedad civil estadounidense, no se dejó sentir demasiado, pero muchos participantes acusaron el golpe, conscientes de que esa deserción hiere gravemente el acuerdo.

“La acción a nivel nacional está muy lejos de lo que se necesita –sintetizó Manuel Pulgar-Vidal, de la asociación WWF–. El abismo entre lo que estamos haciendo y lo que debemos hacer es gigantesco”. En el mismo sentido se pronunció Wolfgang Jamann, de Care International: “Los acuerdos políticos no han abordado suficientemente la dura realidad climática a la que ya se enfrentan millones de personas”. “Nunca había visto una COP con una tasa de adrenalina tan baja”, expresó un diplomático europeo en declaraciones a la agencia France Presse. Y también muy sintomático fue el comunicado emitido por la delegación española: “En Bonn, se ha continuado trabajando para construir el Acuerdo de París y no habido retroceso en ninguno de los temas tratados…”.

Los principales escollos en las negociaciones, que se prolongarán el año que viene en Katowice (Polonia), atañían a dos asuntos clave. El primero, conocido como “Diálogo de Talanoa” (1), es la revisión de los compromisos de reducción de emisiones de CO2 que se anunciaron en París, es decir: qué criterios se aplicarán para que los países ofrezcan propuestas más ambiciosas con vistas al 2020, cuando se pondrá en marcha el nuevo tratado, puesto que las que se encuentran ahora sobre la mesa no garantizan la estabilización de las temperaturas globales, sino que las impulsan más de tres grados por encima de los valores preindustriales. En Katowice, con nuevos datos del IPCC (el grupo de expertos en clima de la ONU), se realizará una nueva evaluación colectiva de cómo están evolucionando el calentamiento global y las emisiones de CO2 y otros gases de efecto invernadero.

El segundo escollo fue nuevamente la financiación que los países industrializados destinarán para que los países en desarrollo puedan adaptarse al calentamiento global, ahora con el agravante de la ausencia de Estados Unidos, lo que podría obligar a las restantes potencias a aumentar su contribución (la Administración de Trump ya ha anunciado que no abonará su participación al llamado Fondo Verde de la ONU). En la COP15 de Copenhague (2009), se acordó que los países industrializados aportarían 100.000 millones de dólares anuales a partir del año 2020, pero los detalles de la implementación no se han precisado.

Y la urgencia es enorme: “Este año, tres ciclones excepcionalmente violentos devastaron el Caribe, las inundaciones destruyeron miles de hogares y escuelas en el sur de Asia y la sequía trajo devastación a millones de personas en el este de África –declaró Tracy Carty, jefa de la delegación de Oxfam–. Ya no estamos hablando del futuro. Los países y comunidades más pobres del mundo ya están luchando por sus vidas contra los desastres intensificados por el cambio climático”. Por su parte, Jens Mattias Clausen, jefe de la delegación de Greenpeace, añadió: “Hablar no es suficiente. Nos falta la acción. Llamamos a Francia, Alemania, China y otras grandes potencias a intensificar y mostrar el liderazgo que dicen tener. Aferrarse al carbón o a la energía nuclear y desfilar como campeones del clima mientras no se puede acelerar la transición hacia la energía limpia no es más que mala fe”.

Según la Agencia Internacional de la Energía (AIE), las centrales de carbón siguen produciendo casi el 40% de la electricidad mundial, y son uno de los principales factores causantes del cambio climático. Además, la contaminación del aire por la quema de carbón causa enfermedades respiratorias severas y otros muchos efectos nocivos para la salud.

La canciller de Ecuador, María Fernanda Espinosa, destacó en su intervención, en nombre del Grupo negociador G77+China (que agrupa 134 países), que se necesita avanzar prioritariamente en el financiamiento del Fondo Verde para el Clima (FVC), que permite captar recursos financieros de los países desarrollados para que las naciones en desarrollo más vulnerables puedan afrontar las consecuencias del cambio climático. El FVC espera contar con unos 100.000 millones de dólares anuales a partir de 2020. Sin duda, uno de los grandes retos de los próximos años será avanzar en ese tema.

María Fernanda Espinosa recordó también que el planeta ya afronta las consecuencias desastrosas del cambio del clima, a través de graves inundaciones, derretimiento de glaciares, sequías, que además son amenazas para la seguridad alimentaria. Asimismo hizo un llamamiento para proteger a las mujeres, niños, niñas, migrantes y refugiados, quienes son los más afectados por el cambio climático, que calificó de “mayor amenaza global de este siglo”.

Aunque Donald Trump lo niegue, el calentamiento del sistema climático es una realidad inequívoca. Unos 2.500 científicos internacionales, miembros del Grupo Intergubernamental de Expertos sobre la Evolución del Clima (GIEEC), lo han confirmado de modo indiscutible. Su causa principal es la actividad humana que produce un aumento descontrolado de emisiones de gases, sobre todo dióxido de carbono (CO2), producto del consumo de combustibles fósiles: carbón, petróleo, gas natural. La deforestación acrecienta el problema. Porque los árboles, las plantas y las algas de los océanos absorben y neutralizan el CO2, y producen oxígeno; de ese modo ayudan a combatir el efecto invernadero.

Desde la Convención del Clima y la Cumbre de Río de Janeiro en 1992, y la firma del Protocolo de Kioto en 1997, las emisiones de CO2 han progresado más que durante los decenios precedentes. Si no se toman medidas urgentes, la temperatura media del planeta aumentará por lo menos en cuatro grados. Lo cual transformará la faz de la Tierra. Los polos y los glaciares se derretirán, el nivel de los océanos se elevará, las aguas inundarán los deltas y las ciudades costeras, archipiélagos enteros serán borrados del mapa, las sequías se intensificarán, la desertificación se extenderá, los huracanes, los ciclones y los tifones se multiplicarán, centenares de especies animales desaparecerán…

Las principales víctimas de esa tragedia climática serán las poblaciones ya vulnerables del África Subsahariana, de Asia del Sur y del Sureste, de América Latina y de los países insulares ecuatoriales. En algunas regiones, las cosechas podrían reducirse en más de la mitad y el déficit de agua potable agravarse, lo que empujará a cientos de millones de “refugiados climáticos” a buscar a toda costa asilo en las zonas menos afectadas… Las “guerras climáticas” proliferarán.

Para evitar esa nefasta cascada de calamidades, la comunidad científica internacional recomienda una reducción urgente del 50% de las emisiones de gases de efecto invernadero. Único modo de evitar que la situación se vuelva incontrolable.

Por otra parte, debemos cambiar nuestro modelo económico despilfarrador que agota los recursos del planeta. Actualmente, la Tierra ya es incapaz de regenerar un 30% de lo que cada año consumen sus habitantes. Y, demográficamente, estos no cesan de crecer. Somos ya 7.500 millones, y en 2050 seremos más de 9.000 millones… Lo cual complica el problema. Porque no hay recursos para todos. Si cada habitante consumiese como un estadounidense se necesitarían los recursos de tres planetas. Si consumiese como un europeo, los de dos planetas… Y no disponemos más que de una única Tierra. Una diminuta isla en la inmensidad de las galaxias.

A este respecto se recordó en Bonn, en reiteradas ocasiones, la “metáfora Pascua”, en alusión al desastre que conoció la isla de Pascua o Rapa Nui (Chile). A esa tierra, una de las más aisladas del planeta, llegó entre los años 800 y 1200 una expedición polinesia que quedó cortada del resto del mundo. Pequeña (unos 160km2), la isla estaba recubierta con una suntuosa vegetación, rodeada de aguas muy ricas en peces, con costas llenas de moluscos y millones de aves migratorias que allí anidaban. En unos cuantos decenios, los rapanuis se multiplicaron y desarrollaron una brillante civilización (la de los moai), que aún hoy asombra al mundo. Pero lo hicieron a base de explotar con exceso y sin precaución las riquezas de la isla. Resultado: en poco tiempo, no quedaba un árbol en la isla, ni un pez en sus mares, ni un molusco en sus costas, ni un ave en sus nidos… Cuando el escritor francés Pierre Loti visitó la isla en 1872, solo quedaban unos cientos de habitantes, “un pueblo de fantasmas, desnudos, esqueléticos y hambrientos; últimos escombros de una raza misteriosa” (2).

Con la excepción de Donald Trump, cada día quedan menos escépticos frente a las evidencias del cambio climático. Cada habitante de nuestro planeta puede constatar, en particular, estas siete realidades: 1) la temperatura global sigue aumentando (2017 ha sido uno de los tres años más cálidos de la historia desde que existen estadísticas); 2) la frecuencia de fenómenos meteorológicos extremos sigue en aumento; 3) la concentración de CO2 sigue acumulándose; 4) sigue subiendo el nivel de los mares; 5) la acidificación de los océanos no disminuye; 6) las capas de hielo de la Antártida siguen reduciéndose; 7) sigue disminuyendo el hielo marino en el Ártico.

En Bonn, los países más desfavorecidos exigían a los más industrializados que indicasen, con dos años de antelación, cuánto dinero iban a aportar y en qué plazos. Con el objetivo de que pudieran saber con qué fondos podrían contar. Fuentes de la delegación de la Unión Europea (UE) aseguraron que con los márgenes presupuestarios que manejan los países europeos no es factible decir, aquí y ahora –como les estaban exigiendo–, cuánto dinero van a aportar en un horizonte de diez años, si bien no ha sido la UE quien se ha opuesto a avanzar en este exhaustivo reporte, sino Estados Unidos, Australia y Japón. Por su parte, Angela Merkel se comprometió a duplicar los fondos para el clima y ayudar a los países en desarrollo para 2020, y explicitó su compromiso de ayudar a las naciones en desarrollo en iniciativas como sistemas de información climática y gestión de riesgo de desastre.

Pero los participantes se decepcionaron cuando Merkel anunció su plan para reducir la dependencia del carbón de Alemania. Alrededor del 40% del sector energético de ese país depende del carbón y, de seguir así, Alemania no cumplirá sus objetivos en materia de reducción de emisiones contaminantes para 2020. De hecho, la Unión Europea no podrá lograr su objetivo de reducir los gases de efecto invernadero en por lo menos un 40% para 2030, respecto de los niveles de 1990, a menos que cambien las políticas y redoblen sus compromisos. España, por su parte, es uno de los países de Europa Occidental –junto con Polonia y Alemania– que no ha firmado el compromiso gradual para poner fin a la producción de carbón con el año 2030 como horizonte…

En este sentido, desde el inicio, la cruzada de las negociaciones ha tenido como punto central definir cómo pueden los países más ricos ayudar a los menos desarrollados en la adaptación y en la compensación. Bajo el primer concepto entran las distintas formas de cambiar las economías para depender menos del petróleo, gas y carbón.

La tarea, ya de por sí titánica, se complicó este año cuando Donald Trump anunció que sacaba a su país del Acuerdo climático. Desde su campaña electoral en 2016, el republicano prometió esta medida. Y es que, entre otras razones, el presidente Trump considera que el cambio climático es una “mentira” fabricada por los chinos para minar la economía estadounidense…

Sin embargo, el proceso de renuncia lleva tres años, lo que convierte a Estados Unidos en un signatario hasta entonces. Por eso vino a Bonn una pequeña delegación oficial, con el secretario de Estado, Rex Tillerson, al frente. Y es que un grupo rival de gobernadores, alcaldes y líderes empresarios también estuvo presente en Bonn: la desafiante coalición norteamericana “We Are Still In”, liderada por el exalcalde de Nueva York, Michael Bloomberg, en nombre del Centro de Acción Climática de Estados Unidos. Así pues, hubo dos delegaciones estadounidenses en la cumbre, lo que llevó a los expertos a preguntarse cuál era la que realmente hablaba en nombre del país y a los asistentes a preguntarse con cuál hablar…

En este contexto, los expertos coinciden en que Estados Unidos dejó un vacío en el liderazgo climático. Más allá del compromiso que muestra la Unión Europea, la lupa se puso en los dos mayores responsables junto a EEUU de las emisiones: la India y China. El primero ya asumió el desafío al hacer de la energía solar un proyecto a gran escala. Por su parte, Pekín también da indicios de no querer echarse para atrás. Con su plan para un nuevo mercado nacional de carbono, China propone poner un precio a las emisiones corporativas.

Visto el fracaso de la COP23 y la inacción gubernamental, y visto que no podemos “bajarnos del mundo” como decía Mafalda, nuestras principales esperanzas residen actualmente en las 7.500 ciudades y entidades de todo tipo, en particular centenares de asociaciones de ciudadanos, que se han propuesto avanzar por su cuenta hacia una sociedad baja o nula en carbono. Está en juego el destino de la humanidad.

NOTAS:

(1) El “Diálogo de Talanoa” es importante para suplir el vacío entre el Protocolo de Kioto (vigente hasta el 31 de diciembre de 2012 y extendido por ocho años más hasta el 31 de diciembre de 2020) y el Acuerdo de París, que entrará en vigor en 2020.

(2) Pierre Loti, L’île de Pâques. Journal d’un aspirant de “La Flore”, Éditions La Simarre, Joué-les-Tours, 2016.

Ignacio Ramonet, director de Le Monde diplomatique en español

Fuente: http://blogs.publico.es/dominiopublico/24589/la-metafora-pascua/

Comparte este contenido:

Jubilados pero no retirados

Por: Jaume Carbonell

“La vejez existe cuando se empieza a decir: nunca me he sentido tan joven”. Jules Renard

En estos últimos años, merced a una cláusula de la LOGSE, se están jubilando anticipadamente muchos maestros y maestras de la enseñanza pública a los 60 años, en vez de a los 65, tras cumplir 35 años de servicio. Aunque hay quien aguanta un poquito más. Es la generación que se estrenó en el oficio en la década de los setenta, una época en que, tras persistentes movilizaciones, se logró la construcción de gran cantidad de centros públicos con la consiguiente provisión de docentes que muy pronto sacaron la plaza en propiedad. Eran otros tiempos. Hoy, la pregunta más insistente de los cincuentañeros es: ¿hasta cuándo se mantendrá está jubilación anticipada? Nadie sabe ni contesta, aunque los pronósticos de futuro, por aquello de la caída en picado del fondo de pensiones, pintan bastos.

Se jubilan del trabajo pero, en general, siguen con una vida activa, incluso muy activa. Hay quien, antes de tomar decisiones, contempla con parsimonia el ingente panorama de nuevas ofertas y oportunidades. Pero hay quien toma velocidad de crucero y se llena pronto la agenda, a veces de modo desmesurado. Sí, también existe el estrés del jubilado. De forma paciente o impaciente se aprende a gestionar esta nueva etapa: a encontrar el arte de saber vivir con sabiduría, serenidad, libertad y dignidad, al hilo del dicho de Rousseau: “La juventud es el momento de estudiar la sabiduría, la vejez el de practicarla”. Con una mirada más libre, con un criterio de elección más exigente y con las fuerzas aún intactas, sobre todo en los primeros compases, se lanzan a recuperar las asignaturas pendientes y a colmar los deseos que, por razones obvias, nunca pudieron cumplir o, al menos, no con la regularidad e intensidad que quisieran. Se apuntan a un curso de pintura, aprenden a tocar un instrumento musical o se dedican a perfeccionarlo, aprenden idiomas, cantan, bailan y se lanzan al disfrute de nuevos o viejos placeres, y también se meten en cosas y aventuras que jamás se habrían imaginado.

Se sigue fielmente la consigna clásica del “Mens sana in corpore sano”. En efecto, frecuentan exposiciones, salas de cine y teatro, clubs de lectura, conferencias y cursos de todo tipo. A veces de modo regular a lo largo del año, apuntándose a las múltiples ofertas de universidades de la tercera edad e incluso mezclándose con jóvenes estudiantes para cursar una carrera, con exámenes incluidos. ¡Qué valor! Hay actividades en las que la presencia de pensionistas es tan dominante que solo se visualizan cabezas calvas y de pelo blanco. Ah, y viajan cuanto pueden, aprovechando las gangas del IMSERSO u otras de temporada baja. Hay docentes que nunca viajaron tanto como ahora. Eso sí, siempre que la condición de abuelos no les crea una dependencia extrema que se lo impida. Como ocurre con las familias, también crece la diversidad de roles y ocupaciones de las abuelas y abuelos. Entre los docentes que durante su vida laboral militaron en una organización política, sindical o social hay de todo: desde los que cortan de raíz y los que no quieren o no saben desenchufarse, pasando por los que mantienen su compromiso con un papel resituado: como asesores, consultores  o formadores espontáneos u organizados de otras personas que deben tomar el relevo, aunque este no siempre llega tan pronto como sería deseable.

¿Hasta cuándo se mantendrán intelectualmente vivos y conectados? Supongo que hasta que la curiosidad no decaiga, aunque hay que decir que también abundan los docentes poco inquietos y sedentarios, con menesteres y hobbies caseros y menos ambiciosos. Ah, claro, y hasta que el cuerpo aguante. Por eso se cuidan, con paseos por el campo y estancias en el gimnasio donde se esfuerzan con aparatos y estiramientos o se relajan en el agua, con el yoga y sus variantes, la danza o algún que otro masaje reparador. Es la manera de prevenir o lidiar dignamente con dolencias y achaques que de forma brusca o más lentamente tienen que llegar algún día. Asimismo, son tiempos para volver la vista atrás y regresar a la infancia -un territorio que nunca se abandonó del todo-, para evocar una mirada más tierna y amable al recuerdo y para rescatar emociones y amistades que habían quedado arrinconadas.

Por otro lado, hay docentes que siguen con algún tipo de vinculación con la escuela. Mayormente se dedican a tareas de biblioteca y administrativas, refuerzo escolar dentro y fuera del aula, apoyo a proyectos educativos, impulso a la lectura y cuentacuentos, acompañamiento en salidas y colonias, participación en talleres y educación de personas adultas y cooperación. También los hay que se dedican a la elaboración de materiales, a escribir libros y artículos y a impartir cursos y conferencias, haciéndose muy visibles en las redes. O que colaboran con entidades culturales y museos o en el mantenimiento y divulgación del patrimonio histórico-artístico. Recuerdo que en Mérida, en un reciente viaje, quienes nos mostraron el teatro romano y otras joyas arquitectónicas clásicas eran maestros.

Es evidente que la sabiduría y experiencia acumulada no puede quedar en saco roto. De ahí la necesidad de que el profesorado prejubilado o recién jubilado intervenga en tareas de asesoramiento y formación inicial y permanente del profesorado: quien quiera, pueda y reúna las competencias para hacerlo. Eso sí,  en pequeñas dosis, para pasar el testigo protagónico a las nuevas generaciones, mediante un diálogo compartido que apunte hacia un futuro incierto pero esperanzador y no hacia un pasado que, con frecuencia, se evoca con excesiva nostalgia e idealismo, y con la falsa aseveración de que cualquier pasado fue mejor. Aunque, ciertamente, algunos proyectos e historias conviene no olvidarlos.

Asimismo, abunda la presencia de pensionistas en los colectivos de renovación educativa. Y no solo eso: se ha organizado un espacio específico para ellos dentro de la Federació de Moviments de Renovació Pedagògica de Catalunya (FMRPC). Se trata de la Asociación de Maestros y Profesores Jubilados RELLA www.rella.cat -nombre alusivo a una parte del arado que penetra en la tierra-, que lleva ya unos años de funcionamiento bajo este lema: “Seguimos enseñando, seguimos aprendiendo, nos seguimos divirtiendo”. Y para hacer realidad este propósito se crean grupos de trabajo para organizar el voluntariado en el ámbito educativo, académico y social; conversaciones en inglés y clubs de lectura; paseos, salidas y actividades lúdicas y culturales; y debates sobre temas de actualidad y, más prioritariamente, sobre la educación actual, participando activamente en el nuevo plan de formación inicial del profesorado y en los debates que conforman hoy la política y la innovación educativa del presente-futuro.

Ahora están trabajando en la organización de un encuentro con otros grupos de jubilados. Es posible que también conecten con otras asociaciones de toda España y hasta de algún país extranjero. Porque me imagino que su objetivo final es la creación de la Internacional de Profesores y Profesoras Jubiladas Ánimos y empuje para ello no les van a faltar a estos maestros jubilados pero no retirados.

Fuente: http://eldiariodelaeducacion.com/pedagogiasxxi/2017/03/08/jubilados-pero-no-retirados/

Comparte este contenido:

Las Redes Sociales, el Nuevo Rey del Siglo XXI.

Por: El Diario de la Educación. 05/12/2017

Las redes sociales atesoran un poder inmenso. Conocer cómo funcionan y cómo condicionan nuestro comportamiento es importante para saber utilizarlas mejor.

Las redes sociales se han convertido en un gran poder, no solo por ser fuente de una gran influencia en muchos ámbitos, sino porque mueven una gran cantidad de capital.

3.500 millones de personas son usuarias de alguna de las redes sociales que inundan Internet. El reconocimiento que se recibe en ella es uno de los imanes más potentes para que su uso sea tan generalizado. Las redes sociales se caracterizan por movilizar factores emocionales como la indignación, la esperanza, la rabia o la felicidad.

Desgranamos algunos de los problemas que pueden surgir, cómo funcionan en cada una y cada uno de nosotros, y qué cosas deberías tener en cuenta a la hora de utilizarlas, como que no son gratis o que deberías ser crítico y cuidadoso con ellas y con lo que dices y haces en ellas.

Descárgate el último Por qué? aquí

Fuente: eldiariodelaeducacion.com/blog/2017/11/07/las-redes-sociales-el-nuevo-rey-del-siglo-xxi/

Fotografía: UDLAP Contexto

Comparte este contenido:

Amnistía en plena llaga

Con la amnistía al narco, AMLO sabrá de todas las alianzas políticas/empresariales de PRI y PAN
Por: Pedro Echeverría V.
1. Se enloquecieron políticos y empresarios con las magníficas declaraciones de López Obrador sobre la probable “amnistía” a los narcos se asume el gobierno. Debe seguir AMLO apretando esa llaga hasta sacarle pus. ¿Por qué dolió mucho a la clase política que se dijera que “hay que pensar en llegar a acuerdos con el narco” si en esa batalla han sido asesinados más de 300 mil seres humanos en una guerra sin fin? Yo no creo mucho en la propaganda que se ha hecho contra ellos; pienso que el gobierno ha asesinado a muchos más para “quitarlos del camino y acabar con la oposición”. ¿Cuántos secretos muy bien guardados hay en la relación narcos-gobierno-empresarios? Por lo menos desde hace 40 años han sido denunciados arreglos entre narcos-militares-gobierno-EEUU. AMLO va bien con esas posiciones, pero, ¿hasta dónde aguantarán los medios de información –la TV en particular- para difundir los hechos?
2. Las declaraciones de López Obrador acerca de la probable amnistía a los narcotraficantes le soltó el estómago a políticos y empresarios. Ahora sí me empiezo a convencer –de hecho antes que se inicien formalmente las campañas- que AMLO ya se los jodió a todos con ésta y otras declaraciones que los saque de quicio. Por ejemplo: a) profundizar con académicos de la UNAM, las investigaciones de la empresa Odebrech donde no sólo está implicado el “hijo de papi” Lozoya, sino también Calderón y Peña por recibir miles de millones de pesos; b) Investigar a las fuerzas armadas si buscan sustituir al gobierno civil; c) apoyar a las manifestaciones de masas para anular leyes que buscan evitarlas; d) apoyar sólo las ganancias empresariales que sean justas; e) reducir –por decreto- todos los salarios o ingresos que sobrepasen los 100 mil pesos al mes y aumentar el salario mínimo o ingreso a 10 mil al mes.3. Veo que la policía busca en colonias pobres o proletarias a los que llama “pájaros de cuenta”, es decir, a los jóvenes desempleados que se roban un bolso de mano para conseguir algo para comer; pero no se investiga a los 50 multimillonarios mexicanos para conocer los métodos y los apoyos de que se valieron para obtener esas gigantescas riquezas que hoy los hacen aparecer en la lista de los hombres más ricos del mundo. ¿Cuántas fábricas y trabajadores explotan, que clase de negocios tienen, con qué políticos están aliados y en qué país o países depositan sus capitales? ¿Por qué no pagan impuestos y de qué estrategias se valen para que se los condonen? Hay cientos de temas como éstos – que están directamente ligados a la explotación, la miseria, en enriquecimiento, la dominación, que deben investigarse para saber cuáles son las bases de la desigualdad económica y social.

4. Cuando el periódico  La Jornada o la revista Proceso, raramente otra publicación, han destapado un asunto importante en México, nos enteramos de cosas que ni siquiera imaginábamos. No sabíamos que tras la carita bondadosa del candidato Meade del PRI/PAN, estaba la figura de un padre gran político del PRI que estuvo en FOBAPROA, creó el IPAB, que metió en esas dos empresas saqueadoras de México, a sus dos hijos como jefes, proyectando a uno de ellos en la gran política. Por ello es muy importante la historia y las biografías en política. Por ello también he escrito varias veces que el pasado puede “borrarse” después de siete u ocho años de ser destacado en la defensa abierta de los trabajadores. Pienso que Cárdenas, Muñoz Ledo, López Obrador, Monreal, aunque no hayan llegado al izquierdismo y se hayan anclado en la centro/izquierda, ya no podrán regresar al neoliberalismo de donde salieron.

5. Obviamente los saltinbanquis, chapulines o trepadores, dado que no defienden más que el derecho de acomodarse según la orientación del viento, esos son los más peligrosos porque careciendo de ideología, vergüenza o moral, se venden por cualquier cosa que logren. ¿Cuál es la ideología de los Mancera, Barrales, Anaya, Dante, que los diferencie del neoliberalismo o capitalismo empresarial? ¿Por qué coinciden con el gobierno yanqui al combatir a los gobiernos de Corea del Norte, de Venezuela y la lucha autonomista de los catalanes, sino porque también son subordinados? En Yucatán, un viejo marxista muy íntimo amigo, que nunca ha creído en los procesos electorales, me preguntaba: ¿Por qué López Obrador -siendo de izquierda- no condena a los líderes charros, les explica a los obreros y los llama a derrocarlos? Claro me aclaraba: “él no es marxista, sino sólo de centro-izquierda que busca reformar el sistema”.

6. Sí, la realidad es que López Obrador no se ha planteado, ni puede, una transformación profunda de la política y la economía del país; sólo busca una reforma que sea suficiente para crear las bases de la transformación que ayude a erradicar un poco la corrupción, convencer a los empresarios para que limiten la explotación y sus ganancias, convencer a los trabajadores para que participen más en la defensa de sus derechos, tratar de acabar con los privilegios de los políticos y encontrar la fórmula para elevar la producción. Aunque es muy limitado lo que se puede lograr, si llega al gobierno López Obrador sufrirá una fuerte oposición porque los empresarios y políticos nunca han contado con una oposición en el gobierno. Nosotros en la izquierda ya conocimos muchas experiencias, desde Allende en Chile, hasta Chávez, Maduro, Morales u Ortega en Nicaragua. La experiencia de un gobierno de López Obrador en México sería muy importante.

Blog del autor: http://pedroecheverriav.wordpress.com

Comparte este contenido:

Innovar en la educación a través de la ciencia ficción

Por Esteban Fredin/Observatorio ITESM

En la literatura hispanoamericana, los laberintos reflexivo-recursivos de Jorge Luis Borges ya anticipaban las complejidades del mundo interconectado en la era de la información. La invención de Morel (1940) de su amigo Adolfo Bioy Casares, preconizó la vacuidad y angustia de los juegos de simulacro y simulación auspiciados por la tecnología décadas antes de que los las -¿les?- Wachowski concibieran The Matrix (1999). Aún así, la ciencia-ficción es un género a menudo obviado por la academia hispanohablante, donde es más aceptable y común hablar de realismo mágico y de lo real maravilloso.

Sin embargo, en la anglosfera, una alianza inusual entre este género y las corporaciones lleva tiempo gestándose… y es que las compañías están cada vez más preocupadas por generar productos y servicios realmente maravillosos que le devuelvan algo de magia a nuestra realidad. Ese es un problema que la ciencia y la tecnología no pueden resolver por sí mismas; necesitan de la ficción.

Ante esta situación, han nacido agencias como SciFutures, las cuales se especializan en dar asesorías para envisionar futuros posibles a toda suerte de empresas e instituciones. La firma antes mencionada tiene una impresionante cartera de clientes que va desde Pepsico, Ford e Intel, hasta la Marina de los EE. UU. y West Point. Sus ‘analistas’ son autores de ciencia ficción con una amplia trayectoria que trabajan desarrollando narrativas para co-crear, junto con sus clientes, prototipos y otros tipos de propiedad intelectual. A su vez, imparten talleres para emplear este tipo destorytelling prospectivo tanto en la resolución de problemas como en la investigación y desarrollo.

Habrá quien permanezca escéptico ante este tipo de propuestas. Nadie conoce el futuro; la ciencia ficción siempre envejece rápido a medida que se convierte en presente. Sin embargo, el valor de este género no está en su poder predictivo, sino en su capacidad para reformular la situación actual. En 1898 durante el primer congreso de urbanismo, los expertos coincidían en que pronto toda gran metrópolis se ahogaría en estiércol de caballo. Ninguno anticipó que el Modelo T y el fordismo esperaban a la vuelta del siglo y, desde luego, nadie imaginó que la forma en que resolveríamos esa crisis sentaría las bases para la siguiente. Muchas veces la solución está en cómo ciframos un problema; o más bien, el problema existe porque –valga la redundancia– hemos cifrado la situación de forma problemática, así que la solución tendría que reimaginarse en nuevos términos.

También habrá quien vea en esta unión entre la ciencia ficción y los mercados un contubernio irónico. Después de todo, 1984 (1949) y Un mundo feliz (1932), dos grandes novelas de la literatura anglosajona del siglo XX, articularon a través de la ciencia ficción una crítica social de su presente. Cada uno de estos relatos, usando el futuro como hipérbole, expone una de las peores facetas de la humanidad: la brutalidad del fascismo represor y la indolencia del consumismo hedonista. Sin duda, hay algo inquietante en el hecho de que el género que George Orwell y Aldous Huxley elevaron al canon literario se ponga ahora al servicio de las instituciones que sus obras buscaban criticar. Sin embargo, Ken Liu, ganador de dos Premios Hugo y uno de los escritores más prominentes dentro de SciFutures ve esta unión desde una perspectiva pragmática. Escribir sobre futuros posibles para compañías le da la posibilidad de moldear e impactar en el desarrollo de las tecnologías que son importantes para él.

Quizá la mejor cara de la ciencia ficción como prospectiva se observa en el campo de la educación. D.school, la escuela de diseño de la Universidad Stanford, ha utilizado la ciencia ficción como prospectiva para reimaginar totalmente la educación universitaria. El resultado es Stanford 2025: un esfuerzo colectivo entre estudiantes, docentes y administradores para proponer un nuevo modelo educativo que responda a los retos actuales de la educación. Sus propuestas se apalancan en la tecnología para llevar una educación flexible, continua y relevante tanto personal como socialmente a su alumnado.

En México, el Tecnológico de Monterrey ha creado el TecPrize: Moonshots for the future. El proyecto se articula en torno a una serie de retos que buscan propuestas innovadoras y basadas en la tecnología para mejorar la educación superior. El primero de estos, el 10X Learning Prize, premiará al corto cinematográfico, novela gráfica y cuento que ofrezcan la visión más inspiradora de la educación superior para 2049.

Encontrar maneras de activar la imaginación es un componente clave para resolver los retos que la humanidad enfrenta hoy

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 Si la ciencia y la ficción logran complementarse mutuamente, juntas podrán ser de mayor servicio a la humanidad. Quizá el camino hacia un futuro mejor requiere que los artistas y visionarios pasen de la crítica a la propuesta, de imaginar las distopías a crear utopías. En palabras del filósofo esloveno Zlavoj Žižek: “el futuro será utópico o no habrá”.

Fuente: https://observatorio.itesm.mx/edu-news/innovar-en-educacion-a-traves-de-la-ciencia-ficcion

Comparte este contenido:

¿Qué sigue en educación?

Por David Calderón*

Me encuentro con frecuencia -en diálogos en corto y en encuentros con grandes audiencias- con la pregunta: “¿Y ahora, qué va a pasar con la reforma educativa?”. Hay aprehensión por la posibilidad de lo que imaginan como suspensión o revocación, sea un golpe de reversa que pudiera “echar para atrás” lo logrado. Y de ahí, mis interlocutores hacen sus previsiones electorales, sobre la cercanía o lejanía de López Obrador, Meade y el aún innombrada/o candidata/o frentista, entre sí y de cara a la constancia de mayoría que los haría presidente.

Y contesto que, para empezar, no hay algo así como “la” reforma educativa. Eso se puede afirmar por dos razones: una la provee la ciencia histórica y otra la aporta la ciencia pedagógica. No hay “la” reforma educativa porque en la historia de las administraciones federales es una tradición -valga la paradoja- empezar una reforma. Las ha habido estructurales, es decir, reformas al sistema educativo que han involucrado cambios a la Constitución y las leyes, ajustes en la fórmula de financiamiento y de distribución de gasto, cambios en la formación docente y modificación importante a los planes de estudio. Han sido muy pocas. La mayoría de las veces que se ha anunciado una “reforma educativa”, la administración sólo toca uno de estos aspectos en forma aislada. Traigo al estrado a un testigo de pericia y honorabilidad inatacables, para reforzar mi tesis:

“A la carencia de continuidad en aspectos muy importantes de la política educativa (cada sexenio parece ignorar los anteriores), se ha sumado la falta de un proyecto nacional de sociedad, filosóficamente coherente y políticamente viable. Su ausencia ha hecho que muchas medidas de reforma educativa, en sí positivas y acertadas, carezcan de la intencionalidad social necesaria y, por tanto, de verdadera eficacia para transformar las relaciones entre los diversos grupos que integran nuestra sociedad.” La contundente reflexión es de Pablo Latapí, en muchos sentidos el padre de la investigación educativa de la época contemporánea en México. El fragmento citado es de un artículo cuyo nombre no hace sino reiterar mi punto: el texto se titula “Reformas educativas en los últimos cuatro gobiernos” y menciona los procesos de 1958 a 1975 (muchos no saben que hubo cuatro “reformas” entonces, mucho antes de ANMEB, RES y RIEB, siglas para los conocedores del esotérico y endogámico debate en política educativa). ¿La más grande ironía? La fase final del sexenio de Díaz Ordaz se autonombró desde la SEP “revolución educativa”.

La razón pedagógica es que la auténtica transformación educativa es un continuo: toda modificación sustantiva y positiva fue preparada por cambios previos, y debe continuarse en profundidad y amplitud. La reforma debe ser un proceso de cambio permanente y orgánico si queremos contar con un mínimo de congruencia y eficacia.

Así, lo que le tocará al próximo gobierno federal y lo que no podemos dejar de exigirle al actual es seguir los mandatos de ley que son garantía de los derechos de los niños: nos deben una evaluación de desempeño sólida, el informe de los directores a la comunidad que marca el artículo 14 de la ley general de educación y sobre todo un gran cambio en el aprendizaje profesional, no el tardío y empobrecido planteamiento sobre Normales y los cursillos en línea de preparación a las evaluaciones del servicio profesional docente, sólo por mencionar las más clamorosas omisiones, retrasos o rebajas. Y que AMLO, Meade, el frentista o quien quede sepa desde ahora que tienen que seguir más reformas educativas, y que el INEE, la Suprema Corte y las organizaciones de sociedad civil ya no están para desplantes diazordacistas de querer cambiar en discurso para que nada cambie en la realidad. Eso sigue en educación. Y más temas, que abordaré en entregas posteriores.

Twitter: @DavidResortera | @Mexicanos1°
www.mexicanosprimero.org | info@mexicanosprimero.org

Comparte este contenido:
Page 1595 of 2732
1 1.593 1.594 1.595 1.596 1.597 2.732