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Sociedad del conocimiento: ¿Ideología o fase del desarrollo?

Por: Roberto Rodríguez

La expresión sociedad del conocimiento ha conseguido instalarse en el lenguaje ordinario aun cuando adolece de una definición precisa o cuando menos una percepción común de sus rasgos generales y condiciones de operación particulares. ¿Qué es la sociedad del conocimiento, cómo y dónde funciona?, ¿es una fase de desarrollo económico que se puede alcanzar, o bien un nuevo orden social asequible a través de acuerdos entre los grupos sociales, las organizaciones productivas y el Estado?, ¿la sociedad del conocimiento reemplaza o se añade a la sociedad de clases basada en la propiedad?, ¿coincide con los límites de los países, o se sitúa en espacios suprarregionales, o bien en ámbitos meramente locales?, en fin, ¿la sociedad del conocimiento es una realidad o una utopía?

Un gran relato

Ian Miles, de la Fundación Europea para el Mejoramiento de las Condiciones de Vida y de Trabajo (EUROFOUND), refiriéndose a las ambigüedades del concepto, explica, en primer lugar, que la propia existencia fáctica de la sociedad del conocimiento está en cuestión: algunos comentaristas argumentan que todas las formas de sociedad han estado basadas en el conocimiento y que, en la actualidad, sólo en algunas áreas específicas son perceptibles cambios de cantidad y calidad significativos. Otros, en contraste, defienden la idea de que la época actual se caracteriza, precisamente, por la emergencia de cambios cuantitativos y cualitativos a partir de la generación y aplicación de conocimientos científicos (Miles, 2003).

Un segundo rasgo de ambigüedad procede de la utilización del concepto con fines descriptivos y valorativos. Es descriptivo el uso de sociedad del conocimiento en, por ejemplo, los estudios que patrocina la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) para medir y comparar las capacidades educativas, científicas y tecnológicas de los países, la profundidad de los derechos de protección intelectual, o bien la existencia de  sistemas de innovación, es decir, redes entre la empresa, el Estado y la academia para la transferencia de conocimientos en tecnologías y productos (véase OCDE, 2016). En cambio, es un término valorativo cuando se dirime en el debate político, ya sea para persuadir a los ciudadanos para que asuman determinados compromisos y responsabilidades, o bien para confrontar a los gobiernos por la insuficiencia de recursos destinados a los sectores de educación, investigación científica o promoción cultural (Bohme & Sterh, 1986).

¿Por qué, a pesar de sus ambigüedades, la noción de sociedad del conocimiento ha ganado tal predominancia, al grado de identificar con ella lo que la realidad del siglo XXI debiera alcanzar? Principalmente porque es un término optimista, a diferencia del tipo de expresiones con que la filosofía y la sociología intentaron caracterizar el cambio finisecular. Compárese sociedad del conocimiento con, por ejemplo, sociedad postindustrial (Bell), postmodernidad (Lyotard), modernidad radicalizada (Giddens), sociedad del riesgo (Beck), modernidad contingente (Luhmann) o modernidad líquida (Bauman), por sólo citar algunos ejemplos representativos.

El carácter optimista de la expresión suele acentuarse en el debate sobre la sociedad del conocimiento. Todo el peso cultural del término conocimiento y sus nexos significativos con las nociones de verdad, sabiduría, educación, ciencia, etc. recarga el valor semántico de la expresión. Si hay un consenso implícito sobre el valor del conocimiento, entonces es difícil cuestionar la condición deseable de la sociedad del conocimiento. De entrada, es un juego cargado.

¿Cómo oponerse, por ejemplo, a que el Estado y los particulares otorguen prioridad a las inversiones en educación o en investigación científica y desarrollo tecnológico?, ¿cómo esperar actitudes o movimientos de resistencia a propósitos como la calidad educativa o la universalización de la escolaridad?, ¿quién se atreve a cuestionar que el conocimiento, la educación y los productos de tales actividades son bienes públicos de carácter nacional y aun de carácter global?

El discurso de la sociedad del conocimiento opera, en este sentido, como el gran relato, en la terminología de Lyotard, del siglo XXI. Paradójicamente, justo en el momento en que se había previsto el fin de las metanarrativas. Pero, además, se articula con otros cuerpos conceptuales con gran carga ideológica, política y práctica en el presente: las nuevas teorías del crecimiento económico, en sus distintas variantes; las perspectivas políticas de la universalización democrática y, desde luego, con el discurso de la globalización.

En efecto, hoy existe alto grado de consenso sobre la importancia del conocimiento científico como un elemento que genera valor al entrar en contacto con procesos productivos y servicios. No se trata del consabido diferencial de productividad por uso intensivo de tecnología.

Es una noción más amplia: las economías que incorporan fuerza de trabajo calificada, tecnología de vanguardia, e innovaciones en los procesos de producción, gestión y mercadeo, adquieren ventajas comparativas, mejoran su competitividad, crecen más rápidamente y obtienen mayores ganancias. Si bien esta cadena de factores se vuelve trivial, por conocida, al referirla a la competencia empresarial, su pertinencia resulta menos obvia en el nivel macroeconómico, donde los factores de acumulación y crecimiento del producto, así como los procesos de distribución, suele ser más complejos y diferenciados.

En este último aspecto, un grupo importante de economistas, así como las principales agencias multilaterales y la banca internacional de fomento han establecido correlaciones positivas entre el desarrollo científico y tecnológico, la formación de capital humano, las capacidades de innovación, el grado de competitividad internacional, y el nivel y ritmo de crecimiento macroeconómico. Aún está en debate el orden de los factores, principalmente si la inversión en educación e investigación científica, como tal, genera desarrollo y crecimiento, o si viceversa el nivel de desarrollo conseguido genera oportunidades en esos rubros.

También se discute hasta qué punto el nivel de escolarización afecta positivamente los índices de productividad, de qué manera la inversión en ciencia y tecnología se concreta en competitividad, y cuáles son, en todo caso, los límites del modelo. No obstante, al lado del debate académico, en la mayor parte de los países avanzados y en las regiones con economías más sólidas ocurre una definida percepción sobre la necesidad y ventajas de avanzar hacia un estadio de desarrollo descrito en términos de sociedad del conocimiento (véase Strulik et al., 2012).

Entre las pautas que apuntan en dirección de la sociedad del conocimiento, se identifican entre otras las siguientes:

• La consolidación de la sociedad de la información expresada en términos de la tendencia hacia la integración de redes informáticas, en sustitución del modelo de acceso aislado al poder de cómputo.
• Convergencia digital. Alude a la expansión sobre procesos, productos y medios de tecnologías de base digital e informática.
• Una creciente importancia de las innovaciones como fuente de competitividad y como instrumento para acrecentar la eficiencia y eficacia de organizaciones de todos tipos. La innovación se define, en términos generales, como aplicación de conocimientos para renovar la forma de hacer cosas.
• El desarrollo de economías centradas en servicios. Se subraya el papel del sector servicios en la provisión de bienes intangibles para clientes específicos, particularmente procesamiento de información e interacción humana.
• Aprendizaje social. El concepto involucra inversiones sustantivas para mejorar la calidad de la educación y la capacitación, así como para determinar el orden de destrezas y conocimientos económica y socialmente relevantes. A nivel político, la idea de aprendizaje continuo y permanente se ubica como una prioridad clave, con particular énfasis en moldear sujetos adaptables con capacidad para adquirir nuevas competencias y aprendizajes.
• Los propios retos de la globalización, que estimulan las tendencias apuntadas, las cuales, a su vez, actúan como soporte e incentivo de corrientes globales.

La otra cara de la moneda

Pese al entusiasmo que recubre el discurso sobre la sociedad del conocimiento, conviene reconocer que las transformaciones involucradas no escapan a tensiones y resistencias, aún en el mundo desarrollado.
Entre las fuentes de conflicto identificadas se mencionan, entre otras: las tendencias a la polarización desencadenadas por una injusta distribución de las oportunidades educativas; las pautas de exclusión laboral que provienen de cambios tecnológicos y organizativos, así como el desplazamiento de sectores productivos y laborales con capacidades de reconversión limitadas; la diferenciación entre economías con mayores o menores posibilidades de promoción de innovaciones; la confrontación entre la lógica de la producción de conocimiento en los centros académicos versus su apropiación y uso en las empresas; la presión sobre las universidades en torno a sus ofertas curriculares y agendas de investigación; las tendencias a la privatización de las instituciones de enseñanza superior y de los centros de investigación científica.

En fin, la dualización del espacio social entre quienes tienen capacidades de generación de conocimiento y los excluidos de este proceso.

La innovación continua y redituable exige tres condiciones: el desarrollo del conocimiento, el fértil intercambio de ideas entre personas informadas y, finalmente, un buen gobierno, sobre todo en lo que se refiere a la protección legal de la innovación. En cada uno de estos frentes existe una brecha cada vez más ancha entre países ricos y pobres, brecha que incluso es más desalentadora que las actuales desigualdades de ingresos. En tal sentido, los vectores de desigualdad de la sociedad del conocimiento, es decir, la brecha entre los capaces y los incapaces, los que saben y los que ignoran, los que tienen acceso y los prescindibles, los consumidores sofisticados y los apenas sobrevivientes, da lugar a oposiciones binarias que recuerdan la conocida confrontación de Umberto Eco: apocalípticos o integrados.

En tales condiciones, la dinámica del proceso, digamos la globalización de la sociedad del conocimiento, abre escenario a tensiones inéditas en la historia, las cuales no pueden dejar de enunciarse en sentido paradójico.
En primer lugar, nunca había existido la concentración de riqueza material del presente, conviviendo con el agudo grado de pobreza en que sobrevive la mayoría. La aparente accesibilidad a toda clase de información es contradicha por la tendencia a la concentración, eventualmente la monopolización, de los medios de comunicación de masas.

Contrasta también la presencia de estímulos para generar y diseminar conocimientos con el celo de los derechos de propiedad intelectual y el combate frontal y violento a las prácticas de piratería en todas sus acepciones.
En plena era del desarrollo de las tecnologías informáticas y de telecomunicaciones, nunca se había mantenido a tantas personas en la incomunicación: la mayoría escucha, mira o se entera, al margen del privilegio de emitir información o tener prácticas de interlocución no triviales.66f2a9f66e48d837f8d9568e3aa7d8b3_l

En el ámbito escolar se viven tensiones semejantes. Se ha convenido, por ejemplo, que el currículum básico se resume en dos competencias fundamentales: la cuantificación y la interpretación de textos. Sólo eso, o lo demás es pretexto para eso. Además, la evaluación de competencias y conocimientos tiende, como tal, a convertirse en el currículum.

Es un franco proceso de inversión: de evaluar lo que se enseña a enseñar lo que se evalúa. La formación media y superior tiende a enfatizar la formación de capacidades acordes a la sociedad del conocimiento, aún en aquellos contextos en que no existe ni el sector productivo, ni el mercado laboral, para colocar a los individuos formados en las mismas. El sincero asombro de los planificadores educativos por la insistencia de los estudiantes o sus familias por acceder a formaciones —saturadas— que, sin embargo, continúan ofreciendo opciones de trabajo en el sector laboral local ilustra este último extremo.

En el ámbito de la investigación científica, particularmente en los países subdesarrollados, incluso las ciencias sociales y las humanidades, se viven paradojas semejantes. ¿Cómo si no calificar el que, por un lado, se adjudique un enorme valor a la producción científica local y, por otro, se estimule, con toda clase de incentivos, la difusión de dicha producción principalmente fuera del entorno nacional y de preferencia en otro idioma?

No en uno ni en dos centros de investigación científica de nuestros países se estimula tal práctica, sino en la mayoría de nuestros ámbitos académicos. ¿Si la producción científica primaria tiene valor, por qué entonces se exporta gratuitamente, es más a costa del proveedor? Sencillamente porque da puntos en la competencia global de los prestigios. Pero, ¿eso genera productividad, competitividad, crecimiento o desarrollo?

Referencias
Bauman, Zygmunt (2003). Modernidad líquida. Fondo de Cultura Económica.
Beck, Ulrich (2002). La sociedad del riesgo: hacia una nueva modernidad. Ediciones Paidós Ibérica
Bell, Daniel (1991). El advenimiento de la sociedad postindustrial. Alianza Editorial.
Bohme, Gernot & Stehr, Nico (1986). Knowledge Society, D. Reidel Publish Company.
Giddens Anthony (1994). Las consecuencias de la modernidad. Alianza Editorial.
Luhmann, Niklas (2006). “La modernidad contingente”, en Las consecuencias perversas de la modernidad. Anthropos.
Lyotard, Jean François (1980). La condición posmoderna, Cátedra.
Miles, Ian (2003). Knowledge Society Foresight, European Foundation for the Improvement of Living and Working Conditions.
OCDE (2016). Measuring Science, Technology and Innovation.
Strulik, Holger; Prettner, Klaus & Prkawetz, Alexia (2012). “The Past and Future of Knowledge-based Growth”. CEGE Discussion Papers, núm. 140.

Fuente: http://www.educacionfutura.org/sociedad-del-conocimiento-ideologia-o-fase-del-desarrollo/

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Ciberguerra y soberanía tecnológica

Por: Enrique Amestoy

Para la mayor parte de la gente los tiempos de la guerra fría han quedado atrás con la caída de la Unión Soviética, para otros la guerra fría continúa, mas fría, mas guerra y mas dura que en 1989. La batalla por el control hegemónico se da ahora en espacios con menos plomo y pólvora; se lucha por el control de los seres humanos a través de los alimentos, el agua y la tecnología.

Dejemos para otro análisis la batalla por el control de las semillas y los alimentos, al “Mundo según Monsanto”, al glifosato y a las movilizaciones de fines de los ’90 de la Vía Campesina o la declaración de Nyéléni, en 2007 con la conceptualización de Soberanía Alimentaria definida como “…el derecho de los pueblos a alimentos nutritivos y culturalmente adecuados, accesibles, producidos de forma sostenible y ecológica, y su derecho a decidir su propio sistema alimentario y productivo.”. Pero no olvidemos que “somos lo que comemos”.

Recordemos las datos revelados en junio de 2013 por el ex agente Edward Snowden, donde se señala a Facebook, Google, Microsoft y Apple, entre otras empresas de Internet y comunicaciones, como parte del programa de vigilancia electrónica denominado PRISM, a cargo de la Agencia de Seguridad Nacional (NSA por sus siglas en ingles) empleado como un medio para la vigilancia a fondo de las comunicaciones y otros datos almacenados en discos o en la nube.

Con la colecta de metadatos de los usuarios, las empresas son capaces de trazar verdaderos mapas mundiales de cada uno de los individuos, sus comportamientos, sus hábitos, gustos y costumbres para luego comercializar dicha información a empresas que luego venden productos por Internet segmentando su público objetivo de acuerdo al producto a ofrecer y el análisis de los metadatos proporcionados por Google o Facebook. Pero también segmentan sobre opciones políticas, sexuales, movimientos o sitios donde ha estado, que pueden ser utilizados con otros fines.

Las redes y la colecta de metadatos fueron claves en los intentos desestabilizadores al gobierno de Nicolas Maduro en Venezuela en febrero de 2014. También fueron clave en la llamada “Primavera Árabe”, protestas comenzadas en Túnez en 2010. Se llegó a censurar o bloquear el uso de las redes (como en Egipto) para impedir que los pueblos se auto convocaran y se utilizó de forma estratégica los datos colectados en las redes para la toma de acciones políticas y militares.

La XV Cumbre Social del Mercosur en julio de 2013 emitió una declaración y propuestas al respecto. Luego la Cumbre de Presidentas y Presidentes del Mercosur emitía una declaración de rechazo al espionaje por parte de los Estados Unidos, la propuesta al GMC de la creación de un Grupo de Seguridad Informática y proponía la utilización de Software Libre como forma de minimizar los riesgos así como la cooperación entre los Estados Parte en materia de tecnología.

La presidenta Dilma Rouseff fue quien mas enérgicamente tomó (al menos públicamente) este tema ordenando, entre otras medidas, que el correo electrónico de todos los funcionarios del Estado brasileño, fuese implementado con servidores en territorio nacional y utilizando la herramienta ExpressoLivre (correo electrónico, video-conferencia, chat) basado 100% en Software Libre e implementado por el SERPRO (Servicio de Procesamiento de Datos de Brasil).

Es que no solamente se reveló que las conversaciones de su teléfono celular habían sido intervenidas. También se supo que se espiaba a la petrolera estatal PETROBRAS (que realizaba prospecciones en la plataforma marítima en búsqueda de petróleo) o de reuniones personales con asesores. Es pública una nota del embajador estadounidense a su presidente donde se le “alerta” de lo que la presidenta había conversado con un asesor unas horas antes.

Es público también el sabotaje cibernético a los sistemas de PDVSA, uno de los momentos críticos del paro petrolero (lock-out) que entre diciembre de 2002 y enero de 2003 paralizó a Venezuela. Quizá en un futuro la historia reseñe el lock out petrolero como una de las primeras experiencias de “ciberguerra” en el mundo. Las compañías transnacionales como Microsoft mediaban su asistencia a través de sus sucursales venezolanas y aportaban sus “puertas traseras” para que los sistemas fueran bloqueados desde fuera del país, probablemente desde USA.

El 2 de enero de 2003 se inició el “rescate” de los sistemas informáticos de PDVSA apoyado en gran medida en las comunidades organizadas vinculadas al Software Libre en Venezuela. Ya el 8 de enero PDVSA comenzaba a quedar operativa. El Decreto 3390, pionero en la región y tal vez el mundo entero, del 23 de diciembre de 2004, señalaba, en lo medular, que el Estado tendería a la utilización de Software Libre y de Estándares Abiertos en sus sistemas informáticos.

El 23 de abril de 2014 el Senado Federal de Brasil aprueba la Ley 12.965 mas conocida como Ley de Marco Civil de Internet. Ley paradigmática, que entiendo debería tomarse como modelo en el mundo entero. Comienza su camino en 2009 cuando el Ministerio de Justicia y la Fundación Getulio Vargas proponen la primer fase de un proceso colaborativo de construcción de un marco regulatorio de Internet. Tuvo varias etapas de consulta ciudadana antes de ingresar a la Cámara de Diputados donde fuera aprobada el 25 de marzo de 2014. Finalmente fue aprobada por el Senado el 23 de abril de 2014 en el marco de la NetMundial (encuentro de “múltiples partes interesadas en el futuro y la gobernanza de Internet”). En su artículo 9° defiende la Neutralidad de la Red (ausencia de cualquier tipo de prioridad, así como barreras de acceso, a la información que viaja por Internet), la naturaleza participativa de la red, el derecho absoluto al acceso a Internet, los derechos humanos y el ejercicio de la ciudadanía a través de medios digitales.

En el mes de mayo de 2015 en Uruguay la ANEP (Administración Nacional de Educación Pública) firma un inédito acuerdo entre el Plan-Ceibal (plan que ha distribuído 700.000 computadoras entre niños y adolescentes en todo el país y que fuera buque insignia del primer gobierno de Tabaré Vazquez) y la firma Google. Ceibal utilizará las “Google for Educations apps” y ofrecerá a docentes y alumnos cuentas de Gmail con espacio ilimitado. Estas cuentas son simples cuentas de Gmail, subordinadas a la legislación de los EEUU, con almacenamiento en territorio donde Uruguay no tiene jurisdicción. La “nube” de Google mas el correo potencialmente para 700.000 niños.

Como hasta el momento no existe información clara, ofrecida institucionalmente a la ciudadanía, respecto a: cómo se tomó la decisión, qué políticas educativas y tecnológicas justifican esta decisión, quiénes participaron de la toma de decisión, cuales son los alcances del acuerdo, cuales son las políticas de privacidad sobre datos personales y que legislación ampara la decisión, un grupo de organizaciones sociales, la UDELAR (Universidad de la República), investigadores, etc, han emitido una carta pública, abierta y con la posibilidad de ser firmada por quien esté de acuerdo en https://nogoogleappsedenuy.wordpress.com/ donde se manifiesta la preocupación por el acuerdo que, en tanto secreto, se parece mucho a lo propuesto por el TISA (Acuerdo de Comercio de Servicios) y que el gobierno uruguayo analiza su ingreso. Tratado de libre comercio con EEUU y la UE que potencialmente comprometería a servicios básicos como educación o salud. Actualmente integran el TISA desde América del Sur, Chile, Colombia, Perú y Paraguay. El debate por el ingreso al tratado de libre comercio genera debates entre los sectores del Frente Amplio.

Sobre la infraestructura informática hay mucho para decir. Tal vez lo medular es que mas del 80% de las páginas web o direcciones de correo electrónico de nuestra América Latina están alojados en computadoras del norte, básicamente en USA. Lo mismo sucede con el tráfico de Internet: por encima del 65% del tráfico local pasa por hubs o nodos situados en los Estados Unidos. Un correo electrónico desde Argentina a Brasil pasa primero por Estados Unidos (con la consiguiente pérdida de control, espionaje y perdida de soberanía que ello implica). ¿Quién paga el costo del tráfico sur-norte de un email o el acceso a una página web? SIEMPRE lo paga el país del sur.

Miremos brevemente alguno de los cables de fibra óptica subacuáticos que utilizamos a diario para lograr el acceso a Internet en nuestros países:

(*)Trazado de los cables de fibra óptica actualmente existentes

Cable: South American Crossing (SAC)/Latin American Nautilus (LAN)

Valparaíso – Chile / Lurin – Perú / Colón – Panamá / Fortaleza – Brazil / Las Toninas – Argentina

Propietario: Telecom Italia, Level 3 Comunications

Cable: Atlantis-2

Las Toninas – Argentina / Fortaleza – Brazil / Lisboa – Portugal

Propietario: Telefonica, Telecom, AT&T, Verizone, TATA, otros

Cable: Eulalink

Fortaleza – Brazil / Lisboa – Portugal

Propietario: Telebras, Islalink

Cable: South America Pacific Link (SAPL)

Santiago – Chile / Balboa – Panamá / Hawaii – USA

Propietario: Ocean Networks

Cable: South Atlantic Cable System (SACS)

Fortaleza – Brazil / Luanda – Angola

Propietario: Angola Cables

A grandes rasgos tenemos cables que por el Atlántico y el Pacífico conectan a nuestros países y solo dos que nos llevan a Europa, uno solo que hace de puente con Asia y uno con África. Todos en manos de transnacionales salvo rarísimas excepciones. Esto quiere decir que, a solicitud de los países centrales, nuestro continente podría quedar desconectado del mundo.

En octubre de 2014 se hizo público que el ente estatal de telecomunicaciones de Uruguay ANTEL, en asociación con Angola Cables, Algar-Telecom Brasil y Google, conectaría, con un costo de 73 millones de u$s, un cable de fibra óptica de 10.5km y seis pares de fibra, entre Boca Ratón, Florida, en Estados Unidos con Fortaleza en Brazil y Maldonado en Uruguay. Si: en medio de este indudable proyecto de soberanía y ahorro en las telecomunicaciones está uno de los “brazos armados tecnológicos” del imperio.

La Cumbre de las Américas 2015 en Panamá invitó al creador de Facebook, Mark Suckerberg. El empresario tuvo reuniones con Presidentas y Presidentes. Fue difundida la fotografía con la Presidenta Dilma Rouseff que lucía una casaca con el logo de Facebook y la bandera de Brasil.

El empresario quiere llevar adelante en el mundo un proyecto “filantrópico” denominado internet.org (similar a George Soros y su Open Society Institute, arraigado en mas de 100 países y que apoya a varias organizaciones de “datos abiertos” o “gobierno abierto” en nuestra región).

A grandes rasgos trata de dar acceso a Internet por celular a los “pobres del mundo”. El negocio entre Facebook, el país donde se implementa y una empresa de telefonía local se basa en brindar en forma gratuita el acceso a Internet a algunos sitios web previamente pactados; en la India se accede a 16 sitios. Violando, entre otros, la neutralidad de la red y generando público 100% cautivo (como con los telecentros que funcionan en la favela Heliópolis en Sao Pablo, a cargo de Facebook).

En defensa de la soberanía y la independencia tecnológica entiendo que al menos se deberían proponer acciones tendientes a lograr:

• Centros de datos regionales e interconectados.

• Fibra óptica soberana, basada por ejemplo en el Proyecto de Fibra Unasur.

• Implementación de medidas supranacionales de ciberseguridad.

• Legislación que defienda al usuario como la de Marco Civil da Internet.

• Puesta en funcionamiento del Grupo de Seguridad Informática del Mercosur.

• Legislaciones supranacionales de fomento del uso de Software Libre y Formatos Abiertos.

• Capacitación a usuarios y tomadores de decisiones.

• Capacitación en el uso seguro de Internet y sistemas informáticos.

• Ejemplos como Plan Ceibal (Uruguay), Canaima (Venezuela), Conectar Igualdad (Argentina), debieran ser tomados como base, interconectarlos, unificarlos.

• Unificar distribuciones Linux regionales (Huayra, Canaima, Nova Linux, etc)

• Posturas regionales en los ámbitos internacionales de gobernanza de Internet como son la

Agenda Global de Internet, UIT (Unión Internacional de Telecomunicaciones)

• Alternativas a Google (la nube de SERPRO basada en Software Libre por ejemplo)

• Propuestas alternativas, contra hegemónicas, a las redes sociales, como Facepopular .

Esto no debe aislarnos de las tradicionales ya que son “donde la gente está”. Debemos buscar la forma de tener redes con control soberano que nos permitan interactuar con los actuales usuarios de las redes tradicionales; de lo contrario quedaríamos aislados en un mundo virtual de “convencidos” que no ayudaría en nada a la lucha contra hegemónica.

Invito al lector a que agregue propuestas a esta pequeña lista de ideas y acciones a llevar a cabo, a modificarlas, a generar un gran debate social sobre la Internet y el mundo que queremos.

Fuente: http://www.rebelion.org/noticia.php?id=200944

Imagen: http://www.rosalesuriona.com/spip.php?article894

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Rostro del futuro: sueño, realidad y desafíos

Carlos Ayala Ramírez

«10: nuestro futuro depende de las niñas que cumplen esta edad decisiva” es el título del informe sobre el estado de la población mundial 2016, publicado por el Fondo de Población de las Naciones Unidas. Según el documento, a los 10 años las niñas se aproximan a la pubertad, edad en que muchas personas empiezan a verlas como activos para el trabajo, la procreación o las relaciones sexuales. En consecuencia, si sus derechos no se protegen adecuadamente —a través de leyes, servicios e inversiones oportunas—, pierden para siempre la oportunidad de desarrollarse en la adolescencia y llegar a la madurez. La situación puede ser especialmente desalentadora para las que viven en un país o una comunidad pobre, o en una zona rural. Se estima que hoy en día más de 60 millones de niñas de 10 años están a punto de emprender su viaje por la adolescencia hacia la edad adulta. La preocupación principal está en saber si estarán sanas cuando la alcancen, si habrán participado en una educación de calidad, sí tendrán poder para tomar sus propias decisiones y trazar su futuro. Para que ello suceda, según la ONU, es inevitable invertir en el potencial de todos los niños y niñas de 10 años, considerándolos no solo como la infancia de hoy, sino también como las personas adultas del futuro, como los padres y madres de la próxima generación. De ahí la necesidad de construir alternativas viables de esperanza.

En esta línea de sueños deseables y posibles, en el informe se habla de imaginar un mundo nuevo para las niñas de 10 años. Un mundo que las valora, nutre y protege de verdad. Donde su horizonte se expande y diversifica. Donde los pueblos acuerdan que deben respetarse plenamente sus derechos humanos, y esto queda plasmado en las leyes y prácticas jurídicas, así como en las normas sociales. Donde nadie piensa que una niña está lista para contraer matrimonio o tener hijos hasta que cumple, como mínimo, 18 años. Donde nadie espera que deje la escuela para ocuparse de las tareas del hogar o trabajar a cambio de un salario. Un mundo donde una niña de 10 años tiene la comida suficiente, en cantidad y calidad, para satisfacer las necesidades nutritivas de su cuerpo en desarrollo. No padece malnutrición ni obesidad. Tiene a su disposición servicios de salud cercanos y cuidadores capacitados que la escuchan atentamente, respetan su necesidad especial de privacidad y permanecen atentos a sus posibles vulnerabilidades. Mientras se encuentra bajo el ala protectora de su familia, tiene las mismas oportunidades que los niños de explorar el mundo que la rodea, hacer amistades y participar en las interacciones sociales. Los miembros de su familia y su comunidad la animan a que expresen su opinión y le ofrecen orientación, pero también respetan sus decisiones. Esta niña disfruta de acceso equitativo al mundo digital y la oportunidad de aprender de manera segura, libre de peligros. Este es el sueño.

Desde luego que esta visión de futuro esperanzador está acompañada de propuestas específicas que pretenden incidir en la transformación de la realidad en la que actualmente viven millones de niñas en el mundo. De acuerdo a datos del Fondo de Población, las niñas y niños de 10 años (125 millones) son parte de la población de jóvenes más numerosa de la historia de la humanidad. La mayor parte de ellos viven en las regiones más pobres o menos desarrolladas del planeta. La Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible, adoptada por 193 países de las Naciones Unidas en 2015, obliga explícitamente a no dejar a nadie atrás en el curso del desarrollo de cada nación. Es una exigencia al mundo de que ninguna niña de 10 años permanezca al margen, abandonada a la pobreza, la enfermedad o la ignorancia. A través de la inversión en salud y educación, y el empoderamiento de las niñas se sientan las bases para el desarrollo humano de este sector.

A partir de la centralidad humana y estratégica dada a las niñas de 10 años, se plantea un conjunto de desafíos para los Estados miembros y sus respectivas sociedades. Se habla de estipular la igualdad jurídica de las niñas. De prohibir todas las prácticas nocivas contra ellas y de establecer en 18 años la edad mínima para contraer matrimonio. De facilitar una educación segura de gran calidad que defienda plenamente la igualdad entre los géneros en el plan de estudios, las normas docentes y las actividades extracurriculares. De promover una atención sanitaria universal y establecer revisiones de la salud física y mental de las niñas. De ofrecer una educación sexual integral universal al inicio de la pubertad y lograr que niñas, niños y las personas a su alrededor participen en el cuestionamiento y el cambio de las normas de género discriminatorias.

Finalmente, el documento destaca que hacer realidad el sueño del mundo nuevo para las niñas de 10 años depende de las decisiones de un gran número de personas diferentes: desde los padres hasta los encargados de la formulación de políticas, pasando por los docentes, profesionales de la salud, economistas, emprendedores, periodistas y líderes comunitarios. Todos debemos participar en la consecución de este rostro del futuro.

Fuente del articulo: http://www.alainet.org/es/articulo/181227

Fuente de la imagen:http://www.alainet.org/sites/default/files/styles/articulo-ampliada/public/ninez-mujeres.jpg?itok=h1sXr7X0

 

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A dos meses de que concluya el año: puro cuento

Abelardo Carro Nava

Prácticamente a un par de meses de que concluya este convulsionado 2016, el escenario educativo en México, parece haber entrado en un impasse que ha llevado al gobierno federal, lanzar campanas al vuelo afirmando que la “reforma educativa” es una realidad. Hechos para sustentar mi dicho hay muchos y muy variados, por ejemplo: el apaciguamiento de una aguerrida Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE), o la aplicación de la Ley General del Servicio Profesional Docente (LGSPD) en Chiapas y Michoacán – entidades donde su ejecución no se había dado por completo – para el ingreso de personal docente al Sistema Educativo Mexicano (SME).

Asuntos nada menores que, como decía, han llevado al mismo Presidente de la República, a afirmar que dicha reforma es una realidad en mi México querido. ¿Lo duda? Le invito a que revise parte del discurso que emitió en Colombia Peña Nieto durante la XXV Cumbre de Jefes de Estado de Iberoamérica (Excelsior, 29/10/2016).

No obstante lo anterior, es que cabe preguntarse: ¿esto es así? Veamos. Indiscutible es, el que la CNTE ha bajado la guardia en estos meses, producto de las negociaciones que tuvo con la Secretaría de Gobernación, de las cuales, poco o nada se sabe, y eso que en días pasados el propio Secretario, Osorio Chong, ventiló a los medios de comunicación, que serían públicos los acuerdos a los que se llegaron en las “mesas de negociación”. Indiscutible es, el que los foros de consulta que se organizaron con el propósito de “recabar” propuestas con relación al modelo educativo planteado por la Secretaría de Educación Pública (SEP), en voz de su Secretario, Aurelio Nuño, se hayan llevado a cabo en las entidades federativas y con la participación de diversos actores. Indiscutible es, el que la LGSPD se haya aplicado en el territorio mexicano para “asegurar” el ingreso de los mejores maestros al SEM. Indiscutible es, el que el Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE), esté sometido a los designios del propio Presidente y del Secretario Nuño. Todo esto es indiscutible. Sin embargo, sobre éstas cuestiones, hay varias consideraciones que hacer al respecto.

Hace unos días en este mismo espacio, Carlos Ornelas, planteó algunas ideas con relación a la CNTE y su probable desistimiento a la lucha y confrontación por la aplicación de lo que ellos han nombrado “la mal llamada” reforma educativa. Y es cierto. Tal parece que las negociaciones que hace meses tuvieron lugar en la Ciudad de México entre la Coordinadora y el Secretario Chong, les trajo buenos dividendos. Coincido, las aguas están calmadas pero dudo que sea por mucho tiempo. ¿Por qué? No olvidemos que en el 2017 comienza la carrera por la silla grande – si no es que ya inicio desde el 2012 – y, como grupo antagónico, será una pieza importante a considerar por los candidatos a la Presidencia de la República o… ¿cree usted que no será así?

Por lo que respecta a los “foros” que se realizaron en varios estados de la República, sigo creyendo que éstos fueron utilizados para legitimar lo que desde la calle de República de Argentina se planteó en su momento: un modelo educativo que carece de elementos pedagógicos y que varios especialistas, académicos, investigadores, columnistas, entre otros, nos hemos encargado de señalar en reiteradas ocasiones. ¿Serán públicos los resultados que se obtuvieron en dichos foros?, ¿se harán modificaciones al modelo propuesto por la SEP?, ¿se integrarán las “propuestas” que formularon los profesores y ciudadanos participantes? Si así fuera, ¿cuál sería el sustento pedagógico que se emplearía para sustentar dichos cambios a la curricula, por ejemplo? La realidad dista mucho de la retórica y, hasta el momento, solo hemos escuchado un discurso, por parte del Secretario, plagado de buenas intenciones, pero que no acaba de aterrizar por completo.

Por lo que respecta a la LGSPD, considero que difícilmente veremos un cambio. El mismo Secretario Nuño ha dicho en reiteradas ocasiones que no está en sus manos realizar modificaciones, y es cierto. Como ordenamiento legal que emana de la Constitución Política, les corresponde a los “representantes” del pueblo hacer los ajustes necesarios. Por este motivo, dudo mucho que en lo sucesivo seamos testigos de una reforma a la reforma educativa, tal y como Gil Antón lo ha planteado. Obviamente algún partido político, cuya intención sea la de apoyar fuertemente a su candidato, intentará vender la idea de que se harán algunas modificaciones pero… puro cuento.

Finalmente, quiero pensar que el SNTE despertará del letargo en el que se encuentra – obligado quizá –. El momento electoral lo obligará a ello. La pregunta en todo caso sería si seguirá apoyando al régimen que ha trastocado al magisterio. El control de los maestros no lo tiene y, como pintan las cosas, dudo que lo tenga en el 2017 y 2018. Juan Díaz de la Torre no es Elba Esther, y los tiempos que le ha tocado vivir al primer aludido, son totalmente diferentes a los que vivió la profesora Gordillo. ¿Será el fin del Sindicato más grande de América Latina? Es posible. La polarización y encono que se vislumbra en los próximos años, dada la contienda electoral, aseguran esta idea. ¿Sumisión o rebeldía? Ahí está el dilema.

En suma, pareciera ser que el impasse que refería al inicio de estas ideas, es una vaga ilusión veraniega. Como podemos darnos cuenta, las cosas se están moviendo por debajo de la mesa. Tristemente, la mejora educativa ha pasado, pasa y pasará a un segundo plano cuando de elecciones estamos hablando y eso, lejos del discurso y de la presunción que el propio Presidente haga en diversos eventos, jode y jode al pueblo de México.

No, no es pesimismo de mi parte. Ojalá lo fuera. La educación, como proceso de formación de los seres humanos, les corresponde a los diversos agentes que se ven inmersos en ella. Los maestros, estoy convencido, están trabajando en ello pero dudo que muchos otros actores estén haciendo y cumpliendo su parte.

Tiempo al tiempo.

Fuente del articulo: http://www.educacionfutura.org/a-dos-meses-de-que-concluya-el-ano-puro-cuento/

Fuente de la imagen: http://www.educacionfutura.org/wp-content/uploads/2016/08/CqfCNGmUAAA2bMd-300×190.jpg

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Juventud, Emprendimiento y Educación en la XXV Cumbre Iberoamericana

Francisco Javier Lozano Díaz

El pasado 28 y 29 de Octubre tuvo lugar en Cartagena de Indias (Colombia) la XXV Cumbre Iberoamericana, donde se dieron cita las Jefas y los Jefes de Estado y de Gobierno de 22 países iberoamericanos entre los que se encontraba México, representado por Enrique Peña Nieto, Presidente de la República. Donde se desarrolló un ciclo de exposiciones de actividades para la cooperación iberoamericana centrada en los tópicos: “Juventud, Emprendimiento y Educación”. Destacándose entre ellos, el Pacto Iberoamericano de Juventud.

La finalidad de la Cumbre era reunir a mandatarios de las máximas instituciones de los 22 países iberoamericanos para dialogar y contribuir al desarrollo de un documento expositivo de las acciones concretas a implementar sobre los temas “Juventud, Emprendimiento y Educación”. Al final de la Cumbre se firmó una declaración de compromiso por parte de todos los países asistentes que exponía en primer lugar de relevancia lo siguiente:

“el espacio iberoamericano para la promoción del diálogo, la concertación y la cooperación para responder a los desafíos de un mundo en transformación y promover los vínculos históricos, culturales, sociales y económicos entre los países iberoamericanos, con pleno respeto de la soberanía de los Estados y del derecho internacional, valorando tanto la diversidad de sus pueblos como los valores y principios que dan sentido a nuestra Comunidad”.

En el marco de esta declaración se ratificaron 41 acuerdos, destacando entre ellos:

“15. Señalar la importancia de la educación a lo largo de la vida para la adquisición de competencias específicas de desarrollo emprendedor, personal y profesional, factor vital para aprovechar con éxito las oportunidades ofrecidas por nuestras sociedades en permanente transformación.”

Acuerdo que enfatiza la idea del aprendizaje permanente en contextos de cambio social, dando por conseguida la meta de las oportunidades. Entendiendo que la deriva social de constante transformación es suficiente para garantizar la posibilidad de éxito, poniendo el acento en el factor individual de cada persona para afrontar el futuro desde su propio aprendizaje. Y en consecuencia, acuerdan:

“25. Fomentar la creación de mecanismos de reconocimiento de estudios y formación en la región para facilitar la movilidad laboral de los jóvenes, reconocer sus cualificaciones, competencias y experiencias laborales.

Como sucedía en la Unión Europea en 1999 con los inicios del Espacio Europeo de Educación Superior (EEES) que derivó en el Plan de Bolonia y en la actual implementación de equiparaciones universitarias, donde se estructura un marco común de titulaciones superiores para todos los países miembros. Posibilitando así, la acordada con anterioridad, movilidad real de trabajadores cualificados, ya  que se dio solución al problema de la acreditación de formación entre entidades oficiales nacionales diversas. Así un estudiante de Grado en Pedagogía de Italia no deberá pasar un proceso de convalidación exhaustivo para cursar un postgrado de Pedagogías Alternativas en una universidad portuguesa, tampoco para trabajar en un centro particular español en el departamento de orientación académica. Valga de ejemplo.

En este sentido, ya en 2014 los Rectores de diversas universidades iberoamericanas se dieron cita en Río de Janeiro para firmar la Carta de Río, documento exponían las bases de un futuro espacio común de enseñanza superior para Iberoamérica. Aunque, es conocido que para producirse más allá de las intenciones rectorales internacionales, debe existir un compromiso y cooperación política al máximo nivel como en el ejemplo anterior del EEES. Y para ello, un comienzo pueden ser los siguientes dos acuerdos:

“27. Incrementar significativamente y de manera sostenida la inversión en Ciencia, Tecnología e Innovación, como un compromiso que permita afrontar los principales retos que tienen nuestros países.

  1. Intensificar la cooperación Iberoamericana en Ciencia, Tecnología e Innovación con el propósito de complementar las capacidades en infraestructura, equipamiento y recursos humanos, así como fomentar la transferencia y circulación de conocimiento.”

Por último, el encuentro constó de 14 comunicaciones especiales de la cuales ninguna a propuesta de los Estados Unidos Mexicanos, que versaban desde problemáticas políticas como la situación de Gibraltar y el estado español a la reivindicación de la figura del poeta Rubén Darío por parte de Nicaragua.

La conclusión de la XXV Cumbre se concretó con el anuncio de la próxima, que tendrá lugar en la ciudad de La Antigua de Guatemala en el año 2018.

Fuente del articulo: http://www.educacionfutura.org/juventud-emprendimiento-y-educacion-en-la-xxv-cumbre-iberoamericana/

Fuente de la imagen: http://www.educacionfutura.org/wp-content/uploads/2016/11/cumbre_2.jpg

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Si la reforma fuera educativa…

Manuel Navarro Weckmann

El desempeño docente solo puede evaluarse a partir de la observación de la práctica docente y de manera presencial preferentemente, otra forma sería a partir de grabar un video lo cual implica detallar aspectos de evaluación de manera minuciosa… Sylvia Schmelkes Del Valle

A lo largo del tiempo en que se han desarrollado acciones específicas que tienen que ver con la aplicación de la (erróneamente llamada) reforma educativa, la comunidad académica y el magisterio en general, hemos manifestado nuestro descontento porque, lejos de ser benéfica, ha representado un ejercicio obsesivo compulsivo que lesiona los derechos laborales.

Un gobierno federal que muy tarde -a dos años del cierre del sexenio-, “abre” la discusión de una propuesta, dos años después de las mesas de discusión del modelo educativo, se vuelve a intentar generar la discusión nacional en apenas algo más de un mes y sin mayor interés de generar una verdadera consulta entre quienes en verdad tienen en sus manos el conocimiento de fondo de la educación en México: el magisterio nacional.

Muchas son las evidencias de lo que en realidad sucede es el uso excesivo de un lenguaje engañoso, aparentemente académico de la búsqueda de un buen futuro de las niñas y niños, cuando en realidad no se ha hecho más que implementar como se dice coloquialmente “a mata caballo”, acciones que, sin el debido financiamiento, cobertura, análisis e intencionalidad, quedan como un mero espectáculo mediático.

El pasado 30 de agosto, se dieron a conocer los resultados del informe Final de la “Evaluación de desempeño de docentes, directivos y supervisores en educación básica y media superior de México. Análisis y evaluación de su implementación 2015 – 2016”, por parte de la Secretaría Técnica Estrategia Regional sobre Docentes de la Oficina Regional de Educación de la UNESCO para América Latina y el Caribe (OREALC/UNESCO) con sede en Santiago de Chile, la cual arroja -una vez más- evidencias de lo que en realidad se debió aplicar para que la evaluación no fuese considerada atropellada, irregular y punitiva.

En un documento de 315 cuartillas, la UNESCO da cuenta del análisis que, -a solicitud del Instituto Nacional de la Evaluación de la Educación (INEE)- se hace para valorar la implementación y resultados del ciclo de aplicación de la Evaluación del Desempeño, a fin de identificar las lecciones clave para su mejora y futuro. En el estudio se incluye un análisis en que se comparó la experiencia de México con la de otros países de primer mundo como Latinoamericanos, como es el caso de Australia, Canadá, Chile, Colombia, Estados Unidos, Perú, así como el Reino Unido.

A lo largo del documento se insiste en que “mientras mayores sean las consecuencias, se debe procurar una mayor objetividad” (OREALC/UNESCO, 2016, 211), no reducirlo a un simple examen, así como a una planeación argumentada que lo revisa desde un escritorio alguien que desconoce por completo el contexto y las condiciones en el desarrollo del proceso de Enseñanza – Aprendizaje del maestro que está evaluando.

Por otra parte, señala de manera puntual que “sólo si la evaluación docente incluye observaciones de aula se pueden asegurar que las debilidades individuales son recogidas y consideradas con fuerza a través de acciones de desarrollo profesional” (OREALC/UNESCO, 2016, 212), lo cual fue planteado por la propia Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) desde 2013 (año en que se hicieron las reformas constitucionales en materia educativa, situación que ha sido planteada por la propia Presidenta del INEE, pero como es costumbre, no fue aprobado por falta de recursos, el cual se añade a la reducción de más del 70% en algunos rubros importantes de la reforma educativa en México.

No existe duda alguna de que una reforma educativa se hace necesaria en nuestro país; no cabe duda que la evaluación es importante y puedo asegurar que en el magisterio nacional sabemos de la importancia de la evaluación para el mejoramiento de los procesos, pero mientras el Gobierno Federal no entienda que una política educativa debe de ser una prioridad, con los recursos suficientes, al lado del magisterio y planteando acciones que deben ser hechas de manera correcta, y no acomodada a modo para “parecer” que están bien hechas las cosas.

Fuente del articulo: http://www.educacionfutura.org/si-la-reforma-fuera-educativa/

Fuente de la imagen: http://www.educacionfutura.org/wp-content/uploads/2013/12/reforma-educativa-convenio-omplementacion-031213-3.jpg

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Movilidad colaborativa y más sostenible. El caso de Amovens

Isabel Benitez

Pedir, a estas alturas, que volvamos a movernos a pie o en bicicleta es excesivo pero, sin duda, existen formas más sostenibles y eficientes para desplazarse que el coche privado. 

En ocasiones, solo necesitamos hechos. Sí, pueden repetirnos miles de veces las consecuencias que tiene para el medio ambiente desplazarse en un vehículo privado para ir a la tienda de la esquina, pero las grandes cifras nos quedan precisamente tan grandes que cuanto menos nos hacen perder la perspectiva y cuanto más avivan nuestra máxima despreocupación y pasotismo. Por el contrario, lo que funciona es vivirlo en las carnes propias y los ejemplos cercanos.

Yo no soy diferente al resto y, por eso, hace una semanas decidí pasar de la teoría a a práctica y averiguar cuál era el impacto real de mis formas de desplazarme y moverme por este mundo. Usando la calculadora ceroco2.orgdescubrí que recorrer una distancia de 61 kilómetros en coche -uno de esos vehículos a motor que van vacíos la mayor parte del tiempo excepto por el conductor (¡y pronto ya ni eso!)- suponía emitir a la atmósfera 13 kilos de CO2, mientras que elegir la opción más sostenible -el transporte público; andando me parecía excesivo- resultaba solo en la emisión de 2 kilogramos del mismo gas pernicioso al entorno.

Después de años y años de dudas, por fin he comprendido que lo que nos cuentan es verdad y que buscar formas de movilidad más sostenibles tiene sentido. Si se puede, ¡claro! Porque, para poder elegir esas otras opciones, estas tienen que funcionar.

En Extremadura, donde vivo, no siempre es el caso. De ahí la dependencia no solo cultural sino vital del vehículo privado. Los autobuses no llegan, y el tren… ¡ay, ese gran olvidado!

Tal vez por eso mismo el consumo colaborativo ha sido recibido como verdadero agua de mayo en una región dispersa y con serios problemas de comunicaciones. Compartir trayectos en coche e incluso el alquiler de coches entre particulares se están convirtiendo en la solución a muchos de nuestros problemas, más allá de ayudarnos a salvar distancias que, de otro modo, no podríamos cubrir.

Estas alternativas de transporte son económicas y flexibles, adaptándose a los rasgados bolsillos extremeños, a los horarios más intempestivos, y a los no tanto que, así y todo, siguen sin quedar cubiertos por el transporte público. Son las principales motivaciones para optar por la movilidad colaborativa, a la que se unen otras ventajas como que nos brindan la oportunidad de conocer a gente interesante o el hecho de saber que contribuyen a reducir la contaminación ambiental: hay menos vehículos en las carreteras y las ciudades, por lo que estas se descongestionan, y los que hay se aprovechan y usan de forma más eficiente porque llevan a más gente a bordo. Sirva de ejemplo el caso de Amovens, una de las plataformas de movilidad colaborativa más populares en nuestro país, cuyos usuarios evitan la emisión de entre 1/2 y 1 millón de toneladas de CO2 a la atmósfera al usar sus servicios.

Fuente del articulo: https://isabelrbenitez.wordpress.com/2016/09/07/movilidad-colaborativa-y-mas-sostenible-el-caso-de-amovens/

Fuente de la imagen: https://isabelrbenitez.files.wordpress.com/2016/08/future_carshare_500.jpg?w=300&h=26

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