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Sor Innovación, la monja que ha revolucionado la educación española

Por: Noticias La Información

  • Montserrat del Pozo, directora del colegio Montserrrat de Vallvidrera, ha implantado con éxito las teorías de Howard Gardner sobre inteligencias múltiples.

  • Howard Gardner defiende que, así como hay muchos tipos de problemas que resolver, también hay muchos tipos de inteligencias.

    El 11 de mayo de 2011, el psicólogo Howard Gardner recogió en Oviedo el Premio Príncipe de Asturias de las Ciencias Sociales. Le acompañaba la madre Montserrat del Pozo, ‘sor Innovación’, directora del colegio Montserrrat de Vallvidrera, un centro que implantó a mediados de los noventa un método educativo basado en sus teorías.

    La teoría de las inteligencias múltiples es un modelo propuesto en 1983 este profesor de la Universidad de Harvard. Para él, la inteligencia no es un conjunto unitario que agrupe diferentes capacidades específicas, sino una red de conjuntos autónomos e interrelacionados.

    Howard Gardner defiende que, así como hay muchos tipos de problemas que resolver, también hay muchos tipos de inteligencias. Hasta la fecha, Howard Gardner y su equipo de la Universidad Harvard han identificado ocho tipos distintos de inteligencia: lingüístico-verbal, lógico-matemática, viso-espacial, musical, corpóreo-cinestésica, intrapersonal, interpersonal y naturalista.

     Aplicada a la educación, la teoría supone reconocer las ‘inteligencias’ que destacan en cada alumno para potenciarlas y, al mismo tiempo, incentivar las menos desarrolladas. En la práctica, este modelo se traduce en que los contenidos curriculares se abordan desde un proyecto diseñado a la medida de cada alumno, con actividades específicas para cada uno, un modelo en el que el profesor se convierte en ‘coach’ (entrenador), guiando el proceso, suscitando preguntas en el alumno y estimulándolo en la adquisición de conocimientos.

    ¿Y cómo se adapta esta teoría a los alumnos de ‘sor innovación’? El alumno que estudia en el colegio Montserrat arranca su jornada con momento de reflexión en los que toma conciencia de que el día ha empezado. Después, desarrolla el plan de la jornada y sus objetivos y lo comenta con su profesor-coach y sus dos compañeros del grupo base. Las clases se desarrollan a lo largo de varias horas y en ellas se llevan a cabo proyectos interdisciplinares.

    Una vez han invertido parte de su mañana en este proyecto, los alumnos se concentran en los de otras materias, como Física y Matemáticas o, por la tarde, de Lengua.

    Preocupada por el fracaso escolar

  • Antes de convertirse en ‘sor Innovación’, un apodo que le puso la prensa española y del que no reniega, Montserrat se formó en Filosofía y Letras, Imagen y Sonido y Psicología y Gestión Familiar, pero fue la preocupación por el fracaso escolar la que le llevó a indagar en la teoría de las Inteligencias Múltiples del psicólogo e investigador estadounidense Howard Gardner, de la Universidad de Harvard.

    Del Pozo no nació en la época del móvil pero hoy no concibe su tarea sin una ‘tablet’. Dice que los alumnos pueden aprender a hacer un examen por Twitter y llevar el teléfono a clases. Asegura que, aunque a muchos adultos les cueste comprenderlo, las tecnologías son hoy un medio «imprescindible» para las relaciones sociales entre los jóvenes.

    «La tecnología ayuda mucho a que se acelere el proceso de cambio escolar, pero no es el cambio en sí mismo. Es una herramienta más. Hoy los alumnos son digitales y no solo porque utilicen esas herramientas sino por la forma que tienen de codificar», señala.

    Admite que en el ámbito educativo muchas veces la tecnología es vista como una «amenaza», pero, asegura, l a clave es educar en la «ciudadanía digital», de tal forma que los alumnos aprendan a utilizar estas herramientas para el desarrollo de sus capacidades.

    «El futuro es la robótica. Si el colegio no enseña la robótica, dónde la van a aprender… Hoy ningún alumno nuestro lleva un reloj, todos están con el móvil y no ven la televisión sino todo lo ven en Internet. Si todo esto lo educamos, es fuente de sabiduría», concluye.

    Fuente: http://noticias.lainformacion.com/educacion/Sor-Innovacion-revolucionado-educacion-espanola_0_946105755.html

 

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Consideraciones esenciales para la construcción de la Política de Financiamiento de la Educación Superior en Latinoamérica

Luis Emilio Torres Núñez (*)

La creciente incapacidad económica que vienen presentando los Estados latinoamericanos para asignar suficientes recursos públicos a sus sistemas de educación superior (SES), cada vez más masificados, han convertido el tema del financiamiento de la Educación Superior (ES) y la responsabilidad que tienen los Estados nacionales para la promoción de la ES como derecho humano, en un debate permanente, presente en todos los niveles de la vida socio-política del país: en la opinión pública, oficinas de los distintos niveles de gobierno, parlamentos nacionales, medios de comunicación, familias y expertos académicos, estudiosos o no del tema (Brunner, 2013).

Cuando nos referimos al financiamiento de la ES en el caso latinoamericano, es necesario precisar la responsabilidad económica -ineludible- que tienen los Estados para la construcción de una política pública que considere varios elementos intervinientes para la asignación de recursos monetarios –público o privado- que deben disponer las Instituciones de Educación Superior (IES) para llevar a cabo sus actividades académicas, en el marco de la políticas públicas aplicables para dicho sector educativo; para ello, se debe conocer el comportamiento de sus elementos fundamentales, como son: 1) el tipo de gestión que se emplean los Estados y las IES para el financiamiento –burocrático, corporativo y mercado-; 2) el origen de los recursos -de carácter público o privado-; 3) la modalidad seleccionada para el destino de los recursos económicos -oferta o demanda-; 4) el modelo utilizado por los Estados para determinar la cuantía o valores monetarios asignados a las IES –negociado incremental, negociado con aplicación de fórmulas, aplicación de fórmulas de rendimiento o resultados, establecimientos de fondos concursables y/o categóricos-; 4) los propósitos de la financiación de la ES –las razones que generan la intencionalidad de los recursos destinados por el ente financiador a las IES-. Por ahora nos proponemos a dar una rápida caracterización de estos elementos para el caso latinoamericano.

En primer lugar, la gestión empleada al igual que el origen de los recursos económicos destinados al financiamiento de los SES, están estrechamente influenciados por la concepción filosófica presente en el Estado; para la región latinoamericana el origen se ha caracterizado históricamente por ser de carácter público, generalmente bajo el tipo de financiamiento burocrático, el cual se fundamenta en que es el Estado quien debe financiar y supervisar a las universidades, toda vez que las considera instituciones que desempeñan una función pública, característica muy propia del modelo “Napoleónico” de universidad, (Schwartzman, 1993).

En segundo lugar, la modalidad mayormente empleada por los Estados para destinar los recursos públicos en la región, es la modalidad de la oferta, es decir, cuando los entes gubernamentales transfieren directamente los recursos económicos a las IES mediante cualquier mecanismo empleado en sus modelos de financiamiento –negociado, formulas y/o establecimientos de fondos-. En la región solo Chile y Puerto Rico emplean la modalidad de la demanda para la transferencia de recursos públicos; es decir, los recursos son asignados a los estudiantes –no a las IES- por diferentes mecanismos contemplados en sus modelos de financiamiento –becas, créditos educativos, prestamos financieros, subsidios de costos, entre otros instrumentos financieros aplicables solo para el concurso estudiantil-. (Brunner y Villalobos, 2014).

En tercer lugar, nos referimos al modelo de financiamiento empleado por los Estados para la determinación de la asignación o cuantía monetaria destinados a los SES, para el caso latinoamericano predomina el enfoque de modelo negociado-incremental, es decir, se mantienen los criterios de la negociación y la misma tendencia incremental económica acordados entre los gobiernos y las universidades; los aportes públicos generalmente no son condicionados para la mayoría de los países de la región, con la excepción de Argentina, Brasil, Colombia, Chile, Ecuador, México, Puerto Rico y Uruguay, donde se empieza a observar que la distribución financiera -o parte de ella- ya está vinculada en presupuestos por conceptos y/o presupuesto en bloque, (Brunner y Villalobos, 2014).

Se desconoce la relación existente entre los propósitos de la financiación de la ES que plantean los Estados nacionales y las políticas públicas en materia de la ES, no se han desarrollado trabajos empíricos que señalen dichos datos con alcance regional y este elemento si es una consideración fundamental para la construcción de una política de financiamiento en la ES; sin embargo, Brunner y Villalobos (2014) señalan la presencia de nuevos esquemas de financiamiento como: los créditos estudiantiles, el tratamiento de las deudas contraídas por las familias de los estudiantes, las becas gubernamentales de quienes estudian en las IES de carácter privado, los fondos competitivos y de financiación mixta –público-privada-, los programas de estímulos tributarios para la financiación privada y el establecimiento de políticas de control de costos y precios en la ES.

Igualmente, estos autores (op. cit.), nos indican que varios países de la región han acudido a la implementación de “mecanismos de tipo mercado” (MTM) dentro del enfoque de la “nueva gestión pública” (NGP); instrumentos que ha conllevado a generar nuevas tensiones de todo tipo por considerarles excelentes vías para la privatización y mercantilización de la ES, según los planteamientos de Ball (2009) y López-Segrera (2009).

Por otra parte, se debe tener plena conciencia que el tipo de financiamiento “burocrático” está agotado en el sentido estricto de su aplicación, sencillamente porque los Estados no tienen recursos públicos suficientes para financiar en la misma proporción la totalidad del crecimiento de la masificación de la ES y las demás inversión para el resto de las actividades académicas que debe emplear la universidad latinoamericana; sin embargo, los Estados nacionales deben tener en claro que la ES de nuestra región está fuertemente influenciada por la concepción filosófica que tiene el modelo de universidad “Napoleónica” que se instauro en la universidad latinoamericana; razón por la cual, no será pertinente ni sencilla la implementación “pura o exclusiva” de un tipo de financiamiento de mercado para los SES.

La principal consideración en materia de gestión y financiamiento de los SES latinoamericanos, será la determinación que tengan los Estados nacionales, sobre la construcción de un modelo de financiamiento propio y no la aplicación de ningún mecanismo único o estándar, en tal sentido, Schwartzman (1993) expresa que “Los tres tipos de financiamiento y coordinación académica descritos en este texto son tipos «tipos puros», en el sentido weberiano del término, y sólo pueden existir de manera combinada. El buen desempeño de un sistema de educación superior depende menos del predominio de uno de estos modelos, que del tipo de combinación que se consigue establecer en cada caso.” Por tal razón, consideramos que los Estados latinoamericanos deben construir su propia política de financiamiento para la ES, partiendo del estudio de sus experiencias previas, la determinación de la viabilidad socio-política del nuevo modelo de financiamiento y la debida correspondencia o vinculación con las decisiones gubernamentales que configuran los propósitos de lo que deberá ser una nueva estrategia del Estado en materia de políticas públicas del sector y las consideraciones positivas de las IES. La construcción de esta política de financiamiento, podrá facilitar a los Estados nacionales y las IES la implementación de procedimientos de evaluación académica-financiera que permita conocer la suficiencia o insuficiencia de los recursos públicos asignados –por los Estados- y ejecutados –por las IES-.

Referencias

Ball, S. J. (2009), Privatising education, privatising education policy, privatising educational research: Network governance and the “competition state”, Journal of Education Policy, 24 (1), pp. 83-99.

Brunner JJ (2013) Financiamiento de la educación superior en América Latina: Viejas y nuevas prácticas. LASA-FORUM, Volumen XLIV pp 15-17 Disponible en: https://lasa.international.pitt.edu/forum/files/vol44-issue2/Debates6.pdf

Brunner JJ y Villalobos C (2014) Políticas de educación superior en Iberoamérica 2009-2013. Santiago de Chile, Ediciones Universidad Diego Portales. Disponible en: http://www.brunner.cl/?p=10365 [Consulta: 2014, julio, 25]

López-Segrera, F. (2009) La universidad latinoamericana y los procesos de internacionalización: Las estrategias de financiamiento, en Gentilli P; Frigotto; Leher; y Stubrin, (2009) Politicas de privatización, espacio público y educación en América Latina. Homo Sapiens Ediciones. Santa Fé.

Salmi, J. y Hauptmann, A. (2006) Mecanismos de asignación de recursos en la educación superior: Tipología y evaluación, en GUNI (Global University Network for Innovation) (2006) Educación superior en el mundo 2006. La Financiación de las universidades. Ediciones Mundi-Prensa, Madrid

Schwartzman, Simón. (1993) Financiamiento de la Educación Superior. En «Estado y Mercado en el Financiamiento de la Educación Superior», Notas para el Debate 8, Grupo de Estudios Para el Desarrollo – GRADE, Lima, 1993, 75-92

(*) Luis Emilio Torres Núñez 

contacto: letn2210@gmail.com

El autor forma parte del  Doctorado Latinoamericano en Educación Políticas Públicas y Profesión Docente.

El presente es un artículo inedito, publicado con el consentimiento de la autor

Fuente de la imagen: http://www.financiamientoeducativo.com/wp-content/uploads/2016/04/Porqu%C3%A9-invertir-en-educaci%C3%B3n-superior.jpg

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Pobreza y tecnología en México

América del Norte/México/28 de Agosto de 2016/Autor: Manuel Gómez Granados/Fuente: Excelsior

Lejos, como estamos, de haber llegado a un acuerdo sobre qué ocurrirá en el futuro con la medición de la pobreza, tendríamos que prepararnos para una serie de transformaciones tecnológicas que tendrán un impacto terrible, acaso devastador, en la economía tanto de miles de pequeñas comunidades como de cientos de miles de colonias populares del país. Se trata de cambios que —en muchos sentidos— están ya a la vuelta de la esquina.

El más notable de esos cambios es la entrada en uso masivo de los vehículos autónomos. Ya nos hemos acostumbrado en México a la idea de que, más tarde o más temprano, llegarán autos como los que ahora prueba Alphabet, la holding que controla a Google. Todas las grandes armadoras automotrices tienen ya prototipos de autos autónomos. Esos vehículos podrían tener beneficios muy importantes en el ámbito ecológico, pues reducirían conductas estúpidas, como usar el acelerador como claxon o los acelerones innecesarios. Sin embargo, también traerán —con toda probabilidad— el final de una época en términos de empleo.

Basta voltear la vista en casi cualquier ciudad de la República, para ver la gran cantidad de personas empleadas por la industria automotriz, desde la producción y venta de autos nuevos, hasta quienes viven de la chatarra automotriz. Pero no será sólo con los autos. La división de transporte de carga de Mercedes Benz opera, desde mediados de 2015, prototipos del Freightliner Inspiration, un tráiler de cinco ejes y 18 llantas, que ya recorre algunas carreteras de Estados Unidos como parte de la primera generación de camiones de carga autónomos. De acuerdo con estimaciones de la propia Mercedes Benz y otras armadoras de vehículos, en 2018 entraremos en la fase de total autonomía de los autos, luego de lo cual, en 2023, ingresaríamos en la fase de adopción de los vehículos 100 por ciento autónomos.

La teoría económica suele colocar todo tipo de flores en este modelo de desarrollos y los presenta como una oportunidad más en la ruta de la liberación de las personas de tareas miserables y mal pagadas. La vida de una persona no tendría por qué perderse, suelen decir los economistas, tras el pesado volante de un tráiler que desplaza contenedores de México a Canadá y viceversa. El problema de esta línea de razonamiento es que, así como ocurrió con la llegada de las computadoras y otros desarrollos tecnológicos, la popularización de los vehículos autónomos implicará una monumental destrucción de empleos, no sólo de choferes, sino también de quienes prestan servicios a éstos. Basta recorrer con la mente parajes en la autopista México-Veracruz como Río Frío o Esperanza, que viven de prestar servicios a los transportistas, para imaginarse el impacto que tendrá que los contenedores sean transportados por vehículos autónomos como el Freightliner Inspiration y no por choferes. En otros países donde existen mecanismos más eficaces para atemperar cambios en el comportamiento de los mercados, ya piensan en los posibles efectos de una nueva revolución tecnológica como la descrita. Acá, la Reforma Energética, por citar el caso más cercano, se diseñó sin considerar siquiera la posibilidad de que el barril de petróleo se vendiera a menos de 80 dólares. Todas las decisiones de la reforma se tomaron sobre esa base. Eso explica nuestra actual vulnerabilidad, y deja ver qué podría pasar si ocurre, digamos en 2024, una revolución como la descrita aquí. La idea —popular entre algunos economistas e ideólogos neoliberales— de que todo estará bien y de que el mercado por sí mismo resolverá los problemas que el propio mercado genera, no ha funcionado. Lo que se advierte en México y en muchos otros países es una creciente disociación entre las tasas de crecimiento y las de pobreza. Es decir, la economía en su conjunto crece, pero ello no implica una caída en las tasas de pobreza; más bien lo contrario. Ello es así gracias al modelo de desarrollo vigente en países como México que, incluso sin considerar factores como la corrupción, no distribuyen el crecimiento, lo reconcentran. En países como el nuestro, afectados por la corrupción como estamos, el efecto de concentración del ingreso y el aumento de la pobreza es todavía mayor y es allí donde está el gran riesgo de disparar todavía más las cifras de empleo informal, desempleo y pobreza, gracias a una revolución tecnológica en un contexto tan desigual como el mexicano.

Fuente: http://www.excelsior.com.mx/opinion/manuel-gomez-granados/2016/08/13/1110736

Fuente de la imagen: http://www.pantallatech.com.ve/tecnologia/mexico-entre-paises-que-mas-escalan-en-uso-de-tecnologia-2/

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El caso Eton: cómo las escuelas de prestigio forman a las nuevas élites

Europa/España/28 de Agosto de 2016/Autor: Hector G. Barnés/Fuente: El Confidencial

David Cameron, Boris Johnson, el príncipe Harry, el príncipe William, los actores Eddie Redmayne, Dominic West, Hugh Laurie y Tom Hiddleston, John Maynard Keynes, George Orwell, Guy Burgess y otros 18 primeros ministros británicos. Todos ellos pasaron por las aulas de Eton, el internado privado de más rancio abolengo de Inglaterra, a un tiro de piedra de Windsor y relativamente cercano a Londres. Durante más de cinco siglos, Eton College fue el lugar donde había que enviar a tus hijos si querías que su siguiente paso se diese en Oxbridge (Oxford y Cambridge); en definitiva, era una fábrica de políticos, banqueros, arzobispos, actores de primera fila y figuras del mundo de arte.

La cosa es muy distinta ahora, gracias a lo cual, y máxima lampedusiana mediante, todo sigue siendo igual. Un reportaje publicado en el último número de ‘The Economist’ resulta tremendamente revelador de los cambios que este centro ha experimentado durante las últimas décadas, acorde con el ritmo de la sociedad inglesa, y que ha provocado que una élite deje lugar a otra. Ya no se trata de los viejos OE (‘old etonians’) que pertenecían a la aristocracia y que garantizaban que sus hijos siguiesen sus pasos en las aulas del internado, sino los nuevos ricos que han ocupado su lugar. Eso sí, tan solo hombres, puesto que las chicas siguen teniendo vetado su acceso al colegio.

“La escuela tiene como objetivo educar a la élite, como siempre ha hecho, pero se ha transformado con el objetivo de acomodar a una nueva élite definida por el dinero, su cerebro y la ambición, no el pedigrí, los títulos y sus tierras”, explica el periodista Christopher De Bellaigue, que estudió en el centro durante la segunda mitad de los ochenta. Desde entonces, han cambiado multitud de cosas, pero a simple vista todo sigue igual, con la única diferencia de que hay un poco más de diversidad racial en sus aulas. Todo ello a pesar de los esfuerzos de sus dos últimos directores, Tony Little y Simon Henderson, por convertir Eton en lo que nadie pensó nunca que podría ser: un agente de movilidad social en el cual pudiese estudiar “un niño pobre de una escuela pública del norte o de un centro privado del sur”.

Adiós aristocracia, hola riqueza líquida

Los datos hablan, y nos dicen mucho de cuál va a ser el futuro de las grandes universidades. En 1960, los padres del 60% de los alumnos de Eton habían estudiado en el colegio. En 1994, el porcentaje descendía hasta el 33%, y actualmente se encuentra en un 20%. Es, en apariencia, el resultado de un proceso por el cual la sociedad británica empujó a que el centro ayudase a los jóvenes brillantes de entornos más desfavorecidos a estudiar en él, algo que ocurrió especialmente a partir de 1990, cuando desapareció la Lista de Eton, donde los antiguos alumnos apuntaban a sus hijos para estudiar en el colegio cuando fuesen mayores.

Desde entonces, y a pesar de que el precio de la matrícula ha aumentado a unas 34.000 libras al año (también lo han hecho las ayudas a los estudiantes), el criterio de entrada ha sido el rendimiento académico, y las pruebas realizadas por el centro, cada vez más complicadas. Cada año, unos 1.500 estudiantes aspiran a ocupar las 260 plazas ofertadas. Sin embargo, este cambio del criterio de admisión no ha provocado que la configuración del centro refleje exactamente la de la pirámide social británica (obviamente), sino, más bien, que una élite haya sido sustituida por otra. En primer lugar, porque Eton arrastraba una imagen muy particular y negativa tanto entre la izquierda como en las capas inferiores de la sociedad inglesa.

La diferencia fundamental es que, en las últimas décadas, una nueva élite de alumnos ha irrumpido en las aulas de Eton, a la par que lo hacían en la economía global. Ya no se trata de una cuestión de pobres contra ricos, explica, sino de pobres contra dos clases de ricos, la nueva élite y la vieja élite, “descendiente de las clases altas eduardianas”. Pero la diferencia sustancial es que esta nueva clase global de primer nivel “está probablemente mejor situada para preservarse a sí misma que la vieja”.

¿Cómo se ha producido esa sustitución de una élite por otra? Básicamente, a través de una cada vez más dura competición. Como explica De Bellaguie, “la batalla para entrar en Eton es el primer intercambio en una relación entre padres, niños y el colegio que está caracterizada por las altas expectativas”. En esa lucha por hacerse con uno de los contados puestos, los padres ricos “quieren que sus hijos florezcan y vayan a una universidad excelente, preferiblemente Oxford o Cambridge”. Son los que van a gastar su dinero en las matrículas. Por otra parte, los jóvenes becados, que tienen que demostrar que son merecedores de ese dinero. Y, al fondo del todo, la vieja aristocracia, que reza para que las matrículas no se encarezcan aún más.

Guerra de élites

Lo que ha ocurrido en Eton es una ilustración de la guerra que en las últimas décadas se ha librado a un nivel más global entre la vieja élite y la nueva, surgida bajo el amparo de la supuesta meritocracia. En realidad, como sugiere el reportaje, un disfraz para ocultar la realidad que antes era evidente y que ahora se camufla: que los ricos siguen perpetuando a los ricos en las posiciones de poder a través de muy diferentes mecanismos. Como señala el periodista, muchos padres invierten grandes cantidades de dinero para “preparar a sus hijos sin clemencia, contratando tutores, obligando a los niños a realizar incontables test de razonamiento verbal y no verbal, y enviándolos a clases de oratoria para que aprendan a ser empáticos y chispeantes”. Un factor que los diferencia de esos otros niños de las clases bajas que no tienen dichas posibilidades.

“Un pequeño número de etonianos son pobres; algunos viven modestamente bien; pero la mayoría son tremendamente ricos, según los estándares de la mayor parte del mundo”, explica el reportaje. “Una de las consecuencias de la transformación de Eton es garantizar que los hijos de los muy ricos sigan siéndolo”. En parte, por los mismos y tradicionales mecanismos de perpetuación: “Cuanto más te acercas a la gente poderosa y exitosa, más fácil es que te conviertas en uno”, como ocurrió a Cameron y Johnson, compañeros en el centro.

Pero también se debe al replanteamiento que este colegio de élite ha hecho de su programa educativo. “En los años cincuenta, era haber estado en Eton, más que la educación que recibiste ahí, lo que te preparaba para el éxito”, recuerda De Bellaguie. “Ahora es verdad lo opuesto. Los profesores son soberbios, las instalaciones no tienen igual, los resultados son impresionantes”. Cultura del esfuerzo, actividades extraescolares, ética de trabajo son algunas de las cualidades que se intentan transmitir a los alumnos. De ahí que, después de todos los cambios, Eton siga siendo, siglos más tarde, “uno de los mejores empujones que el dinero (o tu cerebro, o tu ambición) puede darte”.

Fuente: http://www.elconfidencial.com/alma-corazon-vida/2016-08-23/nueva-elite-eton-colegio-privado_1248437/

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Expertos: niños refugiados necesitan clases especiales y más apoyos

América del Norte/México/28 de Agosto de 2016/Autor: Isaias Alvarado/Fuente: La Opinión

Clases especiales que aceleren su aprendizaje, asesoría legal, tutoría sobre el sistema judicial y personal calificado que les entienda, son algunas de las estrategias que deben implementar las escuelas públicas de Estados Unidos para que los niños refugiados de Centroamérica y México, cuyo éxodo ha vuelto a repuntar en los últimos meses, logren el cometido que los trajo a este país: tener una vida mejor.

A esta conclusión llegó un panel de expertos luego de analizar los desafíos que se han presentado en los planteles por la llegada de miles de menores y sus familias que han huido de la pobreza y violencia en Centroamérica y México, y que fue uno de los temas analizados durante la tercera conferencia de la Asociación de Escritores de Educación (EWA) que esta semana se realiza en Washington D.C.

La ola de niños migrantes provenientes de El Salvador, Guatemala, Honduras y México, ha sido uno de los retos más grandes a los que se enfrentan los distritos escolares en los últimos años.

De octubre de 2015 a junio de 2016, más de 42,000 jóvenes y sus familias fueron detenidos por la Patrulla Fronteriza, el segundo periodo más elevado desde 2013, cuando este éxodo alcanzó su pico con 67,338 entradas.

“Los retos más grandes que tienen estos niños es que tienen poco tiempo para graduarse y la falta de conocimiento de cómo funciona el sistema de este país”, dijo Gabriela Uro, directora de política e investigación del Council of the Great City Schools, en la ponencia “Cómo educar niños inmigrantes para que tengan éxito”.

Adolescentes de entre 14 y 17 años conforman el sector más grande de niños refugiados, edades que comprometen las posibilidades para obtener un diploma de secundaria, continuar su educación superior y progresar.

“El mayor porcentaje de estos niños son hombres, pero también hay mujeres embarazadas y madres solteras”, agregó Uro respecto a otro desafío que enfrenta dicho grupo.

Necesidades y recomendaciones

Solo algunos distritos escolares, como los de Los Ángeles, Oakland y Nueva York, han creado programas que tienden la mano a los menores migrantes.

Pero muchos otros, reclamaron los expertos en el evento del EWA, no han hecho esfuerzos importantes para atender su rezago académico, la carencia de representación legal y la falta de apoyo emocional (por la violencia experimentada en sus países y su trayecto hacia EEUU, la separación de sus familias y su situación incierta al estar en un albergue).

Algunas de las estrategias recomendadas en el evento han sido ofrecer clases especiales que aceleren el aprendizaje de estos niños, incorporarlos estratégicamente en clases, formar grupos o programas especiales para ellos, y colaborar con organizaciones sociales para darles ayuda legal y albergue en caso sea necesario.

También se aconsejó contratar a personal calificado para dar servicio psicológico en casos de trauma y entrenar al personal docente y administrativo respecto al trato con jóvenes con experiencias y responsabilidades de adultos.

Algunos de los menores refugiados han llegado con deudas de traficantes de personas y con la obligación de trabajar para ayudar económicamente a sus familias.

“Tenemos muchos estudiantes en esa situación”, afirmó otro ponente del EWA, Luis Duany, director de apoyo escolar del Internacionals Network for Public Schools, con planteles en California y Nueva York.

“Los maestros tienen que entender a estos estudiantes y saber diferenciar qué necesita cada uno”, agregó.

Yolanda Torres, superintendente del Departamento de Educación de la Ciudad de Nueva York y también ponente en la conferencia del EWA, indicó que a pesar de que esta nueva oleada de migrantes está llegando en la adolescencia es posible subirlos al tren del éxito educativo, pero subraya que se necesita de voluntad política.

“Las escuelas deben proveerles servicios diferentes porque no todos estos niños tienen las mismas situaciones”, señaló Torres.

Preparar a los jóvenes refugiados en la transición a un nuevo y complejo sistema estadounidense evitaría que se metan en líos legales, según Uro.

“No deben ser aislados, sino les deben apoyar, brindarles más consejeros”, dijo.

Dada su precaria situación económica, los colegios comunitarios y los programas vocacionales son vistos como una vía apropiada para que los niños migrantes encuentren rumbo hacia una mejor vida.

La EWA reunió a más de 40 periodistas latinos de distintas ciudades de EEUU para escuchar los análisis de educadores, investigadores y expertos sobre temas como segregación, finanzas escolares, exámenes estandarizados, alumnos indocumentados y la preparación hacia la universidad.

Fuente: http://www.laopinion.com/2016/08/02/expertos-ninos-refugiados-necesitan-clases-especiales-y-mas-apoyos/

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Quienes educamos tenemos la obligación ética y moral de apoyar la paz

América del Sur/Colombia/28 de Agosto de 2016/Autor: Ángel Pérez Martínez/Fuente: Dinero.com

La federación Colombiana de Educadores, FECODE, decidió esta semana apoyar la campaña por el sí en el plebiscito por la paz. Este es un hecho propio de quienes trabajamos en educación y entendemos que la búsqueda de la paz debe ser un acto razonado propio de la condición y el desarrollo humanos. La FECODE es un sindicato que representa a 327.000 docentes oficiales y del cual han hecho parte más de 137.000 docentes que están pensionados. Aclaro no soy miembro de FECODE, y no siempre comparto sus posiciones con respecto a la educación, aunque considero justas la mayoría de sus reivindicaciones.

La decisión de la FECODE con respecto al plebiscito es la esperada, nadie puede tan siquiera imaginar a un buen maestro promoviendo la guerra, el combate, el odio o el irrespeto al otro.  Por el contrario, es a través de la educación que se pueden producir o fortalecer valores, romper paradigmas y desvirtuar de manera razonada ideologías que hagan daño a lo humano y a la convivencia pacífica. Las armas naturales de la educación son el conocimiento y un sentido crítico razonado frente a la realidad social y las conductas humanas que es en esencia lo que nos ha permitido avanzar en los ideales de libertad, justicia, inclusión, equidad y cuidado del medio ambiente. La educación tiene entre sus deberes ayudar a construir una sociedad donde valga la pena vivir.

Sostiene Julián de Zubiría que la “educación básica debe estar concentrada en desarrollar tres esenciales competencias transversales: pensar, comunicarse y convivir”, es decir, crear la capacidad de razonar en el ser humano que se expresa mediante la argumentación y los juicios sobre la realidad (razón teórica) o sobre las conductas (razón práctica). En la medida que progresa la vida humana y el conocimiento avanza razonar será una acción cada vez más compleja, pero bella a la vez. Por ello, en la medida que el conocimiento prospera y profundiza sobre cualquier tema, la educación de calidad como derecho fundamental resulta vital para asegurar la participación de las personas de manera razonada en la vida social, policía, económica y cultural de los ciudadanos. Eso sí, acepto, como sostenía Kant, que no todo es razón, recordemos que junto a la razón él determinó además a la sensibilidad y el entendimiento para definir desde estos 3 pilares lo cognoscitivo.

Al respecto, el Filósofo Estanislao Zuleta sostenía que según Kant son 3 las exigencias racionales (los lectores podrán apreciar que están vinculadas de manera estrecha con la formación y la educación). La primera, pensar por sí mismo, o la exigencia de renunciar a una mentalidad pasiva que recibe verdades de alguna autoridad, tradición o prejuicio, sin someterlas a su propia elaboración (critica razonada); La segunda, ser capaz de ubicarse en el punto de vista del otro, es decir, ser capaz, aún manteniendo el propio punto de vista, de entrar en diálogo con otras opiniones y posturas.; y la tercera, llevar las verdades hasta sus últimas consecuencias, es decir, tener la capacidad de aceptar que nos hemos equivocados cuando los resultados de nuestra investigación nos hacen ver que no estamos en lo correcto.

Es en este sentido que la educación debe abordar y razonar sobre la paz. Luego, lo que hay que enseñar y aprender no es el resultado final de los acuerdos de la Habana, que son importantes pero no definitivos para la paz; lo que se requiere enseñar y aprender es ¿por qué y cómo llegamos a la guerra?, y  ¿cuáles han sido las consecuencias de la guerra?, así como plantear la discusión de cuáles son las posibilidades de superar esas consecuencias como sociedad a través de una vida personal y social que permita la convivencia y la construcción del mejor camino posible hacía la paz, como ideal, no hay paz perfecta.

También hay que enseñar y aprender cuál ha sido el desarrollo y las luchas de la humanidad para conquistar la libertad, la justicia, la paz, y otros valores en diferentes momentos y contextos históricos. Seguramente ninguno de esos procesos ha sido perfecto, pero existe evidencia que otras sociedades han logrado alcanzar estos valores en mayor medida. Colombia hoy requiere de sus maestros una educación que sea capaz de suscitar el deseo y la necesidad de aprender sobre la paz, no la de ahora, la de siempre.

La decisión con respecto al plebiscito de una persona debería ser razonada, basada en la capacidad de evaluar los pros y los contras que conllevan los acuerdos de la Habana. No hay que tener miedo; al final el uso de la razón humana nos conducirá a la paz. La educación debe ayudar a pensar con sentido crítico en la necesidad de encontrar el camino más idóneo para conseguir la paz, con menos muertes, menos daños colaterales y menos tragedia para la sociedad. La educación debe coadyuvar a que nosotros como pueblo aprendamos a valorar la paz. Entre mayor valor le demos, mayor será el deseo de obtenerla. A partir del documento de Kant sobre la Paz Perpetua pregunto: ¿si mantener más de un ejército es o no una incesante amenaza a la guerra y la confrontación?; así mismo, ¿cuántos hombres más debemos tener pagos cuyo destino ha sido morir o matar en esta guerra interna que ya cumplió más de 60 años?, razonemos.

Fuente: http://www.dinero.com/opinion/columnistas/articulo/quienes-educamos-tenemos-la-obligacion-etica-de-apoyar-la-paz-angel-perez/231236

Fuente de la imagen: http://contraluzcucuta.co/articulos/opinion-es-necesaria-una-educacion-para-la-paz/

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Maestr@s o de cómo no creemos en nosotros mismos

Mayra Castañeda

¿Cómo se le pueden enseñar valores a los niños cuando las redes sociales están inundadas de casos en los que los políticos, los futbolistas, los “artistas”, a pesar de ser groseros, altaneros, corruptos, viven en grandes mansiones, gozan de lujos y parecen felices? Y no sólo las redes sociales, los periódicos, la televisión, la radio, en fin, todos los medios de alienación masiva.

Cuando un niño o niña llega a la escuela ya trae tras de sí una gran carga de valores asignados no sólo por sus padres sino por la sociedad y los medios de comunicación. Cuando el pequeño ha salido con su madre al mercado, al súper, a una reunión con amigos o familiares, no puede evitar escuchar: “fulano de tal robó tantos millones al ayuntamiento o al estado” o “el presidente está quitándonos la riqueza nacional para pagarle a las empresas que lo colocaron en la presidencia”.

Quizá en ese momento las palabras, “ayuntamiento”, “estado”, “presidencia”, “riqueza nacional” estén desprovistas de significado pero en pocos años entenderá a lo que se refieren. Otros más tal vez escuchen: “nosotros en la miseria y los políticos dándose la gran vida” ¿quién no quiere darse la “gran vida”? este constructo se va fijando en la mente de los niños mucho antes de poner por primera vez un pie en una institución escolar. Tampoco los niños actualmente están exentos de la violencia que genera la frustración, el estrés y la presión económica sobre sus padres, cada vez resulta más difícil que los hogares mexicanos salgan a flote.

Según datos del CONEVAL  11.3 millones de personas sufren pobreza extrema y de 2010 a 2012 el número de pobres aumentó en 500 mil; las clases sociales han necesitado ser reestructuradas por la Secretaría de Economía para hacernos creer  en la ilusión de que seguimos perteneciendo a la clase media cuando lo cierto es que la clase baja, esa que no puede comer tres veces al día, no cuenta con servicios, no puede comprarse ropa nueva y pocas veces tiene acceso a la escolarización (aunque en las cifras oficiales aparezca lo cierto es que muchos de esos niños dejan de asistir a la escuela pues tienen que trabajar desde temprana edad), ha ido creciendo de manera alarmante.

La clase media ya está dividida en dos (clase media baja y clase media alta) y se han incluido una serie de indicadores culturales para proveer esa sensación de “pobres pero cultos” que tanto importa a la “clase media” aunque su ingreso económico real sea cada vez más bajo.

En contraste vemos cómo algunos privilegiados, la casta política y los miembros del narcotráfico, (que se confunden en muchos lugares pues han realizado, a la usanza de la monarquía, una serie de alianzas familiares) viven con grandes lujos, con ostentación. También ya en las redes sociales circulan fotografías de sacerdotes que hacen esta misma ostentación de carros de lujo y mujeres. El cinismo ha permeado nuestra sociedad y nosotros, los “simples mortales” nos creemos (porque nos lo han vendido y lo hemos comprado sin siquiera preguntar) que somos incapaces de cambiar esta realidad.
¿Con qué argumentos un padre de familia o un maestro puede rebatir lo que a todas luces el comportamiento social valida? Nuestros niñ@s y jóvenes conviven constantemente con ese contraste que produce una tensión muy fuerte entre ambos mundos: el irreal que tratan de pintarles en la escuela y en algunos casos en su hogar y lo que ven cuando prenden la televisión, se conectan a la red o salen a la calle. Sus pares les reafirman constantemente que lo mejor para sobresalir en esta sociedad es “hacer trampa”, burlar al maestros, las evaluaciones, las tareas, al fin de cuentas hay tres vías que los convertirán en triunfadores: salir en la televisión (a cualquier precio y haciendo lo que sea),  convertirse en político o entrar al narcotráfico y para ninguna de ellas es necesario pasar por la escolarización, no te piden grado académico para entrar en la corrupción, aunque el precio (eso no lo alcanzan a dimensionar) es mucho más alto.
No pretendo decir con esto que todo está perdido, al contrario, yo soy la primera convencida de que la escuela tienen un potencial no dimensionado y que los docentes podemos hacer mucho por cambiar nuestra realidad, pero lo primero que debemos entender es que nosotros hemos sido y somos parte del sistema que valida este tipo de conductas ¿cómo? En primer lugar hemos pasado por un proceso de “indefensión aprendida”. Somos como ese elefante de circo que de pequeño atan a una gran estaca con una soga muy gruesa y no se puede mover, cuando crecemos ya estamos programados para pensar que no podemos hacer nada contra la soga y la estaca, pero no nos damos cuenta del poder que hemos adquirido al pasar de los años.
Es momento de empezar a creer en nosotros de darnos cuenta de que cuando cerramos la puerta de nuestra aula nuestro ejemplo tiene más fuerza que ninguna otra cosa, pero tenemos que empezar a creerlo de verdad porque la simulación no sirve, no basta. Cuando entendamos este concepto en su absoluta dimensión daremos el primer paso para cambiar esta sociedad que, finalmente, los maestros también hemos construido.
Fuente del articulo: http://mayracastaneda.org/blog_60984_Maestr-s-o-de-como-no-creemos-en-nosotros-mismos.html
Fuente de la imagen:http://mayracastaneda.org/images/14445/1798210_10152096993794016_261583166_n.
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