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Más lectura, mejor calidad educativa.

Centro América/Panamá/Fuente:http://www.prensa.com/

Por:Ana Isabel Morales

La lectura es capaz de transportarnos a mundos inimaginables, hacernos vivir fantásticas aventuras y convertirnos en pensadores reflexivos, poetas, novelistas, lectores críticos, etc. Más allá de la capacidad de inferir la intención del autor está la facultad para autoevaluarnos, como lectores intérpretes, y mejorar nuestra comunicación oral y escrita.

A finales de 2015, 100 estudiantes de octavo grado del I.P.T. Jeptha B. Duncan, con frecuentes faltas ortográficas en sus escritos, fueron intervenidos por medio de un proyecto de investigación de lectoescritura realizado por dos docentes de español: Maribel Hernández y mi persona. Buscábamos inculcar el placer por la lectura y fortalecer competencias lectoras y escriturales que posibilitaran la disminución del nivel de errores ortográficos.

Inicialmente, los estudiantes completaron una prueba diagnóstica con diferentes ítems. Los resultados mostraron altos niveles de errores que iban desde un 22% en el uso correcto del punto y las mayúsculas, hasta un 51%, en palabras de uso frecuente con “b-v”, así como las que se escribe con “c-s-z”.

Luego, se llevó a cabo el seminario de lectura y escritura para el que creamos y adaptamos textos expositivos y narrativos, basados en aspectos socioculturales de Panamá, con el objetivo de ampliar sus conocimientos sobre la historia y la cultura panameñas y realizar prácticas ortográficas que lograran disminuir el nivel de los errores ortográficos.

Finalizado el seminario, se realizó una prueba que mostró grados de mejoría en los cuatro aspectos ortográficos incluidos. Los niveles de errores disminuyeron a 1% en el uso correcto del punto, y a 13% en palabras de uso frecuente con “b-v” y “c-s-z”.

Se elaboró un informe que fue presentado a Ministerio de Educación y, un mes más tarde, en el Octavo Congreso de Cátedra, de la Unesco, celebrado en Costa Rica, entre el 29 de febrero y el 4 de marzo de este año.

Sin embargo, esto es tan solo un pequeñísimo grano de arena en el inmenso mar del problema de la baja calidad educativa, por eso, animamos a los docentes de todas las áreas para que apoyen a los alumnos en sus debilidades académicas, mediante estrategias pedagógicas de intervención en el aula.

Consideramos que la baja calidad de la educación en Panamá, declarada en los informes del Programa Internacional para la Evaluación de Estudiantes (Pisa), de 2009 y (Perce, Serce, Terce) de 2013, podría superarse, si las autoridades educativas se enfocaran en programas nacionales de lectura bien estructurados.

Ninguna transformación, así implique horarios extendidos, podrá elevar la calidad educativa panameña, si no compromete la lectura constante en el aula de clases y programas completos de comprensión de lectura, como herramientas de desarrollo cognitivo, comunicativo, social y sostenible.

Fuente: http://www.prensa.com/opinion/lectura-educativa-Ana-Isabel-Morales_0_4540046102.html

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Crece deserción escolar temprana de adolescentes a nivel nacional.

América del Norte/México/Fuente:http://amqueretaro.com/

Por:Alma Córdoba

La deserción escolar en el nivel secundaria preocupa a las autoridades educativas en el país, dado que 300 mil jóvenes abandonan sus estudios durante el último semestre de este nivel educativo; informó el director general del Instituto Nacional para la Educación de los Adultos (INEA), Mauricio López Velázquez, quien indicó que, en conjunto con el Gobierno del estado de Querétaro, se trabaja en la creación de una estrategia que permita atender y erradicar esta problemática.

El funcionario indicó que hay 250 mil queretanos mayores de 15 años que carecen de estudios de secundaria, lo que representa un 0.5 por ciento menos que la media nacional en rezago de este nivel; sin embargo son adolescentes quienes encabezan estas cifras de rezago, debido a que abandonan sus estudios por problemáticas sociales y familiares, así como por embarazos tempranos, mientras que el factor económico ha dejado de ser la única causa de la deserción.

Expuso que todavía no se tiene los datos de cuántos jóvenes no concluyeron sus estudios de secundaria en el último ciclo escolar, tanto a nivel nacional como en el estado de Querétaro; no obstante, se emprenderán estrategias que permitan atender esta problemática que afecta principalmente a los jóvenes denominados ‘ninis’.

Sin embargo, el funcionario federal dijo que, de acuerdo con información del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), 3.8 por ciento de los queretanos mayores de 15 años no saben leer ni escribir, lo que significa más de 54 mil personas, en tanto que la media nacional en analfabetismo es del 4 por ciento.

Fuente: http://amqueretaro.com/san-juan-del-rio/2016/07/28/crece-desercion-escolar-temprana-de-adolescentes-a-nivel-nacional

Imagen: http://amqueretaro.com/wp-content/uploads/2016/07/Crece-desercion-temprana-de-adolescentes-en-San-Juan-del-Rio.jpg

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La tarea es sin tareas o el alma del sistema educacional está enferma.

América del sur/Chile/Fuente:http://www.elmostrador.cl/

Por : Denise Astete Jorquera.

Desde hace algunas semanas, un nuevo movimiento social llamado “La tarea es sin tareas”, que aboga por disminuir y cambiar el sentido de los deberes escolares enviados por los colegios a las casas de los niños, ha aparecido con fuerza en la escena nacional, reclutando a más de 80 mil miembros en su página de Facebook, logrando reportajes y entrevistas en diversos medios de prensa y obteniendo una rápida aprobación del Senado para la idea de legislar acerca del tema.

Y ante este fenómeno social, yo quisiera expresar mis esperanzas.

Esperanzas de que sea solo el comienzo de muchos más cuestionamientos sociales respecto de cómo se hacen las cosas en nuestra educación escolar. Pero, no cuestionamientos acerca de lo que ya todos sabemos que es cuestionable –como los temas de financiamiento, administración de los colegios, la formación y carrera docente, planes y programas, etc.–, temas más estructurales (de forma, para mi gusto) que se cruzan eternamente con factores políticos y económicos que suelen permanecer muy lejos de la ciudadanía.

No, no hablo de que nos cuestionemos una vez más esos temas. Hablo de la posibilidad de que nosotros, los padres y madres comunes y corrientes, comencemos a cuestionarnos los temas de fondo de nuestro actual sistema escolar: es decir, el “para qué”, el “por qué” y el “cómo” queremos que nuestros hijos sean escolarizados (y si es que queremos que lo sean).

Porque, esta demanda ciudadana que pone en tela de juicio a las tareas escolares puede parecer muy sencilla y superficial, a la sombra de los otros “grandes temas” de la Educación de hoy en día; sin embargo, si lo analizamos un poco más allá, es una demanda que encierra, tras de sí, una serie de elementos de fondo y que podría abrir la puerta a varios puntos fundamentales más, totalmente necesarios de discutir, si queremos empezar a apuntar de verdad hacia una educación digna y de calidad.

Por ejemplo: ¿es necesario que nuestros hijos asistan a clases durante la gran cantidad de horas y días en que lo hacen?, ¿quién dijo que eran necesarias 7-8 horas, 5 días a la semana, de asistencia escolar o, incluso, preescolar?, ¿hay realmente una razón pedagógica para eso?, ¿o es que los colegios y jardines en realidad cumplen la función de grandes guarderías para que los padres y madres puedan trabajar y producir más para el sistema, recordándonos los orígenes históricos del actual modelo de escuela? (el que se creó en los inicios de la era industrial, al alero de las fábricas, justamente para que las madres tuvieran dónde dejar a sus hijos y, así, pudieran trabajar en ellas; y donde, además, los niños eran “capacitados” para seguir los pasos de sus padres, aprender sus oficios y asegurar posterior mano de obra calificada, comprometida y barata para esas mismas empresas… ¿no es esto lo mismo que sucede hoy?).

Por otro lado, con toda la evidencia científica que hoy tenemos respecto de los procesos de desarrollo infantil, aprendizaje y aportes de las neurociencias… ¿por qué seguimos queriendo tener niños encerrados por horas en una sala de clases, quietos (¡a veces hasta sin poder ir al baño!), en silencio y mirando a un pizarrón lleno de contenidos poco significativos?

Cuando se implementó la Jornada Escolar Completa, se argumentó que los niños harían deportes, actividades artísticas y recreativas, además de incluir tiempo para las tareas y reforzamientos y que estos no recayeran en los hogares. Bueno, nada de esto se ha cumplido. Pero sí los padres y madres trabajamos cada vez más horas, “tranquilos” de que nuestros hijos están siendo “cuidados e instruidos” en horarios similares a los nuestros.

¿Es necesaria la enorme cantidad de contenidos académicos entregados memorísticamente y sin sentido a los estudiantes, cuando la actual sociedad de la información hace rato que está dejando atrás la importancia de la acumulación de conocimientos?, ¿no sabemos, acaso, que en el futuro primarán la adquisición de habilidades y competencias de otro tipo, como la curiosidad y la capacidad de aprender cosas nuevas, las habilidades comunicativas, la cooperatividad y el trabajo en equipo, la flexibilidad, el autoconocimiento, entre muchas otras?, ¿en qué parte del actual modelo educativo escolar estamos dando espacio para estas habilidades?

Por otro lado, con toda la evidencia científica que hoy tenemos respecto de los procesos de desarrollo infantil, aprendizaje y aportes de las neurociencias… ¿por qué seguimos queriendo tener niños encerrados por horas en una sala de clases, quietos (¡a veces hasta sin poder ir al baño!), en silencio y mirando a un pizarrón lleno de contenidos poco significativos?, ¿por qué seguimos enseñando y evaluando a todos los niños del mismo modo, con las mismas estrategias y métodos, sabiendo que cada niño aprende y aprehende el mundo de distintas maneras?, ¿por qué señalamos, problematizamos, culpamos, medicamos o excluimos a los niños que no se adaptan a este modelo, cuando es el modelo el obsoleto y antinatural?

¿Es necesario que la educación escolar reproduzca ciertas lógicas de la sociedad que son consecuencia del sistema productivo imperante, aun con niños de corta edad? Por ejemplo, las evaluaciones cuantitativas de desempeño y los consiguientes premios, castigos y presión social asociados al rendimiento académico, además de la competencia, el exitismo y el estrés que esto origina en niños, padres y profesores, ¿son necesarias para el aprendizaje y el buen desarrollo de un niño?

El excesivo énfasis en el “rendimiento” de los niños, nos ha llevado a locuras como cuando se exige que infantes de 5 años ya sepan leer (sabiendo que la estructura cerebral de los niños está completamente preparada para la lectoescritura recién a los 7 años); o cuando niños de 3-4 años son “entrenados” por profesores particulares para ser “bien evaluados” y aceptados en los “colegios top”, que son los que más les exigirán y “estrujarán” su capacidad de rendimiento (no de aprendizaje) y así, supuestamente, convertirlos en “estudiantes top” y en futuros “adultos top”.

Como si no supiéramos ya que en este país la educación formal y el conocimiento no aseguran movilidad social ni éxito laboral (ni mucho menos felicidad). Y aunque así fuera… ¿este es un asunto que debería preocuparnos a los padres de niños de 3 años, que solo deberían estar ocupados jugando, imaginando, creando, sintiendo… es decir, simplemente siendo niños?

¿Queremos que nuestros hijos crezcan preocupados por esa incesante necesidad de rendir y de ser “exitosos” según cánones impuestos por un sistema despiadado y destructivo, que a los adultos nos está quitando la salud, el tiempo libre, la vida en familia y comunitaria, la autoconciencia y la calidad de vida, en general y que, de paso, ha llevado a la humanidad a desastres humanitarios y ecológicos permanentes? ¿Eso queremos también para nuestros hijos?

Mi esperanza, entonces, es que los padres y madres que estamos educando hoy en día, comencemos a hacernos estas y otras muchas preguntas más, y comencemos a plantearnos el deseo y la posibilidad de cambiar los destinos educativos de nuestros hijos.

Hoy en día, muchos educadores y padres ya lo estamos haciendo, lo que ha motivado un creciente interés por alternativas educativas diferentes, que cada vez demuestran más sintonía con los nuevos descubrimientos en educación (no sería la primera vez que la ciencia llega tarde a respaldar antiguos postulados de algunos sabios precursores); de este modo, Escuelas Libres o experimentales y proyectos educativos basados en pedagogías Montessori, Pickler, Freinet, Waldorf, entre otras, han comenzado a proliferar en nuestro país.

Y aunque, lamentablemente, aun son iniciativas al alcance de unos pocos, también es muy frecuente que aunque los padres tengan la posibilidad, muchos de ellos se atemoricen de alejar a sus hijos del “establishment” predominante, y sigan optando por colegios tradicionales que “aseguren” el futuro éxito de sus pequeños y la prolongación del sistema. Y de esa forma, esas valiosas alternativas seguirán quedando relegadas a ciertas minorías, en vez de transformarse en verdaderas opciones para muchos más niños y familias, y para la sociedad entera.

Yo invito a los padres y madres a investigar, informarse, cuestionar y, sobre todo, ponerse una mano en el corazón por sus hijos, y por la experiencia educativa que día a día ellos y ellas deberán enfrentar, a causa de nuestras decisiones. No quisiera tener que seguir atendiendo en mi consulta a tantos niños sufrientes y estresados por causa de un sistema educativo que les roba la niñez.

Y por eso espero que el cuestionamiento social por las tareas escolares para la casa, sea solo el comienzo de muchos provechosos cuestionamientos más, que abran nuevas posibilidades para una educación digna, de calidad y –por qué no– también feliz, para los niños y niñas de nuestro país.

Fuente: http://www.elmostrador.cl/noticias/opinion/2016/07/27/la-tarea-es-sin-tareas-o-el-alma-del-sistema-educacional-esta-enferma/

Imagen: http://www.elmostrador.cl/media/2016/07/5576e1b519bd5_816x544_816x544.jpg

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Ética y Semiótica del Informe MacBride: Algunas disquisiciones desordenadas para un Nuevo Orden de la Información y la Comunicación

Por. Fernando Buen Abad.

“La manera como se presentan las cosas no es la manera como son; y si las cosas fueran como se presentan la ciencia entera sobraría.” K. Marx.

No se habían enfriado los cadáveres en Vietnam, no salíamos aun del estupor por las carnicerías humanas que la televisión transmitía en los horarios de meriendas y en los periódicos del desayuno… cuando la UNESCO propuso a Sean MacBride el desarrollo de un Informe mundial (1976-1980) sobre los “medios de comunicación” y el papel que jugaban y jugarían ante el Derecho de los pueblos recibir, proveerse y proveer, información y comunicación. En 1983 el 90% de los medios en USA estaban controlados por 50 empresas… en el año 2001 es 90% estaba controlado por 6 empresas.

En el corazón del Informe MacBride fluye un conjunto de preocupaciones que no sólo tienen por ingrediente las preocupaciones por los desarrollos comerciales de los medios, los avances tecnológicos y su distribución, los problemas jurídicos y los problemas de Estado. Está, también, en debate y diagnóstico el ejercicio de derechos cruciales que en el campo de la producción de información y de medios para la comunicación social deben garantizar igualdad de condiciones y libertad para las múltiples necesidades expresivas de los pueblos. Está en debate la hegemonía del capital en la producción de sentido y el papel de contra la emancipación de los pueblos.
De manera implícita el Informe MacBride abre la puerta para analizar las herramientas con que será posible construir el Nuevo Orden que reclama para la Información y la Comunicación más la forma de garantizar igualdad de oportunidades e igualdad de condiciones a las “Voces Múltiples” que exigen su lugar en “Un Solo Mundo”.

El problema es fundamentalmente económico. Ciencias como la Ética y la Semiótica emancipadas de algunas hegemonías academicistas y léxicas, deberían ser herramientas muy dinámicas y apasionantes para las tareas formativas y prácticas en la lucha por el conocimiento social forjado de manera dialéctica y no por métodos escapistas y aislados. Los aportes científicos no pierden calidad cuando exponen, también, los planteamientos políticos transformadores que los pueblos necesitan para sus luchas. Es urgente dejar de suponer que la Ética o la Semiótica son disciplinas inconexas o formas pseudo-místicas asexuadas de uso exclusivo para iniciados en los mieles de las canonjías y prebendas “académicas” .

Abundan los comunicólogos vendedores de vacío ideológico que embriagados de sí mismos fabrican fetiches para olvidar la historia en que viven. Ni falta hace escribir sus nombres. Son padres, padrinos o padrastros de dogmas a granel cuyo destino primario es convertirse en objeto de repetición zonza en bocas de algunos estudiantes condenados a la mediocridad de lecturas infladas con alientos de cenáculos burgueses.

No son pocas las bibliografías que miran en la Ética y en la Semiótica paraísos para estudiar la realidad siempre reducida a juguete del racionalismo y del empirismo más bobos. En esos paraísos es la conciencia la que determina al ser, lo social es una entelequia sin manchas de clase y la historia es una rueda tarada que no avanza. Lo más progresista para ellos es el retorno a lo “primitivo”. Y sobre esa sopa de confusiones y naderías flota una nata espesa de impotencia, inmovilidad y quietismo pasmosos. Crema y nata del reformismo.

Ética y Semiótica deben convertirse pronto en herramientas para transformar la base económica de la sociedad e impulsar una revolución de toda la superestructura. Ser útiles a los cambios materiales de las condiciones económicas de producción y ser útiles en la transformación profunda de las formas jurídicas, políticas, artísticas o filosóficas de una sociedad nueva sin clases y sin patrones. En suma ser útiles en el desarrollo de todas las fuerzas objetivas y subjetivas que la humanidad necesita para consolidar la conciencia de sus fuerzas a la hora de resolver definitivamente su emancipación. Es absolutamente indebido desviar la praxis de la Ética y la Semiótica, de los hechos económicos básicos, de las ideas políticas, de las estructuras jurídicas… y los actos condicionados por ellas. El precio que se paga por esa desviación es que, entre otras calamidades, se divorcia el contenido de la forma y caemos en la trampa oligarca anhelada para hundirnos en errores y tergiversaciones.

Y cuando esa desviación determina nuestros métodos de análisis y de acción, negamos su desarrollo social y negamos el papel y el efecto que la Ética y la Semiótica desempeñan en la historia. Descubrimos que todo tratamiento anti-dialéctico y metafísico de la Ética y de la Semiótica distorsiona por definición los hechos económicos y los hechos subjetivos, incluso desde sus propias causas. Y esa aberración  es convertida en negocio de ellos para entretenernos con sus aulas, con sus iglesias o con sus mass media. Por eso hay que consolidar la Ética y la Semiótica como baluartes de la Ciencia Revolucionaria.

Necesitamos una Ética y una Semiótica desalineadas para intervenir -en clave de lucha- en la trama jurídica, política, religiosa, artística o filosófica… así como en todas las formas “ideológicas” para desactivarlas de raíz y esclarecer el cometido de inundar a los pueblos con “falsa conciencia”, ilusionismo e inmovilismo que son motores de toda distorsión de la realidad. Requerimos Ética y Semiótica como ciencias emancipadas para impulsar la emancipación de la humanidad.

Más vigente que nunca, el Informe MacBride sobrevive al olvido que le impusieron los comerciantes de la Información y de la Comunicación y hoy sigue exigiéndonos las respuestas teórico-prácticas que más nos urgen, con la Ética y la Semiótica emancipadas y emancipadoras, siempre a la mano de las luchas populares. Sin olvidar la Estética.

Fuente:http://www.telesurtv.net/bloggers/Etica-y-Semiotica-del-Informe-MacBride-Algunas-disquisiciones-desordenadas-para-un-Nuevo-Orden-de-la-Informacion-y-la-Comunicacion-20160801-0005.html

Imagen: http://ssociologos.com/wp-content/uploads/2014/05/medios-de-comunicaci%C3%B3n.jpg

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La CNTE: maximalismo o negociación

Por: Gilberto Guevara Niebla

Existe una confusión no aclarada respecto a los fines que persigue el movimiento que encabeza la CNTE. ¿Quiere eliminar todas las medidas tomadas desde 2012 en el campo de la educación obligatoria? ¿O quiere solamente suprimir el sistema de evaluaciones de los docentes?

Si se trata de lo segundo: eliminar las evaluaciones docentes, se plantea un conflicto real entre sus aspiraciones y el interés de la sociedad que claramente apoya la evaluación periódica de los docentes (en 91.4 por ciento, según la Cesop, junio 2016).

¿Se quiere realmente echar abajo todas las medidas y acciones que han tomado las autoridades educativas desde 2012 a la fecha?

La reforma comprende muchos elementos: la centralidad de la escuela, el nuevo currículum, el programa de escuelas de tiempo completo, la reforma de la formación inicial, el sistema de asistencia técnica a la escuela, el nuevo programa de becas, la política de impulsar la profesionalización de los docentes, el nuevo protagonismo pedagógico del supervisor, la nueva política de financiamiento, los nuevos programas de formación continua, la nueva política de reconocimiento a los docentes destacados, el programa de acceso a estímulos salariales, el programa Escuelas al Cien, etcétera.

¿Se quiere acabar con todo esto? Si es verdad, estamos ante un imperdonable fenómeno de oscurantismo —o ludismo. Si no es así, lo que la CNTE quiere realmente es eliminar solo el sistema de evaluaciones docentes. Si este es el caso, cabe preguntarse: ¿Quieren los líderes de la coordinadora eliminar las evaluaciones de docentes? ¿Se quiere borrar del sistema educativo mexicano cualquier modalidad de evaluación docente? Si se elimina el conjunto de las evaluaciones se estará regresando al viejo molde de gestión de la carrera docente donde privó la corrupción y la arbitrariedad. No todas las evaluaciones son iguales.

La evaluación de ingreso se ha realizado año con año sin problemas. Lo mismo las evaluaciones de promoción a puestos de dirección, supervisión, tutores y asesores técnico pedagógicos. Ambas han tenido aceptación general.

La molestia principal del magisterio gira en torno a la llamada evaluación del desempeño, una evaluación por la cual han de pasar, obligatoriamente, todos los docentes, al menos una vez cada cuatro años. La evaluación de desempeño se aplicó por primera vez en los días finales de noviembre y los iniciales de diciembre de 2015.inee

Fue un primer ejercicio, sin precedente alguno. Hubo en su realización fallas de orden logístico y tropiezos de orden práctico, administrativo, que suscitaron a veces mucha molestia entre los concursantes. Por añadidura, la evaluación de desempeño fue perturbada por la violencia de la coordinadora y las acciones de sabotaje que perpetraron tanto los seguidores de la CNTE como algunos líderes menores del SNTE.

La formulación maximalista es un juego de todo o nada y de rechazo a soluciones parciales. Esta rigidez —aunque parezca lo contrario— es el verdadero punto débil de la coordinadora. Para todos es evidente que una solución parcial es razonable, sin embargo, un desenlace semejante es difícil de asumir por un movimiento que nació asociado a una postura radical y que tiene problemas para disminuir su velocidad o detenerse. De no flexibilizarse, estará en peligro de diluirse.

Fuente: http://www.educacionfutura.org/la-cnte-maximalismo-o-negociacion/

Imagen: http://www.educacionfutura.org/wp-content/uploads/2015/06/cnte-5junio2-e1433548725759.jpg

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El duro camino de la innovación Eductiva

Por. Esteban Gabriel Santana

CAMBIAR LA EDUCACIÓN

Cuando el profesorado asiste a un congreso, ponencia o taller educativo sobre innovación,  la sangre nos fluye por las venas como si fuéramos adolescentes recién enamorados, y sin dilación tratamos de cambiar la educación tradicional y apegada al libro de texto y a los contenidos tan arraigada en nuestra sociedad, por otra más innovadora, que atienda a los distintos talentos del alumnado, que le ayude a pensar de manera crítica, que fomente la creatividad, que cambie el ambiente de aula y los métodos de trabajo. Cuántas veces no nos hemos quedado maravillados con ponencias o congresos sobre metodologías emergentes que a la semana o al mes ya se han “diluido” y no queda más que como un recuerdo. Pero,

¿Por qué es tan difícil la innovación educativa?

Ésta es una de las principales preocupaciones  de muchos profesionales de nuestros centros educativos. Pero en todos ellos hay una coincidencia: “el principal problema es el tiempo”. Una buena ponencia, charla, taller, etc., necesita tiempo para la información y para la formación pero también necesita tiempo para la implementación. La “responsabilidad”  de la innovación en las aulas “cae”en la jefatura de estudios, líder pedagógico del centro, pero que está en muchas ocasiones tan saturada por la burocracia y el papeleo, que no tiene tiempo literal para encargarse de su principal competencia, el liderazgo pedagógico y el cambio educativo.

A lo largo de los últimos años hemos visto “morir” muchos proyectos innovadores en centros porque han quedado “difuminados”  por falta de tiempo para la coordinación y una buena implementación, acompañado claro está por unos espacios poco adecuados para el trabajo cooperativo y colaborativo, un ambiente de aula que provoca todo tipo de sentimientos menos ilusión, ganas, imaginación, etc.

¿Y SI SE VA EL DAP?

A mí me gustaría reivindicar desde estas líneas una figura que podría llevar este cambio adelante en la escuela. En Canarias tenemos desde hace varios años en los centros REDICE (‘red de centros por la innovación y la continuidad’) la figura del profesorado DAP (‘docente de actualización pedagógica’), que en docencia compartida trata de implementar toda aquella formación que recibe desde los centros del profesorado. Pero al DAP le pasa lo mismo que al jefe de estudios, tiene una serie de horas estipuladas en su horario para formación, para entrar en dos o tres grupos, y hacer lo que pueda, con ayuda del tutor claro está. Y hay experiencias muy bonitas que se están desarrollando y las hemos visto en Jornadas de Buenas Prácticas, pero… ¿y si se va el DAP? ¿Qué ocurre en el centro? ¿El DAP se ha preocupado de llegar al resto del profesorado utilizando los planes de formación, las CCP o los claustros para formar a sus compañeros? ¿Es un proyecto del DAP o un proyecto del centro? Son muchas cuestiones que a veces se quedan en el aire y que no se valoran porque el propio sistema nos lleva a que el cambio y la innovación se vaya “diluyendo” en el camino.

MENTOR DOCENTE

En los centros debería crearse una figura que es el mentor, un docente experimentado miembro del claustro y que debería ser el responsable de la innovación del centro, en coordinación con la jefatura de estudios, el DAP si lo tuviera, el equipo de orientación y las asesorías de referencia de los centros del profesorado. Consuelo Vélaz de Medrano Ureta, Catedrática en Métodos de Investigación y Diagnóstico en Educación de la Universidad Nacional de Educación a Distancia (UNED) habla en el estudio COMPETENCIAS DEL PROFESOR-MENTOR PARA EL ACOMPAÑAMIENTO AL PROFESORADO PRINCIPIANTE sobre la mentoría, figura que según ella consiste en un proceso de acompañamiento en la tarea y la integración en el grupo e institución de referencia, y no en la mera actuación del mentor con respecto al mentorizado.

Es una relación entre ambos, de reflexión compartida sobre problemas en los que ambos se ven inmersos e interpelados, un proceso de diálogo profesional en el que la mayor experiencia es el principal rasgo que configura el rol de mentor, aunque no solo la experiencia. Resalta un aspecto interesante Consuelo Vélaz y es que el mentorizado tiene un rol mucho mas activo, pues plantea los problemas que le preocupan, las necesidades que tiene, pero los límites del problema no están delimitados o definidos de antemano, ni tampoco su actividad sobre ellos. El mentor no evalúa, acompaña, guía en el proceso de la innovación y del cambio, de esos pequeños cambios que el profesorado va a ir introduciendo poco a poco en su aula y que van a hacer que el proceso de cambio innovador esté más sustentado, con buenos pilares, partiendo de la realidad del centro y del profesorado.

COMPETENCIA PROFESIONAL DOCENTE

Para Consuelo Vélaz un mentor sería aquél que conoce y regula sus propios procesos de construcción del conocimiento, tanto desde el punto de vista cognitivo como emocional, y puede hacer un uso estratégico de los mismos ajustándolos a las circunstancias específicas del problema o situación a la que se enfrenta. En consecuencia, ser competente profesionalmente consistiría en saber sobre (conocimientos); saber cómo intervenir (conjunto de habilidades y destrezas cognitivas, emocionales, sociales y procedimentales que permiten aplicar el conocimiento que se posee); saber relacionarse (disponer de habilidades sociolaborales); saber utilizar estratégicamente el conocimiento y perfeccionarse (disponer de competencias metacognitivas); y saber comportarse (ajuste a valores, principios, creencias y actitudes profesionalmente válidas y colectivamente aceptadas).

Si la educación funcionara como las empresas, a buen seguro que ya habría un mentor en cada centro o por distrito, ya que nos aseguraría un porcentaje de éxito mayor en la implementación de la innovación, y por supuesto que aumentaría el éxito escolar, pero sobre todo, tendríamos un guía preparado para acompañar al centro en el proceso de cambio. Podríamos terminar diciendo:

“Ponga un mentor en su centro”

si no quiere que el cambio educativo sea “flor de un día”

Fuente: http://ined21.com/duro-camino-la-innovacion-educativa/

Imagen: http://www.izaga.org/wp-content/uploads/2014/07/innovacion-educativa.jpg

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Formación en alternancia en la universidad

Por. Laia Mestres

La formación en alternancia tiene como objetivo favorecer la adquisición de las competencias profesionales a través de un proceso que combina empleo y formación. El trabajador compatibiliza el aprendizaje formal con la práctica profesional en el puesto de trabajo.

La utilidad de las prácticas es incuestionable. Las prácticas laborales son el primer contacto entre el alumnado y el mercado laboral, el encuentro que permitirá que los estudiantes adquieran las competencias necesarias para enfrentarse a los problemas reales de su profesión. Las prácticas adecuadas son las que vinculan los conocimientos teóricos impartidos en el aula, con el mercado laboral y las necesidades de las empresas.

¿Cuál es la situación de la formación en alternancia en nuestro país? ¿Debería aplicarse este sistema a la universidad? ¿Cómo son las experiencias piloto que se llevan a cabo? Los expertos opinan sobre el tema.

Ventajas de la formación en alternancia

La formación en alternancia es una metodología didáctica que combina periodos de tiempo en un centro formativo con estancias remuneradas en una empresa, desempeñando un puesto de trabajo. La finalidad de esta iniciativa es lograr la acreditación de la formación adaptada a la práctica concreta de un ámbito profesional.

En el Estado español, la formación en alternancia se enmarca dentro de la Formación Profesional para el Empleo, abarcando diversos tipos de contratación: 1) contratos de formación dirigidos a jóvenes de 16 a 25 años; 2) Formación en escuelas taller y casas de oficios dirigidas a jóvenes de 16 a 25 años; 3) Talleres de empleo para mayores de 25 años.1

Para Laura Rego, Coautora del artículo «La formación en alternancia en la universidad y en los ciclos formativos: aportaciones desde dos investigaciones realizadas en Galicia», una de las principales ventajas de la formación en alternancia es que, en general favorece la empleabilidad de los alumnos/as y futuros técnicos, dado que se incorporan al mundo profesional como parte de un proceso formativo integral, lo que condiciona y amplía sus posibilidades de inserción laboral futura.

Desde el punto de vista de la empresa, la formación en alternancia supone una posibilidad para la empresa de seleccionar personal cualificado y adaptado a la realidad de su entidad (formados en el propio puesto de trabajo). Este aspecto es de vital importancia si la empresa pretende basar su funcionamiento en la mejora de la productividad tomando la calidad y la cualificación profesional como referente.

En cuanto a las desventajas, los expertos destacan las dificultades en cuanto a la gestión y organización de los planes. El hecho de coordinar empresa, centro formativo, organizaciones sindicales, etc. además de administración pública, requiere una flexibilidad que no es fácil de obtener en el sistema educativo actual. Además, todavía no existen suficientes mecanismos de evaluación de resultados que puedan valorar la eficacia de las instituciones implicadas, el trabajo continuo del alumnado y el resultado obtenido.

¿Podemos aplicar la formación en alternancia a la universidad?

Actualmente, el contacto del alumnado universitario con la experiencia profesional se produce durante las prácticas curriculares establecidas en el plan de estudios y de carácter obligatorio. Desde 2014, el Real Decreto 592/2014 se regularon las prácticas extracurriculares, en el marco de los cambios introducidos por el Espacio Europeo de Educación Superior. Estas prácticas tienen carácter voluntario y el estudiante puede desarrollarlas una vez superado el 50% de los créditos de la titulación. La finalidad de ambas es semejante, pero en este caso no están vinculadas a ninguna asignatura y por tanto, no están sujetas a ningún número de convocatorias o calificación final.

En este contexto, ¿es viable aplicar un sistema de formación en alternancia en la universidad? Para Ángels Domingo, investigadora y consultora de la Unesco. Directora de la Plataforma Internacional Práctica Reflexiva y Directora Pedagógica del Instituto Escalae, a pesar del potencial formativo de la experiencia, sobradamente constatado, la formación en alternancia no se ha aplicado suficientemente debido a,por un lado, cierto desconocimiento por parte del cuerpo docente universitario de los fundamentos teóricos del aprendizaje experiencial, y por el otro, como consecuencia del primero, por la dificultad práctica del profesorado para gestionar sistemáticamente este recurso didáctico.

Para Laura Rego, es necesario analizar la situación basándonos en nuestro contexto formativo y laboral. Desde su punto de vista, la aplicación de los contratos de formación en alternancia al sistema universitario sería una decisión que habría que someter a una evaluación completa, tomando en consideración especialmente, si este tipo de contratos favorecen realmente la inserción laboral de los titulados/as universitarios en el contexto español, si el uso que se hace de ellos mayoritariamente se corresponde con esta finalidad o si por el contrario tenderían a precarizar aún más, la situación de los/as universitarios.

Precisamente, la precarización de los jóvenes y las dificultades de coordinación entre los diferentes agentes implicados son los aspectos que más preocupan a los expertos. Otro aspecto primordial es que las empresas deben convertirse en auténticos agentes formativos, para lo cual la cualificación técnica y pedagógica de los tutores es fundamental.

Notas el pie:

1.- Extraído del texto «Formación en alternancia con el empleo» de la Plataforma para la promoción y difusión de la Formación Profesional para el Empleo de la Confederación de Empresarios de Andalucía. http://infofpe.cea.es/fpe.php?section=c15

Fuente: http://www.educaweb.com/noticia/2016/01/13/formacion-alternancia-universidad-9207/

Imagen: http://www.revista-anales.es/web/n_23/img/s_6/imagen_1_1_grande.jpg

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