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Comunidades de aprendizaje, respuesta posible a muchos de nuestros retos educativos

Blanca Heredia

Participé en una conferencia sobre temas educativos organizada por Club EPE, Suma por la Educación y el Centro OCDE en México. El público era grande y estaba constituido, fundamentalmente, por maestros en servicio de básica y, sobre todo, de educación media superior.

A mí me tocó integrar y moderar un panel en el que participaron el doctor Gabriel Cámara, quien habló sobre Comunidades de Aprendizaje; la doctora Margarita Tarragona, experta en el desarrollo de habilidades socioemocionales, y la doctora Ana Razo, especialista en observación de interacciones en aula. Al finalizar las presentaciones, varios de los maestros que asistieron al evento hicieron preguntas muy reveladoras sobre el tipo de retos que enfrentan, día a día, en sus aulas.

Dos temas, si bien no desconocidos, me llamaron la atención por el tono casi angustioso con el que fueron planteados por los maestros. El primero tiene que ver con los desafíos que, para los maestros, supone la presencia de fuertes problemas de desintegración familiar en muchos de los hogares de sus alumnos.

Al respecto, una maestra de educación media superior del Estado de México comentó que una proporción importante de sus alumnos vive en condiciones de abandono, de hecho, por parte de sus padres; es decir, solos y sin supervisión u apoyo cotidiano de éstos. A fin de generar condiciones mínimamente viables para los procesos de enseñanza-aprendizaje, esa maestra nos contó que ella se daba personalmente a la tarea de prepararles un desayuno caliente a la semana. Otro docente, éste de básica, hizo una pregunta que aludía al mismo tema: ¿doctores, cómo le hacemos para ser padres, además de maestros?

La segunda problemática que se hizo poderosamente presente a través de los comentarios y preguntas de los asistentes se refiere a los retos (mayúsculos) planteados por los, con frecuencia, radicalmente distintos niveles de preparación de sus alumnos. En relación a este asunto, un profesor de química de media superior de la Ciudad de México nos refería que en su clase había muchos alumnos que no tenían claros los conceptos de multiplicación y/o de división, mientras que, en el otro extremo, algunos otros dominaban los fundamentos requeridos para cursar esa asignatura. Tal diversidad, nos explicaba, le suponía retos formidables a la hora de dar sus clases.

Para fortuna nuestra, recién había hablado el doctor Cámara y todos teníamos muy fresco lo poderoso que es y puede ser, para enfrentar estas y otras muchas problemáticas, el método pedagógico Comunidades de Aprendizaje, desarrollado e instrumentado por el doctor Cámara durante ya muchos años, en muchas partes del país.

En un apretadísimo resumen, dicho método se basa en un supuesto fuerte (sin vínculo personal-afectivo no hay aprendizaje) y en un formato pedagógico clave: hacer de los alumnos participantes activos en el proceso de enseñanza-aprendizaje a través de dinámicas que promuevan el que los estudiantes se enseñen entre sí. Por ejemplo: la alumna que sabe más de matemáticas le enseña a el/la que tiene rezagos en esa materia: el que domina las conjugaciones verbales apoya a compañeros/as con deficiencias en esa área y así. En el camino, los alumnos se vuelven actores de su propio aprendizaje, refuerzan lo que ya saben (nada mejor para aprender bien algo que tenerlo que enseñar), generan vínculos personales fuertes, fortalecen su autoestima, su motivación y su sentido de pertenencia.

En este modelo pedagógico, el/la maestro/a retiene un papel centralísimo, pero uno distinto al tradicional. En el contexto de una Comunidad de Aprendizaje, el maestro deja de ser el único que sabe y el que tiene todas las respuestas, para convertirse en una suerte de director/a de orquesta que propicia, facilita y orienta la construcción colectiva de aprendizaje. El tránsito del rol tradicional de impartidor de una verdad única al de facilitador que detona y estructura el aprendizaje recíproco y compartido no es fácil. No lo es, pues le supone al docente, entre otras cosas, redefinir el basamento de la autoridad del docente frente a sus alumnos, al tiempo que le exige desarrollar o fortalecer a este habilidades como la escucha, la observación, la empatía y la capacidad de argumentación.

Si bien plantea dificultades, la verdad es que hay pocos otros modelos de enseñanza-aprendizaje que ofrezcan tantos beneficios y tantas herramientas valiosas para enfrentar las muy difíciles condiciones que enfrenta una alta proporción de los docentes mexicanos. Por eso vale la pena conocerlo a detalle y promover el que nuestros maestros pudiesen usarlo para lidiar con las duras realidades que muchos de ellos enfrentan cotidianamente.

Fuente del articulo: http://www.elfinanciero.com.mx/opinion/comunidades-de-aprendizaje-respuesta-posible-a-muchos-de-nuestros-retos-educativos.html

Fuente de la imagen: http://www.elfinanciero.com.mx/files/article_main/uploads/2016/02/08/56b907f074aa0.jpg

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Bits de Comunicación Popular

Sursiendo

Hablemos sobre la prensa, Internet y comunicación popular, en estos tiempos difíciles

Cuando nació la prensa escrita, allá por el siglo XVII, con publicaciones semanales llamadas las gacetas, y se consolidó en el siglo XVIII, el mundo estaba cambiando. Era síntoma y a la vez aporte hacia un mundo nuevo que estaba naciendo: crecimiento urbano, industrialización, revoluciones burguesas, movimientos de independencia en América Latina, etc. Aumentaba la población que sabía leer y escribir, y estaba ávida de conocer y organizarse. Se gestaba una incipiente opinión pública, que al estar informada se relacionaba de otra forma con el poder, y exigía derechos fundamentales. La prensa aportaba noticias y opiniones, lo cual muchas veces fomentaba el espíritu crítico frente al poder establecido, que abusaba y perpetuaba (o pretendía perpetuar) el oscurantismo, la ignorancia y por lo tanto la obediencia.

Con el correr de las décadas, la prensa cobró mayor importancia e incluso servía de contrapoder, de ahí que se le llamase el cuarto poder, frente al poder ejecutivo, el judicial y el legislativo (que se suponen que tienen que estar separados y actuar como contrapesos de sí mismos en una democracia). Pero la prensa establecía una comunicación muy unidireccional, y llegaba aún a una parte pequeña de la población, aunque tenía el sentido ético de servir a la sociedad.

Después vino la radio y más tarde la televisión se hizo comunicación de masas porque, aunque seguía el modelo unidireccional, iba de un emisor a millones de receptores; las corporaciones de comunicación se hicieron más y más poderosas, concentrándose en industrias del espectáculo, que salvo excepciones fomentaban el status quo político y el desarrollismo capitalista.

También estaban (y siguen) miles y miles de radios comunitarias por todo el mundo, miles y miles de gacetas, boletines o volantes independientes, que creados desde las organizaciones, colectivos o comunidades humanas expresaban sus ideas, sus noticias y sus propuestas, manteniendo ese espíritu crítico y su inquietud ética para con el pueblo.

Pasó el tiempo y en los últimos años del siglo XX se fue expandiendo el uso de Internet, actualmente usado por más del 42% de la población mundial, unos tres mil cien millones de personas (datos de diciembre de 2014). ¿Un nuevo medio? ¿una nueva herramienta? ¿un nuevo espacio? ¿cómo denominarlo?

México trágico
Mueren en México más periodistas que en Afganistán y Somalia, dice un titular del periódico Excelsior en diciembre de 2014. El problema es que en este recuento macabro sólo se incluyen profesionales de la información acreditados… ¿qué pasa con las personas que escriben en un blog informativo, que comunican en las redes sociales de forma seria y permanente? En México muchas de estas personas reciben amenazas, se tienen que refugiar en otras ciudades, son agredidas o son asesinadas.

Se ataca a personas que quieren informar a la sociedad frente al cerco mediático que establecen las empresas, los grupos delincuenciales organizados y las instituciones de gobierno. Son personas que se implican en difundir hechos que debe conocer la sociedad a través de revistas independientes, radios comunitarias, vídeos o notas a través de Internet. Muchas veces formando parte de colectivos sociales, que están actuando en las propias luchas que se difunden.

Internet popular
La prensa tal y como existía desde hace 200 años ya está agotando sus últimos momentos de poder y protagonismo (¡crisis del papel! dicen algunos). Las sociedades están cambiando a ritmo frenético, pero muchas instituciones sociales no lo quieren ver o intentan evitarlo, para seguir como están. Internet y las formas de relacionarse que plantea están presentes en esos cambios sociales, contrarias al monopolio de un-emisor-muchos-receptores-pasivos. Mucha gente quiere participar y puede hacerlo con los recursos digitales, creándose lo que Manuel Castells llama autocomunicación de masas,

“Es comunicación de masas porque potencialmente puede llegar a una audiencia global (…) Es autocomunicación porque uno mismo genera el mensaje, define los posibles receptores y selecciona los mensajes concretos. Es producto del desarrollo de las llamadas Web 2.0 y Web 3.0, o el grupo de tecnologías, dispositivos y aplicaciones que sustentan la proliferación de espacios sociales en Internet y su contenido está autogenerado, su emisión autodirigida y su recepción autoseleccionada por todos aquellos que se comunican”.

¿Por qué no considerar comunicadores y comunicadoras a quien usa esos medios de esa forma?

Medios y tercios en acción
Hace pocas semanas participamos brevemente en un encuentro de medios alternativos, comunitarios, ciudadanos o como quieran llamarse, para realizar un pequeño taller de seguridad digital, pero también a escuchar y aportar sobre la comunicación social (no comercial). Fue un encuentro fraterno en las montañas del sureste mexicano, donde hasta café y pan dulce recién horneado había… planteándose a modo de semillero, para definir líneas, formas y confluencias de trabajo.

Ahí se produjo un debate interesante sobre la exigencia o no de profesionalismo a la hora de realizar la labor comunicativa. Pero no en el sentido profesional de cobrar y ser periodista formalmente acreditado, no. Profesional en el sentido de dedicarle tiempo y esfuerzo para llegar a mucha gente y que sea interesante y entendible lo que se comunica. Por supuesto, ahí entra la actitud de saber a quién quieres llegar, y cómo.

En las escuelas y facultades de periodismo aún se predica la necesidad de la objetividad, de que el o la periodista es una persona con una misión social, por encima del resto de mortales. También se tratan algunos temas éticos, pero pocos. “Lo importante es la objetividad”, como si los profesionales de la información no fuesen sujetos, no tuviesen memoria histórica, sentimientos, vida cotidiana, frustraciones y simpatías. Todo ello finalmente se convierte en vender un producto, con apariencia de aséptico, pulcro y neutral, cuando en realidad es sólo un producto que beneficia a la empresa informativa de turno.

Frente a esto está la comunicación popular, que viene desde la educación popular de Paulo Freire y la teología de la liberación. Se puede definir como el proceso de interacción que se da entre seres humanos, en la colectividad que comparte su memoria histórica, que crea conciencia crítica y de justicia social, reflejando su realidad. Y también son las distintas formas en que se puede plantear esa interacción social.

Según Jorge Merino Contreras, la Comunicación popular:

“es aquella que partiendo de la cultura y necesidades de los grupos, transforma las características de la comunicación dominante; donde emisores y receptores intercambian continuamente sus posiciones; aquella que está definida prioritariamente para la participación de todos los sujetos que en ella intervienen, sobre todo aquellos a los que más directamente les atañe el proceso en el que están incluidos”.

Como explica Mario Kaplún, uno de sus impulsores en América Latina, se puede designar: “comunicación horizontal”, “comunicación participativa”,  “comunicación popular”, es la comunicación micro frente a la macro de los mass media.

Pero con Internet esta comunicación deja de ser tan micro, y sirve para comunicar denuncias, luchas, logros, propuestas, vivencias, errores, cotidianeidades, cultura, etc. que pueden ser leídas, escuchadas o vistas por millones de personas. Revaloriza el ser sujeto, frente a la objetividad, y hace suyo realmente el término glocal: piensa local y actúa global y viceversa. Da posibilidad de participación, de creación, de retroalimentación. Porque además es entrar en contacto, ejercer verdadera comunicación, recibir respuestas y comentarios, da la posibilidad de articularse y organizarse. Porque Internet es más que un medio, es más que una herramienta, es más que un espacio.

Pero sin duda, hay que dejar de lado el determinismo tecnológico, las máquinas por sí solas no nos ayudan; la tecnología puede ser de ayuda si las utilizamos de forma social y éticamente responsable, si no dejamos que se adueñen de ellas los intereses económicos y políticos privatizadores y de pensamiento único. Internet nos da posibilidades expresivas y de difusión sin precedentes, y en nuestras manos está que aprovechemos eso.

Participemos en la comunicación popular 2.0 ¡Hackeemos la comunicación!

Fuente del articulo: http://sursiendo.com/blog/2015/08/bits-comunicacion-popular/#more-5189

Fuente de la imagen:http://www.somoselmedio.org/sites/default/files/3_15.jpg

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Educar para la sociedad humana

Adriana Puiggrós

A pocos días de la tremenda masacre efectuada por terroristas islámicos en la redacción del periódico francés Charlie Hebdo, es necesario afirmar que no hay ninguna justificación que le reste inhumanidad. En cambio debemos ahondar en las condiciones de producción de hechos de esta naturaleza, en cuya serie debemos incluir la reciente matanza de 43 estudiantes de la Escuela Normal de Ayotzinapa, en el estado de Guerrero, México. Es bien sabido que el terrorismo lleva agua a molinos diversos que no se agotan en sus ejecutores o inspiradores directos; se engarza en la compleja trama del mundo financiero-narcotraficante-racista-expulsivo-armamentista, que expresa al capitalismo de la nueva y peligrosa etapa que está avanzando.

Los protagonistas más visibles son jóvenes, su carne, su sangre, su percepción brutal de la imposibilidad de un porvenir viable, atractivo, que conecte con la vida. Las inscripciones de los jóvenes en las sociedades encuentran profundas diferencias y distinciones, pero son extremadamente escasos los que tienen alguna libertad para elegir, o de ser conscientes de que no está necesariamente inscrito en sus biografías ser instrumentos antes que humanos. Las personas son sensibles a los atractivos de su entorno. El fútbol socializa: agrupa, educa, entusiasma. También hay barras bravas futbolísticas que convocan a jóvenes y adultos desesperados por ser grupo, por pertenecer. Se incluyen en un lema, comparten un cántico, pero también suelen construir un enemigo mortal en el club rival, o en cualquier otra entidad, inasible, una entidad que les permita recortar un “nosotros”, poner un cerco subjetivo que los saque del llamado a la individualidad absoluta que tienta en este siglo.

La cultura hegemónica no proyecta al ambiente más propuestas que la subsistencia, el consumismo y la lucha por “being someone”, la tremenda frase anglosajona. Descalifica y desgaja la pasión colectiva. La pasión misma ha perdido actualidad y prestigio; afortunadamente subsiste en los deportes. La oferta repetida, y repetida, de cerveza o de Nike, habilita a los chicos a decir ¿por qué yo no? o bien a tomar por sí mismos lo que sea, incluso la vida de los otros por mano propia y a vivir peligrosamente. La opción por la violencia es desprecio por la política y desaliento por la vida social. El estímulo del peligro o la muerte misma alientan a jóvenes que están hartos de la oferta del mundo capitalista yanquizado, de la rutina publicitaria que les exhibe objetos inalcanzables y de la falta de empleo y de oportunidades de estudio. De la ausencia de sentido histórico en la sociedad pragmática. Siniestro destino.

¿Es posible revertir esta situación? En el devenir inmediato de la peligrosa situación mundial, es la política la que tiene capacidad de incidencia directa, no la educación. Pero toda política está cargada de enunciados político-pedagógicos. En la Argentina miles de jóvenes testimonian en las redes sociales y en actos políticos su adhesión y entusiasmo por la realización de los juicios a los responsables del genocidio y la política de derechos humanos de los gobiernos kirchneristas.

Nuestro gobierno, junto a los gobiernos populares de América latina, juega un papel importante a favor de la paz mundial, basado en la firme defensa de la autodeterminación nacional y regional. En esa postura hay un mensaje pedagógico implícito, una invitación a soñar con la Patria Grande. Como lo hay en el aumento del empleo (miremos la situación de una década atrás), como lo encuentran quienes ahora pudieron terminar su secundaria y los millones de adolescentes que fueron incluidos en el mundo digital desde la escuela pública. Lo hay en la apertura de universidades en los lugares más desfavorecidos. La etapa preelectoral de la Argentina es un momento adecuado para pensar en grande, para habilitar el “inédito viable” del que hablaba Paulo Freire, para embarcar a los jóvenes en proyectos que creen en la posibilidad de una sociedad humana.

Fuente del articulo: http://www.pagina12.com.ar/diario/elpais/1-263801-2015-01-13.html

Fuente de la imagen:http://www.periodicodecrecimientopersonal.com/wp-content/uploads/2014/04/o_DSCN1001-400×300.jpg

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México: Vivir En Otra Lengua Por: Esther Andradi

 Vivir En Otra Lengua Por: Esther Andradi

América del Norte/México/ 02-07-2016/ Autor: Ricardo Bada / La Jornada Semanal Núm. 718

Ensayo:

Intento meterme en la piel de un español o un hispanoamericano con vocación de escritor o periodista, o amb as cosas, que emigra a Estados Unidos, a Suecia, incluso a Australia, y que quiere salir adelante con esa vocación. Sé de lo que hablo porque llegué a Alemania en febrero de 1963 con el propósito de aprender el idioma alemán, pero de seguir escribiendo en el mío. Tuve la inmensa fortuna de que al poco tiempo de estar en el país me contrataran en la redacción latinoamericana de la emisora Radio Deutsche Welle, y así fue que pude realizar mi sueño , aunque a decir verdad nada más lo conseguí a medias, porque si bien me gané la vida escribiendo en castellano, mi alemán oral deja mucho que desear.

Entretanto han pasado ya cuarenta años y soy abuelo de nietos alemanes, pero sigo pensando en el problema de la vocación, sobre todo cuando me reúno con mi amigo José f. a. Oliver, español de pura cepa, español de corazón. Pero nació de padres malagueños nada menos que en la Selva Negra y hoy cuenta como uno de los mejores poetas alemanes de los últimos tiempos. Hasta del mítico Instituto de Tecnología de Massachussets lo ha invitado para que vaya a Boston a dar recitales de su poesía. Debe ser porque José vale, ya que en Boston, y sin llamarte Cabot o Lowell, no te invitan tan fácilmente. [Recuerden la acerada observación de Juan Ramón Jiménez en Diario de un poeta recién casado: “Andan por New York –mala amiga ¿por qué? de Boston, la culta, la Ciudad-Eje– unos versillos que dicen así: ‘Here is to good old Boston/ The town of the beacon and the cod,/ Where the Cabot’s only speak to the Lowell’s/ And the Lowell’s only speak to God.’ He conocido bien a una Cabot. ¡Cómo deben de aburrirse los Lowell’s! He leído La fuente de Lowell. ¡Cómo debe de estarse aburriendo Dios!”].

Pero volvamos al caso de Oliver. Él fue a la escuela alemana y su idioma materno no es el de sus padres, sino el único que es de veras materno: el de la escuela. Y si bien José habla castellano, y no se le da nada mal, cuando se expresa poéticamente la lengua que le sale natural es la de Goethe, Hölderlin y Humboldt. Y no la de Cervantes y Borges o, mejor dicho, ya que estamos en ello: la de Cervorges. Me tomo la libertad de traducir uno de los poemas breves y menos hölderlinianos de Oliver, titulado “De dónde”, y que dice así: “Crisis de identidad/ se nos achaca/ a la segunda generación/ Crisis de identidad/ Cómo puede hablarse/ de una crisis/ si nunca/ tuvimos/ una/ identidad.” Y a propósito de identidad: hasta hacerse famoso, José Francisco Agüera Oliver, que siempre firmó José f. a. Oliver, tuvo problemas de ese tipo. Al extremo de que una vez lo programaron en un recital de Berlín como Josefa Oliver: “Cuando llegué –me contó riéndose todavía–, aquello era un mitin de feministas.”

Hay otras experiencias que a su vez provienen de algunas otras bastante traumáticas. Son las de gente muy valiosa en América Latina que un mal día tuvo que abandonar sus lugares (Chile, Argentina, Uruguay, Bolivia, El Salvador) y debió abrirse paso en el extranjero. Varios fueron los países donde se acogieron en Europa, desde la gélida Finlandia hasta la tórrida Italia. Y el único capital que avalaba su futuro era el machihembraje de una vocación y un idioma: querían ser escritores o periodistas, y querían serlo en español.

Increíble o no, muchos de ellos lo consiguieron. Hablaré primero del caso que mejor conozco, el ámbito del idioma alemán, entendiendo por tal no sólo Alemania, sino también Austria y la Suiza germanoparlante. Aquí hay una cosecha auténticamente granada de gente que escribe en castellano y ha fundado tertulias literarias, asociaciones y centros culturales, y –¡asombro!– hasta editoriales, donde no se habla ni se publica nada más que en nuestro idioma. Pienso por ejemplo en la tertulia El Butacón de Hamburgo (con más de treinta años de acrisolada existencia) y en el sello editor Lateinamerika Verlag, del argentino Fabián Diez, en Suiza.

Todos los años, en octubre, en la Feria del Libro de Francfort, la mayor del mundo en su género, se puede ver un pabellón chiquito (pero matón, como Pancho López) en el cual se expone la obra de estos escritores latinoamericanos a quienes las tormentas de la Historia hicieron naufragar –hablo metafóricamente– en las playas alemanas. Los organizadores del pabellón intentaron catalogar semejante riqueza, alcanzando a listar media centena de nombres, desde los mexicanos Berenice Ammann y Salomón Derreza hasta la argentina Esther Andradi (una colaboradora ya conocida de los lectores de este suplemento), pasando por los cubanos Jorge Pomar, Amir Valle y Jorge Luis Arzola; los chilenos Víctor Farías, Hernán Valdés y Mauricio Toro; los españoles Pilar Baumeister, Víctor Canicio y Fernando Aramburu; los colombianos Sonia Solarte y Ricardo Colmenares; los peruanos Julio Mendívil, Leopoldo Chariarse y Walter Lingán, y el ecuatoriano Israel Pérez. And last but not least, el salvadoreño David Hernández, quien fue, antes de regresar a su país, algo así como el aglutinador de todos los empeños habidos y por haber en Alemania, para que se sepa que de la lengua española no nos arrancan ni con fórceps. Digamos, pues, que a él “dele Dios buen galardón”, parafraseando –pero en positivo– uno de los más bellos romances de nuestra lengua.

Y a quien también habría que darle buen galardón, y ahora me salgo del mero ámbito alemán, es a la ya mencionada Esther Andradi, argentina santafesina pero berlinesa de adopción, por la antología que ha publicado en Buenos Aires, en las ediciones del Instituto Movilizador de Fondos Cooperativos; una antología titulada Vivir en otra lengua (Literatura latinoamericana escrita en Europa) y en la que se agavillan trabajos de una docena de autores: el chileno Omar Saavedra Santis, el panameño Luis Pulido Ritter, la peruana Teresa Ruiz Rosas, el colombiano Luis Fayad y el salvadoreño David Hernández [este último mientras residió acá] escriben en Alemania; la colombiana Helena Araújo en Suiza, la argentina Rosalba Campra en Italia, la uruguaya Ana Luisa Valdés y su compatriota Leonardo Rosiello en Suecia, el ecuatoriano Ramiro Oviedo y la argentina Luisa Futoransky en Francia, y la mexicana Adriana Díaz Enciso en Inglaterra.

Se trata de un libro admirable por muchos conceptos, sobre todo porque, como dice Esther Andradi cerrando su prólogo, “es una aproximación a la literatura en español que escriben quienes viven en otra lengua. Más allá de las circunstancias que motivaron el extrañamiento, permanecen en el país que los acogió y tienen en común la continuidad de la escritura en la lengua materna. […] El idioma original se percibe entonces como aquellas casas edificadas en las riberas del río, construidas sobre pilotes, por cualquier cosa. Y aunque reciben el lujo de la ribera y gozan de su humedad, sus alimañas y sus beneficios, se defienden de la corriente, afirmadas en las preposiciones entre y desde y hasta, ahí donde estén.” La escritura es el ancla con la que tejen el vínculo con el país lejano, una suerte de istmo en el mar de otro idioma. Sumergidos en la vida en otra lengua, arrasadas la jerga, el habla cotidiana, el sonido de lo insustancial, las interjecciones y, en fin, todo aquello que es el sedimento de lo literario, estos escritores y escritoras cultivan la lengua original con la persistencia de la grama, que cuanto más se la arranca, con más fuerza crece. Matas salvajes de un territorio indomable. Siempre se vuelve al primer amor, como dice el tang

Por supuesto, y eso lo sabe muy bien Andradi, este fenómeno de la transterración del escritor no es algo novedoso, ni siquiera notable, y así lo dice expresamente en ese prólogo: “Que gran parte de la literatura llamada latinoamericana se ha escrito en Europa, no es nuevo. Los grandes del Boom escribieron sus novelas en Barcelona o París, pertenecen al jet set del mundo editorial internacional, son las estrellas de congresos internacionales y los ecos de su escritura siguen rebalsando los programas de universidades europeas!”

Pero ella recoge en su antología a los que se realizan fuera del canon, de los grandes circuitos: “La gran mayoría de los autores y autoras de diversos países latinoamericanos radicados en una lengua distinta a la que escriben, viven entre dos aguas, buscando el reconocimiento en el país de origen, destinatario de sus ficciones. ‘Vivimos en París’, como escribía Darío, pero ‘París no nos conoce’. No tuve que buscarlos porque están en todas partes; antes bien fue difícil limitar una muestra de esta literatura.”

Explica luego la razón –evidente desde el título– de haber excluído a los residentes en España (“se trata de un extrañamiento dentro del mismo idioma”) y constata que a pesar de que se ha limitado en su antología a la prosa narrativa, tampoco faltan los poetas latinoamericanos en este catálogo del desarraigo : bástenos recordar al venezolano Enrique Moya, en Viena; el peruano Américo Ferrari, en Ginebra, y la uruguaya Martha Canfield, en Florencia, y cómo el también peruano Jorge Eduardo Eielson “hizo de Roma su residencia definitiva, en todos los sentidos”. Eso para no hablar además de sus compatriotas Héctor Bianciotti y Juan Rodolfo Wilcock, tránsfugas al francés y el italiano, respectivamente.

La lectura de Vivir en otra lengua se convierte luego en una especie de juego del escondite con las referencias, o una especie de rara carrera de eslalon entre las biografías de los escritores y el mundo de sus creaciones. Para nada resulta raro que un porteño chileno (de Valparaíso, pues), residente en Berlín, haga protagonista de su cuento a un paisano suyo de visita en Roma; es el caso de Omar Saavedra: o que una colombiana que vive en Lausana, Helena Araújo, haga viajar a otra colombiana de Ginebra a Suiza. Menos raro aún es encontrar personajes compatriotas del autor en su país de origen: es el caso de los cuentos de Ramiro Oviedo, Ana Luisa Valdés, David Hernández, Luis Pulido Ritter y Luis Fayad, aunque si bien en este último caso no se dice expresamente, está claro como el agua que esa ciudad de su agobiante relato no puede ser otra sino Bogotá.

La paleta, sin embargo, no se agota en ese juego del escondite de las personalidades, ni en ese eslalon entre biografía y creación. La protagonista del cuento de la peruana Teresa Ruiz Rosas es una agente literaria islandesa que vive en Reikiavik; el de la argentina Rosalba Campra, un arcángel en el Río de la Plata durante la época de la conquista de América; y el del uruguayo Leonardo Rosiello, nada menos que un enviado del rey de España a la corte de un sultán chino. Sólo la mexicana Adriana Díaz Enciso elude los parámetros tópicos: su narración discurre en un No man’s land, durante un otoño homicida.

Rancho aparte, en todo sentido, el texto de Luisa Futoransky, un ensayo sobre el “mal de ojo” que funciona como un cuerpo extraño en la estructura total de esta antología, siendo ello tanto más extraño si pensamos que su autora tiene buena pluma para la narrativa, demostrada en sus tres novelas publicadas hasta la fecha.

Como la pescadilla que se muerde la cola, intento una vez más meterme en la piel de un hispanoamericano con vocación de escritor o de periodista, o de ambas cosas, y que llega a Estados Unidos, a Suecia, incluso a Australia, y quiere salir adelante con esa vocación. Sólo sabría decirle: el alemán es bastante, bastante más inhóspito que el inglés y hasta puede que el sueco, pero hemos sobrevivido a su garra helada. La que cuando se deshiela llega a producir semejantes milagros: “¿Y a mí qué más me da?, / digo a punto de llorar.” O bien:

“De este árbol del Oriente,/ a mi jardín venido,/ un secreto sentido/ su hoja guarda latente./ ¿De un ser vivo se trata,/ partido en dos mitades?/ ¿O son dos unidades/ juntas de forma grata?/ Pienso que es lo más noble/ aunar dos universos : / ¿no sientes en mis versos/ que soy sencillo y doble?”

Son poemas de un tal Goethe. Que tampoco era manco. Pero claro está; para manco, Cervantes.

ESTHER ANDRADI es escritora y periodista argentina residente en Berlín, autora entre otros títulos de la novela Berlín es un cuento, antologadora de Vivir en otra lengua: literatura latinoamericana escrita en Europa.

Fuente:   http://www.jornada.unam.mx/2008/12/07/sem-ricardo.html /

La Jornada Semanal Núm. 718, suplemento semanal del periódico.

Fuente: Foto: tomada de www.andradi.de

VIVIR EN OTRA LENGUA

Datos del libro

Nº de páginas: 137 págs.

Encuadernación: Tapa blanda

Editorial: ALCALA GRUPO EDITORIAL

Lengua: CASTELLANO

 

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Luis Britto García: La ceguera histérica

Por: Luis Britto García

Venezuela en muy pocas décadas ha asumido cambios que a otras sociedades les han tomado siglos. Las modificaciones, las transformaciones han sido rapidísimas, muy profundas, y todavía no encuentran una forma estable; son inestables, desiguales.

Las novelas del siglo pasado son todas sobre la Venezuela agrícola, el modo de producción de la nación. Nuestra literatura y nuestra cultura reflejaban ese hecho: éramos una sociedad rural. Peonía, de Manuel Vicente Romero García; Doña Bárbara y Sobre la misma tierra, de Rómulo Gallegos; todas son novelas rurales. Hasta Memorias de Mama Blanca, de Teresa de la Parra, trata acerca de una niña en una hacienda. El modo de producción está perfectamente expresado en la inmensa mayoría de nuestra producción literaria y cultural. En cambio, en cuanto al petróleo, son unos pocos los que se ponen a trabajar sobre ese tema.

Por ejemplo, uno ve solitarias, casi despeñando, obras como Mene y Casandra, de Ramón Díaz Sánchez y Oficina Número 1 y Casas Muertas, de Miguel Otero Silva, que tratan literalmente de la explotación del hidrocarburo, de los cambios, la desolación de las poblaciones y la migración de los campesinos hacia los campos petroleros.

Fuera de eso, el petróleo deserta de la narrativa. Hay un título de un libro de Adriano González León, Asfalto-Infierno, pero no trata sobre eso. En País Portátil hay un personaje (empleado de una compañía petrolera extranjera), pero son toques como de refilón. Y también en nuestra plástica son raras las obras que toman en conjunto el tema del petróleo.

En el teatro encontramos Las torres y el viento, de César Rengifo, obra en la que se aborda el tema petrolero, pero no de una manera integral. Tenemos además La hora Texaco, de Ibsen Martínez. Y si vamos a ver, también ahí hay esa escasez a la que me refiero. En este recuento cabe mencionar Zona de tolerancia, de Benito Irady, texto que presenta una serie de relatos, testimoniales de los obreros petroleros, unos cuentos extraordinarios.

En el cine hay excepcionales documentales, como Pozo muerto (Carlos Rebolledo, 1967), y en la cinematografía, por ejemplo, está Maracaibo Petroleum Company (Daniel Oropeza, 1974), que es una película un tanto frustrada y que trata más de las desventuras de una pareja intentando insertarse en el mercado de trabajo de Maracaibo que del propio petróleo. Está también La hora Texaco, (Eduardo Barberena, 1985) basada en la ya mencionada obra de teatro de Martínez. Y hay una película, El Escándalo (Carlos Oteyza, 1987), sobre los espías petroleros, gente que vendía datos e información de Petróleos de Venezuela.

En lo posible siempre puse en mis libros el tema petrolero. Yo pasé parte de mi infancia en los Campos Petroleros de Oriente, que eran como una cosa aparte. El lado americano era una especie de campo de golf, cercado con alambrada, donde había un automercado en el cual los productos llegaban libres de impuestos; ese era el llamado Comisariato. El que poseía una tarjeta del Comisariato gozaba de un pase extraordinario, era como una credencial de aristocracia. Desde luego, en algunas de mis novelas, como en La palabra, hago referencia a toda esa cultura del campo petrolero, y reseño hechos como la huelga petrolera del 36, que antes no se habían tratado narrativamente. Reuní los testimonios de Rodolfo Quintero, quien participó directamente en la misma, y de Kotepa Delgado, que fue uno de los agitadores del movimiento.

Pero todo eso es comparativamente escaso. No hay una obra que siga la vida cotidiana de un obrero petrolero, lo que significa perforar un pozo, los accidentes laborales, etc. Se filmó en Venezuela una película de Henri Georges Clouzot (1953), basada en el incidente de unos camiones de dinamita que van a exprimir un pozo petrolero, El salario del miedo, la cual sí versa sobre la industria petrolera. Esto muestra como de repente le podía resultar más llamativo ese fenómeno a un cineasta extranjero que a los venezolanos.

¿A qué podría deberse esto? Yo creo que este fenómeno tiene que ver con que nuestros trabajadores petroleros han sido una fracción sumamente pequeña de la población. El conjunto de venezolanos que explotan el petróleo son muy pocos, unas decenas de miles. Hoy día ha aumentado la nómina petrolera, pero en realidad siguen siendo algo así como 100 mil, una fracción ínfima de los 30 millones de venezolanos. Entonces, al abarcar una cantidad tan pequeña de la población, ese proceso no tiene una incidencia directa, pero sí tienen una incidencia indirecta los efectos inmensos de la producción petrolera en nuestro país, y sobre eso, acerca de esos temas, sí hay una abundante producción cultural.

DE LA AUSTERIDAD AL CONSUMISMO

Éramos, en el siglo antepasado, un país con personas obligadas a una gran austeridad en sus modos de vida. Habíamos sido un país, hasta cierto punto, centrado en lo nuestro, aunque teníamos una elite siempre europeizante, o favorable a Estados Unidos.

Actualmente, los medios de comunicación, que son como los heraldos del consumismo, nos han insertado modelos foráneos de actuación, de cultura. De modo que Venezuela en muy pocas décadas ha asumido cambios que a otras sociedades les han tomado siglos. Por eso un poco el desencuentro y la fragmentación de nuestra vida social. Las modificaciones, las transformaciones han sido rapidísimas, muy profundas, y todavía no encuentran una forma estable; son inestables, desiguales.

Uno tiene que partir de la idea de que la infraestructura económica tiende a determinar, aunque no de una manera automática, la súper estructura ideológica. Entonces es bueno estudiar en qué forma nuestra infraestructura económica, que ha pasado a ser la de un país exportador de un recurso natural que se extrae, ha cambiado nuestra manera de pensar. Yo creo que sobre el petróleo hay en el país una especie de ceguera histérica. Se ha tendido a ignorar el fenómeno o a disimularlo, o también, a presentarlo como una cosa malvada y demoníaca de la cual hay que prescindir.

En ese sentido, fíjate tú que se han ido creando expresiones como el excremento del diablo, el laberinto del minotauro, etc., tendiendo a satanizar el petróleo, es decir, a hacer creer que el petróleo es algo malo. ¿Para qué? para lograr que los venezolanos le tengamos una especie de tirria y digamos: tenemos que desprendernos de esa cosa tan mala, tenemos que dejárselo a otros, a las transnacionales, ¡que por favor se lo lleven para que no nos haga tanto daño! Yo creo, por el contrario, que es un recurso extraordinario, el mundo depende de él.

Hay que decir que frente a la relativa escasez de tratamiento del tema petrolero en la narrativa, o en la plástica venezolana, e incluso, podría decirse que en la música y hasta en la canción popular, contrasta, sin embargo, una producción ensayística excepcional. Libros como Hacia la democracia, de Carlos Irazábal; Historia económica y social de Venezuela, de Federico Brito Figueroa; Antropología del petróleo, un libro envidiable de Rodolfo Quintero, y en las obras de Juan Pablo Pérez Alfonzo, algunas de ellas, por cierto, realizadas en colaboración con Domingo Alberto Rangel, como Hundiéndonos en el excremento del diablo, y otros sumamente críticos sobre la dedicación del ingreso petrolero en el área nacional. En este aspecto sí hubo creación de conciencia. Allí sí hubo un discurso crítico sobre el petróleo.

A principios de los años 40 se lanzó una consigna que se la atribuyen tanto a Arturo Uslar Pietri, como a Alberto Adriani, sobre la siembra del petróleo, vale decir, acerca de la utilización de los ingresos generados por su explotación para crear una economía productiva en el país. Esta fue una consigna que se lanzó con mucho espíritu.

Había un gran entusiasmo de la intelectualidad por la comprensión del tema del petróleo en el país, lo que en 1970 nos llevó a reunirnos en Cabimas (estado Zulia) a casi un millar de intelectuales que llegamos allí precariamente, algunos en colitas, en autobuses, etc, y pasamos un conjunto de días conviviendo con la gente de la población, a veces pidiendo prestado los zaguanes para colgar un chinchorro y poder dormir. Realizamos un congreso cultural, modelo de acción cultural que ahí se lanzó a la vida nacional en todos sus aspectos. Es más, se predijo que el modelo petrolero se iba a agotar entre los años 1983-1984.

En aquel congreso de Cabimas una de los postulados era precisamente la nacionalización de nuestros recursos petroleros, la nacionalización además de otros recursos mineros como el hierro, aluminio, etc. Allí se hicieron propuestas enteras y completamente socialistas. Prácticamente toda la intelectualidad era radical, era de izquierda, era muy raro un intelectual de derecha. Y en ese sentido yo diría que se salvó el honor del petróleo venezolano en ese congreso y en infinidad de otros eventos que entre otras personas animaban intelectuales como Edmundo Aray y Pedro Duno. Es decir, había un granero, una producción intelectual poderosa, decisiva, que llevaba la vanguardia del pensamiento venezolano; eso quedó como un ejemplo de acción cultural.

Allí además se hicieron obras de teatro heterodoxas, se pintó un mural en un depósito petrolero abandonado. Yo estuve intentando promover de nuevo un congreso de ese tipo pero lamentablemente nunca se dio. Lo curioso es que en esa época en que teníamos todas las condiciones en contra se hiciera ese gran congreso cultural.

100 AÑOS DE PETRÓLEO

Es difícil resumir 100 años de historia petrolera en Venezuela en cuanto a sus íconos fundamentales. En primer lugar está el inicio de las exportaciones. Es difícil fijarlo en sus comienzos porque hubo pioneros que sacaban uno que otro barril, pero yo diría lo siguiente: lo primero fue el reventón del pozo El Barroso, hecho que determinó ante el imaginario nacional la importancia de esa riqueza.

Otro evento resaltante: en 1929, en plena crisis económica mundial, en nuestro presupuesto nacional los ingresos por el petróleo superaron, por primera vez, a los demás rubros. Desde entonces el papel del Estado como redistribuidor del ingreso petrolero vino a determinar que su importancia fuera creciendo. Se hizo evidente que no se le podía seguir manejando autocráticamente como lo hacía, por ejemplo, Juan Vicente Gómez, y que además era necesario articular nuevos modos de participación política, espacio que al principio llenaron los partidos socialdemócratas, los partidos llamados populistas.

Hay que señalar que en 1930, gracias a esa riqueza, Juan Vicente Gómez paga la deuda pública venezolana, hecho trascendente porque entre 1902 y 1903, Inglaterra, Alemania e Italia habían realizado un bloqueo y bombardeado nuestras costas para cobrar empréstitos externos artificialmente inflados.

En 1936, apenas muerto Juan Vicente Gómez, una huelga petrolera suspende la producción durante mes y medio y marca el ingreso del proletariado como tal, industrial, dentro, no ya de la economía, sino de la política del país. Había habido otras huelgas. Hubo una huelga de panaderos en Caracas y una de telegrafistas. Ese mito, que intentó implantar la socialdemocracia, de que antes no había movimientos sociales, es falso, pero por su importancia la huelga petrolera fue definitiva.

Eleazar López Contreras, el presidente que sucedió a Juan Vicente Gómez, liquidó esa huelga mediante la represión absoluta. Toma militarmente los campos petroleros y aprueba cosas insignificantes como un bolívar diario de aumento a los trabajadores.

Otro ícono importante: cuando el presidente Isaías Medina Angarita, elegido democráticamente, sanciona una norma –La Ley de Hidrocarburos de1943– que prevé la nacionalización petrolera, la reversión de la industria petrolera para 1983. En ese momento todos los activos de la industria debían regresar al patrimonio nacional sin pagar un centavo.

También es unhito significativo el golpe de Estado del 18 de Octubre de 1945, a raíz del cual Rómulo Betancourt inicia una política de concesiones que incrementa masivamente la participación de las empresas estadounidenses. Hasta entonces, curiosamente, predominaban en nuestra industria las petroleras inglesas y las petroleras holandesas. Pero a partir de Betancourt empieza a predominar el capital estadounidense. Él se trae a Nelson Rockefeller, quien crea una gran industria que se llama la Basic Economic Corporation para sus inversiones en Venezuela, la cual multiplica extraordinariamente las inversiones de capital y va a cambiar de manera determinante el modo de vida del venezolano a través del consumo y de toda otra cantidad de manifestaciones decisivas de la presencia del capital estadounidense en el país.

En 1956 Marcos Pérez Jiménez crea la primera empresa petroquímica nacional, que parece ser una de las razones por las que pasó a ser mal visto por Estados Unidos.

La nacionalización del petróleo, en 1975, en un momento en el cual a las transnacionales les convenía centrarse en la comercialización del recurso y no en su extracción y demás actividades que implicaban relaciones laborales complejas con los obreros, líos con la legislación, etc. Pero después de la nacionalización se siguió imponiendo el punto de vista de los intereses petroleros foráneos en el país.

Después de la nacionalización petrolera se produjo una especie de reflujo del pensamiento y de la acción intelectual sobre el petróleo por varias razones. En primer lugar, porque una nacionalización chucuta, como se decía en la época, dejó abierta la puerta de una reprivatización. En segundo lugar, porque se respetaron tanto la estructura administrativa como la gerencia, los procedimientos y las líneas estratégicas de todas las empresas supuestamente nacionalizadas. Y en tercer lugar, porque empezó esa tendencia hacia la privatización y la insistencia en la idea de ver el petróleo como un excremento del diablo, como una cosa mala, negativa, de la cual los venezolanos teníamos que deshacernos con el objetivo de pasar a desarrollarnos por nosotros mismos, sin la existencia de eso que nos deparaba tantos ingresos fáciles.

REPÚBLICA CAÍDA

También es un hito fundamental la caída de la llamada IV República. Varios factores contribuyeron a eso. En primer lugar, la mala administración del bipartidismo. Tanto Acción Democrática como el Partido Socialcristiano Copei, lamentablemente, dilapidaron los recursos. Muchos de sus dirigentes incurrieron en una corrupción verdaderamente insoportable, y además confiaron en que podían seguir mandando sin llevar a cabo la redistribución de la riqueza.

Fue disminuyendo abruptamente el gasto social, contrajeron deudas de una manera absolutamente irresponsable y en un momento, a partir del llamado Viernes Negro (18 febrero de 1983), se verificó que no había divisas con las cuales pagar inmediatamente esos compromisos, por lo que se tuvo que acudir al Fondo Monetario Internacional.

El paquete económico del presidente Carlos Andrés Pérez aumentaba la gasolina, le quitaba el subsidio a todos los rubros de alimentos, traía la masiva privatización de las empresas del país. El gasto social disminuyó y toda la carga la iba a soportar el pueblo, a favor de un conjunto de condiciones muy favorables para la inversión extranjera. Eso fue un peso que la sociedad venezolana no pudo soportar, y el pueblo, curiosamente sin dirigencia, protagonizó esa enorme sublevación que sacudió la vida nacional el 27 de febrero de 1989, que deslegitimó a la socialdemocracia.

En parte todo eso fue determinado por el mal manejo del ingreso petrolero, el cual, poco a poco, se fue desviando del gasto social y de las obras de infraestructura hacia los grandes negociados y el pago de intereses de la deuda pública para los consorcios financieros.

A Carlos Andrés Pérez lo enjuician por corrupción, luego asciende al poder Rafael Caldera, pero no como candidato de Copei, del cual había sido expulsado. El hecho a destacar es la tendencia hacia la desnacionalización, hacia la sobreventa de petróleo, hacia la sobreproducción, con el objetivo de que el precio del petróleo bajara, para que PDVSA se hiciera no rentable y tuviera que ser vendida a las transnacionales.

LA BATALLA POR PDVSA

Toda esa tendencia ideológica por la privatización, que afortunadamente fue revertida por la Revolución Bolivariana, fue uno de los detonantes del golpe de Estado del 11 de abril de 2002, cuando el presidente Hugo Chávez Frías ejerce la potestad soberana de la República, como única propietaria de PDVSA, de nombrar su Junta Directiva.

Quienes dirigían el negocio petrolero se creían tan por encima de la República, que sostenían, en una soberbia inconcebible, que Venezuela no podía nombrar a los gerentes de la industria. El hecho de que el Presidente ejerciera su potestad desencadenó un golpe.

Después de eso vino, además, un sabotaje petrolero en el cual la Junta Directiva de PDVSA y la Nómina Mayor se declararon en rebeldía contra la Nación. Eso es sorprendente. Que una empresa declare que ella no obedece a sus accionistas y, en este caso, a su único accionista que es la Nación. Esta es una situación inédita en la historia de los negocios, que afortunadamente fue superada por la disciplina y la cohesión del pueblo venezolano.
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Ilustracion

Fuente: http://www.tves.gob.ve/noti/17479/luis-britto-garc-a-la-ceguera-hist-rica/

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Reformar la reforma, evaluar la evaluación

Por: Roberto Rodríguez

Desde Quebec, la víspera de la segunda sesión de diálogo entre el secretario de Gobernación, Miguel Osorio Chong, y los representantes de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación, la CNTE, el presidente Enrique Peña Nieto lanzó la línea política del gobierno federal respecto a la reforma educativa y el conflicto entre la autoridad y la disidencia magisterial. Dijo que, ante todo, “para el gobierno de la República lo que está muy claro y lo que es su deber es justamente aplicar lo que está en la legislación, el mandato que tiene la ley. Lo que no está el gobierno dispuesto a hacer es negociar la ley.”

El mensaje del presidente, emitido durante una conferencia de prensa junto al primer ministro de Quebec, Philippe Couillard, agregó: “Yo creo que la reforma educativa deriva en importantes beneficios para el propio magisterio, al premiar y reconocer los méritos de cada maestro, pone a la escuela en el centro o como un elemento central, precisamente, de la reforma educativa para que haya espacios dignos para que los jóvenes reciban educación; y presta especial atención al contenido educativo que deben recibir las nuevas generaciones.” Tómese en cuenta que dicha conferencia tuvo lugar el lunes 27 de junio a mediodía, y que la reunión Segob-CNTE estaba programada para el mismo día a partir de las seis de la tarde.

Un día antes, el coordinador de la bancada del PRI en el Senado, Emilio Gamboa Patrón, anticipó la posición presidencial a través de un comunicado de prensa. El legislador aseguró que en vista de los “grandes beneficios que (la reforma educativa) traerá a mediano y largo plazo, pretender anularla no es una acción viable ni negociable” (El Financiero, 27 de junio 2016).

A la posición dura sobre la reforma educativa se ha agregado el presidente de la Cámara de Diputados, Jesús Zambrano Grijalva (PRD) quién, en entrevista telefónica, sostuvo “Preocupa que la CNTE se mantenga en una posición radical, porque difícilmente se va a avanzar en que el gobierno acepte echar para atrás la reforma educativa. Eso no creo que vaya a suceder, sería una absoluta capitulación” (MILENIO, 28 de junio 2016). Zambrano, presidente del PRD a la llegada de Peña Nieto a la presidencia, representó a ese partido en la firma del “Pacto por México”, instrumento que, se recordará, contenía los trazos iniciales de la reforma.

Algunos analistas han interpretado la postura del Ejecutivo federal como de respaldo político a la gestión del titular de la SEP, Aurelio Nuño Mayer, y de acotamiento al trabajo de negociación emprendido por el secretario de Gobernación. Sin negar esa posibilidad, la línea política presidencial parece responder, asimismo, al intento de capitalizar la movilización magisterial por parte del Movimiento de Regeneración Nacional (Morena) y de su líder principal, Andrés Manuel López Obrador. El discurso de AMLO en la marcha convocada el pasado domingo en apoyo a los maestros disidentes, además de exigir la renuncia del secretario de Gobernación por su presunta responsabilidad en la tragedia de Nochixtlán, fue aprovechado con fines proselitistas que miran hacia la contienda presidencial en 2018.

reunion-cnte-segob2En este clima, la reunión entre Segob y la CNTE no consiguió acuerdos sustantivos. La mesa concluyó con la propuesta de Gobernación de iniciar tres mesas de negociación a reunirse las próximas semanas. Una de ellas enfocada específicamente a la problemática de Nochixtlán, y las otras sobre los temas de despidos y arrestos de los participantes en el movimiento. Pero de la reforma educativa nada o casi nada, salvo el ofrecimiento de Segob de facilitar la interlocución de la representación del magisterio con el Poder Legislativo, en cuyas manos estaría, en todo caso, la opción de derogar o reformar la base normativa de la reforma (Reforma 28 de junio 2016).

La solución propuesta difícilmente apaciguará los ánimos de la disidencia —de la CNTE y otros actores que se han sumado a la protesta— o facilitará el restablecimiento del orden y la paz social. No es a base de discursos, explicaciones legales o promesas que se conseguirá volver las aguas al cauce. Algunos legisladores, de distintos partidos, han propuesto, un diálogo directo con los maestros para considerar posibilidades de atenuación del conflicto a través de algunos cambios en la normativa o en sus formas de aplicación. Ojalá esa vía prospere, porque las alternativas se están cancelando.

Reformar la reforma es posible. Evaluar la evaluación es necesario.

Articulo tomado de: http://www.educacionfutura.org/reformar-la-reforma-evaluar-la-evaluacion/

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Formación Avanzada para la población penal del Centro Penitenciario Metropolitano de la Región Capital ubicado en San Francisco de Yare

Por: Francisco Sánchez

En relación a la educación en los centros penitenciarios y en el escenario de la política educativa, esta se aborda en un contexto general, como lo es el tema penitenciario, caracterizado por muchos aspectos desde los centros motores que impulsan las políticas educativas y de prisiones como lo son el Ministerio del Poder Popular Para EL Servicio Penitenciario, el Ministerio del Poder Popular  Para la Educación y Ministerio del Poder Popular  Para la Educación, Ciencia y Tecnología, comprendiendo hasta los procesos legales que establece la legislación venezolana en los sectores de la sociedad históricamente excluidos, donde  se ven afectados principalmente, los privados de libertad.

En el país, la justicia venezolana asumió por más de cincuenta años los centros de reclusión como instrumento para reprimir y castigar. Es así como la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela de 1999, partiendo de un proceso constituyente, hace especial referencia en dos aspectos innovadores en relación a la materia de Derechos Humanos, en sus Artículos 22 y 23, y al concepto desarrollado sobre el sistema penitenciario, orientado a la reinserción del individuo como prioridad ante la represión.Tomando en cuenta estas variables, no es difícil imaginar que la constitución de un sistema penitenciario humanizado en el Estado Venezolano, implique la transformación de muchas de las instituciones involucradas en la administración de justicia, para rescatar laFormación Avanzada para la población penal del Centro Penitenciario Metropolitano de la Región Capital ubicado en San Francisco de Yare solidez de dichas instituciones y gane la confianza de la ciudadanía, y de ese modo, disipar el temor que aún inspira.

A  pesar que el gobierno central plantea acciones para rescatar el sistema penitenciario desde 1995, no es sino hasta los años 2005 y 2006 cuando se pretende garantizar el derecho a la educación tanto primaria, secundaria y superior, para este sector

Legalidad de la Educación en los Centros Penitenciarios, basa su premisa en la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, establece importantes avances en materia de Derechos Humanos, en el principio de progresividad sobre las garantías y condiciones para su ejercicio; no obstante, los organismos adscritos al ente gubernamental, no han ofrecido un programa educativo y eficaz para el reo, y su reinserción en la comunidad; sin embargo, el ejecutivo nacional adelanta un programa de humanización del sistema penitenciario tomando como base estructuras técnicas diseñadas especialmente para esta población, buscando la sensibilización y  fortaleciendo la humanización, con el objetivo de lograr una reinserción gradual a la sociedad de los privados de libertad, de manera que sea un plan sustentable y sostenible en el tiempo.

Se busca incentivar la atención de la población reclusa en el área cultural y educativa, estableciendo alianzas con otras instituciones y entes gubernamentales. De esta manera, y gracias al apoyo de diferentes instituciones, han sido entregadas veinticinco mil Bibliotecas Temáticas, distribuidas en los distintos centros penitenciarios del país, especialmente en los centros de la Región Central, entre ellos: el Instituto Nacional de Orientación Femenina (INOF), Internado Judicial Región Capital Rodeo I, Y II, Centro Penitenciario Región Capital Yare I, II Y III así como otras contribuciones y donaciones para el desarrollo del teatro penitenciario.

Políticas éstas, dirigidas a la protección  y unión de las personas privadas de libertad, que debe ser prioridad de una Nación o Estado, las cuales deben garantizar a través de políticas públicas, el respeto de estos derechos, para de esta manera cumplir la Constitución y las leyes que  mantienen compromisos internacionales en la materia, tales como:

La Declaración de los Derechos Humanos, la Declaración Americana de los Derechos del Hombre, la Convención Americana sobre los Derechos Humanos (Pacto de San José), el Pacto de Derechos Civiles y Políticos, la Convención Interamericana para Prevenir y Sancionar la Tortura y otros tratos, Código para Funcionarios Encargados de Hacer cumplir la Ley (México), Normas Mínimas para el tratamiento de Reclusos (Perú), Código Penal Venezolano. De esta serie de normas, códigos y leyes, en el país la realidad penitenciaria viene dada por una serie de políticas, que tienen relación con las medidas privativas de libertad del interno, las mismas se efectúan desde un punto de vista general (Constitución, Código Penal) hasta las políticas de reinserción en la sociedad, entre las que se identifica con mayor criterio las políticas educativas en las presiones y que son enmarcadas por una política educativa de Estado, cuyo eje central parte del Ministerio del Poder Popular para la Educación y se imparten a través de las Misiones Robinson y Rivas, como políticas bandera de la Nación. De igual forma se trabaja con los programas  de educación superior, sumado a las propuestas en el tema  de Educación Avanzada.

Toda esta gama de servicios educativos, así como el cumplimiento de los programas de las Misiones, han logrado que las personas privadas de libertad, puedan integrarse a la sociedad, con un grado de estudio avanzado o con un determinado oficio.

Así mismo, y en virtud de los planteamientos del Criminólogo Elio Gómez Grillo (1996), se hace énfasis en la importancia primordial del proceso educativo, que logrará que el privado de libertad se reinserte en la sociedad bajo la convicción que tiene un mundo de esperanzas y triunfos, tantos personales como familiares.

Cuando entra en vigencia la Constitución de 1999 (donde el citado criminólogo participó en el proceso constituyente, con énfasis en la sección referida a los Derechos Humanos), hizo hincapié en que los penales nacionales debían ajustarse a ciertas normas internacionales, sin menoscabar el gentilicio nacional, ni mucho menos su cultura. Ese hecho quedó velado en relación al privado de libertad, no obstante en la actualidad se han obtenido logros a nivel educativo y de beneficios otorgados en el Código Orgánico Procesal Penal. Destacándose, que en el ámbito educativo se obtuvieron una serie de ajustes en cuanto a la educación andragógica, puesto que las Misiones Robinson I y II y Ribas han logrado un nivel de efectividad del 80%, algo sin precedentes en la historia penitenciaria venezolana.

Aunque no existen antecedentes significativos sobre el estudio sobre los Centros Penitenciarios en Venezuela, Gómez Grillo (1996), hace énfasis en el aspecto psicológico como influencia para que las personas que cometen delitos, que incluye la estructura familiar, tocando el proceso de socialización en la escuela durante los primeros años de vida, pasando por la venta de estupefacientes, homicidios, asesinatos y subversión. El análisis presente revisa causas de fondo familiar, donde la madre ha sido la que ha llevado la mayor participación en la educación formal, dejando de lado la autoridad del padre, a quien se ha desvalorizado, y en virtud de tal pasividad o permisividad, ha generado altos índices de abandono, falta de valores y el fenómenos del machismo, apoyado por la figura femenina, que también ha permitido otros excesos como el consumo de bebidas alcohólicas, drogas; también se consideran otros aspectos como lo son las condiciones en que ingresan los privados de libertad  a determinados retenes o cárceles, por ello, Gómez Grillo (1996), tomó como referencia principal el entorno socio – cultural en cual vive y se desarrolla el joven, porque su manera de actuar en forma violenta nace en la casa o se desarrolla en la escuela inicial, provocando conductas que van desde lo individual hasta lo colectivo, y en pronósticos negativos en materia de recuperación por parte del Estado ante las infracciones a la ley por parte de los ciudadanos.

La Educación básica de adultos en los centros penitenciarios, se basa en la formación que busca describir las políticas educativas en los centros penitenciarios, basados en esa premisa, el gobierno nacional, a través de los Ministerio del Poder Popular Para EL Servicio Penitenciario, el Ministerio del Poder Popular  Para la Educación y Ministerio del Poder Popular  Para la Educación Universitaria ,Ciencia y Tecnología, (Ministerio para el poder popular de Servicios Penitenciarios  ente creado por el Presidente Eterno Hugo Chávez el 26 de Julio del 2011en la Gaceta Oficial Nº 39.721) este último ministerio ha venido ejecutando los siguientes planes: reestructuración del sistema carcelario, incorporación directa de nuevos actores Barrio adentro, Misión  Robinson I y II, Misión  Ribas  productiva y Misión Sucre.  Así mismo, se diseñaron los perfiles del personal, haciendo énfasis en lo referente al nivel humano y profesional, de igual manera se realizan mesas de trabajo con diferentes organizaciones del Estado (Gobernaciones  y Alcaldías), esto con miras al logro de la descentralización de los centros de reclusión.

En las políticas de Educación se pretende estudiar el fenómeno del analfabetismo, a través de la Misión  Robinson I, igualmente rediseñando los programas de formación a fin de orientar al privado de libertad sobre sus deberes y derechos y, en lo referente a la educación básica se lograron soluciones estratégicas al implementarse con personal calificado el que las personas privadas de libertad se inicien en la consecución del 6to grado y de allí que comiencen  el bachillerato en la Misión Ribas.

En la actualidad, tales políticas educativas han logrado que por cada centro penitenciario que exista en el país, se haya efectuado al menos varios  eventos de graduación en la Misión Robinson I Y II, y la Misión Ribas, que comenzó tiempo después, en la actualidad se tiene previsto lograr el primer contingente de egresados a nivel de  la Misión Ribas y su posterior reinserción  en la Misión Sucre.

En cuanto a la educación no formal, a nivel nacional, a través del INCE y del Ministerio del poder popular para  la Juventud, se han venido impartiendo cursos y talleres que les permitirán ejercer una profesión o labor, para que una vez que los privados de libertad cumplan sus penas, estén en capacidad de ser facilitadores en temas como la prevención sobre el consumo de drogas, valores, autoestima, entre otros aspectos.

Se hace prioritario orientar al privado de libertad, mediante diálogos y conferencias que van encausados a velar, proteger y garantizar sus derechos, igualmente a intercambiar criterios y opiniones a fin de lograr y crear estrategias que los ayuden a su reinserción a la sociedad.

En este campo se estima reforzar la calidad y la importancia de la educación para poder articular un conjunto de propósitos y propuestas prácticas y operativas, esto con el fin de aumentar la relevancia que tiene el estudio.

El este sentido la  investigación nace a raíz de la experiencia que se  obtuvo mediante el proceso de enseñanza-aprendizaje, aplicadas a los privados de libertad del recinto penitenciario de Yare, en  el cual se pudo detectar las diversas habilidades, capacidades y conocimientos que poseen algunos de ellos que pudieran desarrollar a través de un programa de formación avanzada.

A raíz de esta investigación se pretende que los privados de libertad tengan acceso a estudios de cuarto nivel, en los que puedan desarrollar diversas capacidades aprovechables para el Estado venezolano. La investigación va dirigida a la población privada de libertad que posean estudios de pre-grado del Centro Penitenciario de la región Central  San Francisco de Yare, extensiva a privados de libertad de otros centros , así como a profesionales que laboren  en el  área penitenciaria.

Se formula la propuesta  como resultado de  que existe la imperiosa necesidad de profesionalizar al privado de libertad en áreas sustantivas en pro del desarrollo del Estado venezolano.

Información de la Imagen:

Establecimiento Penitenciario de Yare III

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