Page 2543 of 2733
1 2.541 2.542 2.543 2.544 2.545 2.733

Después de la escuela los niños necesitan jugar y divertirse

Fuente:Ecoportal

Después de diferentes estudios realizados por las mejores Universidades del mundo, la Organización de las Naciones Unidas, invitó a los países que la conforman a modificar el sistema educativo eliminando las tareas en la casa. Afirman que no mejoran el rendimiento y debilitan la relación con los padres.

ecientemente Harris Cooper, prestigiado profesor de la Universidad de Duke declaró: “No hemos encontrado evidencia de que las tareas ayuden a los niños a ser mejor estudiantes”.

Desde 1989 diferentes estudios han revelado que los alumnos comprenden de mejor forma el trabajo que realizan dentro del salón de clases, además, las tareas y trabajos que les piden para hacer en su casa les quitan valioso tiempo para desarrollar otras actividades que son igual de importantes para su crecimiento.

Así mismo, el profesor Etta Kralovec de la Universidad de Arizona concuerda con los resultados de dicha investigación “Las tareas que los profesores a veces dejamos a nuestros alumnos en realidad no representan ningún beneficio para ellos“.

Hasta la fecha se han realizado varios experimentos, por ejemplo, alumnos que dedican 1 hora de su día a hacer tareas en casa son mejores estudiantes que aquellos que suelen dedicar 4 horas. Lo que significa que estos estudiantes prácticamente pierden 3 horas de su tiempo al día, tiempo que pudieron haber aprovechado para realizar otro tipo de actividades.

Otros especialistas aseguran que las tareas afectan el carácter de los estudiantes, sobre todo cuando hablamos de niños, ya que el estudiar debe ser considerado como una actividad que se disfrute, nos debe apasionar aprender cosas nuevas. En lugar de eso, las tareas escolares molestan al niño y lo condicionan a no querer ir a la escuela, por eso es que no les gusta aprender.

Desde el Kinder los niños saben que les quedan muchos años como estudiantes, en los cuales tendrán que esforzarse mucho y no les queda de otra más que rechazar el conocimiento.

Otra razón por la que las tareas deben desaparecer inmediatamente de todos los sistemas educativos, es porque contribuyen a que los alumnos se hagan dependientes y flojos. Ya que los padres acostumbran a ayudarles a elaborar sus tareas y la mayoría terminan haciéndoselas. Sin duda los niños requieren de la ayuda de sus padres, pero esta ayuda casi siempre termina generando conflictos. Pues el niño pierde su sentido de responsabilidad y ve la tarea como un castigo por parte de sus padres.

No olvidemos el clásico “Si no haces la tarea no puedes salir a jugar con tus vecinos”.

Entonces, cuando eliminamos las tareas escolares los estudiantes recuperan la motivación por el estudio, la alegría por ir a la escuela y aprender cosas nuevas cada día.

Afortunadamente la Organización Mundial de la Salud (OMS), a través de sus representantes en la Organización de las Naciones Unidas, están llevando a cabo las peticiones necesarias para eliminar por completo las tareas escolares de todos los sistemas educativos registrados.

La investigación demuestra que el estudiante que deja de hacer tarea en su casa recupera su alegría por el estudio y se transforma en una persona feliz.

Fuente: http://www.ecoportal.net/Eco-Noticias/Despues-de-la-escuela-los-ninos-necesitan-jugar-y-divertirse

Comparte este contenido:

Bullying: sufriendo en familia

Uruguay/Autor: Leonel García

En Uruguay casi uno de cada dos alumnos padece acoso escolar.

«Mejor metelo en el grupo de la tarde. Son menos». Paola, decoradora de interiores, hizo caso y su hijo Ignacio (12) comenzó sexto año en 2015 en el turno vespertino de ese colegio de La Comercial. Pero Ignacio, sensible al punto de conmoverse mirando una película, reacio al fútbol por la violencia que genera, más afín a ver un dibujo animado que jugar al GTA, aniñado, cero agresivo, pese a sus esfuerzos no encajó entre sus pocos compañeros. Y se lo hicieron notar.

La rutina comenzaba cuando la maestra se daba vuelta para escribir al pizarrón. «Gorda boba». «Gorda puta». «Nos vamos a coger a tu mamá». «¿Así que tenés novia? También le vamos a dar». Cruel dinámica la del bullying: el agresor suele tener bajo sentido de la empatía, pero arrastra tras de sí a otros —testigos, cómplices, a veces coautores— en eso de convertir en un infierno el día a día de la víctima. En este caso, era un líder y tres lugartenientes. Ignacio, sacado, reaccionaba. Y solo eso era lo que veía la maestra. Según una investigación de 2013 de la Universidad de Montevideo (UM), en el 71% de los casos las agresiones ocurren en el salón de clases, lo que aumenta la sensación de indefensión de las víctimas. En casa, Paola sufría. ¿Hay algo peor para un padre que saber que un hijo vive un calvario y nadie parece darse cuenta? ¿Cómo evitar que se enferme toda una familia, con la angustia puesta en un chico que muchas veces pensará que el equivocado es él, que algo hizo, que lo merece? Por algo, de acuerdo a datos internacionales, solo dos de cada diez víctimas de acoso escolar cuentan lo que les pasa, dice la psicóloga Silvana Giachero, especializada en bullying y mobbing. Es una violencia que crece en el miedo y la invisibilidad, añade.

«Soy separada. El padre vive en el exterior. Quizá la no presencia de la imagen masculina no le dio eso más agresivo que tienen los niños para defenderse y que lo dejen en paz…», piensa hoy Paola. Su nombre real y el de su hijo, así como el de todas las madres y niños de esta nota, fueron alterados para no ser identificados y victimizados una vez más. «Yo lo veía triste, ojeroso, con dolor de cabeza. Venía llorando. Primero me decía que los otros niños no querían jugar con él. Y eso que yo había organizado algunas pijamadas, para integrarlo». Un día, Ignacio vino, entre culposo y afligido, con un planteo alarmante: «Mamá, creo que estoy en un problema. Partí un palo. Pasa que me lo querían meter…».

Demasiado. El intento de agresión y que el chico sintiera que, de alguna forma, él era responsable, por tranquilo, por aniñado, por distinto. Según ese mismo estudio de la UM, más allá de que un chico tímido, tranquilo, buen alumno, pequeño, nuevo en el liceo, con un algún trastorno del espectro autista (TEA) o alguna característica física peculiar (cualquiera) suele ser más pasible de estar en la mira, el 50% de los bullies no sabe por qué elige a su víctima. No hay derecho a hostigar a nadie. Paola se quejó en el colegio, cuya respuesta apuntó a Ignacio. Que era hiperactivo. Que precisaba ir al psiquiatra. Que había que darle ritalina. Que esas cosas no pasaban. Que eran cosas de niños. Que no molestara más. «Al final, la que quedaba por loca era yo».

Paola fue a plantear su situación al Consejo de Primaria. Una inspectora del área de Privados fue tajante: «Sacalo, en ese colegio hay problemas crónicos de bullying». «Pero… ¡pierde el año!» «¿Y qué importa? ¿Cuál es tu prioridad? ¿Que te lo hagan mierda?». Así hizo. Al poco tiempo, recibió una llamada de la mamá de un compañerito. «No sabés lo bien que hiciste. Los cuatro venían a casa y planificaban cómo torturarlo». Paola agradeció, entendió que esa madre tenía terror que a su hijo —que no era parte de esa barrita— le pasara lo mismo que a Ignacio… y pensó lo bien que le hubiera venido una aliada que en su momento no apareció.

Primaria le permitió dar un examen libre y no perder el año, por lo que Ignacio comenzó el liceo en otra institución. Con ayuda psicológica, ya es otro. «Recuperó la confianza. Es un niño alegre, feliz de vivir de vuelta. Me dijeron de hacerle un juicio, un agujero al colegio, pero solo quiero una entrevista para que le pidan disculpas… ¡y que me paguen el psicólogo! Y no lo quieren recibir. Yo, que pasé lo que pasé, le diría a los padres de chicos que sufren bullying que escuchen a su hijo, que no tomen como normal algo que no es normal. Si a mi hijo no lo rescataba, capaz que se suicidaba…».

Giachero, quien desde 2013 organiza congresos internacionales anuales sobre acoso escolar y laboral, realizados en el país, Argentina, Costa Rica y —este año— México, afirma que el bullying está detrás de uno de cada cinco suicidios adolescentes en Uruguay; en concreto, el 19%.

Golpe al alma.

Por bullying se entiende al acoso sistemático, repetitivo y prolongado durante un cierto período de tiempo (que algunos autores cifran en seis meses) que sufre un alumno a manos de un compañero o grupo de compañeros. Si bien no hay estadísticas sistematizadas, un estudio de la Unesco de 2011 señala que 30% de los alumnos uruguayos de sexto de Primaria sufre maltratos verbales constantes por sus pares. Esto pone al país en el cuarto lugar de América Latina, luego de Argentina, Perú y Costa Rica.

No hay distinción entre clases sociales: en el ya citado estudio de la UM, realizado en 536 alumnos de segundo de liceo de Carrasco, Unión, Prado y la zona Oeste, se indicaba que 45% de los estudiantes de contextos socioeconómico medio-alto y 42% del bajo habían sido objeto de acoso. Puede ocurrir en cualquier etapa educativa, aunque el pico se encuentra entre los 11 y los 14 años, fines de Primaria e inicios de la Secundaria. «Si bien se puede llegar a la violencia física, este acoso tiene su núcleo en la agresión psicológica. La herida es psicológica: les están pegando en su alma», dice Giachero. Y es imposible que en la familia no repercuta.

«Fue muy doloroso, hasta el día de hoy estoy afectada. Es horrible saber que tu hijo es humillado y que nadie le tira un salvavidas en el centro educativo en el que vos depositaste tu confianza», dice Susana, una trabajadora de la salud al recordar por lo que pasó Sebastián (16) en un colegio de La Blanqueada donde asistió por nueve años. En su caso ya hubo alertas tempranas de discriminación: «En la escuela no lo invitaban a determinados cumpleaños. Repartían tarjetas delante de él y a él no le daban. Pero eran casos aislados». En segundo de liceo aparecieron conductas inesperadas en casa: contestaciones violentas, puñetazos a las paredes, dificultades para dormir. En un inicio lo asociaron a los cambios hormonales de la adolescencia y a su diagnóstico de chico hiperactivo, pero pronto se supo la realidad: había un compañero de clase, al que conocía desde hacía años, lo que lo hacía más difícil de entender, que lo vivía hostigando y amenazando. Susana se guarda lo que le decían a su hijo más chico — «Me duele mucho»— pero no la respuesta del colegio: «Me dijeron que era algo difícil de controlar, que el otro era buen alumno, que lo mejor era que me llevara a Sebastián a otro lado». La víctima de bullying era la que debía irse.

Esta situación llevó a que Susana estuviera dos meses y medio ausente de su trabajo por certificación médica, que sufriera insomnio y sostuviera innumerables discusiones con su marido. Al igual que el caso anterior, tratamiento psicológico y cambio de institución mediante, Sebastián dejó esa pesadilla atrás y disfruta la seguidilla de cumpleaños de quince de su edad. «Hoy veo que el padre fue el que llevó mejor la situación, alguien tenía que mantenerse frío. Yo… todavía tengo tristeza en el alma. Hasta el día de hoy quiero ir a romper algo en el colegio». A diferencia de Paola, ella sí llevó su caso a la Justicia.

Sin respuesta.

Silvana Giachero ha tratado a numerosas víctimas de bullying a través de una técnica terapéutica conocida como EMDR, basada en el reprocesamiento de traumas psicológicos. «Lo que tienen estos niños son síndromes de estrés postraumático, una lastimadura en el aparato psíquico». Y si bien recomienda hacer la denuncia de lo que ocurre en la institución educativa —y llegar a la instancia penal de ser necesario—, admite que es raro que estas situaciones sean contempladas. «¿Es lo más adecuado sacarlos a ellos de su escuela? No, pero no podés tener a tu hijo en un lugar donde lo torturan. Muy pocos colegios reaccionan de manera correcta, se cuentan con los dedos de una mano. Por lo general, miran de costado, niegan lo que pasa y, llegado el caso, culpan más a las víctimas. En las instituciones públicas, ocurre que por más que quieran hacer algo, no tienen cómo. Por ahí encontramos que quieren hacer más y no pueden».

La familia de Mariana (16) sufrió dos veces la inacción de dos instituciones, ambas privadas y católicas. En la primera, en Sayago, su madre Leonor era maestra y conocía a las hostigadoras. Mariana era tímida, de lentes, menudita, bien hablada y respetuosa con los docentes (¡era hija de una!). Y ellas eran las «populares» que siempre encontraban una excusa para molestarla y tratarla de alcahueta. Todos los estereotipos hechos carne. En sexto, Leonor intervino: habló con la directora (su jefa), la madre de la chica más acosadora (conocida desde hacía años) y con la maestra (su compañera de trabajo). «No tuve eco. En el centro me dijeron que no tenía importancia, que ella iba a tener que saber lidiar con estas cosas a futuro, que siempre pasaron, que iba a tener que ser fuerte». Al llevarla a otro liceo, por la falta de respuesta, ella también debió buscarse otro trabajo.

En un liceo del Prado, en primero, la historia se repitió. Mariana era, además, la recién llegada. «La dejaba llorando y me iba yo llorando. Además de las burlas, sufrió el vacío. Se ve que la imagen de fragilidad despertaba algo… le hacían de todo, no la invitaban a ningún grupo, no le permitían integrarse, si se enfermaba nadie le quería pasar los apuntes. Como familia teníamos que estar muy bien parados porque… es muy difícil que tu hija te pregunte: ¿Qué tengo yo?», cuenta Leonor. La respuesta institucional no fue la esperada: «Si ella no se adapta, se va a tener que ir», le dijeron. Y se fue. Hoy está mejor, con amigos, en un lugar donde la escuchan. Pero el dolor prosigue: «Cuando uno va a un colegio a hablar de bullying, lo primero que hacen es negarlo. No existe un protocolo ni nada. En el liceo donde va mi hija, en quinto, hay un caso parecido y ofrecí ayuda. ¡Te imaginarás que me hice experta en el tema! Pero me dijeron que no, que ellos ya tienen la teoría suficiente», asegura la madre y docente.

Giachero subraya que no hay una política oficial en torno al bullying (ver nota aparte) y sostiene que las acciones de prevención deben apuntar a sensibilizar a los testigos, terceros actores además de la víctima y el victimario, para que dejen de ser funcionales a la dinámica, ya sea por miedo a sufrir lo mismo, indiferencia, por prenderse al «contagio social» de seguir al más fuerte o «por no ser buchón».

Magdalena Robaina, otra psicóloga especializada en el tema, califica al bullying como «un arte con público»: «El hostigador precisa un refuerzo social. La institución tiene que estar alineada contra esta problemática, de lo contrario se agrava el problema». Ella ha sido invitada a dar varias charlas a colegios. «Te llaman cuando hay casos puntuales y la reacción suele ser positiva. Si en un colegio te dicen acá no hay bullying, ponele la firma que hay».

Vínculos.

Cansada de que a su único hijo, Fabián (11), lo hostigaran los «bandidos» que siempre le encontraban para caerle encima —que es retraído, que es estudioso, que es chico, que le gustan los caballos, que no le gusta el fútbol— Isabel, empleada de un frigorífico, decidió cambiarlo de escuela, en Las Piedras. Eso fue el año pasado, en quinto, y fue para peor; tanto que ella y su marido fueron más de una vez a espiar al patio para evitar que lo agredieran en patota.

«Yo el año pasado falté mucho al trabajo porque lo veía muy mal. Pedí licencia». En su caso, cuenta con dolor, veía una repetición de su propia historia. «Yo llegué a repetir un año porque la gente no me aceptaba. Yo era diferente… tengo labio leporino. Pero él no tiene nada a la vista. Solo porque no le guste jugar al fútbol o prefiera estudiar… no hay derecho a que pase mal».

Este año, Fabián volvió a hacer sexto en su anterior escuela, donde lo habían corrido sus hostigadores. Algo había cambiado y para mejor. «Llamaron a un psicólogo y tocaron el tema del bullying. Lo recibieron bien, de un modo que él no esperaba», dice Isabel contenta. En la del año pasado el caso de Fabián marcó un precedente. «Eso me lo contó una maestra, fue un psicólogo a hablar y los alumnos reconocieron que estuvieron mal, que mi hijo se fue por culpa de ellos. Le mandaron una carta pidiéndole disculpas». Para él, fue tarde.

El «acá no pasa» no corre en el bullying ni sabe de contextos socioeconómicos. En centros de población más vulnerable, afirma Giachero, sí se da que el paso de la violencia psicológica a la física suele ser más rápido. Por duro que suene, un moretón puede ser «preferible» a un golpe al alma. «Si hay violencia directa, ahí es más fácil ver y frenar la situación. Cuando más invisible y sutil sea, es más complicado», dice la psicóloga. La mejor prevención, siempre, es tener el mejor vínculo padre-hijo. Estar presentes en la vida de ellos es fundamental para una detección lo más temprana posible.

Bien lo sabe Leonor, maestra y madre de una chica víctima de bullying que salió adelante, experta a la fuerza en estos temas: «Lo primero es tener mucha comunicación y un vínculo fluido. Porque muchas veces los hijos no hablan, y cuando lo hacen no se sienten apoyados. Lo otro es buscar que no se aíslen. Y tú tenés que apelar al diálogo (con la institución) siempre, aunque estés llena de rabia, aunque estén tocando a tu hijo. Es difícil, pero tenés que mostrar que con prepotencia no llegás a ningún lado».

NO HAY PERFIL; SÍ REVICTIMIZACIÓN

«Hay un falso mito del perfil de la víctima. Muchas veces de su propio entorno le dicen algo habrás hecho, sos un debilucho o defendete, hacete respetar. Eso revictimiza al chico, lo hace sentir culpable y que cuente menos», afirma la psicóloga Silvana Giachero. «La víctima piensa que es un estorbo, porque los padres se pelean y los otros hermanos son desatendidos. El bullying es una bacteria que crece y contamina, a la psiquis y a la familia. Esto puede terminar en divorcios o suicidios».

De hecho, el estudio del bullying —que existió toda la vida— comenzó a difundirse desde la década de 1970 por el suicidio de tres adolescentes en Noruega.

SIN DATOS NI PROTOCOLO A NIVEL OFICIAL

Según Martín Prats, director de Derechos Humanos del Consejo Directivo Central (Codicen), no existen en el sistema educativo algo así como un protocolo específico para actuar en casos de bullying, datos estadísticos sistematizados ni registro de casos denunciados. Lo que sí hay son programas —como Convivencia o Mediadores— que incluyen el tema de la violencia. Lo que se busca es una sensibilización del problema. «El acoso es una preocupación pero en un abordaje integral, no en establecer las cargas sobre un adolescente», afirma. Las actuaciones, agrega, dependerán de la realidad —socioeconómica o institucional— de cada centro educativo. Los colegios privados tienen una autonomía bastante amplia: «Cada uno tiene su propia política al respecto».

A QUÉ SEÑALES DE ALERTA Y CAMBIOS HAY QUE ESTAR ATENTOS

Hay varias señales de alerta que pueden indicar que un niño o niña es víctima de bullying.

— En niños chicos, cuando lloran constantemente para no ir a la escuela; en adolescentes, en un ausentismo injustificado a clases.

Somatizaciones diversas: problemas para comer y dormir. Pesadillas recurrentes. Malestares que comienzan a presentarse los domingos de noche o que obligan a los padres a ir a buscarlos al instituto. También puede presentarse un aumento en cantidad de horas de sueño, a causa de la depresión.

— Conducta irascible, hipersensible e hipervigilante en casa, como si estuvieran siempre a la defensiva, esperando un ataque. La autoestima se ve afectada.

Descenso en el rendimiento escolar. Su concentración y atención se ven afectados.

— Aislamiento notorio en la escuela o liceo: busca la cercanía de los adultos o permanece en el aula.

Presentar frecuentemente señales de agresión física (moretones, túnica o uniforme roto) o le faltan materiales, plata u otros útiles.

Aislarse socialmente, no ir a bailes, reuniones ni invitar compañeros de clase a casa.

La psicóloga Magdalena Robaina puntualiza que los «cambios en la conducta» son señales de alerta. «Si el niño dejó de socializar hay que estar atento. Pero si nunca fue a bailar o nunca iba cumpleaños, no tiene por qué ser bullying«. El ciberbullying, o acoso realizado a través de redes sociales, complicó —como si fuera necesario— la detección. «Las señales de alarma son las mismas, solo que… menos visibles», añade esta profesional. Menos visibles que una túnica rota, sin duda.

Fuente: http://www.elpais.com.uy/domingo/bullying-sufriendo-familia.html

Comparte este contenido:

¿Cómo podemos educar las emociones en la escuela?

España/ Autora: Nati Bergadá Bofill

Las emociones son importantes y es necesario que las trabajamos en la escuela. La educación emocional afecta el desarrollo de los alumnos, ya que incentiva su motivación, predispone a actitudes más positivas, mejora sus relaciones y obtiene mejores resultados académicos.

Para conseguir que un niño crezca, en toda la dimensión de la palabra, no basta con la adquisición de conocimientos. Generar un clima emocional positivo también influirá de forma decisiva en su desarrollo. Si la educación debe ser un proceso de aprendizaje para la vida, las emociones son muy importantes y debemos tener en cuenta.

Como maestro / a es importante que enseñes a tus alumnos a gestionar las propias emociones: controlar la rabia, conocer el miedo, aceptar los errores, tener empatía, tener una buena autoestima … La relación con los demás es esencial y necesario que ayudemos a los nuestros alumnos a forjarse una inteligencia emocional.

Hay una gran frase de Aristóteles que me gusta mucho: «Educar la mente sin educar el corazón, no es educación en absoluto.»

Te recomiendo que visualice el vídeo siguiente: En este programa de Redes, Elsa Pulzet habla con el psicólogo y experto en educación emocional René Diekstra con quien veremos en qué situación se encuentra actualmente el aprendizaje de esta disciplina y qué ventajas concretas tiene en el desarrollo de niños y jóvenes.

¿Qué son las emociones?

Una emoción es un proceso que se activa cuando el organismo detecta algún peligro, amenaza y desequilibrio con el fin de poner en marcha recursos que se encuentran a su alcance para controlar la situación (Fernández – Abascal y Palermo, 1999)

¿Cuáles son las emociones básicas? Miedo, Sorpresa, Aversión, Ira, Alegría, Tristeza …

La inteligencia emocional está muy relacionada con las emociones. Es la capacidad de reconocer nuestras propias emociones, las emociones de los demás y saber gestionar. Esta inteligencia emocional es una habilidad que se va aprendiendo a lo largo de la vida desde que somos pequeños.

Inteligencia emocional en el aula

Trabajar la inteligencia emocional en el aula tiene muchos beneficios, como por ejemplo:

  • Disminuir la ansiedad.
  • Control del estrés.
  • Gestión de los conflictos.
  • Mejora la autoestima.
  • Más éxito académico.
  • Aumenta la tolerancia a la frustración.
  • Equilibrio emocional.
  • Menos conflictividad.
  • Mejora las habilidades sociales.
  • Más salud mental.
  • Mejorar la empatía.
  • Mejor comportamientos prosocial.

¿Por qué tienen problemas emocionales nuestros alumnos?

De manera breve haré un listado de los problemas emocionales que detectamos actualmente en las aulas. A los niños:

  • Les cuesta identificar las propias emociones.
  • No saben expresar los propios sentimientos.
  • Los cuesta tener empatía y ponerse en el lugar de los demás.
  • No están acostumbrados a hablar de sus emociones.
  • No saben regular sus emociones sino que las reprimen.

Cuando hay que empezar a educar las emociones?

La inteligencia emocional se aprende a lo largo del desarrollo de los niños desde que nacen. Es un proceso que se va haciendo poco a poco influenciados por el entorno, desde casa y desde la escuela.

Hay que trabajar las emociones lo antes posible, por eso es necesario que lo hacemos desde pequeños.

¿Cómo podemos educar las emociones en el aula?

En el aula podemos trabajar los siguientes aspectos:

Identificar las propias emociones. Tomar conciencia de las propias emociones, significa darnos cuenta de lo que sentimos y lo que sienten los demás: tristeza, felicidad, miedo, alegría, amor, rabia, pena, celos …

  • Para enseñar a los niños a identificar las propias emociones es útil que se formulen la pregunta: ¿Cómo me siento?

Es importante que identificamos las emociones y las etiquetamos, las llamamos por su nombre: ira, alegría, tristeza …

Comprender las emociones. Es necesario que el niño entienda que aquellas emociones aparecen por un motivo o situación concreta. Tanto las emociones propias como las emociones de los compañeros.

  • Para enseñar a los niños a comprender las propias emociones es útil que se formulen la pregunta: ¿Por qué me siento así?
  • Para enseñar a los niños a comprender las emociones de los demás es útil que se formulen la pregunta: ¿Cómo creo que se siente el otro? Y trabajar así la empatía.

Es importante que trabajamos la empatía para aprender a comprender a los demás.

Expresar las emociones. Hay que aprender a expresar nuestras emociones ya que compartiéndolas nos sentiremos mejor y los demás nos podrán ayudar.

  • Para enseñar a los niños a expresar las propias emociones es útil que se formulen la pregunta: Me gusta sentirme así?

Es importante que aprendamos a expresar las emociones para que los demás nos comprendan. Es necesario que las expresamos de manera adecuada y correcta.

Controlar las emociones. Es necesario que los niños aprendan habilidades para regular y controlar sus emociones.

  • Para enseñar a los niños a controlar las propias emociones es útil que se formulen la pregunta: ¿Qué puedo hacer para controlar lo que siento?

Es importante que controlamos nuestras emociones ya que si no lo hacemos estas nos limitarán y nos harán actuar de manera incorrecta.

Gestionar las emociones.   A partir de las emociones que sentimos debemos ser capaces de elegir qué hacer y cómo actuar.

  • Para enseñar a los niños a manejar las propias emociones es útil que se formulen la pregunta: ¿Qué puedo hacer para cambiar y sentirme mejor?

Es importante que aprendamos a gestionar las emociones para que esto nos ayudará a actuar de manera correcta y tomar las decisiones acertadas.

¿Cómo podemos gestionar el aula para hacer un buen trabajo de emociones?

En el aula hay que trabajar mucho la empatía, que es la capacidad de reconocer, comprender y conectar las emociones de los demás ya que de esta manera los niños toman conciencia tanto de sus emociones como de las emociones de los demás.

Cualquier situación de la vida cotidiana, que se da en la escuela, es buena para practicar y desarrollar la conciencia emocional.

Es importante dedicar tiempo al trabajo emocional, esto quiere decir que a veces hay que dejar lo que está haciendo para aprovechar esa situación para hablar con los niños, para hablar de lo que ha pasado y de cómo se han sentido los implicados en esa situación .

Hay que transmitimos a los niños que no hay emociones buenas y emociones malas, sino que todas las emociones son válidas, no pasa nada si estamos enfadados o tristes, lo más importante es saber manejar estas emociones.

A través de este diálogo con los niños, aparte de trabajar la empatía, también ayudamos a desarrollar su conciencia emocional, que sean conscientes de cómo se sienten.

También podemos aprovechar el juego para trabajar las emociones. Podemos realizar actividades como pedirles que dibujen cómo se sienten, que pinten la cara con la emoción que sienten, que representen teatralmente o haciendo mímica diferentes emociones …

Los cuentos son un gran recurso para hablar de las emociones y los sentimientos. A partir de la lectura de un cuento podemos establecer diálogos muy enriquecedores con los niños interpretando como se sienten los personajes, que les ha pasado, como han actuado …

Recursos para trabajar la educación emocional

  • Te recomiendo estos dos artículos con un grande de recopilación de cuentos que pueden ser útiles para trabajar las emociones:
    • 35 cuentos imprescindibles para trabajar las emociones.
    • Cuentos imprescindbles para trabajar las emociones II.
  • Te recomiendo la película «Inside Out» de Pixar.
  • Te recomiendo que visualices los vídeos siguientes:

Documental- Educación Emocional. Interesante trabajo de eduación emocional explicado por una maestra del Colegio Sagrada Familia de Gavà (Barcelona). Este es el documental sobre educación emocional realizado en el colegio Sagrada Familia de Gavà. La producción y realización del reportaje ha sido realizada por el equipo integrado por Andrea Czajkowski, Artur Cruz, Gerard Rodríguez, Laura Niubó y Joana Garcia, de la ESCAC.

Pautas para educar las emociones desde la infancia. María Ángeles Mairena, doctora y psicóloga clínica del Hospital San Juan de Dios y experta en emociones, nos detalla en el siguiente vídeo algunos de los principales consejos y recursos prácticos para educar las emociones de los pequeños.

«Sólo Respira»; el original cortometraje que ayuda a los niños a manejar las emociones. Julie Bayer Salzman y Josh Salzman hablan con diferentes chicas y chicos sobre sus emociones y cómo se sienten.

  • Te recomiendo los siguientes documentos:

Cómo educar las emociones. La inteligencia emocional en la infancia y la adolescencia. Un informe muy útil elaborado por el Observatorio FAROS Sant Joan de Déu (www.faroshsjd.net) es la plataforma de promoción de la salud y el bienestar infantil del Hospital San Juan de Dios (HSJD) de Barcelona.

Dossier el bosque encantado. Dossier elaborado por la asociación española contra el cáncer. Un pdf en el que encontrarás mucha información de las emociones y una buena selección de actividades para trabajar con tus alumnos.

conclusión

En la escuela nos preocupamos fundamentalmente de la parte cognitiva, la adquisición de conocimientos. Pero debemos preocuparnos también del aprendizaje social y emocional. No podemos educar sin tener en cuenta el corazón. Es necesario que los maestros acompañamos y ayudamos a los niños en su desarrollo emocional.

Es importante que los niños sean conciencia de las propias emociones y sean capaces de regularlas. Descubrir, identificar, diferenciar y gestionar las emociones es una forma de educar a nuestros alumnos, para que se descubran a sí mismos y que acaben convirtiéndose en adultos autoconscientes, con una buena base emocional para enfrentarse a los retos de la vida.

Un niño que conoce y sabe gestionar sus emociones no sólo tendrá buenos resultados académicos, sino que también estará más preparado para el mundo laboral. Construir una buena educación emocional es futuro !!

Las personas con más inteligencia emocional son más felices, tienen más bienestar, menos ansiedad y más recursos para enfrentarse a las dificultades que se encontrarán en la vida.

¿A qué esperamos para educar a los niños para su desarrollo integral?

Trabajas las emociones con tus niños? Cómo lo haces? Compartir haciendo un comentario. Muchas gracias.

Fuente noticia: https://translate.google.co.ve/translate?hl=es&sl=ca&u=http://natibergada.cat/&prev=search

Fuente imagen: http://escuelainfantilsolecitos.com/wp-content/uploads/2015/04/Aprender-a-Educar-las-Emociones-de-los-Ni%C3%B1os.jpg

Comparte este contenido:

Movimiento estudiantil, neoizquierdas y reforma de la educación superior

Chile/ Autor: José Joaquín Brunner

Los estudiantes movilizados y en continua radicalización han ido aislándose cada vez más en un espléndido discurso maximalista, como suele ocurrir en momentos de infantilismo revolucionario.

 I

De pronto cambió el tono de la dirigencia de las agrupaciones estudiantiles controladas por grupos y fracciones de neoizquierda (mejor que llamarlas de “ultraizquierda”), tanto a nivel universitario como secundario. La ciudadanía observa con cierto escepticismo, relativo acostumbramiento y a veces molesta cómo aumenta el ruido en las calles e, inevitablemente, la violencia de los grupos encapuchados que acompañan a las manifestaciones para perturbar el orden, atacar a Carabineros y destruir bienes públicos y privados.

Tal acentuación de la radicalidad, ¿es un signo de fuerza o un manifestación de debilidad; una manera de ganar adeptos o de estrechar filas; un intento por forzar una “reforma con ruptura” de la educación superior o por asentar la idea de que los cambios impulsados por el Mineduc son un mero adorno de la vitrina?

Sin duda, el movimiento estudiantil pasa por un momento difícil.

La estrategia de conversar y presionar simultáneamente en las calles no ha dado resultado. Al contrario, ha desgastado a los dirigentes en sus comunidades (escasa participación, baja legitimidad de las federaciones, tendencia al fraccionamiento interno) y, hacia fuera, les ha hecho perder prestigio ante la opinión pública. Paradojalmente, mientras más recurre a la fuerza, menor es su fuerza ante la opinión pública.

Efectivamente, el núcleo político de la Confech se halla confundido y dividido respecto de cómo seguir adelante. Hay quienes llaman al “paro indefinido” (¡qué fascinación produce aquí el término “indefinido”!), mientras otros convocan a asambleas reflexivas.

Uno de los grupos principales que integra ese núcleo directivo, la Izquierda Autónoma (IA) al que pertenece el diputado Boric, acaba de romperse por cuestiones de diseño estratégico y, en particular, por posiciones encontradas frente a qué hacer con la reforma educacional.

Al mismo tiempo, otro de los grupos de la neoizquierda nacida del movimiento estudiantil, Revolución Democrática (RD) del diputado Jackson, ahora convertido en partido político, retiró a algunos de sus principales cuadros del Mineduc, donde habían creado una red tecnoburocrática influyente en torno al diseño y manejo de la reforma educacional, desplazando a los partidos tradicionales de la NM, particularmente al PS y la DC.

De modo que nos encontramos ante un cuadro de tormentas que -en torno a la reforma de la educación superior- se ha ido formando en el horizonte, amenazando a la polis con un invierno revuelto. ¿Cuán intensas serán las turbulencias y con qué efectos e impacto? No es fácil saberlo. Pero sí resulta relativamente menos difícil identificar los elementos que están conjugándose para provocar la tormenta.

Primero, la ya larga postergación del anunciado proyecto de reforma de la educación superior, vacío que ha ido llenándose con cambiantes y frecuentemente contradictorios enunciados del gobierno y personeros de la Nueva Mayoría (NM). Han sido dos años exasperantes: sin agenda, sin carta de navegación, sin rumbo, sin personeros que lideren la posición oficial, sin propuestas fundadas que pudieran discutirse seriamente, sin siquiera dar señas de hacia dónde ir o qué esperar.

Segundo, como consecuencia de lo anterior, los actores de primera línea del sector enervados y confundidos. El CRUCH dividido y sus rectores desafectados o convertidos en meros portavoces de los intereses más directamente corporativo-financieros de sus organizaciones. Las instituciones privadas no-pertenecientes a dicho Consejo, inseguras de su suerte y sin posibilidades de planificar su futuro. Los institutos profesionales y centros de formación técnica relegados a un papel secundario. Las comunidades científicas y los académicos prácticamente fuera del escenario. Los estudiantes dedicados, en su gran mayoría, a tomar distancia de los asuntos públicos, pero con un movimiento radicalizado en torno a la Confech y las organizaciones de secundarios que se presentan como portavoces del conjunto de los estudiantes del país. Pero que progresivamente van perdiendo conexión con la masa estudiantil y con los patrones normales de conducta democrática.

Tercero, frente al panorama descrito, la opinión pública ha ido restando apoyo a la reforma educacional y, lo más probable, tiende a percibirla a través de las imágenes de la violencia y el desorden en las calles, los liceos “tomados”, y unas élites -de izquierda a derecha, en el gobierno, el parlamento, la NM y la oposición- que no logran arribar a mínimos acuerdos y mantienen una confrontación verbal que incluso a los iniciados en estos asuntos les resulta difícil entender.

Al comienzo de la semana, casi dos terceras partes de la opinión pública encuestada se pronunciaba negativamente respecto a la reforma educacional, lo cual es un fenómeno extraordinario si se piensa que por lo general las reformas educativas suscitan más esperanza que desconfianza, más aplauso que rechazo.

Cuarto, sin embargo, se sabe poco de la reforma de la educación superior -sus metas, contenidos, fundamentos y plazos- a pesar de que han transcurrido dos años desde el comienzo de la administración Bachelet y de tratarse, supuestamente, del eje central de la política gubernamental y su iniciativa estelar.

Efectivamente, la gratuidad acotada del 2016 -único anticipo efectivamente explicitado hasta ahora de la reforma y puesto parcialmente en marcha- ha tendido a profundizar la confusión y a expandirla, acelerando la ola del descontento, por diversas razones, en todos los frentes.

Quinto, ante tal falta de conducción intelectual, técnica y política del proceso de reforma, la cacofonía de voces, enunciados, declaraciones y ecos redobla la sensación de desorden. Basta observar lo ocurrido durante los últimos días.

La ministra de Educación y los dirigentes de la NM insisten en que se hará un esfuerzo por llevar la gratuidad al menos a los estudiantes del 60% de hogares de menores recursos relativos para desde ahí dar el salto, en el futuro cercano, al 100% de gratuidad. A su turno, el ministro Valdés, encargado de la Hacienda pública, aclara: “lo que es claro es que llegar a la gratuidad universal con los recursos que hoy tenemos es muy difícil, porque le pone una presión muy grande al resto del aparato público. O sea, si no se hace nada más, se puede. Pero hay otras necesidades también. Entonces, el proyecto va a establecer las formas y modos de cómo se va a seguir avanzando”.

Una diputada oficialista, del PC, Camila Vallejo, se queja, argumentando: “yo hubiese esperado un 70% para el 2018, eso ya no se anunció, es solo el 60%. Lo que a nosotros nos interesa es que se explicite cómo vamos a garantizar la gratuidad universal y en qué plazos, porque no estamos de acuerdo con que esto dependa de cómo se alinearán los astros y de la situación macroeconómica, pues es muy poco probable que eso así sea y se favorezca la extensión de la gratuidad”. Y ayer, en el diario La Tercera, la diputada oficialista llamaba a mantener la presión desde la calle: “Creo que necesitamos una fuerte movilización social en esta materia, que logre incidir y establecer los marcos de lo que debiese ser la discusión de la reforma educacional, para que no termine en una cocina en el Senado. El rol del movimiento social es muy importante”.

En La Tercera interviene también el senador Walker y, con realismo creo yo, señala: “el programa de gobierno habla de gratuidad para el 70% de menores ingresos, bajo este gobierno, y se compromete con llegar a un 100%, en 2020. Quiero ser claro sobre esta materia: esto último es imposible de lograr, ni en 2020, ni en 2030, ni en 2040”.

Finalmente, para agudizar aún más este cuadro cacofónico, aparece el diputado Giorgio Jackson de RD declarando que, para financiar la gratuidad, se debería crear “un sistema de contribución que involucre múltiples formas”, mencionando como posibles contribuciones un impuesto a los graduados, recursos de la ley del cobre y la devolución con trabajo voluntario, todo lo cual reduce la gratuidad a un intercambio por dinero o en prestaciones. En un frente algo distinto, el senador Montes, del PS, sorpresivamente declara (¡ahora, en la undécima hora!) su disposición para estudiar la legalización del lucro en el caso de instituciones privadas de enseñanza superior que renuncien a obtener cualquier apoyo del Estado.

Así pues, se va llenando el cajón de sastre vacío que el gobierno ha mantenido abierto durante dos años.

II

En el orden de los razonamientos explicativos, cabe anotar que la misma falta de conducción y contenidos gubernamentales, de relato y propuestas, y el desorden observado en la NM, han favorecido la radicalización del movimiento estudiantil. Sus demandas van escalando y su tono se torna cada vez más desafiante, hasta alcanzar su punto cúlmine con el dicho reciente de un dirigente secundario: “El ministro del Interior nos tiene miedo. No los dejaremos gobernar”.

Se llega a este punto límite, en buena medida, porque la administración Bachelet, desde el primer día, ha buscado congraciarse con los estudiantes y no ha ofrecido a sus sectores dirigentes aquello que se supone es propio del soft power: la capacidad intelectual, política y ética de argumentar, persuadir y orientar a aquellos que pretenden desafiar al poder. Al contrario, la administración Bachelet ha cedido y concedido continuamente, moviendo los límites de un lado para el otro, sin oponer la resistencia que nace de las ideas sólidas, de las convicciones, sobre todo de la fuerza democrática e institucional de las convicciones. En vez de eso ha buscado mimetizarse con el lenguaje y el aura de los jóvenes estudiantes y sus reivindicaciones. Su gobierno ha terminado, parafraseando a Maquiavelo, sin ser amada ni temida.

No debiera sorprender que en este terreno movedizo y de cercos sobrepasados, la disputa tienda a alejarse también del sentido común, los cambios posibles, los tiempos políticos-administrativos, para irse a los extremos de la mera lucha ideológica -espacio del “infantilismo revolucionario”- o de la desnuda defensa de los intereses corporativo-financiero de las organizaciones involucradas.

La disputa ideológica ocupa así el espacio dejado por el gobierno con discursos inflamados y categorías gruesas del estilo modelo, paradigma, hegemonía pública, desmercantilización, nueva centralidad, etc.; es decir, “much ado about nothing”. En el otro extremo campea el más craso sentido mercantil; cada organización trata de posicionarse de la mejor manera posible para arrancar la mayor proporción de recursos al Estado.

Del lado de la disputa ideológica, la veta más interesante de los últimos días proviene, sin duda, de la fracción de la Izquierda Autónoma agrupada en torno a la fundación Nodo XXI, cuyo documento “El futuro de la educación superior chilena en la reconstrucción de la educación superior pública”, entregado a la ministra de Educación, apuró la escisión del grupo liderado por el diputado Gabriel Boric, quien se declaró sorprendido por los contenidos del texto y por el acto de su entrega a la autoridad, justo en el momento que el movimiento estudiantil llamaba a un paro indefinido y a tomarse los palacios de invierno de la educación.

De hecho, el documento de esta fracción de neoizquierda es todo menos anti-sistema y no introduce una ruptura con el status actual de la educación superior.

Por primera vez, una parte de aquel mundo autoproclamado como neorrevolucionario hace un esfuerzo serio por pensar la educación superior desde dentro de los marcos de un sistema mixto, de cooperación estatal-privado. Reconoce (¡finalmente!) una educación pública estatal y no-estatal, asunto que algunos venimos postulando desde hace una década frente a la incomprensión de la izquierda tradicional de la NM y, hasta ahora, también frente a la ceguera de la neoizquierda.

Habla que una “nueva universidad pública (estatal o no estatal)” debe ocupar el centro del sistema y expandirse, asimilándose bajo ese concepto las universidades creadas o reconocidas por ley como las propiamente estatales, las privadas laicas del CRUCH, las católicas del CRUCH (en la práctica no se entiende bien a título de qué viene esta última distinción cuando todas ellas son universidades públicas de acuerdo al documento), agregándose además una nueva categoría de universidades privadas que “colaboran con la función pública”, también reconocidas por ley y que podrán recibir financiamiento fiscal.

Adicionalmente, podrían existir instituciones privadas de derecho civil que, sin pretender ser colaboradoras de la función pública, tampoco recibirán recursos de la renta nacional, subentendiéndose que podrían organizarse como personas jurídicas con o sin fines de lucro.

Para justificar este cambio de actitud -al menos en el discurso-, la fracción Nodo XXI de la IA apela a la sabiduría conservadora: “Hay que aprender de nuestra historia” dice el documento entregado a la ministra, cosa que es un supuesto de la razón pública, la cual no se agota ni consuma en el plano puro de las normas, los ideales y los valores.

¡Bravo! A esto se llama asumir una cuota necesaria de realismo para incidir en las decisiones y hacerse parte de la historia y no sólo de la esfera de la declamación ideológica.

III

Puestas así las cosas, puede entenderse el temblor que causó el texto de Nodo XXI dentro de las estrechas paredes de la IA.

En efecto, a partir de un texto así formulado sería perfectamente posible establecer un diálogo bastante más rico sobre temas de coordinación y planificación dentro de un sistema mixto, la centralidad de la educación pública (entendida como dice el documento), la expansión de esta última, el financiamiento mixto de las instituciones, etc.

Esta visión abandona, explícita y no sólo oblicuamente, el privilegio que otras corrientes más tradicionales aspiran a otorgar a las universidades estatales, al reducir lo público al Estado y al derecho a acceder con preferencia a recursos fiscales. Termina, asimismo, con el pertinaz y arbitrario argumento de que lo privado es bueno y aceptable cuando está dentro de los límites del CRUCH y es perverso e intolerable si está fuera de ese reino.

Por cierto, hay decenas de otros aspectos en el texto que comentamos -propuestas institucionales, de organización y funcionamiento, de relación con el Estado y la sociedad, de uso de fondos públicos y definición de las instituciones, etc.- que en él no hallan, en mi opinión, un adecuado tratamiento político, ni académico, ni técnico. Con todo, el documento da un paso que en lo esencial -la existencia de un esquema mixto de provisión con un trato relativamente igualitario entre los proveedores públicos de diverso tipo- constituye una verdadera ruptura con el discurso tradicional de la izquierda y la NM, centrado en la preeminencia del subsistema de instituciones estatales. Esa concepción administrativo-burocrática de lo público queda atrás aquí. Lo cual no significa que vaya a desaparecer o que, en el horizonte corto, vaya a ser superada.

Pues, como ya dijimos, en el lado opuesto al de las disputas ideológicas se libra una lucha político-corporativa en defensa de los intereses, la identidad y las pretensiones de los actores organizacionales, básicamente las universidades estatales mejor establecidas y más consolidadas, que buscan un trato preferente y una suerte de prerrogativa napoleónica para administrar al sistema en su conjunto, como alguna vez ocurrió en Francia con la universidad imperial.

No hay en verdad argumentos robustos para defender esa visión, llena de nostalgias imperiales y de una débil legitimidad tradicional, de donde provienen las frecuentes invocaciones a Bello, Domeyko y Letelier.

Habría que volver al siglo XIX, claro está, para revivir esa tradición y dotar de una nueva legitimidad al control estatal sobre el sistema universitario y sobre los recursos del Estado destinados a subsidiar la producción y transmisión de conocimientos.

Sorprende, en cualquier caso, que ni el gobierno Bachelet, ni la NM, ni tampoco las corrientes de neoizquierda hayan reivindicado como salida más viable del actual punto ciego en que se halla entercada la reforma, una solución al estilo de los EEUU, donde las universidades estatales reciben un trato especial del Estado (y los estados) a cambio de sujetarse a ciertas reglas y competir con las instituciones privadas de diverso tipo que reciben también apoyo público a través de un amplio esquema de apoyos estudiantiles administrado por el gobierno.

Alcanzar tal solución ha estado al alcance de la mano desde el primer día de la administración Bachelet, pues el propio sistema ha venido desarrollándose en tal dirección durante los últimos 25 años. Si no se adoptó este camino es únicamente por una mezcla de malas razones: porque entones el gobierno aparecía como continuista y no como rupturista, porque no significaba un cambio de paradigma ideológico y porque obligaba a reconocer que un sistema mixto de provisión tiene indudables fortalezas a la hora de expandir las oportunidades educacionales y de financiarlas. Los puntos débiles, insuficiencias y fallas que ostensiblemente posee este otro régimen son relativamente fáciles de identificar y solucionar y habrían podido superarse con un gasto significativamente menor de energías, recursos y en gestión e implementación que aquel en que el gobierno deberá incurrir para imponer su propio diseño de reforma.

La lucha por intereses materiales -una mayor proporción de la torta, más subsidio, recursos adicionales y fondos basales directos y no condicionados- es una parte habitual de la competencia por recursos en una democracia de base capitalista. No se halla separada tampoco de la lucha ideológica, como aparece aquí en el análisis. Ni es el interés corporativo algo propio únicamente de las instituciones estatales. Más bien, el conjunto de las actores, de todo tipo, pugnan por captar una cuota mayor de recursos, mejorar su posición relativa frente al Estado y sus competidores y justifican conductas estratégicas y él cálculo posicional en función de ideales y valores (es decir, de racionalizaciones ideológicas). Y esto vale para los actores tradicionales y nuevos, laicos y confesionales, emprendedores y comunitarios, metropolitanos y regionales.

Entre tanto, los estudiantes movilizados y en continua radicalización han ido perdiendo contacto con esas realidades y aislándose cada vez más en un espléndido discurso maximalista, como suele ocurrir en momentos de infantilismo revolucionario. Ya no reparan en los fines ni en los medios, sino que se propulsan a sí mismos a la esfera de la Idea Absoluta, que puede ser a veces el turpe lucrum, otras veces la gratuidad o mañana la triestamentalidad o los fondos basales. Palabras fetiches, cargadas de una intensa emocionalidad, pero alejadas de cualquier referente compartido con el resto de la sociedad. Desconectadas de la historia -incluso de las ideologías y los intereses corporativos- ascienden a esa  esfera donde reinan triunfantes las consignas en su aparente pureza. Y donde los propios movimientos sociales suelen quedar atrapados en sus discursos.

Fuente noticia: http://www.brunner.cl/?p=14348

Fuente imagen: http://ellibero.cl/wp-content/uploads/2016/05/A_UNO_675520-645×400.jpg

Comparte este contenido:

Vigencia del Pensamiento de Simón Rodríguez

Autor: Gerson Gómez

Para entender el pensamiento de vida y obra de quien consideran los historiadores “El Maestro de América”, hay que comenzar por entender la realidad socio-económica de la época en la que nace (28 de Octubre de 1869), las características de la sociedad colonial, signadas por los primeros ideales de transformación, movimientos subversivos que surgían por la inconformidad de los sectores que se encontraban en desventajas, en relación con el poder y su participación en la sociedad, teniendo ésta una economía netamente mono-productora del café y cacao, riqueza que sólo disfrutaban, los Blancos Criollos en convenios monopólicos con la corona española, y que por herencia habían heredado, de sus padres venidos de España. Los Blancos Peninsulares, ejercían el poder político y altos cargos ligados a las órdenes de la Corona, Capitanía General, Gobernadores, oficiales de altos rangos, entre otros; que eran nombrados de forma directa por la Corona. La pugna entre Blancos Peninsulares y Blancos Criollos había arreciado por el poder político, ya que los beneficios de una sociedad explotadora y esclavista, se agudizaban a fines del siglo XVIII, la influencia de la Ilustración y de los ideales republicanos de la Revolución Francesa se divulgaban en la clase burguesa intelectual que añoraba la caída de un sistema que no llenaba las expectativas de cada uno de los sectores. El historiador Federico Brito Figueroa señala que a fines del siglo antes mencionado, el pardaje constituía la clase mayor en número; pero, sin ninguna participación política. Es necesario recordar, que para fines de este mismo siglo, las clases sociales fundamentales eran Blancos Peninsulares, Blancos Criollos, Blancos de Orilla, Pardos, Indios y Negros. Siendo los Pardos, de acuerdo con las creencias de la época, un sector de raza impura, productos de la mezcla de las clases antes mencionadas. Para esta época, la Corona por medio del Rey Carlos IV, promulgó la Real Cédula de Gracias al Sacar el 10 de febrero de 1795, que permitía al pardaje obtener títulos mobiliarios y darle más protagonismo a éstos, a pesar de las diferencias existentes entre éstos, los Blancos Criollos y los Blancos de Orilla. En este clima de diferencias tan pronunciadas de las clases sociales y con una nueva visión, la decadencia de la monarquía se cría Simón Rodríguez. Con la educación como emblema tiene el privilegio de ingresar como el Maestro a la escuela de Primeras Letras de Caracas, donde escribe su primer documento de relevancia crítica a los “Vicios de la Escuela de Primeras Letras de Caracas”. En esta escuela va a tener su cargo a más de 160 niños, entre éstos figuran uno de nueve años de edad, llamado Simón Bolívar (futuro Libertador). Sin dudas, Rodríguez va a forjar en éste, los ideales de transformación, que se fundamentaron en el ideal Rousseauniano, donde aplicó los principios de este pensador de cómo la libertad e igualdad y la consustanciación con la naturaleza .Al regreso de Europa el24 de Enero de 1824 “¡Oh mi Maestro, Oh mi Samuel ,Oh mi Robinson!…. Usted, formó mi corazón para la libertad, para la justicia, para lo grande, para lo hermoso. Yo he seguido el sendero que Usted me señaló. Usted fue mi piloto aunque sentado sobre una de las playas de Europa. No puede Usted figurarse cuán hondamente se han grabado en mi corazón las lecciones que Usted me ha dado; no he podido jamás borrar siquiera una coma de las grandes sentencias que Usted me ha regalado. Siempre presentes a mis ojos intelectuales las he seguido como guías infalibles”. Para Rodríguez, educar e instruir, se convertían en la base de la transformación de las sociedades; fue un observador de la sociedad de la época, con instintos investigativos innatos. Expresaba la necesidad de educar a quien se dedicaban a tareas como la Mecánica, Artes y Oficios de distintas tendencias que contribuyeran al progreso y transformación de la realidad socio-económica imperante. Señalaba que la formación de los ciudadanos, debía girar alrededor del contexto y las necesidades reales de los espacios. Estudiosos de la Educación en América Latina, entre ellos, José Martí, fundamenta este pensamiento en el Ensayo titulado “Nuestra América; Luis Beltrán Prieto Figueroa en el estado docente. Son muchos los pensamientos que se plasman de Simón Rodríguez en el estado docente y se consolidan en la instauración de los INCES, las Escuelas Técnicas y los institutos tecnológicos, y más recientemente, la creación de universidades poli-técnicas territoriales, en el caso venezolano. De la misma manera, el Estado Venezolano ha promovido con las misiones educativas fundamentadas en parte en los ideales de este insigne educador, una proyección y visión del mundo que se adelantó a su época, al fomentar la educación para la vida basada en la experiencia y el aprendizaje continuo durante toda la vida, enrumbado con el árbol de las tres raíces y misión Robinson, misión ribas, misión sucre, misión vuelvan caras, la micro misión simón Rodríguez ,uno de los principios de la educación robinsoniana se cumple que es el de la inclusión, se inicia en las políticas de Estado en el rescate y consolidación del pensamiento de Samuel Robinson como educador en América Latina. Sin duda, este se convierte en el más grande tributo que se le puede otorgar, a quien consideraba la educación, la esencia de la trasformación de los pueblos y quien dejara de existir dedicando su saber a negros, indios o aborigen y mestizos siendo esta última a la que pertenecía y con orgullo llevo durante su recorrido por los Estados Unidos y Europa creando Escuelas de Educación para el Trabajo. Se hace necesario al pensar en el Maestro, ejemplificar sobre algunas ideas y principios que para él eran indispensables. Al respecto, Sojo (2010), enfatiza ideas del Maestro: Las condiciones: Los espacios eran casas acomodadas y aseadas, debidamente alojados, vestidos, alimentados, curados y recibir instrucción, buenos maestros conocedores de los oficios de albañilería, carpintería y herrería, como base de la educación para el trabajo y la cualificación de los conocimientos de la mecánica posteriores a ellos, en relación a la mujeres otros oficios propios de su género y considerando sus fuerza. Sin duda, el Maestro Luis Beltrán Prieto Figueroa, propone la creación de los INCES y las Escuelas Técnicas en Venezuela, tomando en consideración los ideales de Simón Rodríguez citados por Sojo (2010), que postulaba al respecto que las Escuelas y la Educación para el Trabajo es: Un espacio para generar conciencia y ciudadanía: no había matricula, no había un determinado número de niños o padres, todos entraban voluntarios, acorde con sus necesidades. Y a su vez esta escuela formaba a los jóvenes para asumir el proyecto en otras ciudades. Es de hacer notar, que de acuerdo a la autora citada, la intención era establecer líderes creativos para la transformación real de los espacios. Es decir, que la escuela formará maestros dignos, con ideales transformadores y de progreso. Es por ello, señala Sojo (2010), que el Maestro Simón Rodríguez, parte del ideal que: La dignidad: Un principio de la educación popular que propulsó Rodríguez como bien los dice con sus palabras era la liberación del hombre y la mujer a partir del trabajo colectivo, así como la posibilidad de evitar la explotación por necesidad, convertidos en ciudadanos, evitaba que se les comprase la conciencia o fueran utilizados para fines perversos. Decía el maestro: “al entrar en las ciudades no se dejarían agarrar por el pescuezo (a falta de camisa) para ir por orden de los asistentes a limpiar caballerizas de los oficiales, ni a barrer plazas… los caballeros de las ciudades no encargarían indiecitos a los curas”…. Son muchos los pensamientos de vida y obra de Simón Rodríguez; pero, las más noble es la de educar a los más humildes en el ocaso de su vida.

REFERENCIA Sojo, M. (2010): Simón Rodríguez y el Proyecto de Educación Popular Disponible en: www.google.com. [Consultado en fecha 02/11/2014]. Carta de Simón Bolívar a su Maestro el 24 de Enero de 1824. Disponible en: www.google.com Autor: GERSON JOSE GOMEZ ESCOBAR Correo: gersonjosegomezescobar@gmail.com CNIE Aragua

Foto: http://www.venezuelatuya.com/biografias/imagenes/simonrodriguez4.jpg

Comparte este contenido:

Reino Unido: The Brexit Challenge to Universities

Reino Unido: The Brexit Challenge to Universities

Articulo/Junio de 2016/autor: Christopher R. Marsicano

Resumen: referéndum en el Reino Unido, al salir de la UE tiene el potencial de disminuir significativamente el crecimiento de la educación superior en el país y en el extranjero, argumenta Christopher R. Marsicano.

The U.K.’s referendum on exiting the E.U. has the potential to significantly slow the growth of higher education at home and abroad, argues Christopher R. Marsicano.
June 21, 2016
By
Christopher R. Marsicano
Behind the steel spire atop St. Anne’s Cathedral in Belfast rises a modern structure of gleaming glass and steel. Ulster University is building a new campus right in the heart of Northern Ireland’s capital city. The university, once known only as an access-focused regional institution with a predominant emphasis on preprofessional degree programs, now boasts an excellent business school, a top-tier school of pharmacy and an eye-catching urban campus devoted to the arts.
Ulster University is emblematic of a resurgence of Northern Ireland: once mired in sectarian conflict, Belfast and its environs are now destinations for both tourists and foreign investors. Much of the rise of this country of 1.8 million is due to extraordinary investment from the European Union — investment that could soon end. Northern Ireland, like England, Scotland and Wales, is a constituent country of the United Kingdom and will take part in a referendum on continued membership in the E.U. this Thursday, June 23.
Polls on the potential British exit, or Brexit, have shown both sides running neck and neck, and the stakes could not be higher for Ulster and other universities in the United Kingdom. In fact, the results could also have a significant impact on American colleges and universities, as well.
British membership in the European Union has been exceptionally lucrative for Ulster University. The university received around 9.4 million pounds ($13.4 million) last year in E.U. funding. More than 1,700 students and around 400 scholars from other E.U. member states attend, teach and research at the university in some capacity. Its location around 45 minutes from the Irish border and only two hours from Dublin makes it a common collaborator with major universities to the south. The university’s Nanotechnology and Integrated Bioengineering Center, which was funded by a £1.6 million grant from the E.U., has generated 25 patents and three spin-off companies that are now valued at over $100 million.
Ulster, however, isn’t the only university in the United Kingdom receiving benefits from Britain’s E.U. membership.Higher education institutions received 16 percent of total E.U. research funding totaling £687 million ($1 billion) in 2013-14. People from other E.U. nations make up 15 percent of the academic workforce and 5 percent of the student bodies at British universities. Given the sheer impact of European support for universities in the U.K., it should come as no surprise that Ulster Vice Chancellor Paddy Nixon joined 102 university leaders, including vice chancellors from Oxford and Cambridge and the president of the London School of Economics, in an open letter in the Sunday Times expressing support for the European Union.
This expression of political support is emblematic of a change in university behavior. While university leaders chose to stay relatively silent on the two other recent major electoral events — the 2014 Scottish independence referendum and the 2015 general election — they emphatically support the campaign to remain in the E.U.
Yet despite university support for the European Union, a large minority of government officials and policy leaders want to leave. The leave campaign is led by Nigel Farage, the charismatic leader of the United Kingdom Independence Party whom many in the United Kingdom have compared to presumptive Republican presidential nominee Donald Trumpfor his bombastic style and anti-immigration stance.
Other major players include former London Mayor Boris Johnson, former Secretary of State for Education Michael Gove and other right-wing members of the Conservative party. The majority of Parliament, including Prime Minister David Cameron, Chancellor of the Exchequer George Osborne, Labour Party Leader Jeremy Corbyn and leaders of most of the minor parties, all support continued membership in the European Union. Cameron and Osborne represent the moderate wing of the Conservative party — constantly at odds with Gove, Johnson and the party’s right wing.
Brexit was a major political issue in the last general election, and leave campaigners argue that far-right Conservative gains in Parliament were a popular mandate for Brexit. Moderate Conservatives worked hard to renegotiate Britain’s responsibilities within the E.U. and believe that remaining in the European Union will be good for the United Kingdom. It should come as no surprise that both sides disagree on the impact Brexit would have on British universities.
The leave campaign argues that the European Union funds only 3 percent of all U.K. R&D spending and that money saved from not having to pay fees associated with E.U. membership could allow the U.K. government to expand domestic financial support for research. Furthermore, universities in nations outside of the E.U. are still able to apply for research funding; leave campaigners suggest that wouldn’t change.
Leave supporters also believe that, when it comes to U.K. universities’ ability to attract talented European faculty, a U.K. immigration policy absent of E.U. agreements on free movement of people could be devised in such a way that it would privilege scholars from other European countries traveling to Britain. Outside of the E.U., universities could raise fees on E.U. students, an action currently prohibited by E.U. laws that state universities in a given country must treat students from that country and other students from E.U. member states equally. There are also not enough spaces at universities to meet current demand. Leave campaigners argue that filling admissions spaces with domestic students could offset any drop in the E.U. student population.
University leaders and the remain campaign don’t agree. They note that a rise in E.U. student fees coupled with presumably more stringent immigration controls would result in an extremely decreased E.U. student population, as polls of E.U. students show that 80 percent would be less likely to pursue education in the U.K. E.U. students are some of the highest achieving in the U.K. system and are more likely than their British counterparts to pursue graduate degrees in the U.K.Brexit would raise fees on these students, limiting access to U.K. universities and potentially reducing overall institutional quality. It would also limit domestic student interaction with students from other countries. U.K. universities would become increasingly insular and homogenous in their student bodies as American competitors seek greater and greater diversity in their student populations.
Leaving the E.U., remain supporters argue, would also mean closing access to the Erasmus exchange program that allows students from E.U. member states to study in another member country as part of their academic program, further closing U.K. student engagement with their European counterparts. Students may also face adverse outcomes upon graduation should Brexit hurt Britain’s economy and job market. Leaders also fear that highly talented European academics seeking faculty or postdoc positions in the U.K.may seek positions elsewhere as uncertainty regarding their immigration and employment status over the next few years would grow exponentially in the days after a vote to leave. While long-term immigration reform might have some benefits, Brexit would decimate universities’ ability to recruit new faculty in the short term. Lastly, the remain campaign is quick to point out that, while U.K. contributions make up 11 percent of the total E.U. research budget, U.K. institutions receive more than 16 percent of total research grant funding.
What’s often overlooked in the debate between the leave and remain campaigns, however, is that if Britons vote to leave, there will be implications for American universities and students, as well. American universities might be the beneficiaries of Brexit when it comes to faculty recruitment. While emigrating to the United States might be difficult for European scholars when compared to an E.U.-member United Kingdom, stricter immigration controls in the U.K. may make the United States a more desirable location.
Furthermore, around 50,000 Americans study in the United Kingdom each year. A common language and history make the U.K. a top destination for American students, and neither will change with Brexit. The same could be said, however, for Ireland, an E.U. member with no plans on leaving any time soon. Google and other major American tech companies have built their European headquarters in Dublin, and if Brexit happens, many believe American companies with a major presence in London could move their operations across the Irish Sea to Dublin and into other major continental financial centers like Frankfurt and Luxembourg. Students who would have gone to the U.K. to study and intern in finance for a semester or two might soon find themselves more attracted to Ireland.
While American universities may be able to get their pick of scholars in the exodus of European faculty from British institutions that would follow Brexit, and American students may not recognize a tremendous difference between studying abroad in Dublin as compared to Edinburgh or London, the greatest influence Brexit could have on American universities is indirect, but hugely impactful. Most economist agree that a vote to leave would cause a British recession, at least in the short term, with some even saying the vote could trigger aglobal recession. David Cameron even warned that voting for Brexit would be like putting a bomb under the U.K. economy. For those American universities that are not in a position to compete for top European faculty or send students abroad, global volatility in the markets could cause significant damage to meager endowments and hurt fund-raising.
The cost of Brexit, therefore, is too high. Elite American universities would receive meager benefits, but the rest of the American higher education landscape could feel the effects of a recession too soon after emerging from the financial crisis of 2008. British universities will lose a major source of research funding, faculty and high-quality students. British students will feel the pinch of higher tuition and fees during a period of economic downturn. Brexit has the potential to significantly slow the growth of higher education at home and abroad and offers few benefits to postsecondary institutions on both sides of the Atlantic.
Along the banks of the River Foyle at the border between Northern Ireland and the Republic lies Derry. The walled city is home to a branch campus of Ulster University, and on June 9, the campus hosted two former prime ministers to talk about the potential ramifications of Brexit. Tony Blair and John Major both warned against leaving the European Union, saying it would effectively close off access to the border with the Republic. What neither gentleman noted, however, is that voting to leave the European Union would also effectively cut off access to research funding, high-quality international students and stellar faculty. University students, faculty and staff overwhelmingly support the remain campaign. One can only hope that they turn out to vote in two days’ time. Their universities are counting on them.

Fuente: https://www.insidehighered.com/views/2016/06/21/universities-face-major-challenges-brexit-essay

Comparte este contenido:

Hacia El Camino De La Independencia Definitiva

Por: Leidimar Rujano

Hablar de Independencia en Venezuela, invita a realizar un proceso analítico-reflexivo de la importancia histórica de alcanzar dicho objetivo, al mismo tiempo de realizar una interpretación coherente con el momento político que vive el pueblo venezolano y sobre todo en los tiempos actuales en que se agudizan las contradicciones mismas del sistema. En este sentido es imprescindible precisar algunos elementos de carácter histórico que permita orientar el camino a construir, es por ello que hablar de independencia conlleva a realizar un breve paseo por la historia de Venezuela y Latinoamérica, iniciando principalmente desde el momento en que la cultura Europea invade, domina y controla a los pueblos originarios de la América en el siglo xv, siendo este hecho histórico el principal acontecimiento de dominación sobre la Pachamama y sobre los pueblos aborígenes, he aquí la primera expresión de necesaria Independencia, entendiendo que el Imperio Español bajo las diversos mecanismos de dominación de orden político, cultural y religioso se apoderaron de los recursos naturales, lo que desencadeno un cambio profundo en la vida y cultura de dichos pueblos.

Es así como se inicia una férrea lucha por liberar dichos territorios del Imperio Español, engendrando todo un movimiento de liberación de los diversos grupos sociales desde los aborígenes, negros y blancos criollos, este último grupo social como resultado del proceso de conquista y colonización. Sin embargo un conjunto de jóvenes que comprendieron su momento histórico y la importancia de la independencia, iniciaron la lucha por la Libertad, dejando como resultado que el 19 de abril de 1810 se alza el pueblo en contra de la Monarquía Española, producto de que las tropas de Napoleón Bonaparte invaden el territorio Español colocando a su hermano José Bonaparte como rey, momento que fue de mucho provecho para los Blancos Criollos lo que llevo a conformar la Junta Suprema de Caracas dirigida por los Blancos Criollos, este como expresión de liberación de la Monarquía.

Por consiguiente Bolívar comienza a expandir sus ideas de Unión, Igualdad y fraternidad, reconociendo sus procesos históricos y la visión de que la Patria es América, lo llevo a retomar la gran idea de integración propuesta inicialmente por Francisco de Miranda, es así como surge la Gran Colombia y la promoción del Congreso Anfictiónico de Panamá, que debido a intereses económicos, de expansión y políticos infundados por lo que el Libertador denominaba el Poder Supremo ( EE.UU) se desvía, pierde y muere los planteamientos iniciales del Libertador de América.

En este sentido vale la pena citar la visión que presentaba Bolívar referente al naciente Poder Supremo. En conversación que sostuviera con uno de sus más queridos amigos Don Pedro Juan en 1830 expresa lo siguiente:

“Le repito lo que una vez dije a mis generales…Yo quiero que la Europa y la América se convenzan de mi horror al poder supremo, bajo cualquier forma que se le dé… los Estados Unidos, como el amo del reino más poblado de América, sería bien pronto Señor de toda la tierra; por fortuna, se han visto con frecuencia un puñado de hombre libres vencer a imperios poderosos. Si no me creen, hagan grabar estas palabras en una pirámide de bronce, para que sea leída por las nuevas generaciones, ya que el futuro me dará la razón”.

De ello se desprende la luminosa visión de Bolívar del gran papel que EE.UU iniciara con los territorios del Sur, iniciando con su proceso de expansión y posteriormente desarrollando políticas de injerencias a territorios del sur, uno de ellos la “Doctrina Monroe” en 1823 con su consigna “América para los Americanos”, surgiendo su gran despliegue de dominación por toda la Patria, la América.

Conquistar la independencia no ha sido una tarea fácil para el pueblo Venezolano, siglos de construcción han transcurridos para conservarla, por ello se intenta retomar desde el hecho histórico la relevancia que implica continuar bajo el camino de una independencia total y definitiva. Por ello producto de grandes cambios y transformaciones desarrollados por hombres y mujeres que reconocieron sus raíces históricas y que gracias a hombres ilustres con pensamientos claros retoman las ideas muertas del Libertador, para convertirlas en hechos concretos de acciones profundas y transcendentales para la construcción de una sociedad donde impere la igualdad, vida y la felicidad, es por ello que para 1999 con la llegada a la presidencia de Hugo Chávez las ideas de Bolívar se vuelven pueblo y acción; con la aprobación de una Constitución que responde al ideario Bolivariano que en su preámbulo acota lo siguiente: “ El pueblo Venezolano, en ejercicio de sus poderes creadores e invocando la protección de Dios, el ejemplo histórico de nuestro Libertador, Simón Bolívar, y el heroísmo y sacrificio de nuestros antepasados aborígenes…”.

Es por ello que hablar de Independencia en el siglo XXI, implica reconocer la historia, desarrollar las capacidades humanas del ser humano para producir y satisfacer las necesidades mismas de la población venezolana, es hacer florecer el conocimiento científico-técnico que permita aprovechar de manera sustentable los recursos naturales del territorio nacional, es comprender la necesidad de desarrollar un proceso innovador en la economía , aspecto que ha sido duramente atacado en estos últimos años. Independencia es generar la mayor conciencia del pueblo en darle prioridad a la organización de base, es apoderarse de todos las formas de organización para avanzar hacia la construcción de un Estado Comunal, en el cual prevalezca los intereses del pueblo y la suprema felicidad por encima de cualquier Imperio que exista en la superficie terrestre.

foto: http://img.imagenescool.com/ic/dia-de-la-independencia-venezuela/dia-de-la-independencia-venezuela_001.jpg

Correo: leidimar_askena@hotmail.com

Comparte este contenido:
Page 2543 of 2733
1 2.541 2.542 2.543 2.544 2.545 2.733