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Hambre, ciencia y ecología política

En la Historia de la humanidad, jamás se había llegado al nivel actual de evolución tecnológica como para darle solución a todas, absolutamente todas las carencias materiales que padece el ser humano.

1- Introducción

En la Historia de la humanidad, jamás se había llegado al nivel actual de evolución tecnológica como para darle solución a todas, absolutamente todas las carencias materiales que padece el ser humano.

Las soluciones tecnocráticas, evidentemente, no constituyen las esperadas porqué, y en palabras de Heidegger, la Ciencia no piensa y nunca llegará al estadio de la con-ciencia.

En virtud de ellas, se aprecian racional e intuitivamente largas coyunturas que avergüenzan al más indiferente: el modelo global de desarrollo, al vuelo de la gacela, avanza hacia otros mundos, donde la tecnología va camino a convertirse en entidad autónoma mientras el hombre regresa sobre sus pasos, habida cuenta de la insatisfacción de sus necesidades vitales.

Entendiendo al mismo como la forma histórica que va adquiriendo el sistema capitalista en la extensa secuencia de extracción-producción-distribución-consumo y desecho, se corroboran cotidianamente, desde el saber lego como del saber experto, las consecuencias multidimensionales de su dinámica implacable; harto conocidas y fugazmente metabolizadas por el cuerpo social global, se provocan guerras, se decide el hambre, se diseña la contaminación, se inducen los fenómenos naturales extremos y sobre todo, se ha logrado instalar, aunque pírricamente, el engranaje central del sistema: la pandemia del consumismo.

He aquí la gran paradoja: mientras más específicas y efectivas son las investigaciones científicas, más vedado se encuentra el acceso a la satisfacciones de las necesidades básicas, porque la Ciencia, en sus corrientes dominantes, está orientada a la solución de cuestiones materiales antes que promover las medicinas más escasas, esto es, resituar al Hombre.

Y una de las condiciones esenciales es satisfacer sus necesidades y derechos básicos como el derecho a la alimentación, al agua, a la energía, derechos humanos tan elementales como postergados, a pesar de estar sustentados y legitimados en la Declaración Universal de Derechos Humanos de ONU y en el Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales de su Asamblea General: por tanto, asistimos a una crisis de civilizatoria de valores, que nos restringe el acceso a aquellos derechos humanos básicos y atentan contra nuestro hogar planetario, y más aún, cuestionando la supervivencia del mismísimo ser humano.

De todas las negaciones que denotan la condición humana más miserable es la indolencia del hambre, empíricamente cuantificado por la Ciencia y visceralmente padecido por casi 900 mil millones, que resulta ligeramente penoso para la mayoría y revulsivo para pocos. El modelo global de desarrollo puede ser tan eficiente como perverso.

Entonces, ¿existe alguna situación problemática más perversa que aquella que ostente todas las condiciones de posibilidad de solución y no se efectivice?

¿Existe algún abordaje científico que delimite un objeto de estudio que se denomine hambre?

¿Cuál es el sentido de abordarlo científicamente si la misma Ciencia omite aviesamente promover su solución? Como diría Chalmers (2000), ¿Qué esa cosa llamada ciencia que no logra explicitar las soluciones a ese “objeto de estudio”? ¿No quiere, no puede, no le permiten? ¿Quiénes? ¿Desde cuáles epistemologías se lo deberá abordar para exterminarlo? ¿Es el campo de la Ciencia normal, el apropiado para abordarlo de manera efectiva? ¿Desde el denominado diálogo de saberes? ¿O es el campo desde la epistemología ambiental en el marco de la ecología política latinoamericana, por ejemplo?

Y la Ciencia, ¿de que manera actúa para contribuir con la eliminación del flagelo?

Por tanto el objetivo del trabajo intenta abordar la Ciencia desde la noción de campo científico entendido “como un sistema de relaciones objetivas entre posiciones adquiridas (en las luchas anteriores), es el lugar (es decir, el espacio de juego) de una lucha competitiva que tiene por desafío específico el monopolio de la autoridad científica inseparablemente definida como capacidad técnica y como poder social, o, si se prefiere, el monopolio de la competencia científica que es socialmente reconocida a a un agente determinado, entendida en el sentido de capacidad de hablar e intervenir legítimamente(es decir de manera autorizada y con autoridad) en materia de ciencia” (Bourdieu, 2012, 12) ; esta conceptualización daría lugar a la comprensión de porqué no se resuelve el problema del hambre en el mundo, al menos desde la ciencia.

En virtud de buscar genuinas alternativas al problema en cuestión, presentaremos a la epistemología ambiental latinoamericana como posible marco teórico desde donde comenzar a solucionar el problema al menos, partiendo de su visibilización y su discusión “científica”.

Vamos por el desafío epistemológico de darle sustento a la ignominia del hambre.

2- Estadísticas que revelan y rebelan

Estos son algunos de los datos, compilados por el Programa Mundial de Alimentos de las Naciones Unidas, que contribuyen a configurar el cuadro de situación. Aclárese que según la fuente citada, hoy día hay suficientes alimentos en el mundo para que cada ser humano lleve una vida sana y productiva, lo que torna aún más urgente la necesidad de interpelar a la Ciencia para que pueda dar respuestas a lo que se presenta a continuación.

A saber:

– Alrededor de 805 millones de personas en el mundo no tienen suficientes alimentos para llevar una vida saludable y activa. Eso es alrededor de uno de cada nueve personas en la tierra.

– La gran mayoría de personas que padecen hambre en el mundo viven en países en desarrollo, donde el 13.5% de la población presenta desnutrición.

– Asia es el continente con la mayor cantidad de personas del mundo que padecen hambre – dos tercios del total. El porcentaje en el sur de Asia se ha reducido en los últimos años, pero en Asia occidental ha aumentado ligeramente.

– África subsahariana es la región con mayor prevalencia (porcentaje de la población) con hambre. Una persona de cada cuatro presenta desnutrición.

– La nutrición deficiente es la causa de casi la mitad (45%) de las muertes en niños menores de cinco – 3,1 millones de niños cada año.

– Uno de cada seis niños, aproximadamente 100 millones, en los países en desarrollo presentan peso inferior al normal.

– Uno de cada cuatro de los niños del mundo padecen de retraso en el crecimiento. En los países en desarrollo la proporción puede elevarse a uno de cada tres.

– Si las mujeres agricultoras tuvieran el mismo acceso que los hombres a los recursos, el número de personas con hambre del mundo podría reducirse hasta en 150 millones.

– 66 millones de niños en edad escolar primaria asisten a clases con hambre en los países en desarrollo. Sólo en África hay 23 millones.

3- La Ciencia realmente existente

Para comenzar a intentar comprender las respuestas ostensiblemente insuficientes de la Ciencia respecto a la problemática planteada, abrimos la reflexión señalando que “la Ciencia goza de una alta valoración. Aparentemente existe la creencia generalizada de que hay algo especial en la ciencia y en los métodos que utiliza. Cuando a alguna afirmación, razonamiento o investigación se le da el calificativo de «científico», se pretende dar a entender que tiene algún tipo de mérito o una clase especial de fiabilidad. Pero, ¿qué hay de especial en la ciencia, si es que hay algo? ¿Cuál es este «método científico» que, según se afirma, conduce a resultados especialmente meritorios o fiables?” (Chalmers, 2000, Introducción).

A priori, vamos señalando que en virtud de los resultados obtenidos en la decisión de erradicar el hambre, la Ciencia “oficial” ha fracasado en su intento de generar genuinas herramientas orientadas al humillante propósito en cuestión.

El sueño de la Ciencia objetiva, neutral y a-valorativa se desvanece rápidamente (al menos en el intento de comprometerse en la lucha contra el hambre global) ya que resulta de la puja entre distintos agentes con intereses encontrados donde el objetivo se remite a lograr las posiciones de poder necesarias para definir qué es la Ciencia, cuáles son sus métodos y la legitimación de todos los dispositivos sociales para ser reconocida como tal. Por tanto, cuando desde esta perspectiva se está hablando, debemos comprender que “los conflictos epistemológicos son siempre, inseparablemente, conflictos políticos” (Bordieu, 2012, 15).

En relación a la problemática analizada, podemos señalar que las investigaciones referidas a la erradicación del hambre en el mundo proliferan por los circuitos de la Ciencia “no oficial”, ya que si hablamos de Agroecología, por ejemplo, lo hacemos desde una perspectiva superadora tanto a nivel científico como a nivel sociopolítico, tal como revela la investigación de Maria Monique Robin (2013), acerca de la viabilidad de que la Agroecología puede alimentar al mundo.

La galvanización de las prácticas de esos intereses es llevado a cabo por el rol fundamental de los discursos, de la palabra, en fin, del logos, que se constituye como instancia legitimadora de todo el edificio científico construido por Occidente, monolítico, intransigente, a la hora de iniciar “algún” diálogo de saberes.

La estrategia deliberada de negar aquello que no es científico según la Ciencia normal, se incluiría en lo que De Souza Santos denomina epistemología de la ceguera que, concatenada con la sociología de las ausencias, se aspira a que otra Ciencia sea posible, que otros conocimientos sean reconocidos, que otras epistemologías emerjan, y cuando situamos históricamente esta decisión, que como señalaba Bordieu no deja de serpolítica, el espacio geográfico-cultural es el Sur Global; acerca del maridaje entre Ciencia y política: en nombre de este programa científico de conocimiento, convertido en programa político de acción, se cumple un inmenso trabajo político (negado porque es, en apariencia, puramente negativo) que busca crear las condiciones de realización y de funcionamiento de la «teoría».(Bordieu, 2004)

Por tanto, la problemática del hambre resulta ajena a la concepción cientificista neoliberal cuya lógica es constitutivamente mercantilista; lo que resulte más allá de la ecuación costo-beneficio crematístico será considerado como como consecuencias indeseadas

Digresión: ¿cómo no coincidir con Bourdieu cuando plantea que los problemas epistemológicos son problemas políticos? Parafraseando a Weber, el científico debe ser más político que nunca.

Complementando, podríamos decir que el hambre en el mundo, ignominia de la condición humana, que debería avergonzar a todo aquel que se precie de ser humano y …científico; por tanto, los clivajes a explorar entre la ciencia pura y la ciencia servil podrán ser policromáticos, más su esencia debería estar orientada por una Ciencia humana destinada a satisfacer las necesidades viscerales del hombre, como el básico acceso a la alimentación.

4- Nuevas epistemologías emergen desde el Sur

Y llegamos aquí, no por la aventura del pensamiento mismo, lo que sería un acto morboso y de perversión disgregar sobre la más visceral de las necesidades humanas, sino por contribuir desde nuestro lugar académico, campo epistemológico y político, a tan urgente objetivo.

Por tanto, ¿es imposible pensar en avanzar hacia la erradicación del hambre en las condiciones del capitalismo, ya que según el autor el conocimiento científico tiene límites intrínsecos en relación con los tipos de intervención del mundo real que hace posible?

Epistemológicamente, “todos los conocimientos tienen límites internos y externos. Los límites inter-nos están relacionados con las restricciones en las intervenciones del mundo real impuestas por cada forma de conocimiento, mientras que los límites externos resultan del reconocimiento de intervenciones alternativas posibilitadas por otras formas de conocimiento. Por definición, las formas de conocimiento hegemónicas solo reconocen límites inter-nos; por lo tanto, la exploración de ambos, de los límites internos y externos de la ciencia moderna tan solo pueden ser alcanzados como parte de una concepción contrahegemónica de la ciencia. Esto es por lo que el uso contrahegemónico de la ciencia no puede ser restringido solo a la ciencia. Solo tiene sentido dentro de una ecología de saberes” (De Souza Santos, 2010, 53)

Y podríamos agregar que quedaría al descubierto el uso social de la Ciencia como dispositivo que oculta o cuanto menos soslaya, evita y es indiferente a las necesidades de intervención y transformación de la realidad, sobre todo, tratándose del acceso más básico a los alimentos, con lo que deviene una inquietud ineluctable: ¿para qué sirve la Ciencia si no contribuye a la resolución de las necesidades sociales? ¿cuál tipología de problemas jerarquiza por encima de las necesidades viscerales del ser humano? Como diría el poeta popular. “que ves, que ves cuando me ves, cuando la mentira es la verdad”

Retomamos y profundizamos el rol de la Ciencia e inquirimos, ¿cuál es su sentido de existencia sino emancipa al hombre en perspectiva de ayudarlo a satisfacer su instinto de supervivencia basado en la alimentación? Diría Marx que todo lo sólido se desvanece en el aire, diría nuevamente Bourdieu, todo problema epistemológico es un problema político. Y por tanto, absolutamente ético. La Ciencia decía Heidegger no piensa. Ni siente, como los casi 1000 millones que cada noche se acuestan con chillidos de violencia que emergen de sus fauces, deliberadamente silenciadas, “producidamente” silenciadas.

Parafraseando al juego que hacíamos los niños de ayer que hacía referencia al lobo feroz, desde este lugar de reflexión pretendidamente interpelador, decimos: ¿Ciencia está? La oficial, seguro que no.

5- ¿Puede el pensamiento ambiental latinoamericano?

Comenzamos este apartado reproduciendo la pregunta que lo introduce y más aún: ¿puede el pensamiento ambiental latinoamericano aportar conocimientos para erradicar el hambre?

¿Pueden, la racionalidad y la complejidad ambiental, la construcción del conocimiento situado, la reapropiación de la naturaleza, la descolonización del saber, iniciar un genuino diálogo entre ellos, edificar un conocimiento sintético que recupere lo mejor de las tradiciones críticas e interpele a la Ciencia normal que ha dado sobradas muestras de haber sido burocratizada a la hora de solucionar el más visceral de los derechos humanos, el derecho-obligación de la alimentación diaria?

La respuesta no pasaría por la posibilidad de construir epistemología desde el voluntarismo, sino hacerlo para, efectivamente, presentar una alternativa que involucre a todos los saberes y arribe a la erradicación. ¿Es posible? Es posible en el marco de la premisa bourdieuana que sostiene que todo conflicto epistemológico (o como construir conocimientos para abordar el hambre) es un conflicto político (o como distribuir los recursos para mitigar el flagelo)

Y en la empresa de eliminar el hambre se encarna una ética por la vida, con lo que ciencia/epistemologías/saberes deben permitirse dejarse atravesar por ésa ética, ya que para que la Ciencia porte su condición con dignidad debe ser ética y dirigir sus investigaciones a lo más preciado: la vida. O al menos, priorizar las temáticas a abordar.

Porqué antes que nada, es una cuestión de ética. De ética de la vida.

Y para que todo esto puede pensarse resulta imprescindible, tener satisfechas las necesidades más vitales como lo es la alimentación.

La pregunta a responder sería la siguiente: ¿Porque el pensamiento ambiental latinoamericano podría convertirse en respuesta viable?

Veamos: “empero, la solución no radica en una ética de la frugalidad y el tiempo libre, sino en una reorientación del deseo para generar nuevos procesos emancipatorios y la construcción de un nuevo paradigma productivo fundado en la productividad ecológica, los valores culturales, los significados subjetivos y la creatividad humana. La construcción de un nuevo paradigma productivo fundado en principios y bases de racionalidad ambiental implica una estrategia de desconstrucción de la racionalidad económica a través de actores sociales capaces de movilizar procesos políticos que conduzcan hacia las transformaciones productivas y del saber para alcanzar los propósitos de la sustentabilidad, más que a través de normas que puedan imponerse al capital y a los consumidores para reformar la economía” (Leff, 2004, 191)

Y aquí se fundamentaría la respuesta: la construcción de nuevas racionalidades que incorporen lo que naturalmente debe ser, esto es, aquella racionalidad que tenga por primer propósito la satisfacción de las necesidades alimentarias básicas. La racionalidad instrumental, hegemónica en los menesteres de la crematística y del productivismo soslaya deliberadamente la solución del hambre, y por el contrario, cautiva mercados para seguir “maximizando los beneficios”. Perverso.

Y todo aquel paradigma que surja de la de-construcción del paradigma dominante no podrá tener fin superior que la emancipación inicial del ser humano, esto es, la satisfacción de sus necesidades viscerales.

Como los primeros hombres se servían simétrica y armónicamente de la madre naturaleza, ella será nuevamente y redefiniendo el tipo de relación, la que permita tomar sus frutos para re-apropiarnos del ser, en términos de construcción cultural y subjetiva a partir de las pulsiones alimentarias.

La problemática del hambre es el emergente de la crisis civilizatoria, ambiental y epistemológica, dinamizada por la mencionada relación asimétrica con la naturaleza; el otro, los otros, la indolente razón logocéntrica, los saberes invisibilizados, todos, dialogando para llegar a la esencia del ser: sus estómagos satisfechos. Esto es emancipación.

6- Para comezar a re-epistemologizar

Porque asistimos a una crisis ambiental, síntesis perfecta de la crisis del modo de producción capitalista, se soslayan intencionalmente los conocimientos que podrían dar solución a las más variadas problemáticas, por lo que se concluye transitoriamente que lo que se conoce no es la realidad o al menos, es una parte de ella, que no incluye las problemáticas ignominiosas como la del hambre.

“La crisis ambiental es una crisis de civilización producida por el desconocimiento del conocimiento. El conocimiento ya no representa la realidad; por el contrario, construye una hiperrealidad en la que se ve reflejado. (Leff, 2006, 59); entonces, ¿cómo “incluir” el conocimiento en la realidad? ¿De qué manera? Aceptando que los intereses que sustentan a la Ciencia no son los intereses de las mayorías sino de corporaciones que la utilizan para potenciar su voracidad de nuevos mercados. Nuevamente, recordamos la máxima bourdieuana de que los problemas epistemológicos son políticos; el ambiente, lejos de entenderse como el oikos, se convierte en el campo político donde se dirimen los intereses en conflictos que constituyen el modo de producción dominante.

“El saber ambiental revive la cuestión de las luchas sociales por la apropiación de la naturaleza y la gestión de sus modos de vida; del ser en el tiempo y el conocer en la historia; del poder en el saber y la voluntad de poder que es un querer saber”. (Leff, 2006, 62)

Y los caminos alternativos podrían llegar a darse desde el pensamiento ambiental latinoamericano como desde cualquiera de las epistemologías del sur ya que el hambre constituye la impronta más miserable de la dialéctica relación Norte-Sur; claro está que su condición de pensamiento situado

permite identificar al Sur como colectivo geocultural que puja por lograr la construcción epistemológica como parte de la secuencia de su emancipación alimentaria.

La sustentabilidad sino empieza por silenciar los chillidos que provoca el hambre, no tendría razón de ser, como la Ciencia que al empeñarse en prolongar la esperanza de vida omite consolidar la satisfacción básica en los tiernos y olvidados inicios de la misma, acá por las geografías de sur; geografías con epistemologías y vocación transformadoras y con las voces dispuestas a gritar tan fuerte como para ser oídas.

Bibliografía
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—————————(2004) La escencia del neoliberalismo, Rebelión [En línea],Publicado el 01 marzo de 2004, consultado el 05 mayo 2015. URL: http://www.rebelion.org/hemeroteca/economia/040301boudieu.htm
– CHALMERS, Alan (2000) ¿Qué esa cosa llamada Ciencia? Tercera edición corregida y aumentada, Madrid, Siglo XXI de España Editores.
– DE SOUZA SANTOS, Boaventura (2009) Una epistemología del sur, México DF, Siglo XXI – CLACSO. México.
———————————————(2010) Descolonizar el saber, reinventar el poder, Montevideo, Trilce Ediciones, República Oriental del Uruguay.
– DÍAZ, Cristina y SPIAGGI, Eduardo (2011) Desarrollo rural, soberanía y seguridad alimentaria, 1º ed. Rosario, UNR Editora. Editorial de la Universidad Nacional de Rosario; FODEPAL – Núcleo de capacitación en Políticas Públicas FAO/RALC – Observatorio del Sur – UNR.
– FEINMANN, José Pablo (2004) La filosofía y el barro de la historia, 4º edición, Buenos Aires, Editorial Planeta. República Argentina.
– GALEANO, Eduardo (2012) Los hijos de los días, Buenos Aires, Siglo XXI Editores, República Argentina.
– LEFF, Enrique (2010) Discursos Sustentables, 2º edición revisada y aumentada, México DF, Siglo XXI de México, Editores.
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————————(2006b), Ética por la Vida, Polis [En línea], 13 | 2006, Publicado el 13 agosto 2012, consultado el 05 mayo 2015. URL: http://polis.revues.org/5354
————————(2004) Racionalidad Ambiental, México DF, Siglo XXI de México Editores.
– PROGRAMA MUNDIAL DE ALIMENTOS DE NACIONES UNIDAS https://es.wfp.org/hambre/datos-del-hambre
– ROBIN, Marie Monique (2013) Las cosechas del futuro, 1º edición en castellano, Barcelona, Península Editores, España.
– TOMAS, Claudio Luis (2011) Sur, cielo al revés, en II Anales de la Red de Universidades Ibero-americanas para el fortalecimiento de las relaciones económicas, políticas y sociales regionales. 1° Ed. Buenos Aires: UAI 2011.CD-ROM. ISBN 978-987-1550-21-0

Ecoportal.net

Fuente: http://www.ecoportal.net/Temas-Especiales/Politica/Hambre-ciencia-y-ecologia-politica

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Afros: el origen de un pueblo

Por Zulia Mena (*)

Un recorrido por el nacimiento de las comunidades afrodescendientes del país desde la esclavitud hasta hoy: las deudas históricas del Estado, sus amenazas, sus oportunidades en una Colombia en paz.

La población afrocolombiana, palenquera y raizal es descendiente de prisioneros y secuestrados de una guerra que Europa le declaró a África desde el siglo XVI. Tras el genocidio indígena la dinámica de la modernidad y la colonialidad estaba urgida de mano de obra para explotar las inmensas riquezas americanas, principalmente agrícolas y mineras. Sin esa mano de obra, altamente especializada, el desarrollo de la economía colonial-capitalista no hubiera sido posible.

Los prisioneros africanos fueron sacados de sus territorios de diferentes regiones del litoral Atlántico desde Senegambia (lo que es hoy Senegal y Gambia). En esa área encontramos una selva húmeda tropical y un bosque tropical, todos con una fachada marítima atravesada por ríos importantes como el Zambeze, el Congo, el Senegal, el Gambia y el Casamansa. En esa extensa faja habitaban grupos étnicos como malinkes, fulas, biafaras, lucumies, ibos y la gran familia bantú.

Algunos de ellos constructores y edificadores, expertos en saberes y técnicas mineras y metalúrgicas, ganaderas y agrícolas, artísticas y artesanales. Ellos construyeron avanzadas civilizaciones como la Akan, grandes reinos como el de Ghana y el Congo, poderosos imperios como el de Malí.

Hoy los descendientes de los antiguos esclavizados habitamos, en su gran mayoría, las regiones Atlántica y Pacífica, donde inicialmente se nos llevó a realizar labores agrícolas, ganaderas y mineras. Así mismo en los valles interandinos y ciudades como Bogotá, Cali y Medellín, donde desde un comienzo fuimos imprescindibles en muchas labores; estas ciudades concentran en la actualidad un alto porcentaje de nuestra población.

Junto a esta localización geográfica y espacial se creó la idea de que las comunidades afrodescendientes habitan las regiones más deprimidas del país y los barrios más pobres de las ciudades. Así se generó una relación entre necesidades básicas insatisfechas –salud, educación, servicios públicos, vivienda–, pobreza y miseria, como condición de la gente negra y su habitabilidad.

El primero de enero de 1852, cuando entró en vigencia la ley que abolió la esclavitud en Colombia, los nuevos libertos siguieron pensando como esclavizados y los antiguos amos no dejaron de pensar como tales. Nunca hubo un proceso de reeducación de los imaginarios, de intentar desmontar el chip de la esclavización de las mentes de las víctimas y los victimarios. Cuando los descendientes de los antiguos esclavizados tuvieron acceso a la educación, esta se impartía potenciando los valores de la monoculturalidad europea, moderna, blanca y colonial, a través de una raza (la blanca, europea, criolla), una religión (la católica) y una lengua (el castellano).

Este proyecto de un país monocultural se consolidó y reforzó con la Constitución Política de 1886, y su correlato del Concordato entre la Iglesia Católica y el Estado firmado en 1887. Por tanto la población colombiana en general, y la afrocolombiana en particular, necesita una nueva manera de educarse para no invisibilizar o eliminar al otro porque es diferente. Solo una educación intercultural, democrática y tolerante es la garantía de que la sociedad del posconflicto nos permitirá la convivencia, el diálogo en igualdad de condiciones entre diferentes, la equidad y las oportunidades.

Una de las principales preocupaciones de las comunidades negras, afrocolombianas, palenqueras y raizales es la extensión del conflicto armado hasta nuestros territorios. Etnocidios como los de Machuca, La Chinita y Bojayá amenazaron nuestra cosmovisión y provocaron la pérdida del territorio y el desplazamiento. De otro lado está el recrudecimiento del racismo, la intolerancia y la xenofobia en ciudades como Bogotá, Cartagena, Medellín, Cali y Villavicencio, donde siguen en aumento las denuncias por discriminación que han llegado a la agresión física e incluso al asesinato, únicamente por ser afrodescendientes. Nuestra población se siente amenazada e insegura.

El desmonte de los imaginarios es otra de nuestras luchas. Hay lugares comunes en los que nos destacamos, como el deporte y el arte. Aunque esos espacios son importantes porque han logrado visibilizar y resaltar aspectos de nuestra cultura, e inclusive se han convertido en un camino para que mucha de nuestra gente salga de la pobreza, son también un refuerzo del imaginario creado y aceptado pasivamente de que solo somos buenos para eso.

Los afrocolombianos nos hemos destacado en muchos campos en la construcción de patria, desde el momento del desembarco en un territorio que solo a partir de 1821 (con la Ley de Libertad de Vientres) empezó a acogernos como sus hijos. Desde entonces la Nueva Granada dejó de ser nuestra madrastra para convertirse en nuestra patria, lo que se consolidó en la Constitución de 1991, cuando el Estado reconoció la raíz africana del pueblo colombiano. Pero esta madre patria aún tiene deudas con sus hijos.

En Cartagena de Indias cientos de ellos la amurallaron para protegerla de los corsarios ingleses y franceses; miles de ellos ayudaron a hacerla libre del yugo español y algunos se destacaron como ejemplares militares, entre ellos el general –apodado almirante– José Prudencio Padilla, quien nos dio la libertad en los mares y en los ríos, derrotando a la armada española en la batalla del lago de Maracaibo; y el caso muy significativo del afrodescendiente coronel Juan José Rondón. Hemos tenido un expresidente del cual nada se dice porque ha sido borrado e inclusive blanqueado en la lista de nuestros mandatarios: Juan José Nieto Gil (1805-1866), quien en 1861 fue presidente de los Estados Unidos de Colombia. Si en el relato de la construcción del Estado, a través de la narrativa histórica, de los museos, del sistema educativo, se hubiera formado a las generaciones enseñándoles el aporte de los afrocolombianos, hoy la pregunta sobre en qué nos hemos destacado no tendría razón de ser.

Sin embargo, hay un aporte que es ignorado: la cultura de la paz. Somos pueblos de familia, en los que es tradición solucionar las diferencias a través del dialogo y sin recurrir a la violencia; este fenómeno es de aparición reciente entre nuestras comunidades, ha llegado por extensión del conflicto que tenía como escenario otras regiones del país.

Las comunidades negras, afrocolombianas, palenqueras y raizales somos parte esencial de la construcción del perfil definitivo del ‘Nuevo País’.

*Viceministra de Cultura. Trabajadora social. Nació en Quibdó. En 1992 se convirtió en la primera mujer afrodescendiente en llegar al Congreso y en 2011 fue nombrada alcaldesa de Quibdó. Su mayor identidad es el trabajo con las comunidades.

Fuente: http://www.semana.com/nacion/articulo/el-poder-de-las-razas-afros-origenes-en-colombia-amenazas-y-oportunidades/478248

Imagen: http://static.iris.net.co/semana/upload/images/2016/6/18/478341_1.jpg

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El refugiado, el eslabón débil de la dialéctica del poder

Por: Santiago Gonzalez Vallejo

Cuando te encuentras con una persona refugiada sabes que la misma ha huido de su país o de su patria, algunos proceden de territorios sin estado, ocupados militarmente, como los palestinos o los saharauis, y que lo han hecho porque su permanencia en su lugar de origen hubiera supuesto su persecución, cárcel o, incluso, su asesinato para ella o su familia.

Te encuentras con refugiados de muchas partes y por motivos muy diversos. Desde el conflicto armado, da gran intensidad o de baja, perseguidos por razones étnicas, orientación sexual o por drásticos cambios ambientales y desastres naturales. También por motivos ideológicos.

Es ahí, donde se cruzan los derechos de libertad de expresión, asociación y participación y cualesquiera otros democráticos con el absolutismo de unas razones de poder.

Por eso, es fundamental el consenso social y su alineamiento con los derechos humanos a la hora de trazar esas líneas de libertades democráticas. No puede haber presos políticos, ni persecución, si están a un lado de la frontera democrática. No se puede ejercitar violencia por las ideas porque supone su traspaso. Pero no es terrorismo cualquier violencia si ésta se realiza ante la opresión, la ocupación, etc., porque el poder y su forma de ser ejercido ya es violencia. De ahí, cierta porosidad y el desdibujo de las fronteras sobre cuando se considera refugiado o perseguido político en cada sociedad y estado. Afortunadamente, tenemos el derecho internacional que nos permite precisar y delimitar las circunstancias, hechos y responsabilidades de las personas y el poder y su dialéctica mutua.

Es una denuncia política que un estado tenga presos políticos o ejerza una persecución ante personas que ejercen derechos democráticos amparados por el derecho internacional. Aunque tengan leyes y tribunales internos que justifiquen lo injustificable ante la luz superior de la declaración de derechos humanos y el derecho internacional. Y esos estados, donde se ejerce la violencia, aunque tengan un consenso social, leyes y tribunales internos, si se apartan de las normas superiores, no pueden definirse como democráticos y con respeto a los derechos humanos y al derecho.

Un ejemplo esclarecedor sería la Sudáfrica supremacista blanca, donde un grupo humano actuaba, en su censo, democráticamente; establecía leyes y tenía tribunales que cumplimentaban esas leyes internas. Ellos ejercían violencia y contra ellos se ejercía violencia. Desde fuera, muchos optaron por validar como democrático ese régimen y aceptar que la violencia que ejercían los opositores al régimen supremacista era terrorismo y el que ejercía el régimen, autodefensa; o que determinadas leyes internas que se había dado el poder estaban justificadas por seguridad. De hecho, uno de los líderes de la oposición al régimen, Nelson Mandela, fue tachado como terrorista y no podría haber solicitado refugio, si se hubiera escapado de la cárcel, en muchos de los países que eran aliados del régimen supremacista blanco, a pesar de su evidente desprecio a los derechos humanos.

Pero el caso Assange, ¿se debe considerar o no como prototipo de persecución y por lo tanto afecto a obtener refugio? Su ‘delito’ es revelar secretos diplomáticos y militares -una forma de ejercer el poder-, que no convenían a ese poder. Pero su persecución forma parte de la dialéctica del poder, que se quiere omnímodo e impune, no acorde al respeto de los derechos humanos. Es perseguido por Estados Unidos por ejercitar el derecho de dar información, por desvelar cosas turbias de los diferentes poderes y poner en peligro esa forma turbia de ejercer el poder y la complicidad de muchos de los poderes que se reparten en este mundo. Debiera ser considerado refugiado y protegido en otros lugares. Su persecución por Suecia se hace formalmente por delitos comunes, pero más parece una excusa táctica del gran poder estadounidense. Es parecido al caso de la soldado Manning que rebeló secretos que podrían significar la impunidad para los rectores del ejército estadounidense. Pero ya desde los juicios de Núremberg está fuera de lugar el considerar como eximente la obediencia debida cuando se sabe que la orden superior dentro de la sociedad o del ejército indica la comisión de un delito. Y el crimen, o su impunidad –por no revelar un secreto- es lo que debiera ser perseguido y sus denunciantes, protegidos.

Pero ¿qué ocurre, ahora por ejemplo en Venezuela, donde el estado venezolano y la oposición se acusan de ejercer violencia y si no existen o lo contrario presos políticos y, en derivada, personas perseguidas y necesitadas de refugio?. Es un terreno conflictivo, donde la polarización social es muy intensa. Pero eso no significa que no haya posibilidad de poder delimitar responsabilidades individuales y rechazar la construcción de bloques que quieren tener su sola verdad. En Venezuela hay diversos partidos políticos, hay libertad de manifestación, dificultades –como en la mayoría de los países- de tener una información veraz. Las acusaciones de ejercer o incentivar la violencia (o el desabastecimiento) son las que hay que precisar y pedir responsabilidades, porque su existencia marcaría un deslizamiento fuera de las fronteras democráticas.

Pero ¿qué ocurre en Israel y los Territorios Ocupados por Israel? Aquí es fácil la identificación, a pesar de la opinión pública israelí y de las complicidades internacionales existentes. Hay una ocupación militar en Jerusalén, Cisjordania, Gaza, los Altos del Golán sirios y las Granjas de Chebba libanesas. Sobre esos territorios y sus gentes originarias se ejerce una violencia. Y la respuesta a ésta es legítima. Por supuesto, no cualquier violencia. Pero sí la resistencia.

A partir de aquí, la comunidad internacional, como con la Sudáfrica supremacista blanca, no puede aceptar las leyes o tribunales dados por la población israelí, dado que fijan los criterios de la ocupación y de su ejercicio sobre los habitantes de los territorios ocupados o la minoría palestina, ciudadana israelí, por no mencionar a los millones de refugiados que no pueden volver a sus hogares. Sí, hay millones de refugiados palestinos. La mayoría de la población de Gaza es refugiada. Muchos de los ‘sirios’ refugiados en Turquía o Jordania que huyen y recalan en Grecia, también son refugiados palestinos que no pueden volver a su tierra palestina porque nunca se ha buscado solución a ese problema. Que Israel fuerce a que existan millones de refugiados o que éstos aumenten tras la implantación de nuevas colonias es un oprobio al derecho que sólo se realiza con la complicidad de la comunidad internacional.

Este último caso, demuestra que hay refugiados de primera o de segunda. O que el problema sólo existe cuando es emitido por el telediario nacional, cuando llegan a las costas de nuestro país. Pero es una falacia pensar que en un mundo globalizado lo que ocurra en una parte no va a afectar a otra parte, más antes que después.

Los refugiados llaman a nuestra puerta. Si llaman es porque ha habido un drama en alguna parte. Y hay una corresponsabilidad de lo que haya ocurrido y de su resolución. Porque hay que actuar para socorrer, deber humano, y para resolver, ejerciendo el poder democrático y de derechos en todas partes.

Fuente del Artículo:

http://www.sotermun.es/actualidad/730-el-refugio-el-eslabon-debil-de-la-dialectica-del-poder.html

Fuente de la Foto:

http://www.eacnur.org/acnur-educacion-ayudaafrica-escuelas

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Los por qués del movimiento del magisterio en México

Por: Daniel Arellano Gutiérrez

La opinión pública ensenadense (y probablemente, la opinión pública de todo el país) se ha dividido en dos polos opuestos, como suele ocurre en la mayoría de las problemáticas sociales y políticas más controversiales.

En el espectro social, la situación ha sido simplificada de la siguiente manera: o estás a favor, o estás en contra de los maestros y el movimiento magisterial de la CNTE. La situación es más que híper-compleja, lo que significa que cualquier persona con criterio sabrá de antemano que ninguno de los dos bandos está libre de culpa.

Los del bando en contra seguramente dirán “¡Los maestros heredan plazas, los líderes se enriquecen con los fondos del sindicato, bloquean las calles, impiden el comercio, dejan a los niños sin clases, dañan y roban los negocios!”, mientras que el bloque a favor de los docentes argumentará “¡el Estado está repitiendo Atenco, los maestros tienen derecho a la luchar por sus derechos, los grupos que delinquen son radicales y no pertenecen a la CNTE, la lucha de los maestros es por la educación!”.

Si hemos de ser justos, cada uno de los diferentes bandos seguro tendrá algo de razón. Sí, los policías federales utilizaron armas de fuego para repeler a los maestros el domingo pasado; sí, son varios los líderes sindicales corruptos; y sobretodo, sí, hay carencias educativas en el país. Y así, la lista de sís y nos seguramente será inmensa.

Sin embargo, el mexicano que desarrolle su discusión (y su reflexión) del tema sólo con los argumentos arriba expuestos, caerá en una perspectiva incompleta, parcial y superficial de la verdadera problemática, pues no son pocos los que parecen desatender el origen del estallido social que Oaxaca está viviendo en estos momentos: la reforma educativa, eje integral del proyecto neoliberal impulsado por EPN. Esto quiere decir que para atender y opinar sobre el problema de la CNTE, los mexicanos tenemos que darnos a la tarea de estudiar cuáles son los objetivo finales de la reforma educativa.

Por ello, y con el objetivo de que el lector profundice en las causas económicas, políticas, y sociales del tema, me he propuesto explicar, con el mayor rigor histórico y crítico que pueda, cómo la reforma laboral (digo, educativa) del presidente Enrique Peña Nieto es parte de un proyecto neoliberal de grandes proporciones, que busca terminar de privatizar a la nación, y que ha desembocado en la actual represión de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación, Sección 22.

Para ello, publicaré en este portal una serie de artículos a lo largo de la semana, donde analizaré con mirada crítica qué es la reforma educativa, cómo surgió, y cuáles son sus objetivos de fondo. En esta primera entrega vamos a realizar un pequeño viaje al pasado, para todos aquellos a quienes les falla la memoria, con el objetivo de brindar un panorama sobre los verdaderos intereses detrás de las reformas estructurales del presidente EPN. Para ello, analizaremos en este espacio la plataforma que catapultó la aprobación de las reformas en el congreso: el Pacto por México.

Si mucha de la información aquí presentada le parece desconocida al lector —como pueden ser nombres de políticos clave, corrientes económicas, términos del lenguaje político, etcétera—, entonces urge que se ponga a leer (ojo, no a ver videos en YouTube, ni memes, ni la televisión, a leer, que la política también se tiene que estudiar). Se avecinan tiempos históricos, y una población informada es indispensable para involucrarse en los movimientos sociales que, poco a poco, están despertando por todo el territorio nacional.

Foto: Internet.

El pacto por México y las reformas estructurales: una historia de privatización

Un día después de la toma de protesta de Enrique Peña Nieto como presidente de México (2 de Diciembre de 2012), y dos días después de la promulgación de la reforma laboral propuesta por Felipe Calderón, el presidente del PRD, Jesús Zambrano, firmó con el PRI y el PAN un pacto que se venía acordando desde dos meses atrás, entre los más altos mandos políticos del país: el Pacto por México, el trampolín que serviría para impulsar el “nuevo” proyecto político-económico nacional del presidente electo.

Presentado oficialmente como un acuerdo entre las fuerzas políticas más fuertes del país (PRI, PAN y PRD), que buscaba sacar adelante a la nación a través de diferentes reformas “vanguardistas”, el Pacto por México fue la plataforma utilizada por EPN para dar el siguiente paso en la consolidación del proyecto neoliberal iniciado por Carlos Salinas de Gortari.

Cabe recordar que cuando mi generación apenas estaba aprendiendo a caminar, el presidente orejón se encontraba en plena aprobación del primer acuerdo internacional neoliberal, el Tratado de Libre Comercio (TLC), que le abriría las puertas al mercado global y permitiría el inicio de la explotación de los recursos nacionales, teniendo como consecuencia el levantamiento armado del Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN).

El tratado de Salinas fue el primer movimiento neoliberal del proyecto de apertura económica global, que como muchas ya sabemos, prometía modernizar el país, mejorar las condiciones socio-económicas de los mexicanos, generar empleos a diestra y siniestra, incrementar el bienestar nacional, entre otras mentiras más. Hoy por hoy, vemos que todas las supuestas promesas del TLC se quedaron (nuevamente) en el discurso, y al contrario de lo supuesto, lo que la apertura económica provocó en el país fue el incrementó de la pobreza, el desplome de la moneda nacional, el alza en los índices de trabajo informal, el asentamiento de la brecha de desigualdad en todo el territorio nacional, entre otras consecuencias desfavorables para la mayoría de los mexicanos.

Continuando con el plan de privatización total de la nación, los altos mandos del PRI tenían listas una serie de reformas estructurales que fuesen minando, poco a poco, los diferentes frentes sociales ganados con sangre durante el siglo pasado por los diferentes sectores laborales del país, entre ellos, la CNTE. Sin embargo, en 1997 (durante el gobierno de Ernesto Zedillo), el PRI perdió la mayoría absoluta en la Cámara de Diputados, dividiendo (por primera vez en la historia nacional) las decisiones políticas en el país. La consecuente derrota del PRI en las elecciones presidenciales de inicio de milenio, y el avance de la oposición panista durante los siguientes períodos gubernamentales, terminaron por sentar un escenario donde se volvió imposible aprobar las reformas estructurales, ya perfiladas desde hace tiempo por la élite política priista.

Por ello, a mucho no les sorprendió la velocidad con la que EPN inicio al embate político que permaneció en pausa durante la última década del milenio pasado. Para continuar con el remate de los bienes nacionales y proseguir con la privatización del país orquestada por el Grupo Atlacomulco —élite política a la que pertenecen Peña Nieto, Luis Videgaray, Carlos Salinas, entre otras ratas más—, la oligarquía mexicana tenía que establecer un escenario político en las diferentes cámaras legislativas, que le permitiera sacar adelante un paquete de reformas que liberaran los diferentes sectores económicos del país: la educación, el campo, la energía (petróleo y electricidad), entre otros.

EPN REFORMA ENERGETICA CARTON

El dichoso pacto implicaba la aprobación de tres primeras reformas: la reforma educativa, la ley nacional de responsabilidad hacendaria y deuda pública, y la reforma de telecomunicaciones. Más adelante, entrarían en juego las otras 9 reformas, entre ellas: la reforma energética, la reforma político-electoral, y la reforma fiscal, que terminarían por consolidar el paquete completo de reestructuración político-económica del país.

La estructura esencial del Pacto por México (entiéndase, sus objetivos oficiales), estaba compuesta por tres ejes rectores: a) el fortalecimiento del Estado Mexicano, b) La democratización de la economía y la política, además de la ampliación y aplicación eficaz de los derechos sociales, y c) La participación de los ciudadanos como actores fundamentales en el diseño, la ejecución y la evaluación de las políticas públicas.

Hoy está más que demostrado el cinismo que representaron estos supuestos ejes. El ejemplo más reciente de que lo anterior fue sólo un discurso más de la parafernalia política es el rechazo de la iniciativa ciudadana Ley 3de3, que no hace menos de una semana fue rechazada y mutilada por los diputados del congreso. Ni hablar de la “participación ciudadana” en cuanto a aprobación de las reformas educativa y energética se refieren, pues ambas han sido desarrolladas e impuestas por la fuerza, y sin contar con el consentimiento general de la población.

¿Cómo pretendía funcionar el Pacto por México? Fácil, la idea era crear un Consejo Rector que fuese el encargado de sacar adelante los diferentes procesos políticos contemplados para el país, tales como negociaciones entre los diferentes partidos, definición de objetivos, elaboración de iniciativas de ley, etcétera. El dichoso consejo sería integrado por los siguientes actores: tres representantes seleccionados por Enrique Peña Nieto, y tres representantes de cada partido participante (PAN, PRI y PRD), dando un total de 12 representantes.

Pero ¿para qué necesitaba Peña Nieto y su partido firmar un pacto? ¿Cuáles eran los verdaderos motivos detrás del discurso oficialista de progreso? ¿Por qué entablar, pues, acuerdos con la “oposición” política?

Peña necesitaba del pacto para que el país no se le fuera de las manos mientras terminaba de establecer las diferentes jugadas políticas que le permitieran poner en venta los diferentes bienes y servicios del país. La estrategia era simple: mantener al PAN (la “alternancia”) controlado y jugando para su bando, que los movimientos sociales no estallasen, que el PRD no se le saliera de la bolsa, que el narco y la violencia no lo rebasasen, que la economía no se viera afectada por la inseguridad. En conclusión, Peña necesitaba del Pacto por México para generar las condiciones políticas necesarias para sacar adelante sus propios negocios.

LIDERES PARTIDOS PACTO MEXICO

Si bien el objetivo final del pacto ya lo mencionamos (continuar con el proyecto neoliberal iniciado por Salinas), los motivos del pacto eran múltiples. Un primer motiva era la pugna entre los diferentes grupos económicos del país. Los monopolios (Grupo Carso, Grupo Salinas) no querían competencia, ni nacional, ni extranjera. Los neopolítico-empresarios, encabezados por Peña Nieto y representados por el Grupo Atlacomulco, deseaban entrar a la competencia de ver quién era capaz de amasar una fortuna más grande en menos tiempo, disputándose los monopolios existentes y creando nuevos negocios.

Los político-empresarios aspiraban a ser la nueva oligarquía mexicana, y sabían que para ello tenían que enfrentarse primero a la oligarquía actual, y a los poderes informales y fácticos que la sostenían. Peña sabía que no podrían poner las diferentes fichas en el tablero sin ayuda. Fue entonces cuando la idea de un pacto con los otros partidos salió a flote, con la intención de repartirse las regalías de los contratos económicos que la transformación generaría.

Otra causa de la necesidad del pacto era que requerían reformar las leyes, para romper las barreras que les impedían hacer negocio con el país y agrandar sus riquezas: con la petroquímica básica, con la electricidad, con las telecomunicaciones (televisión, telefonía celular, televisión de paga, telefonía fija, internet, la radio), con el agua, con la educación, con las clínicas y hospitales, con los medicamentos, con las pensiones, con los penales, con las carreteras, con los puentes, ¡con todo! Requerían, pues, modificar las partes de la Constitución que les impedía invertir capital privado en las áreas exclusivas de la propiedad nacional.

Un tercer motivo fue el narco y la violencia. Después de seis años de guerra interna, de unos setenta mil muertos y desaparecidos (en aquel entonces), de grupos armados fortalecidos y engallados que pululaban en el país con una red comercial de distribución de droga efectiva, no podían decretar unilateralmente el cese del fuego y declararse vencedores, diciéndole “a los malos” que se fueran a sus casas porque la guerra ya había terminado. Si no desincentivaban el negocio, legalizando las drogas y controlando el lavado de dinero, tenían de dos sopas: o pactaban con ellos negociando, o los aniquilaban. Del 2012 a la fecha actual sobran las declaraciones de narcotraficantes que han expuesto los nexos entre el gobierno en turno, y la empresa del narcotráfico, lo que deja claro qué rumbo tomó esta cuestión; si bien los últimos tiempos han demostrado que las negociaciones son cada vez menos sólidas.

Un cuarto motivante para la firma del Pacto por México era la presión externa estadounidense (¿alguien dijo Hillary Clinton? ¿Quién mencionó el Tratado Transpacífico de Cooperación Económica?), que deseaba (y desea) para sí el mercado mexicano, sus materias primas y jugosos negocios en infraestructura.

Sus planes de expansión requerían del sometimiento y la complicidad de sus gobernantes. Por ello, la oligarquía política optó por hacer una alianza interna que les permitiera enfrentarse a los intereses norteamericanos y quedarse con todo el pastel para ellos solos.

PACTO POR MEXICO CARTON

El Pacto por México incluía una lista de 95 compromisos, agrupados por iniciativa de ley y/o política pública, calendarizados con fechas de realización. El pacto tendría 2 instancias, un Consejo Rector y una Coordinación Técnica. Este grupo de notables tenía la responsabilidad de decidir que leyes hacían falta, y cuales sobraban en México. El Congreso de la Unión, Diputados y Senadores, solo avalarían lo que ellos decidiesen. Serían ellos quienes tendrían la libertad para proponer las nuevas reglas del juego para todos. El sistema de pesos y contra pesos para equilibrar el poder mediante las elecciones, de facto quedaba anulado.

Para blindar su Pacto, se estableció el compromiso 87 denominado “Gobiernos de Coalición”, el cual consistía en impulsar una reforma constitucional para otorgar al Presidente la facultad constitucional de optar por gobernar con minoría política (con los diputados de su partido únicamente) o gobernar a través de una coalición legislativa y de gobierno (que incluya a diputados de otros partidos). En este caso, el Presidente y su partido constituirían un acuerdo con una o varias de las fuerzas opositoras en el congreso, para conformar una mayoría estable para que ratificase su programa de gobierno y una agenda legislativa que se convirtiese en preferente por la fuerza mayoritaria de la coalición legislativa, además de fungir como soporte del programa de gobierno. Sería, pues, esta fuerza mayoritaria la que aprobará los presupuestos anualmente a Peña Nieto, entre otras cosas. Como premio a “los coaligados”, formaría con ellos un gabinete de coalición ejecutor de su programa de gobierno, otorgándoles puestos de directivos en las Secretarías de Estado. Esta ley fue concluida durante el segundo semestre del 2013.

Asegurar la gobernabilidad implicaba que: el Presidente eligiese a sus cómplices al principio del periodo de gobierno; tener el poder para reformar las reglas del juego, con el objetivo de imponer las que necesitasen sin entrar en los “chantajes” de diputados que verdaderamente les interesase el bienestar social. La reforma constitucional, pues, tenía como objetivo reforzar el presidencialismo concentrando el poder en el Ejecutivo, al tiempo que se compartiesen los beneficios del poder con quienes se alineasen a sus designios, con los fieles a sus intenciones. Como mencionamos anteriormente, el objetivo principal del pacto era uno: asegurar 6 años para concluir las reformas estructurales del neoliberalismo que les faltaban.

Perspectiva actual

¿En dónde se encuentra actualmente el dichoso Pacto por México? En los titulares de los periódicos no, eso es seguro. Si bien el acuerdo entre los diferentes partidos no duró lo estimado, y por consiguiente, muchas de las estrategias políticas aquí expuestas no se llevaron a cabo como lo había esperado la oligarquía mexicana, lo que sí hizo el Pacto por México fue facilitar la aprobación de las reformas estructurales fundamentales para la privatización del país. Así pues, cumplió con su objetivo principal: abrir el hueco legal que permitiese avanzar al proyecto peñista. La reforma educativa fue aprobada gracias a este pacto, sin atravesar ningún tipo de criterio o respaldo académico, intelectual, social y mucho menos popular. Como ya vimos, bastó que el sector empresarial/burócrata estuviera de acuerdo para que una reforma de esta envergadura fuese avalada por la vía rápida, sin analizar a profundidad lo propuesto y sus consecuencias.

El impacto del pacto, en términos partidistas, también tuvo múltiples repercusiones. El PRD desistió del acuerdo cuando la reforma energética comenzó a contemplar la privatización de PEMEX. Claro, lo ideal habría sido que desde un inicio la izquierda no le hubiera echado la mano a la derecha en su venta de garaje. El costo político del pacto fue inmenso para el PRD, pues lo dejó en una crisis de credibilidad e identidad, de la que hasta el momento no se ha recuperado.

Hay muchas cosas más que podrían decirse sobre el Pacto por México, pero confío en que, por ahora, al lector le hayan quedado claras las cuestiones descritas en este trabajo. En la siguiente entrega nos enfocaremos únicamente en una de las 12 reformas propuestas por EPN: la reforma educativa. Para ello, trataremos de responder algunas de las siguientes preguntas: ¿Por qué dicen que la reforma educativa es una reforma laboral y administrativa? ¿Cuáles son las implicaciones económicas y políticas de su implementación? ¿Quién está detrás de la reforma educativa? Además, le daremos una breve introducción al tema de la tercera entrega: ¿Qué es la CNTE, y por qué luchan los maestros sindicalizados?

Tomado de: http://insurgenciamagisterial.com/los-por-ques-del-movimiento-del-magisterio-en-mexico/

Fotografía: 4vientos

 

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‘Brexit’: ¿Otra raya para el tigre?

Por: Elsa Claro

¿Fue inesperado el durísimo golpe que acaba de recibir David Cameron? Intentó mejorar su posición en su partido mediante el referendo, pero le salió el tiro por la culata

¿Fue inesperado el durísimo golpe que acaba de recibir David Cameron? Puede, dado que las encuestas, por lo general engañosas, decían que la permanencia en la Unión Europea predominaba en el favor de los votantes. El porcentaje fue 52% para salir y 48% para quedarse. Los dígitos pudieran aumentar algo al término del conteo, pero como están, deja claro que la mayoría no desea permanecer en unas estructuras cada vez más sofocantes –así lo plasman muchos- aunque no debería descartarse que este referéndum lo que midió en realidad fue un malestar ciudadano acentuado por diversas causas internas.

Tampoco se debe poner fuera de los análisis la diferencia de criterio según el área. En Irlanda del Norte, Escocia y el Peñón de Gibraltar, el sufragio favorable a permanecer en la Unión Europea fue más alto que el de los en contra. Eso da lugar a resbaladizos contextos.

En lo inmediato ya existen declaraciones como las realizadas por el viceministro principal del Gobierno norirlandés, Martin McGuinness, quien reaccionó al conocer los resultados, planteando lo imperioso de convocar una consulta popular sobre la unidad de Irlanda, o lo que es igual, reactiva la posibilidad de salir de la tutela de Londres, para incorporarse a la República irlandesa, fin siempre deseado por los nacionalistas.

Lo mismo si progresa como si no este criterio, el resultado descoloca al Partido Unionista Democrático, probritánico, en favor del mantener al Ulster dentro del Reino Unido, pero que ante la nueva realidad, está obligado a tomar una decisión difícil pues la economía norirlandesa está muy vinculada a la UE de la cual recibe notables beneficios. Lo que decidan los unionistas, dependerá en buena medida de quién y qué proponga el sustituto de Cameron, en un Plan B que los conservadores tories admitieron no tener, pero se ven forzados a considerar de inmediato.

Otro posible disidente está anunciado desde antes y es el de Escocia, donde también prefieren permanecer dentro del Pacto. No sería nada extraño que se convoque a un referéndum de soberanía y esta vez con un sí a la independencia. La paradoja está en que cuando los escoceses lo intentaron antes, desde Bruselas amenazaron con no admitirles si se separaban del Reino Unido.

Aunque el referéndum no es de obligado cumplimiento, ignorar el resultado es imposible. La salida de la UE se impuso por más de un millón de votos, pese a la división del criterio ciudadano. En los territorios de Inglaterra y Gales, excepto Londres (centro neurálgico de la City que determina las finanzas) optaron por dejar la UE. En Escocia e Irlanda del Norte, como hemos referido, desean, por mayoría, la permanencia.

A todas estas y como si no bastara con el fraccionamiento evidenciado en el plebiscito, las tendencias políticas pudieran comenzar a hacer uso interesado de la situación. Unos abogan por un adelanto de elecciones, en tanto los conservadores en el gobierno solo plantean hacer un cambio de figuras (Cameron por Equis) pero continuar en el poder.

Se retiran o modifican del debate formulaciones como la que, buscando el Brexit, dijeron que salir del Pacto Comunitario implicaba la recuperación de 440 millones de euros por semana, cifra que ingresa el Reino Unido a la UE para el Fondo Común, y que esa cantidad se podría destinar al que fue en algún momento anterior el mejor servicio sanitario del mundo y perdió esa condición. Quizás sirviera para el sector de la enseñanza, han sugerido. En los hechos, mejorar esos renglones no depende de la UE, ni de a cuánto asciende la contribución, sino de la voluntad política de quienes administran el país.

Lo que sobreviene es nebuloso. Se trata de la tercera economía europea y del primer país en salir de la asociación. Se dice que otros le imitarán. Ya se verá. El Reino Unido tiene, de momento, dos años para acomodarse a la nueva situación. Cameron no quiere ser el gestor de esa etapa y por ello dejará el cargo antes de octubre. Es lo que anunció. En ese lapso se requiere hacer ajustes en el terreno comercial (los destinatarios principales del R.U. son sus actuales socios), y en el financiero (no huelga recordar que ese es el fuerte de los británicos). Otros ajustes se imponen.

Algún atisbo surgirá esta misma semana de la reunión de los líderes de la Unión Europea convocados a Bruselas para examinar, ante todo, este dilema que añade otro más a los muchos que encaja esta asociación de países y mercados. Nadie oculta que el golpe es fuerte y que peligra el proyecto, suficientemente golpeado por la crisis económico-financiera que, se oculte o no, sigue imperando. ¿Será solo otra raya para el tigre o una especial marcha de un antes-después?

Tomado de: http://www.lahaine.org/mundo.php/brexit-iotra-raya-para-el

Imagen: https://www.google.com/search?q=%27Brexit%27+Texto+completo+en:+http://www.lahaine.org/brexit-iotra-raya-para-el&espv=2&biw=1366&bih=623&source=lnms&tbm=isch&sa=X&ved=0ahUKEwjcyYD__8PNAhVJdR4KHTz8AToQ_AUICCgD#imgrc=QZfg_VsVp0VcOM%3A

 

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La risa influye en el rendimiento escolar

Por: Azucena García

Los profesores que integran el humor en el aula llegan mejor a los alumnos, que se sienten más motivados y capaces para superar las dificultades

Libros, deberes, estudio… y risa. El humor en el aula es una herramienta que se debe tener en cuenta en el momento de enseñar. Reírnos genera un bienestar físico y emocional, potencia la motivación y las ganas de aprender. Los efectos de la risa en el aula ayudan a mejorar el rendimiento académico. No es cuestión de caer en la carcajada sin más, sino en el refuerzo positivo de los alumnos más jóvenes para crear en ellos unos hábitos de estudio que se prolonguen en la etapa adulta. En este artículo se explica cómo.

Efectos de la risa en clase

La risa potencia las actitudes positivas. Cuando reímos se liberan endorfinas que proporcionan una sensación de bienestar. Pero el simple hecho de sonreír ayuda a esa mejoría. De ahí que la risa se emplee para eliminar tensiones e, incluso, para aliviar el dolor. En el aula, es un instrumento para mejorar el rendimiento académico de los estudiantes.

Al reírse, los alumnos se sienten motivados, están receptivos y se favorece el estudio

Al reírse, los alumnos se sienten motivados, con ganas de adquirir conocimientos, estimulados para el aprendizaje. Están receptivos y se favorece el estudio. Se calcula que los niños ríen unas 300 veces al día -los adultos, menos de 30-. Aprovechar estos momentos para facilitarles el gusto por los libros resulta sin duda muy beneficioso.

A su vez, la alegría que se crea en el aula refuerza las relaciones entre los estudiantes y el vínculo con el profesorado. Reír juntos une y aumenta la confianza entre quienes comparten ese momento. La pedagoga y psicóloga Celia Rodríguez Ruiz asegura que la risa refuerza las habilidades sociales y favorece la concentración. «Estar relajados y positivos contribuye a relacionarnos de forma efectiva y hace que la concentración sea más efectiva», subraya.

No obstante, en su tesis ‘El uso del humor en la enseñanza: una visión del profesorado de ELE’, Francisco Manuel Rivero González señala que todavía hay resistencias a introducir el humor en el aula por el miedo a perder el control de la clase, a no tener gracia suficiente, impartir contenidos serios que no se prestan al humor o la preocupación por ofender a alguien.

Cómo potenciar la risa en el aula

El humor en el aula, en especial en edades tempranas, motiva hacia el estudio y ayuda a generar unos hábitos que se mantendrán en la edad adulta. Germán Payo, director del programa «Educa desde el Humor», insiste en la idea de que «el humor es una herramienta para relacionarnos». Sin conceder a esta capacidad más importancia que al hecho de ser «un buen profesor», defiende que quien enseña con humor «comunica mejor, se relaciona, motiva y conecta con el alumnado».

No hay que caer en el exceso hasta el punto de que los estudiantes se rían del profesor. Se debe buscar el equilibrio. Y este es tan importante que hasta algunos centros, como la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria, han creado un «Aula del Humor», para el conocimiento y el estudio de este fenómeno, además de organizar distintas actividades que lo promueven.

El juego en clase es un aliado de la risa, de los buenos momentos y de la unión del grupo. Germán Payo añade otras ideas para potenciar el buen humor: «Clases activas, participativas, entretenidas con juegos de aprendizaje, con temas serios y ejemplos divertidos que ilustren los conceptos que explicamos». La actitud del profesorado es fundamental. Incluso ellos se benefician de la risa, al reducir su nivel de estrés. Introducir un chiste, una frase divertida o una broma en el momento oportuno es un recurso didáctico que proporciona una risa sana para todos.

El programa «Aulas Felices», implantado en España y países como México o Colombia, se basa en la psicología positiva. Dirigido a alumnos entre 3 y 18 años y de descarga gratuita en Internet para que cualquier centro cuente con él, proporciona ideas al profesorado para introducir el humor en el aula, a la vez que se fomenta la autonomía, la iniciativa y el denominado «aprender a aprender».

Tomado de: http://www.consumer.es/web/es/educacion/escolar/2014/01/17/219078.php

Imagen: https://www.google.com/search?q=aulas+de+humor&espv=2&biw=1366&bih=623&source=lnms&tbm=isch&sa=X&ved=0ahUKEwiO8o_yt8PNAhXMGx4KHfUmDRUQ_AUIBygC#tbm=isch&q=aulas+con+risa&imgrc=90tdWxjQ71RclM%3A

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Innovación: Recuperar la senda perdida

España/ 23 de Junio de 2016/Qué!

Por: Valentín Busto

Eran días de vino y rosas. En los albores del siglo XXI, el sistema español de ciencia y tecnología crecía por encima de Alemania, Francia, Italia yReino Unido. Incluso en 2008, cuando la crisis ya comenzaba a hacer estragos, nuestra inversión en I+D+i suponía el 1,35% del PIB, es decir, que estábamos a solo 0,45 puntos porcentuales de la media de la UE28. Y eso era un mínimo histórico.

Pero en estas llegó la galerna económica y el retroceso se hizo patente. La grieta se amplió hasta los 0,72 puntos en 2014, la mayor diferencia desde 2002. ?Los recortes en el gasto público y la caída de la inversión privada han vuelto a ensanchar progresivamente nuestra brecha con Europa. En términos de convergencia, es más de un decenio perdido?, se lamenta Jorge Barrero, director General de Cotec en el último informe de la fundación.

 Según los datos del INE, el gasto interno fue de 12.821 millones de euros, un descenso del 1,5% respecto al año anterior, lo que representa el 1,23% del Producto Interior Bruto (PIB), frente al 1,26% de 2013. ?Se mantiene así la tendencia que se inició en 2009, aunque con una reducción en el ritmo de descenso, que en el 2013 fue del 2,8% y en 2012 del 5,6%?, apuntan desde Cotec. Si echamos la vista atrás hasta 2010, el descenso acumulado llega al 12%. ?La actividad está cayendo en casi todos los indicadores. La media europea está en el 2% del PIB y ese era el objetivo de España para 2020, pero lo números no pintan bien?, advierte Carlos Andreu, profesor de EAE Business School y socio de Acker & Partners.

El informe ?La inversión en I+D+i? de la citada escuela de negocios pone de manifiesto que la realizada por las empresas (un 53% del total) cayó un 1,77% respecto a 2013, un 1,13% si hablamos de las instituciones de enseñanza superior (28%), y un 1,14% en las administraciones públicas (19%). ?España es la quinta economía de la UE. Sin embargo, esta posición no se mantiene en ninguno de los indicadores que tienen que ver con I+D+i como el número de empresas innovadoras, gasto, o porcentaje de financiación privada?, manifiesta Juan Gascón, director de Servicios y Contenidos Digitales en Ametic.

Deficiencias a corregir. Según Jorge Barrero, entre otras, ?la baja participación del sector privado en la ejecución de las actividades de I+D+i, la falta de participación de los agentes financieros en la financiación de la innovación, o los malos resultados de nuestro sistema educativo?. El entorno está lastrado por la falta de grandes fondos o inversionistas. ?Una ronda de financiación en España es la mitad que en Londres, París o Berlín?, señala Jaime Castelló, profesor del departamento de Dirección de Marketing de Esade. ?España adolece de un verdadero mercado de capital riesgo?, indica Juan Gascón. De ahí que el impacto sea muy limitado. Además, las entidades financieras tienen muchas tareas pendientes, como la limpieza de activos preocupantes, o la reducción en el número de oficinas. ?Se convierte en máxima prioridad introducir cambios en la regulación del sector bancario, así como en otros agentes del sistema financiero, en pro de facilitar los flujos de crédito y capital a las empresas innovadoras y de alto potencial?, asegura el director general de Cotec.

Tampoco conviene dejar a un lado el hecho de que el tejido empresarial es básicamente pyme. ?Un tamaño que es pequeño respecto a Europa, lo que hace difícil competir?, manifiesta Carlos Andreu. Por tanto, habrá que desarrollarlo. Y no será tarea fácil. ?Solo se puede hacer con consorcios con otras empresas o instituciones. Y eso nos está costando?, añade Andreu. Mientras tanto, los fondos públicos no llegan y el empresario se retrae a la hora de asumir riesgos. Eso no quiere decir que la pyme no sea innovadora. ?España, por ejemplo, cuenta con empresas dentro del sector de los contenidos digitales de referencia internacional como SGO o Next Limit cuyas soluciones son utilizadas en las grandes producciones audiovisuales?, remarca Juan Gascón.

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¿Más cambios? Si la oferta del sistema educativo y la demanda del sistema productivo no reman a la par, serán un ancla que frenará el avance hacia la economía del conocimiento. Tampoco hay que olvidar los bajos niveles de rendimiento por parte de los alumnos de primaria y secundaria en las competencias básicas, así como las altas tasas de abandono escolar temprano. Un escenario descrito por Cotec al que también añade la escasa cualificación competencial de los adultos. ?Necesitamos un sistema educativo que forme personas creativas e innovadoras, preparadas para el cambio y abiertas a procesos de aprendizaje permanente que den respuestas a las necesidades de una sociedad en pleno proceso de transformación?, apunta su director general. Y ahí la universidad ha de jugar un importantísimo papel convirtiéndose en el elemento aglutinador entre docencia, investigación y transferencia de conocimiento. ?Están perdiendo su posicionamiento de liderazgo, sobre todo las escuelas de ingeniería, aunque hay honrosas excepciones?, indica Carlos Andreu. Además, cada vez se aleja más y más de la empresa. ?Los perfiles universitarios de carácter técnico llegan a las compañías muy juniors, con poca experiencia y mucha formación teórica, por debajo de lo que se demanda. Ahí los países con los que competimos están evolucionando más rápido?, añade el profesor de EAE Business School. Entonces, ¿Qué cualidades debe tener? ?Una formación de alta calidad, excelencia científica, transferencia de conocimiento al sector productivo, proximidad al mercado laboral, y además ser una gran cantera de emprendedores?, especifican desde la fundación.

La innovación es riesgo, y alguien tiene que cubrirlo. ?El mercado tiene que entender este paradigma y amparar su asunción?, relata Carlos Andreu. De ahí que se antoje necesario cambiar el marco legislativo. Por ejemplo, apostando por un marco estable y planificado de ayudas, con un calendario de convocatorias que se conocido, de manera que las empresas puedan planificar y aprovechar el efecto multiplicador de las mismas. ?Hay que aproximar las fórmulas de financiación a las que utiliza el programa marco de la UE?, propone Juan Gascón. ¿Cuáles son? Subvención frente a crédito, sin avales, con instrumentos de apoyo a la innovación (no solo a la I+D pura donde España no destaca tanto), instrumentos específicos para pymes, responsabilidad individual y no solidario cuando un proyecto se hace en colaboración entre varias entidades y con un proceso de evaluación unificado, serio y objetivo. Así lo plantean desde Ametic, donde también apuestan por aumentar el porcentaje de deducción por proyectos de innovación tecnológica (del 12% al 18%) y por activar la compra pública innovadora convirtiendo la recomendación de dedicar el 3% del PIB a este tipo de compras en un acuerdo firme.

Fuente: http://www.que.es/capital/201606230814-innovacion-recuperar-senda-perdida.html

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