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Para poner fin a la pobreza, todas las personas deben estar conectadas en el mundo digital

Korina Lopez

Si todos tuviéramos acceso a Internet, entonces cada uno de nosotros podría tener una oportunidad justa de contar con estabilidad financiera y educación, ¿verdad?

¡Si solo fuera tan sencillo!

El secretario de Estado de EE. UU., John Kerry, (i) y el presidente del Grupo Banco Mundial, Jim Yong Kim, encabezaron el jueves una reunión (i) con algunos de los principales expertos en el campo del desarrollo mundial acerca de la Iniciativa “Global Connect”, (i) que impulsa el Departamento de Estado de EE. UU., y cuyo objetivo es dar acceso a Internet a 1500 millones de personas antes de fines de 2020.

Al ver reunidos en la misma sala a ejecutivos de grandes empresas del sector privado, como PayPal, y representantes de 28 países y de instituciones multilaterales, el logro de esa meta parece alcanzable.

“Internet es esencial para la prosperidad económica en el siglo XXI”, dijo Kerry. Los ejemplos de los beneficios que brinda la conectividad son infinitos, y entre ellos se puede mencionar el hecho que los niños pueden tener acceso a la educación a través de programas de aprendizaje a distancia. “Lo fundamental es que si se invierte en Internet se está invirtiendo en las personas”, agregó Kerry. “Pero no estamos aprovechando plenamente todo lo que la conectividad ofrece. Esa es la ironía. Tres de cada cinco personas no tienen acceso a Internet. En los países más pobres, esa brecha puede llegar al 95 %. Eso es inaceptable”.

En los países convulsionados por conflictos, los líderes mundiales no solo deben asegurarse que “las bombas y las balas” se detengan, dijo Kerry. “Tenemos que crear oportunidades para miles de millones de niños en todo el mundo que necesitan un futuro. Si no lo hacemos, entonces solo crearemos más crisis. Si hacemos esto bien, (la conectividad) puede convertirse en una herramienta muy poderosa, como nada que tenemos a nuestra disposición [ahora]”.

Según Kim, reunir los fondos para dar acceso universal a Internet es solo una parte de la solución. La otra parte es asegurarse que las personas sepan cómo usar este acceso.

“Hay dos cosas que sabemos que con seguridad se necesitarán: conectividad para todos y también la capacidad de las personas de participar en este nuevo mundo digital”, agregó Kim. “Debemos avanzar rápidamente en lo que se refiere a la conectividad, pero tenemos que avanzar igual de rápido en asegurarnos que las personas puedan beneficiarse de esa conectividad”.

Los ministros de Finanzas cumplen una función fundamental en lograr que las personas no conectadas puedan estarlo, dijo Kim. (i) Un sistema de impuestos a las telecomunicaciones justo es importante porque las tecnologías de la información y las comunicaciones (TIC) aumentan de manera muy rápida, y los Gobiernos en vez de concentrarse en recaudar impuestos para generar ingresos necesitan sistemas tributarios que sean razonables y predecibles. Los ministros tienen que garantizar que los fondos se distribuyan adecuadamente; algunos recursos no se gastan y, por lo tanto, no llegan a las personas que más los necesitan. Además, ellos deben institucionalizar las TIC a través de los Gobiernos de manera que la comunicación entre los distintos organismos funcione sin problemas, dijo Kim.

Otro tema que los participantes abordaron en la reunión fue la inclusión financiera. “Ser pobre es caro”, señaló Daniel Schulman, director ejecutivo de PayPal. “En Estados Unidos, solo cobrar un cheque puede costar entre el 2 % y el 5 %. Si usted necesita un préstamo, puede usar préstamos hasta el día de pago por los cuales se cobra un interés que fluctúa entre el 200 % y el 300 %. La democratización de los servicios financieros es crucial. Administrar dinero debería ser un derecho de todos los ciudadanos, no un privilegio de los ricos. Esto no es solo un objetivo noble, también uno alcanzable”.

Por su parte, la Fundación Mozilla, (i) una organización sin fines de lucro, es una importante defensora del código abierto. Mientras más conocimientos se intercambien y más personas estén conectadas en todo el mundo, es más probable que las poblaciones marginadas estén en igualdad de condiciones también. Las mujeres y los jóvenes tienen una mayor chance de tener acceso a educación, empezar sus propios negocios y usar servicios de la banca móvil.

“Unas 500 millones personas estaban conectadas a Internet en 2003”, dijo Sarah Raskin del Departamento del Tesoro de EE. UU, agregando que “12 500 millones estaban conectadas en 2010. Los pronósticos indican que, en cinco años, habrá 50 000 millones de aparatos con conexión”.

En el ámbito de la conectividad digital, la universalidad no es el único objetivo final, sino también aprovechar el talento y el entusiasmo de las personas en todo el mundo que ya están trabajando en soluciones innovadoras para diversos problemas.

“Se debería invertir en el talento, no solo en personas”, señaló Megan Smith, jefa de Tecnología de la Oficina de Ciencia y Tecnología del presidente Obama y exvicepresidenta de Google. Ayer, durante la Feria Científica de la Casa Blanca, (i) ella destacó que un adolescente desarrolló una prueba para detector el ébola en cuestión de minutos en vez de días. “Recibimos 800 proyectos de personas que han ideado soluciones innovadoras para los ODS”, dijo Smith. “La conectividad no se trata solo de la igualdad. Se trata también de liberar el talento en el mundo, de personas que tienen pasión”.

Lograr que todas las personas estén conectadas en el mundo digital es un desafío que tiene muchos ángulos. Se necesitará la ayuda de todos, desde los ministros de Finanzas hasta las empresas y los emprendedores del sector privado, para lograrlo. “Necesitamos ampliar el círculo de las oportunidades en el ámbito digital y asegurarnos que menos personas en el mundo queden rezagadas”, dijo Kerry.

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Crecimiento: 1- Equidad: 0. Y, la educación, ¿qué papel juega?

Estas últimas semanas han sido de gran controversia en el mundo de los economistas por la publicación de Capital en el Siglo XXI de Thomas Piketty. El libro ha causado revuelo porque hace referencia al rol de las instituciones del capitalismo en la evolución y distribución de ingresos, y concluye que nos estaría conduciendo a una sociedad más desigual.

Otros autores como Per Krusell y Tony Smith han abordado el problema de la desigualdad de ingreso con una óptica distinta y se han enfocado, entre otros factores, en el rol de la educación y su eventual importancia para generar mejores oportunidades para todos. Entonces, nos preguntamos: ¿qué sabemos de la evolución del logro educativo y de su evolución en el tiempo? ¿Los jóvenes de hoy tienen más y mejor educación que los de hace cincuenta años?

Antes de responder a estas preguntas, definamos qué es el logro educativo y por qué es importante. El logro educativo se define como los años de educación que alcanzan las personas dentro del sistema educativo formal y es uno de los principales componentes del capital humano, el cual a su vez es determinante para el crecimiento económico.  Existe evidencia de que los países con mayor logro educativo crecen económicamente más rápido y de que las personas con logros educativos más altos tienden a tener salarios más altos en el futuro [1].

Ahora, volvamos a las preguntas que nos planteamos sobre la evolución del logro educativo. Gracias al sostenido esfuerzo de recolección de datos por parte de los persistentes investigadores Barro y Lee, pudimos analizar si los individuos acumulan más o menos años de educación hoy en día. De la figura anterior, podemos sacar dos conclusiones importantes:

  • A nivel mundial, el logro educativo del ciudadano promedio [2] mejoró abismalmente en los últimos sesenta años. ¡Este ciudadano, en los años cincuenta, tenía cero años de educación y ahora en el 2010 tiene 9!
  • ¡Todos mejoramos! Tanto los individuos que antes tenían un logro educativo alto como los que lo tenían bajo ahora permanecen por más tiempo en el sistema educativo.

Sin embargo, no todas las noticias son buenas. A nivel mundial, los individuos con alto logro educativo aumentaron 6 años, mientras que aquellos con bajo nivel subieron solo 3. Esto implica que la brecha entre los individuos con alto y bajo logro educativo se ha expandido con el correr del tiempo.

Además, la mejora también varía por regiones y por países (ver tabla). Por ejemplo, en países desarrollados el individuo promedio pasó de 6 a 12 años de logro educativo, y la diferencia entre los individuos con alto y bajo logro educativo se redujo de 6 a 5 años.

En América Latina y el Caribe la historia es distinta. En la región, aunque el individuo promedio pasó de 3 a 9 años de logro educativo, la diferencia entre los individuos con alto y bajo logro educativo aumentó de 3 a 6 años. En África Sub-Sahariana, donde los niveles de escolaridad eran muy bajos, el individuo promedio ha avanzado de 0 a 3 años de educación y la diferencia entre los individuos con alto y bajo logro educativo se ha acelerado de 0 a 9 años.

Los  sistemas educativos están realizando grandes esfuerzos por aumentar el logro educativo y reducir brechas, pero todavía la tarea es ardua. Usualmente los individuos con padres pobres y que no han concluido la escuela son aquellos que tienen el logro educativo más bajo por lo que se generan patrones viciosos de transmisión intergeneracional de pobreza y de falta de oportunidades. Así, como se aprecia en la tabla, si bien la diferencia entre los de alto nivel y bajo nivel se ha reducido, el logro educativo del individuo con bajo nivel en América Latina es de sólo 6 años, es decir el equivalente a primaria completa.

Para cerrar estas brechas es necesario el esfuerzo sostenido de los diversos países con el apoyo de organismos internacionales. En ese sentido, con gusto informo en este blog que el gobierno de Honduras acaba de crear 2500 cupos adicionales en secundaria con respaldo del BID. Así, muchos más estudiantes de las zonas rurales aisladas podrán acceder a la secundaria y graduarse, lo cual les permitirá tener mejores oportunidades e ingresos más altos en el futuro. Si bien este puede parecer un avance pequeño frente a los monumentales desafíos a los que nos enfrentamos, estamos en el camino correcto para disminuir las diferencias. Solo así podremos ofrecer a todos nuestros ciudadanos la oportunidad de permanecer en la escuela y de adquirir las habilidades necesarias para acceder a trabajos bien remunerados que les aseguren una mejor calidad de vida.


 [1] Estudios recientes presentan medidas de logro cognitivo como mejor indicador de capital humano, por ejemplo Hanushek y Woessman (2008). No obstante, las series de logro cognitivo son cortas y cubren numero reducidos de países.

[2] Individuo mediano, el percentil 50 en la distribución del logro educativo.

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Educar para otros mundos posibles

 “Resta esa facultad incoercible de soñar, de transfigurar la realidad, dentro de esa incapacidad de aceptarla tal cual es, esa visión amplia de los acontecimientos, y esa impresionante e innecesaria presciencia, y esa memoria anterior de mundos inexistentes, y ese heroísmo estático, y esa pequeña luz indescifrable que los poetas suelen llamar esperanza”.

Vínicius de Moraes

La diversidad es la característica fundamental de la humanidad. Por ende, no puede existir un único modo de producir y reproducir nuestra existencia en el planeta. Lo único que tenemos en común es la diversidad humana. Ante los ojos de la diversidad humana se despliega la posibilidad de la diversidad de mundos posibles. No podemos oponer un pensamiento único contra otro pensamiento único. Educar para otro mundo posible es educar para otros mundos posibles. Eso no cuestiona el lema del Foro Social Mundial “otro mundo es posible”, porque ese lema no se refiere a un “único” mundo posible. Eso sería una contradicción con respecto a su Carta de Principios.

Después del camino recorrido hasta aquí, en este libro, con la ayuda de los autores estudiados, podemos sacar algunas consideraciones finales, en nuestro afán de responder a la pregunta: ¿“Qué es educar para otro mundo posible, en plural”?

Primero que nada, educar para otros mundos posibles consiste en sacar a la luz lo que se había escondido como instrumento de opresión, consiste en darle voz a los que no son escuchados. La lucha feminista, el movimiento ecológico, el movimiento zapatista, el movimiento de los sin tierra y otros, hicieron visible lo que siglos de opresión habían hecho invisible. Por ende, podemos decir que estos son movimientos de educación para otro mundo posible. Paulo Freire, entre otros, fue un ejemplo de educador de otros mundos posibles, él sentó en el palco de la historia al oprimido, le dio notoriedad a él y a su relación con el opresor.

Educar para otros mundos posibles es educar para concientizar, para desalienar, para desfetichizar. El fetichismo de la ideología neoliberal es el fetiche de la lógica burguesa y capitalista que logra solidificarse a tal punto de hacernos creer que el mundo es, por naturaleza, inmutable. El fetichismo transforma las relaciones humanas en fenómenos estáticos como si fuese imposible modificarlos. Fetichizados, somos incapaces de actuar porque el fetiche nos quita la capacidad de hacer. Fetichizados, lo único que hacemos es repetir lo ya hecho, lo dicho, lo que ya existe.

Educar para otros mundos posibles es educar para el surgimiento de lo que todavía no es, el aún no, la utopía. Si lo hacemos de esta forma, estamos asumiendo la historia como posibilidad y no como fatalidad. Por eso, educar para otros mundos posibles es también educar para la ruptura, para la rebeldía, para el rechazo, para decir “no”, para gritar, para soñar con otros mundos posibles. Denunciando y anunciando. El neoliberalismo concibe la educación como una mercancía, reduciendo nuestras identidades a las de simples consumidores, despreciando el espacio público y la dimensión humanista de la educación. En oposición a ese paradigma, la educación para otros mundos posibles respeta la diversidad, convive con la diferencia, promoviendo la intertransculturalidad. El núcleo central de la concepción neoliberal de la educación radica en la negación del sueño y la utopía. Por ello, una educación para otros mundos posibles es, por encima de todo lo demás, educar para el sueño, educar para la esperanza. La mercantilización de la educación es uno de los desafíos más decisivos de la historia actual, porque ésta le da más valor a lo económico que a lo humano. Solo una educación emancipadora podrá invertir esa lógica a través de procesos y de sentido de desalienación. Educar para otro mundo posible es educar para la calidad humana “más allá del capital”, como nos dijo Istvan Mészáros en la ceremonia de apertura de la cuarta edición del FME, en Porto Alegre, en enero de 2005. La globalización capitalista les quitó a las personas el tiempo para disfrutar de la vida, los sacó de los espacios para la vida interior, nos robó la capacidad de producir dignamente nuestras vidas. Cada vez más gente se ve reducida a la condición de máquinas de producción y de reproducción del capital.

Educar para otros mundos posibles es hacer de la educación, tanto informal como no formal, un espacio de formación crítica y no sólo de formación de mano de obra para el mercado; es inventar nuevos espacios de formación alternativos al sistema formal de educación y negar la forma jerarquizada dentro de una estructura de mando y subordinación; es educar para articular las diferentes rebeldías que niegan hoy las relaciones sociales capitalistas; es educar para cambiar radicalmente nuestra manera de producir y reproducir nuestra existencia en el planeta; por ende, es una educación para la sustentabilidad.

No se puede cambiar el mundo sin cambiar a las personas: cambiar el mundo y cambiar a las personas son procesos que van de la mano. Cambiar el mundo depende de todos nosotros: es necesario que cada uno tome consciencia y se organice. Educar para otros mundos posibles es educar para superar la lógica deshumanizadora del capital, que toma el individualismo y la ganancia como sus fundamentos, es educar para transformar radicalmente el modelo económico y político actual.

No fuimos educados para tener una conciencia planetaria y, sí, una conciencia de estado-nación. Los sistemas nacionales de educación nacieron como parte de la constitución del estado–nación.

La escuela actual es producto del pensamiento de la modernidad que los estados-nación han moldeado a su gusto, es una escuela moldeada por los estados-nación y no por el pensamiento de la era de la globalización y de su opuesto, la planetarización.

Educar para otros mundos posibles exige que los educadores tengan un compromiso con la desmercantilización de la educación y una postura ecopedagógica de escucha del universo, del cual todas y todos hacemos parte. Los educadores no deben dirigirse sólo a los alumnos o a los educandos, sino a los habitantes del planeta, considerándolos a todos ciudadanos de la misma Matria.

La tierra es nuestro primer gran educador. Educar para otros mundos posibles es también educar para encontrar nuestro lugar en la historia, en el universo. Es educar para la paz, para los derechos humanos, para la justicia social y para la diversidad cultural, contra el sexismo y el racismo. Es educar para erradicar el hambre y la miseria. Es educar para la consciencia planetaria. Es educar para que cada uno de nosotros se encuentre su lugar en el mundo. Educar para pertenecer a una comunidad humana mundial, para sentir profundamente el universo.

Es educar para la planetarización no para el globalismo. Vivimos en un planeta y no en un globo. El globo se refiere a su superficie, a sus divisiones geográficas, sus paralelos y meridianos. El globo se refiere a aspectos cartográficos, como planeta, al contrario de esa visión lineal, se refiere a un todo en movimiento. La Tierra es un súper organismo vivo y en evolución. Nuestro destino, como seres humanos, va de la mano con el destino de este ser llamado Tierra. Educar para otros mundos posibles es educar para tener una relación sustentable con todos los seres de la Tierra, sean ellos humanos o no.

Es educar para vivir en el cosmos – educación planetaria, cósmica y cosmológica –, educar para entender nuestra comprensión de la tierra y del universo. Es educar para tener una perspectiva cósmica. Sólo así podremos entender con mayor exactitud los problemas de la desertificación, la deforestación, el calentamiento de la tierra, del agua, la basura, y los problemas que afectan a humanos y a no humanos. Los paradigmas clásicos, con su arrogancia antropocéntrica e industrialista, no tienen suficiente entendimiento para explicar esa realidad cósmica. Por no tener esa visión holística, no lograron encontrar ningún tipo de respuesta para sacar al planeta de la ruta del exterminio y del rumbo de la cruel diferencia entre ricos y pobres. Los paradigmas clásicos están haciendo que el planeta agote sus recursos naturales. La crisis actual es una crisis de paradigmas civilizatorios. Educar para otros mundos posibles supone un nuevo paradigma, un paradigma holístico.

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Perú: El país de ingresos medios, en búsqueda de mejores aprendizajes

¡Buenas noticias para Perú!  Hoy en día, los estudiantes de segundo grado de primaria están aprendiendo más que sus compañeros de hace 8 años atrás. Así lo indican los resultados de la Evaluación Censal de Estudiantes, la cual mide los aprendizajes estudiantiles en matemáticas y lectura. La noticia es positiva en varios aspectos aunque, por supuesto, aún existen desafíos pendientes.

Primero, el país ha consolidado la medición de aprendizajes mediante pruebas estandarizadas. Desde el 2007, Perú ha aplicado pruebas estandarizadas en matemáticas y comprensión lectora a sus estudiantes de segundo grado de primaria. Por lo tanto, existe continuidad en la aplicación de la prueba. Además, es bueno resaltar que Perú ha participado de las mediciones internacionales, tanto de la UNESCO (LLECE, SERCE, TERCE) como de la OCDE (PISA, 2000, 2009 y 2012). Pese a no salir tan bien parado estas las evaluaciones –especialmente en PISA donde se compara con las economías más avanzadas del mundo– Perú es uno de los pocos países de la región que ha participado en casi todas las mediciones importantes del planeta.

El reto, sin embargo, es consolidar un sistema nacional de evaluación de aprendizajes para que mida más allá de segundo grado, que eventualmente  permita  calcular el valor agregado de las escuelas y los profesores,  combinando apropiadamente la prueba nacional con las internacionales.

Las siguientes dos figuras muestran los resultados nacionales para todas las pruebas estandarizadas de aprendizajes en las que ha participado Perú, ordenadas según el año de nacimiento de los estudiantes. Puede notarse el progreso en todas ellas.

Segundo, el país progresó notablemente en las dos materias evaluadas. En la primera evaluación censal, en el 2007, el 16% de los estudiantes alcanzaba el nivel “satisfactorio” (es decir, lograron los aprendizajes esperados para el grado) en comprensión lectora. Hoy el 44% de alumnos alcanza tal nivel. Algo similar sucede con matemáticas donde los estudiantes con nivel satisfactorio pasaron del 7% en 2007 al 26% en 2014. Pero más importante aún es que esta mejora en aprendizajes no solo se dio en la evaluación nacional, sino también en todas las evaluaciones internacionales en las que Perú participó.

Frente a estos grandes progresos, sin embargo, no debe perderse la perspectiva. Perú aún tiene aprendizajes muy bajos en sus estudiantes. Hoy en día menos de la mitad de estudiantes de segundo grado alcanza un nivel satisfactorio en comprensión lectora y solo uno de cada cuatro estudiantes alcanza un nivel satisfactorio en matemáticas. Aún hay un largo camino por recorrer.

Tercero, en este último año, las mejoras en los aprendizajes se han dado para todos y, en varios casos, han sido a favor de los pobres. Ninguna de las 26 regiones del país muestra retroceso en los aprendizajes de los estudiantes en ninguna de las dos materias. Todas han mejorado en ambas. Además, las brechas público-privado en aprendizajes se redujeron, especialmente en matemáticas donde ahora es nula. Tanto las escuelas de zonas urbanas como las de zonas rurales mejoraron sus aprendizajes.

Sin embargo, la tarea pendiente aquí es la mejora de los aprendizajes en zona rurales. En las escuelas de estas áreas, sólo uno de cada seis estudiantes alcanza el nivel satisfactorio en comprensión lectora y uno de cada ocho, en matemáticas. En PISA, la brecha urbano-rural es la segunda más amplia de los países participantes, solo después de la de Hungría. Es necesario mejorar las condiciones para los aprendizajes en el Perú rural.

¿Qué podría explicar estos resultados? Sin aventurarnos a demostrar relaciones causales, aquí ofrecemos algunas hipótesis:

  1. Crecimiento y reducción de pobreza. Los niños y jóvenes que participaron en las últimas ediciones de las pruebas han nacido y crecido en un contexto especial de crecimiento económico. Este crecimiento, con un promedio de 5% anual desde el 2001, estuvo acompañado de una importante reducción de la pobreza y de una mejora de los indicadores sociales, como la desnutrición infantil, que también afectan el desempeño escolar.
  2. Aumento de la cobertura en educación inicial. Los niños que asisten al preescolar tienen mejores desempeños académicos en la educación primaria y secundaria. En Perú, la matrícula neta en educación inicial pasó de 58,6% en 2005 a 74,6% en 2012.
  3. Continuidad de políticas y programas educativos. Por ejemplo, la base de la reforma de la carrera magisterial con la incorporación de la meritocracia fue introducida de manera incipiente durante la administración del presidente García, para ser consolidada y profundizada durante la actual administración Humala. El Programa Educativo de Logros de Aprendizaje (PELA),  que la principal iniciativa focalizada en la mejora de los aprendizajes, también tuvo sus inicios en gestiones ministeriales anteriores. Esta continuidad de políticas y programas, poco usual dentro de nuestra región, ha demostrado ser uno de los factores de éxito en los países que han mejorado la educación.

Hoy Perú es considerado un país de ingresos medios. Para el 2014 estos bordean los USD 12,000 por habitante y han puesto al país como la cuadragésima economía más grande del planeta. Los aprendizajes de su población, sin embargo, aún no han alcanzado tal clase mundial. Perú ha podido aprovechar educativamente un contexto económico positivo, pero hace falta más. Para ello es necesario perseverar en las reformas, profundizando en lo que viene dando frutos. Esperamos que el futuro depare mejores y más aprendizajes estudiantiles y que este momento constituya un hito histórico para alcanzar una educación de calidad para todos los niños y jóvenes peruanos.

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OTPAL: La trata de personas en Ecuador

18 abril, 2016 / Asuntos del Sur

Documento de trabajo Nº3 – Abril 2016 

Entre los mayores desafíos en la lucha contra la trata de personas a nivel mundial encontramos, por un lado, la todavía existente necesidad de tipificar la totalidad de las modalidades del delito dentro de las legislaciones internas de algunos países y, por otro lado, la falta de información estadística de calidad que permita realizar una cuantificación cercana a la realidad del problema de cara a elaborar políticas públicas efectivas.

El caso de Ecuador no es la excepción. A la dificultad generalizada a nivel global de obtener información confiable debido a la naturaleza del delito, dos factores profundizan la problemática dentro del país: primero, la percepción de algunas de las situaciones en donde se presenta el delito como actividades de “trabajo informal”, que tiende a ser normalizado, máxime cuando los índices de subempleo son tan altos; segundo, los altos índices de corrupción que podrían estar siendo facilitados por la alta carga burocrática y la confusión de las responsabilidades de las instituciones.

De acuerdo con la información obtenida en esta investigación, se evidencia que la mayoría de esfuerzos gubernamentales están orientados especialmente al delito de la trata de personas en la modalidad de explotación sexual y mendicidad, haciendo mayor énfasis en la atención a casos en donde las víctimas son mujeres o niñas en los casos de explotación sexual y niños, niñas y adolescentes en los casos de mendicidad; pero se ha restado importancia a los casos de trata de personas para otros fines y a la atención a personas adultas víctimas de la trata.

En este documento se hace un análisis el estado de la cuestión de la legislación ecuatoriana e instituciones responsables en materia de prevención, lucha y atención a víctimas del delito de la trata de personas en el país, como herramienta de análisis para el caso ecuatoriano en el Observatorio de Trata de Personas en América Latina – OTPAL.

Equipo de Trabajo:

-Investigación para OTPAL: Carolina Guevara |
-Director Asuntos del Sur: Matías Bianchi |
-Diseño y Diagramación: Ramón González |

CLICK PARA DESCARGAR EL INFORME 

Fuente de la noticia:  OTPAL: La trata de personas en Ecuador

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Robin Hood va a la escuela

Algunos años atrás, las escuelas de las comunidades más ricas de Belice recibían hasta veinte veces más recursos públicos por estudiante que las demás. De hecho, en ese momento, el financiamiento de la educación secundaria era una mezcla extraña de subvenciones con transferencias, ambas provenientes de las más distintas fuentes.Pero, de todas estas subvenciones, las más importantes eran las destinadas a pagar los sueldos de los maestros. En ese sentido, al no haber establecido límites desde el principio sobre cuáles materias se financiarían con los fondos públicos, algunas escuelas de las zonas urbanas más prósperas e influyentes optaron por ofrecer un currículo más amplio y sofisticado que las pobres. Así, poco a poco, comenzaron a disponer de más y más maestros, quienes a su vez recibían salarios más elevados por antigüedad y nivel de formación académica. El lamentable resultado fue que las escuelas más ricas lograron acceder a una parte desproporcionada del financiamiento educativo público, mientras que aquellas que atendían a los estudiantes con menos recursos a veces ni siquiera tenían suficientes profesores para enseñar las materias básicas.

En 2009, el Ministerio de Educación de Belice y el BID se arremangaron la camisa y se propusieron iniciar la ardua labor de descifrar la cantidad exacta de recursos que se transferían a cada escuela. La tarea fue casi comparable con una excavación arqueológica, pero logró que quedara en evidencia que sí existía una distribución inequitativa dentro del sistema educativo. Ahora, el nuevo desafío era la reforma y esta parecía aún más cuesta arriba. El reto, por supuesto, recordaba al legendario Robin Hood: tomar de los ricos para ayudar a los más pobres.

El gobierno puso manos a la obra e inició un largo diálogo con las escuelas privadas, el sindicato de maestros y los líderes religiosos, entre otros. La reforma generó revuelo entre ciertos grupos, pero una campaña informativa pública bajo el lema ‘Es justo Belice, es el momento’  ayudó a asegurar que el público apoyara ampliamente la equidad en el financiamiento educativo y la igualdad de oportunidades por parte de todos los estudiantes a un currículo básico.

La nueva fórmula de financiamiento es simple, sencilla y equitativa. Se basa en la matrícula y reemplaza los reembolsos, los cuales eran sumamente complejos y antes se hacían para cubrir salarios y gastos operativos. Su objetivo final es que todas las escuelas reciban la misma transferencia por estudiante, además de ofrecer recursos adicionales a los centros que atienden a estudiantes en situación de riesgo o con necesidades especiales. Aunque la implementación ha sido gradual y la reforma durará varios años hasta que las escuelas se adapten a los nuevos niveles de financiamiento, los logros de Belice son un motivo de celebración. La brecha de financiamiento público entre los estudiantes ubicados en el 10% más rico y en el 10% por ciento más pobre de la población se redujo en un 20 por ciento. Por supuesto, algunos cambios han sido más dramáticos que otros. Por ejemplo, en la secundaria del distrito de Corozal, el gasto público por alumno se incrementó en un 123 por ciento en tan sólo un año, mientras que en las escuelas que han sufrido recortes, estos han alcanzado hasta un modesto 26 por ciento.

Curiosamente, las escuelas que han requerido más asistencia técnica para adaptarse a los nuevos niveles de financiamiento no son las que ahora reciben menos, sino aquellas que disponen de recursos adicionales. El desafío es utilizar estos nuevos fondos para mejorar la calidad de la educación y no simplemente para ofrecer más de lo mismo. Adicionalmente, los cambios han estimulado la colaboración entre escuelas. Ahora muchas comparten a los maestros que enseñan las materias no básicas.

No obstante, los beliceños no son los únicos que deben prestar atención a cómo lograr que el financiamiento público a la educación sea más equitativo. A lo largo de América Latina y el Caribe, también existen sistemas de financiamiento educativo que carecen de transparencia y coherencia, y que tienen una necesidad similar de cambiar. Esperemos que la reforma histórica de Belice inspire a otros a seguir su ejemplo y a embarcarse en esfuerzos para aumentar la equidad del financiamiento público a la educación. Es justo, es el momento.

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Los niños prodigio y los juegos

Quizás  tú también has tenido esta misma experiencia: cuando conversas con un grupo de amigos, de repente, la discusión se torna hacia sus hijos. Uno de ellos comienza a monopolizar la conversación e insiste en que su hijo es un prodigio y es más inteligente que los niños promedio de la misma edad. Entonces, uno de sus interlocutores le pregunta: “Ah, sí, y… ¿cómo lo sabes?”. Entre los detalles –ya a este punto, tediosos–, cuenta que su hijo de cuatro años de edad está en una clase para niños de cinco y seis años. “¡Oh!”,  respondemos todos, como si ahora todo tuviera sentido. Pero… ¿lo tiene?

Todos los padres quieren ayudar a sus hijos a alcanzar el nivel más alto de bienestar y éxito, pero no existe una receta mágica para lograrlo. Los padres ambiciosos vienen en todos los tipos y tamaños. Algunos “entrenan” a sus hijos, como si se tratara de un deporte universitario con la esperanza de que estos sean más grandes, más inteligentes y emocionalmente más maduros que sus compañeros de clase.  Y que así, estén por delante de la curva a lo largo de toda su trayectoria educativa. Otros, como este amigo, tienden hacia el otro extremo, empujando a los niños más pequeños a actuar por encima de su edad, sobre todo en el sentido académico, y prefieren que los niños “estudien” – sea lo que esto signifique  a los 4, 5 ó 6 años de edad– a que jueguen.

Ambas estrategias tienen problemas  y ambas deben guardarse para casos excepcionales.

El éxito en la escuela y en la vida exige más que inteligencia académica. También requiere de personas emocionalmente inteligentes. En mi próximo post, hablaré de un informe recientemente publicado por la OCDE, el cual indica que determinadas habilidades socio-emocionales pueden activar las habilidades cognitivas. Las habilidades cognitivas no involucran sólo la aplicación de conocimientos, sino que requieren de una capacidad para reflexionar y participar en los patrones de pensamiento más complejos.

Y aquí es donde me pregunto: ¿tiene sentido  empujar a los niños pequeños a que aprendan más rápido? Parece que el desarrollo socio-emocional de un niño –o desarrollo en términos generales– se vuelve prioridad. El desarrollo socio-emocional en los primeros años de vida constituye un precedente y prepara a los niños para que sean seguros de sí mismos, confiados, empáticos, intelectualmente curiosos, competentes en el uso de lenguaje para comunicarse y que sean capaces de relacionarse bien con los demás.

El desarrollo socio-emocional de un niño depende, en gran medida, de la calidad de sus interacciones con los demás. De cómo manejan el estrés, la adversidad o una pérdida.

Los adultos son una influencia importante al respecto, pero también lo son los otros niños. Una serie de habilidades socio-emocionales se aprenden de y con sus compañeros. La manera en que un niño de cuatro años de edad expresa su frustración por tener que compartir un juguete o esperar su turno es, probablemente, muy diferente a cómo un niño de seis años se enfrenta a la misma situación.

Para los niños pequeños, el juego es un buen medio –quizás uno de los mejores– para experimentar, manejar y expresar una amplia gama de emociones negativas y positivas. El mismo informe de la OCDE concluye que a los niños se les enseñan comportamientos apropiados al jugar con otros.  El desarrollo socio-emocional a una edad temprana puede ayudar a mejorar más adelante los resultados en temas sociales o de salud como la obesidad, la depresión y la intimidación.

Por ejemplo, mover a un estudiante de kínder en los EE.UU. desde el más bajo decil hasta el más alto de habilidades socio-emocionales (medidos por el autocontrol, los enfoques de aprendizaje y conductas de internalización) reduce la probabilidad de ser intimidado en el octavo grado  en 12 puntos porcentuales. En Corea, el aumento de nivel de responsabilidad de un niño desde el menor decil hasta el más alto, reduce la probabilidad de ser víctima de una agresión en 5 puntos porcentuales. Sin embargo, elevar las habilidades cognitivas de un niño coreano no tiene ningún efecto sobre la intimidación.

En pocas palabras: Los niños de cuatro años no están aplicando para la universidad. Pero sí están en una etapa crítica para la adquisición de un conjunto amplio y equilibrado de destrezas que les ayudarán a alcanzar el éxito en sus vidas. Los padres y compañeros son importantes en su desarrollo. Siempre habrá prodigios y excepciones pero, para la mayoría, las bases de ser solo un niño –como jugar–  son probablemente la apuesta para la escuela, la universidad y lo que venga después, una vez que llegue ese momento.

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