Capacitación en educación inclusiva para supervisores de educación y consejeros de educación inclusiva
Ramallah, 12 de octubre – Bajo su proyecto “Programa de resiliencia multianual para el estado de Palestina 2019-2021”, financiado por La educación no puede esperar, la UNESCO y el Ministerio de Educación lanzaron una capacitación de dos días sobre educación inclusiva. El Centro de Educación Continua de la Universidad de Birzeit implementó el taller, en el que asistieron a la capacitación 60 supervisores de educación especial y consejeros de educación inclusiva de 11 provincias de la Ribera Occidental.
El taller es parte de una serie de capacitaciones de educación inclusiva para maestros, consejeros educativos y principios de las escuelas para proporcionarles las habilidades prácticas y el conocimiento para implementar una educación inclusiva, amiga de los niños y de calidad.
Nida Al Adra, consejera de educación inclusiva de la Dirección de Educación de Hebrón del Sur:
“Esta es una oportunidad para compartir experiencias relacionadas con la educación inclusiva entre consejeros y supervisores. Estaré feliz de reflejar lo que he aprendido durante la capacitación para asegurar la implementación de prácticas de educación inclusiva en las escuelas de mi área ”.
Fuente de la Información: https://en.unesco.org/news/inclusive-education-training-education-supervisors-and-inclusive-education-counselors
La recuperación económica de la región tras la crisis del COVID-19 depende en gran parte de la regularización de las actividades escolares, cuanto más se demoren, más tardará el repunte, coinciden tres agencias de la ONU, que urgen a invertir más en educación para romper los ciclos de pobreza y desigualdad.
Los ponentes en el evento virtual coincidieron en recalcar la importancia de la reapertura de las escuelas y regularización de las clases presenciales no sólo para el repunte económico, sino también para la reconstrucción del tejido social dañado por los confinamientos y la prolongada ausencia de los estudiantes en las aulas.
Los cierres aún perjudican a dos tercios de los estudiantes
La directora regional de UNICEF señaló que hoy, a 20 meses del inicio de la pandemia, el cierre total o parcial de las escuelas sigue afectando a dos de cada tres niños, niñas y adolescentes en América Latina y el Caribe.
“Esto significa que un total de 86 millones de estudiantes siguen fuera de las aulas”, precisó Jean Gough y agregó que muchos niños ha caído en situación de trabajo infantil o no han continuado su educación por no tener acceso a internet a causa de la pobreza o la falta de infraestructura.
La peor crisis educativa
Afirmó que la región atraviesa la peor crisis educativa de su historia.
“El costo de esto es abrumador para los niños y adolescentes, y para la productividad futura de sus países. Más allá del impacto inmediato, las consecuencias financieras de la crisis educativa impactarán las economías de la región en los próximos años”, abundó Gough.
Citó datos del Banco Mundial que indican que el cierre de las escuelas podría traducirse en una caída de 1,7 billones de dólares en los ingresos futuros para la región, lo que equivale al 16% del PIB regional y aseveró que no se puede esperar a que todo el cuerpo docente o los niños estén vacunados contra el coronavirus dada la escasez y distribución inequitativa de las inmunizaciones.
Demorar la reapertura es demorar la recuperación
“Cuanto más tiempo dejemos a los niños, especialmente a los más pobres fuera de las aulas, más lenta será la recuperación económica tras la pandemia. No podemos esperar”, recalcó.
Gough reconoció los esfuerzos de los sistemas educativos por continuar la educación a distancia, pero insistió en que muchos niños, en particular los de los grupos más pobres y vulnerables de la población, no pudieron incorporarse a esa forma de aprender por no tener conexión a internet.
“La reapertura de las escuelas no está siendo priorizada en los procesos de reactivación social y económica de muchos países de la región”, lamentó, añadiendo que los niños y adolescentes pueden acudir hoy a los cines o restaurantes, mientras que sus escuelas siguen cerradas, lo que viola su derecho a una educación inclusiva y de calidad.
Alertó del riesgo, que crece a la par del tiempo fuera de las aulas, de un abandono escolar total y de que los menores caigan en redes de explotación infantil.
Más allá de lo académico
En el mismo tenor, Alicia Bárcena recordó que las escuelas cumplen un papel que va más allá de lo académico ya que tienen una función de protección y monitoreo de la situación de los niños en una región caracterizada por sistemas débiles de protección social.
“Desafortunadamente, la educación no ha estado en el centro del debate de las agendas de política pública para abordar esta crisis prolongada y la recuperación”, reclamó, haciendo notar que el 99% de los estudiantes de la región experimentó una interrupción total o parcial de al menos 40 semanas de clases presenciales, lo que supone un año académico.
Tras resaltar la enorme brecha digital, evidenciada con la pandemia, previó que las condiciones de inequidad ya existentes antes de la crisis del COVID-19 se agudizarán generando una crisis silenciosa.
“Urge promover el regreso gradual y seguro a las escuelas con una amplia coordinación entre los sectores educativo y sanitario”, detalló.
Bárcena sostuvo que el regreso a las escuelas es muy importante, particularmente para los grupos más desfavorecidos, porque también desempeña un rol de socialización que protege a los niños y jóvenes de lacras como la violencia o la desatención de la salud, entre otras.
La regularización de las escuelas significa, además, la posibilidad de regresar al trabajo, sobre todo en el caso de las mujeres, aseguró.
Bienestar socioemocional
Subrayó, asimismo, el impacto del cierre de las escuelas en la salud mental de los estudiantes y sus familias, tanto por la mayor exposición a internet, como por el aislamiento social, al igual por la pérdida de familiares cercanos ya que el 14% de los niños de la región ha perdido a sus cuidadores.
“Es imperativo que las estrategias de continuidad y retorno educativo prioricen el bienestar socioemocional de toda la comunidad escolar, no sólo de los estudiantes, sino de los docentes y de las familias que han estado sobrecargados con la pandemia”, dijo.
Bárcena abogó por la construcción de nuevos sistemas educativos más inclusivos y resilientes, y llamó a establecer una agenda de recuperación educativa frente a la pandemia y a articular las políticas educativas con otras políticas sociales.
Enfatizó que las estrategias digitales, un área que debe ser prioritaria en la región, precisan ser elaboradas e implementadas desde una perspectiva de derechos y de igualdad de género para beneficiar a todos los estudiantes y a la sociedad en su conjunto.
Aumentar la inversión
En este sentido, urgió a aumentar las inversiones en el sector educativo para desarrollar las capacidades de los estudiantes, desde las operativas hasta las intelectuales, pasando por las de comportamiento ético.
La jefa de la CEPAL consideró que otorgar recursos a la educación redundará en un fortalecimiento de los mercados de trabajo y, consecuentemente, en la construcción de economías más igualitarias y resilientes, y de sociedades del cuidado.
“La pandemia es un punto de partida hacia esos objetivos, pero se requiere del compromiso de muchos actores, porque tiene que ser un proyecto integral”, apuntó.
Bárcena terminó su exposición conminando a “evitar que la pandemia del COVID-19 se convierta en pandemia silenciosa que afecte a muchos niños, adolescentes y jóvenes que no tienen voz”, e instó a incluirlos para que sean los motores de la transformación.
Fuente de la Información: https://news.un.org/es/story/2021/10/1498332
Este Concurso que cuenta con el apoyo del Instituto Nacional de Rehabilitación, Instituto Nacional de Inclusión Social Adolescentey de la Universidad Católica del Uruguay, invita a presentar experiencias educativas solidarias protagonizadas por los estudiantes, desarrolladas en instituciones educativas, que produzcan aprendizajes significativos y que brinden un servicio a la comunidad atendiendo sus necesidades reales.
Podrán participar todas las instituciones educativas del país de Primaria, Secundaria, Educación Técnico Profesional, Formación en Educación, Ministerio de Educación y Cultura, Universidades, Instituto Nacional de Rehabilitación, Instituto Nacional de Inclusión Social Adolescente, y todas aquellas Instituciones que realicen proyectos o programas de educación no formal, que desarrollen experiencias educativas solidarias en la actualidad o durante el 2020.
Esta iniciativa tiene como objetivo apoyar a las instituciones educativas que integren de un modo completo el aprendizaje curricular de los estudiantes, con acciones solidarias que estén destinadas a mejorar la calidad de vida de su comunidad.
Asimismo, reconoce las experiencias educativas solidarias que permiten a los estudiantes ampliar su horizonte de aprendizaje y comprometerse en la transformación de su comunidad junto con otros actores sociales. También fortalece una cultura participativa, solidaria y de compromiso ciudadano; al tiempo que difunde las experiencias que generan un efecto multiplicador en otros centros educativos.
Los resultados se publicarán durante el mes de diciembre de 2021 y se informará a cada uno de los postulantes. El anuncio de las experiencias reconocidas se realizará en un Acto de premiación durante el mes de diciembre.
La Cátedra ECM de educación superior de la Universidad de Boloña consolida el vínculo vital entre la investigación y la acción
La pandemia de COVID-19 y los conflictos recientes que incitan a los refugiados y solicitantes de asilo a partir han demostrado una vez más lo necesario que resulta la dimensión mundial de la educación y los límites de las respuestas nacionalistas a los desafíos mundiales. La ECM ha ganado en importancia en la agenda política, las prácticas escolares y los debates universitarios en todo el mundo, y numerosos gobiernos nacionales introducen políticas educativas que integran la ECM en los planes de estudio.
La Educación para la Ciudadanía Mundial (ECM) aborda fundamentalmente la interdependencia y la interconexión entre los ámbitos local, nacional e internacional. En esta intersección, la red de Cátedras UNESCO sobre la ECM realiza justamente esfuerzos con miras a vincular la investigación y la acción centrándose en los educandos y mediante una acción tangible sobre la vida de las personas y las comunidades.
En agosto de 2021, la UNESCO tuvo el placer de anunciar la creación de la nueva Cátedra sobre Educación para la Ciudadanía Mundial en la educación superior, bajo la dirección del profesor Massimiliano Tarozzi, del Departamento de Estudios sobre la Calidad de la Vida de la Universidad de Boloña (Italia). Gracias a su programa de investigación riguroso y a sus relaciones en Europa y América del Norte, el Dr. Tarozzi aporta su contribución a la ECM en los centros de educación superior, un tema que se aborda relativamente poco en la investigación y las políticas de la ECM.
“La creación de esta Cátedra en la educación superior subraya la importancia de la investigación y del compromiso de las universidades hacia las comunidades, como palancas esenciales de transformación social y promoción de la ciudadanía mundial”, declaró Stefania Giannini, Subdirectora General de Educación de la UNESCO. “La UNESCO apoya el papel desempeñado por las universidades e instituciones de investigación en los esfuerzos realizados a escala mundial dirigidos a encontrar soluciones viables a nuestros desafíos más urgentes, tendiendo puentes entre la investigación, la política y la sociedad”.
La Universidad de Boloña constituye un ejemplo de la aplicación de los principios de la ECM al facilitar, por ejemplo, el acceso y la integración de los refugiados y solicitantes de asilo en la educación superior, así como el reconocimiento de los títulos universitarios existentes. Su iniciativa “Unibo para los refugiados” permite a los solicitantes de asilo convertirse en estudiantes y seguir una trayectoria académica al acceder gratuitamente a los cursos.
Otra función similar, el proyecto UNI-CO-RE (Corredores Universitarios para Refugiados) se ha asociado a la Universidad Mekele de Etiopía para proporcionar a los estudiantes eritreos una trayectoria académica y un apoyo local. Asimismo, la universidad prevé proponer una formación en materia de ECM a los investigadores al principio de su carrera, a los docentes y profesores que siguen una formación inicial para integrar el desarrollo en todo el sistema educativo.
Como paradigma, la ECM “es un ejemplo de cómo la educación es capaz de desarrollar los conocimientos, las competencias, los valores y las aptitudes que los educandos requieren para lograr un mundo más justo, pacífico, tolerante, inclusivo, seguro y sostenible” (UNESCO, 2014). Al vincular las dimensiones cognitivas, socioemocionales y comportamentales del aprendizaje, la ECM aplica un enfoque holístico que se adapta a los diferentes contextos.
A la vez que incita a que las redes sociales apoyen a los estudiantes recién llegados, el Dr. Tarozzi trabaja en favor de la creación de redes internacionales que promuevan la ECM en los países del Norte. En colaboración con un equipo de investigadores y en asociación con el Centre for Global Citizenship Education and Research de la Universidad de Alberta (Canadá), el Dr. Tarozzi examinó recientemente las redes de agentes del sector de la ECM en Europa y América del Norte. También es el coordinador de las actividades de la Red Académica de la Educación y el Aprendizaje Mundial (ANGEL): una red que se convertirá en socio privilegiado de la Cámara y proporcionará otras oportunidades de establecimiento de redes y difusión de actividades.
“Me complace comenzar esta colaboración formal con la UNESCO que es el defensor clave de la Educación a la Ciudadanía Mundial a través del mundo. Una perspectiva de ECM en la educación superior es esencial para avanzar unidos en la consecución de la Agenda 2030”, afirmó el Dr. Tarozzi.
El Dr. Tarozzi se une a las Cátedras UNESCO existentes que apoyan las contribuciones en curso a la ECM, fundamentalmente:
Profesor Paul Carr, Universidad de Quebec en Outaouais, Canadá, Cátedra de la UNESCO de democracia, ciudadanía mundial y educación trasformadora
Profesor Carlos Alberto Torres, director del Instituto Paulo Freire y decano asociado de programas mundiales, Universidad de California, Los Ángeles, Estados Unidos, Cátedra UNESCO de aprendizaje mundial y educación a la ciudadanía mundial
Profesor James Williams de la Escuela de Educación y Desarrollo Humano de la Universidad George Washington, director del programa de educación internacional y titular de la Cátedra UNESCO de educación internacional para el desarrollo.
La introducción de la ECM y de la Educación para el Desarrollo Sostenible (EDS) en la agenda de desarrollo sostenible de aquí a 2030, específicamente en la meta 4.7 del ODS 4, permitió influir en la agenda política de los gobiernos de todo el mundo con miras a integrar estos dos programas en la política y la práctica de la educación. Los objetivos y las actividades propuestas en materia de ECM se ajustan a los objetivos estratégicos de la UNESCO, así como a la agenda de desarrollo sostenible de aquí a 2030, permitiendo fundamentalmente que los educandos se conviertan en ciudadanos creativos y responsables del mundo.
Fuente de la Información: https://es.unesco.org/news/catedra-ecm-educacion-superior-universidad-bolona-consolida-vinculo-vital-investigacion-y
África muestra 50 prometedores innovaciones en educación
La Comisión de la Unión Africana, junto con sus socios, organizó la «Exposición virtual innovadora de la educación en África 2021». Desarrollada en Addis Abeba, se trata de mostrar las innovaciones técnicas en la educación. La exposición comenzó mostrando 50 innovaciones con el objetivo de establecer una plataforma para compartir experiencias sobre innovaciones relevantes que aborden los desafíos educativos en África y fomentar asociaciones para la sostenibilidad y la resiliencia de sus innovaciones.
Innovating Education in Africa (IEA) es un programa insignia de la Comisión de la Unión Africana y sus socios, destinado a identificar y promover innovaciones sociales y tecnológicas prácticas dirigido a mejorar el acceso, la calidad, la pertinencia y la inclusión en la educación, con el fin de liberar el potencial de empoderamiento, empleabilidad e inventiva, mejorando así los resultados y el impacto de la educación en África.
El programa está respaldado por socios clave como la Unión Europea, GIZ y socios técnicos ADEA, Mastercard Foundation, Ashoka, AfDB, GPE, GeSCI, HP, UNESCO, UNICEF, Plan International, Asociación de Universidades Africanas, Education International, FAWE, Education Alliance, CAFOR, ANCEFA y AUDA NEPAD.
Estas innovaciones prometen seguir desarrollándose, replicando y mejorando para aumentar su impacto y también representar la inventiva que está demostrando la mayoría de los jóvenes creadores de cambios de África, que están encontrando soluciones a desafíos críticos y cuellos de botella en el sistema educativo.
Con más de 400.000 beneficiarios de los sistemas educativos de África, el programa ha demostrado la importancia de invertir en innovaciones educativas a través del compromiso con los Estados miembros, innovadores y socios para el desarrollo, y proporcionando reconocimiento a todos los niveles, nacional, regional y continental.
Texto: Anatalón Okue
Oficina de Información y Prensa de Guinea Ecuatorial
Fuente de la Información: https://guineaecuatorialpress.com/noticias/%C3%81frica%20muestra%2050%20prometedores%20innovaciones%20en%20educaci%C3%B3n
La Declaración Universal de los Derechos Humanos, uno de los grandes hitos de la historia, fue resultado del espanto de la Segunda Guerra Mundial y se concibió como el compromiso de no permitir que las atrocidades cometidas durante esa conflagración volvieran a ocurrir nunca.
Todos los seres humanos nacen libres e iguales en dignidad y derechos; sin embargo, tuvieron que suceder horrores masivos e indiscriminados para que el mundo se diera cuenta de la necesidad de proteger de alguna manera esos derechos. En su acepción más simple, los derechos humanos reconocen la dignidad inalienable de todas las personas, al igual que sus derechos inherentes y libertades fundamentales.
Sin ningún voto en contra aunque con ocho abstenciones, la considerada por muchos Carta Magna de la Humanidad fue adoptada por la Asamblea General de la ONU el 10 de diciembre de 1948. Pero sus antecedentes se remontan a la Antigüedad, con su primer antecedente registrado en el año 539 a.C., cuando el emperador de Persia Ciro el Grande conquistó Babilonia y liberó a todos los esclavos, declarando además la libertad de religión.
Estos principios fueron grabados en escritura cuneiforme en un cilindro de barro descubierto en la última parte del siglo XIX. El llamado “Cilindro de Ciro” se considera el primer documento de derechos humanos de la historia. Actualmente se encuentra en el Museo Británico, en Londres.
Dieciocho siglos después vino la Carta Magna de las Libertades en 1215 durante el reinado de John de Inglaterra, que estipulaba por primera vez que el rey también estaba sujeto a la ley. Posteriormente llegó la Declaración de los Derechos del Hombre y del Ciudadano, proclamada en 1789 y convertida en un documento fundamental de la Revolución Francesa, que establecía la igualdad ante la ley de todos los ciudadanos franceses.
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La redacción
Una vez fundada la ONU en 1945, los Estados miembros decidieron complementar la Carta de las Naciones Unidas con una hoja de ruta que garantizara los derechos de todas las personas en todo lugar y en todo momento.
La Asamblea General encomendó la redacción de ese documento a un comité compuesto por representantes de 18 países y presidido por Eleanor Roosevelt, defensora activa de los derechos de las mujeres, los niños y las minorías raciales, activista humanitaria y esposa del para entonces fenecido presidente de Estados Unidos Franklin D. Roosevelt.
Eleanor Roosevelt fue nombrada delegada de su país ante la ONU por el mandatario Harry S. Truman, sucesor de Franklin D. Roosevelt. El equipo que lideraba comenzó a trabajar en 1945 y presentó un primer borrador a la Asamblea General en 1946, que lo examinó en su primer periodo de sesiones.
La Asamblea lo remitió al Consejo de Económico y Social, que se ocuparía del tema de los derechos humanos, para que lo analizara y, a su vez, lo sometiera a la flamante Comisión de Derechos Humanos -el grupo originalmente encargado de la redacción del documento-, para que ésta afinara el primer proyecto.
La Comisión, cuyos 18 integrantes provenían de diversas formaciones políticas, culturales y religiosas, celebró su primer periodo formal de sesiones a principios de 1947. En esas reuniones nombró a ocho de sus miembros para redactar el documento, quienes presentaron su propuesta de borrador a los miembros de la ONU en septiembre de 1948. Más de 50 Estados participaron entonces en la redacción final y el 10 de diciembre de ese año, la Asamblea General aprobó la Declaración Universal de los Derechos Humanos cuando sesionaba en París.
El magistrado y diplomático chileno Hernán Santa Cruz, quien formó parte del grupo de redactores, dijo alguna vez que ese día “en el salón había una atmósfera de solidaridad y hermandad genuinas entre hombres y mujeres de todas las latitudes, la cual no he vuelto a ver en ningún escenario internacional”.
Para marcar la importancia de la fecha, por decisión de la Asamblea General, a partir de 1950 se conmemora el Día de los Derechos Humanos el 10 de diciembre de cada año.
Proceso colosal
La elaboración de la Declaración resultó una tarea titánica para los redactores en el contexto de un mundo dividido en un bloque oriental y otro occidental. Escribir el borrador implicó una serie de debates como el concepto de dignidad humana, los factores culturales en la gama de derechos a incluirse, la relación del individuo y el Estado y la sociedad, la relación entre derechos y responsabilidades de la persona y el papel de los valores morales en individuo y el bienestar social, entre otros.
Sin embargo, los redactores fueron capaces de encontrar un terreno común y su voluntad de proteger los derechos de todas las personas les permitió completar el trabajo en menos de dos años.
La Declaración se ha traducido a más de 500 idiomas y es, de acuerdo con la Asamblea General, “el estándar común a ser alcanzado por todos los pueblos y naciones». Consta de 30 artículos que contienen una amplia lista de los derechos civiles, políticos, económicos, sociales y culturales.
La Declaración incluye, por ejemplo, el derecho a no sufrir tortura, y el derecho a remediar las violaciones de las garantías fundamentales que emanan de la propia Declaración. Además, garantiza el derecho a la participación política y en el gobierno, del derecho al trabajo y a sindicalizarse, así como a participar libremente en la vida cultural de la comunidad. Muy importante también es el derecho a la educación.
Instrumentos derivados
Pese a no ser vinculante debido a que las diferencias ideológicas de la Guerra Fría impidieron elaborar un instrumento que obligara legalmente a sus firmantes a respetarlo, la Declaración Universal de los Derechos Humanos ha sido el fundamento de numerosas normas internacionales y leyes nacionales sobre la materia.
A lo largo de los años transcurridos desde su proclamación, el compromiso con sus principios ha sido básico en la esfera del derecho en forma de tratados, principios generales, acuerdo regionales e internacionales, legislaciones nacionales y demás. Se estima que ha inspirado más de 80 declaraciones y tratados internacionales, un gran número de convenciones regionales y un cúmulo de leyes y disposiciones constitucionales que enmarcan un amplio sistema jurídicamente vinculante para proteger los derechos humanos.
Poco a poco, los tratados internacionales de derechos humanos se fueron especializando en los temas que abordan y en los grupos sociales a los que buscan proteger. Así, en noviembre de 1959, los 78 Estados que entonces conformaban la ONU aprobaron por unanimidad la Declaración de los Derechos del Niño. De ella surgió en 1966 el Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos, que cobró vigencia en 1976 y, más tarde, en noviembre de 1989 la Convención sobre los Derechos del Niño, que fue entró en vigor menos de un año después, en septiembre de 1990 y que es hasta hoy el instrumento internacional vinculantes más ratificado de la historia. Estados Unidos es el único país que no ha sumado su firma a las ratificaciones.
Destaca también la Declaración sobre los Derechos de los Pueblos Indígenas, adoptada en septiembre de 2007 por la Asamblea General después de más de años de debate y negociaciones debido a que aborda cuestiones como los derechos de los grupos, las tierras y los recursos que fueron objetados durante mucho tiempo por los Estados. El texto está avocado a proteger las culturas indígenas y a garantizar su participación en la toma de decisiones y su acceso a una educación en sus lenguas originarias. Asimismo, confirma su derecho a la libre determinación y reconoce sus derechos relacionados con los medios de subsistencia, las tierras y recursos.
Producción: Carla García
Fuente de la Información: https://news.un.org/es/story/2020/06/1475502
El primer día de clase “se pospone indefinidamente” para 140 millones de niños de todo el mundo que comienzan la escuela por primera vez
Casi ocho millones de jóvenes estudiantes llevan esperando más de un año
Para unos 140 millones de niños y niñas, el primer día de escuela –un momento histórico en la vida de los estudiantes más jóvenes del mundo y sus familias– se ha aplazado debido a la COVID-19, según informó ayer UNICEF en un nuevo análisis publicado con motivo del final de las vacaciones de verano en muchas partes del mundo.
Se calcula que, hasta la fecha, casi ocho millones de estudiantes llevan esperando más de un año para poder participar en el primer día de escuela presencial, debido a que viven en lugares donde las escuelas han permanecido cerradas durante la pandemia.
“El primer día de escuela es un momento histórico para un niño, ya que es el comienzo de una trayectoria de aprendizaje y crecimiento personal que les cambia la vida. La mayoría de nosotros recordamos una infinidad de detalles irrelevantes sobre ese día, como la ropa que llevábamos, el nombre de nuestro maestro o la persona con la que nos sentamos. Sin embargo, para millones de niños y niñas, ese día tan importante se ha pospuesto indefinidamente”, afirmó Henrietta Fore, Directora Ejecutiva de UNICEF. “A medida que se reanudan las clases en muchas partes del mundo, millones de niños del primer curso llevan más de un año esperando para conocer el interior de una clase. Es posible que varios millones más no alcancen a verlo en todo el primer trimestre. En el caso de los más vulnerables, las probabilidades de que no lleguen a poner un pie en una clase en toda su vida son muy elevadas”.
Durante el primer curso se asientan las bases del aprendizaje futuro a través de la introducción a la lectura, la escritura y las matemáticas. Asimismo, en este periodo la educación presencial facilita que los niños se vuelvan más independientes, se adapten a nuevas rutinas y establezcan relaciones significativas con los maestros y los estudiantes. La educación presencial también permite a los maestros detectar y abordar retrasos en el aprendizaje, problemas de salud mental y casos de abusos que podrían tener efectos negativos sobre el bienestar de los niños.
En el año 2020, las escuelas de todo el mundo estuvieron completamente cerradas durante un promedio de 79 días lectivos. Sin embargo, después de que comenzara la pandemia, las escuelas de 168 millones de estudiantes siguieron cerradas durante prácticamente todo el año. Incluso ahora, muchos niños se enfrentan a una situación sin precedentes en la que su educación quedará interrumpida por segundo año consecutivo. Las consecuencias asociadas al cierre de las escuelas (falta de aprendizaje, ansiedad, dificultades para recibir las vacunas y un mayor riesgo de caer en el abandono escolar, el trabajo infantil y el matrimonio infantil) afectarán a muchos niños, sobre todo a los estudiantes más jóvenes, que se encuentran en las etapas más decisivas del desarrollo.
Si bien en los países de todo el mundo se están tomando medidas para ofrecer educación a distancia, un 29% de los estudiantes de la escuela primaria no están recibiendo ayuda. Además de la falta de recursos que se precisan en esta modalidad de educación, es posible que muchos niños no puedan participar debido a que no cuentan con ayuda para utilizar la tecnología, viven en un entorno de aprendizaje inadecuado, tienen que ocuparse de las tareas del hogar o se ven en la obligación de trabajar.
Numerosos estudios han demostrado que las experiencias escolares positivas durante este periodo de transición son un factor que permite predecir los resultados sociales, emocionales y educativos de los niños en el futuro. Del mismo modo, los niños que se quedan atrás durante los primeros años de su educación suelen seguir rezagados el resto del tiempo que permanecen en la escuela, una brecha que se acentúa a medida que pasan los años. Además, los ingresos del niño en el futuro dependen proporcionalmente del tiempo que recibe una educación.
Si no se emprenden medidas de mitigación, el Banco Mundial estima que esta generación de estudiantes sufrirá una pérdida de 10 billones de dólares en ingresos cuando sean adultos. Además, existen pruebas que demuestran que el coste de abordar las brechas en el aprendizaje es menor y más efectivo cuando se actúa con tiempo, y que las inversiones en la educación favorecen la recuperación, el crecimiento y la prosperidad económica.
UNICEF pide a los gobiernos que vuelvan a abrir las escuelas para reanudar la educación presencial y que proporcionen a los estudiantes una respuesta integral de recuperación. Junto con el Banco Mundial y la UNESCO, UNICEF insta a los gobiernos a centrarse en tres prioridades esenciales con el propósito de favorecer la recuperación en las escuelas:
Programas específicos que faciliten el regreso de todos los niños y los jóvenes a la escuela y les proporcionen acceso a servicios adaptados que les permitan abordar sus necesidades en materia de educación, salud y bienestar psicosocial, entre otras.
Clases de recuperación efectivas que ayuden a los estudiantes a ponerse al día con el aprendizaje perdido.
Ayuda para los maestros, de manera que puedan subsanar las pérdidas de aprendizaje e incorporar la tecnología digital a sus clases.
“El primer día de escuela es un día de esperanza y posibilidades; un día para comenzar por el buen camino. Sin embargo, no todos los niños comienzan por el buen camino. Algunos ni siquiera comienzan”, aseguró Fore. “Debemos volver a abrir las escuelas cuanto antes y reanudar la educación presencial, y debemos abordar de inmediato las brechas que se han producido en la enseñanza debido a la pandemia. Si no lo hacemos, es posible que algunos niños nunca se pongan al día”.
En las próximas semanas, UNICEF seguirá movilizando a sus aliados y a la población general con el fin de impedir que esta crisis de la educación se convierta en una catástrofe. Las campañas online y offline reunirán a dirigentes mundiales, maestros, y madres y padres en torno a una causa común: volver a abrir las escuelas cuanto antes y reanudar la educación presencial. El futuro de los niños más vulnerables del mundo está en juego.
Fuente de la Información: https://www.unicef.org/es/comunicados-prensa/primer-dia-clase-pospone-indefinidamente-140-millones-ninos-que-comienzan-escuela-primera-vez
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