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“La escuela es un engranaje del capitalismo: educa para que cada uno busque el éxito a costa del otro”: Christian Felber

Austria / 18 de enero de 2019 / Autor: Eduardo Azumendi / Fuente: Kaos en la Red

El profesor universitario y activista Christian Felber defiende la democracia soberana para luchar contra la obsesión por el crecimiento de la actividad económica.

Christian Felber (Salzburgo, Austria, 1972) tiene claro que el sistema educativo actual se ha convertido en un engranaje más de la máquina capitalista porque “educa para que cauno busque el éxito por encima del otro”. Felber, profesor universitario, activista y cofundador del movimiento ATTAC en Austria, desarma en su último libro ‘Por un comercio mundial ético’ el paradigma del libre comercio y propone otro: el del comercio ético. Ferviente defensor de la democracia soberana directa, el profesor reflexiona sobre los valores que deberíamos anteponer a la “obsesión por el crecimiento de la actividad económica”. Felber defiende un cambio radical en el modelo económico y en lo que se conoce como  la economía del bien común aboga por sustituir el Producto Interior Bruto (PIB) como unidad de medida de la riqueza por otro indicador, el Balance del Bien Común, que prima valores como la justicia social, la dignidad humana o la sostenibilidad medioambiental.

La ciencia económica se ha deslizado hacia el capitalismo. ¿Está equivocada?

Está equivocada de contenido y de nombre. El enfoque predominante actual es el de los objetivos financieros, el beneficio…De hecho, no es ciencia económica, sino ciencia crematística. La economía debe tratar, en primer lugar, de la felicidad y el bienestar de las personas, del bien común. Y el dinero solo debe ser un medio para ello. Pero si el medio se convierte en el fin, por definición ya no es economía, sino capitalismo. La economía de verdad pondría todos sus activos en el bien común.

En la actualidad, se mide el éxito de la sociedad se mide de acuerdo al éxito de la empresa, pero teniendo en cuenta valores como la competitividad y no la ética.

Es el dominio del capitalismo. Es algo anticonstitucional. Repasando las constituciones de los países democráticos hay unanimidad en que lo importante es el bien común, el bien general y explican que el capitalismo es un medio para conseguir ese fin. Y yo me pregunto entonces: ¿Dónde está el balance del bien común que es obligatorio para las empresas?

Lleva predicando por el bien común desde hace años. Cuando echa la vista atrás. ¿qué sensación le queda?

Es una cuestión de tiempo regular el capitalimo y encaminarlo hacia el bien común. Pero es algo que no sé si lo podremos conseguir en los próximos tres o 30 años. Hago lo que hago porque me parece justo, correcto y me da libertad para comprometerme por los valores que considero apropiados. No es el éxito a corto plazo lo que me guía ni me motiva.

¿Se trata de ganar menos dinero?

Los ricos son los que tienen que ganar menos, pero los pobres sí deben consumir más. Hay que repartir los recursos de la tierra de una forma equilibrada entre todos sus habitantes. Es un derecho humano ecológico. Cada vez que realizamos una compra habría que abonar un precio ecológico al igual que un precio financiero. Al igual que nos damos cuenta cuando la cuenta financiera está vacía, si también hay una cuenta ecológica vacía nos preocuparíamos. La idea es que aquellos que hoy se están pasando ya no tendrían capacidad de compra ecológica. Pero los que consumen menos de lo que es posible pueden consumir más.

¿Qué lecciones se han extraído de la crisis?

Desde China a Estados Unidos, la desigualdad es excesiva, pero no veo ningún parlamento del mundo que la limite. En cambio, sí que hay parlamentos regionales que caminan en esa dirección. Por eso hemos propuesto que sean los ciudadanos soberanos los que tomen la decisión de terminar con la desigualdad. Su deseo es que como mucho haya una diferencia de 10 a 1 entre el que más cobra y el que menos. En las cuestiones de limitación de poder, la democracia indirecta fracasa. Para eso hace falta la democracia directa.

Los políticos tienen miedo a esa fórmula.

No todos. Es una cuestión de tiempo. La democracia directa no reemplaza a la indirecta. Solo añade un elemento más, dando a los ciudadanos el derecho de cambiar o, incluso, vigilar la Constitución.

Parece que la educación también se ha contagiado de los valores del sistema capitalista, promocionando solo a los mejores.

El problema empieza con la ciencia económica, que no enseña las alternativas. Hay un pensamiento único, por eso es una ideología. El problema es que en la escuela primaria y secundaria en lugar de educar a seres humanos autónomos, con voz propia, con competencias democráticas, emocionales y de comunicación la tendencia es producir engranajes para la máquina capitalista.

¿Cómo se puede cambiar?

Los afectados son los que tienen que intervenir directamente en el sistema educativo. El único que no está afectado es el Ministerio de Educación y es el que precisamente se encarga de diseñarlo todo. En la democracia soberana serían los padres, los estudiantes, los profesores y algunos agentes más los que diseñarían las pautas del sistema educativo. Seguro que no se planteaban producir engranajes para el sistema educativo, sin empoderar seres humanos autónomos.

La escuela fomenta la competitividad en la peor acepción del término.

En latín la palabra competencia significa buscar juntos, pero la escuela está educando para que cada uno busque el éxito a costa del otro. Justo al contario de los valores constitucionales, que son la solidaridad y la cooperación.

En su último libro ‘Por un comercio mundial ético’, se pregunta cómo ha podido el libre comercio convertirse en la religión de nuestra era.

Trato de demostrar que el libre comercio extremo está destrozando todos nuestros valores. Lo podríamos llamar comercio neurótico, pero no libre. El comercio ético es una alternativa porque considera al comercio como un medio para servir al bien común. Las empresas cuando quieren acceder al mercado mundial ético tienen que presentar un balance del bien común, en qué medida sirven a los derechos humanos, al distribución justa, al medio ambiente….Cuanto peor son estos parámetros menos libre resulta el comercio. Los productos tendrían que mostrar toda su trayectoria, desde dónde se fabrican hasta los impuestos que la empresa paga. Todo eso se evalúa y la puntuación que se obtiene del bien común lleva a aranceles e impuestos diferenciados a las empresas o la prioridad en la contratación pública.

Algunos países propugnan el libre comercio, pero defienden con firmeza el proteccionismo.

Proteccionismo es un término equivocado. Podría significar protección de industrias jóvenes, tecnologías delicadas encaminadas al bien común, pero no es así. Pero el proteccionismo se ha convertido en un fin en sí mismo. Es un extremo que no tiene sentido. Tanto el libre comercio como el proteccionismo adolecen de los mismos excesos. El comercio puede ser beneficioso y la protección también, pero el comercio en sí mismo no es una finalidad, como tampoco lo es el cierre de las fronteras.

Nadie parece dispuesto a regular el poder de las empresas transnacionales.

La fuerza de esas empresas radica en que ni los gobiernos ni los parlamentos están dispuestos a limitar su poder. Seguro que los ciudadanos soberanos lo harían sin vacilar, pero no tienen esa capacidad porque carecen de derechos. Y eso de la democracia representativa a menudo no funciona.

¿La globalización es buena o mala?

Es un medio. A veces, mercados globalizados pueden aportar ventajas, pero lo más importante es tener una economía local o regional estable, resistente y democráticamente controlable. Después podremos ampliar relaciones internacionales. Abrir las fronteras al máximo puede tener efectos nefastos, que pueden ir desde la erradicación de industrias regionales hasta la corrupción total y el acaparamiento regulador de los parlamentos.

¿La figura del arancel es mala por sí misma?

Puede ser neutral, lo mismo que el interés o el impuesto. Ningún economista dirá que el impuesto es malo de por sí. Son herramientas de la política económica. El arancel es un instrumento para encauzar y dosificar las relaciones comerciales. A veces queremos más comercio porque ayuda al bienestar de las personas, pero en otras ocasiones un exceso de comercio puede perjudicar. Para que un país no se cierre a las importaciones y promueva sus exportaciones obteniendo un superávit, un comercio ético se obligaría a balances equilibrados y no se aumentarían los aranceles. El límite es no obtener un superávit comercial a costa del otro.

Fuente de la Entrevista:

“La escuela es un engranaje del capitalismo: educa para que cada uno busque el éxito a costa del otro”

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¿Por qué ir a la escuela no garantiza ahora conseguir en el futuro un buen salario?

Nicaragua / 18 de febrero de 2019 / Autor: Wendy Alvarez / Fuente: La Prensa

La educación en el mundo está en crisis. En las aulas los niños y jóvenes, principalmente de países como Nicaragua, no están aprendiendo las habilidades cognitivas básicas que garantizan en el futuro conquistar mejores oportunidades laborales y por ende salarios altos.

Es por esa razón que Rafael de Hoyos, el economista principal del Banco Mundial y coautor del Informe sobre el Desarrollo Mundial 2018 “Aprender para hacer realidad la promesa de la educación”, urge a Nicaragua medir el impacto que tiene cada córdoba que se asigna en educación en el aprendizaje de los estudiantes, para corregir los defectos en el sistema educativo nicaragüense.

El problema es que, según la investigación del Banco Mundial, después de asistir a la escuela durante varios años, millones de niños en el mundo no saben leer, escribir ni hacer operaciones matemáticas básicas, habilidades que son claves para asegurar la prosperidad de su futuro. La crisis se agudiza en países de ingreso medio y bajo, rango en el que se encuentra Nicaragua.

¿Por qué han pasado varios años para darnos cuenta de que la educación está en crisis?

Porque nos hemos tardado en poner en marcha sistemas de evaluación de aprendizajes. Si tú piensas cuándo fue la primera prueba estandarizada internacional, fue en el 2000. Si haces algún recuento histórico aquí en Nicaragua cuándo se aplicó la primera prueba, pues no creo que vayás más atrás de 1995. En México la prueba estandarizada con representatividad nacional, una prueba censal fue en 2006, entonces como que todos estábamos en un equilibrio donde habían más gastos en Educación, eso en sí mismo es loable, eso le daba al menos en el caso de México cierta capacidad política al partido de turno a través del sindicato de docentes. Los padres también estaban contentos porque la cobertura estaba aumentando muchísimo, lo que sucedió entre 1970 y 2010 en términos de acceso a la educación fue casi un milagro, aumentó muchísimo en América Latina y en otras regiones del mundo, pero nadie medía el aprendizaje, porque no teníamos pruebas estandarizadas. Por eso el primer mensaje es que tenemos que tener pruebas estandarizadas porque si no los que sufren son los niños.

Fue por eso o porque los gobiernos  se dieron cuenta que ya no pueden hacer crecer más sus economías. ¿Qué relación tiene esta crisis con la baja productividad en nuestros países?

Están fuertemente asociadas. Piensa en lo siguiente, la prueba PISA (Programme for International Student Assessment) de la OCDE le saca una fotografía a nuestros chavos de 15 años, qué nos dice esa fotografía: de cada cien chavos, 15 no están en la escuela. Esos 15 seguramente salieron sin las habilidades mínimas necesarias para ser productivos el día de mañana. Y estoy hablando de lo más básico, estoy hablando de que salieron sin comprender textos, salieron sin poder hacer operaciones matemáticas básicas para resolver problemas cotidianos. De los 85 que todavía están en el sistema educativo, cincuenta no tienen esas habilidades, están dentro del sistema pero no podemos darles las habilidades que requieren para ser productivos. ¿Con qué me quedo? Con 35 de cada cien chavos que sí tienen habilidades y claramente no son nuestros chavos más pobres, son los que eventualmente van a entrar a la universidad y eventualmente van a contribuir de forma productiva a la economía. Entonces imagínate, con 35 por ciento de nuestras generaciones de jóvenes, imagínate la productividad que vamos a tener el día de mañana, imagínate cuánto vamos a perder en términos de innovación, porque nuestros 65 chavos se fueron o no cuentan con habilidades básicas. Estamos dejando ir la posibilidad de obtener en esos chavos empresarios exitosos, tomadores de decisiones, innovadores.

Entonces el crecimiento económico futuro está en riesgo…

El motor del crecimiento económico es la productividad, es decir qué tan buenos somos para tomar insumos y transformarlos en productos, es decir la médula, el tuétano de la productividad es nuestra capacidad para copiarnos y utilizar de manera eficiente las nuevas tecnologías y nuestra capacidad para innovar. Esas dos cosas necesariamente pasan por tener las habilidades básicas que acabo de mencionar. Si uno no comprende textos cuando lee, no tiene la capacidad para apropiarse y hacer una buen uso de las nuevas tecnologías, ni hablar de las innovaciones, entonces lo que vemos hoy en términos de fracaso educativo es una buena bola de cristal que nos puede indicar cómo nos va a ir mañana en términos de productividad, crecimiento económico, reducción de la desigualdad, reducción de la pobreza.

En los últimos años la región ha crecido, ¿cómo se explica ese crecimiento con una educación en crisis?

La región está creciendo, pero no lo suficiente. Este año la región va a crecer al 2.5 por ciento, pero la región debe crecer a una tasa más elevada para poder absorber a todos los jóvenes que van a ingresar al mercado laboral el día de mañana. De hecho nuestra estructura demográfica que está y que vamos a seguir aprovechando y que comenzó en términos regionales desde el 2015 y hasta el 2030 uno puede ver la tasa de dependencia bajando y seguirá hasta así en los próximos años. Es decir vamos a ver más personas en edad productiva, el problema es que el mercado no los puede absorber a todos porque deberíamos estar creciendo a tasa más elevada y todavía más importante para que nosotros saquemos provecho de esa ventana de oportunidades que tiene que ver con nuestra estructura demográfica, sobre todo en Centroamérica, tenemos que darle a nuestros jóvenes las habilidades para que mañana cuando entren al mercado laboral sean productivos.

¿Qué incidencia tiene esta crisis educativa y productividad con los bajos salarios ?

Está clarísima la relación de la competencia, habilidades, aprendizajes y los salarios. De hecho, en el estudio encontramos que los chavos que terminan la educación media superior (la secundaria), pero que tienen diferentes habilidades cognitivas básicas como matemáticas y comprensión lectora, cuando salen al mercado laboral, los que deciden no ir a la universidad, aquellos que tienen más habilidades cognitivas básicas ganan más, tienen más grado de empleabilidad, tienen más acceso al mercado formal. Incluso, dos años después de haber salido de la educación media superior el mercado ya identifica qué chavos tienen más habilidades, entonces está estrechamente vinculado con los salarios.

¿Si existe esta crisis, entonces cuál es el futuro de la Seguridad Social?

La ventaja que tiene ahora Latinoamérica y mayormente Centroamérica por su estructura demográfica, de que van a tener una gran cantidad de mano de obra por la entrada de mano de obra joven a la economía, es también un foco amarillo, porque eventualmente este grupo demográfico va a envejecer y si no le damos a esta población las habilidades que necesita para ser productiva, para tener acceso al mercado formal, entonces el día de mañana vamos a tener a un porcentaje de la población que no accedieron a la Seguridad Social, no accedieron a la formalidad, no fueron productivos y por lo tanto tuvieron salarios relativamente bajos.

Si nuestros niños y jóvenes no están aprendiendo en las escuelas, ¿cuáles políticas públicas sugieren para revertir esa realidad?

Lo primero es que para mejorar cualquier problema hay que medirlo. Si queremos mejorar los aprendizajes tenemos que empezar por medirlos, monitorearlos, utilizar esa información para luego formular políticas públicas. Lo segundo es que tenemos que basar todo el diseño de nuestras políticas públicas en lo que sabemos que funciona, esto lo presentamos hoy (la semana pasada) como el ABC de las reformas exitosas en el mundo: A de aprendizaje; B, tenemos que basar nuestras intervenciones, nuestras políticas públicas en la evidencia, en las mejores prácticas internacionales. Y acá te diría dos cosas: muchos de los aprendizajes que no están adquiriendo nuestros niños se deben a como llegan al sistema educativo, entonces estos niños, los que provienen de hogares más pobres, van a escuelas las más pobres también y entonces no están preparados para aprender y tienen la mala fortuna de ir a las escuelas más pobres, entonces qué hay que hacer para abordar este problema, empezar desde la raíz para ayudarles lo que son los primeros mil días de estudios. Sabemos que la política de los primeros mil días de estudios es efectiva en términos de retornos sociales. Luego los niños que están escolarizados hay un factor que es importante en el proceso de enseñanza y aprendizaje, y son los docentes que deben ser leccionados y promocionados en base al mérito y tienen que tener proceso de formación inicial y continua, basado en un diagnóstico previo para determinar dónde están sus problemas.

¿Cuánto debe invertir un país en educación para lograr los mínimos estándares de calidad educativa?

La inversión media en América Latina anda en 4.5 por ciento del Producto Interno Bruto, pero lo más importante es cómo se utilizan los recursos. Y lo que decimos es que todos los insumos, por ejemplo, ahora han estado muy de moda laptops o tabletas, todos estos insumos deben tener un vínculo con los aprendizajes, si no solamente gasto en Educación y no una inversión porque no tiene réditos.

Nicaragua, educación, Unesco, primaria, preescolar, Matrícula escolar, Banco Mundial

Pero han logrado determinar a qué países les está yendo mucho mejor  en la educación y cuánto invierte en esa área

Lo que sabemos con los estudios relacionados con PISA es que países como Estados Unidos, por ejemplo, invierten muchísimo per cápita por estudiante, obtiene resultados menores o no tan satisfactorios versus un país como Corea del Sur, Finlandia, muchos países de Europa que invierten menos. Entonces no es cuánto inviertas sino cómo inviertes.

¿Qué hacemos con los Ninis? Ya es una generación perdida o aún hay tiempo para educarlos…

Nunca es demasiado tarde. Hay muchos que ya están en la condición de que no estudian ni trabajan, que son los Ninis, pues ellos requieren una intervención específica intensiva, pero eso no quiere decir que no podamos empezar hoy con una nueva política de primera infancia, una política que privilegie la profesionalización de la docencia, políticas que les dé a los directores las herramientas que necesitan para tener una gestión enfocada en los aprendizajes, pero sobre todo que todos los nicaragüenses sepan que construir un sistema educativo que le dé aprendizaje a todos no es una tarea no solo del Estado, sino de todos, incluido los medios de comunicación, el estar poniendo el tema de la educación en la agenda hace una contribución tremenda.

 

La crisis de aprendizaje está llevando a que las brechas sociales se amplíen, una preocupación central en una región como la latinoamericana donde las diferencias entre ricos y pobres son de  las más amplias del mundo”.  Rafael de Hoyos, especialista del Banco Mundial.

Fuente de la Entrevista:

¿Por qué ir a la escuela no garantiza ahora conseguir en el futuro un buen salario?

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Arno Stern: ”Hay que proteger la espontaneidad de los niños”

Alemania / 18 de enero de 2019 / Autor: Redacción / Fuente: Blog Tiching

Háblenos del Clos Lieu
Consiste en un espacio rodeado de 4 paredes y que introduce a la persona en una situación totalmente nueva, ya que está cerrado completamente al exterior para dejarla en total seguridad y evitar distracciones. En este lugar, nada acompaña a la persona, no tiene que traer nada del exterior, todo lo que necesita está disponible en este espacio. Es una manera de promover la concentración sobre uno mismo.

¿Podría ponernos un ejemplo de juego que se realice en este espacio?
El papel de cada persona está colgado en la pared y el juego consiste en ir a la mesa, mojar un pincel, y dirigirse hacia el folio y producir una “huella”. Una huella sin inquietud, sin preguntar cuál es el efecto que va a producir, sin que nadie se sienta obligado a explicar lo que hace. Esto es lo que caracteriza lo que se llama el Juego de pintar, que es totalmente diferente al arte de pintar.

¿Cuál es la diferencia?
El arte de pintar es producir una obra que va a ser observada por otros. Por lo tanto, la obra de arte sirve para comunicar, para transmitir algo: hay un remitente y unos receptores. Aquí no es así, un juego consiste en vivir una aventura y no hay nunca un producto. Es la diferencia entre el juego y el trabajo productivo.

¿Hacia qué público va dirigido esta iniciativa que propone?
En Clos Lieu cada semana vienen personas de todas las edades, desde los niños de 3 años hasta más mayores de 60. No hay ninguna diferencia, se trata de jugar juntos. Para mí, estas categorías (niños, adolescentes, adultos) no existen, de la misma manera que no hay gente considerada normal y otra considerada anormal.

Entonces hace un grupo mixto, sin importar la edad, el entorno social, o la educación, ¿no?
Para mí el origen no tiene importancia. No importa de dónde viene la persona, sino a dónde va gracias al Juego de pintar, lo que desarrolla con él. Para llevar a cabo este juego no es necesario disponer de ninguna aptitud concreta. Cada ser humano posee una necesidad de expresión y la capacidad de expresarse. Tenemos que partir de esta idea y no encasillar a la gente en categorías.

¿Se trata de dibujo libre?
Nunca hablo de “dibujo libre”, ya que supone que podría haber otro. No se trata de un dibujo, se trata de “trazar huellas” que pertenecen a un código universal que se llama la Formulación. Hay que dar un nombre específico a esta manifestación para diferenciarla justamente del dibujo que sirve para mostrar algo, para comunicar.

¿Puede explicarnos más específicamente qué es la Formulación?
La Formulación es un código universal que utilizan los niños en las representaciones de sus huellas. He constatado que son siempre los mismos elementos que aparecen en todos los niños. No son cualquier figura, no hay ninguna fantasía, ni imaginación. Pensamos que funcionan así, pero en absoluto. Fue en 1950 cuando me pregunté si todos los niños reproducían las mismas formas y figuras y si éstas podrían estar en relación con su entorno, su manera de ser o con lo que ven a su alrededor.

¿Y cuál fue su conclusión?
La primera pregunta que me hice fue que cómo podía ser que todos los niños dibujaran un techo triangular encima de una pared cuadrada para representar una casa, pero en cambio ninguno de ellos viviera en una casa así. Ninguno ha visto un hogar así y, sin embargo, todos (franceses, americanos, españoles, italianos, alemanes…) lo dibujan de la misma manera. Mi primera deducción fue que aunque vienen de diferentes países, todos tienen un modo de vivir similar, una cultura similar.

¿Resultó ser una conclusión válida también para otras culturas?
He ido por todo el mundo, buscando estilos de vida diferentes, en los desiertos, en la Pampa, en el norte de los Andes… y he encontrado poblaciones que no estaban escolarizadas, a las que no se les había facilitado imágenes. El resultado es que reprodujeron, exactamente, las mismas formas, las mismas casas que los niños que recibía en París. No reproducen algo que han visto, sino algo que tienen dentro de sí mismos. Con lo cual he llegado a la conclusión que existen un código universal al que he llamado Formulación.

Entonces, ¿pintan sin el objetivo de representar nada en concreto?
Existe una primera fase de evolución donde el niño hace figuras que no representan nada. Es decir, que no nacen de la intención de reproducir cosas, ya que esta intención llega más tarde. En esa primera fase el niño no reproduce algo que ha visto, sino que es algo que tiene en él, lo que yo he llamado la memoria orgánica. De hecho, recientemente la neurociencia han revelado la existencia de un tipo de memoria celular que coincide con esta definición, que registra lo que escapa al razonamiento y que es realmente la memorización original de cada ser humano.

¿Eso significa que no podemos interpretar las producciones de los niños, ni identificar algunos aspectos más introspectivos como indican otras teorías sobre el dibujo?
Exacto. Hay que guardarse de interpretar la huella, eso es una gran tragedia. Hay personas que pretenden saber leer en los dibujos del niño y determinar su carácter, sus problemas, etc. Pero no se trata en absoluto de eso.

¿Qué rol desarrolla entonces el docente en el Juego de pintar?
No existe la figura de profesor, sino la de “servidor” del Juego de pintar. Ser un servidor es diferente de ser un dirigente o un profesor, ya que no se trata de transmitir la sabiduría a los alumnos, sino de estimular y permitir que cada uno sea uno mismo y promover la espontaneidad.

Podríamos decir entonces que las personas que practican el Juego de pintar, descubren su espontaneidad, ¿no?
Sí, pero nunca se puede considerar esta práctica como una terapia. Hay que guardarse de comparar el Juego de pintar con una intención terapéutica porque una terapia es la solicitud de una persona que busca algo y el terapeuta propone una solución. No es en absoluto así. Aquí no hay ninguna espera, no hay propuesta, es otra cosa. Por eso el Juego de pintar es preventivo a una terapia: un niño que vive el Juego de pintar ya no necesita una terapia.

Teniendo en cuenta lo dicho hasta ahora, ¿qué piensa sobre la educación plástica?
En el aula no hay que enseñar a dibujar, hay que dejar de practicar plástica. La educación artística paraliza a los niños. Los docentes tienen que saber que cada vez que se instruye al niño, se destruye su espontaneidad y si queremos que el niño sea un ser equilibrado hay que proteger esta espontaneidad. Es absolutamente vital, es necesario.

¿Y se podría incluir esta teoría en la educación formal?
No. El Juego de pintar no se hace en cualquier lugar, no se puede practicar a la escuela en el ámbito de una clase. Hay que crear un lugar específico y hay que jugar un papel particular, no se puede improvisar. No hay que aplicarlas en la escuela, hay que tenerlas en cuenta y usarlas para transformar el comportamiento del adulto hacia el niño, ya sea en casa, en la calle, en la escuela… dondequiera que se produzca esta interacción.

¿En qué aspecto propone modificar ese comportamiento?
El adulto no es superior al niño, es sólo más experimentado que el niño. Una persona que ha vivido el Juego de pintar ya no puede instruir a los demás, no puede ser un docente como ha sido el caso hasta ahora. He encontrado mucha gente que trabaja en la escuela y a los que el descubrimiento del Juego de pintar y la Formulación ha transformado su relación con los niños.

¿Por qué es tan prioritario para usted difundir la Formulación?
La gente tiene que aprender la existencia de la Formulación para poderla reconocer y respetar, para no hacer nada en contra de esta manifestación natural. Si hemos actuado en contra de la espontaneidad es por ignorancia, no por maldad. No se han destruido las facultades de jugar del niño con el objetivo de perjudicarlo, sino por desconocimiento de la existencia del Juego de pintar, que cambia por completo la actitud hacia el niño. Mi deseo es dar a conocer la Formulación y hacer que los niños vuelvan a ser niños, que sean seres capaces de jugar sin segundas intenciones, sin producir algo, sin especular sobre el recibimiento de lo que han producido…

Fuente de la Entrevista:

Arno Stern: ”Hay que proteger la espontaneidad de los niños”

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Puiggrós | “Es el peor año de la historia de la escuela pública argentina” (Audio)

Argentina / 18 de enero de 2019 / Autor: Redacción / Fuente: Radio Gráfica

La pedagoga Adriana Puiggrós dialogó en Radio Gráfica sobre el cierre de escuelas en la Ciudad de Buenos Aires (CABA) y realizó un balance en relación a la educación pública en la Argentina. “El objetivo es tercerizar la educación”, afirmó.

“Las escuelas no se cierran en ningún lugar. Es la primera vez en la Argentina que hay un gobierno que cierra escuelas. Ni siquiera los gobiernos militares se atrevieron o pensaron en cerrar escuelas, en todo caso quisieron usar las escuelas para imponer una forma conservadora y represiva de pensar”, comenzó en diálogo con el programa Feas Sucias y Malas.

“Cerrar escuelas está fuera de la civilización, de manera que por eso es un final de año muy doloroso, porque uno se encuentra hasta donde puede llegar la diferencia y la frialdad de este gobierno”, planteó sobre la medida tomada a través de la Resolución 4055/18.

Consultada por Úrsula Asta, Puiggrós sostuvo que, en primer lugar, la medida “es ilegítima, porque carece del apoyo de la comunidad educativa y de la población”. Y siguió: “De todas las medidas retrogradas tomadas en educación, esta es la que mayor rechazo ha generado. Pero desde el punto de vista legal, y tendrán que decirlo los juristas, entiendo que es ilegal”.

“De hecho hay un antecedente muy importante y es que este año la Corte Suprema de Justicia sacó una resolución por la cual, la provincia de Salta, que había sacado una ley propia que se contradecía a la ley de Educación Nacional, tuvo que cambiar esa ley para adaptarse a la ley nacional”, explicó.

“En el caso de la CABA, esta resolución va en contra de la ley de Educación Nacional, que establece que tiene que haber una modalidad de educación para adultos y también técnico profesional, osea que abarca a las escuelas comerciales. Esto es para el nivel medio, el nivel de enseñanza secundaria. Y también establece escuelas nocturnas”, continuó.

“Hay movilización de docentes y de los alumnos, los jóvenes adultos. Además, recordemos que hubo un plan, el Plan FINES, en el gobierno de Cristina, que llegó a 700 mil argentinos que terminaron o hicieron entero su secundario. Un plan que se adaptaba a la gente, con sedes en lugares de la ciudad y del país donde había mas población que no podía terminar sus estudios. Plan que cuando asumió el gobierno de Macri lo desfinanciaron. Todavía se sostiene en universidades que lo hacen con fondos propios, aún cuando están muy mal con sus fondos”, describió.

“Yo creo que es el peor año de la educación pública argentina, el peor de su historia. Porque ha habido años donde hubo problemas políticos muy graves, insisto, como en las dictaduras. Hubo años con problemas de presupuesto. Pero la decisión de deshacer el sistema de educación pública, la ha tomado este gobierno”, esgrimió.

Y sumó “el hecho de que hayan desconocido la paritaria, también establecida por la ley de financiamiento educativo”. “Realmente han entrado en un nivel de ilegalidad. Y con un objetivo que es retirar al Estado en lo que tenga que ver con la educación, esto no ocurrió nunca en la historia de la educación argentina”.

“El modelo está extremándose en la Argentina. Porque lo que vemos en países, incluso en Estados Unidos, es incentivar escuelas privadas, pero eso no tuvo gran repercusión. En Estados Unidos el sistema de educación público es muy poderoso, más del 60 por ciento de la población concurre al sistema de educación pública. Y en todo caso lo que son privadas son las universidades, que hay privadas y también públicas. Incluso en las universidades privadas hay una inversión pública muy fuerte”, manifestó.

“Lo digo para que podamos comparar. En Argentina los ministerios de Educación de la Nación y de las provincias son cáscaras vacías para certificar estudios hechos por instituciones privadas. Para cualquiera que ponga una pequeña empresa que proporcione, por ejemplo educación para adultos, el papel del ministerio sería certificar lo que hace. Es decir, se busca tercerizar. Esto se había avanzado mucho en Chile, en Colombia, pero en esos países sobre todo creció la educación privada más tradicional”, contó.

“Esto que se hace en la Argentina tiene una diferencia y es que también afecta a la educación privada tradicional. Porque el impulso es hacia los negocios privados, fundaciones o empresas, que forman docentes en el término de tres a seis meses para que reemplacen a los docentes titulados. También, para la venta de paquetes de contenidos, hay empresas nacionales o grandes multinacionales, como Penguin Random House o Pearson”.

Y señaló un ejemplo sobre el poder de estas grandes empresas en el mundo: “La prueba PISA, que tantas críticas recibe, que incluso ha fracasado en muchos lugares (por contener errores), es la prueba de evaluación que se aplica cada dos años a una muestra de chicos de 15 años, que la fabrica la editorial inglesa Pearson. Es un gran negocio, nosotros la compramos, pagamos para que la apliquen”.

 

 

Fuente de la Entrevista:

Puiggrós | “Es el peor año de la historia de la escuela pública argentina”

ove/mahv

 

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Enrique Ramos analiza los retos de Venezuela en la educación (Video)

Venezuela / 18 de enero de 2019 / Autor: teleSUR tv / Fuente: Youtube

Publicado el 15 ene. 2019
En entrevista para teleSUR, el analista político Enrique Ramos analizó el papel que tiene la educación pública en el proyecto de Revolución Bolivariana y ante los actuales retos que enfrenta Venezuela. teleSUR

Fuente de la Entrevista: https://youtu.be/OiAfisgn18k

ove/mahv

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“La implementación de tecnología ha convertido las escuelas cada vez más en un espacio de markéting”. Entrevista a Linda Castañeda

Entrevista/17 Enero 2019/Autor: Daniel Sánchez Caballero/Fuente: El diario la educación

La asunción de las tecnologías de forma crítica en el aula ha abierto la puerta a la entrada de ciertos tipos de mercantilización. Es importante pensar en las tecnologías como instrumentos que ayudan al aprendizaje.

“Siempre se me han dado bien los cacharros”. Con estas condiciones iniciales y su vocación por enseñar, no es difícil imaginar que Linda Castañeda es profesora de Tecnología Educativa en el departamento de Didáctica y Organización Escolar de la Universidad de Murcia. En concreto, investiga acerca del impacto de la tecnología en los procesos educativos. Unos impactos altos, alerta, pero sobre los que no se es suficientemente crítico. Castañeda cree que la tecnología ha impulsado la mercantilización de la educación, pero también ha traído una superficialización de ciertos procesos de innovación (o que se venden como tal) en favor de “ideas prefabricadas”.

Para fijar el ámbito de la entrevista: ¿En qué situación diría que está el uso de la tecnología en la educación en España? ¿Hemos sabido encontrar su sitio?

Estamos en un momento muy complicado. Pasamos un tiempo de enamoramiento y deslumbramiento propio de la novedad de la tecnología. Los años 80 y los 90 fueron esa época en las que la tecnología, sobre todo el hardware, empezó a entrar tímida pero comprometidamente en las escuelas. Se empezó a hablar de vídeos, de ordenadores, de multimedia educativo, etc. Luego apareció la web y eso nos da otra idea, otra conexión con el mundo. A mediados de la década de los 2000 apareció la web 2.0, que era la gran promesa. Todos podíamos hacer, escribir cosas. Nos embriagó el romanticismo de las posibilidades de la web 2.0, que son extraordinarias, pero tuvieron ese efecto deslumbrador.

Conforme la realidad y la tecnología fueron avanzando, la educación empezó a ser un algo más que un sector o un ámbito de derechos en los que intentábamos que se reflejara el avance tecnológico y se convirtió en un espacio de mercado de forma muy evidente y de lucha político social muy importante en el que se reflejan los efectos que esas tecnologías tienen en la educación, pero también en la sociedad en general. Nos encontramos con que la implementación de tecnología en las escuelas ha convertido los colegios cada vez más en un espacio de markéting muy importante. No solo de oferta de hardware o software, sino de oferta de ideas. Hay muchas relacionadas con la innovación educativa que se han hecho parte de la tecnología, como si fueran causa o consecuencia solo de la tecnología, y se han vendido como los grandes aportes del mundo, la gran panacea para la educación. Eso hace que por un lado tengamos en las escuelas hoy más que nunca una penetración de las ideas relacionadas con la innovación con tecnología muy extendida (la mayoría de los profesores hablan de tecnología en el aula o las cosas que utilizan), pero, por otro lado, ha habido un aligeramiento, una superficialización de esos procesos de innovación en favor de ideas prefabricadas, que vienen en kits tan prefabricadas como los libros de texto, ahora en forma de software.

¿Toda esta deriva del uso de la tecnología se ha hecho con el beneplácito de la Administración, impulsado por ella?

Ha hecho un poco dejación de funciones. Por una cuestión de agenda política ha visto en las tecnologías formas de implementación, o de no implementación, de políticas concretas. Esa acriticidad respecto de las tecnologías es con el beneplácito de la Administración, no viene con las tecnologías digitales. Tenemos libros de texto, elementos a los que no se les hace crítica suficiente desde el punto de vista político y social, y son parte fundamental de la estrategia de educación de un periodo educativo en España. De la misma manera, las tecnologías digitales hoy tienen su función. Pero no creo que la Administración sea muy consciente de hasta qué punto esa dejación de funciones también le afecta. La estrategia de entrada de esas ideas de innovación educativa con TICs, etc. viene de la mano de fundaciones, corporaciones, empresas con o sin ánimo de lucro que hacen formación del profesorado, etc. bien para la elaboración de herramientas o para la creación de redes de profesores que les puede interesar para una u otra circunstancia. No hablo de grandes corporaciones malévolas, sino de instituciones que organizan una serie de planes de formación o de recursos para profesorado y familias en el que defiende una serie de ideas sobre innovación educativa con TIC donde casi todas hablan de una tecnología neutral, buenista, con una visión romántica, pero criticidad ninguna. Y eso lo hacen con la asistencia o la no intervención de la Administración. En muchas comunidades autónomas se han abandonado o reducido los planes de formación del profesorado, por ejemplo. O se ha entrado en formatos duales con fundaciones. Hay muchas fórmulas, pero las de formación del profesorado que están en manos de la administración y con una carga más clara se han prácticamente abandonado.

Esto que refiere, que interpreto como la mercantilización de la educación de la que tanto se habla, ¿es un camino de no retorno? ¿Vamos cuesta abajo sin frenos por este camino?

Creo que el pesimismo no sirve para nada. Hay cosas que no podemos cambiar: que las fundaciones, etc. hagan una inversión en un determinado tipo de recursos y formación del profesorado es inevitable y además es su trabajo, tienen que hacerlo. Pero cada vez más tenemos, al menos desde este punto de vista optimista que intento mantener, una mayor preocupación de más agentes sobre lo que pasa en la escuela y en la educación. Si podemos movernos para mantener a ese público mejor informado, siendo más críticos, llamar la atención del profesorado, que sobre todo en primaria en el sistema público se sigue formando y tenemos herramientas de formación, si podemos hacer una labor de reorientación de las labores del profesorado y aprovechamos algunos espacios que tenemos abiertos para el cambio, creo que se puede hacer. ¿Es difícil, es un movimiento David-Goliat? Es posible. La formación inicial del profesorado está en manos de las universidades públicas y deberíamos tener un compromiso clarísimo con la visión crítica y problematizadora de la realidad y, por tanto, de la tecnología. Yo soy una enamorada de la tecnología, pero precisamente por ello es imprescindible que tengamos esa visión de lo que es para la educación, porque nuestros estudiantes viven en la tecnología, y al hacerlo necesitan ser capaces de pensar y de emanciparse en este mundo. Por eso creo que. con la formación del profesorado, al estar en manos de la universidad pública principalmente, tenemos esa gran baza.

Ha estudiado las redes sociales bastante. ¿Cuál es su relación con el mundo educativo? ¿Las hemos sabido encajar?

Hay una cosa que no podemos hacer seguro: educar a la gente para un mundo sin algo de lo que tiene el mundo. Si yo tengo un niño de 13 años con televisión inteligente, videojuegos, redes sociales, producción de contenidos digitales de muchos tipos, etc. intentar ignorar cualquiera de esas realidades en el colegio significa hacer que el colegio sea ciencia ficción. ¿Deberíamos entonces crear grupos de Facebook para las clases? No lo sé, según para qué. Pero sí es imprescindible que los profesores sepan dónde se mueven sus alumnos. No solo para saber qué lenguaje hablan y qué les interesa, también porque en la medida en que lo sabemos podemos darles estrategias para sobrevivir a ese mundo. No es que los estudiantes sean capaces de escribir un mensaje en YouTube, eso ya saben hacerlo. Pero tienen que ser capaces de formar una identidad que les permita sobrevivir a la presión social brutal de las redes, que con 15 años puede ser devastadora. Se trata de que sean capaces de utilizar esos códigos que saben utilizar tan bien para alzar su voz, para mostrar que tienen una opinión política, para comprometerse socialmente. Tenemos que hacerles ver que su red social no solo la manejan ellos si no que el algoritmo hace manejar sus formas de pensar de una determinada manera y no siempre consumen lo que quieren. Las redes sociales tienen un sitio en el aula, pero no tiene que ser instrumental, esto lo podemos elegir. El imperativo es que las redes deben estar ahí como parte de la realidad.

Ha mencionado antes que los libros de texto se utilizan de manera “acrítica”. ¿Puede elaborarlo?

Los libros de texto son la tecnología con la que se han implementado reformas educativas en España. Hablamos de un libro con una programación concreta y una secuencia de actividades concretas para una elaboración concreta, no hablamos del libro genérico. Hablamos de forma de implementación del currículum en el aula. Tradicionalmente, se han utilizado como único recurso dentro de las clases. De hecho se usa la expresión “seguir el libro de texto”. Hay profesores que utilizan el libro como única programación, se asume que el currículum está ahí y, además, hay que completar el libro de texto al finalizar el año. Además de ser una fuente de desprofesionalización del profesorado importante, implementan en las aulas la visión sobre la educación que tiene una determinada editorial. Y eso no se examina críticamente. Las críticas hacia el libro de texto (físico o digital) son de instrumento, pero siguen sin ser una crítica ideológica o política ni plantean qué tipo de clase implementan.

Cuando hablamos de tecnologías digitales o redes sociales siempre pensamos que fomentan un tipo de relación entre los estudiantes o una oralidad o un abandono de la oralidad determinados. Y de los libros de texto no decimos nada, como si no lo hicieran también, pero lo hacen, y en algunos casos de forma perniciosa. Los libros de texto no se usan como un recurso, son el recurso del aula. Cuando se usan, suelen sustentar la mayoría del trabajo en clase. Además, políticas como la del cheque del libro de texto, no la del material escolar, genera un mercado terriblemente perversos, de la misma manera que las de determinadas plataformas generan otros mercados con actores extragubernamentales o de fuera del estado sobre las que tendríamos alguna cosa que decir, o deberíamos.

Tiene el micrófono abierto para decir estas cosas.

Las políticas relativas a las ayudas estatales para la provisión de material escolar a las familias que lo necesitan viene muy bien a algunas. Pero cuando se convierten en cheques libro tienen consecuencias no deseadas. En primer lugar, se convierten en una llamada para que las editoriales hagan packs de libros por nivel que se venden cerrados a los centros. Y que estos, por la enorme carga de trabajo que tienen y la inmensa problemática que supone hacer diferentes elecciones de libros, acaban sucumbiendo. Además, suponen un problema para el profesorado que decide un día dejar el libro de texto. Porque si no se puede invertir ese dinero en material didáctico, ese profesor que hace una apuesta por una metodología nueva, diferente, que no se base en un libro de texto solo, se encuentra con que no tiene dinero para material y los padres no pueden surtirse de ese material porque no son libros. A esos profesores se les desmotiva completamente. Aparte, la Administración sigue respaldando la existencia del libro como recurso básico de la enseñanza-aprendizaje. Cuando dice que te paga lo imprescindible para que estudies y esto es el comedor y el libro de texto es porque el libro de texto es, después de comer, lo siguiente imprescindible para estudiar. El mensaje subyacente es terriblemente perverso, porque tiene que ver con un mercado de materiales didácticos. Que pueden ser muy buenos, pero que sea un mercado cautivo, que solo se trabaje con un libro de texto, que no se pueda utilizar libremente (fotocopiar o utilizar los ejercicios de forma diferente) genera esa idea perversa que promueve un cheque de libros. Otra cosa es que el cheque fuera de material escolar. Y que el profesor decide que quiere usar un libro. Entonces se entraría en por qué ese libro, etc. Pero, si solo tiene esa opción, se convierte en lo que respalda la administración. Y eso es terriblemente peligroso.

Uno de sus campos de especialización son los PLE (Personal Learning Enviroments, entornos personales de aprendizaje). ¿Cómo han cambiado con la tecnología y qué rol debe jugar el profesor?

El PLE es una cuestión de cada uno, pero no se basa en la idea del individuo como aprendiz solitario que se va proveyendo de educación a su medida como el que va a una tienda. Al menos, no es la idea que me gusta a mí. Cuando se habla de PLE se habla de muchas cosas y hay muchas visiones, incluidas empresariales y corporativas. Pero la idea, al menos desde un punto de vista más pedagógico y de enfoque, es la visión de cómo aprenden las personas en un mundo en el que la provisión de la información se ha deslocalizado, globalizado y dispersado de forma extraordinaria. Para poder gestar, mantener y enriquecer tu PLE necesitas tener no solo oportunidades de aprendizaje variadas y grandes, sino además estar formado para tener la capacidad de aprovecharlas y de tomar decisiones sobre lo que vas a aprender. A veces parece que las personas aprendemos lo que nos da la gana en cada momento, pero no. Casi siempre aprendemos lo que alguien nos dice que tenemos que aprender: el profesor, nuestro padre, nuestro jefe…

Pero esa percepción del aprendiz emancipado pero con conciencia social para ser capaz de aprender con otros de forma eficiente es algo que se entrena y aprende, también en la escuela. Cuando hablamos de cuál es la misión de un profesor cuando pensamos en PLE como enfoque o idea genérica que subyace a nuestra idea de educación o aprendizaje, hay que pensar en diferentes niveles. Por ejemplo, en la educación básica, aprender a aprender, aparte de una competencia, es fundamental si queremos que alguien pueda crear y gestionar su PLE. Pero además tiene que aprender a aprender con eficiencia. Tiene que aprender a escuchar y entender por qué quiere aprender una cosa o esto o lo otro y ser capaz de tomar sus propias decisiones sobre qué debe aprender o no en cada momento. En ese ámbito, los profesores de la educación básica tenemos una misión fundamental, que es entrenar y desarrollar esas competencias básicas, que son lo mínimo para que una persona tenga un PLE adecuado. En la educación superior o vocacional es imprescindible que los profesores seamos conscientes de que lo que sea que enseñemos debería integrarse en el PLE de la persona, no solo como un conocimiento declarado, sino que que ese conocimiento tiene una serie de dinámicas, de redes de conocimiento e información que le ayuda a mantenerse, crecer y cambiar. En el ámbito postobligatorio, esa persona no solo debería tener unos conocimientos declarados sobre el tema en cuestión, sino también ser capaz de saber dónde encontrar más información, de quién aprender sobre esa información especializada. No creo que los profesores seamos solo guías o facilitadores del proceso. Tenemos que ser agentes comprometidos con las diferentes perspectivas que tiene un conocimiento o un proceso educativo.

Esto me lleva a pensar en las fake news, la facilidad de la tecnología para difundir noticias falsas y el papel que deben jugar las instituciones educativas en luchar contra ellas.

Es que todo da la vuelta. Cuando hablamos de los PLE o de la capacidad de aprender a aprender, volvemos a cómo se integra la tecnología en la educación. No es solo enseñar a alguien utilizando la tecnología que usa. También se trata de ayudar a que esa persona sea capaz de vivir y ser un ciudadano emancipado en la sociedad. Y para conseguir esto necesitamos tener una visión de la tecnología crítica con su uso en el aula y debo tener una visión de cómo es el contenido que yo enseño respecto del mundo en el que se mueve ese contenido. La idea es darle a mis estudiantes oportunidades para seguir aprendiendo sobre ese contenido u otros que decida aprender en el futuro y a la misma vez ser capaz de enfrentarse a la realidad de ese contenido y esas tecnologías, que pueden incluir información falsa o veraz. Esa capacidad de ver no solo lo que trae la red social, sino lo que hay detrás, en positivo o negativo. Por supuesto hablar de los bulos en internet es parte de esto, y encaja con la posibilidad de ayudar a la gente a que genere, enriquezca y mantenga su PLE, pero también tiene que ver con cómo vemos la tecnología desde la escuela. Si yo como biólogo no soy consciente de la información sobre biología que corre por la red y no les formo para que lo sean ellos también, no les estoy enseñando bien.

Fuente: http://eldiariodelaeducacion.com/blog/2019/01/17/la-implementacion-de-tecnologia-ha-convertido-las-escuelas-cada-vez-mas-en-un-espacio-de-marketing/

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Entrevista a Audrey Azoulay: “Una empresa no es la misma si hay mujeres tomando decisiones”

Entrevista/17 Enero 2019/Autor: Borja Hermoso/Fuente: El país

La exministra de Cultura de Francia ha cumplido un año al frente de la Unesco. El reciente portazo de Estados Unidos e Israel a la institución que vela por la cultura, la educación y la ciencia en el seno de Naciones Unidas fue un duro revés. Pero la alfabetización femenina en el ámbito global, la protección del patrimonio artístico, la bioética y la inteligencia artificial no pueden esperar

Retratar a Audrey Azoulay (París, 1972) como una mujer irremediablemente guapa, elegante y refinada, además de cautivadora en el tú a tú, supondría, con toda probabilidad, incurrir en el estigma machista que esta francesa hija de judíos marroquíes (su padre, el banquero André Azoulay, fue consejero del rey Hassan II) quiere combatir desde su puesto de directora general de la Unesco. Así que no lo haremos. Azoulay cumplió en noviembre un año al frente del organismo de Naciones Unidas que vela por la educación, la cultura y la ciencia. Objetivos prioritarios: poner en pie iniciativas educativas de nuevo cuño para alfabetizar a niñas y mujeres; utilizar la diplomacia cultural y la defensa del patrimonio como arma de paz; y sentar las bases de un arsenal ético para controlar los posibles excesos de la inteligencia artificial y los avances científicos. Exministra de Cultura en el Gobierno del presidente François Hollande, su pedigrí no admite dudas: es diplomada por la muy prestigiosa y muy elitista Escuela Nacional de la Administración francesa (ENA), por el Instituto de Estudios Políticos de París y por la Universidad de Lancaster en Reino Unido (Administración de Empresas). Nada más sentarse en su despacho de la sede de la Unesco en París, en noviembre de 2017, Estados Unidos e Israel anunciaron que se iban de la institución “por demasiado politizada y antiisraelí”. Azoulay inicia mañana una visita a España, entre otras cosas para dar carta de naturaleza a la declaración del yacimiento cordobés de Medina Azahara como patrimonio de la humanidad.

De ministra de Cultura de Francia a directora general de la Unesco… ¿Son planetas distintos o no tanto? Entre los dos puestos hay más continuidad de lo que pudiera parecer, porque la Unesco es una casa donde se respira cierta concepción de la cultura muy ligada a la educación, y mi concepto del Ministerio de Cultura era precisamente ese. Además, siendo ministra ya tuve que trabajar muy intensamente en colaboración con la Unesco, sobre todo en lo relativo a la diversidad cultural.

Como máxima responsable de este organismo, ¿aplica usted el principio de excepción cultural de la misma forma en que lo hacía como ministra de Francia? Depende de qué se considere como excepción cultural. Pero si hablamos de la idea de defender que la cultura no es una mercancía, desde luego que sí. La especificidad cultural más allá de lo comercial. Eso lo promovemos a través de nuestros textos legales, nuestras convenciones… Ahora mismo, por ejemplo, estamos centrados en el tema de la remuneración de los autores en el ámbito digital, un debate que tiene lugar actualmente en el Parlamento Europeo y que es un asunto muy, muy difícil.

Pero esa defensa apasionada de lo cultural no parece compartida por otros socios europeos… La cultura suele quedar muy bien para la foto, pero a la hora de repartir presupuestos suele ser el patito feo. Totalmente de acuerdo. Uno de nuestros objetivos es precisamente demostrar todo lo que puede aportar la cultura en los desafíos políticos a los que nos enfrentamos hoy, en la reconciliación después de conflictos, por ejemplo, o en la recuperación del patrimonio, o en el empleo juvenil a través de las industrias culturales. Está claro que estos temas no pueden ser algo marginal.

Todo es política, la cultura y la educación también. Imagino que hay importantes presiones y luchas en el seno de la Unesco. Las luchas políticas han adquirido demasiado protagonismo. A veces enrarecen el debate. Mi misión es establecer coaliciones, llegar a los consensos necesarios para poner en marcha los proyectos. No siempre es fácil. Por ejemplo, en Mosul, en Irak, pusimos en marcha una iniciativa para la que casi no teníamos dinero, y tuvimos que explicar intensivamente por qué merecía la pena trabajar sobre la educación y la cultura en ese lugar y en ese momento concreto. Logramos que un número suficiente de Estados nos apoyara, logramos reunir más de 100 millones de euros, y la Unión Europea dará otros 20 para actuaciones en Mosul y Basora. Se pueden conseguir grandes cosas.

Su designación como directora general no fue sencilla. Había hasta cinco candidaturas de países árabes. Consideraban que ya había llegado la hora de que uno de los suyos dirigiera la Unesco. ¿Cómo es hoy la relación con ellos? El periodo electoral fue bastante tenso, pero las relaciones son hoy excelentes. Para proyectos como el de Mosul tuvimos todo el apoyo de los países árabes.

Pero ¿usted qué opina? ¿No ha llegado el momento de una dirección árabe o africana en la Unesco? ¿O latino­americana? ¿El tiempo, quizá, de desoccidentalizar la institución? La cuestión ya se planteó, en efecto, en las pasadas elecciones. Pero había cinco candidaturas árabes. ¿Cuál tenía que ser? El problema para el mundo árabe, en esta ocasión, es que estaba muy dividido. No hay reglas al respecto, ningún país, árabe o no, tiene prioridad para dirigir la Unesco. Lo importante es tener buenas ideas y buenos proyectos, esa es la única regla.

Sí, pero ¿se creen de verdad la Unesco sus Estados miembros? En la acción práctica y no en lo simbólico, quiero decir… Hay de todo, cada país es diferente. Hay problemas, claro. Por ejemplo, nosotros creemos que globalmente hay una infrainversión en el tema educativo que resulta sorprendente. Estimamos que faltan 40.000 millones de dólares [unos 35.200 millones de euros] por año en el mundo. Y otra cosa: aparte de lo que cada Estado quiera invertir por su cuenta en políticas educativas y culturales, está el problema de lo que cada uno está dispuesto a hacer en ese campo de manera coordinada en el seno de la Unesco. Hay países dispuestos a hacer mucho por su propia educación y su cultura, pero no de forma coordinada. Ese es un combate de todos los días.

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LEA CRESPI

¿Un combate similar al que tiene que librar la Unión Europea con sus países miembros, quizá?Pero ahí los problemas vienen de que, según algunos, la Unión Europea supone una pérdida de soberanía nacional. Y eso no se da en el caso del trabajo con la Unesco…

¿Cómo se lleva la institución con países de corte populista o ultranacionalista como la Italia de Salvini, la Hungría de Orbán, la Rusia de Putin… y ahora el Brasil de Bolsonaro, poco cómodos con el multilateralismo? Con esos países tenemos, por ahora, excelentes relaciones. Ya veremos. Nosotros trabajamos con todo tipo de regímenes políticos, no solo con democracias. Se trata de llevarles hacia algo, hacia una agenda común, hacia intereses generales. La Unesco es lo suficientemente fuerte como para no deformarse por el hecho de trabajar con regímenes de ese tipo.

Como Corea del Norte, por ejemplo. Estoy particularmente contenta de lo que hemos conseguido hacer. Llevábamos, claro, muchos años trabajando con Corea del Sur, que ya justo después de la Segunda Guerra Mundial elaboró todos sus manuales escolares en colaboración con la Unesco. Y hoy Corea del Sur financia, por ejemplo, importantes proyectos de la Unesco en África y en el sureste asiático. Y Corea del Norte empezó a trabajar con la Unesco en los años setenta, tímidamente, con una colaboración limitada pero estableciéndose un diálogo, es decir, una confianza. Y ahora hemos aprovechado eso para lograr que por primera vez las dos Coreas hagan algo juntas en el marco de Naciones Unidas: una candidatura conjunta para que la lucha tradicional coreana sea declarada patrimonio inmaterial de la humanidad.

Bueno, está claro que la lucha coreana no es la cosa más importante del mundo, pero… ¡Depende de para quién!

Por algo se empieza, el valor simbólico también cuenta, ¿no? El valor simbólico de algo así es muy alto. Es un mensaje claro para ambos lados de esa frontera. No es algo marginal. Por eso fue también importantísimo lo que hicieron juntas las dos Coreas en el ámbito deportivo.

¿Cabe ser optimistas en cuanto a otras colaboraciones entre las dos Coreas? Lo deseamos. Lo que nos interesa es trabajar en bases sólidas y duraderas para la paz. No nos ocupamos de la cuestión nuclear, ni de cuestiones políticas internas, pero sí trabajamos en temas de educación o de defensa del patrimonio en Corea del Norte. Y eso es beneficioso para todos.

Estados Unidos e Israel se acaban de marchar de la Unesco. Con la salida de Estados Unidos, ¿la institución vive o solo sobrevive? La historia ha demostrado que la institución puede vivir sin algunos de sus Estados miembros, y eso incluye a Estados Unidos, porque no es la primera vez que sale. En 1984 [en la era ­Reagan] ya se marcharon, y estuvieron fuera 18 años. No es una buena noticia, está claro, es una pérdida. Pero hay que seguir avanzando. De todas formas estaban en una situación de salida desde hace tiempo. Desde 2011 ya no aportaban financiación a la Unesco. Estaban en la casa, pero sin actividad. No votaban en la Conferencia General. Este es tan solo un paso más, y yo lo siento. Creo que tienen mucho que ganar estando con nosotros y mucho que perder estando fuera.

No parece que a un mandatario como Donald Trump lo que más le interese sea el modelo de la Unesco: multilateralismo, trabajo en equipo, diplomacia, solidaridad… Las razones de su partida no se entienden bien. Han dicho que se van porque la Unesco está demasiado politizada y asume decisiones que van contra los intereses de Israel. Es lo mismo que dijeron cuando se marcharon en 1984, hemos encontrado documentos muy interesantes que lo demuestran. Aseguran que se han ido por decisiones adoptadas sobre Jerusalén y Oriente Próximo, pero resulta que en los últimos tiempos habíamos logrado acuerdos sobre esas cuestiones ¡con el apoyo de EE UU! Y justo cuando se alcanza un consenso, se van. Y ahora ese consenso será, claro, mucho más difícil de obtener.

¿Cuáles cree que han sido las verdaderas razones de ese portazo? Todos sabemos que hay un movimiento político que está propiciando la retirada de Estados Unidos de organismos multilaterales de cooperación. Ya lo vimos en el acuerdo sobre el calentamiento global. La política actual de Washington no es favorable a las instituciones multilaterales. Lo paradójico es que hace poco, en nuestro Consejo Ejecutivo, el representante de Estados Unidos se felicitaba del trabajo realizado en la cooperación científica, la prevención de los extremismos, la educación de las mujeres… Es decir, que hay muchos asuntos de la agenda con los que están totalmente de acuerdo, pero luego hay un claro factor político, que es el que marca su salida.

¿Cree que el Gobierno de Trump es un paréntesis en el curso lógico de la historia política de EE UU o es la consecuencia de esa historia política? No sé si es un paréntesis, pero desde luego no es un fenómeno aislado. Hay un gran movimiento que no es favorable a la acción multilateral. Hay una tendencia política a la que tenemos que responder. Y no creo que haya que tratarla como un paréntesis que se acabará por sí misma tal y como empezó. Hará falta trabajar.

¿Y el Brexit? ¿Está afectando ya a la relación de Reino Unido con la institución que dirige? Durante todo el año que ha terminado, Reino Unido ha sido un buen socio, incluso cuando ya había decidido marcharse de la Unión Europea. Incrementó su apoyo financiero a la Unesco en lo relativo a las campañas para la educación de las niñas, que es una prioridad absoluta. Hasta hoy, no he sentido un efecto Brexit en la relación entre Reino Unido y la Unesco.

Hay 132 millones de niñas en el mundo que no están escolarizadas. Son cifras de la Unesco. Son terribles. Y hay 750 millones de personas adultas que no saben ni leer ni escribir, y dos tercios de ellas son mujeres. Urge actuar. Acabo de volver de Camboya y allí estamos trabajando en fábricas con programas de educación de mujeres que nunca han ido a la escuela. En muchos países, miles y miles de adolescentes abandonan el colegio por diversas causas: bodas infantiles, embarazos, problemas económicos… Los 15 y 16 años es una edad crítica en muchos países. También hay un grave problema de falta de paridad en presencia femenina en los estudios científicos.

¿Hay que ser feminista para ocupar hoy la dirección general de la Unesco? Sí, y da igual que sea una mujer o un hombre quien esté al frente. Esas desigualdades son un grave hándicap para el mundo. Si se quieren tratar de verdad las cuestiones de la paz, del desarrollo y del conocimiento, si eso no pasa por una mayor inclusión de la mujer, no se logrará nada. Hay cosas que hay que corregir ya. Todavía hay libros escolares donde los estereotipos sobre las profesiones del hombre y de la mujer son fortísimos. Hay legislaciones que no están adaptadas a la igualdad hombre-mujer. Hay que derribar todo eso.

¿Qué opina de movimientos como #MeToo? Hace poco, en estas páginas, la actriz Juliette Binoche decía que le ha llegado “el momento de renovarse”. ¿Qué opina? Yo creo que no se le puede pedir a la ola feminista ser de entrada una ola razonada y tranquila, porque está respondiendo a desigualdades y situaciones injustas que vienen de siglos atrás, y seguro que no es perfecta, pero para mí no es un movimiento que haya que frenar, al contrario, hay que impulsarlo. Lo importante es el largo plazo, hay que cambiar las estructuras. No se trata solo de corregir injusticias individuales, sino las infraestructuras de la sociedad. Tiene que haber mujeres al frente de compañías, una empresa no es la misma cuando hay mujeres tomando decisiones. Y lo único que va a transformar todo eso es la educación.

¿Ha tenido que sufrir usted en su trayectoria profesional situaciones de machismo? Por supuesto. Y lo peor de todo es la autocensura, que tiene que ver con la vida profesional de las mujeres, la conciliación, la culpabilización… Una vez promocioné a una mujer de mi equipo y vino y me dijo: “¡Gracias, te prometo que no tendré hijos!”. Es increíble. Tener que elegir entre la carrera profesional y la vida familiar es terrible para una mujer.

En marzo se celebrará en París, auspiciada por la Unesco, una conferencia internacional sobre inteligencia artificial. ¿Puede adelantar algo? Los propios profesionales que están trabajando en inteligencia artificial se hacen preguntas sin parar, y no quieren que se les deje solos en ese debate. Hay que mantener un diálogo internacional acerca de qué principios comunes tenemos que marcarnos en el tema de la ética científica, y concretamente con el genoma, principios que defiendan los valores del humanismo. No se puede perder tiempo en eso. Vamos a hablar con científicos, con educadores, con políticos… Queremos crear un marco normativo en el que se comprometan los Estados miembros. Y a partir de ahí intentar que los asuman en sus propias leyes.

¿Cómo es la relación de la Unesco con China en lo relativo no solo a los experimentos sobre el ADN de bebés, sino también a la censura cultural y periodística? Las relaciones son excelentes. Durante mi visita a Pekín en julio, el presidente Xi Jinping me recibió para subrayar la voluntad de poner en marcha una colaboración estratégica. China es también su sector privado, que se ha comprometido con la Unesco a través de contribuciones voluntarias en la preservación del patrimonio en África y en la educación de niñas y de mujeres. Dicho esto, en Naciones Unidas rige un principio que es el de la igualdad de tratamiento de todos los Estados miembros. Y en ese sentido actúa la Unesco en sus ámbitos de competencia, en especial en el de la libertad de expresión y en el de la libertad de prensa. La seguridad de todos los periodistas, no solo los chinos, es un asunto capital para nosotros, y no podemos tolerar amenazas sobre ellos. Por otra parte, cuando recientemente un científico chino anunció que había hecho nacer a los primeros bebés genéticamente modificados, volvimos a subrayar la necesidad absoluta de tener en cuenta los principios éticos internacionalmente reconocidos que defienden el valor de los derechos humanos y de la dignidad humana como requisito previo indispensable a toda investigación o intervención médica sobre seres humanos.

Fuente: https://elpais.com/elpais/2019/01/07/eps/1546875669_855194.html

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