Page 209 of 454
1 207 208 209 210 211 454

Entrevista: “El maestro será la profesión del futuro»: Marcelo Cabrol

Por: Semana

El gerente del sector social del Banco Interamericano de Desarrollo habló con SEMANA y explicó cuáles son los retos que le deparan a la educación encaminada a el futuro.

SEMANA: ¿Para usted cuál sería el gran reto que tiene la educación hoy en día?

Marcelo Cabrol (M.C.): Cómo preparar a la gente para los trabajos del futuro. Y quiero ser súper claro. No es que esté pensando que la educación solamente y unívocamente llega a un trabajo sino porque muchas de las competencias y muchas de las habilidades y muchas de las capacidades que los trabajos del futuro van a requerir son habilidades humanas, no tecnológicas. Además de cómo va a responder la educación ante la automatización del trabajo del futuro. La educación va a tener que hacer cosas distintas a la que está haciendo hoy, preparar para los trabajos de futuro es un buen ejemplo de lo que la educación debería estar haciendo.

SEMANA: ¿Cuáles son las competencias más importantes que los estudiantes deben desarrollar para estar listos para los trabajos del futuro?

M.C.: Primero hay que hablar de la automatización que es una tendencia importante. Todo mundo habla de robots pero en realidad estamos en inteligencia artificial y ya se está hablando de automatización de los trabajos del futuro. Muchos jóvenes van a estar trabajando en estructuras laborales completamente distintas a las que tenemos hoy.

SEMANA: ¿En se diferencian los trabajos de hoy con los que se proyectan para el futuro?

M.C.: La única predicción que te puedo hacer con ciento por ciento de certeza es que los trabajos van a cambiar, ¿qué trabajos van a cambiar? depende de una combinación, adopción y marco regulatorio de la tecnología. Esencialmente lo primero que tenemos que pensar lo qué pasará con los trabajos que la automatización vaya destruyendo cambiando o construyendo.

SEMANA: ¿Cuál es la profesión del futuro?

M.C.: Los maestros son la profesión del futuro porque lo único que no va a poder replicar la máquina, la inteligencia artificial es lo que el maestro del futuro es. Yo creo que el futuro de la educación no es enseñar programación, porque si es así probablemente lo que estoy enseñando para los próximos dos años es un producto perecedero, la educación no puede ser así. El maestro del futuro va a enseñar habilidades blandas que solo se logra por interacción humana.

SEMANA: ¿Qué tan lista está la empresa en países como Latinoamérica para recibir personas que no tienen un título universitario sino entrenado o capacitado en competencias?

M.C.: Más listos de lo que uno piensa. Madres comunitarias en Colombia haciendo estimulación temprana propiamente pagada y propiamente capacitada son una forma efectiva de dar educación para la primera infancia. Y no se les está pidiendo un certificado ni título universitario. Entonces se está pidiendo una capacitación y capacitación normalmente inicial en el trabajo evolutivo. Se va a mover rápidamente esta adquisición por competencia y no por diploma.

SEMANA: ¿Qué se necesita en un sistema educativo como el de Colombia, en qué se debería estar pensando?

M.C.: El problema que tenemos es que cuando los chicos pobres terminan cuarto grado, están dos años atrasados en lectura y casi tres años en la habilidad de comprender. Primero dediquémonos a que los chicos aprendan lo que tienen que aprender. Se tiene que solucionar la conversación a fondo de que no podemos cambiar la forma en que hacemos educación y de cómo formamos a los maestros.

SEMANA: ¿Con qué herramientas se puede solucionar?

M.C.: Eso se soluciona primero con una convención seria sobre ese tema porque en educación tendemos a escaparnos al futuro. La tecnología, la automatización, la nueva escuela etcétera, es el futuro. Un currículo único probablemente sea la solución. Pero una conversación honesta sobre cómo es la educación del futuro y que traemos del pasado tiene que estar sobre la mesa. Pero también es necesario empezar a ver formas distintas de actuación.

SEMANA: ¿Qué ha pasado con los sistemas educativos, cómo detener este proceso de inyectar tecnología sin avanzar?

M.C.: Tendríamos que aprender de la tecnología para hablar de tecnología. No estamos como hace diez años atrás. Y no es porque las computadoras cuesten más baratas o porque tengamos el móvil. Es por el software y el contenido que uno tiene accesible a través de la tecnología. Lo que el sistema educativo no ha hecho es entender el software. La gran explotación que los sistemas están haciendo de los contenidos que están allá afuera es el gran pecado. Entonces si mi hipótesis es que si nosotros aceleramos la investigación la aplicación y el uso de los contenidos que hoy existen tendríamos un cambio interesante en la educación en Latinoamérica.

SEMANA: Las nuevas generaciones son nativos digitales, ¿pero cómo enseñarles a usar de forma adecuada las tecnologías?

M.C.: La falla no es sobre la tecnología, es sobre la capacidad colaborativa de crear un proyecto usando la tecnología. Se deben aprovechar mejor las competencias digitales para enseñar las cosas que tenemos que enseñar. La tecnología es una forma de pensar la organización, la función de producción escolar, de una manera innovadora si la tecnología no pasa ese test de ácido no sirve para nada.

SEMANA: ¿Qué país en Latinoamérica podría ser un referente en este proceso?

M.C.: Uruguay, todavía con un paradigma fuertemente basado en conectividad y con muy poca aplicación descentralizada de contenidos. El país todavía piensa que el uso de la conectividad y los aparatos para usar contenido centralizado y descentralizar es la solución.

SEMANA: ¿Qué le deparará el futuro a Colombia siendo un país rural?

M.C.: Cuando volvemos a educación rural hay dos respuestas. La primera es que tenemos que pensar el sistema educativo como parte de un paquete de desarrollo territorial. Si no hay mercado sin ruta, si no hay diversificación productiva, etcétera. Probablemente no va a haber nada que en educación evite lo que está pasando en América Latina que es una migración fuerte a las ciudades.

El gran desafío para la Educación rural es tomar estos sistemas que ya están aprobados y replicarlos. Tenemos que encontrar esta combinación en las áreas rurales de un currículo estructurado con un trabajo colaborativo. El mismo problema de hace 25 años atrás es que los maestros más calificados nunca van al área rural y si van están en apuro por escaparse.

SEMANA: Existe también el tema de ver la educación independiente del entramado de lo que es una sociedad…

M.C.: Pero los sistemas educativos no se preguntan sobre esto, son súper endogámicos. El gran tema de la educación en el mundo latinoamericano es que son endogámicos, trabajan muchas veces en un vacío de lo que está pasando alrededor.

Entonces el Gobierno extiende la oferta educativa haciendo escuelas nuevas. Pero los gobiernos no tienen la capacidad y el sistema educativo tampoco, por ejemplo haciendo nuevas escuelas donde ni siquiera llega el agua. La tecnología es un factor de cambio completo de paradigma o no es nada.

SEMANA: La tecnología se supone que cambia el sistema, pero seguimos pensando y utilizando el mismo modelo de años atrás…

M.C.: Yo no creo que sea un tema de nativos digitales, creo que es un tema de liderazgo. Es decir somos los adultos los que tenemos que estar listos a cambiar y paradójicamente los no nativos digitales o los recientes nativos digitales nos estamos dando cuenta de que o mutamos las cosas que hacemos o morimos.

SEMANA: ¿Cuál es el futuro de la educación?

M.C.: Los cambios de lo que pasa alrededor de la educación la van a obligar a cambiar. Mi predicción en cinco años, es que en algunos segmentos del sistema educativo no vamos a reconocer lo que va a pasar en América Latina. Entonces, No la tecnología no es la solución a todo, pero no se puede descartar.

Fuente de la Entrevista:

https://www.semana.com/educacion/articulo/entrevista-con-el-gerente-del-sector-social-del-bid-marcelo-cabrol/563814

Comparte este contenido:

Entrevista a Axel Rivas: «Hay que armar un Invap de la educación»

Por: Sergio Limiroski

Para el investigador hay que hacer un plan a largo plazo que incluya modificaciones en la escuela, capacitación docente y contar con un laboratorio educativo digital de excelencia. Critica el proyecto de creación de la universidad docente porteña.

Para el especialista Axel Rivas desarrollar una buena política en educación es entrar en un terreno complejo. «»Requiere claridad, liderazgo, presupuesto»», indica, y resalta que además algo que cuesta mucho en el país y es vital al momento de encarar cualquier política de estado es tener continuidad.
«Entonces aunque se hagan muchas cosas no se ven muchos resultados, porque los resultados de la educación son más a largo plazo. Eso hace que quizás no se ponga todo el acento en la construcción que se requiere hacer para realmente mejorarla», expresa el director de la carrera de educación de la universidad de San Andrés e investigador principal del Cipecc.
En diálogo con La Prensa el investigador traza un diagnóstico del sistema educativo y da algunas ideas de cómo se puede mejorar. El docente apuesta por un instituto de excelencia que cree contenidos pedagógicos y digitales como lo hacen países como Uruguay. Y toma como ejemplo el «Invap», la empresa estatal argentina de alto desarrollo tecnológico que con innovación y continuidad es hoy ejemplo en todo el mundo.
– Si tuviera que hacer un diagnóstico de los tres niveles educativos, primaria, secundaria y universidad ¿Donde aparece la situación más difícil, que implique un mayor desafío?
– Cada nivel tiene sus desafíos. Pero claramente hay una gran coincidencia de diagnóstico de que el nivel secundario es el que requiere más abordaje, nuevas políticas, revisiones. Hay que hacerlo con mucho cuidado, sensatez. Empezar por una visión del aprendizaje de la escuela secundaria como un aprendizaje que sirve para la vida es desafiante. Esto se construye con una base interdisciplinaria, que hace protagonista a los jóvenes, los hace pensar, actuar, los hace construir cosas. Dejar esa posición pasiva donde uno aprende de memoria para recitar un examen. Transformar a la escuela en un centro de acción, de investigación local. De transformación indidivual y colectiva. Y para eso hay que hacer algunos cambios más organizacionales.

LOS DIRECTIVOS
– ¿Cuales serían esos cambios?
– Por un lado hay toda una dimensión de construcción de la unidad escuela. Esto quiere decir que haya docentes que estén en lo posible todo el día en la escuela, eso implica crear cargos en vez de horas cátedra, concentrar el tiempo, con horarios pagos para trabajar en tutorías de alumnos, preparación de proyectos, corrección de pruebas. Algunas provincias están avanzando pero implica un gran esfuerzo, cuesta mucho dinero también, presupuesto. Cuesta capacidad organizacional. Hay que formar muy bien a los directivos, los equipos, tener un liderazgo pedagógico distribuido. Los equipos directivos son clave para potenciar esa transformación pedagógica. Y toda esa construcción necesita también de una transformación de la formación docente que esté posicionada en una revisión de la pedagogía, de los contenidos curriculares fundamentales. No enseñar una larga lista enciclopédica de contenidos sino poder fundamentar principios básicos y organizar proyectos de trabajo entre materias. Toda esta revisión tiene que tener distintas entradas: la formación docente, la organización institucional de los directivos, la revisión curricular, los materiales con los cuales trabajan las escuelas, una buena plataforma digital que lamentablemente la Argentina todavía no ha logrado desarrollar
– El país tuvo en su momento algunos intentos como Educ.ar, el plan Conectar Igualdad
– Creo que tuvimos grandes avances en las políticas centradas en tecnología educativa pero que rápidamente se fueron quedando en el tiempo porque es un sector muy dinámico y me parece que tenemos que ser capaces de pensar una plataforma digital de contenidos de nueva generación. Un sistema educativo digital en el cual los alumnos puedan continuar su experiencia de aprendizaje, que dialogue con las escuelas y los docentes. Materiales de muy alta calidad, con mucha belleza, creatividad, que inviten a los alumnos al conocimiento. Esto requiere inversión del estado pero sobre todo mucha capacidad técnica, pedagógica, curricular, de equipos que entienden lo que pasa en las escuelas y pueden traducirlo. No necesariamente lo tiene que crear todo el estado. Puede comprar los desarrolladores de universidades públicas, privadas, de empresas, pero con una visión clara de que es lo que se busca y ser capaces de armar un Invap de la educación. El Invap es un instituto de primer nivel mundial, trabaja en un tema tan complejo como el de la energía atómica y Argentina ha logrado una institución prestigiosa y reconocida internacionalmente hace 40 años. Esto requiere una inversión pública, el Invap además genera sus propios recursos, requiere una apuesta de largo plazo, de liderazgo, de salir de la frontera política de corto plazo, de los partidos políticos, las batallas políticas. Necesitamos un Invap para la educación
– Una institución que atraviese diferentes gobiernos en el tiempo
– Claro, que sea por fuera de un mandato político, que tenga una construcción institucional de otro orden y que construya y trabaje contenidos educativos digitales, nuevas formas de aprendizaje, que genere un grupo de construcción de un gran laboratorio. Con la analítica que hoy tiene lo digital se puede estudiar qué funciona y que no, quien lo utiliza y como lo utiliza y así poder reformularlo.

EN LA OTRA ORILLA
– La tecnología hoy nos puede dar muy buenas herramientas educativas
– Exacto, es un gran poder, una gran oportunidad, pero eso requiere inversión del estado pero por sobre todo pensamiento estratégico a largo plazo. Y puede parecer un poco utópico esto pero la verdad que no lo es porque apenas cruzando el Río de la Plata tenemos un gran ejemplo excepcional que es el plan Ceibal en Uruguay que ha funcionado con esta lógica. Es decir ya tiene 10 años de continuidad, tiene una misión muy ambiciosa y de altísima calidad reconocida internacionalmente, con equipos muy buenos que desarrollan materiales innovadores para el software educativo, plataformas adaptativas para la enseñanza de matemáticas, y prueban resultados y están avanzando. Esto requiere de una decisión política de estado.
– En Uruguay lo han podido mantener a lo largo del tiempo
– Sí, con un gran liderazgo, con construcción de equipos. Ellos tienen un nivel de autonomía del ministerio de educación, no total pero cierta autonomía que se la ha ganado. El Invap aquí gana su autonomía porque nadie sabe de energía atómica. El problema es que todos creen saber de educación, todos se meten ahí y a algunos le toca ser el funcionario. Pero creo que hay que construir un área mucho más técnica, de muy alta competencia.
– Dar más lugar a especialistas, los que sabén más de educación
– Sí, con una mirada a largo plazo. Que quien entre a este sistema vea que puede hacer carrera. Que no sea un cargo político, de uno o dos años o una gestión. Que sean cargos meritocráticos, por concurso, basados en las mejores experiencias internacionales. Creo que si uno lo ve así no es tan difícil cambiar la educación. Esto no cambia todo el sistema educativo, pero podría ser una gran palanca y está en manos de los gobiernos o el gobierno nacional poder construir esto. Pero la mirada de corto plazo como hablábamos antes impide pensar en una secuencia que vaya más allá de una gestión.
– En la ciudad de Buenos Aires hoy se están intentando algunos cambios, como la creación de la universidad docente y la escuela del futuro, con la posibilidad de que los chicos puedan realizar pasantías en el quinto año del secundario ¿cómo ve estos proyectos?
– La construcción de las políticas educativas requiere un conocimiento del sistema, de los actores, de la cultura, y de una capacidad de negociar porque no se puede hacer a la fuerza. Son dos procesos distintos. La reforma que se conoce como la secundaria del futuro me parece que tuvo desde ya muy buenas intenciones, es una propuesta que tiene una visión ampliamente compartida por mí y por muchos profesionales de la educación de que hay que trabajar por proyectos, revisar las pedagogías. Una idea de pasantías bien organizadas siempre sirve. Pero hay que saber traducir esa visión en la práctica.
– Cómo suele decirse una cuestión es elaborar una teoría y otra desarrollarla en la práctica
– Las reformas muy ambiciosas requieren muchas condiciones. Se necesitan muy buenos equipos técnicos, que sepan lo que pasa en el sistema educativo, lo que pasa en las escuelas, además de que necesitan presupuesto. Hay que tener una capacidad de medir cuanto realmente uno puede hacer antes de lanzar proyectos muy ambiciosos y ajustar lo que realmente quiere hacer a lo que realmente puede hacer para ser un poco más medido en las propuestas. La universidad docente me parece que es un proyecto fallido, es una visión de imposición de una lógica. Esto requiere una construcción institucional. Tenemos institutos de formación docente de los más prestigiosos de la Argentina en la ciudad de Buenos Aires, con muchos actores ahí que ponen su esfuerzo, su corazón y su vida en la formación docente, que ahora se sienten amenazados, que no entienden que va a pasar. Hay poca claridad en el mensaje. Y para construir algo que no se sabe que es, quien lo va a liderar, con que capacidades técnicas se cuentan. Ese creo ha sido un gran error de la gestión de gobierno. Son dos procesos paralelos. Con la secundaria del futuro hay una visión que comparto aunque la forma en la cual se quiso implementar no ha sido la mejor. Y en la idea de la universidad pedagógica me parece que hay problema de concepción de la formación docente y de imposición de una política que requiere otra construcción.

Fuente de la Entrevista:

http://www.laprensa.com.ar/464004-Hay-que-armar-un-Invap-de-la-educacion.note.aspx

 

Comparte este contenido:

Jean-Michel Blanquer, ministro de Educación francés: “El profesor, en el mundo de mañana, será aún más importante que hoy”

Por  ERIC HADJ

Jean-Michel Blanquer (París, 1964) es una pieza clave en el proyecto deEmmanuel Macron. Si como dice el presidente francés, Francia «es una casa» y uno de los fundamentos «es la escuela», Blanquer, ministro de Educación, es el encargado de sentar las bases de la transformación de este país en las próximas décadas. Ya ha empezado. En vísperas de un viaje a Argentina para participar en una reunión del G-20, Blanquer —especialista en América Latina y autor de un libro sobre Colombia, país en el que ha residido— expuso algunas de sus primeras medidas y su visión sobre la educación del futuro. La lección francesa aún puede ser universal.

RESPUESTA. No. Estamos en otra época, y uno de los retos de un buen sistema escolar es el equilibrio entre una unidad que garantice una cierta igualdad, y la libertad de iniciativa y la creatividad en el ámbito local, indispensable para progresar.

P. ¿Qué es lo esencial, lo que debe seguir siendo nacional?

R. Leer, escribir, contar y respetar al otro. Debemos estar seguros de que, al terminar la escuela primaria, todos los alumnos posean estas competencias básicas. Y pongo el acento en el lenguaje, porque es la llave del resto: la primera desigualdad es la desigualdad ante el lenguaje. Por eso tenemos una política muy centrada en el lenguaje en los primeros años del niño, en la escuela maternal [preescolar]. Y tenemos una política para los dos primeros años de la escuela elemental, los niños de seis y siete años, que consiste en partir las clases en dos en los territorios más desfavorecidos para tener clases de 12 alumnos en esos años clave para el futuro del niño.

P. ¿La educación se había apartado de los principios que usted cita?

R. En cierta manera, sí. Francia vive un fenómeno común en otros países: alrededor del 20% de los niños entran en el collège [escuela intermedia, entre los 11-12 años y los 14-15] sin saber realmente leer y escribir correctamente, y esto los perjudicará durante toda la vida.

P. ¿El sistema educativo crea desigualdades?

R. La educación no alcanza a compensar desigualdades que existen. Debería compensarlas y no lo hace bien ahora.

P. ¿Las perpetúa?

R. Sí, y a veces las amplía. Por eso defiendo que debemos hacer subir el nivel para todo el mundo. Hasta hace poco, en Francia y tal vez en otros países, había una especie de teoría muy demagógica que consistía en decir que había que bajar el nivel para igualar a todo el mundo. Esto va en contra de las clases bajas. Lo que ocurre es que las familias de las clases superiores logran compensarlo en el contexto familiar. Mi teoría es la contraria. Debemos tener una cierta exigencia desde los primeros años para dar a los niños de las familias pobres en la clase lo que no tienen en la familia.

P. Estas resistencias que usted cita, ¿diría que son herencia del Mayo del 68, del que ahora se celebra el 50º aniversario?

R. La educación es una cuestión de equilibrio. Antes de Mayo del 68 tal vez había un desequilibrio en favor de una cierta exigencia. Mayo del 68 tuvo muchos aspectos, entre otros un cierto individualismo y también la idea de que trabajar no era importante. Trabajar menos significa acentuar las desigualdades. En los debates educativos, incluso dentro de una familia, a veces se opone el esfuerzo y el placer. Debemos tener los dos. No puede haber un buen aprendizaje sin placer, y el niño, cuando empieza a ir a la escuela, viene con placer, con curiosidad. El deber de la escuela es fomentar el placer de la sabiduría, pero esto requiere esfuerzo y trabajo.

P. ¿Por qué ha reintroducido la enseñanza del latín y el griego?

R. No hay que oponer pasado y futuro. Cuando el mundo tuvo que repensar su propia lógica en los siglos XVI y XVII con el descubrimiento de las Américas y la invención de la imprenta, hubo al mismo tiempo un redescubrimiento de la Antigüedad, de los clásicos. No es casualidad. Hay que pensar de dónde venimos para ver adónde vamos. Además, el lenguaje es fundamental en la vida: es la vida. El griego y el latín no son piedras muertas. Son elementos de vida en el lenguaje. Desempeñan un papel esencial si queremos ayudar a nuestros niños a tener un lenguaje de calidad y a entender la complejidad de la vida gracias a la complejidad del lenguaje, la etimología, el juego con las palabras.

P. ¿Todas las respuestas están en la tradición?

R. No, por supuesto. No hablo de tradición, sino de lo eterno. Debemos aprovechar la sabiduría de los siglos precedentes. Somos enanos a hombros de gigantes. En nuestra Europa a veces hay muchos discursos pesimistas. Nuestro deber es dar a los jóvenes raíces y una proyección positiva en el futuro. Esto implica tener en cuenta las consecuencias de las nuevas tecnologías. Yo tengo muy en cuenta las ciencias cognitivas y las ciencias en general. Lo paradójico es que hay un gran progreso científico y tecnológico, y a la vez un cierto oscurantismo que avanza, no solo el fundamentalismo islámico sino también las teorías de la posverdad, las teorías conspiratorias. El deber de la escuela republicana consiste en adoptar el espíritu de la Ilustración, y la Ilustración es la ciencia y la ética. La gran pregunta de nuestra época es en qué medida un mundo más tecnológico puede ser un mundo más humano. Y la educación es la primera respuesta a esta pregunta. No es fácil. Supone este equilibrio entre las raíces y las alas.

P. ¿Tendremos profesores robots?

R. El profesor, en el mundo de mañana, será aún más importante que hoy. No va a desaparecer, pero habrá una evolución. Cuanta más tecnología tengamos, más humanidad necesitaremos. En el futuro, el profesor y la máquina trabajarán en equipo.

P. Algunas escuelas se han convertido en un vivero de fundamentalismo, ¿son un problema real en Francia? ¿Qué hacer?

R. Una de nuestras tareas como Gobierno es ver los problemas de manera lúcida y señalarlos, sin exagerar ni minimizar. Vamos a trabajar para cambiar esto. Se acaba de votar una ley que me da más fuerza jurídica para prohibir una escuela radical. Además, hemos creado grupos de intervención en cada región para garantizar el respeto de la laicidad. Es una estrategia global: una escuela de mejor calidad en el futuro forma parte de la lucha contra el fundamentalismo.

Fuente: https://elpais.com/internacional/2018/04/13/actualidad/1523631029_267641.html?id_externo_rsoc=TW_CC

Comparte este contenido:

Ariel Petruccelli: «…los trabajadores de la educación pueden y deben jugar un rol fundamental en las disputas culturales o ideológicas, y desde luego que parte de esta disputa está atravesada por la mercantilización del conocimiento, y otra parte por los contenidos y las formas de enseñanza»

Por Hemisferio Izquierdo

Hemisferio Izquierdo: En «Docentes y Piqueteros», donde analizás particularmente a ATEN y sus luchas, das cuenta de qué el sindicato docente tiene una «beligerancia excepcional» dentro de lo que llamás la «cultura de la protesta», como rasgo característico de Neuquén. ¿A qué refieren ambas caracterizaciones y cómo se vinculan entre sí?

En ese libro yo partía de una constatación, que a cualquiera que conozca a Neuquén le parecerá una obviedad: es una provincia gobernada desde hace décadas por el mismo partido, el Movimiento Popular Neuquino (MPN), que es, además, el único partido de carácter provincial con funciones permanentes de gobierno en la Argentina. Ideológica y políticamente el MPN es una especie de peronismo provinciano, pero separado institucionalmente del Partido Justicialista desde los años sesenta y siempre dispuesto a prestar apoyo a los gobiernos nacionales, sean del signo político que sean, a cambio de prebendas. Pero la contra-cara de esta enorme hegemonía electoral, es la presencia de una beligerancia social y sindical sin paralelos en la Argentina contemporánea. Mi hipótesis es que la hegemonía del Movimiento Popular Neuquino se explica por la estructura económica de Neuquén: una economía dependiente de la producción energética (petróleo y gas sobre todo), controlada por grandes empresas cuyos dueños no son locales. Esto genera un peso desmesurado del estado, cuyo principal ingreso son las regalías; y una burguesía local totalmente dependiente de él. Hay investigadores de Neuquén que llegan a hablar de un partido-estado, lo cual, si se lo toma cum grano salis, da una buena idea del fenómeno (aunque no habría que pensar en un partido-estado como en la URSS o en la Alemania Nazi, claro). Sin embargo, la beligerancia social de Neuquén no puede ser explicada estructuralmente. Para dar cuenta de la misma acuñé un concepto que ha tenido bastante fortuna: “contra-cultura de la protesta”. Postulé que en Neuquén se forjó (como resultado de una convergencia de diversas causas histórico-sociales que no vienen al caso aquí) un universo político-cultural con características propias, y relativamente anómalo con lo que resulta observable en otros sitios de la Argentina. El concepto de “contra-cultura de la protesta” se proponía destacar varios aspectos. Aquí podría mencionar al menos dos, que creo son fundamentales. En primer lugar, el carácter praxiológico de este universo cultural. Antes que destacar las dimensiones institucional, ideológica o mental, me parecía que lo más distintivo tenia que ver con ciertas prácticas comunes. Fundamentalmente, que un mismo cuerpo sustancial de conductas prácticas es compartido por individuos o movimientos con diferente ideología. Aunque los miembros de la contra-cultura comparten ciertos valores y representaciones (permaneciendo otros en disputa), es su praxiología el principal factor aglutinante.

En segundo término, se trataba de aprehender el carácter local del fenómeno. Con independencia de que se pudieran registrar situaciones equiparables en otros sitios, el concepto procuraba aprehender un rasgo particular, antes que un fenómeno general. Porque en Neuquén se da un fenómeno que, por su magnitud, densidad y extensión temporal, es excepcional en la Argentina contemporánea. No es casual que la experiencia de Zanon/Fasinpat, haya tenido lugar en Neuquén: cuantitativamente se trata de la más importante de las empresas gestionadas por los propios trabajadores de la Argentina, y tanto por sus acciones como por sus demandas y consignas los ceramistas de Neuquén son los más radicalizados del país.

Pues bien, dentro de esta contra-cultura, el sindicato docente, ATEN, ha jugado y sigue jugando un papel central. Las dos principales crisis políticas que sufrió el gobierno del MPN estuvieron estrechamente relacionadas con sendos conflictos docentes: la huelga de 1997, en el marco de la cual fue asesinada por la policía Teresa Rodríguez y, más recientemente, en el año 2007, la represión que desembocó en el fusilamiento público de Carlos Fuentealba. Por otra parte, el nivel de convocatoria de las asambleas y movilizaciones de ATEN (estamos hablando de movilizaciones de varios miles en una provincia pequeña, y de asambleas de hasta 2000 compañeros y compañeras en la capital, y de hasta 4000 en toda la provincia) atrae a otros sectores sociales. Las asambleas de ATEN son un fenómeno de democracia directa y deliberativa digno de ser estudiado.

Para calibrar el grado de combatividad histórica de ATEN hay que considerar que el sindicato llevó adelante planes de lucha que podríamos denominar de alta intensidad -que se aproximaron (y en muchos casos sobrepasaron) a los treinta días de huelga- en 1997, 2003, 2006, 2007, 2009, 2010, 2013 y 2017. En 1988, 1991, 1992, 1996, 1999, 2001 y 2016 se registran conflictos docentes no tan prolongados como los del primer grupo, pero que aún así sumaron muchos días de huelga. ATEN montó piquetes que bloqueaban rutas en 1997, 1999, 2003, 2006 y 2007 (en 2006 se llegaron a bloquear los cuatro accesos a la refinería de petróleo en Plaza Huincul durante una semana, lo que desembocó en una violenta represión a cargo de para-policiales); en tanto que en 2009 el gobierno ofreció una nueva propuesta, a la postre aceptada, tres horas antes de que se iniciara el bloqueo de las rutas aprobado en las asambleas en la coyuntura de un fin de semana largo (bloqueo al circuito turístico). Los trabajadores de la educación de Neuquén fueron reprimido por la Gendarmería, la policía o para-policiales, aisladamente o junto con otras organizaciones sociales o sindicales en 1997, 1999, 2001, 2003, 2005, 2006, 2007 y 2013 (en algunos años en más de una ocasión). En la Argentina de los últimos cuarenta años, ningún otro sindicato docente puede mostrar un historial semejante, incluso ningún otro sindicato, a secas.

Hemisferio Izquierdo: El libro estudia las luchas docentes de fines de los noventa y fue publicado en 2005. ¿Qué impacto tuvo la década «kirchnerista» en la lucha docente neuquina y en ATEN en particular?

Es cosa sabida que durante el período Kirchnerista disminuyó la conflictividad social en general. En el caso de los docentes, al estar la CTERA conducida por kirchneristas la voluntad beligerante fue escasa. Sin embargo, el primer dato obvio es que la beligerancia en Neuquén no disminuyó. Con las fluctuaciones propias de cualquier fenómeno histórico-social, una mirada global a lo sucedido de 2003 a la fecha no permite apreciar un descenso en el nivel de protesta social. Sin embargo, la experiencia kirchnerista ha calado dentro de la contra-cultura, produciendo tensiones y polarizaciones; pero no la ruptura o un abandono más o menos masivo de los parámetros culturales. Los actualmente kirchneristas y filo-kirchneristas de ATEN participaron activamente, y mayormente dirigieron, las intensas huelgas de 2003, 2006, 2007, 2009, 2010, 2013 y 2017, en agudo contraste con lo que hicieron los kirchneristas y filo-kirchneristas de casi todos los demás sindicatos docentes. Por ejemplo, los días de huelga concretados por el SUTEBA en el mismo período se cuentan con los dedos de las manos. El elevado nivel de movilización y protesta social que mantuvieron los militantes y simpatizantes kirchneristas en Neuquén se explica en parte porque la provincia continuó siendo gobernada por el MPN (y no por el Frente para la Victoria). Empero, no se puede desconocer que el MPN actuó cuando menos desde 2008 como un aliado del gobierno nacional. Por consiguiente, la beligerancia kirchnerista local no se explica sólo por el signo político del gobierno provincial. Lo cierto es que romper con las tradiciones culturales combativas es un costo que en ATEN se paga caro.

Hemisferio Izquierdo: En muchos sectores de la izquierda, al menos en Uruguay, se ven a los sindicatos docentes y sus luchas como de una menor relevancia relativa respecto a la lucha de las trabajadoras y trabajadores manuales, las que se entiende tienen una mejor posición para disputarle al capital. ¿Compartís dicha lectura? ¿Cuál es el rol que los docentes y sus sindicatos debieran jugar en el conjunto del movimiento obrero a tu entender?

Desde una perspectiva, digamos, clásica, es evidente que los trabajadores de la educación no ocupamos un lugar “estratégico” dentro de la valorización del capital. Unas horas de huelga en sectores como los transportes o la producción petrolera causan estragos económicos. Varios días de paro docente no genera nada semejante. (Esta es la razón, dicho sea de paso, por la que en Neuquén muchas veces los trabajadores de la educación terminaron bloqueando rutas, accesos a pozos petroleros e incluso una refinería). Todo esto es cierto y no se lo puede ignorar. Si la capacidad de lucha de un grupo social la medimos en relación a su incidencia en la producción económica, los docentes somos un actor de reparto. Pero habría que discutir si la incidencia económica es lo único relevante o lo único a tener en cuenta. Sobre todo entre quienes mantenemos vivo un espíritu anti-capitalista; entre quienes no nos resignamos a vivir eternamente bajo el dominio del capital. Aquí quisiera recordar lo que alguna vez escribí junto a Juan Pablo Casiello, que fue dirigente de ANSAFE Rosario (no se si lo es en la actualidad). En particular, lo que en el mundo contemporáneo no se puede dejar de ver es que los docentes ocupan un curioso y acaso inesperado lugar estratégico. Pero estratégico no en un sentido económico. Estratégico en un sentido ideológico, o cultural, como prefieran. Nada más y nada menos que la lucha por la hegemonía política. Se muy bien lo mucho que se ha usado y abusado del término hegemonía. No quiero entrar en una polémica teórica. Pero me parece que la consolidación de regímenes democráticos liberales más o menos estables hace que sea cada vez más importante la conquista del corazón y de las mentes de la población (en lugar de la pura y dura represión). Porque si la hegemonía significa algo, ello es la capacidad para conquistar el corazón y las mentes de grandes grupos sociales. Y la escuela es un ámbito privilegiado (aunque en modo alguno exclusivo) para conquistar los corazones y las mentes. La masividad de la educación inicial, primaria y secundaria, junto al carácter dominante de la educación pública en nuestros países, hace de la tarea docente una actividad de enorme influencia y gran versatilidad. Los medios masivos de comunicación acaso tengan una influencia mayor, pero, por contra y a consecuencia del carácter de empresas capitalistas de los más grandes de ellos, resultan menos permeables que la docencia a las ideas anti-sistémicas. Varias décadas atrás era mucho más fácil hallar un discurso revolucionario en un diario que en un aula; hoy es más factible encontrarlo en un colegio que en un programa de TV.

Por diferentes razones, los trabajadores de la educación se hallan en una suerte de situación bisagra, que les permite actuar como puente entre distintos tipos de demandas: clasistas, ecologistas, feministas, indianistas. Dado el carácter mayoritariamente femenino de los planteles docentes, el magisterio parece un ámbito más que propicio para fusionar las necesidades y demandas de clase y de género. Puesto que los ecologistas están fuertemente interesados en difundir los problemas ecológicos y en promocionar otras formas de vida, es obvio que las escuelas son un lugar estratégico. Y también las demandas de los pueblos originarios tienen muchos puntos de contacto con el ámbito escolar. Quizá esto no sea tan visible para los lectores y lectoras de Uruguay, debido a que los pueblos originarios fueron virtualmente exterminados no solo cultural, sino incluso físicamente. Pero en otros lugares de Latinoamericana hay movimientos de pueblos originarios con muchas capacidad de movilización. En Neuquén, por ejemplo, los hermanos maupuche han estado y continúan estando al frente de la resistencia contra la mega-minería y la extracción de petróleo por fractura hidráulica; además de sostener diferentes demandas territoriales y culturales.

Hemisferio Izquierdo: En las últimas décadas, el sindicalismo docente latinoamericano se ha visto empujado a una posición defensiva, de resistencia a las reformas educativas neoliberales y neo-conservadoras. Eso reforzó el doble carácter de la lucha docente, en tanto reivindicación material de mejores condiciones de trabajo y más remuneración;  y la necesidad de construir y defender  un proyecto pedagógico contra-hegemónico que se oponga a las tendencias mercantilizadoras del sistema educativo. ¿Compartís esta valoración? ¿Crées que el sindicalismo docente está en condiciones de ser portador de un proyecto educativo alternativo y transformador?

Como dije antes, creo que los trabajadores de la educación pueden y deben jugar un rol fundamental en las disputas culturales o ideológicas, y desde luego que parte de esta disputa está atravesada por la mercantilización del conocimiento, y otra parte por los contenidos y las formas de enseñanza. El sindicalismo docente, como fuerza aglutinante del sector, debería dar importancia a estas cuestiones. Sin embargo, hay que estar atentos a algunos problemas y tensiones. En primer lugar la puja entre las dimensión corporativa y la dimensión hegemónica. Como organización sectorial, todo sindicato tiende a tener una perspectiva de defensa sectorial. Esta perspectiva, “estrecha” si se quiere, no puede ser ignorada o descuidada. Debe, en todo caso, ser trascendida. Aunque los docente están en una excelente posición para aunar diferentes tipos de demandas; no se debería concluir por ello que sea fácil conciliar los intereses clasistas, feministas, indianistas y ecologistas. Si estas corrientes marchan juntas en pos de un proyecto común capaz, empero, de contemplar sus especificidades, o si, por el contrario, se disgregan e incluso enfrentan entre sí, es algo que está por verse. Tampoco es seguro que una eventual integración se consolide como parte de un proyecto revolucionario: puede darse bajo formas reformistas e incluso conservadoras. En cualquier caso, es evidente que el socialismo debe bregar por dicho proyecto común. Y la actividad docente ocupa un sitio privilegiado tanto para la difusión de tales demandas, como para su hipotética unión en el seno de un proyecto social y político abarcador.

Por último, creo que una educación realmente emancipada sólo puede tener lugar en una sociedad emancipada. La transformación educativa sin una transformación económica y social tiene patas cortas.

Hemisferio Izquierdo: En la actual lucha docente en Argentina, ¿qué factores son del orden de lo estructural,  y cuánto de coyuntural podés visualizar? ¿Cuáles son las perspectivas del conflicto actual?

Entiendo que hay cuatro factores estructurales que explican por qué los sindicatos docentes han sido los más combativos en los últimos años, y que nos permiten prever que lo seguirán siendo en el futuro próximo. En primer término hay que considerar que los salarios docentes son bajos, hay una tendencia a cierta proletarización. En segundo lugar se trata mayormente de empleados públicos, con estabilidad laboral y derechos adquiridos. En tercer término, la educación es un campo que se expande en el mundo contemporáneo: es una actividad en crecimiento, no en retirada. Por último, la universalización de la educación secundaria tiene su razón de ser profunda en la imposibilidad de generar empleo masivo para los jóvenes: cuando se afirma que las escuelas medias son un mero “contenedor” de adolescentes, en las que la labor pedagógica se ve completamente diluida, no se hace más que describir una realidad. Pero una realidad cuya causalidad profunda tiene que ver con el funcionamiento del capitalismo. Todo esto genera un “malestar docente” que, unido al carácter de actividad legalmente protegida, hace altamente probable el conflicto.

Pero por importantes que sean, estos elementos estructurales no lo explican todo. Hay niveles muy disimiles de conflictividad o de sindicalización docente, que no se pueden explicar por fenómenos estructurales del tipo de los recién mencionados. Para regresar al caso de Neuquén: es cierta contra-cultura política un factor explicativo en modo alguno menor. Y más allá de las disparidades regionales, hay disparidades epocales, que tiene que ver con coyunturas económicas y con las políticas llevadas a delante por los gobiernos de turno. En la coyuntura argentina actual, con un gobierno indudablemente de derechas, abiertamente privatizador y que desprecia a la escuela pública, todo hace pensar en la posibilidad de un amplio frente educativo que enfrente a la política salarial y educativa de Macri. La colisión entre el macrismo y los trabajadores de la educación se está desarrollando ante nuestro ojos, incluso con contenidos represivos, como el desalojo de la escuela itinerante en Plaza Congreso. Pero, dado que el sistema educativo en la Argentina está provincializado, las negociaciones salariales se realizan provincia por provincia. La CETERA reclama la realización de negociaciones paritarias nacionales, que fijen un piso salarial. De momento, sin embargo, aunque hubo varios días de paro nacional y una enorme “marcha federal educativa” de varios cientos de miles de docentes, las luchas concretas y directas tienen carácter provincial, con resultados desparejos. De cara al futuro, lo único que se puede prever es la lucha entre los docentes y el gobierno; su resultado es incierto: sólo nos queda decidir de qué lado estaremos. De mi parte no tengo la menor duda.

Fuente: https://www.hemisferioizquierdo.uy/single-post/2017/05/03/Entrevista-a-Ariel-Petruccelli-los-trabajadores-de-la-educaci%C3%B3n-pueden-y-deben-jugar-un-rol-fundamental-en-las-disputas-culturales-o-ideol%C3%B3gicas-y-desde-luego-que-parte-de-esta-disputa-est%C3%A1-atravesada-por-la-mercantilizaci%C3%B3n-del-conocimiento-y-otra-parte-por-los-contenidos-y-las-formas-de-ense%C3%B1anza

Comparte este contenido:

Ser docente en las cárceles: Entrevista al profesor Pedro Nazar

Entrevista a Pedro Nazar, quien coordina el taller de poesía con los internos de la Unidad carcelaria 47 de José León Suárez en Aregentina

Desde hace años, se realizan en dicha unidad carcelaria de José León Suárez, carreras y talleres dictados por la UnSaM (Universidad Nacional de San Martín).

En ese contexto, el profesor de literatura y escritor Pedro Nazar coordina los talleres de poesía con internos del llamado “régimen abierto”.  En este marco editaron la compilación de poesías en el CD “Los Monos”: poemas que reflejan la orfandad del encierro, el silencio, la introspección del “estar ahí”.

Podcast: Download

3. “Poema-3-los-monos-vacios-pablo-ramos.-mp3” 0:28

Fuente: http://www.radionacional.com.ar/ser-docente-en-las-carceles-entrevista-al-profesor-pedro-nazar/

Comparte este contenido:

Olli-Pekka Heinonen, director del Consejo de Educación finlandés «En Finlandia hoy es más difícil estudiar para maestro que para abogado»

Por Ricardo Braginski

Hace años que ese país obtiene buenos resultados educativos. Tienen un modelo muy distinto al de la mayoría de los países. El responsable de aplicarlo cuenta cuáles son las claves. Olli-Pekka Heinonen dirige el Consejo de Educación de Finlandia, el organismo responsable de implementar las políticas educativas en ese país. Está en Buenos Aires participando de un seminario asociado al Grupo de Trabajo de Educación del G20 y se hizo un tiempo para hablar con Clarín.

– ¿Cuál es la clave del éxito de la educación en Finlandia?

– Le voy a decir lo que hemos hecho bien. Tenemos docentes muy calificados, con formación universitaria y con conocimiento acerca de la actividad docente. También tenemos una comunidad que apoya a las escuelas y a los maestros con una actitud muy positiva.

Entrevista con el director del Consejo de Educación de Finlandia Olli Pekka Heinonen. Foto German Garcia Adrasti

Entrevista con el director del Consejo de Educación de Finlandia Olli Pekka Heinonen. Foto German Garcia Adrasti

– ¿Cómo se forman y se selecciona a los maestros?

– Ellos tienen que aprobar una carrera en la universidad que dura 3 años. Y tienen un período en el que van a las escuelas a hacer una suerte de entrenamiento. La principal selección está a la hora de entrar a la universidad. Les toman un examen en el que miden distintas cosas, desde actitud hasta conocimientos generales y competencias socioemocionales. Muchos jóvenes quieren ingresar a la carrera, pero solo ingresa entre el 10 y el 15 por ciento de los que aplican. En Finlandia hoy es más difícil estudiar para ser maestro que para ser abogado.

Mirá también

Con la paritaria estancada, Vidal les pagó a los docentes un anticipo del 5%

– ¿Y luego son bien pagos?

– Si le preguntás a los maestros en Finlandia te van a decir que no. Pero si lo comparamos con otros maestros de escuelas primarias a nivel internacional están dentro del promedio. Así que no podemos decir que están muy bien pagos, la gente no quiere ser maestros por el salario. Cuando les preguntamos por qué eligen la profesión casi todos dan la misma respuesta: es porque estamos a cargo de nuestro propio trabajo y desarrollo personal. Disfrutan de esa autonomía y las posibilidades que les da.

– ¿Esa autonomía es absoluta? ¿Pueden hacer lo que quieren dentro de sus aulas?

– Nosotros tenemos una currícula nacional que marca los objetivos que los chicos deben conocer cuando terminan sus clases. Ahora, cómo se llega a eso es enteramente responsabilidad del maestro. También, qué clase de textos o materiales usan es entera decisión del maestro. Y si deciden no usar ningún libro, y optan por otra estrategia pedagógica también pueden hacerlo.

Entrevista con el director del Consejo de Educación de Finlandia Olli Pekka Heinonen. Foto German Garcia Adrasti

– ¿Cómo evalúan a los chicos?

– Nosotros tenemos una descripción de lo que los chicos tienen que dominar para poder pasar de grado. Queda en manos del maestro evaluar esos requerimientos. En Finlandia la evaluación es algo que sucede todo el tiempo, tiene que ver con la relación que establecen los maestros con los alumnos. También hay una autoevaluación de los chicos, lo que les genera una responsabilidad sobre sus propios aprendizajes.

Mirá también

Sólo se recibe el 60% de los chicos que entran a la escuela secundaria

– ¿Es cierto que las clases duran cuatro horas y no tienen tareas?

– En una comparación internacional las escuelas en Finlandia son muy cortas. Sobre todo en la escuela primaria. No puedo decir cuántas horas exactamente se quedan los chicos en las escuelas porque eso depende del grado al que van y eso va aumentando año tras año. Pero en una comparación internacional tenemos menos horas. Tareas hay, pero no tanto como en otros países. Cada maestro evalúa qué cantidad de tarea necesita.

– ¿Cuáles son las razones de que haya menos horas de clase y menos tareas en términos internacionales?

– Es una buena pregunta. Pienso que en muchos países donde hay muchas tareas son sistemas que se basan mucho en los exámenes y los chicos tienen que estudiar para esos exámenes. Pero en Finlandia no los tenemos y entonces la atmósfera escolar es más relajada. Nosotros sabemos que la motivación por aprender es muy importante, así como que los chicos disfruten de aprender. Esto no significa que no haya requerimientos, pero se busca que la atmósfera esté preparada para conseguir esos requerimientos.

Entrevista con el director del Consejo de Educación de Finlandia Olli Pekka Heinonen. Foto German Garcia Adrasti

Entrevista con el director del Consejo de Educación de Finlandia Olli Pekka Heinonen. Foto German Garcia Adrasti

– La educación de Finlandia es conocida por sus niveles de igualdad. ¿Cómo lo logran?

– La principal razón de nuevo son los docentes. Todos están bien formados y tienen similares formaciones. Y cada uno es responsable de lo que pasa en sus aulas. Esto hace que no se vean muchas diferencias entre las distintas escuelas.

– Pero las diferencias muchas veces tienen que ver con el capital cultural de las familias de donde vienen los chicos…

– Por supuesto que nosotros también tenemos distintas áreas. Pero en Finlandia las escuelas, que son prácticamente todas públicas, no compiten unas contra otras. Además, el gobierno aplica un criterio de financiamiento de discriminación positiva: las escuelas que tienen más dificultades y problemas reciben más dinero. Esto es algo bastante nuevo, de hace 4 o 5 años.

Escuela primaria en Helsinki, Finlandia. Archivo

Escuela primaria en Helsinki, Finlandia. Archivo

– ¿Cuál es la relación con los gremios docentes? ¿Piden participar de la formulación de políticas educativas?

– Nosotros tenemos en Finlandia solo un gremio docente, que es muy fuerte. Tenemos mesas de negociación con todas las partes involucradas en la educación, en la cual ellos participan. Y cuando se plantean situaciones a resolver relacionadas con la educación normalmente estamos del mismo lado. Así que no existe confrontación. Por supuesto a veces hay diferentes puntos de vista, sobre todo con respecto al uso de los recursos.

Mirá también

Santa Cruz y Tierra del Fuego son las provincias donde más ganan los docentes: el ranking completo

– ¿Y con los salarios?

– Con los salarios hay otro sistema, eso se discute a nivel de las municipalidades. Ahí se negocian los salarios. Las autoridades educativas no cumplen ningún rol en la discusión salarial.

– ¿Hay huelgas docentes?

– Ocurre raramente. Algo así como una vez cada 15 años.

Entrevista con el director del Consejo de Educación de Finlandia Olli Pekka Heinonen. Foto German Garcia Adrasti

Entrevista con el director del Consejo de Educación de Finlandia Olli Pekka Heinonen. Foto German Garcia Adrasti

– ¿Cómo está organizada la escuela secundaria?

– Tenemos dos tipos de secundaria. Una general y otra orientada al trabajo. Las dos son igualmente populares: cincuenta y cincuenta. Por lo cual hay una situación equilibrada. Las materias son las tradicionales pero lo que estamos haciendo cada vez más, también en la escuela primaria, es contenido transversal, competencias que atraviesan distintas materias. Esto significa que los maestros de las distintas materias tienen que cooperar para que esto tenga éxito. Esto lo empezamos a implementar en 2016, así que estamos en el segundo año. Es algo nuevo para los maestros trabajar en forma más cercana con el otro, con este enfoque transversal.

– ¿Por qué no es obligatoria la escuela secundaria?

– Si bien no es obligatoria, la mayoría de los jóvenes van a la escuela secundaria. Y nuestro sistema educativo tiene la obligación de garantizar que todo el mundo que quiera tenga un lugar. Los jóvenes tienen el derecho a estudiar pero la escuela no es obligatoria.

– Pero, ¿por qué?

– Hay una tradición en Finlandia, de que los padres puedan elegir enseñarles ellos mismos a sus hijos en sus casas. Pero hay que decir que es extremadamente raro que esto suceda. La mayoría de los jóvenes van a la secundaria.

– ¿Cree que se puede aplicar algunos aspectos del modelo finlandés en la Argentina?

– No creo que se pueda tomar el sistema de una cultura y llevarlo a otra. No es como una receta de cocina que hay que seguir paso por paso. El sistema educativo está muy relacionado con la cultura de cada país. Tienen sus propias características, y yo nunca voy a ir a un país a decir qué es lo que hay que hacer.

Fuente: https://www.clarin.com/sociedad/finlandia-hoy-dificil-estudiar-maestro-abogado_0_SkvYQ86sz.html

Comparte este contenido:

Quimey Ramos: primera docente trans de primaria en hacer una transición durante el ciclo lectivo

Quimey Ramos es una joven mujer trans, docente y activista. Según sus palabras, su vida “tomó cierto nivel de visibilidad”, el año pasado, “a partir de que los medios hegemónicos me presentaron como la primera docente trans de primaria en hacer una transición durante el ciclo lectivo”. Tenía 22 años, y “aprovechó esa oportunidad” para armar la primera red de docentes trans a nivel nacional, que hoy tiene alrededor de 40 personas ejerciendo.

En diálogo con Prensa Obrera, cuenta que planean realizar un encuentro nacional, “una instancia sin precedentes en América Latina”, y habla de su lucha en el contexto actual.

¿Cómo ves al colectivo trans en la situación política de hoy?

A mi parecer, en el marco político actual, las necesidades y las luchas del colectivo trans quedan profundamente vinculadas al resto de las luchas sociales, porque entramos en una etapa de la crisis en la que diferentes capas de la sociedad se ven arrastradas a la lucha por la subsistencia. El colectivo trans siempre estuvo en esa situación, y ahora se profundiza; como bien decían Claudia Pía Baudraco y Lohana Berkins “la democracia nunca llego para el colectivo trans”.

Hemos denunciado que el colectivo vive un genocidio silencioso…

Es necesario hablar de genocidio, porque sin ir más lejos fuimos perseguidas sistémica y policialmente hasta hace 10 años con los edictos policiales; de hecho, los últimos que quedaban, en Mendoza y en Formosa, recién se sacaron en 2012. Directamente nos perseguían por nuestra identidad trans. Y una de las cuestiones que pesan más sobre la comunidad es el destino social tan claro que tenemos, en el caso de las feminidades trans/travestis: los índices arrojan que en nuestra población la única actividad remunerada es la prostitución. Lo cierto es que nuestra existencia es en disputa: nuestras vidas están en disputa.

¿Cómo ves el cuadro internacional y su conexión con la situación local?

A nivel internacional podríamos decir que la lógica del capitalismo, que tiene diversos matices, nos dice por ejemplo que para ser “aceptadx” tenés que modificar todo tu cuerpo. Lo que hace es empobrecer la experiencia trans a su mayor exponente, porque la considera como el trayecto de hombre a mujer o al revés. Y en realidad las personas trans venimos a demostrar que se pueden elegir un montón de formas distintas. Es darte cuenta que tu nombre, tu identidad de género, la forma en la que la que te expresás, todo eso y más, no es algo dado e incambiable, sino que está en continuo movimiento, y que podés elegirlo a tu voluntad. Eso creo que es lo interesante que tiene la perspectiva trans para dar hoy en día a todos los movimientos sociales, el hecho de ampliar tus posibilidades, subjetivas y colectivas.

En Argentina contamos con una ley de vanguardia a nivel mundial, que es la Ley de Identidad de Género; pero basta con decir que la OMS (Organización Mundial de la Salud) nos sigue patologizando, considera que las personas trans padecemos de “disforia de género”. Con respecto a las luchas acá y que nos unen con muchos otros grupos está la modificación de la Ley de Salud Mental, que retorna a un paradigma más biologicista, jerarquizando el paradigma médico-biológico por encima de nuestras construcciones sociales; podríamos defendernos frente a eso apelando a la Ley de Identidad de Género, pero lo cierto, hablando de un colectivo tan vulnerado como el nuestro, es que muy probable que se nos continúe persiguiendo, reeditando paradigmas patologizantes amparados en estas nuevas modificaciones a la ley.

Todo sumado a un contexto donde el mismo Papa Francisco habla de las personas transgénero diciendo que somos tan anti naturales como las bombas atómicas. Es decir que hay un hostigamiento a la comunidad trans a nivel internacional que repercute directamente en nuestras vidas y por eso es interesante recalcar que la Ley de Identidad de Género, es muy importante en comparación de otras partes del mundo donde se nos reconocen algunos derechos al colectivo trans: solo requiere nuestra propia declaración de nuestra identidad autopercibida, a diferencia por ejemplo de España, donde te hacen pasar por varias pericias para que un psiquiatra te diagnostique “Disforia de Género” y entonces sí, acceder a tu identidad, pero de una forma súper humillante y violenta.

Lo principal que tenemos que recalcar de la Ley de Identidad de Género es que ha sido un logro impresionante de la lucha de un colectivo donde la mayor parte de sus integrantes dieron la vida por las conquistas que tenemos. Que la aprobación de esta ley se dio muy a pesar de los congresistas que la votaron, debido a la gran movilización. Pero luego, a casi más de 5 años de vigencia, la burocracia estatal y los agentes públicos nos siguen vulnerando derechos, y no se han generado estrategias estructurales para que la ley se respete. Y ahí vemos claramente la responsabilidad del Estado que no garantiza que la ley se cumpla.

¿Qué desafíos tiene el colectivo LGTBI y particularmente la comunidad trans?

Muchos; estamos en un nivel de postergación tan grande y son muchas las luchas que debemos dar. Por ejemplo, si hablamos de cuestiones de salud, podríamos pensar en los tratamientos hormonales, algo generalizado en la comunidad trans, que son intervenciones realizadas con fármacos que no son pensados para nosotrxs por los laboratorios. Mi acompañamiento hormonal lo hago con pastillas que están pensadas para aumentar la disminución de estrógenos durante la menopausia, y que si bien cumplen el fin por el que las utilizo, no están pensadas para mi cuerpo, por lo que tienen muchos componentes extras y de residuos: si existiesen fármacos elaborados para nosotras estos no serían necesarios. Además la falta de acompañamiento del sistema de salud, donde somos violentadas continuamente y es por esto que muchas preferimos hacerlo por cuenta propia, con el riesgo que eso significa. A eso hay que sumarle que la mayoría de nosotrXs morimos por complicaciones derivadas de HIV o por intervenciones realizadas en condiciones totalmente desastrosas. El horizonte y la necesidad de conquistas es enorme, pero hay cuestiones muy primarias y prioritarias que no se están dando.

Entonces cuando hablamos de postergaciones no hablamos de no ser tratadxs en masculino o femenino solamente. Hablamos de este tipo de cosas, hablamos del abandono, no solo de tu familia, del abandono adrede del Estado, de la criminalización y persecución policial, del negocio médico que existe, etc. Y siendo pobre te sale todo el doble: los negocios médicos con nosotras son impresionantes, la salud privada lucra a costa nuestra y en condiciones desastrosas. Y ni hablar de la falta de capacitación de los profesionales que nos atienden, donde se siguen reproduciendo los prejuicios.

Otro tema es la vivienda. Muchas no pueden acceder ni siquiera a un alquiler porque no poseemos ningún tipo de garantía, ni sueldo, ni propiedad y eso implica que tenemos que alquilar en pensiones u hoteles, y las tarifas que se les cobra a las mujeres trans suelen ser mucho más altas que a otra persona. Yo pienso que nuestra imposibilidad de proyectarnos y construirnos en distintos roles sociales está profundamente atada a la desigualdad de ingresos, que en ese sentido la lucha con el resto de lxs trabajadores es la misma: mientras más autonomía material se tenga, menos posibilidades hay para proyectarse y potenciarse humanamente, menos posibilidades de realizarnos.

La lucha actual que estamos librando para el colectivo trans es plantarnos y ser visibilizadxs como sujetxs políticxs que somos, que nuestras denuncias sean valoradas y al mismo tiempo poder conseguir acceso a la mayor cantidad de actividades remuneradas de diferente tipo y cortar con la prostitución como único destino social histórico. De todo esto se trata, de entendernos colectivamente entre toda la clase trabajadora, incluyendo al colectivo trans.

Fuente: http://www.po.org.ar/prensaObrera/online/lgbti/entrevista-con-quimey-ramos-docente-y-activista-del-colectivo-trans

Comparte este contenido:
Page 209 of 454
1 207 208 209 210 211 454