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Ísland: Samtal við samfélagið – Ójöfnuður í menntun á Norðurlöndunum? (Hljóð)

Ísland / 29. apríl 2018 / Höfundur: Kjarninn Miðlar / Heimild: Player FM

Í hlaðvarpi vikunnar ræðir Sigrún við David Reimer, professor í menntunarfélagsfræði við háskólann í Árósum. David hefur stundað rannsóknir tengdar menntun um árabil og beint sjónum að ójöfnuði í menntun, og þá sérstaklega hvernig hann getur skapast þegar nemendur færast frá einu menntastigi yfir á annað. Þau Sigrún ræða um menntakerfið á Norðurlöndum, hvað við vitum um ójöfnuð í menntun bæði á Norðurlöndunum og utan þeirra, og hvernig ólík skólakerfi búa til ólíka möguleika fyrir nemendur, til dæmis út frá því hversu lengi nemendur geta valið ólíkar námsleiðir. Þessi umræða á sérlega mikið erindi við íslenskt samfélag í augnablikinu þar sem mikið er rætt um skólamál almennt og aðbúnað kennara og nemenda.

 

Heimild viðtalið:

https://player.fm/series/kjarninn-hlavarp/samtal-vid-samfelagid-ojofnudur-i-menntun-a-nordurlondunum

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El yoga como herramienta educativa «pedagogía del loto» – Alexander Rubio Álvarez

Colombia / 29 de abril de 2018 / Autor: Redacción / Fuente: Compartir Palabra Maestra

Alexander Rubio Álvarez, un profesor de Educación Física que ha logrado impactar de manera positiva a la comunidad de Ciudad Bolívar, localidad 19 de Bogotá, a través de una propuesta pedagógica innovadora que apuesta por el cuerpo como vehículo de confianza, respeto, alteridad y empatía.

A partir de un particular enfoque del yoga y del trabajo somático ha logrado hacer la diferencia en una zona estigmatizada y aparentemente condenada a lo que él denomina el continuismo del paradigma y de la acción.

 

Fuente de la Entrevista:

https://compartirpalabramaestra.org/recursos/videos/entrevista/el-yoga-como-herramienta-educativa-pedagogia-del-loto-alexander-rubio-alvarez

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Stephen Anderson, académico de la U. de Toronto: “El futuro de los países en democracia y calidad de vida depende de una buena educación pública”

Por casi una década, Stephen Anderson ha estado muy interiorizado en los devenires de la educación chilena, a través de diversas investigaciones colaborativas. Hoy por hoy, el académico del Ontario Institute for Studies in Education, de la Universidad de Toronto (Canadá), trabaja estrechamente con los profesionales de LIDERES EDUCATIVOS, Centro de Liderazgo para la Mejora Escolar. La entidad funciona a través de un consorcio encabezado por la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso, donde el plantel canadiense también participa junto a las universidades de Chile y Concepción, y la Fundación Chile.

Es por eso que, en el marco de una breve visita al país, este Doctor en Educación ha aprovechado de observar más en detalle lo que está ocurriendo con la puesta en marcha de los dos primeros Servicios Locales de Educación (SLEP), Barrancas y Puerto Cordillera, que dan la partida a un nuevo sistema de educación pública en el país.

“Esto está recién comenzando, así que no podría aventurar una opinión aún”, se excusa. “Pero he aprendido mucho más sobre los desafíos que vienen, como por ejemplo, el hecho que antes de los SLEP, las corporaciones municipales aglutinaban varios servicios sociales, como educación y salud. Ahora todo será diferente: no solo se reunirán en un servicio cuatro o cinco comunas, exclusivamente para ver lo referente a educación, a través de equipos que nunca antes han trabajado juntos, sino que además, tendrán que coordinarse con las corporaciones municipales. Y estas a su vez tendrán que descubrir también cómo trabajar con este nuevo aparato administrativo y deberán demostrar que pueden entregar su atención no solo a los SLEP, sino también a las escuelas que no están participando en ellos. Es muy complejo, nadie sabe cómo va a resultar”.

¿Hacia dónde va la educación pública en el mundo?

– “En realidad, son pocos los países donde la educación pública goza de buena salud. La tendencia en el mundo es más bien privatizar, en lugar de fortalecerla. No podría esgrimir los motivos de cada sitio, pero por una parte la educación pública ha fracasado en muchos lugares, y la privatización subvencionada con fondos públicos –como existe en Chile–, les parece a los políticos una buena alternativa a la educación pública. En ese sentido, muchos países no están invirtiendo a largo plazo en ella. Lo que veo en Chile es más bien el proceso contrario, de reactivar y fortalecer la educación pública como alternativa, lo cual me parece muy interesante. Creo que es imposible desbaratar la educación privada, pero lo mejor que podría ocurrir es que se fortalezca la pública, para que coexistan de una forma en que esta última sea una alternativa realista para la gente. No una segunda opción”.

Anderson cree que a través de esta reforma, existe una posibilidad muy desafiante de “reestructurar y limitar un poco las ventajas que había ganado el sistema privado, en lo referente a libre selección y lucro –considerando que al mismo tiempo se reciben subvenciones–. Pero para eso, hay que tener un fuerte sistema de apoyo a las escuelas”, sentencia, ejemplificando con el sólido nivel intermedio existente en la provincia de Ontario, a la cual pertenece. “La OCDE lo ha dicho: si ese nivel tiene capacidad para apoyar, y no solo administrar o supervisar a las escuelas, esto funciona. No va a ser fácil. Podría haberse hecho de una sola vez, adaptando y mejorando lo establecido, pero este es un proceso político y debe ser gradual, lo cual lo hará incluso más difícil, considerando que en estos diez años habrá muchos cambios políticos también”.

Lo más preponderante entonces en este proceso será el aspecto político.

– “Y la transición. Siempre van a existir los dos sistemas en paralelo y el incentivo para que los nuevos SLEP puedan trabajar va a depender mucho de los comentarios y discursos que emanen de la experiencia de los dos primeros que están entrando en funcionamiento, Barrancas y Puerto Cordillera. Estoy convencido de que eso va a definir el futuro de la reforma. Hay que verlo como una oportunidad para definir cómo se puede llevar a cabo el proceso de una forma tal que no se reproduzca automáticamente lo que se está haciendo, y efectivamente haya un mejoramiento de lo que ya existe. En ese sentido, agentes externos como LIDERES EDUCATIVOS tienen un rol muy preponderante a jugar, para ayudarles a pensar no solamente en cómo replicar lo que ya saben, sino también cómo enfrentar los nuevos desafíos nunca antes experimentados sin evitarlos, sino encarándolos de forma positiva”.

¿Por qué es tan importante fortalecer la educación pública de un país?

– “Yo creo en lo que llamamos common good, el bienestar común. El futuro de los países en cuanto a democracia, productividad y calidad de vida para todos –no solo para quienes controlan los recursos–, depende de tener una buena educación pública. La educación no solo sirve para aprender a leer, escribir y contar, sino también para construir ciudadanía. La educación pública reúne a una diversidad de estudiantes, que está creciendo en todas partes gracias a las olas de inmigración que están ocurriendo en el planeta. A mi modo de ver, no deberíamos tratar de fortalecer un sistema que segregue, sino que incluya.

Por otro lado, un país con un buen sistema público no niega los resultados de los alumnos menos aventajados. Hay un fuerte compromiso con la educación de todos. Si hay un tercio o cuarto del total que están desertando antes de terminar la escuela, no podemos hallar una solución única, pero sí ir tras aquella que mejor se adapte a su contexto y características. Pero eso, invertir dinero público en ellos, es una decisión política”.

Usted plantea que cuando los países realizan reformas sistémicas de este tipo, es muy necesario no descuidar lo que ocurre en el aula. ¿Por qué?

– “Porque al momento de la reestructuración, toda la gente va a estar distraída por temas administrativos, como la nueva infraestructura, nuevos edificios y la distribución de recursos que caracterizan la gestión misma. A eso se suma la micropolítica y la coyuntura, considerando que hablamos de grupos de personas que no han trabajado juntos antes y van a tener que aprender a hacerlo, manteniendo un foco pedagógico en el aprendizaje, en medio de todo este huracán de cambios. Va a ser difícil y va a requerir líderes que no pierdan de vista este aspecto, que es imprescindible, porque finalmente lo que ocurre en el aula es el principal agente de motivación en el ámbito educativo”.

¿Qué acciones concreta deberían realizarse en este proceso de transición, con el apoyo de centros de liderazgo como LIDERES EDUCATIVOS, para orientarla hacia el éxito?

– “No creo que se pueda tomar todas las decisiones en base a datos de mejoramiento de la calidad, pero sí hay que hacer uso de ellos, para pensar en las opciones de mejorar los indicadores y las pruebas, alineándolos con el aprendizaje y los resultados. Y no me refiero solo a los grandes datos: hay que fortalecer la capacidad de la escuela y el nivel sostenedor, para que puedan recolectar sus propios datos formativos, y así monitorear y medir el progreso teniendo siempre como meta el mejoramiento, no la sanción. Eso requiere un cambio cultural. Ojalá también –y no sé si va a poder ser posible en el caso de los nuevos SLEP–, reducir la tradición de competencia entre escuelas. Compartir no solo los éxitos, sino también los problemas, para buscar soluciones comunes, en conjunto y comenzar a hablar de los resultados de “nuestros” alumnos en el territorio, no solo en la propia escuela”.

Fuente: https://www.eldinamo.cl/educacion/2018/04/24/stephen-anderson-academico-de-la-u-de-toronto-el-futuro-de-los-paises-en-cuanto-a-democracia-productividad-y-calidad-de-vida-depende-de-tener-una-buena-educacion-publica/

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Aditya Chakrabortty: «La escuela que ofrece buena comida no es solo para niños elegantes»

Aditya Chakrabortty

Son las 11 horas en primaria Stanley Road en Oldham. Es entonces cuando comienza el almuerzo para los más pequeños y es pura emoción; el tipo que solías tener cuando los horizontes eran cortos, los días eran largos y no había nada más por lo que preocuparse. Primero viene el balbuceo de voces, mucho más grande que los pequeños cuerpos que siguen, envueltos en anoraks regordetes a pesar del sol afuera. Toman vajilla, estos niños de cuatro y cinco años que, en septiembre, no sabían cómo sostener un cuchillo y el tenedor, y se dedicaban a la tarea seria de elegir. Detrás del mostrador se encuentra Sheena Fineran: sombrero negro, gafas grandes, polo magenta y, después de 30 años como dama de la cena, en completo dominio de su dominio. «Cuando comencé, era abulón lleno de bultos. Fue hígado. Era comida barata, frita y desagradable.

«Hoy somos los mejores». Las comidas escolares de Oldham son de alta calidad, sanas y premiadas. «Lo que veo ahora, eso es lo que le daría a mi familia».

Casi todo en estas bandejas de servicio ha sido cocinado desde cero esta mañana en la propia cocina de la escuela. Ese pollo asado proviene de una de las 14 aves que legaron  a las 6 de la mañana para asarlas y pelarlas, chamuscando sus propios dedos mientras lo hacía. La torta de pescado se hornea con una captura certificada por el Marine Stewardship Council. Aquí se presentan más opciones que en la mayoría de los comedores de oficinas que he visitado y, a partir de las zanahorias, la mayor cantidad de comida posible es orgánica y de origen local.Entonces un chico mucho más bajo y más tímido que el resto llega al frente de la cola.

«¿Cómo estás, cariño?» Fineran se agacha al nivel de los ojos de los bebés. Asif (no es su nombre real) tuvo un trasplante de riñón hace dos años y ella lo cuida. «¿Te gustaría …» – una pausa, como todos los buenos dulces merecen – «un panqueque?O te gustaría … una galleta? O te gustaría … «y ella reparte prácticamente una fruta fresca de puesto.

Niños que almuerzan en la escuela primaria de la comunidad de Stanley Road
«Cualquier consejo se sentiría orgulloso de servir comidas que induzcan a los niños a presentarles a los maestros sus platos limpios como si fueran trofeos deportivos».

Un susurro vuelve: «Piña». «Apuesto a que hay algo escondido», se ríe un colega, y Fineran se apresura a arrancarlo de raíz.

Cualquier consejo se enorgullecería de servir comidas que induzcan a los niños a presentar a sus maestros sus platos limpios como si fueran trofeos de deportes, pero para ver qué hace de este ballet diario un logro tan vasto, es necesario contrastarlo con los que llevan fiambreras.

De uno, un niño de siete años saca un kebab y queso procesado. Unas pocas mesas abajo se encuentra una niña masticando nuggets de pollo duro. Otros aparecen con tostadas frías o patatas fritas de la noche anterior.

Algunos niños llegan a la escuela con el estómago vacío y se van a casa sin cenar. La directora Rebecca Howarth dirige un club de desayuno y se asegura de que reciban almuerzos dobles, a pesar de que proviene de su presupuesto cada vez menor. «Encontraremos alguna manera de hacerlo. No puedes tener hijos pasando hambre. No puedo».

En 2016, la Oficina de Estadísticas Nacionales descubrió queOldham era la ciudad más pobre de Inglaterra . En algunos de sus vecindarios, un niño nacido hoy puede esperar morir poco después de llegar a los 70. Se prevé que su homólogo criado justo al lado de la elegante calle Brompton Road de Londresviva hasta los 96 años . En una de las sociedades más ricas de la historia de la humanidad, algo tan simple como nacer en la clase equivocada en la ciudad equivocada puede afectar a más de 25 años de tu vida.

Niños almuerzan en la escuela primaria Stanley Road, Oldham
Por £ 2.10 Oldham sirve un menú que es aproximadamente un 20% orgánico, con mucho más de origen regional». Fotografía: Christopher Thomond para The Guardian

Como recuerdos de su pasado industrial y radical, Oldham tiene algunos hermosos edificios de ladrillo rojo. Lo que le falta es efectivo. Mientras Fineran y yo estamos conversando, uno de sus colegas viene a preguntar si es cierto que Theresa May va a desechar las comidas escolares gratuitas para los menores de siete años. Cuando no oye nada , su alivio es como el sol que atraviesa las nubes: su propio muchacho comienza la recepción en septiembre.

«¿Qué valen los niños pobres? ¿Qué se merecen? La respuesta oficial es todo, como cualquier otro niño. La realidad es que cientos de miles de niños en Gran Bretaña pasan hambre ahora. Los directores informan que los alumnos de piel gris «sellenan los bolsillos » en el comedor de la escuela, mientras que los médicos de cabecera de Londres tratan a los jóvenes con esa enfermedad victoriana causada por una dieta deficiente, el raquitismo .Sin embargo, en Oldham, el servicio de cenas escolares se basa en el principio de que los que menos tienen merecen lo mejor posible. Entrega eso dentro de presupuestos muy ajustados, gastando un mínimo de 65p en comida para cada comida y cobrando solo £ 2.10.

Por ese precio, sirve un menú que es aproximadamente un 20% orgánico, con mucho más de origen regional. El departamento organiza clases de cocina comunitaria para padres. Entre los galardones por la calidad y la sostenibilidad de sus productos, es el único consejo en el noroeste que ha ganado la marca de oro Food for Life , «las estrellas Michelin por calidad de ingrediente», según Rob Percival de la Soil Association.

Incluso Jamie Oliver, quien casi por sí solo mató a Turkey Twizzler , suspiró: «Alimentar bien a tu hijo se considera muy elegante y de clase media». Sin embargo, aquí está, sucediendo en el rincón más pobre de Inglaterra, y no en un bijou café sirviendo a 20 gourmets y sus cuentas de Instagram, pero una oficina municipal con 86 cocinas escolares repartiendo 17,000 comidas al día. Sin un subsidio municipal, el servicio tiene que pagarse y compite con empresas como Compass, que también ofrece contratos escolares locales.

Entonces, ¿cuál es la fórmula mágica?Quienquiera que preguntes, todo se reduce a dos palabras: Anne Burns.Directora del departamento de cenas escolares de Oldham, también es «una fuerza de la naturaleza», dice el académico de alimentos públicos Kevin Morgan . Los visitantes de la oficina del alcalde de Manchester, Andy Burnham, que quieren que el resto del área aprenda del ejemplo de Oldham sobre las comidas escolares, le dicen: «Si pudiéramos cortarte en pedazos y separarte».

Cualquiera que corte en Burns encontraría inmediatamente dos cosas: una experiencia en la comida y un amor por los animales. Después de haber hecho cenas escolares durante 40 años, desde que se formó como cocinera de 16 años, aborrece las «comidas de ping» y «comida de plástico». Cuando «Jamie comenzó a sacudir el árbol» y realizó una campaña para mejorar las comidas escolares a mediados de la década pasada, encontró un público preparado en Burns, recientemente promocionado.

En el tablón de anuncios de la oficina hay una página de la revista Chat titulada «¡Salvada por mi perro!» Cuenta la historia de cómo, una mañana hace tres años, Burns comenzó a escupir sangre y moco antes de desmayarse. Solo su lustrosa weimaraner marrón, Alice (uno de sus seis perros y siete gatos en ese momento) la trajo a la boca lamiéndola y golpeándola con sus patas. Al precipitarla al teatro del hospital, el cirujano declaró: «Debería firmar su certificado de defunción».

Ella necesita esa dureza, argumentando a favor de una mejor comida en un consejo que siempre puede encontrar usos para obtener dinero extra y cuenta con personal en gran parte por hombres vestidos de traje. Como para ejemplificar su condición de personas ajenas, ella y su equipo de mujeres, con 125 años de experiencia en la restauración entre ellas, trabajan en un bungalow junto al ayuntamiento. Es un servicio de Cenicienta, ya que el catering escolar está en todo el país, pero como le dice a su equipo: «Esta noche, chicas, ¡Cinderella se va al baile!»

Educación catering manager Anne Burns
«Anne Burns es una funcionaria pública que mira, escucha y entiende al público al que sirve».Fotografía: Christopher Thomond para The Guardian

Más profundamente, Burns es un servidor público que mira, escucha y entiende al público al que sirve. Nacida al final de la calle en Rochdale, todavía vive allí, y en más de cuatro décadas solo ha trabajado para dos autoridades locales. Mamá, un ama de casa, papá, un decorador-pintor que, a los 80, todavía hace un trabajo extraño. La casa familiar no tenía teléfono, pero cuando recuerda su infancia de «clase trabajadora normal», es de acampar durante todo el verano y los partidos de cricket duraron semanas. Ella no fue criada para ser la segunda mejor, ni lo espera de los niños a los que alimenta.

«Esos niños son nuestro futuro», dice ella. «Son las personas más importantes. Sin ellos, ¿a dónde vamos? «Contraste esa locura con el volador que va de consejo a consultor y cuyo trabajo principal es decirle a los residentes que pagan su salario cuán terribles son sus estilos de vida y cómo sus hogares deben ser reemplazados con pisos de lujo.

Cuando Burns comenzó a alterar su menú, de lejos el proveedor principal de su departamento era Brakes. Sin embargo, la gigantesca multinacional era demasiado grande para acomodar las modas dietéticas de un nuevo gerente en un ayuntamiento. Harina integral orgánica? Frenos nunca iba a mantener una paleta exclusivamente para el uso de Oldham.

Lo que dejó un vacío en el mercado para los pequeños independientes, como TC Meats. Entre en sus oficinas y no tiene dudas sobre el tema principal de la conversación. Sobre la fábrica hay un santuario de Wayne Rooney, del Manchester United, que presuntamente funciona como lugar de trabajo: un cartel gigante aclama «The Maradona of Manchester», una camiseta firmada está en la pared y sus botas de color amarillo neón se sientan en una caja de vidrio en el mesa de centro del jefe. Algún conglomerado sin rostro esto no es.

TC Meats clasificó Burns con carne orgánica y leche y, después de llamar un poco, también encontró una granja que vendía huevos orgánicos. ¿Y por qué no harían el esfuerzo? A diferencia de en Frenos, TC Meats necesita Oldham para una gran cantidad de negocios. Junto con un distribuidor de frutas y verduras en Preston, estas dos empresas relativamente locales han asumido una parte mucho mayor del presupuesto de Burns, mientras que ella sabe exactamente de dónde proviene su producto. La profundidad de esas asociaciones significa que Burns a veces puede apoyarse en sus proveedores para mantener sus costos dentro del presupuesto.

Pudines en Stanley Road Primary School en Oldham
Pudines en Stanley Road Primary School en Oldham Fotografía: Christopher Thomond para The Guardian
Esto es localismo con una pequeña «l». Mantiene el dinero público cerca de casa y lo usa para hacer crecer la economía local; y es por eso que Morgan describe a Burns como «una heroína de la innovación del sector público».

Para Burns, es una elección hecha no por ideología sino por pragmatismo.»Cuando llegó el escándalo de la carne de caballo , dormí profundamente en mi cama», dice. «No servimos cosas del otro lado del mundo». Sabemos exactamente de dónde viene «.

Esto puede ser difícil, especialmente ahora que el reciente desvanecimiento de la libra inducido por el Brexit está haciendo subir los precios de los alimentos. Las encuestas de la Asociación de Suelos sugieren que los precios de verduras frescas han aumentado un 20% en los últimos 12 meses, mientras que algunos yogures han subido un 60%. Burns gime sobre los precios «locos, locos» por el queso y está teniendo que recortar la proporción de productos orgánicos que sirve en sus comidas. Y aunque hacer todo desde cero ahora es un hecho, recuerda la primera vez que el personal de cocina intentó hacer bizcochos.

«¡Oh Dios mío! Teníamos esponjas tan altas [su mano se eleva al nivel de un niño pequeño]. Los teníamos tan bajos [a media pulgada de su escritorio]. Pero ahora es la norma. Galletas caseras, lasaña, curry. Estamos orgullosos de lo que estamos produciendo «.

En primaria de Stanley Road, Fineran y su equipo están repartiendo a los niños de 10 años. ¿A los estudiantes realmente les importa si sus papas son orgánicas o si sus pescados provienen de fuentes sostenibles? «Para mí, es un gasto; para ellos es una educación. Estamos dando a estos niños un buen comienzo aquí «, dice Fineran.

«Los veo llegar a los cuatro años y llegar a los 11, y es una absoluta alegría verlos haciendo matemáticamente e inglés y socializando. Es como mirar a mis hijos. Es un logro al que he contribuido una pequeña parte. «Estamos privados, pero no lo somos».

Aditya Chakrabortty es comentarista de economía senior para The Guardian

Fuente: https://www.theguardian.com/commentisfree/2018/apr/25/school-good-food-not-just-posh-kids-poorest-town-oldham

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“La lectura obligada para después hacerte un examen sobre el libro: ese tipo de prácticas es lo peor que se puede hacer”. Entrevista a Cristina Novoa

Europa/España/26 Abril 2018/Autor: Daniel Sánchez Caballero/Fuente: El diario la Educación

Cristina Novoa  Asesora técnica de Bibliotecas Escolares de la Xunta de Galicia, tiene claro que la lectura no tiene edad, que ha de ser de calidad y algo cotidiano. Pero hace falta crear espacios y momentos para encontrarse con ella.

Cristina Novoa recuerda perfectamente cuándo desarrolló su amor por la lectura. Cuando era niña, cuenta, una tía le recitaba poemas mientras cogía los puntos de las medias. “Tengo la imagen grabada”, rememora. Unas décadas después, esta maestra de Primaria se dedica a inculcar este amor por la lectura desde su puesto de asesora técnica de Bibliotecas Escolares de la Xunta de Galicia. Su cercanía a los Movimientos Pedagógicos de Renovación (MPR) y la influencia de Gianni Rodari, pedagogo y escritor italiano, se unieron a su amor por los libros para llevarle donde está hoy. Novoa, que no pone pegas cuando se le define como “radical sin extremismos”, defiende una aproximación ambiciosa a la lectura, en la que no cualquier texto vale, aunque, matiza, “no se trata de que todos sean eruditos”.

Igual a veces damos demasiado por sentado que hay que leer porque sí. ¿Por qué hay que fomentar la lectura?

A todo el mundo le parece bien la lectura. Nadie te va a decir que no interesa. El problema es que hay discursos sobre la lectura y su fomento entre los más jóvenes que son muy banales. “Leer es divertido”. No. Puede serlo si el texto lo es. “Es útil”. Efectivamente, es imprescindible para moverte con autonomía en esta sociedad. Te da oportunidades que si no lees no tienes. Si no eres capaz de decodificar los textos que tienes a tu alrededor (y no ya solo textos escritos), qué te transmiten esos lenguajes y para tener alguna idea de quién está detrás de ellos, por qué los emiten, qué intereses tienen, etc. no eres una persona alfabetizada y no puedes moverte por el mundo con un mínimo de autonomía y capacidad crítica para poder tomar tus propias decisiones.

Si algo tenemos que hacer los maestros es contribuir a que los chicos salgan del sistema con un dominio suficiente para saber expresarse de manera autónoma, tener sus propios pensamientos y ser capaces de codificar y entender los mensajes que les llegan teniendo una mínima idea, no solo del contenido que tienen, sino de dónde reciben esos mensajes (un periódico, una película, un libro) y qué intereses tienen detrás. Que nadie se sienta manipulado por no tener suficiente dominio del lenguaje oral o escrito. El fomento de la lectura y de la lectura literaria es imprescindible que sea con textos de calidad. Necesitamos textos que nos conformen como personas. Hacerlo con textos banales, que no dicen nada y solo repiten frases estereotipadas o conceptos cómodos para la sociedad o el sistema, tampoco sirve de mucho. Siempre propongo que mejor poquitos libros, bien elegidos y en actividades que sean significativas.

En la escuela no se hace todo, la sociedad tiene mucha responsabilidad en estas cuestiones y por eso debería complementarse lo que se hace en el sistema educativo con un sistema de lectura pública que llegue a toda la población, que los medios de comunicación pongan textos de calidad a disposición de los lectores, que las radiofórmulas pongan música de calidad y no banal (todos tenemos en mente las radiofórmulas y la música que ponen, en contra de la dignidad de la mujer en ocasiones). ¿De qué hablamos? De una sociedad que tenga en la cultura un referente. A veces pervertimos tanto las palabras… “Una sociedad justa, culta e igualitaria”. Bien, vamos a por ello, pero vamos todos y remando en el mismo sentido. ¿De qué sirve que en el sistema educativo estemos tratando de que nuestros lectores sean mínimamente críticos si luego te encuentras una publicidad que trata así a las mujeres, a los adolescentes, cómo refuerza ciertos estereotipos? ¿Qué mensaje llega más fácilmente? ¿Las cinco horas en el centro educativo o el resto del tiempo recibiendo estos mensajes?

No es cuestión de leer por leer, entonces. ¿Usted no cree que es mejor leer lo que sea, por banal que resulte, que no hacerlo en absoluto?

Hay que matizar. Yo soy lectora de textos por divertimento. No se trata de que todos seamos eruditos, creo que es importante que los chicos tengan acceso a los libros que llamamos generacionales, que a veces no podrían considerarse literatura (por ejemplo, las novelas románticas), pero que tienen mucho predicamento y entre ellos se pasan de unos a otros. Pero como educadores o mediadores de lectura tenemos la responsabilidad de que vayan desarrollando recursos para seleccionar lecturas cada vez más exigentes con el lector. Lo que no deberíamos es, aunque deba haber cabida en las bibliotecas para algunos textos generacionales (Los juegos del hambreCrepúsculo, etc.), hacer alguna actividad de fomento de la lectura con esos textos, dejando fuera a otros, más o menos clásicos o de autores actuales, que sí proponen mundos distintos, o una visión diferente, o cuestionan lo que está pasando a nivel social, incluso divertidos sin más, pero con un mínimo de calidad literaria, de cuidado con el lenguaje. De lo que no soy partidaria es de que lean lo que sea. Si eres un mediador en el ámbito educativo a lo mejor lo tienes que pensar dos veces y, aunque tengan a su alcance todo tipo de textos que puedan elegir, les tienes que formar en esa capacidad para elegir aquello que les ayude a crecer internamente como personas. Y no todo vale en ese sentido. Hay géneros denostados como la novela negra, en la que hay de todo. Hay textos que se te olvidan al día siguiente, pero lees a Petros Markaris y te ayuda a entender lo que pasó en su momento en Grecia, mejor que leyendo los periódicos. ¿Es un texto de gran calidad? A lo mejor no lo es, en función de según qué parámetros, pero dentro de lo que yo como lectora le pido a un texto de novela negra: que me enseñe algo más que lo que me cuentan los periódicos, que me resulte entretenido y, además, tenga un mínimo de valor literario, estás haciendo una elección. Tiene que haber todo tipo de lecturas accesibles, pero cuando hagamos actividades para vincular a los chicos a la lectura, tenemos que darle la opción de conocer buenos autores, buenos textos, que lean otros géneros y no se queden “enganchados” a uno solo, que les empobrece. El sistema de lectura pública, y el educativo en concreto, tienen la responsabilidad de acercar a los chicos más pequeños a textos, películas o productos culturales que tengan un mínimo de calidad para que vean la diferencia y ya irán haciendo ellos las elecciones.

¿Qué papel queda para las familias? ¿Qué tipo de actividades se pueden hacer en casa para fomentar la lectura? Se habla mucho de dar ejemplo. ¿Es suficiente?

No siempre pasa. Sobre todo los adolescentes, que lo último que quieren hacer es lo que hacen sus padres. Pero sí hay estudios que dicen que los niños que crecen en casas donde hay libros y un valor por el lenguaje y lo cultural lo normal es que no desarrollen resistencia a la lectura salvo que se les obligue. En casa y la escuela una de las actividades que mejor funciona es acompañar en la lectura, por eso funciona tan bien que les lean un cuento por la noche o los juegos que hacían las abuelas antes. Ir por la calle y leer un cartel, o una publicidad en casa. Mantener la curiosidad. Y cuando me refiero a textos también digo el audiovisual. Si una familia en vez de leer está viendo la tele, una serie, hay formas para conseguir una aproximación crítica a esa serie. Luego hay un momento en el que se abandona al crío porque ya sabe leer. Lo que funciona es que hay que seguir acompañando al adolescente en la lectura. No leerle por la noche, no lo va a aceptar, pero sí hablar de libros en casa, igual que se habla de fútbol o de una noticia local. Se puede hablar del último libro que se han leído o por qué han cogido tal libro de la biblioteca. Acudir a la biblioteca, sacarle el carné. Ir a una ciudad y hacer una visita a la biblioteca, ir a la Feria del Libro, que el libro y la lectura estén presenten en la vida familiar igual que otras cosas. Lo que estamos viendo es que los adolescentes necesitan seguir siendo acompañados en compartir experiencia lectora. Hay que hacerlos consumidores activos de lectura. En los regalos que siempre haya un libro y el niño vaya haciendo su biblioteca personal. Nunca obligar a la lectura es una máxima. Todas las actividades que incluyen el vínculo afectivo favorecen lo cultural. Lo que se vive como una obligación no funciona.

Ya que habla de no obligar… Los libros obligatorios en la escuela, ¿son un aliciente o un castigo?

Lo de la obligación es relativo. En principio, en el sistema educativo solo hay lecturas obligatorias en 2º de Bachillerato que después se exigen para el examen de Selectividad. El resto son los departamentos, que recomiendan lecturas. Y habrá otros que obligan. Y otros hacen recomendaciones abiertas, con un listado de opciones. Yo en lengua gallega puedo recomendar la lectura de un libro y, además, hay que hacer el trabajo, muchas veces sobre el libro, por lo que hay que léerselo. Ese tipo de lectura la defiendo. Lo que no defiendo es la obligada para después hacerte un examen sobre el libro. Ese tipo de prácticas es lo peor que se puede hacer, solo se consigue desarrollar resistencias a la lectura porque no les aporta nada y luego asocian la lectura a este tipo de prácticas y la denostan. Pero también hay muchos profesores que lo hacen de otra manera y las bibliotecas vinculan a los chicos de otra manera: son protagonistas y propician situaciones gratas de lectura. En Galicia tenemos un programa de clubes de lectura en centros de enseñanza secundaria, como actividad voluntaria y fuera del horario lectivo en el que participan este curso 231 IES, Escuelas de Idiomas o de FP, con 12.000 lectores y lectoras, que periódicamente se reúnen para leer y compartir experiencias lectoras.

¿Cómo deben ser las bibliotecas escolares y qué deben ofrecer a las escuelas?

Hoy en día ya no es la que alguna persona puede tener en la cabeza. Debe ser —son recomendaciones de carácter internacional y de nuestra propia normativa— un espacio de la escuela, educativo, en el que tiene que haber suficientes recursos literarios, de ficción y de información. Tiene que haber suficientes fuentes informativas para que alumnado y profesorado puedan hacer uso de esos recursos. Deben trabajar en tres ámbitos: en el fomento de la lectura, con actividades, propuestas, con una buena selección, actividades de extensión cultural (recitales, encuentros con autores, etc.) y también deben trabajar en el uso, tratamiento y producción de información. Enseñar qué tipo de información necesito, dónde la puedo encontrar, cómo puedo contrastarla, reelaborarla y reutilizarla. Todo eso hay que enseñarlo, y la biblioteca es el apoyo fundamental al profesorado, no solo por tener las fuentes, sino porque tiene que apoyarles en esa formación que deben dar a los chicos. Y la producción de información propia. Tiene que ser una biblioteca abierta a la comunidad (a los padres, etc.). Por ejemplo, en los centros donde funcionan los clubes de lectura, en buena parte de ellos, hay también grupos de lectura de adultos. Es una biblioteca dinámica, en constante evolución. Las que están en una primera fase de fomento de la lectura deberían pasar a tratar la información también. Pero debe ser sobre todo un espacio de convicencia y de encuentro con el conocimiento y la cultura, y de apoyo al desarrollo de los contenidos curriculares.

¿Nos olvidamos a veces de los adultos cuando hablamos de fomentar la lectura? ¿Somos una causa perdida?

Para nada. Pongo siempre el ejemplo de un marinero que conozco, con una formación mínima, y que cuando se jubiló una persona de su entorno le empezó a suministrar lecturas y ahora es un lector empedernido. Nunca estamos perdidos para la lectura. Lo importante es encontrarse con el libro, con la persona adecuada que te ponga en camino. Una cosa importante es que el lector no tiene por qué serlo de literatura. Hay jóvenes que no se acaban de meter mucho en el libro de ficción, pero a través de los cómics o las novelas gráficas se les puede introducir. También con los libros informativos. No hay nada que le guste más a un crío de ocho años que un libro informativo. Y los hay maravillosos. No todo tiene que ser literatura. No vamos a conseguir que todos los adultos del país lean poesía, pero a todos nos gustan las historias, las narraciones. Hay otro elemento importante. Estamos creando una sociedad que mete mucho ruido, físico y metafórico. No es fácil ser lector en una casa donde siempre hay una tele encendida. No es fácil ser lector en una sociedad que te está continuamente marcando con estímulos que te llevan a otras cosas, a entretenerte, a que no puedes pasar un rato solo en silencio. Los lectores somos resistentes, lo tengo clarísimo. En el caso de los chicos que leen, contra todos los mensajes que les dicen que leer tampoco es tan allá, que son otras cosas las divertidas y que entretienen, como la tecnología, son auténticos resistentes. Por eso es importante crear espacios y tiempos para la lectura. Se habla ya de crear espacios para la desconexión.

¿Qué efecto ha tenido la aparición del libro electrónico y la tecnología sobre la lectura? ¿Hemos encontrado la forma de utilizarla o, como en el sistema educativo en general, le estamos buscando la vuelta aún?

Nos puede ayudar, nos puede meter mucho ruido. El libro electrónico y la lectura digital tiene que estar e incorporarse a la lectura, nuestros chicos viven a través de sus móviles y sus prácticas deben estar dentro de la escuela para acompañarles con prácticas saludables para ellos. Pero no es fácil todo lo relacionado con la lectura y las plataformas de préstamo de libro electrónico. Es verdad que los buenos lectores, los lectores competentes en texto impreso, no tienen grandes dificultades para incorporar la lectura digital cuando consideran oportuno. En general los lectores que están empezando se pueden sentir fascinados por el dispositivo de lectura electrónica, pero luego lo abandonan y vuelven al papel. Está comprobado. El poder de la industria tecnológica es muy potente y los libros y la lectura tienen enfrente un gran adversario,pero puede ayudar. Y ahí están las redes de lectores virtuales o el fenómeno de los booktubers que arrastran a miles de jóvenes con sus recomendaciones de lectura.

Fuente: http://eldiariodelaeducacion.com/blog/2018/04/26/la-lectura-obligada-para-despues-hacerte-un-examen-sobre-el-libro-ese-tipo-de-practicas-es-lo-peor-que-se-puede-hacer/
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Graciela Bialet: «Los temas que eran tabú hoy están en las narrativas»

Entrevista a Graciela Bialet

Por: José Playo

La escritora Graciela Bialet explica que los temas de la literatura infantil han cambiado hace tiempo.

A  juzgar por lo expresado por algunos sectores editoriales, quizá lo más llamativo en la actualidad sea la incursión en historias de tramas no frecuentes o con protagonistas que antes no llevaban la voz del relato. La escritora cordobesa Graciela Bialet observa el fenómeno de manera similar. Y sobre los hábitos de lectura, dice: “Hay distintos modos de leer. Los chicos pasean de un texto a otro con algunas paradas en YouTube o en un link, en una serie, u otro contenido”.

A pesar de que reconoce un cambio en la literatura infantil y juvenil que se orienta al arte, es consciente de que en el mercado y en el imaginario popular coexisten tres tipos de literatura para niños: una con visible enseñanza, otra con tinte lúdico/artístico y una de tradición oral.  “Por suerte –dice sobre esta última–, porque es la que mantiene como un hilo histórico distintas instancias desde el surgimiento de la literatura hasta el día de hoy”.

–¿Hoy se escribe “distinto”? ¿Hay autores “nuevos” o “nuevas” temáticas?

–¿Qué temáticas o autores identificarías en la actualidad?

–Hay muchas obras que abordan temas como el cáncer, las enfermedades, la sexualidad, la muerte, la guerra. Todos los que antes eran temas tabú en la literatura infantojuvenil ya hace bastante que están en las narrativas de autores como Sandra Comino (Panza prestada). O mi libro El que nada no se ahoga, sobre abuso, para niños muy pequeños. Mónica Weiss y Silvia Schujer también tratan temas, al igual que María Teresa Andruetto, Mercedes Pérez Sabbi y Ángela Lago. Toby, de Graciela Cabal, se enfoca en la diversidad.

–¿Cómo se forma un lector hoy?

–En la habitualidad de la lectura. Viendo gente leer, con los libros de la escuela, con las bibliotecas como tema de conversación, con la difusión de formatos.

–¿Con las tecnologías también?

–Las nuevas tecnologías hicieron un gran aporte porque hoy se lee y escribe mucho más que antes de los teléfonos celulares, por ejemplo. El interactuar con diferentes textos hace a la formación. Leer no es sólo decodificar signos, leer es entender que hay un relato, un argumento, y que el lector se pone a disposición para poder poner en pie en su imaginario lo que está leyendo. En la vida cultural, los libros van a circular en la medida en que sean compatibles con la necesidad y las ganas que tenga un lector de abrirlos. Un libro es sólo un objeto: se convierte en algo activo cuando un lector le da vida.

Fuente: http://www.lavoz.com.ar/numero-cero/los-temas-que-eran-tabu-hoy-estan-en-las-narrativas

 

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Interview: States are favoring school choice at a steep cost to public education

By The Associated Press

(The Conversation is an independent and nonprofit source of news, analysis and commentary from academic experts.)

Derek W. Black, University of South Carolina

(THE CONVERSATION) Teacher strikes are generating a healthy focus on how far public education funding has fallen over the past decade. The full explanation, however, goes beyond basic funding cuts. It involves systematic advantages in terms of funding, students and teachers for charter schools and voucher programs as compared to traditional public schools. Increasing public teacher salaries may end the current protests, but speaking as an expert in education law and policy, I believe it won’t touch the new normal in which public education is no longer many states’ first priority.

My forthcoming research shows that, from funding and management practices to teacher and student policies, states are giving charter schools and private schools a better deal than public schools. These better deals have fueled enormous growth in charter schools and voucher programs that is now nearly impossible to unwind.

The most basic shift occurred between 2008 and 2012. Florida and North Carolina illustrate the nationwide trend. Each cut public education funding by 20 percent or more in three years. During the same period, North Carolina lifted its cap on new charter schools and quickly doubled its charter school spending. Florida similarly changed the rules for its voucher program and quadrupled its size.

States also passed laws to offer charters and private schools more money for each student they took. Florida increased the value of each voucher by roughly US$2,000. Nevada went even further, passing legislation that would convert every single public education dollar into a voucher dollar. While the state Supreme Court later declared the program unconstitutional, it has not stopped other states like Arizona from pursuing similar programs.

Several states also began lifting income eligibility limits. Previously, states had provided vouchers only for low-income students. But new voucher programs made them available to wealthy students as well, even those who already had access to excellent public schools.

Charter schools benefited from similar advantages in some states. Ohio and New Jersey funneled charter school funding through school districts, but the states’ antiquated funding formulas and charter reimbursement rates force districts to send charter schools more per pupil than they receive from the state.

Pennsylvania has a similar scheme, but it has proven so lopsided that it expanded deficits in Philadelphia and nearly bankrupted the Chester School District. Chester was paying the local charter school roughly $40,000 per special education student, including for those students with relatively low-cost needs. Arizona took a simpler route. It shielded charter schools from the budget cuts it was imposing on traditional public schools.

Once they receive the money, charter schools and private schools receiving vouchers can spend it almost any way they want. Private schools operate just as they had before. And charter schools – though technically public schools – are exempt from typical financial oversight.

Laws require public schools to award contracts through a transparent process and prohibit public schools from entering contracts that pose conflicts of interest. Charters can award contracts to almost anyone they like – and on any terms they like. This includes awarding contracts to companies that have close financial ties with the charter. A person can start a purportedly nonprofit charter school and then have that charter purchase all of its services and supplies from a company owned by that same person. As a result, the person can turn a profit on staffing, facilities, technology and supplies. National Heritage Academies runs this exact type of business model in North Carolina and continues to grow its campuses.

The same activity could constitute fraud or criminality in a public school. Yet, state law permits it for charters. As Thomas Kelley’s analysis reveals, many of the charter schools that state law calls nonprofits would not qualify for that same label under federal law.

Even well-meaning charter schools have been unable to stop this profit-taking. The Ohio Supreme Court, for instance, found that state law dictates that everything a private charter school company purchases with public dollars – from desks to computers – belongs to the private company, not the public. The same is true of buildings that charter schools lease. Charter school operators reap their largest profits through unreasonably high lease payments on buildings that the public will never own.

States also allow private schools and charters to treat students differently. While public schools must provide disadvantaged students with a host of special services, private schools take vouchers with almost no strings attached. And they are increasingly taking high-achieving middle-income and nondisabled students who cost less to educate and typically do not demand specialized services.

Charter schools’ advantages come in their ability to recruit students and cap enrollment. Public schools must serve everyone in their community. The clearest proof that charters don’t is in the data. For instance, Newark charter schools enroll less than half the percentage of special education students and English language learners as the Newark public schools. Newark charters also enroll significantly fewer low-income students. In North Carolina, charter schools are increasingly enrolling white students, while public schools increasingly enroll students of color. In Minneapolis, 80 percent of charters are racially isolated by race, socioeconomic status or both.

The most obvious advantage, however, is with teachers. Most states exempt charter schools from teacher certification requirements. Half exempt charters from complying with high-stakes teacher evaluation systems. More than three-quarters exempt charters from the teacher salary and collective bargaining rules. In short, states permit charters to hire teachers that would be deemed unqualified in a public school and pay them less.

The current debate over school funding must move beyond teacher salaries and whether the books in public schools are tattered. Those conversations ignore the systematic policies that disadvantage public schools. Increasing public school teachers’ salaries alone won’t fix the problem. The public school teaching force has already shrunk. Class sizes have already risen. And the rules that advantage charter and private schools remain firmly in place.

Long-term solutions require a reexamination of these preferences. As a state constitutional matter, the law requires that states make public education their first priority. It is not enough to make education one of several competing priorities. And as a practical matter, states cannot continue to ask public schools to work with whatever is left over and then criticize them for doing a poor job. This cycle creates a circular justification for dismantling public education when states should be repairing it.

This article was originally published on The Conversation. Read the original article here: http://theconversation.com/states-are-favoring-school-choice-at-a-steep-cost-to-public-education-95395.

Source:

States are favoring school choice at a steep cost to public education

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