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“Un alcalde que escucha a los niños hace gimnasia democrática” Entrevista a Francesco Tonucci

Europa/España/14 Enero 2017/Autora: Pau Rodríguez/Fuente: Diario la Educación

El pedagogo italiano Francesco Tonucci defendió en Barcelona un modelo de ciudad pensado desde la visión de los niños: «A menudo defendemos más nuestros coches que a nuestros hijos»

Existe el instante Frato. Suele visitar, de forma inesperada, a todos aquellos que se interesan por la educación o la infancia. De repente, se topan con una de las viñetas que durante cincuenta años ha dibujado Francesco Tonucci, y descubren, en una experiencia sin retorno, que el mundo gana coherencia cuando se observa con ojos de niño. Este es el instante Frato, que es a la vez una ventana para acceder al pensamiento y obra de este pedagogo italiano, ideólogo del concepto de La ciudad de los niños, gran defensor de la participación de los niños en la sociedad, militante insobornable del placer de jugar y partidario de una escuela más conectada con la vida de los niños y niñas. Esta semana ha estado en Barcelona para participar en dos jornadas: sobre los derechos de los niños y sobre su participación en política.

¿Por qué nos cuesta tanto tomar en serio las opiniones de los niños?

Todos hemos sido niños, hemos vivido la experiencia, pero cuando nos hacemos adultos nos olvidamos y nos ponemos a reproducir todo lo que nos ha hecho sufrir de pequeños. Mira lo que pasa con los deberes, sin ir más lejos. El otro día le preguntaban a un niño por qué los adultos deben escuchar a los niños, y él respondió: “Porque tenemos más experiencia”. Me quedé parado, y él se explicó: “Vosotros fuisteis niños, pero ya no lo sois. Sobre la infancia, somos nosotros los que tenemos experiencia”. Es así.

¿Por qué vale la pena escuchar a los niños a la hora de tomar decisiones no sólo que les afectan a ellos, sino a toda la sociedad?

Porque son diferentes. De entrada son más bajitos y tienen una perspectiva diferente de su entorno, pero es que también tienen deseos diferentes a los de los adultos. Un alcalde que aprende a escuchar a los niños está haciendo gimnasia democrática. Los niños son unos grandes mediadores y representantes de los demás, entendiendo todos aquellos colectivos que están fuera de los círculos de poder: ancianos, discapacitados, pobres, extranjeros…

Que se les ha de escuchar, de hecho, lo reconoce mucha gente. Está recogido en la Convención de los Derechos del Niño desde hace 25 años. En muchas ciudades se han hecho consejos de niños, se les ha animado a hacer propuestas… El problema es que pocas se tienen en cuenta.

Es que aquí debemos aclarar qué significa escuchar. Una escucha verdadera no parte de la generosidad, sino de la necesidad. Es la única manera. Yo, como adulto, me he dado cuenta de que no puedo hacer sino escucharte. La demostración contraria es la actual: los adultos, en la gestión del poder, estamos fracasando en todos los ámbitos: en medio ambiente, en economía, en lo moral… ¡Es un desastre! Si somos democráticos debemos darnos cuenta de las necesidades de todos. Escuchar significa tener en cuenta tus necesidades. Y quizás no lo haré todo, pero te diré lo que haré y qué no, y por qué. Rendir cuentas ante los niños es importante. Y no estoy hablando de asumir literalmente lo que dicen los niños, sino buscar el sentido profundo de lo que ellos a veces expresan de forma aparentemente superficial. Sus pensamientos están conectados con su experiencia, local y reducida, y un buen político debe aprovechar para convertirlo en una política general.

¿Lo suelen hacer, los políticos?

A menudo vivimos intentos fracasados. En Roma nos pasó hace poco. Los niños descubrieron que el reglamento municipal decía que en el espacio público estaba prohibido jugar, lo que va en contra de la Convención de la ONU, que reconoce el derecho al juego. Escribieron al alcalde pidiéndole un cambio de reglamento y, después de que se abriera un pesado proceso para modificar la norma, el artículo recogió que el ayuntamiento “favorece” el juego de los niños en espacios comunes. Ya ves, cuando se trata de niños los adultos lo conceden todo -en este caso, más de lo que pedían-, pero el problema es que después se cumple poco. Lo celebramos ocupando una plaza y jugando, y luego enviamos una carta al alcalde donde le pedíamos que ahora tenía que cumplir con su compromiso, retirar todos los carteles de prohibido jugar y, en definitiva, abrir una reflexión como ciudad con vocación de permitir a los niños jugar. Pero todo esto con el tiempo se fue diluyendo.

Este proceso de reflexión no debe ser fácil en unas ciudades como las que tenemos.

El juego es una de las actividades más importantes a lo largo de la vida, especialmente decisiva en los primeros años. Pero para que los niños puedan jugar deben poder salir de casa sin sus padres, porque el juego tiene que ser libre, no acompañado. Y una ciudad ha de proponerse garantizar esto. En Pontevedra, por ejemplo, el alcalde escuchó esto y años después me dijo que le había convencido de que lo iba a sacar adelante. A la mayoría de alcaldes, de hecho, les encanta la propuesta, y me dicen: “Dame dos años para solucionar el tema del tráfico y volvemos a hablar”. Pero nunca se resuelve este tema, es irresoluble. De entrada, porque en el orden de prioridades sitúa los coches arriba de todo, cuando debería ser lo contrario: las ciudades deberían estar hechas a medida de las personas. En Pontevedra lo asumieron y, por ejemplo, hicieron las aceras anchas para que pudieran pasar dos personas de lado con un paraguas.

Todo esto tiene que ver con el concepto de La ciudad de los niños, que usted puso en práctica en su población natal, Fano, hace más de 20 años. ¿En qué consiste esta iniciativa?

Creemos que después de la última Guerra Mundial, en la reconstrucción de las ciudades, estas se hicieron a medida de un ciudadano adulto, hombre y trabajador. Esto condicionó horarios, servicios y urbanismo. Se hizo todo a su medida y nos olvidamos de todo lo demás, que poco a poco está condenado a desaparecer de la ciudad. Nuestra propuesta es cambiar el modelo y coger el niño como referencia, pero no para hacer una ciudad infantil, reducida y montessoriana, sino para hacerla para todos. Y para estar seguros de que será para todos cogemos a los niños como referencia.

¿Por qué los niños y no otros colectivos vulnerables, como las personas mayores?

Porque es mucho más poderoso cuando algo te la dice tu hijo. Así es más fácil chantajear a los adultos: los cambios te los piden tus hijos.

Esta es una idea recurrente en sus viñetas. Los niños que las protagonizan piden a sus adultos que paren de tomar decisiones que no tienen en cuenta las generaciones futuras.

Esto es dramático. Nosotros de nuestros abuelos vamos a heredar un gran aumento de la esperanza de vida en sólo dos generaciones. Hoy, por primera vez en la historia de la humanidad, los que nacieron en 2000 tendrán menos esperanza de vida. Esto me da vergüenza. Nos aprovechamos de los recursos naturales como si fuéramos la última generación en la Tierra. Había tribus nativas americanas que decían que las autoridades deben tener en cuenta siete generaciones siguientes a la hora de tomar decisiones. La ciudad del futuro no tiene más remedio que ser una ciudad postautomóviles. Si no, no podremos vivir. Pero defendemos más nuestros coches que nuestros hijos. Es incomprensible, pero es así.

Entrevista de Pau Rodríguez para El Diari de l'Educació a Francesco Tonucci, educador y pensador de la ciudad de los niños.
Francesco Tonucci / Foto: Sandra Lázaro

Al principio de la entrevista ha citado los deberes. ¿Qué le parecen a usted, que siempre ha defendido una modelo educativo donde los alumnos trabajen a partir de las experiencias que viven fuera de la escuela?

Sé que en España hay una protesta que tiene que ver sobre todo con la vida familiar, porque los padres no pueden pasar tiempo con sus hijos, y me parece lógico. La escuela no tiene derecho a ocupar un tiempo que no es suyo. La Convención habla de un derecho a la escuela y de un derecho al juego, dedica un artículo a cada uno, sin que el primero tenga más importancia que el segundo. Si la escuela ocupa la mañana y parte de la tarde, el resto del tiempo no es suyo. Es tiempo de los niños. Y luego ya hablaremos con los padres …

… Que lo querrán ocupar todo con extraescolares.

Sí. Pero lo que a mí me interesa es que la escuela debería estar sumamente interesada en que los niños vivan este tiempo, fuera del colegio, de forma satisfactoria, intensa, viva, con los amigos, porque este es el tiempo de los descubrimientos, de las sorpresas, y estos son materiales preciosos para llevarlos luego a la escuela. Si no, la escuela está condenada al currículo y el libro de texto. Y esto es una mala escuela. Freinet, Montessori… Todos los grandes maestros que hemos tenido trabajaban sobre lo que los niños y niñas les llevaban a la escuela. Pero hoy, los niños no pueden llevar o explicar nada, y no porque sean celosos de lo que viven, sino porque no tienen nada que contar… ¿Hablarán de la tele? ¿De los deberes? ¿De las extraescolares? Debemos permitir a los niños vivir experiencias significativas, y la escuela debería ser aliada de los niños en este sentido y ayudar a las familias a superar esta inquietud de proyectar sus deseos sobre los hijos.

Este modelo escolar requeriría muchos cambios: un curriculum menos invasivo, una mayor autonomía de los maestros…

Sí, sí, claro. En España, como en Italia, se sigue pensando que la escuela se puede cambiar con reformas. Y es interesante notar algo: vosotros tenéis la LOMCE, que es una mala legislación, y nosotros, tenemos una buena ley. Pero las escuelas italianas y españolas se parecen mucho. Porque la legislación no influye.

Usted ha explicado a menudo la ilegalidad en que viven las escuelas. Las leyes sitúan un marco, a veces muy avanzado, a veces todo lo contrario, pero tiene poco que ver con lo que se hace en clase.

Lo único que puede salvar la escuela son los maestros, pero siguen saliendo de universidades donde se dedican a escuchar
a los profesores, tomar apuntes y repetir lo que dice el profesor en el examen. Esto quiere decir que la escuela no cambiará nunca. Es igual cuáles sean los contenidos, porque la propuesta sigue siendo la lección, los apuntes y la repetición. La formación de los maestros debería ser totalmente diferente, de talleres, de creación, de metodología científica, con trabajo con niños desde el minuto uno para ver si tienes aptitudes para trabajar con niños o no… En Italia no sólo todo el mundo puede ser maestro, sino que lo es quien ha fracasado en otras aspiraciones. Si tienes este panorama, ya puedes hacer el currículo más bonito del mundo, que nadie lo sabrá interpretar. En cambio, un buen maestro ya sabe cómo hacer la escuela, sin necesidad de programas ni propuestas.

¿Cambiaría la escuela si tuviéramos en cuenta la opinión de los niños?

Todas las decisiones que se toman en la escuela deben tener la implicación de los niños. Con esto no digo que tengamos que hacer los centros tal como ellos nos piden, pero lo que es seguro es que no se pueden hacer sin saber qué piensan los niños: ¿qué piensan los deberes? De cómo se portan sus profes? ¿De las asignaturas? Tenemos que estar más abiertos a una gestión participada. Esto debería valer lo mismo para un hospital donde haya niños o para un museo, como ocurre, por ejemplo, con el Consejo de Niños que tiene el Museo Azul de Barcelona.

Quizás así las escuelas serían más “bellas”, tal como usted siempre reivindica.

Serían más cercanas a lo que ellos quieren. No serían aburridas. ¡Los niños se aburren en la escuela! ¡Y eso no lo podemos permitir ni considerarlo normal o natural! Una escuela como la que tenemos funciona en un porcentaje muy bajo… Si comparamos lo que un niño ha aprendido a los 16 años teniendo en cuenta las horas que ha pasado a la escuela… Es impresionante.

Fuente: http://eldiariodelaeducacion.com/blog/2016/12/20/un-alcalde-que-escucha-a-los-ninos-hace-gimnasia-democratica/

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Entrevista a Boaventura de Souza Santos: «Los indignados del mundo, por una democracia radical, participativa, directa y comunitaria»

Entrevista a Boaventura de Souza Santos
Los indignados del mundo, por una democracia radical, participativa, directa y comunitaria
Jaime Quintana Guerrero, Isabel Sanginés
Desinformémonos

Los sociólogos son muy buenos para ver el pasado y muy malos para prever el futuro, así que no sé lo que va a pasar, pero lo que los ocupas y los indignados manifiestan es que esta institucionalidad está podrida, piden democracia verdadera y democracia real. Estamos vislumbrando lo que yo llamo una sociología de las emergencias, de nuevos movimientos que apuntan a otras formas de democracia más robustas y que puedan evitar lo que yo llamo el fascismo social.

Estoy seguro de que tendremos que mantener junto con estas formas más radicales la democracia representativa, pero nunca sola. Democracias participativas junto con democracias directas y democracias comunitarias.

Hoy las tecnologías de la información permiten una participación mucho más grande de los ciudadanos en la política y otra percepción de ella. Ahora mismo, por ejemplo, vengo de Bogotá donde la alcaldía es una alcaldía de izquierda, dirigida por Gustavo Petra, y están intentando trabajar con procesos como el presupuesto participativo y la intervención ciudadana.

Entonces, los movimientos de indignados nos dicen que es posible luchar. Nosotros no podemos quedarnos como estudiantes separados de las luchas, tenemos que estar dentro de ellas, es decir permanecer en la universidad y en la lucha simultáneamente, y ese a mi juicio es el aprendizaje.

Lo que es nuevo en relación al siglo XIX, es que a los jóvenes de entonces no les pasaba por la cabeza luchar por la democracia porque en esa época la democracia era elitista y totalmente oligárquica y hoy existen grandes diferencias. Tenemos que mantener este imaginario actual de una democracia radical participativa, directa y comunitaria, me parece que es lo que nos enseñan los movimientos de ahora.

Pero hay que ir más lejos, porque en la calle no se formulan políticas, la calle es un detonador muy importante para mostrar la resistencia, la inconformidad, la indignación, pero tenemos que seguir formulando políticas y para eso hay que tener formas de organización y movimiento.

Para la detonación llevar el movimiento al límite

Los límites, no. Si estamos en la práctica no podemos hacer preguntas teóricas sobre las restricciones del movimiento, porque en la práctica todo tiene límites. Es decir, todas las luchas están acotadas, el problema es llevar los límites al límite, o sea todas las oportunidades de lucha que tenemos debemos de radicalizarlas.

Los límites son decididos por la correlación de fuerzas. Sin correlación de fuerza no vas a ir a ningún lado, y tu trabajo es trascender las murallas, pero no las trasciendes de una manera romántica como si no existieran porque te desplomas, tienes que saber cuáles son estos límites y forzarlos más allá de sí mismos.

La guerra en México

Actualmente México vive un momento muy difícil en la medida en que hay una situación de criminalidad que nos recuerda la Colombia de los años noventa. Es una criminalidad que viene de diferentes ejes y direcciones, y a veces se confunde. Llega desde el propio Estado que colabora con los grupos de criminales, llega desde el narcotráfico y el crimen organizado.

Se vive en una especie de anomia, es decir con los vínculos sociales rotos y debilitados. Hay un sentimiento de que no vale la pena respaldar a la ley ya que esta no castiga a quien debe; existe la sensación de que las normas no conducen nuestra vida y este imaginario de ilegalidad o de trivialización de la legalidad es quizás lo que existe hoy en México. Pero hay que distinguir entre diferentes tipos de criminalidad porque hay que los grupos afectados por estos no son los mismos.

Si se compara lo que pasa en el Distrito Federal con lo que pasa en Guerrero o en Chiapas, no estás en el mismo país, pues son estados con una desigualdad social brutal. En este sentido, podemos decir que el federalismo mexicano ha fracasado totalmente ya que el federalismo fue creado para generar una solidaridad nacional entre diferentes estados y ese fenómeno no existe. Aquí hay una fragmentación nacional y se da también bajo la forma de guerra civil o, como yo la llamo, de guerra incivil, porque parece que es sin ley. Es una guerra en la operan simultáneamente, en varias partes del país, grupos armados, ya sea para defenderse o para atacar.

En este momento el Estado ha perdido el control de la violencia legítima, que es su prerrogativa, y es la que mantiene el orden dentro de los Estados liberales. Ahora se practica una violencia ilegítima sobre la cual no tiene control el Estado, aunque él mismo la ejerce también, junto con otros poderes fácticos que están dominando este país y que se hayan creando una situación real de liberalización de la criminalidad.

Por ejemplo, el día de hoy, me encuentro muy impactado por el asesinato de un profesor del departamento de sociología, cinco minutos antes de que comenzara mi charla en la Universidad Autónoma Metropolitana, esto nos da una idea de cómo la violencia está próxima a nosotros. Hoy fue él, mañana puedes ser tú o puedo ser yo. La violencia tiene una presencia existencial, y esto genera que ya no te sientas protegido en ningún momento, ni de ninguna manera por nadie. El resultado es que la gente empiece a buscar formas alternativas de protección, las cuales pueden ser rondas campesinas, pero también comprar armas del crimen organizado.

Entonces, la primera parte de mi respuesta es que en este país tenemos una multitud de criminalidades, de anomias, y es muy difícil comprender todas sus articulaciones.

Ahora bien ¿hasta qué punto el Estado participa en esto por acción y hasta qué punto participa por omisión? Y por otro lado, ¿cómo podemos salir de esta situación? Yo pienso que lo primero es no desistir, y después encontrar formas de rebelión en contra de este Estado.

La lucha de las ideas y la acción política

Lo que necesitamos hoy, es una reforma, una refundación profunda del Estado, de la democracia y de la justicia. A través de los movimientos sociales constituidos en la alternativa a una política de Estado corrupta e ineficiente.

La batalla tiene que darse y no podemos desistir. Las personas que se encuentran permanentemente bajo amenaza de muerte, o del hambre por esta violencia desatada, no pueden pensar como nosotros, los que estamos en las universidades o relativamente más seguros. Ellos, los continuamente amenazados tiene que pensar en soluciones y nosotros por respeto a ellos debemos de encontrarlas junto con ellos, esa es la única dignidad de los intelectuales y de los activistas: trabajar directamente con la gente y mantener la esperanza, pero no una esperanza romántica.

La organización de la lucha social en México

Durante mi estancia en México hablé con personas de diferentes movimientos sociales y con gente que está involucrada en la lucha social y cada vez más me parece que, en la situación actual, la batalla por la paz podría ser una línea de articulación para todo el movimiento, una línea agregadora, no me parece que sea socialismo, no sé si es justicia social, tal vez. Eso sí, para los indígenas tienen que ser una justicia histórica, no basta con hacerles una justicia social, pero es la paz la que nos dará la posibilidad de hacer otras cosas. Y para esto hay que manejar algunos instrumentos jurídicos, instrumentos del derecho que el Estado creó en una tradición que viene desde lejos y que puede ser emancipadora. Pero no es sólo el derecho, lo que hace falta es la movilización política.

En México lo que falta es una movilización política fuerte, y creo que se puede generar ahora alrededor de la consigna por una paz ciudadana, pero no la paz de los vencedores, sino la paz de los vencidos. Es por lo que hay que luchar hoy.

¿Con qué instrumentos? Con instrumentos jurídicos, pero también con instrumentos ilegales. Mi frontera es la lucha armada, no estoy a favor de la lucha armada, pero luchas ilegales por supuesto que sí. Y es que se tienen que producir luchas ilegales porque desde el poder van a criminalizar la protesta, van a hacer todo para que ustedes no puedan salir a la calle, van a considerarlos terroristas, así lo hacen en Chile, así lo hacen en Perú, así lo han hecho ya en México.

Fuente: http://www.rebelion.org/noticia.php?id=221467&titular=los-indignados-del-mundo-por-una-democracia-radical-participativa-directa-y-comunitaria-

Imagen: http://www.rebelion.org/noticia.php?id=221467&titular=los-indignados-del-mundo-por-una-democracia-radical-participativa-directa-y-comunitaria-

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Entrevista con el investigador y académico Lorenzo Meyer “Es inaceptable la corrupción y la estupidez del presidente Peña Nieto”

Entrevista con el investigador y académico Lorenzo Meyer
“Es inaceptable la corrupción y la estupidez del presidente Peña Nieto”
Mario Casasús
El Clarín de Chile
En entrevista con Clarín.cl Lorenzo Meyer (1942), politólogo mexicano, denuncia la estructura del régimen de Peña Nieto y el desmantelamiento del nacionalismo: “El origen de mi libro es una observación irritada, me parece injusto ver cómo está viviendo México su vida pública, me parece absolutamente inaceptable la corrupción, la irresponsabilidad de algunas decisiones y la estupidez del presidente. Son una bola de corruptos, desde el presidente de la República hasta el presidente municipal y el policía”. El doctor Meyer reitera: “Desde la cúpula desmantelaron el nacionalismo mexicano, era parte central de la relativa soberanía de nuestro país. Yo no pensaba en Trump cuando ordenaba los capítulos del libro, tenía una tesis: los gobernantes decidieron que nuestra suerte era unirnos a Estados Unidos y disolvernos económicamente en Estados Unidos”.Autor de los libros: Su Majestad Británica contra la Revolución mexicana (1991), La segunda muerte de la Revolución mexicana (1992), Liberalismo autoritario (1995), El Estado en busca del ciudadano (2005), De la euforia del cambio a la continuidad (2007), Las raíces del nacionalismo petrolero en México (2009), Nuestra tragedia persistente (2013) y Distopía mexicana (Editorial Debate, 2016), entre otros libros y antologías en coautoría.

El investigador y catedrático del Colegio de México hace una declaración de principios: “Mi obligación es prestarle un servicio a la comunidad mexicana porque me educó, mi educación universitaria la pagó el Estado, soy profesor e investigador de una institución del Estado, y lo menos que puedo hacer es cumplir con mi responsabilidad de forma independiente en las investigaciones, en los ensayos que escribo y en la preparación de los alumnos”. Desde el ámbito académico se enfrenta al poder, afirma Lorenzo Meyer: “porque lo considero ilegítimo y dañino, quienes han ejercido el poder en México no están a la altura de las circunstancias”.

MC.- Doctor, ¿cómo surgió el libro Distopía mexicana?

LM.- Este libro lo hice en dos etapas, cada semana tengo que redactar un artículo para la prensa, pero escribo todos los artículos pensando en un libro, no pienso en la coyuntura de ese día o semana, tomo los temas actuales, tal vez es muy presuntuoso o muy humilde –no sé cuál de las dos-, “escribo menos para el presente y más para el futuro”, quiero dejar un testimonio. Hace años, cuando comencé a colaborar en un periódico me costó algunos reproches del medio académico, un personaje que llegaría a ser presidente del Colegio de México me dijo: “veo muy mal que escribas en el periódico, porque la vida académica es una vida centrada y concentrada para el mundo universitario, escribir para un público mayor es degradante”; como no le hago mucho caso a las autoridades –ni a las de mi institución, por eso nunca me dejaron llegar a puestos directivos-, seguí colaborando en un periódico, en la radio y la televisión pública, en mis primeros años tenía el respaldo de Cossío Villegas que escribía en Excélsior.

MC.- ¿Reescribió los artículos del periódico “Reforma” para Distopía mexicana?

LM.- En este libro no encontrarán los artículos, me sirven como materia prima para rehacerlos y comprimirlos, a veces una página de mis libros lleva algo de 2 o 3 artículos, la mayor parte del material periodístico está desechado, espero que alguien, algún día, lea mi reflexión sobre la vida política y cotidiana de nuestro país. En “Distopía mexicana” están los últimos 5 años: el final del gobierno de Felipe Calderón y la primera mitad del gobierno de Peña Nieto, voy viendo la evolución -o involución- y reflexiono, en parte yéndome a la historia del fenómeno –aportando el contexto histórico-, en parte recurro a la teoría política, voy tratando de escribir para un público mayor, exactamente lo contrario que me reprochó el que sería presidente del Colegio de México. Mario, no crea que fue fácil escribir de manera sencilla, porque en la vida académica –sobre todo cuando yo empecé- premiaban lo confuso, entre más confuso y obtuso solían decir: “este doctor debe ser un genio, porque no le entendí nada, debe ser brillante, alcanza alturas insospechadas”. Se pueden escribir cosas profundas de manera sencilla, no hay que dar muchas vueltas ni usar conceptos de los iniciados en ciencias políticas, se puede decir lo mismo de una manera más simple.

MC.- ¿La Distopía corresponde a la decepción de los sexenios de Calderón y Peña Nieto, o tiene que ver con el estado de ánimo al perder las utopías?

LM.- Tiene que ver con una decisión, por lo menos con la palabra “distopía”, de enfrentarme a un poder que considero ilegítimo y dañino, quienes han ejercido el poder en México no están a la altura de las circunstancias -coincido con la observación de Cossío Villegas publicada en 1947, aunque él fue injusto con Lázaro Cárdenas-, escribo desde la única opción que me queda, pude inscribirme a un partido político y tener una participación en la administración pública, pero considero a los partidos políticos parte fundamental del problema, por otro lado, creo que en un punto chocan ser académico y militar en un partido, porque un partido político exige lealtades, tienen objetivos y uno tendría que ajustarse a esos objetivos, el académico de las ciencias sociales tiene que ser crítico de la situación en su entorno. Los académicos que militan en un partido político pierden independencia; para bien o mal en mis libros está mi juicio, pero es mío, no le estoy haciendo la corte a nadie, ni le estoy prestando servicio a los gobernantes, mi obligación es prestarle un servicio a la comunidad mexicana porque me educó, mi educación universitaria la pagó el Estado, soy profesor e investigador de una institución del Estado, y lo menos que puedo hacer es cumplir con mi responsabilidad de forma independiente en las investigaciones, en los ensayos que escribo y en la preparación de los alumnos.

MC.- Después de investigar los sexenios de Felipe Calderón y Peña Nieto, ¿podríamos hablar de un patrón de conducta gubernamental o comparten pocos puntos similares?

LM.- El origen de mi libro es una observación irritada, me parece injusto ver cómo está viviendo México su vida pública, me parece absolutamente inaceptable la corrupción, la irresponsabilidad de algunas decisiones y la estupidez del presidente -es lo menos importante porque la naturaleza nos da las neuronas, si el presidente y los secretarios de Estado tienen un número limitado de neuronas no sería tan grave, si fueran honestos, si tuvieran un compromiso social, la inteligencia no sería tan importante-, pero son una bola de corruptos, desde el presidente de la República hasta el presidente municipal y el policía, ¿todos los presidentes han sido corruptos?, yo salvaría a Lázaro Cárdenas, algunos secretarios de Estado se han comprometido con un proyecto nacionalista, también hay muchos servidores públicos honrados.

MC.- Pienso en un par de embajadores admirables: Gonzalo Martínez Corbalá y Gilberto Bosques…

LM.- De acuerdo, el problema está en la cúpula.

MC.- El libro comienza con el capítulo dedicado a la relación México-Estados Unidos, ¿es un orden aleatorio o era una propuesta profética ante el triunfo de Trump?

LM.- No es aleatorio, pero tampoco lo pensé así, no me sorprende el triunfo de Trump. Mi primera investigación fue sobre el petróleo y la expresión positiva del nacionalismo mexicano; el nacionalismo mexicano es defensivo, no es el nacionalismo alemán de la década de 1930, tampoco es el ofensivo nacionalismo norteamericano. Desde la cúpula desmantelaron el nacionalismo mexicano, era parte central de la relativa soberanía de nuestro país. Yo no pensaba en Trump cuando ordenaba los capítulos del libro, tenía una tesis: los gobernantes decidieron que nuestra suerte era unirnos a Estados Unidos y disolvernos económicamente en Estados Unidos; el embajador francés Alain Rouquié publicó el libro: México, un país de la América del norte (2014), su tesis era muy sencilla: “México decidió cortar con su historia como país latinoamericano y apostó por su geografía”. La geografía no es destino, si fuera destino Cuba sería una islita en medio de la nada, pero lograron su independencia y tuvo un costo enorme impuesto por el embargo de Estados Unidos. Según Rouquié: “México apostó por lo que era natural”, no era natural, porque desde Estados Unidos nos dicen: “fíjense en el espejo, ustedes son morenos, no saben inglés, no pertenecen al norte, nos desagradan y vamos a construir una muralla en la frontera”. ¿Quién demonios pensó que realmente nos dejarían ser parte de Norteamérica?, el gobierno de México desmanteló lo poquito que construyó la revolución: el nacionalismo defensivo y la autonomía relativa.

MC.- Entre los problemas domésticos, ¿cuál le preocupa más?, ¿la violencia del narco o la corrupción?

LM.- La corrupción, porque la violencia es resultado de la corrupción. La corrupción propicia la violencia, la corrupción es una manera de decirle a las instituciones que son débiles, que no tenemos una estructura a la altura del siglo XXI, por eso me preocupa la corrupción, porque nos detiene en la construcción del Estado de derecho, donde la ley se cumpla, la ley en México puede ser injusta, además de ser injusta la ley no se cumple. Domésticamente me preocupa la corrupción porque afecta la estructura extremadamente injusta y desigual de México.

MC.- ¿Cuál sería su reflexión sobre los efectos de la violencia del narco en México?

LM.- Por un lado tienes al SAT (Servicio de Administración Tributaria) intentando recaudar los impuestos y del otro lado está la eficacia del narco que cobra derecho de piso a los pequeños comercios y a las escuelas, el crimen organizado te hace su víctima para extorsionar, o te conviertes en el enemigo para exterminar, o mueres como daño colateral de una balacera.

MC.- El libro termina con el capítulo: “Los medios”, analiza la libertad de expresión, el despido de Carmen Aristegui y el legado de Julio Scherer. ¿Cómo podrán debatir los académicos, los periodistas y los lectores ante la censura del gobierno?

LM.- Una sociedad sana requiere que los medios sean libres, autónomos y plurales. Incluí el caso de Carmen Aristegui porque la conocí, colaboré en su programa durante años, muchas veces le dije: “Bueno Carmen, ¿hasta cuándo te van a dejar frente a los micrófonos?”, ella se reía de mi broma, pero en W Radio le ofrecieron permanecer en el programa con la condición de que la XEW (filial radiofónica de Televisa) pondría el contenido editorial, Carmen se fue y le costó mucho trabajo conseguir trabajo hasta que MVS Radio la contrató, porque ellos querían tener a una periodista de peso para negociar con el gobierno, Carmen y MVS firmaron un código de ética donde ella era libre, pero un día Felipe Calderón se ofendió con la pregunta sobre sus problemas de alcoholismo, la despidieron momentáneamente, MVS reinstaló a Carmen porque las negociaciones con Calderón no funcionaron y luego llegó la gran investigación de la “Casa Blanca” de Peña Nieto y Angélica Rivera, el resto es historia. Carmen presentó una demanda ante la Suprema Corte de Justicia para que se pronuncien si tiene sentido que los medios privados al usar un bien público deben respetar la libertad de expresión, la Corte hizo como que la virgen le habla, fallaron las instituciones, sus instituciones están podridas, la parte sana de México se estrella contra las instituciones podridas, el caso Carmen es emblemático y lo conocí de primera mano.

MC.- Finalmente, ¿qué opciones tiene la ciudadanía si la podredumbre del gobierno es irreversible?

LM.- ¿Qué hacemos contra las instituciones?, no estamos en un caso extremo, no vivimos en el régimen nazi, tampoco en la dictadura de Stalin. ¿Qué hacemos?, en nuestro pequeño espacio y mientras se pueda: cumplir con mi responsabilidad individual. Pero, qué hace alguien que no tiene una historia de ciudadanía, en un sistema que compra el voto y que usa la pobreza para ganar las elecciones que son espurias, pero son formalmente son legales, los acarreados y militantes van a votar y se benefician con alguna cosa material y el sistema se perpetúa, ¿qué hacemos?, hay una parte de la sociedad que reacciona ante la compra del voto porque puede, pero no podemos culpar enteramente a la otra parte porque son pobres y no se les dio la educación necesaria para entender cómo están metidos en el círculo infernal, donde ellos perpetuarán su pobreza mientras sigan votando de esa manera clientelar, el PRI tiene las estructuras clientelares para mover a sus bases y comprar las elecciones. ¿Qué hacer?, individualmente tenemos que reaccionar en contra del sistema, lo que no es garantía de que colectivamente podamos echar al PRI, se hizo un esfuerzo en la elección del año 2000, pero el personaje y el equipo que llegaron a dirigir al país no estuvieron a la altura, ni en broma, y se dejaron tragar por esas estructuras y se convirtieron en lo mismo que antes habían criticado. Espero sin mucha ilusión la elección del 2018, en fin, tenemos que ver entre la oferta que viene para 2018 quién da la posibilidad real de enfrentarse a una estructura y sus intereses creados.

Fuente: https://www.rebelion.org/noticia.php?id=221555

Imagen: http://www.estrategiamagazine.com/marketing/educacion-superior-en-marketing-en-mexico/

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«No hace falta que los padres sean informáticos para educar a un niño en la red»

Entrevista con María Zabala, experta en «e-paternidad» (familia y nuevas tecnologías) y fundadora de iWomanish

«Ser padre en tiempos de internet es ser un superhéroe». Esa fue la conclusión a la que llegó María Zabala tras su charla hace un par de meses ante un centenar de personas en la sede de Twitter (San Francisco, Estados Unidos). Su papel entonces fue dar voz a los padres del siglo XXI, «que nos encontramos inmersos en la complejísima tarea de educar a niños superconectados, superinformados y superdigitales». Ser padres hoy, concluye esta experta en «e-paternidad» (familia y nuevas tecnologías) y fundadora de iWomanish, «es una montaña rusa en la que uno tiene la sensación de que lo va a hacer mal, haga lo que haga, pero hay que ser positivos: si nos lo proponemos, los padres de hoy podemos conseguir cualquier cosa. Incluida la tarea de educar a los hijos en un buen uso de internet, de los dispositivos móviles y las redes sociales».

En este sentido, Zabala no cree en una «edad para el primer móvil, sino en educación». «No se trata de cuándo, sino de cómo, de por qué y para qué. Se trata del hecho de que estrenen móvil y lo usen de acuerdo con la educación que les das en casa. Si no les educamos desde pequeños para que lo usen bien, nadie nos garantiza que aunque estrenen el móvil con 17 años no se metan en líos. La enseñanza en el buen uso de la tecnología empieza en cuanto empiecen a usarla, algo que sucede cada vez antes».

Zabala recalca una y otra vez que no es el dispositivo. «No hace falta que tengan un móvil para meterse en dificultades. Los niños se mensajean con otros a través de las tablets, o se entretienen en videojuegos en línea en los que pueden conectar con desconocidos. O tienen correo electrónico y se escriben con amigos sin que tú sepas con quién. O ven vídeos de Youtube que no deberían ver». Por eso, concluye, «la pregunta no es cuándo comprarles un móvil, sino cómo educarles para que sea la forma correcta de conectarse, sepan ser buena gente, y buenos también online».

Fuente: http://www.abc.es/familia/educacion/abci-no-hace-falta-padres-sean-informaticos-para-educar-nino-201701091717_noticia.html

Imagen: www.abc.es/media/familia/2017/01/09/marIa-zabala-U10107421996k2G–620×349@abc.jpg

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“Mi activismo me hizo la presa más joven de la cárcel con 11 años”

12 de enero de 2017/Fuente: elpais

La activista mauritana Aminetou Mint El Mokhtar lucha por la emancipación femenina real y sin condiciones

Para la activista mauritana Aminetou Mint El Mokhtar nadie es más terrorista que el que aterroriza a los defensores de los derechos humanos. “Y de estos hay muchos, encima protegidos por el Estado”, agrega la presidenta de la Asociación de Mujeres Cabeza de Familia.

Su trabajo por la igualdad y contra cualquier forma de discriminación, principalmente contra los abusos que sufren las mujeres y niñas, le valió la candidatura para el Premio Nobel de la Paz en 2015. Galardonada con el Premio Especial del Departamento de Estado de Estados Unidos en 2010 y el Prix des droits de L’Homme de Francia en 2006, Mint reconoce que ha tenido que pagar un precio muy elevado por su activismo, pero asegura no tener miedo siquiera de las amenazas de muerte recibidas y que seguirá luchando por “una emancipación real y sin condiciones” de la mujer.

Pregunta. ¿Ha sido complicado conseguir que se escuchara su voz en Mauritania siendo una mujer?

Respuesta. Sí, claro. En Mauritania, como en cualquier otra república islámica, es difícil por el peso del patriarcado, la pobreza, los estereotipos y la falta de comprensión de la población, adoctrinada por discursos fanáticos. Mi voz es la de una mujer que busca la igualdad y la emancipación, que rechaza la domesticación y que se niega a ser relegada a un segundo plano, a la explotación por parte del hombre. Denuncio las desigualdades no solo entre hombres y mujeres, sino también entre comunidades. Me opongo a aceptar el estatus de las mujeres, los estereotipos, la cadena que reproduce el patriarcado.

¿Cree que las mujeres mauritanas han dado pasos atrás?

Antes las mujeres tenían más valor para hablar y mayor libertad, gozaban del derecho a expresar su opinión en el hogar, aunque esta libertad estuviera limitada. Hoy no tienen ni eso. Están a menudo obligadas a abandonar la escuela a causa de la pobreza de los padres que prefieren la educación de los hijos varones y que quieren que ayuden a sus madres en las tareas domésticas. Son víctimas de matrimonio infantil, porque están destinadas a casarse, mientras que el hombre tiene que construir su futuro. Están confinadas en la esclavitud moderna. Las violencias doméstica y sexual en Mauritania están a la orden del día. La mujer no tiene acceso a la justicia. Además, no existe una normativa sobre tipo de abusos.

Las mujeres representan el 53% de la población mauritana y, si no se integran en las esferas de toma de decisión, si no participan activamente en todos los sectores de la sociedad, no pueden evolucionar y el país tampoco. Nuestra asociación trabaja para conseguir la toma de conciencia de las mujeres. No podemos servirles en bandeja la emancipación. Tienen que luchar por ella, reclamar sus derechos, estudiar, ser emprendedoras para lograr la independencia económica.

Usted pertenece a la generación de las grandes sequías de los años setenta. ¿Cómo le ha marcado esta época?

En los años setenta era muy joven. Pertenecía a una familia de clase media y no tenía ningún problema en casa, pero veía a mi alrededor esclavitud, niñas esposas, chicas privadas de la educación, recluidas en casa, cebadas para que sean más gordas que sus madres y, por lo tanto, atractivas para encontrar un marido. Me rebelé contra todo eso. Con 10 años ya participaba en los movimientos de protesta de sindicatos y estudiantes.

¿Cuál es el precio que tuvo que pagar por su compromiso?

Fue muy elevado, empezando por el aislamiento de mi familia. No he podido construir un hogar estable, porque no quería obedecer, doblarme a la voluntad del hombre. Él es el cabeza de familia, el que toma la decisión final. Suya es la última palabra. Hay grupos religiosos que me acusan de representar un problema para las costumbres y los valores de Mauritania. Mi activismo en los movimientos de izquierda me convirtió en la presa más joven de la cárcel con 11 años. He sido torturada por la policía. Tuve que dejar los estudios, porque los profesores no me aceptaban, ni la administración. Me perseguían. Viví nueve meses en la clandestinidad y parí en la clandestinidad. Me detuvieron varias veces. No podía encontrar trabajo, pero hice de todo para ayudar a las poblaciones locales. La represión que se vive en Mauritania ha llevado a muchos hombres y mujeres a renunciar a sus principios, pero yo conservo la misma visión de las cosas. Soy una demócrata que aspira a un estado de derecho.

Nadie es más terrorista que el que aterroriza a los activistas para la defensa de los derechos humanos

Usted fue amenazada de muerte por defender a varias niñas explotadas laboralmente y por apoyar a un hombre acusado de apostasía al hacer público un artículo considerado como blasfemo. ¿Se siente asustada?

No. He recibido unas amenazas de un oscurantista religioso que ha emitido una fetua en mi contra, pero considero que no tiene ningún valor. He agotado todos los caminos de la justicia mauritana para que responda por lo que ha hecho, porque el honor y la vida de la gente no son un juego. Y él no está por encima de la ley. No le tengo miedo. Tampoco a la muerte. Sé que moriré, pero quiero hacerlo con dignidad.

¿Cree que la lucha en contra del terrorismo se utiliza a veces como justificación para violar los derechos humanos?

 Sí, claro. Nadie es más terrorista que el que aterroriza a los activistas para la defensa de los derechos humanos. De estos hay muchos, y protegidos por el Estado.

¿Cuáles son las principales amenazas a los derechos de la infancia en Mauritania?

Hay niños que nacen esclavos, una condición que se hereda por vía materna y reconocida de facto por la legislación. La Asociación de Mujeres Cabeza de Familia trabaja en estrecha colaboración con la fundación Tierra de Hombres España en proyectos con menores víctimas de trabajo doméstico, desplazados o involucrados en tráfico de drogas.

Me niego a ser relegada a un segundo plano, a la explotación por parte del hombre

En 2016, hemos identificado a más de 6.600 petites bonnes [pequeñas criadas], víctimas de trata de seres humanos en Arabia Saudí, donde son explotadas a cambio de salarios irrisorios. Un 90% de ellas son descendentes de esclavas o migrantes de países vecinos. No siempre es fácil convencer a sus padres para que dejen de trabajar. Se trata a menudo de familias pobres, obligadas a encontrar una alternativa para tirar adelante. Les ofrecemos alimentos e integramos a las niñas en las escuelas.

¿Cuáles son las perspectivas para erradicar la práctica del matrimonio infantil en Mauritania?

Sigue siendo muy frecuente, tanto en ciudades como en zonas rurales. En los último años, se ha desarrollado de manera paralela a la inseguridad que vive el país y el recrudecimiento de las violaciones. No se trata solo de familias pobres que necesitan una dote económica. El discurso religioso también insiste en que hay que casar a la mujer antes de que sea violada para preservar el honor de la familia.

¿La práctica del leblouh [cebar a las niñas para que consigan un marido] sigue en vigor?

Está en declive. En primer lugar, porque la sequía reduce el acceso a los alimentos tradicionalmente utilizados para el engorde, como la leche de camello, pero también por el desplazamiento de la población de las zonas rurales a las ciudades. Sin embargo, ha surgido una nueva versión de esta práctica que emplea píldoras destinadas al ganado o corticoides, con un impacto muy negativo sobre la salud de las mujeres. Algunas mueren, otras sufren crisis cardíacas.

Fuente: http://elpais.com/elpais/2017/01/05/planeta_futuro/1483632864_016624.html

Imagen: ep01.epimg.net/elpais/imagenes/2017/01/05/planeta_futuro/1483632864_016624_1483633311_noticia_normal_recorte1.jpg

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¿Qué es el sesgo de género en educación y cómo erradicarlo de la sala de clases?

12 de enero de 2016/Fuente: insurgencia magisterial

Discriminar a niños y niñas en base a estereotipos de género limita la igualdad de oportunidades y el desarrollo de talentos, señalan investigadoras de Educación 2020. Acá, las expertas caracterizan el problema y comparten estrategias para superarlo.

La reja que separaba a alumnos y alumnas en el colegio Cumbres, la carta que escribió Marina Ascencio para postular al Instituto Nacional o el jardín infantil que, para un taller, pedía a los niños llevar implementos de fútbol y a las niñas, kits de limpieza. Esos son sólo algunos casos que reflejan el sesgo de género en la educación chilena. Pero, ¿por qué producen tanto revuelo y por qué es un problema?

Hay que partir por el principio. Nicole Cisternas, directora de Política Educativa de Educación 2020, explica que primero hay que comprender la diferencia entre sexo y género. “El sexo refiere a lo biológico, a características como los órganos sexuales o los cromosomas, que identifican a una persona como hombre o mujer. El género es una representación cultural, que construye la idea de lo femenino y lo masculino, asignando roles y atributos a hombres y mujeres”.

Así, hay características culturales de lo femenino, que se asigna a niñas y mujeres, como el rol reproductivo (maternidad), el estudio de las humanidades, el color rosado o el espacio privado (la casa). En contraste, hay características culturales relacionadas con lo masculino, que se achaca a niños y varones, como el rol productivo (hombre trabajador y proveedor), el estudio de las ciencias y las matemáticas, el color celeste o el espacio público (como líderes políticos).

Cisternas señala que reforzar estos roles de género en estereotipos también es llamado “sexismo”, discriminación basada en el sexo de una persona que supone la valoración política y social de los roles masculinos por sobre los femeninos. Estos roles de género se aprenden en la familia, en los medios de comunicación y también en la escuela.

Las niñas cuidan, los niños crean

Según un estudio de la Unesco publicado en 2016, niños y niñas ingresan al sistema educativo con las mismas capacidades. Sin embargo, en el Simce de cuarto básico ya aparece que a ellas les va mejor en lenguaje y a ellos en matemática. En vez de corregir esa diferencia, el sistema educativo la profundiza y la refuerza hasta la educación superior.

Salomé Martínez, investigadora de la U. de Chile, explica que esto ocurre por un fenómeno llamado “La amenaza del estereotipo”. “Cuando existe un estereotipo negativo asociado al desempeño de un grupo —por ejemplo, las mujeres y las matemáticas— el desempeño es menor. No es porque haya menos capacidades, sino porque ese estereotipo predispone a estas personas e influye en su rendimiento”.

También hay dinámicas de aula, complementa Mathias Gómez, investigador de Educación 2020. “Está estudiado que los profes le explican y se dirigen más a los alumnos que a las alumnas”, planteándole a ellos preguntas más desafiantes, por ejemplo. También hay prácticas implícitas. Un estudio del BID, del año 2013, reflejó que los textos escolares del Mineduc muestran a las mujeres en roles domésticos y a los varones en profesiones y roles protagónicos.

Así, ocurre que ciertos campos se feminizan y otros se masculinizan. El sitio mifuturo.cl muestra que aunque el 52% de la matrícula de educación superior son mujeres, ellas se concentran en carreras que implican cuidados de otras personas y con menor sueldo, como pedagogía básica (85%) o enfermería (82%), mientras ellos lideran áreas creativas mejor remuneradas, como ingeniería mecánica (93%) o electrónica (92%).

Esto es un problema, según Nicole Cisternas, porque suponer que las niñas son mejores en lenguaje y los niños en ciencias y matemática por ‘naturaleza’ refuerza estereotipos sexistas, que limitan la igualdad de oportunidades y el desarrollo libre de talentos. Se trata, finalmente, de un problema político.

Avances y buenas prácticas

Pese a que existe esta diferencia en la educación, las investigadoras de Educación 2020 destacan avances. Por ejemplo, a principios de 1800 las mujeres no tenían siquiera derecho a la educación. Hoy, los colegios separados por sexo van en retirada, se discute sobre la identidad de género de los niños y niñas y el Mineduc lanzó #EduquemosConIgualdad, una campaña para educar sin estereotipos sexistas.

Para acelerar esos procesos de cambio, las expertas de Educación 2020 entregan algunas recomendaciones para avanzar en una verdadera educación inclusiva.

—Revisar el currículo y los materiales educativos para detectar y eliminar sesgos de género en la sala de clases. Por ejemplo, en 2014 una investigación mostró que el 80% de las lecturas obligatorias eran libros escritos por hombres.

—Prestar atención al currículum oculto de género. Por ejemplo, que el manual de convivencia prohíba a niñas usar pantalón o que los talleres extra programáticos reproduzcan estereotipos de vida doméstica y crianza para las niñas.

Fuente: http://insurgenciamagisterial.com/que-es-el-sesgo-de-genero-en-educacion-y-como-erradicarlo-de-la-sala-de-clases/

Fotografía:El Ciudadano

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Christina Salmivalli: “En el bullying, es clave trabajar también con los testigos”

11 de enero de 2017 / Fuente: http://blog.tiching.com/

Christina Salmivalli

¿Qué se entiende por bullying en el entorno escolar?
Según la definición estándar de bullying, éste sucede cuando una persona más poderosa abusa de forma repetida de otra más débil. Hay dos características que son clave para entender estos casos: la repetición del abuso y el desequilibro de poder.

¿A qué se refiere por desequilibrio de poder?
Hacemos referencia a que quien sufre bullying es más débil o está en peor situación dentro del grupo social, por no tener amigos o carecer de recursos fundamentales, respecto a la persona que abusa.

¿Cree que ha aumentado el número de casos de bullying en la escuela o que ahora se está más atento a su detección?
Creo que no es más prominente de lo que ha sido con anterioridad, ya que el bullying ha existido siempre en grupos humanos. Pero es cierto que actualmente en la mayoría de países se le presta más atención.

¿Cómo surgió la idea del proyecto KiVa del cual es co-fundadora?
Hace diez años el ministro de educación finlandés pidió a la Universidad de Turku desarrollar un exhaustivo programa de prevención que pudiera ser utilizado por las escuelas finlandesas. Con anterioridad, en los años noventa, se había modificado la legislación para obligar a los colegios a implementar alguna política contra el bullying,  pero los cambios realizados resultaron insuficientes y no dieron los resultados esperados.

Concretamente, ¿en qué consiste el proyecto KiVa?
KiVa es una palabra finlandesa que significa “contra el bullying” y que también hace referencia a algo bonito, placentero o amistoso. Se trata de un programa que cuenta con distintas acciones que se desarrollan para prevenir el bullying y con otras que se ponen en práctica una vez se ha detectado algún caso en las escuelas.

¿Qué elemento distintivo destacaría sobre el proyecto?
Una de las ideas más importantes del proyecto es la de intentar influenciar a los estudiantes que son testigos del bulliying, aquellos que no necesariamente son abusadores ni víctimas, pero que pueden empeorar la situación con su comportamiento.

¿De qué tipo de influencia hablamos?
Tenemos constancia que cuando el bullying sucede en el patio o en los pasillos del colegio muchos estudiantes están mirando, riendo y proporcionando distintas recompensas sociales a los estudiantes que participan activamente. Es por ello, que queremos concienciar a todos los estudiantes que incluso con pequeños cambios en su comportamiento se puede mejorar considerablemente determinadas situaciones.

¿Qué caracteriza la fase preventiva?
Principalmente las lecciones impartidas por profesores dirigidas a los estudiantes en las que se desarrollan distintos debates, ejercicios y tareas que permiten a los alumnos entender cómo hacer de un grupo un buen lugar en el que garantizar que todos sus integrantes se sientan seguros.

¿Cuáles son los principales actores involucrados en todo el proceso de desarrollo e implementación del proyecto?
Están involucrados todos los profesores y el personal del colegio que pone en práctica el proyecto. Pero el mensaje principal que los docentes que imparten las lecciones deben transmitir a los estudiantes, es que ellos son los actores clave para terminar con el bullying.

¿Necesitan algún tipo de formación especial los profesores que implementan el proyecto KiVa?
La formación es parte del proyecto, por lo que cada escuela que empieza a ponerlo en práctica tiene acceso a una formación previa, en la que se les enseña cómo impartir las sesiones y se les proporciona un manual para el profesor. Adicionalmente realizamos un seguimiento continuado en el colegio durante todo el proceso de implementación del proyecto.

¿Podría explicarnos alguna actividad que desarrollan los profesores en clase?
Por ejemplo, actividades en las que los alumnos pueden reflexionar sobre la presión de los compañeros y las distintas situaciones en las que ellos piensan que comportarse de una determinada manera no está bien. También hay prácticas generales que permiten a los estudiantes conocerse mejor y comunicarse de manera respetuosa con los demás, y hasta hemos desarrollado un juego online.

¿En qué consiste?
Hay un personaje que se enfrenta a distintos retos dentro de la escuela, a menudo relacionados con situaciones donde otros compañeros están sufriendo bullying. El jugador debe decidir qué decir o qué hacer frente a la situación y va recibiendo feedback en base a su comportamiento. Además, se les pide que analicen su comportamiento con sus compañeros de aula y sobre si han seguido las normas KiVa.

¿En qué consisten las normas KiVa?
En algunas lecciones los estudiantes adoptan normas que tienen que ver, por ejemplo, con demostrar respeto a otras personas, a no reírse de los demás, a no unirse al bullying cuando sucede o a apoyar a los compañeros que son vulnerables. Por lo que son actitudes que se reflexionan en clase y que después en el juego los estudiantes pueden reflejar.

Una vez se detecta un caso de bullying, ¿qué deben hacer los profesores que participan en el proyecto KiVa?
En cada escuela que integra el programa hay un equipo KiVa, es decir, un grupo de adultos que reciben formación sobre los distintos pasos que deben llevar a cabo una vez se detecta un caso.

¿Cuáles son los pasos principales?
El proceso empieza reuniéndose con los estudiantes para recabar información sobre lo que ha pasado y después tienen lugar distintas reuniones individuales y de grupo con los alumnos involucrados. Es importante resaltar que siempre se realiza un seguimiento posterior para asegurar que el problema haya sido realmente solventado.

En todo este proceso, ¿cuál es el papel de los padres?
Evidentemente se mantiene a los padres informados de todas las fases del proyecto y sobre cómo la escuela está abordando el problema. Asimismo, se les proporciona una guía para padres en la que se les explica qué pueden hacer si su hijo/a está involucrado con el bullying, ya sea como actor principal o bien como testigo.

¿Cuáles son las principales ventajas de implementar el proyecto Kiva en las escuelas?
Sabemos que el bullying está bastante propagado en las escuelas de todo el mundo y que tiene consecuencias importantes para las víctimas. Por tanto, es importante garantizar un ambiente seguro para todos los estudiantes, ya que consideramos que es un pilar clave para el aprendizaje y para las interacciones sociales positivas que se desarrollan en la escuela.

¿Qué tipo de escuelas pueden implementar el programa?
Las escuelas que implementan KiVa deben estar realmente comprometidas y considerar la lucha contra el bullying una prioridad, ya que es un programa que requiere tiempo y esfuerzo. Por tanto, es fundamental la implicación de la escuela, ya que no es suficiente con disponer de los materiales y decir que se participa en el proyecto.

Hasta la fecha, ¿qué resultados se han obtenido?
Hemos obtenido buenos resultados en las evaluaciones que se llevan a cabo en Finlandia, ya que se han detectado efectos muy positivos en la reducción de casos de bullying y en la disminución de experiencias de abusos. Otra contribución importante de KiVa es que consigue mejoras muy importantes en el ambiente dentro del aula.

Finalmente, ¿cuáles son los objetivos del programa en el corto y el largo plazo?
A corto plazo lo más importante es terminar con el bullying y acabar con el sufrimiento de los estudiantes que son víctimas de estos abusos. Y a largo plazo creo que podemos pensar en un programa social educativo que proporcione efectos a la larga que influencien la cultura escolar en general.

Fuente entrevista: http://blog.tiching.com/christina-salmivalli-en-el-bullying-es-clave-trabajar-tambien-con-los-testigos/

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