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Entrevistas de Bebés y niños.

“La familia constituye el entorno ideal para potenciar la educación emocional, y es fundamental que los padres aprendamos cómo gestionar e identificar las emociones y se lo transmitamos a nuestros hijos, como modelos de comportamiento que somos para ellos.

América del Sur/Argentina/10.01.2017/Autor y Fuente: http://www.webconsultas.com/

A lo largo de los últimos años la educación emocional se ha convertido en la gran protagonista de charlas, libros, planes educativos, y rompecabezas familiares. La definición de este tipo de educación está ligada de forma irremediable a la de inteligencia emocional, ya que para que una persona sea emocionalmente sana es preciso que aprenda a canalizar y a manifestar las emociones. Sobre la importancia de esa gestión de las emociones y de su influencia en la formación de la personalidad del niño, habla a menudo Ana Roa –pedagoga, psicóloga infantil, y experta en educación, autora de El yo infantil y sus circunstancias (Editorial Pasión por los libros, 2015) y Vive la vida (Editorial Pasión por los libros, 2014)– a los padres que asisten a sus charlas y talleres. Ellos, los padres, son los mejores receptores de esa información ya que, como explica Ana, “tienen una oportunidad excelente de educar en emociones a los hijos”, empezando por la gestión e identificación de sus propias emociones porque, como Albert Einstein decía: «educar con el ejemplo no debería ser una manera de educar, sino la única».

Como experta en educación infantil, ¿qué papel dirías que juegan las emociones en la educación y el aprendizaje?

 “Los niños necesitan unas bases mínimas para sentirse seguros y confiados en sí mismos”

Un papel importantísimo. Cuando las pautas básicas válidas para la expresión del afecto no se desarrollan, los pequeños quedan atrapados en su mundo emocional. Los niños necesitan unas bases mínimas para sentirse seguros y confiados en sí mismos; una adecuada educación que fomente su inteligencia emocional les permitirá canalizar esas emociones en estado puro, reelaborarlas, y mostrarlas a los demás.

¿Y qué es eso de inteligencia emocional que no dejamos de leerlo aquí y allá?

Hay una definición muy buena de Salovey y Mayer (1990) que dice que la inteligencia emocional es “la capacidad para supervisar los sentimientos y las emociones de uno mismo y de los demás, de discriminar entre ellos, y de usar esta información para la orientación de la acción y el pensamiento propios”. Cuando educamos no solamente podemos trabajar con los conocimientos, se hace imprescindible el tratamiento de la emoción para completar el proceso global de aprendizaje.

De emociones precisamente hablas en ‘El yo infantil y sus circunstancias’. ¿Qué te llevó a escribir el libro?

 “El ser humano está por encima de las cosas materiales y del dinero. La empatía debería ser el motor de las relaciones humanas”

Soy una apasionada de la educación emocional y se trata de una obra prioritariamente “de emociones”, y porque nuestro desarrollo emocional está rodeado de “circunstancias”. Cuando nacemos el autoconcepto y la autoestima no están formados, se van forjando con las experiencias de nuestra vida y con las impresiones que vamos recibiendo de las personas que nos rodean y de las situaciones que experimentamos. Este libro es atemporal, igual que también lo es mi primer libro ¡Vive la Vida!, porque los replanteamientos siempre están presentes en cada uno de nosotros y se acrecientan a medida que vamos avanzando en edad. Las competencias emocionales son pilares en la educación. Además, diría respecto a la sociedad que estamos ante una profunda crisis de valores en muchos ámbitos. El ser humano está por encima de las cosas materiales y del dinero, y parece que esto ha quedado olvidado. La empatía debería ser el motor de las relaciones humanas.

¿Valoramos los adultos el mundo emocional de los niños?

Creo que poco a poco estamos valorando cada vez con mayor intensidad la importancia de la emoción, y este hecho se ve cada vez más reflejado en la educación de nuestros hijos en el hogar familiar y en el colegio. Cada día estamos más concienciados de la necesidad de introducir contenidos de educación de inteligencia emocional en la educación de los niños.

¿En qué consiste la educación emocional?

 “Las emociones determinan el comportamiento y la capacidad de aprendizaje. Una adecuada educación emocional propicia el bienestar y salud de la persona, y previene las dificultades en el desarrollo madurativo, afianzando la formación de una personalidad estable”

Las emociones constituyen uno de los pilares fundamentales del ser humano, pues determinan el comportamiento y la capacidad de aprendizaje. Una adecuada educación emocional propicia el bienestar, la salud de la persona, y previene las dificultades en el desarrollo madurativo, afianzando la formación de una personalidad estable. Tomar conciencia de los sentimientos facilitará el equilibrio interno y la relación con los demás; expresar y controlar las emociones es un objetivo educativo básico para favorecer el propio proceso de desarrollo. Educar emocionalmente significa validar las emociones, empatizar con los demás, ayudar a identificar y a nombrar lo que se está sintiendo, poner límites, enseñar formas aceptables de expresión y de relación con los demás, quererse y aceptarse a uno mismo, respetar a los demás, y proponer estrategias para resolver problemas.

 

La autoestima infantil, clave en la educación emocional

Hablas de “aceptarse a uno mismo”. ¿Cómo definirías lo que es una buena autoestima?

Una buena autoestima será aquella que se caracterice por una valoración positiva de nosotros mismos. Significa aceptar unas características determinadas, tanto antropológicas como psicológicas, respetando otros modelos. Como actitud, es la forma habitual de pensar, amar, sentir y comportarse consigo mismos; es la disposición permanente para enfrentarnos con nosotros mismos, y el sistema fundamental por el cual ordenamos nuestras experiencias. La autoestima conforma nuestra personalidad, la sustenta, y le otorga un sentido. Se genera como resultado de la historia de cada persona.

¿Por qué es importante el correcto desarrollo de la autoestima durante la infancia?

 “La autoestima no es innata, sino que es el resultado de una larga secuencia de acciones y sentimientos que se van sucediendo en el transcurso de nuestros días”

Desde pequeños vamos recogiendo experiencias de nuestro entorno, de las personas que nos rodean, de sus mensajes, de las calificaciones hacia nosotros… Por tanto, no es innata, sino que es es el resultado de una larga secuencia de acciones y sentimientos que se van sucediendo en el transcurso de nuestros días. Es la dueña de nuestros actos, porque sabe cómo somos y no podemos engañarla. Afortunadamente, hoy en día existe una consideración de la autoestima que no se contemplaba hace algunos años. Sabemos por la Neurociencia que los procesos emocionales y cognitivos son inseparables, y esto contribuye a revalorizar el concepto de autoestima y a tenerla muy en cuenta en la infancia.

En general, ¿dirías que actualmente los niños gozan de una autoestima saludable, o nos queda mucho por hacer a padres y educadores al respecto?

Aún queda por hacer… No obstante, vamos mejorando. Poner en práctica nociones de educación emocional no solo enriquece a los alumnos, sino también a las familias y a los docentes, en cuanto a su crecimiento profesional y personal, genera comunicación, empatía, e ilusiones compartidas basadas en el diálogo y en el respeto. Algunas de las labores de la familia actual y de la escuela consisten en inculcar valores que permitan a los niños sentirse más felices con ellos mismos y con los otros, proponer alternativas que cooperen en el desarrollo de la identidad, de la conciencia emocional, la regulación emocional y, por supuesto, de la autoestima.

¿Cuáles serían las consecuencias de la falta de autoestima para un niño?

“La baja autoestima aumenta el riesgo de ser víctima de acoso escolar, porque el niño posee escasos recursos o habilidades para reaccionar ante situaciones comprometidas”

Un niño con baja autoestima desprecia sus aptitudes, tiene miedo a relacionarse, muestra pocas iniciativas, tiene miedo a los nuevos retos, tiene miedo a asumir responsabilidades, se muestra dependiente de aquellas personas que considera superiores, tiene poca tolerancia a la frustración, se pone a la defensiva fácilmente, y muestra estrechez de emociones y sentimientos. Además, la baja autoestima aumenta el riesgo de ser víctima de acoso escolar, porque el niño posee escasos recursos o habilidades para reaccionar ante situaciones comprometidas. Además, será un niño poco sociable, sensible y frágil, por lo que es propenso a convertirse en esclavo del grupo. Acata las normas que le imponen los más fuertes por miedo, vergüenza, o conformismo.

Profesores y padres, aliados en la gestión de las emociones

¿Es necesario un cambio de rol del profesor para lograr trabajar las emociones de los niños desde el aula?

Sin duda el modelo de las clases magistrales está agotado. Actualmente el coaching educativo puede contribuir a la mejora de la motivación del alumnado, y a la reducción del fracaso escolar. Ofrece una metodología basada en objetivos, en la que el profesor-coach acompaña al alumno, para que a través de la formulación de las preguntas adecuadas, pueda adquirir la conciencia necesaria para cuestionar sus creencias limitantes, y posicionarse en un estado emocional positivo que le enfoque hacia su objetivo.

¿De qué herramientas y recursos disponen los docentes para abordar la educación emocional?

Desde la perspectiva del docente, el coaching educativo aporta una mirada diferente, con menos juicios, más respeto, tolerancia y valoración de los demás (alumnos y otros compañeros). Igualmente, posibilita el desarrollo de competencias, como la escucha activa y la comunicación, con las que el profesor puede motivar a los alumnos para conseguir sus objetivos

Entiendo que si esto se hace en el aula, el apoyo de la familia debería estar encaminado hacia el mismo objetivo. ¿Cómo pueden los padres desde casa continuar esa línea educativa para que no haya disonancia?

“En el modelo democrático de educación, la autoridad está fundamentada en el diálogo, las necesidades de todos los miembros de la familia se consideran importantes, y padres e hijos son sujetos activos y responsables de su propio proceso educativo”

Siguiendo un modelo democrático en la educación de sus hijos. En este modelo los padres son consejeros y entrenadores de sus hijos. La autoridad está fundamentada en el diálogo, las necesidades de todos los miembros de la familia se consideran importantes, padres e hijos son sujetos activos y responsables de su propio proceso educativo. Los padres en este modelo: se hacen cargo de sí mismos y de la familia, ofrecen una estructura organizada sin renunciar a la flexibilidad y a la libertad personal, dejan escoger a sus hijos entre opciones apropiadas a su edad, alientan a sus hijos a participar en la realización de proyectos y en la toma de decisiones (aunque siempre fijando ciertas reglas), y son respetuosos y respetados, aman y son amados, confían en sí mismos y en sus hijos, y se muestran sensibles a sus necesidades. Los hijos, por su parte: respetan las reglas, son disciplinados y responsables, competentes e independientes, comprenden las relaciones causa-efecto y se sienten valiosos, importantes, seguros, y merecedores de su propio respeto.

Por último, ¿qué consejos les darías a unos padres preocupados por la educación de sus hijos que se interesen por la educación emocional?

La familia constituye el entorno ideal para potenciar la educación emocional. Los padres tenemos una oportunidad excelente de educar en emociones a nuestros hijos y a nosotros mismos, y así formar una buena relación emocional con ellos. Para ello, es fundamental que aprendamos nosotros como padres en primer lugar cómo gestionar e identificar las emociones, y poder así transmitírselas a nuestros hijos como modelos de comportamiento que somos para ellos. Para un buen desarrollo de la autoestima del niño en el núcleo familiar conviene recordar que el niño debe sentirse un miembro importante dentro de su familia por la forma en que se le escucha, se le consulta, se le responsabiliza, y se valoran sus opiniones y aportaciones; que debe percibir una comunicación fluida y profunda con sus padres, no sólo porque le escuchan, sino también porque comparten con él sus experiencias como adultos, su vida pasada y sus expectativas; y que necesita estar orgulloso de su familia para sentirse seguro.

Fuente: http://www.webconsultas.com/entrevistas/bebes-y-ninos/ana-roa-psicologa-infantil-experta-en-educacion-emocional

Imagen: http://www.webconsultas.com/sites/default/files/styles/cabecera_categoria/public/categorias/educacion-infantil.jpg?itok=ntG2x7nJ

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Enseñar a los niños a pensar mejor, el reto de la educación

10 de enero de 2017/Fuente: fundacionmelior.org

Los niños piensan de manera natural como respirar, así que no parece necesario enseñarles a hacerlo. Sin embargo, la sociedad actual, envuelta en estímulos, como la publicidad, específicamente diseñada para hacernos dejar de pensar, lo hace totalmente necesario.

El Profesor Robert Swartz, Doctor en Filosofía por la Universidad de Harvard y director  del National Center for Teaching Thinking de Boston, visitó Madrid y ofreció una conferencia con el título “Pensamiento crítico y creativo desde la escuela”, para pedagogos y educadores en el Colegio Brains de Madrid. La Fundación Melior pudo disfrutar de una entrevista en exclusiva con este referente mundial y pionero en la inclusión del pensamiento crítico y creativo en las aulas.

– ¿Está viviendo el mundo una crisis en cuanto al aprendizaje y la educación?

Sí, hay muchos estudios que demuestran que la mayoría de lo que se les enseña a los niños en el colegio no lo usan fuera de este. Van 12 años al colegio y el 90% de lo que aprenden lo olvidan. Nuestro sistema escolar en general es un fracaso.

– ¿Cuál es la razón de que estén aflorando tantas nuevas pedagogías alternativas?

Porque muchos profesores saben que el sistema escolar actual no funciona, pero lo que no saben es qué alternativas tienen. Los profesores tienen que tener cuidado porque hay mucho empresario que quiere hacer dinero con esto y quieren vender opciones que no están probadas. Pero también hay muchas otras ideas que funcionan y los profesores necesitan experimentar un poco para saber cuáles dan buenos resultados.

– ¿Cuál cree que es el reto de la educación en el nuevo milenio?

Enseñar a los niños a pensar mejor de lo que piensan. Enseñar a pensar mejor de lo que la mayoría de la gente piensa no es tan difícil. El reto es demostrar a los profesores, los colegios, educadores y gobiernos cómo lo pueden incluir el curriculum escolar sin perder nada. Así se gana un gran interés en el aprendizaje por parte de los alumnos. Pero, los que tienen el poder de hacer los cambios en educación son algo conservadores, así que en mi opinión el reto es convencerles para hacer esos cambios.

– ¿Qué podemos hacer los padres para integrar este tipo de aprendizaje de pensamiento crítico y creativo?

Tiene que haber una comunicación entre los padres y el colegio y los padres deben decir a los profesores lo que funciona y lo que no funciona. Los padres están tomando decisiones constantemente, a veces sobre cosas complicadas que en ocasiones afectan a la familia. Si los padres entienden cómo los alumnos aprenden a tomar decisiones, una cosa importante que pueden hacer es involucrar al niño en las cuestiones familiares en lugar de tomar decisiones y luego comunicárselas a los hijos.

– ¿Y qué opina de los deberes?

Los deberes tienen mala reputación y a mí no me gusta la denominación “deberes para casa”, un colega lo llama “juego para casa”, pero tampoco me gusta. Yo prefiero que si queda alguna tarea pendiente en clase, lo sigan investigando en casa y que al día siguiente hablemos de los resultados.

– ¿Y qué le parece pedir a los niños que copien los enunciados de los ejercicios?

Es un error, copiar atonta. Normalmente uno copia y no piensa en lo que copia.

– ¿El aprendizaje con el pensamiento crítico y creativo incluye el ensayo-error y el aprendizaje a través de la equivocación o penaliza el fallo como viene haciendo la educación tradicional?

La idea es enseñar a aprender por evidencia. Si por ejemplo voy a arrancar mi coche por la mañana y no funciona, puedo pensar que quizás sea la batería, así que busco evidencias, intento encender las luces y si no funcionan quizás es algo eléctrico, pero si funcionan entonces quizás pasa algo más. Esto no es aprender por error, es aprender por evidencia, que es diferente. Pero si por ejemplo un alumno falla en algo y el profesor le dice que eso no está bien, no va a conseguir que aprenda del error, sólo va a conseguir que tema equivocarse más. La alternativa es preguntar a un alumno por qué ha llegado a esa conclusión, aunque sea errónea, así se consigue que aprenda.

– ¿Puede ayudar el aprendizaje con pensamiento crítico y creativo a niños con dificultades de aprendizaje?

Sí, por ejemplo niños con problemas de dislexia, encuentran en el arte y la música otras formas de expresión alternativas al lenguaje con las que se pueden comunicar. Entonces los profesores pueden ver que tienen el conocimiento, pero no lo saben expresar a través del lenguaje.

– ¿Qué opina de la sustitución que han hecho algunos colegios en España de los libros de texto por las tablets?

Creo que la forma en que se crean los libros de texto como “la verdad” de lo que los alumnos tienen que aprender, es errónea. Pero yo no quitaría los libros de texto de la enseñanza, los dejaría como fuente de consulta y de búsqueda de evidencias e información. Si las tablets funcionan de la misma forma en la que están funcionando los libros de texto actualmente como la fuente de “la verdad”, entonces no sirven.
Yo creo que lo más importante que les podemos enseñar a los estudiantes es a diferenciar si la información que encuentran es fiable y precisa o no, es muy fácil hacerlo desde muy pequeños. Los niños deben poder valorar si algo es fiable o no por evidencias como por ejemplo la reputación de quien lo dice, pues si creen como verdad todo lo que encuentren, entonces será un problema.
Fuente:http://www.fundacionmelior.org/content/tema/ensenar-a-los-ninos-a-pensar-mejor-el-reto-de-la-educacion
Imagen: www.fundacionmelior.org/sites/default/files/tema/2014/11/robert-swartz.jpg
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Sobre la situación política argentina, el fascismo, el populismo y los intelectuales

10 de enero de 2017/Fuente:  la haine

Entrevista con Miguel Mazzeo. «Si el populismo es una estrategia de regulación de la lucha de clases, lo popular es una estrategia de profundización de la lucha de clases»

Miguel Mazzeo es un escritor y un militante popular argentino. También es profesor en la Universidad de Buenos Aires y en la Universidad de Lanús, y Doctor en Ciencias Sociales por la Universidad de Buenos Aires. Autor de varios libros publicados en Argentina, Chile, Perú y Venezuela; entre otros se destacan: ‘¿Que (no) hacer? apuntes para una crítica de los regímenes emancipatorios’; ‘Introducción al Poder Popular. (El sueño de una cosa)’; ‘Poder Popular y Nación’; ‘El socialismo enraizado: José Carlos Mariátegui: vigencia de su concepto de socialismo práctico’; ‘El hereje. Apuntes sobre John William Cooke’.

Pablo Rojas Robledo: ¿Cual es tu balance después de un año de gobierno de Mauricio Macri y la coalición Cambiemos?

Miguel Mazzeo: El gobierno de Macri y Cambiemos es, lisa y llanamente, el gobierno de las grandes corporaciones transnacionales, del capital financiero y de la burguesía terrateniente. Vinieron a establecer una “ceo-cracia” en Argentina y a poner al Estado por debajo de la condición de capitalista colectivo. Es un gobierno que busca colocar al Estado en función del interés particular de los grupos más concentrados y poderosos en contra de cualquier iniciativa que se acerque a algo parecido al interés común. El interés común para el gobierno consiste en la beneficencia, la caridad, el voluntariado.

Entonces, es el gobierno de los CEO y las ONGs. Su triunfo en las elecciones presidenciales de 2015 fue una pésima señal. Puede verse como la expresión de un deterioro general de la conciencia social. Significó un gran retroceso para el pueblo argentino. Bajó el piso en todos los órdenes. Permite, por ejemplo, que en la actualidad se idealice un Estado capitalista “normal”, no colonizado al ciento por ciento por las corporaciones; que se ansíe un capitalismo distributivo, una gestión más o menos progresista del ciclo. Por lo tanto, ni hablar de cambios radicales. ¡Todos y todas a reclamar el derecho a respirar en la república burguesa! Cada vez estamos lejos de nuestras posibilidades como pueblo, más separados de nuestra potencia.

Los que quieren convertir al país en un gran negocio no hacen más que embellecer al capitalismo piadoso, inclusivo… convertirlo en una especie de paraíso perdido. Otras políticas exhiben la pertenencia de la coalición de gobierno a la tradición reaccionaria argentina. Su política exterior no hace más que causar vergüenza a cualquier argentino o argentina con algo de dignidad y un poco de información no contaminada. Lo que ha ocurrido con Venezuela es un claro ejemplo.

Pero, además, son ineficaces. Porque no es lo mismo administrar un Estado que una empresa o porque conjugan voracidad con incompetencia. Como sea, los resultados cada vez son más evidentes. Como decía un amigo: el gobierno y una parte del Estado están en manos de una horda de chetos y tilingos egresados de colegios y universidades privadas con un absoluto desconocimiento del país, del pueblo y sus problemas.

El gobierno, además, está preso de una contradicción irresoluble: avanzar en políticas regresivas y antipopulares y evitar el conflicto social. La derecha en general está presa de esta contradicción. Ocurre que es una derecha que dice estar preocupada por las necesidades de la gente (ellos dicen así: la gente) al tiempo que impulsa las políticas de mercado más salvajes. Por cierto, los sectores más impiadosos, los más duros, critican al gobierno por derecha, porque dicen que no ha ido a fondo con el ajuste, porque mantiene alto el nivel de gasto público y porque ha conservado algunas políticas asistencialistas. Esos sectores quieren bajar el costo laboral argentino y, entre otras cosas, apuestan a la apertura indiscriminada de las importaciones y al desempleo. El gobierno va en esa dirección, pero con un gradualismo que no acepta la gran burguesía local, la llamada oligarquía diversificada, junto con los sectores vinculados al capital financiero.

Por otro lado, el macrismo y Cambiemos en general se caracterizan por la oquedad de su relato y su patetismo, por su indigencia en materia de ideas. No es casual que los globos se hayan erigido en símbolo. Por su parte, la Unión Cívica Radical aporta su republicanismo insustancial, que a esta altura, más que un respeto por las formas, es un respeto por los “buenos modales”. Como comportarse en la mesa sin apoyar los codos, sin eructar y sin limpiarse los mocos. Son unas verdaderas momias.

En fin, no hay ninguna perspectiva de que propongan un pensamiento osado y generoso en algún plano de la realidad.

¿Y el Frente Renovador de Sergio Massa?

Es evidente que el establishment se apresta a erigir a Sergio Massa en alternativa de recambio. Tiene todas las fichas. Una alternativa que, por ahora, cuenta con la posibilidad de asimilar a sectores del peronismo y del sindicalismo burocrático. Esa alternativa, tal vez, pueda ofrecerle a las clases dominantes más destreza hegemónica. Pero tendrá que lidiar con la figura de Cristina Fernández de Kirchner, que sigue siendo fuerte y tiene la capacidad de capitalizar una buena parte del descontento generado por las políticas del macrismo y Cambiemos.

En relación al kirchnerismo, ¿Tu crees que podrá recomponerse después de los casos de corrupción que han salido a la luz?

Veamos… yo creo que la política convencional, la política burguesa es estructuralmente corrupta. Corrupta por su propia naturaleza y sus lógicas inherentes. Además desde que entendí de qué trata la plusvalía, la corrupción “administrativa”, la falta de “ética” de los funcionarios públicos, me parece un tema derivado, lo que se llama un epifenómeno. Entonces, trato que el árbol no me tape el bosque. Que el pequeño negociado no me oculte el gran negocio.

Eso sí, es evidente que hay un ensañamiento de la derecha y los grandes medios de desinformación contra ex funcionarios, contra la ex presidente, contra Milagro Sala, por ejemplo. Yo no estoy de acuerdo con muchas prácticas de Milagro Sala pero, en todo caso, prefiero discutirlo con ella en libertad. ¿Se entiende? Expresado en lenguaje maoísta podríamos decir: es otro plano de la contradicción, no es la contradicción principal.

Te decía: la política burguesa es estructuralmente corrupta, agrego: cuando más a la derecha, cuanto más intensamente burguesa, más corrupta. La política de Macri es corrupta en lo general: endeudamiento externo, pago a los fondos buitres, el blanqueo de capitales, ajuste brutal, transferencia de recursos a los sectores concentrados, más todo lo que te comentaba antes. La deuda en sí misma es una fuente inagotable de corrupción. Un gran negocio para los bancos y otros intermediarios que cobran suculentas comisiones por destruir a la nación y hambrear al pueblo.

Pero la política burguesa también es corrupta en el “detalle”: las sociedades off shore en Panamá, las generosas “donaciones” recibidas por la Vicepresidente de la Nación, el mundo de las fundaciones privadas y un largo etcétera. Además, no podemos olvidar que la corrupción del krichnerismo, en buena medida, está vinculada a la obra pública e involucra directamente a socios de Macri como Nicki Caputo y Angelo Calcaterra. Del mismo modo, muchos de los que se beneficiaron con el dólar a futuro, están vinculados al actual gobierno. Al lado de estos tipos, Lázaro Báez es casi la Madre Teresa de Calcuta. Claro, en una sociedad donde predomina la lógica del espectáculo tiene más impacto un ex funcionario lumpen, un sujeto despreciable que arroja bolsones de plata al interior de un convento, que una política global basada en el endeudamiento externo, el pago a los fondos buitres, el blanqueo de capitales, el ajuste brutal, la transferencia de recursos a los sectores concentrados, etcétera, etcétera, etcétera.

Yendo al meollo de tu pregunta: yo creo que el kirchnerismo tiene chances de recomponerse, de sumar aliados que podríamos llamar “neo-kirchneristas”, de alinear a buena parte del peronismo, y de ser opción de poder nuevamente. Este es mi punto de vista, aunque muchos de mis compañeros y muchas de mis compañeras no están de acuerdo conmigo.

En un nivel muy general ¿Cómo caracterizarías la situación política de los sectores populares y progresistas en la argentina? ¿Cuáles serían a tu criterio los espacios y proyectos en pugna?

Existe Un espacio dizque nacional popular, tibio, papal. Podríamos llamarlo para-kirchnerista. Por ahora sin mucha Cristina y sin la organización “La Campora”. Pero… ¿quién sabe si en corto plazo no será con ambos en un gran frente anti-macrista?

Este es un espacio absolutamente a-crítico de la democracia delegativa-representativa. Es más, es cultor de todos sus fetiches. Allí te podés encontrar con compañeros y compañeras que consideran a PODEMOS de España como una referencia política, casi como un oráculo, y a Iñigo Errejón como un “cuadrazo”. Esto lo digo con mucho respeto por esos compañeros y esas compañeras, y también por Errejón, pero la verdad me parece de una candidez enorme. Me parece una posición política naïf. Sobre todo si, al mismo tiempo, se pretende refundar un proyecto socialista. Demasiado poco para un horizonte tan ambicioso. Todo indica que no se asumen las implicancias de ese horizonte. No hay lugar para Don Quijote, el modelo político es Sancho Panza. ¡Qué mal que estamos!

Por supuesto, rescato a buena parte de la militancia de base de estos espacios, pero lamento su escasa incidencia en el trazado de las líneas políticas principales. Me inquieta la mezquindad política de sus principales referentes y me preocupa el nivel de conciencia política de sus activistas. Veo a una parte importante de una generación militante que, por ahora, no cuestiona los sistemas de legitimación de las clases dominantes, que se adaptan a ellos. Veo un grado importante de conformismo, y hasta un cierto despotismo de lo superficial.

Cuando me pongo extremadamente pesimista pienso que sus principales referentes se mueven sólo por cierta voracidad institucional o presionados por mandatos de clase que los obligan a obtener algún “éxito” en tiempos individuales que, como bien sabemos, no coinciden con los tiempos de los pueblos. Entonces, lo que es realmente importante de cara a un proyecto emancipador pasa a ser parafernalia, adorno, artificio. Y lo accesorio se convierte en estratégico. De ahí la mística impostada, el deterioro ético que es proporcional al realismo de corto plazo. Pienso que por cuatro cargos de morondanga en alguna lista de una alianza pseudo progresista van a desilusionar a miles de pibes y pibas que se sumaron a militar con las inquietudes más sanas y las mejores intenciones. Los y las van a condenar a morirse vírgenes de auténtica rebeldía. Pero pienso en estas cosas eso sólo cuando me pongo extremadamente pesimista. Cosa que no ocurre muy a menudo. Me refiero al grado extremo.

Lo que sí pienso más seguido es que un proyecto emancipador no necesita tanto de los políticos profesionales, menos en este tiempo histórico que nos toca vivir. Necesita imperiosamente lo que Enrique Dussell llama políticos críticos: luchadores y luchadoras populares; dirigentes sociales, territoriales, sindicales, campesinos, estudiantiles; comunicadores y comunicadoras, educadores y educadoras populares y otras categorías por el estilo, ecologistas, feministas… Políticos críticos o intelectuales orgánicos, que es más o menos lo mismo. Tal vez en algún momento los políticos profesionales sean un mal necesario. No estoy tan seguro de que alguna vez podamos prescindir de esa especie. Sólo aspiro a que su intervención mediadora se dé en el marco de otras relaciones sociales de fuerzas, pero dudo que los políticos de superestructura logren modificarlas apareciendo seguido en los grandes medios de desinformación o desde algún espacio institucional marginal.

Retomo el hilo de la respuesta. Dentro de este espacio existen importantes movimientos sociales, me refiero a sindicatos y organizaciones territoriales. Pero considero que las organizaciones más desarrolladas están priorizando lógicas verticales, de fortalecimiento del aparato, buscan consolidarse como elite mediadora entre los pobres y el Estado. Por eso hoy se presentan como garantes de la gobernabilidad. Creo que hay muchos dirigentes y empleados y pocos voceros. Una especie de “vandorismo de pobres”. Te aclaro que Vandorismo viene de Augusto Vandor, poderoso dirigente que fue un emblema de la burocracia sindical argentina en la década del 60.

Luego está la izquierda que siempre es igual a sí misma. La vieja izquierda, envasada en partidos o en otros formatos. Relativamente desarraigada, sectaria, anodina. Con su media lengua revolucionaria. Con su conciencia crítica anestesiada por su tendencia a aferrarse a sus viejas estructuras ideológicas dogmáticas. Fijate que dije “relativamente desarraigada”, porque considero que el aporte de esta izquierda al desarrollo de corrientes sindicales combativas y antiburocráticas, ha sido muy importante, muy valioso. Aunque arrastre viejas taras y también sea, a su modo, conformista.

Con solo escuchar o leer lo que han dicho en torno a la muerte de Fidel alcanza para reafirmar su carácter absolutamente contingente respecto de los procesos históricos populares, plebeyos. Y no estoy hablando de eludir la crítica a la Revolución Cubana.

Finalmente existe otra izquierda más rebelde e inadaptada, que posee potencia emancipatoria, pero está fragmentada, ha perdido autoestima, carece de la confianza necesaria, se encuentra tironeada por las dos alternativas de las que te hablé antes y también ha estado y está expuesta al conformismo. Porque el conformismo a veces va de la mano de la incapacidad de desarrollar una gran política, o si preferís, una política de masas, apelando a un lenguaje un poco viejo. Al mismo tiempo esta izquierda, por lo menos en Argentina, debe lidiar con aparatos políticos, sindicales y territoriales más consolidados a la hora de desarrollar el tipo de inserción social que mejor se aviene a sus fundamentos ideológicos, a sus horizontes políticos y su perfil militante.

Pero yo creo que sólo de este espacio puede salir algo que nos entusiasme y nos apasione, esto es, que plantee realmente un proyecto emancipador, antiimperialista, anticapitalista, antipatrialcal, etcétera; que sea la expresión de la nación clandestina; que encuentre el adjetivo que nos coloque por fuera del orden establecido. Es más, confío en que pueda influir en los otros espacios donde las bases son, digamos, de “izquierda natural”, de “izquierda práctica”, para contrarrestarles las cargas reformistas, burocráticas o sectarias y para sacarlas del pantano del pragmatismo de una elite política apurada por ocupar espacios de poder institucional.

¿Que opinas del crecimiento de la derecha a nivel mundial? Podríamos tomar como referencia el triunfo de Donald Trump en los EEUU.

Más allá de las cuestiones geopolíticas, y de otras tantas que desconozco, yo creo que hay que hablar de un avance de una nueva forma de fascismo, un neo-fascismo. Una forma que tiene mucho de las formas clásicas pero que ahora es mucho peor. El viejo fascismo doctrinario permanece como expresión de minorías, aunque encuentre en este contexto histórico un ecosistema cada vez más propicio. El fascismo que debería preocuparnos es el fascismo que promueve el mercado. Porque ya está claro que el mercado ha comenzado a asumir abiertamente su incompatibilidad con la democracia, incluso con la democracia en dosis bajísimas y formales, su incompatibilidad con la naturaleza y la belleza, su incompatibilidad con la vida misma. En realidad, viene profundizando esa incompatibilidad que ha estado presente desde los orígenes del sistema capitalista.

A diferencia del fascismo clásico, el neo-fascismo no se puede reducir a un fenómeno de pequeños burgueses asustados o confundidos por un avance popular, aunque esto último, sin dudas, lo exacerba. El neo-fascismo propone vender y comprar todo, por eso, a diferencia de los fascismos clásicos, no invoca patria, religión, nada. A todo lo que se resiste a ser vendido y comprado le responde con la guerra. La trilogía sería: neoliberalismo, neofascismo, neocanibalismo.

Se trata de un neo-fascismo que inocula el mercado y que arraiga en amplios sectores de la sociedad. Sus personeros son las grandes corporaciones que están dispuestas a arrasar con los seres humanos y la naturaleza, también los grandes medios de desinformación que son la capa emergente de una internacional de la derecha y del neo-fascismo. Pero el neo-fascismo opera sobre un colchón social a-crítico, inconsciente, constituido por sociedades de espectadores y consumidores pasivos que el propio neo-fascismo se encarga de reproducir. Y como el neo-fascismo también exacerba la oscuridad, el miedo a la muerte, entonces hay seres humanos que se auto-esclavizan o se mueren de miedo a la muerte.

¿Cuáles serían para ti los signos más visibles del avance del neo-fascismo?

Hay muchos signos evidentes del avance de este neo-fascismo. Habría que fundar un observatorio del fascismo societal promedio.. Determinar que variables (conductas, prácticas, etc.) medir y establecer algunos índices. Desde la violencia contra las mujeres a la prepotencia del capital financiero, desde la violencia de los automovilistas al sadismo de los gerentes de las multinacionales y los narcotraficantes, desde los linchamientos a las guerras llamadas preventivas, desde el bulliyng a las políticas represivas y la contrainsurgencia hacia los pobres, desde la pérdida de códigos en los barrios populares a la absoluta falta de ética de las clases dirigentes y buena parte de los políticos profesionales.

El neo-fascismo se caracteriza por hacer que los seres humanos desarrollen su voluntad de odio. Es la estrategia del odio permanente. Es una estrategia que te succiona toda la humanidad. Y la bomba de succión la maneja el mercado.

El neo-fascismo es ese tipo en Miami celebrando la muerte de Fidel con una remera con el rostro del genocida Jorge Rafael Videla. O el núcleo duro de la oposición anti-chavista en Venezuela. Sí, claro, eso es indiscutible. Pero el neo-fascismo es, básicamente, un modo de producción de verdugos y, al mismo tiempo, de víctimas, en todos los planos y grados imaginables. Un modo de producción de olvido, silencio, humillación desprecio por el otro/la otra, deprecio por lo colectivo, en fin: miedo y muerte.

Claro está, existen espacios de resistencia, ámbitos colectivos contenedores y afectuosos, donde la vida se expande. Allí se gestan nuevos códigos, que debemos aprender a reconocer y en los que debemos empezar a reconocernos.

Hablemos un poco sobre los intelectuales… ¿cuál es tu posición sobre el sobre el rol de los intelectuales?, me refiero específicamente al rol político.

En primera instancia uno tiende a pensar que los intelectuales de la derecha carecen de capacidad de hegemónica, porque su relato es de un anacronismo y una superficialidad increíble y porque además su proyecto no tiene costados de integración de capas sociales subalternas, es un proyecto lisa y llanamente depredador. Pero a veces me pregunto, horrorizado, si no cabe pensar en nuevas hegemonías basadas directamente en disvalores. Esto de que el odio colonice el sentido común. Tal vez el sistema desarrolle una destreza hegemónica basada en su propia monstruosidad. En ciertos planos, eso ya viene ocurriendo. Como sea, lo que queda claro es que han sido eficaces en el corto plazo.

Hablo de los intelectuales en sentido gramsciano y detengo la mirada en la TV, en la radio, en los grandes diarios, en las redes sociales. Hablo del enorme poder de los medios de desinformación como generadores de un sentido común reaccionario e impiadoso. Han logrado disfrazar el odio con la ropa de la libertad de expresión.

Por ejemplo, aquí, en Argentina, Jorge Lanata puede ser considerado un intelectual orgánico de las corporaciones, de la derecha. Bueno, más que un intelectual “orgánico” Lanata sería un intelectual “transgénico”… Pero no tiene sentido centrarse en la persona de Lanata. Lamentablemente abundan los personajes como él. Hablo de Lanata como expresión de una estrategia comunicativa vendedora de mentiras, de mierda… que se desplaza de la ironía al desprecio por la humanidad; en fin, la expresión de la voluntad de odio a la que hacía referencia. Esos tipos han traicionado a la vida, no pueden entenderla y no saben respetarla. Lo han hecho por dinero, por egocentrismo, por idiotez moral, tal vez por todo eso junto. No lo sé.

Luego noto que, en una capa de intelectuales, existe una gran capacidad de amoldarse al nivel de “progresismo promedio” como una forma de cotizar sus saberes técnicos. Me refiero a cotizarlos material y simbólicamente, a la posibilidad de ser contratados y/o reconocidos.

Existe una corrección política progresista standard que apela a lo nacional popular, a la democracia, pero que ya es absolutamente insuficiente para mantener alerta a la conciencia. No obliga a exponer el cuerpo, a exponerse. Ese “progresismo promedio” les puede garantizar a los intelectuales cargos públicos y/o prensa. Claro, los expone a ciertos vaivenes. Por ejemplo, del Estado (cuando asoman gobiernos progresistas) a los movimientos sociales y a las organizaciones populares (cuando adquieren protagonismo histórico y gobierna la derecha) o la inversa. Tiendo a pensar, de todos modos, que fuera del Estado, la conciencia se les sacude un poco. Pero no demasiado. No lo suficiente para dejar de lado el interés por la acumulación de capital curricular o prestigio. No lo suficiente para desarrollar una auténtica pasión intelectual.

Una auténtica pasión intelectual no contempla modas; corre el riesgo del ostracismo, el silencio, la soledad, la indiferencia, y hasta la incomprensión y el olvido, pero de ningún modo los vive como una frustración. Porque es una pasión y punto. No se padecen las pasiones.

Respecto del rol de los intelectuales críticos… Me parece que no hay mucho que inventar al respecto. En todo caso, lo nuevo que puede decirse se vincula a la sutileza cada vez mayor de los mecanismos de integración de los intelectuales desarrollados por el sistema de dominación. En concreto, se pueden aportar análisis de procesos asociados al transformismo.

Yo sigo pensando que el rol del intelectual crítico (y ético) es desnudar la burguesía y al poder (al poder de verdad). Ponerla en pelotas en medio de calle, desprovista de todo concepto, y que el pueblo pueda verla tal como es: cruel, impiadosa, psicópata. Se trata de sacarle las máscaras a la burguesía y de crearle una intemperie. Al mismo tiempo creo que el intelectual crítico (y ético) debe desarrollar alguna interioridad respecto de alguna comunidad popular concreta, aunque sea pequeña y modesta. Sistematizar sus prácticas, deducir los saberes y valores no enajenantes implícitos y celebrar los explícitos.

También aportar a la construcción de lenguajes que les permitan a los pueblos constituirse como sujetos históricos y entenderse como colectivos capaces de edificar un orden justo e igualitario y una civilización profundamente humana. Sin esta vocación de los y las de abajo, la burguesía podría pasearse en pelotas tranquilamente por los siglos de los siglos y terminaría convirtiendo su aberración en sentido común o utopía. Aclaro que se trata simplemente de una metáfora, no quiero ofender a los nudistas de buena voluntad y, nunca dicho más literalmente, de carne y hueso [Risas]. Claro está, en paralelo hay que denunciar los mitos enajenantes que, lamentablemente, son muchos y se reproducen como hongos después de la lluvia.

No creo que los intelectuales puedan hacer mucho más. Y me incluyo, claro. No hay que sobredimensionar el papel de los intelectuales, salvo que se incluya en esa categoría a los poetas. A los poetas de verdad, escriban o no. Esos que logran instalarse en la memoria rebelde de los pueblos. No a los que escriben versitos y arman juegos de palabras ingeniosos.

Eso sería más que suficiente. Sería una forma de acercarse al terreno de la praxis y salir un poco del campo especulativo y burocrático de la academia, el Estado o las organizaciones sindicales y políticas convencionales… También una forma de exponer un poco más el cuerpo.

En tu último libro, El hereje, apuntes sobre John William Cooke (http://lahaine.org/fB5I, http://lahaine.org/fB5k y http://lahaine.org/fB6x), vuelves sobre los pasos de esa figura emblemática de los años 60, un precursor de la izquierda peronista… ¿Por qué hablar de Cooke en el 2016?

Siempre regreso a Cooke. Una y otra vez. Busco claves para entender este país y el tiempo histórico que me tocó. Y, a medida que pasan los años, siempre descubro claves nuevas. Cooke sigue siendo importante, por ejemplo, para no idealizar la destreza pragmática del peronismo y para darse cuenta que como materialidad concreta hace rato que no está en condiciones da ofrecerle al conjunto del pueblo argentino un proyecto rebelde, radical, transformador. Cooke, además, suministra elementos para una crítica al populismo, desde una visión popular.

¿Podrías explicar mejor esa contraposición entre populismo y lo popular? Me resulta un tanto confusa. ¿Tú no coincides acaso con los autores posmarxistas?

Bueno… el término populismo, el concepto de populismo, es muy ambiguo. Existe una definición de la derecha ultraliberal, del estilo Miami o CNN, que considera que populismo es, lisa y llanamente, el gasto público, la inversión estatal en desarrollo social y la redistribución equitativa del ingreso, aunque esta sea redistribución secundaria del ingreso. Para ese tipo de personas un poco de piedad ya es populismo. Ahora se habla de un populismo cool. El populismo puesto en práctica por la derecha liberal que debe garantizar condiciones de gobernabilidad y que tiene que hacer algunas concesiones hacia abajo.

Luego, autores como Ernesto Laclau, ya fallecido, y otros autores y autoras posmarxistas han resignificado positivamente el concepto de populismo. También están quienes lo reivindican por pura inversión simbólica. O sea, trastocan el sentido que le asigna la derecha más troglodita. Este gesto es entendible, y hasta posee núcleos de buen sentido, para usar una expresión gramsciana. Sobre todo por lo que rechaza, no tanto por lo que afirma. Por lo demás, yo no soy pos-marxista, ni pos-nada. Detesto las modas “pos”, porque son solo eso, modas pasajeras. Y no adhiero a ningún enfoque determinista, incluyendo el determinismo de los símbolos.

En términos bien cookistas –ya que estamos con Cooke– y en relación al populismo yo suelo plantear lo siguiente: si el populismo es una estrategia para diluir los contenidos populares más radicales en una totalidad que los incluye pero los subordina a través de significantes flexibles, lo popular aspira a una totalidad pero con predominio de la clase trabajadora y con subordinación de los contenidos burgueses. Si el populismo es una estrategia de regulación de la lucha de clases, lo popular es una estrategia de profundización de la lucha de clases. Si el populismo es una estrategia de politización social limitada y controlada, en cuenta gotas, lo popular es una estrategia que lleva al punto máximo esa polarización. Si el populismo es una articulación interclasista, lo popular es una articulación intraclasista.

Ocurre que muchas veces esta tensión entre lo populista y lo popular atraviesa los procesos históricos populares que suelen ser impuros y poco lineales. La Revolución Bolivariana de Venezuela es un proceso atravesado por esta contradicción y su futuro depende de cómo se salde la misma. Como podrás apreciar, mi idea del populismo no tiene nada que ver con la de la derecha y tampoco se puede emparentar a la de los posmarxistas.

Resumen Latinoamericano. Extractado por La Haine

Texto completo en: http://www.lahaine.org/sobre-la-situacion-politica-argentina

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Idel Vexler: “Sería muy perjudicial que los niños inicien su educación primaria antes de los 6 años”

“Sería un grave daño para ellos que afectaría no solo su desarrollo cognitivo, sino el social y también su autoestima”, explicó el especialista a Perú21

“Una educación responsable debe promover una educación oportuna y no la prematura”, sostuvo el pedagogo y exviceministro de Educación, Idel Vexler, en una entrevista con Perú21.

El especialista dijo que sería muy perjudicial que en nuestro país se aplique la norma aprobada hace unos días en el Congreso de la República que modifica la edad límite de acceso a la Educación Inicial y Primaria, permitiendo que los niños ingresen a la primaria con 5 años de edad.

“Estudios realizados por el Minedu en el 2014 han demostrado que los niños de 5 años no están lo suficientemente preparados para afrontar los retos y exigencias de la educación primaria. Sería un grave daño para ellos que afectaría no solo su desarrollo cognitivo, sino el social y también su autoestima”, explicó.

El exviceministro de Educación refirió también que en los países más desarrollados del mundo, como Finlandia, Noruega, Suecia, Corea del Sur, los niños inician su formación escolar después de los 6 años de edad, ya que antes de esta edad, su aprendizaje es mediante el juego y la exploración.

“Es importante que los niños inicien y cumplan con su formación inicial en los tiempos que le corresponden, porque en esta etapa ellos aprenden a activar sus facultades sensoriales, comunicativas y afectivas que les permitirán un adecuado desarrollo de su sistema cerebral y psíquico”.

Idel Vexler sostuvo que los congresistas que apoyan esta ley que permite que los niños sean matriculados en el nivel primaria desde los 5 años están confundidos, “pido a los congresistas que reflexionen sobre el tema, hay documentación importante al respecto, con estudios que señalan los problemas que generan en los niños iniciar la escuela antes de tiempo”, señaló.

Al respecto, el ministerio de Educación ha solicitado al Ejecutivo observar la mencionada ley, ya que la considera perjudicial:

“Ante la decisión del Congreso de la República de aprobar una norma que modificaría la edad límite de acceso a la Educación Inicial, el Ministerio de Educación (Minedu) –en su calidad de órgano rector del sistema educativo peruano- solicitó al Ejecutivo observar ese proyecto de ley por ser perjudicial para el desarrollo emocional y cognitivo de los niños y niñas”, se lee en el documento .

[DATO]

  • El Congreso aprobó el último 20 de diciembre el proyecto de ley que permitirá extender la matrícula hasta la edad cronológica del 31 de julio, para que menores de 3 años accedan a Educación inicial y menores de 6 años ingresen al primer grado de Primaria.
  • En Finlandia, la ley establece que la educación es obligatoria y gratuita para todos los niños desde los 7 años de edad. Y recién en esta etapa aprenden a leer.
  • En Finlandia, como en otros países desarrollados, los padres tienen la convicción de que son los primeros responsables de la educación de sus hijos, por delante de la escuela, y complementan el esfuerzo que se hace en el colegio.

Fuente: http://peru21.pe/actualidad/seria-muy-perjudicial-que-ninos-inicien-sus-educacion-primaria-antes-6-anos-edad-2266680

Imagen: cde.peru21.pe/ima/0/0/4/2/6/426082.jpg

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Miguel Herrera: «El Gobierno busca ‘atajar’ abandono del bachillerato»

América del Sur/ Ecuador/ 9 Enero 2017/ El Universo.

El viceministro de Educación, Miguel Herrera, reconoce la problemática de los denominados ninis (jóvenes de entre 15 y 25 años que no estudian ni trabajan) en Ecuador, cuya condición es analizada en un estudio publicado por la Corporación Andina de Fomento (CAF).

Hay un avance en el aumento de la tasa de matriculación como parte de un proceso histórico. ¿Considera que el reto está en mejorar la calidad y conseguir que más menores terminen su ciclo educativo según su edad?

Efectivamente, una de las tareas que ha tenido el Gobierno en estos últimos años ha sido tratar de incrementar el acceso de los estudiantes al sistema de Educación General Básica (EGB) y al Bachillerato General Unificado (BGU) y esto se ha conseguido, se ha ido incrementando la tasa de matrícula en los últimos años…

El 12,7% de la población con más de 15 años de edad tenía en 2014 tres años de escolaridad o menos, es decir, entra dentro del analfabetismo funcional (condición de las personas que no pueden entender lo que leen o que no se pueden hacer entender por escrito), según la encuesta de condiciones de vida del INEC. ¿Por qué persiste este problema?

Hemos tenido un crecimiento muy importante del sistema educativo en los últimos ocho años, pero históricamente hemos tenido una desatención a la educación. Las personas mayores de 15 años que no tienen estudios vienen de un sistema educativo anterior previo al trabajo que venimos realizando… El Gobierno se ha preocupado de atender esto con programas de educación para personas jóvenes y adultas con escolaridad inconclusa…

Un dato preocupante del estudio de la CAF es el porcentaje de los denominados ninis que en Ecuador alcanza al 20%. ¿Qué efectos tiene esto en cuanto a buscar un capital humano mejor preparado?

Podemos hablar de que cuando un estudiante en edad abandona los estudios o tiene un índice de repitencia que lo lleva a salir del sistema, estamos hablando de un fracaso del sistema. Todos los países tienen un problema similar… Primero desde la escolarización se trabajan los programas de refuerzo y nivelación para que los estudiantes que tienen dificultades consigan salvarlas, tratar de que no abandonen, esa es una de las claves, porque una vez que salen del sistema es mucho más complejo volver a conseguir que ingresen. En el BGU tenemos un 5% de abandono de los estudiantes que están ahí dentro (los que se matriculan). Tenemos que atajar ese 5%… Son gente que trata de salir al mercado laboral, después fracasa en su intento y se queda ya fuera de la escuela…

Lo más grave es que el 20% de población entre 15 y 25 años que no estudia ni trabaja se ha mantenido en Ecuador entre 1992 y 2014, según el estudio de la CAF. ¿Por qué?

Ese porcentaje realmente tiene una base estructural. La mayoría de los países de la región podemos tener un descenso sobre el porcentaje de ninis, pero esto no implica en ningún caso que sea menor. Pueden tener una tendencia positiva, pero llega a algunos topes, son problemas de tipo socioeconómico porque realmente el nini se produce cuando se abandona el sistema con la intención de ingresar al mercado laboral y este falla en dar una respuesta. Entonces tenemos una persona que dejó de estudiar y que no tiene opciones de trabajar porque tiene muy bajas habilidades, como menciona el estudio (de la CAF)… La respuesta del sistema educativo tiene que ser darles la posibilidad de que reingresen a los estudios.

Disponible: http://www.eluniverso.com/noticias/2017/01/08/nota/5984518/gobierno-busca-atajar-abandono-bachillerato

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Entrevista a Emilia Ferreiro: Si los docentes no leen, son incapaces de transmitir el placer de la lectura

Fuente: OEI

Entrevista realizada por Mariana Otero a Emilia Ferreiro

La educadora argentina Emilia Ferreiro, quien revolucionó la lectoescritura, asegura que si los docentes no leen son incapaces de transmitir placer por la lectura. Dice que todos los chicos pueden aprender si los maestros se lo proponen. Para la investigadora, la escuela es muy resistente a los cambios porque siguen instaladas viejas ideas.

Emilia Ferreiro casi no necesita presentación. Para el mundo de la educación es un referente indiscutible, que revolucionó la enseñanza de la lectoescritura y que realizó numerosos aportes a la alfabetización en el mundo.

Es argentina, pero está radicada en México desde hace más de dos décadas. Su tesis de doctorado fue dirigida por Jean Piaget en la Universidad de Ginebra. Hace años que recorre América y Europa dando conferencias y capacitaciones a docentes; es autora de innumerables artículos científicos y libros y fue reconocida varias veces como doctora honoris causa por diversas universidades, entre ellas la Universidad Nacional de Córdoba (1999).

La investigadora del Centro de Investigación de Estudios Avanzados del Instituto Politécnico Nacional de México estuvo en Córdoba invitada por la Facultad de Psicología de la UNC. En diálogo con La Voz del Interior , aseguró que el docente no puede seguir haciendo tareas burocráticas, que debe profesionalizarse, que todos los chicos pueden aprender si tienen un maestro que crea que pueden lograrlo y que la escuela se resiste a los cambios que no genera ella misma. A continuación, un extracto de una larga charla.

–¿Qué puede hacer la escuela para evitar el fracaso escolar?

–El fracaso escolar tiene varias caras (…) Voy a hablar de los aprendizajes vinculados con la lengua. La alfabetización inicial o tiene lugar en los primeros años de la primaria o es un déficit que se arrastra muy mal. Incluso en casos donde no hay percepción de fracaso puede haber fracaso con respecto a lo que significa alfabetizar. Hoy nadie puede considerarse alfabetizado si está en situación de comprender mensajes simples, saber firmar o leer libros con léxico y sintaxis simplificada. Desde finales del siglo XX estamos asistiendo a una revolución en la que la digitalización de la información es parte de la vida cotidiana y la escuela ni se ha dado cuenta. Entonces sigue preparando para leer un conjunto limitadísimo de textos, sigue haciendo una alfabetización para el pizarrón. Trabajar con la diversidad de textos y alfabetizar con confianza y sin temor a circular a través de los múltiples tipos de textos y de soportes textuales del mundo contemporáneo es indispensable.

¿Se puede decir que la escuela sigue siendo demasiado conservadora para niños de la era tecnológica?

–El sistema escolar es de evolución muy lenta. Históricamente ha sido muy poco permeable a cambios que la afectaban. Dos ejemplos: cuando apareció la birome, la primera reacción del sistema educativo fue “eso no va a entrar acá porque arruina la letra”, y la escuela le hizo la guerra a ese instrumento: una guerra perdida de antemano (…) Lo mismo hizo cuando aparecieron las calculadoras de bolsillo y dijeron “eso va a arruinar el cálculo escolar y no van a entrar”. Y entraron con muchas dificultades, hasta que en algunos lugares descubrieron que podía hacerse un uso inteligente de la máquina de calcular. En ese contexto hay que ubicarse. La institución escolar siempre ha sido muy resistente a las novedades que no fueron generadas por ella.

–Ahora se resiste a la computadora.

–Es una tecnología de escritura y tiene ventajas innegables para la enseñanza. La primera reacción es de desconfianza. El primer acto reflejo es que si nos traen una, la ponemos con llave.

–¿Se puede alfabetizar igual en diferentes contextos sociales y culturales y con recursos distintos?

–Hay cosas que van a ser iguales y otras que son necesariamente distintas. Algo que les digo siempre a los maestros es: “¿Usted no sabe qué hacer el primer día? Lea en voz alta”. La experiencia de escuchar leer en voz alta no es una experiencia de todos los chicos antes de entrar a la escuela y es crucial para entender ese mundo insólito que tiene que ver con que hay estas patitas de araña (muestra las letras) en una hoja y que suscitan lengua.

–Es otra forma de enseñar a leer y escribir…

–Más que empezar con la pregunta típica de cómo hago para enseñar a leer y escribir, primero hay que enseñar algo acerca de lo que es la escritura y para qué sirve. El maestro tiene que comportarse como lector, como alguien que ya posee la escritura. La gran diferencia entre los chicos que han tenido libros y lectores a su alrededor y los que no los han tenido es que no tienen la menor idea del misterio que hay ahí adentro. Más que una maestra que empieza a enseñar, necesitan una maestra que les muestre qué quiere decir saber leer y escribir. Cuanta menos inmersión haya tenido antes, más hay que darle al inicio.

–¿El docente es consciente de que esta es una buena manera de enseñar a leer y escribir? Hay investigaciones que dicen que los maestros no leen.

–Ese es uno de los dramas del asunto porque se habla mucho del placer de la lectura, pero ¿cómo se transmite ese placer si el maestro nunca sintió ese placer porque leyó nada más que instrucciones oficiales, libros de “cómo hacer para”, leyó lo menos posible. Es muy difícil que ese maestro pueda transmitir un placer que nunca sintió y un interés por algo en lo que nunca se interesó. En toda América latina el reclutamiento de maestros viene de las capas menos favorecidas de la población. En muchos casos no hay aspiración a ser maestro. Y en ese sentido cambió, pasó de ser una profesión de alto prestigio social a una con relativo bajo prestigio social.

–¿Cuánto influye eso en la alfabetización de los niños?

–Mucho, porque si alguien está haciendo lo que hace porque no pudo hacer más, se va a sentir frustrado; y la frustración profesional no ayuda al ejercicio profesional.

Una escuela vieja. –¿Se avanzó en el modo de alfabetizar?

–Hay una visión muy instrumentalista que piensa lo mismo desde hace tantas décadas que da hasta lástima decirlo. Dice: “Primero vas a aprender la mecánica de las correspondencias grafofónicas y para eso mejor que ni pienses porque es un ejercicio mecánico de asociación de correspondencias. Después vas a aprender de corrido, y después vas a entender lo que estás leyendo y después, quizá, te venga esa cosa desde algún milagro llamada placer por la lectura”. En realidad, el placer por la lectura entre los chicos que tienen lectores a su alrededor es lo primero que se instala (…) Es lo primero, no lo último.

Esta tendencia del placer antes que lo instrumental no está en práctica; seguimos con las viejas teorías. ¿Cómo se revierte eso?

–No es fácil. Lo que no consigo es que me den la lógica de la visión opuesta. Por ese lado hice investigaciones que revelan que los chicos piensan sobre la escritura antes y que lo que piensan es relevante y que es bueno tenerlo en cuenta.

–¿Sigue en vigencia esa idea de que el maestro es la autoridad que les enseña a niñitos que no saben nada?

–Siguen instaladas viejas ideas que son parte de la lentitud del sistema para reaccionar. A veces con el razonamiento de que si siempre se hizo así para qué cambiar (…) Una de las tendencias es regalarle el fracaso a la familia o al niño y no asumir la responsabilidad de que todos los chicos pueden aprender y deben aprender. Andan buscando desde antes que empiece el año escolar quiénes van a repetir o quiénes son los disléxicos o los que tienen alguna patología por la cual la cosa no va a andar. Y realmente todo cambia muy fuerte cuando el maestro dice “aquí no va a haber repetidores” y cuando asume desde el inicio que “aquí van a aprender todos”. Eso exige un involucramiento fuerte del maestro con el aprendizaje; ahí entramos en otra vertiente, en la que el oficio del maestro se ha ido burocratizando cada vez más y desprofesionalizando al mismo tiempo. Recibe instrucciones y las ejecuta: esa es la definición de un burócrata. En tanto, el profesional es el que sabe lo que está haciendo, por qué lo está haciendo y tiene una racionalidad y una especificidad que puede defender profesionalmente.

–¿Cómo se hace para sacar adelante a niños que concurren a escuelas donde hay un libro cada 40 alumnos, sin biblioteca ni computadora y el docente, además, atiende situaciones familiares, psicológicas?

–Enseñar a leer y escribir bajo los bombardeos es difícil. Cuando un maestro está convencido de que puede hacer algo termina descubriendo la manera de hacerlo, y si deja que el malestar general lo apabulle no va a poder hacer nada. Si acepta estar ahí es porque cree que algo puede hacer. Si forma parte de la desesperación colectiva, si se deprime junto con el ambiente, no va a poder hacer nada. Pero hay maestros creativos que consiguen llevar adelante algo que da esperanza… El maestro tiene que decir “aprender es posible”, como el médico decir “la salud es posible”.

Fuente: Redes OEI

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Sílvia Blanch: “La crianza es una responsabilidad de toda la comunidad”

08 de enero de 2017 / Fuente: http://blog.tiching.com/

Sílvia Blanch

¿Qué es la crianza positiva?
Es un concepto que prioriza partir de las capacidades que ya tienen los padres para que cojan seguridad y confianza y así,  a su vez, los padres puedan criar a sus hijos bajo esta mirada respetuosa y capacitadora. En vez de buscar en el niño o en los padres todo aquello que deberían mejorar, se construye a partir de las fortalezas que ya tienen. Esto hace que los padres cojan confianza en vez de sentirse mal porque no lo hacen bien.

¿Por qué cree que los padres no tienen suficiente confianza en sí mismos?
La maternidad y la paternidad son situaciones que emocionalmente te desbordan. Conectas con tu vida de otra forma, con tu niño interior, con tus propios padres, etc. Las emociones toman el protagonismo y no siempre es fácil gestionar esto. Antes, además, existía un apoyo de la comunidad más ámplio. Ahora casi no hablamos con los vecinos.

Pero la crianza no es algo que incumba solo a los padres…
La parentalidad positiva parte de la idea que la crianza de los niños es una responsabilidad compartida. Es una cosa de todos, no solo de los padres o las madres, sino de cada persona y de toda la comunidad. En este sentido, la recomendación hecha en el 2006 (REC 2006, 19) por el Consejo de Ministros Europeos pretende que los gobiernos impulsen políticas, propuestas y servicios de apoyo a las familias en su crianza con este enfoque. En el libro “A criar fills se n’aprén?” profundizamos en esta práctica.

¿Qué pautas o ejes son los prioritarios en la crianza positiva?
La crianza positiva busca fortalecer a los padres partiendo de sus capacidades y dándoles apoyo. A nivel familiar, la crianza positiva promueve cubrir las necesidades de las criaturas: afecto, respeto, juego, tiempo, seguridad, participación, autonomía, descanso… Los adultos deben conocer y entender tanto las necesidades como las capacidades del niño para tener unas expectativas realistas. La crianza positiva favorece que los niños establezcan vínculos creados bajo amor, respeto, un entorno estable y seguro, un estilo de crianza basado en el afecto y la autoridad (establecer unos límites, unas consecuencias, etc.), confianza, el sentido del humor…

Criar a los niños y niñas requiere aprendizaje y tiempo, y de esto último muchas familias van escasas. ¿Aún se considera válido aquello de “menos tiempo pero de más calidad”?
Cada criatura es un mundo a descubrir y esto requiere tiempo. El tiempo y la calidad en la relación durante momentos compartidos es imprescindible para construir vínculos poderosos.
Pienso que esta frase nos deja a todos muy tranquilos, pero en realidad sabemos que no tiene sentido. Por ejemplo,  no es lo mismo poder estar sin prisas toda la tarde hasta la hora de dormir, que estar media hora intensiva. A veces, cuando el tiempo es tan reducido, hay una tendencia a que todo vale, “para un rato que estamos no nos vamos a enfadar”. Cuanto más tiempo estás con los niños, más oportunidades para conocerse mutuamente, para charlar, y como me decía una vez una madre, “hay tiempo de reírse, de enfadarse, y de reconciliarse otra vez”.

Y, ¿cuando no hay tiempo?
Cuando el tiempo es muy reducido, a veces, ese ratito se puede convertir en un momento donde hay que jugar a tope (se quiera o no) y pasarlo bien. O en un interrogatorio con un sinfín de preguntas, en vez de una conversación natural: “¿cómo ha ido el cole?”, “¿qué has comido?” ,“¿a qué has jugado? “¿con quién jugabas?”.  El niño que ya habla, nos irá contando a medida que le apetezca. Que tome sentido para él, no únicamente cuando a nosotros nos va bien.

No hay una solución mágica, ¿no?
El tiempo es importantísimo pero no es suficiente. El cómo nos relacionamos con los hijos es clave. Si tenemos a un adulto en el ordenador toda la tarde, físicamente  ha estado con sus hijos unas horas, pero en realidad, a nivel de atención y juego compartido, ha sido muy poco rico. Nadie está contento: ni el que está al ordenador, porque tiene constantes interrupciones, ni tampoco los niños, porque necesitan compartir sus juegos e intereses.
Recuerdo una historia que leí de un padre que por su trabajo no veía nunca a su hijo, pero para que el niño supiera que él estaba allí y que pensaba en él, cada noche, al llegar a casa, cuando el niño ya dormía, el padre ataba una gomita de pelo al final de la sábana para que, a la mañana siguiente, el niño supiera que su padre había estado allí para darle besos y cariño. ¿Es una situación ideal? No, pero en este caso, buscaron una manera entre muchas otras de, al menos, hacerle saber que estaba allí.

El sistema actual no favorece la crianza ni los lazos familiares debido a los horarios laborales de las familias. ¿El estado puede/debe tomar medidas al respecto?
Yo pienso que sí, tanto a nivel de tipos de contratos como de horarios que favorezcan laconciliación. También impulsando servicios y programas de apoyo a las familias. De hecho, como en muchos cambios, es la propia sociedad la que los está impulsando. Hay empresas que ya ofrecen más flexibilidad de horarios, horarios intensivos u horas de trabajo desde casa. También hay familias que se aprietan el cinturón y se organizan para poder estar con los hijos, aunque trabajen menos horas.

¿Hay algún país que podamos tomar como referencia, para comprobar que hay otra manera de hacer las cosas?
En Europa, un país como Noruega, por ejemplo, donde hay una baja maternal y paternal que permite estar con los niños hasta pasado el año. Luego, los horarios y los tipos de contrato permiten más horas para estar con la familia. Pero lo más importante es que el gobierno y la sociedad entienda que los primeros años son cruciales para el desarrollo psicosocial, emocional y cognitivo de los niños. Si pueden tener a su familia cerca y servicios donde los apoyen, como escuelas infantiles con horarios flexibles, espacios familiares, o grupos compartidos de familias; los resultados harán de estos niños unos adultos más sanos.

¿Qué tipos de programas de apoyo son los más eficaces?
Hay muchos tipos de programas, lo que es importante es que los grupos sean formados por familias que sientan que son iguales entre sí, y que haya un profesional, o un experto que conduzca a los grupos. Cuando una madre o un padre recomienda un remedio o solución a otro padre que está en su misma situación, le genera más confianza que si lo hace un experto. En la Fundación Jaume Bofill analizamos el programa Crecer en familia, con el que trabajamos el empoderamiento de las familias. Es un espacio de calma, de cuidado.

¿Qué resultados se obtienen con programas de apoyo a las familias?
Todos los programas que cuentan con evidencias científicas han demostrado resultados positivos en aspectos como: mejor clima familiar, menos discusiones, más confianza en establecer límites claros… Es decir, un mayor apoyo a las familias revierte en mejoras en la crianza en beneficio de los niños y de los propios adultos. También conocemos muchos otros programas que, a pesar de no tener investigaciones que los sustenten, tanto los profesionales como las familias expresan su utilidad en la mejora de la crianza y las competencias y  fortalecimiento del rol parental.

Los padres, ¿educan de la misma manera en que les educaron?
Es importante tener claro que las familias suelen reproducir las maneras de criar que han visto o vivido y esto es siempre limitado. En algunos casos son muy reducidas: si para decirme lo que se espera de mí me gritaban, quizás no se me ocurre otra forma de hacerlo y pienso que es la manera que funciona. O si querer significa comprar regalos, debo ver que se puede hacer de otros modos. Los programas de apoyo permiten abrir la posibilidad de ampliar otras maneras, estrategias, de empatizar con el niño, de analizar una situación desde otras perspectivas, de poder distanciarse a través de experiencias de otras familias.

¿Los cambios dentro del modelo familiar influyen en la nueva paternidad?
Los niños nacen para adaptarse a la cultura y el contexto familiar que les toca. En cambio, los adultos, a menudo, no nos planteamos nuestro rol de padres hasta el nacimiento de nuestros hijos. Hay muchas culturas con modelos diferentes, algunos patriarcales, matriarcales, comunitarios… Lo que cuenta es un ambiente estable y amoroso que cubra las necesidades básicas de salud, afecto y aprendizaje. Aquí, hace relativamente poco que estamos entendiendo que no existe “la familia” como tal, sino “las familias” como un concepto flexible, cambiante en el tiempo.

¿Existen muchos prejuicios al respecto?
Nuestras ideas preconcebidas nos crean dificultades para ser más comprensivos. Las ideas construidas sobre ser “buen” padre o madre a menudo chocan con la realidad. A veces por nuestra inexperiencia, por el ritmo que escogemos llevar, por las presiones del trabajo o las preocupaciones que acaban acaparando nuestro tiempo. Todo esto no ayuda al bienestar de la familia como contexto de seguridad y desarrollo.

¿Las motivaciones de los padres han cambiado?
Partimos de la idea que todos los padres lo hacen lo mejor que saben en la situación que viven. Actualmente,  por nuestro contexto y la presión social que hay, creo que hasta ahora nunca había habido tantos padres interesados en la crianza de sus hijos. Padres con ganas de saber sobre crianza, apuntados en foros, cursos, grupos de padres, libros, etc. Pero, a veces, hay tanta información que quizás con menos, pero con un rato para pensar cómo queremos ejercer de padres, sería más efectivo. Pensar: ¿qué límites serán los básicos? o ¿cuáles son nuestras prioridades? Así, habría menos presión y más confianza en el rol de padres. En este sentido, los grupos de crianza compartida, donde padres (con o sin sus hijos presentes) comparten con otras familias éxitos y preocupaciones acompañados por profesionales son un servicio muy potente.

¿Pueden las nuevas tecnologías intervenir de alguna forma en la crianza moderna?
Sí, es una herramienta más que facilita  información inmediata y la posibilidad de conectarse con otros padres con situaciones similares o con profesionales para recibir apoyo. Ahora bien, el uso de la tecnología puede llevar a leer mucho de forma tan superficial que, más que facilitar, dificulte porque genere más presión o tensión que ayuda. Definitivamente abre vías de apoyos para algunas familias, pero no para todas. No hay que perder de vista a las familias que están básicamente fuera del sistema y esta herramienta no les es útil.

Antes las familias se ayudaban más entre ellas. ¿Hemos perdido el sentido de comunidad?
Sí, pero podemos seguir recuperándolo de otra manera. Todo tiene ventajas e inconvenientes. Hoy somos más individualistas, pero hoy como nunca antes estamos mucho más tiempo con los niños. Aunque, a su vez, se necesita mucho más apoyo. Hay iniciativas de familias que crean espacios para niños y familias buscando este sentido de comunidad, se autoorganizan ante una necesidad. Es un ámbito que debemos seguir potenciando, porque las redes sociales son un aspecto clave del bienestar de las familias.

¿Cómo podemos recuperar ese conocimiento compartido?
Abrir los pueblos y ciudades a los niños, como promueve Tonucci. Incluir a las personas mayores en diferentes programas como voluntarios, si lo quieren. En grandes ciudades, hay que promover cada barrio como pequeños pueblos, para que la gente se conozca y se sienta incluida y necesaria en la comunidad.

Fuente entrevista: http://blog.tiching.com/silvia-blanch-la-crianza-es-una-responsabilidad-de-toda-la-comunidad/

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