15 Enero 2017/Fuente:lanacion/ Autor:Maria Ayuso
La designación del defensor de las niñas, niños y adolescentes es una deuda que se sigue postergando en la Argentina. Si bien la ley nacional N° 26.061 de protección integral de los derechos de las niñas, niños y adolescentes, promulgada en 2005, previó un plazo de 90 días desde su entrada en vigor para la designación del defensor, once años después esto aún no ocurrió. En este contexto, Anne Lindboe, defensora de los niños de Noruega (el primer país del mundo en crear esta institución, en 1981) visitó la Argentina el pasado noviembre en el marco de una gira por América latina, para compartir su experiencia con diputados, senadores, representantes del Ministerio de Justicia y Desarrollo Social, y organizaciones sociales.Lindboe -una pediatra de 45 años que lleva cuatro en el cargo- subraya la importancia de que en nuestro país se designe esta figura cuanto antes, dejando de lado discusiones políticas y poniendo el énfasis en las cualidades de los candidatos. «Contamos con la experiencia suficiente para afirmar que esta institución funciona y trae cambios muy positivos para los chicos», asegura.
-¿Cómo ve la situación de la niñez en la Argentina?
No soy una especialista, pero es evidente que tienen muchos de los problemas a los que tuvimos que hacerle frente en Noruega: chicos expuestos a abuso sexual, violencia de todo tipo, bullying en las escuelas o que viven en situación de pobreza. Por eso es tan importante tener una figura que ponga estos asuntos en la agenda política. En tiempos de crisis económica, cuando los gobiernos buscan gastar menos, los niños vulnerables son los más afectados. Muchas veces los políticos piensan: «No tenemos los fondos suficientes para crear un ombudsman de los niños», pero es precisamente en ese momento cuando más falta hace.
-¿Cómo se designa a esta figura en Noruega?
-Nuestra institución fue creada por ley. El defensor es completamente independiente. No es una figura política y existe un gran consenso en todos los sectores acerca de esto. Su elección se basa en sus cualidades, trayectoria y formación. El Ministerio de Niñez, junto con un grupo de asesores jóvenes que representan a varias organizaciones de la sociedad civil, elige el candidato por seis años (no puede ser reelecto ni despedido). Yo apliqué al cargo como a cualquier otro trabajo y lo hice porque tras mi experiencia como pediatra trabajando con niños expuestos a la violencia, vi que había muchas fallas en el sistema que supuestamente debía protegerlos.
-¿Cuáles son sus roles?
-Hace cuarenta años aprobamos una ley que prohíbe todas las formas de violencia contra los niños, pero hubo que hacer un gran trabajo desde la defensoría para lograr que efectivamente se implemente. Fue necesario fortalecer instituciones como la policía y la justicia, para que los procesos judiciales funcionaran correctamente y se castigara a quienes ejercen la violencia. Además trabajamos en la prevención, que es clave: hacemos mucho énfasis en concientizar a las familias para que no usen la violencia como medio. Por otro lado, algo muy importante es que involucramos a los niños en nuestro trabajo: utilizamos una metodología que llamamos de «jóvenes expertos». Los consultamos y son actores fundamentales en las decisiones que tomamos. Su participación implica atender lo que sienten, piensan y desean: no hay que dejarlos de lado.
-Una de las frases que las organizaciones sociales repiten en nuestro país es «la niñez no puede esperar». ¿Considera que la Argentina debería designar a un defensor cuanto antes?
-Sí. La niñez es una inversión muy importante para un país, porque es un período clave para la formación de una persona: las experiencias que se viven durante la misma pueden afectar, por ejemplo, la habilidad para tener un trabajo, ganar dinero y contribuir a la sociedad en el futuro. Es muy poco inteligente no invertir en los niños, aún en momentos de crisis económica, porque después habrá que pagar el costo en 20 o 30 años. Muchas veces los políticos se olvidan de eso.
-¿Cree que este cargo se va a ocupar en el corto plazo en nuestro país?
-Soy muy positiva. Existe una gran conciencia sobre la importancia de monitorear los derechos de los niños. Mi recomendación es que hay que centrarse más en las calificaciones que debe tener el defensor y el rol de esa institución, y no en los aspectos políticos. En Noruega hicieron falta 35 años de experiencia para llegar adonde estamos. Pero en algún momento hay que empezar: los chicos en la Argentina no tienen tiempo para esperar.
Once años de incumplimiento
El defensor de las Niñas, Niños y Adolescentes (el único órgano exclusivamente dedicado a la defensa de la infancia) es una figura creada en la Argentina en 2005, mediante la ley 26.061. Sin embargo, once años después, el Congreso de la Nación continúa sin nombrarlo. El procedimiento para su designación requiere la conformación de una Comisión Bicameral compuesta por representantes de ambas cámaras con representación proporcional de las fuerzas políticas. Actualmente, en Diputados, oficialismo y oposición se pusieron de acuerdo y nombraron a los integrantes de la comisión, pero en el Senado sólo la oposición preseleccionó a sus miembros. Es por esto que un grupo de organizaciones sociales -entre ellas, la Asociación Civil por la Igualdad y la Justicia (ACIJ), Aldeas Infantiles y Haciendo Camino- reclaman que se actúe cuanto antes para avanzar en la elección de esta figura.
Fuente de la entrevista: http://www.lanacion.com.ar/1974112-anne-lindboe-los-ninos-del-pais-no-pueden-esperar-es-hora-de-nombrar-a-su-defensor
Fuente de la imagen:http://bucket1.glanacion.com/anexos/fotos/03/2340503h765.jpg