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Miguel Herrera: «El Gobierno busca ‘atajar’ abandono del bachillerato»

América del Sur/ Ecuador/ 9 Enero 2017/ El Universo.

El viceministro de Educación, Miguel Herrera, reconoce la problemática de los denominados ninis (jóvenes de entre 15 y 25 años que no estudian ni trabajan) en Ecuador, cuya condición es analizada en un estudio publicado por la Corporación Andina de Fomento (CAF).

Hay un avance en el aumento de la tasa de matriculación como parte de un proceso histórico. ¿Considera que el reto está en mejorar la calidad y conseguir que más menores terminen su ciclo educativo según su edad?

Efectivamente, una de las tareas que ha tenido el Gobierno en estos últimos años ha sido tratar de incrementar el acceso de los estudiantes al sistema de Educación General Básica (EGB) y al Bachillerato General Unificado (BGU) y esto se ha conseguido, se ha ido incrementando la tasa de matrícula en los últimos años…

El 12,7% de la población con más de 15 años de edad tenía en 2014 tres años de escolaridad o menos, es decir, entra dentro del analfabetismo funcional (condición de las personas que no pueden entender lo que leen o que no se pueden hacer entender por escrito), según la encuesta de condiciones de vida del INEC. ¿Por qué persiste este problema?

Hemos tenido un crecimiento muy importante del sistema educativo en los últimos ocho años, pero históricamente hemos tenido una desatención a la educación. Las personas mayores de 15 años que no tienen estudios vienen de un sistema educativo anterior previo al trabajo que venimos realizando… El Gobierno se ha preocupado de atender esto con programas de educación para personas jóvenes y adultas con escolaridad inconclusa…

Un dato preocupante del estudio de la CAF es el porcentaje de los denominados ninis que en Ecuador alcanza al 20%. ¿Qué efectos tiene esto en cuanto a buscar un capital humano mejor preparado?

Podemos hablar de que cuando un estudiante en edad abandona los estudios o tiene un índice de repitencia que lo lleva a salir del sistema, estamos hablando de un fracaso del sistema. Todos los países tienen un problema similar… Primero desde la escolarización se trabajan los programas de refuerzo y nivelación para que los estudiantes que tienen dificultades consigan salvarlas, tratar de que no abandonen, esa es una de las claves, porque una vez que salen del sistema es mucho más complejo volver a conseguir que ingresen. En el BGU tenemos un 5% de abandono de los estudiantes que están ahí dentro (los que se matriculan). Tenemos que atajar ese 5%… Son gente que trata de salir al mercado laboral, después fracasa en su intento y se queda ya fuera de la escuela…

Lo más grave es que el 20% de población entre 15 y 25 años que no estudia ni trabaja se ha mantenido en Ecuador entre 1992 y 2014, según el estudio de la CAF. ¿Por qué?

Ese porcentaje realmente tiene una base estructural. La mayoría de los países de la región podemos tener un descenso sobre el porcentaje de ninis, pero esto no implica en ningún caso que sea menor. Pueden tener una tendencia positiva, pero llega a algunos topes, son problemas de tipo socioeconómico porque realmente el nini se produce cuando se abandona el sistema con la intención de ingresar al mercado laboral y este falla en dar una respuesta. Entonces tenemos una persona que dejó de estudiar y que no tiene opciones de trabajar porque tiene muy bajas habilidades, como menciona el estudio (de la CAF)… La respuesta del sistema educativo tiene que ser darles la posibilidad de que reingresen a los estudios.

Disponible: http://www.eluniverso.com/noticias/2017/01/08/nota/5984518/gobierno-busca-atajar-abandono-bachillerato

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Entrevista a Emilia Ferreiro: Si los docentes no leen, son incapaces de transmitir el placer de la lectura

Fuente: OEI

Entrevista realizada por Mariana Otero a Emilia Ferreiro

La educadora argentina Emilia Ferreiro, quien revolucionó la lectoescritura, asegura que si los docentes no leen son incapaces de transmitir placer por la lectura. Dice que todos los chicos pueden aprender si los maestros se lo proponen. Para la investigadora, la escuela es muy resistente a los cambios porque siguen instaladas viejas ideas.

Emilia Ferreiro casi no necesita presentación. Para el mundo de la educación es un referente indiscutible, que revolucionó la enseñanza de la lectoescritura y que realizó numerosos aportes a la alfabetización en el mundo.

Es argentina, pero está radicada en México desde hace más de dos décadas. Su tesis de doctorado fue dirigida por Jean Piaget en la Universidad de Ginebra. Hace años que recorre América y Europa dando conferencias y capacitaciones a docentes; es autora de innumerables artículos científicos y libros y fue reconocida varias veces como doctora honoris causa por diversas universidades, entre ellas la Universidad Nacional de Córdoba (1999).

La investigadora del Centro de Investigación de Estudios Avanzados del Instituto Politécnico Nacional de México estuvo en Córdoba invitada por la Facultad de Psicología de la UNC. En diálogo con La Voz del Interior , aseguró que el docente no puede seguir haciendo tareas burocráticas, que debe profesionalizarse, que todos los chicos pueden aprender si tienen un maestro que crea que pueden lograrlo y que la escuela se resiste a los cambios que no genera ella misma. A continuación, un extracto de una larga charla.

–¿Qué puede hacer la escuela para evitar el fracaso escolar?

–El fracaso escolar tiene varias caras (…) Voy a hablar de los aprendizajes vinculados con la lengua. La alfabetización inicial o tiene lugar en los primeros años de la primaria o es un déficit que se arrastra muy mal. Incluso en casos donde no hay percepción de fracaso puede haber fracaso con respecto a lo que significa alfabetizar. Hoy nadie puede considerarse alfabetizado si está en situación de comprender mensajes simples, saber firmar o leer libros con léxico y sintaxis simplificada. Desde finales del siglo XX estamos asistiendo a una revolución en la que la digitalización de la información es parte de la vida cotidiana y la escuela ni se ha dado cuenta. Entonces sigue preparando para leer un conjunto limitadísimo de textos, sigue haciendo una alfabetización para el pizarrón. Trabajar con la diversidad de textos y alfabetizar con confianza y sin temor a circular a través de los múltiples tipos de textos y de soportes textuales del mundo contemporáneo es indispensable.

¿Se puede decir que la escuela sigue siendo demasiado conservadora para niños de la era tecnológica?

–El sistema escolar es de evolución muy lenta. Históricamente ha sido muy poco permeable a cambios que la afectaban. Dos ejemplos: cuando apareció la birome, la primera reacción del sistema educativo fue “eso no va a entrar acá porque arruina la letra”, y la escuela le hizo la guerra a ese instrumento: una guerra perdida de antemano (…) Lo mismo hizo cuando aparecieron las calculadoras de bolsillo y dijeron “eso va a arruinar el cálculo escolar y no van a entrar”. Y entraron con muchas dificultades, hasta que en algunos lugares descubrieron que podía hacerse un uso inteligente de la máquina de calcular. En ese contexto hay que ubicarse. La institución escolar siempre ha sido muy resistente a las novedades que no fueron generadas por ella.

–Ahora se resiste a la computadora.

–Es una tecnología de escritura y tiene ventajas innegables para la enseñanza. La primera reacción es de desconfianza. El primer acto reflejo es que si nos traen una, la ponemos con llave.

–¿Se puede alfabetizar igual en diferentes contextos sociales y culturales y con recursos distintos?

–Hay cosas que van a ser iguales y otras que son necesariamente distintas. Algo que les digo siempre a los maestros es: “¿Usted no sabe qué hacer el primer día? Lea en voz alta”. La experiencia de escuchar leer en voz alta no es una experiencia de todos los chicos antes de entrar a la escuela y es crucial para entender ese mundo insólito que tiene que ver con que hay estas patitas de araña (muestra las letras) en una hoja y que suscitan lengua.

–Es otra forma de enseñar a leer y escribir…

–Más que empezar con la pregunta típica de cómo hago para enseñar a leer y escribir, primero hay que enseñar algo acerca de lo que es la escritura y para qué sirve. El maestro tiene que comportarse como lector, como alguien que ya posee la escritura. La gran diferencia entre los chicos que han tenido libros y lectores a su alrededor y los que no los han tenido es que no tienen la menor idea del misterio que hay ahí adentro. Más que una maestra que empieza a enseñar, necesitan una maestra que les muestre qué quiere decir saber leer y escribir. Cuanta menos inmersión haya tenido antes, más hay que darle al inicio.

–¿El docente es consciente de que esta es una buena manera de enseñar a leer y escribir? Hay investigaciones que dicen que los maestros no leen.

–Ese es uno de los dramas del asunto porque se habla mucho del placer de la lectura, pero ¿cómo se transmite ese placer si el maestro nunca sintió ese placer porque leyó nada más que instrucciones oficiales, libros de “cómo hacer para”, leyó lo menos posible. Es muy difícil que ese maestro pueda transmitir un placer que nunca sintió y un interés por algo en lo que nunca se interesó. En toda América latina el reclutamiento de maestros viene de las capas menos favorecidas de la población. En muchos casos no hay aspiración a ser maestro. Y en ese sentido cambió, pasó de ser una profesión de alto prestigio social a una con relativo bajo prestigio social.

–¿Cuánto influye eso en la alfabetización de los niños?

–Mucho, porque si alguien está haciendo lo que hace porque no pudo hacer más, se va a sentir frustrado; y la frustración profesional no ayuda al ejercicio profesional.

Una escuela vieja. –¿Se avanzó en el modo de alfabetizar?

–Hay una visión muy instrumentalista que piensa lo mismo desde hace tantas décadas que da hasta lástima decirlo. Dice: “Primero vas a aprender la mecánica de las correspondencias grafofónicas y para eso mejor que ni pienses porque es un ejercicio mecánico de asociación de correspondencias. Después vas a aprender de corrido, y después vas a entender lo que estás leyendo y después, quizá, te venga esa cosa desde algún milagro llamada placer por la lectura”. En realidad, el placer por la lectura entre los chicos que tienen lectores a su alrededor es lo primero que se instala (…) Es lo primero, no lo último.

Esta tendencia del placer antes que lo instrumental no está en práctica; seguimos con las viejas teorías. ¿Cómo se revierte eso?

–No es fácil. Lo que no consigo es que me den la lógica de la visión opuesta. Por ese lado hice investigaciones que revelan que los chicos piensan sobre la escritura antes y que lo que piensan es relevante y que es bueno tenerlo en cuenta.

–¿Sigue en vigencia esa idea de que el maestro es la autoridad que les enseña a niñitos que no saben nada?

–Siguen instaladas viejas ideas que son parte de la lentitud del sistema para reaccionar. A veces con el razonamiento de que si siempre se hizo así para qué cambiar (…) Una de las tendencias es regalarle el fracaso a la familia o al niño y no asumir la responsabilidad de que todos los chicos pueden aprender y deben aprender. Andan buscando desde antes que empiece el año escolar quiénes van a repetir o quiénes son los disléxicos o los que tienen alguna patología por la cual la cosa no va a andar. Y realmente todo cambia muy fuerte cuando el maestro dice “aquí no va a haber repetidores” y cuando asume desde el inicio que “aquí van a aprender todos”. Eso exige un involucramiento fuerte del maestro con el aprendizaje; ahí entramos en otra vertiente, en la que el oficio del maestro se ha ido burocratizando cada vez más y desprofesionalizando al mismo tiempo. Recibe instrucciones y las ejecuta: esa es la definición de un burócrata. En tanto, el profesional es el que sabe lo que está haciendo, por qué lo está haciendo y tiene una racionalidad y una especificidad que puede defender profesionalmente.

–¿Cómo se hace para sacar adelante a niños que concurren a escuelas donde hay un libro cada 40 alumnos, sin biblioteca ni computadora y el docente, además, atiende situaciones familiares, psicológicas?

–Enseñar a leer y escribir bajo los bombardeos es difícil. Cuando un maestro está convencido de que puede hacer algo termina descubriendo la manera de hacerlo, y si deja que el malestar general lo apabulle no va a poder hacer nada. Si acepta estar ahí es porque cree que algo puede hacer. Si forma parte de la desesperación colectiva, si se deprime junto con el ambiente, no va a poder hacer nada. Pero hay maestros creativos que consiguen llevar adelante algo que da esperanza… El maestro tiene que decir “aprender es posible”, como el médico decir “la salud es posible”.

Fuente: Redes OEI

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Sílvia Blanch: “La crianza es una responsabilidad de toda la comunidad”

08 de enero de 2017 / Fuente: http://blog.tiching.com/

Sílvia Blanch

¿Qué es la crianza positiva?
Es un concepto que prioriza partir de las capacidades que ya tienen los padres para que cojan seguridad y confianza y así,  a su vez, los padres puedan criar a sus hijos bajo esta mirada respetuosa y capacitadora. En vez de buscar en el niño o en los padres todo aquello que deberían mejorar, se construye a partir de las fortalezas que ya tienen. Esto hace que los padres cojan confianza en vez de sentirse mal porque no lo hacen bien.

¿Por qué cree que los padres no tienen suficiente confianza en sí mismos?
La maternidad y la paternidad son situaciones que emocionalmente te desbordan. Conectas con tu vida de otra forma, con tu niño interior, con tus propios padres, etc. Las emociones toman el protagonismo y no siempre es fácil gestionar esto. Antes, además, existía un apoyo de la comunidad más ámplio. Ahora casi no hablamos con los vecinos.

Pero la crianza no es algo que incumba solo a los padres…
La parentalidad positiva parte de la idea que la crianza de los niños es una responsabilidad compartida. Es una cosa de todos, no solo de los padres o las madres, sino de cada persona y de toda la comunidad. En este sentido, la recomendación hecha en el 2006 (REC 2006, 19) por el Consejo de Ministros Europeos pretende que los gobiernos impulsen políticas, propuestas y servicios de apoyo a las familias en su crianza con este enfoque. En el libro “A criar fills se n’aprén?” profundizamos en esta práctica.

¿Qué pautas o ejes son los prioritarios en la crianza positiva?
La crianza positiva busca fortalecer a los padres partiendo de sus capacidades y dándoles apoyo. A nivel familiar, la crianza positiva promueve cubrir las necesidades de las criaturas: afecto, respeto, juego, tiempo, seguridad, participación, autonomía, descanso… Los adultos deben conocer y entender tanto las necesidades como las capacidades del niño para tener unas expectativas realistas. La crianza positiva favorece que los niños establezcan vínculos creados bajo amor, respeto, un entorno estable y seguro, un estilo de crianza basado en el afecto y la autoridad (establecer unos límites, unas consecuencias, etc.), confianza, el sentido del humor…

Criar a los niños y niñas requiere aprendizaje y tiempo, y de esto último muchas familias van escasas. ¿Aún se considera válido aquello de “menos tiempo pero de más calidad”?
Cada criatura es un mundo a descubrir y esto requiere tiempo. El tiempo y la calidad en la relación durante momentos compartidos es imprescindible para construir vínculos poderosos.
Pienso que esta frase nos deja a todos muy tranquilos, pero en realidad sabemos que no tiene sentido. Por ejemplo,  no es lo mismo poder estar sin prisas toda la tarde hasta la hora de dormir, que estar media hora intensiva. A veces, cuando el tiempo es tan reducido, hay una tendencia a que todo vale, “para un rato que estamos no nos vamos a enfadar”. Cuanto más tiempo estás con los niños, más oportunidades para conocerse mutuamente, para charlar, y como me decía una vez una madre, “hay tiempo de reírse, de enfadarse, y de reconciliarse otra vez”.

Y, ¿cuando no hay tiempo?
Cuando el tiempo es muy reducido, a veces, ese ratito se puede convertir en un momento donde hay que jugar a tope (se quiera o no) y pasarlo bien. O en un interrogatorio con un sinfín de preguntas, en vez de una conversación natural: “¿cómo ha ido el cole?”, “¿qué has comido?” ,“¿a qué has jugado? “¿con quién jugabas?”.  El niño que ya habla, nos irá contando a medida que le apetezca. Que tome sentido para él, no únicamente cuando a nosotros nos va bien.

No hay una solución mágica, ¿no?
El tiempo es importantísimo pero no es suficiente. El cómo nos relacionamos con los hijos es clave. Si tenemos a un adulto en el ordenador toda la tarde, físicamente  ha estado con sus hijos unas horas, pero en realidad, a nivel de atención y juego compartido, ha sido muy poco rico. Nadie está contento: ni el que está al ordenador, porque tiene constantes interrupciones, ni tampoco los niños, porque necesitan compartir sus juegos e intereses.
Recuerdo una historia que leí de un padre que por su trabajo no veía nunca a su hijo, pero para que el niño supiera que él estaba allí y que pensaba en él, cada noche, al llegar a casa, cuando el niño ya dormía, el padre ataba una gomita de pelo al final de la sábana para que, a la mañana siguiente, el niño supiera que su padre había estado allí para darle besos y cariño. ¿Es una situación ideal? No, pero en este caso, buscaron una manera entre muchas otras de, al menos, hacerle saber que estaba allí.

El sistema actual no favorece la crianza ni los lazos familiares debido a los horarios laborales de las familias. ¿El estado puede/debe tomar medidas al respecto?
Yo pienso que sí, tanto a nivel de tipos de contratos como de horarios que favorezcan laconciliación. También impulsando servicios y programas de apoyo a las familias. De hecho, como en muchos cambios, es la propia sociedad la que los está impulsando. Hay empresas que ya ofrecen más flexibilidad de horarios, horarios intensivos u horas de trabajo desde casa. También hay familias que se aprietan el cinturón y se organizan para poder estar con los hijos, aunque trabajen menos horas.

¿Hay algún país que podamos tomar como referencia, para comprobar que hay otra manera de hacer las cosas?
En Europa, un país como Noruega, por ejemplo, donde hay una baja maternal y paternal que permite estar con los niños hasta pasado el año. Luego, los horarios y los tipos de contrato permiten más horas para estar con la familia. Pero lo más importante es que el gobierno y la sociedad entienda que los primeros años son cruciales para el desarrollo psicosocial, emocional y cognitivo de los niños. Si pueden tener a su familia cerca y servicios donde los apoyen, como escuelas infantiles con horarios flexibles, espacios familiares, o grupos compartidos de familias; los resultados harán de estos niños unos adultos más sanos.

¿Qué tipos de programas de apoyo son los más eficaces?
Hay muchos tipos de programas, lo que es importante es que los grupos sean formados por familias que sientan que son iguales entre sí, y que haya un profesional, o un experto que conduzca a los grupos. Cuando una madre o un padre recomienda un remedio o solución a otro padre que está en su misma situación, le genera más confianza que si lo hace un experto. En la Fundación Jaume Bofill analizamos el programa Crecer en familia, con el que trabajamos el empoderamiento de las familias. Es un espacio de calma, de cuidado.

¿Qué resultados se obtienen con programas de apoyo a las familias?
Todos los programas que cuentan con evidencias científicas han demostrado resultados positivos en aspectos como: mejor clima familiar, menos discusiones, más confianza en establecer límites claros… Es decir, un mayor apoyo a las familias revierte en mejoras en la crianza en beneficio de los niños y de los propios adultos. También conocemos muchos otros programas que, a pesar de no tener investigaciones que los sustenten, tanto los profesionales como las familias expresan su utilidad en la mejora de la crianza y las competencias y  fortalecimiento del rol parental.

Los padres, ¿educan de la misma manera en que les educaron?
Es importante tener claro que las familias suelen reproducir las maneras de criar que han visto o vivido y esto es siempre limitado. En algunos casos son muy reducidas: si para decirme lo que se espera de mí me gritaban, quizás no se me ocurre otra forma de hacerlo y pienso que es la manera que funciona. O si querer significa comprar regalos, debo ver que se puede hacer de otros modos. Los programas de apoyo permiten abrir la posibilidad de ampliar otras maneras, estrategias, de empatizar con el niño, de analizar una situación desde otras perspectivas, de poder distanciarse a través de experiencias de otras familias.

¿Los cambios dentro del modelo familiar influyen en la nueva paternidad?
Los niños nacen para adaptarse a la cultura y el contexto familiar que les toca. En cambio, los adultos, a menudo, no nos planteamos nuestro rol de padres hasta el nacimiento de nuestros hijos. Hay muchas culturas con modelos diferentes, algunos patriarcales, matriarcales, comunitarios… Lo que cuenta es un ambiente estable y amoroso que cubra las necesidades básicas de salud, afecto y aprendizaje. Aquí, hace relativamente poco que estamos entendiendo que no existe “la familia” como tal, sino “las familias” como un concepto flexible, cambiante en el tiempo.

¿Existen muchos prejuicios al respecto?
Nuestras ideas preconcebidas nos crean dificultades para ser más comprensivos. Las ideas construidas sobre ser “buen” padre o madre a menudo chocan con la realidad. A veces por nuestra inexperiencia, por el ritmo que escogemos llevar, por las presiones del trabajo o las preocupaciones que acaban acaparando nuestro tiempo. Todo esto no ayuda al bienestar de la familia como contexto de seguridad y desarrollo.

¿Las motivaciones de los padres han cambiado?
Partimos de la idea que todos los padres lo hacen lo mejor que saben en la situación que viven. Actualmente,  por nuestro contexto y la presión social que hay, creo que hasta ahora nunca había habido tantos padres interesados en la crianza de sus hijos. Padres con ganas de saber sobre crianza, apuntados en foros, cursos, grupos de padres, libros, etc. Pero, a veces, hay tanta información que quizás con menos, pero con un rato para pensar cómo queremos ejercer de padres, sería más efectivo. Pensar: ¿qué límites serán los básicos? o ¿cuáles son nuestras prioridades? Así, habría menos presión y más confianza en el rol de padres. En este sentido, los grupos de crianza compartida, donde padres (con o sin sus hijos presentes) comparten con otras familias éxitos y preocupaciones acompañados por profesionales son un servicio muy potente.

¿Pueden las nuevas tecnologías intervenir de alguna forma en la crianza moderna?
Sí, es una herramienta más que facilita  información inmediata y la posibilidad de conectarse con otros padres con situaciones similares o con profesionales para recibir apoyo. Ahora bien, el uso de la tecnología puede llevar a leer mucho de forma tan superficial que, más que facilitar, dificulte porque genere más presión o tensión que ayuda. Definitivamente abre vías de apoyos para algunas familias, pero no para todas. No hay que perder de vista a las familias que están básicamente fuera del sistema y esta herramienta no les es útil.

Antes las familias se ayudaban más entre ellas. ¿Hemos perdido el sentido de comunidad?
Sí, pero podemos seguir recuperándolo de otra manera. Todo tiene ventajas e inconvenientes. Hoy somos más individualistas, pero hoy como nunca antes estamos mucho más tiempo con los niños. Aunque, a su vez, se necesita mucho más apoyo. Hay iniciativas de familias que crean espacios para niños y familias buscando este sentido de comunidad, se autoorganizan ante una necesidad. Es un ámbito que debemos seguir potenciando, porque las redes sociales son un aspecto clave del bienestar de las familias.

¿Cómo podemos recuperar ese conocimiento compartido?
Abrir los pueblos y ciudades a los niños, como promueve Tonucci. Incluir a las personas mayores en diferentes programas como voluntarios, si lo quieren. En grandes ciudades, hay que promover cada barrio como pequeños pueblos, para que la gente se conozca y se sienta incluida y necesaria en la comunidad.

Fuente entrevista: http://blog.tiching.com/silvia-blanch-la-crianza-es-una-responsabilidad-de-toda-la-comunidad/

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Carles Capdevila: “Educar significa acompañarles mientras crecen”

08 de enero de 2017/ Fuente: http://blog.tiching.com/

Carles Capdevila

Acaba de publicar su último libro con entrevistas con expertos de la educación como Francesco Tonucci, Eva Bach, Gregorio Luri o José Antonio Marina. ¿Cree que se reflexiona lo suficiente sobre educación?
Se habla muchísimo de educación, y a veces demasiado, sobre todo los padres. Estamos saturados de manuales y guías para familias. Por eso intento hablar de ello en clave humorística. Para el libro escogí a 11 de mis educadores de cabecera. Algunos son amigos míos y me han ayudado en mi vida personal, y con otros he colaborado a nivel profesional.

¿Y por qué ellos y no otros?
La idea era encontrar a 11 expertos que no acomplejan, es decir, que no dan lecciones y que no basan sus programas únicamente en su apellido. Así, intentamos que fueran personas que ayuden, que acompañen, un verbo que me gusta mucho; y, sobre todo, que empoderen. En este libro, al fin y al cabo, solo he sido el director de casting, y estoy orgulloso de la selección de entrevistados. Algunos dan una visión de la educación para niños, otros para adolescentes y otros un punto de vista más filosófico. Todos ellos te dan ideas para encarar la educación en casa y en la escuela.

¿Qué idea, de entre todas las que aportan los entrevistados, le ha llamado más la atención?
Carme Thió y Maria Jesús Comellas, que son dos amigas mías que me han dado múltiples consejos, tienen ideas muy interesantes. En el debate que existe desde hace tiempo en la educación, entre el conductismo, que está relacionado con el ‘adiestramiento’, y la educación con menos disciplina, ellas aportan el término medio. Me encanta porque ellas explican que hay que educar con normas porque a veces hace falta, pero también son capaces de encontrar el equilibrio. Además, ambas te ayudan a encontrar la receta en ti mismo: te dan consejos globales, pero tú decides cómo los aplicas.

En sus conferencias explica que educar es cada vez más difícil. ¿En qué sentido?
En muchos. Por un lado, antes los padres tenían muchos hijos, y ahora son los hijos los que tienen muchos padres. Por otro lado, tenemos muchos modelos educativos, y cada vez la gente tiene hijos más tarde, se lo piensan mucho. Además, hay muchísima información. Antes la familia era la que ayudaba a los padres a educar a los hijos, pero cada vez los padres están más solos y se apoyan en manuales. Ahí es donde nos acomplejamos. Por eso intento hablar de educación con algo de humor, no sólo para conseguir que sea algo divertido, sino para demostrar que es posible educar. Y es que veo a demasiados padres angustiados.

¿Cómo consigue educar con humor?
Yo no lo consigo, de hecho mis hijos están enfadados porque hablo de humor cuando en casa no lo hay (ríe). No lo consigo, pero lo recomiendo.

Vaya…
Estar de buen humor no siempre significa reírse, a veces conlleva estar con ánimo. En un sentido, educar con humor es ser positivo, sin miedo y con convicción. En otro, y esto lo he hablado con muchos profesores de secundaria, la ironía también es útil para educar. Los padres solemos intentar que los hijos nos acaben dando la razón, pero eso nunca sucede. Muchas veces pecamos de discutir demasiado, sobre todo con adolescentes. Así pues, la ironía a veces ayuda a calmar el ambiente. No podemos pasarnos el día enfadados, hay que restarle importancia a estas cosas. Debemos saber que nunca convenceremos a nuestros hijos.

La ironía, entonces, ¿sirve para quitarse esos complejos de los que habla?
Sí. Gregorio Luri explica en el libro que no existen los padres perfectos, y por tanto nadie lo será jamás. Puede sonar contradictorio, ya que la educación es lo más importante, pero hay que asumir que vas a fracasar mediante la autoironía. Gracias a ella podemos aceptar nuestros errores y relativizar nuestros fallos. En ocasiones cometemos errores y pensamos que hemos traumatizado a nuestros hijos, pero no es así. Si te ríes un poco de ti mismo, podrás superar estos deslices.

Respecto al sentido común, afirma que hay que usarlo en la educación, pero a veces éste brilla por su ausencia. ¿Cómo se aplica el menos común de los sentidos?
Hay gente que piensa que antes se educaba mejor, pero yo estoy orgulloso de trabajar con manuales, con psicólogos y con pedagogos en la educación de mis hijos. Sí que es verdad que nuestros padres antes educaban de forma más espontánea y natural y, sobre todo, con convicción. Ellos sabían que cuando tienes hijos hay que pringar, hay que decir que no y aprender a poner normas. Al fin y al cabo, no estaban asustados. Algo vital del sentido común es saber que nuestro hijo no entiende cómo funciona el mundo, y lo comprenderá gracias a nuestra reacción frente a lo que sucede. Entonces, no hay que perder demasiado los papeles y debemos asumir que nuestro rol es el de espabilar a los hijos.

Interesante…
Hoy en día existe la idea de la hiperpaternidad, que es la sobreprotección de los hijos. De todas formas, para mí la educación se basa en la distancia con los niños. Educar, creo, significa acompañar a tus hijos mientras crecen. La clave está en encontrar el equilibrio entre estar muy encima y estar demasiado lejos, y es que hay que asumir que los hijos son personas independientes y que deben crecer por sí solos. El sentido común, en suma, sirve para identificar tu rol como padre.

Respecto a la distancia con tus hijos, existe una tendencia que empieza a reducir los límites y las normas en la educación. ¿Qué consecuencias tiene esto?
Creo que puede ser la clave del éxito o del fracaso en la educación de tus hijos. Como padre debes darles amor incondicional, compañía y criterio. El criterio te sirve para asegurar a tu hijo que siempre estarás con él, aunque según lo que haga estarás ahí, pero enfadado. Para mí combinar el criterio y el amor incondicional es la clave del éxito, o del menor fracaso posible.

También explica en ocasiones que hay que educar en valores, pero los adultos no solemos ser buenos ejemplos. ¿Cuál es su experiencia con los valores y la educación?
La mejor forma de transmitir valores a tus hijos es tenerlos como padre. Los valores se pasan mediante contagio, y muchas veces esperamos de nuestros hijos cosas que nosotros no hacemos. Un gran ejemplo es el uso del móvil. Nos disgusta mucho que se pasen el día enganchados, pero nosotros somos los primeros en no soltar el aparato. Los sermones no sirven para educar en valores, solo sirve el ejemplo.

Los padres pasan cada vez menos tiempo en casa por culpa de estar muchas horas en el trabajo. En estos casos, ¿cómo afecta a la educación de los hijos?
Es un problema que está afectando mucho a la situación de las familias. Debido a que no podemos pasar más horas en casa, intentamos sustituir este tiempo con extraescolares, esperando que ahí se eduque a los niños en valores, pero eso no va a ocurrir. La sociedad actual parece estar preparada para que los padres entreguen a sus hijos a un monitor que les entretenga. Todas las grandes superficies tienen una sección de niños en la que puedes “deshacerte” de tus hijos.

¿Qué alternativas hay?
Yo creo que los hijos nos tienen que ver en la vida real, por ejemplo en el trabajo. Lo que sucede actualmente es que los niños saben que sus padres desaparecen durante horas, pero no saben qué hacen exactamente. Yo reivindico que nuestros hijos vivan nuestra vida de adultos, y que pringuen también, que no todo sea tan pedagógico. No siempre tiene que haber un adulto que le diga qué hacer, porque eso les coarta su libertad. Nuestros hijos tienen que ser niños y equivocarse, pero también deben entender cómo funciona la vida de adultos.

Y usted, ¿qué ha aprendido de sus hijos?
Muchas cosas. La experiencia es algo que te ayuda a aprender. Gracias a ellos he mejorado mi capacidad de adaptación frente a los problemas. Además, la mirada curiosa de los niños te aporta mucho. Mi hija de 8 años hace preguntas maravillosas. Al fin y al cabo, tener hijos es una experiencia que te ayuda a improvisar y a asumir que harás cosas que nunca habías imaginado. No hay recetas posibles, por eso me enervan tanto los manuales que marcan paso por paso lo que hay que hacer. Lo que sirve es conocer a tus hijos y entenderlos.

Fuente entrevista: http://blog.tiching.com/carles-capdevila-educar-significa-acompanarles-crecen/

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Entrevista: Agenda Educativa Agenda Internacional Jornadas de Trabajo Reconoce la OCDE la relevancia de la equidad en Informe PISA 2015.

América del Norte/México/07.01.2017/Autor y Fuente: http://www.snte.org.mx/

PISA es un estudio comparativo de evalución de los resultados de los sistemas educativos, coordinado por la OCDE (Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos), su propósito es conocer el nivel de las habilidades necesarias que han adquirido los estudiantes para participar plenamente en la sociedad, centrándose en dominios claves como Lectura, Ciencias y Matemáticas.

¿Qué dice la OCDE con PISA?

1.                   En relación con los puntajes nacionales promedio, hace referencia a la posición que ocupa un país en comparación con otras naciones y economías, así como a la distancia que los separa.

2.                   Permite apreciar las brechas en el rendimiento académico en lo relativo a las diferencias entre estudiantes de alto y bajo desempeño en cada país.

3.                   Habla de los porcentajes de estudiantes que logran ubicarse en cada uno de los niveles de desempeño definidos para las distintas competencias evaluadas.

4.                   Mide el impacto que tiene el nivel socioeconómico de los estudiantes en su rendimiento académico, lo que es un indicador del grado de inequidad educativa de cada país.

5.                   Permite apreciar el progreso educativo de un país a lo largo del tiempo en términos de las tendencias de aprendizaje.

¿Cuál es la postura del Internacional de la Educación (IE) frente a los resultados de la prueba PISA 2015?

El informe PISA de la OCDE de 2015 contiene un abanico de propuestas sólidas y positivas en materia de equidad, de alumnado desaventajado y de promoción de la enseñanza de las ciencias, pero adolece de una argumentación coherente sobre la necesidad de una política docente positiva.

«En el último informe PISA de la OCDE abundan las afirmaciones sobre la importancia que tiene para los países contar con sistemas públicos educativos sólidos y próspero”, señala Fred Van Leeuwen, Secretario General de la IE.

No obstante, Van Leeuwen admite su decepción con las conclusiones y el tono del informe con respecto a la utilización de los recursos para las escuelas: «Un mayor gasto público en educación no siempre condujo a mejores resultados. Esto contradice directamente la necesidad de recursos suficientes. Los mejores expertos en recursos son los propios docentes”, afirma, y lamenta la ausencia de la voz de los docentes en esta edición de PISA.

¿Cuál es la postura del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE) al respecto?

Por su parte, el Presidente Nacional del SNTE, Maestro Juan Díaz de la Torre señaló que los maestros «están cumpliendo con sus responsabilidades convencidos de que el trabajo conjunto es la clave para triunfar y desde ahí, se están realizando acciones concretas” y que, «mejorando su desempeño es como los maestros están contribuyendo a la educación y defendiendo su profesión”.

 ¿Qué analiza el Instituto Nacional para la Evaluación de la Educación (INEE)?

Con el Informe «México en PISA 2015”, el INEE realiza las siguientes recomendaciones en materia de política educativa.

     Seguir aumentando la oferta de ese tipo educativo, pero no con opciones de bajo costo y menor calidad, para que las carencias de la escuela no refuercen a las del hogar. Implica aumentar significativamente el gasto público en EMS.

·      Atacar el problema del rezago escolar y la deserción temprana.

·      Mejorar la infraestructura básica de los centros escolares.

·      Incrementar el equipamiento informático y de conectividad a Internet de las escuelas y planteles.

·      Reducir el número de alumnos que debe atender cada docente para mejorar la instrucción, la asesoría y la retroalimentación que recibe cada alumno.

·      Compactar las horas que los docentes tienen contratadas en un mismo plantel, de forma que puedan estar más cerca de las necesidades de sus alumnos y de la institución en la que trabajan.

Por lo que toca a los problemas relacionados con las prácticas educativas que realizan los docentes mexicanos, señala, entre otras recomendaciones:

·      Se ofrezcan opciones diversificadas y pertinentes de formación y actualización de docentes en servicio.

·      Opere en todos los centros educativos el Servicio de Asesoría Técnica Escolar (SATE).

·      Se asegure que la evaluación docente se vuelva realmente un factor que contribuya a mejorar la calidad educativa, y sea percibida así por los maestros.

·      Dar prioridad a una profunda reforma de la formación inicial y las actividades de desarrollo profesional para maestros en servicio, con base en lo que aporta la investigación al respecto, para que el mayor número posible de docentes de educación básica y media superior tenga la capacidad necesaria para que sus prácticas propicien el aprendizaje de las competencias para el siglo XXI.

Es necesario también un gran consenso en pro de la calidad educativa que debe basarse en una postura que valore lo positivo y lo negativo en forma equilibrada para evitar lecturas extremas no sustentadas; siguiendo la propuesta de un experimentado educador latinoamericano:

(Bitar, 2011).

Bibliografía:

 Bitar, S. (2011). Cómo construir consensos en educación. En C. Larroulet y P. Montt (eds.),

El acuerdo en educación: Lecciones para el futuro. Santiago de Chile: U. Diego Portales e

Instituto Libertad y Desarrollo.

Fuente: http://www.snte.org.mx/web/vernoticias/14715/32/reconoce-ocde-relevancia-equidad-informe-pisa-2015

Imagen: http://www.snte.org.mx/images/big/20161219/777144858.jpg

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«Ni Piaget imagino los desafíos de los chicos contemporáneos»

Emilia Ferreiro, pedagoga y referente mundial en el cambio de la enseñanza-aprendizaje de la lectoescritura, que dialogó con PáginaI12 sobre los desafíos educativos a partir del impacto tecnológico.

América del Sur/Argentina/07.01.2017/Autor:  Juan Pablo Csipka Fuente: insurgenciamagisterial.com/

Emilia Ferreiro es una eminencia: psicóloga por la Universidad de Buenos Aires, se doctoró en Ginebra bajo la guía de Jean Piaget. Las relaciones temporales en el lenguaje del niño, su tesis de doctorado, se publicó mientras formaba  grupos sobre alfabetización en la UBA. El golpe militar de 1976 la llevó al exilio y, desde entonces, vive en México.

La pedagoga vino a la Argentina para asistir a las jornadas con que se celebraron los diez años de la Maestría en Escritura y Alfabetización de la Facultad de Humanidades y Ciencias de la Educación de la Universidad de La Plata. Ferreiro llegó para una actividad de tres días con más de 1.500 inscriptos, que ella cerró el sábado pasado.

En un alto en las jornadas, en el amplio campus de la facultad en Ensenada, Ferreiro habló con Página/12 sobre sus estudios y el impacto de las nuevas tecnologías en la lectoescritura. Puso el acento sobre el significado de los primeros escritos de los niños: “Que se aprende antes de ir a la escuela ya está bastante aceptado, lo que no se acepta tanto es que el aprendizaje focalizado por la escuela se pueda iniciar antes. Lo trabajó Piaget: la noción de número comienza antes de la escolarización y lleva mucho tiempo hasta que se incorpora. Lo que él nunca trabajó es el lenguaje escrito. Ahí es donde creo que hice mi contribución”, explica. “No fue sólo aplicar Piaget, sino también reconceptualizar el objeto de aprendizaje para comprender de qué se trataba.”

¿Cómo fue el abordaje de la lengua escrita?

Se entiende a la escritura a través de una forma muy simplificada, de correspondencias.  La idea es que a cada sonido corresponde una letra, y no es así, porque hay más de un sonido para una letra y viceversa. Si fuese un código así, en el Río de la Plata no  tendríamos la b y v, o la u que sigue a la q. Más la anomalía de la i y la y. Entonces no se puede hablar de código tan fácilmente, porque un código debe ser riguroso, cono el código de barras, sino no funciona. Y los intentos de reforma terminan en discusiones interminables, como cuando se quiso suprimir la y, cosa que no se pudo hacer porque había dos palabras imposibles de pensar sin esa letra: rey y ley.

O sea que, como código, el idioma escrito es imperfecto.

Exacto. Si se mantiene la idea simplificada de la escritura como código, tenemos un código imperfecto. Y si no es perfecto, no sirve en la realidad social. De ahí que yo discutiera el reduccionismo fónico: uno de sus problemas serios es que la escritura dejó de ser representación de la lengua para pasar a serlo de sonidos elementales. La lengua es más que ruido, desde que Saussure habló del signo bifásico, que tiene significado y significante.

Y usted se plantó contra esa concepción.

Lo que he defendido durante años es que para entender el proceso de alfabetización, tanto de niños como de adultos, hay que comprender la complejidad del fenómeno de la escritura, que no es menor que el de la lengua oral. Ambos son objetos complejos, no reducibles a códigos. Hay una tendencia pendular en el terreno educativo, sobre todo en la alfabetización. Si algo no funciona se va hacia el otro extremo, y así no se construye. El lenguaje no se reduce a lo sonoro, también es sintaxis, la combinación de palabras es esencial. Las lenguas cambian en a su modo.

¿Cómo se produce ese cambio?

Nosotros creamos sustantivos todo el tiempo, vienen prestados de otros idiomas, incluso del lenguaje tecnológico, como hardware o software. Hay verbos que adoptan nuevos significados:”bajar”el programa, “abrir” el archivo. Son verbos que ampliaron su rango de significado. También se crean verbos nuevos, como chatear. Los verbos nuevos son terminados en ar, pero no creamos los elementos sintácticos fundamentales: artículos, conjunciones, nuevas desinencias verbales.

¿En qué afecta esto al idioma?

Va mutando. Nosotros, hoy, hablamos en español, una lengua con muchos siglos, y no es lo mismo el español de hoy que el del Siglo de Oro. La lengua es un objeto maravilloso, cambia pero mantiene su núcleo duro, según algunos, raíz morfosintáctica, según otros. Lo que se fue modificando fueron radicales verbales y se sumaron sustantivos y adjetivos

¿Qué rol juega Internet en los cambios del idioma?

Hoy estamos asistiendo a una revolución importantísima en los modos de producir, distribuir y recibir textos e imágenes. Va a una velocidad impactante. Por la cantidad de usuarios de esos dispositivos, que aumentan en forma exponencial y afectan a todas las profesiones. Y porque la diseminación fue espectacular, más rápida que la de la TV. En su momento parecía que el fax era lo máximo, y de golpe llega algo superior. Y encima, lo que antes eran objetos separados ahora son funciones de un mismo objeto material: el celular permite hablar por teléfono, pero también sacar fotos, mandar correos.

¿Cómo afectan estos cambios a la experiencia educativa?

Son objetos muy atractivos para los chicos. Son la generación de los botones, todo lo hacen apretando sobre un dispositivo. Para mí, el problema es que se vuelve difícil construir nociones de tiempo y causalidad. ¿Cómo se le explica a un chico que no es lo mismo mandar un mail desde Buenos Aires a alguien en Rosario que enviarlo a Australia, y que por ahí el que mandó a Australia llega antes? Ciertos usos tecnológicos confunden a los chicos respecto de la relación de tiempo y espacio recorridos.Se pierde esa relación, y eso desconcierta. Creo que ni Piaget imaginó los desafíos de los chicos contemporáneos para construir nociones de tiempo y espacio.

¿Cómo ve la frontera entre el preescolar y la primaria?

Hoy se tiende a ver que no hay una frontera brutal entre ambos, y eso es afortunado. En una época el preescolar se definía en términos lúdicos: el lugar para jugar, hacer rondas, cantar, algo de percepción motriz pero sin contenidos precisos de aprendizaje académico. Mientras que la primaria es la ruptura y ya no hay más juego. Se corrió el límite de ambos lados. El preescolar tiene ahora contenidos de aprendizaje y la primaria ya no es tan tajante respecto de mandar al chico a la psicopedagoga si a los seis meses de clase aun no aprendió a leer. Hoy se comprende que los aprendizajes fundamentales aparecen entre los 4 y los 7 años. No hay que inquietarse  si algunos empiezan a los 5 ni angustiarse porque a los 6 no se lee.

¿La escuela  incorpora la experiencia previa de aprendizaje?

Por lo general la desdeña. Hoy tiene mucho que ver con los nuevos dispositivos, eso hace que todo cambie. Las maestras vienen de la cultura libresca y hoy se amoldan a las pantallas. Los chicos ya vienen formados por la pantalla y recién en la escuela ingresan al papel escrito. Esto va a ir cambiando, en diez años veremos cómo evoluciona. Es un período corto en términos institucionales, pero extenso en vidas individuales, con chicos más expertos en pantallas que sus maestros.

¿Qué rol le cabe al Estado?

Un ministerio puede decir que usará un método determinado que generará grandes resultados. Pero la enseñanza no se puede reducir a un método. Influyen los contextos, el entorno…no es lo mismo enseñar en Buenos Aires que en Jujuy, en la práctica entran a jugar un montón de factores. La incorporación de la PC portátil fue algo positivo. Sobre todo si miramos cómo se implementó en Uruguay, el primer país latinoamericano que garantizó una PC por alumno. Ahí la PC se movió: fue de la casa a la escuela, ida y vuelta. Así se pudo llenar la brecha digital, porque permitió acercar la tecnología a las familias, algo importantísimo. Con el agregado de que los chicos les enseñan a los padres, se vuelven expertos  y explican a sus mayores.

Cuando un chico repite de grado, ¿cuánto de ese fracaso corresponde a la escuela?

Es muy fácil delegar en el chico el fracaso. El maestro debe asumir con convicción que en el curso todos van a aprender. El problema es que, lamentablemente, y esto está comprobado que sucede en muchos países, el maestro hace una tipología del alumnado en su cabeza: estos son los que estudian, aquellos los más rezagados, los otros son los revoltosos. Lo que uno hace como adulto ante un chico cuando está convencido de que va a aprender no es lo mismo que hace con el preconcepto de que el alumno va a fracasar.

El gran desafío parece ser la asimilación de las nuevas tecnologías

 Aun no hemos asumido las consecuencias de la revolución tecnológica, que cambió todas las profesiones, ninguna quedó indemne. Todos andan con celulares, todos, en cada profesión. A nivel de la escuela el tema es saber trabajar con los materiales. Un libro es un objeto al que se le da entidad de fuente seria. Eso hay que saber entenderlo en la web. Los jóvenes leen más que antes, pero hay nuevos modos de lectura y falta tener criterios de confiabilidad. Ese es un problema mayúsculo, porque uno puede creer cualquier cosa. La escuela debería pensar cómo trabajar eso, que es algo nuevo, que no estaba en la agenda escolar previa. No son criterios similares a los de la cultura libresca.

Fuente: http://insurgenciamagisterial.com/ni-piaget-imagino-los-desafios-de-los-chicos-contemporaneos/

Imagen: http://insurgenciamagisterial.com/wp-content/uploads/2017/01/plataforma.reivindicativa.jpg

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Entrevista: Los embates de los grandes medios de comunicación contra la libertad de expresión

Entrevista a Jeffrey St. Clair

“Cabría preguntarse qué gobierno extranjero tenía mayor interés en la victoria de Trump sobre Clinton y cuál ha sido el que más ha influido en ello: Rusia o Israel. Sheldon Adelton dedicó, supuestamente, 25 millones USD para apoyar a Trump y Netanyahu hizo campaña en su favor de manera pública desde Tel Aviv”.

-Jeffrey St. Clair

Mike Whitney: CounterPunch ha sido clasificado como uno de los 200 portales web que, de acuerdo con el Washington Post, “publicó o difundió, deliberada o involuntariamente, propaganda rusa”. La misteriosa organización que sostiene estas acusaciones se llama PropOrNot, un grupo de investigadores que ha hecho todo lo posible para mantenerse en el anonimato. En lugar de perder el tiempo preguntándote si eres o no un agente ruso (lo cual resulta ridículo de pensar), ¿qué motivación crees que tiene este grupo para acusar y atacar a las páginas web listadas?

Jeffrey St. Clair: A ese respecto, solo se pueden hacer especulaciones, ya que todavía no sabemos quiénes son y nadie sabría ni que existen de no haber sido por el Washington Post. Incluso, referirse a ellos como “investigadores” quizás sea inflar sus currículums. Mark Ames ha seguido algunos de los tweets relacionados con las cuentas de PropOrNot y sugiere vínculos con los nacionalistas ucranianos. Pero esto no es más que conjeturas, hasta que salgan de la oscuridad y revelen sus identidades, lo cual es una posibilidad que no creo que vaya a suceder. De hecho, es probable que tengamos que demandarlos para poder contestar esas preguntas.

En cuanto a la propia historia del Washington Post, eran crónicas falsas sobre noticias falsas, basadas en acusaciones falsas hechas por fuentes falsas. Es posible que le den el premio Pulitzer gracias a ello.

Mike Whitney: ¿Cómo debemos entender que se haya involucrado a Rusia en todo esto? ¿Se está buscando un pretexto desde Washington para justificar una mayor confrontación en Siria y Ucrania?

Jeffrey St. Clair: ¿Qué Washington? Parece haber una división en Washington: el FBI contra la CIA y el Director de Inteligencia Nacional contra ambos. La victoria de Trump ha hecho patente una serie de divisiones internas en el seno de las élites dirigentes. Es poco común que se hagan públicas este tipo de confrontaciones entre estos grupos de poder, que algunos llaman Estado en la sombra. Por supuesto, hay muchas razones bipartidistas para inflar la amenaza rusa que poco tienen que ver con Ucrania o Siria, como podría ser la defensa de grandes contratos militares de compra de armamento inútil como los F-35 y una nueva generación de armas nucleares.

Mike Whitney: El Washington Post parece indignado por la idea de que las elecciones estadounidenses puedan haber sido manipuladas por un gobierno extranjero. ¿Recuerdas alguna ocasión en los últimos 30 o 40 años en que el Washington Post se haya mostrado molesto por las operaciones de cambio de régimen instigadas desde Washington que conllevaron el derrocamiento violento de 40 o 50 gobiernos soberanos o por las revoluciones de colores financiadas por ONG estadounidenses? ¿Qué explicación tiene esta indignación selectiva del Washington Post?

Jeffrey St. Clair: Evidentemente, no. El Washington Post y el New York Times, haciendo uso de su particular propaganda, han apoyado muchas de esas intervenciones y operaciones secretas. No creo que el Washington Post haya mostrado, en algún momento de su historia, ni la más mínima intención de investigar situaciones en las que algún país diferente de Rusia haya intentado influir en las elecciones norteamericanas, como Arabia Saudí o Israel. Cabría preguntarse qué gobierno extranjero tenía mayor interés en la victoria de Trump sobre Clinton y cuál ha sido el que más ha influido en ello: Rusia o Israel. Sheldon Adelton dedicó, supuestamente, 25 millones USD para poyar a Trump y Netanyahu hizo campaña en su favor de manera pública desde Tel Aviv. Israel tiene un importante historial de injerencias en los procesos electorales estadounidenses. Si no, pregúntaselo a Cynthia McKinney. Los rusos, no. Al menos, todavía no.

Mike Whitney: Durante los meses en que seguí de cerca la campaña presidencial de Trump, reparé en algo extraordinario: parece que los medios de comunicación de masas hayan perdido capacidad de influir en la opinión pública. Esto se hacía especialmente patente cuando se destapaban los numerosos escándalos sexuales de Trump, mientras que su base electoral apenas se modificaba. Esta situación sugiere que los grandes medios de comunicación estén perdiendo con rapidez su capacidad de control de las masas, en tanto que líderes de opinión. ¿Crees que PropOrNot podría ser un intento de los “grupos de interés” para restablecer su monopolio sobre la información, atacando las páginas web y las fuentes alternativas de noticias que suponen una gran amenaza para la perpetuación de su poder?

Jeffrey St. Clair: Trump no solo entró al trapo, sino que recibió con alegría todas y cada una de las controversias políticas; y no solo ha sobrevivido a ellas, sino que ha sacado provecho, como si se tratase de un supervillano. Es, sin duda, una cosa extraordinaria. Los medios de comunicación de masas llevan años en decadencia y la campaña de Trump puso énfasis en la debilidad e impotencia política de The New York Times o del Washinton Post y otros medios y agencias de información, al menos, cuando se trata de un candidato atípico como Trump. Por cierto, Bernie Sanders también desarrolló su campaña frente a la indiferencia y después hostilidad de los medios de comunicación. Pero a Bernie no fue derrotado por los medios, sino por la estructura antidemocrática de las primarias demócratas y el sabotaje interno promovido por los cuadros dirigentes del partido. (Para más información, véase mi libro Bernie and the Sandernistas). El sistema de primarias republicano, por el contrario, se ha mostrado mucho más abierto y democrático.

No sé suficientemente sobre PropOrNot para especular sobre sus orígenes. Personalmente, me parece un portal poco profesional. Pero el gobierno ha realizado con anterioridad operaciones similares de “control de la opinión”. Recuerde el acuerdo contraído por la empresa armamentística Lincoln Group y el gobierno de Bush para redactar y financiar noticias propagandísticas durante la Guerra de Irak. Es lícito preguntarse si ahora se está haciendo algo parecido. Algo está pasando, tal como dicen, pero todavía no sabemos suficiente. El verdadero misterio es por qué el Washington Post participó en la difusión de una información tan débil e infundada desde un principio. Debemos saber qué vínculos mantuvo el diario con personas reales de PropOrNot y si ha habido algún tipo de coordinación entre el Washington Post, PropOrNot y miembros del Congreso con el objetivo de establecer una nueva inquisición al estilo del Comité de Actividades Antiestadounidenses contra el supuesto peligro ruso.

Mike Whitney: ¿Se encuentra en peligro la Primera Enmienda, que consagra y protege la libertad de expresión y de prensa?

Jeffrey St. Clair: La primera enmienda siempre está bajo presiones. La novedad, ahora, es que el ataque se produce por parte de los grandes medios de comunicación.

Jeffrey St. Clair es el editor de CounterPunch.
Fuente de la entrevista en inglés: http://www.counterpunch.org/2016/12/13/the-corporate-medias-assault-on-free-speech-an-interview-with-jeffrey-st-clair/D
Traducción: José Manuel Sío Docampo

Fuente: http://www.sinpermiso.info/textos/ee-uu-los-embates-de-los-grandes-medios-de-comunicacion-contra-la-libertad-de-expresion-entrevista

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