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Ellen Duthie: “La filosofía pone orden y da rigor a la curiosidad”

23 de diciembre de 2016 / Fuente: http://blog.tiching.com/

Ellen Duthie

¿En qué consisten los juegos Yo, persona, Mundo cruel y Lo que tú quieras?
Son libro-juegos o juego-libros, es difícil decidirse por el orden, pero los tres comparten que vienen en caja, con las páginas sueltas para poder barajarlas al azar u ordenarlas con el criterio que apetezca a los lectores / jugadores. Cada uno de nuestros títulos es una invitación a explorar y reflexionar sobre un gran tema filosófico (la identidad -quién somos y qué somos- en el caso de Yo, persona; la crueldad en el caso de Mundo cruel, y la libertad en el caso de Lo que tú quieras). Son juegos que invitan a pararse a pensar, a solas o en compañía, pero concibiendo “pensar” como una posible actividad a la que uno puede dedicarse un rato.

 ¿Qué valores o ámbitos pretenden potenciar?
Pretende potenciar el pensamiento y la reflexión pausadas, y todo lo que implica: escucha, pensamiento hipotético, pensamiento lógico, pensamiento empático, argumentación, imaginación, lógica…

¿Por qué es importante enseñar filosofía en la escuela?
Es importante porque la filosofía es la base de la curiosidad; pone orden y le da rigor a la curiosidad. Es esencial como base o trampolín a la curiosidad en otras asignaturas. Me parece importante promover una actitud filosófica hacia el mundo que, por ende, lo es también hacia las asignaturas. Es una actitud crítica y cuestionadora

¿A partir de qué edad se puede trabajar la filosofía?
A partir de que se empieza a desarrollar el habla. Con niños muy pequeños, de 2 o 3 años, hay muchos hábitos que se pueden incorporar y trabajar en el aula y en casa que fomentan la costumbre de escuchar, pararse a pensar y ser riguroso con las respuestas que uno recibe. En la esas edades, en la época de los “por qué”, es importante darles importancia, atenderlos y preocuparse porque no decaigan; que es justo lo contrario de lo que muchas veces ocurre tanto en el hogar como en la escuela.  Trabajar ese “por qué” y esa curiosidad natural es importante para fomentar ciertas actitudes.

A veces la filosofía en las aulas se centra en estudiar una larga lista de pensadores y sus diferentes teorías… ¿Hay otra forma de aprender filosofía?
Se puede enseñar a filosofar. Lo ideal es combinar ambos enfoques. Pero creo que es de sentido común que para comprender una teoría de un pensador, es útil haber reflexionado sobre lo mismo que él para ser conscientes de donde viene su teoría y cómo ha llegado a ese punto. Siempre hace falta traer a la vida la idea y las reflexiones de estos filósofos y la forma de hacerlo es hacerlo relevante para los estudiantes.

¿El juego es la manera de introducir la filosofía en el aula, o hay también otras metodologías adecuadas?
Creo que hay tantas maneras de introducir la filosofía en el aula como funcionen para cada profesor. Realmente no pienso que haya una sola metodología. Lo mejor suele ser combinar distintos enfoques y caminos para generar una aproximación rica y multidimensional a la filosofía.

 ¿Y el llamado espíritu crítico? ¿Cómo cree que se puede potenciar en los más pequeños?
Hay muchas maneras de fomentar un espíritu crítico, que al fin y al cabo no es otra cosa que hacer consciente a los niños de que son sujetos e interlocutores reales en el mundo. Que tienen el derecho y la obligación de reaccionar ante el mundo con su propio camino de reflexión, sin adoptar sin más el camino que nos viene dado. Leer prensa, analizar publicidad, cuestionar ciertas verdades dadas y buscar la base científica o de razonamiento detrás de las ideas se puede llevar a muchas de las asignaturas. Sobre todo, creo que debe ser algo transversal. Una actitud hacia el mundo, para desarrollar un criterio de qué información es fiable y cuál podría no serlo, de qué postura es respetable y cuál se cae por no tener donde apoyarse.

Últimamente estamos viendo como se está dando cada vez menos importancia en el currículum a las materias “menos productivas”, como es el caso de la filosofía. ¿Qué opina de ello? ¿Qué consecuencias puede tener?
Creo que esa idea de productividad es estrecha y corta de miras. Yo estudié filosofía en Edimburgo. Nunca, nadie en Reino Unido me preguntó qué salidas tenía esa carrera. En España no había ocasión en la que mencionara lo que estaba estudiando sin que alguien sacara el tema de las salidas que podía tener o me mirara con cara de estar pensando que era una romántica alocada por estudiar algo tan alejado de la vida práctica. Así se percibe la filosofía. En ese sentido, yo defiendo la educación como un bien intrínseco para el desarrollo de la persona y creo que hay que separar la formación vocacional del concepto de educación.

¿Cree que en el aula faltan juegos para que los alumnos y alumnas puedan aprender filosofía, educación en valores, etc.?
No tienen que ser juegos. Y no separaría la filosofía o la educación en valores de otras asignaturas. Tiene que haber libros, enfoques y materiales que enganchen genuinamente al alumnado. Esto se consigue planteándoles cosas que les importan, que les enganchan, que les mueven.

¿Cómo plantearía una sesión de juego en el aula con este objetivo?
¡Sacaría una caja de Wonder Ponder!

¿Considera que en el aula se tiende a poner el acento en las TIC y, en ocasiones, se olvidan las actividades más analógicas como esta?
No tengo problema con las TIC, pero sí tengo problema con la percepción de las TIC como algo diferente a lo analógico en un sentido de calidad de aprendizaje o calidad educativa. Las TIC son un medio y no un fin. Las cajas de Wonder Ponder no podrían ser más analógicas y esto fue una decisión muy meditada. Creemos y hemos visto que la implicación física de abrir la caja, sacar las tarjetas, barajar, disponer en el suelo, en un muro, implica un tipo de enganche mental distinto.

¿Se puede trabajar la filosofía también en casa, en familia?
Sí. Hay un consejo fundamental. Cuando tu hija o tu hijo te haga una pregunta, devuélvesela y di “Y tú, ¿qué piensas?”. Hacer esto con frecuencia lleva pronto a acostumbrarse a un diálogo más rico, más reflexivo, en casa. El segundo consejo que daría es tratar de deshacerse del sentimiento de que, como adulto, debemos tener respuesta para todo.

Si tuviera que recomendar a las familias y maestros tres recursos educativos que incidan en las materias y ámbitos citados, ¿cuáles le recomendaría?
Un recurso muy interesante, y muy accesible para todos, es la buena literatura. No la literatura ejemplarizante ni que contenga lecciones, ni la que “sirva para trabajar” según qué tema. Sino la literatura que cuente buenas historias sobre personajes complejos, ideas ricas y trayectos interesantes, literatura que muestre nuestro mundo desde otros puntos de vista, o bien otros mundos posibles que nos hagan reflexionar sobre la realidad del nuestro.

¿Y recursos digitales?
Hay un recurso estupendo desde el que se plantean dilemas morales para reflexionar sobre ellos. Está realizado por un equipo de personas especializadas en la práctica de filosofía para niños y dirigido más a secundaria, pero muchos de los dilemas son también muy adaptables a niveles de primaria. Con frecuencia, la educación en valores se realiza desde un intento de inculcar determinados valores desde el ejemplo o la condena.  Y es  justamente en la reflexión sobre los casos más difíciles o menos claros en cuanto a qué deberíamos hacer donde realmente surge una reflexión genuina, una educación real sobre la complejidad del mundo y una formación más significante en valores.

Fuente entrevista: http://blog.tiching.com/ellen-duthie-la-filosofia-pone-orden-da-rigor-la-curiosidad/

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Entrevista a la psicóloga Patricia Ríos: Violencia de Pareja

España/22 diciembre 2016/Autor: Bertrand Regader/Fuente: Psicología y Mente

El tema de la violencia de género sigue de plena actualidad. Año tras año, la sociedad lamenta la lacra del maltrato físico en el seno de las familias. Aunque en la última década los datos de víctimas mortales se han ido reduciendo tímidamente, este inicio de año 2016 está siendo especialmente funesto: son ocho mujeres las que han sido asesinadas a manos de sus parejas o ex-parejas en los primeros 28 días de enero.

Fuente: Ministerio de Sanidad, Servicios sociales e Igualdad, Gobierno de España

Entrevista a la psicóloga Patricia Ríos

Esta situación de violencia permanente ha generado un esfuerzo social y judicial que parece que todavía no da los frutos necesarios. Las víctimas de maltrato son a menudo personas que se sienten desamparadas e invisibilizadas. Es por esta razón que nos ha parecido muy interesante poder conversar con Patricia Ríos, una psicóloga clínica con un extenso currículum y que se ha especializado en el tratamiento de personas maltratadas.

Bertrand Regader: Buenos días, Patricia. Cuéntanos: ¿cuál es tu bagaje profesional en el ámbito de violencia de género?

Patricia Ríos: En mi práctica privada me he encontrado varios casos de violencia de género, sobre todo a mujeres, aunque también a varones y hasta en adolescentes.

También he podido entrar en contacto con el otro lado de la ecuación, trabajando en intervención grupal con un grupo de hombres condenados por delitos de violencia de género. Y he de decir que ha sido una experiencia enriquecedora.

B. R.: Violencia de género, doméstica, machista, intrafamiliar… ¿qué matices introduce cada una de estas denominaciones y cuál es la que prefieres usar?

En la violencia de género deberíamos englobar todo acto violento ejercido por un “género” contra el otro, de esta forma, ya no es solo el hombre el que ejerce violencia y la mujer quien la padece, sino que también puede ocurrir y ocurre de hecho, al contrario: que sea la mujer la que ejerce la violencia y el hombre la que lo padece. En este último caso el maltrato suele ser de tipo psicológico, aunque también existe y sucede el maltrato físico ejercido por la mujer hacia el hombre.

La violencia machista es la vertiente que hace alusión, únicamente, a la violencia ejercida por un hombre hacia una mujer, por lo general, cuando mantienen una relación muy cercana.

Cuando se habla de violencia doméstica, es un tipo de violencia que va más allá del tipo de agresión que despliegan hombres contra mujeres y mujeres contra hombres, incluye la violencia ejercida entre familiares de un hogar (y no sólo entre los miembros de la pareja) o incluso entre personas que, sin ser familiares, viven bajo el mismo techo.

Por último, la violencia intrafamiliar, es aquella que se ejerce en el seno de una familia entre sus miembros. Donde los menores son siempre los más perjudicados.

Como puedes ver todas ellas engloban un mismo factor común, la violencia entre personas, sean de igual o distinto, género, raza, sexo y/o edad. Si tenemos en cuenta todas las variables, quedan escasas las tipologías actuales de violencia, puesto que en ninguna de ella se habla de violencia entre personas del mismo sexo. Así que personalmente y de forma conjunta, me gusta llamarlo violencia interpersonal.

B. R.: El maltrato psicológico es también una forma de violencia. ¿Qué formas suele tomar?

El maltrato psicológico es quizás el tipo de violencia más común aunque sigue siendo un tema tabú en la sociedad, manteniéndola aún en un tipo de violencia sorda, muda e invisible.

Como todo tipo de violencia está también se sustenta en el poder, la dominación y la coerción, abarca desde el menosprecio y las vejaciones verbales hasta formas mucho más sutiles como el control de la economía, de la forma de vestir, de la frecuencia de actividad social, y el control por parte del agresor en las redes sociales y tecnologías.

B. R.: Puede ser la antesala de la violencia, digamos, física.

Sí. Me gustaría remarcar que el maltrato psicológico, ciertamente, suele ser el preludio del maltrato físico, es la forma que tiene la persona agresora de cerciorarse de que su víctima no cargará contra él. Por tanto, el maltrato psicológico no es ni menos grave, ni menos alarmante, sino que es o debería de ser, al menos, un aviso de que algo no anda bien.

B. R.: En base a tu experiencia tratando estos casos, ¿consideras que existe todavía un cierto poso cultural que justifica la violencia dentro de la pareja? ¿O crees la gente está tomando conciencia progresivamente de esta problemática social?

Cada vez más gente toma conciencia de esta problemática aunque, desgraciadamente, es un problema que se sigue frenando tarde. El entorno pasa por alto muchas señales, por puro desconocimiento, y las personas afectadas, no siempre tienen la valentía de decirlo, mucho menos si la víctima es hombre.

El poso cultural del que me hablas sigue existiendo, y considero que aún queda mucho para que pase a la historia. Las personas mayores lo mantienen por vergüenza y por sentimiento de culpa, y los jóvenes, en muchas ocasiones por desconocimiento y miedo.

 Tampoco es raro, los organismos públicos siguen, en cierto modo, culpabilizando a la víctima, aunque cada vez esto es menor. En mi experiencia profesional me he encontrado casos en los que la víctima es disuadida por los propios trabajadores de hacer viable la denuncia, debido a comentarios como:

“Algo habrás hecho”

“Eso te pasa por no hacerle caso”

“No seas una nenaza y ponle las cosas claras”

Nunca es una tarea fácil para una víctima de malos tratos, ya sea hombre o mujer, el enfrentarse a sus propios miedos y vergüenzas y tomar medidas legales. Mucho menos cuando la respuesta que se recibe va en la línea de las comentadas.

B. R.: ¿Cuál es el estado anímico y psicológico de las personas que han sido maltratadas y acuden a terapia?

El estado anímico es siempre bajo, demasiado bajo. Las víctimas de malos tratos han vivido situaciones límite y de gran impacto, cuando no traumáticas. La gravedad de los efectos, depende del tipo de violencia sufrida, de su intensidad, su intención, de los medios utilizados y también de las características de la víctima y del agresor.

De forma general, son personas con una personalidad muy dañada, que manifiestan una gran inseguridad, un pobre autoconcepto, cambios en el estado de ánimo, y un alto nivel de desconfianza. Algunas personas suelen manifestar síntomas de depresión, ansiedad, ideas e incluso intentos fracasados de suicidio.

Los comentarios más comunes hechos por víctimas de malos tratos son “Me lo merecía”, “Él me quiere pero se le fue la mano”, “Yo me porté mal”, “No tuvo otra opción”, “Si pido ayuda se reirán de mí/no me creerán”.

B. R.: ¿Cuál es, a grandes rasgos, la intervención psicoterapéutica y legal que realiza un psicólogo ante un caso así?

Es algo bastante complicado. Los psicólogos estamos obligados a mantener una confidencialidad para con nuestros pacientes, pero también como cualquier otro ciudadano, tenemos la obligación legal de denunciar cualquier tipo de delito. Aunque juntar estas dos obligaciones en las profesiones sanitarias, siempre es un arma de doble filo.

Lo primero que se le viene a uno a la cabeza es denunciar el caso ante las autoridades, y eso es una decisión muy acertada cuando hablamos de menores de edad. Sin embargo cuando hablamos de personas mayores de edad o incluso menores maduros, siempre ha de primar la ayuda como primera opción.

No debemos olvidar que cualquier persona que nos confiese un caso de violencia, nos está abriendo la puerta a un secreto muy difícil y como ya hemos dicho, silenciado, en acción u omisión por el entorno.

La opción más fácil, es acordar con la persona afectada los límites de nuestra confidencialidad y dejar muy claro, que la misma se romperá sin previo consentimiento en caso de que alguna vida (la propia o la de terceros) se vea amenazada. Una vez establecido esto con la víctima, queda un largo proceso donde se trabajan temas como la autoestima, las habilidades sociales, el amor propio y el saber marcar límites, entre otros.

B. R.: ¿Qué puntos en común tienen las personas que ejercen maltrato físico o psicológico? ¿Podemos hablar de un perfil típico o hay maltratadores muy dispares?

Excluyendo patologías mentales, son personas con escasa inteligencia emocional, comparten una autoestima realmente baja, y por ende, un gran nivel de inseguridad, la asunción de responsabilidad es externa, con poca tolerancia a la frustración y una bajo nivel de gestión emocional y empatía hacia sí mismos y los demás.

En mi experiencia pude comprobar que se sienten mal consigo mismos, incluso algunos llegan a odiarse, y cuanto más se odian y cuanto peor se sienten, más posibilidades tienen de cometer algún tipo de violencia.

B. R.: Las muertes por violencia de género parecen ir en aumento en los últimos años. De hecho -tal como hemos visto la tabla facilitada por el Ministerio de Sanidad- en lo poco que llevamos de año ya ha habido ocho personas asesinadas. ¿Qué medidas debería tomar el gobierno entrante para minimizar este fenómeno?

Dar información sobre cómo abordar a los demandantes sería la más importante, pues como te he comentado antes, no es poco común el culpabilizar a la víctima por parte de organismos públicos.

Dejando eso a un lado, se han dado grandes avances en este tema, ahora existen más medios como teléfonos a los que llamar de forma anónima y totalmente gratuita, existen numerosos grupos de ayuda y medidas judiciales, aunque no tanto como antes, aun se sigue olvidando el origen. La información y prevención de dicha problemática desde los primeros años en las escuelas.

Fuente:https://psicologiaymente.net/entrevistas/entrevista-psicologa-experta-violencia-genero

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María del Mar Saldaña: “La creatividad y el humor son imprescindibles para eliminar los miedos”

España/22 diciembre 2016/Fuente: Educacion Tres Punto Cero

Directora de la Escuela Literaria y de Educación Babilonia en Almería, escritora de literatura infantil y ganadora de varios concursos a nivel nacional e internacional, María del Mar Saldaña es la autora del libro ‘Hay un monstruo en la oscuridad’. Un cuento destinado a todos los niños de entre 0 y 7 años que no pueden dormir con la luz apagada a causa de ese ‘malvado y terrorífico’ monstruo que les acecha cada noche en la oscuridad. Pero realmente, ¿a qué tiene miedo María del Mar? En esta entrevista nos confiesa que teme “la falta de educación y de cultura de cualquier ser humano”.

¿Qué significa para ti la lectura y cuánto influye en tu vida tanto profesional como personal?

Para mí los libros lo son todo, ya que con ellos podemos aprender cualquier cosa, desde conocer otros países y costumbres hasta saber el funcionamiento del cerebro, los pasos para construir una casa, todas las clases de pájaros que existen o fomentar valores como la amistad y la empatía.

¿Son los libros una buena herramienta para trabajar la inteligencia emocional?

Por supuesto. En los libros nos encontramos con situaciones reales o imaginarias que nos preparan para la vida. Los cuentos tradicionales como ‘Caperucita Roja’ o ‘La tortuga y la liebre’ nos instruyen desde pequeños sobre los peligros y las consecuencias (moralejas) de las decisiones que vamos a tomar en la vida. Incluso de más mayores, las novelas nos ponen en tesituras, ayudándonos a reflexionar sobre situaciones que quizá vivamos, lo cual nos prepara emocionalmente de forma inconsciente. Está demostrado que, cuando leemos, el cerebro no distingue al 100% la ficción de la realidad, interpretándolo como algo que está sucediendo.

El cerebro no distingue al 100% la ficción de la realidad.

¿Cómo surge la idea de tu libro, ‘Hay un monstruo en la oscuridad’?

A través de un curso de Programación Neurolingüística descubrí este ejercicio y no dudé ni un instante en llevarlo a la práctica al comprobar su eficacia inmediata. Quería compartir esta información con todos esos pequeños que sufren terreros nocturnos.

Sabemos que has comprobado su efectividad con tu sobrino Francisco, de 5 años. ¿Cuál fue el resultado?

Hacía varias semanas que mi sobrino veía un monstruo en el pasillo de su casa cada vez que se apagaba la luz. Así que probé la eficacia de este método con él. Desde ese día, ha dejado de despertarse por la noche gritando y asustado. Es más, ya ni se acuerda de él.

Además de la valentía, ‘Hay un monstruo en la oscuridad’ fomenta la creatividad. ¿Cómo lo consigue?

La creatividad y el humor son imprescindibles para transformar y eliminar los miedos. A través del uso de dibujos o colores, los niños comprenden y cambian su percepción con más facilidad.

¿Qué papel juegan las TIC en el fomento de la lectura?

No creo que las TIC fomenten más o menos la lectura, aunque son una herramienta más con la que contamos para seguir trabajando en los procesos de lectura y escritura.

Cada vez son más las nuevas metodologías que están apareciendo para cambiar el modelo de educación tradicional, ¿cómo sería tu clase perfecta?

Soy una firme defensora de incluir en nuestra ley de educación una asignatura de inteligencia emocional y otra de filosofía aplicada. Es importante que nuestros niños aprendan a gestionar sus emociones y a pensar por ellos mismos.

Nuestra ley de educación debería incluir una asignatura de inteligencia emocional y otra de filosofía aplicada.

¿Qué libros has leído últimamente?

Como coordino varios clubes de lectura (adulto, juvenil e infantil), cada semana comentamos un libro. Últimamente he leído ‘¿Serías capaz de quedarte por mí?’ del escritor Miguel Vasserot, ‘El valle de los lobos’ de Laura Gallero, ‘El niño en la cima de la montaña’ de Jonh Boyne y ‘El león Kamikaze’ de Álvaro García. A nivel personal, me he leído ‘Cuenta Contigo’ de Patricia Ramírez porque me gusta estar al día sobre psicología y formas de crecer y evolucionar como persona.

Por último un pequeño test. ¿Qué te sugieren las siguientes palabras?:

Monstruo: Oportunidad de crecimiento
Oscuridad: Luz
Literatura: Conocimiento
Creatividad: Libertad
Inteligencia emocional: Conocimiento y crecimiento personal
Juego: Aprendizaje y diversión
Tecnología: Futuro
Deberes: (ver vídeo)

Fuente: http://www.educaciontrespuntocero.com/entrevistas/maria-del-mar-saldana-la-creatividad-humor-imprescindibles-eliminar-los-miedos/41933.html

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«Si los hombres tuviesen la regla, los días libres por dolores menstruales formarían parte de la Constitución nacional»

21 de diciembre de 2016/Fuente: BBC MUNDO

Las mujeres que lo padecen saben lo doloroso que puede llegar a ser, sobre todo el primer día o la noche anterior a que les llegue la regla.

Pero, para no perder el día, van al trabajo o a la escuela aunque lleguen arrastrándose a causa de los dolores menstruales.

En algunas provincias de China recientemente entró en vigencia una polémica ley que les permite a las mujeres tomarse un día o dos si sufren estas severas molestias.

En Taiwán y Corea del Sur también existe esta normativa, aunque el país pionero es Japón, donde el permiso se aceptó en 1947.

Aún así, podemos contar con los dedos de una mano dónde se aplica esta controvertida legislación que defiende el derecho de las mujeres.

Es que, para muchos, implementar una norma así significaría darles un trato diferente a las mujeres por su género, en momentos en que la tendencia es buscar la igualdad de condiciones laborales para ambos sexos.

Con todo, Churan Zheng es una china que se toma regularmente estos días que, en su opinión, son esenciales para las mujeres. Éste es su testimonio.

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Yo sufro de dolores menstruales severos y, todos los meses, publico un dibujo en mis cuentas en las redes sociales que muestran a una mujer atada a una cruz invisible, atravesada por flechas en el estómago.

Siempre recibe muchos «me gusta» porque visualiza de una forma muy vívida lo que muchas mujeres experimentan durante la regla.

La noche antes de que me llegue el período, siempre me siento pesada y me dan espasmos en el estómago.

Y cuando me despierto, el dolor que acompaña a la regla es tan insoportable que siempre me imagino arrancándome los intestinos del cuerpo o cortándolos con una tijera. Siento ganas de vomitar.

Desde que dejé la universidad y empecé a trabajar, he tomado calmantes casi todos lo meses, pero me hacen sentir cansada y dormida. También necesito una bolsa de agua caliente para calmar el dolor.

DibujoImage copyrightCHURAN ZHENG
Image captionChuran Zheng publica todos los meses en las redes sociales una imagen poderosa para recordarle al mundo la existencia de los dolores menstruales.

En esos momentos me cuesta concentrarme en el trabajo y acabo maldiciendo a mi género.

Afortunadamente, la compañía en donde trabajo -Pride Planning, que hace campañas sobre los derechos de la mujer- le ofrece a su personal femenino un día de vacaciones todos los meses.

Las empleadas no necesitan un certificado médico, o preocuparse por perder un día de sueldo.

Calmante y a la cama

En mi caso, si no hay ningún viaje o una tarea importante que tenga que terminar, me tomo medio o un día libre. Me quedo en casa, durmiendo después de tomar un calmante o trabajando desde la cama.

Alguna gente cree que los días libres por dolores menstruales le cuestan dinero a la empresa, por eso hay un debate sobre si eso en realidad puede desalentar a las compañías a contratar mujeres.

Sin embargo, hasta donde sé, mi compañía -donde la mayoría de los empleados son mujeres- no sufre pérdidas significativas a pesar de casi todas se toman un día al mes o mes por medio.

Nosotros tendemos a planificar de antemano si tomamos el día libre o tratamos de ponernos al día apenas regresamos. Los colegas hombres no sienten que haya un trato injusto. De hecho, nuestro ambiente de trabajo es más positivo y amigable desde que se introdujeron las nuevas reglas.

¿Demasiado protectoras?

Otra gente cree que estas políticas son demasiado protectoras de las mujeres y que pueden hacer que se vean como débiles o vagas.

MujerImage copyrightTHINKSTOCK
Image captionEl término específico para los dolores menstruales es dismenorrea.

Sin embargo, por lo que sé, las mujeres que no sienten dolores por la regla no se toman normalmente estos días libres.

Además, aquellas que trabajan para corporaciones donde el ambiente es muy competitivo no quieren que las vean como «complicadas» o «delicadas».

Y, como dije antes, en mi empresa, las mujeres que se toman el día libre deben ponerse al día con el trabajo apenas vuelven, lo cual añade presión al trabajo diario.

Es raro que hoy día la idea de tener un día libre por este motivo siga todavía generando un debate tan candente y tantas críticas.

Las ganancias y la eficiencia se valoran por sobre todas las cosas.

La naturaleza no puede librarnos de los dolores menstruales, ¿pero acaso nuestra sociedad no puede hacer algo por las mujeres?

No puedo dejar de pensar que si lo hombres tuviesen la regla, los días libres por esta razón formarían parte de la constitución nacional desde un principio.

Fuente: http://www.bbc.com/mundo/noticias-38342836?ocid=socialflow_twitter

Imagen: ichef.bbci.co.uk/news/660/cpsprodpb/CF12/production/_93001035__92352841_churan_zheng_profile.jpg

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Una docente española en Finlandia: ‘Aquí, los centros eligen a sus profesores’

21 de diciembre de 2016/Fuente: el mundo

A la perspectiva que le aporta haber estudiado en España así como contar con una amplia experiencia docente durante los últimos 17 años en Finlandia, Paula Alagarda (Castellón, 1971) suma también el conocimiento de las etapas básicas de la educación finlandesa pues es madre de una niña de 13 años.

Desde esta privilegiada posición defiende las excelencias del modelo educativo finlandés, «que respecto al español se diferencia en la mentalidad y la actitud general respecto a la educación, ya que en el país nórdico se valora educar en la igualdad, tolerancia y respeto para ser ciudadanos felices».

¿Considera que el sistema educativo finlandés es el mejor o por el contrario opina que está idealizado y necesita introducir mejoras?
Mi hija estudia séptimo curso en una escuela estatal de Educación Básica (Övningskola) que depende de la Universidad Åbo Akademi y dónde los estudiantes de Pedagogía realizan sus prácticas de formación. Estoy muy satisfecha y agradecida con la educación que recibe aquí en Finlandia y avalo la calidad, reconocida a nivel mundial, del modelo de educación finlandés. En los resultados de PISA 2015, recién publicados esta semana, Finlandia se sitúa en tercer lugar en comprensión lectora de un total de 72 países participantes. Opino que el sistema educativo funciona perfectamente en Finlandia gracias a que todas las partes implicadas trabajan efectiva y unánimemente por conseguir sus valores fundamentales: el respeto y la igualdad en la educación. Es obvio que éste y cualquier sistema necesita mejoras o cambios continuos, paralelos a la evolución de la sociedad y a sus necesidades, que no en base a cambios políticos o de gobierno. El modelo de educación finlandés se actualiza continuamente; los centros educativos trabajan con nuevos proyectos todo el tiempo.
¿Cuáles son las principales diferencias que encuentras respecto al sistema educativo español?
Los cambios en el sistema educativo finlandés son constantes y necesarios, sin embargo la organización de las etapas educativas se conserva casi invariable desde los años 70. La educación básica obligatoria comprende 9 años con opción de hacer un décimo curso. El último Decreto de Educación Básica del año 1998 no divide los años en Primaria y Secundaria como antes, no obstante dispone que en los primeros seis cursos las clases serán impartidas por maestros a cargo de todas o casi todas las materias y los tres últimos cursos por maestros especializados o licenciados en otros estudios y con cursos de adaptación pedagógica que se encargarán de una asignatura en particular. Tras la educación básica obligatoria se continúa estudiando tres cursos en escuelas de formación profesional o en un instituto de Bachillerato para pasar posteriormente a una escuela superior profesional o a la universidad. Entre las diferencias con el sistema educativo español en el que me formé indicar que en Finlandia la educación básica es totalmente gratuita, incluidos libros de texto, material, almuerzo, desplazamientos a la escuela superiores a 5 km. y asistencia sanitaria en el centro escolar. La Secundaria Superior es también gratuita a excepción del material didáctico. Casi no existen centros privados puesto que el estándar de la educación pública es tan alto que no son necesarios, fomentando al mismo tiempo los objetivos de la política educativa, es decir una educación equitativa y al alcance de todos. El año escolar en la enseñanza obligatoria comprende 190 días, que se extienden desde mediados de agosto hasta comienzo de junio. El mínimo número de horas lectivas semanales oscila entre 19-30 según el curso y las asignaturas optativas.
¿Cuáles son las ratios y los horarios escolares?
Tienen todos jornada continua. Sólo en preescolar, primero y segundo curso tienen posibilidad de asistir a una especie de ludoteca pública en la misma escuela o cercanías, un servicio que se ofrece a bajo coste un par de horas antes y/o después del horario escolar. Hay diferencia en el número de alumnos y de profesores en la escuela. En clase de mi hija ahora son sólo 12 alumnos aunque la media en los primeros años es de 19-20. De todas formas no hay normas referentes al número de estudiantes por clase. Los grupos, que por lo general son de la misma edad, pueden estar formados a veces por alumnos de diferentes edades. Me parece también muy significativa la diferencia respecto a España que cada centro docente finlandés pueda elegir a sus profesores. Otro aspecto distinto a señalar es el reconocimiento de la formación continua sin diferencia de edad. Los finlandeses no dejan de participar en programas formativos de cualquier tipo y a cualquier edad. Se ha definido Finlandia como el país en donde les encanta aprender.
¿Importaría algo del sistema español al finlandés?
No, el sistema finlandés funciona y seguirá funcionando muy bien mientras no cambien sus valores fundamentales ni la mentalidad de los ciudadanos y autoridades. Al contrario, aunque España cuenta con docentes muy preparados creo que el sistema español podría aprender algo del finlandés y se podrían importar ciertos aspectos para ayudar a mejorarlo. Cabría así un cambio en la mentalidad y actitud general respecto a la educación: respetar, dar más libertad y responsabilidad al maestro respetando al alumno y velando por su felicidad; luchar por la igualdad de oportunidades en la enseñanza a todos los niveles, eliminar diferencias y aunar criterios; incrementar la comunicación y participación de los padres de familia, colaborar y compartir; luchar todos juntos por los mismos objetivos educacionales en casa, en la escuela y en la calle. Hacer una inversión conjunta e indefinida que reportará resultados positivos para todos, pues la educación es la base para el buen funcionamiento global de un país.
¿Existe allí la polémica suscitada en la actualidad en nuestro país en la que los padres se oponen a los deberes? ¿Su hija realiza tareas o trabajos en casa?
No, no existe. Según la ley, los niños deberán tener tiempo suficiente para descanso, recreación y aficiones una vez cumplido el horario escolar, viajes escolares y deberes. En los primeros años mi hija tuvo muy pocos deberes y en los tres últimos años de básica tienen más, pero no se consideran ni excesivos ni innecesarios. Hacen también tareas prácticas de cocina, costura, etc. y leen muchos libros. Se fomenta desde muy temprana edad su autosuficiencia, creatividad y desarrollo intelectual; a ser prácticos y también a pensar por si mismos y razonar, no a memorizar.
¿Cree que la figura del docente ha perdido autoridad y el respeto de los padres en nuestro país?
En mi opinión la función del docente es, entre otras, ser uno de los guías en la educación. El docente es parte del proceso educativo, al igual que los padres y los estudiantes. En Finlandia los docentes respetan y son respetados. Ejercen con eficacia y entusiasmo su profesión que se valora igual que otras, no hay gran diferencia en su remuneración económica. Están contentos con su trabajo y les gusta su profesión, esto se refleja en el trabajo diario.. Los educadores son reconocidos como claves en la calidad de la educación finlandesa; ellos a su vez han recibido una excelente formación y son considerados profesionales de alta calificación.
¿Qué metodología se usa para enseñar a leer y escribir?
Se enseña a leer y a escribir en primer curso, a los 7 años, aunque en la práctica muchos de ellos ya saben porque han ido aprendiendo en preescolar o en casa. Los maestros cuentan con cierta libertad, y en consecuencia más responsabilidad, en el desarrollo de su trabajo. Gozan de autonomía pedagógica, es decir pueden elegir los métodos de enseñanza y los materiales didácticos para su clase.
¿Existen reválidas en el sistema educativo de Finlandia?
No, no hay ninguna evaluación final tras la educación primaria y/o secundaria obligatoria. El plan de estudios nacional contiene guías para la evaluación de las asignaturas comunes. La evaluación continua es el tipo regular empleado para evaluar a los alumnos. Estos recibirán un informe individual con la evaluación de su proceso de aprendizaje al menos una vez por año escolar. Se tendrá también en cuenta la propia autoevaluación del alumno, pues se pretende que ellos mismos tomen conciencia de su progreso y del proceso de aprendizaje. El fracaso escolar en la escuela básica es prácticamente nulo. Se lucha por la integración y todos los alumnos tienen derecho a un apoyo en sus estudios; a una enseñanza personalizada u orientada con maestros de educación especial según sus necesidades.
¿El acceso a la Universidad se realiza en Finlandia con una prueba como la Selectividad española?
Los estudios de Bachillerato están previstos para tres años aunque hay flexibilidad para cursarlos de dos a cuatro años. Una vez finalizados se hace una reválida o examen de Bachillerato para poder continuar sus estudios en la Universidad, que tienen pruebas y requisitos de admisión distintos. Esta prueba se convoca dos veces al año: cuando acaba el curso en marzo y en septiembre.
Fuente: http://www.elmundo.es/comunidad-valenciana/castellon/2016/12/13/584fd003e5fdea513a8b46aa.html
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Entrevista: Elena Poniatowska, escritora, activista y periodista mexicana: “Las mujeres estamos mucho más dispuestas a protestar”.

América del Norte/México/20.12.2016/Autor y Fuente: http://www.nodal.am/

Las pupilas de Elena Poniatowska sonríen, como sonríe su boca, sus pómulos y hasta sus pestañas, cuando recuerda a la persona que la hizo sentirse mexicana, Josefina Bórquez, una sencilla lavandera que le permite crear uno de los personajes más entrañables de la literatura mexicana y latinoamericana: Jesusa Palancares, una mujer que más que vivir sobrevive, como millones de pobres y marginales del mundo, esos que si no trabajan, no comen. Elena Poniatowska visitaba a Jesusa los miércoles de cuatro a seis de la tarde para que le contara cómo era su vida. Muchas veces andaba de mal humor. Si se enojaba, la regañaba o le pedía que se fuera porque “usted tiene dos años de venir y estar chingue y chingue y no entiende nada”. En una de esas ocasiones en que la echó, la periodista y escritora se fue con su libreta contra el pecho a modo de escudo y pensó: “¡Qué padre vieja, Dios mío! No tiene a nadie en la vida, la única persona que la visita soy yo, y es capaz de mandarme al carajo”. En los ensayos de Las indómitas (Seix Barral), que presentó en la 30° Feria Internacional del Libro de Guadalajara (FIL), Poniatowska rescata a un puñado de mujeres olvidadas, pero nunca silenciadas, como la propia Josefina, las soldaderas de la Revolución, Nellie Campobello, narradora y precursora del ballet en México; escritoras como Rosario Castellanos y Josefina Vicens; militantes políticas como Rosario Ibarra de Piedra, que visibiliza la lucha de las madres de desaparecidos en las décadas del 60 y 70; Alaíde Foppa, poeta que desapareció en Guatemala, y la feminista Marta Lamas.

“Elenita, ¿me permite una foto?”, le pregunta un lector cincuentón grandote que pronto se abraza a la escritora y sonríe para la cámara de su teléfono celular. En una sala al fondo del stand de Paidós, Poniatowska, descendiente de la realeza polaca que nació en París el 19 de mayo de 1932, recibe a los periodistas mexicanos y latinoamericanos con una sonrisa y una calidez excepcionales. “Cómete una almendra; dicen que da la energía que no da la carne”, sugiere Poniatowska a PáginaI12. A los 84 años, cuenta que está escribiendo una novela en la que explorará la vida de sus ancestros polacos. “Yo vine cuando tenía 10 años y no volví a saber nada de los Poniatowski que quedaron en París. El año pasado me empecé a preguntar cómo era Estanislao Poniatowski, que fue el último rey de Polonia. Y comencé a leer sobre él, pero tengo una enorme desventaja: no sé polaco y además no sé historia”, confiesa la autora de Hasta no verte Jesús mío, La noche de Tlatelolco, Querido Diego, te abraza Quiela y Tínisima, entre otros títulos, que recibió el Premio Cervantes de Literatura en 2013. “Quiero contar cómo fue el reinado de Estanislao Poniatowski, qué hizo bien y qué hizo mal, porque en su época los rusos, los alemanes y los austríacos se repartieron Polonia. Quiero escribir esto y ligarlo una niña que 300 años después llega a México, a un país enorme, sin saber nada de su pasado. Los polacos son todos sentimentales y lloran y cantan. Ellos odian a los rusos, pero yo siento que se parecen”.

–¿Por qué en el ensayo sobre Jesusa plantea que ella le permitió descubrirse y sentirse mexicana?

–Piensa que nací en Francia, de origen polaco, así que llegué aquí a los diez años; entonces sentí tanto amor por ella, tanta admiración, tanta sorpresa de que hubiera un ser humano así, que dije: ¡qué bueno pertenecer a México! Cuando finalmente podrías pensar que el pertenecer a Europa es un grado más, quizá es mejor, porque es la vieja cultura. Una vez platiqué con una puertorriqueña que me dijo: “yo tengo la mala suerte de pertenecer a un país chiquitito”. Lo puedes pensar; qué piensan los centroamericanos de su país, qué piensa Puerto Rico poseído por los Estados Unidos. Pertenezco a un gran país como México en que hay mucho por hacer. Yo creo que en Europa no hay tanto por hacer ya, ¿o tú que crees?

–Los países latinoamericanos son más “nuevos” y no tienen el peso de la historia de los europeos, ¿no?

–Sí, somos más nuevos y además somos países hechos de migrantes también, porque no me digas que Poniatowska es súper mexicano. No me llamo López, no me llamo Pérez, mi apellido incluso es hasta difícil retener.

–En el texto sobre Jesusa demuestra que fue una mujer muy dura, incluso hay momentos en que la maltrata bastante a usted.  ¿Cómo explica esta reticencia de Jesusa?

–Yo creo que había con ella una cierta idea del tiempo: el tiempo de ella no era el tiempo de nosotros. Nosotros tenemos el tiempo como un privilegio, hacemos con él lo que queremos. Si tú hoy no quieres trabajar, pues te quedas en tu cama. Si te quieres desvelar hasta las tres de la mañana, tienes tu derecho de hacerlo y toda la posibilidad. Si ella tiene que entrar a trabajar en un taller, tiene que estar a las ocho y  tiene que salir de su casa a las seis de la mañana, su condición de vida es totalmente distinta a la tuya o a la mía. Finalmente, creo que lo que va a suceder con mujeres como Jesusa es que más tarde van a poder escribir ellas sus propias historias, que es lo deseable, que no necesiten un intermediario para darlas a conocer.

–En el ensayo sobre las soldaderas, enumera mujeres que fueron fusiladas, murieron en combate, fueron ahorcadas y apresadas o vejadas. Y propone repensar la frase que gritan cada 15 de septiembre a voz en cuello: “¡Vivan los héroes que nos dieron la patria!”. ¿Cómo reescribiría la frase?

–Parece que los héroes son sólo hombres y hay muchísimas mujeres. ¡Que vivan las heroínas que nos dieron la patria! En América Latina es todo para el hombre, salvo el 10 de mayo en México, que es el día de la madre, es el día que sentimos que cumplimos con llevar a comer a nuestra a madre a un restaurante o al cine, ese tipo de cosas. Si tú piensas cuál ha sido la suerte de las mujeres en México pues ha sido muy menor, muy al lado de los hombres, muy olvidadas.

–¿Por qué han sido olvidadas estas mujeres? ¿Por machismo?

–En parte por machismo y en parte porque las mujeres están ocupadas haciendo todas las tareas para que puedan vivir los hombres. Y las mujeres siempre están como la escopeta: cargada y en un rincón. Los roles femeninos están muy devaluados, son los de las casas. Ahora ha cambiado la situación por una razón económica, si tú te quieres casar, tener hijos y vivir con tu pareja, las tareas y responsabilidades son el sueldo de dos: el sueldo de ella y el sueldo de él. En nuestros países desaparecer a una niña o a una mujer tiene mucho menos consecuencias que desaparecer a un hombre. A una mujer es muy fácil que se la borre. No ves presencias femeninas fuertes; en Estados Unidos Hillary Clinton no logró ser presidenta. Yo creo que en Argentina sí hubo una gran presencia de mujeres en una época con Evita Perón. Ella tenía las agallas para decir: “Aquí estoy, esta soy yo”.

–¿Tuvo las agallas para ganarse un lugar en el periodismo y la literatura?

–Sí, más bien creo que tuve tenacidad. Cuando una mujer joven, más o menos como tú, entraba a un periódico, le ponían MMC (mientras me caso), que quiere decir que solamente iba a durar lo que durara su capacidad de conseguir a un hombre. La tenacidad la he tenido. Pero no basta la tenacidad, también tienes que tener la aceptación. Es mucho más fácil rechazar a una mujer que a un hombre.

–¿Las mujeres que retrata en “Las indómitas” fueron rechazadas en cierto sentido?

–Sí, claro. Rosario Castellanos era una blanca en medio de indígenas, ella tuvo varios intentos de suicidio y su propia muerte en Israel fue un poco misteriosa, sin saber por qué… Yo creo que fue aterradora. Y luego Josefina Vicens hizo sólo dos libros, pero se leen; está como punta de flecha de lo que puede ser el homosexualismo en México, aunque ella jamás hizo proselitismo de ningún tipo.

–Llama la atención que entre las mujeres no esté Elena Garro, cuando usted acaba de participar de un homenaje por el centenario de su nacimiento…

–Yo la hubiera podido meter en el libro, he escrito mucho sobre ella. Sí quisiera hacerlo, si me queda tiempo, toco madera (toca la madera de la mesa con un golpecito). He escrito muchísimo sobre ella, pero quise que fuera un libro más flaco porque la gente no compra libros caros. Es una figura muy polémica la de Elena, pero fue una extraordinaria escritora. Ella creía que la querían perseguir todo el tiempo, tenía delirio de persecución. Quizá no es bonito decir esto, pero es verdad… Ella misma se inventó esa persecución del mundo contra ella, que es medio triste, y lo fomentó en su hija. No puedes vivir así porque te acabas delirando, ¿no? Ya es bastante difícil la vida sin inventar peligros. Y Elena te decía: “fíjate que hay en la esquina unos que me están esperando, asómate por la ventana a ver si ya se fueron”. Y yo le decía: “Elena, no hay nadie”… ¿Cómo luchas contra eso? Finalmente ese es el gran problema de Elena Garro, nada más que no se lo suele decir.

–¿Cómo cree que impactará el triunfo de Donald Trump en la vida de los mexicanos?

–Trump es terrible para los mexicanos y también para los cubanos. Las declaraciones que hizo con la muerte de Fidel Castro son aterradoras. Después de ganar “le echó agua a su vino”, como se dice. Pero la amenaza está ahí. ¿Qué van a hacer todos los migrantes que regresen a México? Se fueron porque no tenían trabajo. ¿Qué trabajo les espera aquí? Es gravísimo…

–¿Qué hay que hacer ante el discurso racista y xenófobo de Trump? ¿Cómo se resiste?

–No sé… yo siento que hay que reinventar una capacidad de defensa que no hemos tenido, una capacidad de decir no somos nosotros los que podemos invadir Estados Unidos, aunque finalmente a través de la migración hemos recuperado muchísimos territorios. Los más pobres al irse a Estados Unidos y al poblar Texas y la frontera recuperaron territorios que fueron de México. Mediante la migración recuperamos cosas que ni siquiera imaginábamos que los menos afortunados podían hacer, ¿verdad? Pero no sé cómo será esa resistencia. Lo que se está generando es una indignación en los jóvenes universitarios. Al final del año pasado, los jóvenes organizaron una enorme marcha al Zócalo por los 43 estudiantes de Ayotzinapa. Si se organizan bien, puede ser muy eficaz la presencia de los jóvenes y de las mujeres. Las mujeres estamos a veces mucho más dispuestas que los hombres a marchar y a protestar. La protesta de los jóvenes puede ser un dique en contra de Trump, mucho más que el gobierno que no hace nada… En México pedimos permiso para todo. Aunque en el fondo seamos unos malditos, el lenguaje tiene un poco de vasallaje.

–Daría la impresión de que aquí, en la Feria, ya no se habla ni se recuerda a los jóvenes de Ayotzinapa, ¿no?

–Pero fíjate que hace dos años, aquí, a cada hora oías: “uno, dos, tres…” hasta llegar a los 43. Eso fue muy impactante… La responsabilidad por la desaparición de los jóvenes de Ayotzinapa es del gobierno.

–¿Qué significa la muerte de Fidel Castro para los países latinoamericanos?

–La muerte de Fidel es el fin de una etapa muy importante de América Latina. Lo que hizo Fidel al enfrentarse como lo hizo a los Estados Unidos a partir de una islita, un caimancito como le dicen, cambió a toda América Latina, que tuvo que tener otra actitud hacia Estados Unidos. Eso fue valiosísimo. Después se quedó en el poder y yo no puedo creer que no haya alguien que lo pueda hacer igual o mejor que él, en el sentido de permitir que otros lleguen a la presidencia. No sé qué va a suceder, pero desde luego con Trump no se puede predecir nada bueno.

Fuente: http://www.nodal.am/2016/12/elena-poniatowska-escritora-activista-y-periodista-mexicana-las-mujeres-estamos-mucho-mas-dispuestas-a-protestar/

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Entrevista a Joaquim Sempere: «Tenemos que aprender a controlar nuestras expectativas a lo psíquicamente razonable y ecológicamente posible. La palabra clave es autocontención»

Entrevista a: Joaquim Sempere

Nuria del Viso (NV): Para abrir este boletín sobre calidad de vida, nos gustaría primeramente que nos ayudaras a acotar conceptos y relaciones entre calidad de vida y bienestar; y entre buena vida y su equivalente del buen vivir en América Latina.

Joaquim Sempere (JS): “Bienestar” y “calidad de vida” se usan a menudo como sinónimos, aunque con acentos distintos. Bienestar alude más bien a los elementos “objetivos” o utilitarios, como la satisfacción de necesidades básicas objetivables: alimentación adecuada y suficiente, buen estado de salud, acceso a vivienda digna, vestido, protección ante los imprevistos de la vida, etc. Calidad de vida alude a aspectos más cualitativos y subjetivos, es decir, a los niveles de satisfacción experimentados, que incluyen presupuestos culturales distintos para las distintas sociedades consideradas, así como la adecuación a los tipos y niveles de expectativas de las personas consideradas. De todos modos, las diferencias son pequeñas y los dos términos a menudo se usan indistintamente para designar lo mismo.

Entiendo que el “buen vivir” de las comunidades autóctonas de América Latina es más que lo que nosotros consideramos “vida buena” porque incluye una relación armónica con el medio natural que supone también armonía social, esto es, justicia, reciprocidad en los derechos y deberes, vida humana adaptada a ritmos menos artificiales que los de las ciudades modernas. Es obvio que se trata de un planteamiento de vida del que tenemos mucho que aprender.

Quiero insistir en el tema de las expectativas. La sociedad productivista-consumista genera incesantemente expectativas materiales cada vez más altas, lubricando así la tendencia al crecimiento, pero con efectos psicológicos y morales devastadores porque reproducen sin cesar la insatisfacción (que a su vez realimenta el deseo de más cosas). Tenemos que aprender a controlar la formación de nuestras propias expectativas, a adaptarlas a lo que es psíquicamente razonable y ecológicamente posible. La palabra clave en esto es autocontención.

NV: Desde tu óptica, ¿cuáles son los ejes principales de la calidad de vida?

JS: En la calidad de vida creo que debe incluirse la satisfacción suficiente y adecuada de las necesidades básicas materiales (alimentación, vivienda, vestido, salud) junto con ciertos parámetros que dan a la vida humana una densidad de significación satisfactoria. Comer, vestirse y cuidar la salud son, en definitiva, bienes instrumentales: necesarios para “estar bien” pero no suficientes para una vida buena. Se dice, con razón, que estamos físicamente bien cuando no sentimos el cuerpo, porque funciona como debe: es al enfermar o sufrir dolor cuando nos apercibimos de que “tenemos” cuerpo. Con las necesidades materiales pasa algo parecido: si están bien satisfechas no las sentimos y podemos dedicar nuestras energías a construir nuestra vida, nuestra persona, nuestras relaciones con los demás. “Calidad de vida” viene a ser esta conjunción de unas necesidades básicas adecuadamente satisfechas con una panoplia de actividades y relaciones humanas que dan sentido e interés a nuestra existencia.

Conviene precisar que “necesidades materiales” es un término que a veces se usa de manera restrictiva, olvidando que en su satisfacción propiamente humana se juega una gran variedad de aspectos. La comida no es mero metabolismo animal, sino arte, gastronomía, cultivo de la riqueza sensorial, búsqueda y experimentación, y comer es también un acto social donde juegan elementos de reciprocidad, compañía, intercambio de dones y de afectos, etc. Algo parecido puede decirse del alojamiento: la vivienda no sólo nos protege de la intemperie, sino que es el espacio que organizamos a nuestra manera, proyectando nuestra personalidad en la decoración y en la búsqueda de algún confort vital, etc. Y lo mismo de otras necesidades materiales.

Pero la calidad de vida no se detiene ahí. Incluye todo lo que da a nuestra vida sentido, relieve, riqueza emocional, artística e intelectual, incluyendo las experiencias relacionales de amor, amistad y otras interacciones, como las comunitarias, políticas, recreativas, ceremoniales, deportivas…

NV: Todas estas actividades implican tiempo. Precisamente, una de las percepciones más repetidas actualmente es la sensación de falta de tiempo con la aceleración de los ritmos de vida. En este contexto, ¿qué significa la aparición del movimiento slow? Y en el ámbito laboral, ¿cómo incidir para una mejora de la calidad de vida?

JS: El movimiento slow es una rebeldía contra la prisa que invade la vida moderna en casi todas sus facetas. La sensación de falta de tiempo y la prisa que se deriva de ella proceden de la lucha fáustica contra la finitud de la vida humana, la reacción desesperada para lograr este imposible que es detener el tiempo, otra manera de experimentar la ilusión de la eternidad imposible. Naturalmente, se refuerza con la dinámica capitalista de la acumulación indefinida de capital que requiere una ampliación permanente de la demanda de mercancías; el resultado de esta dinámica es la demanda incesante de más bienes y servicios para consumir, que se disputan entre sí el tiempo de que disponemos, que es limitado. No puedo trabajar mis ocho horas al día, preparar la comida, comer, aprender idiomas, jugar al tenis, ir al cine, ver televisión, usar mi teléfono móvil para mil y un usos, y así al infinito en las 24 horas que dura un día. El mensaje del movimiento slow lo interpreto así: el tiempo que nos es asignado es, en cualquier caso, limitado; como no nos permite abarcarlo todo, tenemos que autolimitarnos; es mejor hacer menos cosas y dedicar más tiempo a cada una de ellas, experimentándolas con la máxima intensidad posible, en lugar de mariposear superficialmente sobre un montón excesivo de actividades y estímulos, para descubrir, al final, la vaciedad y la frustración de tantas experiencias veloces, acumulativas, abundantes y superficiales. Más vale saborear con detenimiento y atención pocas experiencias que nos dejen huella.

NV: Nos hallamos inmersos en una profunda crisis ecológica y social. Sin embargo, las políticas económicas al uso continúan situando la meta del bienestar en el crecimiento (para “tener más cosas”), lo que implica no sólo mantener, sino aumentar, el ritmo de extracción de energía y materiales, alimentando estilos de vida que no son generalizables. ¿En qué consiste la calidad de vida en este contexto?

JS: La calidad de vida que se nos vende en estas circunstancias es una estafa. No digo que no se pueda vivir bien teniendo más cosas, pero cuando se descubre la profundidad de la crisis ecosocial, cuando se le cae a uno la venda de los ojos, ya no se puede ser feliz sin tratar de detener esta carrera hacia el desastre. La respuesta tiene dos vertientes, a mi juicio. Por un lado, la lucha política (en sentido amplio) para detener la carrera hacia el abismo, tratando de influir en la cultura, en la vida pública, en la política, para encaminar nuestras sociedades hacia la sostenibilidad. Por otro lado, adoptar personalmente, y con la gente que te rodea, estilos de vida congruentes con la consciencia de la crisis, tratando de reducir el impacto ecológico propio: andar, ir en bicicleta, viajar poco o nada en avión, prescindir del coche particular, instalar fotovoltaicas, vigilar lo que comes y lo que consumes en lo que atañe al despilfarro de recursos y energía, etc. El cambio personal de estilo de vida no resuelve el problema, que es de dimensiones colectivas inmensas, pero determina la ejemplaridad de la conducta adoptada como conducta deseable: en este sentido tiene que articularse con la acción política contribuyendo a señalar el camino correcto. Y a la vez, es una manera de avanzar en calidad de vida congruentemente con la toma de conciencia del desastre ambiental.

NV: En un artículo anterior para Boletín ECOS, relacionado con tu libro Mejor con menos (Crítica, 2008), apuntabas que “hace falta una reconsideración de muchos parámetros de la vida social”. ¿En qué consistiría este cambio de paradigma?

JS: Consistiría en no superar la biocapacidad de la biosfera para que podamos vivir dignamente en ella todos los seres humanos y el máximo número posible de especímenes de otras especies animales. En otras palabras: no superar la huella ecológica media por habitante que la biosfera puede soportar sin degradarse. ¿Cómo se arbitra esto? Ahí radica la dificultad, dado que hemos construido un mundo no sólo insostenible ecológicamente, sino encadenado por unas dinámicas incontrolables. Las interdependencias son tan densas y tan fuertes que no se puede intervenir en un lugar sin que tengan lugar efectos en otros lugares. Y como la oligarquía mundial del dinero controla los mecanismos esenciales, procura que ninguna comunidad, ningún país, escape a la lógica dominante, y puede conseguirlo. El ahogo de Grecia por la UE es un ejemplo. Para que la ciudadanía recupere capacidad de autogobierno, tendrá que producirse, a mi entender, un desmontaje de estas interdependencias, una transición a comunidades más autárquicas (permitidme esta palabra maldita) o más autosuficientes. No pienso en autarquía plena, sino en reorganizar el metabolismo entre sociedades humanas y medio natural cercano para lograr un aprovechamiento eficaz y no destructivo de los recursos que proporciona la naturaleza. Así sería más fácil ajustar las necesidades humanas al entorno ecológico cercano, materializando una cierta armonía entre ser humano y naturaleza.

Lo ideal sería conservar los adelantos de la tecnociencia que pueden enriquecer la vida humana, y para ello la autarquía propuesta debería combinarse con una “mundialización espiritual” que permitiera compartir los saberes y las otras expresiones espirituales sin limitación. Las técnicas de comunicación de que disponemos hoy hacen posible esta mundialización. Pero esto requeriría también una estructura industrial muy sofisticada: ¿cómo hacerla compatible con un metabolismo simplificado? Esta compatibilidad es uno de los retos importantes para “salvar” el progreso tecnocientífico sin sacrificar la biosfera.

NV: ¿Alguna pista sobre las medidas necesarias para implantar ese cambio de paradigma?

JS: El capitalismo desregulado que impera en el mundo es, en las actuales circunstancias, lo peor que nos podía suceder, pues las tareas necesarias para salvar la civilización humana requieren dosis importantes de intervención deliberada en la vida pública, regulación y planificación (con todos los correctivos que se desprenden de los fracasos del siglo XX en materia de planificación). Pero no se ve cómo introducir cuñas en un sistema tan compactamente interdependiente para introducir regulaciones conscientes. A mí, este sistema capitalista, asociado a una megamáquina, como decía Mumford, se me aparece como invencible. Sin embargo, se me aparece tan invencible como inviable: creo que camina hacia su autodestrucción. Si esto es así, tras la autodestrucción del capitalismo tecnológico desregulado surgiría la oportunidad de reconstruir una sociedad nueva desde las ruinas de la vieja. Pero esto sólo sería posible si hubiese una masa crítica de personas con la suficiente consciencia ecosocial (y la suficiente mochila de experiencias alternativas previas, aunque fueran modestas y locales) para tomar el relevo y marcar la dirección a seguir. Si en el momento oportuno no existe esa masa crítica, la ruina de la megamáquina puede desembocar en el caos más espantoso, en una “nueva Edad Media” dominada por grupos armados y mafias que impongan la ley del más fuerte en un planeta devastado. Por eso creo en las pequeñas acciones, en las intervenciones modestas para construir desde hoy embriones de futuro en los intersticios de la sociedad existente. Estas experiencias pueden parecer insignificantes hoy, pero pueden ser decisivas mañana. El futuro no está escrito en ninguna parte: dependerá de lo que hagamos desde hoy mismo. Y no debemos despreciar ningún ámbito de acción: ni esta construcción de experiencias locales que sean embriones de futuro, ni la acción política, ni la acción cultural, ni el desarrollo del saber, ni la transformación personal.

Joaquim Sempere (Barcelona, 1941) es doctor en Filosofía por la Universidad de Barcelona y licenciado en Sociología por la Universidad de París-X. Ha trabajado como director de la revista Nous Horitzons y forma parte del consejo editorial de la revista Mientras tanto. Es profesor emérito de Sociología de la Universidad de Barcelona, especializado en temas de medio ambiente. Ha desarrollado su pensamiento en torno a las necesidades humanas, el papel de la ciencia y los conflictos socioecológicos. Entre sus libros más recientes figura Mejor con menos (Crítica, 2008) y, en coautoría con Jorge Riechmann, Sociología y medioambiente (Síntesis, 2014). En esta entrevista desgrana su visión sobre la calidad de vida.

Fuente: https://www.rebelion.org/noticia.php?id=220492

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