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Entrevista: Incentivar a las mejores escuelas.

América del Sur/Argentina/18.10.2016/Autor:Manuel Perez Berro/Fuente:http://nuevacatedra.com.ar/

Continuando con el ciclo de entrevistas a los referentes educativos de las fuerzas políticas que disputarán la presidencia en octubre, Nueva Cátedra (NC) presenta una entrevista con Gustavo Iaies (GI), el referente educativo del candidato a Presidente por el Frente Renovador, Sergio Massa. Aquí abajo la charla completa:

También puede leer una síntesis de las propuestas educativas de los tres candidatos más fuertes de cara a las elecciones de octubre

NC: ¿En la campaña hay debate sobre educación? ¿Usted hicieron encuestas o mediciones que marcan que la educación es un tema de interés público?

GI: Por lo de la campaña, me parece que poco… Nosotros presentamos la propuesta y estamos hablando en los foros. Pero no escuchamos demasiadas posiciones desde los demás espacios.
La gente de comunicación hizo una batería de focus group y ahí aparece la demanda de la gente por una mejor educación y sus efectos sobre la vida cotidiana, en términos de problemas que les genera. No se lo nota como una urgencia, si como una cosa importante.

NC: En este proceso se habla mucho de calidad e inclusión ¿En qué definición de calidad están pensando?  

Gustavo Iaies

Gustavo Iaies

GI: Nosotros consideramos que la calidad es producto de una cantidad de indicadores que se dan en las escuelas y que terminan en el aprendizaje de los alumnos de unos contenidos y competencias específicos fijados por los diseños curriculares. La inclusión debe caminar asociada a la calidad. Los chicos se quedan en la escuela cuando se sienten desafiados por ella, exigidos, contenidos y acompañados. Se deben quedar en la escuela para aprender, nadie se queda en la escuela porque sí…

NC: ¿Cómo ven las pruebas Pisa, les parece que sirven?

GI: Sirve para tener un parámetro general y para compararse con el mundo. Pero se necesitan pruebas censales con las que las escuelas pueden trabajar e ir siguiendo sus propios resultados, pensando sus problemas, planteándose estrategias de mejora.

NC: Si tuvieras que hacerle tres críticas a la actual administración de la educación, ¿cuáles serían? Y por otro lado, tres medidas que tomarían de poder ser gobierno.

IaiesGI: La gestión actual no fija sentidos ni lo transmite, no cuenta con instancias de evaluación claras y no le da poder a los equipos docentes para manejar las escuelas.

Respecto a las propuestas, crearíamos un Consejo nacional con participación múltiple que fije objetivos y sentido, un área de evaluación claras, un fondo de incentivos a las escuelas que mejoren y un modelo de asistencia de las escuelas centrado en los supervisores.

NC: ¿Seguirían adelante con la reforma de la escuela secundaria? ¿Qué ajustes o mejoras a esa política?

GI: Creo que hay que flexibilizar el esquema para que las escuelas encuentren su formato, debe incluirse un esquema se seguimiento y contención de los chicos. Hay que ir reduciendo la cantidad de materias y empezar a vincularla con el mundo del trabajo, del arte y del deporte.

NC: ¿Podrías hacer una breve evaluación del plan conectar e igualdad? ¿Seguirían adelante, qué cambios harían?

 GI: Me parece que fue muy desordenado y que no está claro lo que pretende dentro de la escuela. Lo evaluaríamos y trabajaríamos en linkearlo con un sistema de administración y vinculación de las escuelas, y estrategias de apoyo en las casas y en los horarios extra-clase.

Fuente: http://nuevacatedra.com.ar/massa-incentivar-a-las-mejores-escuelas/

Imagen: http://nuevacatedra.com.ar/wp-content/uploads/2015/08/Massa-659×465.jpg

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«Sería una pena renunciar al avance educativo del Bachillerato concertado»

18 de octubre de 2016/Fuente: el mundo

Fue una de las cabezas visibles que el curso pasado enarboló la bandera contra la política de la Conselleria de Educación hacia la escuela concertada. Pero a pesar de que hoy Vicenta Rodríguez no esconde la inquietud del sector por lo que pueda pasar con el Bachillerato y la FP, tiende la mano al departamento que dirige Vicent Marzà, reconoce las bondades del programa Xarxa Llibres e incluso admite que el decreto de plurilingüismo puede hacer avanzar efectivamente en la presencia del valenciano.

¿Cómo describiría la política de la Conselleria de Educación hacia la escuela concertada?
Yo creo que no tienen un buen conocimiento de lo que es la enseñanza concertada y viven más de los prejuicios, de lo que durante años han podido conocer. Pero pienso que no nos conocen en profundidad y tienen una mala imagen de nosotros, unos prejuicios muy fuertes y por eso me propuse hablar con el conseller para explicarle nuestra labor. Somos enseñanza privada-concertada y ellos quizá hacen más hincapié en la parte privada. Nosotros hacemos más en la parte concertada, que significa que cumplimos las normas igual que un centro público porque son exactamente iguales en muchos casos. También está la riqueza que suponemos para la sociedad como opción diferente. Es genial que los padres elijan una enseñanza pública, pero también que den opción a los padres que decidan elegir un centro concertado. La política del Consell es de prejuicios, de estereotipos, de falso conocimiento de nuestra realidad.
Para la derecha, la escuela pública y la concertada pueden ser redes complementarias, mientras que para la izquierda, la segunda debe ser subsidiaria de la primera. ¿No es tan legítimo un planteamiento político como el otro?
Lo legítimo es que sean complementarias pues por qué se va a priorizar lo público o lo estatal sobre la opción privada-concertada. Somos complementarias porque nos complementamos. Subsidiaria es decir que ‘no tengo más remedio que soportarte porque no tengo suficiente oferta pública’. La subsidiariedad iría en contra de lo que es la libertad de enseñanza, que está recogida en la Constitución. Lo difícil es entender que la concertada no se opone a la pública sino que son dos redes que se complementan y que las familias eligen; es lo que nos hace ser diferentes. Habrá centros públicos de una manera y otros de otra, igual que hay concertados con unos sistemas y otros con otros. Es verdad que la Conselleria hace hincapié en la subsidiariedad, pero creo que eso es menoscabar la importancia de la concertada. Desde siempre ha funcionado muy bien como complementaria. Dejarnos como subsidiarios, lo que no hay más remedio que mantener, creo que es una pobreza para el sistema educativo.
¿Qué les transmiten las familias? ¿Comparten la preocupación de los titulares de los centros?
Las familias terminaron el pasado curso preocupadas. Hemos empezado un poco inquietos por la gestión de Xarxa Llibres o las becas de comedor. Los padres están preocupados y expresan un razonamiento: ‘Si optamos por un colegio a los 3 años, queremos que nuestro hijo continúe la escolaridad en este centro. ¿Por qué nos obligan ahora a tener que cambiar?’. Quizá estamos poniendo la venda antes de la herida. No sabemos realmente cuál va a ser el criterio para concertar o no en el Bachillerato y la Formación Profesional.
Teniendo en cuenta que la Conselleria ha dicho que se concertará sólo en los casos en que la oferta pública no sea suficiente, ¿qué colegios deberían tener prioridad a la hora de mantener su concierto?
Un hecho objetivo es la demanda social. Si el centro tiene demanda social, ¿por qué se va a ver privado del Bachillerato concertado? Nosotros no vamos a negociar este centro sí o este no. Nuestro papel es que todos los concertados que tengan demanda en Bachillerato continúen. Si hay uno que no tiene demanda social, habrá que decirlo. Pero creo que casi todos los que tienen Bachillerato tienen demanda social. Como dicen los padres, estando contentos con el centro, con su carácter propio, su trabajo educativo, ¿por qué deben sacar a su hijo para llevarlo a un público o dejarlo en su colegio pagando más de 300 euros? Se elimina la posibilidad a las familias de continuar en ese centro que eligieron a los 3 años.
Educación argumenta que no tiene la obligación de concertar por ser etapas postobligatorias, además de que en esto la Comunidad Valenciana es una excepción en España. ¿Qué responderán?
Una vez que hemos conseguido avanzar en esa línea de conciertos y que llegue la escolaridad obligatoria hasta los 18 -al ser concertado se facilita la escolarización gratuita-, una vez que hemos hecho esa conquista educativa y social, es una pena que renunciemos a ella. Es verdad que no hay obligación, pero si contamos con que uno de los principios de la educación para 2020 es que exista esa escolaridad obligatoria hasta los 18, ¿por qué se va a perder ahora una conquista social? Otra cosa sería si las familias no lo demandaran o si no funcionase, pero hoy nadie se plantea retirar los conciertos de 3, 4 y 5 años. Infantil tampoco es etapa obligatoria y no nos lo cuestionamos, e incluso se han puesto aulas públicas de 2 años. Si ya empezamos a escolarizar temprano porque está demostrado el valor pedagógico, ¿por qué vamos a cortar a los 16 cuando el objetivo es llegar a los 18? Sería una pena perder este avance educativo y social que se ha logrado en esta Comunidad que ha sido pionera.
¿Aun habiendo plazas vacantes en institutos públicos?
A lo mejor lo que hay que plantearse es por qué hay plazas en la escuela pública. Los centros públicos de Primaria están adscritos a un instituto para que sus alumnos pasen automáticamente y que haya un mejor seguimiento de ellos. Esa era una de las ventajas de los concertados. Se ha hecho este año de manera más firme en los centros públicos, por lo que si esto se valora, ¿por qué lo vamos a suprimir ahora? Sería guillotinar un proyecto cuando en la pública se está aceptando como bueno y nosotros ya lo tenemos.
¿Iría la concertada a los tribunales?
Llegar hasta ahí ni me lo planteo en principio. No creo que vaya a ser tan grave.
¿Y manifestaciones en la calle?
Supongo que si las cosas no salen bien objetivamente hablando y nos escapamos de lo que es razonable, creo que sí habrá muchas familias que desearán salir a la calle y decir que esto no les parece ni justo, ni bueno ni legal.
Muchos colegios concertados decidieron no participar en los bancos de libros de Xarxa Llibres. ¿Se lo replantearán en el futuro?
Quizá se hubiese solucionado si nos hubiésemos sentado antes de publicar la normativa y visto los pros y contras. Se ha gestionado muy tarde y mal. Ahora otro problema añadido es que muchos centros hacen venta de libros a las familias con el consiguiente descuento. Eso es bueno porque las familias se ahorran mucho dinero, pero ¿cómo facturo a Conselleria? Me he vendido los libros a mí misma para distribuirlos a su vez a las familias. Los concertados que no han entrado es porque no lo han visto claro. En mi colegio entramos porque nos parecía un sistema bueno, aunque reconozco que fue un trabajo ímprobo. Si se solucionase todo, pienso que el año que viene habrá muchos más centros participando. Nosotros nunca hemos sido obstrucción para la Conselleria. Hemos sido siempre leales y colaboradores.
¿Siente que la Conselleria está únicamente contra una parte de la concertada? ¿Se siente en el punto de mira la concertada católica?
Creo que la concertada somos todos. No nos sentimos especialmente atacados por el tema religioso. Supongo que lo que han tocado hasta ahora ha sido puramente educativo, de gestión. No hemos entrado en el ideario o los valores.
El nuevo decreto de plurilingüismo permite a los colegios mantener sus actuales líneas en castellano. ¿Se sentirá la concertada incentivada para implantar programas con más valenciano?
Dependerá de las zonas. Ese es el gran problema para el sistema educativo. Hay colegios concertados en Castellón que tienen prácticamente todo en valenciano y colegios de Alicante que no. Creo que el decreto supone una declaración de principios interesante porque nos va a permitir avanzar a todos hacia el valenciano pero también al inglés. Me parece bien que apueste por la formación de los profesores, pero no sólo para que tengan un título, sino la metodología adecuada que les permita enseñar mejor los idiomas. Avanzar al valenciano es importante porque es la lengua cooficial, pero también es verdad que desde los medios de comunicación, y lo recoge el decreto, habrá que trabajar más tanto el valenciano como el inglés. Estudiar mucho valenciano o inglés no te da capacidad para hablarlo, es el contacto. Las dos grandes apuestas que hace el decreto son la formación del profesorado y el papel de los medios de comunicación. Y luego que sea respetuoso con las zonas. Un idioma nunca se puede imponer. Es cierto que se puede dar una situación compleja, que por tener más valenciano se pueda tener más inglés. Habrá que ser respetuoso con los castellanohablantes para que puedan titular en inglés.
Los tribunales investigan supuestos pagos irregulares a las patronales de la concertada por la figura de sus liberados a sueldo de la Administración. ¿Mantiene que todo era legal?
En Escuelas Católicas, y en FERE en particular, estamos muy tranquilos y hemos entregado toda la documentación. El convenio nació en FERE nacional y nuestra Conselleria lo mantuvo. En un momento hizo una prórroga tácita y no se renovó, aunque nosotros insistimos en que el convenio estaba sin firmar. Ahí surgió la dificultad. Pero nosotros hemos hecho los cursos de formación, están las personas y los colaboradores de formación que teníamos, que eran profesores y estaban en sus centros. Cuando fueron llamados a participar como formadores, en su lugar en sus colegios se puso a otros profesores. Al acabar, han vuelto a sus colegios porque todos eran profesores, excepto uno que se ha jubilado.
¿No han vuelto a hablar de este convenio con la actual Conselleria?
Se terminó en abril de 2015. Surgió esta situación y los profesores se quedaron a terminar el curso, pagados ya por FERE, y en junio se reincorporaron a sus centros. A día de hoy, el personal que tenemos en nuestra sede trabajando es personal pagado íntegramente por Escuelas Católicas. Ese convenio no se ha vuelto a renovar ni nos han hecho ninguna propuesta. Imagino que cuando esto acabe y se aclare, habrá que volver a plantearlo. Es una obligación de los gobiernos favorecer la formación de docentes. Precisamente porque no existían suficientes Cefires se concedió que FERE pudiera gestionar esos cursos de formación. Y lo hicimos con profesores. De hecho nosotros no veíamos el dinero, pues los salarios iban directamente al profesor. No sé por qué se habla de financiación irregular de las patronales. Por eso cuando se acabó ellos volvieron a su colegio y siguieron percibiendo su salario igual.
Para la formación en plurilingüismo, ¿tendrán los profesores de la concertada acceso ahora a los Cefires públicos?
Nosotros ya hemos empezado tanto en valenciano como en inglés cursos de capacitación. Se hace a través de la Fundación Tripartita. Pero estamos bajo mínimos.

Fuente: http://www.elmundo.es/comunidad-valenciana/2016/10/16/58034b31ca4741e0328b45f4.html

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Para que reine la paz hace falta una educación que transmita valores, principios y virtudes…

18 de octubre de 2016/Fuente: abc

Camilo Montoya Reyes, procurador del Tribunal Superior de Colombia y coordinador del programa Justicia para la Paz de la Cumipaz (Cumbre de Integración para la Paz), que se reunió esta semana en Asunción, profundiza sobre el significado de esa palabra simple pero tan trascendente que ha llevado a su presidente, Juan Manuel Santos, a ser galardonado el viernes con el Premio Nobel por sus esfuerzos a favor del desarme de las FARC.

–Justo le concedieron el Premio Nobel de la Paz a su Presidente en coincidencia con un congreso sobre la paz aquí en Asunción…

–El Premio Nobel al presidente Santos es un reconocimiento a todo el pueblo colombiano que ha estado luchando por la paz. A nosotros, particularmente, que formamos parte de la Cumbre de Integración para la Paz (Cumipaz) nos alienta a seguir trabajando en los foros para consensuar leyes internacionales que garanticen la paz..

–¿Fue una sorpresa?

–Pienso que es un estímulo para reforzar el proceso de paz con las FARC. El pueblo colombiano tiene observaciones, requiere algunas precisiones sobre esos acuerdos que deben ser escuchados y atendidos. Ante todo, ese premio es un compromiso para trabajar por la paz. Una cosa es cesar el conflicto y otra cosa es construir la paz. La paz se construye en un proceso, en el día a día…

–¿Lo conoce a Santos?

–Sí, lo conozco.

–¿Cómo lo describe?

–Me parece que es un hombre carismático que trabaja arduamente por la paz de Colombia. Es respetuoso de las instituciones, sobre todo un demócrata.

–¿No es una forma de deslegitimar el No, como votó la mayoría?

–El referéndum no fue una votación a favor o en contra de la paz. El pueblo colombiano está a favor de la paz. Nadie quiere más la guerra.

–Santos fue muy cuestionado por su rival, el expresidente (Álvaro) Uribe, por esos acuerdos.

–Tanto los que están a favor como en contra están haciendo bien las cosas. Unos consideran que el camino es este y los otros dicen: “sí, pero yo quiero enriquecer el discurso, quiero enriquecer la propuesta. Es bueno que miremos este tema de las víctimas, el asunto de los castigos a los que cometieron crímenes, los delitos conexos, pero yo creo que no conviene a veces polarizar diciendo que los unos no están con la paz y los otros sí. Yo creo que todos estamos comprometidos en construir una paz duradera, consensuada, no fragmentaria, una paz integral, y ante todo un compromiso de trabajo para garantizar que no se van a repetir estos crímenes y también que las víctimas van a ser reparadas y que habrá justicia sin impunidad.

–Ahí está el problema, la impunidad…

–Lo bueno que se ganó de la votación del domingo es que se han reunido los promotores del Sí y del No, el presidente Santos y el presidente Uribe y otros líderes que planteaban la necesidad de revisar los acuerdos. Hablar del No, no es decirle no a la paz. El No sencillamente pide que se revisen los acuerdos. Yo estoy seguro de que todos los colombianos quieren que se consolide la paz.

–¿Qué cuestionan específicamente los partidarios del No?

–Se pide revisar el tema de las penas que parecen muy benignas y el tema de la impunidad… Quienes serán los beneficiarios finales de las tierras (los territorios que abandonarán las FARC) y también la consideración de algunos delitos que pueden ser conexos o no con delitos políticos como el narcotráfico. Hay un cuestionamiento también por el tratamiento que se le va a dar a los militares que cometieron delitos durante el conflicto, como el caso que se conoce como “falsos positivos”.

–¿Qué es?

–Los “falsos positivos” es un nombre que se le ha dado a los delitos de homicidio agravado. Se asesinaba selectivamente a ciertos jóvenes y se los hacía aparecer como miembros de la guerrilla. La justicia ordinaria investigó esas conductas e impuso las sanciones respectivas. Obviamente esto pasaría a ser competencia de una jurisdicción especial para la paz…

–¿Comprometerse con la paz es olvidar el pasado?

–Comprometerse por la paz no es olvidar el pasado. Es tener coraje y valentía para escuchar, consensuar fórmulas para detener la violencia, en definitiva, es construir cada uno en su ámbito, incluidos los ciudadanos. Es trabajar por la paz en el día a día…

–¿Cuántos muertos produjo esta guerra?

–Son más de 50 años. Es difícil precisar. (220.000 muertos, 25.000 desaparecidos y 30.000 secuestrados, según el informe “¡Basta ya! Colombia: memorias de guerra y dignidad”, elaborado por el Centro Nacional de Memoria Histórica en 2013). Fueron miles de víctimas de muerte, secuestros, extorsión y de muchos delitos asociados. Varios presidentes han buscado soluciones alternativas como la negociación, fórmulas distintas a las de repeler por la fuerza de las armas a los grupos al margen de la ley. También hizo esfuerzos por la paz el presidente Andrés Pastrana. Avanzó mucho el presidente Álvaro Uribe y ahora el presidente Juan Manuel Santos que produjo el acuerdo.

–¿Cómo se puede transmitir positivamente esta experiencia colombiana en los países conflictuados?

–Felizmente ya no hay guerrillas en el resto de América o si las hay no tienen la trascendencia como la de Colombia. Pero como pregonamos desde este foro Cumbre de Integración para la Paz, para que reine la paz hace falta crear una cultura de paz a través de la educación dirigida a niños y jóvenes, que no solo transmita conocimientos sino valores, principios, virtudes cardinales.

–¿Y desde el ámbito específico de la justicia?

–Aplicando una justicia pronta, imparcial, respetuosa de la dignidad y de la presunción de inocencia…

–¿Qué tema centró las discusiones de este foro que se hizo en Asunción?

–A mí me tocó participar en el panel sobre la tipificación del delito de genocidio, cómo ampliar su tipificación al politicidio y cómo considerar también el etnocidio como una forma de genocidio, que es la propuesta que tiene el embajador mundial de la paz, Dr. William Soto Santiago (de Puerto Rico)…

–¿Cómo se entiende?

–El genocidio es un crimen internacional que consiste en exterminar a un pueblo, grupo humano racial, religioso o nacional. La Convención del Genocidio data de 1948 y el Estatuto de Roma de 1998. Soto Santiago, que lidera este foro, propone que no solo se proteja de la conducta genocida a esos grupos sino que se incluya también, por ejemplo, a los grupos políticos, lo que se conoce como politicidio.

–¿De qué se trata?

–Un grupo político también puede ser exterminado. Ha ocurrido en Colombia y otras latitudes. También está el etnocidio, que ya no es exterminar a la etnia sino impedirle que exprese su cultura, su lengua, su fe religiosa y esa interacción con el territorio. Entonces, el etnocidio protege también a los grupos étnicos, pero no propiamente del exterminio sino de la pérdida de su identidad cultural como ha ocurrido a lo largo de la historia. La propuesta del Dr. Soto es que el etnocidio se califique como una forma de genocidio y que se tipifique en todos los países y a nivel internacional también…

–¿Dónde se castiga el etnocidio?

–En Ecuador se tipifica el etnocidio como un delito.

–¿Cuál es la experiencia que se puede mencionar?

–América Latina en especial sufre eso. Los pueblos originarios son desplazados. Se atenta contra su identidad cultural. Occidente, como decimos, les absorbe cada vez más sus costumbres, su lengua, sus creencias. Es como intentaron hacer en el genocidio nazi. A los judíos se les impidió reunirse en sus sinagogas. Les quemaron sus libros y les cortaron la barba. Se atentó contra su identidad cultural. Con esta ley, Hitler, si no hubiera matado un judío, ya habría cometido genocidio porque atentó contra la identidad cultural y la fe religiosa del pueblo judío.

–El ecocidio es algo más nuevo…

–Sí, son delitos nuevos. Es el atentado contra las reservas naturales y el atentado contra el ecosistema. Es una propuesta que se entregó al secretario general de la OEA (Luis Almagro) aquí en Asunción para que se estudie la tipificación de esa conducta también. Se atenta contra la Madre Tierra a través de la contaminación, la minería ilegal, la deforestación sin control y las conductas que destruyen los ecosistemas, las reservas naturales y atentan en general contra el planeta. Queremos que se tipifique la conducta y que se cree un tribunal regional de investigación…

–¿Cuál es su especialidad y su cargo?

–Soy especialista en derecho penal: criminología, victimología… Soy miembro del Consejo Superior de la Judicatura (que penaliza mala conducta de jueces y fiscales), enseño en varias universidades.

Fuente: http://www.abc.com.py/edicion-impresa/politica/para-que-reine-la-paz-hace-falta-una-educacion-que-transmita-valores-principios-y-virtudes-1526245.html

Imagen: https://s3-sa-east-1.amazonaws.com/assets.abc.com.py/2016/10/08/camilo-montoya-reyes-comprometerse-por-la-paz-no-es-olvidar-el-pasado-es-tener-coraje-y-valentia-para-escuchar-_695_573_1415467.jpg

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Entrevista: Frida Kahlo representa un ícono del feminismo

América del Sur/Uruguay/Octubre 2016/Entrevista /http://puntoedu.pucp.edu.pe/

Al pasar el tiempo, figuras femeninas, como Eva Perón o Frida Kahlo, van prevaleciendo en una región latinoamericana que tiene una predominancia política y cultural masculina. En esta entrevista, la Dra. Mabel Moraña nos habla acerca de la importancia de estos personajes –convertidos, muchas veces, en ejemplos icónicos del feminismo–, así como de los espacios ganados por la mujer y las luchas al respecto que todavía quedan pendientes.

Vemos que la mujer ha venido ganando un espacio importante en la política. ¿En la escena cultural esa tendencia se mantiene?

La apertura de la escena pública y cultural se produce tempranamente, pero solo en casos excepcionales. Ha llevado mucho tiempo lograr la verdadera conquista de esos espacios. Por ejemplo, tenemos a Clorinda Matto de Turner o Flora Tristán, casos excepcionales que marcan las posibilidades de que eso suceda, pero también muestran la infrecuencia de esas situaciones. Hoy en día, la escena pública y cultural están mucho más abiertas, sin embargo, el predominio masculino sigue siendo evidente.

¿Qué representa la figura de Frida Kahlo en el feminismo?

Representa un ícono, tanto a nivel cultural como en cuestión de género. Ella es una verdadera representante de los temas de género, de la exhibición de la sexualidad y también de la representación del cuerpo. Y no solo me refiero al cuerpo exterior –con sus atuendos primitivistas de la época y los elementos que la vinculan con las culturas indígenas de México–, sino que ella también representa la interioridad del cuerpo. El cuerpo de Frida era uno enfermo, afectado por un accidente devastador que tuvo en su juventud, pero hace de la representación de todas las partes interiores del cuerpo –algo de lo que, en general, no se hablaba– un tema para su arte. Esa anomalía suya la hace un objeto estético y eso es una tremenda novedad en la época hasta el día de hoy. Es un caso temáticamente muy impactante.

¿La fragmentación del discurso feminista abre mayor espacio para el debate constructivo o disipa conceptos?

Una de las luchas del feminismo fue tratar de mostrar que el tema de la mujer no podía ser tratado de una manera homogénea o esencialista, sino que cada caso, clase o etnia tenía sus propias definiciones o formas culturales. Todas esas variantes tuvieron que ser incorporadas en el feminismo, lo que hizo que se fragmente muchísimo. De alguna manera, ese feminismo de primera hora, muy reivindicativo, empieza a ser sustituido por los estudios de género, que son más amplios.

¿Cuál es la importancia de Eva Perón en la política latinoamericana

Eva Perón es tremendamente trascendente porque vincula la figura del género a la política del populismo –un gran tema en América Latina–, donde tiene muchísima incidencia y representación. El caso de Eva Perón es fundamental porque, además, era una mujer muy joven –muere, apenas, con 33 años– y, sin embargo, en esa corta vida, tiene tiempo de hacer una gran apertura del espacio público, siempre como portavoz del peronismo, es decir, de una ideología masculina, llevada adelante por Juan Perón. Ella se presenta como la mediadora de ese líder, que era una especie de iluminado, para que su mensaje sea popularizado y tenga una gran incidencia en Argentina, tanto a nivel político como cultural.

¿Se puede hacer una comparación entre la figura de Eva Perón y Cristina Fernández?

Se podría encontrar ciertas líneas de continuidad, pero también una enorme cantidad de diferencias, ya que hay tremendas divergencias ideológicas. Evidentemente, Cristina es una mujer que pertenece a otra época. Eva Perón gana una gran cantidad de espacios que no existían antes. Incluso, Isabel Perón y Cristina llegan después, cuando ya había un espacio político abierto e inaugurado por la figura de Eva. La figura de Eva Perón es mucho más mítica que la de las mujeres que la sucedieron.

¿Cómo se relacionan el capitalismo, el machismo y la prostitución?

Es un tema tremendamente simbólico. Aparece mencionado por Marx, pero ha sido estudiado también por Walter Benjamin y por Baudelaire en la representación de las prostitutas. Es un tema importante porque analiza la función de la mujer como mercancía material, el cuerpo que se cotiza en el mercado masculino, pero también como mercancía simbólica. Esa circulación de lo femenino en distintos espacios, así como esa especie de mercancía que se valoriza y se devalúa cuando la mujer envejece y ya no es atractiva, forma parte de una enorme cantidad de significados que se pueden vincular al capitalismo.

Fuente:

“Frida Kahlo representa un ícono del feminismo”

Fuente Imagen:

https://lh3.googleusercontent.com/mlgZM481t1Y8aXrsUpkMzA8vmpvB7L4Gs982YJmZZ_fdqbx361vIHvIgQ7VN4dIcdZIgEg=s85

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Una vida de docencia universitaria

Europa/España/Octubre 2016/Entrevista/http://www.uv.es/arbelaez

Entrevista realizada a José Gimeno Sacristán, un pedagogo que ha pensado la escuela y ha anticipado valiosas respuestas a las preguntas derivadas de los problemas educativos más significativos.

SUMMARY:

Interview to José Gimeno Sacristán, a pedagogue who has think the school and has advance powerful answers to the questions of the more important educational problems.

DU: ¿Cuáles han sido los cambios más significativos durante la vida de docente universitario?

Para ver los cambios uno se tiene que poner a reflexionar y eso no lo solemos hacer muy frecuentemente.  En la cultura universitaria española hay un cambio que es trascendental, el paso de profesor inestable a profesor estable, desde el punto de vista laboral.  Porque eso supuso una estabilidad no sólo laboral, sino personal de proyecto de investigación. En España eso supone la posibilidad de ser independiente totalmente dedicarse a lo que uno cree que debe dedicarse y en la medida que ya no vas a ser juzgado nunca más, como fue mi caso. Que era pasar de una situación de  profesor de muy bajo nivel laboral, a la categoría máxima donde ya mi principal felicidad fue pensar, nunca en la vida me examinará nadie y eso es una especie de liberación casi absoluta.

Desde el punto de vista biográfico ese es el cambio más importante, los demás son pequeños cambios, que te van haciendo la vida, que tú vas haciendo con ellos la vida, y la vida va haciéndose con ellos y no es fácil detectar así hitos señalados para marcar procesos o etapas. Tal vez si que hay uno desde el punto de vista cualitativo, lo otro sería más bien laboral. Para mí el cambio más importante fue en torno a los años ochenta cuando pasé a ser asesor del ministro de educación y entonces los problemas que yo veía a través de los libros los tuve que ver en la realidad de la política macro de todo el país y eso – aunque estuve poco tiempo porque no me gustaba aquella tarea, no porque no tuviera sentido – supuso una especie de acicate mental, para que cualquier tema que caía en mis manos lo pensara en términos de cómo implantarlo, qué inconvenientes hay, es decir, eso tuvo como consecuencia una especie de llamada de atención a interrelacionar siempre la realidad con tus pensamientos o con tus ideales, lo demás cada día es una sorpresa cotidiana y no siempre positivamente, ni mayoritariamente positiva.

DU: En  tus obras hay dos claras tendencias la una es la que te lleva a abrir camino, a ir por delante y la otra son respuestas a necesidades. ¿Cuáles serían algunas importantes necesidades a las que has querido responder?

La vida no se planifica, la biografía no se suele planificar, la planifican los padres con los hijos y a veces se equivocan, pero yo nunca he tenido proyecto de vida en el sentido de que tengo unas metas sino que las metas se irán abriendo a medida que tu pasas por la vida. Hombre tienes alguna idea general que te orienta en el mundo, pero yo no he planificado mi vida y dentro de lo que no he planificado es la trayectoria intelectual que va a salto de mata (como decimos aquí),  no en el sentido de que va pendiente del terreno, sino del tiempo en el cual se vive.

Entonces el primer gran reto que hemos tenido otros compañeros y yo es el surgir en una Universidad paupérrima desde el punto de vista cultural en los años setenta, en el campo de mi especialidad, en otros campos la Universidad Española había despegado antes.  Pero el proceso de despegue de la Universidad, de las miserias de la autarquía franquista se realizó en torno a los últimos años sesenta y setenta. Yo empecé a dar clase en la Universidad en el año 74.

Entonces, el primer gran reto, la primera gran necesidad a la cual tuve que responder con otras gentes y otros personajes actuales, (lo de personajes no lo digo en sentido grandilocuente) fue la de que en este país no había literatura, actualizada y nuestro primer gran reto fue buscar lo que desde fuera nos podía ayudar a despertar dentro, entonces fueron unos años digámoslo hoy, de copia, en el sentido de que si Basil Berstein opinaba cosas fuera pues aquí no había nadie que opinara eso, o si Bourdieu y Passeron opinaban en Francia, pues aquí no había quién opinase de eso, entonces un primer rasgo de mi carrera y la de otros colegas, fue, la de ponerse al tanto de lo que se pensara fuera y en esa misma medida íbamos adelantados dentro, porque al fin y al cabo la modernización, económica, política, académica sigue los procesos parecidos en todas partes.

Así nuestra primera tarea (eso explicaría un poco lo que tu dices de ir por delante, pero sería ir por delante de unos, pero a la par con otros), nuestro gran reto fue salir al exterior y caímos en el terreno pedagógico de la didáctica por una serie de circunstancias del azar también universitario. Porque yo no empecé a dar didáctica, ni organización escolar, sino métodos de investigación y en ese terreno el ámbito más prometedor, dadas las facilidades idiomáticas que teníamos era el anglosajón. Empezamos a ver lo que en el mundo anglosajón, sobre todo en la Inglaterra pretacheriana se hacía de Pedagogía que había cosas interesantes, en Francia y Estados Unidos.

Esa fue nuestra primera labor, a esa dinámica obedece el libro La enseñanza, su teoría y su práctica, con Pedro Gómez en el año 1982. Era seleccionar artículos rompedores dentro de la mentalidad dominante que había aquí. Hoy vistos algunos siguen teniendo validez, pero otros muchos no se explican por qué se incluyeron, pero cada uno respondía a una forma contraria de pensar aquí, en ese sentido. Bueno… ir por delante no se puede decir que vamos por delante, yo creo que vamos detrás de todos de los acontecimientos. Lo que sí forma parte de mi orientación intelectual es pensar sobre lo que ocurre, o lo que se prevé que va a ocurrir y en ese sentido dar respuestas intelectuales, porque prácticas no está en mi mano darlas ni se pueden dar siempre, por lo demás lo que acabas de decir es un halago pero yo no tengo mucho más que decir.

DU: ¿Cómo ha influido la relación con América Latina en tu camino, en tu construcción como docente universitario?

América Latina fue siempre para mí una especie de segunda patria virtual, porque el mundo americano a mí me era muy querido por razones familiares y de un personaje muy querido cercano que trabajó muchos años en América Latina y porque las culturas latinoamericanas siempre son cercanas a la cultura española aunque fuéramos sus masacradores en tiempos no? Pero mi vinculación con América Latina tiene dos fases la etapa del franquismo, lo poco que en español o en castellano podíamos leer más interesante procedía de América Latina, de las editoriales UTEHA, EUDEBA, PAIDOS, de las editoriales latinoamericanas. En los años de las dictaduras latinoamericanas el proceso se invierte. América Latina pierde la capacidad de crear, innovar y de traducir, cosas de muy distinto valor, por supuesto, como ocurre siempre y había ocurrido también aquí y entonces nos convertimos nosotros en los que apoyábamos a las fuerzas, intelectualmente quiero decir, de América Latina que se habían quedado sin cabezas por las dictaduras de Chile, Argentina, Brasil, etc. Entonces poco a poco sin yo quererlo, ni saberlo se iban conociendo mis cosas en América Latina y llegó el momento en que hubo oportunidad de ir y empecé a ir y con ellos he establecido lazos muy estrechos y muy queridos, con unos países más que con otros y con grupos determinados.

¿Qué supone para mí América Latina? Pues supone una especie de vivencia auténtica de necesidades pedagógicas, primarias, supone darse cuenta del valor de la educación más allá de la historia y más allá de la sociología. Porque son países que están pasando por etapas que en Europa afortunadamente las hemos superado. Entonces digamos que es una incitación a un compromiso como muy básico. Los intereses son muy fuertes, muy potentes, son muy naturales, naturalmente muy potentes. Es una sociedad que necesita las ideas más que aquí, porque no tiene la facilidad de asimilar las que hay aquí y a lo mejor allí asimilan más que aquí, en cierto modo, también.

Para mí supone un mundo muy retador, es decir, es donde te encuentras un maestro con problemas de verdad. Un sistema educativo con problemas de verdad. Aquí los problemas parece que sean artificiosos muchas veces, lo cual no quiere decir que no haya problemas, que los hay muy gruesos. Pero si tú hablas del hambre en América Latina, la hay, si hablas del fracaso escolar por el hambre, en América Latina lo hay, si hablas de desigualdad en las oportunidades, allí son evidentísimas, si hablas de la necesidad de profesorado implicado, allí hay muy implicados y muy masacrados por las implicaciones que ha habido.

Es decir, es un mundo un poco más evidente, más clarividente, para tener más clarividencia personal de lo que representa la educación y la destrucción de los sistemas públicos de enseñanza, después de la ola de las políticas neoliberales que se han aplicado. Aquí el neoliberalismo se ve por ejemplo, y se ha visto la privatización pero no ha causado los estragos de América Latina. Todo aquello es como un laboratorio donde en vivo, en directo y en crudo y a lo salvaje se han aplicado políticas que aquí no se ven con claridad. Es un poco la pureza, el ver los problemas como manifestados más pura y más sencillamente.

DU: En 1985 decías que la práctica pedagógica estaba bastante anquilosada y si miramos ahora la docencia universitaria de España cuando se tienen a favor los factores del entorno, se encuentran situaciones repetitivas, ¿cuál es la salida?

En España lo que ha ocurrido en la Universidad es un gran problema debido a la expansión rápida, cuantitativa que ha sido muy veloz en los últimos años. Nos hemos plantado en uno de los países con más población estudiantil por corte de edad. La Universidad ha crecido enormemente, ha habido un esfuerzo educativo impresionante, pero esto no se ha hecho lógicamente, dadas las carencias de partida, en las mejores condiciones posibles. La Universidad española ha crecido enormemente y muy deprisa y eso implica costos, porque los equipos no siempre se pueden hacer a la medida de las necesidades de expansión y al mismo tiempo la Universidad española se ha abierto al mundo, a Europa, los equipos de investigación pioneros y punteros son de tan buena calidad como pueden ser en otras partes del mundo.

Entonces qué es lo que ocurre, que yo aprecio que estamos en una Universidad muy contradictoria, donde hay equipos de primer orden y personas de primer orden y equipos y personas que no merecerían a veces estar incluso en la Universidad. Es decir, la Universidad ha aumentado en cantidad y se ha hecho metafóricamente más grueso lo bueno, innovador y puntero y se ha hecho más amplio, inundador y lamentable lo negativo. El reto más importante que tenemos es: cómo los grupos de mayor calidad pueden no ser fagocitados por los grupos de mala calidad y ejemplos puedes conocer de cerca y cómo se pueden reconvertir los grupos de mala calidad en función de los criterios que predominan en los grupos de buena calidad. Ese es el reto más importante que creo que tiene la Universidad española porque ahí hay implícitos problemas de control de calidad, de evaluación de la calidad, de selección del profesorado y de suprimir algunos vicios del democratismo instalados en los últimos 20 años en España.

DU: Esos vicios pueden estar enmarcados en la Ley de Reforma Universitaria?

La Ley de Reforma Universitaria (LRU), fue una ley necesaria, importante, que daba respuestas a algunos de los problemas que tenía entonces, en 1983-84 aproximadamente (que ya casi no me acuerdo) pero otros problemas no los podía resolver. Hay un problema que tiene que ver más con la cultura, con los modos de pensar, de hacer, de comportarse que no dependen de leyes, sino de hábitos adquiridos con solidez, practicados con rigor, y vigilados con cuidado. Eso no depende tanto de las leyes como de la ética intelectual de las personas. Esos mecanismos no los garantiza la democracia de forma automática.

Democracia en la Universidad está significando en mucha medida participación necesaria, independencia del poder político y eso creo que es bueno, justo y necesario. Pero democracia está significando también que una persona subdotada respecto de otra, tiene el mismo peso en determinar la política universitaria en determinados ámbitos que otra de primera calidad. Un investigador pionero no tiene más poder de decisión que el último advenedizo que entra, debido a los sistemas de gestión seudodemocráticos, procedimentalmente democráticos, pero discutiblemente democráticos en cuanto a los valores y la cultura que implica. Eso yo creo que es uno de los problemas, que se sustancia básicamente en hablar de la calidad, aunque cuando se está hablando de calidad normalmente se está mirando para otra parte y no para esa.

DU: Cómo ocurre la formación en el medio del profesor universitario novel?

La Universidad española es funcionarial prácticamente toda. Es decir, el profesor es un funcionario que entra contratado por procedimientos de selección intrauniversitarios, pero en cuanto se estabiliza se convierte en funcionario estable. Eso es bueno porque ha garantizado la figura del funcionario estable frente a la arbitrariedad del poder, frente a la manipulación de determinado tipo de intereses, que garantiza determinadas libertades, autonomía e independencia, pero al mismo tiempo llega el virus del anquilosamiento, llega el virus de la burocratización, llega el virus de la falta de estimulación y eso introduce muchos problemas. Pero por qué digo esto, porque al ser funcionarial, la formación de equipos no depende de ninguna línea previamente existente, en torno a la cual se vertebren las gentes sino que un profesor entra, porque entra a la institución y allí encuentra unas gentes y esas gentes pueden ser de su línea, de otra línea, de un proyecto, de otro proyecto.

Entonces es muy difícil que los noveles entronquen con líneas de trabajo preexistentes, porque las líneas de trabajo obedecen a iniciativas individuales, también las hay de grupos por supuesto; pero digamos que no es una Universidad que funcione en términos de empresa, en la medida en que una empresa tiene un objetivo definido, trabaja con ese objetivo, calibra las necesidades de personal con ese objetivo, sino que aquí tú al profesorado te lo encuentras y el novel puede encontrarse con gentes de las cuales aprender y con muchas gentes de las cuales es mejor que olvide lo que ve, para no hacerlo. Entonces no hay una política de inserción coherente, ni siquiera incoherente, porque la que hay espontáneamente y en ese sentido es incoherente, pero no se puede decir que sea una política.

Los noveles no encuentran una estructura en la cual cobijarse para poder aprender. Lo que sí aprenden rápidamente, es que ellos son una especie de pequeños dioses al año siguiente de haber entrado. Entonces los mismos reproducen el fortísimo individualismo que hay en la academia universitaria. En cierto modo en nuestras disciplinas va bien, porque asegura independencia, pero por otra parte va mal porque no conjunta equipos, la descoordinación es improductiva etc. Aquí hay autoconstrucción. Cada cual se construye a sí mismo en función de con quién quiere tomar contacto. Últimamente, desde hace algunos años lo que hay es bastante más posibilidad de salir, visitar Universidades europeas sobre todo, por los convenios de la unión europea.  Las posibilidades de ver otros mundos y no sólo los propios son cada vez mayores para los profesores inquietos; pero el no inquieto que se anquilosa puede vivir sin que nadie lo moleste. Ese es el gran defecto de la Universidad española, que tiene muchas personas de alta calidad, pero tiene gente de pésima calidad a las cuales nadie las molesta, cosa que creo contraproducente con la institución, no ya no eficaz sino pública.

DU: Cuando tú dices “que nadie los molesta” se puede deducir entre otras cosas, que la evaluación de los docentes, concretamente las que hacen los alumnos ¿no ha tenido ningún peso en el crecimiento del docente universitario?

Antes quiero hacerte una precisión. El sentido común dice que la evaluación es una toma de conciencia sobre el estado de una realidad con el fin de adoptar decisiones para su mejora. Entonces el sentido que tiene la evaluación es contribuir a conocer mejor una realidad para adoptar políticas, macro políticas o micropolíticas y enmendar los defectos de esa realidad, eso significa que la evaluación tiene sentido si existe previamente una conciencia de que hay problemas y necesitan ser evaluados y por otra parte si existe la intención de acometer la mejora de las situaciones, para aplicar las consecuencias que se deriven de la evaluación. Yo creo que nadie discutirá explícitamente que todo el mundo quiere que las cosas mejoren, pero cuando lo ves en términos de acciones políticas concretas, de decisiones de departamentos, de rectorado, etc., yo presumo que el tema de la calidad no es una preocupación central.

Yo creo que la pregunta número uno – lo digo en mis clases- (lo he dicho esta mañana en mi clase, que me tocaba este tema) que tiene que hacerse un evaluador es para qué evalúa, porque si no sabe para que evalúa no tiene sentido que evalúe, y el saber para que evalúa significa como he dicho tener la preocupación de que algo funciona mal y hay que detectarlo y segundo que hay que mejorarlo, dicho eso qué sentido tiene lo que me preguntas, pues el sistema de evaluación vigente actualmente en la Universidad es triple, mejor dicho doble, pero después uno de los aspectos se desdobla.

La evaluación más importante por las consecuencias que tiene es la evaluación de la productividad científica, porque el estatus profesional, el salario parcialmente y una serie de otras motivaciones añadidas, tiene que ver con el reconocimiento explícito de lo que se llaman aquí los sexenios de investigación, que es que el profesor cada 6 años es libre de optar o no a un proceso de evaluación externa por parte de una agencia nacional, a la cual se le envía el currículum y de la evaluación positiva se deduce un incremento del salario para el resto de sus días. Entonces es una evaluación muy seria porque implica fijarse en la productividad (tiene defectos y es criticada, como es lógico no hay evaluación perfecta, por lo tanto ninguna de las que se haga va a dejar de percibir críticas) científica, publicaciones básicamente, proyectos de investigación; digamos las variables fuertes del profesorado universitario.

Hay otra evaluación, esta es mucho más light, más burocratizada, que es por quinquenios de docencia. Aquí hemos inventado un procedimiento que es complicadísimo, porque evaluamos la antigüedad por cada tres años, estrictamente la antigüedad vital. A mi cada tres años me aumentan el sueldo por el hecho de crecer en edad. Evaluamos la investigación cada seis años y evaluamos la calidad de la docencia cada cinco. Así que tenemos trienios, quinquenios y sexenios, es un paisaje lingüístico muy curioso.

La evaluación de la docencia se hace cada cinco años y prácticamente no conozco a ningún profesor de esta Universidad ni de ninguna otra que haya sido evaluado negativamente por no ser buen docente, y eso se debe a que no hay procedimientos que sean capaces de discernir, porque no creo que todos los profesores que existen en la Universidad española sean maravillosos, pero no ha habido ningún caso de separación de la docencia llamativo, no hay ninguna llamada de atención, no hay ninguna penalización, ni ninguna reconvención por el hecho de no ser buen docente. Este aspecto está francamente devaluado y se le reconoce como una especie de subida de sueldo encubierta al profesorado.

Esa evaluación se podría hacer de múltiples formas pero de facto sólo se hace de una, a través de encuestas a los estudiantes, pero como los estudiantes saben que no sirve para nada pues la desmotivación para hacerlas es cada vez más fuerte, algunos se niegan a hacerla y técnicamente es discutible, los aspectos que forman parte de las preguntas, delatan, transparentan, un modelo de educación universitaria francamente discutible. Hay cosas de las que se les preguntan irrelevantes, y hay cosas muy relevantes que no se les preguntan. Pero una evaluación con preguntas de lápiz y papel, sólo puede ser parcial necesariamente.

Opcionalmente se puede aplicar procedimientos de evaluación dentro de los departamentos y hay una comisión universitaria que recomienda que los departamentos se autoevalúen, pero la pregunta que yo hago siempre cuando se plantea esa cuestión, y para qué, que es la pregunta de sentido común que me hago siempre en la evaluación, es decir, ¿para qué sirve la evaluación?, para detectar el ¿qué?, yo no puedo decir que el profesor es de mala calidad porque me denuncian y no me serviría de nada decir que un profesor es de mala calidad. No hay un responsable que se encargue de esto, es una asignatura pendiente clarísimamente.

Así como la evaluación de la investigación ha cuajado y con problemas se va implantando progresivamente, la de la docencia está por descubrir. Y las encuestas para estudiantes no son ni operativas porque no se deducen consecuencias de ellas y dejan mucho que desear. Por otra parte yo siempre he defendido que el estudiante debe tener opinión, pero no como una opinión sumativa al final de un curso, para ver si el profesor ha sido bueno o malo, condenarlo o salvarlo, sino que el alumno debe tener opinión constantemente a lo largo del año, para modificar aquellas cosas que no funcionan bien y eso no es una encuesta. Eso es incorporar a las personas a los procesos de decisión y a los procesos de toma en consideración de esa conciencia de problemas que antes decía que no existe.

Yo sé que la biblioteca de esta Facultad no funciona bien y no tengo que aplicar ninguna encuesta para saber que funciona mal y yo sé que las clases son muchísimas y no hace falta aplicar ninguna encuesta para decir que los estudiantes no tienen tiempo de estudiar. Pero esa preocupación ¿a quién le interesa?, pues unas veces no es factible acometer reformas y otras veces no se quieren acometer reformas.  Entrando en el tema de la evaluación, yo creo que lo importante es tener preocupación constante por la mejora de los asuntos cotidianos. Porque evaluación que yo sepa es simplemente juzgar una necesidad, una situación de necesidad a partir de la toma de consideración de una realidad que se conoce mejor. Entonces la evaluación debe ser inherente a la intención de mejorar en la vida constantemente. Yo evalúo constantemente mi vida a medida que tomo decisiones y veo los resultados que obtengo, yo no creo mucho en las ceremonias formales de evaluación externa, eso ya te afectará a ti. Que hay que hacerla obviamente pero lo que creo es que esté incorporado el espíritu de mejora que implica la teoría y la ética de la evaluación a los procesos cotidianos.

No hay que esperar a final del curso para saber que un profesor es bueno o malo, eso hay que verlo el día que entra. El día que entra aquí no se hace nada por evaluarlo y después se le somete a encuestas de los estudiantes y últimamente estoy tomando conciencia cada vez más, del peligro que supone dejar sólo en manos de los estudiantes la evaluación del profesorado. Porque los estudiantes no son los ángeles puros y el profesor el demonio condenable, no. A veces los papeles están invertidos, el estudiante no siempre evalúa al profesor de acuerdo con criterios de calidad objetiva, sino de acuerdo con criterios de comodidad subjetiva. Eso es francamente preocupante si se instala como norma general.

DU: ¿Sabe el docente universitario reconocerse a sí mismo, puede autoevaluarse, por qué hay tanta desconfianza en la autoevaluación?

Esto me hace gracia porque hace unos años yo me preocupaba de este tema cuando hacía la tesis doctoral. Es una especie de proyección calvinista en nuestra cultura la de la autoflagelación. La evaluación es inherente como decía a la conciencia sobre las decisiones y actos humanos, es decir, si yo no salto el río, adquiero rápidamente conciencia de que yo no soy capaz de saltar el río, si yo doy una conferencia y me aplauden a rabiar, adquiero conciencia de que he interesado al menos a aquel público para el cual he desarrollado esa conferencia, es decir, la evaluación como autoconocimiento forma parte de la capacidad reflexiva del ser humano. Yo sé que no soy muy alto, también que no soy muy bajo, pero no por ello me pongo nota.

El problema de la autoevaluación es si se quiere deducir consecuencias externas a ese acto de tomar conciencia reflexiva, que ahí me parece que es desbordar las condiciones y los parámetros por los cuales la evaluación tiene sentido. La autoevaluación del estudiante viene muy bien para acostumbrarlo a que reflexione sobre sí mismo, pero si la evaluación repercute en una noticia exterior, en una calificación exterior, yo creo que la debe hacer alguien externo, porque encima no le vamos a dejar al estudiante que se autoflagele, no le encuentro sentido a los procedimientos de autoevaluación, salvo que se interprete como una discusión abierta, democrática, dialogante entre varios colegas, entre varios entendidos para tomar conciencia de una situación. Pero llamarle a eso evaluación, le podríamos llamar conciencia reflexiva o como ahora se llama investigación en la acción, que es básicamente lo mismo. Pero qué quieres que piense yo lo bueno y lo malo que soy y te lo diga, pues no creo que tenga sentido.

La autoevaluación forma parte de la capacidad reflexiva del ser humano y eso lo hacemos de forma natural cuando nos consideramos torpes por no haber hecho una cosa, acertados por haber hecho otra, pero incorporar eso a los parámetros de lo que llamamos evaluación en educación yo no lo introduciría. El examen de conciencia yo lo dejo para la conciencia, pero no para los examinadores de conciencias y otras especies que han surgido.

DU: Algún profesor propone que al profesor se le debe evaluar por los resultados de aprendizaje del estudiante, ¿cómo ves esta propuesta?

Eso es muy peligroso, porque supone hiperresponsabilizar al profesor de todo lo que le ocurre al estudiante y eso no hay nadie que sea capaz de demostrarlo, por otra parte los profesores que trabajan en condiciones menos ventajosas estarían en desventaja.

Los procedimientos de evaluación del profesorado que llegan incluso a modular el salario en función de los resultados son francamente injustos, porque trabajando con buena piedra se puede hacer mejor escultura que trabajando con mala piedra, de una mala cantera y en los estudiantes hay desigualdades de partida. Por otra parte la calidad de la educación depende de múltiples factores, uno de ellos muy importante es el profesorado pero no es el único. Yo por ejemplo, pienso: es importantísimo que los estudiantes más que escucharme a mí, lean las cosas que hay que leer, eso lo recomiendo en mi clase. Pero eso no se puede ejecutar cuando tengo grupos de 80 y los ejemplares en la biblioteca de un par de obras, tres, cuatro fundamentales son cinco, seis y hasta diez. La posibilidad de leer no depende de que yo sea capaz de sugerir, también depende de que haya posibilidades materiales de lectura.

Entonces, la calidad de la educación está multideterminada, por otra parte nadie sabe qué es calidad de la educación aunque todo el mundo hablamos, pero cualquiera que sea el concepto de calidad de la educación de la cual partamos o acotemos por convención, está multideterminado. El profesorado tiene parte de responsabilidad pero no toda ella, el alumno tiene también, la familia tiene también, la institución tiene también. Entonces centrar la evaluación del profesor en la calidad de los estudiantes es complicado, pero además implicaría también otra innovación importantísima, a mí no me pueden evaluar por los resultados que obtienen mis estudiantes, si los resultados los certifico yo, porque entonces yo salgo maravilloso rápidamente.

Tendría que ser un sistema de evaluación externa, no del propio profesor, es decir, si los sobresalientes y suspensos que mi grupo de estudiantes obtiene hacen que a mí me valoren mejor o peor no me pueden dejar a mí la capacidad de determinar quién es sobresaliente y quién es suspenso, porque entonces yo arreglo rápidamente mis deficiencias. En este supuesto significaría que hay que establecer sistemas externos de evaluación y esos me parecen negativos por otra serie de razones, entonces es incorrecto para mí e imposible y además éticamente peligroso, ese sistema. Una cosa es premiar al albañil por la cantidad de ladrillos que coloca, porque se supone que está en igualdad de condiciones que otro albañil, pero trabajando digamos con material humano no podemos manejar las realidades de forma simple y sencilla, influyen muchos factores.

Si yo me voy a la Universidad de Madrid de profesor seguro que obtengo mejores resultados que si me voy a la de Río Migno do Sur (no existe), que tiene un nivel económico, la zona muy inferior a la que tiene Madrid. Esta Universidad es mejor que otras, ¿por qué? pues porque tiene laboratorios que llevan dotándose años que no tienen las nuevas.  Las nuevas son mejores porque por ser nuevas tienen infraestructuras a veces mejores que las antiguas. ¿Cuál es la Universidad mejor?, pues por una variable una y por otra variable otra, es muy difícil hablar de calidad y juzgar la calidad en términos de la rentabilidad del estudiante. Que el profesor que aprueba mucho es bueno o malo, pues si enseña mucho es bueno, si no enseña y aprueba es un sinvergüenza. Y el profesor que da buenos resultados es bueno o es generoso? Estos problemas yo creo que conviene tratarlos con cierta prudencia porque las innovaciones no son fáciles, cambiar la realidad no es fácil, en este sentido.

DU: ¿Cómo puede la institución motivar al docente, evitar el anquilosamiento?

Muy fácil, primero ofreciéndoles las bases materiales para llevar una vida digna, esto en América Latina es más básico que aquí. Sin vida digna no se puede tener desarrollo profesional medianamente aceptable, eso supone condiciones materiales de vida-salario. Después condiciones materiales de trabajo, yo sin libros, sin revistas, sin posibilidades de viajar a las Universidades extranjeras o entrar en ellas por red, no tengo disponibilidad material de trabajo y eso son infraestructuras de bibliotecas, sistemas de ayudas al profesorado, proyectos de investigación, etc. Y en tercer lugar entraríamos en el terreno de las motivaciones, hasta ahora hemos hablado de las condiciones, primero genéricas y segundo específicas.

En el terreno de las motivaciones yo creo que la Universidad motiva elevando (a ver si lo digo de una forma que no suene muy rimbombante), que decimos acá) a criterio de funcionamiento normal, lo que es la excelencia pedagógica y la excelencia intelectual. Es decir, que el valor dominante en la institución, sea aquel que representa los genuinos fines de la institución. ¿Qué quiere decir esto? Al profesorado universitario, no creo que haya que motivarlo desde fuera, si no está motivado él por sí mismo qué hace allí? Es decir es una forma de vida acética, una forma de vida fraguada a lo largo de mucho tiempo y no creo que se trate de darle incentivos externos para que mejore, sino más bien facilitarle las condiciones para lo que se supone deben ser sus motivaciones internas se expandan y causen los efectos oportunos.

Y aquí es donde está la dificultad. La pregunta es, la Universidad tiene tres, cuatro funciones clásicas, vistas desde hace tiempo por todos los intelectuales que sobre este tema han pensado, desde nuestro Ortega y Gasset hasta Humbold y pasando por cualquier crítico que haya hablado de esto. La Universidad tiene que ser un eficaz agente del cultivo del conocimiento, tiene que ser un eficaz divulgador del conocimiento, tiene que ser en algunos tipos de estudios la preparación de profesionales para encardinarse en la sociedad y la Universidad debe participar en la mejora general de la sociedad, haciendo de asistente, crítica, guía, etc., lo que llamamos aquí la función de extensión universitaria.

Entonces cuando en la Universidad sea un valor importante el adquirir un premio novel, todo el mundo se sentirá estimulado a investigar hacia los valores que suponen premio novel. Cuando en la Universidad se reconozca al viejo profesor por la cantidad de libros que ha escrito y no por los cargos políticos que ha tenido, pues entonces la Universidad adquirirá una orientación de acuerdo con sus propios fines, inherente el funcionamiento a sus propios fines. Entonces, aunque sea un poco desviarme de la pregunta, no creo que se trate de inventar procedimientos de evaluación para detectar no sé qué,  sino de establecer valores que sean los referentes de la vida cotidiana, cuando esos valores sean referentes reales de la vida cotidiana, la gente se autoevaluará de forma normal y no hará falta ningún experto. Yo no creo que un premio novel, sea novel porque lo hayan evaluado mejor o peor, sino porque es un investigador que se dedica al cultivo del conocimiento por encima de cualquier otra cosa.

La pregunta es, si en las actuales Universidades estos valores siguen firmes en todas ellas y en todos los miembros de cada una de ellas y mi respuesta sería que no. Lo importante para ser un cargo académico aquí, no es necesariamente ser el mejor profesional, el mejor intelectual, el mejor sabio de una gran esfera de saber reconocido, sino el estar apoyado por un conjunto de intereses políticos que pueden tener que ver con la capacidad intelectual e investigadora y pueden tener que ver con valores totalmente contrarios. No digo que sean totalmente contrarios, tú que te has entrevistado con mi rector no? Que lo considero un profesional competente, sino que no siempre el valor original de la institución es el que se hace evidente en todas las prácticas de la institución y te podría contar muchas situaciones prácticas, donde los menos útiles son los más poderosos y los más sabios se tienen que apartar de los más inútiles para poder seguir siendo un poco más sabios.

Yo creo que lo que importa es la corrupción de fines de las instituciones que a veces tienden a reproducir intereses personales y corporativos pero no los fines genuinos de servicio al saber, a la ciencia, a la sociedad, a la cultura. Cuando esos fines sean vividos por todos, amados por todos, serán valorados por todos y no hará falta ninguna evaluación ni ninguna encuesta, porque eso no lo detectan las encuestas.

DU: Hablas de lo que debe dar la Universidad, pero no tocas las exigencias de responsabilidad…

Ah! Claro!   Puestas las condiciones materiales adecuadamente seleccionados los profesores hay que pedir resultados, no en términos de rentabilidad tangible, pero si hay que pedir responsabilidades, obviamente. Yo estoy en una Universidad pública y eso quiere decir que la responsabilidad es mucho mayor, porque los intereses a los cuales yo sirvo son mucho más ambiciosos que los de una Universidad privada, por ejemplo, y creo que lo que falta (yo lo defiendo aunque no esté muy acompañado en esta tarea)más controles, no para estimular, sino para evitar los desmanes, para evitar los incumplimientos que siempre los habrá.

En una institución tan numerosa como esta, creo que tenemos 3000 profesores, pues no supone un alma bella, caritativa y trabajadora inevitablemente en cada una de las personitas que habitamos este amplio colectivo y siempre existirá por parte de algunos la tendencia al descompromiso a la vida personal, a la vida personal quiero decir no de cultivo de los intereses públicos que he mencionado y creo que si que hace falta exigir responsabilidad, hacen falta controles. Quien no cumpla debe ser sancionado y hasta retirado de la docencia.  Pero que no me parece lo importante del sistema disciplinario, porque el sistema disciplinario o se basa a su vez en la asunción de aquellos valores o será visto como una imposición democrática y fácilmente arbitraria. Es decir, si no está claro el valor no estará clara ni la motivación, ni estará claro el procedimiento de penalización a la falta de cumplimiento, más allá de decir por ejemplo, que si yo tengo la obligación de la docencia X horas debo cumplirla, eso no me preocupa a mí porque eso es fácilmente comprobable,  pero se debe pedir cuentas mucho más a una Universidad pública.

Ahora cuáles son los datos que hay que hacer públicos para dar cuentas, pues ahí es donde estamos en la batalla. ¿Qué son? ¿Contratos científicos? ¿Contratos de tecnología? ¿Tesis doctorales? ¿Galardones adquiridos? ¿Número de egresados? Cantidad de publicaciones, en fin que sé yo, eso es complejo y variado. El que más establecido y aceptado es el de productividad científica.  El ranking de esta Universidad es de los más importantes de España, porque es de las que más produce científicamente en las fuentes de publicaciones internacionalmente reconocidas

DU: ¿Será que esa importancia que se le concede a la investigación va en detrimento de la docencia?

A mi no me suele gustar la contraposición de Universidad docente e investigadora.  Yo conozco y además sé, lo he tenido que estudiar, que no hay ninguna correlación entre variables de calidad investigadora y variables de calidad docente. Una persona puede ser un potentísimo investigador y un fatal docente y un buenísimo docente, como tal, docente que contacta con sus estudiantes, puede ser un pésimo investigador. Eso es lo que dice la estadística que no hay correlación. Se ha intentado hacer estudios, pero no es fácil porque extraer variables incuestionables de una y otra dimensión para ponerlas en relación matemática es francamente complicado.

Ahora dicho esto no quiere decir que las cosas sean como la estadística dice. Yo creo que en la Universidad se cultiva el conocimiento especializado y sin ser un buen investigador no se puede estar al día en el conocimiento especializado, eso es obvio. A mí me parece que no puede haber un buen docente universitario sin que haya un buen conocedor de la disciplina en la cual trabaja, a eso llámale investigador, llámale ser leído, el que investiga tiene que estar leyendo, estando totalmente al día con la producción del conocimiento. No creo que se pueda hablar de buenos docentes sin que haya buenos investigadores en el sentido de tener gentes capacitadas en el dominio de las tecnologías, de las técnicas, de las metodologías y de los conocimientos de las distintas ramas.

Pero dicho esto, eso no es suficiente para ser buen profesor. Hay un libro escrito por una compañera mía aquí en España que dice “no-basta saber la asignatura para ser buen profesor” y eso es una obviedad de perogrullo que no merece la pena discutir. La sabiduría implica capacidad de manejarse mentalmente con el conocimiento, pero no siempre implica automáticamente capacidad comunicativa de ese conocimiento. Lo que ocurre es que esa capacidad comunicativa en parte es adquirida y en parte está ligada a cualidades personales.

Con mi hija tengo establecido un principio para manejarnos en las conversaciones de familia sobre lo que es un buen profesor y un mal profesor y venimos a decir que un buen profesor es alguien con una cierta idea de lo que dice, una buena dosis de sentido común y ciertas dosis de salud mental. Lo que ocurre es que el sentido común no lo tiene todo el mundo desarrollado y a veces la salud mental deja mucho que desear. Pero la condición del conocimiento es condicio si ne qua non para la legalidad de la docencia y de la investigación, es decir de la Universidad.

Ahora lo que se le puede ayudar al profesor para que sea mejor comunicador, para que desarrolle la docencia de acuerdo con las peculiaridades de los estudiantes, el hacerle conocedor de una serie de técnicas elementales dentro de las posibilidades que ofrecen las condiciones reales, pues sí se puede mejorar, siempre es posible mejorar. Pero yo no contrapondría nunca la Universidad docente con la investigadora. No se puede ser buen docente sin ser un enterado investigador, o un enterado docente, me da igual. A eso yo lo llamo un investigador de las páginas de los libros y de las revistas, de lo que han dicho otros. Pero eso es condición necesaria pero no suficiente.

A los otros aspectos se les ha prestado históricamente en España nula atención. A los aspectos de estricta pertenencia a la esfera de lo docente, capacidad comunicativa, técnicas pedagógicas; yo creo que no es un problema tanto de técnicas sino de sentido común. Lo que ocurre es que el sentido común a veces es más complicado de establecer que el sin sentido común, pues al estudiante hay que enseñarle para que entienda lo que se le enseña, eso no es ninguna norma tecnológicamente complicada, eso es de sentido común. Si yo estoy hablando contigo es para entendernos, pues bueno esto no es del todo verdad en todas las aulas, hay profesores que se explican para que no los entiendan y lo malo es que hay estudiantes acostumbrados a aprender sin entender, que es el colmo.

DU: ¿Cómo influyen en la calidad las relaciones en el colectivo docente?

Por qué se muestran las condiciones de desagrado… bueno, yo creo que todo grupo humano es conflictivo irremediablemente en alguna medida y un grupo como la  tribu universitaria, que es el título de un libro de un profesor español, la tribu universitaria es muy complicada, porque es una tribu, se presupone culta, es sensible, polémica, crítica y entonces es, digamos, la zona propicia para establecer contrastes, fobias, pugnas ideológicas y no-solo ideológicas. A mí me parece que es normal que haya un determinado normal grado de anormalidad.

El problema,  lo que tú dices es cierto. Aquí hay condiciones objetivas para sentirse más feliz, mirando a otros que pueden que sean más felices, con otras condiciones objetivas menos favorables. La verdad es que la vida universitaria normalmente no es agradable desde el punto de vista de la vida cotidiana. Primero, porque en realidad la estadística dice que la Universidad española tiene 17 estudiantes por profesor aproximadamente pero yo tengo en este curso tres grupos de 100 estudiantes en promedio y 20 de doctorado, entonces no sé quién tiene tan pocos alumnos. Hay mucha gente que vive muy bien y otros que vivimos menos bien. Las condiciones de la docencia no son las mejores. Con ese número de alumnos en clase yo no puedo aspirar a conocer ni personalmente, ni por la cara siquiera a 300 personas. Eso produce una especie de malestar, en el sentido de que renuncias a una de las razones fundamentales que tendría la educación, la del contacto personal, la de la comunicación interpersonal. Es insatisfactorio per se pero la conflictividad que tú aprecias y la que yo vivo cotidianamente se debe no a estas razones que son importantes, las condiciones de docencia, sino a la mala gestión de la Universidad.

Yo creo que aquí la Universidad española tiene una asignatura pendiente. Tenemos equipos científicos, tecnológicos, de humanidades, de ciencias sociales, que se pueden como decimos vulgarmente codear con cualquier otro grupo de cualquier otra parte del mundo. Y hay contactos internacionales y hay además personas de otra calidad inferior como te decía antes. Pero los sistemas de gestión son muy poco profesionales, muy poco tecnificados. Entonces los profesores tenemos que estar a veces más implicados en tareas de gestión que en tareas y tiempos de mejora de la calidad de la enseñanza. Mi mesa es una muestra de lo que estoy diciendo. Yo tengo que decidir constantemente sobre cosas que deberían tener un procedimiento establecido de forma que lo desarrollase un personal técnico sin mi intervención y aquí todo hay que discutirlo. Ahora para darte un ejemplo, nos vamos a trasladar de edificio, pues tengo que estar esta mañana como responsable de la infraestructura de libros que me toca a mí y eso quita demasiado tiempo.

Se debe en parte a la falta de buena gestión técnica, pero en parte se debe a lo que yo comentaba antes de un seudodemocratismo, respecto al cual soy muy crítico, aunque no sea compartido por mucha gente. No es que yo no sea partidario ni amigo de la democracia, sálvenme los dioses, lo que quiero decir es que la gestión tiene sus reglas, la ciencia tiene sus reglas y hay cosas que no hay que votar. Hay un compañero filósofo de Barcelona, Jesús Masterín que dice que allí donde hay técnica y ciencia no debe haber discusión democrática, que es una forma de hablar un tanto exagerada, para enfatizar el problema.

Hay cosas que no deberían ser objeto de constante debate, sino que deberían ser normas de procedimiento establecidas técnicamente y eso nos amarga  más la vida porque da lugar a enfrentamientos mucho más puntillosos y constantes a lo largo del año. Por ejemplo, te mencionaré un caso. En la Universidad de Valencia es prácticamente un dogma que cualquier conflicto que pueda haber entre profesores, por motivo de la adjudicación de docencia, se resuelve apelando al criterio supremo de la antigüedad en el cargo, a partir de la igualdad de la categoría profesional.

Es decir, un criterio objetivo sobre el cual incluso, lamentablemente se han tenido que pronunciar los jueces. En caso de que un profesor entre en colisión con otro porque los dos quieren dar una determinada docencia, cuenta, quien tiene más categoría profesional de funcionario, el nivel profesional que tenemos y a igualdad de condiciones de categoría cuenta quién es más antiguo en la Universidad.

Bien, en principio no dudo que esto pueda ser un criterio, pero anula la posibilidad de que un profesor permanezca especializándose en unas mismas disciplinas durante algún tiempo. Porque yo que tengo la máxima categoría aquí y soy de los más antiguos, puedo quitar a cualquiera de la docencia que esté dando si me apetece. Esto por ejemplo, lo tenemos que hacer todos los años para decidir el Plan de Dedicación Docente del profesorado para el curso siguiente, todos los años da lugar a conflictos, porque hay profesores desalojados por el hecho de que han entrado a la Universidad tres meses, un año, dos meses más tarde. Independientemente de su calidad, independientemente de lo bien que lo estén haciendo, independientemente de la idoneidad de su especialidad.

Eso es una falta de buena norma de gestión. Eso causa infinito malestar en buena parte del profesorado, porque salvo las dos o tres vacas sagradas primeras de la jerarquía, los demás están en condiciones de ser desalojados constantemente. Es un ejemplo de una mala forma técnica que no existe en muchas otras partes del mundo y que es un falso concepto de una pretendida democracia, porque debe haber alguien que diga: “ tú eres más idóneo para dar esto que para dar esto”, lo cual no significa no tener en cuenta los intereses de las personas claro está.

 

 

DU: En las últimas intervenciones de asesoría qué ideas, ¿qué indicadores de calidad has tenido en mente?

Eso era un cometido muy puntual y es que la Universidad española es autónoma y eso significa la capacidad legal y procedimental práctica de proponer sus propios planes de estudio. Hay que seguir unas directrices válidas para todo España en cuanto a mínimos de créditos, unos bloques de formación para las mismas especialidades únicos para todo el país, pero el plan de estudios es bastante autónomo, tiene gran capacidad de autonomía la Universidad, en unos más que en otros, hay que decir la verdad.

Entonces la universalidad utilizando su capacidad de autonomía ha realizado propuestas absolutamente a veces improcedentes, inviables económicamente, alucinantes desde el punto de vista técnico- científico y el rectorado lo que hizo fue nombrar una comisión asesora que realizase informes técnicos respecto de las propuestas presentadas por los centros que eran algunas mejor que otras pero en algunos casos francamente no viables.

¿Qué experiencia he obtenido de eso que me preguntas? pues que la locura intelectual es un vicio francamente extendido, es decir las tribus universitarias tienen responsabilidades que cumplen a veces con rigor y otras veces tienen actitudes irresponsables en el sentido de proponer cosas que no se pueden financiar, cosas que no son técnicamente adecuadas, pero responden a intereses particulares de un profesor o de un grupo de presión determinado. Lo que hemos hecho es ponernos a mal con todos, indicando con el dedo aquellos lugares donde neurálgicamente se debería actuar, porque hay incorrecciones de tipo técnico, porque no hay adecuación a los tiempos del desarrollo científico, en este caso lo menos y sobre todo por organización interna.

Para que te des una idea la Universidad de Valencia contaba en total con 5000 asignaturas optativas.  Una Universidad que no tiene muchos medios económicos, pues es un dispendio absolutamente inasumible y es una locura tener 5000 asignaturas optativas… hemos supuesto que uno creyese que hay 5000 parcelas del conocimiento independientes, cosa que tampoco creo. Lo que hemos hecho en la comisión es rebajar de 5000 a 3000, personalmente creo que seguimos manteniéndonos en la locura. He aprendido que los males no son siempre de estructuras, sino que a veces los tenemos las personas implícitas y como la gestión es autónoma, pues la autonomía sirve para dar salida a nuestros buenos propósitos y deseos y a nuestras deformaciones.

DU: ¿Se puede observar alguna falta de compromiso con la Universidad?

Yo soy Russeauniano en el sentido en que creo en la potencial buena naturaleza del ser humano, pero también estoy convencido de que si te descuidas hay tentaciones para caer en caminos descarriados de la buena naturaleza. Entonces una organización tan inmensamente grande y compleja como es una Universidad del tamaño de esta que tiene 65000 estudiantes, no se puede basar en la buena voluntad, hay que tener procedimientos de control, de políticas decididas, etc. Como no somos ángeles puros sino que hay gente que vive de la Universidad para otras cosas, pues hay que estar vigilantes, pero creo que eso es normal en grandes organizaciones, en el ejército, en la iglesia, en la Universidad en los gobiernos. El hombre es bueno por naturaleza, pero también es natural que tienda a hacer alguna pillada, una pillería, no sé como se dice en Colombia.

DU: La concurrencia al SERVEI es voluntaria y es posible que no asisten las personas que deben asistir…

La Universidad es una institución que nace por unas circunstancias históricas concretas y se configura como un modelo centrado en el conocimiento básicamente y la preocupación por el estudiante, por la persona del estudiante, por las condiciones del aprendizaje, digamos que es natural a cualquier sensato ser humano, pero no forma parte de los valores dominantes del nivel universitario.  La sensibilidad pedagógica que yo no digo que no exista en la Universidad, pero entitativamente no conforma el sistema universitario. Ha conformado más la enseñanza primaria, la educación infantil y en alguna medida la educación secundaria.

Resulta que por historia, así como es normal pensar que el profesor universitario debe ser sabio en lo que enseña, no se ha dado el que el conocimiento pedagógico se considerase como imprescindible,  entonces no forma parte de la cultura dominante el creer que ese conocimiento puede ser rentable en términos de práctica pedagógica, en términos generales. Así la mayor parte de las Universidades del mundo no tienen programas de formación pedagógica para los docentes. Dicho esto hay que decir también que el conocimiento pedagógico dominante no se ha especializado demasiado en los niveles universitarios, tú mira las publicaciones de cualquier casa editorial y raramente encuentras un libro dedicado a la Universidad y miles dedicados a primaria y dedicado a secundaria, es lo que yo te decía que la sensibilidad pedagógica se centra básicamente en los niveles elementales y medios del sistema y esto es una connotación histórica fortísisma en todas las Universidades del mundo.

Lo cual no quiere decir, insisto, que de forma natural un profesor esté despreocupado por lo pedagógico pero no se concibe como normal que tenga que tener una formación previa al ejercicio profesional de tipo pedagógico. Eso y la falta de medios en términos de profesores y de recursos, hacen inviable un sistema obligatorio. Lo máximo que se puede hacer en esta etapa es ofertarlo como algo voluntario, aunque sería de obligatorio cumplimiento algún tipo de requisito pedagógico general, pero de comportamiento práctico, más que de formación en cursos. Yo creo que hay unas formas de racionalidad pedagógica para las cuales no hace falta recibir ningún cursillo de ningún tipo, sino que forman parte de la correcta organización docente. Por ejemplo, debe ser normal que el profesor sea capaz de evaluar adecuadamente al estudiante sin que haya un curso para decir como se evalúa normalmente al estudiante.

Qué quiere decir evaluar con normalidad al estudiante? Pues, como les decía a mis estudiantes esta mañana el ABC de la evaluación en la Universidad como en cualquier otro sitio, debe ser evaluar con justicia, no debe ser ejercer el poder que da el puesto de docente sobre el estudiante que tiene menos estatus, que el alumno tenga derecho a saber cómo va a ser evaluado, que las pruebas objetivas sólo se utilicen para que el conocimiento que es pretendidamente objetivo y que es muy poquito el que existe, por lo tanto es muy inadecuado el poner tanta prueba objetiva. A eso lo llamo yo el sentido común que antes te decía.

Después sí se deben fomentar las actividades de formación, de forma explícita y sistemática, pero no forma parte de la cultura todavía dominante, ni forma parte de la cultura que debería ser avanzadilla para que la cultura dominante cambie. Es decir, no es preocupación ni de las masas ni de las minorías avanzadas, por lo tanto no se imparte, pero es un mal que está en el universo, digámoslo de forma bastante bien representada. Hace unos años hubo un grupo de investigación que trató de recopilar los programas que en Europa y en EE.UU básicamente, tenían las Universidades a este respecto y se encontró con un gran vacío y amigos que sé que lo hicieron y que tienen publicado el informe y hay escasos ejemplos donde hay programas pioneros.

Yo creo que hay que confiarlo hoy día más a la racionalidad del comportamiento cotidiano de los departamentos. Hoy (en clase) he hecho una pregunta a mis estudiantes: ¿os sorprenden con los exámenes en un día que no esperabais? Todos mayoritariamente me han dicho que no, que nadie es tan cínico, tan cruel, como para un día sorprender con un examen a los estudiantes. Esa pregunta se las he hecho que si les ocurrió en la enseñanza secundaria y ya la mayoría ha dicho que sí y cuando he retomado la pregunta y la he hecho respecto a la primaria mayoritariamente me han dicho que es práctica normal y les he dicho bueno, pues en ese sentido la ética de la evaluación ha mejorado.

A continuación les he hecho la pregunta en la Universidad primero: os sorprenden con la forma de examen con la cual os examinan y entonces mayoritariamente han dicho que sí, que no les sorprenden respecto del tiempo pero si les sorprenden respecto de la forma. Como yo estaba teorizando la idea de que la evaluación no puede ser nunca objetiva, sino que es inevitablemente algo subjetiva y no te puedes salir de ahí, pues dice que por requisito de ética eso debe ser conocido previamente, debe ser dialogado previamente y no hay que sorprender a nadie. Ni con el día que parece que estamos todos al tanto de que no hay que hacerlo, pero ni con la forma. Esto requiere un cursillo para decirlo? evidentemente no, esto bastaría con que los departamentos dijeran como norma de comportamiento al profesorado, la Universidad como norma de comportamiento general: el estudiante tiene derecho a saber la forma en que va a ser evaluado. Eso bastaría que el rector lo dijese en una línea y sería difícil que hubiera alguien que se opusiese, porque formaría parte de los derechos humanos en versión pedagógica, el que “uno debe saber la forma en la cual va a morir si es sentenciado” y uno debe saber en la forma en que va a ser examinado. Lo que no quiere decir es que tenga que saber lo que le van a preguntar pero sí sobre lo que le van a preguntar y sí la forma en que le van a preguntar porque eso condiciona terriblemente el rendimiento y comportamiento del estudiante.

Esas acciones, como el hecho de que haya una programación previa del curso, como el hecho de que el estudiante conozca previamente lo que se ha de impartir, como el hecho de que haya una periodicidad racional del contenido impartido, como el hecho de que un alumno pueda preguntar al profesor cuando no entiende nada. Yo creo que sobre las acciones no la teoría eh? se puede avanzar mucho sin cursos de perfeccionamiento del profesorado, bastaría una norma de correcto comportamiento basado en lo que mi hija y yo llamamos el sentido común pedagógico.

DU: Cuando decías algo así como ‘‘en el momento en que el conocimiento científico se transforma en saber y en forma de vida estamos formando’’, se puede extender esta función a los docentes?

El conocimiento tiene una dinámica que hay que dominar pero tiene una ética, también. En la medida en que seamos fieles seguidores de lo que obliga el contenido y la metodología científica y de lo que obliga la ética del conocimiento, seremos intelectuales sinceros, intelectuales correctamente ubicados en un sistema de conocimiento en el cual deben operar valores del tipo de: hay que estar al día de lo que se piensa, hay que tener capacidad crítica de discutir lo que se piensa y hay que tener valentía para aceptar que uno no sabe todo de lo que se piensa y hay que tener valentía para transmitir una actitud modesta respecto de lo que se piensa, etc., etc. cuando esto lo ves reflejado en la actitud cotidiana de las personas es cuando estás formando al estudiante. El que transmite el conocimiento además de transmitirlo con agrado, pasión, la pasión de conocer, con la ética y la modestia que da el ser conocedor de aquello que solo sé que nada sé y eso es lo que tiene valor auténticamente formativo.

Hay un literato español Félix de Azúa, un novelista, le preguntaban en Cuadernos de Pedagogía, qué piensas tú que debe ser un profesor y él decía un narrador divertido y es verdad, el profesor debe ser un narrador divertido, pero dándole al término una significación más profunda que el simple divertimiento de las masas, porque las masas también se divierten con los partidos de fútbol. Un narrador divertido significa alguien que hace revivir la pasión por el conocer y el gusto por el conocer, al mismo tiempo que transmite la modestia de lo que se conoce y eso sólo lo puede hacer quien es conocedor de muchas cosas. Los conocedores de muchas cosas y bien conocidas son los más modestos conocedores y en ese sentido yo creo que enfocaba el tema de la formación.

Con respecto a los profesores esto no se puede dar en cursos, porque poseer el conocimiento es adueñarse de una esfera, (esa es una metáfora que empleamos a veces y ya no sé si es mía o de alguien, ya no lo sé), conocer algo es dominar una esfera y a medida que es mover la esfera es mover la superficie con el mundo exterior no perteneciente a la esfera. Es decir, a medida que se agranda la esfera se aumenta la conciencia del mundo que te queda por conocer, es decir, a medida que conoces eres más modesto respecto de lo que sabes que te queda por conocer y en la educación la forma de aumentar la esfera es acudir al mundo extraesférico de la educación, porque la educación tiene unas disciplinas propias pero como es una función implicada en toda la sociedad, en todos los ámbitos de la cultura, la educación alguien dijo (Bell) que es la disciplina de las disciplinas, porque para ser matemático hay que dibujarse como matemático y para ser filósofo hay que estar educado como filósofo, en definitiva Dewey también lo decía, la educación es una disciplina que podría estar epistemológicamente jerarquizada por encima de todas las disciplinas pero no porque esté sobre todas las disciplinas, sino porque en todas las disciplinas se aprende algo de cómo funciona la educación.

La educación en definitiva es una forma cultural de reproducir la cultura que está inherente en la propia producción de la cultura y por eso el experto en educación que se queda en las disciplinas educativas es un pobre educador. Porque la educación es unmetarrelato que se nutre de otros relatos y que se ejercita en otros lugares y en otros ámbitos de práctica distinta. Entonces si no estás un poco viendo las implicaciones… la educación hacerla bien, es cuestión de buena intuición, pero pensarla bien es una tarea francamente de dioses, es decir imposible. Porque supone estar en condiciones de conectar lo que el mundo del arte, de la ciencia, de la tecnología, de la sociedad, de la filosofía, de la antropología, de la economía tienen que ver con la marcha de los asuntos humanos. Porque la educación es por definición la forma de hacernos mejores a los seres humanos, entonces la economía, el conocimiento, todo hace al ser humano y entender al ser humano como se hace a través de la cultura, eso es el proceso educativo.

Bueno ahora me voy  que me toca hacer la comida, los espaguetis, tengo una forma muy rápida de hacer unos buenos espaguetis.

Fuente :

http://www.uv.es/arbelaez/v2n204josegimeno.htm

Fuente imagen

https://lh3.googleusercontent.com/qvxiy4Kreg6BKr-2kkDvLhbjQfC7e_173nKOkD0Ibar3Gta2d0v8ESWAw73c_Xr51XDDtXw=s85

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Noah Weeth Feinstein, “La enseñanza no ha conseguido que los jóvenes conecten la ciencia con la vida real”

Entrevista a: Noah Weeth Feinstein

Ana Hernando. SINC. En el especial de Science titulado ‘Grandes retos en educación científica’, el profesor Noah Weeth Feinstein, de la Universidad de Wisconsin-Madison, propone estrategias para que los alumnos de disciplinas no científicas se interesen por la ciencia. Entre otras cosas, aboga por relajar la rigidez pedagógica y utilizar la ciencia para resolver problemas cotidianos.

Su artículo de hoy en Science habla de varias líneas pedagógicas para ayudar a los estudiantes a usar la ciencia en la resolución de problemas prácticos, incluso entre los que llaman competent outsiders, que no van a optar por una carrera relacionada con ciencia o tecnología.

La enseñanza tradicional no ha conseguido que los jóvenes conecten la ciencia con la vida real, pero creo que es una de las herramientas más importantes que pueden desarrollar, y tienen que aprender a hacer esa conexión por sí mismos. Los profesores nos centramos en problemas artificiales, definidos en términos puramente científicos, y asumimos que, de alguna manera, los alumnos serán capaces de asociar esos problemas con una realidad local más compleja.

Así que la enseñanza de la ciencia no es la adecuada…

No, porque utilizamos unos escenarios muy poco convincentes en vez de empezar por las cuestiones que a los estudiantes les interesan. En el artículo recomendamos varias estrategias que son parte de investigaciones en curso, como el aprendizaje basado en problemas, que enfrenta a los estudiantes con problemas mal estructurados para que tengan que ampliar sus conocimientos y desarrollar soluciones. Otra línea es la llamada placed-based education, que aprovecha el conocimiento científico para aplicarlo en beneficio de una determinada comunidad; y también se puede trabajar con temas de discusión en ciencia, tecnología y sociedad.

¿Qué aportan estas estrategias?

Lo que tienen en común es que todas se centran en problemas que no están definidos en términos púramente científicos y requieren que los estudiantes trabajen en colaboración con sus profesores para averiguar cómo la ciencia puede contribuir a ser parte de la solución. 

«La forma en que la que enseñamos hoy ciencia no es muy útil, pero, con las reformas necesarias, podría serlo»

 ¿Es la ciencia útil para resolver problemas cotidianos?

Sí, pero es absolutamente fundamental que entendamos que los problemas de las personas no están definidos en términos científicos. Tenemos que saber qué ciencia es relevante, y luego, cómo hacer un buen uso de ella. Coger un hallazgo científico y trasladarlo a las condiciones particulares de nuestras vidas no es una tarea trivial, pero es lo que tenemos que hacer.

¿Puede poner algún ejemplo?

Uno muy obvio es el cambio climático. Los estadounidenses escuchan constantemente que la ciencia detrás del cambio climático antropogénico es todavía muy incierta. Los lectores de Science saben que eso no es verdad y que hay un número mínimo de negacionistas, pero ¿cómo va entender el público lo que los científicos saben o cómo se maneja en ciencia la incertidumbre? Estos son los desafíos que la educación científica debe afrontar. La forma en la que enseñamos hoy ciencia no es muy útil, pero podría serlo.

¿Cree que el enfoque actual de la educación científica es demasiado rígido como para que los alumnos se interesen por la ciencia?  

En EE UU centramos casi toda nuestra atención en los hechos, principios y habilidades que ayudarán a los estudiantes a ser buenos científicos. Asumimos que esos mismos hechos y principios también les ayudarán a interaccionar con la ciencia como ciudadanos, pero la ciencia y el mundo cambian tan rápido que es imposible predecir qué va a interesar dentro de 20 o 30 años.

Creemos que en lugar de dar a los estudiantes un conjunto de hechos y principios, deberíamos pensar qué van necesitar cuando se encuentren con cosas que no se pueden anticipar. Y también enseñarles a que sean capaces de saber cuál será la ciencia importante para ellos en el futuro.

¿Piensa que los científicos se resisten a nuevas fórmulas de educación?

A veces, sí, pero todos tenemos una tendencia natural a repetir las cosas que nos resultan familiares. Sin embargo, los científicos también pueden ser una parte muy importante de la reforma, son muy influyentes en la enseñanza de la ciencia. Creo que lo primero que deben hacer es cuestionar la forma en que siempre se han hecho las cosas. Deberían llevar a la educación científica el mismo escepticismo que utilizan en su trabajo, preguntarse si la ciencia que se enseña hoy en el colegio es útil y porqué.

«Hay que enseñar a entender las bases sociales e institucionales de la credibilidad científica»

La segunda cuestión que deben asumir los científicos es no ocultar cómo funciona la ciencia. La mayoría de la gente no tiene ni idea de lo que es una revisión por pares, y esto podría ser muy importante para una persona que trata de informarse sobre cambio climático o vacunación. Los científicos deben ayudar a los profesores a descubrir la mejor manera de hablar sobre ciencia, respetando el trabajo científico sin idealizarlo.

Entones, en su opinión, ¿cuál es la mejor forma de enseñar ciencia?

Hay una cosa en la que todo el mundo parece estar de acuerdo y es que la educación científica debe ser útil para los no científicos. Nuestro artículo cuestiona algunas convenciones establecidas sobre cómo y por qué la ciencia es útil en la vida diaria y sugiere que, con el fin de proporcionar una buena educación científica para no científicos, necesitamos analizar la forma en la que la gente interacciona con la ciencia una vez que han acabado la escuela.

¿Cuáles son sus recomendaciones?

Hay que ayudar a los estudiantes a conectar las cuestiones que les preocupan con la ciencia. Además, debemos enseñarles a entender las bases sociales e institucionales de la credibilidad científica. Los científicos saben qué revistas son fiables y qué autores e instituciones son dignos de confianza, y es muy importante que los ciudadanos también sepan que no toda la ciencia es igual.

Otra recomendación es potenciar que los estudiantes desarrollen sus propios intereses. El sistema educativo quiere que todos aprendan las mismas cosas y no deja que los niños sigan lo que les fascina. Sin embargo, las últimas investigaciones demuestran que los estudiantes con intereses propios en ciencia, no importa cuán específicos o extraños puedan ser, tendrán más confianza al acercarse a la ciencia en el futuro.

Fuente: http://redesib.formacionib.org/blog/noah-weeth-feinstein-la-ensenanza-no-ha-conseguido-que-los-jovene?xg_source=msg_mes_network

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Comentarios al Acta del XXII Congreso Nacional de Historia Sobre política científica y ética

Entrevista a: Felipe de J. Pérez Cruz

En el debate sobre la situación de la historia en el país, su investigación y enseñanza acredito que existe un conjunto de problemáticas que debemos atender y resolver. En los últimos años hemos debatido sobre el contenido, organización y trascendencia de los congresos nacionales de Historia, tradición de eventos fundada por Emilio Roig de Leuchsenring desde 1942, que felizmente rescató la Unión Nacional de Historiadores de Cuba (UNHC). Soy de los que considera que estos Congresos deben de repensarse desde la propia tradición democrática y científica forjada por Roig de Leuchsenring, y en tal propósito trabajé con los asociados de la capital en la organización de los congresos de esa provincia en los últimos once años. A la vez he hecho llegar a la dirección de la UNHIC mis criterios y sugerencias en relación a cómo deben realizarse los congresos.

Recién conocí de la publicación del Acta del XXII Congreso Nacional de Historia, realizado en abril pasado, en la hermosa ciudad de Holguín, y con preocupación observo en lo que se lee en el documento y en varias resoluciones, que los posicionamientos inadecuados y las decisiones desacertadas, lejos de resolverse, se acentúan. Entre un número significativo de objeciones, me referiré a las que en mi opinión resultan más significativas en el orden de la política científica y de la ética que nos merecemos.

¿Qué aportó el XXII Congreso?

Un primer hecho que se nota en el Acta es la ausencia de definiciones de aporte. Conozco la calidad de las investigaciones que nutrieron las presentaciones de la delegación habanera al XXII Congreso, y estoy al tanto de los resultados y temas que se trataron en las ponencias de no pocos de los colegas de otras asociaciones provinciales. Hay en el país un crecer significativo en calidad, en definición de resultados de impacto, y sin dudas esta realidad debió caracterizar el hacer en las comisiones de discusión. Sin embargo, lo primero que resulta significativo en el Acta, es la ausencia de una evaluación cualitativa de los resultados historiográficos generales del Congreso. ¿En qué fue importante el XXII Congreso para las ciencias históricas, la historiografía, la arqueología, los estudios de patrimonio, la enseñanza de la Historia? ¿Qué trabajos de los presentados, qué autores y temas marcaron diferencias, nuevos aportes? ¿En qué se avanzó o no, respecto al XXI Congreso? Desafortunadamente el Acta no nos ofrece respuestas concluyentes a estas y otras interrogantes fundamentales.

Sé que el exacto balance autocrítico casi siempre es inalcanzable, porque nadie tiene la última palabra, la verdad y la claridad absoluta. No la tiene una persona, ni un colectivo, ni un Congreso. Siempre quedaran aspectos no suficientemente dilucidados, matices por precisar, se harán valoraciones felices o infelices, pero hay que comprometerse con unos u otros criterios, con unos u otros argumentos, sean estos aportados por uno o por varios autores. La defensa de la cultura e historia del país, necesitan de tales tomas de partido. Un Congreso de Historia debe orientar a los cientistas, a los maestros, a los demás intelectuales y artistas, a los trabajadores, al pueblo. Así lo pensó e hizo Emilio Roig de Leuchsenring.

No basta como se lee en el Acta “encargar al Ejecutivo Nacional de la UNHIC que ponga a disposición del Ministerio de Educación las ponencias presentadas en el Congreso referidas a la personalidad histórica del Comandante en Jefe Fidel Castro y las posibilidades de su utilización en la enseñanza de la Historia de Cuba. El Congreso –si de la tradición fijada por Emilio Roig de Leuchsenring se trata- se reúne para conocer y precisar los aportes, los nuevos conocimientos, no para entregar un grupo de ponencias. En todo caso habría que entregar al MINED, los documentos de consolidación de resultados de investigación, las monografías y artículos que demuestran que lo dicho en las ponencias, constituyen resultados de ciencia, vistos, aprobado y certificado por los órganos académicos correspondientes.

Los Congresos como nos enseñó Roig de Leuchsenring, no pueden pensarse como un desfile de ponencias, cuyo más inmediata consecuencia será la de engordar currículos. El programa científico de los congresos, se consume además en presentaciones adicionales de invitados. Podemos organizar giras de los Premio Nacionales y de otros especialistas, cursos pre y post congreso, y muchas otras actividades de promoción, pero el espacio del Congreso, el tiempo de los delegados debe ser respetado para analizar y discutir sus trabajos, sus puntos de vista, este es el propósito convocado.

La organización de la presentación de los delegados, debe introducir fórmulas más modernas y prepositivas. Todo en atención a que los temas que se acordaron para la agenda del Congreso, sean acotados y significados con los aportes personales y colectivos. Hay que educar y exigir calidad, develar que parece pero no es, dónde está la joya –aunque esté en bruto-, y rechazar el refrito casi siempre vendido en finas y cuidadas formas gramaticales. No puede terminar un Congreso, sin producir resoluciones que planteen lo nuevo, lo avanzado, y también lo polémico. Hoy muy poco de esto se hace. El Acta y los documentos a los que he tenido acceso lo confirman.

Hoy que salvar el Congreso de los discursos “emulativos”. Cuidarnos de los falsos protagonismos. Dar a conocer cuáles son los historiadores y las historiadoras, los colectivos y las instituciones, que marcan la dinámica del debate y la construcción de conocimientos desde los propios resultados presentados y validados.

Nuestro país trabaja por la máxima equidad y en buena y significativa proporción lo ha logrado. Pero aún los acumulados históricos pesan. En la Habana y en tres de las capitales de provincia, se concentran junto con las comunidades culturales y universitarias de mayor tradición en la investigación histórica, los centros académicos más importantes del país, realidades que crean condiciones más ventajosas en esos territorios para la labor de los asociados a la UNHIC. Las diferencias en tradición y aseguramientos, se reflejan en el Congreso Nacional de Historia, donde los colectivos de las referidas provincias prácticamente totalizan el 85% de las ponencias presentadas en los últimos congresos nacionales. No se aprecia en el Acta, que el XXII Congreso haya puesto su atención en buscar fórmulas activas, que permitan una participación realmente nacional, en la perspectiva de lograr que los congresos impacten en todo el territorio y contribuyan a generar nuevos incentivos para el pensamiento, la investigación y el activismo histórico, en aquellas regiones de menor desarrollo relativo. El Acta refleja que lejos de pensar en la masificación de la cultura y la ciencia histórica, desde el propio acto de su debate y construcción dentro del Congreso, asistimos a un fortalecimiento de las tendencias academicistas.

Los objetivos de trabajo del Partido: La más significativa ausencia

Hubiera sido de interés que el XXII Congreso valorara la labor académica desarrollada por la UNHIC, alrededor de los Objetivos de Trabajo del Partido, aprobados en la Primera Conferencia Nacional del Partido, en enero del 2012.

Sin dudas la labor de la academia cubana, no puede ser reducida a las prioridades partidistas por muy estratégicas que estas sean. Más allá de lo importante y urgente para el Partido, siempre habrá un amplio universo de intereses y necesidades a atender. Sin embargo, lo importante y lo urgente en criterio del PCC, reclamaba la atención del XXII Congreso y más: Haber llegado a la reunión científica de Holguín, con un conjunto de resultados de ciencia y propuestas.

Con certeza se ha precisado cómo desde los centros de la propaganda imperialista y anticubana, está en marcha un millonario y bien organizado programa de desmontaje de la historia nacional, pero no interiorizamos suficientemente que el problema fundamental está en que carecemos de una estrategia de construcción de nuestra propia historia. En esta ausencia, la atención tácita a la demanda partidista no es solo un hecho de “procedimiento”, funciona sobre todo como eje orientador para la acción y la labor cienciológica. A falta de otros objetivos que debieran formularse en relación con la Historia, la función directriz la cumple en particular el Objetivo No. 641, aprobado en la citada Primera Conferencia Nacional del Partido.

Trabajar sin eje orientador, nos da por resultado el listado de asuntos inconexos que refleja el Acta del XXII Congreso.

¿Fortalecer la unidad?

El Objetivo No. 64 solicita “fortalecer la unidad”, el Acta nos informa que la prioridad fijada en el XXII Congreso estuvo en “profundizar en las indagaciones sobre el federalismo en diversas regiones y localidades y sus personalidades representativas, asumiendo fundamentos teóricos que permitan conclusiones más acabadas y establecer los puntos comunes existentes”.

¿Ya está agotado el estudio sobre la construcción histórica de unidad revolucionaria? Sin dudas hay abordajes muy enjundiosos sobre la Guerra de los Diez Años, pero tal cualidad escasea en la guerra del 1895, mientras, permanece semi-develado el difícil periodo entre guerras, solo atendido con cierta holgura en las figuras centrales de José Martí, Antonio Maceo y Máximo Gómez. Los avatares de la unidad en la república solo cuenta con el énfasis, no pocas veces de la mano del anticomunismo, sobre el dogmatismo sectario de dirigentes del primer Partido Comunista, como si no hubieran existido múltiples apasionamientos, tan sectarios como dogmáticos en otras organizaciones y figuras históricas. Tal pareciera -según cierta historia “oficial” de la Revolución que aflora con bastante frecuencia-, que Fidel Castro fue siempre considerado un iluminado, atendido y seguido por todos, y que la rebelión trascurrió por unanimidades entre los líderes y combatientes de las distintas organizaciones. El Fidel de las dificultades, frente a incomprensiones, disensos y traiciones, el hombre que reencarnó a José Martí en la tarea gigante de forjar la unidad ideológica y política de todos los patriotas, permanece aún en la sombra por la falta de estudio e introducción de lo hasta ahora develado. La tarea titánica de forjar el Partido único de la Revolución, la conducción del tránsito desde el pluripartidismo revolucionario al nuevo Partido Comunista, sus avatares y retos, no se conocen por las nuevas hornadas de militantes. Ni siquiera por estos días de jubiloso aniversario por sus noventa primaveras, hemos sido capaces de abordar en profundidad esta arista fundamental de nuestro fundador.

La historia real y compleja de la unidad entre los revolucionarios, es un capítulo principal, pero no agota la historia de la unidad nacional: Este temática tienen mucho que decirnos sobre el presente, su valor para la prospectiva es incalculable. Me pregunto cómo pudo faltar esta prioridad en el inventario que hace el Acta del Congreso, más cuando sabemos que el tema estuvo presente o fue referenciado en varias de las ponencias presentadas. Las inconsecuencias que apreciamos nos obligan a preguntarnos también, si el énfasis del Acta por el tema del federalismo y sus figuras, se concibe como parte de las problemáticas de la unidad nacional en tanto objeto de estudio, o en su diferencia responde a intereses particulares, locales o sectoriales.

¿El internacionalismo y los estudios internacionales?

No solo el tema del federalismo aparece colgado, sin asideros en una lógica programática de política científica. Tal situación salta en todo el documento, y gravita sobre otros asuntos tratados con notable superficialidad. En orden de trascendencia no puedo dejar de mencionar el tema del internacionalismo.

El Objetivo No. 64 propone “promover la comprensión” sobre “la tradición patriótica, cultural, solidaria e internacionalista de nuestro pueblo”. El Acta nos informa que la prioridad fijada en el XXII Congreso, estuvo en “ampliar las investigaciones sobre el papel desarrollado por los internacionalistas cubanos contra el nazi fascismo durante la Segunda Guerra Mundial, particularmente su incursión dentro de los ejércitos aliados. ¿Nos preguntamos –y solo referimos el siglo XX-, si ya está agotado el estudio de la participación en la Revolución Mexicana o en defensa de la República Española? ¿Cuándo vamos a dar atención al estudio del internacionalismo en la época de la Revolución: 380 mil cubanos y cubanas pelearon en África, antes y durante las grandes epopeyas de Angola y Etiopía, y cientos, más anónimos aún, lo hicieron en Viet-Nam, en Argentina, Nicaragua, El Salvador, Venezuela, Granada, y en muchos otros escenarios del movimiento antimperialista y de liberación nacional? La gesta boliviana de la guerrilla del Che, que puede parecer “estudiada”, reclama de la mirada desde la historiografía cubana. Ante estos retos, según el Acta que citamos, la UNHIC se propone solo prioriza el estudio de la participación cubana en los ejércitos aliados durante la II Guerra Mundial.

Centrar la mirada en “los ejércitos aliados”, habla de una pluralidad que debe ser precisada. Hay estudios sobre la participación de jóvenes comunistas cubanos en el Ejército Rojo, pero ¿está la presencia cubana agotada con lo ya publicado? ¿Nos referimos en concreto a potenciar el estudio de la participación cubana dentro del Ejército estadounidense?: Sin dudas esta última es una deuda de estudio, y se la debemos a nuestros pueblos –al cubano y al estadounidense-, a su amistad y colaboración.

Asumir la deuda que refiero es tan importante para los dos pueblos, como conocer –no olvida y sacar lecciones- de la colaboración militar y de inteligencia del Gobierno de los Estados Unidos, con la dictadura de Fulgencio Batista, y si en el plano militar internacional se trata, se precisa develar el enfrenamiento de nuestros internacionalistas con los boinas verdes, los marines, la CIA, el terrorismo de Estado, los bandidos de la contra y la metralla “made in USA”, que asesinó en Viet Nam, Bolivia, Nicaragua, Guinea Bissau Angola y Granada a nuestros compatriotas, a cubanos en misión militar, y a maestros, constructores, tecnólogos, diplomáticos y otros trabajadores civiles. Es asumir que el crimen de Barbados contra un avión civil cubano, fue el resultado de la histeria y venganza de Henry Kissinger, por la participación cubana en la derrota del plan de la CIA con Sudáfrica, para impedir en 1975 la independencia de Angola y la victoria del marxista Agostinho Neto y de la guerrilla antimperialista que comandaba.

Si de la URSS se trata, tendríamos que escribir la hermosa historia de la colaboración militar soviética en Cuba, y con Cuba en otras partes del mundo. Relación que junto a la hermandad combativa de los pueblos, fijo no pocos puntos de confrontación política con la dirección soviética. Desencuentros antes y después de la Crisis de Octubre de 1962.

Estos temas de colaboración tienen un parte aguas, que la UNHIC no puede obviar al establecer sus intereses: Sin dudas pueden encontrarse en los Estados Unidos y Rusia, serios proyectos académicos, que estarían interesados en apoyar los estudios sobre la colaboración cubana en la lucha contra el fascismo durante la II Guerra Mundial. Este es un tema que se mueve en el universo historiográfico de ambos países. En su diferencia, salvo excepciones, para estudiar la labor internacionalista cubana y su enfrentamiento con los asesores y oficiales de la CIA y el Pentágono, en el terreno internacional, o la gesta internacionalista soviética vinculada a Cuba; no abundan las contrapartes. Los apoyos financieros tienen que gestionarse fundamentalmente en y dentro del Estado cubano, y este es un campo sobre el que la UNHIC debiera pronunciarse, donde hay que explicar persuadir y convencer a camaradas que no son historiadores y si deciden los esquemas de recursos.

Colocar el Objetivo No. 64 en el punto de mira del XII Congreso, hubiera contribuido además a percatarse de la ausencia de prioridad que se mantiene en los Congresos Nacionales de Historia y en la UNHIC, sobre la Historia de América y Universal, pues incluso las referencias que se hacen en el Acta a los temas internacionales, se dirigen una y otra vez al escenario cubano, y no a la búsqueda de las interacciones particulares y universales de la historia nacional con la historia regional y mundial. Loable propósito este, que esta formulado con precisión en el objetivo partidista.

No solo de política académica se trata

El inventario problémico sobrepasa los temas de política de ciencia. El análisis del Acta del XXII Congreso Nacional de Historia, nos confirma que en la perspectiva de sus organizadores, además de obviarse la promoción y evaluación de los objetivos de trabajo partidistas, ni siquiera se consideró importante para el propio desarrollo del trabajo en el XXII Congreso, la cercanía en tiempo y escenario con el VII Congreso del PCC.

Me cuentan que el VII Congreso del PCC si fue comentario y debate continuo entre los delegados al XXII Congreso Nacional de Historia, imposible que no lo fuera no solo por la inmediatez de la realización del cónclave partidista, sobre todo por la activa y comprometida militancia comunista -con carnet y sin el-, que se aprecia dentro de los miembros de la UNHIC. Ya en las circunstancias, ni el clima de debate nacional que se producía, ni las inquietudes que se intercambiaban en los pasillos del propio XXII Congreso, movieron la reflexión de los directivos hacia una agenda donde tuvieran cabida los objetivos y temas históricos, que la vanguardia revolucionaria cubana acababa de discutir. La agenda del XXII Congreso se mantuvo incólume, tal como había sido “aprobada” meses antes.

La disonancia en la orientación política, se acompañó en el XXII Congreso con otras debilidades. Emilio Roig de Leuchsenring en los Congresos Nacionales de Historia fijaba el nuevo conocimiento y los temas de política en resoluciones, que luego recibían la divulgación apropiada y adquirían un carácter orientador. La UNHIC no había asumido esta importante tradición, hasta que la misma fue retomada por la asociación de la capital en su Congreso Provincial del 2014, que se pronunció por aprobar un grupo de resoluciones sobre varios temas de trascendencia historiográfica, cultural, educacional y política. Pero lejos de apoyo y debate sereno, las resoluciones presentadas por la asociación de La Habana en el XXI Congreso Nacional de Historia -celebrado en Camagüey en el 2014-, concitaron una sostenida resistencia por parte de los directivos de la UNHIC Nacional. La discusión de varias de estas resoluciones fue postergada para el XXII Congreso Nacional, para dar inició un escabroso proceso de consultas. En el Acta queda “resuelto el problema”. A propósito se lee que “a partir de la organización del XXI CNH, el Comité Ejecutivo Nacional aprobó…la no admisión de Resoluciones en paralelo por parte de las filiales en tanto los acuerdos o resoluciones tomados en los CNH deben ser resultados del debate de las ponencias aprobadas por Comisión Nacional de Admisión”. Cerrar, negar, impedir: la tendencia  a la intransigencia burocrática y al dogma prevalecen en este pensar-hacer de los directivos de la UNHIC Nacional. Ni hacen en la certera tradición de Roig de Leuchsenring, ni permiten que otros compañeros en las bases lo hagan.

Trampas y trucos

Según el Acta “se discutieron” las Resoluciones presentadas por la asociación habanera sobre la resistencia indígena y el título honorífico de Mariana Grajales Cuello como Madre de la Patria, pero no se explica por qué para tales reuniones, no se coordinó la presencia de los autores principales de las propuestas que se iban a “debatir”. En contraste, cada vez que desde los espacios habaneros invitamos para estos dos temas, el debate fue eludido por los directivos y los comisionados nacionales. Todos estaremos de acuerdo en que con diálogo de sordos, exclusiones y procedimientos tramposos, no llegamos a ninguna parte ni en ciencia ni en Revolución: De hecho retrocedemos a la moralidad nauseabunda del mundo burgués.

“Las perchas” como procedimiento de la politiquería burguesa, introducen en un debate congresional de un tema principal, otro que nunca antes se trató, para obligar y/o pasar desapercibida su aprobación dentro del conjunto. Cuando el 28 de febrero de 1901, el senador Orville H. Platt propuso enmendar la Ley de Gastos del Ejército de los Estados Unidos, incluyendo en ésta una cláusula sobre las relaciones con Cuba, nacía la inmoral Enmienda Platt. Hasta hace muy poco con tales procedimientos, la extrema derecha del país del Norte y la mafia terrorista cubano americana, han logrado aprobar las más criminales leyes anticubanas, Y por asombroso que pueda parecer, tan inmoral proceder se permitió en el XXII Congreso. Así se informa en documento de dictamen adjunto al Acta, que en el “proceso” de discusión de la Resolución sobre la resistencia indígena, en una reunión convocada por la dirección nacional de la UNHIC, se apreció coincidencia en torno a varios puntos”, y uno en particular afirma el “peligro ante las manipulaciones que supuestos “grupos de aborígenes cubanos” han promovido como fórmula de legitimación de intereses espurios”.

Ya nos referimos a que los autores de las Resoluciones, no participamos en las citadas reuniones, pero dado el caris de la declaración que se hizo en el dictamen presentado al XXII, resulta imprescindible precisar que tal afirmación no nos pertenece. Debemos declarar lo inadmisible de que este tipo de planteamientos se introduzcan en la UNHIC, y se intenten acreditar, en el debate que personal y colectivamente abrimos. No puede prestarse la UNHIC Nacional para hacer ataques groseros y veladas acusaciones. Menos implicar en tales procederes a las instituciones y colectivos científicos que se listan como participantes en la reunión donde se acredita que el malsano criterio fue tomado como acuerdo. Si hay elementos sobre los puntos de acusación que se enarbolan, quien o quienes los sostengan deben exponerlos de manera clara y pertinente, interpelando directamente a las personas y/o a los grupos que se consideren de intereses espurios, asumiendo no está demás precisarlo, junto con el debate académico, la responsabilidad política y legal de sus denuncias. Eso es lo ético, lo revolucionario.

Hay cómo hacer

Felicito el esfuerzo y la labor que desde Guantánamo condujo el responsable de coordinar el taller, que evaluó la Resolución sobre las invasiones británicas de 1741 y 1762. No hay casualidad en la aparente paradoja: Desde la profundidad del oriente cubano, se coordinó el citado taller realizado en la Habana. Se actuó con eficiencia organizativa, transparencia y camaradería profesional. A diferencia, compañeros que viven y trabajan en la propia capital, fueron incapaces de articular similar tarea para tratar el tema aborigen.

Pienso que la UNHIC, asociación con más de 5 mil profesionales revolucionarios, está en plenitud para hallar soluciones a estos problemas. Hay trabajo, resultados y vergüenza suficiente, para exigir las rectificaciones a los compañeros y compañeras que en el Secretariado Nacional de la Unión encabezan el mal hacer, a los que a sabiendas dejan correr el error, y sobre todo a los confundidos –no pocas veces obnubilados por el culto a las jefaturas- consensan y aprueban. Tenemos por demás Estatutos y un Código de Ética, para dirimir los asuntos de nuestra competencia.

Con tanto que hacer para el bien de la memoria patria, en tiempos que se incrementa la guerra de pensamiento que se nos hace, no podemos permitirnos perder un minuto en querellas de pésima política, traspiés y engañifas. Hay que cortar rápido y por lo sano.

Para que las señaladas y otras insuficiencias no ocurran, con el propósito de acompañar a las asociaciones no gubernamentales en el desarrollo de sus objetos sociales, la Ley de Asociaciones de la República, concibe la fórmula de la responsabilidad institucional, que como órganos de relación, deben tener los institutos estatales. En el caso de la UNHIC, se impone que el Ministerio de Cultura colabore más con la dirección de la Unión, en el propósito de solucionar las causas disparadoras de las situaciones a que hecho referencia. Recomiendo que para ello, la actual dirección ministerial comience por evaluar si los funcionarios que deben cooperarnos están en condiciones de hacerlo.

El Acta del XXII Congreso Nacional de Historia también nos compele a debatir en el orden propiamente académico, pero este sería asunto para otros comentarios. Primero, lo primero: La política y la ética, y sobre todo la ética de la política.

Nota:

1 El Objetivo No. 64, orienta: Perfeccionar la enseñanza y divulgación de la Historia de Cuba y de la localidad en el interés de fortalecer la unidad nacional y promover la comprensión sobre el origen y desarrollo de la nación, la consolidación de un pensamiento propio y la tradición patriótica, cultural, solidaria e internacionalista de nuestro pueblo. Profundizar, además, en la Historia de América y Universal para una mayor comprensión de los procesos que rigen el desarrollo de la humanidad.

Fuente: https://www.rebelion.org/noticia.php?id=217888

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