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Gemma Lienas: «Solo los jóvenes pueden impulsar el cambio que necesita esta sociedad»

  • Si hay que buscar culpables de esta crisis sanitaria, la escritora Gemma Lienas los conjuga en primera persona del plural: nosotros. La lista de cosas que hacemos mal es larga, pero se resume en un consumo desbocado. «A mis nietos les digo que deberán comprometerse y comenzar a trabajar para hacer una sociedad diferente», afirma.

Gemma Lienas marchaba a Galicia, para un encuentro con los alumnos de un instituto que habían estado leyendo un libro suyo, el día antes de que cerraran todas las escuelas. Y ya no fue. El confinamiento no ha cambiado su rutina laboral, pero sí su vida, como la de todo el mundo, y sobre todo toma muchísimas precauciones cada vez que sale y entra en casa, porque es población de riesgo «por edad y por historial médico», dice . «¡Voy con mucho cuidado porque yo tengo ganas de vivir!». Vitalidad no le falta. A través de la escritura ha conectado con pequeños y grandes, y, en especial, con varias generaciones de adolescentes a través del personaje de Carlota; también fue diputada en el Parlamento catalán en la legislatura más explosiva, y ahora sigue con la militancia feminista en la que se enroló hace muchos años. «Cuando uno escribe también hace política, porque transmite ideas, y quizás así llego a mucha más gente que de la otra manera», comenta Lienas.

Para una escritora el confinamiento debe el estado natural.

Es así. Lo que me pesa más es no poder abrazar a mis nietos, mis hijos o mis amigos. Por lo demás, mi vida no ha cambiado demasiado, porque yo siempre trabajo en casa y, por tanto, no he notado una gran diferencia. Es decir, claro que ha habido muchos cambios, pero el hecho de quedarse en casa para mí ha sido menos traumático que para mucha gente, estoy muy acostumbrada. La gran diferencia es el contacto con la gente que quieres y el hecho de no haber podido salir a caminar durante muchas semanas.

Publicó un artículo en el que venía a decir que la Tierra se estaba defendiendo de nosotros, y que volvería a sonreír el día que nos perdiera de vista.

Sí, en el periódico PuntAvui, se titulaba «Nuestro planeta sin nosotros», jugando con el título de aquella película de Isabel Coixet, Mi vida sin mí. Lo que venía a decir es que, en gran parte, todo lo que está pasando es culpa nuestra. Expulsamos a los animales de sus hábitats naturales, permitimos una tala indiscriminada de árboles, usamos mil pesticidas que tienen incidencia en la salud, incentivamos sistemas de regadío que son poco sostenibles, hacemos ganadería intensiva que provoca nuevos virus, usamos antibióticos en animales, deslocalizamos la industria y la producción, hay un exceso de producción y de emisión de gases contaminantes, generamos toneladas y toneladas de residuos… todo esto y un sistema económico basado en la ingeniería financiera y no en el trabajo real es lo que nos ha llevado aquí.

El trabajo real se ha visto estas semanas.

El trabajo más importante de estos dos últimos meses han sido los cuidados, y la gente que se dedica al trabajo de los cuidados es la que nos ha salvado, y prácticamente todo son mujeres y con trabajos muy precarios y mal pagados.

En resumen, que por lo que dice en el artículo nos merecemos lo que tenemos.

Nos lo hemos buscado. Y si no cambiamos algunas cosas esto se reproducirá dentro de un tiempo. Claro que virus siempre ha habido, pero nunca la sociedad se ha movido tanto y ha sido tan capaz de trasladarlos de aquí para allá. Y, por lo tanto, a pesar de que hemos avanzado en muchas cuestiones en el ámbito médico y de higiene, en otros aspectos lo estamos haciendo muy mal. Si tuviera que hacer una carta a los reyes pediría que cambiaran estas cosas, pero no lo creo, veo demasiada gente que no entiende lo que está pasando.

¿Quiere decir que ya hemos bajado la guardia y que lo único que piensa la gente es volver a como era su vida antes?

Exacto, y eso es imposible. Para ponerte un ejemplo muy pequeño, la gente ya no respeta las franjas horarias para salir a la calle. O las distancias. Esto es no tener conciencia de lo que está pasando ni qué efecto puede tener sobre los demás lo que estás haciendo. Una falta total de responsabilidad y solidaridad. Aunque hay mucha gente que es muy consciente, pero claro, cuando se te han muerto familiares o amigos, o tienes gente muy cercana que ha estado muy mal a causa del virus, y a mí me han pasado las dos cosas, tienes muy claro que esto es muy grave y te fijas mucho en la gente que no es nada consciente.

Pero, sobre todo, lo que quiero decir es que estamos dominados por un sistema económico que no tiene sentido, basado en un incremento constante de la producción y el consumo, y eso ya se ve que no es sostenible. La gente que se hace rica no lo hace trabajando, sino con ingeniería financiera. Y los gobiernos cada vez tienen menos peso, en detrimento del que tienen cada vez más las supergrandes plataformas digitales que, además, ni siquiera pagan impuestos. Y la derecha hizo todos los recortes que hizo, pues ahora lo hemos pagado muy caro.

¿Cree que eso la penalizará electoralmente?

¡No han reconocido nada! Ni la derecha catalana ni la española, ahora parece que no han hecho nada de lo que hicieron. Los recortes nos dejaron en una situación dramática y la gente que está en primera línea de fuego ha pasado situaciones de riesgo y no entiendo cómo las han aguantado. Deben estar agotados y, por eso, da tanto miedo que haya un rebrote, porque tenemos a los sanitarios agotados, tanto física como psicológicamente.

Usted que conoce bien los y las adolescentes, ¿habrá una generación tocada por esta experiencia?

No he tenido tiempo todavía para hablar de ello ni siquiera con mis nietos. Los pobres tienen tanto trabajo, tantos deberes, que no tienen tiempo de hacer nada más. Pero bueno, lo que sí les digo a mis nietos es que son ellos quienes habrán de impulsar un cambio. No podemos continuar viviendo como lo estamos haciendo, consumiendo un planeta y medio cada año, esto no tiene sentido. O sea que les digo que se tendrán que comprometer y empezar a trabajar por una sociedad diferente. Deberán exigir cambios.

Quizás es verdad que a consecuencia de ello sale una generación mucho más concienciada y militante.

Es posible. Yo lo espero, porque sólo la gente joven es la que puede impulsar este cambio. Los jóvenes han vivido una crisis económica en 2008 y en los siguientes años, de la que no nos habíamos recuperado aún, y ahora les ha tocado esto.

¿Todo esto le está inspirando algún argumento literario?

Ahora estoy escribiendo una novela que no tiene nada que ver con ello; quizás en el futuro salga algo, pero yo siempre necesito dejar pasar tiempo, sedimentar lo que me está pasando y tal vez me salga pasados diez años. Ahora bien, en mi última novela de adultos, que es El hilo invisible, hablo de la gripe española, que de hecho no era española y que mató a 50 millones de personas en Europa. Como tenía que escribir sobre esto, porque los bisabuelos de una de las protagonistas habían muerto de la gripe española, estuve investigando y leí que muchos epidemiólogos decían que esto en cualquier momento se podría volver a producir, y lo puse en la novela, y ahora mucha gente que lo ha leído me lo ha hecho notar, y me preguntan cómo puede ser que hace dos años yo hubiera previsto algo así. Pero yo no preví nada, simplemente me hacía eco de lo que ya decían muchos epidemiólogos. De hecho, hemos tenido otras epidemias y tenemos otra que es muy grave, que es la del SIDA, que ha dejado de momento 25 millones de muertos y para la que todavía no hay vacuna. El SIDA hizo cambiar muchas cosas, como la forma en que la gente se relaciona sexualmente. Ahora seguramente también cambiaremos cosas, quizás nos acostumbraremos a ir con mascarilla mucho más a menudo, como hacen en Japón, donde la gente se la pone siempre cuando está enferma por no infectar a los demás.

¿Los escritores ha sufrido mucho esta crisis?

La hemos sufrido porque para nosotros la época de las conferencias es de marzo a junio, y se han anulado todas. Además, hay gente que aún no ha cobrado las liquidaciones de 2019, que se pagan en esta época, y hay aún editoriales que no han pagado, pero en cambio mucha gente nos han pedido cosas, hemos proporcionado muchos contenidos gratuitos. Este confinamiento se ha podido resistir gracias a mucha gente que hace trabajos precarios, algo que debería cambiar, ya que muchos han podido distraerse y abstraerse de la crisis gracias a la música, el cine, el teatro, la lectura … y todo esto es lo que está peor pagado en estos momentos. Es una pena que todo lo que nos ha permitido superar la crisis es lo que está peor pagado.

Y, de postre, este Sant Jordi tan descafeinado que tuvimos …

Esto ha sido un golpe durísimo para todos, porque no se ha vendido casi nada. Se supone que en julio se podrá hacer, pero ya veremos, yo lo veo muy difícil. Yo iba a sacar un libro nuevo, que se quedó en la imprenta; además se llama La verdadera leyenda de Sant Jordi, por tanto no se puede vender a ninguna otra época del año. En el fondo, el drama es que vivimos en un país en el que la gente no compra libros.

Los compramos una vez al año.

Claro ,y esta vez, el año permite que subsistan muchas editoriales y muchas librerías, pero supongo que muchas cerrarán, y a los autores nos pasará lo mismo. Conozco cada vez más autores que se dedican a otros trabajos porque de esto no se puede vivir.

¿Ha tenido ocasión de hablar con maestros y alumnos y hacerse una idea de la situación de la educación durante el confinamiento?

Me parece terrible que la brecha entre las clases más favorecidas y las más desfavorecidas se esté haciendo aún mayor. Hay familias que no tienen ordenador ni conexión a internet, y esta gente está absolutamente descolgada. Es verdad que ha habido profesores que han hecho muchos esfuerzos para hacer llegar estos ordenadores, pero no sé hasta qué punto se ha solucionado nada. Y otra cosa es que el hecho de dar clase desde casa está creando un problema grave de conciliación, sobre todo para las mujeres, porque la mayoría de trabajos de la casa todavía recaen sobre las mujeres, y esto se suma que trabajar desde casa y tener que ayudar a los hijos a hacer los deberes. Muchas mujeres con niños pequeños me han dicho que es horroroso, que no pueden más.

Pero la otra solución, la de volver a los centros, no es nada fácil.

Tampoco lo veo, que volver a la escuela en este momento es imposible. Por eso tendremos que encontrar soluciones imaginativas, no sé qué. Quizás la solución pasa por utilizar espacios públicos como centros cívicos u otros que tienen las administraciones y doblar las clases y contratar más docentes. O tal vez, si hay que seguir dando clases en streaming, las bibliotecas puedan servir para que los chicos sin ordenador ni conexión puedan ir a hacerlas. No sé, se deben buscar soluciones para que nadie quede descolgado.

Fuente: https://eldiariodelaeducacion.com/2020/05/21/solo-los-jovenes-pueden-impulsar-el-cambio-que-necesita-esta-sociedad/

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La teología ante la pandemia Carlos Mendoza: «Solo desde las víctimas podremos sanar como cuerpo social herido»

¿Qué desafíos plantea la pandemia a la teología? ¿Cómo leer los mecanismos de control a los que recurren los gobiernos como medida sanitaria?

¿De qué modo asumir una actitud crítica frente a la masiva difusión de mensajes fundamentalistas a nivel político y religioso?

Estas y otras preguntas hacen parte de esta extensa conversación con el teólogo Carlos Mendoza, profesor e investigador de la Universidad Iberoamericana de México, que, entre otras cosas, afirma: «El modelo clerical de la Iglesia no saldrá indemne de la pandemia»

«Repensar lo sagrado, sus símbolos y ministerios en un contexto de globalización y de vulnerabilidad extrema es un reto para la teología»

¿Cuáles desafíos plantea la pandemia a la teología? ¿Cómo leer los mecanismos de control a los que recurren los gobiernos como medida sanitaria? ¿De qué modo asumir una actitud crítica frente a la masiva difusión de mensajes fundamentalistas a nivel político y religioso? Estas y otras preguntas hacen parte de esta extensa conversación con el teólogo Carlos Mendoza, profesor e investigador de la Universidad Iberoamericana de México.

En diálogo con movimientos sociales, el dominico lleva años tendiendo puentes entre la fenomenología posmoderna, la teoría mimética de René Girard, el pensamiento decolonial y la teoría queer. La diversidad caracteriza su modo de acercarse a la realidad, de dejarse interpelar por ella y de expresar su convicciones. No le sorprenda al lector que privilegie la expresión juntes, en lugar de juntos, para referirse a todos nosotros; o mejor, nosotres.

Autor de una trilogía dedicada a la revelación, Mendoza anuncia la aparición de un nuevo libro, ya en prensa, sobre la resurrección analizada desde el contexto de las violencias. Un tema que enriquece su manera de entender la situación puesta de manifiesto debido a la aparición del nuevo coronavirus.

Crisis del modelo civilizatorio

La crisis de un modelo civilizatorio

¿Cómo reta la pandemia al ejercicio teológico?

En el campo filosófico, autoras o autores como Judith Bluter o Giorgio Agamben se han pronunciado sobre la cuestión de fondo: cómo el biopoder está gestionando la pandemia como un acto de Estado de Excepción. Ese es un acercamiento que la teología tiene que retomar, porque está en juego pensar la crisis del Antropoceno, en relación con esta y otras pandemias. La pobreza es una de ellas: el 52% de la humanidad vive en condiciones de pobreza extrema. También el patriarcado es una pandemia. No hay que quitar el dedo del renglón de las violencias contra las mujeres: la violencia física, sexual, laboral. Múltiples violencias que las feministas de la tercera generación han puesto sobre la mesa y que este año venían encendiendo mucho los espacios públicos, no solo las redes sociales.

La teología tiene que pensar la crisis de ese antropocentrismo al que el cristianismo contribuyó con una visión excesivamente cristológica de la redención, dejando de lado la pneumatología, poniéndola en segundo plano. Demasiado antropocéntrica, la teología ha sido cómplice de este modelo de civilización que está en crisis. Y el tema teológico de fondo sería una autocrítica del cristianismo y su contribución a unas violencias que han dado como resultado una sociedad hegemónica con el patriarcado, el capitalismo, el colonialismo, la religión sacrificial. Todo eso está en crisis ahora.

¿Qué nos aporta la teoría mimética para interpretar el contexto actual?

Por una parte, la teoría mimética puede ser un instrumento valioso para analizar los procesos de construcción de un enemigo colectivo al que supuestamente hemos de enfrentar: no solo el virus, sino también todo aquello que es extranjero, algo inminente que está siendo traducido como una amenaza.

René Girard

Lo que está en juego es el mimetismo como un contagio del miedo a la alteridad, como la creación de un enemigo para darle identidad al grupo. Y la teoría mimética ha desarrollado mucho este análisis de cuáles son los mecanismos de contagio mimético de todos contra uno. Por ejemplo, los grupos en un barrio contra los que están enfermos: cómo los aíslan, cómo los violentan. O cómo los gobiernos, en particular el de Bolsonaro en Brasil, pero también el de Trump en los Estados Unidos, están manipulando el miedo. Este mecanismo está siendo aplicado en el caso de la pandemia y tiene otras vertientes: las políticas migratorias contra los extranjeros; economías proteccionistas que cierran fronteras para proteger la economía local, etc.

Pero la teoría mimética también puede ayudarnos a abrir perspectivas. Porque el contagio puede tener una valencia positiva, que sería la del contagio de la solidaridad, de la empatía, de la inclusión del otro, del acuerpamiento, de inventar nuevas formas de tocarnos, de cuidarnos a distancia, pero con una imaginación creativa.

Heroísmo y martirio: una lectura alternativa

¿Cómo analizas la situación del personal médico, particularmente expuesto a la enfermedad en países como México o Colombia, donde no cuenta con garantías de cuidado para su salud?

Desde la teoría decolonial y el pensamiento crítico, podemos entender que está siendo considerado como una población subalterna, sometida por el biopoder a funciones que sobrepasan las condiciones de seguridad. Por ejemplo, en México, con jornadas extremas, sin la preparación ni los recursos hospitalarios adecuados, el personal médico de instituciones públicas no tiene la protección necesaria; ni siquiera para casos epidemiológicos. En ese sentido, son parte de un mecanismo más amplio que los subordina a la lógica del algoritmo, de la estadística, del control de la salud por vía de instituciones gubernamentales. La crisis de un modelo de biopoder no solo está generando Estados de Excepción, también está operando un mecanismo de permanente creación de subalternos.

La teoría mimética puede darnos una pista para entender el proceso de sacrificio del personal médico y sanitario, pero no abarca todas las interpretaciones requeridas para un fenómeno así. En una comunidad en crisis que necesita estabilidad tarde o temprano se genera un mecanismo para purificarla de una cierta amenaza. Este proceso es inconsciente y concibe, hoy en día, que la fuente del mal es la persona infectada que puede ser alguien diagnosticado positivo o el personal médico o sanitario que está altamente expuesto.

Exaltación de la Santa Cruz

Típicamente estamos delante de un mecanismo de chivo expiatorio, con la mentira o la creencia de que expulsando a esta persona la comunidad queda inmune; cuando, en realidad, eso es falso, porque ni en términos médicos ni antropológicos queda inmune la comunidad. Algo que puede plantear la teoría mimética es la claridad de estos mecanismos y la necesidad de desenmascarar esa mentira en términos médicos o en términos socio-políticos o hasta teológicos. Esa exclusión del otro, en este caso el personal médico que es sacrificado en ciertas condiciones, es un proceso que está generando más exclusión.

¿En este contexto cómo lees la exaltación del heroísmo, del martirio y de la entrega?

Es una manipulación del sentimiento religioso, porque desconoce o subordina las condiciones básicas de seguridad sanitaria que debe tener este personal, sus familias, los hospitales mismos, los enfermos. Es una manipulación ideológica con pretexto del bien común y puede interpretarse en clave religiosa en el sentido de que está ofrendando su vida porque está pensando en el prójimo; pero también, en clave patriótica, por el Estado o por la ciudadanía y los valores cívicos.

Es un peligro que se dé esta manipulación del sacrificio, porque reduce la cuestión a un acto individual de generosidad, cuando en realidad lo que está en juego es la constitución de un cuerpo social herido. La reconfiguración de lo social y de lo político debe pasar por otras vías. No se trata solo del acto individual de heroísmo, sino de justicia, democracia, respeto a los derechos humano, equidad de género y todos los demás ejes transversales de las violencias.

«Tendríamos que reinterpretar lo científico como la posibilidad de una nueva forma de experiencia de lo sagrado»

El poder de la manada

Biopoder y control político

¿Qué análisis propones sobre el control que ejercen los Estados a nivel global a través del confinamiento y de la comunicación política?

Yo me sumo a los análisis de Giorgio Agamben. También a los de David Cayley, comentando textos de Iván Illich muy inspiradores y pertinentes, por la crítica que hacía este último a lo que sería el actual modelo de una sociedad de la manipulación, del capitalismo, pero también de una estructura social que rompe los vínculos de “convivencialidad” que caracterizan a lo humano y nos lleva, en términos de Iván Illich, a escalas contra-productivas que generan lo opuesto de lo que querían remediar. El caso de la némesis médica, por ejemplo. Hace ya cuarenta años Iván Illich hablaba sobre cómo la medicina hospitalaria, si bien resuelve muchos problemas, ha generado nuevas enfermedades y una subordinación de los cuerpos y de la salud a las estructuras del Estado. Cuando, en realidad, la salud es, en primer lugar, una responsabilidad comunitaria. Por eso él insiste mucho en la recuperación de los lazos de “convivencialidad” en una sociedad que genera cada vez más estructuras. En ese sentido, tiene mucho que ver con la noción de biopoder de Foucault que refiere a los dispositivos que controlan a la población. Cambiamos el término: ya no somos personas ni comunidades, sino poblaciones que entran en análisis estadísticos y en una serie de algoritmos, considerados parte de un conjunto que hay que controlar. En este sentido, predomina la estadística como nueva religión, cuyos sacerdotes son los científicos, especialmente los que se dedican al estudio epidemiológico. Lo vemos con Hugo López-Gatell en México. Se ha convertido no solo en el subsecretario de salud más popular de la historia mexicana, sino en un personaje mediático con el aura de lo sagrado en sus conferencias de prensa, porque en ellas están los datos duros para pronosticar lo que va a suceder. Pero los medios que tiene México para la medición no son los de Corea. El control que está llevando el Gobierno de López Obrador de la pandemia es muy criticable en el sentido de los datos. Una manipulación mediática de la pandemia por parte de un Gobierno que está en crisis porque no ha llevado adelante una verdadera transformación económica y cultural.

Mientras tanto, hay otras pandemias en México a las que no les hemos dado la importancia debida, como decía al inicio: al día diez mujeres son asesinadas por violencia feminicida. Hay pobreza y otras pandemias de la salud como la diabetes y la obesidad.

En este sentido, estamos sometidos a un modelo de civilización. Filósofos como el judío Yuval Noah Harari lo han planteado. Nos gobierna la inteligencia artificial y cada vez más estamos entrando a un tipo de biopoder que visto desde el sur epistémico tiene otro nombre: necropoder. Aquí apelo a Achille Mbembe y a tantos otros que nos están advirtiendo de los riesgos de dejarnos controlar como población por estas políticas públicas de salud.

Tenemos que volver a la “convivencialidad”, a la familia, al barrio. Algunos hablan de la ruralización de la ciudad; de otra escala, en términos de Illich, para recuperar lo humano. Y lo humano quiere decir nuestros cuerpos, nuestros territorios, nuestras formas de organización social, nuestros modos de producción, de intercambio, de economía.

AMLO enseña el 'detente' y el billete de su cartera

AMLO enseña el ‘detente’ y el billete de su cartera

En ese sentido, la pandemia se puede analizar desde arriba, es decir, desde los gobiernos que con su biopolítica controlan poblaciones por razones estadísticas y macro-económicas; o bien, desde abajo. Yo opto por la segunda vía.

¿Qué opinas de las referencias del presidente López Obrador a las creencias populares?

Hay varios elementos. Quizás el primero es que López Obrador es un líder carismático manipulador de las emociones religiosas. Es ideológico el uso que le está dando a los símbolos religiosos, en particular a estas estampitas del detente; para conectarse con mucha gente, mayorías, tal vez, de la población mexicana que tienen esa visión mágico-religiosa.

Esta religiosidad popular expresa de un modo gráfico-simbólico la vulnerabilidad de la gente frente al mal

Estas imágenes corresponden a siglos de prácticas religiosas que tienen que ver con la conciencia de que hay una exterioridad del mal y de que necesito ser protegido en esta vulnerabilidad extrema.

El acompañamiento pastoral, en el caso del cristianismo y de la Iglesia católica, tendría que ser para una maduración progresiva de esta expresión de lo vulnerable en orden a entender que el mal no solo es un asunto externo que está fuera de mí. De algún modo yo soy responsable para enfrentarlo. No es una exterioridad. También yo soy parte de ese mal, de esas estructuras de pecado, en palabras de la teología de la liberación de los años 80; de esa mentira de Satán de la que yo he sido también verdugo y no solo víctima, diría Rene Girard y la teoría mimética.

Así entramos a un segundo momento fenomenológico: el análisis de mi responsabilidad subjetiva en esas estructuras de mal. Eso quiere decir una maduración en una fe religiosa, para dar, incluso, un tercer paso: el de una toma de conciencia y una práctica creyente de fe, en la que la comunidad y la persona en comunidad se hacen cargo de esa realidad y de los crucificados de hoy, al decir de Ignacio Ellacuría y de Jon Sobrino.

Pasamos, entonces, de ser meros objetos de esa amenaza a ser sujetos, comunidad intersubjetiva, para enfrentar el mal a fuerza de bien. Todo esto, por ejemplo, lo ha desarrollado mucho en España Andrés Torres Queiruga con la idea de pasar de una teodicea que acusa a Dios del mal —y, por tanto, lo invoca como protector— a una manera más responsable de hacernos cargo nosotros.

En América Latina, Jon Sobrino es el autor que quizás más ha trabajado este asunto de una teología que enfrenta el mal pero desde una práctica de seguimiento de un crucificado que despertó, de un Dios que desclava crucificados y, por tanto, de un aprendizaje para ser también nosotros personas que ayudemos a bajar de sus cruces a los pueblos crucificados. Entonces, el mal ya no es algo solo externo, algo mágico de lo que yo tengo que defenderme con detentes, imágenes, ritos, mandas, etcétera; sino un problema histórico, político y espiritual, del que nos hacemos cargo juntes.

Los crucificados de Mino Cerezo

«Las iglesias tendrán que repensar el modo como simbolizamos que Dios está con nosotros, acompañándonos a enfrentar los males y a vivir con dignidad»

El contagio de la solidaridad

¿Cómo la pandemia puede servir para reinventar prácticas alternativas de resistencia colectiva?

Lo están haciendo muchos movimiento eclesiales y sociales en barrios, pueblos, zonas indígenas, incluso en megalópolis, tratando de organizar intercambios de productos de huertos familiares, de servicios. La pandemia está siendo vivida con más creatividad desde abajo, desde los movimientos sociales de resistencia; tratando de generar otras prácticas de economía, de consumo, de salud, de cuidado. Está siendo enfrentada desde el reverso de la historia, no desde las estructuras de poder empresarial o gubernamental; sino desde la gente en sus comunidades, como un grupo de personas trans en Toluca que se organizaron para dar alimentos a gente que no tiene qué comer, sobre todo personas de la tercera edad.

Tener la mente, el ojo y el oído puestos en estas resistencias es muy importante, porque son las que nos ayudan a recuperar el aspecto del cara a cara; de ser personas y no población; de la “convivencialidad” de Ivan Illich y de comunidades indígenas como los caracoles zapatistas que están tratando de generar también esas otras prácticas de protección de salud. Comunidades que tienen un camino recorrido de organización autonómica. Esa es la pista.

El sociólogo Bernardo Barranco decía en una reciente columna para La Jornada que el discurso del odio que recupera al dios moralista está siendo reciclado por quienes plantean por estos días que “la pandemia es un grito de Dios a la humanidad ante el desorden social, el aborto, la violencia, la corrupción, la eutanasia y la homosexualidad”. ¿Cómo analizas la producción de mensajes de este tipo?

Son lamentables y ridículos. Signos de un sistema-mundo religioso propio del patriarcado clerical jerárquico de la Iglesia católica y de otras tradiciones religiosas. Un sistema que está colapsando y que no saldrá indemne de esta pandemia. La cantidad de curas que se han puesto a decir misas en internet es impresionante. El consumismo que está generando en muchas familias responde a un sentimiento religioso de orfandad. Siempre es necesario un acompañamiento, pero estamos perdidos si reproducimos el modelo patriarcal clerical sacramentalista. Este modelo ya está resquebrajado y tarde o temprano se va a derrumbar. Tal vez tarde décadas o siglos, pero ya está herido de muerte.

Carlos Mendoza

Que lo religioso ahora sea producto de consumo mediático reafirma la idea de sí como algo mágico. Las procesiones con la exposición del Santísimo en las calles me parece una contradicción intrínseca con el mundo contemporáneo que está tratando de entender que esto no es algo mágico.

Estamos ante un escenario distinto donde predomina lo científico y tendríamos que reinterpretarlo como la posibilidad de una nueva forma de experiencia de lo sagrado. Ya no en estos términos del miedo de la maldad que nos asecha y de la que vamos a protegernos con actos mágico-religiosos, sino con otra manera de reinterpretar la fe. Es lo que están haciendo muchos de los grupos que desde sus casas están generando otras prácticas de sacramentalidad, de celebraciones domésticas, de meditación de la Palabra, de Lectio Divina, de rituales eucarísticos.

Las iglesias tendrán que repensar el modo como simbolizamos que Dios está con nosotros, acompañándonos a enfrentar los males y a vivir con dignidad. Este es un gran reto para las teologías, en particular para la teología sacramental: repensar lo sagrado y sus símbolos en un contexto de globalización, de vulnerabilidad extrema y con nuevas formas y nuevos ministerios. El modelo patriarcal clerical tiene que cambiar; no saldrá indemne y qué bueno.

¿Qué revelan los mensajes religiosos difundidos durante la pandemia entre los católicos?

Por una parte, que estamos en un momento de colapso de una iglesia clerical patriacal. Eran dramáticas las escenas de la basílica de San Pedro vacía y al Papa solito allí con unos cuantos cardenales y monjitas. Para algunos, heroico, pero para mí una radiografía de una iglesia cuya estructura está colapsando, mientras la verdadera comunidad está afuera, en las calles, o confinada en casa.

En el consumo religioso durante la pandemia predomina, por ejemplo, ver la misa del Papa, por televisión, la del arzobispo de México en la basílica de Guadalupe y la del párroco, que no quita los filtros y quisiera hacerse muy cibernético.

Pero yo me voy por las grietas en medio de esa hegemonía religiosa mediática y le apostaría a un modelo eclesiológico de recuperar la Iglesia doméstica y las redes de pertinencia con más creatividad.

Mucha gente está buscando algo alternativo que desclericalice la liturgia, reconozca la diversidad de carismas y ministerios, en particular, de laicos y laicas; y reposicione la vida religiosa con su propia identidad y ponga al ministro en una nueva tesitura de cómo reinterpretarse a sí mismo.

Teología queer

Se están creando comunidades de pertenencia y por vía virtual es más fácil, si bien no es igual a estar juntes en una misma sala, en un templo, en un bello lugar como un jardín.

He tratado de ser parte de ese movimiento en redes y en medios digitales. Cada domingo, durante este tiempo de pascua, he estado con un grupo de alrededor cien personas, a través de una pequeña reunión en la que todos copresidimos; cada quien haciendo algo distinto, que anime nuestra fe: bendición del pan, de la comida, de la fruta; una reflexión bíblica; música.

Lo queer, los crucificados y la resurrección como insurrección

A esta experiencia le antecedió una iniciativa animada durante la cuaresma por Carlos Mendoza y por otras personas, entre ellas Marilú Rojas, Ángel Méndez y James Alison. También con la intención de acompañar y proponer insumos y un modelo de comunicación eclesial distinto al de las misas televisadas o en línea, el proyecto consistió en una Lectio Divina con seis capítulos a través de un canal de YouTube; seis meditaciones para profundizar la idea de una iglesia pospatriarcal y posclerical, en perspectiva queer. ¿Qué es lo queer? Según explica Carlos Mendoza, todos los cuerpos invisibilizados por el sistema patriarcal, capitalista y colonial.

“Todos los cuerpos basurizados y todos los subalternos: migrantes, mujeres, indígenas”, añade.

Cuatro categorías fueron reiterativas en la Lectio Divina Queer: subvertir la historia o los sistemas de dominación históricos, acuerpar, curar las heridas y cuidarnos. ¿Cuál es su interrelación?

Yo trato siempre de encontrar puentes entre diversas teorías. La teoría queer, el pensamiento decolonial, la teoría mimética y la fenomenología posmoderna tienen muchas cosas en común.

Subvertir, acuerpar, curar, cuidarnos tienen mucho que ver con el pensamiento feminista y queer, sobretodo visto desde el sur. Subvertir las estructuras de dominación es algo propio del pensamiento decolonial. El patriarcado es homófomobo, falocéntrico, heteronormativo, cisgenérico. Podemos darle todos los adjetivos que las teorías queer le han puesto y que son ciertos. Enfocan muy bien los tipos de violencia.

Pero la subversión yo la leo en clave teológica como insurrección mesiánica, el tema de mi próximo libro sobre la resurrección. En éste retomo una frase de Leonardo Boff que me hizo clic y que él escribió en un pequeño artículo de hace como diez años para decir que la resurrección es una insurrección y que me llevó a decir que ahí había una pista.

Carlos Mendoza

Esa pista yo la desarrollo en la clave del mesianismo de la anticipación escatológica, para mí la subversión más radical. Subversión política de violencias de género, subversión contra sistemas como el capitalismo. En el fondo, una subversión de un orden hegemónico satánico. Por tanto, una subversión mesiánica que solo pasa por las heridas y por las vidas entregadas de los justos; en particular, de Jesús de Nazaret.

De ahí lo otro: acuerpar. Algo sobre lo que los feminismos han dicho y analizado mucho. No se trata de un análisis en el sentido teórico, sino de cómo recuperar nuestros cuerpos como territorios junto con la madre tierra. Acuerparnos tiene que ver con el modo desde el sur epistémico de hablar de intersubjetividad. Hegel lo había planteado hace doscientos años en términos totalmente teóricos. Pero aquí se trata, desde nuestras vulnerabilidades, de nuestros cuerpos como lugares de autonomía y de empoderamiento. Acuerparnos consiste en tejer redes de buen vivir; no solo de comunicación, sino de vivir juntes.

Por eso hace falta cuidar el cuerpo social herido. Algo que he aprendido mucho con los migrantes y, sobre todo, con los familiares de los desaparecidos. Porque las heridas del cuerpo social en México son las fosas clandestinas, los cuerpos basurizados de las mujeres asesinadas y las heridas están abiertas. Esas llagas del cuerpo social en México y en el mundo son las únicas por las cuales puede pasar la redención. Estoy releyendo a Isaías: con sus llagas seremos curados. Es decir, solo desde las víctimas podremos sanar como cuerpo herido, en tanto asumamos la memoria, la verdad y la posible justicia con la reconciliación. No se trata solo de curar mis heridas personales o individuales, sino las de un cuerpo social que está herido, esperemos que no de muerte. Y por eso el imperativo del cuidado mutuo. Sobretodo los pueblos originarios hablan mucho desde el buen vivir de aprender a cuidarnos junto con la madre tierra.

Subvertir, acuerpar, curar y cuidarnos son cuatro verbos que hablan de un mismo dinamismo. Yo le llamo la potencia de las víctimas. Porque es fuerza, poder; pero es algo más que fuerza o poder, es potencia. La potencia de los pobres, que surge de la precariedad.

Fuente: https://www.religiondigital.org/opinion/Solo-victimas-podremos-Carlos-Mendoza_0_2227877198.html

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Alejandro Calleja: A father fighting for his son’s right to an inclusive education in Spain

Gem Report

Alejandro is one of many champions being highlighted by the GEM Report in the run up to the launch of its 2020 publication on inclusion and education: All means all, due out 23 June. In their own way, and in multiple countries around the world, these champions are fighting for learner diversity to be celebrated, rather than ignored.

Alejandro Calleja has gone through all the levels of the judicial system in his fight to ensure the right to an inclusive education of his son Ruben, who was born with Down syndrome. For 8 years, Ruben attended regular school and, during this time, he was able to socialise and interact with his peers until a teacher demanded that he be removed from regular school and enrolled in a special school. The Calleja family believed the school’s decision was a violation of Ruben’s rights and began their fight to see them respected.

“Ruben has Down syndrome, but he also has rights and dignity. Inclusive education is not a favour, it is a right. Someone has to fight for it. We are fighting, for Rubén and for all children.”

During a legal process spanning almost 10 years, the family has gone to various local and national bodies to reverse the school’s decision. Not only did the family not obtain a favourable ruling, but they received a counterclaim accusing them of child neglect because they decided to educate their child at home instead of abiding by the legal ruling and sending him to a special school.

Ruben is currently 20 years old and is studying a professional module. When he completes it, the family will demand the corresponding diploma. For the Calleja family, inclusion is a life project that involves educational, social and work inclusion. That is why they continue to fight for their son’s inclusion in court.

In the final step of their legal battle, the family filed a formal complaint with the Committee on the Rights of Persons with Disabilities after the committee included a recommendation related to Ruben’s case. This recommendation highlights the government’s inability to prosecute a family for neglect as long as they are fighting for the right to an inclusive education for their children.

Alejandro is part of the State Platform for Extraordinary Schooling, a group of associations and families that seeks dialogue with the government to achieve the right to inclusive education. They believe inclusive schooling implies that everyone learns at their own pace, but also that it implies learning to live together in society, because schools are a reflection of society, and society is not special.

Alejandro knows that parents of children with disabilities need access to information about rights to an inclusive education, but they also need to know about parent groups that have had similar experiences. These groups help to build their confidence and develop their knowledge, and are important in demanding the right to an inclusive education from the government. This is what Alejandro believes is necessary to improve the state of inclusive education:

“The key measure would be the elimination of psycho-pedagogical evaluations and the ruling on schooling, which, upheld by norms and decrees contrary to the CRPD and the UDHR (normicide), formalise the segregation of people who are different and condemn them to this social death sentence.”

The 2020 GEM Report on inclusion will be looking at all those excluded from education systems around the world. It gives concrete policy examples being used by countries to help tackle exclusion, and recommendations for how to make sure every child – no matter their identity, background or ability – can access an inclusive, quality education. Sign up here to receive a copy in your inbox as soon as it is released on 23 June.

Fuente: https://gemreportunesco.wordpress.com/2020/05/19/alejandro-calleja-a-father-fighting-for-his-sons-right-to-an-inclusive-education-in-spain/

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Entrevista a Ministra de Educación María Victoria Angulo: «Esta es una oportunidad de fortalecer e innovar el sistema educativo»

Entrevista/21 Mayo 2020/Autor y fuente: Semana educación

En diálogo con SEMANA, la ministra de Educación, María Victoria Angulo, explicó cómo se garantiza la educación de estudiantes que no tienen computador o internet, cuándo se retomarían las clases presenciales y las ayudas del Gobierno para las crisis de colegios y universidades.

La educación no ha sido ajena a la crisis generada por la pandemia, la cancelación de clases presenciales, con las dificultades que conlleva seguir con la educación en casa, ha generado un reto sin precedentes para padres de familia, docentes, estudiantes y todo el sistema educativo.

Desde el pasado 16 de marzo más de 10 millones de estudiantes no van a los colegios, las carreras presenciales de las universidades se deben hacer virtualmente y la incertidumbre entre padres, universidades, colegios y estudiantes es latente.

A pesar de los esfuerzos del Gobierno por dar continuidad a la educación por medio de diversas plataformas, la preocupación persiste. En la educación superior prevén una disminución del 50 por ciento en las matrículas, el 80 por ciento de padres no pudieron pagar la pensión del colegio en abril y aún es incierto cuándo reabrirán las instituciones.

La ministra de Educación, María Victoria Angulo (M.V.A.) habló de los temas de esta cartera con Semana. 

SEMANA: ¿Qué pasará después del 31 de mayo?

M.V.A.: El Ministerio de Educación, en articulación con el Ministerio de Salud, está evaluando las condiciones y evolución de la pandemia de la covid-19 en el país y su comportamiento diferente entre los territorios. Por ahora el trabajo académico en casa está definido hasta el 31 de mayo y las orientaciones que se brinden para la continuidad del calendario académico estarán enfocadas a permitir los logros de aprendizaje previstos para el año escolar, pero también de una prestación del servicio con adecuadas condiciones de protección de la salud de la comunidad educativa que está integrada por estudiantes, maestros y familias. En otras palabras, como sector propendemos por la garantía del derecho a la educación bajo condiciones de mitigación y prevención de los efectos de salud pública que ha generado la covid-19 y por ello debemos actuar bajo las orientaciones que la emergencia sanitaria nos indique. En próximos días el presidente Iván Duque compartirá con los colombianos la estrategia que se ha venido trabajando de la mano del Ministerio de Salud y que recoge también las dinámicas regionales.

SEMANA: Al momento, ¿qué balance hace de la estrategia de educación en casa? ¿Se ha podido dar continuidad a la educación de más de 8 millones de niños de colegios públicos?

M.V.A.: El Gobierno ha estado actuando con oportunidad y responsabilidad para permitir que el sector educativo continúe garantizando el derecho a la educación de los niños, niñas, adolescentes y jóvenes. Un desafío de gran magnitud que requiere del trabajo de todos. Desde la declaratoria de emergencia sanitaria, el Ministerio de Educación viene implementando un trabajo sinérgico con la comunidad educativa para proteger la salud de estudiantes, docentes y padres de familia y continuar con el servicio educativo en el marco de la flexibilización curricular.

Dentro de las medidas tomadas durante estas nueve semanas se pueden señalar la reorganización del calendario académico, el desarrollo de contenidos de apoyo al proceso de estudio en casa como el portal Aprender Digital: Contenidos para todos, la programación educativa de más de 12 horas dentro de la cual se destacan los programas Edu Acción 1, 2, 3 y Profe en tu casa, y la alianza Mi señal con canales locales y emisoras comunitarias, con una completa programación para apoyar el trabajo en casa de estudiantes y docentes, con especial énfasis en llegar a la ruralidad. Sumado a lo anterior, se han asignado 400.000 millones de pesos para la adquisición de guías, talleres, textos y, en general, material de apoyo pedagógico; también recursos al Programa de Alimentación Escolar para garantizar un complemento alimentario en el periodo de la educación en casa. En alianza con MinTIC se logró la entrega de 83.345 computadores que llegarán a 750 sedes educativas, ubicadas en 291 municipios, y medidas que permitan el acceso en teléfonos móviles a contenidos digitales sin consumo de planes de datos. Seguimos avanzando también para definir estrategias que apoyen la conectividad y el acceso a contenidos digitales en los hogares más vulnerables.

SEMANA: ¿Cómo se trabajó para capacitar a los docentes de las diferentes regiones de cara a esta coyuntura?

M.V.A.: Haciendo el balance en el ámbito de las Secretarías de Educación departamentales, distritales y municipales, se dio inicio a través de sus establecimientos educativos al trabajo académico en casa con los estudiantes, aplicando estrategias pedagógicas flexibles que prepararon los maestros durante las dos semanas de desarrollo institucional destinadas para ello. Este proceso de trabajo académico en casa se inició el 20 de abril y en algunos casos las Secretarías de Educación y sus establecimientos educativos definieron condiciones de gradualidad asociadas a tiempos de desplazamiento del material impreso de apoyo pedagógico, cuando las condiciones de ruralidad dispersas u otras lo hacían necesario. El Ministerio de Educación acompaña y orienta permanentemente a las Secretarías de Educación en la toma de decisiones para implementar estrategias dirigidas a garantizar atención educativa para la totalidad de los estudiantes matriculados. De acuerdo con la información recibida de las Secretarías de Educación de las entidades territoriales certificadas, para el periodo entre el 20 al 30 de abril los establecimientos educativos posibilitaron el trabajo académico en casa de los estudiantes mediante la combinación de las siguientes herramientas: el 55,8 por ciento con apoyo de material impreso (guías, talleres, textos), el 23,2 por ciento con apoyo de programas de radio y televisión y el 21,1 por ciento con apoyo de plataformas digitales.

SEMANA: ¿Qué ha pasado en los municipios donde la mayoría de estudiantes no tienen ni computador, ni conexión?

M.V.A.: El Ministerio de Educación, reconociendo las particularidades de los territorios, ha orientado a las Secretarías de Educación para que organicen con rectores, directores rurales y docentes el diseño e implementación de estrategias pedagógicas flexibles que respondan a la realidad del país, donde un número importante de escuelas y hogares están ubicados en zonas sin acceso a internet o sin acceso a computadores.

Durante dos semanas de desarrollo institucional, las Secretarías de Educación coordinaron con los establecimientos educativos la planeación de estrategias flexibles para que los niños sin acceso a estos medios tecnológicos o sin conectividad a internet pudieran adelantar su actividad pedagógica. Para este fin, se utilizan guías y talleres pedagógicos y se aprovechan los recursos del Canal Institucional y de la Radio Nacional de Colombia. Desde el 16 de marzo se dispuso de más de 80 recursos para toda la comunidad educativa; así mismo, se orientó el préstamo de textos de la biblioteca escolar y textos de lenguaje y matemáticas del Programa Todos a Aprender (PTA).

SEMANA: ¿En qué se ha avanzado para ayudar a esos hogares con computadores y conectividad?

M.V.A.: En alianza con MinTIC, se lanzaron el pasado 15 de abril tres estrategias que buscan apoyar a los hogares más vulnerables del país. La primera facilita el acceso de conectividad a docentes, padres de familia y estudiantes de zonas rurales y urbanas a través de navegación gratuita (sin consumir datos) en la versión móvil de la Plataforma Aprender Digital Colombia Aprende (https://movil.colombiaaprende.edu.co/). Este servicio se habilita para usuarios con telefonía móvil (voz y datos) en la modalidad de prepago y pospago de hasta $ 71.214 (dos UVT). La segunda estrategia es el programa Hogares Digitales para la Educación, con el cual se hace un llamado a los estudiantes que vivan en hogares de estratos 1 y 2 para que revisen quién presta el servicio en su municipio y llamen para adquirirlo. En la página web del Ministerio TIC (www.mintic.gov.co) se encuentra la lista de los operadores y los municipios que se verán beneficiados por esta iniciativa, la cual se extenderá hasta 2024.

La tercera iniciativa permitió que Computadores para Educar realizara la entrega de 83.345 computadores con contenidos educativos precargados y que, por tanto, están disponibles con o sin conectividad. Su distribución se inició la primera semana de mayo para docentes y estudiantes de los grados 10 y 11 de zonas rurales y urbanas. Con esta estrategia se benefician niños, niñas y adolescentes de 750 sedes educativas del país.

SEMANA: ¿Cómo se garantiza la permanencia de los estudiantes en el proceso educativo y que no aumente la deserción escolar?

M.V.A.: La permanencia escolar es uno de los mayores retos que asumimos como nación en el marco de la  emergencia sanitaria, económica y social a causa de la covid-19. La multicausalidad de este fenómeno exige una acción integral de toda la comunidad educativa para evitar el abandono escolar.  En este contexto, el Ministerio de Educación ha venido adecuando estrategias que inciden en la  permanencia y prevención de la deserción en los diferentes etapas de atención a la emergencia sanitaria, desde las disposiciones de jornada escolar, el trabajo pedagógico en casa y la planeación del retorno de los estudiantes a las aulas. Dentro de las estrategias para el sector oficial se cuenta con material de apoyo pedagógico para el proceso de aprendizaje en casa. También se realizó la adecuación del Programa de Alimentación Escolar para que entregue complementos alimentarios para consumo o preparación en sus hogares, medida concreta que se adoptó y se implementó desde el pasado 25 de marzo.

Para procurar la permanencia en el sector educativo no oficial (jardines y colegios privados), además del material de apoyo pedagógico y las estrategias de radio, televisión y digitales, se estableció una línea de crédito condonable con condiciones favorables dirigida a los padres de familia que lo requieran para el pago de las pensiones de sus hijos, además de una línea de crédito para establecimientos educativos que requieran recursos para cubrir gastos de su operación.

SEMANA: ¿Le preocupa el impacto en la calidad que pueda generar esta situación?

M.V.A.: Se está trabajando con el Icfes para llevar a cabo una estrategia que permita identificar los desarrollos logrados por los estudiantes en el periodo de la contingencia y de esta manera formular, de ser necesario, planes de nivelación que permitan trabajar de manera focalizada en los desarrollos que se requiere fortalecer, respetando los ritmos de aprendizaje de los estudiantes. Esta estrategia contempla la posibilidad de identificar esas proridades y un acompañamiento institucional para la formulación de los planes de nivelación. Esta es una gran oportunidad de fortalecer e innovar en el sistema educativo. Así mismo, convoca a las familias a estar más cerca de los procesos de aprendizaje de sus hijos y nos llama a las autoridades del sector educativo a trabajar en equipo para gestionar el cambio, entender desde la creatividad y la innovación cómo promover aprendizajes y experiencias que en este nuevo contexto acompañen a niños, jóvenes y maestros en los procesos de enseñanza-aprendizaje y en el manejo de las emociones.

SEMANA: El Gobierno anunció una serie de medidas para aliviar al sector de educación. ¿De qué se tratan? 

M.V.A.: Las medidas anunciadas están orientadas a brindar apoyos financieros a instituciones educativas privadas (jardines y colegios), padres de familia, estudiantes, Instituciones de Educación Superior públicas y privadas e Instituciones de Educación para el Trabajo y Desarrollo Humano para mitigar la deserción y fomentar la permanencia en el sector educativo. Estas medidas son:

  • La expedición del Decreto 631 del 8 de mayo de 2020 que contempla los subsidios de nómina, dirigido a jardines, colegios e instituciones de educación superior. Mediante Decreto 662 del 14 de mayo se creó el Fondo Solidario para la Educación con recursos por más de 217.000 millones de pesos a través del cual se crea una línea de crédito condonable para padres de familia o acudientes destinada al pago de pensiones de jardines y colegios privados, se destinan recursos de apoyo a la financiación de un porcentaje del valor de la matrícula de los estudiantes prioritariamente de estratos 1 y 2 de las Instituciones de Educación públicas y se crea una línea de créditos condonables para la financiación de la matrícula o sostenimiento de los estudiantes con mayor condición de vulnerabilidad de las Instituciones de Educación para el Trabajo y el Desarrollo Humano.
  • La ampliación del plan de alivios Icetex está concentrada en incrementar el número de estudiantes y contempla beneficios de disminución de intereses, período de gracia hasta diciembre de 2020, ampliación de plazos de amortización y nuevos créditos sin codeudor.
  • Se establecen líneas de crédito por $2,5 billones, compuestos por:
    • $1 billón para jardines y colegios privados que permitirán cubrir hasta el 90% de la nómina, con un respaldo de la Nación del 80%, un periodo de gracia de 6 meses y un plazo de pago entre 12 meses y 36 meses.
    • $1,5 billones para Instituciones de Educación Superior-IES se destinarán a cubrir hasta el 90% de la nómina, con garantía de la Nación del 80%, un periodo de gracia de pago de capital y un plazo establecido según ingresos de las instituciones.
    • $200.000 millones a través de Findeter con tasa de interés subsidiada por el Ministerio de Educación, con el fin de apoyar financieramente a las IES para que ejecuten esquemas de apoyo a los estudiantes de pregrado en condiciones de vulnerabilidad socioeconómica.

SEMANA: ¿Cómo pueden las universidades, colegios y jardines acceder a estas líneas de crédito y fondos solidarios?

M.V.A.: A partir de la otra semana comunicaremos al sector las condiciones de cada línea de crédito y demás requisitos para que padres de familia, estudiantes, jardines y colegios privados, Instituciones de Educación Superior públicas y privadas e Instituciones de Educación para el Trabajo y Desarrollo Humano puedan disponer a la mayor brevedad de los recursos que el Gobierno ha dispuesto.

SEMANA: ¿Qué tantos estudiantes se han acogido a las medidas de amortización del Icetex y al momento cuántos han manifestado interés de renovar el crédito de cara al segundo semestre?

M.V.A.: Hasta el momento desde la expedición del Plan de Auxilios el Icetex ha recibido 61.403 solicitudes, de los cuales 60.087, que corresponden al 98 por ciento, han sido aprobadas y aplicadas:

Los 60.087 beneficiarios se distribuyen así según el auxilio otorgado:

  • 28.066 disfrutan del auxilio de período de gracia.
  • 22.707 disfrutan del auxilio de ampliación de los plazos de pago.
  • 9.314 se acogieron a la interrupción transitoria de la tasa de interés.

Adicionalmente con el fortalecimiento del plan de auxilios a través del Fondo Solidario para la Educación se espera otorgar a más de 150.000 jóvenes estos alivios financieros.

Fuente: https://www.semana.com/educacion/articulo/medidas-para-la-educacion-durante-pandemia-por-coronavirus-ministra-responde/671645

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OVE entrevista a Dennis Solís Cruz “Las universidades deben replantear la formación de docentes”

Luz Palomino y Luis Bonilla-Molina entrevistan en exclusiva para OVE

 

Por años la imagen que se intentó propagar en América Latina fue la de una Costa Rica que derrotaba las desigualdades. Poco a poco fuimos conociendo las resistencias de los estudiantes, campesinos, pobladores y docentes costarricenses al modelo neoliberal del cual nadie escapa. En ese marco conocimos a Dennis Solís Cruz, un maestro sencillo, amable y vertical en sus principios de defensa a la educación pública. Es el secretario general de la Asociación Sindical de Profesores de Secundaria de Costa Rica (APSE)

 

Dennis forma parte del Grupo de Contacto Internacional (GCI) una iniciativa plural y horizontal del magisterio y los educadores populares de la región, conformado en defensa de la escuela y los proyectos educativos emancipadores. La conversación que hoy sostuvimos con Dennis estamos seguros que será de utilidad para los colaboradores y lectores del portal Otras Voces en educación

 

Dennis, cuéntanos un poco tu historia de vida y como llegaste a sindicalismo

Mi nombre es Dennis Solís Cruz, nací en un pequeño pueblo rural llamado Piedades Sur de San Ramón, Costa Rica. Mi padre es agricultor y mi madre ama de casa. Cuando terminé la escuela primaria no iba a seguir estudiando, me dedicaría a la agricultura como mi padre, pero por insistencia de mi maestro de primaria, continúe estudiando en secundaria. Ingrese a la Universidad de Costa Rica, donde me gradué como profesor de Ingles: (Educación Pública).

Entre al sindicalismo ya que creo en el estado de derecho y las instituciones públicas que me brindaron la oportunidad de llegar a ser profesional, gozar de  salud pública de calidad hasta la fecha en mi país. Me tocó ver la destrucción del agro en mi país con la implementación de los Planes de Ajuste Estructural (PAEs) en los 90s y los tratados de libre comercio. La consolidación del modelo neoliberal y capitalismo salvaje que pretende acabar con lo que queda.

Ingrese a la APSE hace muchos años ( alrededor de 15 años), y desde ahí he participado en puestos de base, regionales y ahora de dirigencia Nacional. Además, he sido líder en defensa de la salud Pública  (CCSS), donde una vez fui arrestado en una manifestación y tuve que afrontar procesos judiciales por 5 años.

También he participado en luchas sociales y populares en mi país a nivel universitario, la lucha contra el TLC  con USA (CAFTA), contra el monopolio  RITEVE, miembro del Foro de Occidente y las Asambleas Patrióticas Populares, entre otros espacios.

  

¿Cuáles consideras que son los elementos más significativos de la crisis educativa en Costa Rica?

En muchos casos se implementan esquemas educativos de otras realidades. Personas que toman decisiones relacionadas a la educación, priorizan en intereses económicos y políticos, dirigidos a responder a las agendas que exigen los organismos internacionales.

Los cambios de gobierno cada 4 años generan cambios en las políticas educativas, lo cual no brinda el espacio y tiempo necesario para la apropiada capacitación de docentes.

 

Dennis, ¿consideras que la formación docente se corresponde a los actuales retos que enfrentan los y las docentes? ¿Cuáles deberían ser las reelaboraciones en materia de formación inicial y continua de les educadores?

Debe existir una actualización constante en cuanto a formación de docentes de manera que se responda a los retos que plantea nuestra sociedad. Definitivamente las universidades deben replantear la formación de docentes, ya que se está dejando de lado en muchos casos la formación integral, de un ser crítico y consciente de su mundo.

Encontramos docentes que no muestran un interés por lo colectivo, premia el individualismo y la satisfacción de necesidades inmediatas particulares. Por supuesto, que esta situación se va a reproducir en el sistema educativo del país, donde se ha mercantilizado la educación, se busca la formación de mano de obra barata, no critica ni pensante que sea presa fácil para las transnacionales. Es primordial romper con este esquema.

 

¿Qué ha significado la crisis del COVID-19 para el magisterio costarricense? ¿Considera que el COVID-19 y las medidas que se adoptaron en materia educativa afectan al derecho a la educación?

En Costa Rica se ha enfrentado la expansión de la epidemia implementado un tipo de educación a distancia para lo cual no estábamos preparados. Han existido dudas, incertidumbre y dificultades por parte de docentes, estudiantes y padres de familia con respecto a este tema.

El tema del acceso, a  medios tecnológicos ( internet, computadora) definitivamente ha afectado el derecho a la educación. Existen zonas rurales o sectores de mucha pobreza donde ha habido mucha limitación en cuanto al alcance de las herramientas y plataformas implementadas.

 

A partir de su experiencia docente y gremial cuales serían algunas de las propuestas alternativas en la actual coyuntura del magisterio americano

 

  • Desde la APSE hemos exigido al gobierno de Costa Rica, la participación del magisterio en la toma de decisiones con respecto a las medidas a implementar tanto en el manejo de la crisis como a la hora del retorno a la presencialidad. No ha habido apertura real por parte de las autoridades educativas al respecto.
  • Desde la APSE , hemos exigido cobertura gratuita y total de internet a los estudiantes, para no afectar su derecho a la educación
  • Hemos exigido, la cobertura en alimentación de comedores escolares a la totalidad de la población estudiantil, ya que muchos de sus encargados han perdido trabajos o han visto recortada su jornada laboral.

 

 

Muchas gracias al portal Otras Voces por esta oportunidad

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Francesco Tonucci: «Cuando empecemos de nuevo, deberemos inventar otra escuela»

Desde Roma, el célebre pedagogo italiano propone sacar las tareas en cuarentena y que la casa sea un laboratorio. Y para después del virus, aboga por aulas desjerarquizadas y centradas en la diversidad.

Por: Gustavo Sarmiento

«Me arruiné las vacaciones». Francesco Tonucci sonríe al otro lado del teléfono y menciona una agenda interminable de videollamadas (con colegas, funcionarios, periodistas) que le impide un consumo típico de cuarentena, como libros o series. «Y va a seguir, porque me preguntan mucho por el después», agrega en perfecto español. Tonucci habla del Covid-19, como todos en estos días, pero especialmente de las infancias y de la escuela en este contexto de crisis, ilusionado con que sirva como oportunidad para cambiar el modelo educativo imperante.

Un currículum a las apuradas dirá que es pedagogo, escritor, dibujante, investigador y creador del proyecto internacional La Ciudad de los Niños y las Niñas, que se replica en más de 200 localidades de todo el mundo –unas 30 en la Argentina–, en las que se propone dar voz a los pequeños y brindarles espacios públicos donde puedan jugar en libertad. Uno de los que habló con él esta semana fue el ministro de Educación, Nicolás Trotta, que apoyó su iniciativa de que, cuando se abran completamente las ciudades, se les deje el primer día solo a los chicos y chicas, para que jueguen y las disfruten como nunca las vieron.

Francesco vive en Roma, «con el miedo de una persona vieja como yo, y la preocupación de que no se generen más problemas ahora que todo se empieza a abrir». Lo que más lo angustia es que hace más de 70 días no puede ver a sus hijos y, sobre todo, a sus nietos. «Estoy solo en mi casa, aislado, como todos, abriendo la puerta una vez a la semana para comprar». Al segundo se corrige. De hecho, el miércoles dio un paseo por su barrio, en la periferia de la capital italiana, por primera vez en dos meses. «Hice tres kilómetros, paseando por calles y monumentos que no conocía, cerca del Cementerio del Verano, que sorprendentemente tiene nombre español y aquí nadie sabe qué significa. Después de 50 años de transitar una ciudad que vive de manera caótica, con un movimiento espantoso, verla vacía es un efecto muy fuerte… Qué poder tiene un virus para conseguir parar el trabajo y el tráfico, dos dioses de nuestra cultura. Pensemos que aquí la contaminación aérea produce el doble de muertos que el Covid».

-Lo mismo que estamos recogiendo de los chicos de nuestros Consejos de Niños de todo el mundo. Cuando empezó todo este rollo, me golpeó mucho que todos buscaran expertos para dar consejos a padres y maestros y nadie se preocupara por preguntarles a los niños qué pensaban y qué proponían, por lo cual le pedí a alcaldes e intendentes de nuestra red de ciudades, que convoquen al Consejo de Niños. Y lo que sale de esos testimonios son tres cosas básicas. Lo principal: les faltan los amigos. Esto ha sido mal interpretado, creyendo que decían «me falta la escuela». Pero no: les falta la escuela porque es el único lugar donde se encuentran sus amigos. Décadas atrás, se los encontraban en la calle, en el tiempo libre, para hacer otras cosas, inventar, jugar, y en la escuela estaban los compañeros de clase. Ya no es así: se perdió la calle. Lo segundo que dicen en las encuestas es que les gusta pasar tiempo con sus padres. Es un regalo de la pandemia. Muchos niños o no los conocían o los veían casi de casualidad. Ahora tienen que compartir y participan de las cosas de la casa. Lo tercero: todos manifiestan que están hartos de la tarea de manera virtual. Es algo que la escuela no ha entendido que no debía hacer. Por eso propuse aprovechar la casa para que sea un laboratorio, y que sean las acciones con los padres las verdaderas tareas, no las del libro de texto. Aprender a cocinar, coser, recuperar las fotos, pintar, y que la escuela trabaje con los niños sobre estas experiencias. Si «hacen pasta” y nada más, no sirve; veamos si hay matemáticas dentro de la cocina: hay pesos, proporciones, tiempos de cocción. O aprovechar para hacer lengua, escribiendo recetas, que no es escribir cualquier texto, debe ser útil para que otra persona que no me conoce pueda repetir el mismo plato. Cuando el mundo se amplíe de nuevo fuera de las casas, me gustaría que la escuela no perdiera este descubrimiento: que se puede trabajar sobre el mundo, el barrio, las historias, la naturaleza y los problemas ambientales, y no sobre los libros de textos.

-¿Cree posible un cambio en la escuela después de la pandemia?

-Clases y tareas en este tiempo son cosas que no tienen sentido, porque vivimos situación extraordinaria, no puede ser que la escuela siga como antes. Pero esta manera de interpretar la educación y la escuela no debe ser sólo en tiempos de crisis y coronavirus, sino para siempre. Los cambios cuestan. Normalmente, las estructuras intentan quedarse iguales para siempre. La escuela italiana adoptó como lema en esta crisis: «La la continúa». Sería un “seguimos como antes”. Y es algo paradójico: ¿cómo que no cambia nada si cambió todo para todos? Pero si la mayoría piensa que la escuela no tiene que cambiar, vendrá agosto u octubre y todo seguirá igual. Tenemos que aprovechar esta oportunidad para lanzar una idea nueva de una escuela que corresponda a lo que nuestra sociedad necesita.

-¿Y qué necesita?

-Por ejemplo, la diversidad. En la escuela hay niños de culturas y lenguas diferentes, minorías indígenas, niños con discapacidades, de diferentes sectores sociales, niños pobres que en este momento manifiestan limitaciones porque no tienen aparatos tecnológicos para conectarse con la escuela. El tema de fondo es que hay una idea equivocada de que la escuela debe ser para iguales, entonces todas las veces que alguien no es igual a los demás se considera un problema. Y la verdad es que los niños son diferentes uno del otro, por lo cual si queremos hacer una propuesta educativa democrática y eficaz, tenemos que hacerla para diferentes, y no para iguales. Lo dice la Convención de los Derechos del Niño, a la que Argentina adhirió hace 30 años con carácter constitucional: la educación no tiene como objetivo que todos consigan los mismos resultados. El propósito de la escuela y la familia en conjunto debe ser que los chicos descubran sus aptitudes, vocación y talento, sus inteligencias, y una vez que cada uno descubrió su camino, ofrecerle los instrumentos adecuados para desarrollarlo hasta el máximo nivel posible. Por eso tiene que haber diversidades en la escuela, y trabajar sobre lo bueno que cada uno tiene, no sobre lo malo. Con los mismos textos para todos, pensados desde un ministerio casi siempre desde la capital del país, la escuela está dejando afuera a un porcentaje enorme de alumnos que no nacieron para ser literatos o matemáticos, que quieren ser músicos, pintores, deportistas, arquitectos o mecánicos. Hay una injusticia. Una propuesta igual para desiguales.

-¿El Covid-19 es una oportunidad para pensar en una escuela diferente?

-La crisis, como dijo Albert Einstein, puede ser una bendición, porque produce progresos. Espero eso, especialmente para casos como el de la Argentina, donde las autoridades parecen motivadas a impulsar cambios y no la conservación. Las escuelas que mejor funcionan en el mundo, como las de Finlandia, no tienen exámenes; hay muchas menos horas de cursada a lo largo del año; empiezan la primaria a los 7 años y no hay tareas. Se hace mucho hincapié en repetir o pasar de año, y eso no es lo central. Cuando empecemos de nuevo, tendremos que inventar una escuela que hoy no existe. No es verdad que vamos a poder volver a la escuela de antes; porque el virus nos obligará, con las condiciones de distancia y de cuidado, a pensar cosas totalmente distintas. Aquí, por ejemplo, hemos analizado la posibilidad de dividir las clases en dos grupos, uno en casa y otro en la escuela, e ir rotándolos. Pero lo principal es que tenemos que idear una escuela pensada de otra manera. La debilidad es que se funda en una base jerárquica y que los de la misma edad saben lo mismo, creyendo que cuando empiezan el proceso escolar no saben nada y después empiezan a saber lo que los maestros supieron pasarles. El mérito del aprendizaje se pone siempre en los niños: si no aprenden, no se castiga al docente que no supo enseñarles, sino al alumno que no tuvo capacidad o no quiso aprender. Podemos abandonar la idea de la clase con pupitres en la que los alumnos escuchan y repiten, y pensar que trabajen entre ellos. Si tenemos grupos de 6 a 12 años, hasta se pueden manejar solos, por lo cual un profesor puede lanzar propuestas, o crear grupos de trabajo que luego supervisa. En este momento, donde tenemos que enfrentar una situación nueva y problemática, mezclar edades lo haría mucho más fácil.

-¿Cómo están los niños en estas semanas en las que les cambió el mundo?

-No se los escucha, en casi ningún lugar, excepto en países como Finlandia o Nueva Zelanda, que no casualmente son liderados por políticas mujeres, que desde el principio les hablaron a los niños. Los niños valen poco porque no votan. No están en agenda. Y si la escuela quiere modificar la relación con ellos, no puede repetir siempre lo mismo. El tema central es si la escuela es consciente de que hay que cambiar: así como era ya no funcionaba desde antes de la pandemia. No es que antes funcionaba bien y entonces lamentamos no poder seguir como antes. No. Muchos niños se aburrían, no seguían la clase, y después olvidaban lo que habían aprendido. Era una estructura débil, incluso en el aula. Por eso me gustaría una escuela donde todos los espacios se utilicen como talleres y laboratorios, con muchísimas propuestas distintas: baile, música, física, huertas, ir moviendo a los grupos. En estas épocas puede ser útil la idea de la jornada escolar como un recorrido y no como una estancia. Hace 30 años que lo propongo, pero ahora parece que llegó el momento en el que a los gobiernos que me consultan les parece viable. Algo bueno habrá hecho este virus maldito.

Que las ciudades sean para los niños

Una de las propuestas de Tonucci para estos tiempos de pandemia apunta a que, el día que «reabran» las ciudades, cuando todo vuelva a una mínima normalidad, se las entreguen por 24 horas a los niños y las niñas. «Lo lanzamos como proyecto internacional de la Ciudad de los Niños. La gente puede firmar la petición en nuestra página lacittadeibambini.org/o en nuestro Facebook. Lo que decimos es que esta crisis tuvo errores sanitarios, víctimas (sobre todo nosotros, los viejos), y ha tenido campeones, que son los niños. Porque resistieron al virus, no por mérito de ellos solos, claro, pero viven esta temporada muy larga, encerrados en casa, que les significa algo incomprensible, y lo están haciendo muy bien. Darles un día la ciudad vacía para que jueguen y la disfruten en libertad, como nunca han podido, y como les gusta a ellos, sin tráfico, peligros ni contaminación, es el regalo que les podemos hacer a modo de agradecimiento».

Hizo llegar su iniciativa a los 200 alcaldes de las localidades que forman parte de la red internacional, entre ellas varias argentinas. Tonucci menciona a Arrecifes y a Rosario, una de las históricas desde que el proyecto de la Ciudad de los Niños arrancó en mayo de 1991, con la idea de que «los niños asuman un papel activo en el proceso de cambio, participando de forma concreta en el gobierno y en la delineación de su ciudad, apropiándose de nuevo del espacio urbano».

También le comentó al ministro de Educación, Nicolás Trotta, la iniciativa de liberar un día las ciudades para los niños: «Prometió que se iba a sumar a la petición, igual que Rosario o Neuquén. Es más una decisión política que educativa. Sé que es una propuesta muy utópica, pero lamentablemente todo el tiempo que proponemos algo para niños, es utópico».

Pruebas Pisa

Afirma Tonucci: «La escuela sigue siendo la escuela de lengua y matemáticas, y el resto es algo que si hay, hay, y si no, no importa, como las Pruebas Pisa que toman estas dos o tres competencias y las miden por igual en todos los países sin tener en cuenta las diferentes realidades. El niño mapuche ve distinto la vida del que vive en Palermo o en una villa miseria, todos tienen el mismo derecho de aprender, y lo hará mejor cuanto más pueda examinar su propia realidad».

 

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Entrevista a Luis García Montero: “La cultura es fundamental para evitar el miedo y la manipulación totalitaria”

Entrevista/21 Mayo 2020/Autor: Pablo Gutiérrez del Álamo/eldiariolaeducacion.com

García Montero es un hombre de convicciones, más que de esperanzas. Tiene la convicción de que esta pandemia debe hacernos luchar por la igualdad y la libertad, también por reivindicar los servicios públicos, como la sanidad, o la economía productiva y de sostén de la vida frente a la especulación. Y, por supuesto, defiende el papel de la cultura no como simple entretenimiento sino como «la imaginación moral de las personas».

El poeta Luis García Montero es, también, el director del Instituto Cervantes, la “embajada cultural” española en el mundo; una institución que, comenta, ha sufrido un importante impacto debido al parón de su actividad presencial. Está convencido de que la cultura tendrá un papel importante, ahora y tras el desconfinamiento, así como las políticas con la mirada puesta en la economía productiva y en el sostenimiento de la vida. Aunque, confiesa, “no soy hombre de muchas esperanzas”, sí tiene la convicción de que “será muy importante defender los mejores valores y la convivencia”.

¿Cómo es un día “normal” en su vida, ahora, confinado en casa?

Bueno, el confinamiento lo llevo bien porque estoy acostumbrado a leer, estudiar y escribir, que son actividades que tienen mucho que ver con saber quedarse en casa y vivir un mundo propio en una butaca. Compagino los trabajos en el Instituto Cervantes con la recuperación de actividades académicas como estudiar a fondo la bibliografía de un trabajo de ensayo para la Universidad. Estoy más afectado por la desolación general, la muerte, la enfermedad y los problemas económicos, que por estar mucho tiempo en casa.

El de la cultura es uno de los sectores que ha tenido que parar en seco. ¿Cuál es el espacio que debería ocupar en este confinamiento? 

Yo creo que cualquier momento es bueno para decir que la cultura es un bien esencial. No es ningún entretenimiento, sino algo que tiene que ver con la formación de las personas. No hay democracia sin educación ni cultura. Son valores que van unidos. En la cultura más neoliberal se identifica la actividad cultural, el teatro, el cine, la literatura, etc… con el entretenimiento barato y zafio. Pero creo que la cultura es la imaginación moral de las personas. Además, vivimos en un tiempo de grandes bulos, de manipulaciones personales a nivel de sentimiento, y es mucho más fácil de manipular a los incultos que a los que tienen una conciencia formada.

Está claro que la cultura, la literatura específicamente, pueden ayudarnos a sobrellevar esta situación. ¿Cómo cree que podría ayudar también a construir el día después?

El día después va a significar muchas cosas. En primer lugar una vuelta a la normalidad. Hay personas que en su idea de la normalidad necesitarán ir a un campo de deportes, o a un centro comercial, pero también necesitarán ir al cine, al teatro, a librerías, a bibliotecas… En ese sentido va a ser parte de la conquista de la normalidad. En segundo lugar, habrá que decidir en esa normalidad qué respuestas se dan a las novedades surgidas después de la pandemia. Me preocupan, por ejemplo, el fortalecimiento del Estado y de lo público. Creo que la situación de la sanidad pública debería ser un ejemplo de qué es lo que tiene que ser lo público dentro de una convivencia democrática. Me preocupa la libertad. Consolidar lo público al tiempo que se consolidan las libertades es fundamental para una sociedad democrática que quiera evitar el miedo y la manipulación totalitaria, y para eso la cultura es fundamental.

¿Cómo interpreta lo ocurrido con el ministro de Cultura y una parte del sector en los últimos días y la campaña de #ApagónCultural?

Se debe comprender que en cultura ya llueve sobre mojado porque hubo muchos recortes en la crisis anterior, y porque los presupuestos de Cultura en España son, desde hace muchos años, muy modestos comparados con el resto de los países de nuestro entorno. Nos parece muy importante la propuesta del Ministerio de Cultura de que habrá que firmar un gran pacto por la cultura, en el que se vinculen ayuntamientos, comunidades autónomas, el Estado y otras entidades.

Esta situación, inédita, ha hecho más evidentes algunos problemas estructurales que tenemos. Tal vez, entre los más importantes, el de la desigualdad. ¿Hay esperanza para la mejora?

No soy hombre de muchas esperanzas, pero sí de convencimientos y de respeto a algunos valores. Soy muy consciente de lo que ya diversos autores han planteado, que la distancia social no va a ser solo física sino también laboral, salarial y económica. Y se van a crear más distancias entre sociedades ricas y pobres, y entre las élites económicas y la gente normal con problemas económicos. Un pensamiento democrático debe defender la hermandad de la libertad y la igualdad. De igual forma que la historia nos ha enseñado que es falso un sistema que defiende la igualdad por encima de la libertad, porque termina en dictadura y corrupción; lo mismo sucede al contario, defender la libertad por encima de la igualdad, porque termina en autoritarismo, no del Estado, sino de los monopolios económicos que controlan el Estado. Tan importante es defender la igualdad como la libertad.

Hace unos días se preguntaba en un artículo si seremos más sabios después de esta pandemia… ¿Lo haremos?

Tengo pocas esperanzas. Del mismo modo que creo que el libro ha superado pandemias y catástrofes; veo también que llevamos siglos con pandemias y catástrofes sin aprender la lección. Los mismos egoísmos, ambiciones e injusticias de siempre. Tengo la convicción de que será muy importante defender los mejores valores y la convivencia, pero no estoy esperanzado de que sea algo seguro. Habrá que luchar, combatir, esforzarse y encontrar buenas salidas a este mundo que estamos soportando.

Otra de las cosas que podemos ver estos días es la división grande entre una sociedad solidaria y que se preocupa de los demás y la del miedo al otro, al diferente, el extranjero…

Así es. El miedo al extranjero es pensar que la diversidad es una amenaza y que el otro es un enemigo. Eso, por desgracia, es asunto del racismo, que es solo un síntoma de que se está cultivando mucho el miedo. Si uno ve las noticias, verá que la importancia del coronavirus, los contagios, la muerte… ha sustituido a una dinámica informativa que daba protagonismo a los crímenes y catástrofes. Existe el crimen, pero no tan protagonista es el crimen como una inercia informativa que olvida otras cosas. Me parece que el miedo ha sido siempre un hecho de manipulación social para romper los lazos colectivos y convertir al vecino en una amenza y romper la falta de pertenencia y la reivindicación de los valores públicos. Lo del coronavirus va a tener que ver mucho con esto. Debemos no caer en las redes del miedo, y no considerar al otro una amenaza, sino una persona que merece respeto y debe entendernos.

También ha sacado lo obvio a la luz: la vida necesita ser sostenida y lo hace, principalmente, por sectores denostados o infravalorados: trabajadoras de supermercado, camioneros, personal sanitario,  limpiadoras… Lo recordaba usted también en un artículo hace unos días de la mano de Machado: “En los trances duros, los señoritos invocan la patria y la venden; el pueblo no la nombra siquiera, pero la compra con su sangre y la salva». ¿Qué le evoca este texto a día de hoy?

Me evoca la fe, la necesidad de pensar que existe una realidad de carne y hueso que va a ser más fuerte que las realidades virtuales. Es un problema que ahora la economía productiva que crea riqueza haya sido sustituida por la especulativa que favorece la acumulación de fortunas, que no produce para la sociedad. Esta pandemia nos ha recordado que lo fundamental para la sociedad es el mundo productivo, que se dedica a los cuidados, a la vida, y esto es lo prioritario, y no la acumulación de fortunas. Espero que haya en la gente una realidad de carne y hueso que no sea sustituida por una virtualidad de bulos y mentiras que fragmenta la opinión pública. Es fundamental devolverle el respeto a esos sectores productivos en los que se sostiene realmente la vida. Respetar el mundo del trabajo y preguntarse de qué manera progresar defendiendo los cimientos de la convivencia.

¿Cómo ha afectado la pandemia a los trabajos del Instituto Cervantes?

El Instituto Cervantes se ha visto muy afectado. Como institución cultural de Estado hemos tenido que cambiar nuestras labores presenciales por proyectos en línea y actividades culturales, académicas y bibliotecarias virtuales. Hemos tenido que cerrar todos los centros. La plantilla ha dado un respuesta muy loable y estamos intentando mantener las labores del Instituto en un mundo confinado. Para nosotros tiene un repercusión grave, aunque somos una institución del Estado, una parte muy importante del presupuesto, que nos permite funcionar, depende de los ingresos de las clases presenciales, certificaciones del español como el CCSE y el DELE, etc… Todo eso se ha tenido que suspender, con lo que el Instituto Cervantes es también un proyecto económico que está en riesgo sufriendo los confinamientos. Es un riesgo a gran escala, porque estamos en 87 países, y tenemos los mismos problemas que tienen los sectores que necesitan mantenerse de los ingresos que da su actividad.

¿Cree que tendrá un impacto negativo la situación en España como uno de los principales focos de la pandemia en el futuro de las sedes de Instituto en otros países?

Esto nos sirve para valorar la importancia de la diplomacia cultural española. Es muy importante evitar cualquier tentación de unir la imagen de nuestro país a la idea de una infección, un contagio, un problema, que tenga que ver con la pandemia. Primero, porque sería injusto, en España no ha surgido esta pandemia. Segundo, porque hay países tan afectados como España, como son Estados Unidos, Francia, Inglaterra, etc… que tienen unas cifras de muertos y afectados parecidas o mayores que las nuestras. Y tercero, porque para hacer un análisis serio de la situación habría que analizar muchas claves. Por ejemplo, España es uno de los países con mayor expectativa de vida, al llegar una pandemia con estas características es normal que afecte más. Además, aquí el trato humano y las distancias cortas, son costumbre. Y esa cosa tan positiva de nuestra sociedad, se ha vuelto en contra. Estos dos factores se deberían tener en cuenta, en vez de reducirlo todo a las cifras. Yo no me quedaría tranquilo si dijera que en Estados Unidos, Francia, etc… ha habido más víctimas, porque habría que analizar otros detalles. Es un camino sucio y con mala salida. España no es un país peligroso por haber tenido este contagio. La única manera es potenciar la diplomacia cultural y defender España desde otra perspectiva y no desde la coyuntura de esta pandemia. Por ejemplo, poniendo de relieve la sanidad pública, el hecho de que podemos llamar a las 3 de la madrugada a un médico sin ningún coste, y que los tratamientos son gratuitos. Eso es lo que tenemos que cuidar.

Fuente e imagen tomadas de: https://eldiariodelaeducacion.com/2020/05/18/la-cultura-es-fundamental-para-evitar-el-miedo-y-la-manipulacion-totalitaria/

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