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María Isabel Díaz: “Tenemos una herida abierta con esos niños y niñas que no reciben una educación integral”

Entrevista

“De la cuna vamos a la luna” es un libro esperanzador por las posibilidades que muestra para el desarrollo integral de los niños, pero asimismo es dramático, por esos niños que están excluidos de esa posibilidad, los vulnerables, que viven en torno a la pobreza y con un destino incierto.

María Isabel Díaz argumenta que “en educación y especialmente en la educación parvularia, todos los aportes contribuyen a la formación integral.

Con una vasta experiencia en educación, María Isabel Díaz y Jacqueline Jorquera acaban de publicar de “De la cuna vamos a la luna” (Editorial Catalonia 2020) con ilustraciones de Susana Campillo y Marta Carrasco, donde muestran lo clave que resulta el lapso de los 0 a 3 años en la vida de una persona. Temas conversó con María Isabel Díaz Pérez, Educadora de párvulos de la Universidad de Chile y doctora en Educación de la Universidad de Granada.

María Isabel es especialista en diseño de contenidos curriculares y gestión de políticas públicas para la primera infancia. Reconocida autora de una serie de publicaciones, entre las que destacamos “Saber didáctico en la educación parvularia” (Editorial Andrés Bello, 2010), además de participar y liderar procesos de reforma educacional en el país. Fue la primera subsecretaria de Educación Parvularia en el Ministerio de Educación, entre los años 2015 y 2018.

María Isabel, ¿cómo surge “De la cuna vamos a la luna”?
“Este libro tiene una historia larga y diría que apasionante, porque la idea surge cuando éramos estudiantes de pedagogía en la Universidad de Chile y realizábamos nuestras prácticas en distintos centros educativos. Nos propusimos crear unas bitácoras diarias para registrar las experiencias pedagógicas y luego hacíamos reuniones para analizar cada una de esas notas pedagógicas. Fueron cientos de registros muy rigurosos, en distintos centros educativos públicos y privados, lo que finalmente derivó a la producción de un primer libro orientado a las familias y también educadores. Uno de los grandes desafíos es lograr que sea comunicable y cercano sin perder rigor pedagógico”.

¿Es parte también de su experiencia del trabajo con niños?
“Claro, recoge la experiencia como educadora en aula en distintos contextos y etapas en este país. Por eso este libro tiene un valor adicional, porque surge de las experiencias directas con párvulos, por supuesto también han contribuido a enriquecer y actualizar el trabajo los hijos y ahora las nietas. Nosotros hemos incorporado la práctica de observar los comportamientos de los niños, las interacciones que por ejemplo hoy tienen con los distintos aparatos tecnológicos, los nuevos intereses y sus habilidades. Por otra parte, en la actualización de este libro, también se integra mi experiencia como experta en el reciente diseño de las Bases Curriculares para la educación parvularia y también en el rol que me correspondió cumplir como la primera subsecretaria de este nivel educativo en el ministerio de educación”.

LAS POTENCIALIDADES DEL CEREBRO
¿Por qué resultan tan importantes los tres primeros años de la vida de un niño?
“Los primeros 1000 días son una etapa clave, porque ese periodo el cerebro presenta una gran plasticidad para incorporar estímulos y realizar las conexiones o cableados neuronales, como lo evidencian los hallazgos de las neurociencias. Debemos tomar conciencia que en esa etapa el cerebro crece un 80% y es el momento donde se establecen las bases para el aprendizaje”.

Si no se potencian las capacidades en estos tres años, ¿se puede hacer después?
“Cuando falta la estimulación adecuada, cariño, cuidado y ambientes protectores en los primeros tres años, el proceso de aprendizaje es más complejo y lento. Se requieren esfuerzos adicionales que deben ser bien articulados y muy bien orientados para lograr, por ejemplo, desarrollar las diferentes habilidades del lenguaje. Insisto que no se trata que sea insalvable, lo que sucede es que la plasticidad cerebral empieza a declinar después de los tres años y por tanto no debemos perder tiempo, especialmente con los niños más vulnerables. Se cuenta con muchos estudios que demuestran las diferencias entre los niños que recibieron una educación inicial de calidad de los que no tuvieron buenas oportunidades”.

¿Qué investigaciones recientes sobre las capacidades y funcionamiento del cerebro se han podido conocer?
“Cada día como lo afirman destacados investigadores en el campo de las neurociencias, surgen nuevos hallazgos que van reafirmando y descubriendo las posibilidades del cerebro. Es fascinante lo que se va revelando y lo más valioso es que se puede observar a través de las imágenes en distintas dimensiones. Se ha descubierto la rapidez con que crece el cerebro, la influencia que tienen los ambientes enriquecidos en las conexiones neuronales, por otro lado, hay otros hallazgos acerca de los efectos del estrés en el aprendizaje, la memoria y los riesgos a futuro en los distintos ámbitos cognitivos y emocionales. Esto último forma parte importante de los fundamentos que se utilizan para debatir sobre como sostener y mejorar las iniciativas de políticas públicas para la infancia”.

María Isabel, ¿a qué denominan ventana de oportunidades?
“Las ventanas de oportunidades se utilizan mucho en la ciencia y por cierto se ha integrado en la educación. Es una metáfora que busca ilustrar que hay momentos claves donde el cerebro tiene mayor disposición o apertura a recibir las influencias del medio, las que se consolidarán y perfeccionarán en las etapas posteriores”.

¿Qué áreas pretende potenciar esta investigación/publicación?
“El libro busca reforzar que todos los niños y niñas poseen una gran capacidad de aprendizaje y que es necesario incorporar en la vida cotidiana distintas experiencias para potenciar sus aprendizajes en áreas clave que se vinculan entre sí: el área socioemocional, el área de la motricidad y el área cognitiva y lenguaje”.

¿Cuáles se pueden desarrollar en la casa?
“Con la finalidad de apoyar el proceso de aprendizaje y desarrollo en la etapa de 0 a 3 años, en el libro ponemos a disposición un probado repertorio de juegos y experiencias que rescaten la riqueza afectiva y educativa de las interacciones diarias. Se describen en un lenguaje sencillo, concreto y directo para facilitar su comprensión y complementación, utilizando materiales, objetos y juguetes que forman de la vida cotidiana. Todas esas actividades se pueden desarrollar en la casa, no se requiere nada sofisticado, solo dedicación, tiempo y muchas ganas de jugar”.

¿De qué manera se integra en el desarrollo infantil el aporte de diversas instancias, como la de los educadores, los padres, etcétera?
“En educación y especialmente en la educación parvularia, todos los aportes contribuyen a la formación integral. El rol y compromiso de los educadores es que deben resguardar que los aportes sean consistentes, bien orientados y pertinentes. Tenemos la responsabilidad de ser muy prudentes frente a aquellos entusiasmos o practicas artificiales que se alejan de los sentidos de la educación y que más bien pueden afectar los equilibrios internos de los niños. Un claro ejemplo es obligar a los niños a leer antes de los 5 años”.

NIÑOS POSTERGADOS
El desarrollo humano es clave para reducir las desigualdades de Chile, pero ¿qué pasa con los niños y jóvenes rezagados de la sociedad chilena que no tienen la posibilidad de ser estimulados en estos tres primeros años de vida?

“Es una deuda que tenemos en Chile, que ciertamente se refleja en las demandas que se expresaron en el estallido social. Tenemos que lograr fortalecer todas aquellas políticas públicas que nos permitan detener la falta de oportunidades en esas etapas clave. En las últimas décadas se han logrado importantes avances, desde la creación de nuevos jardines infantiles con altos estándares, la instalación de la carrera docente para las educadoras de párvulos, un nuevo currículum para guiar el proceso de aprendizaje por mencionar algunas, pero falta continuar fortaleciendo un trabajo más integral”.

¿Considera que el caso de estos niños postergados es una herida latente de la sociedad chilena, que a la larga cuesta muy caro?
“Absolutamente, tenemos una herida abierta con esos niños y niñas que no reciben una atención integral. El Estado de Chile asumió el compromiso público de asegurar a todos los niños y niñas los derechos y principios que se consagran en la Convención de los Derechos del niño. Debemos lograr que se cumplan las garantías de acceso a todas las prestaciones universales. Muchas veces estos planteamientos quedan en las narrativas, pero las acciones políticas quedan a mitad de camino y cuando se llega tarde, no solo se pierden oportunidades de desarrollo, sino que se arriesgan daños permanentes en lo personal y todas aquellas competencias para el desempeño social. Quienes trabajamos en estas disciplinas, sabemos que en la primera infancia hay grandes oportunidades, pero también riesgos para el desarrollo humano sino contamos con sólidas políticas integrales”.

Mario Rodríguez Órdenes

Fuente de la Información: https://diarioelcentro.cl/maria-isabel-diaz-tenemos-una-herida-abierta-con-esos-ninos-y-ninas-que-no-reciben-una-educacion-integral/

 

 

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Entrevista a Bifo “El capitalismo ya no es inevitable”

Por: Marcelo Expósito

La filosofía activista ha priorizado durante mucho tiempo pensar la movilización a partir de las pasiones alegres. Es verdad que el feminismo nos ha alertado siempre acerca de nuestras vulnerabilidades y que las feministas se han exigido siempre reflexionar y hacer política desde ese lugar. Pero la política militante se ha pensado habitualmente como si las potencias del cuerpo fueran inagotables. El italiano Franco “Bifo” Berardi(Bolonia, 1949), sin embargo, ha tomado siempre en cuenta el papel de las pasiones tristes, el miedo, la depresión o la pulsión suicida. Dos libros suyos en particular plantean la relación entre capitalismo y enfermedad: La fábrica de la infelicidad (2000) Héroes. Asesinato masivo y suicidio (2015).

Bifo es un filósofo y un militante histórico de la idea y la práctica de la autonomía. Es recordado por su implicación en las revueltas de 1977 en Bolonia y, desde su participación en Radio Alice, la primera del movimiento de emisoras libres de Italia, se le reconoce por su activismo en la creación de medios y redes de comunicación independientes. No podría asegurar cuándo nos encontramos por primera vez en persona, pero lo tengo incorporado desde mucho tiempo atrás en mi memoria compartiendo dos tipos de situaciones: caminando juntos en manifestaciones y conversando generosamente durante horas, porque Bifo es un hombre amable y culto, siempre sorpresivamente inventivo. Durante mi cuarentena me he visto tentado a revisar su libro Fenomenología del fin (2015), cuyo título en inglés se basa en un juego de palabras: es tanto una fenomenología del “fin” como del “y”, es decir, que trata simultáneamente del punto final y de la conjunción. Inspirado por este libro tuve el impulso de charlar con él sobre cómo debemos relatar esta crisis civilizatoria a partir de los sentimientos extendidos de miedo e incluso de terror por nuestra impresión de haber llegado a un punto final, y hacerlo de una manera que no alimente los imaginarios apocalípticos en los que crecen los nuevos autoritarismos y los nuevos ecofascismos. Mantuvimos esta conversación el martes, 7 de abril de 2020.

Bifo, estás en Bolonia, ¿verdad? ¿Cómo te encuentras?

Bien, me encuentro bastante bien. Estoy en Bolonia. Tengo una casa que no está alejada de las famosas Torres de Bolonia, en el centro. La ciudad está desierta como muchas ciudades occidentales. Y orientales también.

¿Cuál es la situación en Bolonia con respecto a la región de Lombardía y otras ciudades que han sido más afectadas por la pandemia?

Bolonia está situada en la parte más al sur de la Pianura Padana, el norte de Italia conocido por ser de las zonas más fuertemente golpeadas, más que Wuhan por decirlo en términos de víctimas mortales. Pero Bolonia es la ciudad menos golpeada de la región. Es interesante observar por qué la Pianura Padana y no Nápoles o Sicilia, que se han visto afectadas mucho menos o casi nada. ¿Por qué Nueva York y no las amplias llanuras, por qué Wuhan y no otros sitios? Yo creo que el virus ha golpeado más fuerte en los lugares con más polución, donde nuestros pulmones son más débiles. Es un indicio de que las condiciones de la atmósfera han llegado a un nivel que es peligroso para el cuerpo humano. El aire es ahora magnífico en Bolonia. Puedo abrir la ventana y respirar. Soy asmático pero puedo respirar. Antes, normalmente no podía. Todos los días del año sobrepasamos los límites de contaminación ambiental establecidos por la Unión Europea. Pero desde hace unos días el aire está limpio. ¿Qué significa eso? No lo sé. O lo sé pero no lo digo [risas].

Has escrito ya dos artículos sobre la pandemia: “Crónica de la psicodeflación” y “Más allá del colapso”. La crónica contiene un par de imágenes menores que son muy conmovedoras. La primera relata cómo tomaste conciencia de tu especial vulnerabilidad en la situación actual. Nos narras una llamada telefónica de tu sobrina Tania que fue el primer toque de atención que recibiste sobre la obligación de tomarte en serio lo agresivamente contagioso que es la Covid-19. En ese instante caíste en la cuenta de tu condición especialmente vulnerable durante la pandemia: con el tono autoirónico y el humor negro que te caracterizan hablas de ti mismo como de un viejo asmático, alguien que forma parte de eso que de una manera muy ambivalente se denomina “grupo de riesgo”, una designación que lo mismo protege que estigmatiza. Más allá de la ironía, ¿cómo estás viviendo estas cuestiones en estos días? ¿Está cambiando tu manera de pensar sobre la enfermedad o la mortalidad reconciéndote atravesado de una manera tan directa por esta especial condición de fragilidad?

Mi vida cotidiana, lo confieso, no ha cambiado mucho. Viajo continuamente y eso sí ha cambiado. No puedo viajar y no sé cuándo podré ir a Barcelona. Tengo un deseo muy fuerte de ir a Barcelona pero sé que no podré hacerlo en dos, tres meses… ¿Cuánto? No lo sé. Pero, a pesar de esta diferencia, mi vida en Bolonia siempre ha sido una vida muy doméstica, tengo una casa llena de libros, puedo pintar… vivo bien acá. No salgo cuando estoy en Bolonia. Lo que ha cambiado es mi relación con la mortalidad, como tú has dicho. Y no porque antes no hubiera pensado en ella. Tengo que compartir una confidencia: he empezado este año a escribir un libro que se llama Devenir nada, lo que significa: morir. Es un libro sobre la muerte en el que estaba elaborando muchas ideas a partir de Schopenhauer, Spinoza… una especie de declaración de rechazo a la longevidad. No me gustan los viejos, no me gusto a mí mismo como viejo y no creo que haya sido una buena idea prolongar la vida humana más allá de lo que es digno. Es también una declaración de amistad a la muerte, que es algo que la modernidad ha rechazado y ha querido hacer desaparecer. Pues bien: el caso es que después empezó la pandemia y con ella me he visto obligado a pensar en la muerte de manera menos filosófica y más médica o más concreta. Y al mismo tiempo me ha entrado una especie de alegría de lo impredecible, porque en los últimos años he repetido muchas veces una idea de John Maynard Keynes en el sentido de que tenemos que hablar de lo inevitable: el capitalismo, la violencia, el totalitarismo… pero debemos hablar también de aquello que nunca se puede predecir. Voilà!, lo imprevisto ya está aquí y me ha dado una energía intelectual que ya no tenía. Porque antes me parecía que el capitalismo había ganado para siempre, que se iría transformando de manera cada vez más automática y totalitaria sin que pudiéramos hacer nada. Pero ahora lo impredecible ha abierto un nuevo escenario. Es trágico, es dramático, es brutal… pero al mismo tiempo es la apertura de un nuevo posible contra lo inevitable.

Tu sobrina te alerta sobre tu situación personal y se dispara en tu relato una segunda imagen que te trasciende como sujeto vulnerable a título individual. El objeto de su llamada es impedir una cita: evitar que tú, tu hermana Lucia y tu hermano Fabio quedéis a cenar. Nos cuentas que habéis mantenido la rutina de encontraros esporádicamente como un hábito residual de los encuentros regulares que manteníais para comer en casa de vuestra madre. Rememoras la entrada de tu madre en lo que llamas “una larga agonía” y cómo los vínculos familiares van languideciendo con ella. Siempre has puesto la subjetividad en el centro, se podría decir que has pensado casi siempre en voz alta desde “un” cuerpo. Pero nunca te había sentido adoptar este registro testimonial. ¿Qué nos está sucediendo? ¿Cómo interpretar esta emotividad general repentina, la manera en que durante la cuarentena masiva estamos poniendo de nuevo en el centro –no solamente de manera filosófica, como has dicho, sino de una manera tan material como la salud y la muerte de nuestros cuerpos– la importancia de cultivar relaciones sustanciales?

Naturalmente, la relación estrictamente familiar se vuelve importante porque es la más cercana. Pero no me gusta tanto la idea de que estaríamos volviendo a una dimensión familiar. Sí, claro: estamos en casa, quien vive en condición de pareja como yo puede disfrutar del compartir, de charlar, quien vive solo tiene que considerar la soledad como una situación que puede ser tal vez rica, tal vez triste… Pero el problema verdadero no es tanto lo que nos queda sino sobre todo lo que nos falta. Y lo que nos falta son las relaciones que tienen un sentido. Lo que a mí más me falta, tengo que decirlo, es el amigo que me vende el hachís y no puedo verlo, no sé dónde se ha metido [risas], aunque eso es sólo un pequeño dato particular. Pero a gran escala echamos de menos durante la cuarentena las relaciones que tienen un sentido porque estamos pensando desde el punto de vista de la fragilidad. Estamos reevaluando qué podrá ser la vida cuando salgamos de la cuarentena. Y desde un punto de vista intelectual no veo esta situación como una disminución. La percibo como un refinamiento y una ampliación de nuestro horizonte. Mis amigos me han dicho mil veces: “¡Tu pensamiento es depresivo!”, y ni antes era depresivo ni ahora me he vuelto de repente un tipo alegre. No. Lo que sucede es que me parece que estamos en condiciones de repensar las cosas: todo lo que era puramente habitual ha desaparecido y ahora miramos lo esencial.

Cuando salgamos, has dicho. En tu artículo evocas otra imagen que tiene una escala muy diferente de lo doméstico: la de millones de jóvenes y adolescentes ocupando el espacio público global en 2019 para alertarnos sobre la emergencia climática y exigir que detengamos el modelo también global que la provoca. ¿Cómo se relaciona esta imagen con la pandemia y su corolario, la cuarentena masiva? Es verdad que se está reflexionando suficientemente sobre la relación entre los daños que el capitalismo y en especial cuatro décadas de neoliberalismo han infligido al planeta y sus ecosistemas, y el daño que se ha ocasionado simultáneamente a las políticas públicas que deberían cuidar de la reproducción y la sostenibilidad de nuestras sociedades. Pero ¿te parece que hay algo más que decir en relación a este imaginario contradictorio que surge de la crisis terminal del neoliberalismo? Tenemos por una parte millones de cuerpos jóvenes en la plaza global y, por otra parte, millones de cuerpos confinados, todo ello dentro de un marco de consecuencias climáticas y sanitarias que se ceban sobre los cuerpos más vulnerables a una escala que no conocíamos en la historia contemporánea.

Te refieres a los movimientos Fridays for Future o Extinction Rebellion… Yo participé en la manifestación del 15 de marzo de 2019 y era una movilización de jóvenes, muy jóvenes, hasta de niños de educación primaria que gritaban palabras muy claras: “No queremos vivir en el mundo de la violencia climática que el capitalismo ha producido”, porque la palabra capitalismo estaba escrita en las pancartas de los niños. Era el capitalismo mismo lo que cuestionaban, la sociedad industrial, la sociedad patriarcal… la sociedad en la que nos llaman a vivir. En ese mismo periodo, en abril de 2019, vi una película contundente, muy fuerte de una directora libanesa que se llama Nadine Labaki. Se titula Cafarnaúm (2018) y es una película muy impresionante que cuenta la historia de un niño que le dice a un juez: quiero denunciar a mis padres porque me han traído a vivir a este mundo. Me dije: la revuelta de Greta Thunberg es muy cercana a este sentimiento de desesperación total. Después vino la Cumbre del Clima de Madrid en diciembre de 2019 y significó la total impotencia de la clase política global, su falta de voluntad, su ignorancia… Existen por supuesto los criminales como el presidente de Estados Unidos de América, pero no se trata sólo de que haya una voluntad de poder violenta, hay también un sentimiento de impotencia: “¿Qué podemos hacer?, ¿podemos parar la máquina productiva? ¡No, no podemos! ¡La máquina productiva es indispensable, sin ella morimos!”… ¡E voilà lo imprevisible! Hemos llegado a un punto en que inevitablemente la máquina productiva se detiene porque si no la paramos morimos. ¡Una paradoja extraordinaria! Si no paramos ahora la máquina de producción justamente vamos a morir a millones. Es entonces cuando la detienen. ¿Pero qué sucede más allá de pararla?

Hago una sugerencia: comprar el último número de The Economist, la revista más importante del pensamiento neoliberal. Su título es: A grim calculus, un cálculo macabro. ¿Qué es este cálculo doloroso? El periódico lo dice de manera honesta y realista: estamos obligados a parar la economía porque si no, morimos. Pero cuidado, porque morirá más gente durante los próximos cinco años por causa del parón de la economía, ya que la ruptura de las cadenas productivas y distributivas provocará efectos de desempleo, hambre, desesperación enormes. No podemos decir que The Economist esté afirmando locuras, porque cuando pensamos en el futuro sabemos que será así. Entonces, yo propongo una reflexión que hace apenas seis meses habría parecido totalmente utópica y ahora no lo es. Es verdad que si seguimos con los criterios de la economía consumista, si detenemos la economía en los términos de un capitalismo que prioriza la obtención del máximo beneficio vamos a producir inevitablemente efectos catastróficos en los próximos años.

¿Qué podemos hacer? Podemos renunciar al beneficio, a la propiedad privada, a los criterios de prioridad que son específicos del capitalismo. Lo primero que tenemos que hacer y debemos hacerlo ahora mismo es establecer qué necesitamos básicamente: la alimentación, los medicamentos, la comunicación, el afecto, el placer de hablar con los otros… las cosas a las que no podemos renunciar porque sin ellas morimos. Claro que a mí me gusta volar en avión, ¡quiero volver a volar en avión en un futuro, por favor!, pero no me resulta indispensable. Lo que sucede es que a la hora de cambiar los criterios de qué es indispensable y en el momento en que comienzan las restricciones surge un problema político: ¿cuál es la fuente de legitimidad para tomar estas decisiones?, ¿quién toma estas decisiones sobre cuáles son las prioridades? Esto constituye un mundo político totalmente nuevo que va a abrirse dentro de pocos meses o un año.

Pero al estallido financiero de 2008 le sucedió una reacción ciudadana que consistió en la revuelta de las plazas: de Tahrir a Occupy pasando por el 15M, las protestas contra las políticas de austeridad en Grecia o Portugal, los movimientos estudiantiles o juveniles en México, Colombia o Chile… Fue una fase de protestas que entre 2011-2013 potenció a gran escala una articulación entre las redes virtuales y la presencia masiva en el espacio público de las calles. Esto fue necesario para que se pudiera plantear un pulso a propósito de lo que tú llamas la fuente de legitimidad a la hora de tomar decisiones sobre las prioridades, legitimidad que en aquel momento residía exclusivamente en los gobiernos neoliberales. En un país como España esa respuesta ciudadana ha resultado muy determinante, porque la revuelta de las plazas permitió que hoy podamos estar afrontando la crisis múltiple que ha desencadenado esta pandemia en una situación donde la fuente de legitimidad es más compleja, no es solamente el criterio neoliberal. Sin embargo, aunque necesitamos continuar con ese pulso que permitiría el cambio radical de modelo que propones, no podemos volver a potenciar esa articulación entre redes y plazas. Durante un largo periodo de tiempo no será posible reeditar las formas de protesta que consisten en la ocupación masiva del espacio público, como sí fue el caso en 2011 y también en el año 2019 del que has hablado. Y por si esto no fuera suficiente problema, hoy nos enfrentamos en muchos países a gobiernos que no solamente son neoliberales sino que responden a un devenir autoritario del neoliberalismo.

Hay una diferencia fundamental entre lo que pasó después de 2008 y hoy. El colapso de 2008 fue esencialmente un colapso financiero, es decir, surgió el problema de cómo volver a establecer un equilibrio en el funcionamiento de las finanzas y por supuesto entre balance financiero y economía social. La gran novedad es que ahora, aunque las finanzas hagan todo lo que les resulta posible casi no servirá de nada. ¿De qué sirve que inyecten millones de millones de euros o de dólares si no tenemos mascarillas, respiradores, comida, cosas materiales muy concretas que son producto de la inteligencia científica humana? Sin eso, puedes tener un billón de dólares: no te sirve de nada.

Quieres decir que solamente un rescate bancario como el que palió la crisis de 2008 ya no serviría como única solución frente a la pandemia.

Claro, porque el problema fundamental es cómo volvemos a dar prioridad a lo que resulta útil, todo lo que en la historia del capitalismo ha sido progresivamente cancelado por la abstracción financiera. La historia de los últimos dos siglos ha sido la historia de la cancelación de lo concreto, del valor de uso. Y de repente el valor de uso vuelve rompiendo todas las máquinas financieras abstractas proponiendo que debemos volver a hablar de algo muy concreto. Quién paga la crisis no es el único problema. Evidentemente que si tú tienes mucho dinero puedes corromper a alguien para conseguir prioritariamente un respirador, pero a escala social el problema es qué cosas útiles necesitamos concretamente. Eso es extraordinariamente nuevo, porque la gente importante hoy no son los financieros que decidían hace diez años y a quienes no les importaba nada en absoluto cuáles eran las necesidades de la población. No: hoy son importantes los científicos, los técnicos, quienes saben producir una mascarilla, quienes saben cultivar la lechuga para la ensalada que nos vamos a comer mañana. Somos nosotros, los productores, sobre todo los productores científicos el centro del proceso de reactivación de lo concreto y lo útil.

Nos venía avisando de este colapso el movimiento contra la emergencia climática y en general la nueva ética global que exige reconsiderar la sostenibilidad del conjunto de la vida sobre el planeta de una manera no antropocéntrica. Es evidente que estamos culminando una crisis del humanismo, pero se trata de un declive fuertemente ambivalente. Por un lado, es cierto que la modernidad puso al “hombre” (un hombre, claro, muy connotado: blanco, europeo, etc.) en el centro dotándolo de un sentimiento de omnipotencia que ha resultado ser destructivo. Por otro lado no es menos verdad que el iluminismo construyó valores éticos y políticos que, precisamente al ser aniquilados por el neoliberalismo, se ha provocado la ruina de los sistemas democráticos. La herencia de la modernidad europea tiene que ser reexaminada a la luz del colonialismo o de la violencia antropocéntrica sobre el conjunto del planeta. Pero en la crisis global de la democracia el neoliberalismo deviene en monstruos autoritarios. Para hacerles frente, parece que resulta más urgente que nunca volver a reivindicar derechos humanos y valores solidarios que también constituyen una herencia histórica de la modernidad. Estas contradicciones venían siendo acuciantes en Europa durante las últimas décadas, pero parecen resultar ahora ya un problema de primer orden cuando nuestro continente se ha convertido en el epicentro mundial de esta primera pandemia del nuevo milenio.

Me parece que los nacionalistas agresivos, trumpistas, están un poco marginados en esta crisis. Yo lo veo en Italia, Salvini se ha vuelto un personaje casi ridículo. Exige que todo el mundo pueda acudir a la misa solemne de Pascua cuando el Papa Francisco ha pedido por el contrario que la gente se quede rezando a Dios en sus casas. Francisco ha estado magnífico en su aparición, en una performance artística frente a una Plaza de San Pedro vacía diciendo cosas muy profundas a nivel ontológico como que esta pandemia no es un castigo divino. ¡Dios no va a castigar a sus hijos, es un pecado social, estamos locos si pensamos que podemos estar sanos en una sociedad enferma! Francisco es un genio mientras que los derechistas parecen empobrecidos. Mira Boris Johnson. Espero que se recupere muy pronto de su enfermedad pero es el símbolo de la incompetencia existencial de la derecha global. A pesar de eso, creo que Trump va a ganar las elecciones y que los Estados Unidos van a vivir una segunda Guerra de Secesión. Los Estados Unidos están muertos, créeme. Pero esto es otro asunto…

Lo que tú planteas es que el neoliberalismo mismo va a asumir caracteres agresivos y totalitarios. No necesitará obligadamente a la derecha fascista porque el neoliberalismo, si quiere reproducir su funcionamiento, tiene que adoptar medidas totalmente represivas. Y por eso yo afirmo que tenemos que crear, de la manera más pacífica posible, las condiciones para experimentar una metodología totalmente nueva. Europa es ideal para hacerlo. Europa ha sido golpeada más fuerte que otros lugares del mundo, asiste a una crisis motivacional de la derecha –sé que existe Orban pero no me parece que importe muchísimo en este orden de cosas, para ser francos–, y España en particular es un lugar en el que el movimiento de ocupación de las plazas ha producido formas de transformación organizativa y subjetiva importantes, quizá no para cambiar el mundo por sí mismo pero sí para decir: se pueden crear formas que, ellas sí, van a cambiar el mundo desde la vida cotidiana. No desde el Parlamento, no será el Parlamento el lugar central; serán las asambleas, las asociaciones de vecinos, los médicos, los científicos que se reúnen para preguntarse: ¿qué necesitamos? Tal cosa es lo que necesitamos. Y entonces, si hay una fábrica que produce aviones militares, bueno, la cerramos. Porque necesitamos una fábrica que produzca respiradores, que produzca comida… Se tiene que cerrar el sistema militar europeo. Es algo que tenemos que decir: con el avión militar estadounidense F-35 que Italia ha comprado se pueden producir dos mil unidades de terapia intensiva para repartir. ¡Dos mil! ¡Y hemos comprado un F-35 en lugar de terapia intensiva! En el día de mañana tenemos que declarar: de acuerdo, olvidemos el pasado, como dicen los napolitanos: scurdammoce ‘o passato, simmo ‘e Napule paisà, no importa lo que haya sucedido. Lo que importa es que ahora no necesitamos aviones militares. Y entonces, no solamente el dinero sino también las energías físicas, materiales que utilizamos para producir armas, todo eso vamos a dirigirlo a la producción de alimentos, medicamentos y libros. Sería una forma de empezar, sé que estoy delirando, pero lo que intento explicar es que ahora estamos enfrentándonos a una posibilidad real, porque la alternativa es clara: o producimos aviones militares y morimos o no producimos aviones militares y vivimos.

Esto me recuerda otra idea que expresas en tu crónica sobre la psicodeflación, que el capitalismo es “una axiomática”. Se basa en axiomas que se autojustifican sin necesidad de más explicaciones, y parece claro cuáles de sus axiomas se han revelado ahora como falacias para la economía y prácticas nocivas para la subjetividad, incluso como políticas criminales para la vida sobre el planeta. Enumeras algunos de ellos: el individualismo, la agresividad, la competitividad… Les contrapones una enumeración en sentido contrario, no de axiomas sino de… ¿valores?, ¿tú los llamarías así, de esta manera tan humanista o de otra forma? En cualquier caso serían: frugalidad, decrecimiento, solidaridad, contacto… Pero sobre todo afirmas que debemos situar en el centro de la escena la idea de “igualdad”. Resulta curioso porque la igualdad es precisamente uno de los ideales centrales de la modernidad, hasta el punto de situarse en el centro mismo de la divisa republicana. ¿Adónde nos conduce tu reflexión? Si estamos de acuerdo en que atravesamos una crisis radical del humanismo, ¿se supone entonces que debemos más bien reinventar el significado de la igualdad en la era de esto que Donna Haraway denomina Chthuluceno? En el segundo artículo que has escrito sobre la pandemia, “Más allá del colapso”, reivindicas precisamente que Haraway es quien mejor ha predecido la pandemia desde la filosofía.

Hay dos aspectos que me interesan en tu pregunta. El primero es qué significa igualdad. En la Declaración de Independencia de los Estados Unidos y en otras constituciones de todo el mundo se afirma la igualdad. Es una igualdad política, incluso puramente formal. Ahora tenemos que pensar la igualdad desde otro punto de vista que no es, digamos, moral, es muy concreto: es el punto de vista de la frugalidad. Se trata de un punto de vista filosóficamente complicado pero muy importante, que es el de la felicidad, del placer. El placer no es tener muchas cosas. El placer es gozar del tiempo, es la condición de estar en armonía con los otros, con la naturaleza. Puede parecer banal pero lo estamos descubriendo de manera muy fuerte en estos días. Entonces, la igualdad es esencialmente una distribución igualitaria de lo que podemos producir, y en condiciones de colaboración podemos producir muchísimo, lo que cada uno necesita en el planeta y mucho más. El problema de la escasez pertenece al pasado premoderno, la modernidad ya creó las condiciones para una suficiente disponibilidad de recursos gracias a la potencia de la ciencia y de la tecnología. Por tanto, estamos hablando de una idea de igualdad no meramente ideológica ni política, sino una igualdad en el acceso a lo que resulta necesario.

El segundo aspecto de tu pregunta que me interesa y que puede hacer incluso más concreto el discurso sobre la igualdad tiene que ver con el criterio que funda la historia de la economía capitalista: el criterio del beneficio y de la acumulacíón de plusvalía, de valor abstracto. Bueno. Hay un ejemplo que me ha chocado mucho, se lo he leído a Farhad Manjoo, un tipo que escribe en el New York Times sobre tecnología. Tiene un artículo reciente sobre un tema del que se habla muchísimo, las mascarillas sanitarias que no se pueden encontrar. ¿Qué sucede en la más grande potencia económica del mundo que son los Estados Unidos de América? Tienen 4 millones de mascarillas y necesitan 3 billones en el próximo mes, de manera que tienen un 1% de lo que necesitarían. Y no lo pueden producir porque lleva tiempo construir una fábrica que pudiera hacerlas… ¿Y por qué? ¿Por qué esta locura? Pues la explicación es muy sencilla y lo reconoce el mismo New York Times: el criterio que gobierna las decisiones económicas es el de obtener el máximo beneficio. Producir mascarillas sanitarias apenas da beneficio y lo pueden hacer en China, ¿no?, donde el trabajo cuesta muy poco. El resultado es que el 80% de las mascarillas sanitarias que hay en el mundo se producen en China. Desafortunadamente, China ha tenido de repente necesidad de utilizarlas. ¿Y qué pasa después? Pues que todo el mundo está buscando un objeto indispensable pero que, gracias a la prioridad que se le ha dado al beneficio económico, no se ha producido en Estados Unidos. Por lo tanto, debemos olvidarnos de esta vieja idea de beneficio, competitividad económica y acumulación de plusvalía y empezar a valorar lo que es realmente necesario. Debemos hacer una lista: ¿qué es lo más necesario? Primero el alimento, segundo, tercero, cuarto, quinto, hasta lo centésimo… Entre las necesidades habrá también una camisa muy bella de color rosa y un avión supersónico, pero en el puesto milésimo. Tenemos ahora esta urgencia de decidir partiendo de un problema de criterio, porque se trata de un criterio de elección: primero lo útil, lo concretamente útil para la mayoría de la población. Y esto hace de la igualdad un concepto mucho más fácil de entender: hay una lista de cosas que son necesarias para todos. Después, si te gusta la camisa rosa o un pantalón negro, los pones en lista pero al final.

Te planteo una última cuestión. Hay una imagen de tu libro La sublevación (2012) que siempre tengo en el pensamiento. La utilizas para condensar todo aquello que en el ciclo de revoluciones del 68 tiene que ver con el plano subjetivo de la revuelta. Rememoras una actuación del Living Theatre en un teatro italiano donde provocaron una respiración rítmica del conjunto del auditorio que acabó convirtiéndose en un mantra. Esta imagen muy bella evoca principios de armonía relacional a través de una coordinación rítmica de los cuerpos, y pone de manifiesto que, en las revoluciones, la “conspiración” es una “co-inspiración”. El conjurarse para la revuelta consiste tanto en inspirarnos mutuamente como en respirar rítmicamente en conjunto.

Están proliferando en estas semanas las interpretaciones según las cuales este régimen de aislamiento masivo que exige la cuarentena podría ser un entrenamiento en nuevas formas de control tecnoautoritario que hipotéticamente servirían para gestionar el previsible derrumbe económico que viene de la mano con la crisis sanitaria. En “Más allá del colapso” aceptas que se trata de una posibilidad. Pero adviertes que existe otra: que los cuerpos en cuarentena interioricen una identificación psicológica entre la enfermedad y la inevitabilidad de reproducir las conexiones a distancia por causa del confinamiento. Dicho de otra manera, que podría no normalizarse la distancia impuesta en las relaciones sino que, al contrario, identificaremos psicológicamente este “distanciamiento social” con el hecho de estar enfermos. Esto significaría que quizá, después de la cuarentena masiva, las subjetividades rechacen como normal esta situación de excepcionalidad hasta el punto de que se relance un deseo colectivo de conjunción entre los cuerpos, de relacionalidad presencial. Desde este punto de vista se podría decir que durante la cuarentena y a consecuencia de eso que tú denominas el terror –que es diferente del miedo– que provoca la pandemia se está librando en nuestros propios cuerpos, en el plano psicológico y en el seno de las subjetividades el mismo pulso entre autoritarismo y reinvención de la democracia que lleva teniendo lugar de manera muy evidente al menos desde la crisis financiera de 2008.

Lo primero que debemos evidenciar es que en estos días en los que estamos obligados a hablar a través de las pantallas, la conexión se ha hecho omnipresente. Esto podría continuar después del fin de la pandemia. Pero podría también verificarse un fenómeno psicológicamente muy probable, muy comprensible: que identifiquemos la pantalla con un período triste de aislamiento. Y entonces se podría producir una vuelta de la conjunción, de la relación conjuntiva, que no significa olvidar la conexión a distancia pero sí considerarla como algo puramente instrumental. En segundo lugar, te agradezco mucho lo que has dicho y no lo habíamos preparado antes [risas], tus consideraciones sobre la respiración. Mi último libro, que todavía no ha sido publicado en castellano, se titula en inglés Breathing y en italiano Respirare. Está dedicado a la cuestión de la respiración. Nos encontramos en el interior de una crisis global de la respiración: son nuestros pulmones, es el aire contaminado el problema de hoy. Pero, al mismo tiempo, estamos descubriendo cómo la relación entre seres humanos, antes de ser una relación económica e instrumental es una relación de armonía de la respiración, de compartir un ritmo, un ritmo erótico, de la inteligencia, de la poesía, del caminar a través de la ciudad, de la noche y el día. El ritmo de la respiración. Yo estoy esperando que surja una idea igualitaria que se funde sobre la armonía planetaria de la respiración.

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Esta conversación forma parte de La pandemia en germinal. Conversaciones sobre un mundo en cuarentena, una serie producida para El Aleph. Festival de Arte y Ciencia de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) con la colaboración de Galería Àngels Barcelona, La Maleta de Portbou. Revista de Humanidades y EconomíaRevista CTXT y Nodal (Noticias de América Latina y el Caribe)

Fuente e imagen: http://lobosuelto.com/entrevista-a-bifo-el-capitalismo-ya-no-es-inevitable-marcelo-exposito/

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Filósofa Marcela Rivera: «El feminismo provoca un temblor en las fronteras de la institución y su afuera»

Por: Javier Bruna.

En un escenario de agitación e incertidumbre social y ante la arremetida del movimiento feminista en la escala nacional, la doctora en filosofía y académica de la UMCE, Marcela Rivera, conversó con El Mostrador sobre educación, feminismo, la designación de Macarena Santelices como ministra de la Mujer y el temblor de la institucionalidad.

La vulneración de los derechos de la mujer durante la pandemia y la reciente designación de una ministra de la mujer que no representa las demandas de las organizaciones feministas, sociales, culturales y políticas, ha puesto en tensión el amplio camino de avanzada de este movimiento a nivel nacional. Ante una clara incongruencia de posturas, la pregunta sobre la relación entre feminismo y educación en Chile se hace necesaria.

¿Existe un sentimiento de pertenencia discursivo en esta materia?, ¿cuál es el rol de las secretarías de género y sexualidad en los espacios universitarios?, ¿el movimiento feminista ha logrado deslegitimar las prácticas machistas en el presente? Estas son algunas de las cuestiones que El Mostrador Braga conversó con la Doctora en filosofía Marcela Rivera, académica UMCE (Universidad Metropolitana de Ciencias de la Educación), quien compartió su experiencia en la construcción de espacios que problematizan el feminismo al interior de recintos educativos.

“Creo que tu pregunta toca algo que es medular, que es esa necesidad de pensar el feminismo como una fuerza disruptiva al interior de los espacios educacionales y que obliga por lo tanto a la pregunta por el vínculo muy sustantivo entre feminismo y educación, porque el feminismo no sería un asunto o un tema, entre otros, si no que sería esa fuerza que obliga a transformar, no sólo repensar los espacios educacionales mismos, en cuanto han sido instituciones que de manera muy perseverante y sutil han reproducido las violencias a la que han estado expuestos esos cuerpos más vulnerables”,declara Rivera para iniciar conversación.

Feminismo universitario y el temblor de la institucionalidad

Para la filósofa, el feminismo irrumpe como acontecimiento en todos aquellos espacios que tengan como asunto la educación, sobretodo en Chile donde este movimiento surge como una provocación respecto de las fronteras entre las instituciones y el exterior, “pensando en la desvinculación que muchas veces la universidad tiene respecto de problemas que son muy acuciantes en el ámbito de lo social y que a veces se tematizan, pero no se problematizan, es decir no se genera transformación”. Reflexiona y continúa… “uno se hace esa pregunta respecto de cómo nuestras prácticas de enseñanza podrían entramarse más significativamente con esos problemas que nos reclaman, entonces el feminismo provoca un temblor entre las fronteras de su institución y su afuera”.

Es así que para la académica, el movimiento feminista sería una práctica que interpela, transporta problemáticas de la calle a la universidad y conmueve los espacios establecidos, obligándolos a reflexionar intensivamente sobre su complicidad, esto particularmente para los espacios educacionales donde se da lugar a una serie de prácticas a las que los sujetos de la educación  probablemente se vean expuestos y que por tanto merecen ser revisadas.

Es tal vez ese el punto más delicado para Rivera, ya que pone en cuestión “cómo la universidad, que se enarbola con un principio emancipatorio por definición, puede ser el lugar de la reproducción irreflexiva de violencias o microviolencias muy sutiles que permanecen ahí instaladas, más allá de los discursos que se profieran más o menos progresistas al interior de un espacio educativo, donde puede haber ceguera al interior de esas prácticas”, cuestiona. “Lo pienso sobre todo por la interpelación que hacen las estudiantes feministas respecto del silenciamiento y de la invisibilización de una serie de violencias a las que los cuerpos vulnerables o feminizados habían estado expuestos y que no se habían puesto sobre la escena” explica.

Feminismo filosófico, político y sus puentes con la sociedad

Para explicar el feminismo desde la educación, la filósofa reflexiona sobre la pregunta elemental, que es la pregunta por la violencia, “¿cuánta violencia estamos dispuestos a soportar?, ¿hasta cuándo nuestros cuerpos pueden simplemente aceptar las violencias a las que han sido una y otra vez expuestos?, ¿cómo no responder ante la exigencia de esas voces que han sido silenciadas producto de una cultura que valida, naturaliza, invisibiliza la violencia contra las mujeres? Ya en este punto despliega un análisis político y filosófico que nos permite problematizar el fenómeno de ausente representatividad respecto de este movimiento a nivel central.

En esta línea, la académica describe ambas dimensiones y propone una alternativa para comprender y aproximarse al problema. Para Rivera, ni la política, ni la filosofía son dimensiones de la existencia a la que alguien pueda restarse, “suena impositivo” comenta, pero explica que se refiere más bien una declaración del modo en que estamos expuestos a la vida en común.

“La filosofía no es una doctrina”, inicia, “La filosofía es una disposición, es la experiencia de la pregunta, del asombro, la necesidad de desplazarnos de los lugares habituales a los que estamos acostumbrados”, expone y continúa, “la política también; la política no es algo que hagan unos y otros vean desde la cama haciendo zapping en el televisor”, dice. Para ella la democracia representacional ha puesto a la sociedad en un lugar de exclusión del espacio de lo político, generando la sensación de ser receptores de decisiones que otros toman.

En esta lógica, “Entonces, si la filosofía es una disposición que nos convoca a todas y todos y la política es algo de lo que no podemos sustraernos, probablemente el feminismo lo que hace es recordarnos eso. Pone una pregunta muy neurálgica, en el corazón del espacio de lo político y del pensamiento que es la pregunta por la violencia y la vulnerabilidad a la que muchas y muchos de nosotros estamos expuestos y entre ese sufrimiento -porque hay una memoria de ese sufrimiento- se activa la necesidad de repensarnos y de reconfigurar nuestras prácticas nuestros vínculos”, establece la doctora Rivera.

“No creo que nadie que disponga su sensibilidad a pensar radicalmente el problema de la violencia y la vulnerabilidad, no pueda conectarse mínimamente con las apuestas del feminismo. Yo creo que el malestar que produce la última designación de la ministra, tiene que ver con una incompatibilidad elemental, nadie que pueda permanecer ciego a lo injustificable de la vulneración de los derechos de otros cuerpos, del respeto de esa singularidad, de esa memoria, puede tomar liderazgo consistente frente a una disposición como el feminismo, como una fuerza como el feminismo, que exige de una manera muy elemental una pregunta y una transformación respecto de esas prácticas de subordinación y en su extremo el aniquilamiento”, ese sería para Marcela Rivera, el sitio sensible que no permite dar un lugar claro a las demandas feministas en este momento en el país.

Del espacio privado al espacio público, el rol de las secretarías de género y sexualidad

Rivera comenta su experiencia en la UMCE (Universidad Metropolitana de ciencias de la educación), a dos años de la denominada “revuelta no sexista” que dio lugar a una extensa toma universitaria en 2018, que implicó denuncias a estudiantes y profesores y que activó la necesidad desarrollar espacios que acogieran estas denuncias.

Responder por la pregunta de violencia, generar protocolos de acción y activar también necesidades formativas dentro del cuerpo académico, fueron los principales objetivos que tuvieron inicialmente estas oficinas en el espacio universitario de acuerdo a lo señalado por la académica, “me parece que la creación de ese espacio es invaluable, osea efectivamente hay mucho que hacer, queda todo por hacer, pero con la creación, en el caso de la UMCE de una oficina de género y sexualidad, lo que se conquista es un espacio de sensibilidad de pensamiento, de escucha, donde se puede atender, acoger, reconocer que hay vulneración y buscar las vías para responder a esas situaciones” explica.

Sin embargo, la académica reconoce que estas oficinas no representan el pensamiento de todo el movimiento al interior de la universidad, “probablemente, como todo movimiento es plural, hay zonas de posiciones dentro del movimiento feminista que son resistentes a la institucionalidad, que ven limitaciones en esa estructura, pero reconociendo que hay mucho que hacer, digamos que se gana en ejercicio de coconstrucción de un espacio universitario que pueda pensar sus propias prácticas”, reflexiona.

Finalmente y respecto del rol de estas oficinas Rivera concluye que la creación de estas unidades de trabajo cumplen el rol de poner la violencia de género que tiene lugar en el ámbito de lo privado, en el silenciamiento en que se mantuvieron muchas de estas prácticas, en un espacio universitario y público que haga visible diversas formas de violencia que no siempre tienen correlato jurídico “y que sin embargo afectan cotidianamente la vida de muchas mujeres en sus espacios relacionales”, dice.

Hasta deslegitimar el machismo interiorizado

Es una realidad, el movimiento feminista en Chile, en su multiplicidad de posturas, ha logrado avanzar significativamente en las cuestiones políticas más íntimas de la sociedad, haciendo un llamado a visibilizar y modificar un sinfín de conductas machistas naturalizadas. ¿El movimiento feminista ha deslegitimado el machismo en chile?, ¿los hombres se han visto obligados a modificar sus actitudes?

A este respecto la filósofa tiene una potente opinión,ella cree que no,si bien reconoce que el ánimo del momento es de reconfiguración, proceso a la vez irreversible; la desactivación del machismo fuertemente enraizado en las prácticas relacionales, en la forma de vincularnos, será un proceso muy largo.

“Me parece que es un punto importante porque creo que hay un desafío del feminismo respecto de la interpelación a lo masculino que requiere agudeza, pero también generosidad, porque la invitación es muy potente, entonces podemos caer en una inclinación muy reactiva,  hay que condenar muy fuertemente las prácticas del patriarcado, pero fuimos educados en ciertos patrones que no son tan sencillos de desactivar y yo creo que ahí de nuevo, volviendo a la primera pregunta, no hay feminismo sin una pregunta por la educación y las políticas de interrogación respecto de esas lógicas que han ido como predescribiendo el modo en que nos vinculamos”, asegura.

Es por esto que la doctora Rivera considera que es importante que la educación incorpore en su propia práctica “una apertura a la diferencia, a la alteridad, que permita conmover todos los marcos categoriales, perceptivos, que en realidad están súper asociados a paradigmas identitarios, esencialistas que dividen el mundo entre una cosa y la otra y que son difíciles de hacer temblar”, sentencia, temblor que a su parecer está instalado y activado a partir de una serie de heridas y sufrimientos que ya no permiten más condescendencia.  «Aprendimos a visibilizar, el colmo de esas violencias y hay que ir entonces reconociendo dónde están incrustadas esas violencias que el patriarcado despliega de infinitas maneras” expone.

Por tanto, este tema sería más profundo que una contención social, se trataría de una disposición vital, cuya deslegitimación no podría ser solamente policíaca,“en este sentido creo que sería insuficiente entender que hemos ganado algo porque los hombres se comportan mejor en el espacio público, si bien entiendo el punto, no quiero ser injusta con eso, creo que hay un desafío mayor y es que las maneras de pensar nuestros vínculos, las prácticas que estamos estableciendo para relacionarnos se modifiquen muy sustantivamente”, ilustra y ejemplifica “es decir los hombres no dicen lo que efectivamente piensan, no  dicen la broma que se les pasa por la cabeza porque es mal visto, mal escuchado y se cuidan, creo que el feminismo pide más, no pide solo que los hombres se comporten con el mínimo respeto que las mujeres o las identidades diversas requieren, por ejemplo la desactivación de la homofobia o la persecución a identidades diversas a las que el feminismo está enlazado”, puntualiza.

Para concluir esta conversación, la Marcela precisa que “cuando se habla de una cultura de la violación, tiene que ver con esta legitimización de cierta objetualización de lo femenino que aunque la deslegitimemos en lo público, mientras en lo privado se sigan refiriendo a sus compañeras o a las mujeres que tienen cerca de manera devaluada o cosificada, todavía hay todo por hacer, no me sirve que un hombre se prive de lanzar un chiste en el espacio público porque entiende que va a ser considerado machista pero lo sigue haciendo con sus amigos en un chat y de nuevo en ese sentido la educación ahí cumple un rol fundamental”.

Fuente de la entrevista: https://www.elmostrador.cl/braga/2020/05/19/filosofa-marcela-rivera-el-feminismo-provoca-un-temblor-en-las-fronteras-de-la-institucion-y-su-afuera/

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OVE entrevista a Prudenciano Moreno Moreno: “La educación es principalmente socialización”

Entrevista realizada por Luis Miguel Alvarado Dorry en exclusiva para Otras Voces en Educación.

Conocimos a Prudenciano Moreno Moreno a partir de sus diversos textos en donde devela la mercantilización de la educación por parte de las corporaciones internacionales como el FMI, BM, BID, OCDE, entre otros, asimismo sobre el modelo por competencias impuestos por estos organismos, el cual, va deshumanizando a las sociedades.

En un grupo de WhatsApp en la que coincidimos con él, tuvimos fuertes debates con respecto al movimiento Fridays for future que encabeza Greta Thumberg; lo sorprendente de nuestro estimado amigo y mentor Prudenciano es que, cerca de imponer sus argumentos, permitió el diálogo de tal manera que fuimos construyendo nuestras propias conclusiones al respecto.

Es Profesor de Educación Primaria egresado de la Escuela Normal Rural “Plutarco E. Calles” de El Quinto, Sonora; es licenciado en Sociología por la Universidad Autónoma Metropolitana, México; es magister en Estudios Latinoamericanos por la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la UNAM y Doctor en Economía de la Educación por la Facultad de Economía-UNAM.

Docente-Investigador invitado temporal en diversas universidades de México, las que resaltamos a la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), Universidad Autónoma Metropolitana- Unidad Iztapalapa (UAM-I) DCSH, Escuela Nacional de Antropología e Historia (ENAH), Universidad Autónoma de Sinaloa, Universidad Autónoma de Querétaro, Universidad Autónoma de Puebla, Escuela Normal del Estado de Sinaloa, Escuela Normal Superior del Estado de México y la Universidad Autónoma de Baja California.

Sus reconocimientos son diversos, los que destacamos son: el Premio Nacional de Tesis en Economía (1980) por el Colegio Nacional de Economistas, México D.F.; Premio de Investigación en Administración Pública (1992) por el Instituto Nacional de Administración Pública. México, D.F.; Miembro del Sistema Nacional de Investigadores del CONACYT desde 1989 al 2016 y Miembro Promep. 2013-2015.

La persistente utopía de nuestro querido amigo es que, las pedagogías de la modernidad basadas en los modelos técnicos instrumentales, del rendimiento productivo y competitivo, deben evolucionar hacia modelos holonómicos humanistas y transpersonales.

 

Prudenciano, cuéntenos un poco su historia de vida, ¿Cómo llegó a la educación crítica y contestataria y, a la lucha gremial?

A la educación crítica llegué porque estudié en una Escuela Normal Rural llamada Plutarco Elías Calles, localizada en el distrito del quinto municipio de Etchojoa, Sonora, México, en ese mismo lugar estudié la secundaria tres años y cuatro años en la escuela normal.

En la época en la que estudié, que fue a finales de los años 60’s y mediados de los 70’s, había un ambiente muy revolucionario en el sentido de la herencia que había dejado el Gral. Lázaro Cárdenas, con la fundación de las escuelas normales, las cuales, les había impreso su carácter socialista.

Entonces, de allí tomé la inquietud de la izquierda para formarme como un maestro de escuela primaria rural, dentro de un ambiente socialista revolucionario forjado en los años 60’s y 70’s, pero con la herencia de los años 30’ hasta 1940 que dejó la educación socialista en el país.

 

¿Cuáles considera que son los elementos más significativos de la crisis educativa en la CDMX, en el país y en toda América Latina?

Considero que los elementos más significativos de la crisis educativa, tanto a nivel regional como nacional y mundial, es principalmente la deshumanización; el sistema educativo se encuentra en un proceso paulatino de deshumanización, puesto que los grandes ideales que en otra época le dieron vida, ya no existen.

Esos grandes ideales eran los movimientos de izquierdas, tanto el socialismo como el comunismo, pero, a partir de la caída del bloque socialista y su reemplazo por la globalización económica, esos ideales dejaron de tener sentido, sin embargo, no fueron reemplazados por otros, sino que llegó la oleada tecnológica económica mundial, la alienación de la globalización y, simple y sencillamente, se perdió todo tipo de ideales dado que, los organismos financieros de la globalización, se hicieron cargo del manejo de los sistemas educativos generándose un modelo educativo técnico-funcional llamado modelo de educación por competencias, con evaluaciones estandarizadas y con uso de las nuevas tecnologías de la información y la comunicación (TIC), pero sin absolutamente ningún ideal social, ni humano, ni ético y ni estético.

En este sentido, se fue construyendo un mundo muy frío y muy calculador, que se refleja en una educación sin ideales de ningún tipo como es la que tenemos hasta hoy.

 

Prudenciano ¿La relación entre los gobiernos y los gremios en la CDMX y en el país es fluida? ¿Por qué?

La relación entre el gobierno y sindicatos, se pensaba que con el gobierno de la 4ª Transformación iba a ser muy fluida, sin embargo, ha habido muchos problemas, primordialmente, el financiamiento no se ha conseguido como se pensaba; la interacción entre sindicatos y gobiernos tampoco se ha conseguido como se pensaba, entonces, se puede decir que, hasta ahorita, hay un impasse en esta relación que esperemos se resuelva pasando la pandemia del virus y pueda volver a ser efectiva ese anhelo de un gobierno diferente que tenga otra lógica distinta, porque los cambios que se han visto hasta ahorita en educación son muy mínimos.

Como pedagogo crítico y profesor de la UPN ¿considera que la formación de les futuros docentes se corresponde a las necesidades del país y los desafíos pedagógicos del siglo XXI?

Estamos ahí en una formación muy atrasada, como les decía, desafortunadamente el gobierno no ha hecho los cambios que la educación se merece salvo algunas cuestiones legales y de plazas, no ha incidido en el modelo pedagógico, por lo que tenemos un modelo pedagógico por competencias todavía cuando ya no debería estar, únicamente se quitó la evaluación estandarizada, pero aún hace falta definir elementos de corte humanístico y elementos de corte teórico que están ocurriendo en el mundo cambios importantes que, aún, todavía no han llegado a la formación docente en el país.

Por lo tanto, se puede decir que, el modelo educativo, es una tarea pendiente del gobierno y que aún no ha cumplido con las expectativas que levantó.

 

Prudenciano ¿Qué ha significado el Coronavirus en lo educativo? ¿Considera que las medidas educativas tomadas en el contexto de la pandemia afectan al derecho a la educación?

Desafortunadamente es cierto que la pandemia modificó las relaciones y todo lo que ha significado es que, lo que era presencial, se ha convertido en virtual, una educación bastante negativa puesto que tan solo es un consuelo, en buena parte es una simulación porque educación no es únicamente transmisión de contenidos, la educación es principalmente socialización.

En este sentido, educación es también debates colectivos, análisis, reflexiones y sentir grupal, todo esto hoy se ha perdido, entonces, considero que se está perdiendo o se perdió ya todo el semestre, posiblemente todo el año y que, la educación por vía tecnológica, es un rotundo fracaso.

 En su libro “La política educativa de la globalización” hace una lectura y analogía de la metáfora de la película “Matrix” con nuestras realidades, en este sentido ¿cuál es la radiografía de las sociedades en el confinamiento obligatorio y la ponderación de las competencias en las virtualidades?

Matrix es una excelente metáfora del dominio global de instituciones anónimas que, en este caso, se puede hacer la semejanza con el Banco Mundial (BM), la Organización para la cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), el Fondo Monetario Internacional (FMI), los organismos del Tratado de Libre Comercio (TLC) y todos los demás organismos tendientes a la dominación económica global, es decir, la educación sigue siendo dominada por instituciones anónimas, son lo que algunos autores les llaman los péndulos.

Éstos péndulos, son las estructuras económicas, políticas y sociales anónimas que gobiernan el mundo y, esos organismos, son los que dictan las políticas educativas internacionales y son impuestas a países, gobiernos y sociedades por igual en todo el mundo. Entonces, esa relación es un reto romperla y tendría que ser el objetivo de una educación liberadora de este siglo XXI.

 

Amigo Prudenciano, por último, desde las pedagogías críticas y, a partir de sus experiencias docentes y sociales ¿cuáles serían algunas de las propuestas que considere importantes para iniciar un proceso de transformación radical del sistema educativo?

Debe de haber ya, en México, una línea formativa de corte internacional que vaya sustituyendo al modelo de educación por competencias y vaya poniendo ejes formativos más profundos, con ejes formativos más profundos me estoy refiriendo a dos grandes campos:

Primero, todo modelo formativo se da en un paradigma cognitivo, los modelos pedagógicos de la primera, segunda y tercera modernidad, fueron modelos que se dieron dentro del paradigma cognitivo del materialismo científico.

Segundo, este paradigma ha venido cambiando desde 1989 hasta la actualidad, lo que se llama la cuarta modernidad que se calcula de 1989 hasta el año 2100 y, este paradigma cognitivo ya no es el materialismo científico, es el paradigma de la conciencia, de la conciencia universal o de la conciencia global y todas las implicaciones que este paradigma tiene al priorizar la conciencia sobre el materialismo científico. Entonces, hay una gran cantidad de autores y corrientes que se han venido diseñando en esta cuarta modernidad y que, aún, la educación no se ha percatado de la importancia de esta corriente.

Por lo tanto, en el campo concreto de las corrientes pedagógicas, propondría que, el modelo educativo y la formación de docentes, estuviera basado entonces, en esta línea del nuevo paradigma cognitivo de la conciencia y, en el ámbito pedagógico que estuviese basado en la teoría de la complejidad de Edgar Morin, en la epistemología del Sur de Boaventura de Sousa Santos, en la corriente crítica de la modernidad encabezada por el sociólogo francés Alain Touraine y también en la metodología pedagógica de la enseñanza situada históricamente que maneja la pedagoga Frida Díaz Barriga, esto no sería exclusivamente sino que sería unas de las corrientes pedagógicas más importantes que hay para darle contenido pedagógico al siglo XXI, sin embargo, existen también otras corrientes que tendrían que estar tomadas en cuenta y ser discutidas con el conjunto del profesorado, pero quiero señalar esas cuatro como un ejemplo de lo que tendríamos que hacer en cuanto a formación docente y modelos educativos basados en otras corrientes teóricas y epistemológicas para el siglo XXI.

Muchas gracias y saludos a las y los lectores y, a los y las que conforman el equipo de Otras Voces en Educación.

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Jean-Michel Blanquer, ministro de Educación de Francia: ‘Todos hemos cambiado a raíz de la crisis’

Por: María Fernanda González E.

El Ministerio de Educación Nacional francés cerró sus puertas al público desde hace más de un mes para prevenir la expansión y el contagio del coronavirus. Si bien son las vacaciones de la primavera, el equipo del ministro Jean-Michel Blanquer asegura que el trabajo se ha intensificado.

En poco tiempo tuvieron que adaptarse a la enseñanza en línea. Una institución considerada como paquidérmica, logró movilizar profesores, estudiantes, padres y sindicatos.

Una vez sobrellevado con éxito ese reto, el nuevo desafío es el regreso a las aulas, planteado de forma parcial a partir del lunes 11 de mayo, el cual se aplicará voluntariamente y con protocolos como la presencia de la mitad de los alumnos por aula.

Blanquer destaca, sin embargo, algunos aprendizajes del modelo virtual, aplicado desde la suspensión de clases el pasado 12 de marzo. A través de Facebook Live, el ministro tuvo durante este tiempo encuentros y diálogos con los alumnos, escuchó sus inquietudes, como por ejemplo las de la promoción de bachilleres del 2020, pues es la segunda vez en la historia que no se realizará el examen de Estado, la primera fue en la movilización de mayo del 68.

En sus intervenciones ha explicado las nuevas modalidades del examen continuo. Asegura que las evaluaciones tendrán las mismas exigencias. El ministro tiene una meta clara: mantener la excelencia académica independientemente de si es virtual o presencial. A pesar de tener una apretada agenda, Blanquer, apasionado por Colombia, nos concedió una entrevista para EL TIEMPO.

El 17 de marzo, el presidente Macron aseguró que ‘el país está en guerra, la salud no tiene precio y el mundo no será el mismo’. ¿Cuál es su visión al respecto?

La alegoría de la guerra viene con una idea clave. Es un momento de lucha contra un enemigo biológico y eso requiere unidad nacional y fuerza. Esa es la principal idea detrás de este vocabulario. En segundo lugar, demostrar que hay un antes y un después. En el después se encontrarán las grandes diferencias de las dos épocas. Esto abre la puerta a una reflexión sobre la economía y la sociedad. Ver en qué medida alcanzamos aspectos de resiliencia y de mejoramiento a través de las grandes dificultades que estamos encontrando. Especialmente cómo vamos a enfrentar la crisis económica para tener un modelo que permita la prosperidad y la igualdad.

El presidente insistió en que nuestras convicciones y certezas serán reevaluadas…

Lo que el presidente destaca a través de su discurso es el individualismo y el materialismo de nuestra sociedad actual. Lo que revela una epidemia como esta es la necesidad de valores como la solidaridad, y una visión de largo plazo. Para esto es necesario que la educación y la salud tengan un rol fundamental. Pero es también un momento de reflexión hacia el concepto de la libertad porque actualmente estamos aceptando una fuerte restricción de nuestra libertad. Y esto conlleva un peligro: que las personas se acostumbren a la privación de libertad. Este periodo debe permitirnos ver que su valor es fundamental y el de todos los placeres cotidianos, que nos parecen comunes en tiempos normales y que ahora parecen lujos. Estas libertades y placeres debemos encontrarlos de nuevo después de todo este periodo dándoles el valor que merecen.

¿En qué ha cambiado su agenda desde el confinamiento?

Desde el confinamiento hubo dos tareas fundamentales que cumplir. La primera y más importante es lo que hemos llamado la continuidad pedagógica. Nuestra capacidad de trabajar a distancia con nuestros 13 millones de estudiantes. Realizamos un gran trabajo para poner en marcha los cursos a distancia con la institución CNED. Esta es una tarea que ya habíamos preparado para una eventual necesidad.

¿Desde cuándo existe esta institución?

Esta institución existe desde 1939 para brindarles enseñanza a distancia a los niños enfermos o que están de viaje con sus padres y no pueden asistir al colegio. En tiempos normales, esta institución ha trabajado con miles de niños que tienen esas dificultades. Con esta crisis se transformó en una institución para todos los estudiantes del país. Hemos elaborado dos funciones: una progresión pedagógica para cada nivel de clase y un sistema de clase virtual. Allí, tenemos cuatrocientos mil profesores que utilizan este sitio para conectarse.

¿Qué otros actores lo han acompañado?

Desarrollamos un programa, Nación en Aprendizaje, que involucra a los medios de comunicación que quieren apoyar este proceso. Ellos difunden en sus programas contenidos educativos. Tenemos en poco tiempo resultados importantes, como por ejemplo la cadena France 4, la cual tiene mucha audiencia pues hace cursos para los diferentes grados: primaria y bachillerato. Los alumnos tienen cursos de lunes a viernes para revisar nociones fundamentales en matemáticas, francés, inglés, historia y geografía y ciencias. Queremos crear un ambiente educativo para toda la población. Cuando todo el mundo está en la casa vale la pena que haya emisiones de televisión y radio, interesantes y profundas, en vez de cosas más superficiales.

¿Cuáles han sido las ventajas de este proceso?

Todo este trabajo fundamentalmente busca salvar el nivel general de educación en el país y tener una acción social. Este periodo ha permitido reconocer el valor de la profesión de profesor y demostrar la utilidad de la escuela, de la república para combatir las diferencias sociales. Entonces son dos desafíos: un desafío pedagógico y uno social. Por ejemplo, dimos computadores a las familias que no tienen, hicimos llegar por correo los capítulos y las tareas a quienes no pudieron conectarse en línea.

¿Ustedes han apoyado también al personal médico?

Decidimos dar un apoyo a los niños de los médicos y del equipo de salud, para que pudieran trabajar con serenidad. Para esto movilizamos a profesores que de manera voluntaria se dedican a este trabajo.

Hay un gran trabajo que se gana con todo este nuevo entorno, pero, a su juicio, ¿qué se pierde?

Las ganancias son claras: nuevos usos, más solidaridad, más personalización entre alumnos, padres y profesores. Pero lo que se pierde es la interacción humana que hay en una clase. El mayor problema es la exclusión y la deserción escolar de estudiantes que no participan durante este período. Alrededor del 5 por ciento. Con los rectores hacemos un seguimiento para recuperar este pequeño grupo.

¿Qué ha sido más difícil en su trabajo como ministro: enfrentar el debate con los sindicatos sobre las reformas del Gobierno en materia de educación o este escenario suigéneris?

Son dos tipos de dificultad muy diferentes. En el primer caso, se trata de convencer, escuchar y fijar un objetivo y de avanzar a pesar de los obstáculos. Mientras que en el segundo caso, se trata en un ambiente de unidad nacional. Resolver cada día problemas prácticos con objetivos claros, tal como salvar el nivel general de educación y compensar las injusticias sociales. El imperativo de la unión es clave en el segundo caso. Por ejemplo, la fórmula para evaluar a los estudiantes del último año la establecimos escuchando en videoconferencia a todos los sindicatos.

¿Este escenario le da mayor fuerza a la bandera de su mandato, ‘la escuela de la confianza’?

Todos hemos cambiado a raíz de la crisis. Yo también. Lo importante ahora es alcanzar una visión renovada de la gestión de los recursos humanos de este ministerio, tener un mejoramiento del reconocimiento del profesor en cuanto a los salarios y en cuanto al conocimiento inmaterial. Por eso, la crisis ha permitido un gran involucramiento de los profesores y hay un enorme reconocimiento de la sociedad y de mí mismo hacia los profesores. Ese es un factor positivo para progresar en el futuro.

Usted está acompañado por un importante consejo de sabios. En esta época, ¿cuál ha sido su aporte?

Por supuesto estoy trabajando con ellos. Por ejemplo, están desarrollando programas informáticos para áreas como francés y matemáticas que vamos a poner en los computadores que damos a las familias que no tienen acceso. También estamos haciendo un estudio sobre la evaluación de los estudiantes. Queremos personalizar más el camino de cada alumno, a partir de la evaluación de cada uno.

¿Un mensaje para Colombia y algunos elementos que se puedan compartir con el país en este momento de crisis?

Colombia es un país muy rico en recursos humanos y en la calidad de la gente. El gran desafío en una crisis como esta es el riesgo de la división social debido a las inequidades frente a la educación. Es necesario luchar por una escolarización de todos los ciudadanos, empezando por la escolaridad obligatoria desde la edad de 3 años. Es importante trabajar en el uso de las tecnologías y de la enseñanza a distancia. Como tenemos una visión cultural bastante parecida entre Francia y Colombia sobre el papel de la educación, hay muchas cosas que se pueden hacer conjuntamente, y eso lo iniciamos con el presidente Iván Duque cuando nos visitó en junio pasado.

Uno de sus libros preferidos para los niños y los grandes es el de las fábulas de Jean de la Fontaine. ¿Hay alguna fábula particularmente interesante como reflexión sobre lo que estamos viviendo?

Hay muchas. Todas son pertinentes para vivir. La Fontaine es un profesor de vida. Pero hay una que es importante para mí en este periodo, se llama El labrador y sus hijos. Es la historia de un labriego que va a morir y quiere dejar algo a sus hijos. Les dice que hay un tesoro escondido en sus tierras. Entonces los hijos mueven mucho la tierra para encontrar el tesoro. No lo encuentran, pero como han movido la tierra, esta se vuelve muy fértil y tienen muchos frutos. La moraleja es que el tesoro que el labrador les dejó es el concepto del trabajo. Más que nunca, el valor del trabajo es fundamental para sobrepasar la crisis.

Fuente de la entrevista: https://www.eltiempo.com/politica/jean-michel-blanquer-ministro-de-educacion-de-francia-habla-sobre-la-crisis-del-coronavirus-493124

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OVE entrevista a Rose Mary Hernández: «Lucho por que se reconozca la importancia de nuestra  profesión y la necesidad de revalorarla»

Entrevista realizada por Luz palomino/Luis Bonilla-Molina para Otras Voces en Educación 

Entrevistamos a nuestra amiga y compañera Rose Mary Hernández, con la cual tenemos toda una trayectoria de amistad y de lucha, Rose la conocimos en unos de sus andares por la defensa de educación pública, es una maestra destacada con una gran responsabilidad y sensibilidad social, convencida que el cambio educativo se logra es luchando, exigiendo, escuchando y proponiendo. Es toda una referencia en el magisterio venezolano.

Desde el 2016 ha estado con nosotres construyendo este camino por visibilizar las voces de las y los docentes de todos los rincones del mundo que luchan por la educación pública como derecho humano fundamental. Rose es sensible a las injusticias sociales, lucha y defiende a los más necesitados. Conversar con ella es emoción, es aprendizajes y sobre todo es sentir la rebeldía a flor de piel. Siempre ha estado vinculada a los espacios que trabajan por el derecho a la educación pública desde una perspectiva democrática y plural.

Rose Mary Hernandez es Licenciada en Educación (UNERG- año 1999), Especialista en docencia universitaria del ISDE – Instituto Superior Directivos de Empresas. QMs – Quality Management School (Barcelona – España-2006), Magister en investigación educativa (UNERG- año 2006), Dra. Ciencias de la Educación (UNERG-2012) y Post-doctora en Filosofía y Complejidad Educativa (UNERG- año 2013). Docente de planta fija en la categoría de Asociada de la Universidad “Rómulo Gallegos”, Venezuela, facilitadora de diferentes cátedras en los programas de formación de pre y postgrado del Área Ciencias de la Educación (UNERG desde el año 2009 a la actualidad) y como docente invitada en universidades nacionales.

 

Rose, cuéntanos un poco tu historia de vida y como llegaste a la docencia, a la docencia universitaria y al sindicalismo magisterial.

Decía mi abuelita Marcela que, el camino de mi vida estaba marcado por la rebeldía.

Eran las 11:20 de una noche oscura de verano del día martes 08 de febrero de 1972, en la ciudad de la Villa de Todos los Santos de Calabozo, en medio de la soledad de un cuarto de una sencilla casa, se recogieron los dolores de un parto inesperado que me traería a esta experiencia de vida. Relatan que no di tiempo de nada, un profundo malestar despertó a mi mamá y al percatarse de lo que pasaba y por lo avanzada de la noche, pidió a mi papá que acompañara a mi abuela a casa de alguna partera que pudiese ayudar, nada se había planificado, ni siquiera que yo naciera así, había una fecha diferente para ser asistidas en el hospital o la clínica de la ciudad en aquel tiempo.

Es que mi apuro por saber del mundo se agigantó muy fuerte, estaba decidida a nacer, por lo que no nos quedó otra cosa que hacernos cómplices de ese momento,   acomodarnos para que finalmente tomara posición  e iniciamos  un trabajo de parto muy ligero,  que me daría la entrada definitiva a la vida.

Crecí jugando entre ocho hermanes, soy la quinta de todes. Juntes compartimos  un padre de carácter muy fuerte y una madre que, además de disciplinada, ha sido muy amorosa. Desde pequeña fui muy diferente al resto en casa.  Me acompaña un espíritu independiente, arriesgado, preocupado, que busca siempre que las cosas encajen mejor en el contexto cultural e histórico que me ha tocado vivir.

En mi infancia asistí a una escuela pública cerca de casa, ahí amé a mis maestras. Si,  digo: ¡mis maestras, mías!, porque así lo viví y sigo viviendo cada día. En especial recuerdo mucho a mi maestra de 1er grado, la Sra. María de Norata. Era una mujer bastante mayor y me gustaba que me sentara a su lado, en un pupitre muy pequeño, eso porque yo era la más pequeña del grupo, así yo le ayudaba a buscar los cuadernos de les niñes para revisar las tareas, borraba la pizarra o al menos eso intentaba, creo que nunca lo logré o pasé más arriba de la mitad de aquel viejo pizarrón de cemento.

Con ella tengo una historia hermosa. A diario, en el recreo compartíamos el café con leche de mi desayuno. Era tanto el apego, el afecto nacido, que prefería no ir a clases si no llevaba nuestra acostumbrada taza café. Constantemente fui promovida a los siguientes grados, años tras años. Ella no tardó mucho en ser jubilada y en mudarse a una ciudad cercana, se notaba que había avanzado en edad. No volví a verla, ni a tener información alguna de su salud, en algún momento creí que habría muerto.

Pasado el tiempo, al nacer mi hija mayor, recuerdo  haber despertado en medio de la incomodidad y emoción, Al buscar con la mirada la cuna donde estaba la niña, inmediatamente rompí en llanto, tanto como en aquellos días atrás. Era y sigue siendo indescriptible lo que sentí al ver en la habitación a mi maestra María, anciana, y entre sus manos una taza de café con leche, solo para nosotras dos, tomada por un brazo, mi mamá le ayudaba, caminaba despacio, tanto que imaginé que caería, pero logró  acercarse y abrazarme, con ellas sus palabras de  cuánto me amaba. En su honor  mi hija  lleva como segundo nombre María.

Hablamos un poco, y como siempre los consejos no se hicieron esperar, en eso me decía que estudiara para maestra, aturdida asistía con la cabeza, pero realmente no lo decidí de esa manera, tuve otros deseos como cualquier joven de 19 años, de hecho logré estar en la Universidad “Francisco de Miranda” en la ciudad de Coro, y regresé nuevamente a casa por la maternidad y la situación económica. Inmediatamente incursioné en el IUTLL, y estando a la mitad de la carrera, un grupo de voluntaries calaboceñes agruparon esfuerzos por expandir a otros contextos a la Universidad “Rómulo Gallegos”,  brindando  así  posibilidades de estudios fuera de la ciudad de San Juan de los Morros.

De inmediato me uní en la idea que lideraba la Sra. Giogina Simoni, y con un buen trabajo se hizo posible el sueño del núcleo Área Ciencias de la Educación para Calabozo. Así que ahí ingresé, entre un total de 100 estudiantes, distribuidos en cuatro salones. Iniciamos en 1993 y en el 1999 fue nuestra promoción.

El recorrido laboral se dio un poco atropellado (1999). La vieja praxis del amiguismo de quienes estaban como autoridad educativa en el estado se apropió y nos excluyó como comunidad organizada de un proyecto  educativo, donde habíamos logrado la recuperación de una instalación abandonadas al sur de la ciudad y  convirtiéndola  en una Escuela Técnica Industrial que lleva el  epónimo de: “Dr. Humberto Fernández Morán” y que en sus inicio favoreció a un aproximado de 90 jóvenes que se formaron en Tecnología de Alimentos, Electrónica y Construcción Civil, pero el ingreso como profesionales se había planteado desde la exclusión.

Sin embargo, entre reclamos, exigencias por lo justo y, con el respaldo del presidente Hugo Chávez, se hizo valer el derecho de todes para ser considerades como parte del personal fundador de esa Escuela. En ese mismo tiempo de trabajo, nunca me desligué de mi universidad, en ella continué con estudios posteriores de postgrados en medio de la oportunidad de la docencia.

Realmente, no soy sindicalista, nunca lo he sido, aunque muches así lo creen.  Mi cercanía a estas organizaciones se debe a que soy una docente que pertenece a un gremio y a una asociación de profesores universitarios, que escribo y trabajo a favor de la  defensa de la escuela pública y la exigencia de que el Estado cumpla con sus obligaciones en materia educativa. Lucho contra cualquier medida en que se perciba un sentido privatizador. Denuncio  constantemente sobre el carácter excluyente de las políticas neoliberales. Pido por la inclusión de los temas de la globalización y del papel de los organismos internacionales, así como la exigencia de una mayor participación de les maestres y profesores en el debate y en la formulación de las políticas educativas. Lucho por que se reconozca la importancia de nuestra  profesión  y la necesidad de revalorarla.

 

Cómo ha sido tu experiencia en el portal Otras Voces en educación, cuéntanos un poco al respecto.

 En el Portal Otras Voces en Educación, llegué desde sus inicios, en el año 2016 a través de una invitación que me hizo el profesor Luis Bonilla-Molina junto a  profesores, maestros e investigadores en educación quienes habían decidido lanzar un portal mundial para las comunidades educativas.

Al principio se trató de una idea un poco sin concretar y que nos reunió en el empeño por algo diferente, por un espacio de difusión abrazado a  sueños de equidad en un entorno de la enseñanza y aprendizaje, luchas magisteriales, promoción científica y tecnológica, de opinión crítica y novedades educativas. Un formato digital permanentemente que estuviese disponible en la web  permitiendo su uso dinámico y asegurando su llegada a un público amplio y disperso en cientos de comunidades no solo educativas.

Con el tiempo y de los aportes recibidos, esa idea ha mejorado, transformado y  definido. Siempre estamos incursionando en nuevos desafíos Hemos abierto comunidades de lectores que superan las 27.819.312 visitas al día de hoy. La compañía diaria de los lectores ha hecho valer a OVE en las redes sociales como un espacio  que promueve la  cultura colaborativa y la justicia, que funcionan  como una comunidad de intercambio tanto entre los responsables del equipo de conducción, de editores, investigadores.

OVE para mí ha sido un proyecto ilusionante, una escuela, representa años de aprendizaje colectivo donde estamos implicados muchas personas. Es hermoso, gratificante leer: “La autoría de esta noticia, documento o artículo de opinión es exclusividad para el portal OVE”. Eso nos pasa porque no solo ayudamos a difundir desde otros medios de información con los cuales tenemos alianzas internacionales. También tenemos amigues,  docentes e investigadores que apoyan desde otros países, eso es fascinante. Poder brindar noticias frescas, en tiempo real, con sus soportes, nos hace sentir que el mundo necesita de este tipo de entrega y que debemos seguir brindando esta posibilidad de defender a la educación pública y enfrentan al neoliberalismo educativo.

Espero que esta aula abierta siga aportando, siga brindando nuevas perspectivas en apoyo a la educación desde una dimensión científica y humanista.

 

¿Cuáles consideras que son los elementos más significativos de la crisis educativa en Venezuela?

En nuestro país, al igual que en todos los países, existen instituciones ministeriales que son los órganos encargados de las políticas educativas nacionales.  Los objetivos de estas instituciones son generar oportunidades y resultados educativos de igual calidad para todes; garantizar que estudiantes logren sus aprendizajes pertinentes y de calidad; lograr una educación de calidad como factor favorable para el desarrollo nacional, así como promover una sociedad que educa a sus ciudadanos y los compromete con su comunidad. Y en el ámbito del docente: fortalecer capacidades para que los maestros ejerzan profesionalmente la docencia.

En este momento la realidad educativa nos posiciona en lo anteriormente expresado, así como en el artículo 102 y 103 de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, donde a pesar de ser este un derecho fundamentalmente gratuito y obligatorio, ha quedado demostrado por la pandemia  del COVID-19 que, no tenemos una educación integral con igualdad de oportunidades para nuestres niñes y jóvenes y ya eso se debe mirarse como un punto de crisis.

Nosotros tenemos una situación externa de alto impacto, como es el tema de las sanciones financieras que ha empeorado nuestra economía. También, un conjunto de decisiones internas que a la vista de les maestros y profesores han sido mal tomadas puesto que, incide de igual manera, si,  incide negativamente en el asunto salarial.

Y, lo salarial y económico es fundamental en la educación. Se insiste, yo insisto, en la necesidad de valorar el trabajo y revertir  el bajo salario que recibimos les trabajadores de la educación, quienes somos los mismos padres y madres de familias que a diario debemos enviar a les hijes a clases en medio de las dificultades económica que atravesamos. Urge como un derecho de les trabajadores que el ingreso mensual que reciben de su jornadas de trabajo sea igual al de la canasta básica alimentaria y así asegurar que una familia pueda sufragar gastos. Se debe sincerar el debate sobre el anuncio del nuevo salario mínimo en Venezuela según la valoración del mercado.

En las universidades hay pocos estudiantes y pocos docentes, al menos en las carreras y programas que no ofrecen un desempeño profesional independiente. Las matrículas considerables están en medicina, derecho, ingeniería, en carreras de libre ejercicio. Pero muy escasa en educación, historia o cualquier otra ciencia social.

La realidad es que pocos quieren formarse como educadores y eso debe ser preocupante porque nosotros necesitamos de educadores para formar generaciones,  se necesita avanzar a la par del reconocimiento de la  importancia del conocimiento para alcanzar mejores niveles de bienestar social y de crecimiento económico; para nivelar las desigualdades económicas y sociales; para propiciar la movilidad social de las personas; para acceder a mejores niveles de empleo; para elevar las condiciones culturales de la población; para ampliar las oportunidades de los jóvenes; para vigorizar los valores cívicos y laicos que fortalecen las relaciones de las sociedades; para el avance democrático y el fortalecimiento del Estado de derecho; para el impulso de la ciencia, la tecnología y la innovación.

Se necesita un mejor estímulo para el contexto educativo, para sus trabajadores y estudiantes. Para ello, debe haber una voluntad desde el Estado en adoptar correctivos y empezar a revertir la situación y en esa voluntad debe incluirse lo que significa la inversión económica al sector.

 

Rose, ¿consideras que la formación docente se corresponde a los actuales retos que enfrentan los y las docentes? ¿Cuáles deberían ser las reelaboraciones en materia de formación inicial y continua de les educadores?

Nuestra formación docente desde épocas pasadas ha estado pensada con miradas colonizadoras. No ha sido fácil romper con un proceso de formación que reproduce viejas formas de la enseñanza y de aprendizaje, propio de la cultura de dominio cognitivo que ha prevalecido en el país desde hace muchos años y que debemos transformar.

Hoy estamos ante una sociedad líquida y de la llegada de la cuarta revolución industrial, que invita con ansias a adentrarnos a  las novedades  y a las nuevas formas de entender al mundo. Por tanto, la formación docente debe ser repensada desde estos retos.  La rapidez con que ocurren los cambios sociales, económicos, tecnológicos y pedagógicos requieren de una formación permanente del Docente y una construcción descentralizada del currículo para que, en función de los continuos procesos de cambio, este pueda reconstruirse sin burocracia, sino partiendo de las necesidades reales que imponen el progreso, las regiones y por ende las políticas de modernización del Estado, como es el caso venezolano. Por tanto, la calidad de la educación debe está ligada íntimamente con la calidad de la pedagogía y por ende a las dinámicas sociales.

Una propuesta de formación de Docente implica orientar el currículo hacia un tipo de formación que transforme la forma de pensar, de ser y de actuar pedagógico, pues se enseña en función de lo que se es, y toda verdadera formación debe conducir a la transformación de la persona y del hacer educativo, para alcanzar el desarrollo de las potencialidades de la persona. Pero,  eso a su vez pasa también por una inversión económica desde  Estado en pro de una educación de calidad que ofrezca  la esperanza de mejorar las condiciones de vida de las personas y no es posible alcanzar una educación de calidad sin formación.

Otro aspecto a considerar en la formación continua de les docentes, es llevar la gratuidad educativa hasta el nivel de postgrado en todas las universidades públicas nacionales. De esta forma se estaría valorando aún más la gratuidad educativa como un derecho fundamental y humano que está establecido en la CRBV hasta pregrado. Se estaría brindando y respaldando  la posibilidad de seguir perfeccionando el conocimiento e intelecto de les maestres y profesores ante una situación económica hiperinflacionaria que compromete al salario e imposibilita pagar los costos que representan, entre otras cosas, las matrículas de estudios de cuarto y quinto nivel.

 

¿Qué ha significado la crisis del COVID-19 para el magisterio venezolano? ¿Considera que el COVID-19 y las medidas que se adoptaron en materia educativa afectan al derecho a la educación?

 El COVID-19 ha sido una situación de retos para el magisterio. Las medidas tomadas de virtualizar la educación en todo el sistema educativo venezolano ha sido un esfuerzo por garantizar la continuidad del derecho a la educación. Sin embargo, no estábamos preparados para enfrentar esta situación. Ningún país lo ha estado.

Este llamado de mantener activa la academia  no ha sido fácil.  Se introdujo un cambio pedagógico anunciado ante la llegada de la cuarta revolución industrial al  cual no estamos instruides como tal y, que por supuesto tendrá impactos atendiendo a razones económicas, instrumentales,  cognitivas, emocionales, sociales.

Estamos ante un escenario lleno de incertidumbres. Las carencias de equipos tecnológicos (computadoras, celulares) en docentes y estudiantes, la inestabilidad del servicio eléctrico o de la red a la Internet, las ocupaciones personales y laborares reprogramadas, la forma de  conseguir el sustento de cada quien, ha sido motivo de preocupación y/o limitación para incorporarse a la continuidad  académica.

Pero al fin toda experiencia deja un aprendizaje y esta  no será la excepción. Por tanto, de una vez deberían evaluarse algunas políticas educativas nuestras que ameritan prolongación porque son necesarias en procesos de formación, y hacerlo desde una distribución justa, equitativa, incluyente,  refiriendo por ejemplo al proyecto Canaima que se descontinúo y que en las universidades solo se les entregó a les estudiantes más no a docentes, y esto fue sin un verdadero sentido pedagógico.

 A partir de su experiencia docente y gremial cuales serían algunas de las propuestas alternativas en la actual coyuntura del magisterio americano

Querido Luis y Luz, nos ha reunido una agradable conversa que me llevó a relatar desde mi llegada al mundo a mostrar cómo se ha tejido en mis días la docencia y con ella la inquietud que siento por Derecho a la Educación.

Este es un derecho universal, incluyente, progresivo, de respeto al logro de una vida plena, en el que los pueblos deben abocarse por garantizar. Es necesario construir alianzas que permitan la pluralidad de miradas, de opiniones que en su esencia busquen un punto común, busquen mejorar los sistemas educativos.

Los gobiernos diseñan las políticas educativas en todos los sentidos y desde sus perspectivas, los magisterios deben ser una conglomeración de fuerzas para exigir que se cumplan los derechos que se establecen en cada plan o proyecto específico que emanan los Estado, y que se cumplan de la mejor manera. Debemos estar siempre sanamente insatisfechos porque es la única forma de pedir constantemente las revisiones necesarias y  cambios efectivos en la Educación.

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OVE entrevista a Yunuén Verenice Vergara Rosales: «Que se reconozca al estudiante como lo que es, un ser lleno de emociones»

Entrevista realizada por Luis Miguel Alvarado Dorry en exclusiva para Otras Voces en Educación.

Escuchamos mucho de Yunuén Verenice Vergara Rosales en los pasillos del Instituto McLaren de Pedagogía Crítica en la ciudad de Ensenada, México; de su amorosa y creativa manera de llevar el acto educativo con base en las pedagogías críticas y educaciones populares a les estudiantes de esta distinguida institución.

No fue hasta conocerla en persona y llevar clases con ella en donde corroboré dichas murmuraciones que se convirtieron, para muches, en grandes narrativas desde los pensamientos creativos-críticos.

Es licenciada en educación preescolar por la escuela Nacional Para Maestras de Jardines de Niños en CDMX (antes Distrito Federal), es magister en Educación por el Centro Universitario Tijuana, en la ciudad de Mexicali, Baja California, México. Doctora en Ciencias de la Educación por el Centro Universitario Tijuana, Ensenada Baja California, México.

Es docente-investigadora, fue docente en Universidad Autónoma de Baja California en la escuela de Ciencias de la Salud; fue docente de nivel Maestría en Centro Universitario de Tijuana, campus Ensenada con el seminario de “Planeación Estratégica y Diseño de Proyectos Educativos” y “Fundamentos filosóficos en la educación”; fue docente de nivel de maestría de la Universidad Xochicalco, campus Ensenada de distintas asignaturas, entre ellas, «Filosofía de la educación y epistemología » “Educación Especial e Integración Educativa en México”; fue docente de nivel de Doctorado de la Universidad Xochicalco, en el Centro Universitario de Tijuana Campus Ensenada y del Instituto McLaren de pedagogía crítica, Campus Ensenada. Participó en el Congreso Iberoamericano de la Calidad Educativa, en la Universidad Autónoma de Barcelona con la ponencia “Para estimular la creatividad del alumno, hay que atreverse a ser creativo como docente”. Barcelona, España en Julio 2017.

Actualmente es Jefa de Departamento del nivel Preescolar en Ensenada, Baja California, México y, docente en Nivel de Licenciatura en el Instituto Universitario de Ensenada en las carreras de Derecho, Criminología y Educación.

La insistente utopía de nuestra amiga y compañera es buscar que, los sueños, se conviertan en una realidad que permita construir otras formas para una mejor vida para todes. Asimismo, al tener muy de cerca las precariedades socioeconómicas y el sufrimiento de hambre en sus 15 años que ha trabajado en escuelas rurales y en urbano marginado, han sido razones por las cuales asevera que no puede quedarse con los brazos cruzados sin hacer nada.

 Yunuén, cuéntenos un poco su historia de vida, ¿Cómo llegó a la educación crítica y contestataria y, a la lucha gremial y social?

Yo crecí en una comunidad rural en el Valle de Mexicali, Baja California, donde había mucha desigualdad social y se podía sentir muy de cerca la pobreza. Crecí en una familia privilegiada pues en mi casa la lectura era parte de la cotidianeidad, alejada de las telenovelas, programas de farándulas de la televisión abierta, así como de revistas de ese tipo de contenidos.

Mis padres, maestro y maestra rural, en constante preparación fueron para mí un ejemplo de seguirse formando y actualizando, ellos tuvieron a bien formarnos con materiales y lecturas revolucionarias, supimos a muy pronta edad quiénes eran el Che Guevara, José Martí, Salvador Allende, Fidel Castro, por supuesto Marx, así como otros pensadores de izquierda, recuerdo haber leído de pequeña muchos libros de Eduardo del Río (Rius) tocando distintos temas. Nosotros no tuvimos religión por lo que tuvimos que aprender a vivir con el rechazo por nuestras formas de pensar, a pesar de ser respetuosos siempre con esas personas que nos rechazaban o señalaban por ello.

Mi papá en particular siempre fue un activista social buscando el bienestar de la comunidad donde vivíamos, lo que lo llevaba constantemente a ser señalado y hasta vigilado, mi madre por su parte un poco más sutil, pero dando ejemplo de una lucha desde las aulas, siendo siempre una maestra distinta y que quiso mucho a sus estudiantes, preocupada por el entorno social de éstos, pero también dentro de la escuela no le importaba el qué dirán y jugaba siempre con sus niños y niñas que, por lo general, eran pequeños.

Así que con ellos en experiencia familiar entendí que hay dos luchas que se deben dar, en el aula y en lo social, no se pueden separar, además de concluir al igual que otros, que el maestro y la maestra no pueden ser apolíticos.

Cuando yo estaba como de unos 19 años, mis padres trabajaron en un programa de Educación Ambiental, dando cursos a maestros y maestras así como en un programa de maestría donde se leía a Freire, Enrique Leff, Paolo Bifani, Pater McLaren, Sergio Montero, Patricia Ducoing, Carlos Razo, al lado de Rosa María Romero, Sergio Quiroz y otros tantos, muchos de ellos tuve el enorme privilegio de conocerlos personalmente y tratarlos de manera muy cercana, por lo que fueron una gran influencia en mi juventud (en ese momento no sabía qué tanto, como lo sé ahora) lo que al entrar a estudiar para educadora en la Normal, me permitió llevar un gran abanico de referentes construidos sobre las pedagogías críticas. Así mismo se ha ido consolidando con mis estudios de postgrado y algunos trabajos de investigación que he venido realizando.

La lucha gremial y social ha venido en automático, ya que al no estar de acuerdo con los sistemas no queda más que hacer protesta y propuesta.

¿Cuáles considera que son los elementos más significativos de la crisis educativa en Baja California, en México y en toda América Latina?

Estoy convencida que hay varios factores fundamentales que han frenado el desarrollo no solo de los países en el sentido económico, sino el desarrollo personal de sus habitantes.

El sistema económico de un país, determina la forma en que las políticas públicas impactan en las formas de hacer gobierno, ya que eso define el tipo de ciudadano que se gesta para conservar estos sistemas, para poder mantener a la clase dominante en el poder viviendo a costa del pueblo.

El alcance que tiene la educación en esta tarea de educar a modo a sus ciudadanos y ciudadanas es sorprendente, ya que asegura sembrar una ideología que no solo garantiza la sumisión del ciudadano y ciudadana, sino además al infundir un falso ideal de libertad, forma un esclavo y una esclava cautiva del sistema sin que se dé cuenta y que encima de todo lo defenderá a capa y espada, lo que me parece el arma más poderosa de los gobiernos y sumamente maquiavélica.

Bajo esta premisa podemos entender que mi Estado, mi país y nuestro amado continente Latinoamericano ha sido presa de esos ordenes económicos, desde la colonización hasta los intentos revolucionarios que tuvieron efectos a corto plazo, ya que nos independizamos del viejo continente arrastrando algunas secuelas, pero cayendo casi de inmediato en las garras del capitalismo voraz, abanderados por gobiernos que no han hecho más que sangrar a los pueblos, para enriquecerse a costa de sacrificar el bienestar de sus ciudadanos y ciudadanas y, sumando fuerzas con otros aliados internacionales para explotar masivamente, salvo muy contadas excepciones.

Por lo tanto, dentro de sus formas de gobierno no ha estado como opción un sistema educativo con enfoque social, humanista real, mucho menos uno crítico al menos hasta ahora.

 

Yunuén, ¿La relación entre los gobiernos y los gremios en Baja California y en el país es fluida? ¿Por qué?

En Baja California en un intento de liberarse de los Gremios sindicales magisteriales nacionales, llenos de charrismo, con una pérdida de los objetivos de las luchas reales en defensa de los trabajadores y trabajadoras, un numeroso grupo de trabajadores y trabajadoras de la educación por el año 2006 buscando consolidar una lucha contra la reformas educativas de aquel entonces, así como los cambios en la seguridad social de sus trabajadores y trabajadoras, se desprenden del gremio nacional para formar un sindicato estatal que ha venido peleando un espacio de defensa el SETEBC, pero que víctima de los protagonismos, así como de algunas prácticas viciadas del gremio anterior se ha venido fragmentando en dos grupos al interior (los rojos y los azules) pero también han surgido de este y de los otros, otros grupos sindicales, a tal grado que en el estado hay 5 sindicatos para los trabajadores de la educación estatal y dos del orden federal en el que surge la CNTE BC desprendida de  la sección 2 del SNTE nacional, con todo esto es evidente que la unión de la base no ha sido por desgracia algo que nos caracterice.

Esto impacta en logros distintos, así como en pérdidas de derechos que no han permitido unificar con claridad las luchas y que “a río revuelto ganancia de pescadores” los gobiernos anteriores aprovecharon muy bien esta fragmentación para embestir a los trabajadores y trabajadoras.

Cabe señalar que el grupo de la resistencia magisterial de baja California sumado a los grupos nacionales de la CNTE ha estado dando una lucha para todos sin importar la sección ni el subsistema al que se pertenece, está lucha está en construcción con el actual gobierno federal, que por fin ha prestado oídos a la clase trabajadora y que ha establecido un canal de comunicación que ha permitido rescatar algunos derechos laborales ya perdidos.

Como pedagoga crítica ¿considera que la formación inicial y continua de les docente corresponde a las necesidades del país y los desafíos pedagógicos del siglo XXI? ¿Por qué? ¿Cuáles serían sus propuestas?

Actualmente me parece que los programas que rigen la formación de las escuelas Normales, así como un currículo de muchas universidades que ofrecen una formación dentro de las Ciencias de la Educación tienen un enfoque y una filosofía que no atiende a la demanda social actual, por lo que los y las docentes egresan con una formación débil, ya que en su perfil de egreso no define con claridad lo que verdaderamente importa en la educación del ser humano.

En esta carrera del desarrollo de las competencias en campos de formación, no queda claro lo importante del perfil de egreso de cada nivel, en los y las docentes la visión de un maestro o una maestra que coadyuva en la formación de un Ser no es sólida, sino se apuesta a ese modelo que deposita conocimientos en los niños y las niñas y, que ellos y ellas, van llenando los huecos de lo que ignoran con lo que sus profes les “dan”.

Y qué decir de la formación continua, ha venido a colaborar con el sistema a formar lo que se necesita para estar dentro de él y para ascender dentro de éste, no para el enriquecimiento de los saberes y las prácticas de los y las maestras, ya que para los sistemas en general la maestra y el maestro crítico es la piedra en el zapato, así que mejor le dan paliativos de crecimiento sin permitir que se revele o cuestione demasiado pues está sujeto a las bondades del sistema.

Hay mucho material valioso, libros y antologías, así como talleres y cursos que se han construido desde las alternativas pedagógicas variadas, pero tendrían que desarrollarse de manera autónoma al sistema para que no caigan en la reproducción de ideologías, sino más bien construya  y lleve a las reflexiones necesarias para que cada quien diseñe, adecue de acuerdo a sus contexto y momento de implementación, así como trazar los ajustes necesarios que atiendan las distintas demandas de sus estudiantes, pero sin perder de vista el enfoque ideológico.

 

¿Qué ha significado el confinamiento por el Coronavirus COVID-19 en lo educativo? ¿Considera que las medidas educativas tomadas en el contexto de la pandemia afectan al derecho a la educación? ¿Por qué?

Seguro que ha significado un gran reto, pues ha permitido transparentar las debilidades que tenemos en los sistemas educativos y no me refiero solo a evidenciar debilidades en las estrategias de implementación, o a las metodologías, o a las infraestructuras que tenemos, sino al cosmoconocimiento que fundamentan nuestros planes y programas.

Tenemos un modelo administrativo del currículo que ve a los y las estudiantes como fragmentados, los estudiamos y proponemos actividades para ellos y ellas por campos de desarrollo, torturando las partes por separado.

En este confinamiento al interior de las casas tenemos niños y niñas forzados a aprender con explicaciones de personas que los aman en el mejor de los casos, pero que no son maestros y maestras, que no conocen las formas y que muchas veces en la frustración de no saber el cómo enseñarles, los llevan a entrar en crisis mutuas que detonan en violencia hacia las y los pequeños.

En otros niveles, jóvenes y adolescentes frente a un mar en tormenta, con contenidos que no saben cómo trabajarlos o digerirlos, que las llevan a depresión o a la apatía en las dichosas tareas que suman y abruman sin dejar algo significativo en ellos y ellas, más allá del hecho de sentirse más solos o que pierden la confianza en sí mismos.

Sumado a esto, la tortura que esto ha significado para muchos de los maestros en la preparación de las distintas estrategias a distancia, algunas con la prisa hechas al vapor, pero sin un fundamento, que muchas son con las mejores intenciones, pero también muchas de ellas fallidas, por no tener claro el objetivo en este momento de vida.

La suma de estos factores y otros que nos aquejan por ahora no permiten cumplir con el derecho universal a la educación al menos no en estas condiciones.

Podríamos decir que hay un reducido grupo que disfruta de esta estrategia y que la lleva con éxito, pero estoy casi segura que el éxito está en la apreciación, aun con todos los esfuerzos que se hacen y lo digo con tristeza porque se han hecho muchos esfuerzos, horas y horas de trabajos acumulados en todas las estructuras.

Desde las pedagogías críticas-creativas, ¿cuál es la radiografía de las sociedades en el confinamiento obligatorio y la ponderación de las virtualidades en la vida cotidiana?

Primero debemos entender que hay otras formas, que por ahora es necesario desaprender para poder construir nuevas propuestas que verdaderamente impacten y atiendan con pertinencia la demanda social inédita y extraordinaria que estamos viviendo.

Necesitamos migrar de la reflexión a la acción, dejar de llevar un modelo transdisciplinario que trabaja como un ensamblaje de partes, llevando a una crisis educativa pero que ahorita está al tope, nosotros y nostras no somos un rompecabezas, por ende, las y los estudiantes tampoco, somos integrales, lo que le duele al cuerpo le duele a la mente.

El confinamiento aumenta como olla de presión los problemas sociales, lacerando aún más el tejido social.

Han expuesto en muchos de los casos la evidente pérdida de valores, el desamor, la desintegración familiar y no me refiero con integración al tipo de estructura, sino la familia como institución, dejando de ser el lugar que contiene y forma, convirtiéndose en un lugar que expone y vulnera en muchos casos de maneras inimaginables a sus miembros.

Estimada Yunuén, finalmente, a partir de sus experiencias docentes y sociales y, desde las pedagogías críticas, ¿cuáles serían algunas de las propuestas que considere importantes para iniciar un proceso de transformación radical del sistema educativo?

Vaya el reto es enorme sin duda, pero hay muchos que nos llevan un camino recorrido y bases ideológicas que podrían conformar la base de una pedagogía crítica que acabe por fin ese modelo de la educación bancaria o las visiones administrativas que torturan al niño y a la niña con un aprendizaje forzado, para saber hacer.

Que se reconozca al estudiante como lo que es, un ser lleno de emoción que se construya en el amor eficaz y no en la falsa idea romántica del amor a la humanidad que quita el árbol para arrebatar la sobra y el oxígeno, pero que te devuelve un buen banco de madera para que te sientes a esperar el progreso.

Necesitamos sumar fuerzas eso sí, la voracidad económica nos ha consumido por mucho tiempo, pero las resistencias han permitido mantener a flote las luchas, ahora es el tiempo de la propuesta en acciones esperanzadoras, que lleve al ser humano a Ser primero y, después, lo convierta en revolvedor de problemas poniendo en práctica el pensamiento creativo a beneficio de la comunidad en comunidad.

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