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Jane Bouvier: ayudando a los niños romaníes a acceder a su derecho a la educación

Por Gem Report

Jane es una de las muchas campeonas destacadas por el Informe GEM en el período previo al lanzamiento de su publicación 2020 sobre inclusión y educación: todos los medios, que saldrán el 23 de junio. A su manera, y en varios países del mundo, estos campeones luchan por celebrar la diversidad de los alumnos, en lugar de ignorarla.

En Marsella, en Francia, donde vive Jane, la vida de las familias romaníes que viven en barrios marginales es precaria. Los niños a menudo no asisten a la escuela y las familias no tienen acceso a servicios básicos de salud y vivienda. El Informe GEM 2020 que se publicará el próximo mes mostrará la medida en que muchos niños romaníes en diferentes países del mundo descubren que están segregados en diferentes escuelas en algunos países, excluidos de los sistemas convencionales debido a su ‘diferencia’.

Cuando Jane, psicóloga de formación y ex maestra de escuela, se enteró de su situación en Francia, decidió ayudarlos a ingresar a la escuela. En 2014, después de dos años de ayudar a los niños rom como voluntario, renunció a su trabajo y fundó una organización llamada L’Ecole au Present. Su organización brinda servicios de apoyo y orientación a familias marginadas en el proceso de matricular a sus hijos en la escuela, acceder a comidas escolares gratuitas y seguir el desarrollo escolar de sus hijos. Aunque comenzó ayudando a las familias romaníes, hoy en día llega a todas las familias que necesitan apoyo, incluidos los solicitantes de asilo y los inmigrantes. Pasó de ayudar a 40 niños en 2012 a 500 niños hoy.

Para Jane, la educación inclusiva es la clave para una sociedad mejor porque significa que todos los niños crecen juntos en la escuela. Para ella, es la escuela la que debe adaptarse a los niños de diferentes orígenes o que tienen una discapacidad y no al revés. La realidad, sin embargo, es muy diferente. Jane comparte que a menudo es difícil inscribir a los niños romaníes en las escuelas convencionales. Una organización con la que Jane trabajó sugirió colocar a los estudiantes romaníes en una escuela especial solo para niños rom. Para Jane, esto es inadmisible.

“El lugar de un niño es en la escuela con otros niños. No hay elección; la educación inclusiva es un derecho y es el deber de cada país cumplirlo «.

Su trabajo va más allá de los servicios de orientación y apoyo. Jane se ha asociado con una compañía de teatro para mostrar una adaptación de la vida de una niña gitana que sufre discriminación en la escuela. La obra se muestra en las escuelas, luego Jane deja que los niños hagan preguntas y expresen sus sentimientos. Ella dice que a los niños les gusta participar porque pueden identificarse con los sentimientos de rechazo. A través de la empatía, Jane trabaja incansablemente para garantizar el derecho de los niños romaníes a una educación inclusiva.

“Si queremos construir una sociedad donde todos sientan que pertenecen, es decir, una sociedad con menos violencia y menos desigualdades, ningún niño debe permanecer fuera de la escuela. Los diferentes antecedentes de cada niño aportan beneficios y contribuyen no solo al desarrollo de ese niño sino también al de sus compañeros ”.

Fuente: https://gemreportunesco.wordpress.com/2020/05/13/jane-bouvier-helping-roma-children-access-their-right-to-education/

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Manuel Pinto: “No estábamos habituados a ver a los líderes de un país publicitar la desinformación”

Por AikaEducacion

Con más de tres décadas dedicadas al periodismo y la investigación académica sobre la historia de los medios y la alfabetización mediática, Manuel Pinto es una de las voces más autorizadas para hablar sobre el tema. Para el también doctor en ciencias de la comunicación y catedrático de la Universidad portuguesa de Minho, la relevancia de inculcar el espíritu crítico de las personas es más necesario que nunca, en contextos como el actual, con bulos, redes sociales y líderes que mienten y coronavirus. En el marco del webinar sobre “El periodismo de calidad en la era de la desinformación”, organizado por la Unesco y la Universidad Autónoma de Barcelona, el experto nos habla sobre el rol de los medios y la alfabetización mediática.

  1. En tiempos de bulos y coronavirus, la alfabetización mediática se hace más indispensable que nunca, ¿cómo ve usted su desarrollo y de qué manera incorporarla en la educación regular fortalecerían la democracia?

Creo que es más fundamental que nunca, porque son tiempos en los que es más clara la necesidad de una información de calidad para que los ciudadanos tomen las decisiones necesarias para su seguridad y la de los demás; y hemos visto muchos problemas en este punto. Esta crisis también ha impactado en la comunicación de las personas, lo que implica un cara a cara. La tecnología disminuye el distanciamiento, pero es fundamental estar juntos. Y esto evidencia el problema de la comunicación y la información como parte de este proceso.

En ese sentido, que es importante trabajar no solo en la escuela, porque si tú estás confinado ahora en otros espacios, es necesario desarrollarlo en donde la gente está.

Además hay otros aspectos como la importancia de la comunicación y la información como servicio público, que se impone como uno de los temas fundamentales en esta crisis. Quizás hemos ido muy lejos en lo que es privado, el mercado y falta subrayar más las dimensiones de lo que es público, lo que es encuentro, comunicación e información de calidad.

2. En especial, la información de calidad, porque ahora, además de la pandemia, hemos visto una infodemia o dispersión de bulos y muchas veces la gente no está preparada para detectar la mentira, en ese caso, la alfabetización mediática sería útil para prevenir.

Claro, y sobre todo también porque hasta hace poco no estábamos habituados a ver a los máximos responsables de un país publicitar la desinformación y la mentira, contradiciendo todo lo que la ciencia y los expertos de la salud nos aconsejan. Esto cambia totalmente la situación. Por ello es necesario al menos denunciar, no divulgar, no ampliar por muy extraño o tentador que sea compartir cosas absurdas, que además son peligrosas para la salud y la vida.

3. La desinformación a veces puede venir de grupos con intereses ideológicos o políticos, de ciudadanos que replican contenidos falsos o de los propios periodistas, cuando no hacen una adecuada verificación, ¿cuál grupo es más nocivo y cómo contrarrestar su actuación? 

A estos grupos yo le añadiría también el de las agencias, especializadas en producir y difundir el virus de la mentira y la desinformación, recurriendo a bots y otras tecnologías para diversificar y ampliar el efecto de la mentira. Pero, agentes podemos ser nosotros también por curiosidad o para provocar la risa. Con este comportamiento, el problema de la desinformación también parte de nuestro lado, entonces, ¿de qué manera nos comportamos delante de la información que nos llega, en términos de verificación? ¿qué preguntas es necesario saber hacer para, al menos, no hacer las cosas de forma ingenua?

De otro lado, creo que son más nocivos los Estados y la lucha de intereses de los gobiernos y los complejos industriales y de poder, porque emplean políticas para contrariar y defender la ciudadanía, sugiriendo que esto va a resolver todo. Pero en la información y otras dimensiones una ciudadanía diversa hace falta para contrapesar, mejorar la calidad de vida que hoy no se trata solo sobre los alimentos o ciudades. Es también cómo la construimos y también es una lucha por la alfabetización mediática, que es una lucha por la verdad.

4. La academia y las facultades de comunicación, ¿qué están haciendo en materia de alfabetización mediática y cómo pueden contribuir a mejorar la formación de los periodistas?

Bueno, yo creo que se está desarrollando algo. Por ejemplo, en mi país, es interesante que la última cosa que hemos hecho, en mi caso, ha sido colaborar en la formación de profesores. El Sindicato de Periodistas de Portugal con el apoyo del Ministerio de Educación y el soporte del presidente de la República ha desarrollado desde hace casi dos años un proyecto de formación de profesores para debatir este tema de desinformación y contactar el mundo del periodismo con la escuela. Esto hace 3 o 4 años atrás era impensable. El sector del periodismo se ha dado cuenta que la educación es estratégica para desarrollar la valoración del rol de una información de calidad y los periodistas quieran o no quieran son formadores, cuando hacen bien o su trabajo o cuando lo hacen mal.

5. Y claro, los medios y los periodistas tiene un rol social educativo, pero a veces el discurso que usan genera prejuicios o desinformación. Aquí es vital el rol de la universidad y la academia.

Esta crisis ha evidenciado el rol de las ciencias sociales, porque para comprender lo que está pasando no basta una perspectiva psicológica centrada en el individuo, si no que es necesario comprender las relaciones de todo tipo. En nuestras sociedades se ha puesto en evidencia la desigualdad social. Por ejemplo, la de los que pueden hacer cuarentena y los que tienen que continuar trabajando. Otro ejemplo, el virus afecta más a los descuidados por nuestras sociedades, como los adultos mayores. Y después, el problema de la desigualdad en el trabajo doméstico, porque hemos visto muchos problemas en la participación de los hombres y es importante que no se concentre solo en las mujeres. La crisis ha expuesto estas desigualdades, que están conectadas con desigualdades sociales, de capital económico y cultural.

6. ¿Cómo manejan los medios su interacción con las audiencias, incentivan una perspectiva crítica, la limitan o direccionan? ¿qué papel deben de cumplir en los tiempos actuales?

Han confiado en expertos para difundir información veraz y procurar respuestas que la gente tenía y han trabajado con los grafismos para graficar además de relatar la información. Pero, no he visto mucha innovación desde un cambio de perspectiva, como escuchar más a la gente. Por ejemplo, han cubierto como la gente pasaba la cuarentena en la habitación. Pero siempre cogían casos de parejas y familias de clase media; en donde las cosas estaban bien, con muchas tecnologías, la gente no estaba enfadada y esto se alejaba de lo que sucedía. Yo he visto, por mis estudiantes, que estaba siendo muy difícil la vida por distintas razones, lo que distaba mucho de la pintura que mostraba la televisión sobre la cuarentena.

7. ¿En los demás medios, como radio, la prensa escrita o digital, ¿cómo han atravesado la cuarentena?

Esta crisis ha sido casi mortal para los periódicos de papel. No sé si van a recuperar, porque el no poder distribuir sus ediciones y la gente no poder salir para comprar representa mucha más dificultad de la que tenían con la caída de la publicidad. Ha sido un golpe muy hondo.

En el caso de la radio para mí está siendo una sorpresa interesante, porque parecía que sería un medio a desaparecer, pero hay experiencias interesantes de atención, de cambio de proceder en este medio, que trabaja sin imágenes y debe construirlas en la mente de sus oyentes. Creo que es un medio del futuro y los podcasts lo muestran. Hay un lugar para esta forma de comunicación para este medio que responde mucho más a la interioridad que a la exterioridad.

8. Las redes sociales son, en varias ocasiones, fuente de información y de difusión de los ciudadanos, ¿qué problemas observa a partir de este contexto y qué recomendaría?

Las redes sociales son una herramienta que puede ser usada de muchos modos. Hoy, mucha gente se informa a través de ellas y esto es un riesgo muy grande cuando no se está habilitado para discernir lo que se encuentra. De otro lado, es un sitio fenomenal desde el punto de vista de compartir contenidos, ideas, temas a los que de otra forma no tendríamos acceso. Como todos los medios comunicativos, debemos ser responsables en el uso de esta herramienta, percibir sus limitaciones y la lógica que está por detrás de cada red social. Este es un reto importante para la alfabetización mediática. Entender que detrás de la pantalla hay un mundo de intereses y estrategias que trabajan con nuestra atención, equipos, tiempo y lo venden. Hacen dinero con nosotros y vivimos como si fuéramos libres, creativos en nuestro espacio sin esta perspectiva. Hace falta comprender, por ejemplo, ¿por qué Facebook ha creado Instagram o WhatsApp?, ¿cómo es la génesis, el desarrollo de estos grandes poderes mundiales? Estas perspectivas están poco presentes.

Fuente: http://www.aikaeducacion.com/destacados/manuel-pinto-no-estabamos-habituados-a-ver-a-los-lideres-de-un-pais-publicitar-la-desinformacion/

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Conversación con el profesor investigador, Dr. Miguel Ángel Santos Guerra. Rutas ante los escenarios de coronavirus y quédate en casa

Entrevista/14 Mayo 2020/Por: Lourdes González para Otras Voces en Educación

El profesor investigador, Miguel Ángel Santos Guerra, (enlace) con trayectoria ejemplar, con la extraordinaria virtud de conectar con una inmensa mayoría, siempre envuelto en el afecto de colegas, discípulos y académicos y con una gran producción intelectual sobre el sistema escolar, las prácticas docentes, la evaluación educativa, accedió amablemente a contestar unas preguntas y a enviar unas líneas al respecto.

Hoy en día, ante las medidas de sana distancia y ¡Quédate en casa! implementadas en México para evitar la propagación de COVID-19 y para mantener una buena salud se modificó la modalidad de prestación de los servicios educativos de presencial a distancia. El profesorado y los investigadores de la educación con los medios disponibles desde sus hogares se conectan con las y los estudiantes para ofrecer el acompañamiento, la preparación académica y con ello existen ciertas preocupaciones que resultan en el proceso ¿Qué compartiría con los profesionales de la educación por los escenarios teniendo en cuenta que la educación a distancia difiere mucho de unas comunidades a otras?

El Dr. Miguel Ángel Santos Guerra, saluda y precisa que le hubiera gustado disponer de más tiempo para hacer más extensas las contestaciones.

– Por la situación que estamos viviendo jamás se había tenido que impartir la docencia desde las casas, jamás se había realizado la evaluación de todo el sistema educativo a distancia. Jamás se había desarrollado el currículum desde una institución virtual diseminada en el espacio y en el tiempo.

Este hecho ha obligado a los docentes a dar respuestas de forma rápida, creativa e improvisada a unas demandas para las que, salvo excepciones, no estaban preparados.

Han tenido que trabajar más, han tenido que adaptar el trabajo a la nueva situación y han tenido que responder a las exigencias de los alumnos y de las alumnas que no disponen de los medios necesarios para realizar el aprendizaje. No olvidemos que la brecha digital es muy grande y que tendremos familias sin cobertura, sin computadoras o con una sola para varios hijos e hijas y sin los conocimientos necesarios para su uso.

Este hecho es muy importante porque va a incrementar las diferencias que ya existían en la enseñanza presencial y habrá que corregirlas de manera urgente y eficaz.

En las obras, “Cadenas y sueños” y “Entre bastidores”, Usted menciona la escuela está cargada de significados, ¿Qué dificultades encierra el traslado a la casa y cómo recomienda resolverlo?

– He trabajado durante muchos años, dedicado a la investigación, escribiendo varios libros e impartiendo clases sobre la importancia de la organización escolar como institución que acoge la planificación, el desarrollo, la innovación y la evaluación del currículum.  Pero ahora por los escenarios, la organización escolar es solo virtual, no es física. Partiendo de un ordenador o de un teléfono inteligente compartimos el aprendizaje y la convivencia.

¿Qué hacer? Ahora conviene trabajar y potenciar las dimensiones virtuales de esa comunidad de aprendizaje que es una escuela. El Proyecto Educativo sigue existiendo. La comunidad educativa, aunque diseminada, es real y debe fortalecerse. La participación se realiza de otras formas y las relaciones adquieren unas nuevas dimensiones.

La escuela sigue existiendo, sus propósitos, sus integrantes, sus cometidos, su currículum, sus estrategias y sus evaluaciones, siguen ahí, menos visibles físicamente, pero no menos reales.

He escuchado a profesores que me dicen que en esta etapa se han sentido acompañados, apoyados y sostenidos por la comunidad.

– ¿Cómo hacer para que las experiencias sean más formativas para todos los protagonistas?

La finalidad esencial de la escuela es alcanzar la formación integral de las y los estudiantes. No basta llenar la cabeza de conocimientos. Y, menos aun, de datos estériles. Si todo el conocimiento que se adquiere en las escuelas sirviera para dominar, engañar y explotar mejor al prójimo, más nos valdría cerrarlas.

Por eso es muy importante que las experiencias de aprendizaje que se desarrollan a distancia sean ricas y formativas. 

En cada escuela deberíamos tener este lema como orientación prioritaria de la acción: tenemos que formar no a los mejores del mundo, sino a los mejores para el mundo.

– ¿Cómo hacer para que los productos se relacionen más con aprendizajes esperados, o se cumplan y no se vuelvan un procedimiento administrativo?

El quehacer esencial de la escuela tiene que ver con la formación de la mente y el corazón de los alumnos. Multiplicar las actividades burocráticas o pobres intelectualmente es empobrecer, la esencia del trabajo docente.

No hay nada más absurdo que lanzarse con la mayor eficacia en la dirección equivocada. Es esencial es aprender a pensar y aprender a convivir. No hay que ocupar a los niños y a las niñas en actividades meramente administrativas.

Y no se puede olvidar la dimensión afectiva, tan decisiva en la educación. Los alumnos aprenden bien de aquellos docentes a los que aman. Mi último libro, de este mes de mayo de 2020, se titula “Educar el corazón. Los sentimientos en la escuela” (Editorial Homo Sapiens).

En el caso del profesorado con estudiantes que necesitan el acompañamiento de las madres, los padres o algún adulto para realizar los deberes escolares ¿Cómo hacer para aprovechar la experiencia, para conectar más las y los progenitores y lograr que se sumen a colaborar?

La participación de los padres y las madres es fundamental en la enseñanza presencial. También sobre este tema he escrito varios libros. Y es más importante en esta modalidad virtual de enseñanza porque los alumnos y las alumnas realizan su tarea en el ámbito doméstico. Los padres y las madres deben:

– Valorar el trabajo que realiza la escuela y que llevan a cabo los docentes.

– Proporcionar a los hijos un espacio adecuado para el trabajo.

– Facilitarles los medios que necesiten para realizarlo.

– No comparar a unos hijos con los otros.

– Darles ejemplos de trabajo.

– Dialogar con los docentes cuando sea necesario.

Todas las piedras que lancen los padres y las madres sobre el tejado de la escuela, caen sobre la cabeza de los alumnos y alumnas.

– ¿Qué dificultades encierra la evaluación?

Sobre evaluación he escrito 12 libros.  El último se titula “Evaluar con el corazón” (Editorial Homo Sapiens). No es posible resumir su contenido en unas líneas.

  1. La evaluación revela, expone sobre el tapete todas las concepciones, actitudes y principios del evaluador. De modo que se podría decir lo siguiente: dime cómo evalúas y te diré qué tipo de profesional eres.
  2. Es importante que no se confunda la evaluación con la calificación.
  3. Tienen que potenciarse las tareas más ricas porque una evaluación de naturaleza pobre favorece un proceso de enseñanza y aprendizaje pobre.
  4. Es preciso utilizar instrumentos variados, sensibles para captar la complejidad y adaptados a los contextos y a las personas.
  5. Hay que potenciar la evaluación continua y no hacerla al final del aprendizaje.
  6. Es muy importante que la evaluación sirva para motivar, aprender, mejorar, dialogar y animar. Y no tanto para controlar, comparar y torturar.
  7. Los alumnos tienen que participar en la evaluación y autoevaluarse.
  8. No se pueden olvidar las dimensiones éticas de la evaluación.

Suelo decir que en la escuela se evalúa mucho y se cambia poco: algo falla.

¿Cuáles son las preguntas qué tendrían que hacerse los académicos, los directivos, los investigadores educativos en este momento por los escenarios que se viven?

Para todos es muy importante poner en tela de juicio las prácticas, hacerse preguntas, cuestionarse. La duda es un estado incómodo, pero la certeza es un estado ridículo. Aconsejo la lectura de mi libro “La escuela que aprende”, no la que enseña, sino la que aprende.

Después, hay que compartir esas preguntas. Y responderlas a través de la investigación para poder comprender y tomar decisiones de mejora.

También considero importante escribir sobre esos procesos y luego difundir esos escritos para que sirvan de ejemplo, de estímulo y de debate.

– ¿Cuáles son los desafíos en las prácticas docentes, directivas y en el fortalecimiento de la evaluación?

En los tres ámbitos (docente, directivo y evaluador) el principal reto es la reflexión rigurosa sobre las prácticas. Es decir, investigar sobre ellas, con el fin de comprenderlas y de mejorarlas en su racionalidad y en su justicia.

– ¿Qué se necesita para mejorar?

Hace falta poner en funcionamientos tres triángulos:

  • El de las estrategias de mejora, que tiene tres vértices:

-Investigación      -perfeccionamiento      -innovación

  • El de los contenidos, con sus tres vértices:

-concepciones      -actitudes       -prácticas:

  • El de los requisitos, que tiene estos tres vértices:

-querer        -saber        -poder

  • El de los ámbitos, con estos tres vértices:

-escuela        -familia       -sociedad

Sin un vértice, no hay triángulo. Es fácil para las y los lectores hacer todas las combinaciones posibles. Por ejemplo, en el triángulo de los requisitos: si quiero y puedo, pero no sé, no funciona. Si quiero y sé, pero no puedo, imposible la realización. Si puedo y sé, pero no quiero, no es posible…

Seguro habrá motivos de preocupación para el regreso presencial a los colegios ¿Qué podría comentar al respecto?

Necesitaremos todavía mucho tiempo más para combatir el virus. Tendrá que haber desinfectantes, jabones, mascarillas y respeto a las decisiones de las autoridades políticas y sanitarias. Tendrá que respetarse la distancia física entre las personas. Tarde o temprano, habrá que ir recuperando la normalidad. Hasta ahora nos hemos escondido del virus, después tendremos que convivir con él.

La responsabilidad de cada escuela, de cada profesor y de cada alumno va a ser decisiva. Ojalá que el paso por esta crisis nos haga mejores. En mi blog, El Adarve, he dedicado varios artículos (nueve hasta el momento) sobre las lecciones que nos está brindando la crisis, a ellos me remito.

Se acerca el día de los y las maestras ¿Qué mensaje les compartiría?

Quiero recordarles que su tarea es la más importante, más hermosa y más difícil  que se le ha encomendado al ser humano en la historia.  Educar no es solo una forma de ganarse la vida; es, sobre todo, una forma de ganar la vida de los otros. Como homenaje en ese día especial, quiero dedicarles esta hermosa y significativa  anécdota.

El gran magistrado Pericles, cuya personalidad marcó todo el siglo V antes de Cristo, hasta el punto de conocerse a éste como Siglo de Pericles, entendió de forma cabal, la misión del maestro como forjador de la personalidad y la conciencia de los pueblos.

En cierta ocasión, mandó reunir a todos los genios y artistas que habían contribuido a engrandecer Atenas. Fueron llegando los arquitectos, los ingenieros, los escultores, los guerreros que defendieron la ciudad, los filósofos que propusieron nuevos sentidos a la vida… Estaban todos allí, desde el matemático que descubría en el número el sentido helénico de la exactitud hasta el astrónomo que se asomaba al universo para contemplar la armonía de las estrellas.

Pericles cayó en la cuenta de una ausencia notable: faltaban los pedagogos, personas muy modestas que se encargaban de llevar a los niños por el camino del aprendizaje.

– ¿Dónde están los pedagogos?, preguntó Pericles. No los veo por ninguna parte. Vayan a buscarlos.

Cuando, por fin, llegaron los pedagogos, habló Pericles:

– Aquí se encontraban los que, con su esfuerzo, embellecen y protegen a la ciudad. Pero faltaban ustedes, que tienen la misión más importante y elevada de todas: la de transformar y embellecer el alma de los atenienses.

¿Se lo podría explicar alguien de forma convincente a nuestros políticos de hoy? No solo lo que Pericles pensaba y sentía de la educación. También su forma de  vivir honestamente. Porque gobernó de forma justa e intachable durante más de un cuarto de siglo. No hay forma más bella y más eficaz de autoridad que el ejemplo.

Santos, M. (2020a, Mayo 8). La cruel pedagogía del virus. El adarve. La opinión de Málaga https://mas.laopiniondemalaga.es/blog/eladarve/2020/05/08/la-cruel-pedagogia-del-virus/

Santos, M. (2020b, Mayo 2). El dentista del cocodrilo. El adarve. La opinión de Málaga https://mas.laopiniondemalaga.es/blog/eladarve/2020/05/02/el-dentista-del-cocodrilo/

Santos, M. (2020c, Abril 25). Aun es posible la alegría. El adarve. La opinión de Málaga https://mas.laopiniondemalaga.es/blog/eladarve/2020/04/25/aun-es-posible-la-alegria/

Santos, M. (2020d, Abril 18). Su suerte es nuestra suerte. El adarve. La opinión de Málaga https://mas.laopiniondemalaga.es/blog/eladarve/2020/04/18/su-suerte-es-nuestra-suerte/

Santos, M. (2020f, Abril 4). Morir en soledad. El adarve. La opinión de Málaga https://mas.laopiniondemalaga.es/blog/eladarve/2020/04/13/morir-en-soledad/

Santos, M. (2020g, Abril 4). Docentes en tiempos de coronavirus. El adarve. La opinión de Málaga https://mas.laopiniondemalaga.es/blog/eladarve/2020/04/04/docentes-en-tiempos-de-coronavirus/

 

Santos, M. (2020h, Marzo 28). A un enfermo de coronavirus. El adarve. La opinión de Málaga https://mas.laopiniondemalaga.es/blog/eladarve/2020/03/28/a-aun-enfermo-de-coronavirus/

 

Santos, M. (2020i, Marzo 21). Aplausos al anochecer. El adarve. La opinión de Málaga https://mas.laopiniondemalaga.es/blog/eladarve/2020/03/21/aplausos-al-anochecer/

Santos, M. (2020j, Marzo 14). Lecciones del coronavirus. El adarve. La opinión de Málaga https://mas.laopiniondemalaga.es/blog/eladarve/2020/03/14/lecciones-del-coronavirus/

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Entrevista a Carlos Skliar: «Un mundo en estado de excepción no puede pedirle a la educación normalidad»

Entrevista/14 Mayo 2020/Autor: Pablo Gutiérrez del Álamo/eldiariolaeducacion.com

El escritor y pedagogo Carlos Skliar se muestra algo excéptico sobre los aprendizajes que puedan sacarse de esta crisis del Covid-19 que vivimos. El sistema de mercado, dice, es capaz de reponerse de las crisis y la sociedad, en muchos casos, se muestra acrítica con lo que ocurre. Un ejemplo puede ser el modo en el que los sistemas educativos siguen queriendo funcionar con «normalidad» en donde ya no queda nada «normal».

Carlos Skliar es muchas cosas: escritor, pensador, investigador y pedagogo. También es investigador principal del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Tecnológicas de la Argentina, CONICET, e investigador del Área de Educación de la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales, FLACSO-Argentina. Desde hace años tiene la vista puesta en la infancia y en las diferencias. Ha desarrollado lo que ha dado en llamar pedagogía de las diferencias, de hecho, y reflexiona sobre el papel que estas tienen en el mundo. Hablamos con él para saber cómo está viviendo estas semanas y para reflexionar sobre la educación en estos momentos de pandemia.

La contraposición habitual entre contenidos y competencias la evita para hablar de la necesidad de otros contenidos y formas de hacer, no solo ahora sino en general en la educación. Dar cabida a temas que implican una conversación sobre la vida y la realidad, dejando a un lado aquellos que parecen sacados de «los informativos de la televisión o a las formas superfluas de opinión de influencers y coachings en las pantallas».

¿Cómo está pasando este tiempo en Buenos Aires? ¿Cómo está siendo allí la pandemia, el confinamiento?

En Buenos Aires en particular, y en Argentina en general, hemos tenido la suerte de un Estado presente desde el comienzo, atento a la experiencia dramática de otras partes del mundo y, aun viviendo una situación de pauperización que se venía arrastrando desde hace un tiempo, consciente de que la dicotomía entre salud y mercado es falsa. El confinamiento sigue siendo estricto desde hace más de un mes, en general se lo ha respetado, pero suenan algunas alarmas a propósito de las violencias de género, las violencias hacia niñas y niños, y las difíciles condiciones económicas de quienes no pueden buscar su sustento diariamente,

En España, después de casi dos meses de encierro, niñas y niñas han salido a la calle ¿Cómo está siendo en la Argentina?

Todavía hoy, a fines de abril, las niñas y niños no han podido salir a la calle y ya hay una serie de medidas que indican que pronto lo harán. Se percibe ese aire enrarecido en las calles cuando, al salir por un trámite o una compra o para ayudar en algún centro educativo u hospitalario, no se ven ni niñas, ni niños, ni ancianos. El extrañamiento, para mí, es mayúsculo: el paisaje ciudadano está despojado de sus edades más frágiles, más esenciales.

Durante estas semanas de confinamiento, y las que quedan, aquí se intenta que el curso siga con cierta normalidad. Parece que darlo por terminado (quedan dos meses por delante) es excesivo, injusto. ¿Cómo lo ve usted?

Tengo una opinión desde los márgenes al respecto. Un mundo en estado de excepción, una vida puertas adentro, una sociedad amenazada y el distanciamiento social no pueden pedirle a la educación ni “normalidad”ni “habitualidad”. Por un lado creo que lo que nos salva es cierta ritualidad, sí, pero no una determinada repetición. Me da la sensación que dada la contingencia inesperada es hora que la educación revierta su tendencia dócil y adaptativa a las exigencias de la época anterior (el conocimiento lucrativo, la aceleración del tiempo, la híper-tecnología, el vínculo utilitario entre competencias y mercado, etc.) y pueda concentrarse en dos dimensiones poco reconocidas o bien abandonadas: por un lado la conversación a propósito de qué hacer con el mundo y qué hacer con nuestras vidas, justamente ahora que el mundo vuelve a estar en riesgo y que las vidas se han visto confinadas; por otro lado, el hacer cosas juntos que nos devuelvan el tiempo liberado: la narración, el arte, la lectura, el juego, la filosofía.

¿Cree que en este tiempo se está mirando correctamente a la infancia? ¿Hay margen para un cambio de perspectiva, más cercana a la de sus derechos?

Desde hace un tiempo vengo pensando que la época anterior a la pandemia había ya producido una separación dolorosa entre niñez e infancia, es decir, que la mayoría de los niños habían perdido la posibilidad de una experiencia de tiempo de intensidad, no sometida a la lógica de las finalidades, las utilidades, a la exigencia de rendimiento. No solo la niñez habría perdido su infancia sino la humanidad en general. La solución por los derechos me parece una parte del problema, quizá su carácter más enunciativo, pero creo que hay algo más: insisto en que buena parte de la actividad pre-escolar y escolar debería tener como condimento esencial el “devolver” infancia la niñez, esto es para mí lo más formativo, lo que se recordará con el paso tiempo, lo que hará que una nueva generación no se “adultice” tan rápida y dolorosamente.

En su pensamiento está presente la dicotomía entre vida y mercado, entre lo que es la educación y lo que debería ser. La situación actual, el interés de los gobiernos porque los contenidos curriculares sigan, a pesar de las carencias y dificultades de muchas familias y niñas y niños, ¿qué le parece?

Si entendiéramos por contenidos aquellas preguntas, cuestiones, problemas, encrucijadas que a cada momento pone sobre la mesa educativa, si pudiésemos comprender que esos contenidos no pueden solo parecerse a los informativos de la televisión o a las formas superfluas de opinión de influencers y coachings en las pantallas, si creyéramos de verdad que los contenidos configuran en realidad una conversación serísima sobre el mundo y sobre la vida, sean o no curriculares, dar continuidad tiene un aspecto de ritual que a mi modo de ver debe sostenerse. Pero quizá este procedimiento se ha vuelto obsesivo y poco interesante, reduciéndolo todo a sus formas más banales: dar tareas, exigir su cumplimiento, evaluar, y todo a través de mecanismos virtuales. Entiendo la situación de emergencia y la desorientación que nos provoca. Pero: ¿a esto queda reducida la forma –siempre informe, siempre por hacerse- de la escuela? ¿Y la conversación que debería acontecer, por ejemplo, durante y después de una lectura, de un juego, de una información determinada? ¿Y la compañía de los educadores y de pares? El mercado siempre parece encontrar respuestas a sus crisis, pero la educación no puede someterse a esa lógica ni hacer de cuenta que todo sigue tal cual era. Por el contrario, si hubiera alguna oportunidad en este tiempo, es aquella de mostrar esa “anormalidad”y las causas que la produjeron.

Hace unos días leía una entrevista que le hacían en Página 12. Decía en ella: “Dado el agobio de lo real, ¿qué espacio de libertad se puede crear?”. Hoy, dado el agobio generalizado, ¿qué se respondería a usted mismo?

Los espacios de libertad son siempre condicionales o condicionados, y quizá la palabra libertad hoy suene absurda o esté pisoteada. Cuando pienso en la experiencia de libertad lo relaciono con cierta imagen de apartarse, de refugiarse, de cuidarse de ciertos hechos horrorosos que el mundo viene provocando en las vidas; pero no lo hago en términos individuales, auto-referenciales, solo para quienes pueden ejercer una práctica libertaria personal. En educación esta palabra, como también igualdad o solidaridad, no puede ser sino una idea colectiva, y se refiere a la posibilidad de encontrar en las instituciones esos espacios liberados del trabajo y del peso que supone ser adulto en este mundo. En términos más acotados me parece que se puede oponer esa imagen de experiencia de libertad con la exigencia de rendimiento. Una actividad, que en sus orígenes es ofrecida como experiencia de libertad común y enseguida pasa a tener un aire a exigencia de rendimiento, pierde su sentido de presente y de trascendencia.

¿Cree que en estas semanas se ha revalorizado la relación entre maestros y alumnado o que puede afianzarse la idea de que la educación es posible sin docentes?

Había leído tiempo atrás que en cierta literatura especializada ya se anunciaba la educación sin educadores, y me resultaba curiosa la idea, por no decir absurda. La vida en general, no solo la vida escolar, sería impensable sin maestros, sin aquellos con quienes hacernos preguntas, sin aquellos con quienes pensar en voz alta, sin poder escuchar la narración de lo ancestral y no solo de las novedades, sin tener otras referencias adultas fuera de los padres, sin reunirse alrededor de lo público, sin aprender los modos artesanales en que se construyen los saberes, sin ser cuidados y sin la experiencia de la igualdad. Esto define no solo la necesidad de una figura sino también la necesidad de un espacio como las escuelas. Ahora bien: en esta contingencia los educadores están agotados, están trabajando mucho más que antes, deben preparar incluso lo que no puede prepararse de antemano, sin olvidar que en este lado del mundo las condiciones de esa labor siguen siendo precarias, tanto material como simbólicamente.

Tengo la sensación que durante la pandemia de lo que se trata en educación es solo de hacer hacer, de mantener ocupados a los niños y los jóvenes

¿Cuál puede ser el papel de maestras y maestros estos días?

Los partidarios del vínculo unívoco y absoluto entre educación y nuevas tecnologías, como única forma válida de transmisión en el reinado de las sociedades del aprendizaje, están de parabién.

Las escuelas, los colegios y las universidades están vaciadas –y llenas de fantasmas– en sus espacios pero no en sus dictados: todo se hace a distancia, como era de prever, sin olvidar que antes de la cuarentena buena parte de los sistemas educativos tendían a ello o deseaban hacerlo de una buena vez. La tecno-educación ya había invadido las aulas en buena parte de las prácticas y el mercado había apostado decididamente por la creación de una posibilidad cierta de hacer de las instituciones de formación salas virtuales, salvo bellas y contadas excepciones.

Cuánto de lo humano ya era en sí tecnología es algo que puede y debe discutirse, pero la invasión en estos tiempos críticos de recursos, formas, estrategias, diseños, herramientas, buenas prácticas, todos ellos afiliados a la idea de virtualidad es una preocupación que me resulta insoslayable. ¿Qué queda del educador que toma la palabra y la democratiza a través de los sinuosos caminos de las miradas y las palabras de los estudiantes? ¿Qué queda de las formas conjuntas de hacer arte y artesanía, de tocar la tierra, de jugar, bajo la forma tiránica de la pantalla siempre-encendida?

Tengo la sensación que durante la pandemia de lo que se trata en educación es solo de hacer hacer, de mantener ocupados a los niños y los jóvenes, de replicar horarios y rutinas. Como si pudiéramos reconcentrarnos en un mundo que está en aislamiento y olvidarnos de lo que nos angustia y conmueve. Así vistas las cosas, así condensadas, es factible que la imagen del educador quede completamente desdibujada, sea una suerte de parodia de sí misma, o bien ofrezca a algunos desapasionados por la formación la salida tan buscada a su propio hartazgo. Hay una confusión, deliberada o no, de medios y metas, de lo cerrado y lo abierto, del ejercicio y su posible trascendencia, de la tarea y del arte, del aprender por medio de, a aprender con alguien qué, de la conectividad y del contacto.
Hoy, ahora mismo, si hubiera una potencia en el educador ella es la del cuidado, la compañía, la conversación a propósito del mundo y de la vida, y la hospitalidad. No se trata de contenidos sino de continentes, no es una cuestión de formato sino de urgente presencia. Y no es un problema de estar-ocupados sino de estar-juntos.

Han quedado al descubierto las enormes diferencias en las condiciones de acceso a la educación de la infancia… ¿cree que aumentará la preocupación de los gobiernos una vez que termine el confinamiento?

Casi toda la infancia ha sido ahora dividida entre quienes acceden a internet desde sus casas y quienes no lo hacen y, de aquí, ya se ha vislumbrado una relación con el aprendizaje porvenir. Los gobiernos tienen y tendrán por delante una difícil tarea que es la reconstrucción desde las cenizas. Sin olvidar que los sistemas públicos de salud, de educación, de cultura, ya estaban comprometidos o desahuciados en buena parte del mundo, en estas latitudes habrá una niñez literalmente mucho más empobrecida que antes y habrá que imaginar y reinventar políticas de urgencia.

¿Qué habremos de aprender para salir de esta crisis con sociedades más fortalecidas?

Soy algo escéptico al respecto, porque podría ser que el sistema económico actual se haya visto herido en esta pandemia, y acelere sus procesos de desigualdad para compensar las pérdidas. También es cierto que se escucha por todas partes la idea de que estamos frente a una oportunidad. Que todo esto, cuando acabe, si es que acaba, nos hará mejores. Puede ser, ojalá, incluso me gustaría contribuir y participar en ello. Pero en este momento uno debería ser mucho más cauto o evitar, al menos, ser negligente: hay gente que se ha muerto y otra que se morirá, sobre todo ancianos, y no parece que morirse sea una oportunidad. En todo caso espero que la experiencia de pérdida de confort y seguridad, que la experiencia del hilo tenue que separa la vida de la muerte, que la experiencia de tantas y tantos que han hecho de este tiempo doloroso un tiempo de solidaridad, generosidad y responsabilidad, se imponga por sobre la mezquindad deshumanizante del mercado.

Fuente e imagen tomadas de: https://eldiariodelaeducacion.com/2020/05/11/un-mundo-en-estado-de-excepcion-no-puede-pedirle-a-la-educacion-normalidad/

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OVE entrevista a Miguel Erasmo Zaldivar Carrillo: «Hay que mejorar la praxis pedagógica en función de la liberación, la descolonización y el empoderamiento de todes»

Entrevista realizada por Luis Miguel Alvarado Dorry en exclusiva para Otras Voces en Educación.

Miguel Erasmo Zaldívar Carrillo, escuchamos mucho de él y le conocimos por medios de sus importantes artículos antisistémicos en las que devela las distintas formas de poder y dominación del imperialismo y su política neoliberal que impone sus ideologías y, en consecuencia, alienan las subjetividades de las sociedades.

Es cubano de nacimiento y formación, pero también se considera oaxaqueño-mexicano, ya que en estas tierras ha aprendido a vivenciar todo lo que, en su formación académica, conoció.

Asimismo, por su intervención en la construcción del Proyecto de Educación Alternativa (PEA) de la Sección VII del SNTE-CNTE en el estado de Chiapas, México, entre otros, que se lleva a cabo actualmente.

Su insistencia por crear y formar comunalidad ha sido el énfasis en la construcción de éstos proyectos, con el fin de contrarrestar los embates del sistema hegemónico en el poder.

Es Licenciado en Educación en la Especialidad de Física y Astronomía, máster en Investigación Educativa y Doctor en Ciencias pedagógicas por el Instituto Superior Pedagógico «José de la Luz y Caballero» en Holguín, Cuba. Actualmente residen en Oaxaca, México y  trabaja conjuntamente a la CNTE en la construcción y desarrollo de proyectos educativos contra-hegemónicos.

Miguel Erasmo, ¿Cómo llegó a la educación crítica y contestataria y, a la lucha gremial y social? Cuéntenos un poco su historia de vida.

Mi formación como pedagogo se desarrolla completamente en la isla de Cuba.

Yo llego a la pedagogía crítica, bueno, la pedagogía que yo considero crítica desde que comienzo mis estudios universitarios en el año 1989 en el Instituto Superior Pedagógico “José de la Luz y Caballero, en la provincia de Holguín, Cuba. Porque yo estoy convencido que la escuela cubana es una muestra de lo que una escuela crítica debe hacer cuando está al centro de la “Batalla de Ideas” contra el imperialismo. La escuela cubana, en todos los niveles, representa la lucha de David frente a Goliat. La educación cubana ha sabido mejorar permanentemente su educación dentro de unas enormes carencias materiales impuestas desde fuera por el bloqueo imperialista.

La pedagogía cubana, que comúnmente no es considerada como crítica, me enseñó un sentido permanente del antimperialismo y el internacionalismo. “Patria es humanidad”; esta idea martiana es un faro que guía la formación ética de la escuela cubana. La vocación martiana por los pobres es, creo yo, un claro antecedente de la teología de la liberación y las pedagogías críticas de los siglos XX y XXI.

El pensamiento de Fidel Castro es otro referente de la pedagogía cubana que yo considero crítica. Fidel, desde sus inicios imprimió a la educación un sello único; su manera personal de argumentar, de debatir, de educar al pensamiento político del joven pueblo en revolución; su ética personal, su humildad; todo ello participó de la transformación educativa nacional. La existencia actual de miles de jóvenes de todo el mundo estudiando en la isla y del Contingente Médico “Henry Reeve” constituyen pruebas del éxito de esta visión sociológica fidelista de la educación.

La relación escuela y trabajo que Cuba hereda directamente del pensamiento de Martí es otro de los fundamentos básicos de una manera nueva de entender la educación en este hemisferio. No olvidemos que hablamos de una educación que comienza a transformarse inmediatamente después del primero de enero de 1959. La campaña de alfabetización y los asesinatos de maestros en Cuba y Nicaragua resultan evidencias de que el imperialismo veía en aquella educación un enemigo formidable al que había que destruir.

Llegué México en el año 2008 e inmediatamente me incorporo a trabajar con los compañeros que luchaban desde el SNTE-CNTE en la construcción de propuestas educativas alternativas a las imposiciones que emergían del neoliberalismo radical de los gobiernos Fox, Calderón y luego Peña. La experiencia mexicana me hizo madurar en direcciones desconocidas para mí. Por ejemplo, defender al marxismo desde Cuba es muy cómodo, defenderlo acá es un reto enorme. Mucha gente se considera de izquierda y reniegan de Marx. Creo que lo que pasa es que se le desconoce, el efecto de la propaganda enemiga ha sido letal. En Cuba la unidad se cuida como oro, acá debes luchar por unir; todo el tiempo estás dedicado a ello, comenzado por los que están más cerca. Los intelectuales tenemos la tendencia arrogante a separarnos por nimiedades cosas que un campesino o un obrero no harían jamás. Es por ello que considero que he crecido mucho como persona y como intelectual desde que llegué a esta hermosa tierra. Tengo más conciencia de mí y de la importancia regional de la revolución cubana ahora que cuando estaba en la isla. Aquella frase martiana de que “Cuba, al salvarse salva” tiene hoy para mí un sentido totalmente diferente al que tenía.

¿Cuáles considera que son los elementos más significativos de la crisis educativa en el estado de Oaxaca, en México y en toda América Latina?

Me referiré a tres retos sin que pretenda agotar el tema ni priorizar uno sobre otros.

Creo que la crisis de la educación no debe ser analizada independientemente de la crisis del sistema imperialista neoliberal. Primero porque la escuela pertenece a una época y a un contexto histórico concreto. La escuela que heredamos de Prusia y; en el caso mexicano, del sistema lancasteriano: católico apostólico y romano; se ha transformado según las urgencias de cada momento histórico, pero siempre ha estado al servicio de intereses hegemónicos del grupo opresor.

No podemos dejar de reconocer que toda revolución que pretenda superar la pobreza en América Latina se enfrentará, inevitablemente, al imperialismo norteamericano; en primer lugar, éticamente. Siempre que en este hemisferio se quiso paliar el hambre del pueblo (que constituye un serio problema ético) sufrimos las intervenciones de los EUA para impedirlo. Los ejemplos son muchísimos.

Por ello considero que un reto fundamental de la escuela y, en consecuencia, la mayor crisis de la que la aqueja es su falta de objetivos éticos antimperialistas; hablo de una ética contraria al despojo. Nos han conducido hacia una educación castrada éticamente en la que se improvisan los valores del imperialismo neoliberal del despojo sin que se pueda salir del atolladero.

Otro reto sería coordinar la educación antimperialista con la defensa de las culturas madres en peligro de desaparición e ignoradas, incluso, por los revolucionarios. Pero fíjate, no separaría una cosa de la otra. No creo que sea posible asumir un indigenismo congruente sin que este sea, al mismo tiempo, antimperialista. Lo mismo creo para la educación crítica en esta parte del mundo.

El último reto, y creo que el más difícil, sería educar desde y para la necesaria unidad. Siempre nos ha derrotado la falta de unidad frente al enemigo común que nos desprecia. Si buscas los valores que el capitalismo nos sirve en sus proyectos educativos nunca encontrarás a la unidad como un valor. Por el contrario, encuentras la laboriosidad, la honestidad; entre otros. Fíjate; la más deshonesta forma de vivir, que es el capitalismo neoliberal; nos propone la honestidad como valor a educar en las escuelas. Nos proponen la no violencia mientras asesinan a los luchadores sociales.

Y es esta situación de crisis total; las izquierdas se separan por tener ideas diferentes. Tenemos el mismo enemigo y nos distanciamos por ideas. Nos están aniquilando y unas teorías nos alejan unos de otros. Y esas teorías que nos debilitan en la unidad ¿Quién crees que las origina y divulga?

Yo mismo he sido víctima de estos provincianismos. Por pensar diferente respecto a la 4T, algunos viejos camaradas dejaron de dirigirme la palabra, me vieron como un traidor.

Sigo creyendo que la 4T es una excelente oportunidad histórica para que todas las izquierdas mexicanas busquen la definitiva unidad histórica que nos ha faltado. Y creo, además, que esto debe ser buscado, desde el trabajo pedagógico aniquilando de una vez la meritocracia y el distanciamiento cognitivo instrumental.

Miguel Erasmo, ¿La relación entre los gobiernos y los gremios en Oaxaca y en el país es fluida? ¿Por qué?

Considero que, por desgracia, La relación entre gobierno y gremios educativos en México y Oaxaca siempre ha estado a merced de personajes y no de estrategias. Por ejemplo, algunos sindicatos, históricamente muy aguerridos, de momento; cuando cambian sus líderes, son opacados y se tornan reactivos y a destiempo. Luego descubres que alguien se vendió. El imperialismo no ceja en su tarea de dividir y comprar sindicatos y líderes: estudia, analiza, conoce y luego actúa. Con eso hace mucho daño.

Por otro lado, la CNTE, que es probablemente, el sindicato más aguerrido y consciente de este país con una praxis histórica de lucha y resistencia formidable no logra unirse totalmente frente a las embestidas de los gobiernos en turno para hacer una propuesta educativa unificada frente a los modelos neoliberales.  Cuando indagas, lo primero que te responden es que no es posible hacer una propuesta educativa universal porque somos muy diferentes. Se confunde el nivel macro con el micro. Se cree, erróneamente, que el diseño curricular no puede hacerse desde y para la diversidad y ser, a la vez, general. Nos arrebataron la dialéctica marxista con sus categorías y ahora no podemos asumir en una misma idea a los singulares con lo universal.  Que no podamos asumir la diversidad dentro de una misma propuesta educativa universal es parte de los que el sistema desea que seamos porque justifica una mortal desunión teórica y práctica.

Por eso pienso que el falso discurso de defensa a las diversidades nos ha hecho mucho daño en la búsqueda de la unidad frente al enemigo común. Cuando lo diverso entra en conflicto con la necesaria unidad, quiérase o no, sirve al enemigo histórico de nuestros pueblos.  Resulta que ahora, para algunos, no es posible ser mujer, homosexual y marxista a la misma vez sin traicionar al posestructuralismo post- moderno.

En la escuela ocurre algo similar: aguzamos la vista para ver las diferencias (discurso muy caro al neoliberalismo) y se nos pierde el horizonte humano que nos une. “Patria es humanidad” nos decía Martí y esto significa, entre otras cosas, que son más las identidades que las diferencias. Si no salvamos a la humanidad tampoco salvaremos a las mujeres o a cualquier otro grupo que se declare el centro del debate momentáneo.

Hoy mismo, por ejemplo; con un gobierno con tendencia izquierdista, que desarrolla acciones a favor de los pobres, tenemos un secretario de educación que lejos de ayudar entorpece cualquier diálogo. Este secretario de educación debe ser por mucho el más grave error de esta propuesta denominada 4 T, que considero muy buena, en lo general.

Para culminar creo que los sindicatos deben basar su relación con los diferentes gobiernos en estrategias más propositivas y menos reactivas.

Los educadores de Michoacán en unidad con el Centro de Estudios RIUS, muy acertadamente desde mi punto de vista, se han montado en este momento histórico y están construyendo una educación crítica.

Como pedagogo crítico ¿considera que la formación inicial y continua de les docente corresponde a las necesidades del país y los desafíos pedagógicos del siglo XXI? ¿Por qué? ¿Cuáles serían sus propuestas?

No lo considero. El estado imperialista neoliberal nunca dejará en manos de los oprimidos el proceso de formación docente. Quien mueva los hilos de la escuela y los educadores moverá, en alguna medida, las respuestas históricas de los ninguneados.

La formación del profesional es fundamental en cualquier proceso de transformación social, más, si se trata de educadores.

No es casual que miles de profesionales cubanos salgan cada año a brindar servicios a los más oscuros rincones del mundo, allí en aquello lugares en los que el imperialismo norteamericano envía bombas; Cuba envía médicos, maestros y entrenadores deportivos. Ello es resultado de un tipo de educción y de un especial educador: la herramienta de este educador es su conciencia política.

Ahora deseo hacer una muy importante aclaración. Mucha gente se pregunta cuál es el modelo de educación cubano en un intento inútil de encontrar principios psicológicos o educativos que ameriten un premio nobel. Nada más alejado de la realidad. El secreto de la educación cubana es el más divulgado y calumniado de toda la historia. Cuba tiene una educación socialista. La  educación cubana es consecuente con el pensamiento ético de Martí, de Marx y de Fidel Castro. Es la voluntad política de educar al pueblo en el libre pensamiento, en la conciencia histórica, en el antimperialismo y el internacionalismo lo que hace de la educación cubana algo tan exitoso. La educación cubana no es exitosa en los mismos rubros de Harvard. La educación cubana es martiana, antimperialista e internacionalista. En Cuba no se incluye la diferencia porque todos tienen derecho a educarse y todos significa eso: TODES.

Considero, por ejemplo, que el normalismo mexicano es un modelo que debemos defender porque constituye en la teoría y la praxis un tipo diferente de educación frente a la propuesta enajenante del sistema. Las normales constituyen un modelo educativo para todos los niveles por su intransigencia crítica frente a todas las formas de opresión.

Existen en México muchas propuestas educativas que deben ser retomadas si queremos pensar en un modelo nacional: Chiapas, Michoacán, Oaxaca, entre otros estados; se han dado a la tarea de construir propuestas que parten de sus realidades y se enfrentan, en primer lugar, éticamente, al sistema.

¿Qué ha significado el confinamiento por el Coronavirus COVID-19 en lo educativo? ¿Considera que las medidas educativas tomadas en el contexto de la pandemia afectan al derecho a la educación? ¿Por qué?

El coronavirus es una experiencia radical para todas las personas del planeta no solo para la escuela. Estamos viviendo lo que Michel Foucault estudió en “Vigilar y castigar”. Estamos vivenciando los efectos reales del panóptico. Ya el panóptico estaba, pero nunca fue tan evidente, tan descarado.  Es claro que una institución como la escuela que funciona sobre la base de asistir diariamente y desarrollar procesos cara a cara se vea totalmente desorientada frente a esta drástica transformación de su realidad.

Uno de sus problemas centrales es que no es posible formar, educar, valores a través de la pantalla; los valores no se dictan, ni se leen: se viven. A lo más que se puede aspirar la escuela hoy es a informar, a instruir; y eso, con muchas dificultades porque las zonas de desarrollo actual y próximo no entran, fácilmente, en la lógica digital. Estoy diciendo que la escuela ha perdido, en esta nueva realidad, su función educativa y está obligada a centrarse en la pura instrucción a medias. Si ya el instrumentalismo del sistema nos hacía daño imagine cómo estamos en estos momentos.

Creo que dentro de sus históricas limitaciones el estado mexicano ha respondido acertadamente a la pandemia: los datos hablan por sí solos. Frente a la catástrofe europea y norteamericana los mexicanos hemos navegado muy atinadamente; aun cuando debamos sufrir tristes pérdidas de invaluables vidas humanas.

Creo, además, que la respuesta del Secretario de Educación a esta situación ha sido la única posible, dadas sus propias limitaciones personales y la poca visión de su modelo educativo. No debemos esperar soluciones salomónicas de esta gente que dirige la educación: ellos no están interesados en la descolonización. Harán lo más predecible y lo menos trascendental en el sentido liberador. Por otro lado, ni todos los niñes tienen acceso a las nuevas tecnologías, ni al capitalismo eso le preocupó nunca: educar a un ninguneado no es su objetivo.

Si esta crisis sistémica y educativa, nos lleva a algún mejor lugar será de la mano de los maestros que se sumen a la acción y se atrevan a crear. La historia no es un carro que se mueva sobre raíles fijos y predecibles; es un proceso que toma la dirección que los hombres unidos sean capaces de darle.  Los educadores pueden aprovechar este momento para hacer la diferencia pero ello implica unidad, compromiso, inteligencia y voluntad.

La educación en México es un desastre en todos los sentidos. Si uno analiza por ejemplo los 14 principios pedagógicos descubre que esta gente tiene unos treinta años de atraso teórico en cuanto a educación. Se empantanan en el aprendizaje y no dan un paso más allá de ello. Luego dicen que es un modelo integral.

El derecho a la educación en la historia mexicana es la historia del despojo de los derechos. Cuando creamos la escuela pública, universal y gratuita lo hicimos de espaldas a los pueblos originarios. Cuando miramos los pueblos originarios para pensar la educación lo hicimos obviando sus lenguas. Cuando asumimos su lengua nos olvidamos de su cultura.

No habrá derecho a la educación hasta que las naciones originarias no sean reconocidas y tratadas como tales.  México es una nación de naciones y cada una de esas naciones deben pensarse educativamente tomando como referente fundamental su cultura madre, su contexto geográfico y sus urgencias históricas. Esta es una deuda que nunca hemos podido pagar. No olvidemos que, todavía hoy, dentro de las propuestas de pedagogía critica, algunos educadores llegan a las comunidades a imponer su lengua y su cosmovisión.

El derecho a la educación no se agrava con el covid-19 ya estaba grave, en coma total.

¿Cuál es la radiografía de las sociedades en el confinamiento obligatorio y la ponderación de las virtualidades en la vida cotidiana?

No debemos analizar el impacto del covid-19 al margen del carácter histórico concreto de cada lugar. México ya tenía experiencia en educación digital con las Tele Secundarias. Aun cuando se conozca que muchas de ellas ni señal tenían. Cuba también tenía instalada clases por la televisión nacional hace ya varios años. Experiencia ya había, ahora hay que sistematizar y juntar la voluntad política para lograr salir de la crisis lo mejor posible.

La red de redes es un mal necesario que debemos aprender a domar. Nunca lo logramos con la televisión. Un mal, porque ya el sistema imperialista neoliberal del despojo es ducho en manipulación e implantaciones de ideas.  Necesario, porque es inevitable.

Sabíamos del daño de la televisión y nunca propusimos una asignatura escolar que preparara a los niñes para enfrentar la deshumanización televisiva. Sabemos del daño de las redes y nos entretenemos enseñando Excel y presentaciones con dibujos móviles. Es la moda el corta, pega lee; y recibe el 10. Tenemos el reto de humanizar las redes y enseñarnos a contrarrestar sus nefastos efectos tergiversadores y su vocación al entretenimiento banal.

Por el momento las redes perteneces a Barrabás, estamos perdiendo y debemos actuar con rapidez.

 

Estimado Miguel Erasmo, finalmente, desde las pedagogías críticas y, a partir de sus experiencias docentes y sociales ¿cuáles serían algunas de las propuestas que considere importantes para iniciar un proceso de transformación radical del sistema educativo?

Honestamente no creo que los sistemas educativos puedan transformase radicalmente sin pensar en la toma del poder. Aquello que piensan en la escuela como una institución, que, desde su autismo pedagógico, es capaz de transformar a la sociedad están en un error gravísimo.  Usted puede tomar un mango ácido y hacer un delicioso dulce; pero con ello el árbol no cambiará su naturaleza.

Ser radical, en el sentido marxista, es ir a la raíz de los problemas. La raíz del problema educativo está en el sistema al que esa escuela sirve porque es parida por él.  No es posible que la escuela deje su carácter reproductor. No digo que no se pueda hacer mucho por mejorarla, no digo que no podamos oponernos y también resistir, ejemplos hay muchos. Pero la trasformación radical de cualquier institución pública solo llega con la transformación radical de la sociedad a la que pertenece.

A la educación capitalista hay que arrancarla de raíz para que no quede nada de ella, pero para ello, debemos resolver primero el problema del poder. Algunos utópicos no creen en el poder ni desean tomarlo: dices poder y corren a esconderse del debate. Lenin se les antoja demasiado radical. Con, pienso yo, no hacemos otra cosa que servir un mejunje teórico condimentado con la ideología del neoliberalismo en una mesa de ideología supuestamente izquierdistas.

El problema de la escuela está directamente relacionado con el problema del poder. La respuesta de uno lleva a la respuesta del otro.

No hacer algo es el peor de los errores. Hay que mejorar la praxis pedagógica en función de la liberación, la descolonización y el empoderamiento de todes. La escuela debe pensarse en el socialismo, o la comunalidad o el zapatismo para actuar en consecuencia. La inconsecuencia pedagógica nos aniquila, nos debilita y aleja la victoria. Debemos trabajar en las redes, llenarlas de sentido. Nosotros tenemos un pequeño canal pedagógico en el que compartimos algunas reflexiones, temas y análisis y, es triste ver que cualquier banalidad resulta más atractiva para la masa de cibernautas y logra más seguidores. Nos están llenado de basura y la escuela debe tomar partido en ello. Creo que la institución educativa debe moverse hacia la digitalización sin abandonar sus espacios vivenciales por simple responsabilidad histórica.

Debemos educar en la unidad frente al antimperialismo. Debemos educar en la participación ciudadana, democratizar la institución educativa pasa por desarrollar conciencia de mi corresponsabilidad frente al futuro.

No creo tener las respuestas a los problemas que me preguntas. Estoy comprometido con una ideología y trabajaré incansablemente a favor de los oprimidos. Intento ser consecuentemente marxista, leninista, martiano y fidelista.

Muchas gracias.

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Entrevista a Alejandro Horowicz: La pregunta es qué se hace con el virus del capitalismo

Por: Eliezer Budasoff

El sociólogo argentino Alejandro Horowicz, profesor de Los cambios en el sistema político mundial, explica por qué las crisis de los mercados han superado los límites de lo real

A comienzos de este año, cuando Alejandro Horowicz volvió a Buenos Aires después de celebrar su cumpleaños 70 en Nueva York, el nuevo coronavirus era apenas una “misteriosa neumonía china” y el adjetivo “histórico” recién empezaba a saltar de los titulares sobre los incendios en Australia a las noticias sobre la decisión del príncipe Harry y Meghan Markle de ser normales. En febrero estalló el contagio en Europa, pero las noticias sobre el virus tardaron casi un mes en volverse algo “histórico”: el 28 de febrero, después de siete días en picada, los mercados bursátiles de todo el mundo informaron sus mayores caídas en una semana desde la crisis financiera de 2008. Una caída histórica, la primera de varias en la carrera descendente de los mercados, seguida por otro récord histórico en Estados Unidos, en este caso ascendente: el de los números de desempleo.

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Fernando Reimers, profesor de Harvard: “La pandemia desnudó las formas autoritarias de los sistemas educativos”

Por: .

 

Desde que las escuelas se cerraron en casi todo el mundo, ante el avance apremiante del coronavirus, en Harvard comenzó un análisis minucioso de las políticas educativas que llevan adelante los gobiernos, forzados a improvisar reacciones para sostener la enseñanza a distancia. A cargo de ese equipo está Fernando Reimers, director de la Iniciativa Global de Innovación Educativa en la universidad.

A lo largo de su trayectoria, el académico venezolano escribió y editó más de 30 libros. Sus últimas publicaciones se centraron en los cambios que se deben emprender para educar a los jóvenes en el siglo XXI. Pero desde que se desató la pandemia, está abocado al estudio de las respuestas que los gobiernos están dando en materia educativa, con foco especial en América Latina, para luego hacer recomendaciones. Sobre ese tema giró la conferencia que dio el viernes pasado, organizada por la ONG Educar 2050.

Antes, en una entrevista con Infobae, señaló: “La pandemia puso al desnudo las enormes limitaciones de las formas autoritarias y atrasadas de gestión de los sistemas educativos. Este momento evidenció las ventajas que significan gestionar de un modo que permita desarrollar inteligencia colectiva, con capacidad para innovar y para actuar con eficacia”.

-¿Cuán dramáticos cree que serán los efectos educativos?

-Los efectos de la pandemia van más allá de la salud pública. Las consecuencias en educación van a directas e indirectas, inmediatas y de largo plazo. Vivir en un hogar donde un miembro de la familia se enferma o donde cae el nivel de ingreso, donde aumenta el estrés y la violencia como resultado del hacinamiento, crean un ambiente difícil para que los estudiantes dediquen tiempo al aprendizaje.

A largo plazo, más allá de la pérdida previsible de capacidades que resulte del tiempo que dure el confinamiento o de la disminución del financiamiento educativo que resulte de atender la emergencia sanitaria o la recesión económica, habrá cambios en las posibilidades de las familias de apoyar de la misma manera a los jóvenes que continúen estudiando. Va a ser el resultado de las nuevas presiones y necesidades.

-¿Qué consideraciones tiene respecto de las medidas que adoptaron los sistemas educativos de América Latina ante la suspensión de clases?

-La pandemia hizo visibles las enormes diferencias en las condiciones en que viven y aprenden niños de distinta condición social. Si alguna vez tuvimos curiosidad de cómo funcionaría una sociedad en donde no hubiese escuelas, esta situación se acerca bastante.

En base a los resultados de la primera encuesta que llevé a cabo hace ya cinco semanas, la primera observación es que hay una gran diversidad en la forma en que las escuelas en América Latina están dando condiciones de continuidad educativa.

Las clases presenciales siguen suspendidas en casi toda la región

Las clases presenciales siguen suspendidas en casi toda la región

-¿Hay buenos ejemplos a replicar?

-Sí, un caso ejemplar es el de la secretaria de educación del estado de San Pablo, que en un plazo relativamente corto logró asegurar la continuidad de los programas de alimentación, así como establecer alianzas público-privadas que permitieron organizar una infraestructura de enseñanza, utilizando televisión, radio y plataformas en línea. El caso ilustra lo mejor que uno puede esperar en una situación tan compleja como esta: transparencia, uso de información para guiar decisiones, creación de alianzas, toma de riesgos, mucha comunicación.

Otro buen ejemplo es el esfuerzo de la red ‘Enseña por Chile’, una organización que coloca a universitarios recién graduados en escuelas públicas de alta vulnerabilidad, con el fin de apoyar a estos estudiantes. Hay dos características de esta organización especialmente importantes en una circunstancia como esta. El primero es el compromiso de los participantes. El segundo es que permite a los participantes aprender rápidamente de la experiencia de sus pares en los otros países. Dos de los universitarios conocieron que sus pares en Nigeria habían desarrollado formas de enseñar utilizando la radio y crearon programas de 30 minutos de cinco materias. En una semana, esos programas se expandieron a todo el distrito. Pocas días después, los programas se empezaron a transmitir por 218 frecuencias de radio.

-¿Se tratan más bien de excepciones?

Lamentablemente este tipo de liderazgo y de esfuerzos no es la norma. Hay otros líderes educativos en la región que construyen su rol como ‘autoridad’ educativa de una forma un tanto autoritaria, poco humilde. Les cuesta más escuchar a otros actores, o incluso reconocerlos, y crear condiciones que permitan la colaboración.

-¿Estados Unidos pudo reaccionar y brindar un servicio educativo de calidad durante el aislamiento?

-En Estados Unidos las respuestas han sido también heterogéneas. Se trata de un sistema con enormes diferencias de capacidad y de niveles de financiamiento. Terminé dos estudios de casos de redes que trabajan con niños vulnerables: uno en el distrito de Central Falls en Rhode Island, y el otro una red de escuelas charter de la Phalen Leadership Academies. En ambos casos mostraron mucha eficacia para asegurar los servicios de alimentación y sostener el proceso educativo a través de paquetes didácticos y plataformas tecnológicas. Otra vez allí el liderazgo fue compartido, con buenas asociaciones público-privadas. En contraste, en otros distritos escolares la respuesta fue lenta, sin una verdadera estrategia.

A esto me refiero al decir que la pandemia ampliará las brechas de oportunidad. Los estudiantes que puedan seguir estudiando como resultado de haber tenido la suerte de estar en una red donde hubo liderazgo efectivo sobrellevarán los efectos educativos de la mucho mejor que aquellos cuyos sistemas y líderes educativos no tuvieron la misma capacidad.

Reimers advirtió sobre los posibles efectos de la pandemia en la educación

Reimers advirtió sobre los posibles efectos de la pandemia en la educación

-Por más efectiva e inteligente que sea la estrategia, ¿es posible llegar a todos los estudiantes?

-Hay muy buenos ejemplos de educación a distancia que están funcionando en el mundo, pero ninguno de ellos llega a todos los estudiantes. Algunos alumnosestaban mucho mejor preparados que otros para aprender de forma autónoma, sin supervisión de sus profesores.

Hay diferencias entre países, pero no conozco ninguno en donde una estrategia de enseñanza en línea esté alcanzando de forma eficaz a la mayoría de los estudiantes. Las mejores estrategias de continuidad educativa incluyen una combinación de modalidades, con programas televisivos, radiales y materiales impresos.

-¿Qué se debería priorizar pedagógicamente en estos meses de aislamiento?

-Este es un momento en el cual es esencial preguntarse qué es lo verdaderamente importante. Lo primero es asegurar el bienestar emocional de los estudiantes, y en lo posible de sus familias. Dar a sus vidas un sentido de tranquilidad y de cierta normalidad. En este sentido las rutinas de aprender que pueda establecer una estrategia educativa son valiosas. Pero lo primero debería ser asegurar que cada estudiante sepa que hay alguien en su escuela, su maestra, sus compañeros, que se interesa en ellos, que se preocupa por su bienestar.

El énfasis tiene que estar en promover aprendizajes significativos, no en cubrir contenidos. Animar a los estudiantes a leer, y a discutir lo que leen, a llevar un diario sobre la vida que están experimentando, a estudiar la pandemia misma. Este puede ser un gran momento para permitir a los estudiantes desarrollar aprendizajes significativos a partir de su curiosidad por el momento, por el virus, por los efectos que está teniendo. De manera que promover proyectos de investigación, donde colaboren con sus pares, puede ser muy útil. Es improbable que se puedan lograr todas las metas establecidas en un año con condiciones ordinarias. Un ejercicio de repriorización del currículo sería útil.

-Y una vez que se retome la actividad escolar presencial, ¿cuál tendría que ser el foco?

-Por supuesto que hay una tarea importante de recuperación académica que deberá ocurrir cuando sea posible regresar a las escuelas. Pero también será un buen momento para pensar con claridad cuáles son las competencias que necesitan los estudiantes para vivir en un mundo cambiante y para construir un futuro mejor. A partir de ahí, organizar y repriorizar el currículo.

-Se habla mucho de los posibles cambios pospandemia, tanto económicos como sociales. ¿Piensa que habrá un quiebre también en la educación?

-En aquellos contextos donde las limitaciones de liderazgo dejen a los estudiantes desasistidos, habrá una pérdida de confianza en las instituciones educativas y en el Estado. Por el contrario, aquellos liderazgos que emerjan durante la pandemia, permitirán a las personas descubrir nuevos aliados, nuevas formas de gestión. Es muy probable que estos liderazgos sean aun más reconocidos como las fuerza de renovación de la educación en el mundo que habrá que construir después de la pandemia.

Fuente de la entrevista: https://www.infobae.com/educacion/2020/05/10/fernando-reimers-profesor-de-harvard-la-pandemia-desnudo-las-formas-autoritarias-de-los-sistemas-educativos/

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