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España: ¿Por qué dos de cada diez estudiantes universitarios abandonan sus estudios?

¿Por qué dos de cada diez estudiantes universitarios abandonan sus estudios?

Las elevadas tasas de abandono universitario en España son un problema crónico y un motivo de preocupación, tanto para las administraciones educativas como para las universidades. Además del gasto público que supone, hay que tener en cuenta el coste para las familias y la sensación de fracaso personal para los estudiantes afectados.

Aunque definir lo que supone “abandono” no es sencillo, dada la gran diversidad de variables que influyen y los distintos tipos que se pueden distinguir, consideramos abandono el de un estudiante que, habiéndose inscrito por primera vez en una titulación, no se matricula en los dos cursos siguientes.

La CRUE (2023) publicó el informe La universidad española en cifras donde se recogió un exhaustivo diagnóstico del Sistema Universitario Español (SUE). Los datos ofrecidos indican que el 20.17 % de los estudiantes que cursaron sus estudios en universidades públicas presenciales y el 40.84% de los que lo hicieron en universidades públicas no presenciales abandonaron su formación.

En el Estudio sobre abandono de los estudios de Grado en el sistema universitario español, encargado por el Ministerio de Universidades en 2022, el 13 % de los estudiantes que cursaron sus estudios en universidades presenciales abandonaron. Dos comunidades, Canarias y Baleares, destacaron por las altas cifras, con un porcentaje del 21 % de abandono de los estudios (un 20 % en la ULL y un 24,3 % en la ULPG).

Causas y perfiles de los estudiantes que abandonan

Las propuestas de solución a este problema deben combinar los resultados de la investigación sobre las causas del abandono con el diseño y despliegue de propuestas de actuación en distintos ámbitos. Este ha sido el objetivo de nuestro proyecto de investigación, del que se derivan algunos datos significativos:

  1. El abandono académico es más frecuente en los dos primeros cursos, siendo más acusado cuando no se logra plaza en la primera opción de carrera.
  2. Entre las razones, destacan el déficit de preparación del alumnado para adaptarse a la vida universitaria y las dificultades económicas; y la falta de apoyo por parte del profesorado y la insatisfacción con las metodologías de enseñanza y los métodos de evaluación.
  3. En cursos posteriores, el abandono se produce como consecuencia de las características del sistema de enseñanza, las carencias de formación y de habilidades para la gestión del tiempo de estudio. También afectan el cambio de residencia y circunstancias personales, familiares o laborales. Asimismo, inciden la falta de motivación, la insatisfacción con los estudios y el bajo rendimiento académico.

Tres perfiles de estudiante

Hemos identificado tres perfiles de estudiantes que abandonan la carrera universitaria. El más frecuente es el de un estudiante varón que accede con uno o dos años de retraso y que se matricula en una carrera que no era su preferida.

El segundo es el de un estudiante que accede sin vocación universitaria y que abandona influido por la opinión de terceros.

El tercero corresponde a un alumnado motivado y comprometido, pero que se ve forzado a abandonar por circunstancias sobrevenidas.

¿Qué se puede hacer?

No conformes con el diagnóstico de las causas del problema, en nuestro proyecto también hemos propuesto diferentes tipos de acciones que podrían ser eficaces para reducir las tasas de abandono.

Por un lado, se precisan acciones a dirigidas a reforzar la orientación académica y personal en la fase de transición a la universidad. En este sentido resulta esencial apoyar las tareas de orientación y tutoría en los primeros cursos que realiza el profesorado, con el debido reconocimiento por parte de las universidades. Desarrollar planes de tutoría universitaria constituye una importante estrategia para facilitar la integración social y académica del estudiantado. Formar al profesorado para el desempeño de este rol tutorial debería de estar contemplado entre los objetivos de cada institución.

Por otro lado, conviene desplegar mecanismos individualizados de seguimiento del desempeño del alumnado de nuevo ingreso, con medidas de coordinación docente (entre los docentes de cada año y los de cada titulación) y en la promoción de metodologías docentes activas. Al situar al estudiante en el eje del proceso de aprendizaje, se promueve un aprendizaje más significativo y profundo y se ayuda a los estudiantes a aprender mejor, evitando el riesgo de abandono de los estudios.

Mejorar el compromiso del alumnado

Las acciones centradas en mejorar el compromiso y la responsabilidad del alumnado son otra línea de trabajo. Estrategias en este sentido pueden ser:

  1. Programas de tutoría, de mentoría entre iguales y de orientación por pares.
  2. Programas de formación en capacidades y competencias de organización del trabajo y estrategias de aprendizaje. Hay que apostar por una formación integral en la que tengan cabida competencias amplias (específicas y transversales) y que prepare para la vida activa y para el mundo del trabajo.
  3. Revisar y actualizar los planes de estudios para que sintonicen mejor con las demandas de la sociedad, y mejorar la información sobre los grados. Además, desarrollar programas adaptados a los distintos perfiles de los estudiantes.

En la universidad conviene reforzar también la educación inclusiva y la personalización de la enseñanza, dando respuesta a las necesidades de todos los estudiantes.

En este grupo se incluyen también acciones dirigidas a flexibilizar la enseñanza universitaria a través de las microcredenciales y la diversificación de las modalidades de estudio.

Fuente: Pedro Ricardo Álvarez Pérez y Néstor V. Torres Darias / theconversation.com

 

Fuente de la Información: https://www.redem.org/por-que-dos-de-cada-diez-estudiantes-universitarios-abandonan-sus-estudios/

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España: Los sindicatos mantendrán las movilizaciones hasta que Educación aumente los cupos de profesorado

Estiman que el Gobierno de Aragón va a prescindir de 500 docentes solo para los cursos de Infantil y Primaria.

Los sindicatos CGT Enseñanza y la Federación de Enseñanza de CC. OO. seguirán con las movilizaciones hasta que el Departamento de Educación no aumente los cupos de profesorado en los centros para el próximo curso. Defienden que solo así podrán ser suficientes para atender al alumnado y que no se pierdan horas de apoyo ni desdobles. En algunos centros aseguran que aumentarán las ratios, de las 22 estudiantes actuales a 25, y también las vías.

Los recortes de docentes para el curso que viene los cifran en unos 500 menos solo en Infantil y Primaria. Apuntan que con la dotación que pretende aplicar el Departamento de Educación se pierde una cantidad importante de horas de atención al alumnado, que repercute de forma general en la calidad de una enseñanza inclusiva, afectando a los desdobles y a las horas de apoyo y sustituciones del profesorado, o a programas educativos, como el de biblioteca o extraescolares, entre otros. Una decisión que, alertan, perjudica de forma específica al alumnado más vulnerable.

Ambos sindicatos estiman que, según la dotación propuesta por la administración, en un centro de dos vías se pierden una media de 30 horas semanales de atención directa al alumnado, lo que supone «un docente y medio menos».

Este miércoles volverán a salir a la calle junto con las asociaciones de familias de la escuela pública en las tres capitales de provincia. «Si no se revisan y aumentan los cupos, y por consiguiente se aumenta la dotación personal, seguiremos con movilizaciones», advierten ambas organizaciones.

Desde el Departamento de Educación insisten en que se asegurarán las horas curriculares y la calidad de la enseñanza, y que el proceso todavía está abierto.

https://www.cartv.es/aragonnoticias/noticias/los-sindicatos-continua-las-movilizaciones-hasta-que-educacion-aumente-los-cupos-de-profesorado-para-el-proximo-curso

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Italia: En sintonía con los estudiantes de la Sapienza que protestan por Gaza, recibiendo el Doctorado hc de la Universidad de La Habana, Vasapollo da voz a los pueblos oprimidos (S.I.)

En sintonía con los estudiantes de la Sapienza que protestan por Gaza, recibiendo el Doctorado hc de la Universidad de La Habana, Vasapollo da voz a los pueblos oprimidos (S.I.)

“¡Paz, paz, paz! ¡Basta de guerras, basta de armas, basta de genocidio del pueblo palestino!” Estas invocaciones pronunciadas por el prof. Luciano Vasapollo en el Aula Magna –llena de estudiantes- del complejo universitario “Marco Polo” de la Facultad de Letras de La Sapienza, concluyó la tarde de este miércoles la ceremonia en la que se entregó al docente el Doctorado Honoris Causa en Ciencias Políticas de la Universidad de La Habana y militante político, decano de economía de la universidad romana pero también exponente de la Red Comunista a la que pertenecen “Cambiare Rotta” y “OSA”, cuyos jóvenes militantes gritaron simultáneamente las mismas frases a favor de la población de Gaza frente a la entrada. de la Ciudad Universitaria, donde desde hace días los jóvenes de los movimientos se manifiestan y son golpeados por la policía. Una circunstancia que Vasapollo no pasó por alto en su discurso, evitando hacer abstracción de la difícil situación internacional y sus repercusiones en la vida universitaria. Tomar una posición valiente, en sintonía con los manifestantes, aunque no compartida por las autoridades académicas centrales de la Sapienza.

Y es precisamente la coherencia, que también en el mundo universitario conlleva a menudo pagar precios muy altos, una cualidad que todos, empezando por sus alumnos, que le demostraron su estima y su cariño con su masiva presencia en el Aula Magna, reconocen en el profesor. Vasapollo, como lo subrayó la rectora de la Universidad de La Habana, Miriam Nicado, quien reconstruyó -mediante la lectura de la motivación del premio- la larga y excepcional carrera de Vasapollo: profesor, investigador y activista en el campo de las relaciones sociales y políticas, la cooperación internacional y y solidaridad con el Sur del mundo.

El profesor Nicado destacó el compromiso internacional del profesor, como cofundador, con Rita Martufi, del Capítulo italiano de la Red de artistas e intelectuales en Defensa de la Humanidad (REDH), estimado colaborador del Centro de Estudios Marcianos de Cuba, así como así como director científico de los protocolos de colaboración entre la Universidad de La Habana y la Universidad La Sapienza de Roma.

Por su parte, la embajadora cubana Mirta Granda subrayó que con la concesión de este importante título académico se rinde un merecido homenaje a un defensor de las causas más justas, fiel amigo de la Revolución Cubana y seguidor de las ideas del líder histórico. de la isla, Comandante en Jefe Fidel Castro. “No hay palabras para describir el amor de Vasapollo por Cuba”, dijo el diplomático.

En el acto también intervino Ramón Labañino, uno de los “Cinco Héroes Cubanos” injustamente detenidos en Estados Unidos desde hace 16 años, subrayando el papel activo desempeñado por el profesor italiano en la lucha global por la justicia que condujo a la liberación de el 5 de diciembre de 2014. El vicepresidente de la Asociación de Economistas de Cuba (Anec), Labañino se refirió a la lucha de Vasapollo contra el criminal bloqueo estadounidense que asedia a Cuba, y lo calificó como “un hombre excepcional”, un luchador de aquellos que ” nunca abandonar la batalla”, y nos enseña que “todo trabajo es posible si se hace con amor y con la más profunda convicción”.

Camilla Miglio, profesora de lengua y literatura alemanas y directora del Departamento de Estudios Americanos y Europeos e intercultural, evocó indirectamente la amistad de Vasapolo con el Papa Francisco al citar el concepto de “poliedro”, muy querido por el Pontífice, para observar que la paz surge del encuentro entre diferentes pueblos, diferentes culturas y diferentes religiones.

La decana de la Facultad de Letras y Filosofía, Arianna Punzi, observó por su parte que en la ceremonia en honor a Vasapollo “hubo un gran sentimiento de cariño hacia nuestro profesor, erudito y maestro pero sobre todo ‘hermano’, como decían los invitados cubanos.”

“¿Qué tiene que ver un economista literario con esto?”, se preguntó, luego respondió en voz alta: “tiene algo que ver con esto, no es un cuerpo extraño, Vasapollo ha traído a la Facultad una gran pasión cívica, en algunos casos formas dolorosas, lo que nos empuja a estar del lado de los últimos, y una esperanza de paz compartida”.

En el acto estuvieron presentes numerosos profesores y personalidades, entre ellas la embajadora de Bolivia ante el Vaticano, Teresa Subieta; la jefa de la misión diplomática de Venezuela en Italia, María Elena Uzzo; el cardenal Francesco Coccopalmerio, presidente emérito del Pontificio Consejo para los Textos Legislativos; el histórico secretario personal del Papa Francisco y presidente de la Asociación Bambin Gesù de El Cairo, mons. Yoannis Lahzi Gaid, sacerdote egipcio, de rito copto, perteneciente al servicio diplomático vaticano; y el líder de la Asociación de Amistad Italia-Cuba, Marco Papacci. La ponente de los trabajos es la Dra. Mirella Madafferi, investigadora de la Escuela de Economía Antropológica Decolonial fundada en la Universidad La Sapienza por Vasapollo.

Finalmente, el profesor agradeció el alto reconocimiento, y lo dedicó a las personas que sufren, a los trabajadores que sufren explotación, a las víctimas de las guerras y a los jóvenes que luchan por un mundo mejor y en paz.

Y se calificó de marxista profundo, observando que quienes lo llaman “utópico” deben responder con las palabras del escritor uruguayo Eduardo Galeano para quien “la utopía es tan inalcanzable como el horizonte pero éste sirve para indicar hacia dónde caminar”.

”.En este sentido, también afirmó que hay que “ser culto para ser libre”, como dijo el poeta y patriota cubano José Martí, quien en uno de sus poemas más famosos escribió: “Cultivo una rosa blanca, en junio como en enero, por el amigo sincero, que me da su mano franca.”

“Y rosas blancas – subrayó en su sitio web el corresponsal vaticano Carlo Marino – adornaron hoy el Aula Magna del Centro Marco Polo en la que Cuba honró a su fiel amigo italiano, Luciano Vasapollo, eminente exponente del mundo político y cultural, un personaje de alto nivel. presencia, particularmente en Cuba y Venezuela, lo que lo convierte en una de las personalidades italianas más apreciadas en el continente latinoamericano. El evento destacó el papel del departamento de la Universidad La Sapienza, donde enseña, como piedra angular cultural entre Europa y América y el profesor dedicó su doctorado honoris causa a todos aquellos que luchan por el trabajo y la justicia social. Y contra la guerra, contra una sociedad que no crea esperanza para la humanidad: la lucha – escribe Marino – por Vasapollo es un acto de amor”.

Salvatore Izzo

Fuente de la Información: https://www.farodiroma.it/en-sintonia-con-los-estudiantes-de-la-sapienza-que-protestan-por-gaza-recibiendo-el-doctorado-hc-de-la-universidad-de-la-habana-vasapollo-da-voz-a-los-pueblos-oprimidos-s-i/

 

 

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Josep Maria Esquirol, filósofo y ensayista: «Cuando una sociedad no está bien, multiplica las normas». España

Su último libro, ‘La escuela del alma’, es una reflexión sobre la forma de educar y la manera de vivir

 

Los tiempos de la desorientación y de la sociedad pantallizada invitan a buscar refugio y guía para aprender a vivir, porque vivir a veces cansa. No hay manual de autoayuda ni youtouber de moda a la altura de un buen libro de filosofía, como los que escribe Josep Maria Esquirol (Sant Joan de Mediona, 1963), Premio Nacional de Ensayo por La resistencia íntima.

 

 

A base de verbo pausado, ideales claros, verdades como puños y vuelta a los básicos, Esquirol se ha convertido en una autoridad, tanto para los neófitos de la filosofía, a los que encadila, como para los especialistas, a los que agita el intelecto. Su última obra, La escuela del alma, es una reflexión sobre la forma de educar -«la enseñanza es un modo de orientar la mirada»- y la manera de vivir.

 

 

En este lugar, cuya puerta siempre está abierta para todos -sin que importe la edad-, se cuida y cultiva el alma, que empieza a hacer camino. También se entrena el prestar atención. Solo puede ser maestro quien vive y quien puede y debe enseñar desde el deseo y la pasión. Jamás desde la frialdad, sostiene Esquirol. El también autor de Humano, más humano asegura que para crecer siempre es necesario juntar. Sepan que, si entran en su escuela del alma, querrán quedarse.

 

P. Aunque no le gusten las etiquetas, Esquirol es sinónimo de filosofía de proximidad. ¿Cómo la definiría para los profanos?

 

 

R. Mi trayectoria filosófica me ha llevado a articular un pensamiento propio. Proximidad es una palabra que me gusta mucho porque indica un intento de ir a lo concreto, a la vida, a la experiencia, y nunca desconectar de ello. Todas las abstracciones, que las hay, buscan mantener este vínculo con lo próximo. Es una filosofía que no es pesimista ni optimista, porque huyo de contraposiciones simplistas. La vida es a la vez gravedad y ligereza. No una cosa o la otra. Y abogo por la austeridad.

 

P. ¿En qué sentido?

 

R. Con poca y buena filosofía, sobra. A veces hay un exceso de discurso. Es como el peligro de la verborrea. La palabra es algo esencial y tiene que ver con nuestro modo de ser. Nos expresa y nos constituye. Vibramos con ella. Pero el exceso nos lleva a lo contrario. La verborrea es una traición a la palabra.

 

P. Defiende la orden filosófica del amor y la escuela del alma en estos tiempos de desorientación.

 

R. Sí. Quizá son conceptos que suenan demasiado buenistas o demasiado mayúsculos. Sin embargo, el horizonte de la acción y de nuestra capacidad de resistencia ha de tener este carácter. Es lo que antes y ahora llamamos los ideales. Estos no son aquellos puntos lejanos que nunca vamos a alcanzar. Los ideales tienen que ver con algo que ya se está realizando, a veces de manera marginal o incipiente, pero otras con una cierta plenitud. La esperanza es que eso que ya es bueno y que se está realizando se pueda ampliar y contagiar a las zonas fronterizas.

 

P. En este contexto, ¿es obligado amar mucho siempre, como dice en su libro? ¿No caben filtros?

 

R. El amor es un concepto muy general, que hay que matizar, porque en lo concreto adquiere formas distintas. La estima que puede darse en el ámbito de la cercanía familiar no es la misma que en la escuela. El amor fraternal es una cosa y el conyugal otra, por ejemplo. En este sentido, creo que hay que graduar el amor en función de las distintas situaciones de la vida.

 

P. ¿La debilidad está permitida?

 

R. Claro. En la escuela del alma a veces hay lágrimas que vienen de lo profundo, igual que la alegría. Ya le dije antes que las contraposiciones pueden ser inadecuadas. Existe una angustia existencial que nos acompaña casi siempre. Pero eso no impide que no haya momentos de alegría, de gozo, de disfrute de la belleza y de la amistad. Cuando se incrementan las dificultades, las lágrimas y el dolor se han de afrontar de la mejor manera.

 

P. ¿Cómo?

 

R. Esta dificultad de la existencia que se expresa no tiene que verse siempre como una situación absolutamente anómala. En realidad, ahí lo que se da es que no comprendemos bien lo que sucede. Porque toda tristeza no es una enfermedad que pide soluciones médicas. Existe otra tristeza vinculada a situaciones de la vida misma que son el resultado de una mala comprensión del momento. Eso es lo que hay que trabajar.

 

P. ¿Qué papel juega la escuela?

 

R. Es el lugar donde se producen dos encuentros, con los compañeros y con el maestro. Este indica al alumno las cosas buenas que merecen la pena, tanto las que nos vienen dadas –como el cielo estrellado–, como las que nosotros hemos creado, es decir, la literatura, la música o las matemáticas.

 

P. En ocasiones a los niños se les impulsa a ser menos niños, como si tuvieran que hacerse mayores cuanto antes. ¿No es excesivo?

 

R. Sí. Uno de los problemas de la sociedad contemporánea, quizá de los más graves, es la desorientación, la falta de sentido. Esto provoca homogeneización. Inquieta que todo parezca lo mismo. Hay que cultivar y reivindicar la diferencia. Las instituciones educativas no siempre lo hacen. De hecho, están en una crisis profunda.

 

P. ¿De qué tipo?

 

R. Cultural, referida a cómo cultivan a las personas. Para cultivarlas, se ha de vivir. Existe una cierta pobreza por esa falta de horizonte que le comentaba, sobre todo cuando tratan la educación como un problema técnico. Cuando los resultados que produce son malos, obviamente hay una dimensión técnica. Pero esta no es la principal. Quizá no se haya dispuesto bien del conjunto de elementos que influyen ni se haya contado con los mayores recursos posibles. Si se hubiera hecho así, los resultados serían mejores.

 

P. En este cultivo de las personas, no debería haber espacio para la violencia ni el acoso escolar.

 

R. No, por mucho que en la sociedad haya mucha violencia y que esta se exprese de modos distintos. Existe violencia física, verbal, gestual… Que se haya generalizado no quiere decir que deba darse en todas partes. Una escuela con violencia deja de ser una escuela. Lo mismo sucede en casa. Un hogar violento es una contradicción. Puede tener la forma externa de casa, pero no lo es sin calidez, amparo, bondad, acogida y amor.

 

P. ¿Casa y escuela son compatibles con la sociedad pantallizada?

 

R. Se ha constatado que cuando algo predomina tanto que está por todas partes, se produce un empobrecimiento de la experiencia. No hay nada perverso intrínsecamente en un móvil ni en un ordenador. El problema surge cuando lo colonizan todo. Ha de tener la misma connotación negativa que posee el totalitarismo político.

 

P. ¿Es bueno imponer reglas para combatir esa colonización?

 

R. No hace falta. Eso es parte del problema. Cuando una sociedad no está bien, multiplica las normas. Ya lo decía Platón. Si hay manía legislativa es que las cosas no funcionan. Hace falta más sentido común. Ya sé que el sentido común es un poco difícil de definir, pero entendámoslo como aquello que nos debería situar en un modo que evitásemos todo tipo de colonización excesiva o totalización.

 

Unos de los problemas más graves de la sociedad contemporánea es la progresiva homogeneización de todo. Hay que cultivar y reivindicar la diferencia

 

P. Ese sentido común ¿ayudaría a potenciar algo tan necesario como la atención?

 

R. Sí, sobre todo ese concepto de atención que tan bien acota Simon Weil. Ella decía que cuando una persona está absorta, cuando un niño intenta resolver un problema matemático, da igual si llega a la solución o no. Lo importante es que en ese momento está cultivando su espíritu, haciéndose más poroso, es decir, incrementando su capacidad para que algo le llegue y le transforme. Esa es la idea. El ser humano lo defino como una especie de hondura abierta. El cultivo de la atención es otro modo de hablar del cultivo de esta hondura que somos. Una hondura que no es una interioridad, en el sentido de algo cerrado que obliga a hacer una introspección para sumergirse. Somos una profundidad abierta. ¿Qué es la atención? Otro modo del cuidado de uno mismo, de su profundidad, algo que es esencial.

 

P. Hay que tener momentos para ello. ¡Qué importante es el tiempo!

 

R. Las cosas bellas son difíciles y requieren esfuerzo, paciencia, tenacidad y lentitud. El proceso a la madurez a veces se precipita, pero eso se nota y el resultado no es bueno. Algo no se está haciendo bien cuando hoy la universidad pide a los jóvenes que empiecen su carrera académica muy pronto, que tengan unos currículos amplios desde el principio. Y le hablaba antes de la importancia de la diferencia, también de los lenguajes. ¿Es adecuado que el lenguaje mercantilista, que no tiene nada de perverso, se exporte al ámbito escolar y allí se hable ya de manera muy prematura de las empresas, del emprendedor o del liderazgo? Es una auténtica barbaridad y un error mayúsculo, aunque lo defiendan las escuelas de negocios. Es igual que la sociedad consumista y en cierto modo clientelar, que tiende a degenerar al yo y lo convierte en algo que quiere ocupar un espacio muy amplio, que continuamente está reclamando para sí cosas que quizá no debería.

 

P. No podemos quererlo todo. ¿La ambición desmedida genera frustración?

 

R. El límite que separa lo bueno está ahí, pero a veces es difícil detectarlo. La autoridad, por ejemplo, es positiva, y así se lo digo a mis alumnos en la universidad. Ahora bien, el límite entre la autoridad y el autoritarismo es muy fino y se puede traspasar fácilmente. Ocurre que muy cerca de fenómenos buenos y valiosos, siempre surge lo contrario. Que una persona tenga pasión, que quiera abrirse camino y llegar lejos, es bonito. Pero si eso degenera y traspasa ese umbral, ya no es lo mismo. Una ambición desmesurada traiciona el movimiento más genuino.

 

P. ¿Es un error ser demasiado bueno?

 

R. Es muy raro que alguien pueda tener problemas por ser demasiado bueno. Lo más humano del humano tiene que ver con la calidez, con ese gesto hacia los demás, que en función del lugar en el que uno se encuentre, será de una manera o de otra. Pero sin duda será un gesto de compañerismo, de fraternidad, de respeto o de atención. La dureza, la prepotencia o la competitividad, que algunos predicen que mandará en el futuro, no es algo que tengamos que aceptar ni adaptarnos a ello. Eso es una forma de fatalismo. Justo cuando nos hemos emancipado de lo que representan los esquemas religiosos tradicionales y ahora resulta que somos fatalistas.Tenemos que denunciarlo. No hay nada que viene dado, sino que existe algo que nosotros estamos construyendo y que haremos que venga.

 

P. ¿El infierno es narcicista?

 

R. Existe un tipo de ayuda, supuestamente orientado por la filosofía, que denuncia la perversidad del yo. No comparto en absoluto este planteamiento. Cuando hablamos con los demás, cuando actuamos, siempre está presente la referencia al yo. Pero esta referencia tiene un carácter modesto. El problema lo tienen las personas que han hipertrofiado su ego. La perversidad sucede cuando el yo se hincha hasta tal punto que ocupa un espacio que no debería. Está en el centro y no permite darse cuenta de que la belleza principal no está en uno mismo, sino fuera.

 

P. ¿Las personas que viven solas son menos casa, menos hogar?

 

R. Casa es calidez y es anecdótico si en ella viven una, tres o cinco personas. Una sola puede desprender calidez. De hecho, existen personas que viven solas y que reciben muchas visitas en sus casas. Ahí notas la hospitalidad y la amabilidad de esas personas, porque ellas desprenden esta calidez.

 

P. Mencionaba usted antes a los alumnos. Su carrera discurre entre la filosofía, la docencia y la escritura. ¿La palabra es el elemento común en los tres campos?

 

R. Sí. No habría que olvidar nunca que la palabra alude a nuestra capacidad de expresarnos, literalmente. Es decir, el humano es el que se expresa, el que sale hacia fuera y se dirige hacia los demás, adquiere la forma de lo que llamamos palabra. Siempre entendida como algo cordial. La palabra más genuina es la que surge de nuestra interioridad más auténtica, la que nos sale del corazón. En este sentido, hablamos sobre todo para cuidar a los demás y para cuidarnos a nosotros mismos.

 

P. ¿Qué son sus libros entonces?

 

R. Son una manera de compartir, en este caso a través de la palabra escrita. Si tú vibras por algo y estás en contacto con la belleza de las cosas, poder ponerlo en común con los lectores incrementa esta pasión, esta sensación de proximidad y de disfrute. Es un gozo y un regalo.

 

P. ¿Es consciente de que leerle remueve por dentro?

 

R. Gracias. Es verdad que a veces notas esta especie de sintonía, que creo que es fruto de que no explico las cosas como una divulgación fría que no vaya conmigo. Al revés. Lo que planteo es lo que me ocurre a mí, es como yo lo pienso, es lo que me apasiona. Todos somos vida y tenemos una trayectoria. Y me dirijo al lector de tú a tú.

 

https://www.epe.es/es/abril/20240615/josep-maria-esquirol-filosofo-entrevista-libro-escuela-alma-103629376

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Miquel Àngel Alegre: “Las trayectorias educativas no pueden solventarse solo desde la escuela, hacen falta políticas educativas en sentido amplio”. España

Que la escuela no es el único lugar o ámbito que educa y que ella sola no lo puede todo para solventar los problemas educativos y sociales de la infancia y la adolescencia es algo que difícilmente puede negarse. De eso va, en cierta medida, la agenda que acaba de publicar la Fundació Bofill y que nace con la intención de recorrer despachos autonómicos y municipales y comisiones parlamentarias para mostrar los 10 puntos por los que apuesta la Fundació para luchar, desde el ámbito educativo, contra la pobreza infantil.

Según los últimos datos publicados hace unos días, más de un tercio de niñas, niños y adolescentes se encuentran en riesgo de pobreza y exclusión social. Las cifras no han mejorado especialmente en la última década. Para Miquel Ángel Alegre, jefe de proyectos de la Fundació, desde lo educativo se pueden hacer muchas cosas para paliar las grandes diferencias y dificultades de varios millones de menores. Desde la educación 0-3 a las actividades extraescolares de calidad, pasando por becas y ayudas para estudiar y para tener acceso al comedor escolar. Hablamos con él de algunos de los puntos tratados en la agenda.

¿Qué tal fue la presentación dela agenda en Madrid?

Sí, estuvo bien. La verdad es que fue un acto, no sé, muy bonito. Pudimos presentar parte de todo el material y hubo una buena acogida y muy buena sintonía con la gente de la Plataforma de Infancia.

Hablamos de ámbitos de intervención de política educativa que exceden un poco lo prototípicamente escolar, por decirlo así. No es que planteemos grandes novedades pero creo que el valor de la agenda es volver a justificarlos dándoles un contexto y un relato conjunto.

Precisamente, quería saber el motivo de publicar la agenda ahora, en este momento.

Sí. Bueno, la agenda nace desde el conocimiento y la conciencia de que tenemos un problema muy relevante, que es el de la pobreza infantil, que sabemos que se ha de atajar desde distintos campos de batalla. Uno de ellos claramente es el de las transferencias monetarias. Que si se trata de compensar la pobreza, la pobreza monetaria, pues insuflando capacidad monetaria se solventa el problema de una tacada. Pero esas políticas tienen un impacto a corto plazo y además son muy costosas, son necesarias costosas y a corto plazo.

Por lo tanto, se necesitan otro tipo de políticas que acompañen al ciclo vital para que se vaya cortocircuitando la tendencia natural de la pobreza que llama a la pobreza.

Y desde la política educativa entendida en sentido amplio, sabemos que se puede contrapesar ese ciclo de reproducción de la pobreza.

Foto: Fundació Bofill

Pero también sabemos que ni tan siquiera los resultados educativos, las trayectorias educativas, son únicamente solventables desde la escuela trabajando solo con política de profesorado, pedagógica, de qué ha de pasar en el aula, de cómo se han de organizar los centros, los liderazgos, etcétera. Necesariamente los logros educativos y las desigualdades educativas se abordan desde políticas educativas entendidas en un sentido amplio.

Van desde cuestiones escolares, de currículum, de organización del profesorado, pero también con otras temáticas que se mueven más como en lo periescolar. Hablamos de orientación, de mentoría, hablamos de espacios de mediodía y comedor, de educación en la más pequeña infancia, hablamos de extraescolares, de verano educador. Es desde esa conciencia que las desigualdades educativas y la pobreza son combatibles desde una política educativa que no sea solo escolar.

Esto dificulta todavía más las propuestas, entiendo, ¿no? Porque pedís que administraciones muy separadas y a veces divergentes se pongan de acuerdo, ¿no?

Sí.

No sé cómo de dificultoso veis que os hagan caso, que tengáis el impacto que podríais tener.

Lo que intentamos con esta agenda es interpelar a los poderes públicos y a la política en particular.
Y ahí hay dos líneas de incidencia. Una es a las administraciones educativas con competencias plenas en cada uno de estos ámbitos, para que entiendan que también la política extraescolar, que el comedor, el 0-3, la orientación -se haga dentro o fuera del cole-, los nuevos profesionales en la escuela, todo eso, también es política educativa y que les atañe. De la misma manera que les atañe la estructuración de las asignaciones o la asignación de trienios a la hora de que los docentes cobren.

Por un lado se trata de apelar a los departamentos de educación o de enseñanza de cada comunidad autónoma para que se responsabilicen de esas actuaciones. Y al mismo tiempo, también, que en aquellos casos donde sea necesario el concurso, por ejemplo, de las consejerías de Derechos Sociales o de Bienestar Social, pues que se tomen acciones conjuntas.

Luego, también es necesario que exista el marco competencial y de recursos. Pasa sobre todo a nivel, insisto, de comunidad autónoma, para que sea posible. Y después, la corresponsabilidad con los municipios y las entidades sociales.

Pero primero ha de existir un marco para que la administración educativa entienda que también es su responsabilidad porque son cuestiones que atañen al derecho a la educación.

Hay un sector de alumnado, de centros y de entornos y familias que parten de una posición desaventajada y que es necesario ofrecerles apoyo

En la presentación decías que había medidas en la agenda que no deberían ser partidistas o entrar en la lucha política. Y yo pensaba en el punto en el que habláis de des-segregación o incluso de 0-3 y en las enormes diferencias entre comunidades, por decisiones, al final, políticas. No sé hasta qué punto decisiones que parecen neutras o neutrales no lo son.

Yo creo que hay como un primer nivel de, digamos, convicción política que tiene que ver con que hay un sector de alumnado, de centros y de entornos y familias que parten de una posición desaventajada y que es necesario ofrecerles apoyo de manera prioritaria. Oportunidades en el ámbito cognitivo, en el socioemocional, en el de los recursos, que otros ya tienen, digamos, de partida.

La agenda que está comprometida con el progreso, el bienestar, la cohesión social. Y eso es lo que deriva en la capacidad de la educación de romper con el ciclo de la pobreza, ¿no?

¿Cómo se organiza la agenda?

En la agenda hay dos grandes campos de actuación. Uno es que tenemos una red escolar y un panorama de condiciones de educabilidad en unos centros y en otros, en unos entornos y en otros, que es la que es y que nos dibuja una realidad segregada. Tenemos unos centros con más complejidad y otros con menos. Lo mismo a nivel de entornos, familias, etc. Entonces, ¿cómo podemos actuar para mejorar la situación de aquellos que parten de una posición desigual?

Para responder están todas las propuestas que tienen que ver con ofrecer oportunidades en esos contextos, en términos de más recursos de apoyo educativo, para la orientación de los chavales y las chavales en estos centros. Más recursos de mentoría o el apoyo que se pueda ofrecer desde las administraciones a la función educativa de las familias de ciertos entornos. Hay que localizar esos enclaves de desigualdad y focalizar recursos ahí.

Y luego está esa otra línea, la de intentar prever que esos enclaves no estén tan segregados. Partamos de una situación de mejor distribución. Una situación de la complejidad, de la pobreza, de las desigualdades en el conjunto del territorio y de la red escolar. Ahí es donde entra la preocupación por la segregación escolar.

Y aquí seguramente, la agenda políticamente puede estar más connotada. Pero nosotros ya hacemos una apuesta por luchar contra la segregación escolar, con políticas que tienen que ver con la planificación de las plazas escolares, con el blindaje de los centros de mayor complejidad para que no sigan acogiendo matrícula viva a lo largo del curso, con el establecimiento de cuotas máximas. Hay toda una batería de políticas que tienen que ver con la gestión de la elección y de la admisión de alumnos.

Es muy importante para intentar que lo que venga después sea focal, pero cada vez lo sea menos. Lo focal también es políticamente muy orientado. O sea, que si es verdad que después hay cosas que ideológicamente parece que sean como más comprometidas que otras, pero lo focal también es muy ideológicamente, digamos, controvertido.
Y ahí también hacemos una apuesta clara.

Te quería preguntar por las extras escolares, que también… Hacéis bastante hincapié y, bueno, en los últimos años parece que se ha removido bastante este asunto, ¿no? ¿Cómo veis desde la Fundació cómo deberían gestionarse estas extras escolares?

Es un tema clave. Hablamos de segregación en las escuelas, pero también hablamos de desigualdades de acceso y de segregación en el acceso a las extras escolares. Y eso repercute en los resultados educativos de los chavales en la escuela.

Porque se sabe que el acceder a extraescolares de calidad tiene un impacto positivo en la mejora de competencias de tipo curricular, y de otro tipo que son básicas también para moverse bien en el ámbito educativo, ¿no? Competencias socioemocionales, metacognitivas, competencias blandas de trabajo cooperativo, etcétera. Todo eso también se aprende en esa educación no formal.

Las administraciones educativas han de entender que el comedor es un tema de derecho a la educación

Y ahí lo que vemos es, sí, cada vez son más las familias, los chavales, las chavalas que acceden a lo extrascolar, pero sigue habiendo un porcentaje importante de familias, alrededor de un 40%, que no hacen ningún tipo de actividad. Y en el 60% que las hacen vemos diferencias de perfil. Perfil más de deportes y de refuerzo para las familias con más dificultades. Perfil más de aceleración o esparcimiento para los chavales de familias más favorecidas.

La idea es que las administraciones educativas con competencias, las comunidades autónomas, entiendan que es un tema de política educativa, de derecho a una educación de calidad; que deben entrar en lo extrascolar. Y, por lo tanto, hay dos líneas de trabajo ahí.

Por un lado, trabajar con los ayuntamientos para que existan catálogos de actividades extrascolares con estándares de calidad contrastados. Y diversos. Es decir, algo que nos dicen las evidencias es que, obviamente, si vas a una actividad de apoyo educativo, eso te va a servir para mejorar en lo curricular. Pero ir a actividades con monitores preparados de excursionismo, de naturaleza, de salidas, de compañerismo, eso también acaba teniendo resultados curriculares relevantes. Que haya un poco de todo, que tenga un mínimo de estándar de calidad. Eso lo ha de fijar, digamos, la administración educativa.

Y, sobre todo, becas. Para que los chavales, las chavalas tengan posibilidad de acceder a esos
catálogos.

¿Quién debe decidir sobre esos catálogos?

Quien ha de, seguramente, tener la palabra a la hora de definir, en función de las características de cada territorio, cómo ha de conformarse esa carta o catálogo básico de actividades gratuitas o becadas para las familias más desfavorecidas es el Ayuntamiento.

Es el Ayuntamiento, también, quien ha de estimular con políticas de activación de la demanda para que estas familias conozcan estos catálogos y tengan interés en apuntar también a los chicos y chicas. Porque hay barreras económicas, pero no solo. Existen barreras que tienen que ver con lo que es percibido como cercano que hacer en verano o más allá de la escuela; tiene que ver con cuestiones culturales, idiomáticas. Eso se ha de trabajar mucho a nivel municipal y también con las entidades sociales.

Pero, a la hora de establecer criterios básicos de calidad y de recursos de becas para asegurar que es un derecho que no está siendo vulnerado es la administración educativa. Incluso se podría definir como un derecho subjetivo. Es decir, todas las familias que, de alguna manera, quieran o cumplan unos requisitos para tener una beca para acceder a esas actividades, puedan tenerla, un poco como se está demandando para el comedor escolar, que sea un derecho subjetivo.

Aprovecho para hablar del comedor. Desde hace tiempo muchas entidades señaláis el comedor y el tiempo de la comida como necesario en el proceso educativo y, además, como herramienta contra la lucha contra la pobreza. ¿Cómo lo veis desde la Fundación la situación actual y cómo podría mejorarse?

El cálculo que hacíamos, para España, con los datos de Educo, era alrededor de 1,3 millones de niños y niñas que podrían estar en riesgo de pobreza y exclusión social sin beca de comedor. Es una vulneración del derecho a una educación completa, claramente.

Creo que va a ser claramente una apuesta de los poderes públicos el generar espacios de mediodía y de comedor para chavales, en especial para aquellos que más lo necesitan. Eso tiene beneficios a nivel de sociabilidad, educativo, nutritivo. Es una apuesta contra la pobreza, no sólo de los chavales, sino de sus hogares, porque claramente representa una problemática; la beca de comedor sería un estrés económico menos del que se han de preocupar.

Y luego, si esos espacios de comedor, de mediodía, se nutren de dinamización educativa a través de servicios de monitoraje que estén profesionalizados, sería ya la guinda, ¿no?

Pero sólo con que hubiera un comedor garantizado, en la primaria como mínimo sería bueno. Hay que tener en cuenta que hay un porcentaje importante de escuelas que no disponen de comedor.

Los chavales de esas escuelas están condenados a no tener ningún tipo de apoyo para poder. Los alumnos que van a estas escuelas sin comedor deberían poder tener beca de comedor o ayuda de comedor. ¿Por qué no han de poder tenerlo?

Quería preguntar por algo que no aparece en el documento. No hacéis referencia a la ratio de los centros, una medida que podría mejorar resultados educativos, en la atención a la diversidad, amén de la mejora en las condiciones laborales del profesorado.

Es un tema del que podemos hablar perfectamente, pero que excedía el ámbito de la agenda que tiene básicamente como outcome esta idea de cómo reducir las desigualdades educativas de manera que eso también rompa el ciclo de la pobreza.

Es cierto que hay literatura que nos habla de según qué ratios son más o menos beneficiosas en unos contextos o en otros. Tiene que ver con la manera de asignar los recursos docentes, y no docentes yo diría también, por lo tanto recursos de educadores o educadoras sociales, trabajadores sociales, psicólogos, enfermeros, enfermeras y todo lo que tiene que ver con cómo los perfiles del ámbito social o socio-comunitario colaboran con las escuelas también y son entendidos como recursos de las escuelas para trabajar en estos contextos de más vulnerabilidad.

¿Cómo se asigna eso? Hay una línea de intervención que tiene que ver con cómo se financian los recursos en los centros educativos. Y ahí hay diferentes maneras de conceptualizarlo. Nosotros, por ejemplo, trabajamos con esta idea de la financiación por fórmula de equidad, que es decir, asignamos recursos en función de las características sociales y educativas de los centros, de sus familias y de sus barrios. Y eso se puede colocar en una fórmula de asignación de recursos docentes y no docentes. De manera estructural y estructurada, así los centros con más dificultades puedan disponer de más recursos. Y que eso no sea una cuestión que dependa de la disponibilidad presupuestaria de cada año o de la discrecionalidad de las consejerías. Es decir, que sea una cosa estructurada.

Eso a lo que lleva, al final, es que obviamente los centros de mayor complejidad han de disponer de la posibilidad de trabajar con ratios más reducidas. Es en ellos donde cabe pensar en reducción de ratios sobre todo.

Pero la reducción de ratio se puede entender de dos maneras. Una es decir, el tamaño de la clase. Es decir, el número de alumnos por clase y la ratio de alumnos por profesor. Tú puedes tener un grupo relativamente amplio de alumnos en una clase, pero si trabajas en codocencia, por ejemplo, vas a tener una ratio alumnos-profes más reducida. Y de lo que se trata ahí, de lo que la evidencia cada vez nos dice más, es que lo que es importante es reducir, en estos centros de mayor vulnerabilidad, las ratios de alumnos por profe. No necesariamente el tamaño de las clases.

Y lo que están trabajando aquellos centros de mayor complejidad, con más experiencia en el trabajo con estos dos perfiles, es en mayor codocencia. Luego también puedes flexibilizar los grupos en base a eso. Pero tú puedes partir de una clase heterogénea amplia y desde ahí, con codocencia, dos, tres profes por aula, trabajar de manera personalizada.

Foto: Fundació Bofill

Volviendo a la agenda, me gustaría hablar de las actividades de refuerzo, que me hacen pensar en los diferentes programas PROA y en su impacto, del que tampoco sabemos demasiado. En cualquier caso, me gustaría saber cómo creéis que deberían diseñarse estas actividades.

Las actividades del PROA fueron evaluadas hace unos años. Y se constataba como un programa que generaba impacto en los niveles de aprendizaje. Y también en las trayectorias educativas de los centros que recibían estos recursos.

Yo creo que ahí lo que es clave es partir de una muy buena identificación de las necesidades competenciales en cada centro. Y eso básicamente lo pueden hacer los centros y las administraciones educativas, pero sobre todo en los primeros. Sí. Sobre todo.

Porque a mí me podría ir bien, por decirlo así, un apoyo extraordinario en momento de la jornada lectiva u ofrecido como extraescolar universal, por decirlo así, en tal ámbito de conocimiento y en ciertas edades. Yo creo que eso es un poco idiosincrático a cada centro educativo.

La política nacional tiene capacidad para incidir en la actual situación de segregación de los centros aunque el recorrido es limitado

Eso es PROA, generar un perfil de recursos que sobre todo vaya para una orientación, para matemáticas, o para otra materia, pero luego han de ser los centros los que digan a qué edades y para qué ámbito de conocimiento y gestionado en ciertos horarios. Yo creo que estas son como las tres claves que han de proveer los centros educativos para decir, yo estos recursos los quiero, pero los no. Los quiero de esta manera.

En la agenda habláis de la necesidad de políticas nacionales en relación a la des-segregación. ¿Hasta qué punto la política nacional tiene capacidad para incidir en la actual situación de desegregación de los centros?

La política nacional tiene capacidad para incidir en la actual situación de segregación de los centros aunque el recorrido es limitado. Es decir, más allá del establecimiento de los baremos básicosde la asignación escolar, en la admisión de alumnos, que luego eso se especifica a nivel de cada comunidad autónoma; más allá de decir que las zonas educativas importan más o menos, o de establecer criterios para los conciertos educativos, al final son las comunidades autónomas, sobre todo las que rigen esos criterios.

Entonces, yo creo que a nivel nacional, se puede de alguna manera trabajar en la fijación de objetivos políticos, de desegregación. Y eso después lleva también a la colaboración con las comunidades autónomas para decirles: “Estás trabajando a este nivel”. Existen todas estas comisiones sectoriales pasar un poco de revista a las políticas que desde la comunidad autónoma están apuntando hacia un objetivo político, el de desegregación y que puede incluso medirse.

Nosotros hacemos como una propuesta para 2030: que en el próximo PISA se haya disminuido en 0,2 los índices de disimilaridad en las escuelas que participan, por ejemplo. Y eso, si se establece como objetivo nacional, pues hay un margen presionar a las comunidades para que pasen cosas.

Pero es cierto que son estas las que sobre todo han de convertir en política tangible, eso.

Parece complicado en los tiempos que corren.

Sí, es complicado. Creo que es un poco el doble juego que se ha de ir haciendo, el de tener claro que hay una política de focalización que es muy necesaria y que tiene que ver con allí donde las condiciones de educabilidad y de escolarización son más complejas, pues hay llevar recursos de todo tipo, recursos que ya existen, pero que se han de priorizar en estos centros, en estos contextos- Ir luchando para que no haya tal desigualdad en las condiciones de escolarización entre los territorios.

Ya hay comunidades autónomas que están consiguiendo reducir los niveles de segregación. Por ejemplo, en Cataluña ha habido un descenso importante en los últimos dos años, y todo apunta, y es necesario evaluarlo bien, que tiene bastante que ver con el nuevo decreto de admisión de alumnado, con el plan de choque contra la segregación que ha apostado por algunas políticas. Y siempre va a haber un reducto que va a ser muy crítico de esto, pero tanto la gran mayoría de la concertada que lo necesita, gran parte de las familias, lo han aceptado bien. Esta necesidad de repartir la diversidad entre los centros educativos.

Siempre quedarán centros, en general, que son los más polarizados, difícilmente desegregables, y ahí es donde hay que aplicar otro tipo de políticas.

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Libro: La nueva educación – César Bona (PDF)

Autor: César Bona / Fuente: Sin Deberes

Una vez terminada la lectura de este libro, me vienen a la cabeza 2 palabras que resumen lo que, en él, me he encontrado: creatividad y frescura.

CREATIVIDAD, una palabra que César repite en un montón de páginas; para él es muy importante que los maestros (y los padres y madres) fomenten y creen espacios para que los niños den rienda suelta a su creatividad.

FRESCURA, su manera de escribir creo que refleja cómo es él y como se expresa cuando habla. Si te animas a leer su libro, te dará la sensación (mientras lees) de que estás sentado a su lado, escuchándolo mientras tomáis un café juntos. No es un libro “sesudo”, ni esperes encontrar grandes ideas o teorías pedagógicas; es un libro que muestra su manera de entender la educación, con multitud de ejemplos y anécdotas que le han ocurrido a lo largo de su vida de maestro.

En este artículo, a mí me gustaría compartir contigo algunos pensamientos que me han surgido durante (y después de) su lectura, por si te ayudan.

Al principio de su libro, César dice: “…estoy seguro de que alguno de vosotros, cuando acabe de leer dirá: Pues este tío no hace nada extraordinario” Y es cierto, si lees (o compras) este libro pensando encontrar “la piedra filosofal” o “la gran idea revolucionaria” de lo que debe ser la nueva educación… olvídalo.

No obstante, para mí, César sí hace algo extraordinario en su día a día en el aula: todo lo que él hace tiene, como último objetivo u horizonte, educar el corazón de sus alumnos. En varios capítulos le “escucharás” decir que los contenidos de las asignaturas son importantes, pero más importante aún es “educar en cosas sencillas, básicas, pero que a veces se nos olvidan: el respeto, la empatía, la sensibilidad, la escucha y el esfuerzo para conseguir lo que te propones”

Un aspecto al que César da mucha importancia es la necesidad de estimular la curiosidad de los niños. Se nota que él es profe de Primaria y es consciente de lo importante que esto es para el desarrollo de la mente de los niños, y de la gran responsabilidad (y oportunidad) que  la escuela tiene en lograr esto.

Hay una frase que habla de esto, y que yo he puesto al comienzo de este curso en el laboratorio de mi colegio: “Es muy difícil mantener la curiosidad (científica) en un sistema educativo rígido. El espíritu de descubrimiento y pensamiento creativo se pierde en la rutina escolar” (Albert Einstein) A mí me recuerda (cada vez que entro en el laboratorio) algo que es más importante que “enseñar biología”

¿Por qué seguimos pensando (algunos profesores) que esto de la creatividad es “perder el tiempo”? ¿No será que, como dice César,  para estimular la creatividad hay que ser antes un maestro curioso?

A mí, quizás porque trabajo con alumnos “mayores”, reconozco que me cuesta esto de fomentar la curiosidad, pero intuyo que es algo fundamental que tengo que hacer si quiero educar mentes “abiertas al futuro” y formar adultos “competentes”.

Respecto al tema de los deberes, César tiene un capítulo titulado “Hacer deberes y a dormir”. En él dice textualmente: “Soy maestro, así que para ir terminando os voy a poner unos deberes. Empezaréis a hacerlos ahora, cuando acabéis de leer el libro y hasta la hora de cenar. Tenéis tiempo. Luego, cenaréis y a dormir. Mañana (por la tarde) haréis lo mismo: os pondréis con los deberes, y luego cenaréis y a dormir. Alguno de vosotros tendrá “extraescolares”; da igual: las extraescolares no diluyen los deberes ni son excusa para que no los hagáis. Tendréis que hacerlos igualmente. Y después, a cenar y a dormir… Esto es lo que les sucede a miles de niños: salen de la escuela y tienen que empezar a hacer tareas (de cada asignatura, por supuesto). Todo el mundo pone deberes porque queremos que todos aprendan de nuestra asignatura, que sepan muchas cosas. Nos hemos metido en una inercia por la que queremos muchos Einstein a los 12 años”  Para César, si el niño no ha terminado a las 7 de la tarde de hacer los deberes, el maestro tiene que replantearse esos deberes que está mandando, porque algo no está haciendo bien.

Por último, terminaré con respondiendo a esta pregunta: ¿Qué me ha supuesto leer a César?

En primer lugar, me ha dado seguridad en lo que estoy haciendo como docente; creo que el camino a seguir es “educar para la vida”, y no (solo) para los exámenes. Y esto lo conseguiremos si educamos sus mentes (con contenidos), pero también su corazón (para que desarrollen actitudes que les hagan querer y valorar a sus semejantes)

Por otro lado, creo que es importante tener humildad; siento que estoy en el camino correcto, voy innovando (aunque a veces sea mediante el método de “ensayo-error”) pero he de ser consciente de que no estoy más que al principio de una larga senda llamada “educar a mis alumnos para ser adultos del siglo XXI”. A la hora de buscar lo mejor para mis alumnos es vital escucharlos; como dice César: “Es curioso, no me lo negaréis, que pretendamos enseñar contenidos a seres de los que no sabemos nada”

Por último, la lectura de este libro me ha dejado un reto: tengo que ayudar a mis alumnos a “ampliar sus horizontes”, es decir, conseguir que sean personas sensibles a los problemas que existen en nuestro Mundo; que los conozcan, pero que no se queden sólo en eso, sino que se comprometan por proponer soluciones creativas. En definitiva, por poner su granito de arena para construir un mundo donde merezca la pena vivir.

Libro Cesar Bona 2 IMG_2504

Para finalizar, me gustaría reflejar en 3 frases lo que, para mí, sería una “nueva educación”:

  1. hemos de enseñar educación emocional a los alumnos, no solo enseñarles conceptos.
  2. tenemos que conseguir que nuestros alumnos se comprometan por mejorar su sociedad y el mundo en el que viven.
  3. las escuelas debemos enseñar conceptos que sean útiles y aplicables para la vida, no (sólo) para aprobar exámenes y sacar títulos.
  4. no hay que hacer cosas complejas y “espectaculares” para innovar o educar “de otra manera” como padres o profesores que somos; solamente hay que escuchar a los niños, quererlos y proponerles hacer aquello que sabemos que les gusta hacer y que les ayuda a aprender “para la vida”

Y si tú escribieras algo titulado “la nueva educación”… ¿de qué cosas hablarías?

Déjanos un comentario contándonoslo, ¡y enriquece así nuestra comunidad con tus ideas!

Links para la descarga:

https://drive.google.com/file/d/1oiO7HMoMDWAkzVZXUaT4dZ-SLBnk6kkY/view

ó

La_nueva_educacion_-_Cesar_Bona

Fuente de la Reseña:

http://www.sindeberes.com/la-nueva-educacion-el-libro-de-cesar-bona/

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Amigas, tenemos que hablar de la educación pública

La autora critica el vídeo de campaña de Irene Montero, que ensalza la educación concertada en un momento de asfixia de lo público y de movilización de profesorado y personal de los colegios.

¿Qué nos pasa a la izquierda con la educación pública? Irene Montero solo ha necesitado 30 segundos para hacer que se tambalee el voto de muchas personas que apoyamos unos servicios públicos y de calidad, cada vez más cercados y asfixiados. Recortar lo público para favorecer lo que a Irene “la ha hecho mejor persona”, la escuela concertada. No entro en su historia personal, sino en el desatino de una campaña que hubiera sido el escenario ideal para posicionarse a favor de los servicios públicos. Pero sobre todo, y lo que me parece más alarmante, es que nadie del equipo de comunicación de Podemos haya visto ese error tan garrafal, porque eso es estar muy fuera de todo. O quizá demasiado dentro.

Mientras Irene alaba la concertada las movilizaciones de familias y docentes de la pública se multiplican por todo el Estado español. Concentraciones exigiendo medidas de climatización para los centros escolares, con alumnado —de la pública— a 32 grados. Docentes haciendo huelgas, sepultados en burocracia y exigiendo bajar las horas lectivas, la ratios y revertir los recortes de 2011. Solo en Madrid desde 2014 el gasto público en enseñanza privada ha aumentado 7 puntos, hasta alcanzar el 27% del presupuesto total de la educación no universitaria en la región. Qué mal timing, Irene.

Nadie está libre de los cantos de sirena de la concertada, del trabajo por estaciones de aprendizaje, del yogur ecológico y del profesorado con el que eres afín ideológicamente

Pero lo cierto es que no es solo ella o el equipo de comunicación de Podemos. La izquierda o ese amplio espectro que a nivel discursivo defendemos los servicios públicos, tenemos, en la práctica, un problema. Trabajo en un instituto de Usera y siempre dice una compañera que “nuestra” gran batalla perdida es no haber apostado, en nuestro entorno personal, por la educación pública. Pero no es de extrañar. En Madrid llevamos más de 20 años con un gobierno neoliberal que se ha encargado de denostar y torpedear la imagen de lo público desde lo ideológico y lo económico.

Y si has llegado hasta aquí probablemente te reconozcas, como yo, en estas líneas. Tu hijo o hija es especial, diferente. Es sensible y necesita otro tipo de atención. Buscas un centro que trabaje por proyectos, con comedor ecológico, buenas instalaciones, extraescolares estimulantes (ciencia, robótica, teatro) y un grupo de familias con el que puedas compartir inquietudes. Da igual que cada mañana tengas que coger el coche o que nunca estés en el barrio con las familias del cole.

Nuestras hijas e hijos lo merecen todo. Yo también lo pienso. Nadie está libre de los cantos de sirena de la concertada, del trabajo por estaciones de aprendizaje, del yogur ecológico y del profesorado con el que eres afín ideológicamente, con el que va a las manis de Palestina. Y eso que Primaria a veces “tiene un pase”, pero Secundaria ya “es otra cosa”. Y de verdad que a mí me pasa. Sobre todo cuando el equipo directivo del centro público de mi hijo nos pone pegas a las familias para hacer cualquier cosa en el patio o cuando me entero de que en clase han estado a 30 grados y les han puesto (otra vez) una peli.

Moralmente no creo que lo haga mejor. Fantaseo mucho con otra educación, pero también me entra el desánimo cuando sé que la hija de otra amiga no pisará la pública hasta la universidad o leo cómo suben las matriculaciones en la concertada y que cada vez hay menos oferta de institutos públicos en Madrid.

No voy a romantizar la pública. Hay que pelearla mucho y a veces es cansado, pero también es muy bonito y, sí,  beneficia a todo el mundo, sobre todo si queremos ser esa izquierda que apuesta desde la práctica por otros modelos de ciudad, por luchar contra la segregación, porque haya comedores ecológicos en todos los centros públicos, con buenas extraescolares, patios inclusivos, que se trabaje por proyectos o se atienda la diversidad de manera adecuada. Y también es posible en Secundaria.

No es una utopía. Muchos centros públicos, gracias a las familias y la complicidad de algunos docentes y equipos directivos, son referentes en metodologías y proyectos pedagógicos, trabajan la diversidad desde la inclusión, poniendo en valor la riqueza de las aulas con alumnado de distintos orígenes sociales y económicos. Centros que ven que la escuela o el instituto no termina cuando se sale por la puerta. Son centros con familias diversas, que tienden puentes al barrio, que transforman la ciudad. Porque siempre hay una profe afín y siempre hay una familia con la que juntarte a la salida y con la que pensar.

Fuente de la información e imagen:  https://www.elsaltodiario.com

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