El País/Madrid /14 ABR 2016
Las matrículas en las universidades públicas españolas son de las más caras
de Europa
Fuente: elpais.com/elpais/2016/04/14/media/1460660493_035661.html
El País/Madrid /14 ABR 2016
Las matrículas en las universidades públicas españolas son de las más caras
de Europa
Fuente: elpais.com/elpais/2016/04/14/media/1460660493_035661.html
Dinamarca/ Marzo 2016 /Autor y Fuente: 50noticias.com
Usan las palabras correctas para referirse al cuerpo lo que al final promueve una imagen corporal positiva, confianza y una comunicación positiva entre padres e hijos. ¿La cigüeña? No existe.
La educación sexual suele ser un tema complicado para los adultos. Preguntas como “¿De dónde vienen los bebés?” muchas veces son simplificadas con cuentos como el de la “cigueña” que lo único que hace es confundir a los niños. Será por pudor, costumbre o quizás algún tema religioso pero en nuestra cultura se suele evitar hablar de sexo. Sin embargo, a veces quizás ser explícito y directo es mejor.
Los daneses son un ejemplo de esto pues hablan francamente de sexo con sus hijos a temprana edad. Usan las palabras correctas para referirse al cuerpo lo que al final promueve una imagen corporal positiva, confianza y una comunicación positiva entre padres e hijos según educadores de prevención de abuso sexual.
Una usuaria danesa de Reddit llamada Sara que emigró a Estados Unidos comparó la forma en que se enseñaban estos temas en ambas culturas y generó un gran debate en redes sociales.
“Mis padres siempre fueron completamente abiertos conmigo al hablar de sexo. Cuando les pregunté dónde vienen los bebés, me dijeron de la manera más sencilla y clínica que se le puede decir a un niño pequeño. Me mostraron un libro de niños, que explica todo acerca de la pubertad y el sexo. [Ellos] incluso me mostraron un pene de dibujos animados en tres etapas: a punto de penetrar, a mediados de la penetración, penetrado totalmente y eyaculando”
Una escritora llamada Jessica Alexander en un principio se sorprendió cuando escuchó por primera vez a su marido leer un libro de educación sexual danesa a su hija, pero pronto estuvo completamente a favor. Ella es el co-autora de un libro llamado The Danish Way of Parenting: A Guide to Raising the Happiest Kids in the World (Ser padre a la danesa: Una guía para la crianza de los niños más felices del mundo).
Fuente de la Noticia: http://50noticias.com/2016/02/asi-le-explican-a-los-ninos-en-dinamarca-de-donde-vienen-los-bebes
Fuentes de las Fotos:
http://cdn2.upsocl.com/wp-content/uploads/2016/02/danish-sex-education-where-babies-come-from-books-4.jpg
http://cdn2.upsocl.com/wp-content/uploads/2016/02/danish-sex-education-where-babies-come-from-books-19.jpg
Socializado por: Iliana Lo Priore. Miembro del Equipo fundador de la Red Global/Glocal por la Calidad Educativa. Profesora Titular UC. Investigadora del CIM. Doctora en Educación.
Dinamarca-Noruega-Islandia-Finlandia y Suecia/24 Febrero 2016/Autor y Fuente: http://www.semana.com/
“Educad al niño para no castigar al hombre”, decía Pitágoras. Los países escandinavos (Dinamarca, Noruega, Islandia, Finlandia y Suecia) parecen honrar esta máxima.
Las cárceles en Escandinavia no tienen cercas ni personal de seguridad. En lugar de cercas, hay campos, y en lugar de seguridad, profesores. La rehabilitación o reinserción de un individuo en la sociedad tras años de prisión hace parte de la política criminal de casi todos los países del mundo, pero muy pocos logran hacerlo realidad. La educación juega un papel fundamental.
Noruega y Finlandia, tienen una de las tasas de encarcelación más bajas de Europa: 66 presos por cada 100.000 habitantes en Noruega y 52 por cada 100.000 habitantes en Finlandia; mientras Estados Unidos registra 727 presos por cada 100.000 habitantes y Colombia 393 por cada 100.000 habitantes, es decir hay sobrecupo: 117.000 reclusos frente a 78.000 de capacidad de albergue.
Escandinavia, a diferencia de Estados Unidos, Colombia y del mundo en general, es una sociedad altamente educada donde las diferencias sociales son menores. En este sentido, es muy difícil que los individuos sientan necesidad de recurrir a trabajos ilegales para ganarse la vida o subsistir.
Cuando un escandinavo –bien sea un islandés, un finés, un noruego o un sueco– es condenado por violación a la ley penal, es enviado a hacer parte de un programa de rehabilitación o socialización que incluye distintas actividades de orden pedagógico: música, arte, lectura e, incluso, agricultura. Bajo estas actividades aprenden el valor del trabajo y de la ética y el ejercicio de sus talentos naturales como fuerza productiva del país. En otras palabras, son formados intelectualmente, de modo que aprendan a integrarse en el mundo en que viven y a identificarse con su realidad.
El mensaje de la política carcelaria en Escandinavia hace hincapié en privilegiar la necesidad de reintegración del condenado en la sociedad más que en la necesidad de castigo. No se concibe el castigo como justicia, concepción normalmente impartida por las religiones. La justicia en el norte de Europa es asociada con la restitución y con el equilibrio. Si robaste, produces; si mataste, aprendes el valor de la vida. Es decir, una acción negativa se contrarresta con una acción positiva diametralmente opuesta a la que se incurrió.
En el verano, asesinos, violadores y ladrones pueden practicar tenis, cabalgar por el bosque, nadar en la playa o estudiar sobre importantes personalidades de la historia. Los convictos trabajan durante horas construyendo sus propias viviendas en madera y labrando la tierra en una granja con ganado al que hay que atender. Hay leña para cortar y procesar en el aserradero –con hachas y sierras- y cultivos y cosechas que emprender. Si el tiempo de condena alcanza, hasta un certificado laboral de lo aprendido obtienen a la salida.
En América y muchos otros lugares de Asia y Europa, los convictos comienzan su condena en una cárcel tradicional, es decir, en instalaciones seguras o herméticas, pero que tienen los problemas comunes a otras cárceles del mundo: drogas y falta de educación. Los internos permanecen encerrados en sus celdas sin nada que hacer o producir. Pasa el tiempo de su condena y son liberados en igual o peores condiciones en que fueron condenados, por lo que continúan delinquiendo.
Fuente de la Noticia y Fotografía:
Socializado por:
María Magdalena Sarraute Requesens. Doctorado en Ciencias de la Educación, Magister en Desarrollo Curricular, Licenciada en Relaciones Industriales. Docente – Investigadora Educativa del CIM y reconocida por el PEII en la Categoría B, Coordinadora General del Centro Nacional de Investigaciones Educativas, Integrante de la SVEC e Integrante Fundadora de la Red Global/Glocal por la Calidad Educativa.