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La mancha humana en Madrid: sobre racismo y lenguaje

Redacción:  Letras Libres

Los alumnos de la Universidad de Syracuse (Nueva York) que estudian en el campus de Madrid han protestado porque en diversos cursos han escuchado el insulto racista «nigger».

En una de sus novelas más celebradas, La mancha humana, Philip Roth hace decir a su personaje central, el profesor Coleman Silk, la palabra spook, un término con el que se refiere a dos estudiantes africanoamericanos que aún no han aparecido por su clase. Spook significa “fantasma”, “espectro”, pero es también usado para referirse de forma ofensiva, prejuiciosa o denigratoria a las personas de raza negra.

Algunos alumnos estadounidenses de la Universidad de Syracuse (Nueva York) que actualmente se encuentran estudiando en el campus que dicha universidad tiene en Madrid han vivido afligidos en las últimas semanas porque en diversos cursos han tenido que escuchar otro odioso término para referirse a los africanoamericanos (nigger), palabra a la que es común aludir oblicuamente en inglés como “the N word”. La palabra aparecía en un pasaje de un libro de Paul Theroux que un estudiante tuvo que leer en voz alta en una clase; o en la recolección que hacía otro estudiante de cómo fue hostigado de niño en el colegio, o, al fin, en el intento que hacía una profesora de mostrar cómo en español la palabra “negro” no tenía, en los usos convencionales, el cariz insultante del que sí está revestida en inglés. A una estudiante africanoamericana escuchar de boca de su profesora la “palabra que empieza con N” le hizo sentirse “señalada”, y, tras terminar la clase, no pudo reprimir el llanto y no quiso atender a los intentos de la profesora de darle explicaciones. La estudiante le dijo que en los Estados Unidos la habrían despedido añadiendo que no era concebible que desconociera el concepto de “interseccionalidad” y que no podía excusarse en su desconocimiento del inglés. Varios estudiantes expresaron su creciente enojo con el uso del lenguaje racista en clase “… independientemente de si se dirigía a alguien, se expresaba en la lectura de un libro o de cualesquiera otras formas”.

De acuerdo con el recuento del episodio que hace la gaceta de la Universidad de Syracuse, The Daily Orange, fueron varios los alumnos que se quejaron a la dirección del programa, y diversas instancias universitarias (Unidades de Asuntos Multiculturales y Diversidad) han tenido que tomar cartas en el asunto, convocando una reunión con todo el cuerpo estudiantil para asegurar a los estudiantes africanoamericanos el compromiso de la institución con la diversidad, la lucha contra el racismo y contra toda forma de discriminación prometiendo que redoblarán sus esfuerzos en pos de la “inclusividad”.

Lo cierto es que los agraviados alumnos se equivocaban y la Universidad de Syracuse ha perdido una extraordinaria oportunidad educativa de instruirles sobre su error, y, de paso, instigar una madurez de la que parecen carecer en grado suficiente.

Y la verdad es que no hacía falta más que recordarles una distinción básica, de, por decirlo así, Linguistics 101 o Philosophy of Language 101, la diferencia que va de “mencionar” un término o concepto -hablar dellenguaje, función lingüística que solemos señalar con el uso de comillas- a “usarlo”, lo cual sí hubiera justificado el agravio y la queja. En esencia: no es lo mismo insultar que hablar de insultos.

Es precisamente esto último, hablar de insultos y racismo, lo que hizo célebremente el presidente Barack Obama -¿se les ocurre alguien menos sospechoso?- en una entrevista radiofónica a finales de junio de 2016 a propósito del persistente uso de la bandera confederal en algunos estados del Sur (señaladamente Carolina del Sur). En esa ocasión el entonces presidente afirmó, en referencia al racismo aún preponderante en su país: “No se trata solo de que no sea educado decir nigger en público. Esta no es la medida para constatar si el racismo existe o no. No se trata solo de la discriminación descarnada.” Al igual que algunos estudiantes de Syracuse University, no fueron pocos los comentaristas que se sintieron entonces sorprendidos por este uso que hizo Obama, pero no se tardó demasiado en instruir al público en que esa mención era perfectamente legítima (véase al respecto, por ejemplo, esta noticia de The Huffington Post).

Y es que, en el fondo, cabe que nos preguntemos: ¿qué diferencia relevante marca que empleemos una etiqueta como “la palabra que empieza por N” en lugar de esa misma palabra? Nuestras intenciones semánticas son equivalentes: que nuestro oyente entienda una cierta referencia, en particular la intensión o connotación del término nigger, pero nuestro propósito al emplear el lenguaje puede ser muy distinto. Imaginen, por volver al ejemplo del profesor Silk en la novela de Roth, que aquel hubiera dicho: “¿Estos estudiantes existen o son “la palabra que empieza por S?” La elipsis semántica para evitar decir “spook” habría reforzado, más que evitado, la vejación a esos estudiantes. O dicho de otro modo: ¿dejaría de ser un insulto que alguien le dijera a una persona africanoamericana: “Shut up N-word” (“Cállate, palabra que empieza por N”)? Obviamente no, pues la intención es usar un conjunto de signos que ambos entienden para denigrarle; “palabra que empieza por N” es contingentemente un insulto, y nigger no lo es necesariamente.

Y eso es, por supuesto, independiente de quién sea el hablante o su frecuentemente invocada “perspectiva singular” por pertenecer a la raza negra. Algunos han señalado que ese hecho les otorga el privilegio de no solo poder mencionar la palabra nigger, sino también usarla entre ellos (vean cualquier película de Spike Lee) pues solo a ellos pertenece el agravio al escucharla cuando es proferida por individuos de otras razas. Esa suerte de exclusividad en la afrenta les otorga un derecho de uso exclusivo, por decirlo así. Una persona que no pertenece a la raza negra y usa “la palabra que empieza por N” comete otra de esas intolerables “apropiaciones culturales”, esta vez sobre los usos y menciones de la denigración lingüística.

De admitirse semejante idea, el lenguaje para referirnos a la injusticia, a la ofensa y a la discriminación se haría sencillamente imposible, o tediosamente infantil. La razón es sencilla de entender: Todo individuo puede reclamar una capa de su identidad que le convierte en un objetivo del insulto, o de una vejación en el pasado. En eso consiste precisamente la “interseccionalidad” a la que apelaba la estudiante del reportaje.

Los latinoamericanos en España son despectivamente llamados “panchitos” o “sudacas”; los asiáticos “chinorris”… Pensemos en la orientación sexual (“bolleras”) o en la identidad de género (“travelos”), y por supuesto en la homosexualidad masculina, para la que la literatura y lengua españolas han producido una colosal pléyade -como seguramente en otras lenguas- de palabras afrentosas. ¿Qué harán los estudiantes gais de Syracuse cuando se enfrenten a las novelas de Camilo José Cela? ¿Mencionarán los epítetos como “la palabra que empieza por M” (“maricón”) o “la palabra que empieza por M pero acaba en ITA” (“mariquita”), o la “palabra que empieza por S” (“sarasa”) o “la palabra que empieza B” (“bujarrón”)…? ¿Se taparán los oídos al ver el cine de los 80 de Almodóvar, como cuando eran niños?

Los jóvenes, especialmente los que pertenecen a las “minorías sospechosas y vulnerables”, necesitan conocer la historia y su pasado, y para hacerlo de manera cabal no sirve el escamoteo de los eufemismos malentendidos sino el lenguaje recto y la verdad, lo que fue y lo que persiste en todas sus presentaciones y expresiones, sabiendo que de tales manifestaciones “no se hace uso”, sino que “se da cuenta”. También precisan de buenas herramientas para enfrentarse a la vida adulta a la que asoman, sea en Madrid o en Syracuse.

Fuente: https://www.letraslibres.com/espana-mexico/politica/la-mancha-humana-en-madrid-sobre-racismo-y-lenguaje

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Un programa para autoevaluar las competencias digitales del docente

Europa/España/Por EDUCACIÓN 3.0

Evaluar las competencias digitales del profesorado y ofrecerle recomendaciones para mejorarlas. Este es el objetivo de la herramienta que ha desarrollado UNIR y que incluye un cuestionario de 54 preguntas.

¿Cuál es el nivel de las competencias digitales de los profesores? ¿Conocen y utilizan estas competencias necesarias para mejorar su trabajo? Para dar respuesta a estas preguntas, UNIR ha lanzado una herramienta tecnológica online innovadora que permite a los docentes autoevaluar sus competencias digitales; también recibir automáticamente un informe sobre las mismas de acuerdo a sus respuestas, así como recomendaciones para mejorarlas.  

Conectar con el alumnado

La iniciativa surgió de la necesidad que existe en la actualidad de que los docentes deben interactuar con sus alumnos en un entorno hiperconectado y cada vez más tecnológico. Así, esta situación conlleva conocer si el profesorado está a la altura de las circunstancias y si sabe usar las herramientas que tienen a su disposición como complemento indispensable a su labor educativa.

competencias digitales docentes

Para ello, el grupo de investigación de Metodologías Activas y Mastery Learning en la Formación Online de Maestros y Profesores de UNIR (conocido también por sus siglas MAML) se dedicó durante año y medio a elaborar este proyecto. El resultado ha sido un software desarrollado en colaboración con la firma Habilmind. Javier Tourón, vicerrector de Innovación y Desarrollo Educativo de este centro de estudios y máximo responsable de la Escuela de Formación de profesores en Tecnología Educativa, Competencias Digitales y Desarrollo del Talento, lideró esta iniciativa.

Cómo conocer las competencias digitales docentes

Las competencias digitales docentes, necesarias para mejorar la práctica educativa y que el profesor debe incorporar dentro de su formación permanente, han sido definidas por el Instituto Nacional de Tecnologías Educativas y de Formación del profesorado (INTEF) y el Marco Común de Competencia Digital Docente.

La profesora Déborah Martín ha sido la responsable del desarrollo del informe personalizado que los profesores reciben después de responder al cuestionario. Este instrumento es el primero validado en España e incluye un cuestionario de 54 preguntas con dos escalas que facilita a todo aquel profesor que lo desee valorar sus competencias digitales. Los ítems están agrupados en las cinco áreas y 21 competencias del marco actual establecido por el INTEF.

UNIR competencias digitales de los docentes

El cuestionario, que ya ha sido utilizado por más de 5.000 profesores en el mundo, se realiza de forma anónima, gratuita y tantas veces como uno lo desee.

Fuente: https://www.educaciontrespuntocero.com/noticias/competencias-digitales-docentes/101770.html

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España: Abierta la convocatoria para las Becas MAEC-AECID de Arte, Educación, Ciencia y Cultura del curso 2019-2020

Abierta la convocatoria para las Becas MAEC-AECID de Arte, Educación, Ciencia y Cultura del curso 2019-20

Europa/España/cronicasdelaemigracion.com

Desde este lunes 18 de marzo y hasta el 13 de mayo se irán abriendo los plazos para presentarse a los siete programas de arte, educación, ciencia y cultura que ofrece para el curso 2019-20 la  del Ministerio de Asuntos Exteriores, Unión Europea y Cooperación (MAEC). Ciudadanos españoles y extranjeros pueden presentarse a los diferentes programas de ayudas ofertados.

Entre las becas se incluyen las destinadas a residencias artísticas en la Real Academia de España en Roma, las becas de gestión cultural y diplomacia científica para la red exterior de representaciones diplomáticas y de la AECID, las becas de formación musical de excelencia en la Escuela Superior de Música Reina Sofía o las ayudas para cursar estudios en el Colegio de Europa.

Con 72 ediciones en su haber, la convocatoria para optar a las becas MAEC-AECID de arte, educación, ciencia y cultura ha sido publicada en el Boletín Oficial del Estado del jueves 14 de marzo.

La presente convocatoria se enmarca dentro de los esfuerzos del Ministerio de Asuntos Exteriores, Unión Europea y Cooperación (MAEC) de España, a través de la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo (AECID), de fomento de la cultura, el arte, la ciencia y la educación como medio de proyección internacional de España en el exterior, así como para reforzar la relevancia de estas áreas como herramientas fundamentales para el desarrollo.

Las becas MAEC-AECID contribuyen con parte de sus programas al enfoque del desarrollo como una política de Estado que fomenta la transferencia de conocimiento, el aprovechamiento de capacidades y la creación de oportunidades como una inversión solidaria y de futuro, en el marco de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de la Agenda 2030 y en particular en relación con la meta 4.b: “De aquí a 2020, aumentar considerablemente a nivel mundial el número de becas disponibles para los países en desarrollo”.

Otros programas integrados en esta convocatoria fomentan la promoción de las relaciones culturales y de la cultura española en el exterior. Todos ellos tienen en común la oferta de oportunidades de formación y aprendizaje en diversas disciplinas culturales, artísticas, científicas y académicas. La Real Academia de España en Roma (RAER), la Real Academia Española (RAE), el Colegio de Europa y la Escuela Superior de Música Reina Sofía (ESMRS) son las instituciones junto a las que la AECID lleva a cabo esta convocatoria.

En el ámbito universitario, la Agencia colabora estrechamente con las universidades españolas a través de su participación en el Observatorio de la Cooperación Universitaria al Desarrollo, cuya estructura forma parte de la Conferencia de Rectores de las Universidades Españolas (CRUE). Las Embajadas de España y los Centros Culturales y Centros de Formación de la AECID ofrecen sus espacios y recursos para que los becarios que recalan en sus dependencias tengan una oportunidad única de formación de cara a su futuro profesional.

Los diferentes programas de ayudas que oferta esta convocatoria son:

1.- Programa de becas para la Real Academia de España en Roma (RAER). Solicitudes, del 20 de marzo al 3 de abril de 2019.

2.- Programa de becas de formación en gestión cultural y diplomacia científica en la red exterior de representaciones diplomáticas, Centros Culturales de España y en la AECID. Solicitudes, del 18 de marzo al 1 de abril de 2019.

3.- Programa de becas de formación en cooperación para el desarrollo en los Centros de Formación de la Cooperación Española en América Latina. Solicitudes, del 18 de marzo al 1 de abril de 2019.

4.- Programa de becas de colaboración formativa en las sedes de las Academias asociadas a la Real Academia Española (RAE). Solicitudes, del 1 al 15 de abril de 2019.

5.- Programa de becas para el Colegio de Europa. Solicitudes, del 18 de marzo al 1 de abril de 2019.

6.- Programa de becas de formación musical de excelencia en la Escuela Superior de Música Reina Sofía (ESMRS). Solicitudes, del 13 al 28 de mayo de 2019.

7.- Programa de becas de Máster para funcionarios y personal integrado en los sistemas públicos de los países incluidos en las estrategias bilaterales del V Plan Director de la Cooperación Española. Solicitudes, del 28 de marzo al 11 de abril de 2019.

Fuente: http://www.cronicasdelaemigracion.com/articulo/cronicas/abierta-convocatoria-becas-maec-aecid-arte-educacion-ciencia-cultura-curso-2019-20/20190320142053092132.html

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España: Un tribunal obliga a adaptar la enseñanza a la necesidad de un niño disléxico

Europa/España/21 Marzo 2019/Fuente: El país

“El trabajo por mi hijo iba a la basura cuando en el colegio le tachaban de gandul”, denuncia la familia del menor

El Tribunal Superior de Justicia de Canarias (TSJC) ha condenado a la Consejería de Educación de la comunidad autónoma a tomar medidas para que la enseñanza que recibe un niño con dislexia se adapte a sus necesidades de aprendizaje. La sentencia reconoce a unos padres que la consejería vulneró el derecho constitucional a la igualdad de su hijo, al no atender sus reiterados requerimientos para que el niño fuera sometido a una evaluación pedagógica y para que la enseñanza se adaptara a su problema.

Al cumplir los seis años, los padres se dieron cuenta de que el niño era muy inteligente, pero a la hora de pasar sus conocimientos al papel, se frustraba. Esto hizo que empezara a tener problemas en el colegio concertado Juan Ramón Jiménez, al que acudía en Las Palmas de Gran Canaria, y provocó que se negara a ir a las clases, llorara y se comportara mal.

Tras un primer examen externo, descubrieron que el pequeño sufría dislexia y solicitaron sin éxito al centro que se le hiciera una evaluación psicopedagógica para adecuar su metodología de estudio. Por ejemplo, mediante la modificación de la forma en que se le hacían los exámenes. La Sala de lo Contencioso-Administrativo del TSJC relata que la familia recibió en los años siguientes respuestas evasivas por parte del colegio: primero, que no disponían de gabinete psicopedagógico; después, que el niño no padecía dislexia, sino una falta de estimulación del lenguaje; más tarde, que avanzaba bien; y por último, que su coeficiente intelectual estaba en la media.

El centro lo incluyó en un grupo con necesidades especiales durante dos horas por semana. La respuesta “fue peor, porque lo que necesitaba era una adaptación metodológica y no eso. Me preguntaba si era tonto”, señala la madre del menor, que prefiere quedar en el anonimato.

La situación no mejoró con el tiempo y al no adoptar el centro las medidas requeridas, “se cansaba y empezaba a molestar al de al lado”. Los progenitores decidieron contratar apoyo fuera de las aulas para que el niño evolucionara. Sin embargo, según su versión, cuando llegaba a las clases le  regañaban diciendo que no tenía dislexia. “Tú lo que tienes es que eres un gandul, te portas mal», asegura la familia que le decían. «Tiraban a la basura todo el trabajo que teníamos hecho de fuera”, apostilla.  La familia presentó una demanda judicial contra la Consejería de Educación del Gobierno autonómico, que terminó con el Tribunal Superior de Justicia de Canarias (TSJC) dando la razón a los padres.

Admisión de informes privados

Los progenitores solicitaron al centro la evaluación en 2013, según la sentencia. Al no obtener respuesta, elevaron la petición a la Consejería de Educación en 2016 y un año después se expidió un preinforme psicopedagógico que concluyó que el estudiante tenía un coeficiente intelectual de 116, una evolución positiva, un nivel adecuado en lectura y progreso en escritura. “Sin embargo, se dice que la orientadora no se reunió con el menor en ningún momento”, apostilla el texto.

Unas conclusiones que la Sala no considera “concluyentes”, puesto que “el hecho de que el menor tenga un coeficiente intelectual de 116, no implica que no existan las dificultades de aprendizaje, las cuales han sido puestas de manifiesto a través del estudio realizado por el gabinete privado al que tuvieron que acudir los padres por la nula respuesta dada por el centro y las autoridades educativas”.

La Asociación Casa del Funcionario, que ha difundido este jueves la sentencia, recuerda que los departamentos de orientación de los colegios no realizan diagnósticos de dislexia y hasta la fecha tampoco admitían los provenientes de centros privados.

En la actualidad, el menor cursa sexto de Primaria en un centro escolar público y hasta la fecha no ha repetido curso. Los padres aseguran que han gastado 18.000 euros en apoyo privado. La madre señala que luchará para que Educación haga la correspondiente evaluación psicopedagógica a su hijo y adapte sus estudios en Secundaria.  Una evaluación que, según denuncia la asociación, todavía no se ha hecho pese a la sentencia judicial, fechada en diciembre de 2018, por lo que el colectivo solicitará la ejecución de la misma. Preguntado al respecto, el Gobierno de Canarias guarda silencio.

Fuente: https://elpais.com/sociedad/2019/03/20/actualidad/1553105437_432844.html

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TEI, el exitoso programa español de prevención del ‘bullying’

Europa/España/21 Marzo 2019/Fuente: El país

Los resultados muestran una reducción de los comportamientos de acoso, de la victimización entre iguales y de las peleas. Hay vida más allá del programa finlandés Kiva

En el número de febrero, la revista científica International Journal of Environmental Research and Public Health dedicaba su portada a la eficacia de un programa español para la prevención del acoso escolar, el TEI. Una investigación encabezada por el Departamento de Psicología de la Salud de la Universidad de Alicante (UA) estudió durante un curso escolar los beneficios del mismo. Participaron más de 2.000 alumnos españoles de entre 11 y 16 años. Aproximadamente la mitad fueron asignados a un grupo experimental, en el que se aplicó el programa TEI, mientras que la otra parte constituyó el grupo de control.

Los resultados muestran una reducción de los comportamientos de acoso, de la victimización entre iguales y de las peleas; una reducción que es especialmente significativa en el caso del ciberacoso (-30%) y de la victimización cibernética (-39%). También se plasmó en los datos una mejora importante del clima escolar en materia de satisfacción, de sentido de pertenencia (+59%) y de cooperación entre los alumnos, así como de comunicación entre familias y escuela.

“Aunque no todos los resultados del estudio son públicos en la actualidad, sí que podemos adelantar que el programa TEI ha demostrado tener un efecto positivo en los jóvenes.Por un lado, reduce de manera significativa la participación de los jóvenes en situaciones de violencia escolar o cyberbullying; y, por otro lado, mejora de manera significativa sus competencias sociales y personales, tales como la autoestima, las habilidades sociales, la asertividad o la empatía. Todo esto repercute positivamente en la calidad de vida de los jóvenes que han participado en el programa TEI, que muestran un mayor bienestar físico y emocional, sienten más apoyo social de sus iguales y satisfacción con la vida”, explica a El País la doctora Natalia Albaladejo Blázquez, una de las autoras del estudio.

En qué consiste el programa TEI

La investigación fue alentada por Andrés González Bellido, creador del programa TEI, cuyo desarrollo se inició en 2002. Un año más tarde comenzó su implementación en centros educativos de primaria y secundaria. Desde entonces más de 1.200 centros lo han implantado con éxito. Tanto que, según datos del propio programa, ninguno lo ha abandonado desde entonces.

“El TEI es un programa de tutorización emocional entre iguales, es un programa de convivencia para prevenir el acoso escolar y la violencia. En secundaria los alumnos de 3º tutorizan a los de 1º, en primaria los de 5º tutorizan a los de 3º, y en infantil los de 5 años tutorizan a los de 3”, explica Bellido.

El primer pilar sobre el que se sostiene el programa es precisamente ese, el protagonismo que adquieren lo alumnos, convertidos en dique de contención contra el acoso escolar. “El alumno mayor es un referente para el pequeño. La incidencia y la comunicación de los alumnos con otros alumnos son de aproximadamente un 80%. Con el profesor y la familia, sin embargo, no llega al 15%. Es decir, el pequeño es capaz de decirle a un compañero mayor lo que le pasa, porque lo ve como un igual”, sostiene el autor del programa. No en vano, según sus datos, cuando hay situaciones de acoso en los colegios e institutos los profesores apenas se enteran de entre un 10% y un 15% de los casos. La familia se mueve por las mismas cifras. Los alumnos, en cambio, lo hacen en más de un 95% de las ocasiones. “Al final las acciones de los alumnos siempre se hacen a espaldas al profesor, pero los acosadores necesitan público y el público son sus compañeros. Por eso son los compañeros los que acaban parándoles. El objetivo es que en una clase no haya solo dos ojos que miran, los del profesor, sino que haya 50 mirando y actuando. Los grandes protagonistas son los alumnos”, añade.

Pero el alumno no es el único protagonista del programa. De hecho, el TEI es un programa de convivencia institucional que implica a toda la comunidad educativa. Para aplicarlo en un centro, los profesores pasan por una formación obligatoria de 30 horas (8 presenciales y 22 de formación continua) tras la que salen acreditados como formadores del Programa TEI por el Instituto de Desarrollo Profesional (ICE) de la Universidad de Barcelona. Las familias, por su parte, también pueden acceder a formación, aunque en este caso de manera voluntaria. “Los resultados del estudio nos permiten concluir que es necesaria una intervención como la que propone el programa TEI, que involucra a todos los integrantes de la comunidad educativa. Centro, familia y sociedad en general deben participar conjuntamente en la intervención”, afirma la doctora Albaladejo.

Prevenir en vez de curar

El TEI es el programa de prevención del acoso escolar más implantado en España. No obstante, según Andrés González Bellido, este no puede aplicarse de forma generalizada en todos los colegios. “Lo tienen que pedir los centros. Hay que hacerlo cuando estén preparados para ello, porque de lo contrario no tiene sentido”, reflexiona.

En el Colegio Alazne de Barakaldo instauraron el programa TEI al inicio de este curso académico. Carlos Urio Ruiz, miembro del Colegio de Psicólogos de Bizkaia y orientador del centro, apunta que el suyo no era un colegio “especialmente conflictivo”, pero ven al TEI como un “cambio cultural” que permite dar responsabilidad a los alumnos y ver e intervenir antes en los casos de acoso escolar o de violencia entre iguales. “Los niños ven situaciones que nosotros no vemos y las hacen visibles a la primera gracias a las charlas de sensibilización que reciben para que sean sensibles a las situaciones de acoso. Pero no solo eso, los niños son muy ególatras, parten de sí mismos, pero a través del programa, de la tutorización, también se fomenta mucho la habilidad social, que a veces no la practicamos”, argumenta.

Urio Ruiz destaca también el potencial de la sensibilización a los alumnos para poner freno a lo que denomina como “agresiones de perfil bajo”, esos insultos ya normalizados y a los que los estudiantes están casi habituados: “Queremos que vean que esas cosas cargan y acaban generando un ambiente en el cual una agresión mayor es tolerada. Así que se trata de no tolerar ningún tipo de violencia”. Para ello implican también a los padres para acabar con el mantra del “si te pegan, tú pega”, que al final no deja de ser una forma de perpetuar la violencia. “El cambio cultural tiene que partir de ellos, de los padres y de los niños, porque la mejor respuesta a la violencia no es más violencia, sino buscar ayuda para encontrar una solución”, añade.

52 colegios de Euskadi y Navarra implantaron en 2017 el programa Kiva contra el acoso escolar, diseñado en la Universidad finlandesa de Turku, y por el que el Gobierno del País Vasco había mostrado interés años atrás. ¿Por qué optasteis en el Colegio Alazne de Barakaldo por el TEI?, preguntamos a Carlos Urio Ruiz. La respuesta pasa por la diferencia de concepto entre uno y otro, por el “cambio cultural” que antes mencionaba el psicólogo: “El Kiva plantea cómo resolver situaciones de acoso mientras que el TEI es preventivo. No es un ‘vamos a resolver lo que ha pasado’, sino un ‘vamos a hacer que no aparezca’”.

Según datos internos de los más de 1.200 centros participantes en el programa TEI, en el 98% de ellos ha desaparecido el acoso escolar. El éxito del programa, en el que hoy trabaja un equipo de 90 personas dividido en tres grupos de trabajo, investigación, desarrollo y evaluación en las Universidades de Barcelona, Santiago de Compostela y Alicante, es tal que está empezando a ser exportado fuera de nuestras fronteras. Ya está en funcionamiento en el Colegio Española Federico García Lorca de París, y está prevista su puesta en marcha en centros educativos españoles en Londres, Berlín y Marruecos. También durante este curso se está realizando la formación e implementación en colegios de países como Chile, Colombia, Ecuador o México; y está a punto de firmarse un convenio con la Universidad Estatal de San Petersburgo para la formación e implementación del programa en Rusia.

Fuente: https://elpais.com/elpais/2019/03/07/mamas_papas/1551948149_631118.html

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Vídeo: StorySign usa inteligencia artificial como herramienta educativa para enseñar a leer con lenguaje de signos

Por: IABYHUAWEI.

  • 32 millones de niños y niñas con problemas de audición sufren retrasos en su progreso académico por los problemas para aprender a leer.
  • Muchos de ellos aprenden lengua de signos para comunicarse desde niños, por lo que es habitual que conozcan este lenguaje antes de aprender a leer.
  • StorySign actúa como intérprete de lengua de signos para ayudar a relacionar los signos con las palabras que representan.

Aprender a leer requiere un cierto esfuerzo para cualquier niño ya que es necesario relacionar los sonidos de las palabras que ya conoce, con los símbolos gráficos que las representa de forma escrita. ¿Pero qué sucede cuando eliminamos de esa ecuación el sonido de la palabra?

En ese caso el aprendizaje se complica mucho más ya que es difícil relacionar una grafía con algo que nunca has oído. Ese es el gran escollo que se encuentran los más de 32 millones de niños con problemas auditivos para aprender a leer, y uno de los principales motivos del retraso educativo que muchos de ellos sufren por falta de recursos o medios educativos adecuados.

La inteligencia artificial proporciona herramientas que sirven de soporte para salvar ese gran obstáculo en la educación de los niños y niñas con problemas auditivos proporcionando un sistema adaptado y específico para que puedan relacionar las palabras con los movimientos de la lengua de signos.

De esa idea nace StorySign, una iniciativa educativa de Huawei en la que se emplea la inteligencia artificial integrada en sus últimos móviles para ayudar a aprender a leer a los niños con problemas de audición de una forma divertida.

Reconocimiento de imágenes y traducción unidos por la inteligencia artificial

Los avances en inteligencia artificial cognitiva permiten que los algoritmos utilizados sean capaces de comprender el contexto y la intencionalidad de las palabras y textos, de forma que pueden asimilarlos para trabajar con ellos.

Huawei ha conseguido dar un paso más allá y dotar a sus móviles Mate 20 y Mate 20 Pro de un procesador que cuenta con dos núcleos NPU dedicados exclusivamente a la resolución de los procesos de inteligencia artificial. Estos núcleos NPU permiten ejecutar agentes de inteligencia artificial de forma local, evitando la necesidad de estar permanentemente conectado con un servidor en la nube.

Esto permite, por ejemplo, traducir textos mediante inteligencia artificial en tiempo real y sin necesidad de estar conectados gracias a las funciones de reconocimiento óptico de caracteres (ROC) integrado en la inteligencia artificial de la cámara de estos móviles.

Este sistema de reconocimiento de caracteres es la base para el sistema de traducción de textos mediante inteligencia artificial que utilizan los últimos móviles de Huawei y supone la piedra angular de StorySign.

StorySign, la inteligencia artificial de un móvil al servicio de la educación

StorySign es una aplicación gratuita que ha sido diseñada por Huawei en colaboración con los principales expertos en educación de niños y niñas con problemas de audición severa, así como asociaciones de sordos europeas.

StorySign

Esta aplicación sirve de intérprete entre los textos de un cuento y el lenguaje de signos, de forma que los niños son capaces de relacionar los signos que ya conocen, con las grafías de las palabras que las representan para, de ese modo, acelerar el aprendizaje de la lectura.

Su funcionamiento es muy sencillo ya que solo se tiene que descargar la aplicación en el móvil y utilizar uno de los cuentos infantiles incluidos en el proyecto StorySign.

Cuando se enfoca el texto del cuento con la cámara del móvil, en pantalla aparece Star, un divertido personaje creado y animado por Aardman Animations que interpreta el texto en lenguaje de signos.

Junto a ella, se muestra el texto del cuento y se destaca cada una de las palabras que Star está representando, de forma que el pequeño espectador puede relacionar los signos de la simpática Star con las palabras del texto.

Más allá del aprendizaje, un elemento de integración

La utilización de StorySign en la educación de personas con problemas de audición va mucho más allá de la propia aplicación de StorySign ya que abre la puerta a nuevas opciones que la inteligencia artificial ofrece a ciertos colectivos de personas con problemas para su integración e independencia.

En el caso de los niños, no la inteligencia artificial que Huawei ha puesto a su servicio no solo les sirve como elemento de apoyo en su educación académica, sino que también lo hace en un plano mucho más profundo normalizando el hecho de que el pequeño puede coger un cuento por sí mismo y leerlo antes de irse a dormir.

StorySign

Con esto se genera autoconfianza e independencia, cualidades que necesitará desarrollar para crecer como persona en el futuro ya que la aplicación le permite realizar las mismas actividades que cualquier niño o niña de su edad.

Este mismo modelo también puede aplicarse a otros ámbitos educativos, combinando la inteligencia artificial con la enseñanza de otras materias de una forma mucho más divertida y motivadora.

Fuente de la reseña: https://www.businessinsider.es/storysign-inteligencia-artificial-ensenar-leer-ninos-sordos-386602

 

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