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España: El ajedrez, una asignatura que mejora a todas las demás

Europa/España/21 de diciemre de 2016/Fuente: sevilla.abc.es

Un colegio de Alcalá de Guadaíra lo ha incorporado a sus clases como instrumento pedagógico.

El ajedrez es una asignatura más en este curso en colegio Highlands de Alcalá de Guadaíra, una disciplina que además tiene la capacidad de mejorar la comprensión y el rendimiento de todas las demás. Una enseñanza transversal que despierta capacidades más que útiles en la mente de los estudiantes.

La Escuela Sevillana de Ajedrez organiza un programa educativo alrededor de los tableros de ajedrez con una gama de actividades diversa que evolucionan de forma progresiva y que se adaptan a los distintos cursos. Alcalá es uno de los municipios en los que esta escuela de ajedrez desarrolla sus actividades en este curso. En total más de 160 centro en 37 localidades de la provincia.

Los alumnos que participan en el programa, que se ofrece como actividad extraescolar, logran adquirir los conocimientos necesarios para poder jugar una partida. La traslación de este conocimiento a su vida es la capacidad de analizar cualquier situación con un razonamiento lógico.

El objetivo final es que los alumnos sean capaces de pensar de forma creativa para crear nuevas jugadas en el tablero. Una enseñanza que luego puede trasladarse a la vida y a la adopción de decisiones en cualquier materia.

Se trata por ello, según explican desde la Escuela de Ajedrez de un juego que puede convertirse en un instrumento pedagógico no convencional que funciona como apoyo a la labor docente para enriquecer al niño con nuevos mecanismos de pensamiento.

Los beneficios son evidentes en el aprendizaje del niño. Mejora su capacidad de atención y concentración, también el razonamiento y lógico y la memoria. Ya el hecho de aprender a estar en silencio pensando resulta útil a la hora de crear hábitos de estudio. También se mejora capacidades como las de cálculo, análisis y síntesis; se mejora la percepción, la discriminación, la creatividad, la imaginación y la intuición; se trabaja la orientación espacio tiempo y se mejora la expresión verbal.

En materia de valores, explican los promotores de la iniciativa, el ajedrez también puede realizar su aportación al ayudar a desterrar contravalores como la agresividad, la intolerancia, la indiferencia, la hostilidad, el individualismo o la irreflexión.

Fuente:http://sevilla.abc.es/provincia/alcala-de-guadaira/sevi-ajedrez-asignatura-mejora-todas-demas-201612150728_noticia.html?ns_campaign=gs_ms&ns_linkname=boton&ns_source=tw&ns_mchannel=abcdesevilla-es

Imagen: sevilla.abc.es/media/2016/12/14/s/ajedrez-2–620×349.jpg

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El Congreso insta a Rajoy a regular los deberes

Eauropa/España/21 de diciembre de 2016/Fuente: el mundo

El Congreso de los Diputados ha entrado también en la polémica sobre los deberes. La Comisión de Educación de la Cámara Baja debatirá hoy una proposición no de ley presentada por el PSOE en la que se insta al Gobierno a regular las tareas escolares en la nueva ley educativa que sustituirá a la Lomce.

El texto, al que ha tenido acceso EL MUNDO, reclama al Ejecutivo que adopte las medidas necesarias para «reconocer el derecho a disponer de forma efectiva del tiempo libre del niño o la niña» y «garantizar que las tareas respeten el tiempo y las necesidades» de los estudiantes.

Para ello, propone crear una mesa de trabajo mixta entre el Consejo Escolar del Estado y la Conferencia Sectorial de Educación, de la que formen parte expertos, docentes y padres, con el fin de «consensuar una postura» sobre la finalidad de los deberes, el tiempo de dedicación, el tipo de tareas o el papel de las familias.

«En los últimos años se ha notado un incremento en las tareas escolares. No se trata de prohibirlos, ni mucho menos, sino que haya una racionalización y una coordinación entre los equipos directivos. Queremos que también estén recogidos en el pacto de Estado», explica Mª Luz Martínez Seijo, portavoz adjunta de Educación del Grupo Socialista.

La proposición no de ley saldrá adelante porque contará con los votos a favor de, al menos, Ciudadanos y Unidos Podemos, tal y como confirman los diputados Javier Sánchez, de la formación ‘morada’, y Marta Martín, del partido ‘naranja’.

Martín coincide con Martínez Seijo en que en el pacto educativo deben abordarse los deberes, «pero también los calendarios y los tiempos escolares». «Es un tema que se debe debatir con calma, con expertos, con evidencias, aunque no somos partidarios de ponerlo en la ley».

El PP ha presentado una enmienda a la iniciativa socialista, pero su idea es «alcanzar «un texto consensuado». «Nuestra enmienda tiene un carácter positivo, queremos recalcar la idea de que la clave es confiar en la autonomía pedagógica del profesorado«, señala la diputada ‘popular’ Sandra Moneo.

El Gobierno español no es muy partidario de intervenir en este asunto porque considera que los deberes forman parte de la autonomía de los centros, aunque el ministro Íñigo Méndez de Vigo está abierto a hacer una reflexión sobre el tema.

Esta reflexión ya se ha realizado a nivel autonómico -los parlamentos regionales de la Comunidad de Madrid, Cantabria, Murcia o Canarias han aprobado ya recomendaciones en este sentido-, pero es la primera vez que el Congreso se pone a hablar sobre la tarea que llevan a casa los niños españoles.

Ciudadanos fue el primer partido en abrir este debate en las Cortes, al presentar el pasado octubre otra proposición no de ley pidiendo un marco regulador sobre los deberes, pero la iniciativa del PSOE finalmente se analizará primero. En ella se pide también al Gobierno que promueva un acuerdo con las comunidades autónomas «para incorporar la enseñanza de técnicas y hábitos de estudio y fomentar que, en caso de realizar actividades fuera del aula, el trabajo del alumno busque adquirir habilidades útiles a lo largo de su vida».

El objetivo final es que las conclusiones alcanzadas «queden recogidas en una nueva ley de educación y salvaguarden el efectivo derecho del niño a disfrutar del tiempo libre».

Fuente: http://www.elmundo.es/sociedad/2016/12/14/58504f85468aeb90368b4684.html

Imagen: e04-elmundo.uecdn.es/assets/multimedia/imagenes/2016/12/13/14816586876846.jpg

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Enseñanza y poder político.

Se ha casi erradicado el analfabetismo absoluto, pero se han llenado las aulas de analfabetos funcionales.

Por: Rafael Sanchez Saus.

Hace ya algunos años, un amigo sevillano y catedrático en la Universidad de León me advirtió del nivel que progresivamente iba alcanzando la enseñanza en aquella comunidad autónoma. El contraste con lo que sucedía en Andalucía le alarmaba. Ya sabemos el resultado de esa diferencia: mientras Castilla y León encabeza el ranking nacional y -¡atención!- sitúa sus resultados entre los ocho mejores del mundo según el informe PISA, Andalucía se despeña al último lugar y agranda su brecha educativa con el resto de España y con los países mejor situados. Los efectos a largo plazo sobre la formación técnica y humana de los andaluces, y sobre el tejido productivo de la región, de este continuado fracaso sólo pueden calificarse como desastrosos. Pero, ¿cree alguien que la Junta tiene el menor propósito de corregir sus errores?; ¿ que sus mandamases intentarán aprender algo de la experiencia castellana? Es increíble que esta sociedad asuma con total resignación lo que ese empecinamiento implica.

Si recordamos cuáles han sido las grandes preocupaciones de la Junta de Andalucía en relación con la enseñanza a lo largo del inacabable mandato socialista, encontramos las claves del desastre. Más allá del exitoso empeño en la generalización de los estudios primarios -un proceso que se encontraba ya en pleno desarrollo cuando el PSOE se hizo con el poder y que no marca ninguna diferencia con cualquier otra comunidad-, todo ha girado en torno a la consecución del control total del sistema educativo por parte del poder y sus auxiliares, desde sindicatos a asociaciones de padres afines, para la imposición de visiones ideológicas y métodos pedagógicos que han arruinado a la escuela andaluza. Se ha casi erradicado el analfabetismo absoluto, pero se han llenado las aulas, incluso las universitarias, de analfabetos funcionales, incapaces de entender un texto de mínima dificultad. Eso, sumado al rebajamiento de la profesión docente, algo de lo que han sido principales responsables los propios maestros y profesores, incapaces a menudo de deslindar su papel en clase de sus actitudes y estilos de vida privados, nos obliga al pesimismo sobre el futuro. Lo que estamos pagando, y seguiremos pagando, es el precio de la degradación de la enseñanza al servicio de las ideologías dominantes y del poder político en medio de la completa indiferencia social.

Fuente: http://www.malagahoy.es/opinion/articulos/Ensenanza-poder-politico_0_1090691159.html

Imagen: http://www.lifeder.com/wp-content/uploads/2016/02/h%C3%A1bito-de-lectura.jpg

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¡Es la educación, idiota!

Dado el desarrollo acelerado que está adquiriendo el saber en todas sus ramas, la primera lección de todo alumno es aprender a aprender, ya que tendrá que seguir aprendiendo a lo largo de toda su vida profesional. Algo que no se nos da bien a los españoles, que creemos saberlo todo sin haberlo estudiado, como demuestro en este sermón. Aunque lo he visto y vivido.

Por: Jose Maria Carrascal.

Si Adam Smith hubiese escrito hoy su «Investigación sobre la naturaleza y causas de la riqueza de las naciones», libro clásico sobre la materia, se habría dejado del trabajo, mercado, precios, salarios y capital, para reducirlo a educación. Pues que la educación, «desarrollo de la capacidad intelectual» según el diccionario, es la base del progreso material y espiritual de una persona, que repercute en el de su país, no ofrece dudas. Los ejemplos son tantos y tan variados, desde los «tigres asiáticos» a Finlandia, que ningún analista, no importa su tendencia ideológica, podrá negarlo. La mejor inversión es la educativa. Clinton gritaría hoy al ayudante que le venía con la gaita de la política: «¡Es la educación, idiota!».

De ahí que el último informe PISA, que por primera vez nos pone por encima de la media de la OCDE, haya que saludarlo con el cauteloso optimismo con que hay que saludar hoy todas las evaluaciones. Parece que avanzamos, pero al mismo tiempo nos hace advertencias que no conviene ignorar. La primera, que el dogma progresista de que la educación depende de la inversión que se haga en ella es un camelo, como tantos suyos. Países con un presupuesto educativo muy inferior a otros que sacan mejores notas –nunca mejor usada la palabra– que ellos. Portugal es el mejor ejemplo. En España tenemos el mismo desequilibrio. Comunidades con pocos medios, como Castilla y León, figuran en cabeza, mientras otras, como el País Vasco, retroceden. Algo, o mucho, falla en nuestro sistema educativo para que no figuremos entre los países más dinámicos del planeta, excepto en turismo, nuestro petróleo, bendito sea. Pero el petróleo, como el turismo, tiene un tope, que no podrá sobrepasar –sobre todo cuando se estabilicen los países mediterráneos–, y entonces empezarán nuestras dificultades si no nos hemos procurado otras fuentes de riqueza, que no pueden venir sino de unas generaciones preparadas para enfrentarse a la situación cambiante de un mundo cada vez más complejo. Es lo que vienen intentando los gobiernos españoles desde aquel plan de Villar Palasí que quiso modernizar la enseñanza española empalmando enseñanza básica y bachillerato, y dividiendo este. Un esfuerzo que continuaron los siguientes gobiernos con sucesivas reformas, hasta ocho en la democracia. Sin lograrlo. ¿Por qué? La principal razón es que, más que educar, se intentó adoctrinar, algo muy distinto. Educar es ensanchar la mente. Adoctrinar, jibarizarla a un espacio intelectual limitado. Y cada gobierno intentó con su nueva ley educativa ahormar la mente de los alumnos a su doctrina. O sea, hacerlos futuros votantes suyos. Lo que lleva a descuidar la educación propiamente dicha.

Pero, aparte de este fallo básico, hay otros de orden técnico que condenaron los intentos, por más dinero que se invirtiera. El primero fue centrar la educación en el alumno. Cuando lo más importante en ella es el educador, el maestro, el profesor, el catedrático, el pedagogo, descuidado por completo. Si falla, el entero sistema se viene abajo. Que es lo que ha ocurrido. No me refiero al sueldo, aunque es importante que tengan una retribución justa por su labor, una de las más trabajosas en el mercado, sino a su dignidad profesional, que conlleva una autoridad de la que se les ha ido desposeyendo. La aparición de consejos de padres y de alumnos está bien. Siempre que no interfieran en el estatus del profesor, responsable de la clase. Naturalmente, debe de ser digno del mismo y estar capacitado para ello. Hablamos de la piedra angular de la enseñanza: si no hay buenos profesores, no habrá buenos alumnos. Por buenos profesores hay que entender no que sepan mucho, sino que sepan enseñar. Iría más lejos: que sepan inculcar en los alumnos el interés, el amor, la pasión por lo que les enseñan. Todos hemos conocido a esos docentes, y los que no los conocieron se han perdido uno de los capítulos más hermosos y fascinantes de esta vida. Aquellos maestros y maestras que supieron despertar en nosotros la curiosidad por saber más de lo que explicaban, orientándonos en uno u otro camino. Como hace muchísimo tiempo que dejé las aulas, no puedo decir lo que ocurre hoy en ellas, pero tengo la impresión de que ese tipo de docente ha ido desapareciendo, una mala noticia para los alumnos y para el país.

Otro error capital ha sido la casi desaparición de la enseñanza media, reducida a un par de cursos. Cuando es la clave no solo del conocimiento general de los alumnos, al abrirles los horizontes de las ciencias y de las letras, sino también por coincidir con los años en los que el niño o niña conforma su carácter, al tiempo que obtiene conocimientos. El progresivo adelgazamiento del bachillerato ha ido paralelo a la falta de interés de los alumnos por lo que aprenden, cada vez más dirigido a «pasar curso» y a las «carreras con más salidas», sin preocuparse de ahondar en las materias, que trae el verdadero conocimiento de las mismas.

En cuanto a los «deberes», ¿qué voy a decirles? Ya la palabra «deber» causa rechazo en la infancia y sospecha en la adolescencia. Si algo se hace por obligación, poco va a durar en la mente. Para que dure tenemos que haberlo buscado, gustado, deseado, no impuesto. Con exámenes y reválidas, algo parecido. Se necesitan para que el alumno sepa lo que le gusta y lo que no, para lo que sirve y para lo que no sirve. No se trata de establecer diferencias, sino de reconocer las diferencias ya existentes. De ahí que la enseñanza general y la profesional deban ir paralelas para que el alumno descubra cuanto antes su vocación y aptitudes. Y si no las descubre él, tendrán que descubrirlas sus padres o su centro de estudio, como ocurre en Austria. En cuanto a los padres, una cosa importante y poco agradable: es comprensible que quieran lo mejor para sus hijos y prefieran echar la culpa de sus fallos a los profesores, en lo que, en un número de casos que no me atrevo a cuantificar, tendrán razón. Pero no hacen ningún favor a sus vástagos aceptando sus disculpas por las malas notas y yendo a reclamar. Primero, porque pueden estar equivocados. Luego, porque los están acostumbrando mal para la vida, donde la competencia es feroz. Lo que les ahorran ahora les pasará factura más tarde con intereses. Dos cosas más: la escuela no educará a sus hijos, son ellos quienes deben hacerlo, y la educación iguala las oportunidades; a dónde llega luego cada uno, dependerá de él o de ella.

Me quedan solo unas líneas para evaluar el acuerdo sobre el último plan de enseñanza que quiere reformarse por consenso antes de que entre en vigor. Me bastan, al adolecer de los fallos de los anteriores, sin corregir sus carencias, que acabo de enumerar. La principal: se pretende que sea correcta más política que educativamente. Con lo que seguiremos como estamos.

Por último: dado el desarrollo acelerado que está adquiriendo el saber en todas sus ramas, la primera lección de todo alumno es aprender a aprender, ya que tendrá que seguir aprendiendo a lo largo de toda su vida profesional. Algo que no se nos da bien a los españoles, que creemos saberlo todo sin haberlo estudiado, como demuestro en este sermón. Aunque lo he visto y vivido.

Fuente: http://www.abc.es/opinion/abci-educacion-idiota-201612150833_noticia.html

Imagen: http://www.abc.es/media/opinion/2016/12/15/Imagen%20Quay%20(106552010)-k3TH-U201757012796uFH-620×500@abc.jpg

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A menos niños, más pública.

Si no se reducen conciertos educativos innecesarios disminuirán las aulas públicas.

Por: Erika Sanz.

En cada proceso de escolarización para el curso siguiente se produce la misma constante: desciende la natalidad y, al haber menos población escolar, sobran aulas del primer curso de segundo ciclo de Educación Infantil –es decir, aulas de 3 años–; curso en el que empiezan los niños y niñas su primer año en un colegio.

Curso tras curso, vemos cómo se generan vacantes, plazas que sobran en determinadas zonas y subzonas de escolarización en la ciudad de Zaragoza, pero también en Huesca, Teruel y otras localidades. Por eso, cuantos menos niños, más necesaria es la priorización de la escuela pública. De manera concreta y sintética, es importante que entendamos que si no se reducen conciertos educativos innecesarios disminuirán las aulas públicas de muchos barrios con baja natalidad en los próximos años.

Un gobierno que defiende la educación pública es el que baja ratios y mejora las condiciones laborales del profesorado para que repercuta en la calidad educativa, pero también el que planifica pensando en la pervivencia de colegios públicos velando por el derecho a una educación pública para todos y todas en equidad, garante de la igualdad de oportunidades y de calidad. Porque esto también va de igualdad educativa en todos los colegios de Aragón: mientras los colegios públicos son inclusivos, ya que no ponen ningún filtro de entrada al alumnado, la gran mayoría de los centros privados (no todos) sí lo hacen a través de cuotas y copagos. No olvidemos que el Tribunal Superior de Justicia de Aragón ha dictaminado recientemente que el Gobierno de Aragón debe tomar medidas claras para erradicar la segregación escolar.

El próximo mes de enero comienza la renovación de los conciertos educativos para los próximos seis años, gracias a la LOMCE –antes era cada cuatro años–. Las necesidades de escolarización han cambiado, nuestros colegios públicos (y digo «nuestros» porque las instalaciones públicas, los edificios públicos, son recursos que pertenecen al pueblo) siguen siendo grandes y tienen mucha capacidad pero, sin una planificación educativa y una gestión de lo público que piense en ellos, se hacen pequeños y disminuyen primero aulas, luego vías y, donde antes teníamos un colegio de 450 alumnos, luego tenemos uno de 225. Y, finalmente, a medio plazo, puede llegar a plantearse el cierre del colegio.

Por tanto, si apostamos por un modelo de educación pública, gratuita y de calidad, es de sentido común que Mayte Pérez, Consejera de Educación, Cultura y Deporte, planifique la continuidad de los colegios públicos, teniendo en cuenta la proyección educativa y social que tienen nuestros barrios y nuestros municipios, para garantizar la vertebración del territorio y la cohesión social, al fin y al cabo. Y se puede. La normativa que regula los conciertos educativos es clara al respecto. Si los colegios privados no atienden a necesidades de escolarización, no deben tener concierto educativo.

Es muy importante entender que la oferta educativa la diseña el Departamento de Educación, Cultura y Deporte y sobre ella las madres y padres eligen centro. En ningún caso, por tanto, ponemos en cuestión esta libertad de los padres. Además, siempre nos referimos a aulas de 3 años, de niños y niñas que van a empezar el colegio, respetando las ratios de cada zona y localidad, de modo que todos y todas se puedan matricular en su entorno. En ningún momento estaríamos hablando de suprimir todas las aulas de niños de 3 años de todos los colegios concertados. De lo que hablamos es de acotar, de forma controlada y bien estudiada, los conciertos en aquellos barrios y municipios donde ha bajado la natalidad y los colegios públicos tienen la suficiente capacidad para asumir las plazas escolares. La información para realizar esta planificación nos la da el proceso de escolarización cada curso y la consejera sabe perfectamente que para que pervivan colegios públicos tienen que reducirse algunos conciertos educativos con centros privados. En su mano está el contemplar esta cuestión en la planificación educativa: prescindir de aulas públicas o de conciertos educativos innecesarios, es su decisión. Este es el momento, y no otro, la ventana de oportunidad que tiene el PSOE para revertir la situación.

Fuente: http://www.elperiodicodearagon.com/noticias/opinion/menos-ninos-mas-publica_1166825.html

Imagen: http://www.zetaestaticos.com/aragon/img/noticias/1/166/1166825_1.jpg

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Las matemáticas se convierten en uno de los retos de la educación.

Las estadísticas de la Consejería de Educación desvelan que los aprobados rondan el 80%. Los profesores consideran que es más necesario contextualizar que aprender contenidos.

Por: Pilar L Carmona.

Las matemáticas son uno de los pesos pesados de la etapa escolar, una verdadera montaña de cifras, signos y ecuaciones, que no siempre resulta sencilla de escalar para todos los niños y niñas por igual.

Así se desprende del informe Pisa correspondiente al año 2015, cuyos resultados en Andalucía han reflejado un incremento de dos puntos en comprensión lectura respecto a la puntuación obtenida en la evaluación de 2012, mientras que en matemáticas y ciencias se ha producido una bajada de 6 y 13 puntos, respectivamente. En una escala de 500 puntos, Andalucía alcanza la puntuación de 466 puntos en matemáticas, una cifra que en todo el país, tan solo supera canarias, dejando a los niños y niñas andaluces en la penúltima posición con respecto a esta materia.

La Consejería de Educación ha recibido con sorpresa los resultados obtenidos. No obstante, ha advertido que para la muestra de estudio de evaluación del alumnado andaluz, la OCDE ha seleccionado 54 centros con el índice socio económico más bajo de todos los que han participado en el informe.

Por su parte, Francisco España, asesor en el ámbito Científico-Tecnológico del CEP de Córdoba, defiende que, a pesar de no ser un buen resultado, no es sorprendente «si se comparan el tipo de preguntas que se formulan en el Pisa con el enfoque que le damos a las matemáticas en nuestros centros», argumentando que en los centros escolares cordobeses se centran el dominio de contenidos, mientras que el informe Pisa se enfoca más a preguntas conceptuales contextualizadas.

Carmen Galán, profesora de matemáticas en el IES Averroes, considera que para cambiar esta situación es necesario una disminución del ratio en las clases, contar con más profesorado de apoyo y más eficiencia a la hora de gestionar los recursos. Por su parte, Francisco España considera fundamental cambiar el enfoque actual potenciando la estadística y la probabilidad, «básicas para entender la sociedad y el mundo en que vivimos», además de trabajar y valorar la reflexión, el razonamiento, la investigación y el análisis de resultados por encima del conocimiento de un contenido concreto.

Tanto Galán como España coinciden en que uno de los factores más importantes que provoca el rechazo hacia esta asignatura es su carácter continuista, que provoca que si no se asientan bien los conceptos de cada nivel, las dificultades se van acentuando cada vez más. Así, también destaca el nivel de abstracción, que hace que los chicos y chicas no le vean un reflejo directo en su experiencia, o la densidad de contenidos que se trabajan y la profundidad con la que se hacen, temarios que en opinión de Carmen Galán «son inabarcables en muchos cursos. El nuevo temario de 2º de Bachillerato es sencillamente imposible. Además, se han hecho sin contar con la opinión del profesorado de matemáticas».

DATOS// En las estadísticas de resultados académicos de la Consejería, cuyo último estudio corresponde al curso 2013-2014, se observa que el porcentaje de aprobados en Córdoba en Primaria no baja del 84%, mientras que en educación Secundaria es el 70,24% en 1ºESO, el 75,04% en 2ºESO, el 81,96% en 3ºESO y el 84,84% en 4ºESO. En Bachillerato los resultados no son muy distintos. De los seis niveles, en los más altos de cada etapa, se supera el 80% de aprobados.

Fuente: http://www.diariocordoba.com/noticias/educacion/matematicas-convierten-uno-retos-educacion_1106240.html

Imagen: http://zetaestaticos.com/cordoba/img/noticias/1/106/1106240_1.jpg

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Informe PISA y pacto educativo

Por: Alfredo Pérez Rubalcaba

Impulsar la enseñanza entre los 0 y los 3 años, reforzar la formación permanente del profesorado o facilitar a centros y docentes la atención de la diversidad de los alumnos sería más útil que abordar grandes reformas estructurales.

 

La celebración del aniversario de nuestra Constitución ha coincidido con la publicación de los resultados de un nuevo informe PISA. Naturalmente la exuberancia numérica de los datos de la OCDE ha barrido de las portadas de los periódicos a las noticias de la posible y, para mí, deseable reforma de nuestra Carta Magna. PISA es un auténtico festival, la madre de todas las clasificaciones. Permite comparaciones infinitas: entre países, entre materias, entre comunidades autónomas. Y, una vez más, despreciando la lógica estadística más elemental, los números, que se utilizan cual si fueran los resultados del concurso de Eurovisión o de la Liga de fútbol, han permitido sentenciar si España sube, baja o se estanca, clasificar países, ordenar a nuestras comunidades autónomas. Sin reparar en muchos casos en que, tal y como el propio informe PISA se encarga de resaltar, subidas o bajadas de unos pocos puntos no son estadísticamente significativas.

Y como viene siendo habitual, en esta bacanal estadística no han faltado los responsables educativos que, intentando arrimar el ascua a su sardina, han relacionado este informe PISA a los cambios educativos impulsados por ellos, eso sí, evitando escrupulosamente aclarar que los alumnos objeto del informe que se acaba de hacer público han estudiado con las leyes educativas anteriores a la LOMCE.

En fin, lo que realmente concluye este nuevo estudio es que, puesto arriba puesto abajo, nuestro país sigue ahí, en el que podríamos llamar el “pelotón de la OCDE”, que como siempre encabeza Finlandia. Estamos ahí, en el centro de ese pelotón, por debajo del que forman los países asiáticos y por encima de aquél en el que se integran la mayoría de los países iberoamericanos. Junto a países como Francia, Suecia, Italia o Estados Unidos, por poner algunos ejemplos. Con pequeñas oscilaciones, entre las cuales quizá la más relevante sea la mejora en la comprensión lectora (35 puntos desde 2006), estamos donde estábamos desde el primer informe PISA en el año 2000. Sin que los avatares de nuestro sistema educativo hayan introducido modificaciones significativas en nuestras calificaciones, por ejemplo, la incorporación, fundamentalmente en la escuela pública, de un porcentaje relevante de hijos de inmigrantes ya comenzada su escolarización; una integración compleja desde el punto de vista educativo.

Nuestro país sigue más o menos donde estaba: en el centro del “pelotón de la OCDE”

Las críticas hacia los informes PISA han ido extendiéndose en los últimos tiempos. Objeciones que tienen una base conceptual, pero que también se refieren a la propia metodología utilizada para hacerlos, y, sobre todo, a la abusiva y acientífica utilización que de sus datos se viene haciendo, una vez publicados. Pese a ello, como toda evaluación de diagnóstico del sistema educativo —no confundir con reválidas—, el informe permite extraer algunas conclusiones útiles. Desde luego, para un país como España, que va a buscar en los próximos meses un pacto educativo. O por ser más preciso, un nuevo pacto que esta vez incluya al PP, que es el único partido que no ha estado en ninguno de los que el resto de las formaciones políticas ha alcanzado en nuestra historia reciente.

Una de estas conclusiones merece ser destacada porque, además, aparece reiteradamente en todos los informes PISA: la diferencia de resultados entre nuestras comunidades autónomas. Que divide nuestro mapa educativo aunque no exactamente como se ha escrito, un norte y un sur, porque entre las comunidades con resultados por debajo de la media aparecen Baleares, Murcia y, por primera vez en este último informe PISA, el País Vasco. Como acabo de apuntar, no es una novedad en los datos de la OCDE. Se viene reproduciendo desde el primer informe en el que participaron nuestras comunidades. Ni es exclusivo de nuestro país. De hecho, hay países como Italia en los que esas diferencias territoriales son más importantes. Esta disparidad se reproduce también en otros indicadores como, por ejemplo, el denominado abandono escolar temprano, que se utiliza profusamente en nuestros medios de comunicación y que establece una clasificación entre nuestras comunidades muy similar. Por cierto, ese abandono temprano viene descendiendo de forma sistemática desde que comenzó la crisis económica. La razón principal, no la única, es fácil de comprender: desaparecida con el fin de la burbuja inmobiliaria la oferta laboral abundante, auténtica “atracción fatal” para muchos jóvenes españoles al cumplir los 16 años, el porcentaje de jóvenes que continúa estudiando después de esa edad ha ido creciendo en España, lo que nos ha permitido corregir poco a poco nuestras alarmantes tasas de abandono, cuyo origen era más laboral que educativo.

Con idéntica legislación básica, los resultados en las distintas Comunidades Autónomas son diferentes

En definitiva, en este informe PISA aparecen comunidades autónomas con resultados que les sitúan en cabeza de lo que he denominado “pelotón OCDE”, mientras que otras están en la cola. Con las mismas leyes estatales y, por tanto, idéntica ordenación del sistema educativo: la establecida por la LOGSE, que no se modificó en lo sustantivo en la LOE. Y eso es lo relevante: con idéntica legislación básica los resultados en las distintas comunidades son muy distintos. En todos los informes PISA realizados. Los propios expertos de la OCDE se adentran en la explicación de estas diferencias, y apuntan a variables como la historia educativa de cada región, más concretamente, a la formación de los progenitores; o al nivel de desarrollo y la estructura socioeconómica, a los que ya he hecho referencia. Conclusión: a lo mejor nuestros problemas educativos no deben abordarse con grandes reformas estructurales y sus correspondientes modificaciones legislativas, léase de la ordenación académica, sino con medidas de “ingeniería educativa fragmentaria”, por recurrir a Karl Popper. Impulsando la educación entre los cero y los tres años, poniendo en marcha un MIR educativo y reforzando la formación permanente del profesorado o facilitando a centros y docentes la atención de la diversidad de los alumnos, por ejemplo.

Los cambios educativos son lentos. Entre otras cosas porque, según acabo de apuntar, en ellos influyen factores que, como la formación del conjunto de la población, son muy difíciles de alterar. Por eso no es de extrañar que los sucesivos informes PISA, también el que conocimos ayer, reflejen una situación relativa de los sistemas educativos del mundo con pocas variaciones, y en la que España nunca ha salido mal parada. Ni muchísimo menos. Necesitamos mejorar, sin duda, y quizá esta legislatura nos permita sentar las bases para hacerlo. Pero el punto de partida no es malo. La desaparición de las reválidas de la LOMCE, y la unificación de los títulos al final de la educación de la secundaria obligatoria, que el Gobierno no ha tenido más remedio que admitir, allanan el camino hacia un pacto educativo en España. Un gran pacto que, como he dicho, en varias ocasiones, tiene que partir de un diagnóstico compartido. Para ello, puede servir de ayuda una lectura sosegada y correcta de este informe PISA.

Fuente: http://elpais.com/elpais/2016/12/07/opinion/1481135502_976416.html

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