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La historia de cómo España redujo la jornada laboral a 40 horas semanales

 

Por Laura Olías

«La patronal puso el grito en el cielo»

La última vez que se modificó la jornada de trabajo máxima en España fue hace 40 años. En 1982, Felipe González se hizo con la presidencia del Gobierno, el primer gobierno de izquierdas posterior a la dictadura franquista. Una de sus promesas electorales más populares era el recorte de la jornada a las 40 horas semanales, “reivindicación histórica del movimiento obrero y de la izquierda”, recuerda Joaquín Almunia, el ministro de Trabajo en aquel momento. La ley levantó a los empresarios, que pusieron “el grito en el cielo”, pero también acabó siendo motivo de “mucha bronca” con los sindicatos y “el inicio de la ruptura de UGT con el PSOE”, coinciden varios actores de la época.

 

Al igual que Sumar incluyó el recorte de la jornada laboral como una de sus medidas estrellas en la pasada campaña electoral, el PSOE de Felipe González hizo lo propio hace cuatro décadas, de cara a los comicios generales de octubre de 1982, que dieron a los socialistas una amplísima mayoría absoluta, con 202 diputados.

 

Además de la creación de 800.000 puestos de trabajo, los socialistas enarbolaron la bandera sindical de la jornada de 40 horas semanales, sin reducción de salario, para ser aprobada en el primer año de mandato, y la ampliación de las vacaciones a 30 días naturales. Con el Estatuto de los Trabajadores recién aprobado dos años antes, en 1980, las vacaciones eran entonces de 23 días naturales y la jornada “de trabajo efectivo” podía alcanzar las 43 horas semanales si era partida (con una hora de descanso diaria como mínimo) y de 42 horas semanales si era continuada.

 

“Habíamos conocido las jornadas de 48 horas a la semana hacía poco, estuvo vigente hasta el año 1976”, cuando se redujo a 44 horas semanales, destaca el catedrático de Derecho del Trabajo, Eduardo Rojo. Así, en apenas seis años las normas laborales habían reducido notablemente las horas legales de trabajo. “Fue muy relevante, algo histórico”, recuerda Rojo.

 

A finales de diciembre de 1982, menos de un mes después de la toma de posesión del gobierno socialista, el Consejo de Ministros aprobó la jornada laboral de 40 horas semanales para que fuera tramitada en las Cortes y que entrara en vigor a mediados del año siguiente. El ministro Almunia presentó ante la prensa la reducción de la jornada máxima como una reivindicación “ampliamente sentida” por la sociedad, que alcanzaba a cuatro millones y medio de trabajadores, y subrayó que la medida acercaba a España “a los niveles europeos”.

 

La CEOE en rebeldía y una coma fantasma

En la misma rueda de prensa de diciembre del 82, los ministros socialistas ya tuvieron que responder a las críticas de la patronal CEOE, y en concreto las de la banca, que se revolvieron en contra de la medida desde un inicio. Los empresarios defendieron que, en caso de reducirse la jornada, esta disminución tendría que tener una repercusión en los salarios. “La filosofía de la CEOE en este sentido es que si los asalariados trabajan menos, cobren menos, para que así colaboren en el sacrificio que se pide a todos para crear empleos”, recogía ABC en esos días.

 

 

Con argumentos similares a las críticas actuales de la patronal al acuerdo de gobierno de PSOE y Sumar para reducir la jornada a las 37 horas y media, como el aumento de costes, la afectación al empleo y la vulneración de la negociación colectiva, entonces el tono de las organizaciones empresariales era “más duro”, considera Joaquín Almunia en conversación con elDiario.es.

 

“La CEOE tuvo ya un tono intolerable en la campaña electoral y le costó digerir los resultados de las elecciones”, apunta Almunia. Dado que tenían una mayoría muy holgada, el Ejecutivo de Felipe González inició su hoja de ruta en seguida, lo que “no sentó nada bien” a la patronal, dirigida por su presidente Carlos Ferrer Salat, “más dialogante”, pero con José María Cuevas como secretario general, “que tenía un tono más agrio”, valora el entonces ministro de Trabajo.

 

A días de aplicarse la medida, José María Cuevas declaró la insumisión a la nueva norma ante los medios: “La CEOE no acepta la entrada en vigor del decreto que fija en 40 horas semanales la jornada de trabajo”, ya que consideraba que iba en contra del Acuerdo Interconfederal de 1983. La patronal anunció la denuncia de “la mayoría de los convenios firmados”, que dio lugar a una batalla judicial sobre la interpretación y aplicación de la norma con “muchos conflictos colectivos”, recuerda Enrique Lillo, abogado laboralista de CCOO.

 

Por un lado, los tribunales dieron la razón a los sindicatos en que la norma tenía una aplicación inmediata, ya desde julio de 1983, independientemente de que los convenios se hubiesen pactado previamente, algo que confirmó el Constitucional en 1990. Por otro lado, la justicia falló a favor de los empresarios en la posibilidad de la distribución irregular del horario dentro de la jornada anual, lo que permitía superar algunas semanas el límite de 40 horas en favor de otras más cortas, según la actividad de la empresa.

 

“De algo malo, la reducción de la jornada, conseguimos un efecto bueno, pactar la jornada anual, globalizar la jornada. Provocó una gran conmoción en Europa, recuerdo perfectamente la carta de la patronal alemana felicitándonos”, explica Fabián Márquez, presidente de Arinsa y negociador durante años de la patronal. “Fueron meses de mucha tensión y negociación”, recuerda, ya que muchas empresas mantenían jornadas que superaban el nuevo límite legal. “Entonces los bancos abrían los sábados”, responde Márquez sobre el porqué de tanta hostilidad del sector financiero.

 

Joaquín Almunia relata una “anécdota” que da cuenta de la tensión en la tramitación parlamentaria de la medida. “Había una coma que se movía en el texto y cambiaba el sentido en contra de la voluntad del legislador. Cuando salió el texto de la ponencia, se lo dije a los letrados de las Cortes y se corrigió, pero después el texto volvía a tener la coma”, sostiene el socialista. “Nunca lo pude probar, pero creo que había alguien de CEOE detrás”, añade Almunia. ABC da cuenta en una información del 23 de julio de esta coma fantasma, con la que se indica que la patronal había hecho su interpretación sobre la aplicación de la ley.

 

Conflicto sindical y ‘divorcio’ con UGT

Sin embargo, las discusiones no se limitaron al lado de los empresarios. Desde su anuncio en diciembre de 1982, “la tramitación de la norma estuvo marcada por las incidencias”, explica Agustín Moreno, entonces secretario de Acción Sindical de CCOO, más tarde dedicado a la enseñanza y a la política (ex diputado regional de Unidas Podemos en Madrid).

 

Más allá de la coma fantasma que favorecía a la CEOE, los sindicatos mayoritarios lanzaron duras críticas contra el Gobierno cuando este publicó una instrucción sobre cómo debía aplicarse el límite de 40 horas a la semana en lo que quedaba de año, con un cómputo que reflejaba más horas que las que anotaban los sindicatos. Las centrales sindicales acusaron directamente al Ejecutivo de Felipe González de plegarse a la CEOE y desvirtuar “plenamente el contenido de la ley”, apuntaba CCOO a los medios de la época.

 

La disputa fue especialmente relevante en el caso de UGT, por la unión histórica existente con el PSOE, que se rompería pocos años después. Nicolás Redondo, entonces líder del sindicato, tuvo un “enorme cabreo” con la actuación del Gobierno socialista sobre la aplicación de las 40 horas de jornada, sostiene Fernando Luján, actual vicesecretario general de Política Sindical de UGT. “Por aquel entonces, Nicolás ya acuñó la frase que luego repetiría ‘no hay más radical que un moderado engañado’. Empezó ahí su divorcio con Felipe González”, explica Luján.

 

Agustín Moreno coincide, de su amistad de años y conversaciones con Redondo (fallecido hace unos meses), en que el encontronazo sobre la jornada de 40 horas a la semana fue “el principio de la ruptura histórica del PSOE y UGT”, cuando se “rompió una confianza” que se resquebrajaría después con más conflictos, como el proceso de reindustrialización, la reforma de pensiones y el plan de empleo juvenil que dio lugar a la gran huelga del 14-D de 1988, entre otros.

 

“Creo que muy rápidamente el PSOE tomó consciencia de que no quería enfrentarse tanto a la patronal”, valora Moreno, que destaca que la flexibilidad permitida impedía el espíritu de reparto del trabajo que defendían los sindicatos con las 40 horas bajo el lema ‘Trabajar menos para trabajar todos’.

 

Joaquín Almunia sigue defendiendo que “había que graduar” la aplicación de la medida, por lo que reconoce que discutió mucho con los sindicatos. El entonces responsable del Ministerio de Trabajo advierte de la difícil situación del mercado laboral de la época, con altos niveles de paro y una economía afectada por varias crisis, entre ellas inflacionistas, que los socialistas heredaron del anterior gobierno. “Había que ser cuidadosos con los efectos no deseados”, considera.

 

Fabián Márquez, negociador con la patronal, cree que “Almunia fue consciente de la repercusión que iba a tener eso en las empresas, en el país”. Advierte de que, aunque muchos sectores ya tenían jornadas pactadas en este sentido, otras actividades no y tenían que adaptarse al cambio. “Como ocurre ahora, no todas podrán hacerlo”, sostiene Márquez, que señala en especial a los sectores de hostelería y comercio y a las pequeñas empresas.

 

En la parte trabajadora, consideran que la “sobreactuación” de los empresarios en los 80 se está replicando en el presente, indica Fernando Luján, que pone el acento en que los pronósticos fatalistas de las patronales no se cumplieron hace cuarenta años ni lo harán ahora, cuando considera que la reducción de la jornada mejorará la productividad.

 

“Siempre lanzan mensajes catastrofistas y esto no hunde nada, como no lo ha hundido la reforma laboral ni el salario mínimo”, destaca también Enrique Lillo. Agustín Moreno defiende que el acuerdo de gobierno es “moderado” y recuerda que la reivindicación sindical se sitúa en las 35 horas a la semana, jornada que reguló Francia hace más de 20 años. “La jugada de la CEOE es poner pie en pared, impedir que se vaya a más, pero este debate debería seguir, no puede quedarse en las 37 horas y media”, sostiene.

 

Fuente: https://www.eldiario.es/economia/historia-espana-redujo-jornada-laboral-40-horas-semanales-patronal-puso-grito-cielo_1_10654791.html

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Entrevista a Bárbara Tardón: «Ninguna feminista está preparada para enfrentar la violencia que ha enfrentado el ministerio»

 

Entrevista a Barbara Tardón feminista, asesora y experta en violencias sexuales hacia las mujeres.

 

Asesora de la ministra de Igualdad del Gobierno de España, Irene Montero —de Podemos— en la legislatura que toca a su fin con el acuerdo de Gobierno entre PSOE y Sumar, Bárbara Tardón (Madrid, 1976) agota sus días en la calle Alcalá, donde tiene su sede esta institución, tras casi cuatro años de trabajo. Tardón fue antes asesora de la Secretaria de Estado de Igualdad, Soledad Murillo de la Vega —socialista—, y sabe de las críticas a las políticas de igualdad y al anterior Ministerio de Igualdad, el que lideró Bibiana Aído entre 2008 y 2010. Pero cree que lo que se ha vivido en el ministerio de Irene Montero, que la ministra ha señalado como “violencia política”, no tiene precedentes.

 

Cuando en España se empezó a hablar de violencias sexuales al hilo de las movilizaciones feministas que pusieron en el centro el “no es abuso, es violación”, que acabaría impulsando la Ley de garantía integral de la libertad sexual, ella ya estaba ahí: desde 2006 Tardón trabajaba con supervivientes de violencias sexuales y de esa experiencia dio el paso a los estudios académicos.

 

Ha investigado sobre violencia sexual para diferentes organizaciones e instituciones de Europa Occidental, Europa Oriental y Latinoamérica, entre ellas, Médicos del Mundo o Amnistía Internacional, organización donde dirigió la investigación Ya es hora de que me creas, publicado a finales de 2018, uno de los informes de referencia en España sobre la atención de las instituciones a la violencia sexual.

 

Cuando salga definitivamente del Ministerio de Igualdad, dice, piensa convertirse en activista de la ley del sí es sí, que defiende como una ley integral sin precedentes. Y descansar de varios años de vértigo. “No ha habido un día en donde el ministerio y el equipo ministerial y la ministra no fueran noticia en este país, lo cual es sintomático de lo que supone para el patriarcado y para toda esa estructura patriarcal el ministerio”.

 

En enero 2020 se crea el Ministerio de Igualdad de esta legislatura, que ha acompañado y promovido un amplio debate en torno a otras violencias machistas más allá de la violencia de género en pareja, y especialmente sobre violencias sexuales. Tu trayectoria en la investigación de las violencias machistas empieza antes. ¿De qué violencias se hablaba cuando empezaste a especializarte en violencia sexual?

Yo tengo 46 años y empecé a trabajar con 28 acompañando a las víctimas de violencia en pareja o expareja. Trabajaba en entidades del tercer sector y ONG. No entré directamente en la academia, sino que a raíz de toda mi experiencia laboral acompañando a mujeres, empecé a adentrarme en la investigación de la violencia sexual. En 2006 me contrató una entidad que trabajaba con las supervivientes de violencias sexuales y empecé a meterme. ¿Qué es lo que descubrí a raíz de eso? Pues que no solamente de manera teórica, sino en la realidad del día a día, nos encontrábamos con una desatención institucional hacia las supervivientes de violencias sexuales radical y absoluta. Pero, desgraciadamente, tengo que decir también que, al menos en el contexto español, y me atrevo a decir que en Occidente —no tanto en América Latina y quizás en Estados Unidos un poquito menos— las violencias sexuales contra las mujeres tampoco estaban dentro de la agenda, tanto política como social. Las violencias sexuales no eran centrales en ningún caso y el sujeto político por excelencia de las políticas públicas en materia de violencia contra las mujeres eran las víctimas supervivientes de violencia en pareja o expareja. Todo lo que tenía que ver con el deber del Estado y de las instituciones en la atención, en la reparación integral, se centraba solo en la violencia en pareja o expareja.

 

Poquito a poco, por distintas circunstancias, el movimiento feminista fue adentrándose en la visibilización de las violencias sexuales, fue incorporándolo en su agenda. Entiendo que también venía arrastrado por América Latina y por un MeToo norteamericano que no quiero dejar de recordar que viene de mucho antes de lo que podemos llegar a imaginar, y que fueron las mujeres racializadas norteamericanas las primeras que quisieron denunciar esas violencias sexuales estructurales.

 

Con ese bagaje profesional, decidí dar el paso y empecé en 2013 a investigar para mi tesis doctoral, que defendí en el año 2017, que es precisamente sobre la historia de las violencias sexuales y la desatención del Estado español a las violencias sexuales. A partir de 2016 esto coincide con el caso de la chica agredida sexualmente en Sanfermines y con todo el poder del movimiento feminista. Y creo que ahí juegan un rol fundamental muchas periodistas feministas que, por primera vez, empiezan a incluir en sus agendas, también comunicativas, las violencias sexuales. Porque si rastreamos en cómo se representaban los medios, las violencias sexuales estaban totalmente desatendidas también.

 

O estereotipadas…

Totalmente. Por eso, el trabajo de Nerea Barjola [Microfísica sexista del poder] para mí es la obra maestra de las violencias sexuales en el contexto de nuestro país, porque en nuestro país no teníamos una referente teórica que nos cambiara el paradigma. Y Nerea es eso. Y precisamente de lo que habla es de esa representación del terror sexual. Como decía, en 2016 diferentes vectores se aúnan para por fin situar en la agenda las violencias sexuales. Luego Amnistía Internacional me contrata para elaborar la investigación de Ya es hora de que me creas.

 

Cuando yo realicé mi investigación de violencias sexuales, no había ni informes teóricos del movimiento feminista. Acsur Las Segovias hizo uno estupendo, no quiero dejar de nombrarlo, pero el informe de Amnistía Ya es hora de que me creas cambia también en términos de incidencia política y de dar el toque a las instituciones. Poco a poco empieza esa fuente de obras que empiezan a hablar de la violencia sexual. Y el recorrido biográfico termina con una oportunidad en mi vida que es que primero me llama la secretaria de Estado, Soledad Murillo, en el Gobierno en funciones de Pedro Sánchez, y luego me llama la ministra para formar parte de su equipo, junto con otras compañeras, para tomar las riendas y por fin empezar a elaborar políticas públicas y relatos políticos que estén dirigidos a visibilizar las violencias sexuales y a acompañar a las supervivientes.

 

En el año 2018 el movimiento feminista toma las calles para decir “no es abuso, es violación”. ¿Qué pensabas entonces de ese lema?

El “nombrar para politizar” famoso de Celia Amorós era un paso fundamental que teníamos que dar como activistas, como feministas y como teóricas. Y la realidad es que “abuso” era una palabra insignificante para lo que son las violencias sexuales en las vidas de todas, en nuestra biografía. Cuando el movimiento feminista empieza a señalar que no es abuso y que es violación, creo que más allá de lo que implica nombrar, se produce un giro radical que en la representación cultural que marca un antes y un después también. Ya no nos conformamos con palabras nimias, estamos hablando de una agresión sexual, estamos hablando de violencias sexuales, estamos hablando de un continuo que nos atraviesa a todas las mujeres en nuestras biografías, en todo el planeta. Creo que esa conceptualización es clave también.

 

Estamos en 2023, ha pasado poco tiempo pero “no es abuso, es violación” ya no solo es un lema feminista sino el principio de una ley. ¿Qué impacto tiene eso?

El impacto que tiene es doble. En primer lugar porque podemos, desde la integralidad de una norma de estas características, no solamente trabajar para prevenir las violencias, las agresiones sexuales, las violaciones, sino que por primera vez vamos a penalizar también esas agresiones sexuales que se ejercen de manera constante y continua contra las mujeres. Eso implica reclamar una deuda histórica que es la justicia feminista para todas. Para mí eso es clave, que esté en una norma, que se visibilice, pero que hablemos también de ese derecho a la justicia feminista al que yo por lo menos no quiero renunciar.

 

Y que se penalice de una forma distinta no significa que las feministas estemos abogando como única salida por las medidas punitivas, ni mucho menos. Porque las penas tienen que ser proporcionales a un delito. Lo que estamos abogando es por un derecho del que nos han despojado a lo largo de los siglos, que es el derecho a la justicia y por el que vamos a seguir peleando muchas, a pesar de que la derecha, la ultraderecha o el negacionismo intenten robárnoslo.

 

Hay un debate interno dentro del feminismo, sobre si la ley es punitivista o si hay que rendirse al Código Penal para hacer justicia con las mujeres. ¿Qué piensas?

Creo que eso es de una gran ignorancia. Para empezar, porque es una ley integral y creo que quien centraliza el debate de la ley solo en el Código Penal es quien lo mantiene en el marco punitivista. Es una ley integral que tiene más de 60 artículos y habla de la prevención, de la sensibilización, del derecho histórico a la reparación integral de las víctimas, de la educación. Lo que viene es a paliar todo ese gran vacío histórico que existe para intentar enfrentar y para intentar erradicar las violencias sexuales. Cuando me hablan de que es punitivista y se centra en el Código Penal… pues me indigno un poco, tengo que reconocerlo, porque al final me temo que lo que estamos haciendo cuando catalogamos a esta ley como punitivista es agarrarnos precisamente al discurso más punitivista, que es focalizar en el cambio del Código Penal, que ni mucho menos es el espíritu de esta norma. Sabemos es que cada víctima es única y cada víctima tiene unos derechos, unas necesidades vitales y biográficas. Pero la mayoría de las supervivientes y de las víctimas lo que desean es el reconocimiento de la verdad y, por supuesto, reparar todos los derechos vulnerados de la mejor forma posible. Unas lo desean a través del Código Penal, otras a través de unos recursos de atención integrales como los centros de crisis 24 horas, y otras en sus espacios.

 

Si echamos un vistazo a cómo nuestro sistema judicial ha operado en ese derecho de las víctimas, nos damos cuenta también de que es es una indecencia lo que se encuentran las víctimas. En el informe de Amnistía Internacional, lo que nos dijeron la mayoría de las víctimas es que si llegan a saber lo que pasaría tras denunciar, no lo hubieran hecho. Eso es un mensaje evidente de cómo nuestro sistema judicial sigue operando desde unos marcos patriarcales y con enormes prejuicios, ejerciendo una violencia institucional que es inadmisible. Y ahora que estoy en el Gobierno como parte del equipo de este Ministerio de Igualdad, nuestro deber es impulsar políticas que intenten precisamente atenuar todo ese dolor. Es nuestra obligación atenuar el dolor de las víctimas que sí quieren esa justicia.

 

Existe el precedente del Ministerio de Igualdad del Gobierno de Zapatero, donde la cartera de Igualdad fue objeto de muchas críticas. Sabiendo lo que ocurrió entonces, ¿estabais preparadas para todo lo que ha pasado? ¿La reacción contra el Ministerio de Igualdad estaba en vuestros planes comunicativos y personales?

Voy a hablar por mí: ninguna feminista está preparada, ninguna, para enfrentar la violencia que el equipo del Ministerio ha enfrentado. El sufrimiento de estos cuatro años no lo voy a olvidar nunca, lo tengo clarísimo. Y la violencia extrema que han sufrido la ministra de Igualdad, la secretaria de Estado, la delegada del Gobierno y el resto del equipo es de una violencia indescriptible, inaudita en la historia de nuestra democracia.

 

Y lo más doloroso para mí de todo este proceso es que una parte del movimiento feminista se ha subido al carro de la violencia. Vengo del movimiento feminista, de una militancia de base. Ha sido dolorosísimo. La crítica no es dolorosa. La crítica unas veces nos gusta en lo personal, otras veces nos indigna, otras nos abre los ojos. No. Lo que es inaudito es que haya una parte, creo que pequeña, del movimiento feminista, que deliberadamente haya ejercido esa violencia. Creo que todavía tenemos mucho dolor. Voy a ser sincera: acarreo rabia encima y necesito que la rabia se me pase porque, si no, no puedo seguir siendo militante feminista.

 

De la misma forma, no voy a olvidar a las compañeras que nos han acompañado en el proceso y al feminismo que incluso siendo crítico con el Ministerio, porque no pasa nada (yo soy crítica con su propio equipo dentro del ministerio, no pensamos igual todas), han decidido no mirar a otro lado y sobre todo han decidido acompañarnos. Esas son las compañeras que ya están tatuadas en mi biografía y a algunas no las conozco, pero no se nos van a olvidar nunca.

 

Irene Montero nombró lo que ocurría como violencia política de forma más o menos reciente y llegó a haber cierto apoyo de otras políticas y políticos. Creo que fue importante, porque ha habido una parte de la legislatura donde se ha entendido como crítica legítima, como mucho se ha leído como troleo. Una vez que se ha nombrado como violencia política la reacción contra el ministerio, ¿ha cambiado algo?

La ministra y el equipo del ministerio han conseguido por primera vez hablar en nuestro país de violencia política contra las mujeres. No hay que olvidar que este tipo de violencia ya está reconocida en numerosas legislaciones de América Latina porque tiene una gran experiencia con sus defensores de derechos humanos y sus políticas como víctimas y supervivientes. Y también hay que recordar que en Europa hay países donde han asesinado también a políticas más bien de tiempo.

 

Entiendo que el reto futuro, porque la reacción patriarcal es cada vez más cruenta, va a ser incluir en nuestros marcos normativos y de políticas públicas la violencia política contra las mujeres. Porque creo que el avance que estamos dando es tan grande que el patriarcado no lo va a tolerar. Por lo tanto, desgraciadamente, también vamos a tener que ampliar nuestros marcos en materia de protección y garantía de derechos.

 

¿Qué hace un ministerio en funciones?

Un ministerio en funciones hace exactamente lo mismo que cuando no está en funciones, pero con la diferencia de que hay algunos proyectos o iniciativas que no puedes desarrollar y que tampoco puedes comunicar. Pero nosotras vamos todos los días en nuestro horario, que es súper importante decirlo porque esta es otra de las cosas que nos dicen cuando nos maltratan, que no trabajamos. Seguimos cada día junto con todo el equipo funcionarial del ministerio trabajando mano a mano e implementando las políticas públicas que ya hemos aprobado en esta legislatura. Y luego, es fundamental, con la presidencia europea. Tenemos mucho trabajo.

 

Luego hay un asunto muy importante, que son los fondos europeos de recuperación y resiliencia que caducan el 31 de diciembre, y hemos aprobado desde el Ministerio de Igualdad medidas importantísimas para la garantía de los derechos de las mujeres, como son los centros de crisis, como es el sistema Atenpro, como son los dispositivos… Un montón de medidas.

 

Si tuvieras que hacer balance, ¿de qué te sientes más orgullosa y qué cambiarías?

De lo que más orgullosa me siento es de haber sido parte del equipo de Irene Montero y de un ministerio que ha apostado por políticas feministas transformadoras para la vida de las mujeres.

 

¿Qué habéis hecho mal? ¿En qué os habéis equivocado?

Cambiaría muchas cosas, evidentemente, y estoy convencida de que nos hemos equivocado cada día. Quizás lo que cambiaría sería el ritmo frenético al que hemos estado sometidas para, ante la angustia de que esto terminara, sacar adelante toda esa batería de políticas públicas y de leyes que hemos hecho. Porque creo que quizás las políticas públicas se tienen que hacer de una forma un poquito más tranquila. Pero es verdad que los tiempos y el momento político no nos lo permitían.

 

Desde los medios también ha habido esa sensación de vértigo. El ministerio ha acaparado muchísima atención mediática, diría que desproporcionada si se tiene en cuenta su tamaño, ya que es uno de los ministerios más pequeños.

 

Ha sido una locura. No ha habido un día en donde el ministerio y el equipo ministerial y la ministra no fueran noticia en este país, lo cual creo que es sintomático de lo que supone para el patriarcado y para toda esa estructura patriarcal el ministerio.

 

Igualdad ha sido blanco de críticas, de ataques y de fake news de forma constante, eso es indudable. Sin embargo, las rebajas de condenas a presos condenados por violencia sexual a raíz de la ley del solo sí es sí supusieron un punto de inflexión, porque ya no hablamos de fake news o de críticas reaccionarias de medios conservadores, sino de hechos. ¿Ha sido esa la mayor crisis del ministerio?

Yo creo que sí, la verdad. Porque hay un relato objetivo y demoledor que es el relato de “violadores a la calle”. Y frente a ese relato es muy complicado defenderse porque objetivamente hay una serie de juezas y jueces que están aplicando una serie de criterios que no se corresponden con el espíritu de la ley ni con la circular de la propia Fiscalía, ni con los criterios de otros jueces y juezas que no han traducido penas ni han revisado las condenas. Yo lo tengo claro: es un relato funcional y es un relato también disciplinario, pero es muy complicado de desmontar como relato. Porque yo no puedo objetar nada a una mujer que ha sido agredida sexualmente y que considera que la condena es proporcional cuando ve que el agresor ha sido puesto en libertad o ha visto reducida la condena… Es que no tengo nada más que decir, lo que hago es solidarizarme con esa víctima. Para mí ha sido lo más complicado de toda esta legislatura.

 

La ley es una gran ley, pero ese relato es demoledor. Sobre todo cuando hay toda una maquinaria que opera al servicio de destruir al Ministerio de Igualdad. Y, desgraciadamente, en la Ley de Libertad Sexual y en el Código Penal ha encontrado la horma perfecta.

 

Se han pedido dimisiones de responsables del ministerio casi desde que se creó, sin muchas repercusión. Pero, ¿se llegó a plantear alguna dimisión cuando se conocieron las rebajas?

Internamente no, porque defendemos la ley. Me temo que es complicado de trasladar pero la ley, tal y como se redactó, es conforme a los estándares internacionales de derechos humanos, y a lo que establecen todos los informes preceptivos. Era una ley que se planteaba que no iba a producir estos efectos.

 

En un contexto tan débil y tan debilitado como fue el de que se estaba poniendo en la calle a los agresores, lo facilón habrían sido las dimisiones, los ceses inmediatos. Lo fácil no ha sido señalar qué es lo que está fallando dentro de este patriarcado judicial. Porque los agresores han sido puestos en libertad en la mayoría de los casos a lo largo de los últimos veinte años. O sea, si echamos un vistazo a la jurisprudencia o entramos en los buscadores de jurisprudencia, observamos una inmensa impunidad contra las agresiones sexuales, observamos que en la mayoría de los casos nunca llegan al sistema judicial y que los que llegan muchas veces terminan en absoluciones, precisamente por cómo está construido el propio sistema judicial, por los estereotipos de género, por los prejuicios, por el machismo judicial.

 

También fue llamativo que medios, tertulianos y partidos solicitaran dimisiones en Igualdad, cuando sabemos que es una norma en la que se han visto implicados otros ministerios y principalmente el Ministerio de Justicia. Mientras tanto, es un escándalo que comunidades autónomas como las del Partido Popular, que tienen millones de euros para crear los centros de atención a víctimas de violencia sexual, hayan pedido que se posponga al año que viene, después de dos años, al tiempo que están cada día en todas las instituciones atacando a la Ley de Libertad Sexual. Para mí, todo esto ha superado con creces lo que yo me podía llegar a imaginar que era trabajar en un ministerio de estas características.

 

¿Era más fácil dimitir que tratar de explicar lo que estaba pasando?

Nosotras hemos intentado en numerosas ocasiones explicar lo que estaba sucediendo y lo vamos a seguir explicando. Y yo personalmente voy a seguir explicando durante los próximos años de mi vida en qué consiste esta ley, que no es del ministerio, sino que es de todas. Es tan poderoso el relato que se ha impuesto que complica en términos comunicativos el entender la trascendencia de esta norma. Pero yo espero que a lo largo de los próximos años y en los próximos meses podamos ir poco a poco explicando y, sobre todo, que todas se puedan apropiar de esta norma.

 

Entonces, ¿crees que tus próximos años van a estar ligados a la ley del sí aunque ya estés fuera del ministerio?

Mis próximos años van a ser de un activismo absoluto y extremo. Voy a hacer que la ley sea mi activismo y específicamente algunos elementos de la ley que creo que son trascendentales para la vida de todas. Uno es la atención especializada, que todavía no existe. Cambiar una ley es fácil, cambiar una cultura es muy difícil. Con la ley del sí es sí tenemos que llegar a todo el mundo y mi activismo va a estar centrado en todo lo que tiene que ver con las medidas de prevención y sensibilización y rendición de cuentas. Porque no puede ser que todavía las víctimas, las supervivientes, los familiares, el entorno íntimo, se acerquen a las instituciones y las instituciones sigan sin responder como se merecen las víctimas como ocurría antes cuando no había ley.

 

Vienes del movimiento feminista de base. Estás hablando de volver a ese movimiento feminista de base. Como feminista de base, cuando entras a la institución, ¿a qué tienes que renunciar?

Vengo del movimiento feminista de base, pero yo soy una de las feministas que cree que en las instituciones se pueden cambiar muchas cosas. Es evidente que yo he tenido que renunciar a algo, para empezar a hacer un activismo de base. Muchas compañeras critican que las feministas que estamos en las instituciones tenemos que renunciar a algunas demandas que se hacen desde el movimiento feminista. Y, en ese sentido, yo tengo que ponerme de perfil, no puedo formar parte de entornos de militancia donde se deciden acciones legítimas y que apoyo por completo contra las políticas institucionales que no están funcionando.

 

Pero luego hay otras cosas muy bonitas que hemos podido hacer gracias al movimiento de base del que vengo. Hemos podido hacer cosas que nunca la institución tan patriarcal en la que estamos, incluso el Ministerio de Igualdad, podría plantearse que podrían modificarse. Por ejemplo, yo he descubierto un mundo que es el derecho administrativo. Y yo digo que necesitamos más juristas que sepan de derecho administrativo, porque el patriarcado se cuela por la burocracia por todos lados.

 

Fuente: https://www.elsaltodiario.com/violencia-sexual/barbara-tardon-ninguna-feminista-preparada-enfrentar-violencia-ha-enfrentado-ministerio

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España: Caos en la Comunidad Valenciana por la falta de profesorado

No hay dinero para pagar las sustituciones y las vacantes. Los sindicatos cifran en 2.000 plazas que no se están cubriendo desde hace semanas. Educación asegura que esto ya ocurrió en 2022 y señala, como empieza a ser habitual, a la gestión del anterior Ejecutivo como causante del problema. El sindicato mayoritario, el STEPV, asegura no tener constancia de precedentes en esta situación.

En la tarde del jueves, de hecho, representantes de este sindicato se concentraron ante las delegaciones de Educació en las tres capitales provinciales para presionar y que la Conselleria solucione esta situación.

De hecho, Educación anunciaba en su web que la semana que viene estará todo resuelto y que ha solicitado a Hacienda un ingreso extraordinario para poder hacer frente a las sustituciones y vacantes según la previsión que han hecho de aquí a final de año.

Según el comunicado que hizo público Educación “a mitad de octubre se detectó que era posible que no hubiera presupuesto suficiente para dar cobertura a todas las sustituciones debido a la mala organización que dejó el anterior gobierno”, explica el subdirector de Personal Docente, José Pascual Hernández.

Este supuesto error del ejecutivo del Botànic no solo ha afectado al profesorado, sino que también han quedado plazas de personal de administración y servicios y de personal de atención educativa sin cubrir.

  1. Tan solo unos días antes, la Plataforma en Defensa de la Educación Pública se reunió para hacer balance del inicio de curso que calificaron de “caótico”, entre otros temas, precisamente por las dificultades que han tenido con las sustituciones. A estas se unen otras como los problemas con el transporte escolar, la falta de profesorado de algunas especialidades, las modificaciones de la enseñanza en valenciano y la resolución del 31 de agosto que modificó el horario y supuso un incremento de las horas lectivas en la ESO (provocado por una decisión judicial).

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Miles de personas exigimos que la Ley de Educación priorice la Escuela Pública Vasca

Miles de personas nos hemos manifestado este domingo por las calles de Donostia en apoyo a la Escuela Pública Vasca y contra la nueva Ley de Educación. La manifestación, convocada por la plataforma Euskal Eskola Publikoaz Harro, ha partido a las 12:30 horas del Boulevard donostiarra bajo el lema ‘Euskal eskola publikoaren alde, hezkuntza lege honi ez’. A las 10:00 el ambiente festivo y reivindicativo ya era palpable y los niños y las niñas han disfrutado de actividades lúdicas antes de iniciar la marcha: pintacaras, manualidades, exposición de cabezudos y el teatro musical Gora bihotzak!

El objetivo de la marcha ha sido exigir a los partidos políticos que den marcha atrás con un proyecto de ley que ahonda en la privatización de la educación arrinconando a la escuela pública y que no garantiza la euskaldunización de todo el alumnado. Es, además, un proyecto que responde exclusivamente a los intereses de los centros concertados y desvía a la privada los recursos que necesita la escuela pública para ofrecer una educación de calidad a todo el alumnado.

Hemos denunciado que se trata de una ley que no ha contado con la comunidad educativa y que no da respuesta a los retos del sistema.  Hemos exigido que se priorice la escuela pública y se le dote de todos los recursos necesarios para convertirla en eje del sistema.

Como ha recordado la plataforma Euskal Eskola Publikoaz Harro, “desde la firma del Acuerdo Educativo en abril de 2022, el Departamento de Educación, en lugar de adoptar medidas para consolidar una Escuela Pública Vasca de toda la ciudadanía y un auténtico servicio público, ha apostado una y otra vez por favorecer a la red privada-concertada”.

Además, la plataforma ha lamentado que las aportaciones presentadas en junio en la Comisión de Educación del Parlamento no hayan sido tenidas en cuenta y que “el Gobierno Vasco ha hecho oídos sordos a todo lo que se ha hecho y dicho a favor de la Escuela Pública Vasca”.

En el acto de clausura se ha leído el comunicado de la plataforma y ha tomado la palabra la jueza Garbiñe Biurrun, con un discurso en defensa de una Escuela Pública Vasca, universal, inclusiva, cohesionada, plural, euskaldun, laica, de calidad, cercana y gratuita. “La escuela pública es de todas y para todos, porque tiene las puertas abiertas a todo el mundo. Queremos una educación que ponga en el centro a la escuela pública, una educación euskaldun de calidad que favorezca la cohesión social y la igualdad”. Como colofón, niños y niñas de Orio, Errenteria, Ordizia y Zaldibia han subido al escenario para ofrecernos un recital de versos y baile.

Desde Euskal Eskola Publikoaz Harro se ha hecho un llamamiento a todos los partidos del Parlamento vasco para que, en el marco de las enmiendas que debatirán en las próximas semanas, repiensen el fondo de la Ley y la rechacen, ya que mantiene los intereses particulares de los centros de la red privada, dejando abandonada la red pública que es la de todas y todos.

Además de los agentes a favor de la Escuela Pública Vasca que formamos la plataforma Euskal Eskola Publikoaz Harro (Plataformas de Donostialdea, Oarsoaldea, Ordizia, Urola-Kosta, Andoain, Aiztondo, Debagoiena, Bilbo, Santurtzi, Gasteiz, Oion y Aiaraldea; EHIGE gurasoen konfederazioa; los sindicatos STEILAS, CCOO y ESK; la federación de direcciones HEIZE; Ikasle Sindikatua; Ikasle Abertzaleak; Ikasle Ekintza; Gazte Komunistak) también nos han mostrado todo su apoyo: el sindicato ELA; los partidos políticos Elkarrekin Ahal dugu y Alternatiba; Eskola Laikoa; Ikas-bi (asociación de familias bilingues de Iparralde); Zubiak Eraikiz grupo motor de ILP Eskola Inklusiboa; Adarra Pedagogia Kolektiboa; Mugarik gabe; Komite Internazionalistak; Feministalde y otras asociaciones de padres y madres, escuelas públicas, ikastolas de la red pública, haurreskolas, Gonzalo Larruzea y algunas y algunos profesores de la UPV.

Descarga el manifiesto final de Euskal Eskola Publikoaz Harro!

Descarga el tríptico ¿Por qué rechazamos el proyecto de ley de educación del país vasco? en formato PDF.

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España: El profesor que ha dejado el aula por el desinterés y la falta de respeto de los alumnos: «Uno miraba el mapa de Europa al revés»

Una compañera tuvo que coger una baldosa para defenderse», cuenta Ánjel Mª Fernández. «Me pregunto cuánto les ayuda que les regalen el título de ESO»

El profesor Ánjel -así se hace llamar- María Fernández, nacido en Arnedo (La Rioja) hace 50 años, ha abandonado la docencia después de una década dando clase. Cuenta el porqué en su libro, Había del verbo a ver. Diario del instituto (Pepitas Ed.), la crónica real de su día a día en un centro educativo de Navarra durante el curso 20219/20, el del Covid, tratando de enseñar a alumnos del programa de refuerzo.

Cansado de faltas de respeto» y desinterés, llegó a la conclusión de que «la adolescencia al completo» le producía rechazo. «Veo estupidez allá donde mire. Ya no comprendo ni soporto nada de lo que hacen. No soporto tanta ignorancia. Casi cada uno de ellos simboliza la imbecilidad», afirma en el libro, un relato que muestra con desgarradora sinceridad una realidad poco conocida en la enseñanza.

El libro comienza: «Tras más de un mes en el nuevo instituto, tenía ganas de abandonar el trabajo. El mero hecho de ir me provocaba ansiedad? ¿Está quemado?

Sí, estoy quemado. Dejé la enseñanza el curso pasado y éste es el primero en que no doy clase después de una década. No me inscribí en las ofertas para interinos, así que estoy fuera. Tenía una sensación física de ansiedad y desagrado, miedo a lo que me iba a encontrar mezclado con inseguridad, que se incrementaba a medida que veía que el desempeño de los alumnos no me devolvía lo que esperaba por su poco interés, su mala formación académica y un nivel tan bajo que no podía impartir la materia. Vengo de una cultura escolar en la que la figura del profesor era respetada y el trato era muy distinto al que nos encontramos actualmente. Quizá no he tenido paciencia o me ha faltado experiencia, pero soy bastante visceral y me provocaban mucha desazón la mala educación, las faltas de respeto y ver que estos muchachos se creyeran que podían estar al mismo nivel que un docente.

¿Qué ha sido lo peor que le ha pasado en el aula?

He visto a chavales que se insultaban unos a otros, levantándole la mano a profesores… Una compañera mía tuvo que coger un trozo de baldosa para defenderse de un alumno, tal era su miedo e impotencia. ¿A qué tiene que llegar un profesor en el aula para que sienta que su vida está en peligro? Pero lo que más dolor me ha producido tiene que ver con el modo en que yo he respondido: estuve bastante cerca de agarrar a un alumno y agredirlo.

Usted cuenta en el libro que golpeó la puerta de un armario y que le dijo a sus alumnos: «Sois unos zoquetes, joder». ¿Se le puede llamar imbécil a un alumno?

Ojalá nunca hubiera dicho imbécil o zoquete a un alumno. No creo que ayudara en nada.

¿Cómo eran sus alumnos? En el libro habla de un chico que compraba vibradores por internet y los revendía en el instituto, otro con hachís, una chica que se quedó embarazada con 15 años, uno que se metía en peleas todos los fines de semana…

La mayoría de alumnos del programa de refuerzo procedían de familias muy pobres. En algunos casos se notaba la pobreza porque se olía: llevaban la misma ropa toda la semana y en invierno olían a leña quemada. Si no tienes con qué abrigarte, ¿cómo vas a rendir en lo académico? Había una niña a la que su familia evangélica no le dejaba ir a clase y acudía sólo cada dos semanas para que servicios sociales no interviniera. Otra vivía con sus abuelos porque su padre estaba en la cárcel y su madre se desentendía. Muchos no reciben el afecto adecuado y eso se nota en el aula, donde llaman la atención buscando la ayuda afectiva que no reciben en sus hogares.

¿Siguen estudiando después de los 16 años?

A muchos lo que les pasa es que quieren trabajar. En La Ribera de Navarra hay muchas familias de origen inmigrante que han venido a trabajar en las conserveras o en el campo, y ellos quieren hacer lo mismo. También ocurre que a veces tienen tan poco nivel académico que sufren una pelea consigo mismos porque hay problemas muy sencillos que no pueden afrontar y eso les frustra mucho.

Está en el debate la posibilidad de extender la enseñanza obligatoria de los 16 a los 18 años. ¿Es partidario?

No solucionaría el problema, sino que lo agravaría. Algunos alumnos son capaces de asegurar el primer día de curso que no piensan hacer nada en todo el año y lo cumplen a rajatabla. El chaval que a los 13 años no quiere estudiar mantiene una pelea diaria con el centro y complica mucho el trato con el resto del grupo. Se deberían crear espacios de aprendizaje ajenos a los caminos de la ESO.

¿La FP?

El problema es que en el aula se sienten enjaulados. Les interesa el taller, pero les desesperan las asignaturas obligatorias.

A estos alumnos de refuerzo usted les daba clase por ámbitos, mezclando varias asignaturas, como Lengua e Historia. ¿Les va bien este sistema?

Se desdibujan las materias.

Dice que los alumnos de ESO que están en refuerzo tienen exámenes con un nivel de Primaria. Cuando terminan, ¿salen sabiendo algo o les regalan el título?

No es sólo a los de refuerzo, en general se regalan muchos títulos. Muchos alumnos terminan 4º de la ESO y se gradúan y es un regalo con el que no soñaban. Se favorece bastante que pasen de curso en curso y es raro que se les haga repetir. Me pregunto cuánto les ayuda a ellos. Si les abre un camino, en fin, pelillos a la mar. Pero no estoy seguro de qué es lo que ellos entienden que se les enseña.

¿Exigirles menos no los perjudica? En su libro cuenta que estos críos dicen que las siglas del programa PROA (Plan de Refuerzo, Orientación y Apoyo) significan «Personas Retrasadas o Anormales».

Es muy difícil exigirles más. Hay chavales de 12 años con un nivel de Lengua o Matemáticas de niños de ocho años.

Durante el Covid hubo manga ancha con la nota. Habla de una instrucción del Gobierno de Navarra a los profesores que decía: «Si es lo mejor para el alumno, no titulará; pero si es lo mejor para el alumno, titulará».

Además, nadie que aprobara las dos primeras evaluaciones podía suspender el curso, aunque tuviera un cero en la tercera. El profesor tiene que medir según baremos académicos, no según lo que entienda que es mejor para el alumno. No creo que ayudara en nada a los chicos y ponía a los profesores en un lugar que no les correspondía.

En el libro salen algunas de las faltas que cometen sus alumnos. «Así» lo ponen «hasi» y «ha si». Escriben «hida y vuelta», «hun amigo» o «eya se siente horgullosa de aberlo intentado». ¿Qué más errores cometen?

Se podría haber escrito otro libro con todos los errores que cometen los alumnos no sólo en Lengua, incluso los chavales que tienen buen nivel académico. Uno de los que salen en el libro se puso a mirar un mapa de Europa y no lo entendía porque lo estaba mirando al revés. Otro ni siquiera sabía lo que significaba la palabra mapamundi.

¿Qué edad tenía el chico que decía que Navidad era el 25 de noviembre?

13 años.

¿Qué efectos han tenido las pantallas?

Han sido nefastas. Yo las sacaría del aula. Los alumnos las utilizan para oír música, ver vídeos, jugar a videojuegos… Distraen. La Administración está constantemente buscando el modo de poner controles parentales, pero los chavales son muy listos. Hay una batalla continua. Para leer, escribir o estudiar la Historia de la Literatura no hacen falta pantallas.

¿Va a volver alguna vez a dar clase?

No lo sé. En principio, no. Ahora estoy reconduciendo mi carrera hacia la corrección ortográfica y de estilo. Si puedo evitarlo, lo evitaré.

Fuente: https://www.elmundo.es/espana/2023/10/27/653a7cb3fdddff2d0a8b45a3.html

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España: Preguntas y respuestas sobre la huelga del primer ciclo de la educación infantil y qué mejoras piden los profesores

CCOO ha convocado huelga los días 19 y 25 de octubre y 8 y 15 de noviembre y piden mejoras en  las retribuciones y condiciones laborales para que vayan “acorde a su responsabilidad”.

La Federación de Enseñanza de Comisiones Obreras (CCOO) ha convocado una huelga de cuatro días en los centros que imparten el primer ciclo de educación infantil (de 0 a 3 años) en toda España en protesta por la «precariedad» laboral de la plantilla.

¿A quién va dirigida?

Están convocados a esta huelga todos los trabajadores del primer ciclo de educación infantil (de 0 a 3 años) a nivel estatal. Ya sean maestras (con licenciatura universitaria), educadoras (con grado de formación profesional), personal de cocina, administrativo, de limpieza y otros titulados complementarios como pueden ser psicólogos o logopedas.

¿De qué tipo de centros? Pedro Ocaña, responsable de educación privada y servicios socioeducativos de la Federación de Enseñanza de CCOO, explica a Newtral.es que hay dos tipos de centros en esta situación precaria:

  • Los que son totalmente privados
  • Los centros de gestión indirecta externalizados. Son centros cuya titularidad es de una administración pública (Ayuntamiento o Diputación) pero el servicio lo presta una empresa privada que se presenta a un concurso, lo gana y presta el servicio.

¿Qué días son clave en estos paros? 

Las jornadas de huelga para el primer ciclo de educación infantil han sido convocadas para los días 19 y 25 de octubre y 8 y 15 de noviembre, si no se revierte antes la situación.

De hecho, CCOO calcula que la jornada de huelga del 19 de octubre tuvo un seguimiento del 80% en Galicia y Madrid y del 60% en Cataluña a pesar de los servicios mínimos impuestos.

Además, el 28 de octubre realizarán una concentración a las 12:00 h en la Plaza de Callao (Madrid) a la que acudirá gente de toda España.

¿Qué mejoras piden los trabajadores en esta huelga de la educación infantil?

Ocaña, explica que esta huelga es para protestar contra las condiciones que consideran precarias de los trabajadores de infantil. “Queremos un convenio que acabe con las largas jornadas laborales y los reducidos salarios”, apunta, ya que aseguran que las retribuciones y condiciones laborales no se corresponden con la responsabilidad que asumen y la formación que se les exige.

Sobre los sueldos, CCOO lamenta que el sueldo para una educadora infantil no llega a los 1.030 euros mensuales brutos según las actuales tablas salariales del convenio. Por eso este sindicato pide que se actualice el convenio ya que “el sueldo de una educadora de infantil debería estar por encima del actual salario mínimo interprofesional (1.080 euros brutos al mes)”.

Además, denuncian que en el caso de las maestras y educadoras deben dedicar toda su jornada a educar y cuidar a los niños y no disponen de tiempo para planificar las clases o hacer tutorías con los padres, por lo que eso lo tienen que hacer en sus tiempo libre.

Desde CCOO lamentan que llevan dos años negociando este convenio colectivo sin conseguir avances, por eso han convocado la huelga del primer ciclo de educación infantil. De hecho, el próximo 2 de noviembre hay otra mesa negociadora entre las patronales (ACADE, Educación y gestión, CECE, ALIC, CECEI y FENACEIN)  y los sindicatos (CCOO, UGT, USO, FSIE y el gallego CIG).

Además, CCOO denuncia que también es una práctica habitual que sean fijos discontinuos. “Se les contrata en septiembre y se les despide en junio para ahorrar los salarios de los dos meses del verano, en los que la actividad desciende”, algo que hace más precarios aún estos trabajos.

Fuentes

Pedro Ocaña, responsable de Privada y Servicios Socioeducativos de la Federación de Enseñanza de CCOO

Comisiones Obreras

Resolución de 12 de julio de 2019, de la Dirección General de Trabajo, por la que se registra y publica el XII Convenio colectivo de centros de asistencia y educación infantil

Resolución de 28 de julio de 2022, de la Dirección General de Trabajo, por la que se registran y publican las tablas salariales del Anexo I del Convenio colectivo de centros de asistencia y educación infantil

https://www.newtral.es/huelga-educacion-infantil-claves/20231023/

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Rosa Liarte: “La tecnología me permite adaptarme al alumnado”

En el marco del acto de presentación de la oferta de actividades y recursos de Educaixa para el nuevo curso y en pleno debate sobre el uso de los móviles en el aula, Liarte apuesta por aprovechar la personalización que dan las tecnologías y por tener cuidado con las distracciones y el mal uso de los dispositivos. Afirma que la tecnología debe ir acompañada de pedagogía y, prueba de ello es su podcast Café con Rosa Liarte, así como las webs Academia para Profes y Lecciones de Historia.

Defiendes que el móvil puede ser un aliado en la educación. ¿Cómo puede ayudar en el aula?

La competencia digital ha venido para quedarse, creo que debemos formarnos y que el problema viene cuando hacemos un mal uso o abuso de los dispositivos. Hoy en día todo el mundo lleva un dispositivo en el bolsillo y muchos centros tienen ordenadores, si bien es cierto que otros no tienen dotación para utilizar la tecnología y muchas veces es el propio alumnado quien tiene el dispositivo. Esto nos puede servir de ayuda para trabajar la competencia digital, siempre con una educación adecuada, con una duración, con sus normas y pautas porque puede ser una herramienta muy poderosa en el aula que nos ayuda a aprender. Con un clic puedo aprender desde cualquier sitio, buscar información y verificarla.

Una de las competencias que tenemos es la de discernir si es cierta o no cualquier información y debemos educar también a nuestro alumnado para que no crean lo primero que leen, sino que contrasten y verifiquen. Si no los educamos, al final lo que tenemos son personas analfabetas digitales. Se habla de los nativos digitales, pero si no se educa, al final creo que tienen un arma muy poderosa que no saben utilizar.

¿A partir de qué edades estaríamos hablando?

Soy la primera que dice que de pequeños no se les debe acostumbrar al móvil. Como dice la pedagoga María Couso, no debe ponerse el móvil como chupete. Esto no lo puedo defender. Yo hablo de alumnado de secundaria, con quien tengo muy buenas prácticas, sobre todo de tercero y cuarto de ESO, ya estaríamos hablando de 15-16 años, y también de primero y segundo de ESO con algunos dispositivos, por ejemplo que sepan buscar en Google y que sepan adjunto un archivo en el correo, que después son especialistas en bailar en TikTok, pero no saben hacer cosas tan básicas como buscar información.

Otro melón que se abre es el de la Inteligencia Artificial. Mucha gente cree que nos lo da todo, y la Inteligencia Artificial también se equivoca. Hay que buscar información y saber contrastar porque si no, no tendremos personas competentes digitalmente.

¿Qué aplicaciones están en auge? ¿Flipped classroom para aprender haciendo y no memorizando, ABS (aprendizaje basado en proyectos), Mobile Learning con apps educativas en el aula…?

La mayoría de las herramientas educativas han incorporado esta inteligencia artificial para el profesorado. Esto no quiere decir que el profe trabaje más, sino que me hace ser más eficaz porque si antes tardaba tres horas en lo que ahora hago en media hora, puedo dedicar más tiempo de calidad docente para mi alumnado y no dedicar tanto tiempo a la burocracia.

Rosa Liarte en el acto de presentación de la oferta de actividades y recursos de Educaixa para el curso 2023-24 | David Campos/FLC

Como ejemplo de aula invertida, existe una herramienta muy interesante llamada EdPuzzle que inventó un profe de Badalona que te permite saber si el alumnado ha visualizado el vídeo y, además, puedes incorporar preguntas dentro del vídeo y obtener notas. Esto te da una información que es increíble porque sabes en qué lugar exacto del vídeo el estudiante ha ido atrás, lo que te permite conocer las dificultades del alumnado a la hora de entender un contenido. Esto, en una clase de toda la vida, sólo tendrías a alguien afirmando con la cabeza o no. La tecnología me permite ir más allá como docente, no me quita el trabajo, sino que me da una información que yo, como docente, no tenía antes.

También existen metodologías activas como el ABP y muchas herramientas digitales que nos ayudan a trabajar, como el Book Creator o creador de libros, que te permite hacer libros digitales interactivos y que el alumnado cree material accesible para cualquier persona, incluso por a alumnado con discapacidad auditiva o visual. Trabaja mucho la creatividad y permite realizar unas creaciones increíbles.

¿Se trataría de hacer un libro desde cero sobre alguna materia, como historia o literatura?

Sí, nosotros, por ejemplo, hicimos un proyecto de guía turística interactiva de la Alhambra y trabajamos todo con Book Creator. También puedes hacer cosas en papel, tomar fotos y subirlas al libro. Yo no descarto, por así decirlo, el 1.0, sino que la tecnología es un medio más, también deben hacerse cosas a mano, pero la tecnología me permite hacer cosas que antes eran inviables. Ahora, mi alumnado ha pasado de ser un mero consumidor a ser un proconsumidor de contenido. Lo que busco es que ellos sean los creadores de contenido y que busquen información, y si además pueden beneficiar a otras personas, muchísimo mejor.

Después, también se pueden realizar vídeos con stop motion o podcast. Yo tengo un podcast como docente, pero también trabajo el podcast con mi alumnado. Trabajo muchas competencias, la idea es buscar un enlace al mundo digital, pero sin sacar el anterior, y que el alumnado trabaje muchas competencias, muchas materias, y que desarrolle habilidades del siglo XXI.

Como profesora de historia de instituto, en el debate entre entender o memorizar, ¿hay fechas históricas que deberían conocerse por cultura general o esto es un método antiguo porque lo pueden encontrar por Internet?

Hay muchas personas detractoras de la metodología activa que dice que el alumnado aprende menos o tiene menos contenido. No estoy de acuerdo en que yo no puedo ser competente si no tengo contenidos previos, y creo que es muy importante también la memoria; o sea, la memoria debe trabajarse, pero no se puede memorizar todo porque la memorización no me lleva a nada, sino que quizás me interesa más tener habilidades para saber encontrar información y ya después memorizar lo que necesite.

Cuando tú estás haciendo un aprendizaje memorable, acabas recordándolo

No descarto la memoria activa, mi alumno hace exámenes porque la vida pide exámenes y yo si quiero hacer una oposición tendré que hacer un examen. Todavía existe una parte de la sociedad que pide la memorística, pero si lo haces a través de un proceso que sea memorable para que lo recuerdes mejor. Así me decanté por la historia, porque mi profesor de historia me motivó y me hizo abrir algo que yo no sabía ni me gustaba. Hoy en día, se me considera especialista en tecnología educativa y yo, realmente, soy historiadora.

Cuando te emocionas, al final acabas recordando, y esto va muy enlazado al aprendizaje: cuando tú estás haciendo un aprendizaje memorable, acabas recordándolo; es lo que se conoce como aprendizaje significativo, un aprendizaje que llegue para el resto de la vida.

Tener cierta formación digital, ¿crea proximidad entre alumnado y profesorado?

La competencia digital ya es obligatoria. Los docentes deben certificarse en competencia digital, funciona como con los idiomas: B1, B2, C1, C2, ver marcado por la normativa europea. La competencia digital necesita una actualización constante, esto va a un ritmo frenético y esto también hace necesario descartar que depende de la edad, porque yo me he encontrado docentes una semana antes de jubilarse en una formación y con una competencia digital increíble , y también me he encontrado a docentes muy jóvenes que acaban de entrar y saben poco.

Lo mismo ocurre con el alumnado, pensamos que todo nuestro alumnado es nativo digital, cierto es que se han criado con pantalla, pero una cosa es tener competencia digital y otra saber utilizarla con destreza. Las habilidades deben saberse impulsar al alumnado, no a todo el mundo se le da bien la tecnología.

La Covid puso en evidencia la necesidad de adquirir esta competencia digital. La cóvido trajo cosas malas y buenas. Malas, porque existía una brecha digital, no todas las familias sabían conectarse y eso puso en evidencia muchos problemas. Algo bueno que trajo fue la digitalización de muchos centros, se avanzó mucho en tecnología educativa. Dimos un salto increíble en el uso de la tecnología educativa y se ha avanzado mucho en este aspecto tecnológico.

Dices que la tecnología ayuda al docente a organizarse y tener más tiempo para la tarea educativa, pero en tu caso, entre el podcast, las diferentes webs, las redes sociales… ¿De dónde sacas el tiempo para preparar las clases?

Yo me he dedicado al patinaje artístico sobre ruedas. Competía en altas competiciones e iba a los centros de gran rendimiento. Además, he sido siempre una persona activa. Esto me ha hecho terminar como docente, porque tengo esa actitud de querer aprender siempre. Creo que es una cuestión de actitud, si te apasiona y te gusta lo que haces, pues a mí no me duele estar un sábado editando un vídeo para mis redes sociales. No lo he buscado, ha ido surgiendo, en la vida imaginé que sería, como dicen ahora, creadora de contenido. Me lo dicen hace cinco años y me parece impensable, y ahora tenga que gestionar redes, blog, podcast y un montón de contenido que, la verdad, los profes agradecen. Que tu comunidad te anime, está muy bien. Después, también están las formaciones, los congresos y lo que tenga que llegar.

Rosa Liarte: “Con un clic puedo aprender desde cualquier sitio” | David Campos/FLC

¿Cuántos seguidores tienes en las redes?

En Instagram, 30.000. En Twitter, otros 30.000. El blog tiene millones de visitas. En Youtube tengo dos canales y entre ambos hay unos 50.000. Al final, sí, soy gestora de contenido o también, como dicen, “Edu-Influencer”. Esto supone una responsabilidad y cuidar lo que se publica. El podcast ya va por las 150.000 descargas, recordemos que es un podcast de educación.

La mayoría de los seguidores son docentes y familias. En ocasiones, me escriben familias preocupadas sobre el uso de las tecnologías. Existe un discurso sobre la demonización de la tecnología muy negativo. Yo me he creado entre pantallas y no quiero decir que sea una adicta, me pongo límites. Tengo mis límites en el móvil, y aquí es donde quiero llegar con esa educación de la tecnología. Me han escrito familias preocupadas porque a su hijo le motiva muchísimo la tecnología y justamente en el centro se la prohíben, algo que para mí no tiene mucho sentido porque prohibirlo no lleva a ninguna parte, lleva a sacar un problema durante media hora , pero lo tendrás más adelante.

En una misma aula, con o sin tecnología, hay alumnado que se distrae, que está más concentrado, que le gusta una u otra materia… ¿Adaptar las tecnologías a las diferentes casuísticas es más fácil, menos o igual de complicado?

Aquí es donde está la clave para mí. La tecnología me permite adaptarme al alumnado porque me permite accesibilidad y adaptarme a los distintos ritmos de aprendizaje. Antes ponía el ejemplo del vídeo que podían repetir cuantas veces quisieran y, con ello, yo puedo detectar quién tiene dificultades, quién lo ha repetido, cuántas veces necesitan… La tecnología lo que me brinda es la personalización del aprendizaje.

La tecnología lo que me brinda es la personalización del aprendizaje

Si tengo una clase con 30 alumnos, yo hablo y ellos me escuchan, no estoy personalizando nada, lo que estoy haciendo es un discurso. Si alguien no lo entiende, me pregunta y vuelvo a repetirlo, pero muchos no volverán a repetir por vergüenza porque no quieren interrumpir más. Para mí, la potencialidad de la tecnología es que me permite llegar a todo mi alumnado. Ahora que se diagnostican más casos, por ejemplo, de hiperactividad, puedo adaptarme, y lo mismo con alumnado con sobredotación, al que no siempre se le ha dado la importancia que merecía, y ahora la tecnología me permite investigar y personalizar mucho más el trabajo, puedo prestar atención a la diversidad gracias a la tecnología. Esto para mí es la apuesta del uso de la tecnología en el aula.

¿Sería ésta la principal ventaja? ¿La posibilidad de adaptarte más y mejor al aprendizaje de cada alumno y alumna?

Totalmente. He tenido alumnado invidente, hiperactivo, disruptivo… Con alumnos invidentes, me he preguntado cómo podía ayudarle, y con el alumnado disruptivo también me he preguntado qué le motiva o qué le gusta y cómo usar la tecnología. Esto no quiere decir que todo sea tecnología y no utilicen la libreta y el boli, pero la tecnología me sirve como motivadora y personalización del aprendizaje, y a mí me ayuda a ser más eficaz como docente. Para mí, estas tres claves son lo principal.

¿Y cuáles serían las principales desventajas? ¿En qué debería mejorarse?

La primera sobre todo es la distracción. La tecnología distrae mucho, es complicado que no entre en WhatsApp o no me ponga a mirar un Reel de Instagram. Por eso hablo de educar en el uso de la tecnología. Y la segunda, en educación, sería la formación constante, que puede ser agotadora. A mí, porque me gusta, pero también entiendo cuándo me dicen que una u otra herramienta ya la conté el año pasado y ahora ha cambiado completamente. También hay cierto miedo a las actualizaciones, que se estropee algo con las actualizaciones. Muchas veces se ve como un impedimento, o como un “y ahora tengo que aprenderlo otra vez”. A esto se suma una nueva ley educativa, una nueva burocracia, y un agotamiento que también viene de una cóvida y de dar clases con mascarillas, con exposición… Por eso, intento ayudar a los docentes a ver el uso fácil, con tutoriales rápidas , para que se puedan actualizar de la mejor forma posible.

Has presentado la oferta de actividades y recursos de Educaixa para el nuevo curso. ¿Crees que se está formando una nueva comunidad de docentes y centros que defienden que tecnología y pedagogía no están reñidas?

No pueden estar reñidas porque sin pedagogía no se puede utilizar la tecnología. No defiendo la tecnología de subir un PDF o hacer un clic. La tecnología debe ir acompañada de pedagogía y creo que es por eso que la gente me sigue, porque explico cómo hacerlo para aplicarlo en el aula. Hay mucha gente a la que ya le ha despertado esta curiosidad y ha visto que es necesario llevarla de la mano, ya no sólo si tienes alumnado más pequeño, sino que también tú como docente puedes utilizarla para ayudarte en tu trabajo. No pondrás toda tecnología a niños tan pequeños, pero puede ir de la mano para ayudarte a ti con toda la gestión.

Sin pedagogía no se puede usar la tecnología

Creo que sí que hay una nueva generación de profesores que son conscientes de que esto es necesario. Todo esto se ha despertado a raíz de la Covid. Aquellos tres meses confinados y conectados hizo abrir a muchos profes los ojos en el sentido de que no tiene sentido conectarse sin más, sino que es necesario ayudar al alumnado para que comprenda mejor las cosas y hay herramientas que pueden facilitarlo. Esto lleva a un cambio de chip de muchos docentes, que se les ha abierto la chispa de la curiosidad, de investigar y cambiar un poco la dinámica. No se trata de sacar lo que había antes, porque yo no digo que una clase magistral sea mala, yo también las hago, pero es necesario ir incorporando cambios en las clases.

Comentabas que los proyectos deben tener un sentido. ¿Cómo se traduce ese aprendizaje en proyectos más palpables y sociales?

Yo hice un proyecto con mi alumnado que se hizo viral y que ya se ha repetido en cientos de centros. Está vinculado al tema de la igualdad de género. Empezamos a mirar cuántas calles había con nombre de hombres y cuántas con nombre de mujeres en Cártama (Málaga), donde estaba destinada. Fue en el curso 2016-17. Los resultados fueron abrumadores: más del 80% de las calles tenían nombre de hombre y menos del 20%, de mujer.

Fue el propio alumnado quien pidió llamar al alcalde y darle a conocer el proyecto, que se llama #Merezcounacalle, y propuso que, si se abrían calles nuevas, que por favor contemplaran que hubiera nombres de mujeres. El Ayuntamiento nos pidió una propuesta de mujeres que merecían una calle, y meses después le propusimos un libro digital con 300 propuestas de mujeres que merecían una calle. Meses después se abrieron cuatro calles con nombre de mujeres en el municipio, imagínate la emoción de realizar este cambio para mejorar tu entorno. Todo un Aprendizaje Servicio. Imagínate al alumnado ya mí abren las placas en las calles.

Cuando lo colgué en las redes, tuvo mucha repercusión. Google me nombró a Google Innovator como proyecto innovador, porque lo hicimos con Google Maps. El proyecto se ha replicado por muchos centros, se han unido más de 300 centros educativos y se han abierto decenas de calles con nombre de mujer en muchas ciudades, mejorando el entorno y trabajando en algo tan bonito como la igualdad, no sólo en España, me han llamado de Inglaterra, Francia, Panamá, Costa Rica… Hemos sido invisibilizadas a lo largo de la historia y, gracias a la educación, podemos hacer visible lo invisible durante años.

 

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