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España: El Museo de Educación Ambiental presenta este miércoles una charla sobre los deportes de montaña.

Europa/España/03.05.2016/Autor: Koldo Aldaz/Fuente:http://www.noticiasdenavarra.com/

El Museo de Educación Ambiental del Ayuntamiento de Pamplona presentará mañana miércoles una charla sobre ‘Actividades de montaña y medio ambiente’ a las siete de la tarde dentro del ciclo del ‘Aula de sostenibilidad’. El ponente será el guía de montaña Koldo Aldaz, profesor de enseñanzas deportivas de montaña en la Escuela Navarra de Alta Montaña y formador de técnicos de montaña. Vocal de Medio Ambiente de la Federación Navarra de Deportes de Montaña y Escalada (FNDME), lleva guiando grupos en trekkings y expediciones por todo el mundo desde hace más de 20 años.

En la charla, Koldo Aldaz hablará de los principales retos que tienen los practicantes de deportes de montaña relacionados con la educación ambiental y las buenas prácticas. Recordará que los deportes de montaña son múltiples y su posible impacto en las especies que se crían en las rocas y en general en el medio si no están bien organizadas puede ser negativo. De hecho, el montañismo se desarrolla en un terreno que no viene regulado por las administraciones deportivas sino por las ambientales quienes durante los años 80 y 90 aprobaron regulaciones para espacios naturales sin tener en cuenta estos deportes.

Actualmente el reto es lograr el equilibrio entre el aumento de las prácticas deportivas en la naturaleza y la necesidad de una adecuada protección del medio ambiente teniendo en cuenta el impacto que producen. En este sentido, el ponente, defenderá que la política deportiva debe ajustarse a la sostenibilidad, aceptando su papel en la protección del entorno.

Cómo hacer senderismo y montañismo respetando el medio ambiente

En la segunda parte de la charla, Koldo Aldaz hablará de los deportes que se practican e la montaña. El senderismo es una actividad no competitiva que se realiza sobre caminos balizados y homologados por el organismo competente de cada país evitando así el impacto sobre especies amenazadas. Requiere planificar la actividad y considerar, atendiendo a la información disponible en cada caso, los ciclos vitales de las especies presentes, los lugares de refugio, y, en general, las características propias de la fauna, flora y ecosistema. Por eso habitualmente el itinerario es respetuoso con el medio natural y con los ecosistemas existentes.

No se permite encender fuego al aire libre ni dañar plantas, estructuras geológicas o minerales. La escalada, por su parte, debe regularse para preservar especies que habitan en las rocas como el quebrantahuesos, el alimoche o el buitre. Los responsables de la actividad formativa minimizaran la instalación de equipamientos fijos, y los que se instalan tienen que tener el mínimo impacto visual posible.

En ningún caso se pueden añadir presas artificiales de fibra, plástico, metal, ni de cualquier otro material pegadas con resina o tornillos. Entre otros, se deben evitar los atajos de pendiente fuerte con facilidad de erosión y destrucción de raíces y plantas. Hay que progresar con el máximo cuidado posible, especialmente en el descenso, para evitar la profusión de arroyadas, atajos, desplazamiento de suelo y piedras, destrucción de ramas o plantas enteras, etc. Koldo hablará también de las carreras de montaña, del Himalayismo y otras actividades organizadas no competitiva y de las principales amenazas actuales al medio ambiente en Navarra.

Fuente: http://www.noticiasdenavarra.com/2016/05/03/vecinos/pamplona/el-museo-de-educacion-ambiental-presenta-este-miercoles-una-charla-sobre-los-deportes-de-montana

Imagen:http://static.noticiasdenavarra.com/images/2015/11/30/vistas-cangas-de-onrs_1.jpg

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España: Los alumnos que huían de las matemáticas

El exceso de cálculo en las aulas y la falta de conexión con los problemas cotidianos están entre las causas, según los expertos

Madrid

A principios de 2015, la profesora de la Universidad de Stanford Jo Boaler desató la polémica entre los académicos con un artículo en el que criticaba duramente la forma de enseñar matemáticas en la escuela. Boaler cargaba contra el sistema educativo británico por obligar a los niños de 9 años a memorizar las tablas de multiplicar, incluidas las del 11 y 12. Sus investigaciones demostraban que cuando los niños se examinan de las tablas se dispara su ansiedad. Si no es lo suficientemente rápido, el alumno piensa que no es bueno y pierde la confianza en su potencial. Esa frustración es, en opinión de Boaler, el germen del desapego de la mayoría de estudiantes hacia las matemáticas.

El exceso de memorización, el poco tiempo para resolver un gran número de operaciones durante un examen y la desconexión del cálculo con los problemas cotidianos son, a juicio de Boaler, algunos de los factores que conducen al fracaso en esa materia.

“Las matemáticas de la escuela están muy desconectadas de las matemáticas que sirven para solucionar problemas en el mundo real”, asegura el británico Conrad Wolfram, fundador de la organización Computer Based Math, cuyo objetivo es rediseñar el programa académico de la asignatura de matemáticas y exportarlo a todo el mundo. Según Wolfram, uno de los problemas fundamentales es la cantidad de tiempo que se dedica a enseñar a calcular a mano, cuando los ordenadores deberían asumir esa función. “Nuestra misión en construir un plan desde cero basado en el uso del ordenador. Una vez que el estudiante tiene las nociones básicas de cálculo, no tiene sentido que dedique tantas horas a resolver divisiones de grandes números”.

Su planteamiento es que el alumno debe entender el por qué de las operaciones y aprender a identificar qué métodos matemáticos sirven para solucionar los problemas de la vida real. De momento, Wolfram ha puesto en marcha un programa piloto en varias escuelas públicas de Estonia en el que la probabilidad y la estadística toman mayor protagonismo. Por ahora han empezado con una pregunta muy sencilla: ¿Pueden las matemáticas ayudarme a saber si estoy en la media? Con este juego en el que los estudiantes calculan y comparan sus características físicas, los profesores consiguen que se involucren. “Es esencial que entiendan la conexión entre el mundo que ven y lo que tratan de descifrar”.

Uno de los problemas fundamentales es la cantidad de tiempo que se dedica a enseñar a calcular a mano

En España, los expertos consultados defienden que el modelo tradicional de enseñanza de las matemáticas no es efectivo y genera desafección. “En Secundaria, el programa académico está muy centrado en el cálculo, en la parte más abstracta de las matemáticas y muchos alumnos no entienden para qué sirven”, asegura Agustín Carrillo, secretario general de la Federación Española de Sociedades de Profesores de Matemáticas.

“La clave es dar mayor protagonismo a los alumnos a través de la experimentación y no basar la metodología de enseñanza en clases magistrales con una pizarra como principal elemento”. Desde el año 2010, Carrillo dirige uno de los once institutos Geogebra que hay en España. Estos centros promueven el uso en los colegios de un software libre que permite manipular objetos y resolver problemas a través del ordenador. “Por ejemplo, un ejercicio típico en clase es hallar la posición del circuncentro de un triángulo -el centro de la circunferencia que pasa por los tres vértices-. El programa permite mover el triángulo y observar cómo se traslada ese punto”. El objetivo es que el alumno dirija la investigación.

Para conseguir que los estudiantes se enganchen a las matemáticas es fundamental el formato de las clases. “La enseñanza oficial falla en un aspecto, no dispone de recursos para ofrecer un método personalizado”, dice Daniel González de la Vega, ingeniero industrial y fundador de Smartick, un software de inteligencia artificial que analiza la forma en la que un niño resuelve problemas y que adapta el contenido a la velocidad de aprendizaje. La idea es estimular al estudiante con continuos retos adaptados a su nivel. Smartick promete una mejoría en las notas de los estudiantes con solo 15 minutos al día en la aplicación.

Desde su lanzamiento en 2011, han trabajado con 18 colegios, la mayoría privados y concertados, y más de 20.000 usuarios han descargado la aplicación. Entre los 30 profesionales que integran el equipo, hay un profesor de didáctica de las matemáticas de la Universidad Autónoma de Madrid y un experto en inteligencia artificial de la Carlos III.

La clave es dar mayor protagonismo a los alumnos a través de la experimentación.

“Hay dos formas de enseñar matemáticas: la mecanicista, poco creativa y orientada al resultado de una operación, y la que se basa en el aprendizaje por proyectos”, indica González de la Vega. En su opinión, el sistema educativo en España no dispone de profesores de primaria con el suficiente nivel de especialización para poner en práctica la segunda modalidad. “Por norma general, los estudiantes de Magisterio no suelen ser los más brillantes. Muchas veces, ellos mismos fracasaron en matemáticas durante su etapa escolar y por eso les resulta más fácil recurrir a la fórmula del libro de texto”, apunta.

González de la Vega comenta que las matemáticas parecen tener poca importancia para los padres. “Dan por hecho que el colegio se encarga de enseñar bien matemáticas, no sucede como con el inglés que la mayoría se apunta a clases particulares”. Una de las principales razones que comunican los padres que se dan de baja de Smartick es la falta de tiempo. “Nosotros recomendamos que estén solo 15 minutos y sin embargo se sabe que los niños dedican 2,4 horas de media al día a ver la televisión. Es una cuestión de prioridad”.

La tecnología tiene cada vez un peso más importante en la sociedad. La programación ya es obligatoria en los colegios de Estados Unidos y las nuevas disciplinas como la Inteligencia Artificial y el Data Science requieren un alto dominio de matemáticas. Es ahí donde se está generando empleo. “Si no cambiamos la manera de dar las clases, las matemáticas seguirán siendo aburridas”, dice Conrad Wolfram, “poco efectivas y destinadas al fracaso de estudiantes desconectados, empleados insatisfechos, profesores frustrados y padres preocupados”.

Fuente: http://economia.elpais.com/economia/2016/04/24/actualidad/1461527206_970734.html?rel=cx_articulo#cxrecs_s

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España: Rajoy rectifica y devuelve a las CCAA el control en educación

 Madrid/Olga R. Sanmartín/03/05/2016 / Fuente: El Mundo

Méndez de Vigo da otro golpe a la ‘Ley Wert’ al rebajar las competencias del Estado en las reválidas de la ESO y Bachillerato

Cada autonomía podrá fijar las preguntas y el calendario por su cuenta.

El tapiz educativo que, durante la legislatura pasada, fue tejiendo el polémico José Ignacio Wert lo ha destejido en menos de un año su sucesor, Íñigo Méndez de Vigo. El Gobierno de Rajoy, que allá por 2012 quería que los alumnos estudiaran la misma Historia en toda España, ha rectificado también en su propuesta estrella, las reválidas de la ESO y Bachillerato, al rebajar las competencias del Estado y dar más control a las autonomías.

Según el proyecto de Real Decreto y la orden ministerial a los que ha tenido acceso EL MUNDO, cada Gobierno autonómico va a poder fijar las preguntas y el calendario de los exámenes por su cuenta, lo que significa, en la práctica, que ya no se celebrará el mismo examen de forma simultánea en todo el territorio español, tal y como pretendía Wert.

Méndez de Vigo asesta, así, otro golpe contundente a la Ley Wert después de desentenderse del plan para escolarizar en castellano en Cataluña (el presupuesto ha caído de cinco millones de euros a un millón en 2016), y suprimir otras medidas.

En los últimos meses, Méndez de Vigo ha ido desmontando, una a una, buena parte de las actuaciones que puso en marcha Wert, como la ampliación de la ratio de alumnos por aula, la no sustitución de las bajas docentes hasta pasados 10 días, o los recortes en las becas y ayudas al estudio.

Con una actitud mucho más dialogante y sin la mayoría absoluta que amparaba a su predecesor, el ministro en funciones también ha accedido a no publicar los ránkings con los resultados de las reválidas que tan poco gustan a la comunidad educativa, a pesar de que el PP siempre había sido partidario de difundir estas clasificaciones, porque está convencido de que contribuyen a mejorar los resultados académicos de los estudiantes.

La orden ministerial que Méndez de Vigo analizará el día 13 con los consejeros en la Conferencia Sectorial de Educación contempla la prohibición expresamente: «Los resultados de las evaluaciones finales de la ESO y Bachillerato serán puestos en conocimiento de la comunidad educativa del propio centro, sin que puedan utilizarse en ningún caso para la elaboración de clasificaciones de centros docentes». De este modo, cada autonomía tendrá que guardar bajo llave toda la información y sólo podrá facilitar a cada instituto o colegio los datos de cómo se sitúa en relación a la media regional, en la línea de lo que se hace en Galicia.

¿Por qué recula ahora el Gobierno? Porque ha perdido poder, porque se avecinan nuevas elecciones, porque hay ocho comunidades autónomas que amenazan con no hacer las evaluaciones de 6º de Primaria que, en teoría, comienzan a celebrarse esta semana en toda España, y porque, en el fondo, casi nadie creía en la viabilidad técnica y competencial del proyecto de Wert, ni siquiera dentro del PP.

Ocurre, por ejemplo, con la reválida de la ESO, la medida más importante de toda la reforma educativa. La prueba de Bachillerato, al fin y al cabo, no supone mucha novedad porque en la práctica sustituye en sus funciones a la actual Prueba de Acceso a la Selectividad. Pero la de la ESO son palabras mayores. Es algo importante. Hasta dirigentes populares han expresado sus reservas acerca de esta prueba que los alumnos de entre 15 y 16 años deben superar si quieren obtener el título y seguir estudiando. Porque, ¿qué pasa si no la aprueban? ¿Van a verse abocados a dejar los estudios y elevar la ya de por sí altísima tasa de abandono educativo temprano que tiene España?

La reválida de la ESO genera muchas dudas y va a ser una de las llaves que permitan acceder a la caja fuerte del famoso Pacto de Estado en Educación que todo el mundo dice que quiere alcanzar. Méndez de Vigo lo sabe y por eso se ha prestado a negociar y a introducir modificaciones de calado tanto en esta prueba como en la de Bachillerato.

Los borradores del proyecto de real decreto y de la orden ministerial que regulan ambas reválidas confirman lo que ya dejó caer el ministro en funciones la semana pasada para la prueba de Bachillerato: con la de la ESO tampoco se hará el mismo examen el mismo día en toda España, como pretendía hacer Wert.

Si se compara la versión anterior del proyecto de real decreto -colgada en la web del Ministerio con fecha de marzo de 2015- con la actual, se observa que el reparto competencial ha cambiado: ahora tienen más peso las comunidades autónomas y menos el Estado.

Han desaparecido frases clave, como la que decía que «las pruebas serán confeccionadas por el Ministerio de Educación» y «la aplicación corresponde» a las comunidades autónomas, o la que señalaba que «el Ministerio fijará en cada convocatoria las fechas, características y condiciones de aplicación y corrección de la evaluación». O incluso la que indicaba que «la prueba se aplicará de forma simultánea en todo el sistema educativo español».

Ahora serán lo gobiernos autonómicos los que se encargarán de poner la fecha de las pruebas y de los procedimientos de revisión, de determinar el lugar donde se celebrarán las reválidas y de establecer la «realización material» de las evaluaciones, lo que implica -y esto es muy importante- que harán la «redacción de las pruebas»; es decir, fijarán las preguntas por su cuenta.

También tendrán encomendadas «la elaboración de guías de codificación y corrección»; «la coordinación entre los centros docentes y universidades»; «la designación de tribunales u órganos de calificación»; «la designación del profesorado del Sistema Educativo Español»; «la adopción de medidas para garantizar la custodia y confidencialidad de la prueba»; «la resolución de reclamaciones», y «el establecimiento de medidas de información adecuada».

¿Y qué hace el Gobierno? El Ministerio se encarga de fijar «una horquilla de fechas»; de determinar «el contenido» a partir de unos «estándares de aprendizaje evaluables», y de delimitar el «diseño» poniendo un número máximo de preguntas, la duración de las pruebas o el formato de las cuestiones. Los nuevos borradores crean, además, una nueva figura que antes no aparecía: una «comisión central» formada por representantes del Gobierno (las autonomías y los rectores están invitados, pero no tienen voto) que cada año propone el diseño y los contenidos de las reválidas.

En resumen, las pruebas pierden parte de su carácter centralista y uniformizador. Aunque algunas voces de la comunidad educativa consideran, sin embargo, que siguen siendo «demasiado intervencionistas» y «entran mucho en detalle» a la hora de definir cómo serán las preguntas.

Los borradores establecen que los alumnos de 4º de la ESO se examinen de cuatro asignaturas troncales (Geografía e Historia, Lengua, Matemáticas y Lengua Extranjera), más dos materias de opción del bloque de las troncales y una materia específica. Es decir, siete en total.

En 2º de Bachillerato serán ocho asignaturas: cinco troncales (Filosofía, Lengua, Historia de España, Lengua Extranjera y, según lo que haya cursado el alumno, Matemáticas, Latín o Arte) más dos materias de opción y una específica.

La nueva versión añade que, para cada una de las pruebas, se dispondrán de 60 minutos en la ESO y de 90 minutos en Bachillerato con «una duración de un máximo de cuatro días», aunque las autonomías con lengua cooficial podrán tardar «cinco días».

También concreta que «cada una de las pruebas comprenderá un número máximo de 15 preguntas», lo que implica que se reduce de forma considerable la duración respecto a lo previsto por Wert.

El decreto anterior contemplaba el triple de preguntas -un máximo de 350- y, además, preveía que fueran todas de tipo test, salvo las de expresión oral y escrita. Ahora, aunque se permite el uso de este formato, habrá preguntas abiertas y semiabiertas «que requerirán del alumnado capacidad de pensamiento crítico, reflexión y madurez» y que deberán resultar «atractivas y motivadoras, cuidando las imágenes, tablas y gráficos empleados y otras características formales».

En los próximos días se verá si las autonomías rebeldes llevan a cabo su anunciada insumisión o se pliegan ante los cambios realizados por Méndez de Vigo, que argumenta que el «interés público» y la «urgencia» le llevan a aprobar este real decreto a pesar de su situación de interinidad.

El borrador argumenta que las autonomías, los centros, los directores y los profesores deben conocer «con antelación suficiente» los cambios que implican estas reválidas «para poder organizar adecuadamente» la programación del curso escolar, que comienza el próximo mes de septiembre.

Los contenidos de este decreto, no obstante, podrían quedarse en nada después de las elecciones. El PSOE ha dicho que derogará la Lomce y todo lo que ella conlleva si gobierna, algo en lo que están de acuerdo Podemos e Izquierda Unida, aunque no Ciudadanos, que es partidario de establecer modificaciones puntuales.

Fuente: http://www.elmundo.es/sociedad/2016/05/03/5727fb5d22601d95508b45ca.html

Imagen: http://e03-elmundo.uecdn.es/assets/multimedia/imagenes/2016/05/03/14622380323422.jpg

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España: La escuela no necesita una asignatura de educación emocional o de felicidad, sino cultura y conocimiento

España/02 de mayo de 2016/ Alberto Royo/Fuente: abc

Guitarrista clásico. Musicólogo. Profesor de Instituto. Así se define en su perfil de Twitter Alberto Royo, autor del libro «Contra la nueva educación», donde hace una ácida crítica a las nuevas corrientes que inundan el sector de la enseñanza. Página tras página, el autor repasa de forma mordaz los principales dogmas pedagógicos posmodernos, y elabora una defensa apasionada, pero no pasional, de una instrucción pública dotada de una efectiva función de palanca para la mejora personal de las personas, y alejada de supercherías y propuestas excéntricas mejor o peor intencionadas».

—Reforma educativa, tras reforma educativa, los resultados parecen ser siempre los mismos. Igual tasa de abandono, igual de malos resultados en PISA. ¿Es que dan igual las leyes educativas?

—No se puede esperar un vuelco en los resultados con leyes que son conceptualmente similares. La LOE es la LOGSE y la LOMCE es las anteriores pero con diferente vestimenta. En el fondo, ninguna de ellas sitúa el conocimiento en un lugar preferente. Por otra parte, si bien no todo ha de estar condicionado por PISA, los informes sí nos indican que las cosas no se están haciendo bien.

—Usted asegura que entre los más graves errores cometidos quizá esté el de rebajar el nivel de exigencia: el igualitarismo hacia la mediocridad, el desprecio del conocimiento, la desconsideración hacia el esfuerzo y la aversión al mérito. ¿Esto sería con lo primero que hay que acabar? ¿Cómo?

—Recuperando el valor del conocimiento, asumiendo que no es posible aprender sin esfuerzo, reivindicando la meritocracia (que los mejores lleguen más lejos, no solo los que tengan mayor capacidad, sino los más perseverantes y, claro, los más honrados, los que más lo merezcan en definitiva, procedan de una situación mejor o peor), siendo ambiciosos y no conformándonos con un nivel medio para todos sino apostando por la excelencia (lo que no va en detrimento, faltaría más, del apoyo a los alumnos con mayores dificultades). Y, por último, aclarándonos sobre qué queremos que sea la escuela: un lugar en el que se aprenden conocimientos y valores o un centro de entretenimiento y sociabilización, que «guarde niños» y evite problemas porque no están en la calle.

—¿Es prudente que un país que se encuentra a la cola de la OCDE en educación, y tiene tal tasa de abandono, centre casi todos sus esfuerzos en imponer la lengua de Shakespeare?

—Cuento en el libro cómo el actor argentino Ricardo Darín explicaba en una entrevista por qué no ha querido trabajar en Hollywood: porque pensar en otro idioma es muy difícil y porque estaría renunciando a una herramienta muy valiosa. Este mismo razonamiento sirve para la enseñanza. Un profesor ha de dominar la herramienta más importante que tiene: la palabra. Y hacer que sus alumnos la dominen. Va a ser su mejor medio laboral y profesional. Sin que eso suponga despreciar el conocimiento de otros idiomas. La enseñanza del inglés (o del francés, alemán o chino…) debe suponer un plus, no una sustitución. No puede ser que la finalidad de una enseñanza secundaria sea hacer que nuestros alumnos chapurreen un idioma extranjero y ya.

—Hay una corriente de pedagogos que insiste en acabar con la enseñanza tradicional. Pero usted apunta en su libro que, al final, el único sistema cuyos resultados están demostrados es el del aprendizaje a través de la lección tradicional, la clase magistral, los exámenes, los programas por objetivos… ¿Cierto?

—No es que sea el único sistema válido. Lo que pienso es que un buen docente puede serlo utilizando una metodología tradicional o innovadora. Lo que defiendo es que se deje de presionar al profesor insistiendo en la necesidad de la innovación sin tener en cuenta si esta va a mejorar o no el aprendizaje de nuestros alumnos. Hoy tenemos congresos de innovación, cursos de innovación, premios de innovación… el profesor que no innova es tachado de inmovilista, mientras se premian metodologías extravagantes. Déjennos a los profesores que hagamos uso de nuestra libertad de cátedra y enseñemos como mejor consideremos, según nuestra forma de concebir la educación. De lo que se trata no es de enseñar a lo antiguo o a lo moderno sino de enseñar bien.

En cuanto a la clase magistral, es ridículo estar en contra de ella porque no es más que una clase excelente. La palabra magistral se ha llenado de connotaciones negativas absolutamente injustas. En todos los ámbitos (artísticos, laborales, deportivos, empresariales…) se busca a un «maestro» que pueda explicar cómo mejorar en conocimientos, técnicas o proyectos. ¿Por qué no en educación? Cuando he impartido clases magistrales como intérprete (o cuando las he recibido) a nadie se la ha ocurrido pensar que iban a ser soporíferas o perjudiciales. Al contrario, en el mundo de la música una clase magistral es una oportunidad de aprender, un disfrute, un lujo.

Una clase, en el contexto que sea (un curso de interpretación musical, un instituto, una universidad) no puede ser magistral si es aburrida, monótona, plana… denostar la clase magistral es un ejercicio de anti intelectualismo. Estoy seguro de que solo desprecia la clase magistral, entendida, insisto, como una clase extraordinaria, quien no es capaz siquiera de dar una buena clase. Para aspirar a impartir una clase magistral (y digo aspirar porque no es sencillo) hay que estar muy preparado.

—Su libro Contra la Nueva Educación insiste en que lo nuevo vende, lo viejo no, y que lo peor de estas corrientes es que sobrevaloran lo emocional, la empatía, lo original e infravaloran el esfuerzo, la constancia o el rigor.

—Sería urgente cambiar esto restableciendo algunas certezas, algunas convicciones. ¿Cómo? Recurriendo a la razón y a la experiencia. Entendiendo que nada hay más reaccionario que un sistema público de enseñanza que iguale a todos en la vulgaridad. La cultura y el conocimiento se devalúan si se regalan, si no se pide a cambio interés y voluntad. Pero demostramos desconfiar de su valor cuando lo edulcoramos y lo aligeramos para facilitar su adquisición. Además es profundamente injusto socialmente hablando. Los alumnos que viven en un ambiente familiar donde hay cultura, conocimientos, absorben estos de manera habitual: leen en casa, escuchan música, visitan un museo, aprenden un vocabulario culto, leen la prensa, comentan y escuchan comentarios de distintos temas… Mientras que los alumnos que se mueven en ámbitos social y económicamente difíciles solo pueden llegar a «aprender», a conocer estos saberes en la escuela. Si no se los dan allí, carecerán de ellos siempre y partirán con una desventaja notable.

 

—Una de esas corrientes aboga por la introducción de la educación emocional en todas las escuelas. ¿Esto sucede a costa de tiempo para las Matemáticas?

—Es posible porque nuestros dirigentes, con intención o no de idiotizar a la sociedad, no confían en el valor del conocimiento, así que, si el conocimiento no es importante y la escuela no es el lugar en el que transmitirlo ni el profesor quien lo atesora, toca buscar otras metas: una de ellas es la educación emocional, como si fuera posible separar la emoción de cualquier actividad que uno haga. Soy músico, ¿le parece que es posible enseñar mi asignatura sin emoción? Hay más emoción en el aria de las Variaciones Goldberg que en treinta congresos de educación emocional. No necesitamos una asignatura de educación emocional. Necesitamos educación, conocimiento y cultura. Y esto en sí mismo ya es emocionante. Apasionante.

—También hay quien aboga por enseñar en la escuela a ser felices a los hijos.

—Cuando me dicen que los chicos tienen que ser felices en la escuela, me pongo enseguida en guardia. Yo también quiero que mis alumnos sean felices, claro. Mis alumnos, mi familia, usted, el mundo… pero la escuela no es ni debe ser un centro de psicología positiva, autoayuda y terapias alternativas y la felicidad no puede ser el fin de la escuela. Es absurdo. Cuando preparé mi oposición no estudié nada sobre felicidad y sí mucho sobre música. Porque ese es mi cometido: enseñar música. A mí la música me apasiona y sin duda contribuye a mi felicidad, como estoy convencido de que es importante para la formación de mis alumnos y que puede proporcionarles cualidades valiosas que les podrán procurar disfrute en el futuro: el desarrollo de la sensibilidad artística, el cultivo del paladar musical y del gusto estético… o, al menos, una cierta cultura que, pese a que para algunos parece que estorba o que no es «útil», nunca está de más. Pero esto es algo que se alcanza con el tiempo y no de forma inmediata y en cuyo proceso no siempre lo pasa uno en grande. Supeditar todo aprendizaje a la comodidad, al bienestar y al placer es una irresponsabilidad que puede convertir a nuestros alumnos en ignorantes narcisistas.

—Usted advierte en su obra que hay cierta ofuscación con la innovación, la tecnología y lo digital.

—Parece que es una buena forma de ganar dinero y fomentar el consumo. Voy a ponerle un ejemplo, ahora que se empieza a criticar también la escritura a mano y todo debe hacerse con el ordenador: cuando uno toma apuntes en el ordenador, la propia rapidez de la pulsación hace que anote cuanto escucha sin apenas darle importancia. Sin embargo, tomar apuntes a mano, dada la menor rapidez con que la mano puede escribir, te obliga a pensar y seleccionar lo más importante. Ya estás haciendo un trabajo importante de cada al estudio que no puedes hacer con un portátil. La tecnología es una herramienta que, como todas, debe utilizarse cuando mejore el desempeño de una actividad, pero no por imposición.

—También hay cierta ofuscación con la innovación, la tecnología y lo digital. ¿Por qué?

—Porque es una buena forma de ganar dinero y fomentar el consumo. Voy a ponerle un ejemplo, ahora que se empieza a criticar también la escritura a mano y todo debe hacerse con el ordenador: cuando uno toma apuntes en el ordenador, la propia rapidez de la pulsación hace que anote cuanto escucha sin apenas darle importancia. Sin embargo, tomar apuntes a mano, dada la menor rapidez con que la mano puede escribir, te obliga a pensar y seleccionar lo más importante. Ya estás haciendo un trabajo importante de cada al estudio que no puedes hacer con un portátil. La tecnología es una herramienta que, como todas, debe utilizarse cuando mejore el desempeño de una actividad, pero no por imposición.

—Dice usted que sir Ken Robinson, apoyado en la teoría de las inteligencias múltiples, proclama que «todos los niños tienen talento». ¿Cuál es su opinión al respecto?

—Que entiendo que es mucho más tranquilizador decir que todos somos igual de inteligentes y que el talento está repartido a partes iguales. El problema es que es mentira. Desgraciadamente el conocimiento, la inteligencia y la capacidad no son democráticos, aunque sí meritocráticos porque alguien que no tenga una gran capacidad, una inteligencia o un gran talento puede llegar a desarrollar alguna actividad razonablemente bien si tiene interés y persevera. Luego, cada uno puede confiarse al esfuerzo o a las múltiples inteligencias. La elección es libre.

—También hay modas en lo que respecta a cómo debe enseñar. Se habla de pedagogos innovadores de la innovación, de profesores artistas, de docentes que dan importancia al alumno porque este a veces sabe más que él y tiene todo el conocimiento a su disposición, del profesor motivador…

—El conocimiento no es hoy más accesible que antes. Tenemos internet como ya teníamos las bibliotecas. Un alumno formado encontrará en internet muchas posibilidades de aprender. Un alumno ignorante solo tendrá más oportunidades para perderse, quizá más que antes porque resulta facilísimo tener millones de informaciones al alcance de una tecla. El alumno siempre va a necesitar aprender a comprender lo que lee, a seleccionar lo que encuentra, a relacionarlo con otras cosas, a confrontarlo con algunas más, a resumirlo o expresarlo, a que sea punto de partida de su propio razonamiento o deducción.

—Por último, señala usted que vivimos en una sociedad sin exigencia intelectual, en la que quien se esmera no siempre encuentra recompensa y quien busca atajos muchas veces llega el primero. ¿Cómo lograr que nuestra aspiración sea conseguir una meritocracia ética, una sociedad que posibilite que, quien se conduce de forma honrada y tenaz llegue más lejos que quien no se comporta así?

—Es difícil. Los modelos sociales no ayudan. Sin embargo, creo que debemos hacer lo posible por inculcar en nuestros hijos (y nuestros alumnos) estos valores: la honradez, el esfuerzo, el amor por el conocimiento, el gusto por el trabajo bien hecho. Tenemos la obligación moral de convencerles de que nada es más satisfactorio que lo uno mismo consigue por sus propios medios.

Fuente: http://www.abc.es/familia/educacion/abci-escuela-no-necesita-asignatura-educacion-emocional-o-felicidad-sino-cultura-y-conocimiento-201604291804_noticia.html

Imagen: http://www.abc.es/media/familia/2016/04/27/alberto-royo–620×349.jpg

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España: El desafío educativo de la televisión

España/Jose  Manuel Pérez/  2016/ Fuente: El Nacional

El sentido de la televisión ni es unívoco ni tiene que convertirse en un mensaje imperativo. El telespectador puede recuperarlo siempre para sus propios intereses: es un logro de libertad que tiene que inscribirse en la capacidad de reinterpretación y de recreación de las propuestas que nos llegan desde las pantallas.

(Pérez Tornero)

José Manuel Pérez Tornero es catedrático de la Universidad Autónoma de Barcelona y de la Unesco. Director del Estudio de Doctorado del  Departamento de Periodismo y Ciencias de la Comunicación (UAB). Sus temas de interés son: la educación y la comunicación, los géneros informativos, culturales y educativos, la enseñanza mediática y el discurso periodístico. En su producción académica sobresalen: El desafío educativo de la televisión (Paidós, 1994), Perspectivas 2014: Tecnología y pedagogía en las aulas.(Planeta, 2015), Escribir para la Red (UOC, 2014).

Su método de enseñanza de la televisión contempla tres dimensiones: tecnológica, lingüística y discursiva. La televisión es un dispositivotécnico de captación, transmisión y de registro audiovisual. Construye imágenes de la realidad, de los estímulos del mundo exterior. Difunde mensajes vía satélite, globalizándose con Internet. Acopia y almacena imágenes y sonidos a favor de la memoria histórica audiovisual. La televisión es un lenguaje sincrético. Combina lenguajes en función de criterios argumentales y semánticos, tales como: imágenes, diálogos, sonidos, música y edición. La televisión también es un discurso, constituido por tópicos de sentido, incorporado en un contexto sociocultural. El discurso audiovisual “es percibido por sus receptores como una entidad con peso específico ante la que desarrollan hábitos y costumbres adecuados y conformes, e, incluso, se admiten ciertas normas de procedimiento. Es así como la televisión adquiere su auténtica dimensión social”.

La lectura crítica, la mirada inteligente

La lectura crítica de la televisión se sumerge en los contenidos implícitos de los mensajes para evaluar valores y contravalores y sentidos aparentemente unívocos. Este tipo de lectura busca detectar la pretendida transparencia de los mensajes, con el fin de refutarlos, cuestionarlos y problematizarlos en el marco de la cotidianidad. La televisión nos suministra, por sí misma, un mundo posible, pero nosotros no lo aceptamos obedientemente, sino que entramos en ese mundo y nos enseñoreamos de sus supuestos para, justamente, aportar nuestra subjetividad y nuestra creatividad.”

La lectura inteligente de la televisión, toma en cuenta estos aspectos:

–Descubrir la finalidad pragmática del mensaje televisivo. Se reconoce el objetivo del mensaje, qué propone, qué tipo de intencionalidad manifiesta o no hay en él. “Ante un programa de televisión, debería ser posible intentar poner de manifiesto, su finalidad: ¿provocar una idea, una adhesión a alguien, potenciar consumir, mostrar la vida privada de alguien, seguir el curso de la actualidad.” La lectura será más advertida, atenta y constructiva si somos capaces de identificar la propuesta ideológica del emisor, los mitos de los programas televisivos y la influencia de los mensajes sobre la esfera pública y privada. Es imprescindible crear un ambiente de confianza en el aula de clases. De esta manera el educando podrá expresar libremente sus ideas.

Reconocer los niveles temáticos y narrativos de los géneros televisivos. Este aspecto consiste en hacer consciente la estructura narrativa del relato, los temas, el punto de vista de los personajes en la trama. “Un programa de televisión puede permitir bucear en documentación e informaciones sobre el tema o las propuestas del mismo. El medio se convierte, entonces, no en la fuente única de información, sino en la oportunidad para usar otras fuentes distintas”.

Identificar el nivel formal de la historia. Se examina la forma de expresión del mensaje, los movimientos de cámara, las escalas de plano, la edición, la iluminación, la iconografía. Estos elementos enriquecen el sentido general de la historia. “Cualquier programa de televisión introduce una estética y un estilo. Puede, por tanto, estimular la reflexión y el trabajo creativo y formal: sobre colores, armonías, ritmos, equilibrios o contrastes, rupturas y continuidades”.

– Describir las relaciones contextuales y cotextuales. Los programas televisivos adquieren múltiples significados cuando se relaciona con un contexto histórico y sociocultural. En cambio, el “co-texto” remite a otros textos televisivos y fílmicos. Algunos anuncios publicitarios refieren a una secuencia de una película muy conocida para atraer el interés del consumidor.

Elaborar proposiciones alternativas y comparar historias. Consiste en imaginar otras historias y otros  finales. “La realidad y el valor de un programa sólo pueden captarse comparándolo con otros, encontrando semejanzas y diferencias en definitiva, captando el sistema en el que puede inscribirse, hallando el paradigma del que proceden”.

–Desmitificar la tecnología. Una formación pedagógica sobre la tecnología de la televisión considera el origen de dicha tecnología, su historia y su impacto en la humanidad. Considera, además, el funcionamiento de los aparatos, los televisores, el uso responsable del control remoto, los reproductores de videos y otras tecnologías domésticas. “Una tecnología no es nunca una determinación a priori que deba ser considerada como un supuesto. Tras su desarrollo y configuración ha habido infinidad de decisiones políticas, culturales o económicas que la han ido construyendo paulatinamente. Por eso, cuando se instala en una sociedad, encuentra fácil acomodo y evidentes correspondencias con otras circunstancias de su entorno”.

Es imprescindible motivar la lectura inteligente de la televisión en la escuela. Un uso consciente y creativo de este medio es aprender aspectos básicos sobre su dimensión lingüística, tecnológica y discursiva. “Saber usar la televisión requiere, en primer lugar, un acto consciente, no automático ni reflejo, un acto de voluntad intencional dirigido por un propósito, demanda conocer el funcionamiento del medio y las posibilidades pragmáticas que ofrece. Y todo ello de una manera práctica y global.” Si no se incentiva este tipo de competencia audiovisual estaremos ante un uso instrumental y rutinario del medio. El desafío educativo de la televisión, radica en fortalecer la democracia en el ámbito global. Muy amenazada por barbaries, fundamentalismos y corrupción desbordada.

Pensar con Pérez Tornero

Convivir con la televisión

“Un profesor que interroga a sus alumno a propósito de un programa; un grupo de amigos que debate sobre un contenido televisivo, todas éstas son situaciones comunicativas en que las palabras y el lenguaje sirven para producir un extrañamiento, para distanciarse del lenguaje propio de la televisión”.

La alfabetización mediática es responsabilidad de todos

“La alfabetización mediática exigida por las nuevas circunstancias sólo puede ser fruto de la convergencia de esfuerzos realizada por las instituciones familiares y educativas, los gobiernos y las autoridades que tienen relación con los medios, las asociaciones cívicas, la industria y los profesionales, así como los medios de comunicación y en general, todas las instituciones cívicas que dependan de la participación y de la actividad ciudadana”.

Competencia televisiva

“La necesidad educativa  de potenciar esta competencia televisiva está clara: a nadie que pretendiera enseñar cualquier materia se le ocurriría utilizar un libro sin antes asegurarse de que se conoce su uso. No es posible ni educar con la televisión ni educar para utilizarla críticamente si antes no se dispone de una cierta competencia en el medio”.

Fuente: http://www.el-nacional.com/papel_literario/desafio-educativo-television_0_838716332.html

Imagen: http://www.el-nacional.com/papel_literario/Gustavo-Hernandez-Diaz-Archivo-Nacional_NACIMA20160115_0064_6.jpg

 

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*Demasiado feministas para la academia

La universidad ha sido, y lo es cada vez más, una estructura de exclusión y privatización, según la autora

Lucía Egaña

Periódico Diagonal

Como otras 20.000 personas más, hace menos de dos meses defendí mi tesis doctoral. En un breve plazo de tiempo, el reino de España ha producido más doctores que nunca en la historia de su academia, hoy en vías de reforma con el Plan Bolonia. Ante las “nuevas” lógicas mercantiles de la universidad, los “viejos” programas de doctorado han sido sometidos a una inminente clausura, arrastrando con ello la desaparición forzada de su alumnado. A esto se le ha llamado “extinción”.

Y en esta categoría “extinta”, como si de animales raros o pequeños dinosaurios enquistados en la academia se tratara, nos encontramos hoy unas 20.000 personas que hemos tenido que salir del paso para abrir terreno a la velocidad. Así ha sido que la universidad española ha tenido que deshacerse de este excedente de doctoras que representaban un modo de producción académica basada en la lentitud y la baja productividad, según criterios mercantiles.

En este contexto de desaparición forzada, había que hacer aquello que nunca tuvimos tiempo para hacer, desplazado por incontables motivos, las emergencias cotidianas y el pluriempleo: la tesis. Algunas de aquellas personas que teníamos pendiente la redacción del manuscrito nos caracterizábamos por no haber tenido becas de doctorado, por trabajar en muchas cosas y ninguna a la vez, en general personas con más de 35 años, muchas migrantes, viviendo en pisos compartidos. Personas que –ante currículos heterogéneos, por decirlo de forma elegante– quedábamos descalificadas de la mayoría de las becas doctorales o postdoctorales, y con ello, fuera de los canales oficiales de la trayectoria académica.

Por otro lado, al doctorarnos, también quedábamos fuera del mercado laboral tradicional, una suerte de “pringadas sobrecualificadas” con estudios superiores, pero demasiado heterogéneas. Como escribió la poeta tortillera valeria flores: “Dema­siado intelectual para el activismo, demasiado activista para la academia, demasiado feminista para la poesía, demasiado radical para la pedagogía, demasiado política para ser maestra, demasiado disidente para la política de la identidad, demasiado tortillera para ser maestra, demasiado maestra para la jerarquía del saber, demasiado tímida para la oratoria política, demasiado provinciana para la capital, demasiado prosexo para un feminismo que aún teme hablar de sexo, demasiado teórica para ser trabajadora”.

La universidad ha sido, y lo es cada vez más, una estructura de exclusión y privatización. Plantea formas para trazar trayectorias profes­ionales que requieren mucho tiempo o dinero, y una dedicación poco compatible con las vivencias de precariedad que definitivamente impiden dedicarse a una sola cosa a la vez. Muchas de las personas que han acabado la tesis ahora son profesoras asociadas, ese espacio académico en el que la promesa de futuro es lo que mantiene con vida un trabajo infravalorado a la vez que altamente rentabilizado por la institución.

Máquina de las miserias

La universidad, entonces, es una máquina que se alimenta de las miserias de las asociadas. Como indica Elena Fraj, profesora asociada en el Departamento de Diseño e Imagen de la Facultad de Bellas Artes de la Universidad de Barcelona, en la universidad se conjugan un sistema neo­liberal (competitividad y medición de la producción del conocimiento desde criterios exclusivamente de mercado) con uno feudal (relaciones de poder entre miembros del campo académico). En esta encrucijada, el 80% del profesorado precario son mujeres, mientras que el 80% que tiene contrato son hombres. ¿Y cuántas son migrantes, cuántas negras, cuántas feministas, cuántas lesbianas, cuántas trans? Las activistas que hemos podido llegar al punto de acabar una tesis, con toda la presión que esto significa, muy difícilmente podremos optar a espacios de poder, o como mínimo, a espacios laborales estables. Pero ¿alguna vez deseamos formar parte de los espacios de poder?

Estas preguntas emergen de los espacios en blanco que crea la intersección entre precariedad, exclusión y activismo feminista y sexo-disidente. Mi historia para llegar a ser doctora es parte de una experiencia común –y de una condición– invisibilizada entre procesos protocolares institucionales, plazos ministeriales y un nuevo modelo de capitalización y privatización que reduce la financiación pública y aumenta el coste de las tasas por crédito al alumnado.

Me apunté al programa de doctorado en 2006, hace diez años, para alargar mi visado de estudiante. Sumo privilegio aquel de poder acceder a la universidad como espacio de “legalización” de una misma en un contexto migratorio que busca extinguir tus posibilidades de permanencia. No todas han podido hacerlo. Por otro lado, mi sobrecualificación se conjuga con un vivir con menos de lo que se considera un sueldo mínimo en este país. Un conflicto de clase entroncado en las incongruencias propias de la precariedad ilustrada de la que formo parte.

Quiero reivindicar la experiencia de las activistas feministas y sexo-disidentes que, con mucho esfuerzo, han terminado el proceso del doctorado desde un lugar extraño, porque la academia es incómoda para muchas, pero especialmente para las que nos sentimos “fuera”, aunque se nos premie con pequeños reconocimientos y logros, como permitirte acabar una tesis doctoral en condiciones de autoexplotación.

¿Qué significa ser feminista, transfeminista, disidente sexual y además pobre, migrante en el contexto del reino de España? Son condiciones que te obligan a olvidar el “cuarto propio”, buscándolo en bibliotecas públicas, o, como diría Gloria Anzaldúa, haciéndote escribir en el autobús, en la fila del paro, en el trabajo durante la comida, entre el dormir y el estar despierta.

Muchos discursos y vivencias están presentes, aunque invisibles, en los procesos de redacción de una tesis buscando agujerear los protocolos académicos. Conozco a muchas compañeras que han querido torcer el lenguaje, contaminar el canon, retribuir al feminismo la constante discriminación académica y, sobre todo, a la invisibilización de la experiencia activista dentro de esta esfera.

Las bolleras, las transfeministas, las disidentes sexuales que no logran separar la vida del activismo ni de una investigación regulada por los procesos institucionales y vetustos de una academia en descomposición, no buscan, en primera instancia, ser parte de esta estructura. Se trata, más bien, de ir dejando las marcas de algunos procesos marginales, sacarlos de su lugar invisible, del pie de página, de ser ese bicho incómodo al que no pueden matar. Y así aspirar, de forma utópica y colectiva, a una tenue politización de los pactos con la institución, a contaminar sus registros acostumbrados a la propia recursividad. Hacer que esa casa pierda los papeles y facilitar un cambio de roles para que cada vez sea más evidente que la universidad es ese lugar incómodo e inadecuado que habitualmente significamos nosotras.

Fuente del artículo: https://www.diagonalperiodico.net/saberes/30006-demasiado-feministas-para-la-academia.html

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España: Educación modifica también el examen de reválida en secundaria

España/Madrid/02 de Abril de 2016/El País

El examen de reválida que deberán hacer de forma obligatoria todos los alumnos de 4º de la ESO a partir de 2017 también va a cambiar. El Ministerio de Educación, que ya rectificó hace unos días los requisitos del nuevo examen de Selectividad, ha rebajado ahora las condiciones de otra de las polémicas pruebas a las que, en este caso, se enfrentarán los alumnos de 15 y 16 años y que tendrán que aprobar para obtener el título. El examen que ultima el equipo en funciones del ministro Íñigo Méndez de Vigo no será tipo test, no se hará en la misma fecha en toda España ni incluirá 350 preguntas.

EL PAÍS ha accedido al borrador de decreto que regula las reválidas de secundaria y bachillerato incluidas en la Ley Orgánica para la Mejora de la Calidad Educativa (LOMCE). A diferencia del plan que diseñó el exministro José Ignacio Wert, el decreto que ultima el ministro en funciones, Méndez de Vigo, no prevé que el examen se haga el mismo día en toda España tampoco en secundaria.

La semana pasada, Méndez de Vigo presentó con los rectores las características principales de las pruebas de bachillerato (que sustituyen el curso que viene a la Selectividad) con cambios y cesiones respecto a los planes de su predecesor.

El borrador del real decreto que incluye ambas pruebas cambia también algunas de las características de la reválida de secundaria. Incluirá preguntas abiertas, semiabiertas y de opciones múltiples y cuestionarios para determinar el contexto socioeconómico de los alumnos. Los estudiantes deberán superar el examen para obtener el título de graduado, aunque este aspecto no se aplicará el primer año. Contarán un 30% para su nota final y un 70% las notas que haya obtenido en el ciclo.

El examen evaluará las siguientes competencias, según detalla el borrador: comunicación lingüística, competencia matemática y competencias básicas en ciencia y tecnología, competencia digital, aprender a aprender, competencias sociales y cívicas, sentido de iniciativa y espíritu emprendedor, y conciencia y expresiones culturales.

Fuente: http://politica.elpais.com/politica/2016/05/02/actualidad/1462188615_073298.html

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