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España: Una iniciativa pretende fiscalizar los 2.000 millones del Fondo Covid

Europa/España/08 Octubre 2020/eldiariolaeducacion.com

  • La Plataforma de Infancia junto a PoliticalWatch ponen en marcha una campaña hoy bajo el nombre de #ColeSeguro, con la que quieren conocer en qué se están invirtiendo los fondos COVID destinados a las comunidades autónomas, así como recoger la opinión de la comunidad educativa sobre el funcionamiento de las diferentes políticas públicas puestas en marcha.

a promesa del Gobierno central de destinar 2.000 millones a las comunidades autónomas para que invirtieran en educación para compensar las dificultades provocadas por la pandemia de la Covid-19 se cumplió hace semanas. Antes del verano ya se publicaron en el Boletín Oficial del Estado las cifras que cada autonomía recibiría.

El problema mayor es que son fondos finalistas. Las administraciones pueden gastarlos en educación o en cualquier cosa. No tienen que rendir cuentas a nadie por este tema, como han reconocido varias veces fuentes del Ministerio de Educación. Conseguir la información sobre esta cuestión es realmente complicado. Algunas autonomías responden a esta pregunta enviando tablas informativas en las que no se aclara muy bien qué partidas las sufraga el fondo y cuáles el presupuesto autonómico. Otras se limitan a facilitar un escueto «hemos contratado 2.300 docentes».

Para paliar esta falta de información, la Plataforma de Infancia y la entidad PoliticalWatch, comienzan hoy una campaña, #ColeSeguro, que como mínimo se prolongará hasta el mes de diciembre. Se apoyará en tres patas fundamentales.Para ello, además de hacer incidencia en redes sociales, también han puesto en marcha la página web ColeSeguro: https://coleseguro.es

La primera, conseguir toda la información posible sobre esta inversión en educación de las autonomías. Para ello contarán con colaboradores que intentarán rastrear los fondos siguiendo la actividad parlamentaria en las diferentes comunidades autónomas, o buceando en los boletines oficiales de cada una de ellas para ir armando el complejo puzzle de las inversiones no finalistas. Un arduo trabajo con el que, explica Ricardo Ibarra, director de Plataforma de Infancia quieren averiguar dónde se está poniendo el dinero: bajadas de ratios, obras en los centros educativos, compra de material higiénico-sanitario…

La segunda de las patas será una encuesta de 32 preguntas que se centrará en actores de la comunidad educativa. Para ello consultarán a sindicatos, organizaciones de directores y directoras y, también, a las de estudiantes. El objetivo es saber cómo estas inversiones y políticas públicas están llegando a los 28.000 centros educativos que hay en el país.

Y, la tercera, será una encuesta dirigida a toda la sociedad en general, aunque principalmente pensada para las familias o las personas con niñas, niños y adolescentes cerca. El objetivo de sus preguntas será conocer cómo perciben ellas las actuaciones que se están llevando a cabo para garantizar la salud y la seguridad de las y los menores en los centros educativos.

Ibarra explica que esperan conseguir una muestra bastante grande para estas encuestas. Con toda la información que obtengan de cada una de estas partes intentarán ver cómo se relacionan unas con otras a lo largo del tiempo. Comenta el director de la Plataforma que, además, andando el tiempo y en función de la evolución de la pandemia intentarán hacer nuevas oleadas de encuestas para hacer ese seguimiento de la información.

Ambas organizaciones, si la financiación lo permiten, mantendrán el seguimiento de la información sobre las medidas, las políticas y las inversiones relacionadas con ellas a lo largo también de 2021.

Se trata de una iniciativa compleja, dado que, como constata el propio Ibarra, «no hay mucha voluntad de transparencia» en lo que se refiere a dar explicaciones sobre en qué y cómo se está invirtiendo el dinero para paliar las consecuencias de la pandemia y mejorar la atención a la infancia y la adolescencia en los centros educativos.

La dificultad de recopilar los datos

Durante las últimas semanas, hemos intentado recopilar algunas de las cifras de inversión de diferentes administraciones públicas autonómicas sobre la finalidad de los fondos Covid invertidos por el Gobierno central. Un total de 1.600 millones han ido a parar a las arcas de los territorios, bajo la premisa de que podrían gastarlos en educación. Pero sin obligación legal de hacerlo. Y sin un seguimiento o fiscalización de ningún tipo.

Hemos consultado a algunas de las autonomías que mayores cantidades pecibieron en su momento: Andalucía, Comunidad Valenciana, Comunidad de Madrid y Catalunya. Los datos que unas y otras devuelven son muy diferentes, en cuanto a concreción, sobre todo.

Por ejemplo, Catalunya, según el primer anuncio publicado en el BOE, recibió 337,4 millones de euros de los fondos. Esta cantidad se ha destinado al refuerzo de personal docente, también del de administración y servicios. Se han contratado refuerzos para la concertada y para los municipios. También ha habido inversiones en material informático, o se ha completado el Plan de Equidad Digital, se han comprado EPI, se han adecuado espacio, se han realizado pruebas de salus. Se han invertido en los comedores o en compensación para la escolarización en educación infantil pública y privada. Finalmente, se ha incrementado el servicio de transporte escolar y se ha indemnizado a empresas de comedor escolar.

El «problema» surge al comprobar que las candidades de todas estas inversiones exceden el fondo Covid destinado a Catalunya, además, de superar también otras inversiones provinientes del Gobierno central por vía de los programas PROA+ o de la inversión de la empresa Red.es. El total invertido cuenta con financiación de la propia Generalitat y las fuentes de Educació consultadas no saben decir en qué partidas exactas se ha gastado qué cantidad del Fondo Covid.

Aún así, Catalunya ofrece una información relativamente transparente. Las fuentes de la Comunidad de Madrid son más crípticas. Hasta hace unos días, lo único de lo que podían informar es que ya se estaban ejecutando los Fondos Covid destinados a la autonomía, cerca de 291,7 millones de euros. «En la actualidad, aseguran estas fuentes, este presupuesto ya se está ejecutando en lo más importante para el inicio de curso como la contratación de personal docente, infraestructuras educativas de diferente índole, la adquisición de material para los centros y todo lo que está siendo necesario para dar respuesta a las necesidades derivadas de la crisis sanitaria provocada por el COVID-19. Por el momento no podemos ofrecer el desglose de cada uno de los gastos».

En la Consejería de Educación de Andalucía también han hecho un importante trabajo en relación a conocer en qué se han invertido cientos de millones de euros para este inicio de curso. Pero no se ha terminado de afinar esa transparencia. Según informan, la Junta ha puesto en marcha un Plan de Acción en Educación que está dotado de 600 millones de euros. Aunque en las últimas horas se ha visto aumentado tras el acuerdo firmado con los sindicatos para aumentar la ampliación de las plantillas docentes.

En cualquier caso, dentro del cómputo global de estos 600 millones (620 según las últimas cifras facilitadas por educación), estarían contenidos los cerca de 300 millones que ha recibido Andalucía. Aunque no se ha facilitado un desglose de qué parte del fondo Covid cae en cada nueva inversión, se cuenta con un aumento de las plantillas docentes tanto en la pública como en la concertada. También de las plantillas no docentes, con un aumento del personal de limpieza o de PTIS para los centros de educación especial. Además, se contempla un aumento de la inversión para obras en las infraestructuras y en material higiénico-sanitario.

Desde la Comunidad valenciana, fuentes sindicales aseguran que la inversión del fondo, unos 214 millones de euros, ha recaido en la contratación de más personal. Aproximadamente, dicen, un 80% del total. El resto se ha ido en material higiénico-sanitario, aunque hace unos días (finales de la semana pasada) había centros que todavía no habían recibido nueva financiación.

Fuente e imagen tomadas de: https://eldiariodelaeducacion.com/2020/10/07/una-iniciativa-pretende-fiscalizar-los-2-000-millones-del-fondo-covid/

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More than 5.2 million Spaniards are now under coronavirus mobility restrictions

Europe / Spain / Author: Juan Navarro / Source: elpais.com


Experts warn that the public should expect a cycle of these confinements, and that infection rates will remain high unless there is a repeat of March’s strict lockdown.

The rising number of coronavirus cases in Spain is accelerating the introduction of new confinements across the country. For now, the restrictions being introduced are not as severe as they were during the first wave, when the central government implemented a state of alarm that saw Spaniards confined to their homes for several months. But perimetral lockdowns are being established where the transmission rate of the virus is on the rise.

Currently, more than 5.2 million Spaniards – 4.7 million of them in the Madrid region – are not allowed to leave their municipalities, apart from going to work, to school or to university, among other reasons. The latest areas to implement such measures are the municipalities of León, Palencia and San Andrés de Rabanedo, in Castilla y León, and La Almunia de Doña Godina in Aragón. Experts warn that while perimetral confinements are necessary when transmission is rising, they are insufficient if not accompanied by social limitations within the zone that has been locked down.

Castilla y León has a total of nine municipalities with restrictions. While the region has an average cumulative incidence of 374 cases per 100,000 inhabitants over two weeks, the figure for Palencia is 536 and in León, it is 510. The mayor of the latter city, José Antonio Díez of the Socialist Party (PSOE), on Monday confirmed that residents were aware that these restrictions could be on their way. “We accepted them with commitment because the common objective is to overcome the pandemic and reduce the high rate of infections,” he said. The Palencia mayor, Mario Simón of Ciudadanos (Citizens), also accepted the measures. “With the data that we have from the last few weeks, either the situation changed radically or it was just a question of time,” he said.

A police checkpoint in Madrid on Saturday.
A police checkpoint in Madrid on Saturday.VÍCTOR LERENA / EFE

The regional government of Castilla y León has used the Health Ministry’s new guidelines to apply the most restrictive measures: more than 500 cases per 100,000 inhabitants over two weeks, a PCR positivity rate above 10%, and more than 35% of intensive care unit (ICU) beds occupied. But other regions have taken action before exceeding these limits, which were agreed on by a majority of Spain’s regional administrations last week and introduced on a mandatory basis by the central government via the Official State Gazette (BOE).

Ahead of the upcoming annual Fiestas del Pilar in Zaragoza, celebrating the patron saint, the regional government of Aragón has taken the city back to Phase 2 of the country’s deescalation plan, which sees limits on capacity and assembly. It has done so with a cumulative incidence of 300 cases per 100,000 inhabitants over the last two weeks. It has done the same in Huesca, a city where the cumulative incidence is at 700, as well as in the municipality of La Almunia de Doña Godina, which has a very high rate of 1,000 infections per 100,000 inhabitants.

Experts consulted by EL PAÍS warn, however, that if an extreme lockdown similar to that of March is not introduced in a bid to flatten the curve, these perimetral confinements will become a regular occurrence. “We are facing a constant cycle of shutting down, opening, closing, and opening,” explains Joaquín López-Contreras, the head of Infectious Diseases at the Sant Pau Hospital in Barcelona. “Coping with a lockdown like the one in March is very difficult. Let’s see if lesser measures will see the epidemic squeeze us but not smother us.”

But, the experts add, a perimetral closure will not be enough. “Confining residents to a perimeter is done so that cases are not exported, but you also have to limit where contagion can happen to stop the spread,” says Joan Ramon Villalbi, a member of the Spanish Public Health and Health Administration Society. “Perhaps we have been relatively lax with social meetings.”

A worker shuts up Malaje bar in Madrid‘s Plaza de la Paja square, just before 11pm, the new closing time under the restrictions.
A worker shuts up Malaje bar in Madrid‘s Plaza de la Paja square, just before 11pm, the new closing time under the restrictions.OLMO CALVO

Alberto Infante, an emeritus professor of International Health at the Carlos III Institute, agrees. “Interrupting the circulation of the virus to slow down mobility is necessary, but not enough,” he says. “You need to take action inside these zones. It’s about knowing what to do besides confinement, whether we just limit family meetings, or capacity, or whatever else. In the Valencia region, systematic tracking and tracing of cases and contacts have helped.”

Regions such as Castilla y León, La Rioja (which has confined the municipalities of Calahorra, Arnedo and Rincón de Soto), and Navarre (Funes, Peralta, Falces and San Adrián), among others, have accompanied their mobility restrictions with limits on bar opening hours, capacity and social meetings. Even Madrid, which has reluctantly introduced the central government’s restrictions in 10 cities, including the capital (albeit having filed an appeal against them in the courts) has incorporated early closing hours and limits on capacity in bars and restaurants.

There is, however, no single approach to combat the virus. And even less so while efforts are being made to protect the country’s economy as much as possible. Ourense, for example, in the Galicia region, has opted to ban social meetings between people who do not live together rather than confining the municipality. “In theory this is good,” says Infante. “But it depends on what people want to do. It’s difficult to ensure that this is observed.” As such, the experts agree that there is a need to improve communication with citizens. “People need to understand why they need to do these things,” Infante explains. “There is scant education, and often it comes wrapped up with political controversy. And that discredits what is being proposed.”

Whatever happens, López-Contreras adds, the figures from June, when infections were at an all-time low and the state of alarm came to an end, will not be repeated unless there is another radical lockdown or the population of Spain completely changes its behavior. “We’ll be like we are now,” he says. “With figures that are threatening, but we will be resisting.”

English version by Simon Hunter.

Source and Image:   https://english.elpais.com/society/2020-10-06/more-than-52-million-spaniards-are-now-under-coronavirus-mobility-restrictions.html

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Entrevista al epidemiólogo Manuel Franco: “Aunque moleste esta palabra, la desigualdad es gasolina para la pandemia”

Por:  Ramón Ferrer, Álvaro Lorite


Manuel Franco Tejero se reunió ayer, 1 de octubre, junto a 19 personas de ciencia, con el ministro Illa, máximo responsable de la gestión sanitaria de la pandemia provocada por el covid-19. Franco Tejero es epidemiólogo y actualmente forma parte de la Universidad de Alcalá de Henares y de la Johns Hopkins de Baltimore. El investigador señala las desigualdades en las ciudades como uno de los focos a los que prestar atención y reflexiona en torno a la importancia de los espacios públicos al aire libre.

[Transcribimos algunas partes de la entrevista, realizada antes de la reunión con el ministro. Para escucharla al completo, hay un enlace al final del texto]

Eres una de las veinte personas que compone el gabinete para evaluar cómo se está gestionando la pandemia y asesorar al ministro Illa. ¿En qué consiste vuestro trabajo?

Más que asesorando, somos 20 investigadores e investigadoras que llevamos desde verano pidiendo al gobierno central y a las autonomías que se haga una evaluación profunda e interdisciplinar. Por desgracia, somos de los países europeos con un problema de salud pública mayor. Esto merece una evaluación que nos sirva para entender qué se ha hecho bien y qué se ha hecho mal. Lo que aprendemos en Madrid puede aplicarse en otras ciudades del mundo. Este tipo de evaluaciones que ya se hacen en la OMS, en el Reino Unido o en Australia te da muchas claves y experiencias extrapolables. No se trata de culpabilizar a nadie ni competir, sino de cooperar y generar las herramientas que necesitamos para el futuro.

Estamos en la plaza de Olavide, Chamberí, que has señalado como uno de tus lugares favoritos de la ciudad. Un espacio abierto en medio de la urbe.

Yo he vivido toda mi vida en tres casas que rodean a este parque, al que obviamente quiero mucho. Es un reflejo de cómo ha ido cambiando la ciudad en los últimos 46 años. Nací en una de las bocacalles de esta plaza y mi familia ha trabajado en trabajos esenciales y manuales desde hace 120 años. Hemos sido partícipes de los cambios sociales y urbanísticos que se han dado. Durante los 80 y los 90 era un lugar que podría resultar hasta peligroso. Ahora tanto niños como personas mayores pueden disfrutar de este lugar verde y agradable. Esto es un servicio a un lugar con una densidad de población muy alta. Dar servicio a grupos de población muy diferentes es lo que hace que el urbanismo sea bueno. Chamberí hoy en día es un distrito muy privilegiado. Y este privilegio, respecto al covid-19 se basa en que podemos teletrabajar.

Te has definido como amante y defensor de los parques como espacios en las ciudades. Hay estupefacción e incomprensión por parte de quienes viven en las zonas confinadas ante el hecho de que cierren los parques.

Ver los parques como un lugar inseguro que hay que cerrar es de una miopía y una ignorancia tremenda. Los espacios públicos abiertos son los lugares más seguros. Lo que es inseguro es el lugar cerrado. Los lugares cerrados donde se concentra la gente, los interiores de bares, restaurantes o casas de apuestas son los lugares a evitar. Tenemos que ganar el espacio público abierto.

Esto siempre hay que verlo desde el punto de vista de las desigualdades. En una situación en la que una parte sustancial de la ciudad de Madrid, que son siempre las mismas áreas vulnerables, se está viendo gravemente afectada, lo que nos señalan los estudios es que esas personas son las que más necesitan el espacio público seguro. Son las que viven ocho personas en apartamentos de cuarenta metros cuadrados. Me parece tremenda esa falta de conocimiento.

Aquí tienes gente desde las seis y media de la mañana hasta las tres de la mañana. A las seis y media hay gente paseando al perro, después llegan los estudiantes que se juntan un rato antes de ir a clase, luego viene la gente a tomar un café, nosotros estamos ahora aquí trabajando, luego viene la gente que trabaja a tomar el menú del día, después grupos de ancianos de una residencia a tomar el sol. Por la tarde vienen los niños con sus padres y madres y a la noche vuelven los adolescentes y toman la plaza. Eso es fantástico.

¿En qué momento estamos, según el corpus teórico de la pandemia y la salud pública? ¿Y por qué lo estamos pasando peor aquí que en países de nuestro entorno? Teníamos la sensación de tener una sanidad pública puntera en Europa. Además, parece que estamos descubriendo la importancia de la atención primaria, a diferencia del sistema francés, donde los hospitales son el gran pilar. ¿Qué ha pasado?

Esa es la pregunta del millón. Somos de los países más afectados del mundo y veníamos de esa ilusión de tener un sistema sanitario público potente. Hay muchas razones que señalan el camino que nos ha traído a esta situación tan difícil. Es una situación extrema desde el punto de vista de la salud, pero también para la economía y lo social. Todavía no hemos visto todas las consecuencias. Una razón es la austeridad y los recortes brutales en recursos públicos. Es muy importante diferenciar la salud pública de los servicios sanitarios. Venimos de una década en la que la salud pública y la atención primaria han sido carcomidas e infrafinanciadas, esto es fundamental. Pero es que tenemos un país muy desigual. Ya sé que hay muchas personas a las que no les interesa escuchar esa palabra, pero es clave para describir nuestras ciudades y nuestro país. Es una realidad que se dibuja en el mapa que está trazando el covid-19 en las ciudades y hay gobiernos que lo ignoran deliberadamente. También somos un país muy envejecido. Las personas mayores son las que más riesgo tienen, tenemos la tormenta perfecta.

Además, los servicios sociales, que gestionaban las residencias de ancianos y también han sido recortados y subcontratados en varios niveles, han dejado a esa población absolutamente desvalida. Cuando salgan todas las cuentas, es probable que la mitad de los fallecimientos hayan sido en estas residencias, lo cual es una barbaridad. Este es el sustrato que teníamos.

Por tratar de abordar un marco más amplio, también ha habido epidemiólogos que han señalado el consumo de carne desmedido como una de las causas que nos han traído a donde estamos. Señalaban que estamos situando las explotaciones ganaderas intensivas en zonas de naturaleza salvaje.

Hay ya muchos estudios y evidencia al respecto. Recomiendo el reportaje en el que he participado como entrevistado y asesor científico, que se llama Pandemia en la gran ciudad, que narra tres historias en San Nicasio de Leganés, el Bronx (Nueva York) e Itzapalapa (México DF). Esta idea surge de un artículo que escribí en el que señalaba que para controlar las pandemias en las ciudades hay que fijarse más y mejor en las zonas donde más se necesita. Ahí, Saskia Sassen, una gran socióloga urbana a nivel mundial, decía que más allá de la desigualdad que caracteriza a las grandes ciudades, tenemos que estudiar cómo las ciudades hemos ganado espacio a la naturaleza virgen. Ganar espacio quiere decir destruir y modificar esos ecosistemas y acercarnos de una manera más peligrosa, nueva y artificial y al mundo animal. La naturaleza nos lo devuelve, en este caso en forma de coronavirus. Y ya hay muchas evidencias que señalan que el virus viene de ganarle terreno a la naturaleza de forma desmedida y sin control, aunque quede mucho por investigar al respecto.

Fuente: El Salto

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Francia: París, en estado de alerta máxima

París, en estado de alerta máxima

El gobierno francés anunció la noche del domingo que París y tres departamentos de su región, Isla de Francia, han sido declarados «zonas de alerta máxima», anunciándose medidas muy restrictivas para bares y restaurantes.

Desde hace semanas, Francia está dividida en tres zonas sanitarias, de alerta, alerta reforzada y alerta máxima.

Hasta ayer, solo dos zonas francesas vivían en estado de alerta máxima: Marsella y su región, y la Guadalupe, territorio de ultramar. En estas zonas, la incidencia del Covid-19 es superior a los 250 casos por cada 100.000 habitantes.

A partir del martes, los bares de París y buena parte de su periferia deberán cerrar totalmente.

El gobierno y el gremio de la hostelería negocian un protocolo especial, para permitir que los restaurantes permanezcan total o parcialmente abiertos, en unas condiciones sanitarias muy restrictivas.

El conjunto de las medidas del estado de alerta máxima, en París y parte de su región, se irán precisando a lo largo del lunes, desde distintos ministerios.

-Prohibición de celebración de grandes acontecimientos.

-Prohibición de reuniones de más de 10 personas en espacios públicos.

-Cierre de gimnasios y espacios deportivos.

-Cierre de salas de fiestas y reuniones públicas.

-«Fomento» del tele trabajo «en la medida de lo posible».

El estado de alerta máxima, en París, deberá recortar esas medidas. Con el estado de alerta máxima, se tomarán nuevas medidas de este tipo: cierre de todos los establecimientos públicos, donde no existan protocolos sanitarios particulares. Medidas de control «muy rigurosas» en todo tipo de comercios.

Fuente de la información: https://www.abc.es/sociedad/abci-paris-estado-alerta-maxima-202010042217_noticia.html

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España: El enemigo climático de las regiones más pobres

El enemigo climático de las regiones más pobres

Normalmente asociamos la figura de los refugiados a la existencia de conflictos armados, particularmente desde el conflicto sirio. En realidad, no suele ser así: más bien al contrario, la mayor parte de los refugiados lo son por otras causas, y la existencia de un conflicto no es motivo de la protección como refugiado stricto sensu, sino de protección subsidiaria, una figura secundaria de protección internacional. La Convención sobre el Estatuto de los Refugiados, establecida tras la Segunda Guerra Mundial, establece esas fórmulas de protección como una forma de dar cobertura a aquellos casos en los que no se produce una persecución concreta de una persona pero en la que la situación de los países de origen es incompatible con una vida digna. Algo así sucede, o al menos así lo interpretan los países europeos, en el caso de la mayor parte de las personas que tuvieron que huir de Grecia, quienes no era objetivo de persecución concreta, sino que huían de una situación brutal de guerra abierta que impedía el desarrollo de su vida.

Pero es imprescindible ver ahora estas cuestiones a la luz de la crisis climática que ya empieza a mostrar su impacto y que según todos los estudios va a incrementarse. Se trata de temas que ya han aparecido en investigaciones recientes con aportaciones muy sólidas. Andreas Malm ha trazado en un interesante artículo[1] como los elementos originales de la crisis siria parten de una cuestión ecológica, una brutal sequía que tuvo lugar a principios de la década de los 2000 y que fue, según el IPCC, la mayor en 900 años. Lógicamente, la envergadura de la migración fue proporcional a la dureza de la sequía, y las poblaciones mayoritariamente agrícolas del este del país empiezan a migrar masivamente a los centros urbanos. A partir de ahí, la escalada del régimen de Al Assad lleva a un aumento del control social, represión y guerra civil, hasta alcanzar el conflicto que llegó a todos los medios occidentales. Esta es una de las cuestiones que vuelven una y otra vez, pero no bastan. Porque, en lo que se refiere a los temas de crisis ecológicas, la primera lección de Siria es precisamente que cuando se desencadenan los peores escenarios, la crisis ha dejado de ser meramente ecológica y se ha convertido en una crisis global, en la que diferentes aspectos se interconectan hasta hacer que sea casi imposible encontrar el hilo. Lo cual, irónicamente, viene a dar la razón a los ecologistas: la crisis ecológica es una crisis de modelo civilizatorio, un conflicto entre la forma de valorizar el capital y la propia vida en el planeta.

Ahora bien, ¿cuál es el impacto de esto en los países menos ricos? Aunque se suele decir que la crisis ecológica nos afecta a todas, que es cosa de todas o incluso que no entiende de ricos y pobres, lo cierto es que la realidad es completamente opuesta. No se trata de una crisis homogénea: como cualquier fenómeno natural, tendrá impactos diversos, y la peor parte se queda en algunas regiones de África y la cuenca del Mediterráneo. En efecto, las consecuencias del cambio climático se multiplican y aceleran en estas regiones del mundo, ya muy vulnerables. Si miramos hacia el este de la región mediterránea, la mencionada sequía que da origen a los primeros movimientos de la crisis siria aparece en los informes internacionales de cambio climático como la peor sequía de esa región del mundo en 900 años[2]. Pero estos mismos informes añaden previsiones durísimas para esta misma y otras regiones. Para no extendernos demasiado, señalaremos únicamente que una de las regiones en las que el crecimiento de temperatura media será más rápido es el Sahel, y África occidental, dos regiones en las que ya existen una serie de conflictos enquistados que se vienen endureciendo en los últimos años.  Y otro tanto sucede en lo que se refiere a la lluvia, aunque en este caso el impacto será mayor en el Sahel y África oriental, donde se espera que la reducción de precipitaciones sea mayor que en el resto del mundo. En estas regiones, un incremento de la temperatura media mundial que alcanzara los 2º supondría una reducción drástica del rendimiento de los principales cultivos y la aparición de sequías cada vez más frecuentes y prolongadas, unido a otros fenómenos meteorológicos extremos.

África apenas es responsable de un porcentaje residual del cambio climático, en torno al 3% de las emisiones totales[3] pero sufrirá el mayor impacto de la crisis ecológica. Lógicamente, esto hace que el volumen de personas migradas vaya a crecer, y que éste crecimiento sea cada vez más intenso y también más desordenado, ya que muchas poblaciones tienen que huir debido a que los impactos climático se hacen presentes en sus regiones de origen con enorme violencia. Con esta situación, la figura del refugio debería aparecer como una salida cuidada y protegida por los países industriales, que sí han producido la mayor parte de los GEI y que deberían hacerse responsables de los efectos que producen. Sin embargo, las salidas que se están planteando son pobres o incluso algo peor. Si nos fijamos en las dos iniciativas más visibles, la iniciativa Nansen y la política de desplazados climáticos de ACNUR, obtenemos conclusiones poco amables. La primera no deja de ser una iniciativa de las que abundan en las regiones más ricas del mundo – en esta ocasión, su origen está en Suiza y Noruega – y que evidencia el carácter bienpensante pero muy poco operativo de las respuestas; básicamente, la iniciativa defiende que la existencia de conflictos climáticos extremos es una amenaza asimilable a la persecución y que, por lo tanto, debería protegerse como refugiados a las personas que huyen de estos conflictos. Pero la apuesta apenas ha tenido seguimiento, ni siquiera para esos casos extremos, y la iniciativa parece haber quedado en eso.

Por otro lado, la agencia de Naciones Unidas para los Refugiados se ha visto obligada a posicionarse en torno a este tema y lo ha hecho con un carácter analítico más sólido, a través de un marco que han denominado “dinámica de los Nexos”[4]. Básicamente, la apuesta teórica de la agencia internacional reconoce que se trata de situaciones que generan una huida masiva de poblaciones y lo hace de forma inevitable y violenta, pero mantiene que estos conflictos se encadenan con otros, puesto que se producen en contextos sociales. Básicamente, apuntan hacia una comprensión del fenómeno como un elemento más en una cadena de incremento de la inestabilidad y violencia. Hasta aquí, el análisis parece adecuado, pero hay que prestar atención al contexto en el que se produce,

y en este caso lo que está tocando es una necesidad específica de protección para acoger como refugiadas a quienes huyen de desastres climáticos. Lo que no dice la teoría de los nexos, pero se deja leer como conclusión de su argumentación, es que, ya que los problemas derivados del clima acaban uniéndose a los estrictamente sociopolíticos, ya no haría falta una protección específica. Poniéndolo en palabras más crudas: dejemos que sufran el cambio climático hasta que cause una guerra a la puerta de sus casas, entonces ya veremos.

Es evidente que esto nos sitúa en una posición en la que son imprescindibles iniciativas mucho más fuertes. Una transformación que sea capaz de dar cuenta de las necesidades derivadas del cambio climático tiene que ser mucho más ambiciosa y debe estar en el centro de la agenda climática, porque está en el centro de la justicia climática. Esto implica un reconocimiento real y directo de la existencia de refugiadas climáticas y la correspondiente obligación de acogida bajo el marco de la protección internacional. Pero ni siquiera esto bastaría por si mismo, sino que tiene que venir acompañado de la revisión completa de la política de extranjería, de la que el refugio es ahora el complemento amable. Mientras la política migratoria sea una barrera brutal, el refugio seguirá siendo una puerta secundaria cada vez más transitada, más colapsada e inútil. Es necesario abrir la posibilidad de desplazamientos libres al mismo tiempo que la acogida inmediata y extendida de la protección internacional, en una ruptura total con la tradición de cierre de los estados ricos y, particularmente, con la política asesina de la Europa fortaleza.

Autora: María Paramés

María Paramés es  activista de la Plataforma CIEs No Madrid e impulsora de Mundo en Movimiento. Teresa Antia es militante ecologista.

[1] Malm, Andreas. “Una estrategia revolucionaria para un planeta en llamas”. En VV. AA., Como si hubiera un mañana: ensayos para una transición ecosocialista, Madrid, Sylone, 2020. El texto del artículo está disponible en https://www.anticapitalistas.org/wp-content/uploads/2020/05/Una_estrategia_revolucionaria.pdf

[2] IPCC. Special Report 1.5°C. Impacts of 1.5°C of Global Warming on Natural and Human Systems. https://www.ipcc.ch/sr15/

[3] Andaluz, Javier. “África sufre por el cambio climático”. En El Ecologista, n. 90. https://www.ecologistasenaccion.org/33086/

[4] ACNUR. Cambio climático y desplazamiento por desastres. https://www.acnur.org/cambio-climatico-y-desplazamiento-por-desastres.html

Fuente de la Información: https://vientosur.info/el-enemigo-climatico-de-las-regiones-mas-pobres/

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Alemania: Coronavirus en asilos: los ancianos necesitan más contacto social

Coronavirus en asilos: los ancianos necesitan más contacto social

En muchos lugares de Alemania los casos de coronavirus están aumentando de nuevo. Pero la mayoría de las personas mayores en el país probablemente no tengan que volver a vivir en confinamiento absoluto.

La fase con más contagios de coronavirus en marzo y abril fue un momento especialmente malo para muchas personas mayores en Alemania. En los asilos tuvieron que soportar semanas sin casi ningún contacto con el mundo exterior. El sistema de atención domiciliaria, en el que muchos cuidadores provienen de otros países de Europa del Este, pareció entonces estar al borde del colapso.

Según el Instituto Robert Koch, el 86 por ciento de las personas que murieron en relación con COVID-19 en Alemania, tenían, hasta el 18 de septiembre de 2020, 70 años o más. «La política y la sociedad han aprendido mucho, y ahora son más sensibles con el tema de la libertad de los residentes de los asilos», dice Helene Maqua, quien dirige el departamento de cuidado de ancianos en la Asociación Diocesana de Caritas del Arzobispado de Colonia. Después de las numerosas quejas sobre las medidas, a veces, muy estrictas, se han adoptado otro plan de actuación.

Aislamiento prolongado, perjudicial para la salud

Desde mediados de marzo hasta principios de mayo de 2020, de acuerdo al Reglamento de Protección contra el Coronavirus del estado de Renania del Norte-Westfalia (NRW), se prohibieron, con solo unas pocas excepciones, todas las visitas «que no fuesen atención médica o de enfermería o necesarias por razones legales» en los asilos. Tuvieron que comer solos en sus habitaciones. No fue una situación fácil, especialmente para los residentes con demencia, quienes no podían entender por qué tenían que mantener distancia, y los familiares no los visitaban.

Entre tanto, como en la mayoría de los otros estados federales, las visitas están de nuevo permitidas en NRW, aunque por un tiempo limitado, con mascarilla y a distancia, porque rápidamente quedó claro el enorme estrés que supuso la ausencia de visitas para los ancianos.

Cuando los cuidadores van a casa

También las personas mayores que viven en casa y reciben cuidados por parte de un servicio a domicilio o de 24 horas, tuvieron que aceptar ciertas restricciones: el llamado distanciamiento social. En una entrevista con el diario Frankfurter Rundschau a finales de abril, el investigador de envejecimiento Hans-Werner Wahl dijo: «Las emociones positivas, la sensación de ser necesitado, la ternura, todo eso se ha ido ahora. Es muy estresante».

Esto hace que el contacto con los enfermeros y cuidadores sea aún más importante para estas personas mayores. Sin embargo, al comienzo de la pandemia, el personal tuvo también sus propias dificultades, como informa Renata Föry. «Cuando se cerró la frontera germano-polaca a mediados de marzo, fue un caos absoluto, nadie sabía nada y algunas de nuestras cuidadoras se fueron por su propia cuenta a sus países de origen», dice la directora de Seniocare24, una agencia de contratación de cuidadores polacos. En ese momento, se decidió pagar un bono coronavirus de 300 euros para incentivar que se quedaran en Alemania. A finales de marzo, el Ministerio del Interior alemán dejó claro que los cuidadores (y conductores de camiones) de Europa del Este podían viajar a Alemania. Fue una excepción.

Senioren | Besuchscontainer eines Altenheim

Corona revela deficiencias en la atención domiciliaria

Para proveedores de cuidados sanitarios, como Seniocare24, la situación, en gran medida, se ha normalizado. Sin embargo, según una estimación de la asociación industrial VHBP, en los 300.000 hogares alemanes en los que los cuidadores viven con las personas a las que cuidan, más del 90 por ciento ni siquiera trabaja para tales agencias, lo hacen ilegalmente.

Es probable que estos trabajadores ilegales hayan regresado a sus países de origen en marzo y no regresen durante mucho tiempo. Durante esta fase, «muchos de los que anteriormente contrataban cuidadores de Europa del Este recurrieron a nosotros», afirma Föry. Sin embargo, desde la apertura de la frontera en junio, cada vez más clientes le han dicho que han «encontrado a alguien en privado», lo que suele ser sinónimo de ilegalidad.

Föry no teme a condiciones similares a las de marzo, aunque la cantidad de infecciones por coronavirus está aumentando nuevamente. Después de una breve fase de caos, los políticos actuaron

rápidamente: «Estoy muy agradecida al señor Spahn por ello».

Confinamientos probablemente solo a nivel local

Helena Maqua, de Caritas, piensa de forma similar. Solo al principio, las instituciones se sintieron abandonadas con la responsabilidad, lo que luego llevó a la excesiva cautela en algunos lugares. Pero ahora ya no se esperan confinamientos generalizados de asilos. Además, el estado de Renania del Norte-Westfalia ha establecido grandes existencias de materiales de protección; al comienzo de la pandemia, la escasez de guantes, máscaras u otra ropa fue un verdadero problema.

Los centros de ancianos también deben estar en cuarentena si se producen casos de coronavirus, pero con la ayuda y consideración de todos, estos pueden seguir siendo casos aislados. El virólogo Hendrik Streeck también enfatizó, durante una entrevista con la Agencia Alemana de Prensa, que él cuenta con «que la gente asume la responsabilidad, no solo de sí misma, sino también de otras personas. Casi todos conocemos a personas mayores o personas de riesgo, para las que el coronavirus puede ser peligroso».

Fuente de la Información: https://www.dw.com/es/coronavirus-en-asilos-los-ancianos-necesitan-m%C3%A1s-contacto-social/a-55110670

 

 

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España: Educación celebra el primer examen oficial de lengua asturiana con 407 inscritos

Europa/España/04-10-2020/Autor(a): EUROPA PRESSS/Fuente: www.elcomercio.es

El próximo lunes, 5 de octubre, se realizarán las pruebas orales, en el Instituto Aramo, de Oviedo.

La Consejería de Educación ha organizado este sábado en Oviedo la primera prueba de certificación de Lengua Asturiana de nivel intermedio (B2), en el que estaban inscritos 407 aspirantes.

En esta primera jornada se han desarrollado los exámenes escritos, en el edificio sur de la Facultad de Formación del Profesorado y de Educación. El próximo lunes, 5 de octubre, comenzarán los orales, en el Instituto Aramo, de Oviedo.

La convocatoria cuenta con su propio protocolo de medidas higiénico-sanitarias adaptado a la realidad de la pandemia y visado por la Consejería de Salud. Para cumplir con todos los requisitos de seguridad, la entrada será escalonada. A cada participante se le ha enviado un mensaje SMS asignándole una hora de acceso.

Un total de 800 aspirantes registraron su solicitud participar en esta prueba de certificación, para la que se ha establecido un cupo máximo de 500 plazas. El criterio de selección para determinar quién podría realizar en la prueba se decidió mediante el sorteo de la letra del apellido. Finalmente, han formalizado el pago del precio público correspondiente 407 candidatos y candidatas.

Por otro lado, esta semana se han constituido dos tribunales nombrados por la Consejería de Educación, que serán los encargados de gestionar los exámenes de certificación. Ambos están integrados por profesorado funcionario de carrera del cuerpo de profesores de Secundaria y por lingüistas expertos en Lengua Asturiana.

Las pruebas surgen de la colaboración entre las consejerías de Educación y Cultura, Política Lingüística y Turismo. El decreto 47/2019, de 21 de junio, por el que se establecen los niveles de competencia del uso de la Lengua Asturiana y que regula esta prueba de certificación fue diseñado por Cultura, Política Lingüística y Turismo.

Educación se ha encargado de la convocatoria, la inscripción, la organización y la aplicación de los exámenes. Será también la Administración encargada de expedir los certificados. Los niveles están adaptados al Marco Común de Referencia Europeo (MCRE) de las Lenguas.

Fuente e Imagen: https://www.elcomercio.es/asturias/educacion-celebra-primer-examen-lengua-asturiana-oficial-20201003191650-nt.html

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