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España: Una línea en el horizonte

Una línea en el horizonte

Rodrigo Ayarza

Narrativas noviolentas

 

—Yuna, ¿por qué dibujas esos animales en el espejo? —le pregunta su hermano Endetas.

Yuna no lo escucha, sigue absorta en su mundo cantando una canción en tonos agudos y la voz de su hermano se pierde. Ella borra con un dedo la oreja de uno de los conejos que al parecer quedó deforme. Luego termina de peinarse las puntas rebeldes de su cabello y busca un hueco por donde ver reflejado su rostro en el espejo, pero le es imposible hacerlo. Decenas de animales dibujados con jabón y pasta de dientes ocupan ese mundo. Retrocede medio metro y observa como unos lobos hambrientos persiguen a un bisonte que fue alcanzado por unas flechas y a unos monos que huyen buscando algún tipo de salvación… Mientras intentan escapar, Yuna los sigue con la mirada.

—Por supuesto que no te puedes ver —le dice su hermano Endetas cuando pasa otra vez por la puerta del baño.

—¿Será verdad? No creo que sea así como dicen… sea como sea, yo también lo quiero ver — dice ella.

—¿Qué quieres ver?, ¿de qué hablas? —le pregunta su hermano.

Yuna lo mira a los ojos y le cuenta: «dicen que obligan a unos niños a cazar y golpear con unos palos a unos animales».

—¿Quiénes los obligan? —pregunta Endetas asombrado, revisando que no falte nada en sus mochilas.

—No lo sé, dicen que unos pandilleros. ¿No lo has visto?, está en internet —Yuna comienza a hacerse una larga trenza y vuelve a tararear parte de la canción que estaba cantando.

—Si, sí, esa es la canción, la recuerdo bien. Eso que cantas es una canción de presentación de un videojuego en internet —dice Endetas convencido.

—Unas amigas la cantan y se me pegó —comenta Yuna.

—Es muy violento lo que pasa en ese videojuego, ¿lo sabías?

—No lo sabía, soy la única de mi clase que no ha jugado.

—No es para tu edad —afirma su hermano, mientras dobla una hoja con unas direcciones en su bolsillo: muelle 7, pesca del día, galpón 6, molida de granos y yerba mate.

—Allí a donde vamos me prometiste que tendríamos internet, ¿verdad?

—Para que querés internet si no tenemos donde ver nada de eso —le responde él.

—Ya te lo dije, me da curiosidad, tengo derecho y quiero ver qué pasa en ese juego.

Endetas guarda silencio. Conoce el videojuego en el que unos jóvenes luchan ferozmente con palos y pinchos en las calles de una ciudad en ruinas con el fin de cazar animales del bando contrario.

Después de cazarlos, cada pandilla elige los animales más aptos y los hace competir con el objetivo de ganar territorios rivales.

Endetas comprende bien la situación, el fiel reflejo de la cultura en una atractiva caja de videojuego: la lucha por la supervivencia, subir de nivel, dominar al enemigo…

Y para el final, el plato fuerte, la versión explícita de la cultura verticalista: unos trepan e intentan alcanzar la cima para impedir que otros también lo hagan. Quienes lo logran tienen el privilegio de quedarse con todo, mientras que el resto, animales y jóvenes descartables, caen olvidados al fondo del foso: game over.

Lo cierto es que Endetas había comenzado a ver el videojuego “Lucha feroz”, pero tuvo que dejarlo. Él también hubiese querido formar parte de ese antídoto contra el aburrimiento, pero no fue posible.

Recuerda el griterío ensordecedor que hacían decenas de chicos pegados a las pantallas jugando en esa sala en horario libre, alentando a esos animales, cantando esa canción que ahora también canta Yuna, mientras él limpiaba el lugar.

—Si conseguimos un teléfono podremos ver cosas que ven otros, escuchar música —insiste Yuna—. Sé que te gusta mucho la música.

Endetas no le responde, tan solo cierra las mochilas y le dice que se tienen que ir.

—Dicen que en internet, durante el videojuego, permiten apostar por quiénes cazan más animales, ¿será verdad? —le pregunta ella mientras busca su sombrero.

—Sí, lo sé —le responde su hermano mientras la espera en la puerta de la casa.

—Sé que vos nunca apostarías por algo así —dice Yuna en el momento en que encuentra su sombrero.

Yuna, sabía que su hermano trabajaba en el centro educativo en la sala de computadoras, pero nunca le había dicho que limpiaba las máquinas y los baños de esa sala. Hace unas semanas lo habían acusado junto a otros de robar unas máquinas durante la noche, pero se habían equivocado.

Endetas no había tenido nada que ver en el asunto.

Yuna guarda una botella de agua en su mochila, se pone su sombrero y los dos hermanos salen de la casa.

Los centros educativos continúan cerrados. Y ellos ahí, en una apartada región fuertemente azotada por sequías extremas a las que se sumó el drama de la pandemia.

Hace meses que Yuna nove a sus compañeros de clase ni los volvería a ver por un buen tiempo.

Es así como decidieron ir al otro lado del cerro alto donde se encontraban los ríos de agua dulce y los cultivos. Lo cierto es que al igual que muchos iban en busca de una oportunidad única y sabían que no la podían desperdiciar.

Durante el trayecto pasan al lado de un grupo de mujeres que plantan semillas. Yuna ve cómo  unas enormes gotas de sudor ruedan por la frente y pómulos de una de ellas y le deja su botella.

La joven mujer apenas puede abrir su boca para agradecerle. Yuna creyó que bebería un poco de agua, pero no fue así y ve cómo la mujer vierte el agua sobre un puñado de semillas. La mujer deja ver un halo de esperanza en su mirada bajo la atenta mirada de las otras que aprueban su decisión.

Luego, Yuna ve cómo otras niñas de su edad hacen unas tortas con semillas secas en unas enormes tablas de madera escondidas bajo la sombra y las saluda. Ellas le devuelven el saludo.

A unos metros de ahí, un niño le regala a Yuna un pájaro hecho con las hojas de plantas de los cultivos. Pero sin viento es imposible que vuele, piensa Yuna.

—No vuela —le dice el niño—. Es para que te acompañe. Hazlo volar cuando encuentres al viento.

Su hermano le toca el hombro, le dice que tienen que seguir.

Caminan varias horas y llegan al lugar arrinconado contra la línea del horizonte, donde les habían prometido que los estarían esperando. Sin embargo, allí donde debería agitarse el río de agua dulce hay un hostil vacío transformado en el mismísimo desierto, desnudo.

Endetas le dice a su hermana que lo siga, ambos se lanzan como bólidos persiguiendo el intento de un sendero imposible. Avanzan por ese mundo durante una hora. Yuna se imagina lo peor.

Impacientes, descubren que lo que debería surgir de una vez por todas no surge, no aparece por ningún lado. Tan solo emergen entre la nada unas manchas deformes y espesas. Deciden enfrentar esa dura realidad y descubrir el rostro de quien se está olvidando de ellos. Sin importar nada más, se abalanzan hacia donde se hace más y más denso ese territorio.

A unos cien metros de donde están, alzan la vista y creen ver la línea del horizonte que están buscando; corren desesperados hacia ese lugar donde les habían hecho creer que se chocarían con esa oportunidad única. Endetas cree que va a estar ahí, le dijeron que confiara, que creyera y siguiera adelante, que tendría ante sus ojos el futuro prometido; pero avanza y tan solo ve flotar unas cenizas moribundas que despedazan en forma perversa la línea del horizonte que alguna vez se atrevió a erguirse o tuvo la imaginación de haber existido. Endetas contempla cómo las cenizas con tintes de vacío tupido profanan esa línea del horizonte y lo peor de todo: la mirada de Yuna  languidece, descubre que no existe otra cosa que un mundo sin posibilidades, inservible. La presencia de ese mundo mutilado, reflejado en el rostro de su hermana, le causa horror a Endetas.

Una especie de arena liviana se posa en las manos de Yuna; se mueve entre sus dedos, empiezan a vibrar miles de partículas, giran y colisionan unas con otras en ese aire inverosímil; sus átomos entran en sinergia, responden a billones de impulsos invisibles que no llegan a solidificarse. No lo pueden creer. Descubren lo insoportable: el futuro transformado en cenizas yace ahí, agonizando, ignorándolos. La línea en el horizonte comienza a ocultarse, comienza a escurrirse debajo de la nada y bajo sus pies hay algo más, descubren el rostro desabrido, las manos laceradas, comprueban que aún se mueve y sienten la piel herida de una línea de horizonte, rendida, vencida por las cenizas, el único monstruo capaz de profanar su presencia.

El sol pega en el cenit. Yuna cae fulminada, Endetas escucha en forma de susurro las palabras que se posan en los labios de su hermana: «no hay nadie esperándonos ¿verdad?» Endetas sabe que se repite lo mismo de siempre, tan solo se tienen el uno al otro. Se da cuenta de que no están hechos para esa línea y hay algo más, esta vez descubre que ni siquiera tiene la chance de luchar y decir hice todo lo que pude y no fue. Y es duro reconocerlo. A estas alturas, no sabe si estas heridas algún día las verá cicatrizar.

Yuna, agotada, enseña su frustración bajo su sombrero castigado y deforme; le insiste a su hermano que tienen que regresar, que ya han visto demasiado. «¿Sabes por dónde, verdad?», le pregunta. Pero él no tiene la respuesta. No existen puntos de referencia por donde escapar ni avanzar. «Yo me voy», insiste Yuna. Endetas, un tanto mareado, intenta levantarla pero le es imposible, la niña no está en donde creía él que podría estar. Definitivamente, se convence: la perdió, perdió de vista el rostro de Yuna. El sol languidece, también se rinde, combatido y vencido por el peso de las insoportables cenizas, cede, y esta vez, Endetas cree escuchar a su hermana que grita, pero se gira hacia una dirección equivocada, desesperado estira su mano para tocarla y nada, ya no está ahí.

Endetas vaga solo por el desierto gris, siente que el silencio ensordecedor le dispara a quemarropa, la angustia de no encontrar a Yuna le hace perder el equilibrio y se desploma en el

suelo. Mueve sus labios sin emitir sonido alguno y revive la dura pregunta que se hizo antes: ¿Alguna vez creíste que no estabas en el lugar correcto? Endetas sabe que ese no es el lugar, ¿pero cuál es el lugar correcto?

Una hora después tropieza con el calzado abandonado de Yuna pero no hay rastros de ella y nota que los cordones están deshechos. Piensa que las malditas cenizas los mordisquearon. Continúa con el calzado de su hermana en su mano; frustrado y angustiado, avanza por ese laberinto infernal hasta que los dedos heridos de sus pies chocan con una superficie irreconocible y descubre un puente para escapar de ese territorio.

Al otro día despierto rodeado por unos extraños pobladores, quienes me ofrecen algo de beber. Un niño me pregunta cómo me llamo: «Endetas», le respondo. Bebo y él me enseña el mismo pájaro hecho con hojas de los cultivos que le habían regalado a Yuna. Una anciana se acerca a mí y me dice que Yuna está bien. No se imaginan la alegría que siento cuando veo que mi hermana corre hacia mí y me abraza con fuerza. Luego me enseña cómo el pájaro vuela y me dice que en esta aldea el viento sí existe.

Nos quedamos en la aldea, el trato es bueno, gente solidaria, muy hospitalaria.

Cuando intento incorporarme no puedo hacerlo, quienes me rodean me preguntan sorprendidos observando mis heridas: «¿qué hacíamos allí?, ¿cómo logramos escapar?» No lo sé. Intento elaborar una respuesta: buscábamos un futuro, al menos uno de verdad, uno que no teníamos. Nos habían dicho que lo hallaríamos en la línea del horizonte. Para darme a entender dibujo en el suelo la cicatriz del río mutilado, también la línea del horizonte convertida en cenizas. Ya no está, pero ese era el lugar, ahí se encontraba lo que estábamos buscando.

La anciana interpreta mis respuestas con una sutileza de adivina, se acuclilla, toca con sus dedos el dibujo en el suelo y me dice que lo que estábamos buscando se debe estar moviendo.

—No entiendo a qué te refieres, ¿moviendo?, ¿hacia dónde? —le pregunto en forma impulsiva.

—Debes tener paciencia Endetas. Para conocer el porqué de estas verdades, tenemos que aprender a masticar lentamente cada una de las ideas —responde la anciana y continúa su relato.

La línea en el horizonte no está ahí para ustedes, no en ese lugar, ni tampoco el futuro que buscan. Ambas o la misma cosa se siguen moviendo…

Nosotros también buscábamos algo que nos estimulara a seguir viviendo, pero ni en un lugar ni en otro lo podíamos hallar. «La mujer dice esto mientras mastica unas hierbas que se le meten entre los dientes como espinas».

Al igual que a ustedes, a nosotros también se nos acabó el camino. Justo ahí por donde llegaron había un enorme agujero en la tierra que se tragaba toda esperanza, «me dice ella». Pasaban los días y nos preguntábamos qué hacer. Aunque los vientos del otro lado no hacían otra cosa que golpearnos en la cara y nos dejaban en la piel olor a desesperación y muerte, igual así, propusimos hacer un puente para abrirnos camino y avanzar. Algunos rechazaron la idea y se amotinaron.

Lo cierto es que los puentes que intentábamos hacer eran frágiles y uno a uno se iban cayendo. Hasta que uno logró sostenerse, pero hubo revueltas y quienes se habían sublevado lograron derribarlo. Fue muy duro todo aquello, sentía que nos despedazábamos, que no valíamos nada…

¿Me entiendes hijo? «Me pregunta la anciana y yo sigo escuchando, atentamente, su relato».

Habíamos retrocedido en todo, hasta habíamos olvidado cómo leer lo que tanto nos había costadoaprender a escribir. Aquello era insoportable. Nos habíamos quedado sin alimentos y luego de intensos debates alcanzamos pequeños acuerdos: logramos construir este brazo de cuerdas, por donde llegaste, como prototipo incipiente de puente.

—¿Y fueron hacia el territorio de las cenizas? —le pregunto a la mujer.

—¡No! —responde ella en forma tajante.

Llegaron primero unos pobladores del otro lado. Se adelantaron y nos acusaron de ser los causantes de todos sus males. Nos definieron con desprecio, dijeron que llevábamos en nuestros huesos el germen de la desesperación y la muerte. En sí, reprodujeron las mismas palabras con las que nosotros también los habíamos prejuzgado e imaginado que así serían ellos y su mundo. Nos señalaron como lobos que habían saqueado sus granjas, nos culparon de haber profanado los escritos originales de sus libros e introducido en ellos símbolos que presagiaban tiempos de sufrimiento y castigo. En fin, de perseguir y corromper su cultura con nuestra amenaza de puente.

Pero estaban equivocados, como te dije, no habíamos pisado su territorio. Por supuesto que no nos creyeron. Creían ver en nuestros rostros las mismísimas miradas de los perpetradores que los habían azotado durante las noches anteriores.

«Luego de una breve pausa, la anciana reflexiona y me dice: ‘préstame atención Endetas’».

Ese suelo de cenizas que conocieron con tu hermana está cargado de extrañas palabras y por lo que veo se les meten en la lengua a cada uno que intenta atravesarlo. Ustedes eligieron hablar de futuro, pero estos otros optaron por escupirnos palabras de venganza a nuestros pies. Respondieron con violencia para amedrentarnos y provocaron ira y hambruna. Pasamos un largo invierno resistiendo ese cruel asedio, hasta que se enfocaron en derribar nuestro puente como forma de perpetuar nuestra sumisión. Por supuesto que no lo consiguieron. Lo defendimos como pudimos, era lo último que nos quedaba, lo único que habíamos aprendido a construir con la esperanza de seguir buscando, creo que al igual que vos y Yuna, nuestro futuro. En sí, lo que trajo angustia y desesperación, terminó uniéndonos y encontramos algo en común por lo que luchar. Hasta que alguien alertó a estos usurpadores que habían vuelto a su suelo de cenizas los mismos forajidos de noches pasadas y fueron tras ellos.

El terror se había apoderado de nuestro espíritu. Mirábamos el puente con recelo y nos preguntábamos con temor cada noche quiénes más podrían llegar a venir desde ese otro lado.

Hasta que ocurrió algo que lo cambió todo: algo inesperado. Llegó alguien muy especial, recuerdo bien la mirada de esa chica. Llegó exhausta, liquidada. La pobre no daba más. Deliraba y también hablaba de líneas vencidas y fugadas en el horizonte, y que estas habían sido enterradas vivas. Hasta que sucedió lo inesperado: ahí estaba ante sus ojos. Lo señaló y su señal fue placentera.

Al parecer, había encontrado algo que nosotros teníamos y que por años había estado buscando.

Encontró en nuestra aldea lo que no había hallado en ese otro lado, una alternativa a esa cultura que la había expulsado y que nosotros al parecer sí teníamos. Aunque no sabíamos qué era, ella con su paciencia nos fue enseñando a descubrirlo. Y sucedió. Hizo lo que habíamos olvidado, lo que otros nos habían enseñado a rechazar. En fin, hizo lo que hacía años nadie se atrevía a hacer.

¡Y nos abrazó!

Muchos rechazaron ese abrazo. Recuerdo que se alzaron las voces a la defensiva: “está loca, ¡echémosla!, vendrán más, ¡nos matarán a todos!”, pero no fue así. Se quedó con nosotros. Se adaptó, debo reconocer que era perseverante, enseñó a los más chicos a escribir y llevó la cosecha como nadie. Aprendimos mucho de ella. Recuerdo bien su nombre: Kranzu, sí, así se dio a conocer y poco a poco nos fuimos metiendo en su piel y dejamos que ella se metiera en la nuestra. Con el tiempo ya fue parte viva de nuestra forma de ser, su latido fue una parte profunda de nuestra aldea y nosotros formábamos también parte de su ritmo y energía. Junto a Kranzu vinieron otros supervivientes, arrastrándose por el puente con sus sueños destrozados, con sus preguntas sin respuesta, que nadie jamás había escuchado. Todos anhelaban algo, diferentes cosas y las fueron hallando poco a poco en nuestra aldea.

La mujer hace una pausa, bebe un líquido extraño que nunca antes había visto: «¿quieres un mete?», me pregunta. Yo acepto ese mate amargo. Y continúa con su relato.

Aquí viene lo importante. Comprendimos para qué estábamos en este lugar: descubrimos que este puente no era para que lo cruzáramos nosotros, sino para recibir a otros. ¿Comprendes, hijo?, «me dice la anciana». Nos dio sentido del por qué teníamos que fortalecer el tejido del puente. Como ves, teníamos ante nuestros ojos la alternativa que habíamos buscado durante años. Y lo mejor de todo es que aprendimos que nosotros formábamos parte de esa alternativa. Y fue así como aprendimos a valorar lo que habíamos creado como alternativa a ese territorio mutilado por las cenizas.

Reconocimos en la historia de Kranzu una especie de inspiración. Recuerdo que ella nos contó que en una noche extremadamente inhóspita y pese a que las fuerzas ya no les daban más, entre varios tuvieron que cargar hasta un refugio a una chica muy joven que estaba embarazada. Quien ante las adversidades más extremas había hecho lo imposible por resistir. Kranzu dio a conocer como esta chica, semi desmayada, se acercó al fuego. Luego de tomar algo caliente y recobrar fuerzas, comenzó a cantarle a su bebé en su vientre. Sintió cómo éste comenzaba a moverse y recuperaba la poca energía que aún le quedaba. Luego sintió unas tímidas palpitaciones, continuó cantándole y sintió como aceleraba sus latidos. Notó que su futuro hijo escuchaba esas canciones.

El ritmo de sus pulsaciones crecía y crecía, hasta que la criatura comenzó a bailar en su vientre. «Sí, así como escuchas Endetas, repite la anciana un tanto conmovida»: comenzó a bailar en su vientre.

Kranzu contó que, durante esa noche, había aprendido a abrazar a la chica embarazada para reanimarla. Nunca antes había abrazado a nadie, o no lo recordaba. Lo cierto es que ni siquiera sabía cómo abrazar y tuvo que aprender a hacerlo. Sí, sí, recuerdo que la joven madre dio a luz en nuestra aldea. Y yo he visto con mis propios ojos el hermoso niño que no solo había bailado, sino que también había aprendido a abrazar en el vientre de su madre. Yo le he visto. Nació con las ansias de querer abrazar, al menos su gesto reflejaba esa expresión.

«Veo que la mujer se lleva su mano al corazón y continúa diciendo». Fue un tiempo muy especial, lo recuerdo bien. Kranzu no solo nos contó que había aprendido a abrazar. A medida que avanzaba el relato de Kranzu, yo también sentía, «dice la anciana» como mis palpitaciones, que habían estado adormecidas, renacían. Y después de esa inspiración de saber que, ante las adversidades más arduas, una criatura respondía bailando en el vientre a las canciones que su madre les cantaba, también mis latidos se aceleraban y buscaban un lugar profundo en mi pecho donde refugiarse.

Kranzu nos enseñó a abrazar. En los abrazos hallamos una forma de esperanza. Y a pesar de las divisiones internas que nos habían desgarrado, en el abrazo encontramos esa alternativa al aislamiento. Y al igual que la joven madre con su hijo, reconstruimos los latidos y los abrazos que la aspereza de la vida había borrado.

La anciana hace una pausa, cierra los ojos y en un eterno susurro casi imperceptible, formado por alientos de otros alientos, agradece a la noche y a quienes la rodeábamos. Luego materializa con su mano el contorno de un objeto inexistente e imagina mover con las delicadas puntas de sus dedos las páginas de esa idea fabulosa. Y en ese sitio escogido suspende su mirada y, como si estuviera leyendo en las hojas más íntimas de un libro sagrado, recita en forma emotiva:  Y en los abrazos permitidos, elegimos cómo querer abrazar, elegimos cómo querer ser abrazados…

Al finalizar el poema, vuelve a mirarme y me dice: ‘creo que tejer puentes que abracen es un arte agotador. Un arte que muchos temen, como buscar un futuro en una línea en un horizonte que han enterrado viva. Lo fue para ustedes y lo fue para Kranzu. Pero aun así descubro que existe la energía necesaria para levantarse cada día y seguir buscando.’

—Y ¿qué ha sido de Kranzu? ¿En dónde está? —le pregunto a la anciana.

—¡Se fue! —me responde ella—. Se fue junto a los que siguen buscando…

Pero basta de tanta conversación. Vete de una buena vez a buscar esa línea en el horizonte que tanto quieres encontrar. A tu edad yo también me hubiese ido. No te preocupes por Yuna. Ella

continúa estudiando y estará bien. Cuando regreses en unas semanas, tendrás tu trabajo en la zafra.

¿Qué más podrías pedir?

—Pero ¿por dónde? ¿Por dónde comienzo a buscar? —le pregunto.

—Encontrarás por dónde. Si me preguntas, ¡arriesga! Muévete contra la corriente. Kranzu siguió moviéndose contra la corriente. Pero ten cuidado. Te perseguirán. Existen ciertos sitios en los que han definido que es peligroso hacerlo. Al menos para los que siguen buscando, está prohibido.

Allí encontrarás a Kranzu. Ah, sí, lo olvidaba. Hay otro chico. Lo llaman Pixyad. Te agradará conocerlos. Ese lugar que muchos buscan, por lo que dicen, es increíble. Si mal no recuerdo, ahí crean sus historias en las que pueden elegir ser ellos mismos… tal como quieren ser, sin que nadie les ande definiendo cómo tienen que latir.

Estas fueron las últimas palabras de la anciana. Me despido de ella y salgo a buscar a los que siguen buscando. A intentar hallar a los que quieren crear sus historias. Porque como saben, también quiero crear mi historia. La que aún no he vivido, la que aún no he comenzado a escribir. No al menos en una línea en el horizonte.

 

Fuente de la Información: https://static1.squarespace.com/static/56fc2f0c859fd08c7e52a26f/t/64777e736650d82cb348ee67/1685552756003/Una+l%C3%ADnea+en+el+horizonte.pdf

 

 

 

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Irena Vega Medina: Orgullo Crítico, otra forma de luchar por los derechos LGBTI diferente a la oficial: “Está muy monopolizada por los hombres homosexuales”. España

Diferentes colectivos toman las calles de Madrid para reivindicar la revueltas de Stonewall y en contra del capitalismo que se ha apoderado de la manifestación estatal

En el bar Stonewall Inn, en el barrio neoyorquino de Greenwich Village, varias personas, entre ellas Stormé DeLarverie —de quien se dice que fue la que lanzó la primera piedra— decidieron cambiar el mundo y la realidad del colectivo LGTBI el 28 de junio de 1969 al iniciar unas manifestaciones que duraron tres días. El Orgullo Crítico de Madrid, una plataforma que congrega diferentes asociaciones, rinde homenaje a los que comenzaron un movimiento que ya tiene 54 años. Para ello, desde el 2006, cada 28 de junio en Madrid, y cada vez en más ciudades, se celebra una protesta completamente alejada de la manifestación estatal del 1 de julio, organizada por MADO. “Nacemos como respuesta a la comercialización y mercantilización del Día del Orgullo y para que no se pierda el sentido de la conmemoración de la fecha”, explica Tigra, portavoz de Orgullo Crítico, en una videollamada con EL PAIS.

El año pasado llegaron a ser unos 15.000 manifestantes, comenta la vocal de la plataforma, y este año esperan superar su récord. El lema para 2023 es Contra la crisis, Orgullo e Insurrección. Comenzará a las 20.00 desde la glorieta de Cuatro Caminos, pasa por la calle de Bravo Murillo y finaliza en la plaza de la Remonta, cercana a la parada de metro de Valdeacederas. “Yo vivo en un barrio obrero del norte de Madrid, pero esto es como un hermanamiento entre el norte y el sur. Así se puede ver como no solo se comparten las sexualidades, sino otras opresiones, como en este caso la clase”, comenta Eugenia Tenenbaum (Santiago de Compostela, 26 años), divulgadora de arte con perspectiva de género, sobre la descentralización de la manifestación.

Ella acude a la convocatoria de Orgullo Crítico desde el 2018 y admite arrepentirse de no haber ido antes porque “la energía y la sensación de comunidad son inmensas”. Reconoce que no quiere ir a la del centro, la del MADO, porque es una manifestación que está muy despolitizada y, aunque no es “una purista” y cree que hay espacio para todo dentro de la protesta, no comparte la turistificación del evento. “Está muy monopolizado por los hombres homosexuales. Todo lo que se salga de ahí casi que tiene que pedir permiso ya no solo para ir, sino para encontrar a las amigas y moverse por ahí”, añade.

Orgullo Crítico nace como heredera de las posturas críticas desarrolladas por algunos colectivos del Madrid de los años noventa. Primero, recibieron el nombre de Bloque Alternativo de lesbianas, gays, transexuales y bisexuales y, en 2010, ya se conformó con el nombre por el que hoy se le conoce. “Salimos a las calles para marchar y reivindicar que estamos ahí, que todavía hay carencias en los derechos logrados, como en la Ley Trans, que aún sufrimos violencia, que nos discriminan”, incide Tigra.

La batucada toca en Vallecas el sábado 24 de junio durante la manifestación convocada por el colectivo Orgullo Vallekano.
La batucada toca en Vallecas el sábado 24 de junio durante la manifestación convocada por el colectivo Orgullo Vallekano.JUAN BARBOSA

Darko Decimavilla, que tiene la presidencia de No Binaries España, una asociación de ámbito estatal no mixta para personas trans no binarias, explica que uno de los motivos que les alejaron de la manifestación del 1 de julio fue la poca horizontalidad que existe dentro del MADO. Quisieron participar en el Orgullo del pasado año; pero al vocalizar sus reservas por la participación del PSOE, que votó en contra de incluir a las personas no binarias dentro de la Ley Trans, se les informó de que no podían vetar a nadie, ya que es “algo abierto a todo el mundo”. Este año llevaron la decisión a una asamblea y la decisión fue rotunda: no participarán.

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Además, cuenta que la organización de Orgullo Crítico y la manera de tomar las decisiones es siempre por consenso y de forma asamblearia. Tigra, portavoz de la plataforma, asegura que como tienen “las mismas necesidades y casi las mismas reivindicaciones, ponerse de acuerdo es bastante sencillo”. Decimavilla añade que muchas veces son cosas tan sencillas como decidir cuál será el lema del año. “Desde el MADO lo deciden las dos asociaciones organizadoras, sin contar con nadie más”, lamenta.

No Binaries no es la única plataforma que se ha alejado de la manifestación de 1 de julio. El colectivo Bisexuales y Combativas forma parte de la plataforma Orgullo Crítico desde el 2019. Ellas nacen en el mismo año, cuando se dan cuenta de que no hay un bloque para personas bisexuales. “Nos conocíamos de redes, de seguirnos mutuamente, pero no habíamos traspasado la frontera del ordenador”, revela Diana Cardo, portavoz del colectivo.

El sentimiento que les ha llevado a participar en el 28 de junio es similar al de No Binaries. “A la fiesta institucional no le queda reivindicación. Es el momento del año en el que las marcas se cuelgan las banderas de algo que no respetan”, afirma Sara García de Vicuña, otra vocal de Bisexuales y Combativas.

Como tónica general, todos los entrevistados concuerdan en que el Orgullo comercial, como lo llama Decimavilla, ha perdido el sentido de reivindicación y protesta. “Con tanto arcoíris, con tanta fiesta, con tanta carroza se nos ha olvidado que todavía nos faltan muchos derechos por conquistar”, manifiesta Tigra.

 Laura Argounova, asistente al Orgullo crítico, en los alrededores de la Puerta del Sol, Madrid.
Laura Argounova, asistente al Orgullo crítico, en los alrededores de la Puerta del Sol, Madrid.SAMUEL SÁNCHEZ

Laura Argounova (Madrid, 29 años) comenzó a ir a la manifestación del 28 de junio en 2014. La última vez que fue a la estatal fue ese mismo año. Durante la adolescencia acudía religiosamente a la cita del 1 de julio, pero no era consciente de que además de las carrozas, las fiestas y las carreras de tacones, también se trataba de una manifestación. “Lo llamaba cabalgata, desfile. Para mí era un día de fiesta”, cuenta sentada en una terraza cerca de Sol.

Con el tiempo, empezó a militar en diferentes asociaciones y conoció a Orgullo Crítico y su propuesta. “Algo básico es que se respeta el día y además en la estatal hay carrozas y participan partidos políticos que son abiertamente neoliberales y oportunistas”, justifica Argounova.

Pitu Aparicio, educadora social y monologuista hace muchos años que no va a la manifestación estatal “porque se ha perdido la reivindicación de la marcha y se ha convertido en una fiesta que está muy bien, porque es una celebración y una visibilidad, pero que es tan mainstream que se olvida del colectivo”, señala Aparicio por videollamada.

Pancarta reivindicando la bisexualidad y el no binarismo en la manifestación del Orgullo Vallekano, el sábado 24 de junio, en Madrid.
Pancarta reivindicando la bisexualidad y el no binarismo en la manifestación del Orgullo Vallekano, el sábado 24 de junio, en Madrid.JUAN BARBOSA

Ana Fernández Zarate (Madrid, 29 años) acude todos los años a la manifestación que convoca Orgullo Vallekano. Este año se celebró el 24 de junio y siente que tanto en la que estuvo ella como en la de este miércoles 28, hay una representación real de todas las disidencias. “Hay bloques para personas gordas, discapacitadas, racializadas…”, cuenta por teléfono.

Uge Sangil, presidenta de la Federación Estatal de Lesbianas, Gais, Transexuales y Bisexuales (FELGTB), una de las entidades organizadoras del Orgullo, lamenta la distancia entre ellos y Orgullo Crítico. Conoce los reclamos y acepta algunos de ellos, pero siente que “ambos movimientos pueden convivir”, ya que todos tienen “el objetivo de los derechos humanos y el respeto por la diversidad”. Además, desde su perspectiva, las diferencias “son salvables” y está convencida de que “si se sentasen a hablar, se podrían solucionar los problemas”.

Tigra, por su parte, no sabe si esto es posible. “Durante este mes hay mucha solidaridad, mucho ‘el amor es amor’, logos y banderitas arcoíris, pero al final los mensajes que lanzan algunas empresas son contradictorios”, sentencia la vocal de Orgullo Crítico.

La mirada crítica en las periferias de la capital

La asociación Éboli LGTB, en Pinto, lanzó un comunicado el pasado 21 de junio en el que se desvinculaban por completo de todas las actividades promovidas por el gobierno de la localidad, una coalición del Partido Popular y Pinto Avanza. “No es congruente que hagamos la lectura del manifiesto cuando los dos partidos que nos gobiernan no nos apoyan como colectivo”, expone Abraham Febrer, presidente y fundador de la asociación, que añade que «no todo vale» cuando se trata de los derechos humanos.

Vallecas y Alcalá de Henares, entre otras, son dos zonas que también hacen una lectura crítica del MADO. “Como ambas coinciden, nos pareció importante apostar por orgullo de periferia y, en esta ocasión, priorizamos el de Alcalá”, cuenta Decimavilla, que acudió con No Binaries España a la manifestación propuesta por Alcalá Entiende.

Orgullo Vallekano quiere “recuperar la reivindicación alejados del capitalismo rosa”. “No queremos participar del pinkwashing que hace el MADO y las empresas de doble moral como el Corte Inglés, que puede patrocinar el orgullo y vender libros para ‘curar’ la homosexualidad”, inciden los activistas de la plataforma.

Celebraron su propia manifestación, el sábado 24 de junio, en un recorrido que abarca gran parte de la avenida de la Albufera, en el barrio de Vallecas, al sureste de Madrid. Quieren “un barrio educado y sensibilizado en la diversidad sexo afectiva y de género”, afirman desde la organización.

Para ellos, el MADO “ha perdido la capacidad de reacción frente a partidos políticos y tiene las manos atadas por las ayudas económicas”. La manifestación en Vallecas o la que convoca Orgullo Crítico, inciden, son espacios para “poder decir lo que realmente se opina de las cosas”, ya que, al ser colectivos completamente autogestionados, no “le deben nada a nadie”.

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Irene Vega Medina

Redactora en prácticas en la sección de Local desde febrero 2023, anteriormente en Planeta Futuro. Graduada en Lenguas Modernas Cultura y Comunicación, con un máster en Relaciones Internacionales y Estudios Africanos, ambos en la Universidad Autónoma de Madrid. Cursó el máster de periodismo UAM-EL PAÍS con la promoción 2021-2023.

Fuente: https://elpais.com/espana/madrid/2023-06-28/orgullo-critico-otra-forma-de-luchar-por-los-derechos-lgbti-diferente-a-la-oficial-esta-muy-monopolizada-por-los-hombres-homosexuales.html

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Guerra total entre los sindicatos y la izquierda en Francia: «No es momento de acciones sindicales, sino de luchar contra estos “parásitos”»

Las izquierda francesa denuncia el comunicado conjunto de Alliance Police National y Unsa Police, que dibuja un escenario «en guerra» después de tres jornadas de disturbios

«No es el momento de la acción sindical, sino de la lucha contra estos “parásitos”», recoge un comunicado conjunto emitido este viernes por los sindicatos de policía franceses Alliance Police Nationale y Unsa Police, en el marco de la cuarta jornada de disturbios tras la muerte del joven Nahel a manos de un agente del suburbio parisino de Nanterre.

«Hoy, la policía está en combate, porque estamos en guerra. Mañana estaremos en resistencia, y el Gobierno tendrá que darse cuenta de ello», subraya la misiva, cuyo contenido ha desatado una oleada de reacciones en redes sociales y críticas procedentes de los sectores de la izquierda francesa.

Personalidades de la izquierda francesa de la talla de Jean-Luc Mélenchon, excandidato presidencial de La Francia Insumisa, o de la secretaria nacional de Europa Ecología Los Verdes (EELV), Marine Tondelier, criticaron a los agentes por el contenido del comunicado, que calificaron como una «amenaza de sedición» y un claro «llamamiento a la guerra civil».

El líder de la izquierda francesa pidió al «poder político» que «tome las riendas de la policía», antes de concluir: «Los que quieren la calma no echan aceite al fuego».

El diputado rebelde François Ruffin también se pronunció en contra de la misiva: «Los sindicatos de policía dicen que están “en guerra”, y preparan la “resistencia”, incluso contra el Gobierno». En este sentido, la ecologista Tondelier tuiteó: «¿Ahora podemos decir que hay un problema estructural en la policía? Este texto es un llamamiento a la guerra civil». Su compañera de filas, Sandrine Rousseau, remató, calificando el comunicado como «una amenaza de sedición».

Fuente: https://www.larazon.es/internacional/guerra-total-sindicatos-izquierda-francia-momento-acciones-sindicales-sino-luchar-estos-parasitos_20230630649f1bff41ef3d0001c360e5.html

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Inteligencia Artificial: el debate también llega a Cuba

Con el auge de las herramientas de IA generadoras de contenido, cabe cuestionarse los desafíos éticos y sociales que deberá abordar esta tecnología en desarrollo.

El término Inteligencia Artificial (IA) se ha vuelto tendencia en redes sociales y hasta en conversaciones cotidianas en Cuba.

El actual boom llegó a partir de sus nuevas variantes para generar contenido, si bien desde hace 50 años se viene experimentando en ese campo de la informática, y hoy se aplica dentro y fuera del ciberespacio, como en los traductores y transcriptores automáticos, motores de búsqueda, viviendas inteligentes, entre otros usos.

Estos softwares que imitan aspectos de la inteligencia humana aprenden constantemente de la información oscilante en múltiples conjuntos de bases de datos; luego la procesan y de ahí dan rienda suelta a la imaginación; por supuesto, a partir de las orientaciones del usuario.

Al no necesitar líneas de código de programación para entender una orden, logra estrechar la brecha entre el usuario promedio y un mundo digital enrevesado de algoritmos. Gracias a eso, ha ganado popularidad entre la gente.

Estas aplicaciones están cambiando la forma en la que las personas interactúan con la tecnología.

La IA generativa está transformando el mundo de la creatividad y la comunicación, por ejemplo, con chatbots (según el diccionario de Oxford, un programa informático basado en la inteligencia artificial que es capaz de mantener una conversación con un internauta, sobre un tema específico) y programas que pueden crear obras de arte o música.

Ya se incluye en las rutinas productivas de empresas publicitarias o es utilizada por escritores ante las crisis de inspiración, o por músicos en la búsqueda de nuevas melodías. En general, son muchas las ventajas que ofrece.

Consecuencias negativas

Pero no todo es ganar-ganar. Las consecuencias del auge de la IA generativa también pudieran ser devastadoras.

Existe el riesgo, por ejemplo, de una automatización de la creatividad. ¿Qué sucederá cuando las herramientas de IA puedan producir contenido creativo de manera más eficiente que los humanos? ¿Se volverán obsoletas las habilidades humanas?

Cada vez son más las empresas de la industria de la tecnología y el entretenimiento que se apoyan en tales programas, una tendencia que conlleva inevitablemente a la pérdida de empleos en el sector e, incluso, de habilidades humanas: a medida que las IA se vayan volviendo más sofisticadas, la dependencia de estas por parte de las empresas aumentará y la intervención humana perderá su primacía.

Llegados a ese punto, se atentará de paso contra la originalidad y la diversidad de los contenidos de las IA, pues estas se retroalimentan por ahora de las creaciones de usuarios guardadas en bases de datos.

¿Llegará el momento en que las IA se retroalimentarán de sus propias creaciones? Aunque todavía sea una previsión imprecisa, eso significaría un monótono desenlace.

La ética de un robot

En torno a las IA surgen más desafíos éticos. Al fin y al cabo, ¿cómo se puede garantizar que estas se utilicen de manera responsable? De hecho, existe el temor de que se empleen en la fabricación de noticias falsas o la manipulación de la opinión pública.

De hecho, ya ha sido denunciada por su uso en fake porn (porno falso), a partir de fotos de playa y otras compartidas por usuarias de redes sociales, que son transformadas en desnudos sin su consentimiento.

Otro peligro es el sesgo. Si los conjuntos de datos que sirven para entrenar al software están sesgados, la IA también lo estará, y el resultado podría ser una propagación de estereotipos y discriminación por medio de los contenidos que genera.

Para evitar ese riesgo, se trata de incluir variedad de voces y perspectivas en los datos de entrenamiento. También existen técnicas de preprocesamiento de información para eliminar atributos irrelevantes o modificarlos de manera que sean más equilibrados, neutros. Y se realiza una auditoría y monitoreo continuos de las IA, con el objetivo de detectar el sesgo en tiempo real, y corregir así los algoritmos.

Otro conflicto recae en la propiedad intelectual. Cuando una IA crea un producto original, ¿quién es el dueño de los derechos de autor? ¿El creador de la herramienta, el usuario que la utiliza o la IA misma? Estas preguntas aún no tienen una respuesta clara.

Para asegurar que las herramientas de IA se utilicen de manera responsable, resulta vital establecer un marco ético y legal que regule su uso, fomentar la transparencia y estipular medidas preventivas de seguridad.

Las IAs en Cuba

El eco del boom de las inteligencias artificiales generativas ya resuena en Cuba. Si bien continúan las restricciones en la navegación en internet para los usuarios cubanos, provocando que la mayoría de las herramientas de IA no sean accesibles dentro del país, los internautas ya acceden a algunas mediante VPNs (en español, redes privadas virtuales).

A través del sitio web de Poe, se puede acceder directamente a varias herramientas como Sage o la famosa Chat GPT. Con Bing Image Creator, de Microsoft, se pueden generar imágenes a partir de descripciones textuales. Pero son varias las herramientas gratuitas que pueden ser utilizadas desde Cuba. Aquí les presentamos algunas:

Herramientas de IA generadas con imágenes y texto

Dentro de la isla caribeña, al “boom” aún le falta ruido por hacer. Las herramientas de IA seguirán popularizándose y probablemente llegue pronto el momento en que se conviertan en algo habitual. Solo haría falta que, en el proceso, se encuentre un equilibrio entre su potencial transformador y la necesidad de abordar sus implicaciones éticas y sociales.

Fuente: https://www.ipscuba.net/espacios/inteligencia-artificial-el-debate-tambien-llega-a-cuba/

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Activismo revolucionario contra la injusticia racial

En agosto de 1955, un adolescente afroamericano de 14 años viajó desde Chicago, su ciudad natal, hasta el estado segregacionista de Mississippi, para visitar a unos familiares. Tres días después se encontró su cuerpo flotando en el río con muestras evidentes de haber recibido una brutal paliza. Los dos hombres acusados de la agresión, los dos blancos, adujeron que el joven había silbado a la esposa de uno, medio hermana del otro. Ante esta excusa y ante la palabra de la mujer, fueron declarados inocentes por un jurado popular integrado completamente por blancos, y los medios locales los encumbraron como héroes mientras se jactaban en las entrevistas de todo lo que le hicieron a Emmett Till, cuyo rostro, terriblemente desfigurado, apareció en las portadas de todos los periódicos nacionales después de que su madre dejase el ataúd abierto para que todo el mundo viera lo que le habían hecho a su hijo, y pidiera a los fotógrafos que hicieran difusión de tan duras imágenes.

En su honor, la “Ley contra los linchamientos de Emmett Till”, firmada por el presidente de los Estados Unidos, lleva su nombre. La legislación aprobada convierte esa execrable acción, el linchamiento, en delito federal de hasta 30 años de cárcel y multas considerables. Hay que hacer énfasis en que los asesinos del joven Till murieron, de forma natural, en 1981 y 1994, sin haber pisado nunca la cárcel por el asesinato cometido, mientras que la nueva ley se firmó en marzo de 2022 por un tal Joe Biden, sesenta y siete años después del brutal asesinato. Estas dos fechas, el linchamiento de 1955 y la ley de 2022, da una idea de la lentitud de los progresos sociales y de que todavía queda mucho por hacer, y, también, de la importancia de la memoria histórica para entender el pasado y el presente y anticiparnos en lo posible para evitar injusticias en el futuro.

Probablemente, este objetivo tan loable es el que tenía el guionista David F. Walker cuando se propuso escribir la historia del Partido de las Panteras Negras para la Autodefensa (a los dos años de su creación, el nombre quedó reducido a “Partido de las Panteras Negras”), creado en Oakland, California, en 1966, hasta su disolución definitiva en los años ochenta. Nacido en 1968, Walker es periodista y profesor a tiempo parcial en la universidad, pero destaca especialmente por su trabajo como guionista de cine y cómic, con numerosos reconocimientos. Entre otros, ha realizado guiones para personajes de cómic tan populares como Shaft (para Dynamite Entertainment), Luke Cage, Power Man o Deadpool (para Marvel) o Cyborg y Young Justice (para DC Comics). En DC Comics es cocreador del personaje Naomi, una superheroína adolescente afroamericana, de la que en 2022 se ha realizado una serie de televisión para la plataforma HBO.

La decisión de Walker fue un reto extraordinario, puesto que eligió realizar el guion de una novela gráfica, a pesar de que la obra requeriría de mucho texto explicativo y de muchos datos, con gran cantidad de personajes y escenarios. Pero el medio escogido favorecía la producción y, sobre todo, la divulgación del resultado, a medio camino entre el ensayo y un documental audiovisual. En el guión se propuso realizar una introducción de los antecedentes que llevaron a la creación del partido, datando el origen, evidentemente, en el secuestro y posterior esclavitud de los nativos africanos que fueron llevados a la fuerza al continente americano, tratados de forma atroz durante siglos. Se propuso describir someramente la conocida como “la gran emigración” en los años treinta del siglo XX, donde millones de negros estadounidenses huyeron del sur buscando una mejor vida lejos de la segregación. Y, a partir de ese instante, se propuso destacar las personas más relevantes y los eventos más importantes acontecidos hasta los años sesenta, por desgracia, la mayoría desoladores, como el del joven Emmett Till.

Una vez definida la idea del proyecto a llevar cabo, al guionista David F. Walker solo le faltaba el artista que lo llevaría a cabo, y lo encontró en el dibujante Marcus Kwame Anderson, y, después de casi dos años de trabajo conjunto, el resultado es la novela gráfica

El partido de las panteras negras. Una historia gráfica (The Black Panther Party: A Graphic Novel History, 2021), publicado en marzo de 2022 en catalán por Tigre de Paper Edicions, con traducción de Octavi Gil, y en mayo de 2023 en castellano por Alianza Editorial, con traducción de Ladislao Bapory Sité. El dibujante tiene un estilo versátil y ha sabido dotar de gran sobriedad las páginas diseñadas, especialmente teniendo en cuenta la carga emocional que supone dibujar acontecimientos reales, complejos y trágicos a la vez, mientras intentas ser lo más fidedigno posible a la realidad e intentas que las decenas de personas citadas a lo largo de toda la obra se parezcan lo máximo posible y que los más conocidos sean identificados fácilmente por el lector.

El trabajo final publicado es una muestra evidente del poder divulgativo de la imagen, y de la gran contribución del dibujante en la obra resultante, y no solo por el carácter documental de gran parte de la novela gráfica, sino también por su contribución en las diferentes escenas narradas de eventos fundamentales de la historia del partido. Además, la portada originalestá cargada de gran simbolismo, al mostrar la famosa foto de Huey Newton sentado en un sillón de mimbre, con su boina característica, acompañado por las siluetas de los diferentes líderes del partido: Bobby Seale, Kathleen Cleaver y Fred Hampton, todos con un fondo naranja y amarillo. El sillón de mimbre es conocido como “pavo real” (peacock chair) por su forma, y tiene su origen en el siglo XIX, como parte del mobiliario utilizado en las colonias francesas del Pacífico Sur, lo que facilitó que se popularizara en Europa, primero, y en Estados Unidos desde principios del siglo XX, con una carga colonial evidente en la pieza.

El partido de las panteras negras. Una historia gráfica rastrea el contexto histórico de la filosofía política que germinó en la creación del partido, contextualizando la opresión y la violencia racista sistémica y la brutalidad policial, especialmente en la conocida como la era de “Las Leyes Jim Crow”, que propugnaban la segregación racial en todas las instalaciones públicas. La segregación, de facto, fomentaba la desigualdad económica y social en todos los sentidos, evidente en el desempleo y en la segregación forzada de las viviendas. También en la justicia y en la educación. Conocido es el caso de Ruby Bridges, de 6 años, que en 1960 tuvo que asistir a diario al colegio de primaria escoltada por los Marshals, por ejemplo.

En 1966, el Partido de las Panteras Negras era creado por Huey Newton y Bobby Seale, inspirándose en el movimiento Black Power, y con un decálogo que fundamentaría el programa político, tan ambicioso como contundente, pidiendo una vivienda digna, pleno empleo, educación, justicia, paz y solicitando el fin de la brutalidad policial y la liberación de todos los hombres negros encarcelados. El partido también fue impulsor de los conocidos como “programas de supervivencia”, que incluían desayuno gratis para los niños, clínicas de salud y escuelas. Llegaron a tener más de sesenta sucursales a lo largo del país, influyendo en otras minorías y creando organizaciones similares en otros países.

Se hicieron famosos por su estética (boinas negras y chaquetas de cuero) y su visible armamento, sobre todo en los primeros años hasta que cambió la legislación del país, pensada a medida de ellos, obstaculizando que volvieran a ir armados por la calle y, en su caso, facilitar su detención si los pillasen. La idea de las armas era que fueran disuasorias en caso de que quisieran atacarles. Fueron revolucionarios en los hechos y agresivos en las formas, en contraposición con los movimientos de derechos civiles no violentos que llevaban años luchando por los derechos de los negros.

El ímpetu y la contundencia con la que actuaban iba en consonancia con la nobleza de la imagen escogida para representarlos, la de una pantera negra, un animal feroz que solo ataca cuando se siente acorralado. Pero la irrupción de sus originales acciones en todos los ámbitos inquietó al sistema, lo que provocó todo tipo de represalias: cambio de leyes, redadas continuas, acusaciones arbitrarias y falsas que conllevaban estancias prolongadas en la cárcel, hasta la puesta en libertad por falta de pruebas (o ni eso, algunos pasaron muchos años encarcelados sin motivo), represión policial con impunidad, todo ello con el beneplácito de la justicia y los medios de comunicación, que actuaban como cómplices e inductores de la injusticia racial.

Algunos ejemplos de dichas acciones se han popularizado recientemente con el estreno de dos películas basadas en hechos reales y que incluyen eventos fundamentales en la historia del partido. Las películas El juicio de los 7 de Chicago (The Trial of the Chicago 7, 2020) y Judas y el mesías negro (Judas and the Black Messiah, 2021), dirigidas por Aaron Sorkin y Shaka King, respectivamente, debería de avergonzar a los que permitieron los abusos descritos, al menos quedan retratados. En el caso del famoso juicio de Chicago, en la película vemos la detención arbitraria de uno de los creadores del partido, y el trato vejatorio que se le dio en el juicio por parte del déspota del juez, que lo amordazó y encadenó delante del jurado.

La película Judas y el mesías negro, en cambio, muestra el asesinato de Fred Hampton por parte de la policía de Chicago cuando acribillaron con ametralladoras su apartamento mientras dormía (de hecho, ni se despertó porque lo había drogado previamente una persona de su equipo, sobornado por los agentes). Hampton, de 21 años, era el jefe de personal y portavoz nacional del Partido Pantera Negra cuando, en la madrugada del 4 de diciembre de 1969 fue asesinado con total impunidad.

¿Un policía asesinando a sangre fría a una persona desarmada e indefensa? El estupor que provoca llegar a hacerse una pregunta así, imaginamos que es el mismo estupor que tendría el mismo guionista de la novela gráfica, David F. Walker, cuando se dispuso a escribir, el 27 de mayo de 2020, el epílogo de la obra en la que llevaba más de dos años trabajando. Lo que nunca hubiera imaginado es que tuviera que escribir el texto dos días después de la muerte de George Floyd en la ciudad de Minneapolis, como consecuencia de la asfixia que le provocó un policía al presionar con su rodilla el cuello de Floyd contra el pavimento durante cerca de 10 minutos, mientras hacía caso omiso a los espectadores que le alertaban de la mala praxis y de los problemas para respirar del detenido. El funesto desenlace, grabado con detalle por un transeúnte, fue el detonante del movimiento Black Lives Matter (también conocido por las siglas BLM; en castellano: “Las vidas de los negros importan”). La fatal coincidencia del trabajo final de los autores con diferentes noticias trágicas de pátina claramente racista no hacía más que reforzar la intención inicial de la novela gráfica de la importancia de dar a conocer la memoria histórica del activismo por la injusticia racial.

El prólogo de la edición española está escrito por Conciencia-Afro, una propuesta artística, cultural y política creada en 2016, con sede en Madrid. En su página web se presentan como una asociación “centrada en reivindicar, celebrar y difundir las realidades y los conocimientos del continente africano, diseminados por todo el planeta, trabajando en el ámbito de la creación artística, el diseño de proyectos culturales y en el impulso de procesos comunitarios”. En el prólogo afirman que el legado del Partido de las Panteras Negras sigue vivo en todas las personas que luchan por la justicia social. De hecho, en los años ochenta, ya había inspirado en España la creación de diferentes organizaciones (entre ellas, la Asociación Panteras Negras). En palabras de Conciencia-Afro: “Los ideales de autodefensa y autoorganización fueron fundamentales para hacer frente a la violencia neonazi, tan presente en esos años en las calles de Madrid”… ¿en esos años?

 

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Las escuelas suecas dan marcha atrás en el uso de pantallas y vuelven a los libros de texto

Por: Carina Farreras/Barcelona

¿Cuánto deben ocupar las pantallas en los colegios? ¿Su uso está afectando a la adquisición de competencias consideradas esenciales? ¿Se crean diferencias entre centros? ¿Los datos conseguidos con un medio digital son fiables? Desde hace algunos meses, este es el debate en Suecia. El lugar que deben ocupar las pantallas y la tecnología digital en las escuelas, incluido el tiempo de exposición, algo que ha sido cuestionado por los profesionales de la salud. Y va en línea con la decisión que adoptó el Ayuntamiento de Barcelona para sus escuelas infantiles, eliminando los aparatos tecnológicos de las aulas.

Fruto de ese debate, la nueva ministra de Educación, Lotta Edholm, ha aplazado la estrategia de la Agencia Nacional de Educación Escolar (Skolverket) en su plan digital, que fue presentado en diciembre de 2022. Entonces, la ministra ya escribió en un artículo contra la “actitud acrítica que considera la digitalización como algo bueno, independientemente de su contenido”, lo que lleva a “dejar de lado” los libros de texto, que, según señaló, tienen “ventajas que ninguna tableta puede sustituir”.

La ministra anunció partidas específicas para reforzar el desarrollo del lenguaje, la lectura y la escritura

La ministra no niega el aprendizaje de la competencia digital de los niños, no elimina las pantallas, pero no va a invertir más en la tecnología y pone el énfasis en el papel. “El informe Pirls (sobre comprensión lectora) es una señal de que tenemos una crisis de lectura en las escuelas suecas. En el futuro, el Gobierno quiere ver más libros de texto y menos tiempo de pantalla en la escuela”.

Suecia, un país de 10 millones de habitantes, obtuvo una puntuación en el Informe Pirls 2021 de 544, situándose por encima de la media europea (528), la española (522) y la catalana (507). Pero esta cifra ha caído 11 puntos respecto al informe de 2016.

Según avanzó, el hecho de que los alumnos aprendan a leer y comprendan lo que leen es un requisito previo para el aprendizaje global y en los centros educativos se está perdiendo el foco en este objetivo. En su opinión, es preocupante que la capacidad de lectura esté disminuyendo entre los niños y los jóvenes por lo que las escuelas suecas deben volver a lo básico. “Hay que centrarse en competencias básicas como la lectura, la escritura y el cálculo”, afirmó recientemente Edholm según algunos diarios suecos.

Para remediar la situación, el Gobierno de centro-derecha anunció el pasado 15 de mayo que desbloqueará 685 millones de coronas (60 millones de euros) este año y 500 millones (44 millones de euros) anuales en 2024 y 2025, para acelerar el regreso de los libros de texto a las escuelas. “Esto forma parte del retorno de la lectura a la escuela, en detrimento del tiempo de pantalla”, advirtió la ministra. El objetivo es garantizar un libro por alumno y por asignatura. Asimismo, el gobierno ha invertido partidas económicas específicas destinadas a la compra de material escolar didáctico y, en concreto, el equivalente a unos 4 millones de euros a reforzar el desarrollo del lenguaje, la lectura y la escritura.

La ministra ha encargado un estudio sobre las cargas burocráticas que tienen los maestros

Diversos estudios subrayan que el formato papel es mejor que el digital en el aprendizaje de la lectura, según el profesor de Educación de la Universidad de Barcelona, Enric Prats. “Sabemos que lo que más ayuda es la lectura en papel, sosegada, larga y si se acompaña de la voz, mucho mejor”, apunta. Sin embargo, duda de que el cambio de digital al libro resuelva por sí mismo la comprensión lectora. A su juicio esto es un aspecto que compete a todos los maestros (no solo al de lengua) y que ayudaría generar un hábito de la lectura en los niños, aún sabiendo que es un objetivo que no se logrará en todos ellos.

Además de volver a los aprendizajes esenciales como la lectura, el Gobierno sueco también quiere que el maestro se centre en su labor docente. El Ministerio de Educación anunció el miércoles la creación de una comisión para analizar la carga burocrática de los profesores. “Las escuelas padecen la enfermedad de la documentación”, aseveró la ministra que aclaró que no se trata de que den más clases a cambio, sino de liberar tiempo para que los profesores puedan “planificar, revisar y llevar a cabo su labor docente, sin estar constantemente estresados por otras tareas”.

https://www.lavanguardia.com/vida/20230602/9013216/escuelas-suecas-dan-marcha-pantallas-vuelven-libros.html

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Document central : 2e Congrès mondial contre le néolibéralisme éducatif : alternatives pédagogiques, résistances associatives et syndicales (Panama, 5-9 juin 2023)

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Approuvé avec suggestions d’amendements en première discussion le 7 juin 2023 au Dôme Universitaire, ville de Panama. Approuvé en seconde discussion à Veraguas, Panama, pour diffusion massive le 9 juin 2023.

 

D’où venons-nous ?

Les syndicats et associations professionnelles des travailleur·ses de l’éducation, collectifs pédagogiques et d’éducation populaire, chercheur·ses et universitaires réunis à Panama, partagent un engagement indéfectible dans la défense du droit à l’éducation publique pour toutes et tous, ce qui nous a permis de nous retrouver venant de divers horizons.

Ainsi, nous avons construit un important tissu social de résistance, pluriel, démocratique, divers qui nous ont fait coïncider sur des positions, scénarios et perspectives.

Des décennies de connaissance et reconnaissances dans les résistances associatives et syndicales ont rendu possible l’importante convergence éducative qui s’est déroulée en 2020, quand nous avons décidé d’organiser le 1er Congrès mondial contre le libéralisme éducatif. Cette rencontre, faite de manière virtuelle, a permis de rassembler près de 12 000 activistes sociaux de l’enseignement pour dénoncer les anciens et les nouveaux modèles de privatisation éducative, la déterritorialisation, la mise en place d’une école à plusieurs vitesses, la dépédagogisation, la standardisation et la marchandisation de l’éducation.

En septembre 2020, nous avons décidé de nous rencontrer à nouveau de façon présentielle, pour continuer notre réflexion sur la manière d’affronter l’offensive néolibérale dans l’éducation. Nous retrouver pour réfléchir ensemble, articuler, proposer et mettre en accord des convergences dans des luttes communes. Ce 2e Congrès mondial contre le néolibéralisme, c’est la continuité du dialogue et de la rencontre, centrés sur cette opportunité d’explorer les convergences sur les alternatives pédagogiques, les résistances associatives et syndicales.

 

Une situation complexe pour l’éducation publique

Nous vivons une conjoncture exceptionnelle, dans laquelle se manifestent des attaques multiples contre l’éducation publique présentielle. Dans cette attaque contre le public convergent les intérêts nationaux et internationaux qui veulent transformer l’éducation en une marchandise. C’est pour cela qu’en complément du travail que réalisent, dans chacun de nos pays, nos organisations et collectifs, ainsi que les individus, il nous paraît important de préparer des chemins pour construire un horizon partagé tenant compte de nos diversités. Cet effort part du diagnostic suivant :

 

  1. L’éducation publique présentielle est un droit humain fondamental, obligation imprescriptible des États, qui rend possible la réduction des inégalités sociales dues aux origines de classe.

 

  1. C’est pour cela que les progrès scientifiques et technologiques récents doivent être vus comme des compléments au travail pédagogique présentiel mais jamais comme son substitut. Les institutions éducatives présentielles, au-delà de l’acquisition des connaissances et des savoirs, constituent l’espace privilégié pour apprendre à vivre ensemble, pour partager, pour créer et pour développer la justice sociale ;
  2. La symbiose entre plateformes digitales et systèmes méritocratiques constitue un modèle de gestion individualiste des apprentissages, dépersonnalisé et autoritaire, où toute possibilité d’amélioration des conditions de travail et formation professionnelle de l’enseignant est remplacée par le seul droit de la mise en concurrence entre pairs dans des conditions d’inégalité territoriale et technologique.
  3. Nous soutenons les exigences de transformation radicale des systèmes scolaires pour les mettre en conformité avec les attentes des majorités citoyennes et des diversités historiquement situées, non à celles du grand capital et de ses intérêts.
  4. Ces exigences impliquent de revoir les conditions du travail enseignant, les salaires et les traitements, la sécurité sociale et le droit à une retraite digne ;
  5. comme de comprendre que les luttes des travailleur·ses de l’éducation font partie d’un ensemble plus vaste de luttes contre les détenteurs du capital qui soumettent la classe travailleuse à des conditions de plus en plus aggravées de misère et précarité. Cela affecte les possibilités réelles d’inclusion et de poursuite d’études pour les enfants de celles et ceux qui vivent du travail.
  6. les élèves et étudiants sont également fortement atteints par le néolibéralisme éducatif. Considérés comme matière première ou produits de l’appareil productif, sans droits, sans voix devant les politiques éducatives. Une jeunesse sous attaque, qu’ils veulent sans pensée propre, soumise mais qui, malgré tout, se soulève, s’exprime aussi pour une nouvelle éducation et une société supérieure à celle qu’ils ont en face d’eux.
  7. La pandémie de Covid-19 a déclenché les pires offensives de privatisation sous le masque du virtuel et ce sont les familles, les élèves et les enseignants qui ont dû répondre à la transition vers le numérique tandis que les États nationaux, dans leur majorité, se désengageaient de leur obligation de garantir des conditions minimales d’apprentissage. À cela s’ajoute l’aggravation de l’école à deux vitesses déterminée par les inégalités d’accès aux connexion Internet et aux équipements de travail virtuel, ainsi que la déterritorialisation générée par les tentatives de présenter des «solutions éducatives» semblables pour des territoires très différents.
  8. De plus, les périodes de confinement dus à la pandémie ont accru la précarisation du travail, impactant fortement les femmes. Les travailleuses de l’Éducation sont retournées à l’intérieur de leurs foyers pour prendre en charge les travaux de soins domestiques (alimentation, habillement, nettoyage, soin aux personnes fragiles et aux enfants) ainsi que l’accompagnement de la scolarité en contexte virtuel de leurs enfants. Elles ont vu augmenter leurs heures de travail, au détriment des heures de repos et de leurs activités et progressions professionnelles.
  9. Malheureusement, le tournant néolibéral progressif de l’Unesco que nous constatons depuis 30 ans n’a pas seulement fragilisé les références alternatives mais a construit un nouvel ensemble de discours et imaginaires qui prétendent mettre l’éducation au service du marché.

11 C’est rendu possible en raison des difficultés de la pensée éducative critique à mettre en valeur et à comprendre en profondeur les différentes formes et expressions actuelles de l’offensive néolibérale contre l’éducation publique présentielle.

  1. Dans ce contexte, nous considérons que la mobilisation sociale est un modèle fondamental pour dénoncer le néolibéralisme éducatif et construire des consensus ;
  2. Pour cela, nous faisons un appel à multiplier à partir des associations professionnelles, syndicats enseignants, collectifs pédagogiques, organisations d’éducation populaire et de pédagogies critiques, les espaces de formation, de débat pluriel et de rencontres qui permettront la coordination d’initiatives socialement référencées, pour freiner sur tous les territoires l’offensive globale contre l’éducation publique ont entrepris les entreprises technologiques, les banques de développement, le multilatéralisme, la philanthropie d’entreprise et les corsaires qui prétendent prendre d’assaut les organisations de la société civile.

 

Alors, où allons nous ?

D’un côté, il y a ce que le capital veut mettre en place dans l’Éducation ; de l’autre, ce que pensent et permettent les Peuples. Ce 2e Congrès mondial contre le néolibéralisme éducatif est pensé à partir des logiques de résistance et de construction de l’enseignement populaire.

Pour le capitalisme, tout ce qui se fait dans la société doit être transformé en profit et ils considèrent l’Éducation comme une marchandise. Pour nous, l’Éducation a pour fonction centrale la vie en commun et le développement intégral social de la personnalité, dans une perspective d’émancipation.

Le capitalisme veut plus de virtuel et moins de présentiel pour diminuer l’investissement social et transférer ce qui est économisé aux grandes entreprises technologiques, quand nous affirmons alphabétisation algorithmique, virtuel/numérique comme complément et non comme centralité de l’acte éducatif et plus d’investissement dans l’infrastructure, les effectifs et la formation pour l’éducation présentielle émancipatrice du 21e siècle.

Le capitalisme veut perpétuer les objectifs comportementaux, l’évaluation standardisée, la planification et le curriculum avec des taxonomies reproductives, l’évaluation punitive et les didactiques de l’approche STEM. Nous, nous affirmons : plus de liberté et de joie dans les classes, apprentissage adapté, créatif, libérateur et humaniste, penser l’éducatif dans chaque école au travers de collectifs pédagogiques, d’évaluation partagée, de didactiques actives à partir du contexte, de programmation à partir des territoires.

Le capitalisme détruit la profession enseignante en précarisant le travail dans les classes, faisant des professionnels de l’enseignement des survivants du désastre économiques néolibéral. Nous, nous affirmons qu’il est urgent de rendre digne la profession enseignante, du point de vue social et du travail, revendiquant notre droit à nous organiser librement, à lutter syndicalement, à compter avec la stabilité, des conventions collectives et des conditions de travail dignes.

Le capitalisme veut gommer l’identité des travailleur·ses de l’éducation. Nous enseignant·es, affirmons notre identité et la construisons de manière partagée dans la mobilisation sociale et la rencontre dans les collectifs pédagogiques.

Le capitalisme nous veut enfermés dans nos classes, nous ouvrons les fenêtres pour respirer l’air du changement et nous ouvrons grand les portes pour rencontrer nos collègues et le peuple de tous les territoires, les mouvements populaires, les jeunesses, les peuples premiers, les populations en résistance, le mouvement féministe populaire, la défense des négritudes ;

Nous construisons un tissu social partagé avec un horizon commun dans la défense de l’Éducation publique présentielle populaire, démocratique, scientifique, actualisée, émancipatrice, fondée sur les savoirs et la connaissance, rebelle, libérée du patriarcat et pour une société de justice sociale ;

 

Pour un plan d’action partagé

Ce « 2e Congrès mondial contre le néolibéralisme éducatif : alternatives pédagogiques, résistances associations et syndicales » est la continuité d’efforts et le point de départ pour construire des chemins et continuer des résistances partagées que nous permettent de :

 

  1. Assumer l’identité de Congrès Mondial contre le néolibéralisme éducatif par la signature de documents, déclarations et autres contributions basés sur consensus.

 

  1. Renforcer le Groupe de Contact International (GCI) comme espace pour nous connaître, nous reconnaître, nous rencontrer et cheminer ensemble ;

 

  1. Construire dès maintenant un itinéraire interactif pour élaborer des agendas partagés communs contre le néolibéralisme éducatif. En conséquence, impulser la construction de mouvements pédagogiques, tenant compte des particularités territoriales.

 

  1. Procéder à des rencontres nationales diffusant cette initiative en 2023 et 2024 en privilégiant les espaces régionaux.

 

  1. Réaliser la deuxième École Syndicale internationale (virtuelle) fin 2023, basée sur les méthodologies et contenus travaillés pendant la première expérience de 2022 impulsée par «Otras Voces en Educacion»

 

  1. Construire une rencontre de travail, en janvier 2024, à Morelia, Michoacán-Mexique, pour réaliser le document conceptuel qui permettra de s’entendre sur les catégories, termes, pratiques et politiques néolibérales en Éducation. Pour cela, on établira un plan de travail à partir de ce 2e Congrès mondial ;

 

  1. Impulser notre première école présentielle d’éducation populaire et pédagogies critiques, avec des perspectives de genre, à Ibagué Tolima en juin 2024.

 

  1. Unir nos efforts pour tenir notre IIIe Congrès Mondial contre le néolibéralisme éducatif à Rio de Janeiro, Brésil en octobre 2024, comme un espace pour penser, dialoguer et construire ensemble.

 

  1. Explorer la possibilité de transformer la journée du 5 octobre (journée mondiale des enseignant·es – Unesco) à partir de 2024, en une journée globale de mobilisation et de lutte des travailleur·ses de l’éducation, en coordonnant internationalement la défense de l’Éducation publique présentielle, la profession et le travail enseignant. Pour cela nous établissons un plan de contacts et d’accords entre les organisations présentes.

 

Nous sommes en chemin, nous continuons à additionner les volontés pour aider à la naissance une société qui ait l’éducation et la justice sociale en son centre.

 

Panama, juin 2023

 

 

[1] organisations invitantes : ASOPROF (association des professeurs du Panama) et CII-OVE (centre international de recherche – autres voix dans l’Éducation), avec la participation de 78 délégués internationaux présents, 12 délégués virtuels, 500 délégués d’ASOPROF et quelques 2000 personnes connectées à la chaîne Youtube de «Otras Voces en Educación».

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